El hombre del traje gris Quizá no sea esta semana de feria la más conveniente para recomendar un libro aunque, en mi caso, cualquier tiempo es propicio para esta saludable afición. En vacaciones, tenemos la oportunidad de leer muchas de esas novelas pendientes que descansan en algún lugar de la estantería. Les comentaré algo sobre ´El hombre del traje gris´, de Sloan Wilson, una novela excepcional, un clásico de la literatura norteamericana que no defrauda. Cuenta la historia de Rath, un hombre casado y con tres niños, que decide cambiar de trabajo, más por necesidades económicas que por sentirse insatisfecho en su empleo de gerente en una fundación cultural. Es contratado como asistente de una corporación de medios, liderada por un multimillonario cuyo único interés en la vida se centra en el éxito empresarial. En realidad, el tema de la novela consiste en la búsqueda de la satisfacción vital, determinar qué camino adoptar en esa encrucijada que a veces se nos presenta, cuando uno ha de decantarse por más ocio o por más dinero. Lamentablemente, vivimos en una época en la que la mayoría de la gente no tiene elección. A ras de la historia se esconden una serie de interrogantes, como la educación de los hijos, la felicidad conyugal, la ambición, la hipocresía en el mundo de los adultos y hasta el urbanismo. Durante un tiempo, el hombre del traje gris se acuñó como un expresión que hace referencia al ciudadano medio americano que trabaja sin ton ni son, que aspira a una vida sin sobresaltos, casi siempre anodina, ese ciudadano que viaja en tren a primeras horas de la mañana y llega a Nueva York para desempeñar un trabajo más o menos tedioso; ese hombre que a las siete de la tarde retorna a casa, donde su mujer le espera con los hijos y los problemas cotidianos y domésticos. Pero Wilson, en esta novela, va más allá. De su lectura se desprende una clara lección, la de saber elegir qué “tren” es el apropiado para afrontar una vida más placentera, donde el dinero o el éxito laboral no siempre (por no decir nunca) lo son todo. Esa es la verdadera enseñanza del libro, reflejar la necesidad de cuestionar cómo orientar nuestras vidas, la importancia de conocernos a nosotros mismos, eso que Gardner denominó inteligencia intrapersonal y que, aplicada a nuestro entorno, se transforma en habilidad social. Me ha recordado bastante a otra novela reciente, ´Union Atlantic´, una proyección de “hombre gris” en la época actual. Enhorabuena a ´Libros del Asteroide´ por la recuperación de este clásico que en Estados Unidos es de lectura obligatoria en innumerables centros educativos. He disfrutado bastante y por eso he querido compartirlo con los seguidores de mi columna. ¡Felices lecturas en Feria!