DEJA QUE EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS TE SIGA TRANSFORMANDO Nota: Utiliza este bosquejo para el discurso de servicio que pronunciarás los martes por la noche desde marzo de 2016 hasta agosto de 2016. Deberás preparar el discurso de servicio de 30 minutos que pronunciarás después del Estudio de La Atalaya. Muestra que debemos dejar que el poder de la Palabra de Dios nos transforme estudiando regularmente, meditando con aprecio y sometiéndonos de buena gana a la guía de la Palabra de Dios. Exhorta a los hermanos “sobre la base del amor” (Flm 9; be 266 párrs. 2-4).
CÓMO NOS TRANSFORMA LA PALABRA DE DIOS (6 min.) La Palabra de Dios ejerció un gran poder transformador en nosotros cuando conocimos la verdad (2Co 10:4, 5). Sin embargo, todavía luchamos con imperfecciones, actitudes arraigadas y defectos de personalidad (Ro 7:21-23). Tenemos que permitir que la Palabra de Dios siga transformándonos para reflejar cada vez mejor la nueva personalidad. [Lee Hebreos 4:12 y analiza las siguientes dos expresiones:] “Penetra hasta dividir entre alma y espíritu”. Nuestra reacción al comprender el propósito de Dios para nosotros revela la diferencia entre lo que aparentamos ser por fuera (el “alma”) y lo que realmente somos por dentro (el “espíritu”), la fuerza que domina nuestros actos. “Puede discernir pensamientos e intenciones del corazón”. La Biblia saca a la luz nuestros verdaderos motivos y pensamientos; nuestra respuesta a su mensaje evidencia lo que realmente pensamos de sus justos principios. Examinemos un ejemplo [lee Mateo 5:27, 28 o Salmo 119:37]. Dios desea que nos mantengamos castos. ¿Qué sentimos en lo más profundo de nuestro corazón con respecto a lo que acabamos de leer en la Palabra de Dios? Puede que nunca hayamos incurrido en conducta inmoral y que tengamos la reputación de ser fieles a nuestro cónyuge; pero ¿y si al leer este texto detectamos cierta tendencia a recrearnos en pensamientos impropios? En ese caso, el poder de la Palabra de Dios ha efectuado una división entre alma y espíritu: ha revelado una discrepancia entre lo que aparentamos y lo que de verdad somos. [Procura no hacer sentir mal a quienes tal vez estén luchando por mejorar en estos aspectos]. El propósito de un autoexamen como este, a la luz de la Palabra de Dios, no es hacernos sentir excesivamente culpables ni derrumbarnos, sino concienciarnos de que aún quedan campos en los que necesitamos transformarnos más. DEJA QUE LA PALABRA DE DIOS TE TRANSFORME AÚN MÁS (8 min.) La Palabra de Dios tiene suficiente poder para transformarnos profundamente [lee y analiza Romanos 12:2]. El término que aquí se traduce “transfórmense” indica un cambio total, como la metamorfosis de una oruga que se convierte en mariposa. Tenemos que dejar que la Palabra de Dios haga cambios reales en cada uno de nosotros; así experimentaremos de lleno su poder en nuestra vida. ¿Cómo puede la Palabra de Dios efectuar un cambio tan profundo en nosotros? [Lee y analiza Efesios 4:22-24].
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Aunque desechar la vieja personalidad es un primer paso que se da de una vez para siempre, renovar la fuerza que impulsa nuestra mente es un proceso continuo, permanente. Al igual que el “espíritu” del que se habla en Hebreos 4:12, dicha fuerza, o actitud mental dominante, está relacionada con nuestros verdaderos motivos e inclinaciones (it-1 865 párr. 1). Ejemplo: A una persona le gustaban las películas violentas o de espiritismo. Tras leer la Biblia, llegó a la conclusión correcta de que desagradan a Jehová, así que ahora las evita; sin embargo, le siguen atrayendo poderosamente. La fuerza que impulsa su mente cambiará cuando sus sentimientos y pensamientos también cambien, de modo que ya no anhele esa clase de entretenimiento. Permite que la Palabra inspirada de Dios te conmueva el corazón meditando con gratitud en lo que dice. Cada cual debe preguntarse: “¿Qué pienso sobre lo que acabo de leer? ¿Qué me enseña sobre las cualidades y caminos de Jehová? ¿Cómo demuestra esto que él se interesa por mí?”. Sometámonos a la guía del espíritu de Dios procurando que nuestros pensamientos y acciones estén en armonía con lo que leemos. Seamos pacientes: cambiar toma tiempo; si sufrimos recaídas en nuestra forma de pensar o actuar, corrijamos el rumbo de inmediato. CAMPOS EN LOS QUE LA PALABRA DE DIOS PUEDE TRANSFORMARNOS AÚN MÁS (14 min.) [No es necesario que los abarques todos. Escoge algunos y analízalos de forma positiva y detallada]. Ser siempre imparciales. 1 Pedro 2:17 dice: “Tengan amor a toda la asociación de hermanos”. Cada vez más congregaciones cuentan con personas de diversas culturas y países (Rev 7:9; w08 15/3 27, 28 párrs. 11-14). ¿Les ofrecemos nuestra amistad? ¿Cuándo fue la última vez que invitamos a casa a alguien de una cultura u origen diferente para comer o pasar un rato en su compañía? ¿Tenemos que transformarnos más en este campo? Dar testimonio con valor. Si hemos desaprovechado oportunidades de dar testimonio por culpa del temor al hombre, ¿no deberíamos pedirle más valor a Jehová y profundizar nuestro aprecio por las buenas nuevas? (Pr 29:25; km 1/13 1 párr. 4). Mantener el ojo sencillo. Aun si tenemos los medios para comprar algo, deberíamos preguntarnos si no nos distraerá de nuestro servicio a Jehová (Mt 6:21, 22; g 6/07 8, 9). Evitar el entretenimiento degradante. ¿Le decimos no al entretenimiento que presenta actos de inmoralidad, espiritismo o violencia? (Dt 18:10-12; Hch 19:19). Cultivar y demostrar el fruto del espíritu de Dios. Algunos matrimonios han mejorado su relación estudiando a fondo el fruto del espíritu (Gál 5:22, 23; w11 15/4 25 párrs. 11, 12). ¿Sería este un tema oportuno para nuestra adoración en familia? Percibir y poner en práctica los principios bíblicos. ¿Dejamos que nos guíen al tomar decisiones cuando no hay un mandato bíblico específico? (Ef 5:17; w03 1/12 21 párr. 3). Ayudar a los jóvenes y a los inactivos. ¿Podríamos ayudarlos a que experimenten a mayor grado el poder de la Palabra de Dios en sus vidas? (1Te 5:14). [Menciona datos animadores que hayas notado al examinar los registros de la congregación. Haz una o dos sugerencias para que los publicadores sean más productivos en el ministerio, en particular tocante a hacer revisitas, dirigir con eficacia cursos bíblicos u otro aspecto necesario (km 7/15 1, 3; km 6/15 1). Explica el horario de la semana]. CON LA AYUDA DE DIOS, ES POSIBLE SEGUIR TRANSFORMÁNDONOS (2 min.) Puede que a veces nos sintamos desanimados, incapaces de seguir transformándonos. S-341b-16-S 1/16 Página 2
Sin embargo, contamos con la ayuda de Jehová, para quien todas las cosas son posibles (Mt 19:25, 26; w73 401 párrs. 22, 23). ¿Cuál es la clave para que nuestra transformación no se detenga aunque luchemos con hábitos y actitudes muy arraigados? Respuesta: Como dice Efesios 4:23, debemos ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa nuestra mente. ¿Cómo conseguirlo? Estudiando la Biblia a un ritmo que nos permita meditar en lo que leemos para que nos llegue al corazón, y entonces dejándonos guiar por el espíritu de Dios. A medida que la Palabra de Dios nos siga transformando, sentiremos más de lleno su poder en nuestra vida (Col 1:9-11). S-341b-16-S 1/16 Página 3
DEBE PRESENTARSE EN 30 MINUTOS