El Viaje De Mi Vida 3k322u

El viaje de mi vida

Gustavo Adolfo Garcés

El viaje de mi vida Gustavo Adolfo Garcés

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© Gustavo Adolfo Garcés, 2021

Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras

www.universodeletras.com

Primera edición: 2021

ISBN: 9788418570193

ISBN eBook: 9788418571152

Prólogo de Luis Cobos

Resulta difícil prologar un libro de un gran músico, luchador incansable, estudioso y viajero, cuando en su personal, apasionante y detallado relato cuenta, con claridad y buen oficio de escritor, las circunstancias de su vida. Y de cómo consiguió dedicarse a la música, a pesar de los obstáculos que tuvo al principio por la oposición de su padre y el posterior acuerdo con él. Este libro es el viaje de un sonador de melodías. En él se puede apreciar la maravilla de la música, su capacidad de atracción, y la posibilidad cierta de combinar la vocación y la profesión, evitando que la segunda te aleje de la primera. Es, también, un mundo de música hecho realidad. No obstante, con alegría y satisfacción, me dispongo a escribir el prólogo de este libro, titulado: El viaje de mi vida, escrito y protagonizado por Gustavo Adolfo Garcés. He leído, con atención, esta colección de reflexiones, relatos, experiencias y consideraciones, que destilan pasión, bondad, ingenuidad y muchas ganas de contar. Es un libro para escuchar porque de su contenido emerge la música por todas partes. En él, Gustavo Adolfo relata detalles, anécdotas, emociones y situaciones de la vida de un músico que ha paseado su talento por el mundo recreando, sugiriendo y llenando el espacio y la vida de sonidos, belleza y emoción. Construido a través de una mirada profunda y divertida sobre un mar de situaciones protagonizadas por este viajero impenitente, para el que la música es una forma de vida, la lectura de este libro nos lleva a aprender y confirmar vivencias, recuerdos, anécdotas, dificultades y logros. Los músicos somos conscientes de la veleidad de los resultados de nuestras acciones, tanto privadas como artísticas; unas veces aclamados y otras silenciados, pero siempre constantes y firmes como pilares del edificio de la creación y la interpretación, celosos guardianes de la tradición y la modernidad, conjuntados y unidos para formar el magma sonoro del planeta música, como necesarias partes de un todo. Gustavo Adolfo, en su faceta de escritor, va desgranando su historia con la

cadencia y armonía con la que los lamas del Tíbet deslizan, entre sus dedos, las cuentas de su «mala» (rosario tibetano). Este libro está escrito con la firme decisión de sacar a la luz todo aquello que estaba oculto y vivo en él y, a la vez, en esos músicos, rebosantes de vocación, ilusión, emoción y ritmo, enamorados de la sorpresa, escasos de medios, muchas veces, pero imaginativos y lúcidos. El mas puro instinto musical prima en este magnífico libro. El universo, el mundo, las cosas, son fuente de ciencia, y en esa fuente han bebido los ojos y la pluma que han dado vida a este libro. Lo que en él se muestra es tradicional, básico e icónico pero también moderno y cotidiano, liberado en nuestro tiempo e iluminado con la luz del ahora, que es ya el pasado del futuro aunque insistamos en llamarlo el presente. Los relatos contenidos en este libro tienen retazos de nostalgia y rezuman deseos de revivir o rehacer tiempos pasados. Antonio Machado lo expresó en su poema La primavera besaba... «Hoy, en mitad de la vida, me he parado a meditar ... ¡Juventud nunca vivida, quien te volviera a soñar !» Gustavo Adolfo Garcés, gran artista, virtuoso, espontáneo, estudioso y peleador, es el fiel reflejo del músico lleno de talento popular y académico. Sus comentarios surgen de aquí y de allá, brotando, unos por iniciativa propia y otros por tradición, herencia familiar o improvisación. Como todos los músicos vocacionales que se embarcan en el viaje interminable, movidos por el «veneno» de la música que, cuando se bebe, ya no se deja de tomar, Gustavo Adolfo nos muestra el común denominador de ellos: vivir cada día como si fuera el último, lo cual aporta una clase de perfección moral, como ya sentenció Marco Aurelio. Cada persona posee en su interior el don de la música como algo intrínseco a la naturaleza humana. El buen músico es aquel que sabe cómo unir el talento con la técnica para producir algo nuevo o existente pero diferente, distinto, peculiar. Es prodigioso poder convertir una idea musical, incipiente o genial, en algo bello, cercano, popular, propio y asequible. Un portento que Gustavo Adolfo ha conseguido en su carrera. En su relato hay mucho de personal e íntimo pero también refleja el hacer y sentir de esos músicos que comparten, entre viaje, grabación, vacío, hallazgo y decepción, la vocación por la música, que es el arte más cercano a las lágrimas y a la alegría.

Los músicos somos también víctimas del éxito: esa novia o novio infiel y absorbente, que te adopta y rechaza cuando quiere, sin que puedas hacer nada por evitarlo. Pero la música nos cautiva y nos abduce porque es mágica y única. Somos muchos los que sentimos, como Aldous Huxley, que «después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música». Comparto con Gustavo Adolfo muchas de sus afirmaciones y me siento muy próximo a él porque yo también comencé mis estudios y andanzas musicales estudiando el requinto (clarinete corto y agudo) y formando parte de una espléndida banda de música: la Filarmónica Beethoven de Campo de Criptana, en la que sus componentes me inculcaron y transmitieron su vocación y amor por la música, por el estudio y por lo bien hecho. También pude asimilar y compartir con ellos la apuesta por ser músico y expresar mis sentimientos a través de la música, haciendo felices a los demás. En mi caso, fue mi padre quien me animó a estudiar música. Triunfar de verdad es poder exhibir con orgullo un mundo de música hecho realidad, que es lo que Gustavo Adolfo muestra en este magnífico libro. La música no se hace para que se comprenda, sino para que se sienta. Así lo han manifestado multitud de grandes compositores e intérpretes de todos los tiempos. Estoy seguro de que todos los lectores que se adentren en este fascinante viaje, compartirán con su protagonista, como yo, muchos de sus pensamientos, axiomas y frases, sencillas y profundas, que aparecen en este viaje y brotan del corazón, del humanismo y de las vivencias de la vida cotidiana: «La vida va cambiando y los sueños se van cumpliendo» o «El viaje ha sido movido, ha habido muchas curvas y altibajos. He vivido como he querido, como he podido y como he soñado»... Me consta, querido Gustavo Adolfo, que aprecias y valoras la suerte, ya que en una vida de éxito como la tuya, la suerte ha jugado e interpretado su papel. Don Quijote: «Has de saber amigo Sancho que la suerte, enemiga de las más grandes desgracias, siempre deja una puerta abierta» La coincidencia de que ambos viajásemos a Zamora, también en octubre, en tiempos y distancias diferentes, a buscar dos animalitos, compañeros del viaje interminable, en mi caso dos preciosas gatitas, me acerca aún más a este gran vocacional, talentoso y profesional músico que es Gustavo Adolfo Garcés.

Gracias, Gustavo Adolfo, porque al liberar, a través de las palabras, esas magníficas imágenes, ritmos, vivencias y anécdotas, contenidas en el libro que hoy prologo, mueves la curiosidad, alientas el deseo de conocer más de la música y de todos esos músicos como tú, intrépidos aventureros que hicieron y hacen posible que nos emocionemos, vibremos, cantemos y bailemos con la música, que es lo más puro que transporta el aire. ¡Animo y enhorabuena! Luis Cobos

Músico y presidente de la sociedad de Artistas AIE presidente de la Federación Iberoamericana de Artistas, y del Consejo de la Fundación Latin GRAMMY

Madrid 13 de noviembre de 2020

A modo de pórtico

Tomás Marco

Aunque los libros de memorias abundan bastante y son interesantes no solo en la medida que nos ofrecen la visión de un personaje sino como documentos de la intrahistoria, a menudo cotidiana, de una época, no es menos cierto que en el mundo artístico las más frecuentes suelen ser las de los escritores. Los músicos son más renuentes a contar su propia historia tal vez porque ya la han contado con los sonidos y sería redundante hacerlo con las palabras. Es un poco lo que decía Richard Strauss cuando afirmaba que el mejor comentario, o el único posible, a una obra musical es otra obra musical. Sea por eso o no, lo cierto es que históricamente no disponemos de muchas memorias de músicos y la mayoría no son de compositores ni tampoco de intérpretes profesionales normales sino de grandes virtuosos que aportan muy poca información real perdidos en una relación de honores y grandezas casi siempre reiterativos. Por eso este libro me parece importante, ya que está escrito por un gran profesional de la música que ha sido intérprete, docente y organizador, un triple aspecto que es muy definitorio a la hora de darnos la visión no solo de una vida, sino de una época de la música que además ha sido una de las que en la música española han marcado una evolución más amplia e interesante. Conozco a Adolfo Garcés desde que ambos éramos muy jóvenes y a lo largo de más de medio siglo nuestras vidas y carreras se han ido desarrollando en paralelo sin que nunca dejaran de tener una relación que, según los momentos, sería más o menos cercana pero que siempre se vio presidida por una profunda amistad. Supongo que la primera vez que nos vimos fue en los bajos del vetusto Palacio Bauer de la calle de San Bernardo que entonces no era la brillante sede que restauraron más tarde para la Escuela Superior de Canto, sino un caserón en casi ruina donde se asentaba el Conservatorio y en cuyo sótano nos habían cedido un espacio para la oficina de Juventudes Musicales. Allí se hicieron muchas cosas,

surgió una nueva generación de compositores y de intérpretes a la que se asociaron personas de otras artes en los ciclos de Problemática 63, se dieron conciertos, se hicieron proclamas y se fundaron grupos muy importantes como el Quinteto Koan en el que ya militaba Adolfo Garcés y el Grupo Koan del que también formaba parte. Creo que solo leyendo sus memorias me he dado cuenta de que sabía que en realidad nuestro músico se llama Gustavo Adolfo pero que siempre le hemos llamado Adolfo a secas. El libro que ahora nos ocupa se llama El viaje de mi vida y es un título muy exacto ya que se presenta como un cursus vitae, una autobiografía que fluye en un viaje en el tiempo. Comienza dándonos cuenta de su familia, de su nacimiento y primeros años en Zaragoza y de su arraigo en Madrid desde los siete años. Su padre era también un músico profesional y se continúa con él una verdadera dinastía musical, algo nada infrecuente en nuestro país. El libro nos relata una típica infancia de la posguerra con sus anhelos y dificultades. La adaptación a la capital de alguien «de provincias», la hosquedad de los estudios y de los profesores de entonces. Por cierto, que no deja de ser curioso que su primera experiencia musical fuera a través de la armónica, un instrumento sin duda en aquellos años más frecuente entre los jóvenes de lo que lo es hoy en día. Después viene la inscripción en el Conservatorio a espaldas de su padre que, precisamente por ser músico y conocer los avatares de la profesión, no deseaba que siguiera esa carrera. Pero lo aceptó enseguida y le dio su propio clarinete. Ese fue el instrumento al que se dedicaría y que fue estudiando con el método de Julián Menéndez y las lecciones de Leocadio Parra que era entonces no solo el profesor del Conservatorio sino el solista de la Orquesta Nacional de España. A partir de ahí también estudia Armonía e Historia de la Música, canta con el coro Cantores de Madrid que dirigía el Maestro Perera e incluso toma clases de canto. Y es como cantante de coro que hace su primera gira internacional con el ballet de Luisillo. Como cantante el joven Garcés grabó con el coro de Perera varias zarzuelas y en 1966 empieza su relación con Juventudes Musicales de Madrid que fue cuando nos conocimos y donde se convierte en el clarinetista del Quinteto de Juventudes Musicales (luego Quinteto Koan) incluso sin haber terminado la carrera de Clarinete, que le lleva también a ser contratado por la Banda Municipal de Madrid a la que ingresaría por oposición en 1969. Pocos meses después obtiene su graduación con Premio Extraordinario Fin de Carrera.

Los primeros años son de conciertos con las diversas formaciones a las que pertenece y también grabaciones corales, publicitarias etc., la vida pluriempleada que entonces debía llevar cualquier músico. Incluso hace sus primeros pinitos como organizador formando un coro para una grabación. Y colabora y es incluido como Socio de Número con la Orquesta Sinfónica de Madrid, entonces en difícil situación, que luego sería uno de sus puntos importantes a todos los niveles desde que en 1971 accede a su Junta Directiva. En pleno servicio militar, un trámite que ningún joven de entonces podía eludir, retoma el o con una antigua compañera de Conservatorio, Marga, lo que acabará en boda en 1971. Desde entonces Marga y Adolfo han constituido una familia maravillosa a la que siempre he profesado verdadera amistad. Ese mismo año accede al puesto de clarinete solista de la Banda Municipal de Madrid. En 1973 el Quinteto Koan con Adolfo Garcés obtiene el segundo premio del Concurso Internacional Gaudeamus, gran éxito y mayor aún si se piensa que el primer premio lo obtuvo uno de los más grandes virtuosos del clarinete de todas las épocas, Harry Sparnaay, de enorme carrera internacional poco después. La labor de gestión de Adolfo Garcés se concreta sobre todo en la aventura de la Orquesta Sinfónica de Madrid, una institución fundada a principios del siglo XX que, bajo la dirección de Fernández Arbós, fue fundamental en el desarrollo de la música en Madrid y en España hasta la Guerra Civil y que con la creación de la Orquesta Nacional de España malvivió algunos años como orquesta privada. Su director, cuando Garcés accede a la Junta Directiva, era Vicente Spiteri que usaba la Orquesta más para su conveniencia que para otra cosa y acabó siendo reprobado por la Orquesta, episodio en el que nuestro clarinetista tuvo que intervenir. En ese momento se inicia una colaboración con el Teatro de la Zarzuela que revitalizará a la agrupación que se reconvierte en Orquesta Lírica pero que, gracias a ello, puede realizar también conciertos sinfónicos con calidad y regularidad. Un convenio fijo se establece en 1990. Ello supone un trabajo de organización y fiscalización no exento de sobresaltos como él mismo nos cuenta. Aparte de la organización y las actuaciones, la parte didáctica no se olvida y acabará opositando para ser catedrático de Clarinete lo que consigue en 1985, aunque tiene que empezar en el Conservatorio de Salamanca lo que le hace renunciar a su plaza en la Banda Municipal. Eso le obliga a un continuo trasiego entre Madrid y Salamanca hasta que en 1989 consigue el traslado al Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín de Madrid que en 2006 conseguiría dotar de un nuevo edificio pasando a ser el Centro Integrado de

Música y Secundaria Federico Moreno Torroba. Entre tanto, el Quinteto Koan acaba desapareciendo por las diferentes carreras de sus integrantes y más tarde, como seguía interesado en la música de cámara, Adolfo Garcés crea dentro de la Sinfónica de Madrid el Quinteto Arsis Cámera. Más tarde, en 1994 creará el Cuarteto de Clarinetes Manuel de Falla que era una aspiración largamente acariciada para exponer toda la familia de los clarinetes incluido el corno di bassetto. Como profesor no se limita a los tratados ya conocidos y su Primer libro del clarinetista, técnica, práctica y estética aparece en 1991. Ni tampoco a la labor del conservatorio porque se suceden los cursos magistrales especiales, muchos internacionales, así como los jurados en diversas oposiciones y certámenes. Precisamente su interés en la enseñanza, en la actividad como concertista y músico de cámara y en una actividad como músico integral hace que dimita de su puesto de gestión en la Orquesta Sinfónica de Madrid. La situación había cambiado con el paso de la Orquesta al recién reabierto Teatro Real como ópera y a la llegada de Stefan Lissner como director del teatro. Se produjeron muchos movimientos extraños, pugnas, envidias y falsedades. No los voy a pormenorizan, él lo cuenta convenientemente en este libro y me parece que lo mejor que hizo fue desvincularse de algo en lo que había puesto mucha ilusión y esfuerzo pero que ya se había convertido en una pesadilla. Aunque todo se produce a finales de 1996, la marcha definitiva de la directiva de la Orquesta se produce en el verano del año siguiente. Tiempos duros que se complican más por una grave enfermedad de Marga, su mujer, y el fallecimiento de su madre. No habrá acabado su labor como gestor. Pocos años más tarde coincide su marcha definitiva incluso como clarinetista de la Orquesta Sinfónica con su colaboración como Comisario Musical con la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Trabajo que enlazará con el nombramiento en 2002 como Director del conservatorio profesional en el que venía trabajando hacía tiempo. Conseguirá muchas cosas para la institución entre la que no es la menor un cambio a una sede más digna y su conversión en Centro Integrado. Desde allí pasará, por fin, como catedrático al Conservatorio Superior de Madrid siendo elegido Vicedirector en 2008. Después en 2013 será Director del Centro, pero se verá envuelto en una serie de intrigas y acosos que provocarán su dimisión en el verano del año siguiente. Y en 2017 le llega una merecida jubilación legal que no le va a impedir seguir viviendo la música. No se piensen que con la sucinta cuenta que acabo de dar del libro les he

reventado la lectura de este. Al revés, me parece que es un acicate más para leerlo puesto que no se puede resumir en algunas páginas un trabajo que excede de las quinientas. Y son páginas que no son de relleno, cada una de ellas contiene abundante información de todo tipo y nada podrá parecernos superfluo. Si ustedes lo desean podrían leerlo como si fuera una apasionante novela, aunque de verdad es una autobiografía sincera y que puede resultar apasionante pues a ratos tiene hasta su punto de intriga. Adolfo Garcés nos expone aquí su vida, una vida apasionante por lo variado y no excluye los datos familiares, personales, casi íntimos. Datos sobre sus padres y hermanos, las vicisitudes que ellos superan en lo bueno y en lo malo, su relación con su esposa Marga marcada por varias enfermedades muy graves que superaron juntos, sus inquietudes con los sucesos de los hijos y su orgullo por los logros de ellos, sus relaciones de amistad, sus decepciones y traiciones, que de todo hay, en fin, todo lo que una vida puede dar de sí pero, al propio tiempo, algo en lo que toda su generación se puede ver reflejada pues da con sencillez la visión de lo que era vivir en los años que a él le tocó hacerlo. El libro no carece de una continua puesta en situación de los acontecimientos puesto que la autobiografía se enmarca de manera natural en los acontecimientos sociales y políticos que se fueron viviendo y de los que va dando cumplida noticia. No se trata de historiar un periodo sino de dotar a una vida del marco general en que debió desenvolverse. Y eso se hace puntualmente y con naturalidad. Y tratándose de la vida de un músico queda también muy bien reflejada la evolución de la música en la España de esas décadas. Él es principalmente un intérprete y ,como tal, queda muy bien reflejada una amplísima actividad como solista de clarinete en la que no solo cumple su trabajo en agrupaciones como la Banda Municipal de Madrid o la Orquesta Sinfónica de Madrid sino que su actuación como solista, tanto con orquestas y bandas como en recitales con piano le lleva por todo el mundo como también hay muchas giras nacionales e internacionales con grupos como el Quinteto Koan, el Grupo Koan, Arsis Cámera o el Cuarteto de Clarinetes Manuel de Falla. Todas ellas quedan reflejadas en el libro puntualmente e incluyendo la referencia de sus repertorios. Como ocurre con los solistas verdaderamente grandes, Garcés cultivó todo el repertorio histórico de su instrumento, pero no dejó de atender a la producción de sus contemporáneos. Por el libro desfilan numerosos compositores españoles y también internacionales cuyas obras tocó. No solamente en los grupos de

cámara, también como solista. No voy a relacionar todas las obras de autores españoles de su momento que estrenó, podría olvidar sin querer a alguna y ya están en el libro. Pero sí es interesante mencionar como realiza la primera audición en España de grandes composiciones de autores internacionales como Becker, Seyber o, muy especialmente, una obra esencial y compleja como es Domaines de Pierre Boulez. Él mismo aborda también aspectos de la composición, especialmente cuando tiene que preparar el repertorio para el Cuarteto de Clarinetes Manuel de Falla. Pero, además no es nada desdeñable su labor docente, tanto a nivel privado como en los diversos conservatorios como los de Salamanca o el profesional Arias Maceín de Madrid hasta llegar al Superior de la capital. Todo ello, complementado por un importante tratado de clarinete. Garcés siempre ofrece en su vida algo más. Muchos grandes instrumentistas han sido también buenos profesores, pero lo que ya es más raro, rarísimo si me apuran, es que tengan dotes organizativas y de gestión. Él también las tiene y por eso esta es la visión de una vida dedicada a la música desde un punto de vista integral. La gestión y la organización, que ya había apuntado en momentos anteriores, cobran toda su dimensión en los muchos a los que dedicó al proyecto de la Orquesta Sinfónica de Madrid. El que luego tuviera que abandonar esa línea no se debió a la calidad de su trabajo sino a las debilidades y cambios de la condición humana. La Sociedad Estatal España Nuevo Milenio refrendó también su categoría de organizador. También fue importante su gestión en el conservatorio profesional que convirtió en Centro Integrado y en su paso no largo, pero si profundo por la rectoría del Conservatorio Superior de Madrid. Adolfo Garcés nos propone un viaje por su vida. Es un viaje que valió la pena y que también a nosotros puede sernos muy grato. Súbanse a las páginas del libro y dispónganse a disfrutar del panorama.

Parte I

(1947-1967)

Capítulo 1

Zaragoza

Nueve años después del final de la dramática Guerra Civil, Zaragoza, como el resto de ciudades y pueblos de España, trata de recuperar la estabilidad social y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Poco a poco, se han ido recuperando distintas manifestaciones festivas, taurinas, deportivas o folclóricas en un intento, más o menos consciente, de contrarrestar las penurias y carencias de una dura posguerra. No lejos del padre Ebro, arteria fluvial vivificadora de la ciudad cuyas aguas bajan bendecidas por la Pilarica, destaca la calle Padre Consolación, perteneciente al llamado «Barrio de la Química», pues en él existía una fábrica de productos químicos. En el número 3 de dicha calle, piso primero derecha, vine al mundo un cálido 28 de agosto de 1947 a las dos de la tarde, poco antes de que el toro «Islero» corneara a Manolete en la plaza de Linares, sesgándole definitivamente la vida un día después. Fui el último hijo de una familia formada por mis padres, Miguel Adolfo Garcés Ubide (Aguarón, Zaragoza, 1908–Madrid, 1990) y Carmen Compans Enciso (Zaragoza, 1915–Madrid, 1998) y cuatro hermanos: Carmen, Gloria, Laura y José Luis. Otros dos hermanos habían fallecido a temprana edad, Gustavo Adolfo a los cinco años, en 1947, a causa de una meningitis y Maribel, a los once meses en 1942, a causa de la misma enfermedad. Fui bautizado con los nombres de Gustavo Adolfo en memoria de mi hermano fallecido, pero siempre he utilizado sólo el segundo, aunque en algunas épocas de mi vida me han llamado con distintos apodos que iré descubriendo a lo largo de estas páginas. Mi padre, saxofonista y clarinetista, era músico, un buen músico, diría yo, teniendo en cuenta su cualificación profesional, sus aptitudes instrumentales y su habilidad para componer aún sin una preparación técnica adecuada. Durante su estancia en Zaragoza trabajó en varios lugares mientras que, por su parte, mi madre se dedicaba, como era norma en aquella época, al cuidado de la familia. Como es lógico, con cinco hijos ya tenía suficiente tarea. Hubo momentos de su vida en que se vio obligada a realizar trabajos temporales para poder sacar adelante a la familia, pero no se dilató demasiado en el tiempo.

En aquellos años, las posibilidades de trabajo para un músico, tanto en Zaragoza como en otras ciudades españolas, eran muy escasas, por lo que mi padre tuvo que trasladarse a Madrid para buscar el sustento propio y el de su familia. Antes de marchar, trabajó en varias salas de fiesta zaragozanas, como el Oasis, el Plata, el Alaska y el Ambos Mundos. Tocaba en ellas el saxofón, el clarinete y la guitarra. Posteriormente, una vez que toda la familia se instaló en Madrid, estuvo tocando en el Hotel Plaza y en algunos teatros de variedades. Tenía muy buen gusto para hacer arreglos instrumentales, cosa que le encargaban para diversos espectáculos. A pesar de las carencias económicas y de la ausencia de la figura paterna (mi padre venía a Zaragoza circunstancialmente, cuando el trabajo se lo permitía) mis primeros años de vida estuvieron llenos de cariño y alegría gracias a mi madre, mis hermanos y mis vecinos. Entre estos recuerdos están Elisa y Damián, que vivían enfrente de casa y eran mis padrinos.

—Venga, niño, que hoy hemos preparado un pollo asado que está de rechupete —decía Elisa haciéndome gestos con la mano para que caminase con ellos hacia su casa. —Ita, Ita… —balbuceaba yo queriendo llamarla torpemente. —¿Seguro? ¿Otra vez comemos en vuestra casa? ¿No será abusar de la confianza? —cuestionaba mi madre ligeramente cohibida, aunque agradecida de corazón. —No digas tonterías, mujer. A nosotros nos encanta estar con vosotros, sois de la familia —explicaba Damián con desparpajo y generosidad. Eran conscientes de que muchos días no había comida en nuestra mesa y siempre se ofrecían desinteresadamente a poner un plato a nuestra disposición. —¡Man! —exclamaba yo con los brazos en alto para que Damián me alzara.

Ellos crearon a mi alrededor un ambiente alegre, amable y distendido en el que me sentía feliz y contento. Pasaba mucho tiempo con ellos y las risas y el afecto estaban asegurados a su lado.

En las fiestas del barrio no faltaban los pasacalles en los que tocaba la banda.

—¡Arriba, arriba! —gritaba siendo un canijo con toda la fuerza de mis pulmones. —¿Otra vez, Finín? —resoplaba mi madre agotada mientras yo, con ojos encendidos, señalaba los clarinetes de la banda, no quería perder detalle. —A ver si empiezas a andar y puedes moverte tú solo —decía mi hermana Laura animándose a cargar conmigo junto a mis instrumentos favoritos para que dejara de llorar.

Desde muy pequeño tuve una especial inclinación hacia la música, seguramente por herencia paterna y por la influencia de mis abuelos y tíos maternos; Clemente Compans que tocaba la trompa y el violín, entró en la Banda de Alabarderos con una dispensa especial cuando tenía solo quince años y la edad mínima era de dieciocho, y Luis Compans que tocaba la trompeta, entró muy jovencito como primer trompeta en la Banda del Regimiento del Rey. Ambos tuvieron que emigrar durante la guerra por numerosas denuncias por parte de otros compañeros de profesión que envidiaban sus puestos y tenían ideas políticas distintas, aunque también eran buenos músicos. Yo pasaba el día cantando o silbando, mostrando mi felicidad por doquier. Siendo el pequeño de la casa, era el juguete de mis hermanos, a quienes conseguía alegrar algunos momentos de su dura existencia. Fue tanto el cariño que recibí en la primera infancia que, ni con el paso del tiempo, he podido olvidar a las personas, las situaciones, los sabores y olores que me circundaban por aquellos días. Guardo también un vivo recuerdo de los momentos en que mis hermanos me decían: «Finín, cántanos un poquico». Y yo les ofrecía lo mejor de mi repertorio. Pese a tan corta edad, estoy convencido de que esas primeras experiencias fueron decisivas para mi futuro profesional como artista e intérprete. Siempre he guardado un sentimiento de agradecimiento y afecto profundo a las personas que me rodearon durante la primera infancia, especialmente a mi madre, con la sonrisa perenne en la boca a pesar de las penurias que pasaba, buscando siempre

algún trabajo mientras repartía pan en un carrito por las calles, o trabajando como mis hermanas en una fábrica de abarcas, o limpiando en algunas casas cuando surgía la ocasión. Ella era fuerte, incombustible, luchadora. No se le caían los anillos, hacía lo que fuese necesario para que que a los suyos no les faltara de nada. Fue por aquellos años cuando sufrí lo que para mí era una enfermedad desconocida, que se manifestaba mediante unos abscesos de gran tamaño en el cuello y, además, eran muy dolorosos. Para el médico la única solución era sajarlos para extraer el pus que acumulaban, hay que pensar que, por entonces, no se disponía en España de antibióticos ni nada parecido. El resultado era quejas y llantos constantes. Mi madre, según me han recordado mis hermanas en alguna ocasión, temía incluso por mi vida, teniendo en cuenta la muerte de mis dos hermanos, Gustavo Adolfo y Maribel. No se despegaba de mí y cada vez que aparecía un nuevo absceso lo miraba con pavor.

—Por favor, señor Damián —rogó un día en que mi llanto se hizo inconsolable —. No sé qué más hacer con el niño, no hay forma de que se calme. Usted tiene un gran poder sobre él, ¿Podría ayudarme? —Vayamos a ver, este muchacho lo que necesita es firmeza —musitó bajo su bigote.

Y es que Damián era un hombre fornido y de carácter bronco que, con una sola mirada, imponía respeto. Pero «Man», como yo le llamaba, tenía gran adoración por mí y, pese a su personalidad resolutiva y decidida, me cuidaba como mejor sabía.

—Siga los llantos…—indicó mi madre dejándole entrar en casa.

Como mis lágrimas no cesaban, Damián no lo dudó un segundo y me cogió por los pies, me llevó al baño y, sin mediar palabra, colocó mi cabeza sobre la taza

del retrete mientras me zarandeaba y soltaba mil juramentos indescifrables.

—La próxima vez que te escuche llorar pienso meter tu cabeza hasta el fondo ¿Me has entendido? —amenazó haciéndome bailar sobre el agua turbia.

La terapia funcionó, si se me permite la broma. Para asombro general, me tragué los hipos y las lágrimas y callé inmediatamente. Damián me puso de pie, me limpió las lágrimas y, con un azotito cariñoso, me llevó a su casa, donde una merienda copiosa terminó de quitarme el susto.

Capítulo 2

Viaje a Madrid

En 1951 la precaria situación familiar se había agravado porque el dinero que mandaba mi padre era escaso y llegaba con irregularidad. Mis hermanos se vieron obligados a buscar medios para aliviar la situación mientras que mi madre tomó la decisión de viajar a Madrid para plantear a mi padre la idea de vivir todos juntos allí, en Zaragoza nuestra existencia era poco menos que insostenible. Mi madre, mi hermano José Luis y yo llegamos a la capital y nos dirigimos a la calle de la Montera, donde mi padre tenía alquilada una habitación. Creo que nuestra presencia no le agradó de ninguna manera porque al vernos no descubrí en él la alegría que yo esperaba.

—¡Ya está aquí el Trío de la Bencina! ¿Qué hacéis aquí? —exclamó con una mueca de desagrado. —En Zaragoza es casi imposible subsistir, hemos pensado que, quizá todos juntos aquí, podamos encontrar mejores soluciones —propuso mi madre con gesto serio y distante. —En Madrid no se atan los perros con longaniza tampoco ¿Eh? La cosa está difícil para todos… —¿Aquí es donde vives? Es diminuto…—suspiró mi madre entendiendo que la familia no podría alojarse allí. —Siento el desorden. —Dijo con tono apagado mientras señalaba en derredor—. Pero aquí no hay sitio para todos, no creo que haya sido una buena idea venir. Ya mando el dinero cuando puedo, es lo mejor. Venga, mujer, vuelve a casa. Os llevo ahora mismo a la estación de Atocha y arreglado…—presuroso, cogió la chaqueta y las llaves y nos invitó a abandonar el edificio. —Un momento —interrumpió mi madre fulminándolo con la mirada—. Chicos,

esperad aquí un momento —le señaló la puerta a mi padre y, obedientes, nosotros permanecimos inmóviles mientras ellos salían fuera para hablar a solas.

Recuerdo que encima de la cama estaba su clarinete, montado y preparado. Al verlo, y en contra de la recomendación de mi hermano, ocho años mayor que yo, lo cogí. En ese preciso instante apareció mi padre.

—¿Qué haces con eso? —rugió arrancándome el instrumento violentamente de las manos.

Mi hermano intentó protegerme y, en ese momento, entró mi madre con el rostro congestionado por haber estado llorando.

—Volvemos a la estación —afirmó con la voz apagada.

Mientras seguíamos los pasos apresurados de mi padre, que parecía que fuera a desaparecer Atocha, mi hermano contó a mi madre, con pelos y señales, el incidente con el clarinete. El gesto torcido de mi madre no cambió ni un ápice. Con el ceño fruncido y sin volver a articular palabra, subimos al tren y mi padre se marchó rápidamente, pese a que todavía la máquina no se había puesto en marcha.

—¿Dónde es hija? —preguntó una anciana que subía a nuestro incómodo vagón de «tercera clase» buscando su asiento. —¡Por ahí, mamá! —señaló la hija a voz en grito para que su madre, probablemente con problema de audición, la escuchase—. Parece que vamos a salir con retraso…

—¿Sabéis cuál es el colmo de un sordo, o sorda, en este caso? —se arrancó mi hermano con una de sus habituales gracias. —¿Cuál? ¿Cuál? —pregunté con ojos divertidos. —Que al morir le dediquen un minuto de silencio —era un chiste tan sencillo y canalla, que incluso mi madre, que parecía estar en otro mundo, soltó una risotada contagiosa que nos tuvo a los tres riendo durante varios minutos. —Al menos hemos conseguido relajarnos un poco, después de la mañana tan rara…—comentó mi hermano mayor mirando a mi entristecida madre—. ¿De qué habéis hablado antes? —Le he dicho a vuestro padre que así no podemos continuar, que, si nosotros no podíamos venir a Madrid, él debería volver a Zaragoza para intentar tener una vida mejor para todos. Somos una familia, a fin de cuentas —explicó sin dejar de mirar por la ventanilla. —¿Y qué ha dicho? —Nada. No ha dicho nada. Nos ha traído hasta el tren…

El silencio de mi padre se alargó un tiempo, pero al cabo de unas semanas escribió una carta diciendo que estaba buscando casa para nosotros y que, en cuanto la encontrara, nos avisaría para que todos fuéramos a vivir a la capital. Aquello era una estupenda noticia y mi madre, junto con mis hermanos, empezó a hacer planes para el traslado. Algunos de mis hermanos mayores ya tenían una vida estable y hecha, con lo cual, aunque nos ayudaron a organizar el cambio, ellos permanecerían en Zaragoza. Era el caso de Carmen y mi cuñado Luis, casados desde 1949. A su hijo Pedro Luis iban a darle una hermanita llamada Mari Gloria en escasas semanas, así que no tenían pensado moverse. Además, Luis trabajaba en Industrias Manuel Barrios, una empresa cercana a su casa dedicada a maquinaria agrícola. Por otra parte, mi hermana Gloria llevaba algún tiempo con Adolfo Lampaya de

la Fuente (para mí era simplemente «el Lopo»), ambos trabajaban, él en la zapatería de su tío y ella como dependienta en la Corsetería Victoria de la calle Escuelas Pías, 1. Pensaban casarse en el mes de junio, antes de que nosotros nos fuéramos a Madrid en septiembre, con lo que tampoco se unirían al cambio de residencia. Aunque mi hermana Laura tenía novio, llamado Angelito, que regentaba la panadería de su padre ya jubilado, nos acompañaría, junto con José Luis, para buscar algún trabajo en Madrid. No iríamos todos los que éramos, pero sabíamos que nos veríamos con frecuencia, aunque sé que a mi madre le embargaba una ligera tristeza por no tener cerca a todos sus hijos y nietos, pensaba que en la capital nos aguardarían mejores oportunidades.

Capítulo 3

Traslado definitivo a Madrid

No fue hasta septiembre de 1954, con siete años recién cumplidos, que viajamos nuevamente a Madrid, esta vez para quedarnos. El viaje, en el tren correo y de nuevo en tercera, me resultó muy atractivo. Llevaba la ventanilla abierta y disfrutaba del aire en la cara y del sonido de la locomotora y los vagones, a pesar del humo que tiñó mi cara de carbonilla sin que me diera cuenta. El tren tardaba unas doce horas en recorrer los más de trescientos kilómetros entre Zaragoza y Madrid; paraba en casi todas las estaciones, algo que a mí me gustaba pues disfrutaba contemplando el trasiego de la gente en las cantinas. Cuando llegó la hora de comer, la vista y el olor de las viandas excitaron mi apetito. Mi madre me hacía gestos para que me estuviera quieto y tranquilo, pero el gusanillo comenzaba a devorarme. Miraba en todas direcciones en busca de algo que llevarme a la boca.

—¿Quieres comer algo, maño? —Preguntó una señora mayor, con su «pañuelico» a la cabeza y una cesta bien surtida de embutidos, tortilla de patata y otras exquisiteces—. Se me salieron los ojos de las órbitas, olía de maravilla. —Muchas gracias señora, ya hemos comido. Lo que pasa es que este niño es un tragón y se pasaría la vida con el bocado en la boca —intervino mi madre antes de que cayese en la tentación.

La señora, sonriendo con dulzura, comprendió lo que ocurría y, sin mediar palabra, me pidió que me sentara a su lado y comenzó a sacar comida de la cesta. Al final, tanto mi hermano como yo, e incluso mi madre, comimos opíparamente gracias a aquella buena mujer y a su marido que la acompañaba. Eran de Zuera, municipio de la provincia de Zaragoza, y era la primera vez que viajaban a Madrid para ver a sus hijos. Mi madre correspondió su confianza contando lo que podía contar, sin extenderse en ciertos detalles desagradables. Recordando aquella escena, estoy convencido que aquella señora no necesitaba explicación

de ningún tipo para comprender nuestra situación familiar. Sin recelos de ningún tipo, mostrando una generosidad desgarradora, volvieron a abrir la cesta para la merienda y, así, entre delicias y amenas charlas, el viaje se me hizo muy corto.

Capítulo 4

Madrid, 1954

Mi padre había alquilado un piso en el número 8 de la calle de San Hermenegildo, cerca de la Glorieta de San Bernardo. Era un cuarto piso sin ascensor, pero tenía una terraza que, ante mis ojos de niño, parecía grandísima, además, tenía vista directa al Hotel Plaza, uno de los edificios más altos de Madrid. Tenía la impresión de estar soñando, al menos si se comparaba con la casa de Padre Consolación de Zaragoza.

—Anda Finín, que dentro de poco vamos a comer, baja a la taberna de la esquina y compra vino y gaseosa —me extendió unas monedas que guardé en mi bolsillo.

Solo llevábamos un día en Madrid, yo estaba ilusionado, pletórico, feliz por descubrir tantas cosas nuevas, así que bajé las escaleras cantando el repertorio completo que escuchaba a diario en la radio: Juanito Valderrama, Pepe Blanco, Juanita Reina, Antonio Machín, Jorge Negrete o Luis Mariano. Entre silbidos y alguna que otra palmada, bajé hasta el local que hacía esquina entre las calles San Hermenegildo y Acuerdo, con una entrada por cada calle. Con la alegría que llevaba no puse atención y, cuando salí de la taberna, lo hice por la calle del Acuerdo, la contraria por la que entré, y comencé a bajar en dirección a la Plaza de España con mis botellas de vino y de gaseosa sin dejar de entonar mis canciones favoritas. Me di cuenta de mi error al llegar a la Plaza de España y reconocer el Hotel Plaza. Me dirigí a la puerta principal, donde había un señor muy tieso vestido de largo.

—Hola —saludé risueño—. ¿Está mi padre aquí? —me había enterado que mi padre tocaba el saxofón en las fiestas del hotel.

—¿Quién es tu padre, hijo? —preguntó muy amablemente. —Adolfo Garcés. —Sí, sí. Pasa y espera un momento —y se dirigió a un pasillo donde desapareció hasta que llegó mi padre. —¡Papá! —clamé lanzándome a sus brazos sabiéndome seguro tras haberme perdido. —Gracias, Antonio —se despidió del gentil portero y nos fuimos a casa con el vino y la gaseosa calientes.

Al principio me costó adaptarme a la vida del barrio. Los chicos me llamaban «el maño», cosa que me sentaba fatal porque lo decían con connotaciones despectivas que me sacaban de quicio, en más de una ocasión terminé enzarzado en alguna pelea. Por fortuna, como todo, la novedad fue pasando y en poco tiempo la situación se normalizó. Acabé formando parte de una pandilla de chicos de la zona y, al ser un barrio donde había poco tráfico y poco peligro, aprendí a jugar y vivir en la calle disfrutando de los juegos con los amigos por las aceras y los parques cercanos.

Capítulo 5

Grupo escolar José de Espronceda

Pronto llegó la hora del colegio, conocer a los nuevos compañeros de clase y un cierto recelo hacia los maestros. Era octubre de 1954 y mis padres me inscribieron en el Grupo Escolar José de Espronceda del número 12 de la calle del Pez, haciendo esquina con la calle de la Madera. Era un edificio grande con un enorme patio para el recreo y aulas gigantescas. Pronto me gané el aprecio de mis compañeros gracias a mi voz y al «acentico» que llamaba la atención, pero allí, al contrario de lo que pasó al principio en mi barrio, no provocaba burlas ni chanzas. En las clases había veces que me quedaba embobado con las explicaciones que recibía, supongo que estaba muy concentrado.

—Cierra la boca Adolfito, que se te va a llenar de moscas —decía la maestra ante el estallido de risotadas de la clase.

Siempre estaba dándole vueltas a la cabeza, llena de música y de ilusiones. Recuerdo que cada día, a las doce de la mañana, nos ofrecían unos vasitos de plástico con leche en polvo que teníamos que remover para que se diluyera. Decían que la habían traído los americanos a España y a mí me sabía a gloria bendita. Al poco tiempo de comenzar la escuela conseguí que me regalaran una armónica con cambio. Mi madre me llevó a la tienda de música Leturiaga en la calle Leganitos.

—¿Sabes solfeo? —me preguntó el dependiente. —Todavía no.

—Pues verás, esta armónica puede ser demasiado complicada para ti. Tal vez deberías elegir una más sencilla para comenzar… —No, a mí me gusta esta. He escuchado algunas piezas interpretadas por un Cuarteto de Armónicas, que patrocinaba la firma Leturiaga, y yo quiero tocar esas mismas piezas —respondí con gran determinación. —Vale, chaval, cuando consigas algo vienes y me lo demuestras —contestó sorprendido.

Así lo hice y, desde ese momento, practicaba todo el tiempo posible con mi nueva armónica: en casa, yendo al colegio y en cualquier momento. Ahora pienso en la paciencia que debían tener mi familia y amigos cuyos oídos debían estar hartos de los mismos sonidos mal tocados. Pasaron unos tres meses y al fin me encaminé a la tienda de música.

—Ya me sé una canción —dije orgulloso. —Muy bien ¿Y cuál es? —Hora staccato. —Pues cuando quieras —me invitó con un gesto de la mano a comenzar el recital.

Me arranqué con cierto temor y, cuando terminé la pieza, la tienda se había llenado de gente que me miraban con asombro. Fue como si despertara de un sueño maravilloso. Nunca supe si lo hice bien o mal, imagino que lo segundo porque es una pieza de una dificultad endiablada, pero recuerdo que aquel fue un momento especial. Había conseguido tocar la pieza sin parar, lo que había sido el mayor obstáculo para la preparación, había conseguido controlar mi respiración y apenas me cansaba.

Empezaba a descubrir el músico que había en mí.

Capítulo 6

Primera Comunión

Lo más importante que recuerdo del año 1955 fue el día de mi Primera Comunión. ¿Qué niño no se acuerda de tan señalado día? Tuvo lugar en la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat, en la calle de San Bernardo número 79 de Madrid, muy cerca de nuestra casa. Al entrar en el templo y escuchar el órgano se me saltaron las lágrimas, no sé si por la importancia del momento que se acercaba (hay que recordar que entonces la preparación para esta ceremonia era muy profunda), o por la música del órgano que inundaba la iglesia, creo que sería lo segundo. Me aguanté como pude, porque siempre me ha dado vergüenza mostrar mis emociones en público. No fue sencillo, todo el entorno ayudaba a sentirse abrumado, además, aquel día fue muy importante porque vinieron todos mis hermanos, incluso los de Zaragoza. Después del convite viajé a Zaragoza, el mes de junio, con mis hermanos Gloria y Adolfo para pasar el verano. Hicimos el viaje en tren, pero esta vez en segunda clase porque mi cuñado, «Lopo», podía permitírselo. Aquello era otra cosa. Vivían en un piso en la calle Flandro nº 17, situada cerca del Coso; era una de las calles más estrechas que jamás haya visto en mi vida, una persona adulta, con los brazos en cruz casi tocaba las dos paredes. Mi cuñado, además de zapatero, era muy aficionado a la bicicleta y me llevaba montado en la barra a todas las excursiones que hacía con su grupo de amigos, ciclistas como él, eran recorridos largos con una media de 100 kilómetros. Pero la aventura del camino al aire libre no era el único aliciente para mí, la comida era motivo más que suficiente para tenerme contento en cada pedaleo. Yo era insaciable y me llamaban «Finín el tragón». También me llevaban al cine, a la lucha libre y a los toros, pero donde más disfrutaba era en el taller de costura de la Tía Pilarica, donde «practicaba» con un violín imaginario, que era una pequeña tabla de planchar, y es que, fuera donde fuera, yo siempre veía música. En aquellos momentos ya ocupaba todo mi interés y lo saciaba silbando, cantando o tocando la armónica ante la bondadosa mirada de mi tía. Mi hermana Carmen vivía en «El Picarral», una urbanización al otro lado del Ebro, frente a la Basílica del Pilar. Era un piso nuevo que había convertido en un

hogar junto a su marido, su hija Mari Gloria y la madre de su marido, la señora Paca. Luis, el marido de mi hermana, a quien yo adjudiqué el apodo de «el Gatico», trabajaba por la mañana en la empresa Industrias Barrios, situada cerca de la Química y, después de comer, pasábamos la tarde haciendo música. Luis tenía muy buena voz de barítono, había trabajado en una compañía de actores aficionados donde conoció a mi hermana Carmen, le gustaba mucho la zarzuela y las jotas. A pesar de la diferencia de edad, él tenía treinta y cinco años y yo ocho, pasábamos muchos buenos ratos cantando y, a veces, se unían mi sobrina Mari Gloria y mi hermana Carmen. Aquellas escenas conforman algunos de mis primeros e intensos recuerdos donde la música era la gran protagonista, donde ya sabía que las notas y la melodía corrían por mis venas y que, cuando más feliz era, siempre había música sonando. Todavía era un niño, pero empezaba a tener gran seguridad en una cosa, quería que la música formara siempre parte de mi vida.

Capítulo 7

Colegio San Mauricio

En mayo de 1956 ingresé en el Colegio San Mauricio de Madrid, en la calle Sandoval 14. Era un centro de enseñanza media donde gran parte de los alumnos eran mayores que yo.

—¿Y tú de dónde sales? ¿Por qué no hablas normal? —se burlaban con malas caras algunos niños al notar mi acento. —Déjale, es un poco rarito, ¿No ves que rara vez habla? —añadía con sorna otro haciendo alusión a mi palpable timidez.

Adaptarse no fue fácil, en ocasiones sus comentarios fueron realmente crueles, tanto que alguna vez traté de defenderme y fui injustamente castigado por ello. Yo no entendía bien por qué tanta obsesión conmigo, si era un niño bastante tranquilo, pero me convertí en la diana de casi todos los alumnos, e incluso de algún profesor. Fue el maestro de geografía el que, un buen día, sin un motivo suficientemente grave, me dio una brutal bofetada en medio de clase. El golpe en el oído derecho fue tan fuerte que me desmayé.

—Mamá…—comenté nada más llegar a casa, aún desorientado y agotado, había sido todo un esfuerzo llegar hasta mi calle. —Pero ¿Qué te ha pasado? —preguntó escandalizada al ver mi rostro enrojecido y mi aspecto casi moribundo. —El profesor me ha pegado —le narré todo lo sucedido con lujo de detalles.

—Esto no puede seguir así, voy a hablar con tu padre y esto se soluciona hoy mismo.

Dicho y hecho. Cuando mi padre se enteró se presentó en el colegio aquella tarde. Nunca supe lo que ocurrió, con quién habló o qué dijo, pero a partir de ese día nadie volvió a molestarme ni a insultarme. Aquella nueva tranquilidad me permitió finalizar el curso con unas notas maravillosas. Estuve en ese colegio hasta 1960, pero nunca contento, no me gustaba el ambiente y no conseguí encajar en ningún momento. El 19 de junio de 1957, mi hermana Gloria dio a luz una preciosa niña a la que pusieron el nombre de María Isabel, Maribel para la familia y Lely para mí. Como consecuencia del parto, mi hermana estuvo delicada unos meses y no pude pasar el verano con ellos, aunque sí estuve con mi hermana Carmen y el Gatico, cantando y paseando a la orilla del Ebro. Y así transcurrieron dos años de veraneos en Zaragoza, familia y cánticos, muchos cánticos.

Capítulo 8

Ingreso en el Conservatorio

—Mamá, por favor, por favor, por favor…—rogué con la mejor cara de cordero degollado que pude poner—. Es mi sueño, prometo que me aplicaré mucho… —Ay, niño, no sé…—titubeaba mientras negaba con la cabeza. —Don Jesús Guridi dirige el Conservatorio ¡Es una eminencia! Aprenderé mucho, ya verás, mamá. Por favor —insistía de nuevo.

Al final la convencí para que, en septiembre del año 1959, me matriculara en el Conservatorio de Música de la calle San Bernardo. Aquel día que cruzamos el umbral para rellenar la documentación que me convertiría en alumno, no pudo impresionarme más la entrada que se abrió ante mí. Una inmensa escalera llevaba hasta donde estaba Secretaría, donde una señorita muy amable nos explicó el proceder. Mi madre formalizó la matrícula y estampó su firma en todos los papeles.

—Ya está Finín, pero por ahora, por favor, no digas nada en casa —pidió con gran seriedad—. Deja que primero lo hable con papá… —Ya, ya sé que no le gusta la idea de que estudie música —dije con conocimiento de causa.

Pero mi madre no era así, ella siempre sonreía cuando me escuchaba silbar o tocar, ella entendía mi pasión pues también había estudiado música de pequeña y había vivido rodeada de notas musicales. Su padre y sus hermanos eran músicos, y muy buenos, por cierto. Mi abuelo Tomás había vivido siempre rodeado de músicos, tenía un taller de reparación de instrumentos muy apreciado por la

profesión y se decía que tenía manos expertas para encontrar y solucionar los problemas de cada instrumento, ya fueran de metal, madera o cuerda. Era un hombre que sentía locura por sus hijos, los cuidaba y defendía a ultranza. Cuando sus pequeños despuntaron siendo muy jóvenes en el mundo musical, hubo quien, muerto de envidia, comenzó a hablar mal de ellos. ¡Bueno era el abuelo Tomás! Con su potente carácter le faltaba tiempo para salir a por ellos con la gayata en ristre. Cuando denunciaron a mis tíos ya llevaban tiempo trabajando como profesionales de la música, pero no hubo bastón ni familiar que pudiese disolver el enredo. Al estar en plena guerra, se vieron obligados a salir del país en evitación de males peores, porque hubo mucha gente a la que encarcelaron e incluso fusilaron. Mi tío Clemente consiguió llegar a Venezuela, donde montó su vida en la Orquesta Sinfónica de Caracas y en el Conservatorio. Se casó y tuvo dos hijas y una vida plena. Mi tío Luis tomó otros derroteros y formó un grupo que fue muy famoso durante años, se llamaba Los Churumbeles de España y estaba formado por quince músicos formidables que daban espectáculos fabulosos con música de gran calidad. Se dedicó a esto durante muchísimos años recorriendo el mundo entero, hasta que regresó a su casa de la glorieta de Atocha con dinero suficiente para vivir el resto de su vida. Se casó con mi tía Pepita, su novia de juventud, y tuvieron un hijo, mi primo Luisito, que siendo un gran pianista ha construido su vida en Benidorm. El caso es que, mientras empezaban las clases del Conservatorio y a la vista de mi interés, mi madre se propuso enseñarme solfeo hasta donde llegara su conocimiento, que era aproximadamente la Clave de Fa.

—Muy bien, Finín, enseñarte es muy fácil —sonrió complacida en una de nuestras clases. —Gracias, mamá, eres una buena maestra. —¿Qué estáis haciendo? —preguntó mi padre desde la puerta del salón. No nos habíamos percatado de su presencia. Y es que no contábamos con su llegada, pues siempre aprovechábamos los momentos que sabíamos que estaría

fuera de casa para estudiar. —Nosotros…nosotros…Estábamos leyendo…—murmuró mi madre sin saber bien qué decir. Yo tampoco supe cómo excusarme. —Coge el método y ven a mi estudio —dijo mi padre con sequedad dando media vuelta. Se me cayó el mundo encima y, haciendo de tripas corazón, obedecí, aunque debo reconocer que me temblaban hasta las piernas. —Ahora dime la verdad, ¿Qué estabais haciendo? —interrogó con una mirada intensa y fulminante. —Estudiábamos solfeo. —Y no pude contener las mentiras, no quedó más remedio que contar toda la verdad—. Mamá me ha matriculado en el Conservatorio y estábamos repasando algunas lecciones. —¿Por qué no he sido informado de eso? —No quería molestarte porque sabía que no querías que estudiara música. Sin mediar palabra, abrió el método y me pidió que solfeara una lección.

Así lo hice y, al finalizar, cerró el libro y no dijo nada, me lo dio y salí del estudio sin saber qué pensar o hacer. Al llegar a la cocina me abracé llorando a mi madre que, con su ternura y calidez habitual, consiguió tranquilizarme. En aquellos momentos, para matricularse en primero de cualquier instrumento, había que tener aprobado, al menos, el primer curso de Solfeo, de modo que tuve que cursar únicamente Solfeo cuando estaba deseoso de empezar con el clarinete. La profesora era doña Remedios de la Peña, que además trabajaba en Radio Madrid como coordinadora musical. Siempre que pienso en ella me da la impresión de que la estoy viendo: alta, resuelta en sus movimientos, risueña, mirándote siempre a los ojos cuando te hablaba y atenta con todo el mundo. El temor con el que había llegado desapareció cuando, en la primera clase, me invitó a subir al estrado para hacer unos ejercicios de entonación.

—¿Has cantado alguna vez? —me preguntó al terminar. —Bueno, a veces en casa…—respondí tímidamente. —Dime alguna canción que te guste, que así puedo acompañarte con el piano. —El verano pasado vi la película de Antonio Molina, El pescador de coplas — confesé con ojos ilusionados—. Terminaba con una canción, Adiós mi España querida, en la que se despedía de España. ¿La conoce? —Por supuesto —afirmó buscando el tono que me fuera favorable mientras se arrancaba con una pequeña introducción.

Fue un momento increíble, sonaba tan bonito que yo creía que no podría comenzar, hasta que ella me dio la entrada. Al principio me moría de vergüenza delante de todos los alumnos, pero enseguida la música obró su magia y me concentré en la canción. Cuando terminé, me asustó la reacción de los compañeros aplaudiendo y de la profesora cuando se levantó del piano y vino a felicitarme.

—¿Qué instrumento es el que has escogido? —Quiero ser clarinetista. —Hablaré con don Leocadio Parras, catedrático de Clarinete y solista de la Orquesta Nacional, para contarle tu desarrollo musical, puede que tenga hueco en su clase el próximo curso —propuso ante mi gesto de alegría incrédula. —Gracias, sería fantástico —acerté a decir. —Aunque aún eres muy joven, no debes descartar la idea de estudiar canto. Tienes buena voz y unas posibilidades magníficas —dijo antes de recoger sus cosas y dar por finalizada la clase.

A partir de ese momento mi vida cambió radicalmente, todo había tomado sentido y deseaba que llegara la siguiente clase de Solfeo con gran ilusión, porque me encantaba y, además, tenía compañeros con los que compartía muchas cosas y con los que me encontraba muy a gusto. Por fin un lugar donde encajaba a la perfección. En el Conservatorio era feliz y disfrutaba; cuando terminó ese curso, obtuve un sobresaliente en primero de Solfeo, pero me pareció que el tiempo había pasado muy deprisa. En conversaciones con mis compañeros hubo alguno que me alentaba a empezar con el clarinete, de esa forma tendría algo adelantado para el próximo curso. Un día, en casa, buscando entre las viejas reliquias familiares, descubrí el estuche del clarinete de mi padre. Lo abrí y allí estaba: era un instrumento muy antiguo cuya marca no recuerdo. No sabía montarlo, sólo recordaba que la boquilla se colocaba arriba y la campana en la parte de abajo, el lugar de las piezas intermedias era un completo misterio para mí. En ese momento escuché que se abría la puerta de casa; supe que era mi padre. Guardé el clarinete lo más velozmente que pude y salí a su encuentro.

—Papá ¿Puedo hablar contigo? —pregunté con el pecho aún acelerado. —Dime, hijo —dijo quitándose la chaqueta. —En clase algunos compañeros me han preguntado por el instrumento que me gustaría estudiar el próximo curso… —Ajá… ¿Y cuál es? —El clarinete —respondí con rapidez, como quien intenta quitar una tirita de golpe para aligerar el dolor.

Su mirada fue indescifrable para mí, sin decir palabra, se levantó y me invitó a que le siguiera. Fuimos al armario del dormitorio, donde yo había estado antes y, abriendo el armario, sacó el estuche y lo colocó sobre la cama.

—Ábrelo —me invitó con un gesto de la mano.

Con paciencia, me enseñó a montarlo, haciéndome repetir la operación tres veces, al cabo de lo cual, lo puso en mis manos y me dirigió la postura de ambas para determinar las llaves que debía accionar con cada dedo. Después me pidió que lo guardara en el estuche dejando fuera la boquilla, me enseñó a quitar y poner la abrazadera para no romper la caña, explicándome que era la parte más sensible del instrumento y, finalmente, se llevó la boquilla a los labios y emitió unos sonidos. Recuerdo una emoción indescriptible y, cuando me dijo que probara yo, no sabía por dónde empezar. Me colocó la boquilla en los labios y me explicó la forma de emitir con la lengua, animándome a que realizara distintos sonidos. Empezaron a salir una serie de chillidos y gritos que me asustaron, ya que no conseguía mantener el mismo sonido de forma continuada.

—Jolín…—espeté muy nervioso y desconsolado ante una mirada cariñosa de mi padre. —El clarinete es tuyo, cuídalo mucho porque está viejito. A partir de ahora nos veremos según vayas consiguiendo resultados para incluir las posiciones del cuerpo, brazos y dedos. ¿De acuerdo?

Cuando salí del dormitorio tenía la impresión de estar flotando. Iba con el estuche bajo el brazo, tratando de memorizar todas las cosas que me había explicado mi padre. A la siguiente clase de Solfeo llevé mi preciado instrumento y se lo enseñé a mi profesora y a los compañeros que me pidieron que lo tocara, pero todavía no podía hacerlo. Periódicamente le pedía a mi padre consejo sobre la forma de expulsar el aire y la colocación de las manos y los dedos. Un día, me sorprendió trayendo a casa el Primer método de Clarinete de don Julián Menéndez, que era el que se utilizaba en el Conservatorio madrileño, junto con un plan de estudios que explicaba las materias de estudio y de los exámenes. Aquello me ayudó mucho y, según avanzaba en la técnica, buscaba ocasiones para tocar junto con mis amigos de solfeo.

En septiembre de 1960 me matriculé en segundo curso de Solfeo con doña Remedios de la Peña, y obtuve la calificación de sobresaliente. Comencé a trabajar por mi cuenta para examinarme como alumno libre del primer curso de Clarinete en el mes de junio de 1961, y así recuperar al año perdido. Me preparé a conciencia, pero, aun así, los nervios me devoraban aquel día. El Tribunal examinador estaba formado por don Servando Serrano, don Leocadio Parras y don Francisco Maganto, todos ellos catedráticos del Conservatorio y solistas de la Orquesta Nacional de España en sus respectivas especialidades: Oboe, Clarinete y Flauta. Antes de comenzar el examen me pidieron que me acercara a la mesa para realizar el sorteo, en el que entraba el Primer Método de Clarinete de don Julián Menéndez y la serie de escalas mayores y menores con distintas articulaciones. Saqué la bolita y me tocó el Dúo número 28 en Si menor y las escalas desde Do mayor hasta La Mayor, con sus respectivos modos menores.

—Bien…—escuché que me decían una vez finalizadas las piezas. Durante unos segundos reinó el silencio—. Ha aprobado. —me dijeron al fin. No pude ocultar una sonrisa de satisfacción—. —Matricúlese usted en el segundo curso —me dijo don Leocadio—. Aunque tendrá que trabajar mucho porque no ha adquirido todavía una base sólida.

Y así fue como, en septiembre de 1962, me matriculé en tercero de Solfeo y segundo de Clarinete. En aquel momento estaba dispuesto a trabajar y adecuarme a la técnica que me impusiera mi profesor. Don Leocadio Parras era una persona que infundía respeto. De corta estatura, y siempre perfectamente trajeado, usaba unas gafitas redondas cuando daba clase o tenía que leer. La clase era una estancia muy pequeña situada en la tercera planta del edificio y, el primer día seríamos cerca de sesenta alumnos. No imaginaba cómo se podía dar clase así, seguía un método que trataba de emplear una cierta igualdad en la distribución del tiempo para cada alumno, cada uno debía presentarse completamente preparado, el instrumento montado, la caña colocada y la partitura en la mano, de manera que en cuanto fuera llamado pudiera

ponerse a pasar la lección sin perder tiempo. Don Leocadio escuchaba, al tiempo que miraba el ABC, y sólo permitía un error por alumno; a la segunda equivocación le mandaba a estudiar. La masificación de la clase y el intenso sistema aplicado provocaron el abandono de muchos estudiantes, pero yo mantuve la ilusión, incluso es posible que en aquellos tiempos naciera en mí la idea de dedicarme a la enseñanza en algún momento de mi vida profesional. Don Leocadio Parras fue un maravilloso clarinetista y un magnífico profesor, a juzgar por la cantidad de excelentes profesionales que salieron de sus aulas. Gozaba también del respeto de los músicos y directores que pasaron por la Orquesta Nacional durante más de cincuenta años. Al terminar el curso 1963-1964 obtuve sobresalientes en cuarto de Solfeo y en segundo de Clarinete. Tuve mucha suerte con las profesoras de Solfeo, doña Remedios de la Peña me enseñó a amar la música y doña Mili Porta me infundió la confianza necesaria y me inició en sus secretos. La música había nacido conmigo, y ahora estaba aprendiendo a fundirme con ella, a transmitirla con la intensidad y belleza con la que yo siempre la había entendido. Aprendía, en definitiva, a expresarme y ser yo mismo a través de cada nota.

Capítulo 9

Colegio Academia Loyola. Los Lindsent

Me matriculé en tercer curso de Clarinete, primero de armonía con don Antonio Ramírez Ángel y primero de Historia de la Música con don Federico Sopeña. Durante aquel mes cambiamos de piso y, aunque estaba más lejos del conservatorio, podía ir en autobús. También cambié de colegio, iba a comenzar el bachillerato y me matricularon en el Colegio-Academia Loyola de la calle Gustavo Fernández Balbuena, nº 12, relativamente cerca de casa. Este colegio no era un Centro Reconocido, de manera que teníamos que hacer los exámenes de final de curso en la Universidad de Alcalá de Henares. Guardo un buen recuerdo de ese centro, muy familiar, pero eficaz. Con el clarinete me iba encontrando mucho mejor, aunque mi profesor, fiel a su carácter, jamás lo mencionaba; para él lo natural era progresar. En ese momento tuve la fortuna de conocer a los Lindsent, un matrimonio alemán que tenía un chalecito cerca del parque de San Juan Bautista y hacían veladas musicales los miércoles por la tarde. Eran muy conocidos en la profesión y podías encontrarte en su casa con músicos reconocidos que iban a pasar la tarde, tomar su famoso «té con pastas», y conocer a los chicos más jóvenes e inexpertos que íbamos por allí para tocar con ellos. La señora Lindsent pasaba la mañana preparando bollos y mantecados para acompañar el té, que hacía nuestras delicias. Aquella era la mejor clase de música de cámara que se podía tener, en cada sesión, el señor Lindsent elegía las partituras idóneas para los instrumentos allí reunidos y tuve ocasión de conocer gran parte del repertorio de cámara para el clarinete. Fueron momentos únicos y muy provechosos, pues pude establecer o con músicos extraordinarios, ya profesionales, que iban a pasar la tarde haciendo música con jovencitos que apenas empezábamos. ¿Hay mejor escuela que eso? Asistí a aquellas reuniones hasta que aprobé la oposición de la Banda Municipal de Madrid. Nunca podré agradecer bastante la formación que adquirí en esas reuniones espontáneas y el cariño con que me trataron. Ya no era solamente un niño al que le gustaba la música, era un joven que empezaba a formar su vida en torno a ella.

Capítulo 10

Coro Cantores de Madrid. Maestro Perera

En marzo de 1965, estando en clase de armonía, entró el maestro José Perera, director del Coro Cantores de Madrid y nos contó la historia del coro, anunciándonos que iban a hacer un concierto con la Orquesta Nacional de España, en el que interpretarían la Rapsodia para contralto, coro masculino y orquesta, compuesta por Johannes Brahms en 1869, como regalo de boda para Julie, hija de Clara Schumann.

—Necesitamos reforzar las voces masculinas y, para quienes estéis interesados, habrá una audición en los próximos días —explicó para mi grata sorpresa.

Aquello me pareció un sueño: había pasado mi vida cantando, estaba en tercer curso de Clarinete y la idea de sentir la música desde dentro de un coro me parecía sublime. No lo pensé y levanté el brazo, ofreciéndome como candidato de inmediato. El maestro Perera me citó para el día siguiente en su casa, recomendándome que llevara alguna partitura para que él pudiera acompañarme. Aquella fue mi primera audición-valoración. Llevé la parte de piano de la romanza de «El Sembrador» de la zarzuela La rosa del azafrán, un fragmento que me gustaba, aunque desconocía si sería adecuada para mi voz. El maestro Perera me recibió en su casa, un chalé en la zona de Reina Victoria que disponía de una gran sala donde ensayaba el coro.

—¿Por qué has decidido estudiar música, hijo? —me preguntó tras tomar asiento en la estancia. —Desde que tengo uso de razón he sentido la pasión y necesidad de ella.

Antes de empezar la prueba hicimos algunos ejercicios de calentamiento adecuados para la voz.

—Tienes una tesitura muy amplia…—me dijo después de escucharme—. Entre barítono lírico y tenor dramático, alcanzando con facilidad desde un Fa grave hasta un La agudo. Deberías estudiar canto, para modelar y trabajar la voz correctamente. —aconsejó al igual que mi profesora de Solfeo.

Una vez terminamos la romanza que había elegido, el maestro manifestó su asombro por mi musicalidad y las características de mi voz, ya que la tenía perfectamente colocada a la edad de diecisiete años. No tuvo dudas, contaría con mi voz para los conciertos. Me mostré sereno y agradecido, aunque en mi interior saltaba y chillaba de emoción. Me explicó cuándo comenzarían los ensayos y las fechas de los dos conciertos, durante el mes de mayo de 1965 en el Palacio de la Música y el Teatro Monumental. También me dijo cómo debería ir vestido y, lo que más me asombró, cuánto cobraría. No solo iba a hacer algo que me gustaba, sino que me pagarían por ello El primer ensayo con el coro me llenó de zozobra, todos ellos pasaban de los cuarenta, excepto cinco pipiolos que el maestro había repescado en el Conservatorio. Tras unos ejercicios de calentamiento, el maestro nos dijo a los «novatos» que empezaría a ensayar con el grueso del coro y que, mientras tanto, nosotros fuéramos escuchando para que, solamente cuando estuviéramos seguros, nos integráramos poco a poco en el conjunto. Cuando comenzó el ensayo con la entrada del coro me emocioné mucho, cualquiera que conozca esa obra puede ratificar la emoción que encierra ese principio del coro. La primera vez fui incapaz de integrarme en el conjunto, pero en los siguientes ensayos empecé a disfrutar de la música. Los conciertos fueron inolvidables, cantar dentro de un gran coro, vestido de esmoquin y pajarita, estar en el escenario del Palacio de La Música y del Teatro Monumental, en los que tantas veces había escuchado conciertos desde el gallinero, y ver a la Orquesta

Nacional delante de mí, con mi profesor de clarinete en su atril, tan serio como siempre, era, cuanto menos, emocionante. En un momento determinado del ensayo general, el profesor de Oboe, don Servando Serrano, susurró algo a mi profesor, señalándome. Entonces él se volvió, me miró con cara de asombro y me saludó. Pensé que me iba a desmayar, yo le iraba mucho. Desde entonces la Rapsodia de Brahms me quedó grabada a fuego; nunca olvidaré aquellas sensaciones y lo que me sirvió profesionalmente para el futuro. Continué con mis clases, resolviendo los problemas y dificultades que se iban presentando. La recomendación que me hizo el Maestro Perera se sumaba a la que ya me habían hecho mis dos profesoras de Solfeo, Remedios de la Peña y Mili Porta, y pensé que no podían estar equivocados los tres. Me puse en o con el Maestro Paredes, un Tenor español que había hecho toda su carrera artística en el Teatro La Fenice de Venecia en Italia, y había vuelto a España al final de su carrera lírica para dedicarse a la docencia. Estuve trabajando con él dos años y me enseñó a cuidar la voz, colocarla y modularla. En junio de 1965 me matriculé en cuarto de Clarinete y primero de Estética. Inmediatamente proponía a mis compañeros formar grupos de cámara para hacer música, esa ha sido una constante durante toda mi vida. Ese verano estuvo plagado de viajes por toda España con el Coro Cantores de Madrid, haciendo Óperas al aire libre en las mayores plazas de cada ciudad y en plazas de toros, con un reparto de cantantes de primera fila y las mejores Orquestas Españolas. La sensación de salir al escenario con una multitud de artistas, cientos y, a veces miles de personas en el público, respetando un silencio religioso hacia el espectáculo, los focos enfrente que te ciegan y solo puedes ver relativamente bien al director de la Orquesta, el sonido que sale de los inmensos altavoces para poder escuchar el resto del espectáculo, la vestimenta y el maquillaje que varía en función de la época de la ópera que estés interpretando, es algo tan irreal dentro de la realidad, que te da la sensación de estar flotando. Estas Óperas se encuadraban dentro del Ciclo de «Festivales de España», que patrocinaba el Ministerio de Información y Turismo en la época de don Manuel Fraga Iribarne como Ministro de Información y Turismo y del cual se editó un libro titulado «La cultura popular y los festivales de España 1965». Estuvimos de gira constante durante los meses de junio, julio y agosto, viajando en autocar,

generalmente por las noches, después de las funciones, para llegar a la siguiente ciudad y realizar los ensayos preceptivos, tanto musicales como de escena, hasta llegar la noche que se ofrecía la siguiente función. El Coro lo formábamos 70 personas y estábamos tan coordinados que parecíamos uno. Las Óperas que hicimos ese verano fueron: Carmen de Bizet, Rigoletto de Verdi, Pagliacci de Leoncavallo, Traviata de Verdi, Nabuco de Verdi y La Forza del Destino de Verdi. Al finalizar la gira estábamos todos cansadísimos, pero satisfechos del trabajo realizado. Ahora sí que sí, la música era mi vida y mi motor.

Capítulo 11

Gira por Europa con el Ballet de Luisillo

—¿Sabes que la Compañía de Danza de Luis Dávila, «Luisillo», van a salir de gira por Europa y necesitan un cuarteto vocal? —me comentó durante un ensayo con el Coro Cantores de Madrid Eduardo, uno de sus componentes. Era octubre de 1965—. Para actuar como solistas desde el foso, junto a la orquesta —explicó mientras tomábamos un café. —Pues suena interesante… —coincidí imaginándome en aquella compañía. —¡Ya te digo! Cantarán en París, Bruselas, Luxemburgo, Baden-Baden y Milán. Al grupo le falta un barítono. De hecho, podrías ser tú si te apeteciera. — propuso con gran convencimiento. —¡Por supuesto que me apetece!

Salir a Europa y cantar en teatros importantes ¡A mis diecisiete años! ¡No podía perder la oportunidad! El gerente de la compañía, Luis Alberto Zafra, me puso al corriente de los detalles. Viajaríamos desde noviembre hasta mediados de diciembre. Al ser menor de edad necesitaría una autorización paterna oficializada por la Policía; tendría que someterme a una audición para comprobar mis cualidades; debería llevar, para las actuaciones, esmoquin negro, camisa blanca de cuello alto y un lazo negro. También me dijeron las condiciones económicas. Superé la audición, con la presencia de Luisillo y, a partir de ese momento, tuve que convencer a mis padres y a mis profesores. Hubo alguna que otra mueca de descontento, pero al final, todos estuvieron de acuerdo en que partiera de gira. El viaje fue una auténtica aventura. Salimos el 4 de noviembre de 1965 y llegamos a París al día siguiente a las 9 de la mañana, para hacer el ensayo a las 12 en el Teatro Le Chatelet, con coreografía de Luisillo sobre Don Quijote. La música era una selección basada en fragmentos del Sombrero de Tres Picos, El Baile de Luis Alonso, La Romanza del Sembrador de la Rosa del Azafrán, El

coro de las sombrillas, La corte del Faraón, etc... La orquesta era buenísima y se me iban los ojos hacia los clarinetes, no podía dejar de pensar que algún día estaría yo en el atril como clarinetista. Hicimos diez representaciones y salimos el día 15 de noviembre hacia Bruselas, para actuar en el teatro La Monnaie, donde hicimos ocho funciones. En la capital belga surgió un problema importante que, Eduardo el compañero del cuarteto vocal y de los Cantores de Madrid, me resolvió.

—¿Ya cobraste? —me preguntó una mañana cualquiera—. ¿Cómo te las vas apañando? —Un tanto regular, la paga me llega prácticamente para la comida, poco más… —Eso no puede ser, nos pagan bastante bien…—murmuró extrañado—. Déjame ver tu nómina. —Inmediatamente la busqué y se la entregué. Noté que hacía varias muecas de descontento—. Espérame un segundo, ahora vuelvo —y salió raudo del camerino con el papel en la mano.

A los dos minutos volvió con el a su lado.

—Adolfo, ha habido un error muy grave y te hemos estado pagando la cuarte parte de tus honorarios debido a una equivocación en el cambio de divisas — explicó ante la cara de satisfacción de Eduardo.

En aquel momento no había moneda única en Europa y a veces podía haber lugar a la equivocación, o a la picaresca según se mire. Eduardo me confesó posteriormente que le había amenazado con denunciarle a la policía. El 24 de noviembre salimos hacia Luxemburgo y estrenamos en el Gran Teatro el día 26, donde solo ofrecimos cinco representaciones. La orquesta no tenía la calidad de la de París, pero tuvimos mucho éxito con las andanzas del Caballero

de la Triste Figura. Yo estaba feliz porque entonces los dineritos ya me cundían. Continuamos nuestra gira hacia Alemania, concretamente a Baden-Baden el día 3 de diciembre. Actuamos en el Kurhaus, un Centro grandísimo que alberga dentro de sí el famoso Casino, con un teatro no demasiado grande pero verdaderamente maravilloso y con todos los elementos necesarios para su desarrollo artístico. Hicimos el primer ensayo con la Orquesta de La Radio de Baviera y me encontré con una sorpresa: los instrumentos de viento, mejor dicho, los clarinetistas de esa orquesta, utilizaban el sistema alemán, en lugar del francés, que era el que empleábamos en España. En ese momento no tenía conciencia todavía de los distintos sistemas que se utilizaban en Europa. Tuve ocasión de hablar con los clarinetistas de la orquesta que me confesaron la dificultad de algunos pasajes del repertorio que tocábamos. Como les había dicho que era estudiante de Clarinete, me pidieron que tocara alguno de los pasajes y me dejaron uno de sus instrumentos. A pesar de las dificultades que comportaba el sistema alemán para mí, conseguí tocar algo de La boda de Luis Alonso y me dijeron que les había servido de mucha ayuda. Guardo un buen recuerdo de aquella experiencia. Salimos el día 8 de diciembre en dirección a Milán, donde actuábamos en el Teatro Dal Verme, un local bellísimo con más de 1600 butacas. Daríamos diez representaciones en las que la compañía tuvo que solventar un grave problema, el primer bailarín tuvo un accidente en uno de sus saltos y se fracturó el tobillo. Tuvieron que sustituirlo y, a pesar de todo, el resultado fue bueno, aunque hubo que hacer más ensayos con el bailarín sustituto. La mañana del día 17 de diciembre de 1965 iniciamos el viaje de regreso a Madrid, teníamos por delante más de 1500 kilómetros. Hicimos una parada en Zaragoza que aproveché para ver a mis hermanas y sobrinas. Al llegar finalmente a Madrid, mi madre se echó a llorar de alegría. Yo no daba abasto contando detalles y anécdotas de la gira durante una comida magnífica que había preparado. Saboreando aquella tortilla de patatas y las croquetas, terminamos la cena a las tantas de la noche, poniéndonos al tanto de todo lo ocurrido en el tiempo que habíamos estado separados, mis padres disfrutando de mi experiencia por el viejo continente, y yo disfrutando de rememorar cada día vivido. Enseguida volví al estudio del clarinete, tenía la impresión de que había transcurrido una eternidad y era fundamental recuperar el ritmo de trabajo, mi relación con el Coro Cantores de Madrid era excelente, lo mismo que con mis

compañeros de clase. Las clases en el Conservatorio continuaron a partir del 10 de enero, estaba matriculado en quinto de Clarinete y en Música de Cámara con el profesor Andrade da Silva. En esta clase preparaba la Sonata nº 1 de Johannes Brahms para clarinete y piano junto a Virginia Aparicio, una alumna que tocaba maravillosamente el piano y también la viola, aquel mismo año ganó las oposiciones de Viola para la ONE. El maestro Perera tenía previsto grabar en los estudios de Televisión Española (los antiguos estudios del Paseo de la Habana) la zarzuela Molinos de viento, Opereta en un acto, de Luis Pascual de Frutos, con música de Pablo Luna, junto a la Orquesta Filarmonía, que era una Orquesta independiente que contrataban exclusivamente para grabaciones. Se preveían cinco días de grabación y yo no podía faltar tanto a mis clases del Conservatorio, hablé con el maestro Perera y gracias a él solo tuve que faltar una tarde. Grabamos en los estudios de la CEA la banda sonora de la película Papá, mi caballo y tú y, más adelante, la banda sonora de Doña Francisquita en los estudios de Hispavox. Acababa de empezar una nueva etapa de mi vida profesional. Quizá sea el momento de señalar que siempre he tenido gran interés por la enseñanza musical, como se verá más adelante mi actividad y experiencia pedagógica ha sido amplia y variada, abarcando desde las primeras clases de Solfeo hasta la alta responsabilidad de dirigir un Conservatorio Superior. Mis primeras clases como profesor de música las ofrecí en la academia Rincón Musical, en la calle Hortaleza 45, (en la actualidad esta academia se encuentra en la Plaza de las Salesas nº 3, convertida en una tienda de instrumentos musicales). Comencé el mes de abril de 1966 y esta experiencia inicial resultó muy enriquecedora. Enseñar me aportó muchas cosas en mi trayectoria como estudiante. Seguía con las grabaciones de zarzuela y música para el cine. Después de Doña Francisquita hicimos La verbena de la Paloma (para TVE, con Vicente Parra y Concha Velasco), Molinos de viento, La revoltosa, Agua, Azucarillos y aguardiente (para Hispavox) y las películas El camino real, en los Estudios Cine Arte, La cena del Rey Baltasar, El castillo de Javier, Bésame, y Una chica casi formal, interpretada por Liselote Pulver, Alberto de Mendoza, Manolo Morán, Miguel Gila, Juanjo Menéndez y Venancio Muro, para la que me ofrecieron representar una escena en la que bailo con Liselote Pulver en un mesón de la

Cava Baja, todo ello mediante la supervisión del Coro Cantores de Madrid. Al finalizar el mes de julio, terminé mi colaboración con la Academia Rincón Musical debido a que no me dejaba tiempo suficiente para estudiar, asistir a las grabaciones y, lo que para mí era más importante, que no se ajustaba a mi ideal de enseñanza debido al bajo nivel de interés de los alumnos que se matriculaban. Durante los últimos meses de ese año tuve una actividad frenética, que me ofreció la ocasión de conocer el mundo del trabajo, aunque alteró el habitual desarrollo de mis estudios. Comenzaba a intuir que aquel ritmo sería imparable durante los siguientes años de mi vida.

Capítulo 12

Quinteto de Viento JJMM Banda Municipal

Desde el mes de enero de 1966 había iniciado una relación con Juventudes Musicales de Madrid, que tenía su sede en un local a la entrada del Conservatorio de la calle San Bernardo. Esto me permitió conocer a sus directivos, presidente y vicepresidente, personas muy interesadas en la promoción de los jóvenes en el mundo musical. De estos os surgieron relaciones muy interesantes con jóvenes instrumentistas, con los cuales pude formar grupos de música de cámara. De esta forma surgió el Quinteto de Viento de Juventudes Musicales que terminaría convirtiéndose en el Quinteto de Viento Koan, integrado por: Vicente Sempere en la flauta, Miguel Borja con el oboe, Rafael Ángel Navarro al fagot, Peregrín Caldés como trompa y yo mismo como clarinete. Dos de ellos, Vicente y Peregrín, pertenecían ya a la Banda Municipal de Madrid, mientras que los demás preparábamos las correspondientes oposiciones para cuando fueran convocadas. Conocí además a una pléyade de compositores, artistas y creadores que solían reunirse en el local de Juventudes Musicales. Nombres como Ramón Barce, Tomás Marco, José Luis Ochoa de Olza, Arturo Tamayo, José Luis Téllez, Claudio Prieto, Luis de Pablo, Gabriel Fernández Álvez, Carmelo Bernaola, David Ruiz o José Ramón Encinar, que eran y continuaron siendo, hasta el día de hoy, la flor y nata de los compositores españoles. En septiembre de 1967 me matriculé en 6º curso de Clarinete, en Música de Cámara con el profesor Andrade da Silva y en clase de Orquesta con Vicente Spiteri. El trabajo con el Quinteto continuaba, al menos un día por semana, con idea de preparar nuestra presentación, para la que habíamos elegido el Divertimento para quinteto de viento de Franz Joseph Haydn y las Tres piezas breves, de Jacques Ibert. En el mes de marzo de 1966 ofrecimos la presentación del Quinteto de Viento de Juventudes Musicales en el Instituto Italiano de la calle Mayor de Madrid, con un programa formado por obras de Joseph Haydn, Jacques Ibert, Jean Francaix, André Souris, Jean-Philippe Rameau, Charles Stainer y Olivio di Domémico.

Estaba en la sala el Director de la Banda Municipal, don Julio Molina y al finalizar el concierto, pasó a saludarnos.

—Me ha causado una muy grata impresión —dijo con confianza—. ¿Por qué no te pasas por mi despacho un día de esta semana?

Aquella oficina estaba ubicada en la calle Imperial nº 14, donde estaba el local de ensayos de la Banda Municipal de Madrid, en el cual me ofreció un contrato fijo en la Banda hasta tanto salieran las oposiciones.

—Muchísimas gracias, no sé ni qué decir —respondí con sincera alegría—. ¿Cuándo puedo comenzar? —El día 14 del próximo mes arrancan los ensayos preparatorios del concierto que será el día 20 —explicó mientras yo memorizaba aquellas fechas—. Póngase en o con el utilero para que le de la dirección del sastre y puedan prepararle el uniforme.

Y así fue como comencé a trabajar en la Banda Municipal de Madrid, como contratado fijo, con un sueldo mensual de 6.200 pesetas, no me lo terminaba de creer. Comencé mis primeros ensayos en la Banda y me adjudicaron el último atril de los terceros clarinetes, junto a Dionisio Cabezón, insigne clarinetista y árbitro de fútbol en los ratos libres. Hubo más grabaciones con el coro Cantores de Madrid, de ellas destacaría el Himno a Jerez con la Banda del Ministerio del Ejército, dirigido por Moisés Davia, maestro que llegaría a ser Director Titular de la Banda Municipal de Madrid siendo ya clarinete solista de la misma. Llamé a mis compañeros del Quinteto para comunicarles la buena noticia y buscar un momento de celebración. El día 20 de abril de 1967 actué en el primer concierto con la Banda Municipal de Madrid, disfrutando como nunca con

aquella experiencia. Estuvimos trabajando con el Quinteto bajo el nombre de Quinteto de Viento de Juventudes Musicales desde su creación hasta su reconversión del Quinteto de Viento Koan en agosto de 1967, siguiendo las siglas que reivindicaba Juventudes Musicales para sus Grupos, tales como Grupo Koan, Quinteto de Viento Koan y Cuarteto de Cuerda Koan. Ese año realicé mi examen fin de carrera, obteniendo la calificación de sobresaliente, pudiendo presentarme al Premio Extraordinario Fin de Carrera en el que obtuve las mejores calificaciones. Aquel verano disfruté tocando en los conciertos del Retiro de la Banda Municipal a las 12 de la mañana, además de un concierto extraordinario a la semana que dábamos en distintas barriadas de Madrid, con lo cual tenía que leer a primera vista como un jabato, para que me diera tiempo a asimilar todos los programas que ofrecíamos. Afortunadamente tocaba el papel de tercer clarinete, que mejor o peor tiene poquitas notas, pero cuando escuchaba los clarinetes Principales y los Requintos, aquella riada de notas por el registro agudo, se me ponían los pelos de punta. Don Julio Molina se portó muy bien conmigo, mantuvo mi contrato como interino basándose en que estaba haciendo un buen papel y estaban contentos conmigo durante el tiempo que llevaba en la Banda. Además, me explicó que había solicitado una plaza de Clarinete para que saliera en la próxima convocatoria de oposiciones, nuevamente agradecí su gesto y me quedé un poco más tranquilo. La Banda tenía un sonido que enamoraba, parecía mentira conseguir ese empaste sonoro e igualdad técnica, aquellos músicos tocaban con dedicación y atención, no había notas disonantes ni acritud por más agudo o grave que fuera su registro. La parte instrumental grave de la Banda tenía el apoyo de Violonchelos y Contrabajos, no olvidemos que se trata de una Banda Sinfónica que, junto a las Tubas, Bombardinos y Trombones, sonaban como un apoyo bondadoso, todo suavidad y perfección, y estaban siempre a disposición de la melodía y dentro de la música. No se imaginaba don Julio Molina el premio que me había concedido, esta situación me haría superarme mucho más que estudiando toda la vida. Por esas fechas, hicimos dos grabaciones con mi grupo de voces, en los Estudios Hispavox, y en los Estudios Kirios. Al finalizar el mes de junio, solicité un permiso sin sueldo a partir del día 20 de Julio, para acudir al Curso Internacional de Música en Ath, Bélgica, con el Quinteto de Viento de Juventudes Musicales. Seguía creciendo, aprendiendo, mejorando y trabajando, como cualquier joven

de esa edad, me sentía fuerte e imparable.

Parte II

(1967-1971)

Capítulo 1

Curso en Ath – Bélgica

Durante el mes de Julio de 1967, antes de salir de viaje hacia Bélgica, estuve haciendo algunas grabaciones de publicidad con el grupo de voces para el programa «Gran Premio» dirigido por Rafael Ibarbia, en los estudios Fonogram, estudios Kirios de Alcorcón y estudios Celada. Inmediatamente después, comenzamos nuestro viaje para asistir al Curso Internacional de Música en Ath –Bélgica, los cuatro integrantes del Quinteto, menos Peregrín Caldés, el Trompa, que no pudo venir por cuestiones familiares. Gracias al dinero que gané en la Banda Municipal, pude ayudar a mis padres y apuntarme al Curso Internacional, que conocí gracias a los folletos que llegaron a Juventudes Musicales. El profesorado era excelente y las condiciones musicales muy prometedoras, aunque en ese momento no me imaginé que lo fueran tanto, aquella experiencia no la olvidaré nunca. Siempre soñé con dedicarme a la música, pero ver que se estaba haciendo realidad y que me convertía en un viajero y aprendiz incansable, era mucho más de lo que jamás hubiera imaginado. Viajamos en tren de Madrid a Hendaya, donde hicimos transbordo pues, el ancho de vía francés era distinto del español y, de esta forma, aprovechaban para que pasáramos la aduana.

—Abran los estuches, por favor —ordenaban cuando queríamos atravesar la aduana. —Por supuesto…—dije sin problemas ante el Guardia Civil. —¿Qué es esto? —preguntó con desconfianza mirando y remirando el instrumento, como si jamás hubiera visto nada semejante. —Un clarinete —respondí intentando disimular la extrañeza que me causaba su recelosa reacción.

—¿Tiene los recibos de compra? —No, la verdad es que no los conservamos ninguno de nosotros. Somos profesionales, son nuestros instrumentos de trabajo. Viajamos por trabajo, de hecho. —Expliqué pausadamente, dejando claro que era músico, que no llevábamos ningún arma de fuego en nuestros estuches. —Pueden pasar…—nos abrió paso al fin, después de mucho rato, entre gestos extrañados y un análisis riguroso.

Cuando montamos en el tren con destino París, comprendí la diferencia que había entre España y Francia. El tren era el mismo, pero se había convertido en seda pura, a partir de ahí el camino se produjo con extremada suavidad gracias al cambio de vías, más ancho y cuidado que el nuestro, sin los ruidos y traqueteos a los que estábamos acostumbrados en España, además circulábamos a una velocidad superior. Llegamos a la capital sa y recordé el viaje que hice con el Ballet de Luisillo, que me ofreció la posibilidad, entre otras, de practicar mi francés. En Paris tuvimos tiempo de pasear y visitar distintos monumentos antes de viajar hacia Bruselas, pues teníamos que cambiar de estación. También me permití el lujo de llevar a mis compañeros a visitar el Conservatorio de Música, la Tour Eiffel, el Moulin Rouge y el Sacré-Coeur, sin entrar en el Moulin Rouge por precaución económica. No estuvimos allí más que día y medio, pero lo aprovechamos muy bien. Tuvimos tiempo de buscar, revisar y comprar algunas partituras, y pasar por la casa Buffet Crampon, la firma de instrumentos conocida mundialmente. Pasadas esas bien aprovechadas casi cuarenta y ocho horas, cogimos nuevamente el tren en la Gare Austerliz en dirección a Bruselas. De nuevo me chocó positivamente la comodidad y rapidez de los trenes ses, ya que para la distancia de 320 kilómetros que hay aproximadamente entre París y Bruselas, el tren tardó dos horas y media. «Igualito que el tren correo de Zaragoza», pensaba yo. En Bruselas hicimos un nuevo transbordo para viajar a Ath. Cuando llegamos al curso, tramitamos la adscripción y nos condujeron al edificio principal para adjudicarnos las habitaciones y enseñarnos cada una las distintas estancias. Una

vez alojados, nos reunieron a todos en el gran salón para explicarnos las normas generales en cuanto a alojamiento, comidas, clases, ensayos y seguridad.

—Desde mañana, a las ocho, darán comienzo las clases —informó aquella directora de aspecto regio y estirado. —A quien madruga, Dios le ayuda…—murmuró con ironía uno de mis compañeros. —Pensé que erais un quinteto…Quinteto de viento a efectos de música de cámara…—dijo mirándonos en busca del instrumento que faltaba. —Hubo un percance de última hora. —Nos justificamos sin dar todos los detalles personales de quien estaba ausente. —Bueno, para que podáis mantener las clases y las audiciones programadas en el curso, contaréis con la colaboración de Zshobo, es un joven trompista de origen húngaro —explicó señalando al muchacho que entraba con sonrisa tímida.

El edificio que albergaba el curso era un Castillo del Siglo XVII, renovado y adaptado interiormente para albergar cerca de cuatrocientas personas, con la finalidad de realizar las distintas variantes de los Cursos Musicales. Cada uno tenía su habitación en las antiguas celdas de la segunda planta, adaptadas maravillosamente y con todos los servicios mínimos incluidos. Hacíamos los ensayos con la Orquesta en el Gran Salón, montado expresamente con todos los elementos para la Gran Orquesta Sinfónica y, además, había salas adaptadas como aulas individuales para estudio y para música de cámara, salas de recreo con ping-pong y todos los juegos que se pueda imaginar, allí aprendí a jugar al ping-pong y hasta gané un concurso (bendita suerte del principiante). En los alrededores del castillo no había nada más que bosque, césped y mucha tranquilidad, era muy corriente pasear y encontrarte con un cuarteto de cuerda ensayando, un flautista estudiando o, simplemente alumnos hablando o leyendo plácidamente, aquello era un paraíso, un auténtico paraíso para los sentidos, principalmente el del oído.

Las pruebas de selección para determinar los puestos en la orquesta las hicimos al día siguiente de llegar y, para que nos hagamos una idea, por cada instrumento había un concurso que valoraba su aptitud y el puesto que desempeñaría dentro de la Orquesta. La primera selección la hicieron un grupo de profesores que habían viajado a los distintos países, para seleccionar la calidad de cada aspirante y elegir los más idóneos para acudir al Curso. Mediante aquella selección, escogieron seis clarinetistas de distintas nacionalidades: un ruso, un francés, un italiano, un holandés, una inglesa, que estaba en avanzado estado de gestación y yo, como representante español. Entre todos ellos destacaba el clarinetista ruso que acudió al curso acompañado de su tutor, de quien no se separaba en todo el día, noches incluidas, porque le custodiaba las veinticuatro horas. El tutor le observaba atentamente mientras estudiaba, marcando los momentos de estudio con gran rectitud. También le acompañaba a los ensayos y no se despegaba de él en ningún momento.

—Debo serte honesto…—le dije al clarinetista en una de las oportunidades que tuve de dirigirme a él—. Me asombra tu nivel, de hecho, creo que podrías ayudarme en un par de cuestiones que veo tienes mucho mejor aprendidas que yo. —Nunca se deja de aprender en la música. Yo sigo estudiando mientras trabajo tocando en el Gran Teatro Bolshoi de Moscú como primer clarinete. El Gobierno me manda periódicamente a distintos concursos. —Confesó con gran naturalidad, aunque a mí aquello me pareció extraordinario.

Se formó un Tribunal que nos pidió que tocáramos lo que tuviéramos preparado y, después, nos pusieron pasajes de la Sinfonía de Cesar Franck y del Preludio para la Siesta de un Fauno de Debussy, que eran dos de las obras que se interpretaban en el Concierto de Final de Curso. Como resultado de dicha prueba, me adjudicaron la Sinfonía de César Franck y el Preludio para la Siesta de un Fauno como primer clarinete, además de la Tercera Sinfonía de Beethoven como segundo clarinete con el alumno ruso de solista. Aprendí muchísimo de él y fue una experiencia inolvidable observar cómo abordaba los solos y cómo acompañaba cuando debía de hacerlo. Tocaba con un instrumento francés, como

el mío, pero parecía que tenía algo retocado porque su resonancia era muy superior. El proceso de selección con la Música de Cámara fue más sencillo para nosotros, puesto que los grupos llegábamos ya formados desde nuestro país y con el programa establecido, así que solo tuvimos que adecuarlo con Zshobo y presentarnos al profesor que iba a trabajar con nosotros para que nos dijera cómo quedaban determinados los conciertos que se ofrecerían a lo largo del Curso. Con el Quinteto, trabajábamos diariamente el programa que habíamos traído, con el profesor alemán como tutor, independientemente del trabajo que tuvimos que hacer con Zshobo que, por cierto, era un extraordinario trompista. Me encantó la organización, los profesores y los alumnos con los que compartí aquellos maravillosos días y me asombró sobremanera la representatividad femenina que tenía la música fuera de España. En mi país no se veían apenas mujeres en las orquestas, ni siquiera en los conservatorios dentro de esta generalidad, menos en instrumentos de viento y percusión. En el Curso había aproximadamente el 50% de cada sexo, quizás más mujeres que hombres independientemente de los instrumentos que formaban la Orquesta, lo más chocante era comprobar la cantidad de chicas que tocaban la trompeta, el trombón, la tuba o los instrumentos de percusión y con la calidad que lo hacían. Volvimos de Bélgica a primeros de agosto, con una sensación de frescura y renovación increíbles, la música había cobrado otro significado para nosotros y parecía que se había abierto un mundo nuevo para nuestro futuro, lástima que en España no contáramos con estos medios, musicales y humanos. Y es que, aunque la música se entienda como arte en todas partes, no todos se comprometen de la misma manera con ella.

Capítulo 2

Cambio de nombre: Quinteto de Viento KOAN

Cuando cumplí 20 años llegamos a la conclusión de cambiar el nombre del Quinteto por el de «Quinteto de Viento KOAN», a sugerencia del Presidente de las Juventudes Musicales de Madrid don Ricardo Bellés como promotor de la idea. Esta formación fue la iniciativa de cinco instrumentistas muy jóvenes, con ganas de hacer algo diferente en la música, pertenecientes a la Banda Municipal de Madrid cuyos nombres eran: Vicente Sempere, Miguel Borja, Adolfo Garcés, Peregrín Caldés y Rafael Ángel Navarro. Este Quinteto permaneció en la cúspide de la Música de Cámara Española durante 18 años, recorriendo prácticamente todo el mundo y participando en los mejores Festivales de Música, con infinidad de obras compuestas para ellos y varios estrenos de compositores españoles y extranjeros, así como innumerables grabaciones, todo ello dio como resultado una actividad artística sorprendente y maravillosa. Al mismo tiempo, continuaba con las grabaciones de voces que, además de proporcionarme unos ingresos muy sustanciales, me ayudaban a mejorar profesionalmente y me divertían muchísimo. Por el momento el tiempo me daba para ello, pero creía que muy pronto no podría atender esta actividad, mal que me pese. Recién estrenada la veintena, mi carrera profesional bullía, exigiéndome gran compromiso y dedicación, no me sobraba tiempo para nada más. En el mes de septiembre me incorporo a la Banda Municipal de Madrid después de las vacaciones y retomamos los conciertos dominicales en el Parque del Retiro. Percibo que cada vez tengo más repertorio y puedo tocar más relajado, dicen que la experiencia es un grado. Durante este mes hago varias grabaciones con el grupo de voces en distintos estudios de grabación: Estudios Kirios de Alcorcón, Estudios EXA del Parque Conde de Orgaz y Estudios Celada. Una vez pasado el verano, intervine en el Teatro Eslava en la producción teatral de La bella de Texas, adaptación de la célebre opereta de Vicente Lleó La corte de Faraón, a causa de la censura. Hacíamos dos funciones diarias y actuaba dentro de una orquesta contratada expresamente para la producción. Dirigía la escena Luis Escobar y eran intérpretes principales Nati Mistral y Esperanza Roy.

—¿Finín? —escuché una voz sorprendida a mis espaldas. —Adolfo…que ya mido más de metro y medio —respondí bromista antes de descubrir aquel rostro tan familiar—. ¿Maestro? —El mismo que viste y calza ¿Qué haces tú aquí? —Fernando Moraleda resultó ser el director musical. Era gran amigo de mi padre y estaba acostumbrado a escuchar su nombre por casa. —Dedicarme a lo que se me da bien: la música. —De tal palo, tal astilla ¿Eh? Así da gusto venir al primer ensayo, qué grata sorpresa…—reconoció dándome un sentido abrazo y deseándome suerte.

Estrenamos el 4 de octubre y estuvimos en cartel durante un mes. El trabajo, unido a las tres horas diarias de estudio era agotador, pero aprendí mucho y, con el dinero que ahorré, pude comprarme el clarinete de mis sueños. También habíamos comenzado diversos conciertos con el Quinteto de Viento Koan en distintos programas de la Sección Femenina, mientras que, a la vez, preparábamos obras nuevas para nuestro repertorio, además de las presentaciones de los conciertos para escolares comentados por nosotros mismos, con el fin de ofrecer una visión histórica a los alumnos además de la puramente artística. Como podéis comprobar, una actividad frenética en mi día a día que casi me impide tomar aire ahora que la recuerdo. Cada uno de nosotros teníamos actividades diferentes, aunque coincidíamos en el Quinteto y en la Banda Municipal, yo compatibilizaba esto con las grabaciones de publicidad y con mi estudio personal. En el caso de Rafael Ángel Navarro, lo compatibilizaba con la Banda de la Guardia Civil de Valdemoro, en la cual estaba por aquel entonces, aunque poco tiempo después haría oposiciones para la Banda Municipal de Madrid. A mediados de octubre de 1967 terminaron los conciertos de la Banda Municipal de Madrid y comenzamos un sistema de trabajo basado en cuatro ensayos semanales los lunes, martes, jueves y viernes de 10,00 a 13,00 horas para renovación del repertorio y lectura de obras nuevas. Al finalizar el mes, tuvimos

un concierto con el Quinteto de Viento Koan en la Iglesia del Salvador de Leganés. Poco tiempo después hicimos otro concierto con la Orquesta en Alcalá de Henares, dirigida por Julián García de la Vega, a la sazón profesor del Conservatorio Superior de Conjunto Instrumental junto a Vicente Spiteri. Poco después, pisé de nuevo el Salón de Actos de la Escuela Superior de Canto para hacer un concierto con el Quinteto de Viento Koan, nuevamente me asaltan los recuerdos. Con solo veinte años, las memorias y las nostalgias se van acumulando. Progresivamente iban aumentando los conciertos con el Quinteto de Viento, patrocinados por la Sección Femenina dentro de su Ciclo «La música por los Castillos de España» que se celebró en Guadalajara, en el Salón de Actos de Juventudes Musicales y, posteriormente, en el Salón de Actos del Castillo de la Mota. Es allí, precisamente, donde guardo un recuerdo que siempre me gusta resaltar. El Castillo de la Mota era un punto de reunión de la Sección Femenina para realizar lo que entonces denominaban «Servicio Social» para las señoritas. Allí les enseñaban a coser, cocinar, bordar, en fin, todas las labores que se suponía debían saberse por aquel entonces de cara a su preparación futura. Pues bien, aquel día llegamos al Castillo a la una del mediodía. Éramos cinco pipiolos entre 20 y 24 años que, si bien empezaban a tener buen dominio de la música, no así de otros aspectos de la vida, de la que todavía éramos meros aprendices. Nos estaban esperando las profesoras vestidas de estricto uniforme y, después de unas breves presentaciones, nos llevaron al comedor. Dicho espacio cumplía también las veces de Salón de Actos, donde luego tocaríamos nosotros. Era un salón precioso e inmenso donde, a nuestra llegada, las señoritas ya estaban sentadas a la mesa. En cuanto nos vieron se levantaron como un resorte y comenzaron a aplaudir como si hubiéramos hecho ya la interpretación de nuestra vida. Nosotros no sabíamos dónde meternos, el pasillo que debíamos recorrer hasta la mesa presidencial se nos antojó mucho más largo que el viaje que habíamos hecho desde Madrid. Sonrojados y cohibidos, recorrimos aquellos eternos y sonoros metros. Una vez que nos ubicamos en la mesa presidencial, callaron todas a una, como el corte maestro de un director de orquesta, y reinó un silencio sepulcral. En esa mesa había cinco sillas estratégicamente colocadas e intercaladas por otras cinco, reservadas para profesoras elegidas, dejando la Presidencia a la Directora. Como colofón de aquel silencio opresivo, sonaron unas tímidas, pero

penetrantes campanillas que dieron paso a la salida de los platos ya servidos por señoritas, en esta ocasión sin uniforme oficial. Entonces comenzó a sonar una música suave de Bach y se dio inicio a la comida. Todo estaba delicioso y la compañía con la que contamos fue muy agradable, con una fluidez extraordinaria en el transcurso de la conversación durante la cual no dejábamos de mirarnos de soslayo, pensando pese a todo, en la situación tan curiosa en la que estábamos. Pero no todo era extraño y milimétricamente organizado. Aunque era diciembre y aquella zona del castillo era más bien fría, el sol calentaba desde lo alto de un cielo límpido, por lo que, después de los cafés, surgió de forma natural la idea de dar un corto paseo por las inmediaciones que, por otra parte, debía ser costumbre para ellas.

—¿Te ha gustado la comida? —preguntó con gesto risueño la señorita con la que había compartido mesa. —Sí, he quedado impresionado, el menú ha sido exquisito. —Tenemos y somos buenas cocineras —continuó sonriente luciendo su metro setenta de altura ante mi discreta incomodidad por verme más bajito a su lado. —Me ha hecho acordarme de los platos que cocinaban mi madre y mi abuela durante mi infancia. —Confesé dilatando el tema de conversación, aunque, al parecer, con ella no hacía falta, pues tenía gran facilidad de palabra. —Yo soy de Zaragoza ¿Sabes? Allí son muy típicos los platos de cuchara, a mí personalmente me gustan mucho los guisos tradicionales con legumbres…Me llamo Blanca, por cierto. —Encantado, yo también tengo familia en Zaragoza, suelo ir con frecuencia. —¡Eso es fantástico! —exclamó entusiasta.

El paseo se hizo corto entre tanta charla. Blanca era natural y espontánea, una personalidad que me sorprendió gratamente y que cerró una sobremesa de lo más particular. Después de la caminata solicitamos hacer una prueba acústica del Salón, que prepararon con gran esmero, y comenzamos a ensayar, a sabiendas de

que tendríamos cientos de ojos y oídos vigilándonos. En el concierto lo pasamos muy bien, el salón tenía un exceso de reverberación producido por su excesiva longitud y los materiales con los que estaba construido, lo cual daba una impresión de cierto eco que debíamos solucionar con nuestra técnica. Como todo en esta vida, de las dificultades y los imprevistos siempre se aprende a mejorar. Llevábamos un programa asequible para todo tipo de públicos, es decir, obras que no eran de difícil comprensión y agradables de escuchar, lo cual nos facilitó lucirnos sobremanera musicalmente con nuestros fracs ante un auditorio plagado de señoritas atentísimas.

—¿Cuántas veces nos veremos en otra como ésta? —Bromeaba mi compañero contemplando el graderío lleno de mujeres. —¿Un salón con decenas de mujeres mirándonos atentamente? Puede que en algún sueño —siguió otro con la chanza. —Siempre que pueda contaré esta historia —dijo con orgullo y forzando un gesto muy varonil ante el cual no pudimos evitar reír.

Una vez terminado el concierto me despedí de Blanca y me dijo que iría a Zaragoza a pasar esas Navidades, yo le dije que también iría a visitar a mi familia, y quedamos en vernos allí. Ya en Zaragoza, tras unos paseos y un par de citas recatadas, me presentó a sus padres con su habitual soltura, el padre no paraba de contarme cosas que tenían que ver con su patrimonio y me preguntaba cuál era mi idea respecto al futuro, me dio la impresión de que aquello iba más deprisa de lo que debía, aunque procuré templar mi inquietud y dejarme llevar. Un día fuimos a ver Doctor Zhivago, que entonces estaba en auge, y Blanca soltó una llorera de padre y muy señor mío agarrada a mis manos, después fuimos a tomar un café y, armándome de valor, tuve que ser completamente honesto con ella.

—Blanca, la verdad es que estos días juntos han sido estupendos. Eres una chica maravillosa, al igual que tu familia, pero yo ahora mismo estoy muy

comprometido con mi futuro en la música… —Entiendo, comprometido con la música, pero con nadie más —añadió en tono entristecido pero comprensivo. —No puedo prometerte cosas que no lograré cumplir. Somos muy jóvenes, aún hay cosas que quiero hacer y a las que debo todo mi tiempo. —Me imaginaba otra cosa, pero ha sido bonito… Qué le vamos a hacer…—se encogió de hombros mientras unas lágrimas caían por sus mejillas—. Seremos amigos ¿Verdad? —Por supuesto, te avisaré siempre que venga a Zaragoza.

Y por fortuna no hubo malas vibraciones ni reproches. Como dos adultos, dejamos aquella incipiente relación que en pocos días ya había involucrado incluso a la familia. La mía aun hoy se acuerda de ella con cariño, y es que Blanca era simpatía y bondad, pero la música me reclamaba, su llamada era muy fuerte. Necesitaba que el amor me esperase un poco más.

***

Después de las Navidades, en enero de 1968, volví a Madrid e inicié los ensayos con la Banda Municipal hasta que, a mediados de febrero, surgieron tres conciertos. El primero fue con el Grupo KOAN, dirigido por Arturo Tamayo, en el Instituto Nacional de Previsión de la calle Alcalá. Como director, estaba especializado en dar a conocer la música contemporánea, independientemente de su faceta como compositor. En ese concierto interpretamos obras de Anton Webern, Luigi Nono, Luis de Pablo y Julián Bautista. El siguiente concierto fue del Quinteto de Viento Koan en Albacete, donde interpretamos obras de Gerardo Gombau, Paul Hindemith, José Luis Téllez y Francis Poulenc, y el día 20 volvimos a actuar con el Grupo Koan en Soria, también bajo la batuta de Arturo Tamayo, interpretando obras de Joan Guinjoan, Roberto Gerhard, Félix Ibarrondo y Claudio Prieto. Música, música y más música. Aprendizaje,

experiencia y, por ende, más música, era lo único que necesitaba en esos momentos.

Capítulo 3

Grabaciones vocales 1968

Se estaban incrementando mucho las grabaciones de publicidad, cosa que me encantaba por la versatilidad que aportaba a mi trabajo, sin embargo, me preocupaba por el tiempo que restaba para el estudio, las clases y el Quinteto. Dicen que el que mucho abarca, poco aprieta, pero yo hacía malabares por conseguir el equilibrio necesario para todo ello. La relación profesional que teníamos en el grupo de voces requería una especialización y coordinación muy específica, debido a que el compositor traía la maqueta instrumental del anuncio ya grabada, junto con las partituras de nuestras voces que nos entregaba momentos antes de grabar. Funcionaba de la siguiente manera: escuchábamos la maqueta un par de veces, ensayábamos, ajustábamos las voces de cada uno al registro que requería la música y nos poníamos a grabar. Estaba claro que la ventaja que teníamos sobre otros grupos era nuestra profesionalidad y experiencia, y eso, exactamente, era lo que marcaba la diferencia además de la calidad, a la vez que justificaba la rapidez en conseguir el producto, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero para la empresa. Para ser verdaderamente competitivos, no debíamos hacer más de dos o tres tomas de sonido sin que saliera una válida, en caso contrario no hubiéramos resultado rentables. Teníamos preparado un grupo fenomenal de voces con músicos estupendos, con un oído afinadísimo y una voz regulable en los distintos registros. Tuve mucha suerte de conocer a estas personas, éramos amigos mucho antes de comenzar con las grabaciones, porque, como he dicho anteriormente, mi evolución ha estado ligada a la música, sobre todo mediante el clarinete y la voz. Me produce un placer indescriptible cantar en coro o dentro de un conjunto de voces. Este grupo de siete músicos era el más apreciado para grabaciones de publicidad o para el acompañamiento a cualquier solista, por su ritmo, afinación y seguridad. A mediados del mes de enero me llamó Roberto Schiamarella para decirme que quería hablar conmigo, me pidió que fuera a su casa para hablar de unas grabaciones. Schiamarella era un publicista argentino afincado en España que se dedicaba a preparar spots y anuncios publicitarios para ofrecerlos

comercialmente a las firmas de origen, con el fin de mejorarlos o, en su caso, directamente publicitarlos. Tenía un pequeño estudio de grabación en su propio domicilio de la calle Padilla nº 1-1º, donde elaboraba los temas y los preparaba según su criterio, para ofrecerlo a las firmas que debían publicitarlo. Le conocí en Audio Film, durante una grabación que estábamos haciendo con mi grupo, todos ellos le conocían y nos presentaron.

—Mira Adolfo, tengo que ser claro contigo, yo no sé música —explicó de forma directa. —¿Qué necesitas de mí? —pregunté no sin cierta timidez, abriéndome a lo que tuviera que proponerme. —Más que nada necesito sugerencias, que me aportes ejemplos de determinadas músicas para poder adaptarlas a spots publicitarios con fines comerciales. —Perfecto, pues comencemos —dije con seguridad. Aunque nunca antes había hecho esto, no me pareció difícil, así que acepté su propuesta sin dudar. —Te pagaré por horas, intentaré no agobiarte mucho, pero estaremos en o y te iré comentando los diferentes proyectos…

Roberto me llamaba a menudo para preparar distintas sesiones sobre productos variopintos, lo curioso de él era que, sin saber música, tenía un instinto comercial maravilloso.

—Adolfito, me han pedido un spot para el Calmante Vitaminado, ¿Qué crees tú que les gustaría escuchar sobre este producto? —me preguntó en el estudio de su casa. —Calmante Vitaminado le devuelve la alegría —solté de inmediato con el primer impulso que creó en mí su propuesta. —¡Eso es! ¡Fantástico! —gritó muy feliz—. Piensa en una música que sea

adecuada para esta frase —pidió ansioso.

Me acerqué al teclado y toqué «sol do do do si, do re la, re do si sol la si re do», intentando conciliar las sílabas del eslogan con la frase musical, entonces canté la frase con la entonación de las notas referidas anteriormente. Me pidió permiso para grabar esta frase y de ahí salió el célebre anuncio del Calmante Vitaminado. Una vez que Schiamarella encargó la grabación profesional en estudio y con su maqueta musical preparada, me pidió que fuera yo el que cantara el spot, a lo cual le dije que estaría encantado. Esta grabación se escuchó durante muchos años. Como es obvio, mi madre estaba encantada de oírla, sobre todo de oírme, además ella era una «adicta» al Calmante Vitaminado y, gracias a esa adicción, llegué a conocer ese medicamento. Cada vez que escuchaba la grabación recordaba su elaboración. Después de aquello volví a casa de Schiamarella en innumerables ocasiones, alternando con Grabaciones en Televisión para los programas; «Noche del Sábado» y «Gran Premio» en los estudios de TVE, ambos dirigidos musicalmente por Rafael Ibarbia y José Luis Navarro. Simultáneamente se produjeron otras grabaciones en los estudios Hispavox, Audio Film y Cine Arte, además de dos grabaciones más para TVE dirigidas musicalmente por José Luis Navarro. El mes de marzo, curiosamente, fue un mes que, a nivel laboral, estuvo bastante tranquilo, motivo por el cual aproveché para estudiar, arreglar papeles, adelantarme con algunas transcripciones y quedar con mis amigos y compañeros para cambiar impresiones. Tuvimos unos días de vacaciones en la Banda y me acerqué a Zaragoza acompañado por mi madre para ver a la familia y conocer un poquito más a ese rollo de oro que era Maribel, la hija de mi hermana Gloria y el «Lopo», que ya tenía 11 añitos y era casi una señorita. Un día fui a buscarla a la salida del colegio y se puso muy contenta mientras dábamos un paseo de vuelta a su casa. Pasé cuatro días maravillosos en Zaragoza, le propuse a mi madre acercarnos a la Química, que estaba a punto de cambiar radicalmente su estructura por medio de una restructuración general que había ordenado el Ayuntamiento con la finalidad de construir un barrio totalmente nuevo que haría desaparecer mi barrio, mi Química, de tantos recuerdos y experiencias infantiles. Visitamos a Ita

y Man, que estaban un poco más «viejicos» pero enteros de energía, afecto y cariño. Man se atrevió incluso a cantar unas «joticas» y se emocionó como siempre, porque cuando cantaba le caían unos lagrimones que le nublaban la vista, era todo amor. Regresé a Madrid satisfecho de haber visto a mi madre mucho más contenta y a mis hermanos y sobrinos felices de verme. Porque, aunque todo mi mundo estuviese girando en torno a la música, mi mundo nunca habría sido tal cosa sin ellos, mi familia, mi tierra. Volver a ellos con un poco de tiempo y desahogo fue un soplo de aire fresco que me llenó de energía y vitalidad para seguir con el duro trabajo. Y es que a veces la inspiración se encuentra en las cosas más sencillas. De vuelta a Madrid retomé los ensayos con la Banda Municipal al tiempo que preparábamos con el Grupo Koan un Homenaje para Gerardo Gombau (Salamanca, 1906–Madrid, 1971), en la Sala del Instituto Nacional de Industria, organizado por Juventudes Musicales. Recuerdo este concierto con gran cariño, ya que Gombau era una persona muy querida y irada para todos sus alumnos y colegas. Con su sombrerito y su aspecto menudo y pulcro, tenía más energía que cualquiera de nosotros, todos los alumnos queríamos ir a estudiar con él y le buscábamos para conversar y pedirle opinión. Habitualmente comía y cenaba en La Colorada, un restaurante de la calle Santa Engracia nº 49 en la zona de Chamberí, muy familiar y de comida casera, a veces íbamos allí cuando necesitábamos un consejo. Es evidente que hay quien nace con un talento indiscutible, sin embargo, entrenarlo y educarlo es esencial para sacarle el máximo partido. Con maestros como Gombau, los artistas conseguían brillar un poco más, porque no hay nada mejor que un educador que sepa dar el empuje y dirección adecuados. Juventudes Musicales, organizadora del evento, nos consultó las obras que podíamos tocar. Cada uno propusimos la que nos parecía más adecuada para la ocasión y entregamos las obras al consejo asesor, para que estableciera el orden y duración de las mismas con el fin de organizar el programa. Propuse tocar una obra de don Miguel Yuste, Vibraciones del Alma, que en un momento determinado había comentado con el propio Gombau, ya que conoció personalmente a don Miguel Yuste, y realzó la calidad y sentimiento de su obra, así como la maestría de su compositor. Se aprobó la sugerencia y toqué la obra bajo la mirada atenta de don Gerardo Gombau, con la complicidad que nos daban los comentarios efectuados sobre obra y autor. El programa quedó tan redondo, que aprovechamos parte de él para otro concierto que teníamos con el Grupo KOAN en Salamanca en el mes de marzo. Porque el trabajo llama al

trabajo y los éxitos atraen más triunfos. Mi primera experiencia organizativa musical la tuve durante el mes de mayo siguiente, cuando un amigo que conocía al capitán de la Banda del Ejército del Aire me encargó la formación de un coro para grabar el Himno de Aviación con letra de José María Pemán y música de Ricardo Dorado, en los estudios Philips del Paseo de las Delicias. Debía buscar entre 50 y 60 voces masculinas, cuando me encargó ese número supe con certeza que desconocía las técnicas de grabación del momento, ya que en los estudios de grabación contaban con una tecnología que permitía multiplicar los resultados por medio de incrementar distintas pistas en una sola. No obstante, empecé a buscar y sabía que no hacían falta voces cultivadas, ya que era un Himno Patriótico; tampoco requería personas con experiencia coral, puesto que el himno estaba compuesto para cantarlo al unísono, como es preceptivo en este tipo de música. Como no encontraba suficientes personas, eché mano de amigos y conocidos que supieran solfeo y conseguí el mágico número de 50 voces, entre las que se contaban dos tíos míos, un sobrino, mi propio hermano con tres amigos suyos y algunos amigos personales que dieron un resultado estupendo. Por lo menos al Capitán de Aviación, que estuvo presente en la grabación, le encantó el resultado, sin contar que para mí realizar esta grabación rodeado de conocidos, fue una experiencia de lo más amena. ¿Hay algo mejor que compartir la música con los tuyos? Tuvimos un concierto muy especial en el Teatro Español con la Banda Municipal de Madrid en mayo de 1968. Este concierto coincidía con el Aniversario de la Banda que, según el periódico El Alcázar de 1959, cumplía en aquel momento 50 años, por lo que el evento se convirtió en una tradición anual que trascendió a lo largo del tiempo. Para esta ocasión vinieron a colaborar varios músicos ilustres que habían pertenecido a la Banda y que en ese momento estaban en activo en la Orquesta Nacional de España o en la Orquesta de Radio Televisión Española. Tuvieron que ampliar el escenario del Teatro Español, puesto que nos juntábamos 130 músicos, al cabo de lo cual conseguimos sentarnos, después de 15 minutos, cada uno en nuestro sitio sin molestar al vecino. Sin embargo, lo verdaderamente importante fue el resultado de la ampliación, había que escuchar aquella Banda con 45 clarinetes en sib, 8 requintos, 5 clarinetes bajos y el resto del instrumental en consonancia con ellos, fue verdaderamente grandioso y

emocionante. El programa que interpretamos para la ocasión fue: La Walkiria de Wagner, Oberón de Weber, Marcha Solemne de Villa y la Sinfonía Alpina de Richard Strauss, con una irable transcripción de ese músico increíble que era Julián Menéndez, para terminar con La Boda de Luis Alonso como propina. Este programa era una copia exacta del celebrado en 1959, como homenaje a la Banda Municipal por la celebración de su 50 aniversario. Continuamos con los conciertos en el parque del Retiro durante el mes de junio, donde nuestro público fiel, el que ira y respeta nuestra actividad, nos premiaba constantemente con su asistencia y sus aplausos, esperándonos siempre con los brazos abiertos. A principios del mes de julio hicimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN de Juventudes Musicales en los Estudios Hispavox, grabando la obra de Arturo Tamayo Thanatos, Athanatos, dedicada al propio Quinteto y basada en connotaciones musicales históricas más o menos recientes, relacionadas con pasajes virtuosos típicos de cada instrumento, mediante citas reales de pasajes renombrados. Me invita la Banda de Villanueva de Castellón, debido a que Peregrín Caldés, nuestro querido trompista, era natural de dicho pueblo, al Certamen Internacional de Bandas de Valencia que se celebra anualmente en la plaza de toros el día 18 de junio. Esta Banda tuvo mucho prestigio durante unos años en los cuales ganó hasta en dos ocasiones el Certamen Internacional, sin embargo, actualmente había decaído bastante y, aunque dedicaban todo el año a preparar el Certamen con ayuda de un Director contratado y algún asesor que aparecía de vez en cuando para dar su docta opinión, estaban necesitados de profesionales que, colocados estratégicamente en cada cuerda, produjeran un impacto de superación entre los propios músicos, pudiendo aumentar su nivel para competir con las bandas de los pueblos rivales. Era la primera vez que iba a este tipo de certámenes y me quedé muy sorprendido ante la pasión que demostraban por su banda, y el trato que recibíamos por parte de todo el pueblo, nos miraban con iración, para ellos éramos héroes y todo les parecía poco, iraban la música y agradecían de corazón nuestra ayuda y nuestra presencia. Por la mañana preparaban unos desayunos que serían propios de «Obélix», después se iban a trabajar a la huerta y nos veíamos nuevamente a la hora de la comida, generalmente delante de una paella para 40 o 50 personas preparada por el «Maestro Paellero» con 6 ayudantes a su cargo. El primer día no podía quitar la mirada del Maestro, con su atuendo típico de la huerta valenciana, que desprendía un halo de sabiduría e

inteligencia, acompañado de una tranquilidad absoluta.

—Más fuego aquí…—pedía completamente concentrado en la preparación del arroz—. Más fuego también por allá…

Su acento valenciano era muy cerrado y parecía un ritual sagrado más que el hecho de cocinar una paella. La ceremonia y cuidado eran extremos, durante la elaboración de la paella, en un corral al aire libre, se servían constantemente chupitos de «absenta» mezclada con agua y acompañados de trocitos de bacalao salado, «bacallat», para generar la necesidad de beber. Al poco tiempo el ambiente se había caldeado hasta convertirse en una fiesta total. Nunca he comido una paella tan rica como aquella, intervenían todos los sentidos en ello. Después de comer la paella buscábamos un sitio fresquito a la sombra de un naranjo mientras los lugareños volvían a trabajar a la huerta nuevamente, y nosotros a la cama con la urgencia propia de la absenta y la paella, para levantarnos cuando el cuerpo lo pidiera y acudir al ensayo de última hora de la tarde, de otra forma, no habríamos atinado con una sola nota. Después de cenar, no voy a entrar en detalles sobre la cena porque estoy un poco estragado solo con recordarlo, hacíamos el gran ensayo del día, con todos los asesores sentados frente a la Banda, bien comidos y fumándose unos puros a cuál más largo, que escuchaban con atención y corregían sobre la marcha las imperfecciones, con la aquiescencia del director. El ensayo terminaba sobre las doce y media o la una de la madrugada y se preparaba una «meloná» para desengrasar. Me he extendido un poco para explicar cómo nos trataban en el pueblo, y el ritmo que llevábamos durante los cuatro días que estuvimos allí, comiendo más en los cuatro días que en un mes entero. Y es que en algunos pueblos la vida es de otra manera, más pausada, más «disfrutona», más sabrosa y más amistosa, donde algunos sentidos (el gusto, el oído y el olfato) son alimentados con mucha dedicación. No tengo palabras para explicar mis sensaciones hacia aquellas personas, acabo de decir que nos trataban como a dioses, pero este ejemplo no es válido, porque el trato que recibíamos estaba lleno de humanidad, sencillez y respeto, todo ello ofrecido por personas sencillas de todas las edades. Sin embargo, aquel año no hubo suerte

con el veredicto, y le concedieron el Premio del Certamen a la Banda de la Unión Musical de Lliria. Los invitados recibimos el veredicto negativo con la tristeza de algo nuestro, aunque sinceramente la Banda ganadora se lo merecía. Había empezado a chapurrear el «Valenciá» y me encantaba comunicarme con ellos en su idioma, siempre que tengo oportunidad lo hablo con mucho gusto y buenos recuerdos. No nos llevamos el primer premio, pero sin duda yo me fui de aquel pueblo sintiendo que había ganado recuerdos y experiencias mucho más valiosas. A las dos y media de la madrugada, nos despidieron cariñosamente, con abrazos por doquier, deseando que el próximo año nos lleváramos el primer premio. Emprendimos el regreso a la capital raudos, ya que al día siguiente había ensayo con la Banda Municipal. Un pedacito de mí, sin duda, se quedó en aquel pueblo. Volver a la normalidad fue como un remanso de paz, estaba muy cansado y me propuse hacer una dieta severa que me volviera a situar en mi peso. Hacía los ensayos y conciertos de la Banda, que constituían un verdadero placer, y estudiaba mucho, a la espera de que llegaran las deseadas oposiciones. Durante los primeros quince días del mes de agosto ofrecimos los conciertos de la Banda Municipal de Madrid en el Quiosco del Retiro en horario de tarde-noche a las diez. Eso obligaba a realizar los ensayos por la mañana, puesto que había que preparar los distintos programas de la semana, hasta que llegara el ansiado día de la Virgen de la Paloma, el quince de agosto, fecha en la que participábamos en la Procesión como una actividad programada por el Ayuntamiento, inmediatamente después cogíamos nuestras vacaciones de verano por quince días. ¡Por fin un pequeño parón! Ese verano volví nuevamente a Villanueva de Castellón, el pueblo que me había dejado prendado, pero esta vez por motivos de ocio. Durante los días que pasé allí hicimos numerosas excursiones a las playas de Cullera o Gandía para refrescarnos, ya que el pueblo estaba situado en el interior de la región. Brisa marina, mar, arena, sol y paz. Otra música que también disfrutaba escuchando. Regresé a Madrid en septiembre de 1968, momento en que reiniciábamos la Temporada de Conciertos de la Banda, con los preceptivos ensayos por la mañana y los conciertos de los domingos a las doce del mediodía. Retomé asimismo las grabaciones de publicidad durante la segunda quincena del mes acudiendo a distintas grabaciones en los Estudios Fono España, Gerson, Philips o Fonogram. Porque tras un merecido descanso, el nuevo curso siempre empieza

con fuerza.

Capítulo 4

Ingreso por oposición en la Banda Municipal de Madrid

Por fin convocan las oposiciones a la Banda Municipal de Madrid el mes de abril de 1969. El momento que tanto había esperado, para el que tanto me estaba preparando, había llegado. La sala de ensayos de la Banda estaba en la cuarta planta de la calle Imperial, en la trasera de la plaza Mayor, compartiendo edificio con el Cuerpo de Bomberos. Durante la preparación de la oposición me ocurrió un suceso curioso cuando andaba buscando un pianista que me acompañara y conocí, mientras tomaba un café en la cafetería ubicada al lado de Juventudes Musicales, a un joven de mi edad que me llamó la atención ya que llevaba un estuche de batutas bajo el brazo.

—¿Músico? —pregunté sacando tema de conversación mientras servían mi café. —Estudio para Dirección de Orquesta. ¿Tú? —devolvió la cuestión intuyendo que era del gremio. —Toco el clarinete, estoy preparando una oposición y estoy buscando un pianista. —Pues puede que lo hayas encontrado. Yo toco el piano, podría acompañarte — dijo sin atisbo de duda, resolviendo al instante aquella problemática—. Me llamo Miguel Ángel, mucho gusto. —Pues tengo aquí mismo las partituras—le entregué las hojas que saqué de mi maletín—. Cuando las tengas preparadas me avisas. —Podemos repasarlas aquí mismo —explicó con gran confianza abriendo las partituras—. No te preocupes, tocaré las que pueda, lo importante es hacernos una idea…

Miguel Ángel Gómez Martínez terminó convirtiéndose en uno de los más grandes directores de orquesta europeos. Pasamos al local de Juventudes Musicales y repasamos las dos obras de arriba abajo, aunque hubo algún pasaje complicado, en términos generales caminábamos juntos y me seguía como un auténtico líder. Muchos años después se lo comenté, hemos colaborado juntos en infinidad de ocasiones y con distintas orquestas, pero no lo recordaba, era lógico porque, a los pocos días de la oposición, se marchó a Alemania donde empezó una carrera brillantísima. Nunca olvidaré su colaboración, su apoyo y ayuda en aquella oposición. Una oposición cuyo Tribunal estaba formado por músicos expertos y especialistas como don Julio Molina, director de la Banda Municipal, Carmelo Bernaola y José Talens, solista de clarinete. La obra obligada para la primera fase era Introducción, andante y danza, de don Julián Menéndez, excelente página para el clarinete que no está al alcance de cualquiera, ya que es muy complicada técnicamente. Las pruebas de la primera fase duraron prácticamente todo el día, éramos sesenta opositores inscritos inicialmente, de los cuales pasamos a la segunda fase únicamente ocho. Al día siguiente comenzó la segunda fase. Intervine en tercer lugar y me encontré con más aplomo y seguridad, es lo que pasa cuando el factor sorpresa no interviene y ya sabes a qué te enfrentas. Había que presentar una obra distinta y elegí una partitura poco conocida, de un compositor rumano: Stan Golestan, nacido en Vaslui, Rumanía en 1875 y fallecido en París en 1956. La obra se titulaba Églogue, de corte impresionista. Me pareció muy adecuada para la ocasión. Esta es una de las obras que compré cuando estuve en París, en la casa Ledúc, camino de Bélgica con el Quinteto de Viento. Por suerte conocía la acústica de la sala por haber ensayado en ella con la Banda durante dos temporadas y podía modular mi sonido adecuadamente. Me tranquilizó que estuviera Carmelo Bernaola en el Tribunal, (Otxandiano, Vizcaya, 1929 Madrid, 2002), compositor, clarinetista y pedagogo. Estuvo ligado a la Banda Municipal de Madrid desde 1953 hasta 1981 y compartí con él muchas horas de ensayos y numerosos conciertos. Le guardo un cariñoso recuerdo y reconocimiento, con mi hondo agradecimiento por sus consejos y ayudas. Terminaron las pruebas sobre las doce de la mañana y el Tribunal anunció su decisión hacia la una del mediodía.

—Tras las pruebas realizadas, este Tribunal ha tomado la decisión y la plaza ha sido adjudicada. —El vocal alzó la mirada, sentí como mi pulso se aceleraba. Entrecerré los ojos para escuchar el dictamen—. Adolfo Garcés.

Era yo. Era mi nombre. La plaza era mía. Había superado la dura oposición.

—¡Ese es mi hijo! —exclamó mi padre, allí presente, henchido de orgullo. —¡Vamos, Finín! ¡Sabía que lo conseguirías! —se unieron alguno de los amigos y parientes que le acompañaban.

Besos, abrazos, felicitaciones y enhorabuenas se sucedieron en lo que yo recuerdo como un sueño, como una vivencia difusa eclipsada por la ilusión, la incredulidad y la máxima felicidad. Carmelo Bernaola me dio un efusivo abrazo «a lo vasco», de esos que casi te dejan sin aire, y en el barecito de la esquina, famoso por sus «bocatas de calamares», empezó a correr la cerveza. Yo estaba que no cabía en mí de gozo, parecía que flotaba, al final mereció la pena tanto sacrificio y pude conseguir la tan ansiada plaza que me ofrecía la tranquilidad de ir al servicio militar con un trabajo fijo asegurado. Arrancaba el ansiado futuro al que tanto esfuerzo había dedicado. En el mes de mayo de 1969 comenzaron los conciertos con la Banda en el parque del Retiro y en distintos barrios.

Capítulo 5

Nombramiento como socio de número de la OSM

En el mes de octubre de 1969 nombraron secretario de la Orquesta Sinfónica de Madrid a mi compañero del quinteto Miguel Borja, y me invitó a colaborar con ellos en un concierto que se celebró en la Escuela Superior de Canto. Fue una ocasión extraordinaria, no solo porque me permitió tocar como segundo clarinete junto a don Antonio Menéndez, formidable clarinetista, sino porque, además, lo hice en el salón de actos del que fue mi primer conservatorio. Y es que al final, por mucho mundo que recorras, la vida parece que siempre te devuelve a los orígenes. También me incorporé como socio de número a la Orquesta Sinfónica de Madrid en 1969. Este año que estaba a punto de dar paso a una nueva década fue muy importante para mi futura carrera profesional. La Orquesta Sinfónica de Madrid fue creada en 1903 por de la antigua Sociedad de Conciertos y se presentó en el Teatro Real el 7 de febrero de 1905, dirigida por Alonso Cordelás. Ese año se puso al frente Enrique Fernández Arbós, que la dirigiría durante treinta años, y que sería fundamental para moldear su personalidad artística, y es que, la vida artística de esta orquesta ha tenido sus altibajos. Además, en este conjunto trabajaron mis tíos Clemente y Luis Compans, trompa y trompeta, respectivamente, quienes, junto a otros compañeros, me fueron contando las peripecias de su historia. Fueron estas, las que desde bien pequeño sembraron en mí el gusanillo por la vida musical.

Capítulo 6

Servicio Militar

El 20 de mayo de 1969 empecé el Servicio Militar Obligatorio en el CIR de Colmenar Viejo. A los pocos días, y disfrutando de un permiso especial, hice un concierto en Toledo con el Quinteto de Viento KOAN, y después me acerqué al quiosco de música del Retiro con mi sobrino Javier a escuchar a mis compañeros, que, aunque lo intentaron, no pudieron tomarme el pelo, porque el Teniente de Guardia había decidido rapar a la compañía por miedo a posibles «habitantes capilares». Siempre en el escenario y, para una ocasión en la que soy el público mi cabeza se lleva todo el protagonismo. Y es que normalmente sucede que en los días peculiares se juntan todas las extrañezas.

—¿Adolfo? ¿Eres tú? —¿Marga? ¡Cuánto tiempo! —exclamé al verla tan sonriente como siempre—. No nos veíamos desde que acabé la carrera ¿No? —Sí, hace ya mucho tiempo. No esperaba encontrarte, al menos no así. —Señaló mi nuevo corte de pelo—. Si te hubiera visto el profesor Andrade da Silva…— bromeó haciendo mención al profesor de Música de Cámara, en cuya clase fuimos compañeros. —Ya sabes que yo siempre he estado atento a mil cosas y no presto atención a los comentarios que puedan hacerme. Yo tocaba la Sonata de Brahms con Virginia Aparicio al piano y, en cuanto terminaba mi clase, salía disparado para hacer alguna grabación o estudiar; cualquier cosa menos quedarme en clase. No tengo tantos recuerdos de esos días —aseguré sacando a relucir la apretadísima agenda que me oprimía en aquella época.

Marga tenía su propio grupo de cámara en aquella clase, para este grupo, con el que hice cierta amistad, yo era el «empollón» y, como tocaba bien, decían de mí que les miraba por encima del hombro. La verdad es que no hacía demasiado

caso, porque siempre andaba con prisas y tenía otros problemas que me preocupaban: el servicio militar, las grabaciones, etc. La clase de música de cámara me interesaba por cómo la gestionaba el profesor y por tocar con Virginia, que era un portento como músico y como pianista, además de ser una fuera de serie con la viola. Esta situación se la conté a Marga durante la segunda parte del concierto, en un día cálido y soleado. Ella me presentó a sus padres, con los que había ido, y allí retomamos nuestra antigua relación, empezando «una buena amistad».

—Qué bien que os hayáis vuelto a encontrar, qué vueltas da la vida ¿Verdad? — comentó la madre de Marga cuando nos pusimos al día. —Ya ve usted, al final la música vuelve a reunirnos —añadí contagiándome de su amabilidad y buen humor. —Sí, la música une, pero la comida más. Tú pásate un día por casa que te prepare mi famoso cocido, que me sale de rechupete, y ya verás cómo no sales de allí —remarcó divertida intuyendo que yo era de esos a los que se les ganaba fácilmente por el estómago.

El fin de semana siguiente también nos dieron permiso en el cuartel, lo cual me vino de perlas para poder hacer un concierto con el Grupo KOAN, dirigido por Arturo Tamayo, en el Instituto Nacional de Previsión de la calle Alcalá. En aquel concierto me sorprendió nuevamente Marga con su presencia.

—Esto ya no puede ser casualidad —le dije gratamente complacido por verla de nuevo. —Dicen que las casualidades no existen —respondió muy resuelta. —Pues esto hay que celebrarlo cenando, si tienes a bien acompañarme. Sé que tu madre me debe un cocido que quita el sentido, pero le haremos esperar un poco más.

—¡Cómo te oiga mi madre! —accedió gustosa a la invitación mientras se reía con mi chascarrillo.

En esa cena charlamos sobre los pormenores de cada uno en la clase de música de cámara y algunos detalles sobre su grupo de amigos, actualizándonos en nuestras últimas experiencias, sueños y aprendizajes, contrastando nuestras diferencias y disfrutando con nuestros puntos en común. En el mes de junio pude gozar de otro permiso que me permitió hacer una grabación con obras de Antón García Abril y hacerme con algún dinerito que me venía muy bien. Mi ingreso en la Banda significada una estabilidad de futuro para mi familia, pero durante el servicio militar no había más actividades que las que buenamente se hacían coincidiendo con los permisos y la situación se fue haciendo cada vez más delicada. Mientras estuviera en el ejército solo podría hacer algún trabajo que coincidiese con los permisos, con los cuales, la aspiración económica no era mucha. Un mes después, en julio, conseguí un permiso especial para tomar posesión de la plaza en la Banda Municipal de Madrid, ocasión que aproveché para visitar a mis padres, cuya situación era cada vez más difícil. El 20 de agosto «juré bandera» y fui destinado al Batallón de Infantería Motorizada El Goloso. Enseguida obtuve el pase pernocta que me dejaba libre las tardes y poder dormir en casa, lo que me permitiría retomar mis trabajos y aliviar un poco la ansiedad de mi madre. Mi vida en el nuevo cuartel cambió radicalmente, era más cómoda que en Colmenar. Había que estar en perfecto estado de revista a las siete y media de la mañana y tenía que levantarme dos horas antes, pero, aun así, había mejorado. Al principio de estar en el cuartel me llamó el Teniente Saturio, era el Teniente que tenía a su cargo mi Compañía, por lo que me produjo nerviosismo su llamada, pensando que pudieran anularme el pase pernocta. Cuando acudí a su encuentro, entre el calor y la inquietud, sentí cómo el sudor resbalaba descontrolado por mi frente.

—Adolfo, he tenido el placer de leer su expediente…—comenzó diciendo el Teniente remirando los documentos sin prestarme demasiada atención.

—Sí, señor. —Balbuceé con timidez, sin saber cuál era el objetivo de aquello. —¿Podría usted dar clase de música a mi mujer? Ella toca el piano y le vendría bien una ayuda profesional —pidió, esta vez, mirándome a los ojos. —Por supuesto, señor. Cuando usted me diga podemos organizar unas clases particulares.

Natalia, como así se llamaba, era más joven que el teniente y había estudiado en el conservatorio antes de casarse. Le pregunté si conocía algo del repertorio para clarinete y piano y dijo que sí. Me pidió que le concretara mis honorarios; pero yo me limité a decirle que estaba encantado de ofrecerle mi ayuda desinteresadamente, aunque esto último no era del todo cierto, porque sabía que los ensayos y las clases con Natalia, iban a redundar en mi beneficio: menos instrucción y servicios y alguna ventaja en cuanto a permisos. Comenzamos a trabajar los lunes y jueves, de diez a doce de la mañana, por la lista de obras que me facilitó, descubrí que había elegido partituras para clarinete con acompañamiento de piano. Descarté las dos sonatas de Brahms y elegí algunas obras menores de compositores ses, empezamos por la Sonata de Poulenc. El mes de noviembre me ascendieron a Cabo sin que yo fuera consciente de haber hecho méritos para ello. En el cuartel todo ha cambiado, estoy rebajado de instrucción y de tiro, y me han apuntado a un curso de telegrafía en el que me enseñan Morse y telecomunicación. Como sigo con las tardes libres, puedo atender alguna grabación. Las clases con la esposa del teniente van bien, ella suple con buena actitud sus carencias y cada día me tiene preparado un pequeño refrigerio. Dadas las circunstancias, no me puedo quejar. Me anuncian mis compañeros del quinteto que la Sección Femenina nos ha ofrecido una gira de conciertos, lo cual para mi es una noticia maravillosa que solo plantea una cuestión: ¿Podré acudir o tendrán que buscar un sustituto? Debo consultarlo, claro está. Aprovecho la relación de confianza que he comenzado con Natalia para que sea ella quien se lo pida al Teniente y me autorice.

—Tú, tranquilo, el Teniente impondrá mucho en el cuartel, pero aquí en casa solo es mi marido. —Ironizó Natalia apuntándose el triunfo—. Te daré los papeles dentro de un par de días, porque ahora está de maniobras. No te preocupes, podrás hacer esos conciertos, pero mientras tanto no te olvides de mí ¿Eh? Que ya estoy viendo los avances y ahora no podemos dejar las lecciones.

Las clases con Natalia continúan normalmente y ya preparamos el tercer movimiento de la Sonata de Poulenc, que es el más difícil de los tres para el piano. Me sorprendió con un análisis formal y estético de la Sonata muy interesante. El Teniente me dio los papeles y me despedí hasta la vuelta. Al final, la inversión «desinteresada» de tiempo y dedicación al aprendizaje musical de la esposa del Teniente, había dado beneficiosos frutos para mi persona. Hicimos la gira, que consistía en seis conciertos por las provincias de Galicia (Vigo y Santiago), Extremadura (Cáceres y Badajoz) y Castilla y León (Valladolid y Salamanca). El programa lo habíamos organizado con la delegación de la Sección Femenina de Madrid, y constaba de Tres Piezas Breves de Jacques Ibert, Cuarteto de Jean Francaix, Quinteto para Instrumentos de Viento de Paul Hindemith, Danzas Búlgaras de Jean Absil y el Scherzo de Charles Stainer, que era una obra ideal para terminar los conciertos, por su brevedad y gran virtuosismo. Durante los primeros meses de 1970, mi vida en el cuartel transcurrió de forma habitual y tranquila, exceptuando el mes de febrero, que nos llevaron a unas macro-maniobras por los campos de la provincia de Cuenca, coincidiendo con una etapa de lluvias torrenciales que parecía que se hundía el mundo. Fueron unos días difíciles, varios compañeros cayeron enfermos, pero pasada esa semana volvimos a la rutina del cuartel. Seguía viendo a Marga en la cafetería Lara, cerca del teatro del mismo nombre, donde nos contábamos nuestras penas. Ella trabajaba ya en Telefónica, como era costumbre entonces entregaba su sueldo en casa, lo que significaba que no tenía independencia económica. A pesar de todo, estábamos cada vez más unidos. Una amistad que se hacía más estrecha y significativa. Verla y hablar con ella me llenaba de alegría e ilusión, una pizca de aire en momentos de angustia. Porque, aunque no podía quejarme, no era todo tan bonito ni tan llevadero. En el cuartel tuve la desgracia de pasar por una experiencia traumática. Nos llevaron a

unas maniobras en el campo de tiro, yo estaba rebajado de este tipo de acciones, pero en aquel momento no estaba el Teniente Saturio, que era el que me había rebajado de dicha práctica y el Teniente de Guardia ordenó que fuéramos todos porque la situación era especial. Íbamos a probar un arma de repetición, nos colocaron en línea con unas breves instrucciones y, a la voz de fuego, apreté el gatillo. El impacto del retroceso fue terrible y me hizo levantar el arma cayendo al suelo, el soldado de mi izquierda cayó también, pero sin soltar el gatillo, en la caída giró a su izquierda involuntariamente el cañón de su arma automática hiriendo gravemente a un compañero. El resultado fue trágico, un soldado muerto y el autor enloquecido. Tras el estruendo y, durante unos lapidarios segundos, un silencio estrepitoso se adueñó de todo. Ese silencio, sinónimo de muerte, se quedó grabado en mí para siempre. Durante días fue imposible conciliar el sueño y no veía el momento de acabar con aquello y volver a la serenidad de mi música, donde mis armas de trabajo solo escupían melodías pacíficas y no fuegos mortales. En mayo nos dieron un permiso de tres meses, al cabo de los cuales debíamos volver al cuartel para recoger la licencia definitiva y entregar el petate. Fui a despedirme de Natalia, la esposa del Teniente, y le expliqué la situación, expresándole mi gratitud por todas sus atenciones. La noticia la entristeció y yo también me despedí apenado, aunque tenía muchas ganas de volver a casa. Por desgracia, la alegría de regresar se vio nublada por las necesidades que apremiaban a mi familia. Tal como me temía, la situación en casa no se había resuelto, de hecho, había empeorado y mi madre se había ido a Zaragoza con mis hermanas, abandonando el domicilio conyugal. Yo me quedé en casa de mi hermana Laura mientras solucionaba mi situación de hospedaje y retomé el trabajo en la Banda, que tocaba en el Retiro los jueves y domingos por la noche. Un jueves fuimos al pantano de San Juan mi hermana, mis sobrinos y yo por la mañana, donde los niños me dieron una verdadera paliza, como era habitual cada vez que me veían. Sonará contradictorio, pero esas batallas donde sabía que tenía todas las de perder las enfrentaba con mucho gusto y alegría. Después de comer me tumbé a la sombra de un pino para descansar un rato y, cuando desperté, la sombra había desaparecido y yo estaba expuesto totalmente al sol, rojo como un tomate.

—Dios santo, qué momento tan inoportuno para quemarme así… ¡El concierto!

—exclamaba con gran preocupación sintiendo el dolor arañando mi piel enrojecida. —Tranquilo, ya verás cómo estos paños de hielo y vinagre te alivian…— comentaba mi hermana desviviéndose por calmar mi sufrimiento mientras mis sobrinos, por lo bajini, se reían ante la estampa.

Y no era para menos, parecía un extranjero que pisaba por primera vez Benidorm. Aquel día aprendí a seleccionar mis siestas. Continuaban los conciertos en el Retiro en un ambiente estupendo y muy agradable por temperatura y tranquilidad. Durante un descanso, don José Álvarez, trompeta de la Banda, con el que nunca había hablado, me preguntó por la mili. Enseguida comprendí que era una forma de entablar conversación y romper el hielo para buscar cosas en común. La verdadera razón era que se había enterado de la separación de mis padres y estaba apenado porque conocía mucho a mi padre y ambos eran amigos. Al finalizar el concierto nos sentamos en un velador y dedicamos un buen rato a tener una charla distendida.

—¿Sabes? Me une una gran amistad con tu padre desde hace 40 años —dijo con cierta melancolía—. De hecho, mantengo o con él de vez en cuando. —Ah ¿Sí? No tenía ni idea…—me sorprendí ante su confesión. —Los dos nos iramos como músicos. Tu padre ha sido uno de los grandes, aunque siempre ha sido muy independiente y poco previsor, ahora está en una situación muy delicada y procuro serle de apoyo. —Sí... así es él…—Yo le miraba y agradecía su sinceridad, porque me evitaba comentar ciertas cosas que me intimidaban profundamente. —Pretendo ayudarle, aunque mi plan es que no se entere, claro. Sabes que es muy orgulloso. Quizá, a través de algunos amigos que trabajan en la istración pueda activar los derechos pasivos de tu padre a partir de los

trabajos que ha efectuado. Espero poder hacerlo sin hablar con él, pero, caso de necesitar alguna ayuda, te lo consultaría, si no te importa. —Por supuesto, no hay problema y muy agradecido por supuesto.

Aquello me pareció increíble, ¿Cómo podía haber una persona con tanto tacto y sensibilidad para inventar algo así? Se lo agradecí infinitamente y le di un fuerte abrazo. No pasaron más de dos meses cuando me dijo que mi padre ya estaba cobrando su pensión. Le habían llamado para contárselo, pero no le habían dicho cómo se había producido. Aquello me tranquilizó mucho, ya que, aunque mi padre y yo habíamos dejado de hablarnos, seguí sus pasos y sabía que había dejado la casa de López de Hoyos 255, y se había trasladado a un apartamento de la calle Benigno Soto. Volví al cuartel el día 20 de agosto y me encontré con la sorpresa de que había sido ascendido a Cabo Primero, seguramente la intervención del Teniente Saturio tuvo algo que ver, ya que no confiaba en absoluto que fuera por méritos propios. En cualquier caso, lo importante fue recibir la licencia definitiva del servicio militar. Al día siguiente viajé a Zaragoza para ver a mi madre y mis hermanas. Noté un ambiente tenso por parte de mis hermanas y cuñados, no así por parte de mi madre, que estaba conmigo igual de cariñosa. Tuvimos una comida conjunta y aproveché la ocasión para preguntar por el raro ambiente que percibía.

—¿Me he perdido algo? Noto que sucede algo, pero no sé qué es. —Claro, no lo notas porque es culpa tuya —dijo enseguida mi hermana. —¿Cómo? —pregunté contrariado. —Que has actuado mal, hermano —explicó sosegando el tono de voz—. Tendrías que haber cogido un piso y haberte llevado a mamá contigo, porque eso era lo que ella esperaba.

Me sorprendió el planteamiento porque nunca habíamos hablado del tema y ahora mis hermanas y cuñados me echaban la culpa de algo que ni siquiera se había planteado. Volví a Madrid al día siguiente, llamé a Margarita y, dando un paseo en una de las barcas del Retiro, le conté lo sucedido. Ella consiguió tranquilizarme al decirme que, seguramente, mi familia se había visto sobrepasada y lo más fácil era echarme la culpa a mí. Aunque seguía con cierta zozobra, quise dar un tiempo a la situación pensando que todo se calmaría cuando la tensión hubiera descendido, yo también estaba muy atareado con tanto trabajo y pudiera ser que, a ratos, no pensase con claridad. En septiembre comenzaron de nuevo los conciertos con la Banda y volvieron las grabaciones. Entre ellas recuerdo una que hice con Luis Aguilé, un cantante argentino muy popular entonces en España y con el que entablé una buena amistad. También preparaba una serie de conciertos con el quinteto y con la Orquesta Sinfónica de Madrid. Tocamos en Salamanca, Santiago de Compostela, Orense, Valladolid, Ávila, Pamplona, Ciudad Real, Segovia, Palencia y, finalmente en Madrid, mediante una representación de ópera en el Teatro Alcalá Palace. Las Navidades de 1970 las recuerdo muy tristes porque no me atreví a visitar a mi familia de Zaragoza por lo sucedido en mi viaje anterior; mis hermanos me habían hecho culpable sin pensar en ningún momento en mi propia situación personal. La tensión no había descendido como yo esperaba, por eso opté por evitar aquel encuentro de reproches. Me sentí solo y triste, ojalá pudiéramos haberlo arreglado de otra forma. A mediados de enero cambié de instrumento, vendí mi clarinete Selmer, que tenía una sonoridad robusta, pero con poca flexibilidad y escasas posibilidades de conseguir los pianísimos que buscaba, a un colega que, después de probarlo, decidió quedárselo. En ese momento adquirí un clarinete Buffet, que era mi ilusión desde que lo probé. El día 18 de febrero de 1971 fui nombrado Vocal de la Junta Directiva de la Orquesta Sinfónica de Madrid, con la que llevaba colaborando casi tres años. El nombramiento me sorprendió agradablemente aunque no entendía los méritos que podía tener para ello, bien es cierto que el resto de las personas de la Junta Directiva eran en su mayoría músicos en situaciones parecidas a la mía. Digo esto como reflexión en cuanto a las connotaciones de la Junta Directiva respecto a la trayectoria de la OSM, considero que la responsabilidad de la junta frente a la Orquesta es inmensa, ya que no está sujeta a ningún sector estatal ni tiene presupuesto asignado, excepto

el que puede conseguir mediante sus propios conciertos, y esos hay que crearlos y buscarlos. Es una responsabilidad muy grande la que se adquiere en la Junta Directiva. Toqué con el Quinteto de Viento Koan en Pontevedra, Zamora y Jaén, al mismo tiempo me iba convenciendo de que debía buscar un piso e independizarme porque no podía estar eternamente en casa de mi hermana Laura, ellos tenían una casita muy apañada, pero para ellos quedaba justa porque tenían cuatro hijos pequeños. Un día que estábamos en la cafetería Lara Marga y yo, me sorprendió contándome la historia de sus padres, que tenían continuos enfrentamientos, y esto hacía la vida muy difícil en familia.

—La verdad es que el día a día es muy desagradable, me gustaría tener más libertad y algo de paz… —Te entiendo perfectamente, yo también estoy pensando en independizarme y dejar que la familia de mi hermana viva su vida. —Coincidí con cierto tono bromista. —Estamos los dos buscando lo mismo ¿Será una señal? Podríamos vivir juntos…—dijo muy seria y casi entre susurros, pude ver cómo se sonrojaba ligeramente. —Sería una idea maravillosa —respondía ilusionado, gratamente sorprendido—. Pero, no sería lo apropiado… —Ya, tienes razón…—En aquellos tiempos no resultaba fácil vivir juntos sin casarse, porque la sociedad lo rechazaba y criticaba, además de que nuestra propia educación tampoco nos lo permitiría. —Quizá habrá que ir pensando en organizar una boda ¿No crees? —propuse con inocencia mientras me encogía de hombros.

Marga se puso muy contenta, pero inmediatamente pensó que, cuando se lo dijera a sus padres, tendría problemas, porque perderían el único soporte económico que tenían. Volvió la depresión, nos tomamos el café y quedamos en

pensarlo y hablarlo otro día, sin decir nada a sus padres todavía. El mes de marzo estuvo repleto de actividad en cuanto a ensayos, estudio, grabaciones y conciertos con el quinteto en Logroño, Madrid, Guadalajara y Málaga. Al terminar este último concierto, después de cenar, iniciamos el regreso a Madrid porque teníamos otro concierto al día siguiente en el Instituto Francés. Habíamos alquilado un coche, un Seat 1430 y habitualmente nos turnábamos conduciendo. En el viaje de vuelta empezó a conducir Roberto Liñana, el oboe, y yo, como tenía por costumbre, me acurruqué en el asiento de atrás para dormir un rato. No sé si estaba soñando o roncando, pero si ya es desagradable despertarse repentinamente del sueño, imaginaos cómo se queda el corazón cuando un derrape terrorífico resuena en tus oídos sacándote de la ensoñación. Eran las dos de la madrugada, cerca de Ronda, y el coche se salió de la carretera en un abrir y cerrar de ojos precipitándose por un barranco unos segundos que, a nosotros, se nos antojaron eternos. El vehículo dio varias vueltas de campana y paró con las ruedas hacia arriba. Confundidos y muy desorientados, salimos del coche como pudimos con el estómago en la garganta y el asombro calándonos los huesos ¿Habíamos salido ilesos? ¿Acaso era posible? Comprobamos que todos estábamos relativamente bien y llamamos al seguro para que nos trasladaran a la estación más cercana para coger un tren y poder seguir el viaje hasta Madrid de forma más apacible, ya que disponía de coche cama. Afortunadamente todo quedó en un susto, algunos golpes y magulladuras que se agrandaron al día siguiente hasta límites inconcebibles. Lo importante es que pudimos dar el concierto al día siguiente en el Instituto Francés. Aunque parezca mentira, no hay profesión sin riesgos. El programa era todo un reto para mí, puesto que era un Homenaje a Francis Poulenc, interpretando las siguientes obras: Sonata para clarinete y piano, Sonata para clarinete y fagot, Sonata para dos clarinetes, y Sexteto para quinteto de viento y piano. Como se puede comprobar, todas las obras llevaban clarinete y de forma totalmente solista con las distintas agrupaciones, además de que la música de Poulenc no es en absoluto fácil de interpretar. Menos mal que la música obra milagros, porque cuando empecé el primer movimiento de la Sonata para clarinete y piano tuve serias dudas de poder acabarla, ya que tenía todo el cuerpo dolorido, pero, sobre todo, el hombro derecho, que es donde se apoya el cuerpo para sujetar el clarinete, lugar donde recibí el mayor golpe durante la

caída. A partir del primer movimiento no me acordé de nada más, creo que son las ventajas de la juventud. Más conciertos en abril con el quinteto en Salamanca, La Línea de la Concepción, Jerez de la Frontera, Cádiz y Córdoba. En mayo un concierto especial celebrando el carnaval, en el Instituto Alemán de Madrid patrocinado por el propio Instituto, que dedicaron a evocar la época rococó, por lo que interpretamos la música de la época vestidos con los trajes apropiados. El Instituto se encargó de conseguir el vestuario e interpretamos música de Bach, Rameau y Mozart. La velada resultó muy luminosa porque se había instalado un sistema especial de iluminación que recogía el ambiente general de la ocasión y en línea con la música. Algunos espectadores se habían disfrazado también y el ambiente resultó de lo más agradable, interesante y entretenido. Los conciertos con el quinteto continuaban y nos llevaban por toda la geografía española, continuamos por Vitoria, Alicante, Villena o Lugo y, cuando llegué a Madrid, el proyecto de independizarme continuaba su proceso.

Capítulo 7

Matrimonio con Margarita Sauri

La idea de la boda con Marga había ido tomando cuerpo y estaba decidido. Nos costó mucho trabajo comunicarles a nuestras familias la decisión de la boda, debido a la relación que había entre nuestros padres y la situación que creábamos al independizarnos de nuestras familias. No obstante, lo abordamos con resultados desiguales en ambos casos. En la familia de Marga la noticia cayó como una bomba y no disimularon en absoluto su desagrado, produciéndose una tensión solo resuelta por Manolo, el hermano de ella que, afortunadamente, estaba en ese momento y sujetó a su padre para evitar una escena desastrosa. En mi caso fue diferente porque, como ya he dicho, parte de mi familia vivía en Zaragoza y la otra en Madrid, ya situada familiarmente y de forma independiente. Lo que más me costó fue explicárselo a mi madre que, como siempre me miraba con una sonrisita de comprensión que me emocionaba, le dije que mi casa era su casa y nos dimos un abrazo fortísimo. Mi madre y yo teníamos una relación muy especial, yo la quería mucho y había sido muy importante a lo largo de mi vida, por eso me dolió la falta de comprensión que tomaron mis hermanos. Una boda siempre suele ser una noticia alegre, de gran celebración y entusiasmo por parte de familiares y amigos, este caso fue diferente, pero no le resto intensidad a la relación o al futuro por el que Marga y yo estábamos luchando. El día 9 de junio alquilamos una casa en la calle Canarias nº 47, 1º izquierda, de Madrid, la encontramos mientras paseábamos con nuestros amigos Mari Paz y Miguel. Ellos eran amigos de Marga desde hacía algunos años, Mari Paz y ella se conocieron haciendo el servicio social y, posteriormente, forjamos una amistad sincera que compartiríamos con nuestros hijos posteriormente según fueron creciendo. Vivían en la calle Áncora, muy cerquita de nuestro futuro hogar. Era una casa bastante amplia y luminosa en la que teníamos los espacios que necesitábamos, además de la cocina y el baño completo, tenía tres habitaciones y un salón bastante grande, lo cual me permitía tener mi estudio y dos dormitorios. Solo tenía un defecto: el a la vivienda era desde una galería interior al estilo de las antiguas corralas, y eso era bastante chocante, puesto que esa

costumbre había desaparecido hacía muchos años en Madrid, pero nosotros tratamos de verlo como una ventaja por la independencia que nos aportaba respecto al resto de vecinos. El alquiler era asequible y podíamos hacerle frente con nuestros sueldos, además de los extras que nos permitían ir amueblándolo antes de la boda. Fijamos la fecha de la boda para el día 31 de julio de 1971, de forma que entre los días de permiso por matrimonio y las vacaciones naturales de nuestros trabajos completábamos un mes completo de descanso. Surgieron algunos problemillas, como el de los cursillos prematrimoniales, a los que yo era muy reacio, pero no tuve más remedio que asistir en contra de mi voluntad y a pesar de mi resistencia. El día previsto nos casamos en la Iglesia Parroquial de San José de Madrid, situada en la calle Alcalá, y celebramos el banquete en el pueblo de Torrelaguna, en el restaurante de Teo, amigo de mi cuñado Ramón, con un calor sofocante que nos tuvo a todos sudando la gota gorda. Tras el banquete, Simón Díaz Guijarro, buen amigo y compañero en tantas situaciones con el Coro Cantores de Madrid y las excursiones por el Madrid nocturno de los cuatro inseparables cantando hasta las 5 de la madrugada, nos llevó en su coche a Gandía donde pasamos nuestros primeros quince días de casados. Ya en septiembre comenzó el trabajo: la temporada de conciertos con la Banda, ensayos, grabaciones y conciertos con el Quinteto de Viento Koan. Fuimos al XVI Curso de Música en Compostela, con mucho prestigio en aquel momento, donde estrenamos obras de varios alumnos, algo que sucedía por primera vez en aquel curso. Para terminar el año habíamos adquirido algunos compromisos profesionales con el quinteto de viento y el grupo de voces para las grabaciones, en distintos estudios, durante los meses de octubre: gala con María Mahor, Miss España de aquella edición, en el Teatro de la Zarzuela, y grabación en los Estudios RCA. En noviembre comenzaron varios conciertos con el Quinteto de Viento Koan: concierto para escolares en Madrid, con sesiones de mañana y tarde para poder albergar a todos los alumnos; en Badajoz, Mérida, y nuevamente en Madrid. Finalizamos el año 1971 con un concierto para escolares con el Quinteto de Viento KOAN en el Teatro Alcalá Palace en Madrid, con doble sesión de mañana y tarde, repitiéndolos en Orense, Vigo y Pontevedra.

Mi carrera profesional seguía imparable y, en lo personal, comenzaba una nueva etapa que también exigiría mucho de mí, pues ya estaba conformando mi propio hogar, familia y futuro.

Parte III

(1972-1976)

Capítulo 1

Clarinete Solista Banda Municipal

Desde el mes de junio de 1971, pasé al primer atril de clarinetes de la Banda Municipal de Madrid por expreso deseo de don Julio Molina. Para mí, pasar de los terceros clarinetes al papel de clarinete principal, fue un cambio radical en el concepto de la interpretación, en la Banda, desarrollaban la labor de los violines primeros en las orquestas, además se veía y escuchaba a la Banda desde otra perspectiva. Después de la boda y los fantásticos días de descanso posteriores (casi había olvidado lo que era vivir a ritmo lento), retomamos la temporada de conciertos del parque del Retiro, algunas grabaciones de publicidad y dos conciertos con el Quinteto de Viento Koan. El ritmo de trabajo se fue desarrollando como los anteriores, trabajo, trabajo y más trabajo, aunque para mí no lo representara. Tuvimos una reunión del grupo de clarinetes, a propuesta del director en el mes de enero, para decidir quién ocuparía en lo sucesivo la plaza de clarinete solista, ya que don Rafael Talens se acababa de jubilar. Los últimos seis meses había compartido el primer atril con él, motivo por el cual, cuando se planteó el tema en la reunión ante el director, se produjo un silencio muy elocuente.

—Yo propongo que se adjudique la plaza por mayoría de votación entre todos los presentes. —Explicó el director—. Soy capaz de leer en vuestras miradas silenciosas, pero, para mí, cualquiera la podría ocupar con igual derecho y autoridad —nos miró a todos con cierta condescendencia e insistió en realizar una votación que, a todas luces, estaba ya resuelta.

Desde mi punto de vista y sin temor a equivocarme, cualquiera de ellos podría haberla ocupado sin ningún problema, sin embargo, cada uno era consecuente con la responsabilidad que tomaba y, dependiendo de sus circunstancias, la comodidad de un puesto y otro era sensiblemente diferente. El papel del clarinete solista en la Banda Municipal de Madrid comportaba una exigencia máxima, porque se le adjudicaban todos los solos. En la Banda se tocaban

grandes adaptaciones de sinfonías y todo tipo de obras, de modo que los grandes solos que originalmente defendía el violín concertino en la Orquesta, en la Banda era el clarinete solista el que los abordaba, sirva como ejemplo la transcripción de la obra Scheherazade. Como consecuencia del silencio que se produjo, el director volvió a ofrecer realizar la votación ya que no había, según su criterio, ningún otro medio posible para llegar a una solución. Dijo que llegó a pensar, en un momento determinado, sacar la plaza a concurso interno, pero enseguida entendió que eso podía desmerecer el respeto que merece el grupo de clarinetes hacia las personas que no lograran pasar la prueba. Se realizó la votación y salí elegido. ¿Por mi juventud? ¿Por mi currículo? ¿Por comodidad? Nunca lo sabré, realmente tampoco es vinculante para la situación, el caso es que, al final de la votación, hubo un aplauso unánime y felicitaciones por doquier. No puedo decir que estuviera contento, estaba entre atemorizado y exultante por la responsabilidad que había caído sobre mis hombros, después de don Julián Menéndez y otros ilustres clarinetistas, en aquel momento ese puesto se me antojaba muy grande para mí, habida cuenta de mi experiencia y edad. Pero era un paso al frente, un nuevo reto que, pese al temor, me haría crecer profesional y personalmente. Decidí quedarme con lo bueno y zambullirme con ganas en aquel nuevo progreso. Durante ese invierno continuamos trabajando con la Banda Municipal en la preparación de programas para la temporada del parque del Retiro, obras de nuevo cuño y las de reconocido éxito, por ser estas últimas las que ofrecían mayor dificultad debido a sus increíbles transcripciones y ser las más apreciadas por el público. Por otra parte, también seguía activo con los conciertos del quinteto de viento y alguna colaboración esporádica con la Orquesta Sinfónica de Madrid. Fue una época tranquila en cuanto a grabaciones y conciertos con el quinteto, mi actividad se suscribía a los ensayos de la Banda, el estudio diario y poco más, motivo por el cual disponía de tiempo para solazarme con actividades que me gustaban, tales como el combate que tuvo el boxeador español José Legrá cuando venció al británico Amstrong y conservó su título de Campeón de Europa, lo estuve viendo en televisión y fue un combate verdaderamente épico. Disfrutar de una tarde sentado en el sofá sin tareas pendientes no se daba con frecuencia, por eso recuerdo bien aquel día. Desde siempre me ha interesado cualquier tipo de deporte desde la perspectiva del aficionado, sobre todo aquellos en los que despuntamos a nivel mundial, aunque no siempre disponía de la

oportunidad de disfrutar de ellos como me gustaría. El mes de enero de 1972 tuvimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en el Instituto Francés de Madrid, interpretando un programa exclusivamente de compositores ses: Robert Dubois, Eugene Bozza, Jean Francaix, Darius Mihaud y Francis Poulenc. A los pocos días conseguí localizar el clarinete que me gustaba, lo había visto en un catálogo de la firma Buffet, tuve la suerte de vender mi clarinete actual a un alumno, y compré el que acababa de salir al mercado, con mejores prestaciones a nivel acústico y técnico, mejor distribución en la colocación de los anillos, mayor agilidad y menor peso. ¿La marca? Por supuesto Buffet, cómo no. A los pocos días viajamos a Éibar con el quinteto, el programa que ofrecimos en el concierto era el habitual para casi todas las Sociedades Filarmónicas Españolas, lo teníamos preparado porque considerábamos que era el más atractivo, el que brillaba por su virtuosismo y su variedad estética. Al día siguiente, estábamos desayunando en el hotel y ofrecieron una noticia en televisión que nos cortó la respiración a los cinco: ETA había puesto en libertad al industrial Lorenzo Zabala después de cuatro días de secuestro.

—Estamos muy cerca de donde le tenían secuestrado…—murmuró mi compañero tragando saliva. —Sí, se nota por cómo permanece la gente pegada a la radio y a la televisión. — Dije observando alrededor. Los movimientos de los terroristas eran seguidos y temidos en todo el país, pero allí, en pleno corazón del País Vasco, se vivía de una manera especial. El ambiente era distinto.

El mes de febrero, siguiendo con el ritmo intenso de noticias que arrancaban el nuevo año, el diario Madrid anuncia, con gran impacto social, la venta de su patrimonio y, aunque no era nuevo para nadie el declive en el que estaba sumido este periódico, la repercusión de la noticia conmocionó a todo el mundo debido al efecto emocional y económico que tuvo para sus trabajadores y lectores. Ese mismo día, 3.500 trabajadores de la firma Michelin secundaron una huelga que provocó el cierre de la fábrica. Parece que se habían puesto de acuerdo. El año había empezado con un caos generalizado.

En ese mismo mes, el Cardenal Vicente Enrique y Tarancón es elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Esta noticia me preocupó habida cuenta de la personalidad del Cardenal, necesitábamos otro tipo de persona que pudiera entender mejor la realidad de nuestros días. A mediados del mes de febrero comienza a funcionar la central nuclear de Vandellós I en Tarragona, con desigual acogida por parte de la población, preocupados la mayoría por la seguridad en esta zona. Pero no todo podía ser negativo, a primeros de marzo se inaugura en Madrid el Tercer Festival Internacional de Teatro, con gran éxito de crítica y público. No era lógico que hubiéramos estado en el ostracismo teatral con respecto a otros países durante tanto tiempo, durante los tres años anteriores el festival de teatro se había esforzado en mantener y superar los problemas económicos y financieros, consiguiendo en esta tercera edición ponerlo al nivel europeo. A mediados de este mes se estrena la película italoamericana El Padrino, galardonada con el premio Óscar a la mejor película, mejor actor y mejor guión adaptado, otra de mis pasiones es el cine y, si hablamos de El Padrino, me quedo sin elogios. Y es que con tamaño elenco: Al Pacino, James Caan, Marlon Brando, Robert Duvall, Diane Keaton y un sinfín de grandísimos actores bajo la dirección de Francis Ford Coppola, no se puede pedir más. Desde principios del mes de abril vivimos momentos delicados en nuestro país por culpa del terrorismo. Seis de la banda terrorista ETA irrumpen en la iglesia de Galdácano en pleno oficio religioso para leer un manifiesto contra el gobierno sin que, afortunadamente, hubiera ningún herido. Entre los asistentes hubo varios desmayos y ataques de nervios debido a los incidentes acaecidos anteriormente, la información pone de manifiesto que el público que estaba dentro de la iglesia pensó que era un atentado terrorista, algunos de ellos sufrieron ataques de ansiedad, no era para menos, en aquellos momentos la tensión era palpable y el miedo a la organización crecía sin límites. El actor británico Charles Chaplin vuelve a Estados Unidos por primera vez, después de haber sido tachado de comunista e impedirle la entrada al país. A mediados del mes de abril despega el «Apolo 16» desde Cabo Cañaveral, lleva tres tripulantes dentro. El día 6 de mayo, con el fin de incrementar las mejoras que pueda aportar de cara al , la red española de suministro eléctrico aprovecha la puesta en funcionamiento de la central nuclear de Vandellós para incorporarla a su red de suministro. Las letras españolas están de enhorabuena, el

escritor Salvador Espriu y el dramaturgo Antonio Buero Vallejo son galardonados con el Premio de Honor de las Letras Catalanas y el ingreso en la Real Academia Española, respectivamente. Como ya he adelantado en estas memorias, soy «fan» incondicional del fútbol y me emocionó sobremanera la victoria del equipo de fútbol holandés Ajax de Ámsterdam, consiguiendo su segunda Copa de Europa. Pocos días después nos llega una importante noticia respecto al tenis nacional, el tenista español, Andrés Gimeno ganó el trofeo Roland Garros, venciendo en la final al francés Proisy. Esta noticia fue el prólogo de los éxitos que esperaban al tenis español durante los próximos 50 años. El día 28 de agosto cumplo 25 años. En septiembre de 1972, durante los XVII Juegos Olímpicos de Múnich, unos terroristas palestinos atacan los aposentos de la delegación israelí en la Villa Olímpica, con la presencia de 121 países y 10.088 deportistas. Este hecho revolucionó la opinión mundial y fue motivo de más de una película recreando la situación desde distintos puntos de vista. Emerson Fittipaldi consigue el Campeonato del Mundo de Pilotos de Fórmula 1, al tiempo que se estrena en París, la película El discreto encanto de la burguesía de Luis Buñuel, cineasta español en el exilio. Y así, como podéis ver, fue pasando un año cargado de intensidad que hacía temblar al mundo con noticias impactantes que hoy todos recuerdan, algunos con nostalgia, otros con pesar, pero todas ellas conforman parte de nuestra historia. Yo, con mis dulce veinticinco años (los veinticinco de entonces y no los de ahora, que han cambiado mucho), viví todos aquellos hitos. En cierto modo, siento que formé parte de la historia, de nuestra historia.

***

En el mes de noviembre damos un concierto con el Grupo de Cámara de la Orquesta Sinfónica de Madrid dentro del ciclo «Conciertos para la divulgación de la música», en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Isabel La Católica, dirigido por Vicente Spiteri y actuando Adolfo Garcés como solista. La denominación de «Grupo de Cámara» de la Orquesta Sinfónica de Madrid se empezó a utilizar debido al problema que suponía contar con un número

suficiente de profesores independientes que no pertenecieran a orquestas oficiales y hubieran alcanzado el nivel sinfónico requerido, debido a la creación de la Orquesta de Radio Televisión Española y la incompatibilidad que tenían sus músicos para tocar en otras orquestas. Esta situación coincidió con el cambio de domicilio del Conservatorio Superior de Música de Madrid el año 1966, trasladándose de la calle San Bernardo al edificio del Teatro Real en la plaza de la Ópera. Dicho cambio motivó una problemática para el entonces director, don Cristóbal Halffter, a partir de la cual presentó su dimisión. El «Grupo de Cámara» fue, además, una fórmula ideal para mantener a la agrupación e incrementar algunos conciertos de la Orquesta con este tipo de formación, por su versatilidad, su caché más asequible y la mayor facilidad de traslado y mantenimiento, aunque fuera mediante varios conciertos para escolares patrocinados por la Sección Femenina. En fechas cercanas al mes de noviembre, realizamos dos grabaciones con el Quinteto de Viento Koan en los estudios de RNE de Prado del Rey. Estaba en la cafetería de los estudios durante un descanso de la grabación, tomando un café y leyendo el periódico, cuando leo la siguiente noticia: «Dentro de la prisión de La Santé, en París, se realizan las últimas ejecuciones antes de clausurar la prisión. Son guillotinados los amotinados y asesinos Roger Bomtems y Claude Buffet. El verdugo es André Obrecht».

—Por favor, ¿En qué siglo vivimos? —le comenté con gran indignación a mi mujer al llegar a casa. —¿Ha sucedido algo en la Banda? —preguntó sabiendo que todo lo que se refería a la música y al trabajo me afectaba de especial manera. —No, simplemente he leído que en París todavía ejecutan a los presos. ¡Con guillotina! En pleno año 1972… ¡Qué atraso! —Dicen que son tiempos de cambio… A ver si es verdad. —Coincidió Marga con la misma pena que yo.

Entramos ya en el mes de diciembre y, dentro del ciclo «Conciertos para

Escolares», actuó el Quinteto de Viento KOAN en el Colegio Mayor Pio XII de Madrid. Habíamos presentado a la Diputación de Cataluña una propuesta para una gira del Quinteto de Viento Koan durante el mes de diciembre, donde ofrecíamos «Recitales para Jóvenes» con presentación a nuestro cargo en distintas ciudades y pueblos de Cataluña, pudiendo hacer a veces hasta cuatro conciertos diarios, dependiendo del número de alumnos que hubiera en cada municipio. Esta iniciativa tuvo muy buena acogida, hasta tal punto que nombraron a una persona delegada, próxima al Departamento de Cultura, para que nos acompañara en la gira y preparara los elementos organizativos en cada lugar, que se materializaría en las siguientes ciudades: Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona, además de varios Municipios importantes como: Castellfollit de la Roca, Cadaqués, Miravet, Besalú, Siurana, Tossa de Mar, Guimerá, Pals, Bagá, Roda de Bará y algunos más hasta completar veinte municipios. Si hay algo más maravilloso que vivir en primera persona la música, es poder contagiar este entusiasmo a las nuevas generaciones, haciendo despertar quizá, entre los jóvenes oídos que nos escuchan, el amor y las ganas de convertir la melodía en su futura profesión.

Capítulo 2

Conciertos para escolares en Cataluña. Diciembre 1972

El programa del ciclo se basaba en ofrecer en cada término municipal un concierto asequible musicalmente para alumnos entre diez y quince años, cuantificando los conciertos en base a la población infantil existente en cada municipio, con un máximo de cuatro conciertos en cada uno. Los conciertos tenían una duración de una hora entre la presentación y la música, y habían aprobado un presupuesto para viajes y estancia del quinteto cubierto por la Generalitat, (independientemente del caché acordado por cada concierto), que sería abonado al final del ciclo. El cuartel general sería siempre Barcelona. Actuamos durante veinticinco días, con excepción de los fines de semana por ser no lectivos. Un fin de semana aproveché para venir a Madrid y saqué billetes en el tren nocturno exprimiendo el tiempo lo máximo posible, hacía poco que nos habíamos casado y no le había dicho nada a mi esposa sobre esta escapada, era una sorpresa que me hacía mucha ilusión. Su rostro sonriente al verme compensó y borró de golpe el tiempo separados, porque un segundo juntos era mucho más intenso y valioso. Como había llegado el sábado por la mañana, decidimos salir de excursión a la Sierra de Guadarrama con nuestro grupo de amigos a pasar el día en la naturaleza ya que, aunque hacía frio, el sol brillaba de forma maravillosa. Fueron dos días increíbles donde me cargué de energía y amor. El domingo por la noche, sin embargo, tuve que volver a tomar el tren, al fin y al cabo, como bien dicen, todo lo bueno se acaba, tenía que continuar con los conciertos el lunes por la mañana. Aquello era un trabajo agotador, aunque era muy agradable averiguar la respuesta de los chavales, realizar la presentación, los ejemplos de cada instrumento con su historia y finalmente interpretar una obra en la que el instrumento en cuestión fuera protagonista. Después de todo esto estábamos contentos porque era un trabajo bonito y creativo, además, estábamos convencidos de que íbamos a recibir un dinero importante.

—Insólito, me parece insólito…—se quejó un miembro del quinteto sentándose con gran indignación en la mesa donde desayunábamos. —Sí…ya nos hemos enterado… —¿Cómo es eso de que no vamos a cobrar hasta dentro de un mes? ¡Llevamos semanas trabajando! ¿Cómo puede la propia Generalitat ser tan informal? —No nos desesperemos, puede que haya contratiempos que les exijan postergar los pagos, pero seguro cobramos en el momento que ellos indican. —Quisimos ser optimistas y no frustrarnos antes de tiempo.

Pero mantener el sosiego no sirvió de nada pues, después de tanta entrega, al final nunca vimos recompensa. El dinero jamás llegó. Menos mal que, al menos, los gastos de manutención y hotel estaban incluidos en su presupuesto de inicio y, por tanto, no tuvimos que pagarlos nosotros. Más que dinero, lo que perdimos fue tiempo, aunque prefiero pensar que, además de seguir ganando experiencia, tal vez nuestra entrega a la música sirvió para sembrar en alguno de aquellos chiquillos el interés por la cultura. Los conciertos de la Banda Municipal en las temporadas de otoño - invierno se celebraban en el Centro Cultural de la Villa de Madrid de la plaza de Colón, esto era un plus de responsabilidad por tocar en recinto cerrado, la sonoridad es más perfecta y se aprecian mejor las imperfecciones, afortunadamente también se aprecian mejor las calidades. Estábamos a punto de trasladar nuestra sede de la calle Imperial a la calle del Plomo, el Ayuntamiento había aprobado el traslado del Parque de Bomberos y, por tanto, de la Banda Municipal, a otro lugar para darle otra utilidad al edificio actual. Desde la Fundación de la Banda Municipal en 1907, y su ya famoso concierto en el Teatro Español el 2 de Junio de 1909, la Banda estuvo ubicada en diferentes sitios, lo cual siempre fue causa de malestar entre los propios músicos, porque las condiciones acústicas y ambientales de las salas elegidas no lo eran pensando en una Banda de 100 músicos, con connotaciones especiales en cuanto a sonoridad y amplitud de espacios para instrumental, archivo de partituras, salas de estudio, de ensayo particular, etc., sino en función de la disponibilidad de los

locales que tenía el Ayuntamiento, independientemente de que reunieran las condiciones deseadas. La nueva sala estaba ubicada en la calle del Plomo, según habíamos escuchado era un local que no reunía las condiciones para acoger a la Banda, la prueba inequívoca la aportó el tiempo cuando, tras varias protestas de los músicos, derivaron en una denuncia, con presentación de certificados médicos, que reflejaban un aumento de malestar en los oídos, con principios de sordera progresiva, debido a que el local tenía el techo muy bajo y afectaba auditivamente a los profesores. Con todos estos problemas y alguno más, estuvimos en ese local hasta 1985, año en que dejaría la Banda Municipal de Madrid para trasladarme a la Cátedra de Clarinete del Ministerio de Educación y Ciencia en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca. Posteriormente, he podido saber que la peregrinación de la Banda continuó durante los años siguientes: estuvieron en la calle del Plomo hasta 1993, pasaron al Teatro Auditorio de la Casa de Campo hasta 1995, después los trasladaron al Pabellón 12 de la Casa de Campo desde 1995 hasta el 2017 y, finalmente, los trasladaron de nuevo al Auditorio de la Casa de Campo hasta el día de hoy, 2020. No podrá decirse que no sea una banda viajera. Durante el mes de enero de 1973 tenemos varios conciertos con el quinteto de viento, en los cuales hemos incrementado algunos cambios en el programa que nos obliga a ensayar entre cada concierto para preparar las obras que vamos incorporando. El día 15 tocamos en Villena, en el Salón de Actos del Ayuntamiento. Llegamos a nuestro destino a las doce del mediodía y nos pusimos en o con el concejal de cultura para que nos orientara en cuanto a la dirección del salón y si había alguien que nos pudiera atender.

—No os preocupéis, podéis ir yendo a acomodaros al hotel mientras yo hago las gestiones pertinentes, os llamo enseguida. —Dijo muy convencido.

Vemos algunos carteles que anuncian «Concierto del Quinteto de Viento KOAN en Villena» pero no pone nada del lugar, ni siquiera de la hora, detalle que nos llama la atención, pero imaginamos tienen controlado.

—Hola, Adolfo, verás, hay un tema que quiero comentaros…—el tono del concejal es apurado, puedo sentirlo desde el otro lado de la línea. —Dígame, ¿Qué sucede? —Ha habido un error en la imprenta y no han puesto los datos del lugar, dirección ni horario... —Sí, lo acabamos de ver, pero hemos pensado que tal vez habían hecho un anuncio en el Ayuntamiento o algo que lo aclarase… —Me temo que no…—balbucea incómodo. —¿Y qué se puede hacer al respecto? —Nos acabamos de poner a trabajar en ello, me han asegurado que a las dos de la tarde estará todo informado y colgado, que han llamado a la radio y al periódico local para que dé la noticia. —Explica para mi alivio, aunque sigo percibiendo cierta inquietud en su forma de hablar.

Pese a mi incredulidad y descontento, no puedo decirle nada más, aunque ya me gustaría. Reservo las opiniones y comentarios que cruzaron mi mente, por no distraernos de la temática del libro… Vamos al salón para realizar un pequeño ensayo y situarnos en la acústica real. No suena mal, preguntamos al encargado si pueden colocar unas cortinas en una de las paredes que están recubiertas con espejos, y me dice que sí, que las puede colocar en veinte minutos, algo va saliendo bien. Después de colocar las cortinas el sonido ha ganado mucho y, como todavía no tenemos noticias del concejal, nos vamos a tomar un café.

—¡Todo listo! —Exclama llamándome en ese preciso instante.

—¿De verdad? —Aún estamos en vías de solución, pero sí, todo listo. Os garantizo una afluencia de público de quinientas personas. Va a ir todo como la seda…

Sinceramente, me muerdo la lengua, pero pienso que está tratando de tranquilizarme, no obstante, lo comunico a mis compañeros y, como ya hemos hecho la prueba acústica, nos relajamos y vamos a dar un paseo por Villena hasta la hora de comer, después dormiremos un poco e iremos al concierto a ver lo que nos espera. Mientras damos el paseo comentamos el concierto que hicimos en Villena el verano pasado con la Orquesta Sinfónica de Madrid, todos lo recordábamos, cuando llegamos al pueblo era Fiesta Nacional y, dado inicialmente a las exageraciones, nuestro director no paraba de saludar a unos y otros de forma muy familiar.

—Buenos tardes señor Alcalde. —Saludé ceremonioso. —Buenas tardes, veníamos a saludar al Maestro Spiteri. —Claro Alcalde, inmediatamente le aviso.

Dicho esto se abrió la puerta del camerino y apareció el Maestro en mangas de camisa y con su ya famosa canana donde llevaba el revólver, se abalanzó a darle un abrazo al Alcalde.

—Maestro —dijo el Alcalde—. Qué placer volverle a ver —mientras se daban un abrazo—. Ten cuidado con el revólver que casi se te cae al suelo. —No te preocupes, que está bien seguro. —Además con el frac se ocultaba totalmente. Lo cual significaba que salía a dirigir con el revólver bajo el frac.

Durante la caminata fueron saliendo más anécdotas, ya que todos habíamos sido alumnos suyos en la clase de Conjunto Instrumental del conservatorio. El Maestro aparecía sistemáticamente en el salón de ensayos repeinado, con una toalla al cuello, en mangas de camisa y la famosa canana con el revólver. Subía al atril y, lo primero que hacía, era sacar el revólver y depositarlo en el atril a la vista de todos, aquello nos chocaba mucho y había quien decía que temía que le fueran a atracar. Así fue transcurriendo nuestro paseo por Villena cuando pasamos por un restaurante que conocíamos y hacían muy buenos arroces, ya no necesitábamos más. Comimos y fuimos al hotel para descansar un poco antes del concierto, la siesta no la perdono mientras pueda, porque sigo siendo un dormilón. Cuando llegamos a la sala faltaba una hora para comenzar el concierto, estaba todo en orden y ya había bastantes personas esperando, solo faltaba colocar los atriles y las sillas donde nosotros pidiéramos. El concierto fue un éxito, Villena tiene fama de ser una ciudad muy musical y lo demostró con la atención que nos prestó y los aplausos que nos dedicaron. Pese al susto y los contratiempos de última hora, al final el concejal tenía razón, todo salió como la seda.

Capítulo 3

Concurso Internacional Gaudeamus

En el mes de febrero de 1973 programamos la grabación de la obra Kukulcan, de Tomás Marco, en los estudios RCA de Madrid. Era una obra escrita y dedicada para nosotros y, según nos explicó el propio Marco cuando estábamos montando la obra, se inspiró en el Dios maya del viento, porque Kukulcán era uno de los dioses más apreciados y adorados por dicha civilización. Marco nos dijo que la obra se ajustaba absolutamente a los parámetros de las consecuencias del viento, aplicándolo a la técnica contemporánea de nuestros instrumentos, consiguiendo efectos insospechados en sus distintas acepciones y magnitudes. Debo decir que, allá donde la interpretamos, causó sensación por los efectos que conseguía distorsionando los instrumentos y cambiando las dinámicas a favor de los «sonidos especiales» que podíamos producir. Paseamos esta obra durante años por doquier porque siempre era un éxito y la llevamos al Concurso Gaudeamus de Róterdam, el 15 de febrero de 1973, junto a otra de Günther Becker que nos encantaba, se llamaba Serpentinata y era igualmente efectiva en cuanto a resultados sonoros. Conseguimos el segundo premio, que no era poca cosa en un festival de esas características, ya que el primer premio se lo llevó Harry Sparnaay, el clarinetista bajo más espectacular que he escuchado en mi vida. Ubicarse tras él fue, sin duda, todo un honor. Al regreso de Róterdam teníamos una gira de conciertos con el quinteto que comenzaba en Villanueva de Castellón. Recordamos nuestra estancia en el pueblo cuando vinimos al Certamen de Bandas, además, las personas del pueblo también nos recuerdan con mucho cariño. Nos prepararon una bienvenida al estilo «Bienvenido, Míster Marshall» más o menos. Querían prepararnos paellas y comida para alimentarnos bien, pero les dijimos que estábamos de gira y debíamos cuidarnos. El concierto fue apoteósico, sobre todo en lo concerniente a la respuesta del público, hay que recordar que es un pueblo «muy musical», con muchas personas dedicadas a la música, aunque fuera de forma amateur, y saben distinguir perfectamente lo bueno de lo malo en lo que a interpretación musical se refiere. A esto había que sumarle la cercanía que sentían hacia nosotros por haber compartido los momentos de ensayos, paellas y concierto del certamen ¿El resultado? Una verdadera fiesta. Nunca podré olvidar a estas personas tan hospitalarias. Y es que buena música, acompañada de buena gente y buena

comida, es uno de los mayores lujos de esta vida. Al día siguiente salimos en dirección a Alicante para ofrecer nuestro concierto, llegamos al hotel a las doce y media de la mañana. El día estaba precioso, con dieciocho grados de temperatura no parecía que fuera febrero. El Hotel Meliá de Alicante tiene una ubicación verdaderamente envidiable, el edificio está construido en paralelo al mar, orientadas las habitaciones directamente a la playa, de forma que parece que la puedes tocar. Me dejé vencer por la tentación y, apoyando la maleta y el instrumento encima de la cama, me cambié rápidamente y bajé a la playa. No hacía nada de frío, pero el agua estaba fresquita, como puede esperarse en pleno invierno. Cuando me iba a meter, aparecieron dos compañeros y ya no hubo vuelta atrás.

—No creerías que eras el único al que se le había ocurrido esta idea ¿Verdad? — bromeó ahogando un suspiro cuando una ola le salpicó. —¡Venga! ¡Sin pensarlo! —comentó valiente otro compañero zambulléndose rápidamente.

Fue uno de los baños más relajantes, y a la vez vivificantes, que me he dado en la vida. Después, fuimos a comer a casa Rocher, que estaba un poco más adelante siguiendo el paseo marítimo, donde preparaban los pescados más deliciosos que se pueda imaginar. Mientras vivía aquellas situaciones, y ahora que las rememoro, pienso en el célebre dicho «la vida del músico es muy arriesgada» y llego a la conclusión de que me encanta ese tipo de riesgo. Yo me arriesgué a tomarme una lubina a la espalda y no me pasó nada, salvo un ataque de placer difícilmente igualable. Después del concierto pudimos disfrutar de una velada maravillosa frente al mar en la terraza del hotel, recordando el concierto y sus peculiaridades, siempre las hay, traspiés que habían ocurrido como consecuencia de querer arriesgar en beneficio de la música y calidad del quinteto. Nos acostamos temprano porque, aunque Manresa no está muy lejos, había que viajar y comenzar de nuevo como en la famosa película Empieza el espectáculo. Hicimos el viaje a la mañana siguiente, madrugando y conduciendo con

tranquilidad. Nos cundió mucho, ya que todo el viaje transcurría por autopista. Llegamos a Manresa a las once y media, la distancia del hotel a la sala de conciertos no era muy grande y nos acercamos dando un paseo para hacer la prueba acústica y comprobar que no se nos había «olvidado» el programa. Estuvimos trabajando durante una hora y media y constatamos que la acústica no era del todo favorable, el sonido desaparecía casi instantáneamente, sin tiempo a que llegara en toda su intensidad al oyente. La sala tenía forma de embudo, no muy pronunciado, y les propusimos a los organizadores cambiar la disposición del escenario, que era movible afortunadamente, para que la parte estrecha del embudo fuera la que estaba en el escenario, de esa forma los sonidos salían y se amplificaban cuando llegaban al público. Dicho esto, les ayudamos a colocarlo y comprobamos que la acústica había cambiado radicalmente. Bendito ensayo, nos ayudó a hacer uno de los conciertos más bonitos de nuestra vida, pudiendo jugar con las frases, las melodías, los sonidos y hasta con los ritmos. Después del concierto los organizadores nos invitaron a cenar.

—Tengan cuidado, porque les sale más a cuenta comprarnos un traje a cada uno que invitarnos a cenar. —Advertí sin que me hicieran mucho caso. Era un chascarrillo que me gustaba utilizar en ambientes distendidos porque, verdaderamente, comíamos como auténtico «heliogábalo».

Y es que sí, ser músico en tamañas circunstancias tiene sus riesgos, principalmente el riesgo de pegarte un empacho.

Capítulo 4

Festival Internacional de Orleans

Regresamos a Madrid satisfechos del resultado de nuestra gira y, ya entrado el mes de marzo de 1973, patrocinados por la Embajada sa en Madrid, acudimos al Festival Internacional de Orleans con el quinteto. Dicho festival tenía una larga y dilatada trayectoria, habían actuado en él los artistas más prestigiosos del mundo y, para nosotros, era una ocasión única. El Quinteto de Viento KOAN se estaba haciendo un hueco importante en los grandes festivales europeos, recibiendo constantemente propuestas de compositores para que les estrenáramos sus obras. El concierto transcurrió dentro de un ambiente cálido y favorable por parte del público asistente. Decían que no estaban acostumbrados a recibir artistas tan jóvenes, dada la programación habitual del Festival, supongo que eso generaba cierta expectación o duda. Ofrecimos un programa de compositores europeos contemporáneos, incluyendo nuestro país, por medio de la obra de Tomás Marco Kukulcan, que fue nuevamente un éxito tremendo. Finalmente nos pidieron dos propinas en las cuales interpretamos obras más virtuosas y menos contemporáneas, como el Scherzo de Charles Stainer y el Pequeño Negro de Debussy. El director del Festival, una vez terminado nuestro concierto, nos quiso agasajar llevándonos a cenar al mejor restaurante de Orleans. Como no, otro concierto que terminaba alrededor de una mesa. Cuando llegamos, me sorprendió la apariencia del edificio, antiguo y nada sofisticado. Al entrar, el maître nos condujo a lo largo de inmensos pasillos con multitud de puertas a los lados, hasta una habitación de reducidas dimensiones, no creo que tuviera más de cinco metros cuadrados, vestida con seis sillas alrededor de una mesa de forma ovalada. El mobiliario estaba constituido por dos armaritos, uno de cristaleras para las copas y otro cerrado para cuberterías y demás utensilios. Nos sentamos y, con discreción, el maître miró al director buscando su aquiescencia para comenzar. Éste hizo un gesto con la cabeza y comprendimos que «el concierto iba a comenzar». Empezaron a traer alimentos exclusivos de la zona: codornices, foies, caracoles, pasta y no recuerdo cuántas cosas más. No había prisa, cada degustación

requería su tiempo. Una vez se servía el plato a cada comensal, comenzaba el rito de los vinos. Por no extenderme más, debo contar que tomaríamos alrededor de veinte platos diferentes de forma relajada y tranquila, casi en forma de aperitivo y, nada más servirlos, aparecía el sommelier con un vino distinto cada vez, que daba a probar al director. Hasta en más de cuatro ocasiones lo rechazó e inmediatamente cambiaban el vino, volvían a ofrecérselo y daba su veredicto. Me gustaría que nos hubieran grabado porque, a tenor de los comentarios posteriores entre nosotros, debíamos tener unas caras muy graciosas. Este señor era muy culto, todo educación y sabiduría, hablaba español perfectamente y conocía nuestra vida e historia con una exactitud casi irreverente.

—¿Qué hora es? —pregunté al abandonar el local. —Las dos de la madrugada…—murmuró mi compañero abriendo los ojos de par en par, casi sin creerse la cantidad de tiempo que habíamos invertido en esa cena. —Deberíamos estar muy borrachos… —Pero no lo estamos…—comenté con sorpresa y serenidad— ¿Cuánto hemos bebido? —Dejé de contar a partir del décimo vino que probamos. —Todos exquisitos y a temperatura perfecta ¿Verdad? —Me siento en el paraíso. —Confesé muy satisfecho, con una claridad mental envidiable y mi paladar colmado de sabores como nunca antes lo había estado—. No sé si lo he dicho alguna vez, pero me encanta mi trabajo.

Al volver a Madrid comenzamos a preparar el programa del concierto de San Sebastián, que contenía dos obras nuevas para nosotros. Se trataba de un encargo del Ayuntamiento local para entregar una medalla a Carmelo Bernaola, Mikel Laboa, y Luis Muguruza. Finalizando el mes de marzo, viajamos a San Sebastián para ofrecer el concierto del Quinteto de Viento KOAN en el Teatro Principal. Este teatro era el más

antiguo de la ciudad, lo derribaron en 1930 y, tras su renovación, era un edificio de clara inspiración clásica. El programa que hicimos tenía un marcado acento vasco por las connotaciones explicadas anteriormente, con composiciones de Jesús Guridi, Carmelo Bernaola, Juan Crisóstomo Arriaga, Mikel Laboa y Luis Muguruza. El ambiente en el teatro era de fiesta total, gran gala en cuanto a las vestimentas y mucho «Alto Cargo» de distintas corporaciones. Para nosotros fue un concierto muy trabajado porque había obras de estrenos absolutos y otras que, sin llegar a serlo, no eran de nuestro repertorio habitual. En abril tuvimos cinco conciertos, cuatro de ellos en la zona centro de España: Campo de Criptana, Logroño, Soria, Burgos y el quinto en Cádiz. Comenzamos la gira en Campo de Criptana, concierto para el cual habíamos preparado un programa especial para honrar las connotaciones artísticas que confluían en dicho pueblo. Afortunadamente, Criptana está muy cerca de Madrid, lo cual nos permite hacer nuestro ensayo con la Banda Municipal y salir a la una hacia Criptana. El viaje dura escasamente dos horas, motivo por el cual llegamos a la hora de la comida. En la Junta Directiva del Ayuntamiento estaba como responsable del Área de Cultura el padre de dos chicos que estudiaban entonces en el Conservatorio y llegaron a ser Solista de la Orquesta Nacional de Flauta y Profesor de Oboe del Conservatorio de Amaniel de Madrid, respectivamente. Una saga de músicos familiar con la cual teníamos muy buena relación porque, además de ser excelentes personas, estaban haciendo una labor estupenda en la Academia de Música del pueblo, sacando constantemente nuevos músicos de buen nivel. Por este motivo pensamos en un programa que podía interesar a mayores y pequeños desde una perspectiva más musical. Cuando llegamos estaba todo preparado, ya que tenían experiencia en estas cosas debido a la multitud de concertistas que pasaban por allí, no en vano Criptana era, posiblemente, el pueblo con más actividad de conciertos de España en aquellos momentos. Tuvimos sobremesa después de la comida y mi siesta se esfumó en el limbo de los justos. Hicimos el concierto muy a gusto y rodeados de entusiasmo y fervor por cantidad de chavales muy jóvenes, junto a sus familiares, que aspiraban a hacer lo que estábamos haciendo nosotros, hay pocas cosas que motiven más que eso. Terminamos el Concierto y estuvimos departiendo un tiempo con los chicos y el resto de público que se acercó y no paraba de preguntarnos cosas. Después de un tiempo prudencial, nos disculpamos explicando que teníamos que volver a Madrid, porque al día siguiente teníamos ensayo con la Banda Municipal antes

de salir de viaje nuevamente. Como suelen decir los entendidos, la fama cuesta. Al día siguiente de aquel gran espectáculo musical en Criptana, hicimos el ensayo con la Banda Municipal y continuamos el viaje hacia Barco de Valdeorras. Estaba un poco contrariado porque esa tarde se estrenaba en Toledo la obra sinfónica de Claudio Prieto Catedral de Toledo, encargo de la Dirección General de Bellas Artes y destinada a la «V Decena de Música de Toledo», que se interpretó en la catedral toledana. Lamentablemente, no pude asistir por mis obligaciones profesionales, y digo lamentablemente porque, al margen de que me gustaba la música que hacía Claudio Prieto, me une una buena amistad con él. Al día siguiente, 21 de mayo de 1973, se trasladó el local de ensayos de la Banda Municipal de Madrid, de la calle Imperial a la calle del Plomo. Llegamos a Barco de Valdeorras pasado el mediodía, habíamos parado a comer en un pueblecito minúsculo que nos habían recomendado para tal fin, y puedo asegurar que nuestras fuentes no se equivocaron. Dimos el concierto en la Casa de la Cultura con buena afluencia de público, al final del cual el Alcalde y parte de su equipo nos invitaron a cenar, eran personas muy cercanas que no tenían mucha idea de música, pero sí una gran curiosidad. La cena transcurrió de forma muy relajada hasta que nos propusieron tomar un aguardiente típico del pueblo, hecho en casa, y aceptamos con un poco de prevención.

—Bueno, no os preocupéis, que por hoy no tenéis que tocar ni conducir más… —nos dijeron con una gran sonrisa mientras llenaban los vasos.

Por supuesto, nos pareció buen argumento, a fin de cuentas, ese aguardiente tenía una pinta magnifica. Durante el mes de julio hicimos una gira de tres conciertos por Logroño, Soria y Burgos. Como estábamos en plena temporada de conciertos con la Banda Municipal de Madrid, los intentábamos distribuir agrupados para no tener que pedir permisos. En primer lugar, fuimos a Logroño el 10 de julio. Nos alojamos en el Hotel Meliá, muy céntrico y cerca de la sala de conciertos. Como es nuestra costumbre, salimos a visitar la sala, en la que ya habíamos tocado anteriormente y comimos en uno de los muchos restaurantes de la calle Laurel.

Después de un merecido descanso dimos un concierto que encantó al público y organizadores, esa noche perdonamos la cena en beneficio de ir a descansar cuanto antes. Tras una noche reparadora, salimos para Carballino, la distancia era pequeña, 137,8 Km, aunque contando con la red de carreteras de Galicia en aquellos tiempos, fácilmente podía tardarse dos horas para realizar el trayecto. El concierto en Carballino era a las ocho y media de la tarde en el Salón de Actos del Ayuntamiento, como de costumbre, preguntamos si podíamos hacer una prueba de acústica hacia las seis y dijeron que darían las instrucciones precisas para que estuviera preparada la sala a esa hora. Ese día sí pude disfrutar de una buena siesta, cosa que a mí me reconforta mucho. Acudimos al Ayuntamiento para hacer el ensayo previo y nos llevamos la sorpresa con la sala, era de mediana amplitud, cabrían 400 personas, pero estaba diseñada con un estilo y maestría fuera de serie. Nos pusimos a tocar y sonaba bastante bien, aunque con un poco de reverberación, problema que nos dijeron se solucionaría una vez estuviera sentado el público. Efectivamente así fue, a la hora del concierto estaba la sala llena y la actitud de las personas, en los momentos previos al concierto, era verdaderamente ejemplar, con un silencio denso y respetuoso. Parte del éxito de aquel concierto se lo debemos a ese público que nos preparó, y transportó, a nuestra mayor concentración artística. Los gallegos son gente hospitalaria, eso es bien conocido en España, pero tienes que estar con ellos para comprobar hasta qué punto lo son. Cuando terminó el concierto, la antesala de los camerinos se llenó de gente, muchos jóvenes entre ellos, con sus programas en la mano para que se los firmáramos. El Alcalde había encargado la cena en un restaurante del pueblo y allí nos dirigimos para reponer fuerzas. Nos explicaron las características de este pueblo y su historia, entre marisco de primera calidad, pescado recién cogido y un postre típico de la zona que estaba para chuparse los dedos. La sobremesa se dilató bastante, en parte porque eran muy buenos conversadores y en parte porque tenían argumentos muy poderosos, como el famoso aguardiente de Carballino. Nos levantamos tarde, ya que la distancia a cubrir hasta Ribadavia, que era donde teníamos el siguiente concierto, era muy corta, apenas veintiún kilómetros. De todas formas, salimos a las diez de la mañana con la idea de conocer un poco el pueblo y pasear por él, además de hacer nuestro ensayo previo habitual para conocer la acústica y acostumbrarnos a su sonoridad.

Llegamos a Rivadavia en media hora, ojeando el plano pude averiguar que está en plena comarca de Ribeiro, situado al suroeste de la provincia de Orense. El pueblo es precioso, con una población de unos 7.000 habitantes, tienen un castillo medieval que realiza anualmente una «Mostra Internacional de Teatro», además nos recomendaron en Carballino que nos acercáramos a las «Pozas de Melón», pero dijimos que no teníamos tiempo para hacer turismo. El concierto era en el Salón de Actos del Ayuntamiento y cuando llegamos a última hora de la mañana, ya estaba preparado para nuestro ensayo. El resultado de la acústica no era muy bueno, porque se perdían gran parte de los tonos agudos, mientras que los centrales y graves aparecían descoloridos. Llegamos a la conclusión de que este resultado se debía a las cortinas y artesonados que están colocados para adornar el salón, de manera algo recargada debo decir. Fui a hablar con el encargado de la sala y le planteé la posibilidad de eliminar total o parcialmente los adornos en las paredes durante el concierto. Fue a hablar con el Alcalde y aceptó la propuesta, con lo que nos pusimos manos a la obra. Gracias a eso obtuvimos una sonoridad bastante acorde con nuestros deseos. Sabíamos que era bastante habitual encontrar salas que no reunían las condiciones idóneas para albergar un concierto, principalmente porque no estaban diseñadas para ello. Por eso teníamos mucha experiencia en aconsejar las mejoras que se pudieran efectuar en cada caso. El concierto se desarrolló dentro de un ambiente de recogimiento sobrecogedor, como ya era habitual en Galicia. Una vez terminado, el Alcalde se disculpó con nosotros por no poder acompañarnos en la cena, debido a una reunión importante con todo el equipo municipal. Le expresamos nuestro agradecimiento y nos despedimos contentos de tener un día la cena para nosotros solos. Cenar bien en Galicia no es nada complicado, no obstante, nos informamos sobre algunos restaurantes para poder elegir. Nos decantamos por uno que databa del siglo XVIII, también hotel, denominado «Casal de Armán». Cenamos maravillosamente, con un servicio impecable, vistas espectaculares y buenísima comida. Algunos pensarán que además de un libro sobre música emulo a la mismísima guía Michelin, pero es que, parte de la magia de mi trabajo ha estado marcada por esos recorridos únicos y esas mesas de ensueño. Qué le vamos a hacer, uno no solo sabe hacer música, también sabe comer. Salimos de Ribadavia al día siguiente en dirección a Madrid. De camino, paramos a comer en el Hostal Landa de Burgos.

Ya en Madrid, retomé mi vida habitual con los ensayos de la Banda, el estudio diario y los ensayos con el quinteto, preparatorios del concierto que teníamos en el Colegio Mayor José Antonio de Madrid, que ofrecía un programa específico de compositores madrileños. A principios del mes de junio, solicitaron un concierto en Cádiz desde su Departamento de Cultura.

—Al parecer se hace un homenaje a un hijo adoptivo de la ciudad y quieren incluir un concierto de cámara previo al acto. —Nos informó quien tenía todos los detalles por vía telefónica. —Pues la verdad es que la celebración de este concierto nos pilla un poco a trasmano… Mucha distancia, muchos gastos en viaje…—resopló un compañero del quinteto ante gestos afirmativos de los demás. —Por no decir que tenemos que pedir permiso en la Banda Municipal para realizar nuestras actividades coincidentes con las actividades de la agrupación. —¿Y si pedimos un caché más alto? Si nos lo dan, cubrimos gastos y nos sobra, con lo cual ya merece la pena, y si no, pues nada, y a otra cosa…

Eso mismo hicimos y nos resultó bien la idea, pero al parecer, hicimos mal los cálculos, pues nuestro caché no debió de ser lo suficientemente desorbitado: «lo aceptaron enseguida». En esa cifra se incluía viaje en tren, estuvimos valorando el avión pero no nos apetecía, el hotel para dos noches y las correspondientes dietas de los tres días. Les pregunté el programa que elegían para la ocasión y no tenían ninguna preferencia, con lo cual colocamos el que habíamos paseado por Galicia el mes pasado. Fueron unas vacaciones pagadas maravillosas, porque estuvimos colmados de atenciones, sin conducir y viajando cómodamente en tren, en un hotel idílico con una piscina de lo más tentadora y un buffet de cine. En honor a la verdad, el concierto salió estupendamente, aunque con sinceridad no sé si supieron disfrutarlo, porque había una multitud de personas que, en general, estaban realizando relaciones públicas y luciendo sus mejores galas. En definitiva, estaban a otra cosa.

El resto del mes de junio lo dediqué por entero a los ensayos de la Banda, a mi estudio personal y a mis aficiones personales y familiares, hasta que comenzamos a preparar con el quinteto la grabación que íbamos a realizar en los estudios de RNE de Prado del Rey. Porque lo habitual era que, cuando había descansos, nunca fueran muy largos.

Capítulo 5

Gira con el Quinteto de Viento Koan

Como era nuestra costumbre, salvo que conozcamos muy bien la sala, nos gusta hacer una prueba acústica unas horas antes del concierto, y así lo hicimos en Logroño, aunque no hacía ni dos meses que habíamos estado allí. Las últimas veces no habíamos tenido ocasión de entrar en la famosa «Senda de los Elefantes», situada alrededor de la calle Laurel. Después de aquél concierto no podíamos negarnos a disfrutar de sus manjares, eran las dos de la tarde y había tanta afluencia de público que no se podía caminar, me recordaba un poco al «Tubo» de Zaragoza con otro estilo. Estuvimos dando vueltas por allí durante dos horas, como teníamos el concierto por la tarde debíamos controlar los excesos de comida, aunque no nos resultaba nada fácil, pero a pesar de eso, disfrutamos con el ambiente que se percibía, además de los olores y la vista que se iba detrás de cada persona que estaba degustando alguna exquisitez. Yo trataba de memorizarlo para probarlo por la noche. Reconozco que me extiendo excesivamente en estos momentos, pero es que solo el recuerdo me excita la pituitaria. El concierto salió estupendamente, con el programa que conocíamos bien y disfrutábamos especialmente porque jugábamos musicalmente con la frases y los acompañamientos, los unos con los otros y todos con la música, dejando esta o la otra frase muy piano para obligar al compañero a que igualara la proeza, o cuando había algún pasaje maldito, de esos que cuando van a llegar se te queda helada la sangre hasta que pasa, entonces los demás aumentábamos un poco el tempo para complicárselo todavía más. En fin, juegos preciosos que hacen de la interpretación de la música un arte imposible de igualar. Por eso me gusta tanto la música de cámara, porque me permite tocar con personas que yo he elegido y que tienen muchas cuestiones similares a las mías, empezando por el talento y la sensibilidad. Al día siguiente salimos de Logroño temprano, el viaje a Soria fue delicioso, ya que la mayor parte del mismo transcurría por autovía y el tiempo nos acompañaba. Como siempre, al llegar fuimos a la sala del concierto, que en este caso era la del conservatorio, y realizamos algunas pruebas de acústica después de lo cual llegamos a la conclusión de que no tenía remedio. Era una sala que no

estaba pensada para conciertos, aunque tenía un aforo para 500 personas, quizás para algún examen de solfeo o similar, pero desde luego no para escuchar música. Como mal menor, optamos por cambiar la distribución de nuestros puestos. La formación habitual del quinteto de viento es la siguiente: sentados en semicírculo, flauta y clarinete uno enfrente del otro, oboe y trompa al lado de los anteriormente citados uno enfrente de otro y el Fagot en medio del semicírculo. Acústicamente esta formación funciona muy bien porque se complementan los instrumentos si la acústica es buena. Si no, merece la pena colocar la trompa en el centro, el oboe en el lugar del clarinete y de esa forma flauta y oboe, los dos instrumentos más melódicos están en la parte de fuera y fagot y clarinete intercalados en ambos bandos. La cosa funcionó bastante mejor acústicamente, aunque nosotros tocamos más incómodos. La noche de Logroño nos había dejado tocados a todos, motivo por el cual después del concierto de Soria decidimos ir a dormir prontito para recargar pilas y llegar a Burgos de una forma mínimamente presentable. En Burgos no reservamos hotel porque saldríamos para Madrid después del concierto. Era 18 de julio de 1973, y al día siguiente teníamos ensayo en la Banda Municipal a las diez de la mañana. Al llegar a la Casa de la Cultura, colocamos los atriles, repasamos las luces y los camerinos y nos fuimos a dar una vuelta por Burgos.

—¿Qué os parece si nos damos un buen homenaje? —propuse mirando el reloj, viendo que la hora de la comida se acercaba. —¿No lo hacemos casi siempre? —Bueno, hoy es especial pues es el final de la gira. ¿Vamos a Casa Ojeda? —¿Casa Ojeda? ¿Debería conocerlo? —había dos del quinteto que no lo conocían, así que no hubo que discutir más.

El restaurante estaba en la calle Victoria nº 5. Comimos estupendamente, pero nos dejamos una buena parte del caché en el restaurante y, ya que en Burgos no había siesta, me fui a dar una vuelta para espabilarme y bajar la comilona.

El concierto fue de lujo, parece que queríamos lucirnos en la última actuación de la gira, el salón estaba a rebosar y gran parte de la gente estaba de pie, todos ellos con una actitud y una entrega maravillosa, tocar así es una bendición. Terminamos el concierto y nos querían invitar a cenar, pero pusimos el pretexto del viaje, aunque la realidad era que todavía no habíamos terminado de digerir la comida, nos disculpamos y salimos para Madrid. Me tocaba conducir, menos mal que siempre me ha divertido mucho y me entretiene tanto que no me entra sueño. El mes de agosto cumplí 26 años. Parece increíble pero solo ha pasado un año desde mi anterior cumpleaños, como si hubiera pasado un siglo, 26 años llenos de experiencias y aventuras.

Capítulo 6

Teatro Principal de Zaragoza, la familia. «El Tubo»

El día 16 de septiembre teníamos un concierto del quinteto en Zaragoza. Salimos de Madrid a las ocho de la mañana porque queríamos hacer un pequeño ensayo antes de comer. El concierto era en el Teatro Principal y conocíamos bien su acústica, habíamos estado tocando allí con la Orquesta Sinfónica de Madrid, pero no con el quinteto. La acústica del Teatro Principal es muy buena, sobre todo si se trata de un grupo de cámara y se coloca muy cerca de las butacas una vez bajado el telón principal para que proyecte el sonido hacia el patio de butacas. Habitualmente, en el teatro hay una persona que conoce muy bien su oficio y aconseja la colocación en función de las características del grupo.

—Pero si eres el hijo de Adolfo Garcés, sobrino de Aniano Garcés…—comentó el susodicho con una sonrisa de oreja a oreja, contento de encontrarse con un viejo conocido. —Sí, mi padre y mi tío…—afirmé con cierta timidez, esos momentos en los que te reconocen como en los pueblos por ser hijo de o familiar de, siempre son curiosos. —Lo de la música es de familia ¿Eh? —Sonrió señalando mi clarinete—. No os preocupéis, que os voy a dar truquitos para que saquéis el máximo partido al sonido en esta sala

En efecto, estuvo todo el tiempo con nosotros, aconsejándonos y ayudándonos en lo mejor para cada caso. Mi tío Aniano era el Jefe de la Policía Municipal de Zaragoza y tocaba la trompa en la Orquesta Sinfónica de Zaragoza, que en tiempos tuvo temporada de conciertos muy interesantes y con un buen puñado de abonados que sostenían la

realización de los conciertos. Poco a poco la Orquesta fue decayendo hasta que, en esos momentos, hacían solo conciertos esporádicos a petición de empresas o actos institucionales, algo similar a lo que hacía la Orquesta Sinfónica de Madrid. Una vez colocado todo en su sitio nos pusimos a tocar y nos agradó la acústica conseguida. Como era temprano, aproveché para ir a ver a mi familia y quedé más tarde en reunirme con el quinteto, eran las dos y media, ya imaginaréis lo que se hace a esa hora. Ninguno conocía el famoso Tubo más que de oídas, y les apetecía que se lo enseñara. Les hablé de las «madejicas» y otras exquisiteces de la cocina aragonesa, de las que estaban llenos los bares por allí, estuvimos un par de horas paseando y tomando aperitivos, hasta que decidimos que ya teníamos bastante y no era necesario comer más, por lo que volvimos al hotel a descansar. Hicimos un concierto fantástico con el teatro absolutamente lleno y la asistencia de toda mi familia en pleno. Al final del concierto, les presenté a mis compañeros y no pararon de elogiarnos, estaban emocionados por haberme visto tocar, conviene recordar que soy el «pequeñico» de la familia, mis hermanas tienen 16, 15 y 14 años más que yo, motivo por el cual me seguían viendo como al «Finín» que cogían en sus brazos cuando era pequeño. Volvimos a Madrid charlando sobre la próxima reunión de la Orquesta Sinfónica de Madrid en la cual Miguel Borja, nuestro oboísta, que era su actual Presidente, plantearía su dimisión por motivos profesionales y familiares, con la necesidad de nombrar a otra persona para el cargo. En esta reunión, se acordó celebrar una nueva Asamblea el día 28 de octubre de 1973 para designar al nuevo Presidente, en la que salió elegido Pedro González. Nuevos ciclos, nuevas etapas, nuevas figuras.

Capítulo 7

Nombramiento como Vocal de la Junta Directiva de la O.S.M.

El 19 de noviembre hacemos la grabación en los estudios de RNE de Prado del Rey de la obra Imagen sonora de un Quinteto de Viento en Fa, de Rodrigo de Santiago, director de la Banda Municipal de Madrid. La obra estaba escrita y dedicada para el Quinteto de Viento KOAN, y era un trabajo muy interesante en el orden estético, harmónico e instrumental, basándose en frases más o menos similares que van pasando de un instrumento a otro, adaptándose a las características propias de cada uno. Realmente es un trabajo de laboratorio que culmina en una obra atractiva y con grandes posibilidades de lucimiento para el quinteto. En otro orden de cosas, y para terminar el año, lo despedimos con una noticia terrible: la banda terrorista ETA organiza un atentado el día 20 de diciembre que provoca el asesinato del Presidente del Gobierno don Luis Carrero Blanco, sucediéndole en la presidencia don Carlos Arias Navarro. Unos años convulsos que quedan grabados en la memoria histórica nacional y en la mente de todos aquellos que lo vivimos en primera persona. A comienzos de 1974, la Orquesta Sinfónica de Madrid estaba en pleno proceso de renovación en lo que respecta a su sistema de elección de socios entre los músicos que habían terminado recientemente su carrera. También se preparaba la renovación de su Junta Directiva, debido a que en las últimas asambleas se había puesto de manifiesto la falta de iniciativa y medidas para encontrar una cobertura suficiente donde poder producirse con mayor solvencia y seguridad. La situación no era tan fácil de remontar, el ostracismo de la Orquesta había durado demasiado tiempo, durante ese tiempo se había producido una evolución en nuestra historia musical reciente que complicaba su despertar. La creación de la Orquesta de RTVE y la progresiva actualización de la Orquesta Nacional de España habían copado las expectativas de futuro de la Sinfónica, que era la única de las tres que no estaba tutelada por la istración. Los alumnos que salían recientemente del Conservatorio con buen nivel habían sido absorbidos por las dos grandes orquestas o por la Banda Municipal de

Madrid, independientemente de que durante sus últimos cursos habían trabajado con Vicente Spiteri en la clase de conjunto instrumental y podría haberlos absorbido para la Sinfónica, puesto que era su director titular. Por este motivo, la Sinfónica se estaba empezando a nutrir de algunos de estos músicos de manera temporal, empezando a ofrecer un nivel más adecuado a su categoría artística. No obstante, no era suficiente con aumentar un poco el nivel, puesto que la Orquesta seguía sin poder ofrecer una contraprestación económica estable a los músicos y eso hacía imposible una colaboración larga y fructífera. Esta reflexión la hacíamos a menudo con mis compañeros del quinteto y con otros amigos que venían a colaborar con la Sinfónica, reconociendo con asombro el peso histórico que había tenido esta Orquesta. Poco a poco conseguíamos hablar con los de la Junta Directiva actual y los veíamos muy decaídos, el nuevo Presidente llevaba poco tiempo en el cargo y todavía necesitábamos adecuarnos a la nueva situación. En el momento de mi nombramiento como Vocal de la Junta Directiva, el 19 de junio de 1974, fui consciente de la responsabilidad que contraía ante la Orquesta, si bien era totalmente realista en cuanto a las dificultades que comportaba la consecución de las ideas que tenía preparadas para exponer a la Junta Directiva. Durante mi etapa como concertista, independientemente de mi situación estable en la Banda Municipal, siempre tuve claro que, en nuestro país, sin un manager solvente que te gestionara profesionalmente, no servía de nada tu talento. Por ese motivo, desde el principio de mi vida profesional, a la espera de que se fijara en mi algún mánager «cogí las alforjas de la gestión musical», me las eché a la espalda y empecé a caminar. Notaba que mis amigos y compañeros se extrañaban ante la cantidad de actividades y conciertos que preparaba con mis distintas agrupaciones o como solista, pero yo siempre dije la verdad, uno de mis trabajos diarios consistía en ofrecer el producto de mi estudio a quién pudiera reconocerlo y valorarlo, sin esto no tenía ningún futuro mi trabajo. Esta reflexión era totalmente adecuada a mi nuevo cargo en la Junta Directiva, máxime con la situación que teníamos en la Orquesta Sinfónica en esos momentos. Siempre fui consciente de que esta actitud me ha abierto puertas y ofrecido posibilidades profesionales, pero también me ha aportado problemas y quebraderos de cabeza, además de enemistades, no precisamente con los buenos profesionales, que pretenden mejorar en términos generales, sino con los que

desean serlo y no lo consiguen, aunque ellos mismos no sean conscientes ni consecuentes de porqué no lo logran.

Capítulo 8

Nacimiento de mi hija María

En aquella nueva e intensa etapa, nace mi hija María, el 19 de mayo de 1975 a las tres de la madrugada en el Sanatorio de San José de la calle Cartagena de Madrid.

—¿Estás bien? —le pregunto a Marga aquella mañana viendo cómo se cambiaba constantemente de postura en el sofá. —Sí, sí… es simplemente que estoy incómoda, me duele un poco la tripa. —¿Contracciones? —pregunto asustado. —Tranquilo, son molestias muy espaciadas, podemos relajarnos…—afirma con mucha calma mientras coloca varios cojines a su espalda.

Pasamos todo el día en casa y, a las doce de la noche, cuando empiezo a caer en un sueño profundo, Marga me despierta entre sudores fríos.

—Ahora sí, Adolfo, ahora ya duele más…—susurra con una sonrisa cansada, pero cargada de ilusión. —Ahora mismo llamo a la comadrona. —Me incorporo cual zombi y corro en busca del teléfono. En mi estómago revolotean mariposas, ha llegado el día.

Cuando llegamos al sanatorio, Marga está un poco asustada porque las contracciones son fuertes y bastante seguidas.

—Bueno, sed pacientes. —Explica la comadrona tras la revisión—. Aún no está preparada, hay que esperar un poco más. La dejaremos ingresada de todas formas.

Pasadas unas pocas horas, María llegó al mundo. Cuando me la enseñaron pensé que era lo más bonito que había visto en mi vida, «su cara parecía una medallita», como dijo mi madre cuando la vio. No me atrevía a cogerla por temor a que se me cayera o hacerle daño, entonces entendí lo que me habían dicho mi hermano y amigos en cuanto a la sensación del primer hijo. Comprobé que Marga estaba bien y eso me transmitió seguridad. Aunque había sufrido mucho durante el parto, la cara que tenía cuando miraba a la niña lo decía todo. Al cabo de dos días fuimos a casa y comenzó el festival de «coloco a la niña aquí» o «vamos a poner la cunita allá», las noches en vela comprobando si respiraba bien, etc. Vino mi madre a casa para ayudarnos y supuso una tranquilidad muy grande, porque me permitía estudiar y acudir a mis ensayos y conciertos. Ser padre primerizo no es tarea fácil, pero es la aventura más maravillosa en la que me haya embarcado jamás. En el mes de agosto alquilé un apartamento en Almuñécar. El día uno llevé allí a las tres mujeres de la casa: Marga, mi hija y mi madre. Mis hermanos, Carmen y Luis, de Zaragoza, se sumaron haciendo el viaje en tren. Yo volví al día siguiente a Madrid. En aquellos tiempos el camino hasta Almuñécar en coche no era fácil, sobre todo porque había que atravesar la serranía de Ronda, que me pareció peligrosísima. La semana que pasé solo en casa se me hizo interminable, entonces no existían los medios de comunicación de hoy en día, y hablábamos esporádicamente. Al principio todos nos quejamos de las noches de insomnio, los cientos de pañales que hay que cambiar al día y los llantos descontrolados, pero estar sin ella esos días fue muy duro, echaba de menos no dormir. Durante la primera quincena de agosto, en la Banda hacíamos dos conciertos semanales: jueves y domingos por la noche. Me las ingenié la segunda semana para dar el salto hasta Almuñécar el domingo a las doce y media de la noche, al terminar el concierto. Locuras que se hacen cuando eres joven. Llegué a Almuñécar a las cuatro y media de la madrugada, me abracé a mi niña y no quería dormir, estuve con ellas hasta el lunes por la noche, cuando salí para Madrid nuevamente, ya que tenía los ensayos martes y miércoles para el

concierto del jueves por la noche. Pasó la segunda semana y llegó el día añorado festividad de La Paloma y principio de vacaciones en la banda. Hicimos la procesión, como todos los años, y al finalizar salí camino de Almuñécar otra vez, para pasar con mi familia los quince días restantes de las vacaciones. El 28 de agosto cumplía 27 años. La música seguía siendo mi vida, pero acababa de encontrar una motivación más grande y vital en los ojos chispeantes de mi pequeña hija. Volvimos a Madrid y comenzaron las vigilias, mi niña era muy buena durante el día, pero no dormía por las noches. Poco a poco se nos fueron marcando unas ojeras a los dos que parecían quedarse a vivir con nosotros. Por más que la llevábamos al pediatra, siempre decía que estaba muy bien. Su frase era «es una niña muy sanita», con lo que nosotros salíamos pensando que tendría que verla, y sobre todo escucharla, por las noches. Recuerdo un ejemplo muy ilustrativo de lo que suponía el llanto de María por las noches para mi trabajo, imagino que quien haya pasado por algo semejante lo entenderá muy bien. Estábamos preparando con la Orquesta Sinfónica la ópera Rigoletto en el Teatro Alcalá Palace. Los ensayos los hacíamos por las tardes, pero el conjunto, pre-general y general, al igual que las funciones, eran a las nueve y media de la noche. Cualquiera que conozca esta ópera sabe que el tercer acto trascurre en medio de una tormenta, para la cual Verdi preparó una orquestación rica en percusión y metales con cuerda grave. Pues bien, yo tenía como diez minutos de tacet (silencio) y, sistemáticamente, no porque quisiera, sino porque me vencía el sueño, me quedaba dormido hasta que el compañero me daba un codazo y me despertaba. Podéis haceros una idea de cómo era mi despertar, no sabía ni quién era ni dónde estaba y tenía que interpretar seguidamente un solo, cortito pero muy intenso, que sirve como introducción del aria del tenor Bella figlia dell’amore.

—Esto no puede seguir así, cualquier día me quedo frito y ni cien tambores me despiertan…—comenté entre bostezos al llegar a casa. —Tienes razón, esto es insufrible para los dos ¿Qué te parece si hacemos algo, un punto medio? —propuso mi mujer buscando una rápida solución al problema. —Soy todo oídos. —Respondí casi con desesperación.

—Nos alternamos. Una noche cada uno. Una noche no duermes tú y atiendes a la niña mientras yo duermo del tirón en otra habitación. Al día siguiente, al revés. Duermes tú, y yo vigilo a la pequeña insomne. —Me parece maravilloso. —Sonreí viendo una pequeña luz al final del túnel. (He dicho que tener hijos es una experiencia única, maravillosa e inigualable, pero no fácil ni agradable al cien por cien del tiempo).

Capítulo 9

Reprobación del Maestro Spiteri por la O.S.M.

Tuvimos un concierto con la Orquesta en el cual, ya durante los ensayos, hubo bastante tensión entre el director y un trompetista que no se calló cuando le llamó la atención a gritos, contestándole airadamente. Aquello fue a más hasta que hubo que parar el ensayo para que se calmaran los ánimos. No obstante, la situación continuaba, puedo asegurar que el motivo no era artístico, porque el citado músico era muy buen trompetista, por lo que sabía a ciencia cierta que había alguna otra cuestión. Unos días antes se había celebrado una asamblea en la cual se puso en entredicho al director por la forma en que trataba a los músicos y por utilizar la Orquesta exclusivamente en su provecho, realizando solo los conciertos que le venían bien. El maestro replicó con un ataque frontal hacia la persona que había leído el manifiesto en la asamblea, lo cual hacía exclusivamente en cumplimiento del mandato de la Junta Directiva. Tuvo varios enfrentamientos con distintos músicos que a veces no terminaron bien, pero todo el mundo respetaba al maestro por su calidad como director y, antes o después, callaban con respeto ante él, hasta que se dirigió a mí, que no había abierto la boca todavía.

—Personalmente creo que no debería enfrentarse con nadie, cada uno puede opinar lo que le parezca sin que ello suponga una falta de respeto o enfrentamiento. —Le expliqué con gran educación. —Qué atrevimiento…—espetó indignado con el rostro pálido y mirándome fijamente—. Voy a solicitar un voto de censura a la junta contra usted. —Me señaló queriéndome poner en evidencia delante de los presentes. Se produjo entonces un silencio insólito que pareció eterno. —En todo caso, el voto de censura debería ser para usted, ya que es el motivo de esta asamblea. —Respondí con mucha calma.

Todo el mundo calló y la Junta Directiva se retiró a deliberar. Yo estaba en la junta desde hacía relativamente poco tiempo y conocía el procedimiento y la dificultad del momento que nos tocaba vivir, motivo por el cual permanecí callado por respeto al incidente acaecido minutos antes con el maestro, sin embargo, la junta no tardó mucho en decidir que el voto de censura era para Vicente Spiteri. Una vez anunciado ante la junta, Spiteri recogió sus cosas y salió de la sala. En las fechas posteriores a este suceso, me pincharon las ruedas del coche en dos ocasiones y en otra me rompieron dos cristales. Nunca he sabido con certeza quién fue, pero no hay que ser muy listo para deducir quién podía tener interés en perjudicarme. El día 20 de noviembre fallece Francisco Franco a las cuatro y veinte de la madrugada. Es enterrado en el Valle de los Caídos y, el día 27, se produce la Coronación de Juan Carlos I como Rey de España en Las Cortes. Nuevamente soy testigo de un momento clave en la historia de España. El «voto de censura» contra Vicente Spiteri abrió una nueva etapa de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Independientemente de su calidad como director, supuso la ruptura de unas ligaduras que mantenían a la Orquesta al albur de un solo criterio personalista y no permitía expandirse hacia la sociedad. Desde ese momento dejamos de ser «los muchachos de Spiteri», como nos llamaban, para recobrar parte de nuestra historia y elevarla en la búsqueda de un futuro mejor. El mes de enero vino cargado de actividades diversas; hice una grabación de publicidad en los estudios EXA, otra en los estudios KIRIOS y en los estudios Eurosonic. Comenzamos los ensayos de lectura de La Bohéme en el Teatro Alcalá Palace con la OSM, e inmediatamente después, hacemos dos ensayos generales. Otra grabación de publicidad en los estudios Audio Film, y ese mismo día por la noche, hacemos la primera función de La Bohéme con la OSM. Al día siguiente realizamos la segunda función, y, comenzamos la gira de conciertos por Mallorca con el Quinteto de Viento KOAN, realizando el primero de ellos en Palma de Mallorca, para continuar sucesivamente en Pollensa, Manacor, Felanix y Buñola. Estos conciertos me relajaron mucho porque había tenido una temporada larga de grandes tensiones y el ambiente de Mallorca y su clima obraron un verdadero milagro. Tuve la oportunidad de saludar y departir con mi colega y buen amigo Pascual Martínez, ilustre clarinetista de la Orquesta Sinfónica y la Banda Municipal de Mallorca, a la vez que conocí de primera mano las ciudades en las que íbamos tocando, todas ellas con un toque «balear»

maravilloso, pudiendo disfrutar del tiempo que, en el mes de enero, era increíblemente amable con nosotros, habida cuenta del frío que estábamos pasando en Madrid. Por ese motivo, aprovechamos la ocasión para bañarnos, y es que zambullirse en el mar en pleno invierno siempre es muy vivificante. Cuando regresamos a Madrid tuve una nueva tanda de grabaciones para publicidad antes de despedir el mes de enero, en los estudios: Audio Film, Sonoland, EXA y Musigrama. Finalizadas estas grabaciones, he llegado a la conclusión de finalizar con esta actividad más que me pese, debido a que mis actividades profesionales son cada vez más intensas y requieren mi atención con más detenimiento, entre ellas el estudio, pero también la familia y reflexionar, cosa que me impide esta práctica que tanto me gusta, pero me perjudica. Entramos en el mes de febrero, que venía cargadito de actividades, con una grabación del Grupo KOAN en los estudios RNE de Prado del Rey que duró dos días. Al día siguiente comenzamos un Ciclo de Conciertos para Escolares con el Quinteto de Viento KOAN, en el Instituto Ramiro de Maeztu y en el Teatro Alcalá Palace durante cinco días a dos conciertos diarios, patrocinados por la Comunidad de Madrid. Tuvimos un concierto en Logroño con el Quinteto de Viento KOAN, organizado y patrocinado por la Sociedad Gastronómica Riojana. Como puede comprobar el lector, la ciudad de Logroño era todo un baluarte para nuestro quinteto, nos requerían constantemente. Después de tanto concierto para escolares, me daba la impresión de que nos íbamos a presentar por primera vez ante el público, al no tener que presentar nada salvo nuestras obras y nuestro grupo mediante el maravilloso bálsamo de la música. Con tanto trabajo no habíamos tenido tiempo de preparar un programa nuevo, por lo que tiramos de repertorio, incluyendo las obras que más éxito suscitaban. Efectivamente fue todo un triunfo ante un público totalmente entregado. Después del concierto nos invitaron a cenar en el local de la Sociedad Gastronómica Riojana, invitación que no podíamos rechazar a pesar de tener que salir pronto para Madrid. Una cena como aquella no podía declinarse. Nunca había estado en una sociedad gastronómica, y menos como invitados especiales que éramos para ellos, solo permitían la entrada a los hombres y, obviamente, los que cocinaban eran hombres, una ley fija e inamovible. La forma de comer se acercaba bastante a la nuestra de aquellos momentos, si se

trataba de carne, pues un chuletón de 500 gramos; si eran angulas, un buen plato que no se lo saltaba un gitano; el vino corría a raudales y, para postre, un arroz con leche caramelizada por encima, por si nos habíamos quedado con apetito. Todo ello dentro de un ambiente campechano y bondadoso que nos recordaba la vuelta a Madrid como un castigo divino imposible de eludir. El trayecto Logroño-Madrid no es complicado, pero nada más coger la autopista, nos envolvió una niebla cerrada que parecía que nos íbamos a estampar en cualquier momento. Conducía yo en ese momento, pero mis cuatro compañeros iban estirados hacia delante como si con eso pudieran ayudar. Mis ojos empezaron a cansarse cuando no llevaba más de cien kilómetros conduciendo, habían pasado dos horas largas y se había hecho más largo que de costumbre, les dije que necesitaba parar, o bien un relevo por parte de alguno de ellos. Paramos un momento y cogió el coche un compañero que había echado un buen sueñecito, momento que aproveché para reposar la cabeza en el asiento de atrás, en vez de controlar la autopista. Por lo visto al poco tiempo desapareció la niebla y pudimos hacer más camino, el caso es que me despertaron al entrar en Moncloa. Finalizando el mes de febrero tuvimos dos nuevos conciertos para escolares con el quinteto, de dos sesiones cada día, en el Teatro Alcalá Palace. En el mes de marzo continuamos con los conciertos para escolares del Quinteto de Viento KOAN en el Teatro Alcalá Palace, a razón de tres conciertos cada día; a las nueve, a las once y a la una. El día 9 tuvimos un concierto con el Grupo KOAN en el Teatro Principal de Zaragoza, dirigido por José Ramón Encinar, al que también asistió toda mi familia. Mi ritmo de vida era frenético, pero aquellas comidas copiosas y ralentizadas, así como los momentos de paz en casa con mi familia, ayudaban a compensar el ritmo veloz en el que todo parecía moverse.

Capítulo 10

Comienzan las colaboraciones OSM -T. Z.

Durante el mes de abril comenzaron les ensayos de lectura para la ópera Los Cuentos de Hoffman en el Teatro de la Zarzuela con la OSM. Hubo tres ensayos más de lectura para concluir con el ensayo general. A continuación tuvimos una grabación del Quinteto de Viento KOAN en los estudios de RNE de Prado del Rey, y concluimos ese mes con el ensayo general de la ópera Los Cuentos de Hoffman y las cuatro funciones de abono. En mayo comenzamos con un concierto del Grupo KOAN en la sala Fénix del paseo de la Castellana, estos conciertos se transmitían por RNE en directo. A continuación, tuvimos una serie de conciertos con la OSM, en Leganés dirigidos por José Ramón Encinar y en el Teatro Real y un recital de ópera dirigido por Benito Lauret. Llegamos al mes de julio con la noticia de la destitución de Carlos Arias Navarro como Presidente del Gobierno. Las vacaciones de ese año estuvimos toda la familia en Gavilanes, pueblecito situado en el valle del Tiétar cercano a Madrid, ideal para descansar y disfrutar de mi niña que había cumplido un añito en mayo y estaba para comérsela. No obstante, hicimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Soria a mediados de ese mes, por una petición especial del Alcalde de la ciudad, con el fin de cumplimentar el acto institucional mediante el concierto final. El día 28 cumplo 29 años, ya me queda muy poco para el cambio de dígito. Comenzando el mes de septiembre, arrancamos con la grabación para el archivo de RNE del quinteto de Anton Reicha para clarinete y cuarteto de cuerda, interpretado por el Cuarteto de Cuerda Koan y Adolfo Garcés como clarinetista, patrocinado y organizado por Juventudes Musicales. A continuación toca grabación del Grupo KOAN en RNE para los archivos de la radio y, para finalizar el mes, dos conciertos del Quinteto de Viento KOAN en Córdoba y Jaén. A principios del mes de noviembre realizamos la grabación para el archivo de RNE con la Rapsodia de Debussy para clarinete y piano, acompañado al piano por Ana Lías, esposa de José Ramón Encinar. Esta grabación supuso un principio en mi actividad de recitales de clarinete y piano que, hasta entonces,

había reservado con mimo, habida cuenta de las distintas actividades a las que estaba expuesto. La Rapsodia de Debussy había sido, desde mis tiempos de estudiante con don Leocadio Parras, una meta soñada debido a su largo y sostenido fraseo que requiere un «fiato» sobrenatural del clarinetista y aporta una expresividad máxima en los distintos registros del instrumento, por no hablar de su ambiente absolutamente impresionista, que confiere al clarinete un protagonismo contenido pero irresistible al mismo tiempo. Continuamos con unas grabaciones para TVE en los estudios de Prado del Rey, sobre la música de don Manuel de Falla, dirigidos por Enrique García Asensio, recreando parte de sus obras más notables; El Sombrero de Tres Picos, El amor Brujo y La Vida Breve, extractando los pasajes más conocidos de cada obra. Paralelamente hacemos una grabación, esta vez con el Grupo KOAN, en los estudios de RNE. Viajamos Ana Lías y yo a Cáceres para hacer un recital de clarinete y piano, solicitado por la Sociedad Musical Cacereña. Obviamente dentro del programa estaba la Rapsodia de Debussy. Para ir cerrando el año, el mes de diciembre hacemos una grabación en RNE del Quinteto de Mozart K 581 en La Mayor, para clarinete y cuarteto de cuerda, interpretado con el Cuarteto de Cuerda Koan de Juventudes Musicales y Adolfo Garcés como solista de clarinete. Tal y como estamos comprobando, la actividad en cuanto a grabaciones con Radio Nacional de España es intensa y muy variada, desde estas líneas quiero realzar encarecidamente la gestión de Tomás Marco en aquellos momentos como director del departamento musical de Radio Clásica, y felicitarle por su atención y dedicación a la música y los músicos españoles que, durante su época, multiplicaron el archivo sonoro de la radio y potenciaron conciertos y actividades dentro y fuera de España. José Ramón Encinar le dedica una obra a mi hija María, titulada L´Invito Op. 10 sobre un texto del conde Carlo Pepoli. Qué bonita la música que tiene el poder de perdurar en el tiempo, ser inmortal y transportarnos al pasado siempre que queramos. Cada vez que la escucho, es como volver a tener a mi pequeña María entre mis brazos, cuando era solo una niña. El día 21 terminamos con la grabación de un disco con el Quinteto de Viento KOAN en los estudios Sonoland, incluyendo obras de Rodrigo de Santiago, Carmelo Bernaola, Claudio Prieto y Tomás Marco.

Se cierra un ciclo cargado de aprendizaje no solo profesional, sino personal. Ahora soy marido y padre, ahora he ido aprendiendo a reconocer lo que es verdaderamente importante en la vida, y saborear esos pequeños detalles e instantes con amigos y familia que valen oro. Ahora estoy a punto de encarar un nuevo año, una nueva década para mí, la treintena, donde el crecimiento debe ser más poderoso y ambicioso. ¿Qué nuevas aventuras me deparará la vida musical?

Parte IV

(1977-1981)

Capítulo 1

Sala Fénix de Madrid y Palau de la Música de Barcelona

Posteriormente, hicimos dos grabaciones con el Grupo Koan dirigidas por José Ramón Encinar, e inmediatamente después, grabamos una integral de música de Manuel de Falla en los estudios del Hospital Provincial de Sevilla. Cuando regresamos a Madrid preparamos una grabación con el Grupo Koan, dirigido por José Ramón Encinar, en los estudios Cimasa, el día 22 actuamos en el Instituto Americano de Madrid con un programa de compositores hispano-americanos y, al día siguiente, hicimos una grabación para TVE. Desde que tomé la decisión de prescindir de las grabaciones de publicidad, dispongo de más tiempo para preparar proyectos con otro tipo de conciertos, a la vez que disfruto de la oportunidad de centrarme más en la preparación de proyectos variados. Pese a sentir cierta pena por haber abandonado ese proyecto, comprendo que esa etapa pasó y llega el momento de abrirse a nuevos horizontes, de probar cosas diferentes. Entre mis nuevos proyectos están el dúo de clarinete con piano y el de solista con orquestas o grupos de cámara. Por otra parte, dispongo de más tiempo para dedicarme a la gestión de la OSM, algo que me apetece mucho por el gran potencial que encierra. Últimamente he preparado un recital de clarinete y piano con María Elena Barrientos, pensado para ser ofrecido en el Palau de la Música de Barcelona, dentro del ciclo «Miércoles Musicales de Radio Nacional», y retrasmitido en directo por Radio Nacional de España. Tocar en el Palau de la Música fue un privilegio por la calidad de su acústica, no siempre se trabaja en espacios así. María Elena y yo terminamos encantados con el resultado del concierto, debido en gran medida a la experiencia de ella, y eso le da un plus de musicalidad inestimable. Al mes siguiente, ofrecimos tres conciertos con el quinteto de viento en Asturias: Avilés, Mieres y Sama de Langreo. Avanzando en la trayectoria actual de la Orquesta, dentro de su reajuste artístico y musical, preparamos un concierto en el Teatro Real dirigido por Benito Lauret. En estos momentos invitábamos a diferentes maestros para colaborar con la Orquesta, ya que no teníamos director

titular por el momento. Ofrecimos un concierto con el Grupo Koan en la Embajada Americana, dirigido por José Ramón Encinar, mientras paralelamente preparábamos un ciclo de conciertos semanales para La Fundación March durante el mes de mayo, estos conciertos se celebrarían entre los días 4 y 25 de dicho mes, mediante un recopilatorio de obras de compositores españoles del siglo XX. A finales de marzo actuamos con el Quinteto de Viento KOAN en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, en la plaza de Colon.

Capítulo 2

Vacaciones en Gandía

—Me parece que este año debemos hacer caso a Ana y Vicente…—comentó Marga mientras planificábamos nuestras vacaciones de agosto. —Puede ser, la verdad que todos los años nos invitan a su casa de Gandía y nunca hemos ido aún —respondí siendo consciente de que, las circunstancias y el trabajo siempre nos habían puesto trabas para veranear con nuestros amigos. —Pues no se hable más, este año vamos. Además, será estupendo para todos, sobre todo para María, que podrá disfrutar de la playa con los hijos de Ana y Vicente, lo pasarán en grande.

Y así fue, lo pasamos estupendamente, por fortuna la relación entre nosotros era muy buena y la convivencia fue fácil. Durante las tardes recorrimos los lugares más recónditos de la zona, dedicando la mañana absolutamente a la playa. Mientras estábamos allí vino a visitarnos un amigo común, se trataba de Teodoro Roa, el fotógrafo de Félix Rodríguez de la Fuente y hermano de Miguel Roa, director musical del Teatro de la Zarzuela, además de excelente amigo de toda la vida. Teo era un personaje estupendo con el que daba gusto estar, no solo por su simpatía, también por las historias que contaba de los rodajes con Félix Rodríguez de la Fuente el cual, tal y como él lo denominaba, «era adicto a la fauna y al riesgo». Le hizo una foto preciosa a mi hija María en su carrito y con bikini, entonces tenía dos añitos y estaba para comérsela. Entre los chicos teníamos otro nexo de unión con Teo: la cerveza. Podía tomar litros y litros sin pestañear y en Gandía, a 34 grados de temperatura y mucha humedad en el ambiente, endulzado con unas terrazas y bares que te entraban por los ojos, era casi una necesidad.

—Venga, que no se diga Adolfo, que cumples 30 años y hay que celebrarlo no con una, sino con 30 cervezas. —Exclamaba con gran exageración para festejar

tan señalada fecha. —Como sigamos a este ritmo en cuanto ponga un pie en el agua me ahogo. — Decía yo reponiendo el sudor con otra jarra de cerveza. —No, hombre no, ¿No ves que estamos comiendo muy bien? Tras una bandeja de marisco y un buen arroz el alcohol te ha bajado por completo. —Sonreía brindando con gran alegría.

Sinceramente lo pasamos muy bien y, aquel verano, fue recordado durante muchos años entre risas y bromas, hasta que, en 1980, nos enteramos del terrible accidente que tuvo el helicóptero donde viajaba Teo junto a Félix Rodríguez de la Fuente y todo su equipo. Entonces, aquel verano adoptó un nuevo significado, una memoria nostálgica y cargada de la esencia de nuestro amigo, un amigo cuya personalidad y vitalidad había dejado en nosotros una huella indeleble.

Capítulo 3

Grabación de Domaines de Pierre Boulez

Volvimos a Madrid a primeros de septiembre de 1977 y comencé los ensayos con la Banda Municipal. Durante el primer ensayo, el director, Rodrigo A. de Santiago, anunció su despedida por motivos de jubilación. Cuando entré en la Banda Municipal, don Julio Molina era el director, quien estuvo de Presidente de Tribunal en mis oposiciones y, posteriormente, me propuso como solista de la sección de clarinetes una vez que la propia sección se manifestó al respecto. Al poco tiempo nombraron a don Rodrigo A. de Santiago como director titular, el cual permaneció ocho años en el cargo con un comportamiento ejemplar en lo humano y personal, realzado todo ello por su faceta de compositor mediante tres obras que compuso para el Quinteto de Viento Koan. La Banda Municipal de Madrid era una institución de «gran calidad» en la que habían estado directores de mucho prestigio que la encumbraron artísticamente hasta convertirla en la mejor Banda, no solo de España, sino de toda Europa. Precisamente por esto, mi opinión personal sobre don Rodrigo A. de Santiago es excelente como músico y guardo un buen recuerdo por el comportamiento que tuvo hacia toda la plantilla, especialmente hacia los integrantes del Quinteto de Viento KOAN, con los cuales mantuvo siempre un trato muy especial, llegando incluso a escribir tres obras dedicadas para nosotros que, más tarde, grabamos para el archivo de RNE. A raíz de una grabación a la que tuve por medio del archivo sonoro de RNE, comenzamos a hablar José Ramón Encinar y yo de los Domaines de Pierre Boulez, durante mucho tiempo fue constante tema de conversación. Él la conocía, y le dije que me gustaría montarla con el Grupo. Hicimos la propuesta a Tomás Marco como director de programación y aceptaron la idea. Disfruté mucho con la preparación, estudio y ensayos de esta obra, que dejaba abierta la posibilidad de interpretarla desde distintos parámetros entre solista y grupo, pudiendo organizarlo conjuntamente entre el director y el intérprete. El mes de octubre a las diez de la mañana, hicimos la grabación de la obra Domaines de Pierre Boulez, para clarinete y grupo de cámara con el Grupo KOAN en los estudios de Prado del Rey, dirigido por José Ramón Encinar y actuando como solista Adolfo Garcés. Al día siguiente continuamos la

grabación, puesto que era una obra suficientemente larga y compleja para merecerlo, perfilando sonoridades y ajustes tanto del grupo como del solista. Poco tiempo después, tuve la fortuna de interpretarla nuevamente, esta vez en vivo y en directo, en el salón de actos que me ha ido persiguiendo agradablemente durante toda mi vida profesional: el Salón de Actos de la Escuela Superior de Canto, antiguo Salón de Actos del Conservatorio Superior donde me examiné de Solfeo y cursé toda mi carrera musical. Ese mismo mes tuvimos una grabación del Quinteto de Viento KOAN en los estudios de RNE, y con el Grupo KOAN en los Estudios Hispavox.

Capítulo 4

Inicio del Festival de Música Ibero-Americana

En uno de mis viajes al Ministerio de Cultura, presenté un proyecto que llevaba tiempo preparando con el fin de conmemorar los actos del «Festival de Música Ibero-Americana» que se iban a celebrar en distintos ámbitos de España y América. Con mucha ilusión, preparé un programa basado en los acuerdos alcanzados entre varias naciones a partir de distintas ramas de la cultura, centrándolo en un recital de clarinete y piano por medio de una recopilación de obras de compositores españoles escritas para esta agrupación, interpretado por Adolfo Garcés y Ana María Gorostiaga con el siguiente programa: Fantasía de Joan Guinjoán, Self-paráfrasis de Xavier Montsalvatge, Música para clarinete y piano de Miguel Adolfo Garcés, Sonata de Jesús Bal y Gay, Sonata nº 3 de Claudio Prieto y Tres piezas para clarinete de Carmelo Bernaola, todo ello como aportación de la música española actual. Aprobaron el proyecto, el cual les comprometía únicamente a incluir su logotipo y la información general, dejando en mis manos la libertad de gestionarlo y proponerlo a las distintas sociedades musicales y artísticas de nuestro país para que se hicieran cargo de los cachés y costes correspondientes. Nuevamente «cogí mis alforjas» y me puse a trabajar, comunicando a todos mis os el convenio aprobado por el Ministerio y las condiciones que tenían que aportar ellos: la principal, hacerse cargo del caché. El primer recital de este festival se realizó en Plasencia el día 4 de noviembre de 1977. A continuación, se sucedieron una serie de conciertos por distintas partes de la geografía española. Unos días más tarde tuvimos un concierto del Grupo KOAN en la sala del Centro Colon de Madrid y, dos días después, hicimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN en los estudios de RNE. Volvemos al Centro Colon de Madrid con el Quinteto de Viento KOAN y, al día siguiente, actuamos con el Grupo KOAN en el Festival SIMO. El día 28 ofrecemos un recital de clarinete y piano junto a Ana María Gorostiaga en Cáceres, dentro del Festival de Música Ibero-Americana. Durante el mes de diciembre continuamos con varios recitales de clarinete y piano dentro del «Festival de Música Ibero-Americana», ofreciéndolos en Haro y Logroño, alternándolos con algunos conciertos del Quinteto de Viento Koan en Campo de Criptana, Valdepeñas, Socuéllamos y Alcázar de San Juan.

Entrado el mes de enero de 1978, continúan los recitales de clarinete y piano para las Sociedades Filarmónicas de «Solpor» en Celanova y Orense, con el programa genérico establecido para el festival, a cargo de Adolfo Garcés y Ana María Gorostiaga, dentro del «Festival de Música Ibero-Americana». Todavía dentro del mes de enero, hacemos una grabación con el Quinteto de Viento Koan para los estudios de RNE y, el día 24 un concierto con el Grupo KOAN en el Museo de Arte Contemporáneo. Para finalizar las actividades del mes de enero hicimos otra grabación con el Grupo KOAN en los estudios de RNE. Jornadas intensas y exigentes que, sin embargo, hacían que me sintiera gratamente realizado.

Capítulo 5

Colaboración de la OSM con el Teatro de la Zarzuela

El Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Palma de Mallorca había programado una temporada de ópera en el mes de febrero de 1978 y no disponían de orquesta para llevarla a cabo. Se lo encargaron a Ángel Loranca, violinista de la OSM, para que reuniera un grupo suficiente de músicos que pudiera sacar adelante dicha temporada. Bien es cierto que en Mallorca había una orquesta sinfónica oficial, pero no llegaron a un acuerdo para que actuara en esta temporada, debido a la coincidencia de fechas de la citada orquesta con su temporada oficial. Me avisaron de manera particular y, en ese momento, disponía de fechas libres para acudir (cosa poco frecuente), además de apetecerme mucho volver a Mallorca y, más en el mes de enero, cuando uno solo quiere huir del frío de la península. Lo organicé para hacer el viaje con la familia, pensando que tendría tiempo libre para estar con ellos. Me pareció una idea maravillosa compartir las playas y la agradable experiencia mallorquina con Marga y la niña. A partir del día 9 comenzamos los ensayos de las óperas que incluían en la temporada: Traviata, Don Pasquale, Lucía de Lammermoor, Barbero de Sevilla y Cuentos de Hoffmann. El trabajo era duro porque no daba tiempo a recuperarse, habida cuenta de que estábamos cambiando continuamente de título, de forma que hacíamos ensayos de mañana y tarde sucesivamente. Ya me estaba arrepintiendo de haber llevado a mi mujer e hija porque apenas podía verlas. Me quedaba el consuelo de que, al menos ellas, estarían disfrutando de una desconexión de la rutina, aunque fuera sin mí. A partir del día 16 comenzamos las funciones hasta el día 20 que hicimos la última función de Cuentos de Hoffmann. Lamenté mucho haber aceptado ese trabajo y, más todavía haber llevado a mi familia, que se pasaron los días paseando por Mallorca en solitario. En mi cabeza había idealizado el viaje, así que me confundí pensando que, en lugar de un vulgar «bolo», podría disfrutar de unos días de trabajo desenfadado y momentos libres que, en realidad, nunca se dieron.

***

De vuelta a Madrid, a partir del mes de marzo de 1978, iniciamos las colaboraciones entre el Teatro de la Zarzuela y la Orquesta Sinfónica de Madrid para realizar algunas óperas de su temporada. La trayectoria de la OSM había cobrado vida propia, había pasado de ser una orquesta con director titular que estaba al albur de los contratos que sacara, a ser una orquesta independiente que era requerida para actuar con los directores que determinara la organización contratante, con lo cual conseguíamos mayor independencia en cuanto a caché y versatilidad. El principio de las citadas colaboraciones con el Teatro de la Zarzuela comenzó el día 24 con los ensayos de lectura de la ópera Don Giovanni, para terminar el día 29, con la primera función de la ópera Bohéme. Al día siguiente tuvimos una grabación con el Grupo KOAN en los estudios de RNE y el día 30 tocó grabación del Quinteto KOAN en los estudios de RNE. Durante los primeros días del mes de abril realicé una grabación de clarinete solo para RNE de las Tres Piezas de Stravinski, un concierto con el Grupo Koan en la Sala Fénix y dos conciertos con el Quinteto de Viento Koan en Cáceres y Plasencia. ¿Quién dijo que hay poco trabajo para los músicos? En el mes de mayo de 1978, Andrés Ruiz Tarazona me propone participar en un programa de TVE, haciéndome una entrevista y tocando alguna obra acompañado con piano. La entrevista giraba alrededor de las actividades musicales con los distintos grupos y orquestas en los que estaba participando o preparando para su presentación. No estaba muy acostumbrado a semejante protagonismo delante de las cámaras, pero resultó una experiencia agradable que me permitió descubrir algo nuevo dentro de una carrera profesional que empezaba a no tener secretos para mí. A finales del mes de mayo tuvimos un concierto con el Grupo Koan en Valladolid y, a mediados del mes de junio, una grabación para Luis de Pablo en los estudios de RCA, sobre música suya compuesta para una película. Previamente, me había pedido que llevara el clarinete bajo y el requinto, a lo que yo accedí muy honrado y gustoso. Durante los últimos cuatro días del mes de junio, hicimos unas grabaciones con el Grupo KOAN en RNE, con obras de

compositores españoles compuestas y dedicadas para el propio grupo. El día 30 grabé la obra Jeztzeit de Tomás Marco para clarinete y piano en RNE junto a Ana María Gorostiaga. Esta obra ofrecía multitud de sonidos extra musicales que se producían introduciendo la campana del clarinete dentro del espacio armónico del piano, para conseguir los sonidos resultantes de las notas y sus consecuencias acústicas. Durante el mes de julio nos invitaron al Quinteto de Viento Koan a participar en el Festival de Música Contemporánea de Saintes-Francia, para ofrecer un programa con los compositores más célebres españoles de la actualidad. Elegimos a Luis de Pablo, Tomás Marco, Carmelo Bernaola y José Ramón Encinar. El mes siguiente, los días 21 y 23 de agosto de 1978, nos invitaron al Grupo Koan al «Festival de Estoril» en Portugal como artistas preferentes, para participar en dos conciertos con un conjunto de obras que justificara el compendio de la música contemporánea española del siglo XX. Luis de Pablo fue el Compositor Residente del Festival. Poco después, el día 28, alcanzo mis 31 años.

Capítulo 6

Cambio de piso, Plaza Luca de Tena y Gira del Quinteto de Viento Koan

En el mes de septiembre somos invitados por la Asociación Cacereña de Cultura para ofrecer un recital de clarinete y piano dentro del Festival Iberoamericano de Música. En este momento había cambiado de pianista por obligaciones profesionales contraídas por Ana María Gorostiaga, y estaba formando dúo con Rogelio Gavilanes, gran pianista con el cual habíamos hecho varios programas anteriormente. Aunque parezca mentira, entre tantos quehaceres profesionales seguía teniendo vida personal. Al poco tiempo, paseando por el Paseo de las Delicias, levanté la cabeza al pasar por la glorieta Luca de Tena y descubrí a mano derecha un cartel en el sexto piso que, aunque no se apreciaba bien debido a la distancia, un gran «SE VENDE» se leía perfectamente. Subimos en ese mismo momento y nos encantó, fue un flechazo. Tenía ascensor y cumplía con las características que necesitábamos, habida cuenta de que la familia «crecería» en el mes de marzo del año siguiente. El día 12 de ese mes, Marga y yo acudimos al notario para dar un paso fundamental como familia: compramos un piso en la plaza Luca de Tena nº 6. Nos habíamos puesto a buscar por la misma zona donde vivíamos, allí nos encontrábamos cómodos y teníamos varios amigos.

—Yo lo tengo claro —decía Marga acariciándose la incipiente barriguita—. Si es niño le llamaremos Adolfo. —No sé yo…ya hay muchos «Adolfos» en la familia…—respondía yo con desgana—. Mi padre, mi cuñado «Lopo», y yo… —¿Tan grave sería otro más? —No, la verdad que no, pero que conste que ya tengo pensado cuál será su sobrenombre: Pipo, me gusta mucho. —Dije como condición indiscutible.

Cuando nació ya lo tenía adjudicado y se identificó hasta tal punto con él, que actualmente le conoce todo el mundo por ese nombre. Todavía quedaba otro Adolfo por integrar la galería de la familia, y es que cierto tiempo después se casó mi sobrina Maribel «Lely» y tuvo un hijo al que también llamaría Adolfo. Al final, todas las familias tienen sus legados y sus tradiciones, este nombre sin duda, era una de las nuestras. El piso de Luca de Tena era un piso antiguo pero muy bien conservado, tenía dos terrazas, una a cada lado de la plaza, que eran una gloria por las vistas que tenían, sobre todo la que daba a la plaza Luca de Tena. Disponía de cuatro habitaciones, más la de servicio, que estaba pegada a la cocina, y tres baños. La compra del piso se produjo cuando anunciaron en la Banda Municipal que nos iban a pagar unos atrasos de una cuantía, que no recuerdo bien, pero fue suficiente para la compra del piso, lo cual para nosotros fue una solución. Pensamos que era la oportunidad para mejorar la vivienda, también por la comodidad de nuestros hijos y de mi madre, que por entonces vivía con nosotros. En el ámbito musical, tuvimos dos recitales más de clarinete y piano ese mes, para las Juventudes Musicales del Liceo de Mérida y para la Sociedad Filarmónica de Langreo en Sama de Langreo, con el mismo programa iberoamericano. El día 16 hicimos una grabación en RNE de clarinete y piano con Rogelio Gavilanes al piano de la suite Scaramouche de Darius Milhaud, y otra con el Quinteto de Viento KOAN el día 19, también en los estudios de RNE. Patrocinada por el Cabildo de Tenerife, hicimos una gira de conciertos por Canarias con el Quinteto de Viento Koan durante el mes de noviembre de 1978. Nos trasladamos a Canarias, donde no se estaba nada mal por aquella época, y ofrecimos tres conciertos los días 6, 7 y 8 en Santa María de Guía, Las Palmas y Tafira. El día 14 hicimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN para RNE. Todas las grabaciones que, periódicamente, teníamos programadas tanto con el Quinteto de Viento, como con el Grupo Koan o con el Dúo de Clarinete y Piano, eran la consecuencia de la política establecida por Tomás Marco en favor de la música. Viajamos con el Quinteto de Viento KOAN a Ponferrada el día 19, establecida como centro neurálgico dentro de la gira, para ofrecer el primer concierto. Al día

siguiente viajamos a Monforte de Lemos, a Orense y a Vigo durante los dos días posteriores y de allí dimos un salto el día 23 a Zafra. No me detendré a explicar cómo se come en Galicia, ya que todos podéis haceros una idea, pero qué gusto pasar por allí y disfrutar de vez en cuando de las exquisiteces de su gastronomía.

Capítulo 7

Concierto de Mozart con la OSM. Reunión Extraordinaria Grupo KOAN

Para cerrar 1978 tuvimos varías actuaciones durante el mes de diciembre, con la OSM el día 4 en Leganés dirigiendo Luis Remartínez y actuando Adolfo Garcés como solista, interpretando el Concierto de Mozart. Al día siguiente con el mismo programa en el Círculo Cultural Medina de Ciudad Real. El día 8 viajamos con el Quinteto de Viento KOAN a Villanueva y Geltrú y, el día 11, tuvimos un nuevo concierto de la OSM en Guadalajara, esta vez bajo la dirección de José Ramón Encinar como director y Adolfo Garcés como solista interpretando nuevamente el Concierto de Mozart para clarinete, trasladándonos al día siguiente a Toledo donde ofrecimos el mismo programa. Con el Quinteto de Viento KOAN, el día 15 de diciembre hicimos un concierto en Leganés y, los días 28 y 29 de diciembre, sendos recitales de clarinete y piano a cargo de Adolfo Garcés y Rogelio Gavilanes en Sama de Langreo y Mieres, para las sociedades filarmónicas correspondientes. En otro orden de cosas, desde que se jubiló Rodrigo de Santiago, nombraron interinamente a Ignacio Hidalgo director de la Banda Municipal, excelente músico y clarinetista de la Banda Municipal, para cubrir el puesto vacante el tiempo que restara hasta el nombramiento del próximo director. Durante ese lapso estuvimos conformes con su gestión, ya que era un buen director, pero, ya se sabe, donde hay patrón no manda marinero, y llegó el momento en que la istración, a requerimiento del Cuerpo de Directores, propuso a Moisés Davia como director titular de la Banda Municipal, una vez realizado el concurso preceptivo para determinar entre los aspirantes al que poseía las características más idóneas para ocupar ese cargo. Fue nombrado el día 23 de enero de 1979, según correspondía por escalafón según las normas del Colegio de Directores, debido a su antigüedad en el cuerpo. Moisés Davia estuvo al frente de la Banda hasta 1986, un año después de que yo abandonara la Banda Municipal para ocupar la Cátedra de Clarinete en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca, ya que ambos puestos eran incompatibles istrativamente hablando.

La experiencia que he adquirido en la Banda Municipal de Madrid, me otorga el derecho para decir que una agrupación con tanto prestigio no merecía este director, lo cual tuve oportunidad en infinidad de ocasiones de contrastar a través de distintas opiniones con mis compañeros. Por supuesto, me refiero exclusivamente al aspecto artístico y no al plano personal, en el cual no tenía ningún reproche hacía él. Ser buena persona no tiene nada que ver con ser buen profesional, o estar a la altura de determinadas exigencias artísticas. Por injusto o triste que suene, es la realidad. Para ir cerrando el primer mes del año, tuvimos un concierto con el Grupo KOAN en Salamanca el día 23 y, al día siguiente, con el Quinteto de Viento KOAN en Soria.

***

El mes de febrero de 1979 actuamos con el Quinteto de Viento Koan en el Festival Internacional de Música Contemporánea de Sevilla. Fue un concierto espléndido dentro de un marco incomparable, estrenamos una obra de Antón Larrauri, encargo de la Comisaría General de la Música para su estreno en el propio festival, y completamos el programa con obras de Tomás Marco, Claudio Prieto, Günther Becker y Luis de Pablo. Durante el viaje de vuelta recibí un mensaje de José Ramón Encinar en el que nos convocaba a todos los del Grupo Koan a una reunión, el día 2 de febrero, es decir ese mismo día por la tarde, en los sótanos del Teatro Real, que es donde habitualmente ensayábamos.

—Qué raro, no estamos en época de ensayos…—comenté extrañado. —Será algún festival o propuesta, no pensemos mal —quiso mostrarse optimista otro compañero, pero al final, mis malas vibraciones no iban desencaminadas.

Cuando llegué a la reunión noté cierta tensión en el ambiente y supe que algo no iba bien. Siempre había tenido una excelente relación personal con José Ramón Encinar, nuestro vínculo trascendía de lo puramente profesional a lo personal, éramos amigos y confidentes, pero algo había cambiado en los últimos dos

meses sin que pudiera imaginar el motivo. Había notado en él un comportamiento más frío de lo habitual, aunque lo achaqué a que llevábamos una temporada de mucho trabajo y no habíamos tenido ocasión de hablar debido a los ensayos, conciertos, clases y trámites con la Orquesta. Por eso me sorprendió la convocatoria de la reunión para tratar un tema relativo al Grupo KOAN, aunque mi sorpresa fue aún mayor cuando se levantó y, dirigiéndose directamente hacia mí sin ningún preámbulo, me preguntó si yo quería ser el director del Grupo KOAN.

—Adolfo —dijo José Ramón—. ¿Es cierto que quieres ser el director Titular del Grupo Koan? —no lo esperaba, así que me quedé mudo de asombro. —Siendo honesto…la verdad es que no, nunca me lo había planteado. Sabes que mi trayectoria profesional queda perfectamente definida en la interpretación, me encuentro muy a gusto en mi papel y satisfecho con la trayectoria del grupo y tu ejercicio como director —le respondí aún con el asombro en el cuerpo. —Entiendo…—musitó claramente disconforme. —Sin embargo, no entiendo el motivo de tu pegunta —le interrogué sin miedo. —Me habían llegado algunas informaciones al respecto. He oído que no estás contento con las decisiones que se toman en el grupo y he pensado que quizá querías encargarte tú mismo. —Estas explicaciones no me convencen en absoluto, José Ramón…—respondí intuyendo que él había caído en la trampa de algún soplo mal intencionado, que pretendía desestabilizar el ambiente del grupo y nuestra relación personal.

Sin terminar de definirse, ni mencionar directamente al topo que había metido esa idea en su cabeza, no se atrevió a contradecirme ni a pronunciar el nombre de la persona que le había susurrado al oído, aunque yo tenía serias sospechas hacia el trompetista del grupo, Juan Foriscot. Había notado que, desde que hicimos la obra de Luis de Pablo para tres intérpretes Visto de cerca, la relación que se creó entre los tres les había integrado mucho a ambos en lo personal.

—Alguien ha malmetido sin motivo alguno ¿Podría el responsable explicarse? —pedí mirando alrededor. Se hizo un silencio opresivo en el ambiente, estaba claro que nadie hablaría, con lo cual quedaba el dardo lanzado sin posibilidad de defensa o aclaración alguna ante el resto de las personas allí reunidas. En el caso de ser ciertas mis sugestiones, pensaba que Encinar había creído a pies juntillas las mentiras lanzadas por medio de la envidia, ignorando su profundo conocimiento entre nosotros dos, cosa que me chocó sobremanera por la amistad que teníamos y porque le consideraba suficientemente inteligente para no dar pábulo a una trampa tan burda. Una vez terminó la reunión, después de darle mis argumentos, no pudo o no supo argumentar la verdadera causa de la reunión.

—De todas formas, para zanjar el tema y a la vista de que nadie aporta ideas al respecto, si no me crees o no estás satisfecho con mi actuación en el grupo, no tienes más que decirlo y presentaré mi dimisión de inmediato —dije con gran dignidad y confianza.

No hubo respuesta, se disolvió la reunión y todo siguió igual en el futuro. Bueno, igual no, nuestra relación personal se acabó a partir de ese momento, para comenzar otra mucho más distante desde el respeto mutuo y el distanciamiento. Más adelante me adentraré en explicar con detalle otro tema que tiene que ver con el causante de este distanciamiento, provocando un deterioro de relaciones considerable dentro de la OSM, y que profundiza y detalla la actuación con José Ramón Encinar, dejando muy clara la perspectiva y catadura moral del personaje. Y es que, como en todas partes, en las agrupaciones musicales también puede haber un «garbanzo negro».

Capítulo 8

Nacimiento de mi hijo Pipo

Tuvimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Sonseca, Toledo, el día 4 febrero de 1979 y, el día siguiente, viajamos a la provincia de Lugo para hacer tres conciertos: en Pontevedra, Lugo y Celanova, los días 12, 13 y 14. El día 18 hicimos otro concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Lérida y, el 19, fuimos con el Grupo KOAN a Haro. Para finalizar las actividades del mes de febrero, el día 22 hicimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN para RNE. Continuando con los acuerdos alcanzados entre la OSM y el Teatro de la Zarzuela, el mes de marzo de 1979 comenzamos los ensayos de lectura del Pescador de Perlas en el Teatro de la Zarzuela, y continuamos con dichos ensayos los tres días siguientes. El día 5 hicimos una grabación por la mañana con el Grupo KOAN en los Estudios Sonoland y, por la tarde, un concierto en la Escuela Superior de Canto. Al día siguiente por la mañana, continuamos con la grabación del Grupo KOAN en los Estudios Sonoland y, por la tarde, con el ensayo general del Pescador de Perlas con la OSM en el Teatro de la Zarzuela para hacer la primera función al día siguiente. El día 8 viajamos a Zamora, Rogelio Gavilanes y yo, para hacer un recital de clarinete y piano, al día siguiente nos desplazamos juntos para interpretar el mismo programa en Lugo. Habíamos salido de Madrid a las cuatro, para dar el primer recital esa misma tarde. Como tenía mi coche averiado le pedí prestado a mi amigo Vicente Sánchez el suyo, un Renault 12 nuevecito. El motivo de pedirle el coche precisamente a Vicente era porque teníamos una gran amistad los dos matrimonios, hasta tal punto que les habíamos pedido a ambos que fueran los padrinos de nuestro hijo. Mi esposa estaba a las puertas del parto, pero el ginecólogo decía que hasta el día 15, como mínimo, no nacería. Llegamos a Zamora y todavía nos dio tiempo para hacer una prueba de sonido en la sala. Dimos el recital y, contentos con el resultado, salimos a cenar. Volví a llamar a Marga y charlamos un poco sobre el viaje y el recital, todo seguía en orden y sin novedades, ambos estábamos relajados con respecto al parto. Sin más cuestiones, cenamos, dimos un paseo que nos dejó helados, es bien conocido el «frío zamorano», y nos fuimos a la

cama. Al día siguiente teníamos el recital en Lugo y salimos de Zamora por la mañana temprano, con idea de hacer un pequeño ensayo y toma de sonido antes de comer. Llegamos a Lugo y, al pasar por las murallas de entrada a la ciudad, no pude evitar recordar un concierto que hicimos allí con la OSM interpretando el Concierto Emperador de Beethoven con Manuel Carra como solista. Tuvo un éxito extraordinario y merecidísimo, acordándome de él y su maravillosa forma de tocar aquel concierto me recorrió un escalofrío por la forma en que nos regaló su arte durante muchos años. Llegamos a la sala para hacer nuestro ensayo y volví a llamar a Madrid constatando con alegría que seguía todo en orden. Estaba algo nervioso, pero todo apuntaba a que estaría en casa para cuando el pequeño decidiera salir. Nos alojamos en el hotel y salimos a comer, después de un merecido descanso nos vestimos y preparamos para el concierto que comenzaría a las ocho de la tarde. Disfruté mucho con aquel concierto, la fusión musical con Rogelio Gavilanes era total y se me pasó el concierto en un suspiro. Una vez terminado el mismo y atendido a las personas de la organización, además del público que entró para felicitarnos, volvimos al hotel para cambiarnos y cenar. Antes de cenar llamé a casa y se puso mi madre.

—¿Y Marga? —pregunté inquieto. —Estaba cansada y se ha acostado. —Vaya…—lamenté sorprendido, pues esa no era su forma habitual de actuar, pero, como me lo había dicho mi madre, tenía que ser así.

Evidentemente tenía la mosca detrás de la oreja, pero pensé con lo que podría ser una aplastante lógica: que si pasase algo, me lo dirían. Total, que me puse a cenar y cambiamos impresiones sobre el concierto en cuanto a lo que había que mejorar y los desajustes que habíamos detectado. A la mañana siguiente de dar el concierto salimos de Lugo muy temprano, pensé en llamar a Marga cuando parásemos para desayunar por no incordiar su descanso, pero la cosa se complicó cuando empezó a salir humo del capó del coche y advertí que la

temperatura del motor había subido alarmantemente. Paré de forma inmediata y, cuando levanté el capó, salió una oleada de vapor que me asustó verdaderamente. Llame a la Guardia Civil y vinieron en un momento, dijeron que se había estropeado el termostato y el vehículo no pudo avisar de la avería, motivo por el cual tomó esas dimensiones. Llevaron el coche a un taller y, después de valorarlo, resultó ser una avería seria que exigía dejar el vehículo allí. Rogelio y yo nos miramos, cogimos nuestros bártulos y nos fuimos a la carretera a hacer autostop. Eran las 8 de la mañana y estábamos en medio de la nada, al borde de la carretera y de un ataque de nervios, con un frío espantoso y esperando que un alma caritativa nos llevara a algún sitio donde poder enlazar con algún medio de transporte. Tuvimos muchísima suerte porque paró un muchacho muy atento que, milagrosamente, iba hacia Madrid. Montamos en el coche y empezamos a contarle nuestras cuitas, en ese momento ya se me había olvidado que tenía que llamar a mi mujer para saber cómo estaba, pero lo mejor, o lo peor, es que no deparé en ello en todo el viaje y, cuando llegamos a Madrid, cogí un taxi llegando a casa a las once de la mañana. Abrí la puerta despacio, por si pillaba a Marga descansando.

—¡Papá! ¡Papá! —corrió mi hija a mis brazos. —Hola, cielo —saludé dándole un enorme abrazo. —¡Has sido papá de un niño muy bonito! —exclamó para mi inmensa sorpresa.

Adolfo nació a las 20:30 horas del día 9 de marzo de 1979 en el Sanatorio de San José, y ese era el motivo del «cansancio de Marga». Ese mes, además de alegría, estuvo lleno de acontecimientos y de trabajo, entre recitales, conciertos y óperas. Los títulos de las óperas durante este mes fueron: Pescador de Perlas, Il Signore Bruschino y Madame Butterfly, con cuatro reposiciones cada una y un sinnúmero de ensayos. Hicimos un concierto del Grupo KOAN en la Universidad Complutense y una grabación para disco, con sesión de mañana y

tarde, del Quinteto de Viento KOAN en los Estudios Sonoland. Nuevo recital de clarinete y piano en Mérida y, al día siguiente, grabación con el Grupo KOAN en RNE. Finalizando el mes de marzo, tuvimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Ceuta y, al día siguiente, en Málaga. Primera representación de Il Signore Bruschino en el Teatro de la Zarzuela. Al día siguiente comienzan los nuevos ensayos de ópera para terminar el mes. Se suceden varios ensayos para la ópera Madame Butterfly en el Teatro de la Zarzuela, con sus respectivas funciones, durante el mes de abril de 1979. Tuve un recital de clarinete y piano en Campo de Criptana y, posteriormente, dos conciertos de la OSM en Soria y Salamanca respectivamente. Nueva vida familiar, misma e intensa vida laboral.

Capítulo 9

Estreno en España de Domaines de Pierre Boulez, Ciclo de Música Actual y Vacaciones en Tabernes de Valldigna y Vinaroz

En mayo de 1979 hicimos un concierto con el Grupo KOAN en la Sala Fénix de Madrid, retransmitido en directo por RNE y el día 11 actuamos dentro del «I Ciclo de Música Actual» en el Salón de Actos de la Escuela Superior de Canto con el Grupo Koan, dirigido por José Ramón Encinar, interpretando los Domaines de Pierre Boulez, con Adolfo Garcés como clarinete solista. Nos trasladamos a Celanova y Orense con Ana María Gorostiaga para hacer dos recitales de clarinete y piano con el programa establecido para el Festival de Música Iberoamericana. Posteriormente tuvimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Zamora, y más adelante una grabación del Grupo KOAN en RNE. A continuación, hicimos varios conciertos con la OSM: los días 27, 28 y 30 bajo la dirección de Benito Lauret en Leganés, Zamora y Valladolid. Como se puede apreciar, continúa el incremento de conciertos de la OSM a partir del nombramiento de la nueva Junta Directiva. Vamos terminando la primavera con el mismo ritmo frenético de siempre, intercalando las actuaciones con distintos grupos y orquesta acostumbrados. Nuevos conciertos de la OSM en Palencia y Segovia durante el mes de junio, intercalados con el Quinteto de Viento KOAN en Tarrasa, y dos más con la OSM, los días 20 y 25, en Burgos y Ávila. Durante el mes de julio hicimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Mérida y, el día 5, una grabación del Grupo KOAN en RNE. Aparte de estas dos actuaciones, el resto del mes lo dediqué para los ensayos con la Banda Municipal, estudiar y preparar distintos proyectos para el otoño. Mi tiempo libre, en el que descansaba un poco, me centraba en hacer algo de ejercicio y llevar a mis hijos a jugar y pasear para tratar de solucionar los «celillos» de María hacia Pipo. Estando ya tan cerca las vacaciones, reservé un apartamento en Tabernes de Valldigna para la primera quincena de agosto. Necesitábamos un lugar cómodo para nuestros dos hijos, mi madre y dos sobrinitos, María José y José Ramón, hijos de mi hermana Laura, a los que siempre había llevado conmigo en todas las

ocasiones que la situación lo permitía. El apartamento estaba en primera línea de playa, desde nuestra terraza salíamos directamente a ella. Fueron quince días maravillosos en los que disfrutamos del descanso, de los niños, del mar y de las exquisiteces que nos ofrecía gastronómicamente la zona. Pipo era un «rollo de oro» según palabras de mi madre, y yo creo que no exageraba nada, era rubio platino y siempre estaba contento, todo le venía bien y realizaba todas sus funciones de maravilla, comía y dormía sin alterar nunca el ambiente familiar. Muchas veces hablábamos de ello Marga y yo, recordando el carácter inquieto de nuestra hija. María, consciente de esa diferencia, cogió unos «celillos» que no la dejaban comer, le salieron llagas en la garganta y no podía tragar, como consecuencia de ello se había quedado muy delgadita. La llevamos a varios médicos, pero ninguno daba con la solución, me hacía sufrir verla así e intentábamos hacerle el menor caso posible a Pipo para que no le afectara, pero aparte de que eso era imposible por el propio encanto del niño, tampoco estábamos seguros de la forma en que debíamos actuar con ella. Supongo que son fases que suelen producirse hasta que los niños se acostumbran al nuevo hermanito y la nueva distribución de roles, imagino que no debe ser sencillo para ellos, demasiados cambios juntos, pero en casa tratábamos de gestionarlo lo mejor posible para que nuestros dos hijos fueran lo más felices posible. Del 15 al 30 de agosto habíamos reservado otro apartamento en Vinaroz, con el fin de alternar las vacaciones en distintos ambientes, mis sobrinos volvieron a Madrid y vinieron los padres de Marga a pasar esos días con nosotros. Desafortunadamente cambió el tiempo a partir del día 25, con fuertes tormentas, lluvias y una temperatura muy baja para la época, con lo cual la estancia se había convertido en algo incómodo y decidimos dar por finalizadas nuestras vacaciones allí y regresar a Madrid pasando por Zaragoza para ver a mis hermanas y sobrinas. Fuimos a casa de Carlos y Mari Gloria, habíamos comprado una sandía impresionante en Vinaroz, pesaba 25 kilos, me llamó tanto la atención que se la llevé al marido de mi sobrina Mari Gloria que era un gran comilón. Le saltaron chispas de los ojos al ver el tamaño de la fruta, comimos sandía durante varios días. El día 28, entre familia, descanso y una gran tarta, celebré mi 32 cumpleaños.

Capítulo 10

Concierto de Mozart en Dublín

Los conciertos del Grupo KOAN en el Festival de Música Contemporánea de Utrecht y Ámsterdam tuvieron lugar a principios del mes de octubre, respectivamente. Estas escapadas del grupo por Europa suponían un acicate para nuestra creatividad interpretativa, y nos otorgaban el máximo interés y responsabilidad musical. De vuelta a Madrid, ofrecimos dos recitales de clarinete y piano en Cáceres y Zamora, para la Asociación Musical Cacereña y la Asociación Zamorana de Bellas Artes respectivamente, acompañado por Rogelio Gavilanes al piano. A mediados de mes hicimos una grabación con el Grupo KOAN en RNE y, tras cuatro días de ensayos, tuvimos un nuevo recital de clarinete y piano, esta vez junto a Ana María Gorostiaga en Teruel, para terminar el mes con una grabación del Quinteto de Viento Koan para TVE en Barcelona, invitados por Juli Panyella, clarinetista de prestigio y responsable del Departamento Artístico de Televisión en Cataluña, del cual interpretaríamos una obra. En aquella grabación Juli Panyella, que era buen amigo, me ofreció desinteresadamente la mejor clase magistral que podía recibir. Estábamos grabando Serpentinata de Günther Becker, como ya he dicho anteriormente una obra de gran dificultad, en un momento denso de la obra tenía una cadencia que terminaba en un sol grave fortísimo con «flatterzunge» y se rompió el sonido, con lo cual hubo que repetir la toma. Mientras preparábamos la siguiente toma se acercó al ver que estaba bastante enfadado conmigo mismo, y me dijo:

—Adolfo, el exceso de temperamento lleva a esta situación, te lo dice alguien que lo ha sufrido en varias ocasiones.

No podía habérmelo dicho de mejor forma ni más claramente, por lo que le dije:

—Muchas gracias Juli, es una lección que no olvidaré nunca.

El 2 de noviembre le llegó el turno al recital de clarinete y piano, a cargo de Ana María Gorostiaga y Adolfo Garcés, en el Círculo Cultural Medina de Ciudad Real. Días después ofrecimos un concierto del Quinteto de Viento KOAN en el Palau de la Música Catalana nuevamente, para el programa «Miércoles Musicales de la Radio», retransmitido en directo por Radio Nacional e interpretando un programa enteramente francés en homenaje a Jean Françaix. Viajamos a Bilbao con el Grupo KOAN para ofrecer un homenaje a Carmelo Alonso Bernaola por medio de un concierto con obras suyas. Nuevos recitales de clarinete y piano junto a Ana María Gorostiaga en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura de Cuenca y en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura en Logroño, respectivamente. Conciertos de la OSM en Cáceres y Plasencia dirigida por Benito Lauret. Para finalizar el mes de noviembre, hicimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN para RNE. Como puede verse, mi recorrido por la geografía española ha sido cada año más intenso. En el mes de diciembre actuamos con la OSM en Navalmoral de la Mata y Ciudad Real respectivamente, con la dirección de Benito Lauret interpretando el mismo programa que en Cáceres y Plasencia. Una semana más tarde hicimos un concierto en homenaje a Manuel de Falla en la Sala Fénix con el Grupo KOAN, dirigido por José Ramón Encinar. Habíamos programado dos grabaciones para RNE, con el Quinteto de Viento KOAN y con el Grupo KOAN los días 22 y 23 de enero. Posteriormente fuimos a Campo de Criptana para ofrecer un concierto con el Quinteto de Viento KOAN nuevamente. Empezábamos a ser muy asiduos de esta localidad, y qué suerte, pues nos acogían de maravilla. La Unión Europea de Radiodifusión (UER), con sede en Ginebra, elige anualmente a un artista europeo entre aquellos cuyos méritos avalen varias grabaciones en su emisora natal, con el fin de poder representar al conjunto de intérpretes europeos. Se eligió mi actuación como solista español, a partir del aval que suponía el alto número de grabaciones registradas para el archivo musical de RNE, a la Orquesta de la Radio de Dublín y a Amhram Naisiunta como director para configurar el programa que se ofrecería en Dublín, con las siguientes obras: en la primera parte la Sinfonía nº 7 Op. 7 del danés Harald Saeverud, y en la segunda el Concierto para Clarinete y Orquesta de Mozart en

La Mayor KV 622. Este concierto tuvo lugar el día 3 de febrero de 1980, en el Gaiety Theatre, bajo la dirección de Amhram Naisiunta, con Adolfo Garcés como solista. En aquel viaje fui muy bien acompañado por mi sobrina Lely, que tenía un hueco en su trabajo y le apetecía conocer Dublín. El viaje resultó muy ameno, me había preparado estudiando inglés en la Casa Americana de Madrid desde cuatro meses antes, asistiendo a clases intensivas hasta llegar al sexto nivel, de lo cual estaba muy satisfecho por el progreso que había efectuado.

—Espero que estos avances puedan materializarse en la práctica y no tenga problemas en entenderme con el idioma —le comentaba preocupado a Lely durante el trayecto. —Claro que sí tío, te defiendes a las mil maravillas. Ya verás cómo, una vez allí, te soltarás estupendamente —me animó con su optimismo habitual.

Pero, al llegar a la cola de los taxis se me cayó el alma a los pies porque no entendía nada de lo que decían. Subimos al vehículo y a duras penas pude darle la dirección al taxista. Finalmente logramos entendernos, así que di por superada la primera prueba. Llegamos al hotel y ocurrió lo mismo, hasta el punto de que dudaba si me habían enseñado inglés o arameo, ya que ese tipo de conversación era la estándar desde el primer nivel. Es cierto que notaba que algo de comprensión se iba reciclando en mi cerebro paulatinamente, según iba escuchando se abría mi capacidad de entendimiento, lo cual me tranquilizó bastante. Dejamos las maletas en el hotel y salimos a cenar, hacía un tiempo horrible y caían chuzos de punta, además la ciudad estaba de bote en bote y prácticamente «tomada por los ultras» gritando a pulmón abierto y bebiendo cerveza como si se fuera a acabar el mundo. Aquel día se celebraba la final del Campeonato Mundial de Rugbi contra Francia, ninguno de los dos éramos aficionados a ese deporte, pero yo lo veía por la tele de vez en cuando.

—La verdad que esto es horrible…—se quejaba Lely mirando de refilón a los aficionados ebrios que pasaban dando botes a su lado. —Reconozco que muy agradable no es, pero vivir el ambiente de Dublín en este momento, en primera línea, aunque temerario es algo único. —Sin duda, sin duda…—coincidió encogiéndose en sí misma para que la marabunta no se la llevase por delante.

Cogimos el metro que estaba muy cerca del hotel con la idea de visitar un pub que nos habían recomendado, sin embargo, nos costó llegar pues las calles estaban repletas de grupos de aficionados con bufandas y cubos de cerveza en las manos. Los vagones del metro estaban llenos de «hinchas», parecía que hubiéramos elegido la dirección del estadio y, cuando entramos en el vagón se hizo un silencio muy elocuente, las miradas hacia mi sobrina lo decían todo. Eran tipos de casi dos metros de altura, con muchos litros de cerveza en el cuerpo y anchos como armarios ropero. Lely es una mujer de aspecto delicado y con suficientes vivencias como para imaginarse el desenlace que podía tener aquella situación, llamaba la atención de todos ellos de manera inmediata.

—Si esperas que te defienda de estos «Vikingos», vas lista…—le susurré con humor.

Ambos nos reímos ante la ocurrencia. Afortunadamente, al poco rato paró el tren y, cogiendo de la mano a mi sobrina, salimos como «alma que lleva el diablo», antes de que cerraran las puertas y comenzara nuevamente la marcha. Había estado contando las estaciones que faltaban para nuestro destino, rogando a «Odín» que sujetara a aquellos «armarios roperos» pero tuvimos suerte, porque bajamos en el momento justo mientras le dedicaban a mi sobrina cuatro lindezas que, afortunadamente, ninguno de los dos comprendimos.

El tiempo seguía alborotado, caía agua como si no hubiera llovido nunca y hacía mucho frío. Cogimos un taxi y le indiqué al taxista la dirección del pub que nos habían recomendado. Era un sitio muy típico y, curiosamente, tranquilo. A pesar de que estaban retransmitiendo el partido de rugbi por la televisión, tenían el volumen muy bajo, así que pudimos cenar dentro de un ambiente agradable y relajado. La vuelta la hicimos en taxi, no me apetecía arriesgarnos nuevamente a los excesos de los ultras. A la mañana siguiente venían a buscarnos a las 9 de la mañana para acudir al ensayo, desayunamos en el hotel y salimos hacia el teatro. Una vez allí el gerente de la Orquesta nos presentó al director Amhram Naisiunta. Su aspecto y color de piel delataban su nacionalidad, era una persona encantadora y hablaba un inglés bastante mejor que el mío. Teníamos dos ensayos ese día, mañana y tarde, y los repartieron de forma que pudiera ensayarse el Concierto de Mozart en ambas sesiones. En la Orquesta había cinco españoles, según me dijo el gerente, pero ninguno de ellos se presentó y yo no lo hice por respeto a su decisión. Me informaron que eran personas que llevaban varios años allí y se habían integrado absolutamente en el ambiente de la Orquesta. Después del ensayo fuimos a una recepción que ofrecía la Embajada Española en Dublín, organizada con el fin de reunir a todas las personas implicadas en el proyecto y cambiar impresiones. Mi sobrina causó nuevamente sensación, la protagonista era «ella» todo el mundo me preguntaba si era mi esposa, al principio decía que no y trataba de explicar nuestro parentesco, desconozco si me explicaba con suficiente claridad pero después de un rato, por la cara que ponían, deduje que pensaban otra cosa. A partir de ese momento opté por decir que no simplemente, parecía que la situación encajaba mejor y no preguntaban más. Al día siguiente, el periódico local narrando la recepción en la Embajada Española, nos ofrecía una foto preciosa de mi sobrina en primera plana. Aquel viaje, sin duda, estaba siendo una aventura emocionante para los dos. Tenía muchas ganas de tocar allí, la Orquesta sonaba estupendamente y el director tenía «mucho oficio» y sabía acompañar. Por último la sala era impresionante con un toque arquitectónico inglés y una sonoridad maravillosa. El concierto salió muy bien, el teatro estaba abarrotado y hubo mucha gente en España que lo siguió en directo por la radio. En términos generales me encontré cómodo en el escenario, salvo por un par de ocasiones en las que la Orquesta tocaba demasiado fuerte y el director reaccionó un poco tarde, momento en que le miraba e inmediatamente rebajaba el nivel sonoro de la Orquesta. Después del

concierto cenamos con el director en el hotel, era una persona muy cultivada y pasábamos, sin solución de continuidad, del inglés al francés cada vez que había algún problema. Desde que empezamos la cena no le quitaba ojo a mi sobrina, de manera elegante aprovechaba cualquier oportunidad para piropearla, con lo cual deduje que él sí había comprendido que no era mi esposa. Por un momento dudé si eso era bueno o malo. Regresamos a Madrid al día siguiente, en el momento que había empezado a hacer las paces con el idioma, en la academia tenían razón, la mejor forma de hablar un idioma es dentro del propio país. Terminando el mes de febrero, hicimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN para RNE y dimos tres conciertos con el Quinteto de Viento KOAN en Olot, Tarragona y Logroño. No era una experiencia tan emocionante como la de Dublín, pero se agradecía volver al territorio que uno controla. Además, por allí tendrán buena cerveza, pero la comida de nuestra tierra es inigualable.

Capítulo 11

Concierto en la Sala Fénix y en la Academia de Roma

El 10 de marzo actué en la Sala Fénix con el Cuarteto de Cuerda KOAN con el siguiente programa: Quinteto Bb M Op. 34 de Carl Maria von Weber y el Quinteto en La Mayor KV 581 de Wolfgan Amadeus Mozart. No había tocado nunca en esta sala y me impresionó su acústica, había tomado cierto renombre a partir de que Radio Nacional de España la eligiera para ofrecer sus «Conciertos de la Radio» que, obviamente, retransmitían en directo. Estos conciertos los grababa en directo y los incorporaba a sus archivos musicales. Con estos antecedentes asustaba un poco salir al escenario porque estaba lleno de micrófonos, con la doble responsabilidad del directo y la grabación, además de la afluencia de 700 personas, a lo cual ya estaba más que acostumbrado. Hubo, sin embargo, algo que me turbó antes de comenzar ese concierto. Ya sentados en el escenario, mientras afinábamos, distinguí a mi padre en la última fila tratando de esconderse para que no le viera, no nos habíamos visto en años. Fue la primera vez que asistió a un concierto mío desde nuestro distanciamiento y me emocionó bastante. Habían pasado nueve años que se me habían hecho interminables porque, independientemente de la situación, yo recordaba que fue él quien me enseñó los primeros pasos con el clarinete y le estaba muy agradecido. Traté de concentrarme porque el programa lo requería, además de que me encantaban las dos obras que interpretábamos y requerían toda mi atención, pero evidentemente, las emociones estaban a flor de piel. Cuando terminó el concierto esperaba poder verlo, pero no entró al camerino. Pasó mucha gente a saludarnos y felicitarnos y yo solo tenía ojos para la puerta de entrada con la esperanza de ver a mi padre. Pasó mucho tiempo hasta que volviera a verlo, fue en el Parque del Retiro durante un descanso de la Banda Municipal de Madrid. En cierto modo, pese a la distancia, el legado que había dejado en mí, la música, nos seguía manteniendo unidos de una forma curiosa y especial. A mediados de mes hicimos un concierto con el Grupo KOAN en Cuenca y, pocos días después, en Toro con el Quinteto KOAN para terminar el mes de marzo con un concierto del Quinteto de Viento KOAN en Cáceres.

Últimamente nos habíamos convertido en asiduos de Cáceres, lo frecuentábamos mucho y conocíamos perfectamente a los organizadores de la Sociedad Musical Cacereña, así como a gran parte del público que asistía a nuestros conciertos. Esta sociedad era de las más activas de España, con un número increíble de conciertos que ofrecía a sus socios debido a las propuestas de patrocinio que solicitaba constantemente a la Comisaría General de la Música cada temporada. Nos trasladamos a Berlín el día 25 de mayo con el Grupo KOAN, para actuar en un Festival de Música Contemporánea con obras de compositores europeos. Dentro de ese programa habíamos reservado un apartado importante para compositores españoles, entre los que incluimos a Luis de Pablo y Tomás Marco. Para ese concierto llevaba un despliegue instrumental importante; los dos clarinetes, en sib y la, el requinto en mib y el clarinete bajo. Con todo este despliegue no me quedaba más remedio que meter en la bodega del avión el clarinete bajo, afortunadamente en el viaje de ida no hubo incidentes, pero al regresar, cuando estaba esperando en la cinta rotatoria para recoger el equipaje, apareció al estuche del clarinete bajo abierto y el instrumento fragmentado y esparcido por doquier. Huelga decir el susto y posterior enfado que me cogí. Por este motivo juré que nunca más viajaría un instrumento mío en la bodega del avión A finales de ese mes grabamos una obra de Félix Ibarrondo con el Grupo KOAN para RNE. Ibarrondo era un compositor español, vasco para más señas, afincado en Francia durante los últimos años huyendo de la dictadura franquista. Al poco tiempo, dentro de la política musical de RNE, hicimos la grabación de una obra del compositor madrileño Francisco Cano para RNE con el Grupo Koan. Con este compositor tuve una amistad importante durante algunos años, él fue quien me presentó al Maestro Paredes, mi flamante profesor de canto durante mis comienzos para que estudiara canto con él, de hecho Cano, acudía también a sus clases. Después de aquello tomamos caminos diferentes. Más adelante viajamos con el Quinteto de Viento KOAN a Ciudad Real, donde ofrecimos un concierto del repertorio alemán para quinteto de viento. Para finalizar el mes de mayo, volvimos a la Casa de la Radio con el Quinteto de Viento KOAN, con el fin de hacer la grabación de Baña Zergaitick, la obra de Antón Larrauri que habíamos estrenado recientemente en el Festival de Música Contemporánea de Sevilla. La obra no pudieron grabarla durante el concierto porque no se retransmitió en directo.

Coincidimos con Antón Larrauri en Bilbao, al poco tiempo de conocernos en Sevilla, en un concierto en el que habíamos programado de nuevo su obra y nos invitó a cenar después del concierto. Además de compositor, Larrauri era un empresario refutado con una característica que me enganchó inmediatamente, era un excelente gourmet de gustos refinadísimos. Había reservado un comedor en un restaurante bilbaíno para agasajarnos, al cual fuimos el quinteto y un colaborador de su empresa. Nada más entrar en el comedor nos estaba esperando el maître con unas copas de champán francés exquisito para abrir boca. Nos sentamos a la mesa y comenzó su explicación gastronómica sobre los alimentos que había elegido para nosotros. Sacaron unas cazuelitas bien colmadas de angulas y estuvo charlando un momento con el sommelier para determinar el vino con el que las regaríamos. Nos explicó que las angulas debían acompañarse con vino tinto, en contra de la opinión popular, y encargó un Vega Sicilia que entraban mareos solamente al descorcharlo. A continuación, nos preguntó si preferíamos carne o pescado y no hubo consenso. Yo elegí pescado, me recomendó que pidiera rodaballo al horno, en estas cuestiones siempre fui muy obediente y acepté la idea agradecido. Como fin de fiesta, había encargado un postre de trufas caramelizadas, que mejor no entro en detalle para no causar envidia en el lector. Para terminar aquella velada nos ofrecieron un habano, que no rechacé, mientras tomábamos café y una copa de brandy. Nos despedimos agradecidos deseando volver a tener una velada con Antón Larrauri que, además de buen gourmet, era un excelente conversador. Tuvimos varios conciertos con la Orquesta Sinfónica de Madrid durante el mes de junio de 1980. Los os de la Secretaría General Técnica con el Ministerio de Cultura y la Dirección General de la Música estaban dando sus frutos. Como consecuencia de ello, hicimos conciertos con la OSM en Ciudad Real, Leganés y Valladolid. Poco después me trasladé con Ana María Gorostiaga a Vigo, para ofrecer un recital de clarinete y piano en el Auditorio de la Caja de Ahorros. Aquél Auditorio me sorprendió vivamente por su sonoridad y estructura, el arquitecto se lució dándole una apariencia grandiosa, recordando las líneas de los más afamados de Europa, con un presupuesto desorbitado, según me dijeron. Nuevamente con la OSM tuvimos tres conciertos en Ávila, Segovia y Zamora, respectivamente. Durante el mes de julio hicimos un concierto con el Grupo KOAN en Granada, con el Quinteto de Viento KOAN en Vigo y con la OSM en El Escorial, para

terminar el mes con una grabación del Grupo Koan en RNE. Pasamos las vacaciones del mes de agosto en Gavilanes con la familia, a excepción del día 8, que nos trasladamos al Escorial a pasar el día, para hacer un concierto por la tarde con el Quinteto de Viento KOAN. El día 28 cumplí la bíblica edad de 33 años. Entrado el mes de septiembre hicimos una grabación con el Quinteto de Viento Koan para RNE grabando una obra de Tomás Marco. A mediados de ese mes viajamos con la Orquesta Sinfónica de Madrid a Villafranca del Bierzo, invitados por Cristóbal Halffter. Villafranca del Bierzo era el refugio natural de los Halffter, vivían en el castillo, herencia familiar de Marita, su esposa. El castillo era visible desde cualquier parte del pueblo y lo utilizaban cada vez con más frecuencia como vivienda, estudio y trabajo. Nos recibieron con los brazos abiertos y recordamos, mientras tomábamos un café en aquel inmenso salón, las épocas del conservatorio de la calle San Bernardo, donde él era director y yo un joven estudiante que soñaba con ser músico. Durante la conversación salió a colación su época como director del conservatorio, recordar esa situación a Cristóbal le entristeció un poco, porque seguía considerando que fue maltratado por la Dirección General de Educación al trasladar el Conservatorio Superior al Teatro Real, nombrando a doña Lola Rodríguez de Aragón directora de la Escuela Superior de Canto, a pesar de la negativa de la Asociación de Alumnos del Conservatorio, en la cual estaba yo en aquél momento. Cristóbal Halffter se negó a aceptar la situación bajo amenaza de presentar su dimisión, cosa que hizo un par de días después, a pesar de que la propia Asociación de Alumnos nos unimos a su decisión en una reunión que tuvimos en su propia casa. Él recordaba perfectamente aquella época, aunque habían pasado veinte años, es curioso cómo la mente es capaz de sentir algo de hace tanto tiempo y de forma tan cercana a la vez. Me avisaron de la Orquesta de Radio Televisión Española, comunicándome que Máximo Muñoz, el solista de clarinete y amigo mío, estaba enfermo y necesitaban que le sustituyera en un concierto, a petición del propio Máximo, que se ofrecía el día 11 de octubre en la Catedral de Palencia, en el cual interpretaban la 9ª Sinfonía de Beethoven bajo la dirección de Odón Alonso. Acepté, aunque no me venía demasiado bien la fecha, exclusivamente por hacerle un favor a mi gran amigo. Pocas veces he pasado tanto frio, aquella catedral con todas las puertas abiertas era un témpano de hielo, estábamos todos ateridos, y yo muy atento a la partitura porque, aunque la había tocado varias

veces con la OSM, normalmente doblábamos el número de componentes del cuarteto de maderas durante el adagio, con el fin de descansar en los tuttis al solista, para reservarlo en los momentos culminantes de los solos. Sin embargo la ORTVE llevaba la plantilla ajustada y no nos permitía hacer ese tipo de cosas, aquí las maderas eran a 2, y ese adagio no se terminaba nunca. La enfermedad de Máximo no tuvo consecuencias y en breve estaba otra vez «como un toro», tal y como presumía él mismo. A los dos días tuvimos un concierto con el Grupo KOAN en la Sala Fénix de Madrid y, al día siguiente, otro concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Tudela. El día 27 nos trasladamos a Roma con el Grupo KOAN para ofrecer un concierto en la Real Academia Española de Roma, dedicado a los compositores Españoles. Creo que no hace falta que hable de Italia y su relación con la música clásica, siempre es un placer viajar allí. En esos momentos estaba el padre Federico Sopeña como director de la academia, mi irado y recordado profesor de Historia de la Música en el Conservatorio de la calle de San Bernardo, que encargó un ágape maravilloso para después del concierto, con el fin de agasajar a los compositores e intérpretes que habíamos participado. Continuando con su exquisito gusto, el ágape giraba en torno al champán como bebida fundamental. En un momento que coincidimos le recordé su época de profesor de Historia de la Música y me dejó pasmado cuando me dijo:

—Claro Adolfo, te recuerdo perfectamente, y aquella época también —dijo levantando los ojos con un gesto de añoranza. —Para mí, esa fue una época maravillosa padre —aseguré con un gesto cómplice. —Ya sabes hijo, cualquier tiempo pasado fue mejor —apostilló con una sonrisa. —Cuidado con el champán padre, que es traicionero —le dije con una gran sonrisa. —Amo el champán —respondió divertido dando un largo sorbo y brindando a mi salud.

De vuelta a Madrid, tuvimos dos conciertos en Guadalajara y en León con el Quinteto de Viento KOAN finalizando el mes de octubre. Ya en el mes de noviembre tuvimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en Ponferrada y otro con el Grupo KOAN en la Fundación March. Inmediatamente después, fuimos a Leganés con la OSM y, el día 25, viajamos a Bilbao para hacer un concierto con el Grupo KOAN. Allí nos esperaba mi buen amigo Carmelo Bernaola, antiguo compañero de la Banda Municipal de Madrid, para hacer de maestro de ceremonias. Incluíamos en el programa el Septeto de Stravinski, que lo programábamos por primera vez con el grupo y habíamos tenido un ensayo casi en exclusiva de esta obra por la mañana, porque es de una dificultad endiablada para el grupo. Cuando terminamos el ensayo, Carmelo nos dijo que nos invitaba a comer a todos. Y es que él era así, vasco en toda la extensión de la palabra, pero en una mesa podía ser peligroso si uno no se contenía, porque contagiaba su forma de comer y beber. Éramos ocho personas y empezó a pedir como si fuéramos veinte, porque todo se le hacía poco para nosotros. Salimos del restaurante a las seis de la tarde y el concierto empezaba a las ocho, él estaba fresco como una lechuga y feliz por haber compartido con nosotros ese momento delicioso.

—Carmelo, sin duda nos hemos pasado comiendo…—le decíamos palpando nuestras tensas barrigas. —¿Qué decís? Si yo estoy pa empezar otra vez —exclamaba muy divertido.

Lo que ocurrió en aquel concierto mejor no recordarlo, porque lo que sufrió el pobre Encinar no es para contarlo. Era el único que había guardado asueto y estaba perfectamente lúcido, mientras nosotros respondíamos a sus gestos con un retardo excesivo. Espero que el público no recuerde aquella versión. Qué le vamos a hacer, ese día caímos en el pecado de la gula y pagamos las consecuencias. Cuando terminó el concierto, Bernaola estaba esperándonos nuevamente. Venía a buscarnos para ir a cenar y nosotros, lo único que necesitábamos, era ir al hotel para acostarnos. Hubo espantada general, pero yo no podía decirle que no a

Bernaola, y fui con él a remolque ya que no tenía cuerpo para nada. Resumiendo, me dejó en la puerta del hotel a las seis de la mañana después de una cena opípara que se tomó él solo y unas cuantas copitas en sitios que conocía bien pues, cuando entraba, todo el mundo le aplaudía, mientras yo solo quería dormir. Nos despedimos con un abrazo sincero y me fui a descansar, por llamarlo de alguna manera, ya que el avión salía a las nueve de la mañana. Cabe imaginar el cuerpo saleroso que yo tenía, me esperaba un día duro, pero sin duda, como suele decirse «que me quiten lo bailao».

Capítulo 12

RNE, Comienzo del Convenio de la OSM, Golpe Militar del Teniente Coronel Tejero

Tuvimos una grabación con el Quinteto de Viento KOAN en RNE a principios de diciembre de 1980, para continuar grabando obras del repertorio, preferentemente de compositores españoles, al finalizar esta sesión comenzamos a grabar, esta vez con el Grupo KOAN, la obra Jubilus I de Flavio Testi, para clarinete y grupo de cámara, bajo la dirección de José Ramón Encinar y Adolfo Garcés como solista, para los Archivos de RNE en los estudios de la Casa de la Radio. A partir del día 9 comenzamos a organizar el convenio de la OSM con el Ministerio de Cultura para la realización de la programación musical del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Este proyecto se llevaba gestando desde hacía tiempo, aunque nos parecía muy complicado por el encaje del mismo, finalmente se pudo apreciar que no lo era tanto. Se trataba de buscar la conexión del funcionamiento actual del Teatro de la Zarzuela en cuanto a las temporadas de ballets y ópera, las cuales se realizaban hasta ese momento mediante la colaboración de las dos orquestas oficiales: Orquesta Nacional y Orquesta de Radio Televisión ya que, tanto la temporada de ballet como la de ópera, eran relativamente cortas y permitían utilizar estas orquestas sin menoscabo de su propia programación. Al mismo tiempo, el Teatro contrataba una orquesta más pequeña para su temporada de zarzuela. Con este planteamiento nos pusimos manos a la obra la Junta Directiva y preparamos un proyecto para realizar la programación total del teatro. Lógicamente, esta idea debía llevarse a cabo a partir del estudio detallado de presupuestos, fechas y espacios, puesto que la OSM no disponía de local de ensayos. Mientras tanto, mi actividad profesional seguía girando alrededor de la interpretación. Tuvimos una grabación con el Grupo KOAN en los estudios de RNE, inmediatamente después estaba programado el concierto nº 2 de Weber con la Banda Municipal de Madrid, bajo la dirección de Moisés Davia y actuando como solista Adolfo Garcés, en el Auditorio del Centro Colón de la Villa de Madrid.

Este concierto me preocupaba por dos cuestiones básicas, la primera era la adaptación del concierto para banda, no recuerdo quién la había realizado, pero seguro que no era un buen conocedor de la obra, del instrumento ni de la Banda, pues no tenía ni pies ni cabeza desde el punto de vista musical, ya que no observaba las diferencias esenciales entre la partitura original para orquesta con la transcripción para banda, imposibilitando el acompañamiento natural a un instrumento como el clarinete, por la magnitud del sonido de la Banda. El adaptador se había dedicado a distribuir los pentagramas de la orquesta e insertarlos, sin retoques previos, en los de la Banda, sin tener en cuenta la diferencia de la cualidad, sonoridad, densidad y color del instrumento solista y menos aún permitirle tocar de forma flexible. Mi segunda preocupación estribaba en el director, Moisés Davia, he tocado como solista con infinidad de maestros, y siempre están pendientes del solista con el fin de ayudarle a recrear su versión, cosa que no ocurrió en este caso. Se estableció una lucha sin cuartel en la que el gran damnificado fui yo. En fin, he dado mi opinión en otro apartado de este libro y no puedo por menos que reafirmarme en ella.

***

Como dato histórico de aquellos años, el día 28 de febrero se produjo un intento de golpe de estado en el Congreso de los Diputados, al mando del Teniente Coronel de la Guardia Civil, Fernando Tejero. Al margen de la impronta de este suceso y el revuelo que causó a nivel nacional, no puedo dejar de asociar esta noticia con el momento en que la escuché y la situación personal que estaba viviendo. Esa mañana, al salir de casa, tropecé con el bordillo y me torcí el tobillo provocándome un esguince de grado 3. Cuando anunciaron el golpe de estado estaba en el hospital, viendo el percance por la tele, y a la espera de que me escayolaran. Sin duda, no fue el mejor día, supongo que por eso lo recuerdo con tantísima claridad.

Capítulo 13

Sonata número 3 de Claudio Prieto

Tuvimos una reunión de la Junta Directiva de la OSM con don Juan Cambreleng en el mes de marzo, a la sazón director general del Ministerio de Cultura, para presentarle el proyecto de colaboración con el Teatro de la Zarzuela. Asistimos Pedro González, Rafael Ángel y yo mismo como representantes de la Junta Directiva, después de estudiarlo conjuntamente llegamos a la conclusión de que era viable hacer un contrato con la OSM, con la única excepción de incluir un periodo inicial de seis meses, a partir del 1 de septiembre, para poder valorar la calidad y los resultados artísticos de dicha colaboración. En base a esos resultados, podríamos plantear un contrato más largo. Saliendo de la reunión, nos paramos en la salida del Ministerio para decir algo que nos preocupaba a los tres, habíamos metido a la OSM en un proyecto precioso pero muy peligroso, habida cuenta de nuestra circunstancia estructural. No teníamos director ni plantilla fija, por tanto carecíamos de criterio artístico. Necesitábamos ampliar la plantilla alrededor de un 60% con el fin de ofrecer una orquesta verdaderamente independiente y con buen nivel. Debíamos plantearnos esta situación en un plazo máximo de cinco meses para abordar las soluciones necesarias. Parece que coincidíamos en estos extremos, por lo que, después de la reflexión, quedamos en hablar más delante de las opciones concretas a tomar en cuenta. Después de esta reunión tuvimos tres conciertos con el Quinteto de Viento Koan en Málaga, Algeciras y Ceuta. El día 9 de marzo de 1981 se estrenó la Sonata número 3 de Claudio Prieto para clarinete y piano en la sala de Cámara del Auditorio Nacional, con Chiqui Martín al piano. El compositor elaboró unas notas al programa que considero importante incluir en este libro como explicación del «cómo y porqué» de esta sonata, ya que es muy ilustrativa de su creatividad, además de sentirme identificado con su producción musical, en la cual ha habido más obras cercanas a mi persona. El compositor dice: «SONATA 3, para Clarinete en Sib y Piano. Antes de penetrar en el cómo y el porqué de mi Tercera Sonata, deseo citar algunas definiciones que en su momento dieron los teóricos Pretorio y Walther, el primero de ellos escribió en su SYNTAGMA MUSICUM: La palabra Sonata, de

sonando, indica una música para los instrumentos, y no para las voces. A mi juicio, existe la diferencia siguiente: La Sonata tiene un carácter pomposo, como el motete; las canciones tienen muchas notas negras, vivas y rápidas. El segundo, llega a una mayor precisión al decir en su MUSICAL LEXICON: Sonata, de sonare, es una pieza de carácter grave, escrita para los instrumentos, en particular para los violines, donde el Adagio alterna con el Allegro. Y bien obvio es que la obra que acabo de componer no está vinculada, en cuanto a estructuras se refiere, con lo que fueran las Sonatas del ayer, ni tan siquiera con aquellas más próximas. No obstante, el vínculo existe, solo que está dentro de su significación histórica. Es más, aseguraría que justo ese significado atrajo mi atención pasando a constituirse en el incentivo, en el cómo (ya citado al principio), que puso en movimiento mi imaginación. El porqué es bien sencillo; es porque de ordinario me expreso a través de los sonidos, y también porque, el gran clarinetista Adolfo Garcés, me encargó que le escribiera una obra, sugerencia que acogí con especial ilusión. La materia musical fue conformada a base de arabescos sonoros, entrelazados en el tiempo de múltiples maneras, pero siempre bajo mi punto de vista sobre la arquitectura musical». La Sonata nº 3 tuvo muy buena acogida por parte de crítica y público. Como intérprete solo puedo decir que muestra, una vez más, la maestría de su autor. El día 25 hacemos un concierto con el Quinteto KOAN en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y, el día 30, grabo una obra de José García Román para clarinete y orquesta en los Estudios RCA de Madrid.

Capítulo 14

Gira con la Orquesta de Tenerife. Peritonitis

El 1 del junio de 1981 recibo una llamada telefónica a las nueve de la mañana del Gerente de la Orquesta Sinfónica de Tenerife.

—Hemos tenido un problema con el solista que iba a hacer la gira con la orquesta y ha anulado su colaboración —me explica con tono grave. —Vaya, qué lástima. ¿Y cómo me afecta eso? —pregunto sabiendo que la llamada no es desinteresada. —Me ha pedido el director, Armando Alfonso, que te invite a participar en la gira como solista, interpretando el Concierto nº 2 de Carl Maria von Weber con la Orquesta. Armando estuvo no hace mucho en Madrid y tuvo la oportunidad de escucharte con la Banda Municipal en directo y le encantó, me comunica que tienen todos los materiales —argumenta dejando todos los detalles muy bien atados.

Me quedo anonadado de que le haya gustado la versión del concierto con la Banda, habida cuenta de la opinión que he plasmado anteriormente, no obstante, tratándose de una orquesta sinfónica, no había lugar a duda alguna.

—¿Cuándo sería? —El primer concierto será mañana. Tendrías que viajar hoy mismo para llegar al ensayo de la tarde. —¿Puedes darme media hora para pensarlo y te llamo? —pido tratando de reponerme de la sorpresa.

Compruebo los vuelos mientras pienso inmediatamente que ahora me podré resarcir de la versión en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. Pasados los treinta minutos de rigor, le llamo y confirmo que tengo billete para la una de esa misma tarde. Una vez me recogen en el aeropuerto de Tenerife, nos trasladamos al local de ensayos de la Orquesta y realizamos un ensayo de la obra de arriba abajo para tomar niveles de sonido y comprobar los tempos que llevo en cada movimiento. Terminé muy satisfecho con el director y con la Orquesta, había hecho las paces con mi irado Carl Maria von Weber. Ese mismo día, a las siete de la tarde, tuvimos el primer concierto en Los Realejos, al día siguiente actuamos en La Laguna, después en Santa Cruz de Tenerife y, posteriormente, en El Sauzal, para regresar a Madrid el día 7 de junio. Fue una gira preciosa, por el entorno, las atenciones que recibí y los resultados artísticos de los conciertos. La Orquesta y el maestro estaban muy satisfechos, y yo exultante de agradecimiento y felicidad. El día 11 fue un día muy complicado, pues tuve molestias abdominales, pero, ante la ocupación constante en diferentes cuestiones, quería pensar que el dolor desaparecería y no le quise hacer mucho caso. Estuve todo el día fuera de casa con ensayos y reuniones y cuando llegué a las once de la noche, el dolor ya era insoportable.

—¿Qué te ocurre? —preguntó Marga muy preocupada. —Me duele mucho el abdomen desde esta mañana. —¿Será algo que comiste en el viaje? —No lo sé, quizá sean solo los nervios, pero de verdad que empieza a ser insoportable…

Al ver mi gesto y retorcimiento, mi mujer no lo dudó más.

—Nos vamos ahora mismo al hospital.

Fuimos a la Clínica de la Concepción y, nada más entrar en urgencias, me diagnosticaron un principio avanzado de peritonitis que debían operar inmediatamente. Prepararon el quirófano en no más de veinte minutos y me operaron. Recuerdo que, después de anestesiarme, cuando el médico pensaba que estaba totalmente dormido, comenzó a abrir con el bisturí y yo lo estaba sintiendo absolutamente todo, aunque sin dolor ni capacidad para hablar. Una vez en la habitación, se lo comenté al doctor y me miró como si estuviera loco, por lo que no insistí en el tema por si me ponía una camisa de fuerza. Aunque la situación no era una fiesta, cada vez que recuerdo la anécdota del coche de Marga me asoma una sonrisa a los labios ante la historia que nos ocurrió. Marga estaba asustada, y muy preocupada porque me veía desencajado, me llevó a «espuela de caballo» y aparcó el coche como pudo, pero con las prisas se dejó las llaves puestas y lo robaron mientras estábamos en el hospital.

—He visto tu coche aparcado en Rosales, y eso está lejos de aquí ¿Por qué lo has dejado tan lejos? —preguntó el padre de Marga durante la visita que me hizo al día siguiente.

Mi mujer y yo nos miramos con los ojos abiertos como platos e, inmediatamente, comprendimos que lo habían robado. Afortunadamente, por culpa de las prisas, tenía que haber puesto gasolina durante el viaje al hospital, pero tan azorada como estaba lo dejó para después, y los «pobres cacos» después de haber materializado el robo más fácil de la historia, se encontraron con la sorpresa de que el coche se paró al poco de cogerlo. Dentro de lo malo, incluso tuvimos suerte. Estuve en el hospital nueve días. La recuperación fue larga, por lo que tuvimos que retrasar unos conciertos programados con el quinteto de viento en Formentera e Ibiza, que debían haberse celebrado los días 29 y 30 de ese mes. A principios de julio, ya recuperando mi vitalidad habitual, tuvimos un concierto

con el Grupo KOAN en La Rochelle, Francia. Dos días después volvimos a tener noticias sobre el convenio de la OSM, nos dicen que vayamos preparando la situación a partir del proyecto presentado. Con estos antecedentes nos pusimos a trabajar para completar una plantilla que pudiera hacer frente a dicho contrato, de forma segura y con calidad, a partir del 1 de septiembre. Después de la conversación en la puerta del Ministerio, habíamos tenido otras reuniones en las que se barajaron distintas posibilidades. Al final triunfó, por absoluta mayoría, cambiar el órgano de gestión de la Orquesta, que en la actualidad era de Junta Directiva, tal y como lo estipulaban los estatutos, con un presidente a la cabeza y cuatro socios no vinculantes, a Secretaría General Técnica como órgano rector, con poderes absolutos en cuanto a la gestión, salario y situación profesional distintos del resto de los socios, debiendo fortalecer la figura de comisión artística, dotándola de un concertino, solista de viola, solista de violonchelo y un solista a elegir entre los vientos, con plenos poderes para la decisión ante las pruebas de que se avecinaban, y los criterios artísticos generales incluido el posible nombramiento de un director titular, cuyo cumplimiento se determinaría en su momento. La cuestión no era sencilla, la mayoría de nuestros músicos de viento pertenecían a la Banda Municipal o a alguna otra Banda Militar, y en las cuerdas a la ONE o a la RTVE y, como es lógico, ninguno de ellos tenía total disponibilidad para cubrir con garantías toda la programación completa del Teatro de la Zarzuela. Por otra parte no podíamos ni queríamos prescindir de ellos, aunque tampoco podíamos ofrecer una seguridad total ante las posibles incompatibilidades que surgieran a partir de la programación fija de la OSM, por lo que, para nosotros, eran el fundamento de nuestra plantilla.

Capítulo 15

Creación de la Secretaría General Técnica

Convocamos una asamblea para proponer el cambio de órgano en cuestión ante el inminente convenio con el Ministerio de Cultura, para lo cual proponíamos en primer lugar la creación de una Secretaría General Técnica. Se abrió un gran debate, debido a que esa posibilidad no la contemplaban nuestros estatutos, sin embargo nosotros adujimos que tampoco observaban el paso de la Orquesta a una situación de convenio profesional con cambios importantes a nivel artístico, económico y estructural. Cuando cesaron los comentarios de los socios, explicamos en profundidad los motivos de tal cambio basados en que, hasta ese momento, la Orquesta había pasado de una situación como sociedad sin ánimo de lucro, sin ingresos fijos excepto los que reportaban conciertos extraordinarios, a una empresa que iba a facturar grandes cantidades de dinero, debiendo canalizar por vía de la seguridad social todos los ingresos y pagos. Eso necesitaba una gestión profesional a tiempo completo, motivo por el cual proponíamos una Secretaría General Técnica formada por las tres personas que habían sido artífices y motor del cambio de la Orquesta, y que se definían en cada uno de los apartados de la gestión como Secretario General Técnico a la usanza de las demás orquestas españolas, Tesorero y Gerente, y estarían exentos de tocar en la programación oficial, pudiendo hacerlo, si sus obligaciones lo permitían, en la programación privada con el mismo caché que se acordara para cada músico. Después de todo lo dicho se informó que, si se aceptaba este extremo, el salario mensual de cada componente de la SGT sería el doble de cada músico o socio. Al final, se aprobó la creación de la comisión artística, que haría las veces del director titular en las audiciones de como en el seguimiento artístico de la plantilla, y convocamos las audiciones para completar una plantilla estable que se sumara a la que ya teníamos, publicitándolo a nivel nacional e internacional y preparando multitud de entrevistas a las personas que considerábamos útiles y con solvencia necesaria para nuestro proyecto. Las audiciones las haríamos en la Sala Madrazo, enfrente de la entrada de artistas del Teatro de la Zarzuela.

Capítulo 16

Comienzo del Convenio de la Orquesta Sinfónica de Madrid

El día 10 de agosto me llamó José Antonio Campos Borrego, director del Teatro de la Zarzuela a mi casa, para decirme que el proyecto de convenio con la Orquesta Sinfónica había sido aprobado y empezaríamos el día 1 de septiembre. Supuso una alegría muy grande por lo que significaba para la trayectoria de la Orquesta, al tiempo que me produjo un cierto escalofrío por la gran responsabilidad que suponía ese proyecto y el poco tiempo que quedaba para su comienzo. Inmediatamente llamé al resto de mis compañeros de la Secretaría General Técnica para contárselo y quedamos esa misma tarde para empezar los preparativos. Convocamos a la comisión artística para definir las fechas de las audiciones y nos preparamos para vivir un mes de agosto movidito. El día 28 cumplo 34 años, aunque con tantas cosas que tenía en mente, casi ni me di cuenta. El primer ensayo de la OSM en el foso del Teatro de la Zarzuela de Madrid fue el 1 de septiembre de 1981, comenzando con los ensayos de la temporada de ballet. Para ser el primer o con el teatro, el programa era muy ambicioso, porque el Ballet Nacional llevaba en su repertorio música española de Albéniz, Granados y Falla, que comprendía una plantilla orquestal muy grande: maderas a tres, metales a cuatro y la cuerda distribuida a partir de catorce, doce, diez, ocho, seis, con lo que el foso del Teatro de la Zarzuela estaba a rebosar. Aquel primer ensayo fue muy emocionante, yo estaba apoyado en la barandilla del foso, al lado del director, y pensé que el corazón se me iba a salir del pecho. Ya en el mes de octubre, tuvimos un concierto con el Quinteto de Viento KOAN en la Fundación March de Madrid, repitiéndolo a los pocos días dentro del Ciclo para Escolares patrocinado por la propia Fundación. Compré un clarinete en Sib marca Buffet modelo Prestige en Mundimúsica Garijo, el precio fue de 119.255 pesetas. Continuábamos con el ciclo del Quinteto de Viento Koan en la Fundación March. Al día siguiente ofrecemos un recital de clarinete y piano a cargo de Ana María Gorostiaga y Adolfo Garcés en Plasencia, nos acompañaba mi padre a la gira ya

que estaba programado su concierto en versión de clarinete y piano. Interpretamos el siguiente Programa Español: M. A. Garcés, L. I. Marín, R. Díaz, J. Guinjoan, X. Montsalvatge, C. Prieto y C.A. Bernaola. Hicimos el mismo programa al día siguiente en Cáceres. Durante el mes de noviembre de 1981, continuamos con los conciertos del ciclo de la Fundación March con el Quinteto de Viento KOAN y varios recitales de clarinete y piano en; Palencia, Guadalajara, Ciudad Real y Málaga a cargo de Adolfo Garcés y Ana María Gorostiaga con el mismo programa, finalizando el mes con un concierto del Grupo KOAN en Bilbao. Comienza el mes de diciembre con dos conciertos de Adolfo Garcés y Ana María Gorostiaga en Guadalajara y Logroño. Viajamos con el Grupo KOAN a Milán, donde tenemos un concierto de música española contemporánea en el Teatro de la Scala, al regreso a Madrid ofrecemos sendos conciertos del Quinteto de Viento KOAN en Ciudad Real y en el Instituto Cervantes de Madrid.

Parte V

(1982-1987)

Capítulo 1

Estreno del concierto de mi padre

El día 20 de febrero de 1982 se estrenó el Concierto para Clarinete y Banda de Miguel Adolfo Garcés, con la Banda Municipal de Madrid, dirigida por Enrique García Asensio en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, actuando como solista Adolfo Garcés. No, no es ninguna errata, como podéis adivinar, se trata de mi padre. Me apetece incluir unas breves notas que preparó mi padre para la ocasión, habida cuenta de la trascendencia sentimental y musical que tenía este acto: «Es un concierto clásico original para Clarinete y Piano, como Opus sin numerar, que forma Ciclo o Serie con otras piezas compuestas para este instrumento y que, en esta ocasión, se presenta como Clarinete y Banda. Como ya he dicho, es un concierto Clásico, cuyas características formales van de lo barroco a lo romántico y sentimental; y del virtuosismo (al que tanto se presta el clarinete) al hecho anecdótico y fraterno de la misma identidad, del mismo apellido, entre autor e intérprete». El estreno fue un rotundo éxito, la obra era brillante y virtuosa, se notaba que estaba escrita por un clarinetista y perfectamente pensada y diseñada para un solista acompañado por una banda de las características de la Banda Municipal de Madrid. Permitía tocar al solista en todo momento, haciendo gala de su sonido y afinación. Tengo que resaltar la labor del director, Enrique García Asensio que, de acuerdo a su costumbre y profesionalidad, tuvo en todo momento un cuidado exquisito en dejar que la música fluyera de manera natural, sin interrumpirla con aspavientos. Al final del concierto se produjo una situación que me emocionó profundamente. Hubo muchos aplausos y, cuando salí nuevamente al escenario, hice un gesto hacia donde estaba mi padre y comencé a aplaudir. Él, que habitualmente era una persona tranquila y poco dada a exageraciones, como respuesta se levantó y vino por el pasillo hasta el escenario, subió y me abrazó para, inmediatamente después, poner una rodilla en tierra y besar el clarinete. El teatro se venía abajo y yo tenía un nudo en la garganta que casi no me dejaba respirar. Pocas veces en mi carrera he sentido una emoción como aquella. Fueron muchos los desencuentros que viví con mi padre. Sin embargo, aquel será uno de los

momentos más inolvidables y entrañables que guardaré siempre. A partir del comienzo del convenio de la OSM con el Teatro de la Zarzuela en septiembre de 1981, tuve que racionalizar mis actividades como solista debido a la atención que merecía el seguimiento de la Orquesta y las complicaciones propias de una programación exhaustiva en el día a día con el Teatro de la Zarzuela. La Secretaría General Técnica de la Orquesta estaba funcionando bien, respetando el reparto de competencias que habíamos establecido entre los tres, puesto que nos conocíamos desde hacía mucho tiempo y teníamos objetivos idénticos que cumplir. En el mes de marzo de 1982 comencé a preparar una gira de conciertos con el Quinteto de Viento Koan por Canarias durante el próximo mes de mayo, en Lanzarote y en Tenerife. Durante los siguientes días tuvimos un concierto con el Grupo KOAN en la Fundación March, otro concierto con el Quinteto de Viento Koan en la Casa de Velázquez y una grabación en los estudios de RNE. Llegado al mes de junio, actuamos con el Grupo Koan en la Fundación March de Bilbao y con el Quinteto de Viento Koan en Segovia. En el mes de julio tuvimos un concierto con el Grupo KOAN en la Fundación March y, con el Quinteto de Viento Koan, en la Casa de Velázquez, así como una grabación en los estudios de RNE. Que llegue el verano no significa que el trabajo se detenga. Eso sí, algunos días de desconexión son necesarios y bien merecidos. Ese año veraneamos en Gavilanes, donde teníamos la casita de pueblo que hacía nuestras delicias y las de nuestros hijos de siete y tres años. Allí se movían con total libertad y les conocían en todos los sitios, con lo cual Marga y yo estábamos tranquilos y podíamos disfrutar también de nuestro tiempo. El día 28 cumplo 35 años. ¡Cómo pasa el tiempo! De vuelta a Madrid, ya en septiembre, continúo con mis actividades en la Banda Municipal, en el Teatro de la Zarzuela y con el estudio y preparación de las oposiciones a Cátedra.

—Buenos días Adolfo, tengo una propuesta para ti. —Saludó por teléfono Luis Remartínez, director en ese momento de la Orquesta Sinfónica de Valladolid. —Buenos días Luis, qué gusto oírte. —Era 26 de septiembre y, tras las

vacaciones, ya estaba fresco para seguir con un trepidante ritmo de trabajo, así que estaba dispuesto a escuchar cualquier oferta. —¿Qué te parece intervenir como jurado en las oposiciones a la Orquesta? Es para una plaza de clarinete solista, y de eso tú sabes mucho —puntualizó entre risas. —Alguna cosa sé…—le seguí la broma—. ¿Cuándo sería? —Pues mira, lo ideal sería que estuvieras aquí mañana para organizarlo todo. Se presenta mucha gente, es una orquesta de reciente creación y en estos meses han terminado su carrera varios alumnos que están buscando un sitio donde ubicarse, así que habrá jaleo. —De acuerdo, ahora mismo preparo el viaje.

Había setenta aspirantes para una sola plaza, y la obra obligada en la primera prueba era el Concierto de Mozart para clarinete, del cual pedíamos que tocaran únicamente la exposición del primer movimiento con la finalidad de poder hacernos una idea y elegir entre aquellos los más idóneos para pasar a la segunda prueba. A esta prueba accedieron siete aspirantes, entre ellos un joven de Salamanca que iba acompañado de su novia y su familia. El nivel de los participantes en la segunda prueba fue mucho más alto y pudimos elegir, sin ninguna duda, al más idóneo según las características que buscaba su director. Ese aspirante no fue el de Salamanca, cosa que entristeció a su familia, sino otro que venía de Valencia, muy bien preparado y ya con cierta experiencia de orquesta. Después de emitir el fallo ante el público nos retiramos al despacho, escuchamos gritos en la sala y, cuando entramos nos sorprendió el ambiente creado por la familia del aspirante de Salamanca, había montada una verdadera gresca hasta tal punto que, cuando nos vieron, se acercaron la madre y la novia con gesto amenazante.

—¿Cómo es posible que no haya pasado mi hijo? ¡Esto está amañado! ¡Es una vergüenza! —nos señaló la madre entre gritos, con los ojos fuera de las órbitas y

roja de ira. —Deberíamos denunciarlos, este Tribunal está comprado —gritó la novia acercándose peligrosamente. —Señoras, si no se calman me veré obligado a llamar a la policía —dijo Luis Remartínez intentando mantener el sosiego.

En todas las oposiciones que había estado, jamás me sucedió nada parecido. Comprendo que siempre es delicado elegir a un aspirante entre un grupo variado, y cada persona tiene su opinión, propiciando que los aspirantes que no han sido seleccionados puedan no estar de acuerdo con el veredicto, pero nunca con tanta vehemencia. A principios del mes de octubre de 1982 ofrecimos un concierto con el Grupo KOAN en el Teatro Real. Ese mismo día compré un clarinete en La, marca Buffet, en Mundimúsica Garijo, con número de serie 225980 y llaves plateadas. Me impresionó su sonoridad, afinación y versatilidad, además del precio, que era muy asequible. Para dejar constancia de mi preferencia, debo manifestar que todavía lo conservamos en la familia, y hoy día es mi hijo Pipo quien lo toca, porque un instrumento de calidad puede durar y disfrutarse durante varias generaciones. A finales del año 1982 hicimos un concierto con el Grupo Koan en Pola de Siero. Ya entrado el año 1983, el mes de marzo, ofrecimos un recital de clarinete y piano en la Fundación March, junto al pianista Josep Colón, presentado por Eduardo Pérez Maseda, insigne compositor. Tres días después, dentro del ciclo «Integral de la Obra de Cámara con Piano de Brahms» ofrecimos un concierto en la Fundación March, con el trío formado por: Josep Colón, Rafael Ramos y Adolfo Garcés interpretando el Trío Op. 114 en La menor y las Dos Sonatas para clarinete y piano Op. 120, números 1 y 2. Dentro de la programación del Teatro de la Zarzuela de Madrid, en el mes de abril, se estrenó la ópera Kiú de Luis de Pablo, con la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección de José Ramón Encinar. En el plano personal, en mayo de 1983, vendimos la casa de glorieta Luca de Tena para comprar el piso de la calle Amara nº 10. Nos trasladamos a vivir allí el día 20 del mes de junio. Año nuevo, vida nueva, pues en agosto cumplo 36 años y lo hago estrenando hogar,

aunque eso sí, el veraneo volvió a ser en Gavilanes. En septiembre vuelvo a iniciar mis actividades habituales con la Banda Municipal, la Orquesta Sinfónica de Madrid y el Dúo de Clarinete y Piano con Ana María Gorostiaga, comenzando a preparar un recital para el mes de octubre en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura de Teruel. Tenemos un Concierto en el Teatro Real de Madrid con el Grupo KOAN el mes de noviembre, patrocinado por el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, donde interpreto las Cuatro Piezas de Alban Berg Op. 5 junto a María Elena Barrientos al piano. En aquellos momentos el Teatro Real estaba preparando su adaptación para adecuarlo nuevamente como teatro de ópera, pero el escenario estaba todavía sin tocar y preparado para sala de conciertos. Siempre me agradó la acústica de ese teatro, y las Cuatro Piezas de Alban Berg Op. 5 para clarinete y piano parecía que habían sido diseñadas para dicho espacio, por su gama amplía de pianísimos, contrastando con sonidos y «clusters» fortísimos del piano, entremezclados con armónicos casi inaudibles del clarinete. La música nunca deja de sorprenderme, pero en aquella ocasión tuve la oportunidad de disfrutar de una manera muy especial, gracias a la acústica de la sala y, cómo no, a la maestría de María Elena Barrientos tocando esa obra. Durante el mes de diciembre ofrecimos un recital de clarinete y piano, junto a Josep Colón, para el ciclo «Recitales para Jóvenes» de la Fundación Juan March, y otro para el Salón de Actos de la Dirección Provincial de Educación de Albacete, patrocinado por la Sociedad Cultural dentro del ciclo «Los instrumentos de Viento Madera». Se acaba otro año más y, como casi todos los que recuerdo, lo hace entre música y recitales.

Capítulo 2

Ciclo «Brahms-Wagner». Asamblea de rendición de cuentas solicitada por los socios

El cuatro de enero de 1984 tuvimos un concierto en Vigo dentro del ciclo «Brahms-Wagner, la memoria de los últimos Románticos», a cargo del trío formado por Josep Colom, Rafael Ramos y Adolfo Garcés. Se celebró en el Auditorio de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, dentro del «Festival Internacional de Música de Cámara de Vigo». Siempre me gusta viajar a Galicia, el ambiente siempre melancólico, el mar y la humedad del invierno me hacen sentir la música de forma aún más mágica, y si es para tocar junto a dos magos de la música como Josep Colom y Rafael Ramos todavía mejor. Desde el mes de septiembre de 1981, momento en el que firmamos el convenio con el Ministerio de Cultura para llevar a cabo la temporada musical del Teatro de la Zarzuela de Madrid, la situación artística, laboral y económica de la Orquesta Sinfónica cambió radicalmente. Con anterioridad a este convenio, la Orquesta se constituía por un grupo de músicos dentro de una asociación sin ánimo de lucro, que atendía los contratos esporádicamente para la realización de algún concierto en concreto. Por ello percibían unos ingresos que se repartían entre los socios que habían participado, después de cubrir los gastos generados. Las asambleas de cuentas de entonces podían considerarse un mero trámite, que servían como centro de encuentro de los músicos, y aunque figuraba en los estatutos como algo obligatorio de forma anual, la mayoría de las veces prácticamente no había dinero que justificar. Con el cambio de Junta Directiva por Secretaría General Técnica, el concepto de la Orquesta había cambiado drásticamente. Una vez se puso en marcha el convenio con el Teatro de la Zarzuela, hubo que variar sustancialmente la situación legal de la Orquesta, preparando contratos para cada músico, dándoles de alta en la Seguridad Social y estableciendo las nóminas y todos los requisitos que eso conlleva. Para crear esta infraestructura, fueron de ayuda inestimable socios antiguos de la Orquesta, muy especiales por su entrega, fidelidad y conocimiento, como: Álvaro Mont y Dionisio Galaz, que nos ayudaron a desentrañar los complicados nudos y entramados desconocidos por nosotros hasta ese momento. Mientras tanto, la Secretaría General Técnica

nos ocupábamos de la situación artística de la Orquesta, que era lo que justificaba nuestra continuidad con el contrato por la condición impuesta en él, ya que la duración del mismo estaría en función de los resultados artísticos que consiguiéramos. Dentro de la Secretaría General Técnica teníamos la confianza absoluta en el Tesorero, que tenía una preparación previa en el tema económico, apoyado por el Secretario General Técnico, ya que todos los documentos debían ir firmados por él y solamente ambos tenían el reconocimiento legal de firma en exclusividad. Ese fue el único punto de nuestro acuerdo interno, como Secretaría General Técnica, que establecía una diferencia de responsabilidades entre nosotros tres. Nunca lo tuve en cuenta, porque confiaba que ambos llevarían las cosas adecuadamente. ¡Hasta que saltó la bomba! Por motivo de la Asamblea General, convocada por una mayoría de socios el mes de enero de 1984, «al no haber convocado Asamblea de cuentas durante los últimos tres años», o sea, desde que habíamos firmado el convenio con el Ministerio, no se había convocado ninguna asamblea de cuentas tal y como requerían nuestros estatutos. Nos reunimos el Secretario y yo en su despacho, esperaba una explicación plausible para aquella situación, porque no tenía conocimiento de tal extremo ni responsabilidad alguna en el tema que nos ocupaba. Parece ser, según me dijo el Secretario, que el Tesorero se encontraba indispuesto, aunque no supo, no pudo, o no quiso, aclararme el motivo de la indisposición que justificara semejante descuido. El caso era que, ante la premura de la situación por la convocatoria de la asamblea, quedaba una semana escasa para la celebración de la misma.

—Debemos preparar los saldos y cuentas de estos tres años para llevarlos a la asamblea, y justificarlos los dos juntos. —Afirmó muy serio el Secretario General Técnico, mientras yo resoplaba ligeramente nervioso.

Imaginé que se hacía cargo de lo que representaba para mí aquel encargo ya que, debido al desconocimiento del tema económico al que me habían abocado, tendría que hacer un esfuerzo ímprobo para comprenderlo y situarme en él. Habíamos alquilado una oficina en la calle de Los Madrazo, justo al lado de la

entrada de artistas del teatro. En esa oficina teníamos tres despachos con dos secretarias, una exclusivamente a cargo del Tesorero y otra para atender los temas que llevábamos el Secretario General Técnico y yo. Con esta distribución, las cosas habían funcionado a las mil maravillas, ya que ningún director había puesto pegas al funcionamiento artístico de la Orquesta hasta el momento, y habíamos aprobado con creces la famosa cláusula del Ministerio, relacionada con el periodo de prueba de seis meses, con lo cual íbamos adquiriendo cada vez más experiencia y calidad artística para desenvolvernos con cierta soltura. Fuimos al despacho del Tesorero y abrimos los armarios, la desolación fue absoluta. El caos reinaba ante nosotros, el dinero estaba esparcido por doquier, guardado en cajas o entre diferentes cuadernos, metido en cajones o mezclado con todo tipo de utensilios. Nos sentamos, totalmente incrédulos y desconcertados, mirándonos fijamente y concediéndonos un tiempo para reaccionar y reflexionar sobre aquello.

—Hay que tener muy poco criterio para hacer esto…—comenté llevándome las manos a la cabeza. —Esto no puede trascender a la Orquesta. Se producirían infinidad de comentarios y explicaciones maliciosas que probablemente no podríamos explicar —añadió el Secretario igual de desesperado que yo.

Disponíamos de menos de una semana para presentarnos ante la asamblea y explicar lo que para nosotros, por lo menos para mí, era todavía inexplicable. Debíamos proponer la subsanación del problema mediante la presentación detallada de las cuentas, y el ajuste de las mismas durante esos 3 años, junto al motivo expuesto de manera verosímil por el cual no se habían ofrecido dichas cuentas a la Orquesta durante el periodo mencionado. Lo dicho, trabajo de chinos. Afortunadamente, la OSM de 1984 no era todavía la de los años 1990. En aquellos momentos quedaban aún muchas personas de los tiempos románticos, en los cuales se hacían hasta 1.200 Km. en autocar, ida y vuelta, para dar un solo concierto en Santiago de Compostela y volver en el día, con ilusión y sin hacer preguntas, porque habían cobrado su caché nada más terminar el concierto. Otra parte de ellos había entrado en 1981, y conocían la entrega y

dedicación que había acompañado nuestra gestión durante estos tres años, sin embargo había otra parte de socios que, debido a su bisoñez, todavía desconocían el funcionamiento de la OSM. Preparamos lo mejor que pudimos la explicación, basada en la excusa hacia el Tesorero mediante una larga época de médicos y enfermedades, que le había trastocado su trabajo, junto con nuestra propia disculpa por no explicar periódicamente lo ocurrido, motivo por el cual aquella situación nos había sobrepasado. Todo esto, con diversos matices, lo manifestamos lo mejor que pudimos en la asamblea, controlando nuestro nerviosismo y sudores fríos, y parece que resultó creíble para los socios ya que nadie dijo nada, ni siquiera solicitaron las cuentas para revisarlas. Afortunadamente para nosotros, no surgió la pregunta que más temía, « ¿Por qué no puso en vuestro conocimiento el Tesorero la situación desde el principio?». Personalmente consideré que aquello no tenía ningún sentido, las explicaciones que aportamos no me convencieron tampoco a mí, aunque puse todo mi empeño en resultar creíble para el resto de la Orquesta, porque para ella era partícipe de la situación. Desde esa posición, con el conocimiento que tenía de la Secretaría General Técnica, ninguno de los argumentos me convenció, faltaba la explicación del concepto principal e ignoraba el motivo de su reserva. Si bien me ayudó a comprender lo que tantas veces me había preguntado durante todo el tiempo que llevábamos en la Secretaría General Técnica ¿Cuál era el motivo de que no me hubieran hecho partícipe de los asuntos relativos a las cuentas, guardándolo en el más absoluto secreto entre los dos? Solamente ellos tenían la información puntual de la situación económica de la Orquesta y yo, siendo fiel a mis principios, me había mantenido al margen porque, en el fondo, quería confiar en su criterio, ocupado como estaba en mis obligaciones. Con lo que habíamos conseguido y lo que faltaba por conseguir, la Orquesta estaba por encima de todo. Me dedicaba a lo que más me gustaba y me sentía satisfecho, me ocupaba del tema artístico y de las relaciones públicas, tanto con los músicos como con la programación del teatro, los ajustes de cada producción con otros departamentos externos: Auditorio Nacional, Comunidad de Madrid, etc. Posteriormente he pensado en muchas ocasiones que, a partir de aquel momento, se produjo un cambio drástico en la Orquesta, independientemente de que no se hicieran públicas las pegas a la hora de aprobar aquellos presupuestos

atrasados durante tres años. Me pareció que había concluido una etapa de inocencia y confianza en la OSM, para continuar con otra muy distinta, en la cual la confianza pasaba a un segundo término, como podremos apreciar más adelante en este libro. Durante el mes de enero, hicimos un concierto con el Grupo Koan en Alicante, dirigido por José Ramón Encinar. Por aquel entonces, aún tenía el susto en el cuerpo de aquella surrealista situación de cuentas descontroladas y explicaciones inverosímiles. Días de insomnio y pesadumbre que aún recuerdo con pavor. Quién me iba a decir a mí al principio de mi carrera, que para ser músico con saber solo de música no basta. ¡Y qué lo digas!

Capítulo 3

Concierto de Mozart en Valladolid, Estreno de J.H. de Luis de Pablo y Fundación March de Albacete

Hacía relativamente poco tiempo que la Orquesta Sinfónica Ciudad de Valladolid había resurgido por medio de un convenio firmado con el Ayuntamiento, nombrando director titular a Luis Remartínez. En febrero de 1985 me invitaron a participar con ellos interpretando el Concierto en La Mayor K. 622 de Mozart, bajo la dirección de Luis Remartínez en el Teatro Carrión. El programa lo formaban las siguientes obras: Obertura de Don Juan de Mozart, Concierto para clarinete en La Mayor K 622 con Adolfo Garcés como solista, Pavana para una Infante Difunta de M. Ravel y Mozartiana Suite nº 4 Op. 6 de P. I. Tchaikovski. Tanto los ensayos como el concierto fueron una oportunidad maravillosa para contrastar la ilusión de la Orquesta en su nueva temporada. Los propios músicos y su director estaban exultantes y disfrutamos mucho colaborando en una obra tan bella de la que habíamos hablado largamente en distintas ocasiones. Al día siguiente salí por la mañana hacia la sierra madrileña, con el fin de ofrecer un concierto a las diez de la noche en casa del millonario francés y amigo de Luis de Pablo, Jacques Hachuel, para interpretar una obra para clarinete y violonchelo que le ofrecía el propio compositor como regalo de cumpleaños a nuestro anfitrión, el título de la obra era J.H. El reparto interpretativo estaba compuesto por excelentes músicos, amigos del propio compositor: Pedro Corostola, violoncelista insigne con un historial increíble y Adolfo Garcés, clarinetista, amigo y irador de ambos. A veces, mejor incluso que un gran concierto, es una sala con unos pocos amigos reunidos en una ocasión especial, convirtiendo la música en un regalo personal. El ambiente de esa noche fue indescriptible. Algo informal pero exquisito. La casa del anfitrión estaba llena de personas de la Jet set, ministros y todo tipo de cargos que se puedan imaginar, esquivando a los camareros que iban pasando con las bandejas ofreciendo mil exquisiteces. Llegó el momento del concierto y nos rogaron que tomáramos asiento para empezar el acto. J.H., como todas las obras de Luis de Pablo, constituía una serie de minúsculas maravillas aparentemente inconexas, que tomaban cuerpo paulatinamente cuando

trascendían de la partitura al intérprete y de este al público. El resultado fue maravilloso. Un gran éxito personal de Luis de Pablo y un privilegio para Pedro Corostola y para mí, que también fue muy especial interpretarla como «estreno mundial» en un ambiente tan primoroso. Desde allí regresé a Valladolid para hacer el segundo concierto del ciclo con la Orquesta Ciudad de Valladolid, del Concierto en La Mayor K. 622 de Mozart, bajo la dirección de Luis Remartínez en el Teatro Carrión. Después del concierto fuimos a cenar y recordamos nuevamente el incidente de las oposiciones. Eso sí, como todo, a toro pasado podía narrarse con cierto toque de humor que, en el momento, era inimaginable. Tuve un recital de clarinete y piano en la Fundación March de Albacete el día 1 de marzo dentro del ciclo «Música para Jóvenes». La Fundación March acababa de iniciar ese ciclo en Albacete y necesitaba grupos y personas de confianza para llevar a cabo ese proyecto. Me pidieron que actuara, pues ya lo había hecho en Madrid, y habían podido constatar el éxito conseguido. El formato era el mismo y la periodicidad también, aunque en este caso se repetía todos los lunes durante seis semanas. Acepté, pero debo reconocer que se me hizo muy pesado. Cada lunes tenía que coger un tren a las siete de la mañana para empezar el concierto a las diez. Hacía dos conciertos por la mañana y regresaba a Madrid. Durante aquella época los lunes eran «mi día trágico», porque los vecinos de enfrente, Luis y Merche, ginecólogos de toda la familia y personas excelentes pero un poco dados a la juerga, pasaban a buscarnos todos los domingos, después de cenar, para que fuéramos a tomar una copa con ellos. Sistemáticamente decía que no, pero entonces Merche se colgaba de mi cuello y me arrastraba hasta su casa. Es comprensible que con estos argumentos no exista una negativa. La copa se alargaba hasta las cuatro o cinco de la madrugada, lo que me dejaba dos horas escasas de sueño. Aunque el viaje Madrid-Albacete lo hacía dormido como un tronco, que conduzca el tren, pasaba un día criminal e interminable, a veces ni la música me ayudaba a superarlo. En el mes de marzo, participé en un concierto con el Grupo KOAN en la Sala Fénix dentro del ciclo «Lunes Musicales de RNE». Ahora recuerdo esos lunes y se me escapa una sonrisa ¡Quién los pillara! Y quien pillara esa capacidad, aunque enturbiada, de afrontar la semana y trabajar después de una noche de juerga. Como bien suele decirse: «que me quiten lo bailao».

Capítulo 4

Concierto en el Teatro Bellas Artes de Maracaibo y oposiciones a Cátedra de Clarinete

Invitado por el Secretario de Cultura del Ayuntamiento de Maracaibo, Venezuela, y a instancias de mi buen amigo Félix Mozo, excelente clarinetista español afincado allí desde hacía varios años, ejerciendo como solista de clarinete en la Orquesta Sinfónica y Catedrático del Conservatorio, me trasladé el día 15 de marzo de 1984 a Maracaibo, para interpretar el Concierto en La Mayor de Mozart para Clarinete y Orquesta en el Teatro de Bellas Artes, con la Orquesta Sinfónica de Maracaibo dirigida por Pablo Castellano, director titular y artístico. Dos días después ofrecí un recital de clarinete y piano en la Embajada Española de Maracaibo con el pianista venezolano Edelmiro Hernández, interpretando obras exclusivamente de compositores españoles del repertorio del clarinete. A mi regreso a España tuvimos una situación familiar muy complicada durante una revisión rutinaria de mi hija María. Le detectaron una sombra en el pecho que podía ser perfectamente un tumor a juicio del médico. Después de innumerables pruebas, el equipo médico no llegó a la certidumbre total, pero diagnosticó con certeza que había un cuerpo extraño que debían operar. La pequeña tenía ocho años y estaba a punto de tomar la primera comunión. Obviamente retrasamos la comunión y se produjo la operación durante el mes de abril. Pasaron dos semanas en las que el médico no decía nada. «Lo estamos analizando», repetía cada vez que preguntábamos escabulléndose como podía. Dos semanas que pasamos Marga y yo en el hospital mientras mi madre cuidaba de Pipo, que tenía tan solo cuatro añitos y necesitaba atención constante. Por fin, un día se abrió la puerta de la habitación como si hubiera entrado un huracán y apareció el cirujano. 1,95 de estatura y 90 kilos de peso. Nos miró con gesto afable: «era benigno», afirmó sonriente. Casi nos desmayamos, no puedo explicar con palabras la sensación de alivio que nos invadió. La niña nos miraba desde la cama y no entendía por qué sus papás estaban llorando como magdalenas. Se trataba de la glándula del timo que se había desarrollado excesivamente, alojándose detrás de los pulmones. La niña tomó su primera comunión perfectamente recuperada y organizamos una fiesta por todo lo alto. Había motivos para celebrar.

El día 28 de agosto cumplo 34 años. El resto del año 1984 transcurrió de manera tranquila, evidentemente era difícil superar un viaje transoceánico y una amenaza de tumor. Entre la temporada de ópera del Teatro de la Zarzuela, la gestión de la OSM, los ensayos y conciertos con la Banda Municipal no tenía mucho tiempo para relajarme, pero por fortuna era la rutina normal de siempre. Al año siguiente, el día 23 de febrero de 1985, un grupo de Solistas de la Orquesta Sinfónica de Madrid dimos un concierto dentro de la celebración del Año Europeo de la Música, interpretando el Septimino en Mi b Mayor Op. 20 de Beethoven, el Quinteto Op. 34 de Weber y el Octeto en Fa Mayor, D. 803 de Schubert, en el Palacio de Comunicaciones de la Puerta del Sol de Madrid. Este programa estaba patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid. Ofrecimos un concierto patrocinado por el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea en la Escuela Superior de Canto de Madrid, a cargo del Grupo KOAN, bajo la dirección de José Ramón Encinar. Durante los meses de mayo y junio estuve preparando las oposiciones a Cátedra, que se celebrarían en el mes de julio. Por esa época teníamos varias giras con la OSM por la comunidad de Castilla la Mancha que no podía dejar de atender, por lo que acudía a cada una con el maletín lleno de libros y datos junto con el ordenador, para aprovechar los momentos en el hotel o durante los viajes y continuar preparando la oposición. No puedo negar que tuviera cierto agobio, todo mi objetivo estaba en llegar al mes de agosto habiéndome quitado ya ese peso de encima. El día 15 de julio comenzaron las oposiciones a Cátedra de Clarinete, se realizaron en el Salón de Actos del Conservatorio Profesional de Amaniel y constaban de tres fases diferenciadas:

1.Ejercicio escrito: a partir de un análisis formal y estético sobre un movimiento de concierto o sonata. 2.Ejercicio práctico: interpretación acompañada de piano ante el Tribunal, de dos obras de estilos distintos, a partir de una relación presentada por el opositor de ocho obras distintas. 3.Clase práctica de una hora de duración.

Recuerdo con horror el calor que hacía aquella tarde en el salón. Solicité encarecidamente que pusieran el aire acondicionado y me dijeron que estaba estropeado, les creí porque estaban sudando la misma gota gorda que yo, claro que ellos no tenían que tocar y no se ponían a prueba, cosa que siempre pone más nervioso y acalorado. Recuerdo que el Tribunal de aquellas oposiciones estaba formado por los siguientes catedráticos: don Miguel del Barco, director del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid que actuaba como presidente; don Vicente Peñarrocha, Catedrático de Clarinete; don Miguel Quirós, Catedrático de Oboe; don Antonio Arias, Catedrático de Flauta y Solista de la Orquesta Nacional de España y, por último, don Modesto Escribano, Solista de Clarinete Bajo de la Orquesta Nacional de España. El día 17 de julio comunican el resultado de esas oposiciones, otorgando la Cátedra de Clarinete a Adolfo Garcés. El día 28 de agosto vuelve a ser mi cumpleaños, como celebración un tanto extraña, recibo un telegrama del Ministerio de Educación y Ciencia comunicándome que debo tomar posesión de mi plaza el día 1 de septiembre en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca, caso de no hacerlo, perdería todos los derechos de la plaza. Con estos argumentos tan convincentes y nada amedrentadores, tomo posesión de mi plaza con cierta contrariedad, ya que el motivo principal para presentarme a esta oposición era acceder a la Cátedra «vacante» del Conservatorio Superior de Música de Madrid. Durante el mes de agosto estuve tentado de renunciar a la plaza, habida cuenta de todo lo que suponía para mis actividades profesionales en Madrid. En términos generales no encontraba tiempo para desplazarme todas las semanas a Salamanca sin que afectara a mis ocupaciones. Mi mujer y las personas más allegadas me convencieron de lo contrario, aduciendo que tendría tiempo de volver a Madrid por medio de un concurso de traslados y, entretanto, veríamos cómo se organizaba el tema. Bastante inquieto al repasar las actividades que tenía en ese momento y el tiempo del que disponía para dar el salto hasta Salamanca y volver, me inclinaba hacia la renuncia. Por otra parte, me llamaba poderosamente la atención el mundo de la enseñanza, desde la perspectiva de poner en práctica todos mis

conocimientos y experiencias musicales en favor de las personas que compartieran mi afición por el clarinete e ilusión por la música, suponía realizar el sueño por el cual algún día decidí entregarme a él, así que me lié la manta a la cabeza y acepté el reto. Una vez decidido esto, comuniqué mi baja en la Banda Municipal de Madrid con cierta tristeza. Había sido mi buque insignia durante mucho tiempo y la mejor fuente de inspiración y conocimientos durante 15 años, y donde aprendí y practiqué cosas que jamás olvidaré. Realmente era una agrupación que llevaba muy dentro en cuanto a experiencias y superación, pero no me quedaba más remedio que tomar un nuevo camino en mi trayectoria profesional en beneficio de la docencia, ya que la istración me obligaba a elegir entre una u otra, por ser ambas de índole funcionarial y, por tanto, incompatibles. Y es que, a veces, para abrir una puerta, no hay más alternativa que cerrar otra.

Capítulo 5

Festival de Europalia 85

En la programación del Teatro de la Zarzuela habían incluido una gira dentro del Festival de «Europalia 85» a nivel europeo durante el mes de octubre. Se creó una Comisaría General por medio del Ministerio de Cultura para su celebración, que pretendía ofrecer una especie de escenario europeo con las actuaciones de los mejores teatros de Europa, paseando producciones propias. Europalia se presentaba como la mayor muestra cultural de España, y la OSM formaba parte de la producción del Teatro de la Zarzuela, que incluía orquesta, coro, solistas y directores, junto con todo el equipo de iluminación y sonido. La apuesta era muy ambiciosa y requería una organización muy cuidadosa por parte de la Orquesta, sobre todo en lo que respecta a la Secretaría General Técnica ante la organización itinerante de la Orquesta y su proyección. Tuve que pedir un permiso especial en el conservatorio al mes de haber tomado posesión que, afortunadamente, me concedieron. Tenía que estar veinte días fuera de España así que no tenía otra opción. El festival ofrecía actuaciones en las ciudades de Ginebra, Lieja, Ostende, Amberes y Gante durante casi dos meses, y llevábamos preparado un programa de zarzuela y un concierto con la aportación de los mejores cantantes españoles del momento: Plácido Domingo, Juan Pons, Pilar Lorengar, etc. Todo salió a la perfección, exceptuando el viaje de regreso, más concretamente a la llegada al aeropuerto de Barajas para pasar la aduana. Resultó que al presentar los pasaportes, no dejaban pasar a 12 músicos extranjeros de la Orquesta porque no tenían actualizado el documento acreditativo de su trabajo en España. Eran de distintas nacionalidades y, aunque los trámites fundamentales habían sido gestionados por nosotros, el final del trámite estribaba en recoger el documento original por parte del interesado para que firmara la recepción, cosa que, claramente, había fallado. Estuvimos en Barajas dos horas hasta que pude aclarar el mal entendido y terminar el trámite en la misma aduana. Entrados ya en noviembre de 1985, interpreté un recital de clarinete y piano en el Auditorio San Blas con motivo de la Festividad de Santa Cecilia y como presentación ante el público de Salamanca del nuevo catedrático de Clarinete. Hacía escasos dos meses que había tomado posesión de mi Cátedra y, habida cuenta del número de alumnos que se habían matriculado en mi aula, había cierta

expectación con el tema, era la primera vez que había un profesor de Clarinete en ese conservatorio. De hecho, al llegar me encontré con la sorpresa de descubrir 65 alumnos matriculados en los tres niveles de enseñanza; Elemental, Medio y Superior. Hay que tener en cuenta que en aquel momento no existía el llamado Real Decreto de Mínimos y, por otra parte, tampoco existía la separación de grados, motivo por el cual se aceptaba a todo aquel que se matriculara sin límite de nivel ni plazas. Dicho decreto se aprobó recientemente por el Ministerio de Educación, como solución al horario lectivo del profesorado, buscando conseguir una ratio proporcionada de cara a los alumnos. En realidad, entre los alumnos, sus familiares y el público de Salamanca que venía a celebrar la buena nueva de un catedrático de Clarinete, estaba el auditorio hasta arriba. Ana María Gorostiaga no salía de su asombro porque esperábamos un concierto con poca afluencia de público, Salamanca no brillaba precisamente por una inclinación especial ante la música. El programa era exigente en el orden estético y virtuosístico, no en balde era el que estábamos paseando últimamente por España y estaba compuesto por las siguientes obras: Sonata Op. 120 número 1 de Brahms, Dance Preludes de W. Lutoslawski y el estreno de una sonata del compositor salmantino Jesús Martínez, que me la dedicó hacía dos años. En la segunda parte comenzábamos por el concierto de mi padre, la I Rapsodia de Debussy y finalizábamos con la Sonata de Francis Poulenc. A la vista de la intensidad del programa, pensé que se aburrirían o que irían desapareciendo poco a poco, pero estaba equivocado, me pidieron hasta tres propinas más. Acabé totalmente derrotado, pero feliz y satisfecho. Todavía no he relatado el plan de vida que llevaba a partir de comenzar las clases en el Conservatorio de Salamanca, y puede resultar curiosa por lo específica y agitada que resultaba. Impartía clases los lunes por la tarde, con lo cual salía de Madrid a las 14:00 horas para empezar la clase a las 16:30, terminando a las 21:30 horas. Salía a dar una vuelta por la plaza Mayor de Salamanca, un lujo que no todo el mundo se puede permitir, y cenaba con dos compañeros que venían también desde Madrid y con quien compartía exigentes horarios. Dormía en un hotel cuya habitación tenía vistas a la plaza Mayor y, por la mañana, después de desayunar, reiniciaba mis clases de 9:00 a 14:00, porque tenía ensayos en el Teatro de la Zarzuela o con algún grupo para preparar futuros conciertos. Los martes, miércoles y jueves por la mañana estaba en Madrid desarrollando

mis diversas actividades y atendiendo mis obligaciones hasta que, el jueves al mediodía, salía nuevamente para Salamanca para iniciar las clases en el conservatorio a partir de las 16:30 hasta las 21:30 horas que volvía a Madrid. Afortunadamente, Madrid y Salamanca se comunicaban por medio de una autopista en casi la totalidad de su recorrido, exceptuando entonces los últimos 40 km que, en esas fechas, discurrían por una carretera muy deteriorada. Durante los viajes me entretenía escuchando algún concierto o la programación de Radio Clásica de RNE y el tiempo pasaba casi sin enterarme. Más adelante, llegamos a un acuerdo con los dos mencionados compañeros de Madrid y, desde entonces, hacíamos los viajes juntos, lo cual fue un descanso ya que a veces nos alternábamos para conducir. Así pasaron los casi cinco años de viajes y clases en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca, hasta que, en 1989, mediante concurso de traslados, pude conseguir volver a Madrid, al Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín.

Capítulo 6

Tribunal de oposiciones en Zaragoza

El 16 de febrero de 1986, recibí una llamada del Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza. Me invitaba a formar parte del Tribunal Calificador en las oposiciones para proveer ocho plazas de Profesores Músicos para la Banda Provincial de la Diputación. La convocatoria de estas oposiciones se hizo en un momento en el que la Banda de la Diputación estaba pasando malos momentos, incluso se planteaba su desaparición por falta de medios económicos. A finales de 1985 hubo cambios en el Gobierno aragonés y se hizo un nuevo planteamiento económico hacia la cultura, gracias a lo cual la Banda pudo plantearse una situación más halagüeña.

—Menos mal que van a invertir en cultura, de otra manera habría sido nuestro fin…—comentaba aliviado el director de la Banda. —Me alegra formar parte de este Tribunal, ojalá los tiempos que empezamos sean mejores. —¿Tío? —escuché su delicada voz tras de mí y la reconocí al instante. —¿Lely? —Sabes que tengo muy buen olfato para averiguar siempre dónde estás—afirmó orgullosa mi sobrina Maribel. —¡Qué sorpresa tan agradable! ¿A qué hora terminaremos hoy? —aproveché para preguntarle al director mientras les presentaba. —A las nueve, creo que hoy te has ganado una cena familiar ¿Verdad? —Pues si mi sobrina quiere, esa era mi intención —propuse discretamente. —Por supuesto, hoy cenamos en casa de mamá —dijo alegrándome nuevamente al saber que vería a mi hermana Gloria.

Hicimos un concierto de Navidad para el Casino Obrero de Béjar interpretado por los alumnos del Conservatorio Superior de Música de Salamanca y dirigido por Adolfo Garcés poniendo a prueba a sus pupilos. Al día siguiente repetimos el mismo concierto en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca. La siguiente semana participé como invitado en un concierto de la Fundación Juan March, colaborando con el Ensamble de Madrid dentro del «Ciclo Ravel», organizado por la propia fundación. Un calendario navideño, como puede verse, de lo más completo. Lejos de trabajar menos, con los años parece que cada vez hago más cosas.

Capítulo 7

Creación del Quinteto de Viento y del Grupo Arsis Cámera

A partir del convenio de la OSM con el Teatro de la Zarzuela, cambió paulatinamente el ritmo de trabajo con el Quinteto de Viento Koan, debido al aumento de actividades y mi posterior incorporación al Conservatorio Superior de Música de Salamanca. Resultaba muy difícil compaginar los tiempos de los horarios de la Banda Municipal con los de la OSM y el Conservatorio, para ensayar y sobre todo para viajar. Debido a estas circunstancias, el Quinteto de Viento Koan fue decreciendo paulatinamente sus actuaciones dentro del panorama musical español, con el mutuo acuerdo de sus integrantes. Como ya he dicho, abrir nuevos caminos a veces implica dejar otros atrás. Como consecuencia de ello, al cabo de poco tiempo la música de cámara, en la modalidad de quinteto de viento en España quedó huérfana, y eso era algo que no podía tolerar, porque había atesorado gran cantidad de experiencia con esta agrupación, y ofrecía la posibilidad de recrear un repertorio único de compositores españoles y europeos dentro de su programación, gracias a la abundancia y calidad contenida en su género. Se me ocurrió la idea de proponer a los solistas de la OSM crear un quinteto de viento que se llamara Arsis Cámera. Se trataba de un nombre que había registrado recientemente, para incluir, posteriormente, otros grupos con distintas agrupaciones dentro de la denominación genérica, aprovechando que tocábamos en la misma orquesta y conocíamos nuestra respuesta musical y artística. Hablé con ellos y, aunque tuvieron ciertas reticencias al principio, pues todos tenían numerosos compromisos profesionales y personales, propuse ensayar antes o después de los ensayos de la Orquesta en el salón de ensayos de la calle Madrazo, aprovechando el tiempo sin perjudicar otras responsabilidades. Me hicieron diversas preguntas respecto a partituras y gestión de los conciertos, les aseguré para su tranquilidad, que me comprometía a seguir llevando yo mismo esos aspectos, ya estaba acostumbrado con el Quinteto de Viento Koan y conocía bien el medio. A partir de esto acordamos crear el Quinteto, las personas que lo integrarmos fuímos: Pedro González, flauta; Miguel Quirós, oboe; Adolfo Garcés, clarinete; Ramón Cueves, trompa; y Enrique de Cabo, fagot. Era enero

de 1987 y pese a los años que llevaba en esta profesión, todavía seguía con la misma ilusión para alumbrar nuevos proyectos en beneficio de la música. Ofrecí un recital de clarinete y piano el día 7 de febrero en el Salón de Actos del Patronato Municipal de Cultura de Pozuelo de Alarcón, patrocinado por la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid y dentro de un ciclo de conciertos programados para los distintos municipios madrileños. Asisten mis cuñados, Manolo y Concha con Jorge, mi sobrino, que vivían en Pozuelo de Alarcón en aquella época y trajeron a sus múltiples amigos y vecinos para escuchar el recital. Aquel salón de actos era más bien pequeño, tendría escasamente 200 butacas, y el escenario estaba a menos de un metro de distancia de la primera fila, y a no más de metro y medio de altura respecto a las butacas. Como no disponía de mucho fondo, el piano y mi atril estaban a escasos 30 centímetros del borde del escenario. Pues bien, cuando salí al escenario me encontré a mis cuñados y sobrino, más el acompañamiento de la casi totalidad del pueblo de Pozuelo, sentados a partir de la primera fila, con la cabeza bien levantada y a dos palmos de distancia del escenario. Me sentí muy cohibido por la cercanía, pero por más que quisiera no tenía espacio detrás para retroceder, con lo cual no me quedaba otra que abstraerme, cerrar los ojos e imaginarme que estaba en el Albert Hall de Londres. Durante el mes de marzo continuamos con la serie de recitales del ciclo patrocinado por El Centro de Estudios y Actividades Culturales de la Comunidad de Madrid; Real Coliseo Carlos III del Escorial, Casa Municipal de la Cultura de Alcobendas y el Centro Cultural La Elipa, patrocinado este último por la Junta Municipal del Distrito de Ciudad Lineal del Ayuntamiento de Madrid respectivamente. A partir de innumerables proyectos enviados a distintas sociedades y agrupaciones musicales, recibí la aceptación de varias propuestas de conciertos para el recién creado Arsis Cámera, que incluía en su seno instrumentos de viento, cuerda, percusión y piano, a la manera del Grupo Koan pero sin director. Así se me ocurrió la idea de crear el Grupo Arsis Cámera el día 20 de abril de 1987, concebido para incluir distintas opciones instrumentales según demanda de programación, con lo que se podían abordar programas de dúos, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, etc. en todas sus acepciones instrumentales.

Actuamos con el Grupo Arsis Cámera, compuesto por: Chiky Martín, Rafael Ramos, Enrique de Cabo y Adolfo Garcés; piano, violonchelo, fagot y clarinete respectivamente, en un concierto organizado por el Ciclo de Cámara y Polifonía, patrocinado por el I.N.A.E.M. en el Auditorio Nacional. Bajo la dirección de José Ramón Encinar tuvimos un concierto con el Grupo Koan en Vergen (Noruega) como homenaje a Luis de Pablo. Allí interpreté su obra Oculto, para clarinete bajo solo. Fue un viaje relámpago y desconcertante, porque vivimos 24 horas sin saber en qué franja horaria nos movíamos. Crear aquellas agrupaciones fue altamente satisfactorio, tanto en el plano musical como en el personal. Ahora bien, solo a mí, que me va la marcha, se me ocurre hacer tal cosa para seguir con un ritmo que, claramente, no se detenía, sino que aumentaba.

Capítulo 8

VII Curso Internacional de Música «Martín Códax»

Me invitaron al VI Curso Internacional de Música “Martín Códax” de Marbella, para impartir un curso de clarinete el mes de septiembre de 1987. Aquel curso tenía un gran predicamento entre los alumnos que estudiaban distintas facetas musicales, el cuadro de profesores era amplísimo y muy selectivo. También el reclamo de Marbella en aquella época hacía que se inscribieran cientos de alumnos por lo atractivo del lugar, la fecha y el profesorado. El curso estaba financiado por el Ayuntamiento de Marbella y situado en un Colegio Mayor a las afueras de la ciudad, gestionado por un consejo de profesores que llevaban haciendo ese curso bastantes años. Apunté a mis hijos en la modalidad de flauta y clarinete aprovechando que viajaban con nosotros, aunque Pipo todavía no había empezado a estudiar música, pero se lo pasaba estupendamente con el resto de alumnos y los compañeros de la clase de clarinete. Fue muy interesante compartir experiencias musicales con alumnos y profesores del curso, los profesores ofrecimos distintos conciertos, aparte de las actividades que se preparaban para los alumnos. Dentro de estos conciertos tocamos un recital de clarinete y piano interpretado por Adolfo Garcés y Menchu Mendizábal para el Festival de Música organizado por el propio Curso «Martín Códax» de Marbella. Fue la primera vez que toqué con Menchu Mendizábal y quedé tan gratamente impresionado, que repetiríamos varios recitales en España y Europa. Durante el mes de noviembre se sucedieron varias actividades con grupos diversos: con el Ensamble de Madrid en el Ciclo Ravel y con el dúo de clarinete y piano en el ciclo «El Clarinete Español Contemporáneo», interpretado por Adolfo Garcés y María Elena Barrientos para los «Miércoles Musicales de Radio Nacional» en el Palau de la Música de Barcelona, retransmitido en directo por Radio Clásica. En la Caja de Ahorros de Zamora, a cargo de Adolfo Garcés y Ana María Gorostiaga, ofrecimos un recital dentro del ciclo «El Clarinete Español Contemporáneo» patrocinado por la propia Caja de Ahorros. Finalmente, organizado por el Ayuntamiento de Leganés, ofrecimos un concierto interpretado por el Cuarteto de Cuerda Koan y Adolfo Garcés el día 12, con obras de Mozart y Weber.

Volví una vez más al bellísimo Salón de la Escuela Superior de Canto de Madrid, mi primer y querido conservatorio, dentro del ciclo «Estrenos del Año Europeo», donde interpreté Atrezzo para clarinete y piano, de Jesús Villa-Rojo, colega de la Banda Municipal y excelente compositor, que obtuvo un gran éxito. Más adelante, patrocinado por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, ofrecimos un concierto a cargo del Grupo Instrumental Arsis Cámera dirigido por Adolfo Garcés para el programa «La Audición». La Fundación Juan March presenta la obra Ricercare para grupo instrumental, del compositor Gonzalo de Olavide que había sido motivo del encargo por parte de la Fundación. La propia Fundación se encargó de elegir los instrumentistas que la estrenarían, eligiendo a los siguientes músicos: Javier Benet en la percusión, Adolfo Garcés al clarinete, María Rosa Calvo Manzano en el arpa, Rafael Ramos al violonchelo y José Luis Temes como director. Se realizó una presentación a cargo de Gonzalo de Olavide, compositor de la misma y, posteriormente, se iniciaría la audición del concierto. Hicimos todos los ensayos en la sala de la fundación y el resultado fue fantástico, no es muy frecuente trabajar codo con codo con personas diferentes y estrenando una obra que, por cierto, era muy hermosa. ¿Agotado de leer tanto trabajo diario en un calendario interminable? Pues aún queda…

Parte VI

(1988-1991)

Capítulo 1

Proyecto del Curso Internacional en Salamanca

Comenzamos la actividad musical del año 1988 con el concierto del Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Salón de Actos de la Caja General de Ahorros de Madrid. Durante el tiempo que estuvimos preparando la elaboración del programa, trabajé con una persona de la sede central que actuaba como relaciones públicas para las actividades culturales de la entidad, aficionada a la música y con estudios en historia del arte. En el espacio de dos semanas teníamos decidido el programa más idóneo para la situación, habida cuenta que el concierto lo ofrecían en conmemoración de un acuerdo con la embajada alemana, mediante un convenio de colaboración de ambas entidades para expandir sus productos. Estaban invitados todos los de la embajada y preparamos un concierto basado en compositores alemanes. Repasamos todas las obras del repertorio con estas características pero cuando parecía que nos poníamos de acuerdo, solicitaba un compositor nuevo que no teníamos en repertorio. Le sugerí el programa idóneo que habíamos preparado para la ocasión, a base de los siguientes autores: Paul Hindemith, Frank Bridge, Matyas Seiber, Roberto Gerhard y Tomás Marco, con los cuales marcábamos claramente la tendencia estética que buscábamos. Estuvimos recreándolo aproximadamente una hora más, hasta que tuvo que ausentarse, momento en el cual se disculpó y dijo que estaba totalmente de acuerdo con el programa y podía darlo por aceptado para el concierto del día 20. Nos pondríams en o próximamente y me pasaría el contrato para la firma. Al no haber recibido el contrato, pasado un tiempo le sugerí que quedáramos para su firma y se acercó a mi despacho. Mientras repasaba finalmente el programa y el currículo de los compositores, al tiempo que yo firmaba el contrato, la estuve observando y, en un momento determinado, levantó la cabeza y me sorprendió mirándola.

—Disculpa…—dije sintiéndome descubierto. —No importa, es halagador —respondió con media sonrisa.

Quedamos en Edelwais, que era un restaurante conocido por ambos. Estábamos sentados a la espera de comenzar la cena, cuando comenzó con la siguiente pregunta:

—¿Y cuál es tu posición en el quinteto, aparte de clarinetista? —preguntó educadamente. —Bueno, soy el director artístico del grupo, una especie de relaciones públicas desde el punto de vista artístico y financiero…—comencé a ponerle al día de mis incontables quehaceres, mientras ella asentía con mucha atención—. Tengo un recital de clarinete y piano en Zúrich el día 20 de marzo, de hecho —expliqué para finalizar. —Vaya, es muy interesante —se la veía disfrutar de verdad de la conversación, como buena amante de la música, encontraba curiosidades provechosas en mi experiencia. —Pues yo tengo que estar en Alemania del 15 al 30 de marzo. Probablemente pueda asistir a tu recital. —Eso es estupendo, estás más que invitada, si me dejas tu dirección de correo te haré llegar las invitaciones.

Continuamos con la cena entre charlas musicales y, al terminar, le ofrecí tomar una copa en la cafetería del Hotel Suecia, a lo cual me dijo que, casualmente estaba hospedada allí. Hacía mucho frío y, aunque le ofrecí dar un paseo por el Madrid nocturno, denegó la invitación aduciendo que le apetecía más tomar una copa resguardada y calentita. Dicho y hecho, entramos en el Hotel Suecia y sentados cómodamente empezó a contar algunas de sus historias profesionales y el motivo por el que había recalado en la caja de ahorros.

Nos dimos las buenas noches y salí al frío gélido en dirección a mi coche para volver a casa. Finalmente, el concierto del día 20 de enero fue un verdadero éxito. La sala estaba llena a rebosar y el programa encajó perfectamente con la finalidad requerida, había muchas personas invitadas por la caja, entre ellos varios representantes alemanes. Al terminar el concierto había un cóctel al que nos invitaron y, aunque yo decliné la propuesta porque tenía compromisos ineludibles, mis compañeros del quinteto disfrutaron del broche final de un recital para recordar. Con motivo de mi destino en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca desde septiembre de 1985, tuve oportunidad de pulsar el ambiente musical de la ciudad, chocándome sobremanera que, en una ciudad como Salamanca, con su maravillosa historia cultural, la música estuviera tan abandonada. Me propuse, en la medida de mis posibilidades, tratar de solucionar esa situación tratando de variar las circunstancias actuales y potenciando la enseñanza de la música desde mi Cátedra. Quería posibilitar la expansión del ambiente musical mediante conciertos y cursos que influyeran en el público y el alumnado. La primera vía la estaba gestionando desde el comienzo de mis clases con bastante éxito, había creado entre los alumnos y familias la necesidad de escuchar y hacer música más a menudo. Pero no era suficiente ya que por mi cabeza rondaba la idea de realizar un Curso Internacional de Música en Salamanca, para lo cual necesitaba apoyos que posibilitaran su realización. Me dirigí al Presidente del Consejo de istración de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, don José María Vargas-Zúñiga Ledesma para presentarle mi proyecto y averiguar en qué medida podía interesarle. La acogida fue buena, era una persona acostumbrada a este tipo de situaciones y, después de escucharme, me pidió los detalles que yo suponía que podría ayudar la Caja de Ahorros.

—Mire don José María, el proyecto que he preparado es perfectamente viable para una ciudad como Salamanca. Lo único que necesito es apoyo económico, porque es demasiado grande para el conservatorio. —Y ¿Usted cree que la Caja de Ahorros puede financiar el proyecto? —Por supuesto que sí, según mis cuentas el presupuesto asciende a 3.500.000

pesetas, y, sinceramente me parece que no es una cantidad desorbitada para ustedes. —Y el resto de las cuestiones, quién las organizaría. —En el proyecto que le he presentado están todas las cuestiones que pueden interesarle, lo único que le pido es que las estudie con sus departamentos. —De acuerdo señor Garcés, voy a estudiarlo y en un par de días volvemos a vernos. —Muchas gracias don José María.

Pasó una semana y me dirigí nuevamente a su despacho.

—¿Qué tal señor Garcés, nuevamente por aquí? —Efectivamente, espero que le haya dado tiempo para analizar el proyecto. —Según entiendo por la lectura del proyecto, con el pago de esa cantidad estarían resueltos todos los demás apartados, ¿es así? —Así es. La organización del curso, clases, contratación de profesores y actividades culturales anexas se abordarían desde un departamento con una perspectiva más personal gracias a mi experiencia, como director del curso. —De acuerdo Garcés, en cualquier caso ahora me resulta imposible darle una contestación definitiva, en breve recibirá noticias mías al respecto. —De acuerdo, me permitirá que le deje unos datos del curso para que lo valore el departamento que considere, tales como el nombre del Curso: «I curso para instrumento de viento, piano y música de cámara Tomás Bretón». Lugar y fecha de realización: Salamanca del 21 al 30 de julio de 1988, etc.

Sabía que la empresa no sería fácil, habida cuenta de todo el trabajo que tenía en

Madrid con la OSM, mis conciertos y mis viajes ida y vuelta a Salamanca, para dar las clases. Aun así, le aporté varios datos trabajados con el fin de comenzar el proyecto. El presidente estuvo atento en todo momento, quedamos en que lo estudiaría con sus asesores y que volveríamos a hablar. La complejidad del proyecto y la proximidad de mi nuevo traslado a Madrid complicaron la situación. Efectivamente, a los pocos meses fui destinado a Madrid, lo cual hizo que, por desgracia, el proyecto cayera en el olvido. Será siempre esa pequeña espinita que lleve clavada.

Capítulo 2

Estreno Tres Piezas para Clarinete y Piano de Carmelo Bernaola y Recital en Zúrich

A comienzos del mes marzo de 1988, hicimos un concierto con el Grupo Koan en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, bajo la dirección de José Ramón Encinar, con un programa monográfico de Carmelo Bernaola. En este concierto estrené la obra que compuso y me dedicó Carmelo, titulada Tres Piezas para Clarinete y Piano. Me parece interesante incluir las notas del propio autor, como homenaje a su persona: «Escritas en septiembre del 81, estas Tres Piezas están pensadas y dedicadas a Adolfo Garcés, excelente clarinetista y amigo personal de Bernaola. Pese a que la obra contiene un cierto tinte “lírico-neorromántico”, en ella se incluyen multitud de efectos que no dejan de considerarse propios de un tratamiento actual de este instrumento, sin faltar pasajes con la propia voz del clarinetista, habida cuenta de su especialidad en este sentido. Cada pieza lleva un título independiente: Comienzo, Redicho y Final». Dentro del mes de marzo, se produjo la actuación del Grupo de Alumnos de Adolfo Garcés, en un Concierto en el Salón de Actos de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, interpretando obras de Pierre Max Dubois, Ed Barat, Wolfgang A. Mozart, Carl María von Weber, Carl Nielsen y Miguel Adolfo Garcés. A cargo del mismo grupo de alumnos, se ofreció otro concierto en el Auditorio San Blas de Salamanca, patrocinado esta vez por el Conservatorio Superior. Este tipo de conciertos pretendían crear e instaurar la necesidad del público en estos eventos, con el fin de aumentar el interés por todas las manifestaciones musicales en esta ciudad. Quizás mi ambicioso proyecto había quedado atrás, pero, aunque fuera poco a poco el propósito seguía siendo hacer crecer la música en la ciudad. Dimos un recital de clarinete y piano en Zúrich, que se celebró en la Sala Untere Mühle Otelfingen interpretado por Adolfo Garcés y Menchu Mendizábal el 20 de marzo organizado por Música GYR. El programa era el siguiente: Xabier Montsalvatge, Ignacio Marín, Miguel Adolfo Garcés, Joan Guinjoán, Luis De Pablo, Carmelo Bernaola y Claudio Prieto. Tal y como había quedado con Inma, la relaciones públicas de la Caja de

Ahorros de Madrid cuando le conté el proyecto, le comuniqué mediante correo electrónico los datos y el programa del concierto de Zúrich, incluyendo un programa de mano donde venía la dirección de la sala. No tardó en devolverme el mensaje agradeciendo la invitación y confirmando su asistencia. Apareció momentos antes de empezar el concierto y entró a saludarnos a Menchu y a mí deseándonos mucho éxito. Al finalizar el concierto los responsables de Música GYR habían preparado un ágape al cual no quería asistir Inma, pero yo le insistí habida cuenta del detalle por su parte de asistir, nada menos que en Zúrich. Tras el ágape salimos de la sala y le pregunté si tenía algún compromiso, dijo que no. Podíamos ir dando un paseo hasta su hotel y tomar algo juntos, le dije iba a buscar a Menchu Mendizábal para que nos acompañara y despedirme de los organizadores del evento, tras lo cual salimos en dirección a su hotel. El hotel tenía un barecito pequeño y acogedor, con una chimenea que daba gusto verla y unos combinados muy atractivos, degustamos uno a la espera de que nos prepararan la mesa para cenar. La cena transcurrió dentro de un ambiente de cordialidad, Menchu y ella hicieron muy buenas «migas» y estrechamos lazos profesionales a la espera de algún otro proyecto futuro. Volví a actuar en el Auditorio San Blas de Salamanca con el siguiente programa: Quinteto K.V. 581 en La Mayor de Wolfgan Amadeus Mozart y el Quinteto Op. 34 en Mib Mayor de Carl Maria von Weber, con el Cuarteto de Cuerda Koan, patrocinado por el Ministerio de Educación y Ciencia y el Conservatorio Superior de Música de Salamanca conjuntamente . Después del concierto volvíamos a Madrid, pero antes les propuse tomar un picoteo en los bares del barrio antiguo, que yo conocía muy bien gracias a mis noches salmantinas. Y es que la música y la gastronomía siempre fueron de la mano en mi vida. Concierto de clarinete y piano a cargo de los alumnos del conservatorio en el Salón de Actos Duque de la Victoria de Valladolid, con presentación previa a cargo de Adolfo Garcés. Estos conciertos de alumnos me deban la posibilidad de sacar lo mejor de ellos, por la importancia que tenían respecto a la interpretación, sumado a la relevancia del propio acto. Acudíamos a todos los conciertos con un séquito de padres y madres de alumnos, así como de familiares y amigos de todos ellos. El padre de uno de ellos, persona ocurrente, dijo que «allí donde recalábamos no volvía a crecer la hierba». Cuando terminó el concierto me quedé a pernoctar en Valladolid para salir al día siguiente hacia

Santander, donde tenía un recital junto a Ana María Gorostiaga en el Centro Cultural de Caja Cantabria. Como preparación de final de curso ofrecimos un concierto de clarinete y piano, a mediados del mes de mayo, con los alumnos de Clarinete del Conservatorio, en el Salón de Actos Juan del Encina, dentro del ciclo «Conciertos Didácticos» organizados por el IME, Instituto Municipal de Educación, con una presentación previa de Adolfo Garcés. Un poco más adelante, el día 10 de junio, intervinieron nuevamente todos los alumnos en el concierto «Fin de Curso» del conservatorio en el Auditorio San Blas. Organizado por el Ministerio de Educación y el propio conservatorio. Tenía programado asistir al «II Curso Nacional de Música Virgen de la Sierra» del 4 al 9 de julio, lamentablemente coincidió con una intervención quirúrgica a la que me tuve que someter de urgencia, siguiendo los consejos de mi otorrino, para realizar una operación de «cornetes» con el fin de atajar una incipiente falta de audición y no pude asistir nada más que al Acto de Clausura del Curso, sin poder ofrecer el recital que tenía preparado. El planteamiento de este curso me hizo mucha ilusión por mi condición de aragonés. El curso tenía el propósito de realzar la cultura musical aragonesa mediante la colaboración de músicos altamente cualificados, repartidos por la geografía musical española, tales como: Ángel Oliver Pina, catedrático y compositor; Agustín Serrano, pianista; Antón García Abril, catedrático y compositor; Juan Britz, compositor; José Peris, compositor y académico; Miguel Adolfo Garcés Ubide, compositor y arreglista; Eddy Guerin, arreglista; Eduardo Gracia, guitarra bajo y yo mismo como catedrático y clarinetista. Sin embargo, lo que parecía una intervención quirúrgica sin mayor importancia se convirtió en algo un poco más serio que me hizo replantearme algunos proyectos inmediatos a cambio de cierto descanso. Por primera vez, frenar el ritmo se convertía en una necesidad real. Ofrecimos un nuevo concierto del Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Salón de Actos de la Caja Postal de Ahorros de Madrid con el siguiente programa: Frank Bridge, Joaquín Homs, Matyas Seiber y Roberto Gerhard. Al día siguiente, vuelvo a coger la maleta para trasladarme a Irún, había recibido una invitación del gerente del Ayuntamiento, don Fernando Etxepare, para formar parte del Tribunal en las oposiciones de Clarinete para el Conservatorio Municipal. Lo de las oposiciones empieza a ser un hábito.

—¿Has probado alguna vez las angulas de la zona? —preguntó el gerente en uno de los descansos. —No, no he tenido la fortuna. —Por las propias características de la zona se acumulan cerca de la frontera con Francia y, al no tener salida al mercado por desconocimiento de la gente, las venden a un precio mucho menor que el habitual —explicó como si se tratase de un valioso secreto. —Pues debo confesar que me encantan las angulas, sería muy amable si me dices dónde debo ir. —Yo mismo te acompañare gustoso.

Terminamos las oposiciones y firmamos las actas para su publicación, al cabo de lo cual salimos en busca «de las angulas», con gran intriga por mi parte. Llegamos a la desembocadura del río y observo varios grupos transportando diversas cajas hacia un edificio de madera que utilizaban como edificio central del negocio. Saludamos al encargado que conocía a Etxepare, quien explicó el motivo de nuestra visita. Nos acompañaron a otra caseta grande que estaba preparada para la presentación y venta y nos enseñaron el procedimiento que seguían. No me lo podía creer, kilos y kilos de angulas a un precio que suponía la cuarta parte de lo que se cobraba en el mercado en Madrid. La apariencia era ligeramente distinta de las habituales, la diferencia consistía en que tenían un tamaño ligeramente mayor y el color era más claro, no tan grisáceo. Naturalmente pregunté el motivo y me dijeron que era debido a la temperatura, algo más baja en la zona. Además, recalaban por allí sin que las cogieran durante bastante tiempo, lo cual motivaba su crecimiento y su sabor ligeramente menos intenso. Compré 4 kilos a un precio irrisorio y aproveché para surtir a mi familia y amigos. Ya en Madrid empecé a repartir angulas y creían que me había vuelto loco, preparé una reunión en casa para degustarlas, descorchando algunas botellas de

vino. No siempre se puede ofrecer un festín cuidando el bolsillo. Dentro del ciclo «Los instrumentos de Viento», patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid, ofrecimos un recital de clarinete y piano junto a Menchu Mendizábal, el día 19 de octubre, en el Centro José de Espronceda con el siguiente programa: Wagner, Rossini, Stravinski y Lutoslawski. Unos días después, el 10 de noviembre, en la Fundación Juan March y dentro del ciclo «Recitales para Jóvenes», ofrecimos otro recital a cargo de clarinete y piano cambiando ligeramente el programa: Wagner, Schumann, Weber, Stravinski y Rossini. El día 7 de diciembre de 1988 aparece la resolución del Ministerio del Interior por la que se inscribe en sus registros públicos la entidad denominada Asociación Musical y Cultural Adolfo Garcés. El alta fundacional se crea a instancias de varios alumnos del Conservatorio Superior de Música de Salamanca: José Luis Sagredo, Joaquín Carvajal, Juan Francisco Vicente, José Antonio Hernández, María Isabel Sánchez, Esperanza López y Noemí Estévez. Vuelvo a Salamanca para preparar un concierto de alumnos en la Iglesia de Santa Clara de Béjar a cargo de la Asociación Musical y Cultural Adolfo Garcés recientemente creada. Lo organiza el Excelentísimo Ayuntamiento de Briviesca. Un nuevo recital del ciclo «Recitales para Jóvenes» de la Fundación Juan March me ocupa en Madrid, con Menchu Mendizábal al piano y Adolfo Garcés al clarinete, ofreciendo el mismo programa. Una forma muy personal y grata de terminar el año, siempre creando, siempre ofreciendo y contagiando música.

Capítulo 3

Estreno en España del Concertino de Matyas Seiber

El nuevo año 1989 comenzó artísticamente el día 23 de enero, con un concierto a cargo del Quinteto de Viento Arsis, en el ciclo «Roberto Gerhard y su entorno» de la Fundación Juan March. Posteriormente, a cargo de la Orquesta de Cámara Reina, Sofía dirigida por Max Bragado Dartman y con Adolfo Garcés como solista de clarinete, ofrecimos el estreno en Madrid del Concertino de Matyas Seiber para clarinete y orquesta, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música de Madrid. Fue una sorpresa descubrir la obra de Seiber desconocida en España hasta ese momento, no la conocía y tampoco la había visto en ningún catálogo, ante la curiosidad que me produjo la busqué por internet y solicite la partitura para analizarla. Se trataba de una obra de grandes dimensiones artísticas escrita para clarinete y orquesta de cuerdas. Matyas Seiber nació en mayo de 1905 en Budapest, Hungría, y falleció en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica. Vivió y trabajó en el Reino Unido desde 1935 en adelante y su trabajo vinculó varias influencias musicales, desde la tradición húngara de Bartók y Kodaly hasta Schoenberg, pasando por música de jazz o canciones populares. El atractivo de la obra me llevó a proponerla para su estreno en el Auditorio Nacional de Madrid, en el cual causó verdadera sensación, a partir de ese momento se programó en varias salas de conciertos de España y se incluyó como parte del repertorio didáctico en varios conservatorios. Recibo la invitación de la Fundació Pública de les Baleares per a la Música para formar parte del Tribunal calificador para seleccionar los de la nueva orquesta Ciutat de Palma, patrocinada por la Fundació Pública de les Baleares per a la Música, siendo gerente de la misma Pere Estelrich i Massuti. A mi regreso a Madrid, estrenamos la ópera sca o el infierno de los enamorados, de Alfredo Aracil, dentro del ciclo organizado por el Ministerio de Cultura «Estrenos de Óperas de Cámara», encuadrado dentro de la programación anual del Teatro de la Zarzuela y presentados en la Sala Olimpia de Madrid. Hicimos un concierto dentro del ciclo «Los Románticos Alemanes en Primavera», presentado por Andrés Ruiz Tarazona, interpretando el Septimino en Mib Mayor de Beethoven. Aquel mes de agosto, cumplí 42 años. Y el tiempo seguía volando.

Capítulo 4

Concurso de traslados a Madrid

Se celebra el concurso de traslados de ámbito nacional. El día 1 de septiembre de 1989, al cual concursé con la esperanza de que me concedieran la plaza del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, sin embargo nuevamente me llevé una sorpresa al comprobar que se le concedía a otra persona con menor antigüedad y méritos que yo, adjudicándome la plaza del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, también en la capital. Nuevamente aparecía la «mano negra», bien conocida por mí, que dificultaba o impedía mi al Real Conservatorio Superior. Como ya he comentado anteriormente el procedimiento y las personas que lo han llevado, no quiero cansar más al lector con este tema. Tomé posesión el día 5 en el Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, a pesar de que la estructura del Conservatorio de Salamanca dejaba mucho que desear, cuando conocí el Conservatorio Ángel Arias Maceín se me cayó el alma a los pies, pues superaba en mucho al Superior de Salamanca en decrepitud y falta de medios, además de ser un Conservatorio de Grado Medio, poco apropiado para un Catedrático por su desarrollo lectivo.. Estaba integrado en un edificio de tres plantas, dos de las cuales albergaban el Colegio Público Perú, dejando exclusivamente la tercera planta para el conservatorio, sin ningún tipo de estructura interna ni equipamiento en las aulas que justificaran la actividad de un conservatorio. En fin, mi primer consuelo fue pensar que pronto podría optar por otro traslado, así de triste fue la cosa. Sin embargo no se produjo tal augurio, ya que en el año 2006 fui yo quién, ya como Director, conseguí trasladar ese conservatorio a un edificio de nueva creación con distinto nombre y programación, en la Real Finca de Vista Alegre. Al nuevo conservatorio le pondrían Centro Integrado de Música y Secundaria Federico Moreno Torroba. Total, diecisiete años viviendo una situación complicada en el Ángel Arias Maceín.

Capítulo 5

Invitación de la firma Buffet en París

Recibí la invitación de la firma Buffet Crampon en París el 15 de octubre de 1989 para visitar su fábrica en Nantes la Ville. Me había invitado René Lesieux, encargado general, para mostrarme las instalaciones a la vez que se ofrecía a realizar una reparación general de mi clarinete de forma gratuita. Aproveche esta invitación, ya que tenía un concierto en la Sala Pleyel de París con el Grupo Koan. La llegada a la fábrica fue una labor de titanes, habíamos salido de Madrid a las siete de la mañana y afortunadamente, siguiendo mi costumbre, el vuelo lo pasé durmiendo plácidamente mientras despreciaba los desayunos que pasaban ruidosamente, la prensa y no sé cuántas cosas más mecido por el suave susurro de Morfeo. Siempre he pensado que esa cualidad para descansar en cualquier sitio y momento, me preparaba para mi actividad constante. Me despertaron cuando llegamos a París y, mientras mis compañeros iban al hotel, me dirigí a la estación para coger un tren en dirección a Nantes la Ville. Llegué a las once de la mañana y me recibió monsieur Lesieux con su mejor sonrisa y la pajarita de los domingos, era una persona encantadora y sabía que una de sus debilidades era la vestimenta.

—¿Te apetece un café? —me preguntó muy educado. —Por supuesto —respondí necesitado de cafeína, los viajes son siempre cansados—. No he desayunado así que agradezco tu oferta —suspiré aliviado de poder llevarme algo al estómago.

Antes de iniciar la visita hizo llamar a uno de sus colaboradores artesanos y me pidió que le facilitara el estuche con los dos clarinetes, Sib y La, para ajustarlos y limpiarlos.

—Trátalos con mimo, esta tarde tengo un concierto…—musité algo nervioso al entregárselos. —No te preocupes, están en muy buenas manos —me tranquilizó sereno.

Aquella visita me ha servido a lo largo de toda mi vida, personalmente y para las clases con mis alumnos, explicándoles cuestiones que ellos ni siquiera se habían planteado. Me llevaron hasta un departamento donde iniciaban la construcción de los instrumentos a partir de bloques de madera cortados de forma que se evitaran los nudos naturales. Una vez cortados los disponían y pasaban a otro departamento, dependiendo de la pieza que se tratara, y así sucesivamente. Una vez preparada cada pieza, las pasaban a otro departamento donde las recibía otro empleado especializado en unirlas, respetando la dirección de las vetas de la madera, lo cual me pareció un trabajo que requería un conocimiento profundo del conjunto de situaciones que confluyen en un clarinete: sonoridad, acústica e igualdad de sonido. Al terminar este proceso, pasaba al último especialista de la cadena, quizás la prueba más fantástica de todas, realizada cuando cada pieza estaba terminada y pintada, expuesta sobre su mesa de trabajo.

—¿A qué se debe? —pregunté curioso y fascinado por el momento en que se procedía. —Muy sencillo —afirmó él con media sonrisa—. El cuerpo total del instrumento, aunque separado, está formado en origen por la misma pieza. Sin embargo, los barriletes y campanas son piezas que se preparan a partir de desechos de piezas más grandes. Mi trabajo es probar cada una en el conjunto del instrumento, determinando cuál encaja en cada bloque y la situación en que debe colocarse. Una vez determinado este extremo, se coloca la marca y referencia en el sitio adecuado para pasarla a los montadores.

Para todo esto que me explicaba, sobre su mesa de trabajo había multitud de barriletes y campanas sueltos, perfectamente pulidos y finalizados. Su labor consistía en colocar en el cuerpo principal del clarinete cada uno de ellos y comprobar la sonoridad que ofrecía al conjunto, de forma que, girando

ligeramente hacia un lado u otro, podía apreciar con claridad el cambio que ofrecían en cuanto a mejor sonoridad por el ensamblaje natural de la madera. En ese punto colocaba una señal y lo pasaba al siguiente departamento para que colocaran el sello de «Buffet Crampon», determinando con claridad cuál era la forma idónea de montar ese instrumento. Mi madre, que era muy sabia, tenía una máxima: «nunca terminas de aprender». Llevaba tocando ese instrumento 30 años y acababa de aprender cosas fundamentales que nunca me planteé y que me servirían como elemento didáctico para conocimiento de los alumnos. Me entregaron mis instrumentos y parecía que acababan de salir de la fábrica, no pude evitar maravillarme. Me acompañaron a una salita de pruebas totalmente insonorizada y allí estuve media hora repasando uno por uno los resultados de la revisión. Me trataron estupendamente y, como era preceptivo de la firma, me invitaron a comer en un restaurante cercano a la fábrica. Tras esto, con mucha cortesía, me acompañaron a la estación. Eran las tres y media de la tarde y me esperaba un viajecito corto pero intenso de siesta reparadora. Llegué a París a las cinco de la tarde, según mi criterio tenía tiempo suficiente para llegar a la Sala Pleyel, cambiarme y calentar un poco dentro de la sonoridad de la propia sala. Pero no contaba con el tráfico de la ciudad. No conseguí coger un taxi hasta las seis menos veinte.

—A la Sala Pleyel, por favor —le pedí acalorado al subirme al vehículo. —Uf, caballero, está París bloqueado por manifestaciones —resopló resignado —. No sé dónde le podré dejar, aunque intentaré que sea cerca… —De acuerdo, qué remedio, habrá que tener paciencia —el concierto empezaba a las ocho y todavía tenía tiempo, o eso pensaba yo.

Dieron las siete y aún nos encontrábamos metidos en un atasco importante cerca de la plaza L´etoile y sin visos de solución.

—¿Estamos muy lejos? —pregunté al taxista comenzando ya a ponerme

nervioso. —Unos cincuenta minutos caminando. —Debo darme prisa —le pagué, bajé del coche y comencé a andar.

Después del robo de aquella carrera en taxi, por llamarlo de alguna forma, me eché a la calle con mi maletín y el estuche con mis dos flamantes clarinetes. Llegué a la sala a las ocho menos diez, por los pelos. Estaban todos preocupados.

—Nos has salvado la vida —musitó José Ramón Encinar dándome un abrazo al verme. —Pues yo estoy a punto de perderla —susurré sin aliento, tratando de recuperar el aire.

Se celebró el concierto en la Sala Pleyel de París, con el Grupo Koan bajo la dirección de José Ramón Encinar el día 16 de octubre de 1989, donde interpretamos obras de compositores españoles contemporáneos, además del concierto para clave de Manuel de Falla, con María Elena Barrientos como solista. Fue un verdadero éxito, el público premió nuestra interpretación y la de María Elena. Dormimos en París y salimos por la mañana temprano, para coger el avión a las nueve. Antes de que acabase el año, un nuevo y maravilloso regalo llegó a nuestras vidas. Se llamó Adolfo, Adolfito, hijo de Lely y nieto de mi hermana Gloria, nació el 21 de noviembre de 1989 en Zaragoza, ampliando la familia y trayendo nuevos recuerdos e ilusiones.

Capítulo 6

Parador de Chinchón con José Antonio Campos

El mes de diciembre organizamos el Concierto de Navidad a cargo de los alumnos de Clarinete en el Conservatorio Profesional de Música de Madrid Ángel Arias Maceín, bajo la dirección de Adolfo Garcés. Después de una larga enfermedad, con las ironías de la vida y mostrando que el ciclo sigue y unos vienen y otros se van, el padre de Marga, don José Sauri Serrano, falleció el 31 de diciembre. Aunque lo esperábamos en cierta forma, supongo que nunca nadie está preparado para despedirse de un ser querido. El trabajo no perdonaba y, sin detenerme un segundo, tuve que viajar a Pamplona el 1 de enero de 1990 para el concierto homenaje a Julián Gayarre en el Teatro Gayarre. De allí fuimos a Zaragoza para visitar a mi sobrina Maribel y conocer a Adolfito, llegamos en un momento delicado, porque el niño se estaba alimentando y no nos hizo ni caso, tragaba como un jabato y tenía los ojos abiertos como platos.

—Hay que ver como chupa —susurré para no molestarle. —Parece que le va la vida en ello —dijo Marga con los ojos muy abiertos por el asombro. —¿Duerme bien? —Pregunté. —Como un bendito —dijo Lely con ilusión— come, duerme y así sucesivamente.

Mi sobrina estaba exultante, con el nene y ejerciendo de madre primeriza, se notaba la felicidad que irradiaba. Me hubiera encantado coger al niño, pero no quise interrumpir su momento de felicidad, no fuera a ser que el peque se defendiera de tamaña agresión. Como siempre que he pasado por Zaragoza, aproveché la ocasión para ver a mis hermanas y sobrinas, haciendo el recorrido

en coche, ya que entonces todavía se podía circular por Zaragoza. Hoy en día merece más la pena coger un taxi. De vuelta a Madrid paramos en el km 103, como era preceptivo, y me tomé un cafecito con leche antes de continuar el viaje. El bautizo del pequeño Adolfito se celebró el día 5 de enero, lamentablemente no pude asistir atendiendo el ya célebre «Concierto de Reyes» en el Auditorio Nacional, aunque aquel día no dejé de pensar en mi familia y de imaginarme cómo habría sido acompañarles en un momento tan especial. Tuvimos un concierto en el Teatro de la Zarzuela dentro del ciclo «Juan Crisóstomo Arriaga y su entorno» y, posteriormente, celebramos un concierto dentro del ciclo de Conciertos de la Comunidad de Madrid dirigido por Odón Alonso. Nos trasladamos al Parador Nacional de Chinchón el día 1 de febrero la Secretaría General Técnica de la OSM y José Antonio Campos Borrego, para trabajar sobre la evolución de la Orquesta sin ser interrumpidos. Y es que, una vez que la Orquesta llegó al Teatro de la Zarzuela, después de vencer las dificultades que amenazaban con romper nuestro ciclo vital, había llegado el momento de abordar nuevos retos ante la posible apertura del Teatro Real en un futuro próximo. Para ello contábamos con el apoyo y conocimiento de José Antonio Campos, que siempre estuvo a nuestra disposición para aconsejarnos sobre la organización general de la Orquesta. Pasamos dos días en el parador y culminamos con una serie de acuerdos para el futuro inmediato de la Orquesta. Comenzaron los ensayos de La Traviata con Miguel Ángel Gómez Martínez en el Teatro de la Zarzuela a partir del mes de febrero de 1990. Habitualmente hacíamos una media de seis ensayos de lectura, un ensayo conjunto, un pregeneral y otro general para cada producción. Se ofrecieron un total de cinco representaciones. A finales del mes de febrero hicimos un concierto en el Salón de Actos de la Caja Postal de Ahorros de Madrid dentro del ciclo «Juan Crisóstomo Arriaga y su entorno», interpretados por Elena Montaña, soprano, Adolfo Garcés, clarinete y Menchu Mendizábal, piano. Comenzamos los ensayos con Menchu Mendizábal a principios del mes de marzo, para preparar el concierto en la Fundación March dentro del ciclo «Conciertos del Sábado» alrededor del clarinete, con obras de; R. Wagner, J. Brahms, P. Hindemith y W. Lutoslawski. Unos días después estrenamos la ópera de Luis de Pablo El viajero indiscreto en el Teatro de la Zarzuela, y a continuación preparamos un concierto dirigido por Odón Alonso en el Teatro

Monumental, patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid. Dentro de la temporada oficial de ópera, el Teatro de la Zarzuela presentó la reposición de la ópera Bodas de Fígaro dirigida por Antoni Ros-Marbà, con los ensayos habituales para cada ópera más las cinco funciones. Estrenamos la obra El Bosque de Diana, del compositor granadino José García Román, dirigida por Max Bragado Dartman en la Sala Olimpia de Madrid, dentro del «Ciclo de Óperas Contemporáneas» estrenadas anualmente y patrocinadas por el Teatro de la Zarzuela. A mediados del mes de marzo de 1990 actuaron el Grupo de Alumnos de Adolfo Garcés en el Salón de Actos de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, repitiendo el mismo programa el día 18 en el Auditorio de San Blas de Salamanca, patrocinado por el Conservatorio Superior de Música. Durante el mes de abril repetimos el mismo concierto en el Salón de Actos Duque de la Victoria de Valladolid, con una presentación previa de Adolfo Garcés. Al día siguiente interpretamos un recital de clarinete y piano a cargo de Adolfo Garcés y Ana María Gorostiaga en el Centro Cultural de Caja Cantabria de Santander. Dos días después volvimos al Auditorio San Blas de Salamanca con el Cuarteto de Cuerda Arsis Cámera y Adolfo Garcés con el siguiente programa: Quinteto KV 581 de Mozart y Quinteto Op. 34 de Weber. Patrocinado por el Ministerio de Educación y Ciencia y el Conservatorio Superior de Música de Salamanca conjuntamente. Los años pasaban, había muchas novedades en mi vida, pero la agenda trepidante seguía siendo la misma.

Capítulo 7

Ciclo Mozart

Grabación de la obra de Santiago Lanchares Recordando a Ma Yuan, para clarinete y cinta magnetofónica el día 1 de mayo de 1990, en la Sala del Centro Reina Sofía. Comenzamos los ensayos de la Sinfonía Concertante de Mozart para instrumentos de viento, con Luis Remartínez como director y, posteriormente, el ensayo del Grupo Koan bajo la dirección de José Ramón Encinar. Ensayo general de la Sinfonía Concertante de Mozart y el Concierto de Mozart para clarinete y orquesta en el Teatro Monumental, al día siguiente dentro del título genérico «Música en la mañana» organizado y patrocinado por la Comunidad de Madrid, la Orquesta Reina Sofía bajo la dirección de Luis Remartínez, ofreció el siguiente programa: Sinfonía Concertante para instrumentos de viento y Concierto para clarinete de Mozart con Adolfo Garcés como solista de clarinete. Comenzamos los ensayos para un concierto a cargo de los alumnos del Conservatorio Superior de Música de Salamanca en el Salón de Actos Juan del Encina, dentro del ciclo «Conciertos Didácticos» organizados por el Instituto Municipal de Educación, con presentación previa de Adolfo Garcés. Unos días más tarde se produjo el recital de clarinete y piano a cargo de la Clase de Clarinete del Conservatorio Superior de Música de Salamanca, para el Concierto Fin de Curso, en el Auditorio San Blas, organizado por el Ministerio de Educación y el propio conservatorio. A finales de mayo de 1990, se produjo la despedida de Adolfo Garcés como catedrático del Conservatorio Superior de Música de Salamanca, por traslado al conservatorio de Madrid. Despedida con ciertas nostalgias por parte de profesor y alumnos. Comienzan los ensayos de la ópera La Fiamma de Puccini, en el Teatro de la Zarzuela, siguiendo el modelo de ensayos recientemente aprobado a partir del día 1 de junio 1990. La producción se ofreció durante 15 días con representaciones alternas. Entre medias de estas funciones hacemos un homenaje a Joaquín Rodrigo, mediante un concierto en el que interpretamos el célebre

Concierto de Aranjuez.

Capítulo 8

Fallece mi padre

Fallece mi padre el día 25 de junio de 1990, debido a un infarto de miocardio fulminante. Como vivía solo, no tuvimos tiempo para auxiliarle ni despedirle. El entierro fue muy emotivo porque, además de la familia, acudieron todos mis alumnos de Salamanca con sus familias, se había hecho querer mucho por ellos. Tuve la fortuna de convivir con él durante los últimos 5 años, en los cuales venía muy a menudo a acompañarme al Conservatorio de Salamanca para poder estar con los alumnos. Les compuso varias obras y participó en varios de sus conciertos, compuso el concierto para clarinete que estrené con la Banda Municipal de Madrid y paseé por toda España en su versión original para clarinete y piano. Aunque hubo muchos años de distanciamiento, tuvimos una segunda oportunidad para reencontrarnos que compensó con creces aquel vacío. La vida da muchas vueltas. Me ha dejado muchos momentos maravillosos al final de su vida, en los que hemos compartido lo que era más importante para los dos «nuestra música». Descansa en paz papá, que allí donde sea que estés siga acompañándote la melodía que tan vivo te hacía sentir. Ensayamos el Septimino de Beethoven con el Ensamble de Madrid, actuando como artista invitado del grupo. El ciclo se titulaba «Concierto en torno a Beethoven» y se ofrecía en el Aula de Cultura Mare Nostrum de Madrid. Comenzamos los ensayos para el «Concierto Vienés» en Torrejón de Ardoz, a la manera de los conciertos de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena. Finalizando el mes de junio viajamos a Londres con el Grupo Koan para ofrecer dos conciertos bajo la dirección de José Ramón Encinar. Al finalizar los conciertos teníamos la salida para Madrid por la tarde del día siguiente, 1 de julio y aproveché para visitar a mi sobrino Javier, el hijo de mi hermano José Luis, que vivía en Londres desde hacía un tiempo y me había comentado que no estaba muy satisfecho.

—¿Cómo te va por aquí Javier? ¿Estás contento?

—No del todo tío, voy tirando económicamente y tengo muy buenos amigos, pero eso no es lo que yo buscaba. —¿Tienes otras perspectivas? —Creo que no. Voy a esperar un par de meses más y, si no sale algo nuevo, vuelvo para Madrid.

Noté que no estaba muy contento, pero tenía un trabajo y estaba esperando la ocasión de mejorar o volverse a Madrid. Me pidió que no le dijera nada a su padre, con el fin de no preocuparle. Al cabo de una hora nos dimos un fuerte abrazo y salí para el aeropuerto. Hubo oposiciones de Flauta en el Conservatorio de Amaniel y me invitó el director para formar parte del Tribunal. Estas oposiciones se justificaban dentro del conjunto de plazas que se habían ampliado últimamente, y las organizaban los conservatorios con distintos tribunales a criterio de cada centro.

Capítulo 9

Vacaciones en Suiza

Había reservado una casita en los Alpes suizos a partir del día 15 de agosto. La casa tenía dos plantas desde las cuales se divisaba gran parte de los Alpes y ofrecía un conjunto de paisajes maravillosos. Vinieron nuestros amigos Mari Paz y Miguel con sus hijas Charito y Beatriz, motivo por el cual tuve que contratar una furgoneta cómoda para viajar juntos. La estancia en Suiza fue una verdadera maravilla, recorrimos varias ciudades como Zúrich, Berna, Ginebra, Interlaken, Gruyér, Lucerna y Lausana, intercalando las excursiones con el fin de hacerlo más ameno y menos cansado, de forma que el día siguiente de la visita en cada una de las ciudades lo utilizábamos para visitar las rutas más montañosas: Jungfrau, Cervino, Alpes, Monte Pilatus, San Salvatore, etc. De regreso a Madrid, queriendo poner un toque marítimo a la excursión, llamé a mi agente de viajes para que nos reservara un hotel en Ampuriabrava, «la Venecia Española». Se lo propuse también a nuestros amigos, pero Miguel Ángel dijo que preferían continuar hasta Madrid, con lo cual les acercamos a una estación después de pasar la frontera, para que pudieran coger un tren mientras nosotros nos dirigíamos a la costa. La situación geográfica de Ampuriabrava es increíble, el hotel que me habían reservado estaba junto al mar y tenía embarcadero propio, como aparcamientos, para dejar las lanchas a motor que alquilábamos junto con las habitaciones, de tal forma que, por la mañana, después de desayunar, montábamos en la lancha y salíamos a mar abierto a disfrutar de la brisa y la velocidad.

—Papá, déjame llevarla a mí —me dijo María. —Ten en cuenta que tiene mucha cilindrada, corre como un galgo. —No te preocupes que yo la controlo.

No había terminado de decir esto cuando apretó a tope el acelerador y la lancha alzó la proa y salió disparada. Marga y Pipo se agarraron en la parte de atrás y yo no paraba de decirle a María que levantara el pie, pero creo que no me oía con el escándalo del motor y las olas. Nunca olvidaré la cara de mis hijos conduciendo aquella lancha, era un auténtico poema, porque no pensaban que fuera tan veloz. Pipo se controlaba un poco a la hora de apretar el acelerador, pero María apretaba a tope y la lancha subía el morro alarmantemente. Pasamos dos días maravillosos, al cabo de los cuales continuamos el viaje hacia Madrid. Teníamos muchas ganas de ver a nuestra perrita «Tuba», que la habíamos dejado con Carmina, una buena amiga de Marga. El día 28 de agosto los 43 años llegaron a mí. Todo lo bueno se acaba y, tras las vacaciones, el curso comenzaba con un calendario exigente. Ensayamos con la Orquesta Reina Sofía en la Sala Candilejas los programas de dos conciertos en Sevilla, a principios del mes de septiembre de 1990. Viajamos a Sevilla para hacer el ensayo general a las ocho de la tarde, todavía quedó tiempo, después del ensayo, para pasear por esa hermosa ciudad. Al día siguiente tuvimos el primer concierto con la Orquesta Reina Sofía en el Teatro de la Maestranza. El segundo concierto variamos parte del programa incluyendo a Marisa Montiel como solista de Piano. Finalizado el concierto preparamos una fiesta como si hubiéramos tomado Sevilla después de una gran batalla, que duró hasta las cinco de la madrugada y en la que intervinimos todas y todos los músicos de la Orquesta, en la cual había un conglomerado de nacionalidades interminable. Menos mal que era una orquesta de cámara de tan solo 23 personas. A la mañana siguiente, con la «resaquilla», los ojos medio cerrados y la cabeza a explotar, nos levantamos a las siete de la mañana porque el avión salía a las ocho y media. Nada que decir del cuerpo saleroso con el que hicimos el viaje. El día 9 de septiembre regresamos a Madrid. Después de estos conciertos tuve un poco de tranquilidad, sin contar el atareado conservatorio que me había tocado en suerte. Tuve una cena con Ros-Marbà para preparar los programas de unos conciertos con sus correspondientes fechas, al día siguiente hicimos un concierto para el ciclo de música «Dos siglos en clave de Mozart», organizado por el Aula de Cultura Mare Nostrum y presentado por Andrés Ruiz Tarazona.

Capítulo 10

Recordando a Ma Yuan Estreno Mundial

Tuvimos una reunión de la Secretaría General Técnica de la Orquesta Sinfónica de Madrid, al día siguiente hicimos un ensayo para la temporada de ballet en el Teatro de la Zarzuela, y el día 29 de septiembre viajo a Alicante en Talgo para ofrecer el estreno de la obra de Santiago Lanchares a las cinco y media de la tarde. Dentro del 6º Festival Internacional de Música Contemporánea de Alicante, se ofrece el concierto en el Castillo de Santa Bárbara con el estreno mundial de la obra de Santiago Lanchares: Recordando a Ma Yuan para clarinete y cinta magnetofónica, obra de la cual he hablado en este libro con anterioridad, y constituyó un hito en la composición de obras para clarinete acompañado por cinta magnetofónica. El citado estreno fue un rotundo éxito en el festival. Llegado el mes de octubre, tengo un recital de clarinete y piano con Menchu Mendizábal en el Centro José de Espronceda, dentro del ciclo de «Instrumentos de Viento», patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid con el siguiente Programa: Wagner, Rossini, Stravinski y Lutoslawski, entrelazado con los «Recitales para Jóvenes» en la Fundación Mach que estábamos ofreciendo continuadamente. Viajamos a La Coruña el día 20, para participar en el «II Ciclo de Música de Otoño» del Palacio de Festivales con un nuevo recital de clarinete y piano. Serie de conciertos a cargo del Quinteto de Viento Arsis Cámera, dentro del ciclo «La música Española del Siglo XX» en Institutos Nacionales de BUP de Madrid a principios del mes de noviembre. Asimismo, ofrecemos un concierto en la Fundación March, también con Menchu Mendizábal al piano, con el siguiente Programa: Wagner, Schumann, Weber, Stravinski y Rossini. Concierto en el Auditorio Nacional, patrocinado por la Sociedad Estatal Quinto Centenario, interpretado por Arsis Cámera y dirigido por Adolfo Garcés. Durante aquel tiempo habíamos establecido un contrato con la Fundación Juan March para realizar el ciclo «Recitales para Jóvenes» con periodicidad semanal, dentro de este ciclo comenzamos un nuevo concierto el día 21, con el siguiente programa: Danzi, Poulenc, Stravinski y Lutoslawski. Recibo el nombramiento como Tribunal de oposiciones para la Orquesta

Sinfónica Ciudad de Málaga, para proveer plazas de profesores en distintas especialidades. El Tribunal estaba formado por: don Pedro Aparicio, Alcalde de Málaga, Octav Calleya, director titular de la Orquesta de Málaga en aquél momento, Luis Remartínez, director de orquesta, Miguel Ángel Colmenero, trompa y un servidor como clarinetista. Las oposiciones se celebraron en la Sala María Cristina del Antiguo Conservatorio, en la calle de Valdecañas nº 2. A continuación imparto un curso de clarinete de tres días en el Conservatorio Profesional de Baleares. Fue un curso muy creativo e interesante con un ramillete de alumnos poco habitual, tanto por su número como por su calidad. Al final de este Curso realizamos un concierto de clausura en el Salón de Actos del Conservatorio, con una serie de obras cortas que llevé preparadas desde Madrid para la ocasión. El día 2 de diciembre de 1990 estrenamos el Concierto Elegiaco de Gabriel Fernández Álvez para clarinete y piano junto a Menchu Mendizábal en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Termino el año 1990 sin apenas poder respirar, pero dejo al lector unos segundos para que recobre el aire antes de seguir recordando un ritmo de vida imparable. Recibo el año nuevo, como no, trabajando. Tuvimos un ensayo en la Sala Cine Arte para el Concierto de Reyes de 1991, bajo la dirección de Enrique García Asensio. Hicimos el ensayo general en el Auditorio Nacional y el concierto a las diez y media de la noche en el Auditorio Nacional. Comienzan las oposiciones para cubrir plazas en la OSM en la Sala Madrazo el día 7, todos los tribunales estaban compuestos por el solista del instrumento correspondiente, un miembro de la Comisión Artística, el Secretario General Técnico y yo mismo como Secretario del Tribunal. Comenzamos por las oposiciones de violín, al día siguiente tenemos una reunión con el abogado de la Orquesta, para elaborar el nuevo reglamento de la OSM y, posteriormente, continúan las oposiciones de contrabajo en la Sala Madrazo. El día 8 de enero tuve un ensayo con Menchu Mendizábal para preparar el recital del Centro de Arte Reina Sofía que tendría lugar próximamente. Continúan las oposiciones, en este caso de oboe, para la OSM en la Sala Madrazo. Reunión de la Comisión Artística para contrastar los resultados de las oposiciones con los diferentes solistas, el día 17 tengo un nuevo ensayo con Menchu Mendizábal.

Concierto en el Centro de Arte Reina Sofía, patrocinado por el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, interpretado por Adolfo Garcés y Menchu Mendizábal al piano, interpretando el siguiente programa: Bernstein, Poulenc, Penderecki, Stravinski y Claudio Prieto. El día 23 tuvimos una Asamblea con la OSM en la Sala Madrazo para elaborar el proyecto de reglamento.

Capítulo 11

Primer concierto del ciclo de la OSM con la Comunidad de Madrid

Comenzamos el mes de febrero con un concierto de clarinete y cuarteto de cuerda en el Aula Mare Nostrum, con el Cuarteto Koan y Adolfo Garcés. Más adelante hacemos el ensayo general para el primer concierto del Ciclo de la Comunidad de Madrid, el día 23 de febrero. Interpretamos el primer concierto de la OSM en el Ciclo de la Comunidad de Madrid con Luis Antonio García Navarro como director, en el Auditorio Nacional. Concierto con el Grupo Arsis Cámera en versión de clarinete y cuarteto de cuerda, ofrecido en el «Ciclo Mare Nostrun», presentado por Andrés Ruiz Tarazona con un programa dedicado exclusivamente a Mozart: Cuarteto en Sib Mayor Op.79 nº 1 para Clarinete, Violín, Viola y Violonchelo y Quinteto en La Mayor Kv 581 para Clarinete, 2 Violines, Viola y Violonchelo. A finales de mes me zambullo en la gestión de diversas investigaciones para localizar salas de ensayo para la orquesta, entre las que he ado están la Sala Cartago, me comunican que está en venta, y el Teatro Alcalá Palace, que por el momento tiene actividades y sería incompatible con nuestros ensayos. La única que parece reunir las condiciones necesarias es la Sala Cinearte, un espacio dedicado básicamente a temas de grabación y doblaje, con capacidad y estructura suficiente para cubrir nuestras necesidades. Continuamos con la preparación de los ensayos para los conciertos de la comunidad durante el año 1991. Hablo con el Embajador de España en Berna, Conde de la Sierra Godó, para una gira de conciertos por Suiza durante el año 1991. Planteamos con Musiespaña una previsión de directores para los conciertos del convenio con la Comunidad de Madrid durante los años 92 y 93, entre los que se propone a Jesús López Cobos para el concierto de Santa Cecilia del 92. Recibo la Invitación personal a la presentación del XIV Ciclo de Cámara y Polifonía y el I Ciclo de Órgano de la temporada 1991/1992 el día 1 de marzo. Intervengo en ambos ciclos con distintos grupos y estrenos de compositores

españoles. Comienza el ciclo de «Conciertos para Escolares» del Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Instituto Arturo Soria, dentro del ciclo 5X5, patrocinado por Caja Madrid y subvencionado por el C.D.M.C. El acto estaba presentado por Luciano González Sarmiento con el siguiente programa: Victorino Echevarría, Miguel Adolfo Garcés, Manuel Castillo y Carmelo Alonso Bernaola, que sería común para el resto de conciertos del ciclo. Por si fuera un día poco ajetreado, a las ocho de la tarde, actúa el Grupo Arsis Cámera (cuarteto de viento y piano) en un concierto del ciclo «El Clasicismo Europeo de Haydn a Schubert», efectuado en el Colegio Mayor Isabel de España y presentado por Adolfo Garcés. Nuevo concierto del ciclo «Concierto para Escolares» del Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Coliseo Carlos III del Escorial, presentado por Luciano González Sarmiento. Programa: Divertimentos de Mozart. Ese mismo día, a las diez y media de la noche, tenemos un concierto con la OSM en el Auditorio Nacional, trabajando literalmente hasta que recibimos el nuevo día pues terminó a la una y media de la madrugada.

Capítulo 12

Video didáctico de instrumentos de viento

El día 9 de marzo hicimos una grabación con un grupo de viento-madera, elegido expresamente para el vídeo pedagógico y patrocinado por el Departamento de Renovación Pedagógica de la Dirección General de Educación de la Comunidad de Madrid. Esta grabación tuvo lugar en el Conservatorio de la calle Ferraz nº 67. Para establecer este proyecto me pidieron que coordinara las distintas grabaciones con de la Orquesta Sinfónica de Madrid con el fin de agrupar las especialidades y los intérpretes. El día 11, se produce la firma de contratos en el Centro para la Difusión de la Música contemporánea (CDMC), de los días 24 de marzo y los conciertos para institutos de los días 4 de marzo, 5 de abril y 10 de mayo. El día 13 de marzo se establece un nuevo régimen de ensayos para cada ópera en el Teatro de la Zarzuela, a saber:

•Un ensayo de conjunto por acto. •Un ensayo italiana por ópera. •4 ensayos de lectura para óperas de repertorio. •6 ensayos de lectura para la de Roberto Gerhard.

Duración de los ensayos:

•Ensayos de lecturas de 3 horas. •Ensayo Italiana de 3 y ½ horas. •Ensayos pregenerales y generales, la duración de la ópera más ½ hora.

Todo ello se propondría a Miguel Roa, como Director Artístico del Teatro, para su aprobación. Se dispondrá de los materiales con 15 días de antelación para que coloque los arcos el concertino y lo pase al archivero. El 16 de marzo, como no todo puede ser trabajo, celebramos la boda de mi sobrina/ahijada Susana Garcés, hija de mi hermano José Luis. Desde que nació le puse mi sobrenombre particular de «Nipona», por sus facciones orientales. Se casó con Poli, un músico con espíritu de «viejo rockero», que contrastaba absolutamente con ella, toda glamur y belleza, pero con quien se complementaba maravillosamente. Poli nos ha ganado a toda la familia. La ceremonia fue en la Basílica de San Francisco el Grande y le pedí a Pilar Jurado, buena amiga mía, que cantara en la ceremonia, nos cautivó a todos con su voz y su encanto. Cabe recordar que la carrera musical de Pilar Jurado ha sido meteórica, hasta llegar a la Presidencia de la Sociedad General de Autores de España. En ese momento habíamos llegado a un acuerdo de contrato con la Sala Cinearte para realizar los ensayos de la Orquesta. Los días 18, 19, 20 y 21 tuvimos ensayos en esta sala para el concierto del ciclo de la Comunidad de Madrid bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. El día 22 hicimos el ensayo general en el Teatro Monumental, para el segundo concierto del ciclo de la Comunidad de Madrid, ofreciendo el concierto al día siguiente en el Teatro Monumental. Concierto del Quinteto de Viento Arsis Cámera el día 24 en el Centro de Arte Reina Sofía, organizado por el C.D.M.C. con el siguiente programa: Manuel Castillo, José Luis Turina, Frank Bridge, Carmelo Alonso Bernaola y György Ligeti. Participé en la 3ª Muestra de Música Electroacústica de Cuenca con un programa para clarinete solo, con la presentación de las siguientes obras: Fugaz, para cinta sola de Zulema de la Cruz; Tukuna, de José Ramón Encinar para clarinete y cinta magnetofónica; Viaje para cinta sola, de José Antonio Orts, S.Q. de Consuelo Díez para cinta sola y Recordando a Ma Yuan, de Santiago Lanchares para clarinete y cinta magnetofónica interpretado por Adolfo Garcés.

Capítulo 13

Primer libro del clarinetista

Durante los primeros días de abril de 1991 tuvimos ensayo de lectura de la ópera de cámara Luz de oscura llama de Eduardo López Maseda, en la Sala Cinearte, a partir del día 4 realizamos los ensayos y las representaciones en la Sala Olimpia. Grabación en los estudios del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, de Tukuna de José Ramón Encinar, obra escrita para un solo clarinete con cuatro voces en la partitura, debiendo interpretarla mediante la grabación de las tres primeras voces en una sola pista, para superponer en vivo y en directo la voz del clarinete solista. Concierto del Quinteto de Viento Arsis Cámera a las doce del mediodía en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid, dentro del ciclo «Música del siglo XX» presentado por Luciano González Sarmiento. Por la tarde, ensayo general de la ópera de cámara «Luz de oscura llama» en la Sala Olimpia, la primera función se ofrecía a las ocho de la tarde. Esta ópera se presentó dentro del «Ciclo de Óperas Contemporáneas en la Sala Olimpia», patrocinadas por el C.D.M.C. y encargadas por esta misma institución a los diferentes compositores españoles. Tenían todas ellas el formato de cámara y la Orquesta actuaba con una plantilla reducida. El día 7 se ofreció la segunda función de esta ópera. Edición del Primer Libro del Clarinetista, Técnica, Practica y Estética, editado y patrocinado por Mundimúsica Ediciones, con José Alberto Garijo como promotor, dedicado «a mi padre» y firmado por Adolfo Garcés. Tiene una «presentación» llena de conocimiento, sabiduría y amistad por parte de seis personas ilustres del mundo de la música, que por sí sola aporta un interés especial al libro, a cargo de: Tomás Marco, Luis de Pablo, José Ramón Encinar, Antoni Ros-Marbà, Rafael Frühbeck de Burgos y Cristóbal Halffter, que preceden al «propósito» del libro escrito por el propio autor. Poco antes de llegar al índice se abre un capítulo denominado genéricamente «Repertorio, Métodos y Libros» que ofrece un listado concienzudo de obras para “clarinete solo”, “dos o más clarinetes”, “clarinete y piano”, “música de cámara”, “clarinete y orquesta”, “métodos” y, finalmente, “bibliografía básica”, dando paso al «índice final», donde se ofrece con detalle el contenido total del libro. Este libro me hizo mucha ilusión porque incluía un compendio de mis

experiencias y la prueba fehaciente de que la música podía ser muy versátil. La sesión de fotos para el Primer Libro del Clarinetista la hicimos el día 9 de abril y fueron abundantes por el carácter pedagógico e ilustrativo del libro. No puedo negar que me sentía como una verdadera estrella de cine. El día 10 de abril de 1991 se produce la tercera función de Luz de oscura llama. Tuvimos un concierto con el Quinteto Arsis Cámera para el ciclo «5x5» dos días después en el Instituto Lope de Vega, patrocinado por Caja Madrid y subvencionado por el C.D.M.C, concierto de la Comunidad de Madrid en el Teatro Monumental dirigido por Cristóbal Halffter.

Capítulo 14

Estreno Mundial de Dédalo de Amando Blanquer

Tuvimos dos ensayos preparatorios para los conciertos de Zúrich y Berna de la obra Dédalo, de Amando Blanquer, para clarinete y orquesta de cámara con la Orquesta de Cámara Reina Sofía, dirigida por Odón Alonso en el Salón de Actos del Hogar Canario de Madrid. Después del segundo ensayo salimos para Suiza, vía Múnich. El día 19 tuvimos el primer concierto en Zúrich y al día siguiente viajamos a Berna, donde ofrecimos el mismo concierto. El día 21 de abril regresamos a Madrid. Encargamos a José Luis Rubio un nuevo currículo de la Orquesta y, después, me acerqué al C.D.M.C. para recopilar y organizar los retoques y copias de Tukuna para la grabación del disco y encargar a Tomás Martín de Vidales una carta para Pablo López de Osaba acompañando la grabación. Ensayo con el Grupo Koan de las obras de Guinjoán y Benguerel a las nueve y media de la noche, al día siguiente tenemos ensayo general a las diez y media de la mañana en la sala de Cámara del Auditorio Nacional y a las ocho y media de la tarde el concierto del Grupo Koan dirigido por José Ramón. Ofrecimos en Cuenca un concierto en el conservatorio, el día 26 de abril, dentro del ciclo de «Música Electro-Acústica», patrocinado por el C.D.M.C. y subvencionado por el Conservatorio Profesional de Música de Cuenca. El programa lo constituían obras de Santiago Lanchares y José Ramón Encinar. A partir de primeros de mayo se inició la grabación del Gato Montés de Manuel Penella, con quince sesiones previstas en la Sala Cine Arte. Grabación para el C.D.M.C. de la obra de Santiago Lanchares Recordando a Ma Yuan, en el laboratorio del Centro el día 7 de mayo de 1991. El día 10 tuvimos un nuevo concierto del Quinteto Arsis Cámera para el ciclo «5x5 Música del siglo XX», en el Instituto Conde de Orgaz, patrocinado por Caja Madrid y subvencionado por el C.D.M.C. Esa tarde comenzaron los ensayos de Otello, con Plácido Domingo y Rafael Frühbeck como director en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Día 12 concierto de clarinete a cargo de del Colectivo Musical y Cultural Adolfo Garcés en la Iglesia de Santa Cruz de Salamanca. Hacemos el

cuarto concierto del Ciclo de la Comunidad de Madrid con la OSM, al día siguiente nos trasladamos a Valencia, al Palau de las Artes y las Ciencias, repitiendo el concierto dado para la Comunidad de Madrid. Una vez estrenado Otello en el Teatro de la Zarzuela, iniciamos la grabación de la Suite en La de Julio Gómez para la sociedad estatal «Madrid 92», dirigida por Rafael Frübeck. Al día siguiente continuamos grabando el Concierto para Violín y Orquesta de Monasterio; con Ángel Jesús García como solista para la Sociedad estatal y dirigido por Rafael Frübeck. Mientras tanto, por la tarde, ofrecimos la tercera función de Otello en el Teatro de la Zarzuela.

Capítulo 15

Oposiciones en Mallorca. Concierto en Ámsterdam

Casi sin tiempo para pasar por casa, el día 24 de mayo viajé a Mallorca a las once de la noche, para formar parte del Tribunal de oposiciones de Clarinete, que comenzaban al día siguiente, para cubrir una plaza de Clarinete en la Orquesta Sinfónica. Fueron unas oposiciones muy interesantes, con aspirantes de gran nivel que pusieron las cosas muy complicadas a sus contrincantes, la que salió beneficiada fue la Orquesta que consiguió un clarinetista de primera fila. Ganó la plaza Pascual Martínez, un joven clarinetista que, en breve, ocuparía una plaza en la Orquesta Sinfónica de New York. Regresé a Madrid a las tres de la tarde, para cubrir la cuarta función de Otello en el Teatro de la Zarzuela. Al día siguiente continuamos con la grabación para la Sociedad Estatal «Madrid 92», en este caso del 3º Movimiento del Concierto para Violín y Orquesta de Jesús Monasterio, con Ángel Jesús García como solista y la Ritirata Notturna de Boccherini-Berio. Dirigidos ambos por Rafael Frübeck. El día 29 de mayo entrego a Tomás Marco el Primer Libro del Clarinetista para que escriba el prólogo, el día 31 tenemos el ensayo general del Requiem de Verdi, dirigido por Rafael Frübeck. Concierto del Requiem de Verdi el día 1 de junio de 1991 en el Auditorio Nacional. Más aadelante Impartí un curso de clarinete en Puerto Llano, organizado y subvencionado por el Conservatorio de Música, entre los días 17 y 20 de junio, al cabo del cual ofrecemos el concierto del ciclo de la Comunidad de Madrid en el Teatro Monumental el día 22, dirigido por David Perry. El día 28 de junio salimos para Ámsterdam con el Grupo Koan, ya que al día siguiente, a las ocho de la tarde, ofreceríamos un concierto dirigido por José Ramón Encinar con obras de los siguientes compositores: Félix Ibarrondo, José Ramón Encinar y Luis De Pablo. Estas escapadas por Europa nos hacían gran ilusión, si bien quedábamos un poco frustrados por la brevedad del viaje. El día 30 regresamos a Madrid. Comienzan los ensayos de lectura de Madame Butterfly en el Teatro de la Zarzuela el día 2 de julio, bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. El día 6 tuvimos un concierto el grupo Arsis Cámera, en versión de cuarteto de cuerda y

clarinete, en el Castillo de Manzanares el Real dentro del ciclo «Clásicos en Verano» con presentación de Andrés Ruiz Tarazona como director del ciclo. Interpretamos dos joyas del patrimonio de la música de cámara: Quinteto de Mozart con clarinete en La mayor K 581 y Quinteto con clarinete en si menor Op. 115 de Brahms, el cuarteto de cuerda estaba compuesto por verdaderos magos que me hicieron viajar por las nubes interpretando eso dos tesoros de la música de cámara. Continúan los ensayos de Madame Butterfly en el Teatro de la Zarzuela hasta comenzar las funciones los días 12, 14, 17, 19 y 21 de julio. Viajo a Mallorca para ofrecer un curso de clarinete en el III Curso de Verano de Cala D´or del 22 al 30 de julio, organizado y subvencionado por el Ayuntamiento de Santanyil y el Gobierno balear.

***

Enrique de Cabo era buen amigo, además de ser el Inspector de la Orquesta y fagotista del quinteto. Un día, tomando una cerveza, me propuso que le acompañara a Múnich con la finalidad de comprarse un fagot profesional Schreiber, con el cual llevaba mucho tiempo ilusionado.

—¿Y cuál es el propósito de que te acompañe? —pregunté sorprendido por su propuesta, algo alocada. —Pues que me ayudes con el idioma —comentó divertido. —Vas a tener suerte porque no tengo compromisos personales, que sino…— respondí haciéndome el interesante.

Salimos el día 3 de agosto de 1991 en su coche. Nos lo tomamos con alegría, pero sin pausa ya que había que recorrer casi 2.000 kilómetros. Era una ruta ya conocida por mí, ya que la hacíamos con mi familia cuando íbamos a Suiza y, la verdad, gustándote conducir es una gozada. Quitando alguna paradita ocasional llegamos a Valence, que está aproximadamente a mitad de camino, a las siete de

la tarde, con tiempo de dar una vuelta por la ciudad y cenar en una especie de posada en la que nos deleitamos a nuestras anchas. Cabe decir que Enrique era buen comedor, y excelente fumador de puros, por entonces yo también era aficionado a ellos de vez en cuando, así que después de un buen receso nos retiramos a descansar porque al día siguiente teníamos la segunda parte del viaje. Después de desayunar continuamos para llegar a Múnich sin apenas darnos cuenta. Estuvimos menos de dos días, lo justo para probar los fagotes, con un resultado satisfactorio para Enrique, pues encontró el instrumento de sus sueños. Regresamos de Alemania el día 7, llegando a Madrid justo para recoger a la familia y viajar a Granada, para visitar a la familia Quirós en su chalé y pasar el fin de semana juntos. Regresamos a Madrid el día 12 y fui a visitar, nuevamente, a Miguel del Barco para pedirle que solicitara mi traslado al R.C.S.M.M., ya que se habían cumplido cuatro años de mis oposiciones. Nuevamente fue infructuosa la gestión. Podría parecer que soy excesivamente reiterativo en este tema, pero se da la circunstancia de que conozco perfectamente la situación y sé que la responsabilidad de un traslado, siempre que la plaza esté disponible, recae exclusivamente en la petición del director del Centro mediante solicitud formal al director de recursos humanos, en este caso Miguel Zurita Becerril, amigo personal de Miguel del Barco. Estaba perfectamente claro que no entraba en sus planes tenerme en el R.C.S.M.M., quizá porque esa plaza estuviera ya adjudicada previamente. Vuelve el 28 de agosto y, como todos los años, una vela más sobre la tarta. Nombramientos en la Comunidad de Madrid el día 5 de septiembre de 1991; Jaime Lissavetzky como Consejero de Cultura, Ignacio Piorno como Subdirector de Cultura y Pedro Ortiz Castaño como Concejal del Ayuntamiento de Madrid. Visito nuevamente a Miguel del Barco el día 24, él no sabía que yo era aragonés y bastante persistente, y me reitero en la solicitud de mi traslado al R.C.S.M.M. Con toda la amabilidad del mundo me ofrece buenas expectativas, pero se diluyen en el tiempo, otra vez.

Capítulo 16

Edición del concierto de mi padre

Viene a mi despacho Gabriel Fernández Álvez el día 25, para enseñarme su nueva composición, que se titula Senderos de Agua para clarinete solo. Me pareció una obra hermosísima y muy poética, le animé a continuar con ella, prometiéndole que se la estrenaría en cuanto estuviera acabada. Se publica la edición del concierto para clarinete y piano de mi padre el día 29, editado y revisado por Mundimúsica Garijo. Aquel día su recuerdo estuvo muy vivo en mí, ya que comimos José Alberto Garijo y yo y no paramos de hablar de él. Para finalizar el mes de septiembre, ensayamos con el Grupo Arsis Cámera el día 30, durante el descanso determinamos los ensayos sucesivos y firmamos los recibos pendientes, ya en el mes de octubre tuvimos otro ensayo con el Grupo Arsis Cámera. A la semana siguiente tuve un concierto en la sala del Centro de Arte Reina Sofía, patrocinado y subvencionado por el C.D.M.C., donde toqué nuevamente Recordando a Ma Yuan de Santiago Lanchares.

Capítulo 17

Estreno Mundial del Concierto Latino de Claudio Prieto

Ensayo con el Cuarteto de Cuerda Andrés Segovia el día 16 de octubre, preparatorio para un concierto que ofreceremos en Pamplona en el que incluiremos el quinteto de Mozart. Ensayo con el grupo Arsis Cámera (cuarteto de cuerda y clarinete) el día 19, para el posterior concierto en el Teatro Rosalía de Castro, dentro del «IV Ciclo de Música de Otoño» de la Coruña. Concierto en Pamplona con el Cuarteto de Cuerdas Andrés Segovia el día 23 de octubre de 1991 en la Iglesia de San Nicolás. En la primera parte actuó el cuarteto con obras de Mozart y en la segunda interpretamos el quinteto para clarinete. Estreno Mundial del Concierto Latino, de Claudio Prieto, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional, con la Orquesta Reina Sofía dirigida por Luis Remartínez, actuando como solista Adolfo Garcés. Nota del Autor: «Parece que asistimos a un momento en el que la Cultura Latina disfruta de un protagonismo muy especial. Lo latino siempre se ha relacionado con la luminosidad, con la alegría y con todos aquellos elementos que podrían dar a la vida un transcurrir más placentero, más equilibrado, entre lo que es la cultura del ocio y la cultura del trabajo. Hasta la tierra de una madre cálida que ofrece lo mejor y más variado de sus frutos para beneficio de sus hijos. Muchos también identifican lo latino con la farándula, con la juerga. Y si es la música, inmediatamente acude a nuestra mente la imagen de ritmos sugerentes, envolventes, que te arrastran hacia ellos porque están cargados de vigor, de dinamismo, pero también de sensualidad y de alegría. La cultura latina es, efectivamente, todo esto. Y lo es ahora cuando en tal denominación se agrupan no solo los países mediterráneos sino también los centro y sudamericanos. Pero la cultura latina es y, sobre todo, ha sido mucho más que todo esto. Es la necesidad de horizontes nuevos, es el afán de conquista, es la construcción de espacios inteligentes que proporcionen una mejor calidad de vida y, por encima de todo, es un sentimiento artístico que nos es innato, propio, característico. Un culto al arte que ha dejado su impronta en las páginas de la historia con letras de oro. Es a esta cultura latina y a todo lo que ha significado y significa, a la que quiero rendir un homenaje de iración

y respeto a través de este Concierto Latino, concebido para Clarinete en La y Orquesta de Cuerda. Esta obra fue creada entre finales de julio y primeros de octubre de 1991 (su conclusión coincidió exactamente con el día del Pilar) y por medio de ella he pretendido llevar a puerto una serie de inquietudes vinculadas con los pretextos que la dieron vida. De un lado, la amistad y la iración que siento hacia el protagonista de esta pieza, y de otro, el ya comentado tema de la latinidad, asimismo estrechamente ligado a una importante etapa de mi vida. La partitura se proyecta en tres partes, la primera y tercera corresponden al solista y a la orquesta, y la segunda, le pertenece por completo al clarinete, a ese clarinete en el que pretendemos elevar a un primer plano. Su escritura tiene muy en cuenta tanto la personalidad como las peculiaridades de este medio de expresión, a quien hemos dirigido nuestro cariño y nuestras ilusiones. El Concierto Latino ha sido escrito a instancias del gran clarinetista español Adolfo Garcés, a quien está dedicada, y responde por otra parte a un encargo de la Sociedad Estatal V Centenario. Deseo señalar, antes de llegar a término, que en los meses en los que ha sido creada esta pieza, me ha tocado vivir una situación muy singular, que probablemente dará pie a otro tipo de comentarios.» Claudio Prieto. Madrid, octubre 1991.

Estreno absoluto del Concierto Latino de Claudio Prieto el día 30, a las siete y media de la tarde, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música con la Orquesta de Cámara Reina Sofía dirigida por Luis Remartínez.

Capítulo 18

Estreno del Concierto Latino en Caracas

Ensayo Arsis Cámera los días 1 y 2 de noviembre para el concierto presentación del Grupo Arsis Cámera en el Auditorio Nacional. El día 6 de noviembre de 1991, dentro del XIV Ciclo de Cámara y Polifonía se produce la presentación oficial del Grupo Arsis Cámera con el siguiente programa: José Manuel Berea, Ludwig van Beethoven y Johannes Brahms. El día 7 es el concierto con el Quinteto de Viento Arsis Cámera en el ciclo «Música del siglo XX», en el Instituto Isabel La Católica. Más tarde, el día 9, concierto en el Auditorio Nacional de Música, Arsis Cámera (cuarteto de cuerda y clarinete) dentro del Festival Internacional de Órgano. Programa: Quinteto de Mozart. Concierto Arsis Cámera el día 10 en la Iglesia de Santa Marina la Real de León, junto a la catedral. Al día siguiente tengo un ensayo en la Sala Candilejas para el concierto de la OSM del día 13 bajo la dirección de José Ramón Encinar. Ensayo general en el Teatro Monumental el día 15, para el concierto en el Teatro Monumental del día 16, dentro del ciclo de la Comunidad de Madrid, dirigido por José Ramón Encinar. Ensayo con el Cuarteto Arcana el día 17 para el concierto dedicado a Mozart y Luciano González Sarmiento como presentador. El día 18 ofrecemos el concierto para jóvenes en el Coliseo Carlos III del Escorial con el siguiente título genérico: «El Quinteto y el Concierto de Mozart», a cargo de Adolfo Garcés y el Cuarteto Arcana, con la presentación a cargo de Luciano González Sarmiento. Concierto en Barcelona el día 20, dentro de la V Mostra Catalana de Música Contemporánea, en el marco del III Festival de Tardor. Interpreto Recordando a Ma Yuan. Concierto de Santa Cecilia en el Auditorio Nacional el día 25, dirigido por Antoni Ros-Marbà. Al día siguiente realizamos una grabación con el Grupo Koan en los Estudios Kirios de Alcorcón para «Madrid Cultural 92», con obras de Pittaluga y Gombau. Viajo a Venezuela invitado por el director de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, don Carlos Riazuelo. Comienzan los ensayos preparatorios del concierto en la universidad, al día siguiente hacemos ensayos mañana y tarde con el paréntesis entre medias de una rueda de prensa para los medios

venezolanos. El día 29 nos trasladamos al Aula de Fonología de la Universidad para hacer el ensayo por la mañana y el día 30 ensayamos en el Aula Magna de la Universidad con el cuarteto de cuerda Ávila, con el que ofreceré un concierto posteriormente al concierto con la Orquesta. El concierto con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas se celebra el día 1 de diciembre de 1991, bajo la dirección de Carlos Riazuelo, en el aula Magna de la Universidad. Programa: Concierto Latino para Clarinete en La y Orquesta de Cuerda, de Claudio Prieto. Solista de clarinete Adolfo Garcés. Continuamos con los ensayos del cuarteto Ávila el día 2 en el Museo del Teclado de Caracas, preparatorio para el concierto que ofreceremos al día siguiente en la Embajada Española de Caracas con el siguiente programa: Cuarteto y Quinteto de Mozart para cuarteto de cuerda y clarinete, junto al cuarteto Ávila, actuando Adolfo Garcés como solista. Regreso a Madrid el día 4 y, en el aeropuerto, antes de coger el vuelo, tuve una anécdota digna de contar porque refleja la realidad que afrontaba ese país en cuanto a la inseguridad que se vivía en Caracas. Antes de ir al aeropuerto aproveché para comprar unos regalitos para mi familia, dejé las maletas en la habitación y fui a un centro comercial cercano. Cabe recordar que mis hijos tenían 16 y 12 años respectivamente, para mi hija no tenía problemas de elección, pero para mi hijo sí. Una vez solucionado el regalo de mi mujer y mi hija, me trasladé al departamento de juguetes y me quedé asombrado de la variedad que tenían, un dependiente muy amable me acompañó por la sección y, de repente, vi lo que a Pipo le volvería loco: una réplica fidedigna de un revólver como el de «Harry el Sucio», que disparaba balines de plástico para jugar al tiro al blanco. Lo vendían con la diana incluida y, verdaderamente, daba el pego. Una vez que tuve los regalos me encaminé al hotel y tuve la primera sorpresa: la habitación estaba totalmente revuelta y mis maletas abiertas y esparcidas, llevándose lo que les apeteció. Llamé a seguridad del hotel y no les extrañó en absoluto, es más, me reprendieron cuando dijeron que había sido por haberlo dejado a la vista, cosa que no era cierta ya que lo había metido en un armario y cerrado con llave. Puse la correspondiente denuncia ante la pasividad del servicio de habitaciones, que insistían en que no servía para nada. Bajé mi equipaje y llamé a un taxi que me llevo en poco tiempo al aeropuerto. Me coloqué en la fila correspondiente para pasar la aduana y, al llegar mi turno, me solicitaron que pusiera el equipaje

en la cinta procediendo a abrirlo de manera descuidada y violenta. El estuche de los clarinetes lo abrieron primero y miraron con lupa, cogiendo cada parte del instrumento de cualquier manera mientas hacían preguntas absurdas, hasta que uno de ellos abrió el paquete de los regalos y se organizó la Segunda Guerra Mundial. «Lleva un arma» repetían a grito pelado dos policías. Me sujetaron los brazos y me esposaron inclinándome sobre la cinta, mientras el resto me apuntaban con sus pistolas y rifles. La gente se asustó mucho y creyeron que era un terrorista, yo prefiero no decir cómo me sentía, no podía dar crédito a lo que estaba viviendo, esos policías estaban fuera de sí y con el dedo puesto en el gatillo. No puedo decir cuánto duró aquel incidente, pero durante ese tiempo se paralizó la terminal. Me llevaron al despacho del comisario junto con otros tres policías, allí por lo menos ya no había gritos y parecía que los ánimos se habían calmado un poco.

—¿Dónde compró ese arma? —me preguntó muy regio el comisario. —Agradezco la pregunta, pues es una historia curiosa. Se trata de un juguete que he comprado para mi hijo… —el gesto del comisario mudaba conforme avanzaba en mis explicaciones, de la incredulidad a la ofensa. No sabría decir si creía que le estaba tomando el pelo. —De verdad, revisen el objeto, se darán cuenta de que no entraña ningún peligro —insistí sintiendo que estaba protagonizando una película.

No hubo disculpas, requisaron el juguete-arma con lo que mi hijo se quedó sin su regalo. Tenía el cuerpo molido por la postura en la que me colocaron las esposas y, cuando salí nuevamente a la terminal, todos me observaban con gran cautela. Una vez terminado todo el procedimiento comprobé que tenía algo de tiempo y me senté en una cafetería para relajarme un poco, rodeado de miradas inquisitivas. Cuando conté la historia en casa no se lo podían creer. Mi hijo se puso a buscar por las distintas jugueterías de Madrid el famoso revólver, lo encontró y lo pedimos. Jugamos muchas partidas para afinar la puntería y aquello se olvidó afortunadamente. Supongo que, con el tiempo, el regalo para toda la familia ha sido poder contar y rememorar la aventura con nuevos tintes

de humor. Volviendo a la normalidad y a la seguridad, tuvimos un concierto con el Quinteto Arsis Cámera en el Instituto Santamarca dentro del «Ciclo 5x5 Música del siglo XX». Patrocinado por el C.D.M.C. y, el día 14 tuvimos el primer ensayo en el Teatro de la Zarzuela con José Collado como director, para el concierto a las nueve y media de la noche. Al día siguiente tuvimos otro concierto con el Grupo Koan en el Salón de Actos de la Sociedad General de Autores de España, bajo la dirección de José Ramón Encinar y, el día 22, con el mismo grupo y director estrenamos la obra Verso II para clarinete y violonchelo en el Museo del Prado. Esta obra me la dedicó David del Puerto y disfruté mucho haciéndola un poquito más mía. Aún me duraba el susto después del incidente en país extranjero, pero la música tiene esa cualidad que tanto atrae y es que sana la mente y el alma.

Parte VII

(1992-1996)

Capítulo 1

Curso en el Conservatorio de Música de Tarazona y grabación de las Tres piezas para Clarinete y Piano de Carmelo Bernaola

A comienzos de año 1992 hacíamos el Concierto de Reyes en el Auditorio Nacional con la participación de Placido Domingo y Luis Antonio García Navarro como director. Como siempre, resultó un concierto muy agradable con sustanciosas propinas una vez acabado el programa. También quiero destacar el buen humor que desprendía Plácido y que generó en momentos muy gratos y sorprendentes, tales como improvisar el chotis Madrid, de Agustín Lara, dentro del capítulo de propinas, sin partituras en la Orquesta y marcándose el baile en el escenario. Un momento inolvidable para el público, que coreaba con nosotros el estribillo. Volviendo al trabajo de gestión con la OSM, tuvimos otra reunión con la comisión artística para preparar las últimas actas, con el fin de ordenarlas y organizarlas para la asamblea del mes próximo. Hicimos el estreno mundial de La Dueña de Roberto Gerhard en concierto, acompañado por otras obras del maestro. Quedé con José Alberto Garijo, Gerente de la Sociedad Mundimúsica Garijo S.A. para firmar el contrato de edición de mi libro Primer Libro del Clarinetista que poco a poco se convertía en una realidad más que palpable. Al día siguiente tuvimos un ensayo en la Sala Cinearte para trabajar la obra Trencadis, de Joan Guinjoan, que íbamos a estrenar el día 3. De allí, casi sin tiempo para respirar, fui a la oficina de la Sala Candilejas en la plaza Luca de Tena, para comprobar el contrato de alquiler que nos iban a facilitar y que incluía puntos como: la contratación de la limpieza, electricista, seguro, normas de utilización y mantenimiento de la sala, etc. Y es que el objetivo era utilizarla como sala de ensayos, también como sala de estudio para los profesores de manera individual y colectiva en los ensayos para grupos, así que tenía que quedar todo bien claro. Al mes siguiente, días 6 y 7 de febrero de 1992, viajé a Tarazona para ofrecer una curso de clarinete en el Conservatorio Estatal de Música, que entonces estaba dirigido por la compositora Teresa Catalán. Desde allí, en mi habitual

rutina viajera, fui hasta Sevilla a reunirme con el Quinteto Arsis Cámera, donde teníamos un concierto y ensayaríamos hasta el día 12 en la propia Sala del Conservatorio Superior de Música de Sevilla. Aprovechamos para visitar nuevamente Sevilla, y es que es imposible descubrirla al cien por cien porque uno de sus encantos es que nunca te cansas de recorrerla ni de empaparte de su frescura. Sevilla nos traía a todos grandes recuerdos, pero, en esta ocasión, además la recorríamos con un plus de atención, ya que venía Miguel Quirós con nosotros y había vivido allí durante varios años. Ni que decir tiene que esos días fueron inolvidables porque estábamos fuera de nuestro entorno habitual, con la única obligación de ensayar con el quinteto, que nos dejaba bastante tiempo libre para nuestro solaz. Después del concierto en Sevilla, salimos nuevamente para Madrid con el fin de continuar con el ciclo «Música del siglo XX», patrocinado por Caja Madrid en el Instituto Arturo Soria el 21 de febrero. Y llegó el momento de la reunión con la comisión artística el 22 de febrero a las doce del mediodía. Procedemos a la lectura de actas, a partir de las cuales Wally Stormont, solista de tuba, expone sus motivos para abandonar la comisión artística. Comenta la falta de control del presupuesto en los conciertos de la Comunidad de Madrid y sale a relucir la falta de transparencia de la Secretaría General Técnica nuevamente, por lo que plantea la restructuración de la Orquesta. El concertino, Manuel Villuendas, explica sus opiniones sobre el funcionamiento de la comisión artística y dice que debe tener un carácter más participativo en cuanto a programas y directores. Opto por no reproducir el diálogo como en otras ocasiones, debido a su tecnicidad y complejidad. Y es que el clima de tensión era elevado, así que propusimos postergar la reunión hasta el 10 de marzo, esperando regresar con ánimos más conciliadores. Nuevamente había aparecido el fantasma de la duda económica creada en 1984. Tenemos un concierto en el Auditorio Nacional el día 25, para el cual hemos hecho dos ensayos el día anterior. A los dos días nos reunimos con el director musical del teatro, don Miguel Roa, para el avance de la programación del año 1993. No hago más que empezar un año y ya estoy cargándome de trabajo el siguiente. Esa era mi vida. Esa es la vida del músico. Ese fin de semana, por raro que parezca, lo dedico por completo a mi familia y nos vamos a Gavilanes. A la

semana siguiente tuvimos un ensayo con la Orquesta Reina Sofía para un concierto en Lorca el día 22 de marzo. El día 10 de marzo continuamos con la reunión aplazada de la comisión artística y procedemos a la lectura de las actas anteriores sin mayores problemas, posteriormente enviamos una carta a Ángel Jesús García. En esos momentos él era concertino de la Orquesta de Múnich y nuestra propuesta era que desempeñara el cargo de concertino en nuestra orquesta. Ensayo general con la OSM del concierto que tenemos en el Teatro Monumental de Madrid. Simultáneamente, hacemos un ensayo con la Orquesta Reina Sofía y un concierto en Lorca el día 22. En respuesta a nuestra solicitud, nos reunimos con Ángel Jesús García en la oficina de la OSM, parece que toma en consideración nuestra oferta, aunque todavía no puede confirmarlo. Necesita varios datos sobre el trabajo que tendría que realizar, la situación que tendría respecto al otro concertino y el caché que cobraría. El tesorero le pone al día en cuanto a esto último y, entre el Secretario Técnico y yo, le informamos del estado de la situación artística y le decimos que, en ningún caso, estarían los dos concertinos simultáneamente en el atril. Continuamos con los conciertos del ciclo «Música del siglo XX» patrocinado por Caja Madrid, con el Quinteto Arsis Cámera en el Instituto Simancas y en el Colegio Mayor San Juan Evangelista. Posteriormente tenemos otra reunión con la comisión artística en el Auditorio Nacional. Puede verse, a lo largo de los años, como mi participación en el mundo musical ha ido evolucionando de lo meramente artístico a lo istrativo. Doy fe que, esto último, es mucho menos placentero y más tedioso. Tenemos una entrevista con el director general de música el mes de abril. Al día siguiente, el día 2, hay una nueva reunión con la comisión artística, tratando los siguientes temas:

•Proporción del número de servicios. •Selección de los músicos y preparación de una nueva asamblea informativa.

Nuevo concierto con el Quinteto Arsis Cámera por la mañana, dentro del ciclo «Música del siglo XX» y patrocinado por Caja Madrid, en el Instituto Marqués de Suances. Esa misma tarde actuamos en el Colegio Mayor Nuestra Señora de África dentro del ciclo «Música en la Universidad». Tenemos una comida con Pepe López y Alberto Ruiz-Gallardón, el secretario general de la OSM y yo. Necesitábamos reforzar los lazos con la Comunidad de Madrid para fortalecer y asegurar el ciclo de conciertos de la Orquesta y el mejor medio era Pepe López junto a Alberto Ruiz-Gallardón que, en ese momento, era presidente de la Comunidad de Madrid. Como decía, lo musical también incluye burocracia y, por qué no decirlo, política. Concierto de la OSM bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà en el Teatro Monumental. Al día siguiente hago la grabación de las Tres piezas para Clarinete y Piano de Carmelo Alonso Bernaola junto a Gerardo López Laguna en los Estudios Musigrama. Esta obra la compuso Bernaola pensando en mis condiciones musicales que, como ya hemos podido averiguar a lo largo de este libro, van más allá del clarinete y de la música clásica, introduciéndose en el mundo de la voz y la música contemporánea. La obra está planteada en tres movimientos: comienzo, redicho y final que, por sí solos ya delimitan su cualidad. En los tres movimientos, muy breves todos ellos, alterna la utilización de la voz con afinaciones concretas y simultáneas con el sonido del instrumento en todas sus acepciones, incluyendo la técnica de cantar y tocar al mismo tiempo. La primera pieza comienza con la parodia de una situación que a él le hacía mucha gracia. Cuando íbamos a comenzar los ensayos de la Banda Municipal, como concertino de la Banda tenía la obligación de levantarme para afinar, o mejor, proponer la afinación al resto de la Banda para atemperarnos adecuadamente antes de comenzar el ensayo. Los músicos estaban a lo suyo, preludiando, hablando, etc hasta que se daban cuenta de que íbamos a afinar aquello era un batiburrillo tremendo, de forma que no nos entendíamos ninguno, ante lo cual opté por producir la onomatopeya «Chist…Chist» para que se callaran, aunque me costaba lo mío conseguirlo. Hasta que la Banda no estaba afinada no salía el director para comenzar el ensayo, pues bien, la obra de Bernaola comienza por ahí en uno de los momentos más graciosos para el compositor. De estas piezas ha comentado el propio Carmelo que su propuesta es exponer una cualidad mía, la cualidad vital que

tengo de vivir, sentir e interpretar la música, basándose en el gran conocimiento que teníamos el uno del otro y las innumerables veces que hemos trabajado juntos como clarinetistas en la Banda Municipal primero y como compositor en infinidad de grabaciones que hemos hecho juntos, yo como cantante y clarinetista y como excelentes amigos, comensales y contadores de lo real y lo irreal. He de decir que un poco más adelante me compuso otra obra, esta vez para clarinete y orquesta, que grabamos para disco con la Orquesta Sinfónica de Madrid, su título es Imita, imita que algo queda, y nuevamente pone de manifiesto determinadas cuestiones que son inherentes a mi persona Regresamos a Madrid el día 23 de abril para llegar a una reunión con Pepe López a las cinco y media de la tarde. Estrenamos la ópera Timón de Atenas de Jacobo Durán Loriga en la Sala Olimpia bajo la dirección de José Ramón Encinar. Unos días más tarde convocamos otra reunión con la comisión artística para presentar a Ángel Jesús García como concertino. A continuación procedemos a la lectura de las actas en las que Ángel Jesús manifiesta una pega en el artículo 16 del reglamento y propone aumentar el número de servicios de los músicos por medio de realizar las lecturas con toda la Orquesta y no por separado. El tesorero, que no había estado de acuerdo con el caché ofrecido para Ángel Jesús, propuso rebajarlo, a lo cual Ángel Jesús, como si no le hubiera escuchado, continuó proponiendo el pago de una cuota al mes por parte de cada músico y cambiar en el reglamento las condiciones de la programación oficial y extraordinaria, por las cuales se cobraba independientemente y suponían un complemento sustancioso para los músicos, unificándolas en una sola programación. Como se puede observar, el ambiente era de todo menos distendido y auguraba, tal y como predije el año 1984, empeorar en todos los sentidos. Tanta reunión para, al final, seguir caldeando el ambiente.

Capítulo 2

Análisis de situación personal

El día 1 de mayo arranca con un viaje a Zaragoza para asistir a la comunión de Anita, la hija pequeña de mi sobrina Mari Gloria. Se estropea nuestro coche nada más salir a carretera, el Citröen BX que teníamos en aquel momento, por lo que tuvimos que volver para coger el Suzuki Samurái de Marga, coche maravilloso para el campo, pero tremendamente incómodo y lento para un viaje por carretera. Pero los coches y los viajes es lo que tienen, siempre hay imprevistos. Menos mal que salíamos con tiempo de sobra. Estuvimos en el Gran Hotel, por aquel entonces era el mejor y más cómodo de Zaragoza. Al día siguiente fuimos a la comunión de Anita y, como era habitual en nuestra familia, después de la ceremonia disfrutamos de lo lindo durante el ágape, estableciendo el ambiente que más nos gustaba entre nosotros. Porque estábamos deseando siempre estar juntos en cualquier momento para pasarlo bien y divertirnos. Al terminar el banquete salimos de viaje y no recuerdo ninguno más largo e incómodo que aquél. Toda una aventura. Presentamos la ópera Gibraltar, de Francisco Asenjo Barbieri nacido en Madrid el 3 de agosto de 1823, falleció el 19 de febrero de 1894. Esta ópera la ofrecimos en versión concierto, dirigida por Luis Izquierdo en el Teatro Monumental. Quedo con Emilio Sagi para hablar sobre la incorporación de Ángel Jesús a la Orquesta y contarle las reuniones mantenidas con la comisión artística, siempre me gustaba contrastar con él las incidencias de la Orquesta, ya que era el director del Teatro de la Zarzuela y teníamos un contrato de colaboración firmado para toda la programación. Concierto con la Orquesta de Cámara de Majadahonda el día 8 bajo la dirección de Joaquín Caño, interpretando el Concierto nº 1 de Carl Stamitz para clarinete y orquesta, actuando como solista Adolfo Garcés. Continuación de la reunión con la comisión artística. Se está convirtiendo en una verdadera «historia interminable». Se comenta que la reunión de la Orquesta podría servir para tratar sobre los artículos 16 y 17 del reglamento. Explicamos desde la Secretaría General Técnica la reunión pendiente con Agustín Tena, a la sazón director general de la Comunidad de Madrid, al cual debemos presentar el

proyecto de programación. Tenemos el presentimiento de que pretende cargarse el ciclo de la OSM. Mantenemos una reunión con Paco Cánovas, subdirector general del Ministerio de Cultura para explicarle el caso. Viajo a La Coruña como representante de la OSM para la reunión de Gerentes de Orquestas Sinfónicas Españolas, con motivo de la presentación oficial de la Orquesta Sinfónica de Galicia. En aquellos momentos, el modelo de gestión ideal para el resto de orquestas sinfónicas españolas era el de nuestra orquesta, debido a que manteníamos la ambivalencia de ser titulares del Teatro de la Zarzuela con el ciclo de conciertos propio de la Comunidad de Madrid. El día 15 estrenamos la ópera Belisa, de Miguel Ángel Coria, en la Sala Olimpia de Madrid y el día 19 damos un concierto con el Quinteto Arsis Cámera en la Universidad Autónoma de Madrid, patrocinado por el Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música. Mantenemos la reunión que había pendiente con Agustín Tena, le enseñamos la programación explicamos el proyecto que llevamos a cabo con el ciclo de la Comunidad de Madrid, nos sorprende diciendo que está al tanto y totalmente de acuerdo con el mismo. Hacemos el ensayo general del concierto del día 23 en el Auditorio Nacional, allí mismo tenemos otra reunión con la comisión artística, informando de las novedades que nos ha aportado Agustín Tena. Al finalizar nos trasladamos al Teatro Monumental, para ofrecer el concierto «Homenaje a Tomás Marco» dirigido por Luis Remartínez, con Miguel Quirós como solista de oboe. Propuesta de presupuesto para la contratación de la violonchelista sa, Michell Dufoir, recomendada especialmente por el solista de nuestra orquesta. Humberto Orán, nos pasa una propuesta de directores con disponibilidad para nuestros conciertos, además de las fechas libres del Orfeón Donostiarra. Durante el mes de junio de 1992 tienen lugar en Madrid los ensayos del programa que ofreceremos en Gerona. Así pues, viajamos a la ciudad catalana con el Grupo Arsis Cámera, en versión clarinete y cuarteto de cuerda, para ofrecer un concierto en Castell D´aro de Sitges en el «Congreso de la Sociedad Española de Neurología». El programa para tal ocasión fue el siguiente: Quinteto de C. M. von Weber y Quinteto de Mozart. Dentro de la temporada oficial de ópera, continúan las funciones de La Favorita

en el Teatro de la Zarzuela, ese mismo mes es el examen final de Clarinete en el Conservatorio y, al finalizar la prueba me dirijo al restaurante la Nicolasa, donde me ha invitado a almorzar Rafael Frühbeck, con la justificación de tratar algunos proyectos futuros, y poder contrastar su agenda. Evidentemente yo, gran enamorado de la gastronomía y no queriendo hacer un feo, acepto su invitación. Me parece buen momento para resaltar una situación que se venía dando desde hace años, y continuaría en el tiempo, acerca de mi persona en relación con la Secretaría General Técnica. Era un hecho contrastado que la mayoría de compositores, directores y solistas con los que trabajábamos me llamaban directamente por una cuestión de entendimiento entre nosotros, que por otra parte estaba resultando beneficiosa para la Orquesta y que a nadie perturbaba. Mi carrera artística se producía independientemente de la OSM, fuera de toda duda, a costa de esfuerzo, dedicación y trabajo, sin embargo, no dejaba de ser ventajosa para la Orquesta por los conocimientos y os que iba atesorando a lo largo de mi trayectoria musical. Era consciente del ambiente que se gestaba a mi alrededor a todos los niveles: comisión artística, Secretaría General Técnica, y los propios músicos de la Orquesta que, debido a la propia estructura de la Orquesta formaba parte de todos ellos en cada uno de sus apartados aunque, por otra parte, no podía dar la espalda a personas muy influyentes en la cima de su carrera artística que se acercaban a la OSM a través de mi persona.Desde chiquitito me ha perseguido una especie de «aura», que me colocaba en una situación especial respecto a los demás, acepto que, gracias a ella, he conseguir grandes cosas, pero también es cierto que me ha hecho sufrir en ocasiones debido a mi eterna dualidad. Llegué a la conclusión de aceptar la situación, no podía renunciar a mi propia personalidad, pasara lo que pasara.

Capítulo 3

Proyecto de Fundación para la OSM

Así pues, tenemos una nueva reunión con la Secretaría General Técnica para tratar los siguientes temas pendientes:

•Proyecto de Fundación para la OSM. •Proyecto del Ciclo con la Comunidad de Madrid. •Reunión de Gerentes de Orquestas españolas en Granada. •Alquiler de la Sala Candilejas y preparación de la Asamblea General Ordinaria mediante el acta anterior.

Quedamos en llamar a Álvaro Mont, abogado del Estado y miembro de la Junta Directiva durante muchos años, para organizar el orden del día, que sería el siguiente:

•Lectura del Acta Anterior. •Balance Anual de la OSM. •Ruegos y Preguntas.

Las convocatorias se producirían según este orden:

•1ª convocatoria día 27 a las 11,00 horas.

•2º convocatoria el día 28 a las 15,00 horas, ambas en la Sala Candilejas.

Proyecto de Fundación: tomando como referencia el reglamento de la Orquesta Filarmónica de Viena, que trajimos después de nuestro viaje a aquella ciudad como consecuencia de las reuniones con la directiva de la Orquesta, con el cual habíamos preparado un resumen de proyecto adaptado a nuestra Orquesta, incluyendo antes de su disolución previa a la creación de la mencionada Fundación. Planteábamos que los socios fundadores del nuevo proyecto, serían todos aquellos que aceptaran una relación civil, siguiendo la referencia al citado reglamento en los artículos 3, apartado A, B y 2B, estableciendo un patronato que abarcaría, además de la Orquesta Sinfónica, los cometidos sinfónicos, líricos, ballet, audiovisuales, etc. además de los de la orquesta de cámara, el coro, y la orquesta de jóvenes, con cometido de formación orquestal denominada JOSMA, incluyendo además becas para perfeccionamiento, ediciones, concursos de composición, y musicología e investigación. Comenzamos con la aclaración de socio fundador y la relación de estos con los demás apartados, comprobando nuevamente los estatutos de Viena en sus artículos 2 y 3 sobre socios profesionales y artistas, aclarando el número total del patronato. Determinamos la distribución de los puestos de acuerdo a nuestra situación actual, buscando la posibilidad por medio de la cual se reconozcan los méritos a la labor realizada. Puede verse un trabajo donde había que hilar fino y no perderse detalle de todas las necesidades grupales e individuales. Personalmente me parecía una idea muy sugerente para una orquesta como la nuestra, aunque manifesté en aquel momento, que este proyecto resultaba un tanto utópico es este momento para amoldarlo a nuestra realidad, ya que sus principios activos son más propios de elaboración desde una corporación estatal independiente de la Orquesta. Al final me había metido en un proyecto muy bonito, pero muy grande, lo que viene siendo de toda la vida «meterse en camisa de once varas». Bendita música y sus insospechados recovecos.

Capítulo 4

Concierto Latino en el Castillo de Bellver

Ensayamos con la orquesta el Requiem de Brahms bajo la dirección de Maximino Zumalave por la mañana, y por la tarde la Sonata de Tomás Marco para clarinete y piano con Chiqui Martín. Pareciera increíble poder retener tantas melodías y orden en mi cabeza, pero curiosamente, conseguía llegar a todo y no confundir la una con la otra. Próximamente tuvimos nuevos ensayos del Requiem de Brahms con Maximino Zumalave y, por la noche, cenamos en casa de Tomás Marco, después de ofrecer una audición de su Sonata para clarinete y piano que pudimos contrastar con el compositor. Ensayo general del Requiem de Brahms, previo al concierto en el Auditorio Nacional. Viajo a Mallorca y me hospedo en el hotel Bellber, ese mismo día comienzo unas clases magistrales para un grupo de clarinetistas mallorquines. Al día siguiente tengo ensayo, mañana y tarde, con la Orquesta Sinfónica de Baleares bajo la dirección de Carlos Riazuelo, donde interpretaré el Concierto Latino de Claudio Prieto. El mismo día del concierto programan una excursión a Valldemosa donde lo pasamos muy bien, aunque sinceramente, hubiera preferido descansar para estar preparado a la hora del concierto. Pero ya me vais conociendo, no suelo decir que no a planes tan tentadores. A las diez de la noche damos el Concierto con la Orquesta Sinfónica de Baleares bajo la dirección de Carlos Riazuelo en el Castillo de Bellver, interpretando el Concierto Latino de Claudio Prieto. El escenario era ideal, preparado con gran sutileza, sumado a la vista total de la bahía de Palma desde el torreón del castillo, con una temperatura ideal. No puedo sustraerme a la idea de contar una breve, pero jugosa, anécdota que se produjo al comienzo del concierto. Imaginemos la orquesta y el director al concluir la interpretación de la primera obra, saluda el director y se dirige hacia los camerinos para recoger al solista y la partitura antes de salir de nuevo a interpretar el concierto, vamos juntos hacia el escenario y comienzan los aplausos. Subimos al escenario y me coloco de frente al público y de espaldas a la Orquesta, inmediatamente comienzo a notar un movimiento de inquietud entre el público, comentarios, risas, sorpresas, y sin

poder evitarlo, me giro y descubro que el director no está, y la Orquesta está con un ataque de risa. Sin comprender todavía la situación y no saber muy bien qué hacer, me coloco lo más relajado que puedo a la espera de los acontecimientos, pasa un largo minuto y aparece Carlos Riazuelo al fondo, atacado y corriendo hacia el escenario con la partitura en la mano. Recibió un aplauso unánime solamente empañado por las risas de público y orquesta mientras que yo, como una estatua de sal esperaba pacientemente. Afortunadamente se calmaron los ánimos y le pedí a Carlos con la mirada un poco de mesura para tranquilizar los ánimos antes de comenzar. Una vez calmados comenzó el concierto que apaciguó todos los ánimos ya que tiene un comienzo apacible y prometedor, parecía como si Claudio Prieto lo hubiera compuesto para aquella situación. Constituyó un éxito maravilloso, del cual no podré olvidarme jamás. Mallorca desde el cielo, la música hacia la bahía… Realmente era un momento muy especial que nos sobrecogió a todos por igual. Al día siguiente volvimos a Madrid, tenía Claustro en el Conservatorio y cena en casa de Claudio Prieto para celebrar el éxito de su concierto en Mallorca y comentarle los pormenores del mismo, ¡incluido el olvido de la partitura en el camerino de Carlos, por supuesto! El último día del mes de junio viajo a Granada para mantener una reunión con los gerentes de las orquestas sinfónicas españolas. A principios del mes de julio viajo a Salamanca para ver a mis antiguos alumnos, visitamos la Peña de Francia y La Alberca y pasamos un día fantástico. ¿Debo recordar lo mucho que me gusta La Alberca? De vuelta a Madrid visito los pabellones de la Casa de Campo en busca de una sala de ensayos propia para la Orquesta. Tengo una entrevista con Pedro Ortiz, concejal del Ayuntamiento de Madrid y me acompaña Pepe López, gran amigo y conocedor de la política y los políticos, para tratar el tema del local de ensayos de la OSM. Me siento como un miembro del Gobierno, al menos mi agenda así lo atestigua. Curso en Miraflores de la Sierra patrocinado por la Universidad Autónoma de Madrid, donde tengo la posibilidad de pulsar el nivel de los clarinetistas amateurs. Unos días más tarde voy nuevamente a Mallorca, Cala D´or, donde voy a ofrecer un curso de clarinete. Este curso surgió del conocimiento y posterior amistad con Pascual Martínez, estupendo clarinetista, profesor del Conservatorio de Palma de Mallorca y solista de la Orquesta Sinfónica de Baleares. Desde el principio congeniamos muy bien y nos encantaba contrastar

opiniones y conocimientos, teníamos una tercera persona en común por afinidad que era José Tomas, clarinetista de la ONE, que estuvo unos años en la Banda Municipal de Mallorca junto a Pascual y después vino a la Banda Municipal de Madrid, donde nos conocimos. Conexiones fantásticas que nos hicieron compartir grandes experiencias y momentos. El curso de Cala D´or estaba situado en uno de los lugares más bonitos de la isla, habían conseguido una organización perfecta, con infinidad de alumnos nacionales y extranjeros matriculados, acudían muy buenos profesores y había gran cantidad de alumnos. Los siete días de duración del curso se me pasaron como un suspiro, teníamos un ritmo de trabajo frenético, por la mañana clases individuales, por la tarde conjuntos diversos para preparar las audiciones y por la noche, después de la cena, conciertos a cargo de los profesores y alumnos en un recinto situado justo al lado del mar, mientras nos observaban los yates de lujo aparcados a escasos cuatro metros del escenario. Un auténtico sueño. Apunté a mis dos hijos en flauta travesera y clarinete, habían hecho buenos amigos y estaban encantados. Allí se conocieron muchos de los que después serían grandes amigos. El día 25 regresamos a Madrid, aunque con gran pena porque la isla era una delicia para los sentidos.

Capítulo 5

Operación de hernia discal lumbar

Salida de la OSM para Sevilla en el mes de agosto para participar en los actos conmemorativos del 5º Centenario mediante tres conciertos y otras actividades. No puedo acompañarles porque estoy aquejado de una hernia discal desde que estuve en el curso de Cala D´or. Me operaron de hernia discal lumbar a mediados de mes en el Sanatorio Ruber de Madrid. Tras tres días ingresado vuelvo a casa sintiendo que me he quitado un peso de encima. La operación fue mucho mejor de lo previsto, habida cuenta del sufrimiento que pasé durante los tres meses anteriores a la misma. Recuperado y con energías para aguantar un nuevo calendario repleto de exigencias, vuelvo a los ensayos con la OSM para el homenaje a Antón García Abril. El día 28 cumplo 45 años (mi hernia me dejó claro que los años no pasan en balde) y viajo a Sevilla para el ensayo general del concierto, que se celebraba esa misma noche. Al día siguiente regreso a Madrid.

Capítulo 6

Visita a la factoría Howard de Londres

Para el concierto de Santa Cecilia en el Auditorio Nacional, encargo a Carlos Gómez Amat las notas al programa del concierto y, posteriormente, viajo a Londres para visitar la factoría Howard de instrumentos musicales, con el fin de solicitar la representación de sus instrumentos en España. Me hospedo en el Hotel Hyde Park de Londres. Realizo la visita a la factoría y, aunque no tiene nada que ver con la de Buffet ni en dimensiones ni posibilidades, denoto un buen gusto en la exposición de los instrumentos, ofrecen una sala de pruebas y nos acompaña una señorita con algunos modelos de clarinetes. Me pongo a montarlos y, desde el principio, observo algunas irregularidades en el montaje que imposibilitan el libre funcionamiento de la maquinaria. Estoy toda la mañana probando instrumentos y, al mediodía, viene el gerente de la sociedad para saber mi opinión.

—Podríamos comer juntos y me comenta algo al respecto —propone sonriente. —Por supuesto, es una gran idea. Pero tengo que salir hacia el aeropuerto a las cuatro y media. —Sin problema. —Verá…—me sinceré en cuanto sirvieron el vino—. El modelo de clarinete que me pide que patrocine no tendría una buena salida en España, si tiene que competir con las firmas Buffet o Selmer. —Mis modelos son sensiblemente más económicos y pensaba en el mercado amateur, juvenil y de estudio, que es donde podemos ser competitivos. —Me parece muy razonable…—afirmo no habiéndome planteado antes aquella tan viable opción. —¿Qué le parece un contrato de un año? Así comprobamos cómo se produce la adecuación mercantil.

—Trato hecho —Mr. Hops estrechó mi mano y, muy amablemente, puso un coche con chofer a mi disposición para llevarme al aeropuerto.

Ya de regreso a Madrid, José Adolfo Vayá, director de programas musicales de TVE, me pide información y autorización para retransmitir en directo desde Radio 2 de RTVE los Conciertos de Santa Cecilia y 9ª Sinfonía de Beethoven. Le comento que lo plantearé a la Secretaría General Técnica y le daré un contestación inmediata. Personalmente estoy de acuerdo en ello. Preparo un «concierto para Clarinete Solo» en el Salón de Actos del Museo Reina Sofía con el programa siguiente: Tukuna, para clarinete y cinta magnetofónica de José Ramón Encinar, Hoquetus 1 para clarinete y cinta magnetofónica de Tomás Marco, Raphsodie de Giacomo Miluccio, Tres Piezas de Ígor Stravinski, Capriccio de Heinrich Sutermeister, Sonatina Op. 27 de Miklos Rozsa y Soliloqui de Joaquim Homs. Posteriormente me arrepentí de haber puesto un programa tan amplio, mi confusión estuvo en la duración de las obras que, al ser para clarinete solo, no tenían la misma duración de otras acompañadas por el piano, pero requerían mayor atención y compromiso por mi parte. No obstante, el programa era duro no solo por su duración, sino por su calado y profundidad en lo musical. Mantenerlo durante todo el concierto me hizo sudar la gota gorda. El día 24 viajamos a Pamplona con la OSM para dar un concierto en el Teatro Gayarre, al regreso concretamos los ensayos del Concierto de Santa Cecilia con Frühbeck de Burgos.

Capítulo 7

Gira de conciertos en Japón

Era noviembre de 1992 y empezamos con un concierto del Grupo Arsis Cámera (cuarteto de cuerda y clarinete) en Griñón, patrocinado por el Ayuntamiento de la localidad con el siguiente programa: Quinteto Op. 34 Bb M. de C. M. von Weber, y Quinteto Kv 581 de W. A. Mozart. Posteriormente tuvimos otro concierto en la Universidad Politécnica con la presentación a cargo de Adolfo Garcés. Unos días más tarde participamos con el Grupo Koan en un concierto «Homenaje a Tomás Marco», dirigido por José Ramón Encinar, en la Fundación March. Cabe destacar en esos días la «Gira de Conciertos» con la Orquesta de Cámara Reina Sofía en Japón, dentro de las actividades culturales preparadas para celebrar «España en Tokio 92», patrocinados y subvencionados por la Sociedad Estatal Quinto Centenario. Presentábamos una obra de Tomás Marco como estreno mundial, Aurora Divertimento Concertante nº 2 para clarinete y orquesta, encargo de la propia sociedad estatal, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez, con Adolfo Garcés como solista. Colaboraban como artistas invitados en el resto de los conciertos Teresa Verdera, Lucero Tena y Narciso Yepes. El plan de viaje estaba perfectamente preparado por la propia sociedad estatal, y comenzaba el día 12 de noviembre a las nueve y media de la mañana mediante la presentación en el aeropuerto de Madrid-Barajas de todo el grupo. A las once y cuarto salía en el vuelo IB 7611 con destino Tokio (vía Moscú), llegando el día 13 a las once menos cinco, hora local, al aeropuerto Narita de Tokio. Porque la música no conoce fronteras. Nos trasladamos enseguida a nuestro hotel, tardamos tres horas en llegar desde el aeropuerto hasta Tokio, debido a una caravana inmensa durante todo el trayecto de la cual no se veía el fin. Una vez recuperados de tanto ajetreo y cambio horario, comenzamos los ensayos el día siguiente. Los días 15 y 16 ensayamos en el Teatro Nissay de Tokio y dimos el concierto a las siete de la tarde con el siguiente programa: J.C. Arriaga, T. Marco, M. Moreno Buendía y J. Rodrigo, actuando como solista Adolfo Garcés. Debo destacar algunas impresiones surgidas durante aquel concierto, que no

había experimentado en ningún otro. Mientras la Orquesta interpretaba la obertura Los esclavos felices de Juan Crisóstomo de Arriaga, me chocó escuchar la reacción del público, pero no le quise dar importancia porque no podía explicarlo. Tanto al empezar la obertura como al finalizarla, se premió a la Orquesta con una sonora ovación, pero el principio y final de esa ovación parecía que la ofrecía una sola persona. Quizá hubiera un director que marcaba el principio y final, quedando un silencio repentino y total que desconcertaba totalmente. Causaba verdadera impresión tamaña sincronización. Cuando salí al escenario comprendí lo que había escuchado, pero todavía fue más impactante observar al público. Cualquier artista que sale a escena detecta inmediatamente el calor o compromiso que sale de esos aplausos, pero ese no era el problema, una vez salí, después de que el director hubiera acabado la obertura, llegué al borde del escenario dentro de un completo silencio y, cuando me giré para ponerme de frente al público, como si se tratara de una detonación brusca, comenzaron a aplaudir al unísono de manera estática, sin moverse absolutamente para nada. A esto cabe añadir la sensación visual recibida de cientos de caras con los ojos rasgados que no muestran ninguna pasión en su semblante ni en el aplauso, era algo programado y casi obligado. Aquella actitud generó en mí diversas emociones, pero ni siquiera puedo describirlas con claridad. Pasó un tiempo determinado y, al igual que empezó el aplauso espontáneo, terminó de la misma manera, dejando tras de sí un silencio opresivo, agobiante. El conjunto de estas sensaciones me produjo un estado de ánimo extraño, si bien, como siempre digo, «la música obró el milagro». No se puede decir que la situación era fría, pero estaba tan perfectamente acompasada a una idea predeterminada que carecía de toda pasión y entraba de lleno en una situación preconcebida. Cada cultura es diferente, acostumbrado a la pasión y entrega españolas, la rectitud nipona me dejó confuso. Después del concierto salimos a cenar con ganas de conocer un poco el ambiente de Tokio, para ello nos informamos en el propio hotel acerca del restaurante y algún sitio donde poder tomar una copa después. Fuimos a un restaurante de cuento de hadas: las mesas bajitas, totalmente cuadradas con un asador en el centro cada una y las lámparas, individuales, como si fueran de papel garabateadas con mil signos. Comimos estupendamente y lo que más recuerdo es el uso que le daban al asador central. Yo tomé carne después de los aperitivos, pero si tuviera que adivinar el tipo de carne no podría, solamente recuerdo la tersura y el sabor después del punto del asador, estaba deliciosa.

Después nos dirigimos a una dirección que nos habían facilitado para tomar una copa. El taxi nos dejó en un rincón bastante oscuro que lindaba con dos edificios viejos y descuidados.

—¿Seguro que es aquí? —Según lo que tengo apuntado, contrastando la dirección…Sí, este es el lugar. —Hay que ser valientes, vamos —dijo uno de los músicos llevando la delantera.

Nos dirigimos al local que presuntamente queríamos ir y pulsamos un interfono con la contraseña que nos habían dado. Se puso una señorita y, tras pronunciar las palabras mágicas, la puerta se abrió. Ni que decir tiene que estábamos todos algo cohibidos, entramos cautelosos y enfrente de la puerta había un montacargas tremendo al estilo de los que salen en las películas americanas, con una puerta que se abre y cierra de arriba abajo y en el mismo estado decrépito que el resto del edificio. Subimos a la cuarta planta en la que no había nada más que una puerta y, al ir a pulsar el timbre, la puerta se abrió apareciendo una señorita con vestimenta occidental, nos saludó e invitó a que pasáramos. Al trascender el umbral la vida se volvió de color de rosa, multitud de luces viajando por las paredes de forma muy sutil, con colores verde, azul y rojo girando e iluminando una estancia muy grande con distintas mesas bajas que resguardaban sofás que se intuían muy cómodos. Había una barra de estilo americano, con una estantería a su espalda llena de todo tipo de botellas. Nos acompañaron a una mesa y pedimos unas copas. La música que nos envolvía era de todo menos oriental, con los últimos éxitos de grupos ingleses y americanos. Al fondo del local había una pantalla gigante en la que proyectaban los videos de la música que escuchábamos. Estábamos acompañados aproximadamente por 20 o 25 personas de distinta índole bailando o charlando, con una apariencia de lo más variada. En un momento determinado cesó la música y salió al escenario la misma señorita que nos había recibido, invitándonos a participar en el karaoke, donde tenían un nutrido grupo de canciones para todos los gustos. No había terminado de ofrecerlo y ya había tres personas apuntadas. Era un entretenimiento muy

gracioso y te podías llevar varias sorpresas, ya que nosotros, como músicos, teníamos el sentido crítico muy agudizado. Las tres personas que actuaron en primer lugar eran un pequeño desastre, aunque se divertían mucho, que era lo importante. Nos sirvió a toda la sala para echar unas risas.

—Venga, Adolfo, sal a cantar —comenzó a decir uno de mis compañeros. —No, no…—dije haciéndome el interesante. —Venga, sí hombre, que aún no te hemos oído cantar ¡Deléitanos! —Está bien…Si insistís…—y subí al escenario sin hacerme de rogar mucho más. Lo estaba pasando muy bien y, para ser honestos, los dos pelotazos que llevaba encima ayudaban a perder la vergüenza.

Esos aplausos no eran como los del teatro de la tarde pasada, estos eran reales, desordenados e intensos. Abrí el menú y encontré a Nino Bravo, ya no seguí más adelante y elegí la canción Libre. Con Nino Bravo había que tener cuidado, porque tiene una tesitura muy aguda y llevaba mucho tiempo sin cantar. Comenzó la orquesta y me fui situando mentalmente en modo vocal. Mientras duró la canción se hizo un silencio elocuente, pero cuando terminé comenzaron a gritar como posesos «Domingo, Domingo…» y se abalanzaron sobre mí una tanda de nipones que no conocía de nada que actuaron de forma muy distinta al público del teatro. Había destapado el baúl de las sorpresas y no se atrevía a salir nadie más, hasta que les fui empujando poco a poco y, al cabo de un rato, ya estaba el ambiente distendido. Quién iba a decirme que experimentaría el fervor del fenómeno “fan” en un karaoke de Japón. Locuras de la vida… A la mañana siguiente hicimos una excursión a Kioto. Éramos solamente veintidós personas. La ciudad imperial japonesa estaba a una distancia de 300 km y el tren bala tardaba una hora y diez minutos en recorrer ese trayecto. Estábamos interesados en comprobar la duración del recorrido, pensando si era realmente posible y, efectivamente, hicimos el viaje en ese tiempo sin que se derramase ni una sola gota del café que tomábamos. Todo lo que nos habían contado sobre Kioto se quedó corto ante la impresión

que recibimos. En el hotel nos habían dado unos folletos con la información más importante de la ciudad a nivel turístico: templos budistas, jardines, palacios imperiales, santuarios y casas de madera tradicionales, junto con sus tradiciones formales en cuanto a la comida kaiseki, con una variedad interminable de platos y preparaciones distintas y a sus famosas geishas, que se encuentran en el distrito Gion. Vivir aquello tan de cerca, con un día espléndido y reluciente que hacía cobrar vida al colorido natural de la ciudad, me causó una impresión que no olvidaré jamás. Comprobé que Japón es rectitud, es respeto, es orden, es tradición, pero también es magia, mucha magia. Regresamos a Tokio después de la comida, pues teníamos concierto a las siete y con el tren bala se esfumaba mi costumbre de siesta reparadora, no daba tiempo a dormir. Actuamos nuevamente en el Teatro Nissay ofreciendo dos programas y obras distintas en las que actuaron como solistas; Teresa Verdera, soprano, Lucero Tena castañuelas y Narciso Yepes guitarra, con el cual pudimos comprobar lo querido que era este solista español en Japón. Está considerado como un semidiós, habla japonés perfectamente y el público, habitualmente poco efusivo, se volvió loco cuando tocó el Concierto de Aranjuez. Pero tuve que dejar esa maravilla atrás ya que el trabajo seguía reclamándome. Llegamos a Madrid a las ocho de la mañana y teníamos ensayo general en al Auditorio Nacional para el Concierto de Santa Cecilia a las diez, bajo la dirección de Frühbeck de Burgos. Allí tuve una nueva sorpresa, producida en este caso por las consecuencias del “jet lag”. Aunque había realizado varios viajes transoceánicos, en ninguno de ellos tuve que tocar hasta el día siguiente y por tanto desconocía los trastornos ocasionados por viajes semejantes. Tocábamos la Sinfonía Alpina de R. Strauss nada menos, y cuando me senté en el atril me encontraba perfectamente salvo una mínima dificultad para montar los clarinetes. Lo consideré normal porque me encontraba muy cansado, sin embargo, empezaron a pasar cosas extrañas que no podía explicar. Si quería tocar un «la» salía un «fa» y así sucesivamente desde mi más completo asombro, hasta que el maestro Frühbeck paró la Orquesta y me dijo «eso es normal Adolfito, son las consecuencias del jet lag». Siempre me llamaba así y a nadie extrañó, porque todos sabían que era un tratamiento cariñoso. Me dijo que fuera a casa a descansar y para el concierto de la tarde seguro que estaría perfectamente. Así fue, afortunadamente, pero no me quedé tranquilo hasta que no empezó el concierto y noté que estaba en plenas condiciones. Fue

raro sentirse un extraño en mi propio cuerpo, entonces comprendí la norma internacional mediante la cual nadie puede firmar un contrato después de un viaje de esas características hasta pasadas 24 horas. Vuelto a la normalidad, seguimos con un concierto para escolares con el Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Colegio Maravillas, dentro del ciclo «Música del siglo XX». En ese programa incluíamos la obra de Tomás Marco, de la cual he hablado anteriormente en este libro, Kukulcan. Esta obra, ofrecida para un público adulto, resulta muy acertada porque exigía la imaginación del oyente y ayudaba para que el concierto fuera más ameno. La incluimos en el ciclo para escolares por el mismo motivo, con el fin de enseñarles las nuevas técnicas de los instrumentos de viento. Al día siguiente actuamos en el Instituto Fortuny en el ciclo «Música del siglo XX». En diciembre de 1992 participamos en un concierto homenaje, que se dedicaba a Tomas Marco, con el Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Teatro Monumental. Tres días más tarde viajamos a Sitges para ofrecer un concierto de clarinete y cuarteto de cuerda, interpretando los Quintetos de Mozart y Weber escritos para esta agrupación. De regreso a Madrid teníamos una nueva actuación con el Quinteto Arsis Cámera para el ciclo «Música del siglo XX» en el Instituto Mirasierra de Madrid. A la semana siguiente participo en un Concierto con la Orquesta de Cámara Reina Sofía, dirigida por Cristóbal Halffter, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional, interpretando el Divertimento Concertante nº 2 para Clarinete y Orquesta de Cuerda de Tomás Marco, la obra que había tocado en Tokio. Agradecí recuperar el aplauso al que estaba acostumbrado.

Capítulo 8

Atentado Terrorista (ETA), funeral por Miranda

Comenzamos 1993 con el tradicional «Concierto de Reyes» en el Auditorio Nacional bajo la dirección de Enrique García Asensio, actuando como solistas Plácido Domingo y Montserrat Caballé. Teníamos un compañero muy querido en la Orquesta por su forma de ser que tocaba el trombón y estaba en la Banda de la Guardia Civil, además de ser trombonista de nuestra orquesta. Aquellos eran malos tiempos para «los uniformes» porque la banda terrorista ETA buscaba cualquier excusa para fomentar el terrorismo y cualquier uniforme les servía para su propósito terrorista, con tan mala suerte que le localizaron mientras volvía de un ensayo con su Banda vestido de guardia civil y le colocaron una bomba debajo del coche. El trombón de nuestro compañero quedó mudo aquella noche. El día 8 se celebró la misa en el Instituto Anatómico Forense, a la que asistimos toda la Orquesta, haciéndose patente el cariño que le profesábamos. Fue muy triste ver a su mujer y sus hijos totalmente desolados. Después lo trasladaron a la sala 6 del tanatorio de la M 30 y lo enterramos en el cementerio de Carabanchel Sur. Aquello fue un golpe duro, no solo por el hecho de su muerte en sí, sino por la crudeza e injusticia de la misma. Él, tan lleno de vida y de música. Ojalá que, cuando llegase al cielo, lo llenase de la melodía y el buen humor con los que nos embriagaba a nosotros.

***

Al poco tiempo de comenzar el año se convocaron oposiciones de Oboe y Trombón para la OSM. El día 14 encargamos a Andrés Ruiz Tarazona las notas al programa para el ciclo de conciertos en el Auditorio Nacional. Estrenamos la obra Veni Creator Epiritos de Cristóbal Halffter el día 23 en el Auditorio Nacional y el 28 preparamos la reunión de gerentes de orquestas españolas en Tenerife. En febrero se produce el cambio de oficina de la OSM, en concreto el día 5 de febrero de 1993. Organizamos el traslado de la oficina de la OSM el día 20, en lo concerniente a mobiliario y archivos, a la calle Alcalá nº 21-5ª planta

Concierto de la OSM dentro del ciclo Tchaikovski el día 18, bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. Al día siguiente solicito a Luis Pérez Cancio, gerente de la Sociedad Española de Ediciones Musicales S.A, los materiales de orquesta de los Konzerstück números 1 y 2. Op. 113 y 114 de Félix Mendelssohn, para clarinete, corno di bassetto y orquesta, que interpretaré en compañía de José Tomás al corno di bassetto con la Orquesta Nacional de Cataluña en el Auditorio Nacional. Me contesta que ya ha conseguido localizar el Op. 1 y está a la espera de las noticias respecto al Op. 2. Me quedo tranquilo al respecto. Envío los proyectos de actuación de clarinete y piano a Tomás Marco para la participación dentro del ciclo de Cámara y Polifonía 1994/1995 con el siguiente programa: F. Mendelssohn, G. F. Álvez (estreno absoluto), C. Debussy. P. Hindemith y W. Lutoslawski. Me acerco a Viajes Altura para reservar los billetes de los viajes a Mallorca, Tenerife y Dresde, hay que ser previsor y dejarlo todo bien organizado. Nuevo concierto con el Quinteto Arsis Cámera dentro del ciclo «Música del siglo XX» el día 26, patrocinado por Caja Madrid en el Instituto Quevedo de Arcos de Jalón. Al día siguiente, tengo un concierto en la Fundación March dentro del ciclo «Conciertos del Sábado» junto al Trío Mompou, en el que incluyo el estreno absoluto de Jardín de Invierno de Gabriel Fernández Álvez, obra para clarinete, violín violonchelo y piano. Concierto de la OSM el día 1 de marzo de 1993, dentro del ciclo de órgano en el Auditorio Nacional, dirigido por A.Ros-Marbà. Compro los materiales del concierto de Carl Nielsen para clarinete y orquesta a Luis Pérez Cancio de Ediciones Quiroga. Quedamos para comer con Víctor Pablo Pérez, director de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y Delis, su señora, en el restaurante Chistu. El día 9 cumple 14 años mi hijo Pipo y celebramos su fiesta de cumpleaños. Qué rápido crecen los hijos y cómo pasa el tiempo cuando se tienen. Recibo la confirmación de Paola Grant, de Musiespaña, de las reservas en el Hotel Oriente de Granada, para el Quinteto Arsis Cámera la noche del 5 al 6 de abril. El día 17 vamos a cenar Marga y yo al Asador Gorbea, un restaurante que me habían recomendado, para tener un espacio para nosotros, lo cual era muy poco habitual debido a mis múltiples obligaciones y es importante dedicar de vez en cuando un momento en pareja para desconectar. Cómo nos gustó la experiencia. Ese fin de semana fuimos a Gavilanes ya junto a nuestros hijos.

Recibo confirmación de Paloma Martín Santos de la reserva del Hotel Príncipe Paz en Santa Cruz de Tenerife más los billetes de avión de ida y vuelta, con fechas 13 y 17 de abril respectivamente. Día 26 concierto con el Quinteto de Viento Arsis Cámera en el ciclo «Música del siglo XX» patrocinado por Caja Madrid. Recibo la noticia de que Carlos Monzón, el marido de mi sobrina Mari Gloria, ha tenido un accidente con el taxi y está ingresado en la habitación 120 de la Clínica Montpellier de Zaragoza. Carlos es una persona queridísima para nosotros, es todo corazón y la noticia nos ha afectado muchísimo. Era uno de los niños con los que jugaba en la Química, tiene dos años menos que yo. Las jugadas del destino hicieron que, años más tarde, se convirtiera en mi sobrino al casarse con mi sobrina Mari Gloria. Qué bueno es cuando los amigos se convierten en familia. Inmediatamente cancelo mis obligaciones más inmediatas y salimos Marga y yo para Zaragoza para pulsar de primera mano su estado de salud.

—¿Qué ha pasado? —le pregunto a mi sobrina nada más verla en la entrada del hospital. —Estábamos en un momento delicado —confesó agachando la cabeza—. Carlos estaba muy apurado. Le contrataron un viaje con el taxi a Canfranc, ida y vuelta en el día, estuvo a punto de no aceptarlo porque estaba muy cansado, pero las necesidades económicas mandan y al final…pues aceptó… A la vuelta se quedó dormido al volante —las lágrimas pudieron con ella antes de terminar la frase.

Capítulo 9

Conciertos en Tenerife y Milán

El 5 de abril de 1993 tuvimos un concierto para la Sociedad Filarmónica de Zaragoza en el Teatro Principal, con el Grupo Arsis Cámera en su versión de cuarteto de cuerda y clarinete, interpretando el siguiente programa: Quinteto en La mayor K. 581 de Mozart y Quinteto en Si menor Op. 115 de Johannes Brahms. Fue una ocasión maravillosa de comprobar nuevamente la acústica y sonoridad de este teatro, que tantas veces nos había acogido y tantos recuerdos me traía de otras épocas. Como en las ocasiones anteriores tuvimos a toda mi familia entre el público, si bien este viaje a Zaragoza fue muy fugaz, ya que lo hice expresamente para el concierto sin tiempo que perder porque tenía que regresar inmediatamente a Madrid. Me informaron que Carlos se había recuperado totalmente y ya trabajaba de nuevo, algo que me alivió sobremanera. Pese a todo, tuve oportunidad de compartir algunos momentos con mi familia y amigos que asistieron al concierto. Salí para Madrid a la mañana siguiente, muy temprano para atender cuestiones de la Orquesta. El día 7 viajamos a Gavilanes, ese pueblo nos tenía enamorados y siempre que podíamos huíamos a refugiarnos en aquella casita, la fuimos reconstruyendo respetando su antigüedad y distribución pero añadiéndole un toque personal y de comodidad. Estuvimos hasta el día 11, que volvimos a Madrid porque tenía una grabación y los preparativos para la gira por Tenerife. Grabación de las Tres Piezas para Clarinete y Piano de Bernaola el día 12, con el pianista Gerardo López Laguna en los Estudios Musigrama. Conciertos en Tenerife entre los días 14 a 17 con la Orquesta de Tenerife dentro de su temporada de conciertos 92-93, bajo la dirección del maestro Zeeb Doorman. Comenzamos los ensayos en el Teatro Guimerá y el día 15 de abril hicimos el primer concierto en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna y el 16 en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, interpretando en ambos el Concierto Latino de Claudio Prieto para Clarinete en La y Orquesta de Cámara. Me alegré mucho al comprobar que había venido Delis a escuchar estos conciertos, la esposa de Víctor Pablo Pérez, con la que habíamos compartido momentos muy agradables en nuestra gira por Japón. Víctor Pablo estaba en Madrid en aquellos momento dirigiendo la Orquesta Nacional, y quedamos en vernos los cuatro próximamente en Madrid.

Se estrena la ópera El secreto enamorado de Manuel Balboa el día 18 en la Sala Olimpia. A continuación tenemos tres conciertos seguidos con el Quinteto de Viento Arsis Cámera los días 22, 23 y 24; en el Instituto Los Ángeles de Madrid y en la Universidad Autónoma de Madrid, ambos dentro del ciclo «Música del siglo XX» patrocinado por Caja Madrid, y el último en el Instituto Cardenal Cisneros. Ensayo general y concierto de la OSM de la ópera La Dama de Picas el día 27, en el Auditorio Nacional, con Miguel Ángel Gómez Martínez como director. El día 28 encargo a Andrés Ruiz Tarazona las notas al programa del ciclo de conciertos en el conservatorio, e inmediatamente imparto un curso de clarinete en el Conservatorio de Tarazona, me hospedo en el Hotel Brujas de Becker y hacemos una excursión, con comida incluida, al famoso Monasterio de Veruela. Regreso a Madrid el día 1 de mayo de 1993 y viajamos nuevamente a Gavilanes toda la familia porque estamos invitados a la boda de Pedro Pablo, vecino de la casa con el que teníamos una buena amistad. ¿Hay algo mejor que disfrutar de nuestro pueblo y un gran banquete? El día 9 asistí al concierto que ofrecía Harry Sparnaay, asombroso músico holandés que toca el clarinete bajo como los mismos ángeles, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Fue digno competidor en el Concurso Gaudeamus, allá por los años 1976, arrebatándonos el primer puesto del concurso con todo merecimiento. Pasé a saludarle y felicitarle sinceramente al finalizar el concierto y nos concedimos uno minutos para rememorar nuestra participación en el concurso, hace un montón de años. Él estaba estupendo y tocaba mucho mejor que entonces, si cabe. Nos despedimos con un fuerte abrazo deseándonos todo lo mejor. Aún tuvimos otro concierto con el Quinteto Arsis Cámera el día 14 en el Instituto Giner de los Ríos. Todavía dentro del mes de mayo, tengo una reunión con Santiago Lanchares para hablar de la obra que estaba componiendo para clarinete solo.

—He decidido incluir cinta magnetofónica para recrear sonidos y momentos orientales —afirma sonriente. Me cuenta la historia de la obra con gran lujo de detalles. —Me apasiona, de verdad, me encanta —le digo con sinceridad—. Ya tengo ganas de conocer a Ma Yuan.

Celebración del 18º cumpleaños de mi hija María el día 19, le apetece cenar en un bingo y vamos a uno que nos pilla cerca de casa. ¡Eureka! Gana un bingo de 50.000 pesetas mientras cenamos. Me encantaba llevarla a mi lado, estaba preciosa y me gustaba presumir de ella, ya toda una mujer. Viajo a Málaga para ver a Carlos Riazuelo que dirigía la Orquesta Sinfónica de esta ciudad el día 20. Paramos en Bailén para descansar un poco, pero casi nos asamos como pollos y salimos inmediatamente para refugiarnos en el aire acondicionado del coche. En el concierto tuve oportunidad de saludar a varios amigos de aquella orquesta, incluida Nora, la mujer de Carlos que había viajado con él. Esa noche, después del concierto, cenamos los cuatro recordando otros conciertos y situaciones. Volver al pasado siempre resulta grato. Al día siguiente regresamos a Madrid los cuatro en mi coche, al llegar les invitamos a cenar en casa, mientras escuchábamos el debate sobre la elecciones en Antena 3 de Felipe González y José María Aznar, cerrando de forma muy política un ameno reencuentro que se había alargado varios días. Viajamos a Granada con el Quinteto Arsis Cámera en su versión quinteto de viento. Miguel Quirós nos invita a cenar en su casa y nos alojamos en el hotel Infanta Cristina. Al día siguiente tuvimos un ensayo por la mañana y por la tarde el concierto en Guadix a las diez de la noche, en el Palacio de los Marqueses de Villalegre, con el siguiente Programa: Claude Debussy, Miguel Adolfo Garcés, Manuel Castillo, Charles Stainer, Gyorgy Ligeti, Lalo Schifrin y Jacques Ibert. Después del concierto volvimos a Madrid llegando a las cuatro de la madrugada y cogiéndo la cama con muchas ganas. El día 1 de junio preparamos la convocatoria para la asamblea general de la OSM. Llamo por teléfono a la tienda de instrumentos Erviti de San Sebastián para encargarles un barrilete de clarinete Chadash, que lo habían comercializado hacía poco tiempo y tuve oportunidad de probarlo en Málaga, me convenció absolutamente. Me dicen los de la casa Erviti que lo van a pedir a París y en cuanto lo tengan me avisan. Mientras pasan los días hasta recibir esa confirmación, voy a escuchar la cuarta representación de La Forza del Destino en el Teatro de la Zarzuela. El día 6 montamos en casa una comida que denominamos «Paella de las Elecciones», a la cual asisten nuestros amigos Juanito y Carmen, Mari Paz y

Miguel junto con todos nuestros hijos. Obviamente adjudicamos a Carmen la elaboración de la paella. Los días 7 y 8 hacemos los primeros ensayos de El Holandés Errante y el día 10 tenemos reunión de la comisión artística de la OSM. Concierto en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid el día 21, dentro del ciclo «La Música del siglo XX», interpretando la obra Aurora Divertimento Concertante nº 2 para Clarinete y Orquesta de Tomás Marco, acompañado por la Orquesta Villa de Madrid dirigida por Mercedes Padilla, actuando Adolfo Garcés como solista de clarinete. Dos días después tuvimos un concierto de la OSM en el Auditorio Nacional de Música, dirigido por César Gentile. Bautizo de Ana, hija de mi sobrina María José el día 26, vienen de Zaragoza mis hermanos Adolfo y Gloria con Maribel. Una alegría celebrar juntos el hecho de ver crecer la familia. Cierro el mes el día 30, con un Consejo Escolar en el Conservatorio. Viajo a Milán el día 2 de julio de 1993, la bella Italia, me hospedo en el Hotel Duomo y almuerzo con Cristina Vázquez, jefa de producción del Teatro de la Zarzuela y pareja de Alberto Zedda director artístico del Teatro L´scala. Tenemos una reunión en el Teatro de L´scala para que nos enseñe el teatro y así poder hablar con los responsables de área de la Orquesta y conocer su convenio y organización general. Se trata de una orquesta de grandes afinidades estructurales con la nuestra en cuanto a su actividad lírica y de conciertos, es fundamental tenerlo todo bien planeado y montado. Asistimos a la representación de Falstaff en el Teatro L´scala de Milán, dirigida por Ricardo Mutti y actuando el barítono español Juan Pons. Una producción maravillosa llena de belleza y calidad. A las once y media cenamos en casa de Alberto Zedda y preparó la cena Cristina Vázquez, aplaudimos sus dotes como cocinera. Al día siguiente asistimos al ensayo de la Orquesta Filarmónica de L ´scala bajo la dirección de Ricardo Mutti, interpretando la Obertura del Holandés Errante y la 7ª Sinfonía de Beethoven. Después de este ensayo tenemos una reunión en el teatro con Giacomo Tangucci, gerente de la Orquesta, para intercambiar temas con la finalidad de recabar información para nuestra gestión con la OSM. Comimos en la Cassa Rosse y regresamos a Madrid. El día 9 ensayo general por la tarde y concierto por la noche con Plácido

Domingo, denominado «Concierto contra la Droga» en el parque Juan Carlos I, organizado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid. Los días 13 y 14 tenemos ensayos en el Hogar Canario con la Orquesta Reina Sofía, dirigida por Arturo Tamayo. Se acerca el verano.

Capítulo 10

Santander, Palacio de la Magdalena

Vuelo a Santander el día 15 de julio de 1993, con motivo del concierto extraordinario de la Orquesta de Cámara Reina Sofía que se ofrecerá bajo la dirección de Arturo Tamayo en el Palacio de la Magdalena de Santander. Este concierto se incluye dentro de las jornadas de «Armonización comunitaria de derechos de propiedad intelectual». Dentro del programa se incluye el Concierto Latino de Claudio Prieto. Es imposible olvidar el incidente que me ocurrió justo antes de salir al escenario, cuando estaba esperando en la parte de atrás entre «bambalinas», a que la Orquesta terminara la obra de Xavier Montsalvatge que actuaba a modo de obertura del concierto. Cabe recordar que el Palacio de la Magdalena está situado privilegiadamente dentro de la península de la Magdalena, justo al borde del mar y, a su alrededor se percibe perfectamente ese grado de humedad. Estaba preparado para salir al escenario y se me ocurrió comprobar si el clarinete tapaba perfectamente. Mi preocupación consistía en el alto índice de humedad del ambiente, que podía afectar al normal funcionamiento del instrumento. Cuando comprobé que no funcionaba en absoluto, me recorrió un escalofrío, el aire se escapaba por algún sitio sin que consiguiera soportar la propia columna de aire. Me quedé petrificado, faltaban escasos cinco minutos para salir al escenario y tenía entre mis manos un instrumento con el que no podía tocar. ¿Qué podía hacer? Fui corriendo a mi camerino y abrí el estuche en busca de alguna herramienta que pudiera corregir la pérdida del aire. Comprobé que una de las zapatillas que tapan los orificios del cuerpo superior se había hinchado por completo y no tapaba el paso del aire, impidiendo el ajuste del instrumento. Tratando de controlar los nervios, porque estaba escuchando los últimos compases de la obra de Montsalvatge, calenté la zapatilla estropeada, para sacarla de la cazoleta y coloqué una nueva, rezando para que hiciera buen asiento y funcionara a la primera. Ya sonaban los aplausos, pero el tic tac de mi reloj se hacía atronador. Una vez colocada oprimí la llave para que hiciera asiento y probé a soplar comprobando que funcionaba justo en el momento en que los aplausos finales de la primera pieza iban decreciendo. Aproveché para hacer una prueba rápida, rapidísima, y comprobé que el instrumento soportaba bien la presión del soplo.

Este incidente lo he contado en infinidad de ocasiones a mis alumnos y compañeros. Pues bien, siempre que lo recuerdo revivo los sudores que me produjo aquella situación. Jamás he salido al escenario con tanto nervio y es que hubo de pasar un rato hasta que mi ritmo cardiaco se calmó. Al día siguiente de este concierto, 16 de julio de 1993, viajo desde Santander a Palma de Mallorca para impartir un nuevo curso de clarinete en el «V Curso de Música de Cala D ´or», Mallorca. En este curso organizamos una audición el día 20 en la que intervino Pipo junto al resto de los alumnos del curso con el siguiente programa: Enrique Granados, León Legrón, Miguel Adolfo Garcés (esta obra la interpretó Pipo en honor a su abuelo) y Dos Piezas de Concierto para Clarinete y Corno di Bassetto de Félix Mendelssohn, interpretado por los profesores de clarinete del curso: Pascual Vicente Martínez y Adolfo Garcés. La audición terminaba con una adaptación de Johann Strauss especialmente adaptada por los profesores para los alumnos más pequeños. Viajar y tocar siempre me ha gustado, pero hacerlo con mi hijo era un nivel superior de plenitud y satisfacción. El día 24 regresamos a Madrid. Asiste mi hija María al «Primer Encuentro de Flauta» en Guetaria, Euskadi, del día 1 al 9 de agosto de 1993 y la llevamos a la estación. Estaba interesada en asistir al curso debido a que lo impartía su profesora de Flauta, María Antonia Rodríguez, solista de flauta de la Orquesta de Radio Televisión Española. Dentro de las actividades de dicho curso se celebró el «Primer Concurso de Flauta Manuel Garijo». El día 5 acudimos al entierro del padre de mi cuñada Concha Jareño, recogimos a Blanca, la madre de Marga, y la llevamos a su casa. Viajamos a Zaragoza y comimos en Los Navarros, un restaurante muy famoso por aquél entonces en Zaragoza al que no había conseguido ir en ninguna ocasión. Cenamos en casa de mi hermana Gloria. Fuimos a visitar la Basílica del Pilar y posteriormente a casa de mi hermana Carmen, desde donde llamamos a mi sobrina Mari Gloria, para visitarles un ratito antes de irnos. ¿Qué le vamos a hacer? En mi tierra y rodeado de familia estar alrededor de una mesa es tradición. Mi familia debía tener miedo de que apareciéramos por allí, nuevamente apareció la frase «por donde pasamos no vuelve a crecer la hierba». Viajamos desde Zaragoza a San Sebastián y recogemos a María el día 9 en Guetaria, comemos en Castro Urdiales y llegamos a Santander, donde habíamos contratado un apartamento en el edificio Las Brisas. Esa noche fuimos a la plaza

porticada de Santander para escuchar a la Orquesta Sinfónica de Baleares en el Palacio de Festivales interpretando el Oratorio de Liverpool. Coincidimos con Enrique de Cabo y su familia en Ajo, capital del municipio de Bareyo a una distancia de 29 km de Santander. Comimos en Berria, Santoña, y después fuimos a Isla para conocer su apartamento. También visitamos Santillana y Comillas. El día 13 lo dedicamos íntegramente a la playa, sabía que la echaría de menos en pocos días. Antes de regresar a Madrid fuimos al mercadillo de Santoña, las señoras estaban interesadas en hacer unas compras y nosotros encontramos una terracita donde apagar nuestras penas mientras ellas se cargaban de bolsas. Regresamos a Madrid no sin parar a comer, como siempre que pasábamos por allí, en el Hostal Landa. El día 20 María y Pipo continúan sus clases de recuperación con Gerardo, el vecino del piso de arriba (actualmente tiene una empresa inmobiliaria y seguimos estando en o). Marga y María van a Gavilanes a recoger algunas cosas y poner la casa en orden. El día 28 cumplo 46 años.

Capítulo 11

Curso de clarinete en Morella

Continuamos con las clases de recuperación de María y Pipo a partir del 1 de septiembre de 1993. El día 2 se examinaron, Pipo de matemáticas y sociales, y María de latín. A veces es difícil saber quién está más nervioso, si los niños o los padres: voy a ver a Gerardo, su profesor.

—¿Cómo los ves para el examen? —pregunté a Gerardo con cierto temor. —Las materias las llevan bien Adolfo, pero no prestan mucha atención. —¿Puedo aportar algo en esta situación? —insistí nuevamente tratando de aportar cualquier ayuda. —Mira Adolfo son unos chicos listos que, además, se encuentran estupendamente en su clase. —De acuerdo Gerardo, confío en ti. —Mucho mejor para ti es que confíes en ellos —dijo con una sonrisa picarona.

Esa tarde viajamos a Morella para llevar a Pipo al curso de clarinete que ofrecía el profesor Anthony Gigliotti, un norteamericano de 75 años con una trayectoria profesional envidiable y un currículo asombroso. Habíamos reservado previamente una habitación para Pipo en el Hotel Rey Don Jaime. Nada más alojarle, fuimos a saludar a Mr. Gigliotti.

—Que tal Mr. Gigliotti, somos los padres de Adolfo Garcés —el profesor hablaba muy poco español pero le había dado tiempo para situarse con los alumnos matriculados.

—Ok señor Garcés, tengo muy buenas referencias de usted —se esforzó en expresarse en español. —Estoy muy satisfecho de que mi hijo haga este curso con usted, es toda una referencia en el mundo del clarinete a nivel mundial. —Espero que le sirva para sus propósitos, intentaremos hacer el curso lo más ameno e interesante posible. —Por mi parte, estoy seguro de que así será. Le deseo una feliz estancia en España y mucho éxito en este curso. Por cierto, ¿cómo se desarrolla la música en Estados Unidos actualmente? —consulté, aunque sabía que le ponía en un aprieto. —Allí funcionan las cosas de otra manera, pero creo que está bastante desatendida por parte de la istración.

Después de charlar con él, volvimos a Madrid porque el viaje es más duro de lo que yo pensaba y tenía que viajar mañana de nuevo. Creo que hay prendas mías que jamás han conocido el armario, se han limitado a vivir en la maleta. El día 3 se examina María de matemáticas, aprobando para alegría y alivio de todos. Volvemos a Zaragoza para recoger a mi hermana Carmen y su marido, el Gatico, que se vienen con nosotros a Madrid. Paramos en el área de descanso de Santa María de Huerta. Posteriormente llegan también mi sobrina Mamen con Miguel y su hijo Miguelín, vuelven de sus vacaciones en Benidorm y aprovechan para darnos un abrazo. El día 11 vuelve Pipo del curso de Morella y nos cuenta que tal le ha ido con Gigliotti, dice que ha aprendido mucho y que le dio recuerdos para mí. El día 14 empezamos a preparar el «Memorándum de las Actividades del 90 Aniversario» de la Orquesta. Aprovecho para encargar a José María Ferrer, archivero de la OSM y antiguo contrabajista de la misma, que compre los materiales del Lago de los Cisnes y localice los del concierto del día 30 de noviembre. Por esas fechas compro una moto Kawasaki Vulcan 500 a Franc, compañero del conservatorio. Se trata de una Chopper bellísima que la vendía a un precio excepcional porque quería cambiar de modelo, fue una magnífica ocasión.

Siempre me han encantado las motos y esta tenía un sello especial, hasta tal punto que pasó por todos los «moteros» de la familia, incluido mi sobrino José Ramón que se la llevó al final a Canarias después de varios años, en total la tuvimos casi veinte años. Una compra, sin duda, bien amortizada. En la primera salida con la nueva moto, fuimos un grupo de amigos a Chinchón, venía Santi, Jorge Gil y el propio Franc con su moto nueva, paramos en la plaza de Chinchón a contarnos las experiencias de las pasadas que habíamos dado o recibido, mientras nos tomábamos unas cervezas.

—Se nota que quieres presumir, Adolfo —dijo Franc, el antiguo propietario. —Tenía muchas ganas de comprobar su respuesta en la carretera —contesté con cierto orgullo. —Pues deberíais pensar un poco más en los pobrecitos que no tenemos tanta potencia —apuntó Jorge Gil con una sonrisa. —A veces no es cuestión de potencia —soltó Santi— sino de habilidad.

Ante lo cual soltamos una carcajada todos por la «fanfarronada» de mi futuro yerno. El día 23 presento en el registro de la Comunidad de Madrid el escrito elaborado por los catedráticos en expectativa de destino en Madrid. La elaboración de este escrito no fue precisamente fácil, porque no estábamos totalmente de acuerdo el grupo de catedráticos en su elaboración, surgieron diferencias sobre la autoría de responsabilidades entre el director de conservatorio y el director general de recursos humanos, pero al final todos estuvimos de acuerdo en presentarlo.

—No deberíamos perder el tiempo con este escrito —espetó uno de los catedráticos. —Por lo menos dejamos constancia de nuestra postura al respecto —contesté un poco contrariado.

—No tienes que enfadarte Adolfo, todos queremos lo mismo al fin y al cabo. —Pues sinceramente no lo parece. Hay algunos que quieren tirar la piedra y esconder la mano —apunté dando por concluida aquella conversación.

Habíamos realizado este escrito como protesta por la ocupación de nuestras plazas en el Real Conservatorio, mediante pruebas parciales convocadas por el propio Centro para ocuparlas en «expectativa de destino», con la aquiescencia del director general de recursos humanos. Pipo se examina en segunda convocatoria del carnet de ciclomotor el día 28. Y aprueba, lo cual nos da la posibilidad de una nueva celebración ¿de qué forma? Da lo mismo, todas las celebraciones son buenas. En octubre visito nuevamente la factoría Howard de instrumentos musicales en Londres, para cambiar impresiones sobre los resultados obtenidos durante el tiempo que había llevado la representación de sus clarinetes en España. Me entrevisto con el gerente y, después de una corta conversación, llegamos al acuerdo de que el resultado no ha sido el óptimo para la firma. Apenas se han vendido instrumentos en España. A mi vuelta a Madrid tengo una reunión con el gerente del INAEM para tratar la renovación del convenio de la OSM. El día 12 ensayamos con el Grupo Koan para interpretar una obra de Franco Donatoni. El día 15 hacemos la presentación del libro La Sinfónica de Madrid 90 años de historia (1904-1994), a cargo de Carlos Gómez Amat, escrito por el propio Gómez Amat y Joaquín Turina, financiado por la Orquesta Sinfónica de Madrid. Aquel mes estuvo plagado de ensayos, día sí, día también. El día 17 ensayo con el Grupo Koan de la obra de Félix Ibarrondo, compositor vasco que se trasladó a Francia debido a sus ideas políticas.

—Tenía ganas de verte Félix ¿cómo te va por París? —le pregunto sinceramente ilusionado. —Bueno, bastante mejor que por aquí, por lo menos nadie me critica ni me

persigue por mis ideas políticas —contesta con su habitual tono bondadoso. —¿Continúas con el sacerdocio? —me atrevo a preguntar con cierta timidez. —Por supuesto Adolfo, esa es una forma de vida en la cual también me siento respetado allí —contesta con la mayor normalidad. —Me tranquiliza escuchar eso. ¿Cómo has escuchado tu obra en el ensayo? —Estupendamente, formáis un binomio muy interesante José Ramón y el Grupo Koan. Ya me gustaría tener allí una agrupación de estas características. —¿Cómo ven los ses tu posición política? —le pregunté a bocajarro. —Las cosas se ven distintas desde allí, has de tener en cuenta que mi ideología política es contraria a la dictadura y allí no existe —contesta con su habitual cordura.

El día 18 tuvimos el ensayo general con el Grupo Koan a las 12 y el concierto a las 10 de la noche en el Círculo de Bellas Artes. Viajo a Sevilla para el ensayo general en el Teatro de la Maestranza a las seis de la tarde y el concierto a las diez de la noche, dentro del ciclo «Música de Cine», dirigido por Jerry Goldsmith. Al día siguiente, día 22, nuevos ensayos preparatorios y ensayo general del segundo programa antes del concierto a las diez y media de la noche. Ya en Madrid, tuvimos un concierto con el Quinteto Arsis Cámera dentro del ciclo «Música del siglo XX».

Capítulo 12

Estreno en España del concierto de Carl Nielsen

Viajo a Pamplona para ensayar en el Teatro Gayarre con la Orquesta Pablo Sarasate de Pamplona el concierto de Carl Nielsen. El día 28 hacemos el ensayo general a las diez de la mañana y el concierto a las ocho de la tarde, bajo la dirección de Pedro Ignacio Calderón en el Teatro Gayarre. Había tocado esta obra en infinidad de ocasiones, siempre con la versión de clarinete y piano, en diferentes recitales y trabajándola con los alumnos. La versión de clarinete y orquesta era sensiblemente diferente y obligaba al solista a poner de relieve lo mejor de su técnica y musicalidad, ya que Nielsen la dedicó esta obra a un clarinetista muy especial que sufría el trastorno de «bipolaridad» y el compositor transcribió perfectamente dicho trastorno en su obra, alternando momentos de verdadero frenesí con otros de tranquilidad excesiva. Este concierto supuso la primera audición en España del concierto de Carl Nielsen, y está incluido en la programación de todos los conservatorios superiores de España, debido a su extrema dificultad. Como obra de concierto con orquesta pude constatar que, si bien resulta interesante y vistosa, sin embargo el impacto ante la orquesta y el público decae bastante debido a su final, los últimos 10 minutos de la obra se producen mediante un pianísimo progresivo hasta su desaparición, que deja un ambiente excesivamente laxo de cara al público, y al intérprete desolado ante la pasividad del respetable. Supuso el estreno en España pero no volví a programarla más. El día 29 regreso a Madrid para el concierto didáctico del quinteto de viento en el Instituto José Luis Sampedro, patrocinado por Caja Madrid en el ciclo «Música del siglo XX». Arranca el mes de noviembre ensayando con Ana María Gorostiaga la 2ª pieza de concierto de Félix Mendelssohn para la oposición de Pipo a la Orquesta de Estudiantes de la Comunidad de Madrid. Además de Ana María Gorostiaga, le acompañé yo mismo con el corno di bassetto, con el fin de darle buenas vibraciones y mayor seguridad.

—Ha progresado mucho tu hijo, Adolfo —me dijo el presidente del Tribunal. —Gracias Enrique, estas experiencias le ayudan para mejorar.

—Tiene un sonido muy bonito y es artista en la interpretación —apoyó otro miembro del Tribunal. —Son momentos complicados para los chavales —dije yo. —Cierto —apostilló Enrique— pero todavía no se ha inventado otro sistema mejor para determinarlo.

Le expliqué a Pipo la conversación mantenida con el Tribunal y no le pude dar la enhorabuena, pero sí nos marcamos una cenita rica mano a mano. Autorizamos a Lucho Alonso, de Master Record, para la grabación del concierto de la OSM en el Auditorio Nacional del día 23. Siempre que coincidimos Lucho y yo, me pregunta por Tuba, mi querida perrita. Me la regaló él mismo con la primera camada que tuvo su perra, y nos está colmando de felicidad a toda la familia. Sesión de investidura de Tomás Marco en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, para este acto preparamos un concierto con la Orquesta Reina Sofía el día 9, posteriormente se ofreció un cóctel en el restaurante José Luis. Unos días después entrego un dossier del 90 Aniversario a Andrés Ruiz Tarazona y esa misma tarde hablo con Luis Polanco, responsable del Festival de Perelada, para darle presupuesto de la actuación de la OSM, en el festival del próximo año. El presupuesto está basado en dos representaciones de la ópera El Turco en Italia y algún concierto dedicado a Beethoven. Ensayo general del concierto de Santa Cecilia coincidiendo con la inauguración de la exposición de pintura del grupo «Pincel» en el Centro Cultural Puerta de Toledo. En este grupo trabaja mi esposa como pintora desde hace una temporada. Al día siguiente viajamos Marga y yo a Plasencia, con los cuadros que presentará para el concurso de pintura en dicha localidad. Al mediodía vuelvo a Madrid para concluir el Consejo Escolar saliente del Conservatorio. Comenzamos los ensayos de lectura para el ballet clásico en el Teatro de la Zarzuela y, a continuación, hacemos el ensayo para el concierto de la Fundación Guerrero que tendrá lugar por la mañana, mientras que por la tarde ensayamos el concierto de Santa Cecilia en el Auditorio Nacional.

Continúan las funciones del Ballet Nacional en el Teatro de la Zarzuela hasta el día 19, para continuar con el ballet clásico desde el día 20 hasta el 30 de noviembre. Por la tarde tenemos el concierto de Santa Cecilia en el Auditorio Nacional, dirigido por Antoni Ros-Marbà, interpretando la 8ª Sinfonía de Bruckner, esa noche la Orquesta ofrece un cóctel en el Hotel Príncipe de Vergara. Inmediatamente después de la 3ª función del ballet clásico, tenemos un concierto para la Fundación Guerrero en el Auditorio Nacional, bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. Esa noche había invitado a Benjamín Esparza, gerente de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española, junto con su señora, como justa correspondencia de su invitación anterior. Fue una cena muy agradable en la que surgió el tema del Coro Cantores de Madrid, ya que su señora y yo habíamos sido compañeros «allá por el pleistoceno», y se suscitaron cantidad de historias de nuestros viajes en autocar y multitud de óperas a diestro y siniestro. Durante esos momentos pude advertir que surgían pequeños «celillos» por parte de Esparza.

—Venga Benjamín, no te enfades. De eso hace mil años y no recordamos nada más que viajes, ensayos y óperas —le dije mirándole a los ojos con una sonrisa de oreja a oreja. —Bueno, tienes razón en que soy un poco celosillo, pero la sangre no llegará al río —contestó con la «sorna valenciana» tan propia de él.

Nos reímos mucho en aquella cena y cambiamos de tema hacia las impresiones sobre nuestras orquestas. Continuaban las funciones del ballet clásico en el Teatro de la Zarzuela. El día 26 tuvimos un concierto con el quinteto de viento en el Instituto Gran Capitán y cerramos el mes presentando la solicitud para el concurso de traslados del MEC. A principios de diciembre hicimos unos ensayos para un concierto en homenaje a Francisco Asenjo Barbieri (3 de agosto de 1823 - 19 de febrero de 1894). Unos días después recibimos la entrega del «Premio de la Comunidad de Madrid a la

OSM». En el acto tocamos el Quinteto de Mozart los integrantes de la Orquesta. Por la tarde tuvimos reunión de la Secretaría General Técnica y, al día siguiente, se produce el último concierto del «ciclo Tchaikovski» bajo la dirección de Luis Antonio García Navarro. Concierto con el Quinteto Arsis Cámera en el Instituto Majadahonda III. Al día siguiente se produce la 6ª función de la OSM con el Ballet Nacional. Comienzan los ensayos parciales de la 9ª Sinfonía de Beethoven, el día 23 realizamos el ensayo general a las seis de la tarde con el Orfeón Donostiarra y el concierto a las ocho, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez. Cenamos en el restaurante Cabo Mayor en conmemoración de Santa Cecilia, invitación de la OSM. Viaje a Zaragoza, Hotel Boston. Para departir convenientemente con todos mis hermanos. Cenamos en casa de Gloria y Adolfo y al día siguiente comimos en casa de Carmen y Luis, para regresar posteriormente a Madrid. Cena de Nochevieja en casa con toda la familia. Adiós a otro año más, que me deja sin aliento pero feliz.

Capítulo 13

Siete canciones populares de Falla

Comienza 1994 con el ensayo para el Concierto de Reyes los días 3 y 4 bajo la dirección de Luis Antonio García Navarro. A las cuatro y media de la tarde ensayamos para el concierto de Lisboa con L. Dunner como director, posteriormente tengo una entrevista con Miguel Zanetti y Pepo Falla, en el Estudio de Zanetti, para autorizar la transcripción de la Suite de Danzas para clarinete y piano. El día 5 de enero, la mágica noche de Reyes, a las seis y media de la tarde hacemos ensayo general en el Auditorio Nacional del Concierto de Reyes, director L. A. García Navarro, y el concierto que será a las nueve y media. Hacemos dos ensayos para el Concierto de Lisboa bajo la dirección de L. Dunner. Al día siguiente entrego el borrador de la Suite de Danzas para clarinete y piano a Miguel Zanetti, para que trabaje sobre la parte de piano. Viajo a Lisboa para llegar al ensayo de las tres de la tarde, a las nueve y media de la noche del día 10 ofrecemos el concierto en Lisboa. Regreso a Madrid el día siguiente, aunque por poco tiempo, ya que Marga y yo nos vamos a Gavilanes el día 14 de enero. Qué gusto hacer un viaje por placer y no por trabajo.

Capítulo 14

Creación del Cuarteto de Clarinetes Manuel de Falla

Recibo los billetes para Venezuela y las Siete Canciones Populares de Falla seleccionadas el día 1 de febrero de 1994. Hacemos un concierto con el Quinteto de Viento Arsis Cámera para el ciclo «Concierto de Escolares» del Ayuntamiento, en el Instituto de enseñanza media de Villalba. Termino la adaptación de las Siete Canciones Populares de Falla el día 19, estoy muy satisfecho y tengo ganas de escucharlas. Concierto con el quinteto de viento el día 3 de marzo. Me animo a preparar la solicitud de patrocinio del cuarteto de clarinetes para presentarlo a las firmas: Leblanc, Selmer y Buffet. De cada uno de ellos recibo noticias esperanzadoras que no hacen más que reafirmarme en la idea de que no van a atender la petición. Tenemos un concierto del Quinteto Arsis Cámera en el Instituto Coslada y al día siguiente, día 9 de marzo, es el cumpleaños de mi hijo Pipo. Lo celebramos como pudimos, los niños ya son mayores y el trabajo es un gran reclamo. Concierto en el Auditorio Nacional dentro del ciclo «Romanticismo Germánico», con María Orán como solista e Ian Gibson como director. Hacía 25 años que rondaba una idea en mi cabeza que, lamentablemente, mis diversas ocupaciones no me habían permitido llevar a cabo. El cuarteto de clarinetes era un proyecto personal largamente acariciado al que nunca tuve tiempo para dedicarle, era una asignatura pendiente como reconocimiento hacia el instrumento al que había dedicado todas mis ilusiones. Habiéndole dedicado preferentemente mi vida artística al clarinete tenía la necesidad de crear y trabajar con este grupo, en el cual estuvieran integrados todos los instrumentos de la familia; dos clarinetes en sib, un corno di bassetto y un clarinete bajo, además de la utilización esporádica de cuatro cornos di bassetto para interpretar diversas adaptaciones del repertorio de los Siglos XVII y XVIII, incluyendo encargos a compositores actuales para esta formación. Al principio había dos personas que estaban trabajando conmigo en esta idea, con los cuales me unía una buena amistad: José Selva, que estaba en la Banda de Marina, y Jorge Gil que todavía no había hecho oposiciones. Desde el primer momento pensé en ellos para llevar a cabo dicha empresa, debido a nuestra afinidad estaba seguro de que les encantaría participar. Me quedaba elegir un

cuarto clarinetista para completar el grupo y hablé en primer lugar con el profesor de clarinete de mi hijo Pipo, que estaba en el Conservatorio de Arturo Soria. Yo no había tocado nunca con él y tampoco tenía referencias especialmente, pero me pareció que estar de profesor en un conservatorio sería suficiente garantía, así que me dejé llevar por mi instinto. Hicimos tres ensayos con adaptaciones muy sencillas y, al finalizar el tercer ensayo, me disculpé con él agradeciéndole su participación. Mi instinto había fallado. El segundo aspirante fue un clarinetista de la Banda Municipal, al cual no había escuchado solo, pero tenía buena prensa entre los colegas. Hicimos dos o tres ensayos más con él y tampoco cuajó. Comienzo la adaptación de las Danzas Españolas de Enrique Granados para cuarteto de clarinetes. Buscaba algo muy concreto y necesitaba encontrarlo, mientras tanto trabajaba en la elaboración del repertorio y ya tenía alguna obra de Falla en preparación, al tiempo que me había puesto en o con María Isabel de Falla para solicitar el nombre del maestro para nuestro grupo. Habíamos quedado en hablar más adelante para contarle detenidamente el proyecto y enseñarle alguna de las obras. El tercer aspirante fue Ramón Ceballos, con el cual parecía que nos complementábamos mejor, tenía musicalidad y trataba de adaptarse a nuestra sonoridad. Hicimos con él varios conciertos, comenzando por las audiciones ante la familia Falla y Turina, para ofrecerles mis adaptaciones por medio de una audición en el Auditorio Nacional, con el fin de que las autorizaran para incluirlas en nuestro repertorio, porque ya teníamos algunos conciertos programados. El día 23 de marzo hacemos el primer ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla, en el cual probamos las adaptaciones que había preparado con el fin de incluirlas en el próximo concierto. Dos días después encargo a Jesús Diez, de Viajes Altura, los billetes para Venezuela, empieza a ser mi segundo país de acogida. Me envía Luciano González una relación de institutos para ofertar conciertos de escolares y comienzo a transcribir las Siete Canciones Populares de Falla para cuarteto de clarinetes. Tengo una entrevista con Ángel Barutell, del Corte Inglés, para solicitar un patrocinio para la OSM. Me comenta que en ese momento la situación económica no es la mejor, pero estudiará el dossier adjunto y me dará una respuesta. Concierto de la OSM junto al Coro Nacional de España el día 11 de

mayo, dirigidos por Cristóbal Halffter en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, dentro de los actos preparados por ARCO. Ese mismo concierto lo repetiremos dos días después en Salamanca.

Capítulo 15

Concierto Latino en Caracas

Viajo a Caracas para ofrecer un concierto con la Orquesta Sinfónica Municipal bajo la dirección de Carlos Riazuelo interpretando el Concierto Latino de Claudio Prieto. Aprovecho los momentos de descanso en el hotel para seguir trabajando en la adaptación de las Siete Canciones Populares de Manuel de Falla en versión para cuarteto de clarinetes. Una vez terminado el concierto con la Orquesta inicio los ensayos para el recital de clarinete y piano que ofreceremos en el Festival de Música de Cámara de la Colonia Tovar en Caracas con el siguiente programa: Concierto para clarinete y piano de M. A. Garcés, Self Paráfrasis de X. Montsalvatge, Vibraciones del Alma de M. Yuste, Introducción Andante y Danza de J. Menéndez y Primer Solo de Concierto de A. Romero. El programa fue del agrado del público, estaba planteado desde el más absoluto virtuosismo y ofrecía una línea magistral de la obra para clarinete de la música española. Antes de regresar a Madrid termino la adaptación de las Siete Canciones Populares de Manuel de Falla, procuro no desperdiciar un momento de dedicación a este asunto, me hace mucha ilusión culminarlo. Ya en Madrid preparamos una comida con Pepe López y Juan Cambreleng, además de una reunión con Caravaca dentro de la línea de proyectos para la «Memoria Artística de la OSM en la última década». En esos días tuvimos una extraña comida con Ramón Caravaca y Pedro González. Y digo extraña porque, en el calor de la conversación surgió por primera vez una disparidad de opiniones entre nosotros denotando que no teníamos el mismo objetivo, esto no era en absoluto habitual y Caravaca lo percibió perfectamente. Al día siguiente presentamos un proyecto de homenaje a Claudio Prieto para el Festival de Otoño.

Capítulo 16

Concierto Latino Orquesta Sinfónica de Málaga

Se incorpora a la OSM Cayetano Castaño, excelente oboísta y compañero nuestro en innumerables conciertos. Posteriormente organizamos una reunión con Andrés Ruiz Tarazona y Paloma Martín para iniciar los prepararativos del 90 Aniversario de la OSM. Estreno de la obra El cristal de agua fría de Marisa Manchado el día 12, en la Sala Olimpia de Madrid. Seguidamente tuvo lugar un evento organizado por la Sociedad Filarmónica de Málaga dentro de la temporada de conciertos 19931994 y patrocinado por el Excelentísimo Ayuntamiento. Así pues, el día 14 actúo con la Orquesta Sinfónica de Málaga bajo la dirección de Octav Calella, interpretando el Concierto Latino de Claudio Prieto dentro del programa que ofrecía la Orquesta. Ese día tuve una sorpresa muy agradable al descubrir a Miguel Ángel Gómez Martínez sentado entre el público, como recordará el lector, antiguo amigo y pianista inolvidable de nuestros 18 años, cuando me acompañó al piano en la oposición a la Banda Municipal de Madrid. Cenamos juntos y hablamos hasta las tantas de la madrugada sobre su trayectoria y proyectos inmediatos. Por supuesto, recordamos con cierta nostalgia aquellos años en que éramos tan jóvenes, ahora cada vez más lejos. Exposición del 90º Aniversario de la OSM en el Auditorio Nacional, preparado por Joaquín Turina. Hicimos una grabación con la OSM en el Teatro Monumental de la Suite Homenajes, que habíamos encargado a diferentes compositores españoles para esta ocasión, y que habíamos ofrecido en el Auditorio Nacional en un concierto dirigido por José Ramón Encinar. La grabación la realizó Master Record con Lucho Alonso a la cabeza. Actuamos en el Ciclo del CDMC con el Grupo Arsis Cámera en el Auditorio Nacional de Madrid, Sala de Cámara con el siguiente programa: Claudio Prieto, Francis Poulenc, Jesús Legido y David del Puerto. En mayo de 1994 envié un dossier a Juan Francisco Marco, director general de Música del Ministerio, sobre la celebración del 90 Aniversario. Siguiendo con el papeleo, envío presupuesto para un concierto de la OSM en la Universidad Politécnica el día 27 de

noviembre. Interpreto las Tres Piezas de Stravinski en el Museo Británico durante una ponencia de José Ramón Encinar, el cual solicitó que me invitaran. Concierto del Quinteto de Viento Arsis Cámera en el Auditorio Nacional con obras de Poulenc, Claudio Prieto, José Luis Turina, David del Puerto, Luis de Pablo y Marcela Rodríguez. Grabación en la Sala de Informática del CDMC de la obra Recordando a Ma Yuan, para clarinete y cinta magnetofónica, de Santiago Lanchares. Nuevo ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla en la Sala Madrazo. Trabajamos la obra de Santiago Lanchares escrita expresamente para nosotros y la Suite de Danzas cuya adaptación ya estaba acabada y estábamos preparándola para concierto.

Capítulo 17

Imita, imita que algo queda de Carmelo Bernaola

Ofrecemos un concierto el día 17 con la OSM en el Auditorio Nacional con la Suite de Homenajes que incluye los encargos realizados por la propia Orquesta a distintos compositores, dirigido por José Ramón Encinar. Entre las obras que formaban los homenajes se incluía Imita, imita que algo queda para orquesta sinfónica y clarinete solista de Carmelo Bernaola, en la cual actuaba Adolfo Garcés como solista. Entre tanto, el día 19 de mayo veo a mi hija María soplar una vela más. ¿Cuándo se hizo tan mayor? Los días 19 y 20 encargamos la grabación de los homenajes a Master Record con Lucho Alonso a la cabeza, y la realizamos en el Teatro Monumental de Madrid. Comenzamos los ensayos con la OSM los días 23, 24, 25, 26 y 27 para el concierto de la OSM bajo la dirección de K. Sanderling. Continuando con mi nuevo rol de gestor istrativo y de relaciones públicas, me reúno con Paco Cánovas, subdirector general del Ministerio. A finales de mes, el día 27, concierto OSM bajo la dirección de K. Sanderling. Día 28 ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla, trabajamos la Oración del Torero, terminada su adaptación recientemente y repasamos la Suite de Danzas y la obra de Santiago Lanchares. Teníamos un concierto en Manzanares el Real para el siguiente mes y otro en Soria en el mes de octubre. Los ensayos parecen ocupar la mayor parte de mi tiempo, pero a la hora de la verdad, en el momento de ofrecer el concierto, es importante que todo salga perfecto.

Capítulo 18

Presentación del Cuarteto Manuel de Falla

El 1 de junio de 1994 comienzan los ensayos de la ópera Wozzeck, al mismo tiempo ofrecemos una audición con el Cuarteto Manuel de Falla en el Auditorio Nacional para las familias Turina y Falla los días 3 y 4 respectivamente, presentando las adaptaciones de La Oración del Torero y distintas obras de Manuel de Falla, transcritas por Adolfo Garcés, con la finalidad de que las acepten oficialmente para incluirlas en el repertorio del cuarteto. Asisten a la audición Humberto Orán, Miguel Zanetti, Maribel y Pepo Falla. Continúan los ensayos de lectura de la ópera Wozzeck bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. El día 19 de julio de 1994 ofrecimos el primer concierto ante el público del Cuarteto Manuel de Falla dentro del VII Festival de Música de Cámara en el ciclo «Clásicos en Verano» de Buitrago de Lozoya, patrocinado por el Departamento de Cultura de la Comunidad de Madrid y financiado por el Ayuntamiento de Buitrago de Lozoya. En este concierto estrenamos una serie de adaptaciones realizadas para el cuarteto, sobre músicas de Manuel de Falla, tales como: La Vida Breve, Siete Canciones Populares y El Amor Brujo. El resultado fue mejor de lo que esperaba, las obras tomaron un cariz muy atractivo a partir de la sonoridad del cuarteto y el reparto armónico realizado. Por fin lograba centrarme en esta nueva faceta y descubrí que me daba tantas satisfacciones como imaginaba. De regreso a Madrid continuamos los ensayos de Wozzeck en el Teatro de la Zarzuela. Ensayo de la OSM para el concierto en el Festival de Granada, dirigido por Carlos Kalmar y ensayo general de la ópera Wozzeck. Concierto del Cuarteto Manuel de Falla el día 24 en el Palacio de Cristal de la Arganzuela de Madrid patrocinado por BMW. El cuarteto sonaba bastante bien pero todavía no tenía sonido propio ni una interpretación fluida, faltaba rodaje y seguía echando de menos un segundo clarinete con mayor personalidad. Comenzamos las funciones de la ópera Wozzeck en el Teatro de la Zarzuela bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. También comienzan los exámenes libres en el Conservatorio. Continúan los ensayos con el director Carlos Kalmar para el concierto de Granada. Viaje a Granada para celebrar un concierto con la OSM dentro del Festival Internacional de Música. Me desplazo en coche porque me

acompañan Marga y los niños con la intención de disfrutar de un poco de playa después del concierto. Ensayo general y concierto en el Patio de Carlos V de Granada dentro del Festival de Música y Danza de la ciudad. Las consecuencias que tuvo ese viaje a nivel personal fueron muy incómodas, debido a una denuncia de la Directora y la Jefa de Estudios del Conservatorio Ángel Arias Maceín por no asistir al Claustro, para el cual había solicitado el permiso preceptivo con un mes de antelación. Como no recibí contestación por parte de la Directora, entendí que habían aceptado mi propuesta hasta que, pasado un tiempo, recibí la denuncia por medio del director provincial de Educación y fui llamado por un Inspector Superior para abrirme un expediente disciplinario. Puse el asunto en manos de mi abogado y fuimos juntos a la cita con el Inspector Jefe. Estábamos esperando en la antesala para que nos recibieran y cuando se abrió la puerta, para sorpresa nuestra, mi abogado descubrió que el Inspector Jefe había sido antiguo amigo y compañero de estudios, se saludaron efusivamente ya que hacía años que no se veían y nos invitaron a pasar. El trámite fue absolutamente profesional, como si no se conocieran de nada. Hicieron un careo con las denuncias vertidas por la Directora del Centro y la Secretaria tomaba nota puntualmente de cada contestación. Una vez concluido el careo nos pasaron a ambos el documento para su lectura, me preguntaron si estaba de acuerdo y, antes de que contestara, mi abogado dijo: «absolutamente de acuerdo». Tomamos un café a la salida y me dijo que no me preocupara porque ese expediente dormiría el sueño de los justos en un cajón. Ciertamente no tuve noticia alguna de ello en lo sucesivo. En julio viajamos de Granada a Valencia para asistir a la boda de Juan José Aguado, hijo de mi buen amigo Juan Aguado, con el que compartí infinidad de viajes de Madrid a Salamanca ida y vuelta en nuestra primera época de catedráticos en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca. La boda se celebraba en Montserrat, pueblo natal de la novia, y el banquete se celebró con toda la pompa y algarabía en la que transcurren este tipo de actos en un pueblo. Regresamos a Madrid a las siete y media de la tarde. El viaje se me hizo muy largo porque estaba realmente cansado, tras una comilona semejante todo se hace mucho más cuesta arriba. Motivado por ese cansancio, creo yo, al llegar a casa no percibí que la puerta cristalera que da a la terraza estaba cerrada y me pegué un trompazo con el bendito cristal

que se me clavaron las gafas en la nariz y vi las estrellas. Ese es el problema de limpiar bien los cristales, al final es mejor tenerlos un poco sucios. Al día siguiente tuve una reunión con Luis de la Barrera, director de programación de TVE, para una propuesta de colaboración con la OSM durante su «90 Aniversario». También hubo una reunión con Humberto Orán para organizar las fechas de los próximos conciertos. Solicito a Benjamín Esparza, gerente de la ORTVE, la cesión del Teatro Monumental para determinadas grabaciones de la OSM. Me reúno con Luciano González para concretar las fechas de conciertos durante la temporada 94/95 del Quinteto de Viento Arsis Cámera.

Capítulo 19

Grabación del Concierto Latino en la SGAE

Comienzo la grabación del Concierto Latino para clarinete en La, en el Salón de la SGAE el día 19 de julio con la Orquesta de Cámara Reina Sofía, bajo la dirección de Frühbeck de Burgos. Utilizamos dos días para concluir la grabación, uno de ellos lo utilicé en solitario casi en su totalidad, debido a que el segundo movimiento de la obra era una cadencia para clarinete solo que dura aproximadamente quince minutos. En esa cadencia se exploran todos los aspectos técnicos y vocales del instrumento y es de gran complejidad para el solista, pero no necesita ningún tipo de apoyo por parte de la orquesta ni del director. La obra la compuso Claudio Prieto teniendo en cuenta las características personales inherentes a mi condición como clarinetista y cantante. Una vez terminada la grabación del Concierto Latino concretamos la fecha para la grabación de la Suite de Homenajes para el día 9 de noviembre. Viajamos a Mallorca con el Cuarteto Manuel de Falla para realizar dos conciertos, interpretando un programa con adaptaciones de música barroca sobre temas de Bach, Teleman y Vivaldi para cuatro cornos di bassetto. Damos los conciertos en Felanitx, dentro del ciclo «Estiu a Porto Colom» y en la Iglesia de la Mare de Deu dels Angels en Cala Millor, con el mismo programa en ambos. El día 31 de julio celebramos Marga y yo el 32º aniversario de nuestra boda. Al día siguiente regresamos a Madrid y vienen a casa mi sobrina Mari Gloria y su marido Carlos a pasar unos días juntos. Tuvimo un grave accidente con mi hijo Pipo, después de comer estaban los chicos viendo la televisión y Pipo se había tumbado en el sofá al lado de la vitrina donde guardábamos las copas, la vitrina era de gran tamaño y la puerta enteramente de cristal (otra vez los cristales). Nosotros estábamos en la sobremesa con mis sobrinos, alguien, no recuerdo quién, solicitó una copa y Marga fue a cogerla para prepararla. Cuando cerró la puerta el cristal se salió de su gozne y cayó sobre la cabeza de Pipo, dándole un golpe en la frente que le dejó sin sentido y con una herida abierta bastante grande. Fuimos inmediatamente a urgencias y se quedó un día en el hospital en observación. Afortunadamente, restañaron la herida, vendaron la cabeza y no hubo más consecuencias. Aunque debo reconocer que por unas horas se nos paró el corazón.

A partir de ese momento contraje un cierto recelo hacía las cristaleras, ya que en poco tiempo se sucedieron varios incidentes en casa, demostrando que son objetos verdaderamente peligrosos, ya vayas despistado o con cuidado.

Capítulo 20

Vacaciones en Valleguerra, Tenerife

Mi sobrino Carlos regresó a Zaragoza el día 3 de agosto de 1994 para llevar a su madre al médico. Regresó a Madrid pasados un par de días para recoger a toda la familia y volver definitivamente a Zaragoza. Aquel mes nos fuimos de viaje a Valleguerra, Tenerife, junto a Humberto, Chiqui y sus hijas. Nos hospedamos en la casa del padre de Humberto, que es un sitio precioso y amplio donde entrábamos todos cómodamente. Sacamos un abono para el Club Tagoro con la idea de alternar excursiones. Dicho club tiene una piscina de agua salada que parece la continuación del mar, además de estar encima de un acantilado a gran altura y disponer de muchas atracciones veraniegas que causan la sensación de nuestros hijos. Alquilamos una furgoneta Renault Espace para viajar los ocho e hicimos una ruta por varios rincones de Tenerife; Las Mercedes, Taganana y El Roque, donde nos dimos un baño estupendo. El día siguiente lo pasamos en el Club Tagoro, que cada día nos gustaba más. Allí se cumplían las expectativas de pequeños y mayores. Así lo estuvimos organizando con un resultado cómodo, variado y agradable. Entre baños y viajes, excursiones múltiples, comidas, reuniones con la familia de Humberto (que se portó con nosotros de manera excelente), y sorpresas variadas, tanto de personas como de paisajes asombrosos, fueron pasando los días sin darnos cuenta. Y es que ya se sabe que todo lo bueno pasa volando. El día 28 de agosto de 1994 cumplí 47 años en medio de una fiesta que me organizaron, donde cantamos, bailamos y comimos cosas típicas de la isla. Así da gusto acercarse a los cincuenta. Regresamos a Madrid, en mi caso con unos cuantos quilos de más y la sensación de dejar parte de nosotros en la isla, muy agradecidos hacia la familia de Humberto y con experiencias maravillosas para todos. Suele pasar cuando disfrutas tanto, que los recuerdos se hacen imborrables y parte de tu experiencia y de quien eres se queda guardado en la esencia de ese lugar. La magia de la buena vida.

Ya llegado septiembre, viajé hasta Zaragoza para ver a mi madre, hermanos y sobrinas, para seguir después rumbo a Alicante pasando por Teruel, Sagunto, Valencia y Tabernes, íbamos a actuar en el X Festival de Música Contemporánea de Alicante con la OSM, donde estrenaríamos la obra Mural Sonante de Cristóbal Halffter, con el propio Halffter como director. Dos días después actuamos en el mismo festival con el Grupo Arsis Cámera, integrado por los siguientes intérpretes: Chiqui Martín al piano, Enrique de Cabo al fagot, Rafael Ramos al violonchelo y Adolfo Garcés al clarinete, interpretando el siguiente programa: Requiebros de Jesús Legido, Colores Mágicos de Claudio Prieto, El túmulo de la Mariposa de José Luis Turina en estreno absoluto, Verso II de David del Puerto y Cuarteto Concertante de Antonio Lauzurika (encargo del CDMC y estreno absoluto). En octubre, para no romper la tradición, más viajes, esta vez a Valencia. Era el día 1 y se celebraba la boda de Ramón Francisco Cueves Marqués, trompa solista de la OSM y del Quinteto de Viento Arsis Cámera, además de excelente amigo. Nos alojamos en el hotel Sidi Saler, aunque la ceremonia y el banquete de celebración fueron en Cárcer, pueblo natal de Ramón Francisco. Después de la celebración volvimos al hotel, tomamos una copa y dimos un largo paseo al borde del mar. Al día siguiente regresamos a Madrid porque teníamos un ensayo de lectura de la ópera La madre invita a comer de Luis de Pablo. Comienzan los ensayos de lectura de la ópera mencionada bajo la dirección de José Ramón Encinar. El día 16 ofrecemos la primera función de esta ópera en el Teatro de la Zarzuela. El resto de las funciones se celebraron a lo largo del mes de octubre. La OSM, dirigida por Yuri Temirkanov, participa en el concierto homenaje a Pablo Sarasate en el Auditorio Nacional con el siguiente programa: Homenaje a Sarasate, de Leonardo Balada, Tres Piezas de Sarasate y Sinfonía Española de Lalo. El 2 de noviembre tenemos la presentación del libro La OSM, 90 años de Historia con posterior rueda de prensa y cóctel. Estos eventos siempre me hacían sentirme como una gran estrella entre tanto protocolo y gente trajeada. Una semana después damos un concierto a las diez de la noche en el Auditorio Nacional dirigido por José Ramón Encinar, titulado «Noche de estrenos», en conmemoración del 90º Aniversario de la OSM con las siguientes obras: Giardino Notte de Alfredo Aracil, Imita, imita que algo queda de Carmelo

Bernaola para clarinete solista y orquesta con Adolfo Garcés como solista, Pieza para Orquesta de José Ramón Encinar, Variación de Cristóbal Halffter, Potporri de Luis de Pablo, Exaltación de Tomás Marco y Música para tres iniciales de Ángel Oliver. Todas estas obras eran encargos solicitados por la OSM a los respectivos compositores, como conmemoración del 90 aniversario de la Orquesta. El concierto terminó a la una de la madrugada. Comienza la temporada de zarzuela en el Teatro de la Zarzuela (valga la redundancia) con un programa que consta de dos obras: El Bateo y La verbena de la Paloma, ofrecidos a diario hasta el 4 de diciembre. Conciertos de la OSM en la Universidad Politécnica de Madrid y en el Auditorio Nacional en homenaje a José Cubiles respectivamente, dirigidos ambos por Luis Izquierdo. En diciembre de 1994 volvemos a tener reunión de la Secretaría General Técnica para convocar una asamblea el día 22 a las nueve y media con los siguientes temas:

•1º Comisión Artística. •2º Proyecto de isión de Socios. •3º Nombramiento de Pedro Corostola a propuesta de la Secretaría General Técnica y la Comisión Artística. •4º Dedicación del dinero de las multas para actos conmemorativos de Santa Cecilia, según el siguiente ORDEN DEL DIA: –Lectura y aprobación de las actas anteriores. –Informe de la Secretaría General Técnica. –Ruegos y preguntas.

Concierto de la OSM patrocinado por la Fundación Guerrero en homenaje a Antón García Abril. Unos días después tuve un concierto para clarinete solo en el Museo de Arte Reina Sofía con el siguiente programa: Senderos de Agua de

Gabriel Fernández Álvez, Constelación II de Santiago Lanchares y Tres Divertimentos de José Susi, todas ellas escritas y dedicadas para Adolfo Garcés. Concierto de la OSM en el ciclo «Romanticismo Germánico» el día 12, dirigido por Rafael Frühbeck de Burgos, interpretando la 3ª Sinfonía de Mahler con la participación del Coro de Radio Televisión Española. El día 14 firmo el contrato de adhesión con la Sociedad General de Autores de España como socio de la misma, abonando la cantidad de 2.500 pesetas en concepto de gastos de inscripción.

Capítulo 21

Concierto Latino, Auditorio Nacional

Interpreto el Concierto Latino de Claudio Prieto para clarinete y orquesta el día 21 en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional con la Orquesta de Cámara Reina Sofía dirigida por Frühbeck de Burgos. Celebramos el cumpleaños de Marga el día 23, con este motivo vienen a comer Frühbeck y familia, Claudio Prieto y señora, y Humberto con Chiqui. Para tan destacada ocasión Marga prepara su ya famoso cocido madrileño. Debo decir que quita el sentido y no es mero amor de esposo. Hacemos la típica y entrañable cena de Nochebuena en casa, junto a la familia de Marga. Ensayo general de la 9ª Sinfonía de Beethoven en el Auditorio Nacional el día 28, con el Orfeón Donostiarra y Frühbeck de Burgos como director, y el día 29 ofecemos el concierto en el Auditorio Nacional. Todos mis años, desde que casi tengo uso de razón, nacen y mueren envueltos en música y trabajo.

Capítulo 22

XI Festival de Música de Canarias

Con fecha 21 de enero el consejo de istración de la S.G.A.E. me nombra miembro adherido de dicha sociedad con el número de código 052022. Viajo a Canarias para estrenar la obra de José Ramón Encinar Mise en Scene para clarinete y orquesta en el XI Festival de Música de Canarias, con la Orquesta Filarmónica de Gran Canarias bajo la dirección de su director titular Adrian Leaper y Adolfo Garcés como solista de clarinete. El concierto se celebrará el día 25 en el Teatro Pérez Galdós de Gran Canaria, y el 27 en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, ambos con el siguiente programa:

•Primera parte: estreno mundial de Mise en Scene para clarinete solista y orquesta. Obra encargo del Festival de Música de Canarias, con los siguientes movimientos I, II, III, IV y V. •Segunda parte: Los Planetas Op.32 de Gustav Holst (1874 – 1934), con los movimientos: Marte, el portador de la guerra. Venus, el portador de la paz. Mercurio, el portador alado. Júpiter, el portador de la alegría. Saturno, el portador de la vejez. Urano, el mago. Neptuno, el místico.

Ensayos para el concierto de la OSM en la Iglesia de San Esteban de Pamplona el día 14 de febrero dirigida por Cristóbal Halffter. En marzo envío las actas con las reuniones de las orquestas sinfónicas españolas durante mi tiempo como presidente de la Asociación a Abili Fort, actualmente presidente de la asociación. En esos días, por desgracia, también tuve que asistir al funeral por Angelines Gilazaña, Viola de la Orquesta Sinfónica y una de las personas más queridas de la Orquesta, en el Colegio de las Maravillas.. El acto fue muy emotivo,

preparamos el 2º Movimiento del Concierto de Mozart para clarinete y orquesta, que era una de sus obras preferidas, tal y como ella misma me había expresado en diferentes ocasiones. Lo interpreté acompañado de la orquesta con gran sentimiento y afecto, ya que siempre me sentí muy cercano a ella. Pocos días después, lamentablemente, hicimos un funeral por Antonio Fernández Cid en la Iglesia de los Jesuitas de la calle Serrano nº 104. La Orquesta preparó unas piezas para acompañar esta ceremonia. Fernández Cid fue una persona muy respetada en todos los ambientes musicales debido a su crítica certera durante años en el periódico ABC. Para la ceremonia se interpretaron las siguientes piezas: Introitus, Kirie, Die Sire, Rex Tremendae, Confutatis, Lacrimosa, Ostias, Sanctus, Agnus Dei y Lux Eterna para soprano. Pese a la tristeza del momento, la música representaba toda la emoción, sentimiento y homenaje que estas personas tan queridas y iradas merecían, no hacían falta palabras, solo la melodía que, en vida, les rodeó siempre. Reunión en Musiespaña para preparar el próximo concierto de Santa Cecilia en el mes de noviembre, para determinar programa, director y solista. Nueva asamblea extraordinaria de la OSM. Orden del Día:

•Ruegos y preguntas. •Nombramiento de la comisión artística. •Proyecto sobre permisos. •Estudio sobre isión de nuevos socios. •Propuesta de reforma de los estatutos.

El día 28 vamos a Soria con el Cuarteto Manuel de Falla para ofrecer un concierto. Asamblea extraordinaria el día 5 de abril de 1995, según el orden del día avanzado anteriormente. Para mi sorpresa, el clarinete Elite que compré en París hace escasamente dos meses se había rajado. No me demoro en hablar con Ildefonso Rosa Calderón, intermediario en España de la marca Buffet, para solicitar soluciones alternativas a la mayor brevedad posible.

Enviamos presupuestos a Culturgest del Concierto en Lisboa, y a la Comunidad de Madrid del concierto homenaje a Plácido Domingo. Preparo el material necesario para llevar a la reunión de orquestas sinfónicas españolas en Oviedo: vídeos, memoria de 1994 y carpetas de documentos junto con el acta anterior. Como ya he dicho anteriormente, la evolución de mi trabajo en la música ha sido considerable, comenzando con una dedicación íntegra al clarinete. Fui pasando a tareas de gestión, propias casi de oficina, que jamás habría pensado pudiera o quisiera hacer, junto con la dedicación, cada vez mayor, a la enseñanza. El día 21 de abril viajo a Oviedo para la reunión de orquestas sinfónicas españolas. Actúo como gerente de la OSM al igual que otras veces desde la creación de la asociación, a pesar de que en mi orquesta no existe ese cargo según nuestros estatutos alguien debía representarla, y el resto de gerentes me reconocen de cara a la asociación. Posteriormente viajo a Granada con el Quinteto Arsis Cámera, cena y alojamiento en el hotel Aliste. A estas alturas ya conocemos los sitios de referencia para dormir y comer en casi todas las ciudades del territorio nacional. Al día siguiente tenemos el concierto en el Auditorio de Granada y después regreso a Madrid. Concierto del Grupo Arsis Cámera en el Auditorio Nacional, patrocinado por el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea el día 27 de abril, dentro del Festival de Música Contemporánea. Ensayamos por la mañana en el Auditorio Nacional, seguimos con comida y concierto a las ocho de la tarde. El programa lo interpreta el Grupo Arsis Cámera, compuesto por Adolfo Garcés al clarinete, Enrique de Cabo al fagot, Rafael Ramos al violonchelo y Chiky Martín al piano. El programa incluye el estreno en España de la Suite de Marcela Rodríguez y Verso II de Jesús Legido como estreno absoluto, siendo ambos un encargo del CDMC. Me pongo en o con Enrique Rodríguez en Londres el día 3 de mayo de 1995. Me ha pedido un estudio sobre la enseñanza de la música en España y las orquestas españolas en la actualidad. Le envío un documento que publiqué recientemente en la revista Ritmo y que podía servir como introducción al tema. Convocamos una reunión con la comisión artística el día 5 de mayo, previa al Concierto de Santa Cecilia. El tema principal de esta reunión estriba en la protesta de los violonchelistas de la Orquesta por la designación del puesto de solista sin audición previa. Leemos el acta anterior en la cual se acordó elaborar una nota sobre el puesto de solista para enviar a toda la sección. El día 12 comenzamos las gestiones para buscar concertinos de violín en Europa para

cubrir la vacante que deja Ángel Jesús García, entre los que están Corrado Bolsi de Bélgica y León Spierer de Berlín. Hemos ado con ellos, pero todavía no hemos obtenido respuesta. Estreno la obra Trayectoria para clarinete solo de Santiago Lanchares, compuesta y dedicada para Adolfo Garcés. El estreno se produjo en los jardines del Museo Reina Sofía, dentro de un ambiente de luminotecnia y fuegos artificiales que dio como resultado un espectáculo mágico, inaudito y maravilloso. Llega el maestro Arthur Fagen para preparar los ensayos del concierto de Lisboa. Comienzan los ensayos y continuamos durante dos días consecutivos. El día 30 de mayo viajamos a Lisboa por la mañana en el vuelo TAP 701. Alojamiento en el hotel Alice y, por la tarde, ensayo bajo la dirección del maestro Arthur Fagen. Esa misma noche, a las ocho, ofrecemos el concierto patrocinado por Culturgest. El día 31 regreso a Madrid en el vuelo TAP 704. Me proponen impartir el curso Manuel de Falla en Granada en la especialidad de clarinete durante el mes de julio. Tengo que comprobar fechas porque hay compromisos que todavía no he concretado en Italia, les llamaré en breve. El trabajo desborda y, por mucho que miro el calendario, me cuesta encontrar huecos vacíos. Dos días después llamo al curso Manuel de Falla para confirmar la disponibilidad hasta el día 1 de julio.

Capítulo 23

Venecia, Bienal Internacional de 1995

Llamo a la oficina de turismo Italiana el día 14 para informarme de los vuelos para llegar a Palermo, puesto que debo hacer unos ensayos preparatorios con la Orquesta de allí previos a viajar a Venecia. Me informan de todas las posibilidades que tengo. Se lo paso a mi agente para que saque los billetes y continúo con mis actividades de final del mes de julio. He descubierto que, a veces por poco que sea, delegar es lo más inteligente. Imparto el curso de clarinete para el Curso Internacional Manuel de Falla de Granada hasta el día 1 de julio. La enseñanza se ha convertido ya en una parte esencial de mi trayectoria y del amor a mi profesión musical. Salida hacia Palermo, vía Milán, el 3 de julio de 1995, me acompaña mi esposa Margarita. Llegamos a Palermo sobre las doce de la noche y vamos directos al hotel Europa. El viaje ha comenzado con problemas pues viajo con el clarinete contrabajo, que es un instrumento poco usual porque tiene unas dimensiones impresionantes. Al entrar en el avión, me dicen que el instrumento no puede viajar conmigo si no lleva su propio billete, en caso contrario deberá ir en la bodega.

—Vaya, desconocía este punto. Mi agente no ha sacado billete para el instrumento porque ignoraría también este extremo —les respondo con estupor —. El instrumento no puede viajar en la bodega porque se desajustaría o, incluso, podría estropearse definitivamente. —Son las normas, caballero —insiste el agente. —El pasado mes de enero viajé a Canarias con él porque tenía un concierto como el que voy a dar ahora y no tuve problemas en el vuelo —insistí sin dar crédito a la situación.

Estuvimos hablando durante mucho tiempo y la fila de pasajeros se iba haciendo

cada vez más larga, por lo cual comenzaron a protestar con el consiguiente retraso para el vuelo. Ante esta situación límite pedí hablar con el Capitán. Le comenté que me habían explicado la situación y lo comprendía perfectamente, pero el problema era que ahora no podía hacer nada ya que, aunque no tenía el otro billete, no podía permitir que el instrumento viajara en la bodega ante el riesgo de que se estropeara y no pudiera dar el concierto, por lo que le rogaba encarecidamente que habilitara un espacio en cabina para situarlo. No tardó mucho en hacerse cargo de la situación y encontraron un hueco cerca de mi asiento, donde colocaron el bendito clarinete contrabajo. Durante el vuelo mi cabeza no paraba de dar vueltas porque pensaba en todos los vuelos que me quedaban por hacer. Ahora iba a Palermo, ensayaba dos días y luego volábamos a Venecia para hacer un ensayo más. Ya estaba otra vez montado el espectáculo del avión. Aquellos días no serían fáciles. El día 4 iniciamos los ensayos mañana y tarde con la Orquesta de Palermo de la obra de José Ramón Encinar Mise en Scéne, bajo la dirección del propio autor, previos al concierto que se celebrará en el Teatro de La Fenice de Venecia dentro de la Bienal Internacional de Música de 1995. La obra en cuestión tiene una duración de 63,40 minutos, lo cual de por sí da una idea de la complicación que representa. Además de esto, de entre otras muchas destaca una peculiaridad tanto física como auditiva, pues los últimos diez minutos del concierto están protagonizados por el cambio de instrumento que tengo que realizar, cambiando del clarinete soprano al clarinete contrabajo, convirtiendo a este último en verdadero protagonista de la escena y creando un cambio acústico y escénico radical con una gama de sonidos diferente y verdaderamente seductora. A la mañana siguiente llamé a mi representante solicitándole que solucionara el problema de los viajes en avión y me mandara el billete del clarinete por correo electrónico. A mediodía me llamó y me dijo que era imposible organizar el billete de acuerdo a los horarios de los vuelos ya expedidos, me los podía sacar en otros vuelos pero esa solución no me servía en absoluto, porque no podía estar seguro del trato que recibiría el instrumento además de que debería controlar personalmente la trayectoria del clarinete. Me las tendría que apañar y sacar toda mi capacidad de seducción de cara a los tripulantes de vuelo y las azafatas. Los ensayos en Palermo fueron bastante bien, habida cuenta del trasiego que tenía con los instrumentos, ida y vuelta a los ensayos y a estudiar cargado con el instrumental, sin embargo, la obra iba tomando cuerpo y

empezaba a estar satisfecho con el resultado. Y es que esta obra era compleja para la orquesta, también para el solista, pero la batuta de Encinar fue obrando milagros. En mi caso llevaba ventaja al haberla interpretado ya dos veces en Canarias, en este caso considero que salía ganando ya que la dirigía el propio compositor. Considero que resultaría muy clarificador hacer un pequeño análisis estético de la obra con el fin de acercar al lector a los sentimientos y situaciones que se viven con ella. Hacia la mitad de la obra se producía un primer cambio escénico-acústico, comenzando por una cadencia bastante larga y arriesgada del solista que culminaba progresivamente en un diálogo con el resto de los clarinetes de la Orquesta, que se iban levantando poco a poco para situarse al lado del solista, produciendo multitud de frases y diálogos en el registro medio grave, en forma de preguntas-respuestas, y caminando juntos entre multitud de fusas y semifusas, elevando paulatinamente el tono y las dinámicas, hasta espacios sonoros que únicamente pueden conseguir los clarinetes en ese registro. El ambiente final de esta escena rayaba en la neurosis musical del conjunto, haciéndola durar por espacio de dos o tres minutos hasta que, paulatinamente se iba calmando poco a poco, dando entrada progresivamente al resto de la orquesta por medio de las cuerdas graves, mientras el solista cambiaba de instrumento pausadamente al clarinete contrabajo para preparar la siguiente secuencia, dejando los últimos diez minutos de la obra para el lucimiento exclusivo del clarinete contrabajo. Debo decir que era emocionante, desde mi punto de vista, observar la reacción del público ante este cambio, ya que al principio habían estado expuestos a un ambiente sonoro muy exigente, para transportarlos a la más absoluta calma, ofreciendo un espectáculo visual totalmente innovador. El día 5 continuamos los ensayos en Palermo para preparar el viaje hacia Venecia. Durante los dos días de estancia en Palermo tuve muy poco tiempo para conocer la ciudad, en la cual no había estado nunca, porque hicimos ensayos mañana y tarde y tenía que conseguir algo de tiempo extra para el estudio. Sin embargo, Marga tuvo todo el tiempo del mundo para conocer la ciudad y aprenderse algunos restaurantes a los que me llevaba a comer o a cenar y me contaba las rutas que había recorrido. Así que, aunque fuese de forma indirecta, algo conocí o al menos pude saborear de su gastronomía. El día 6 viajamos a Venecia y nos hospedamos en el hotel Giorgione. Comenzó de nuevo mi periplo con el clarinete contrabajo preparando el viaje. Nuevamente

el espectáculo en la cabina del avión, aunque en esta ocasión ya tenía una cierta experiencia que me ayudó a establecer una estrategia previa, mediante la cual tardé muy poco en convencer a la tripulación. En principio tuve que contar todo el periplo del billete para, inmediatamente, sugerirles que iba a sacar el instrumento de la caja para que pudieran apreciar su volumen y fragilidad. La cara que se les puso cuando lo vieron montado fue de película, no olvidemos que el «bicho» mide, una vez montado, dos metros treinta centímetros de altura. Además me había agenciado algunos programas del concierto que íbamos a dar en La Fenice, con fotos posando acompañado del clarinete contrabajo. Estos argumentos convencieron a toda la tripulación y, llenándome de agasajos, encontraron inmediatamente un hueco para colocar a «la criatura», sorprendiéndome además durante el vuelo con un obsequio en forma de aperitivo mediante un Chianti riquísimo. Al final, más que un problema, el tema del contrabajo se convirtió en toda una ventaja. Llegada a Venecia y traslado al Teatro de la Fenice para descargar el material de la orquesta. Posteriormente fuimos al hotel Giorgione y el día 7 tuve mi primer ensayo general en el Teatro de La Fenice. Salir al escenario de La Fenice fue una experiencia increíble, he conocido muchos teatros, pero creo que ninguno me causó tanta sensación. Aunque la verdadera emoción estaba por llegar cuando monté el clarinete e hice unas cuantas escalas para situarme en la acústica, se me puso un nudo en la garganta ante lo sonoridad que ofrecía aquella sala. Tenía la reverberación justa para escuchar limpiamente el sonido sin que entorpeciera el siguiente, costaba muy poco soplar porque parecía que la acústica envolvía y proyectaba el sonido. Estaba deseando comenzar el ensayo para poder disfrutar de la gama de colores que nos ofrecería la sala con la obra de Encinar. Para terminar el cúmulo de sensaciones, no puedo dejar de resaltar el momento en el que cambié de instrumento y comencé a tocar el clarinete contrabajo, comenzando por un Si grave de forma sostenida que hizo moverse el suelo del escenario y el alma de todos los músicos, incluida la del director. Aquella acústica me enamoró definitivamente. Después del ensayo general fuimos al hotel a dejar los instrumentos y comer en un restaurante que nos había aconsejado un músico de la Orquesta. Durante este paseo sucedieron anécdotas curiosas que merece la pena contar ya que, desde el teatro al hotel, había un buen trecho en el cual teníamos que cruzar los canales por medio de varios puentes, con escaleras de subida y bajada, para posibilitar el paso a las góndolas.

En Venecia hay cientos de ellos, aunque el que se ha hecho más famoso es el «puente de los suspiros». Como llevábamos el «bicho» y pesaba lo suyo, lo habíamos colocado en un carrito con ruedas que nos facilitaba el transporte, pero al subir y bajar los puentes no había más remedio que tirar de brazo. Creo que nunca hemos sido más irados por los venecianos, que nos miraban con cara sorprendida pensando lo que llevaríamos allí, ya que tenía toda la pinta de un ataúd pequeño. No sé si sus gestos eran de iración o de pavor. El día 8 teníamos el concierto a las ocho de la tarde, dentro de la Bienal Internacional de Venecia 1995, con la Orquesta de Palermo bajo la dirección de José Ramón Encinar y la obra Mise en Scéne para clarinete solista, actuando como solista Adolfo Garcés. El concierto fue un rotundo éxito, el público insistió en sus aplausos haciendo salir al director y al solista hasta ocho veces. Todos quedamos satisfechos de la actuación y prometimos mandar el disco, una vez estuviera terminado con la grabación del Festival Internacional de Música de Canarias, celebrado el 26 de enero de 1995 en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas. Regresamos a Madrid vía Roma. Este último vuelo fue el más tranquilo en lo que se refiere al traslado del «bicho», creo que se hizo famoso en las líneas aéreas y prácticamente no nos pidieron ni el billete. Día 15, tuvimos un cóctel de despedida de la temporada ofrecido por la OSM en el Hogar Gallego de Madrid. Algunos meses más tarde, el 29 de enero de 1996 exactamente, apareció la noticia del incendio que arrasó completamente el Teatro de La Fenice en pocas horas. Me impresionó muchísimo al recordar todas las experiencias vividas en ese escenario. Pareciera como si hubiera una maldición de los teatros de ópera europeos ya que, con muy poca diferencia, el 31 de enero de 1994 se había incendiado también el Teatro del Liceo de Barcelona. Lamenté mucho aquellas noticias, pues los teatros son un medio indispensable para dar forma y voz a la música que trabajamos, tienen alma y sabor añejo, tienen vida propia. Envío una carta a Felicitas Keller con algunos detalles de la producción de Salomé en el mes de noviembre, para que vayamos preparando la producción y decidiendo el director. Aprovechamos para preparar la programación del mes de octubre, organizando el Concierto de Santa Cecilia y pensando en Luciano Berio como director. Caso de que acepte habría que determinar el programa y un

cantante en su caso. Vamos a hablar con Emilio Sagi para plantear el «Concurso de Plácido Domingo» en cuanto a fechas y plan de ensayos. En septiembre se suceden actos conmemorativos del 90 Aniversario de la OSM, además de tener que preparar la «Mesa Redonda» de la conferencia y el catálogo de la exposición. El día 25 envío carta a Alfonso Carraté, gerente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, para plantear en septiembre la próxima reunión de orquestas españolas. El día 27 concreto con Cine Arte la programación de los meses de agosto y septiembre. Hablo con Humberto Orán, para establecer el coro para el Concierto de Santa Cecilia. Sin olvidar mi faceta de intérprete, viajamos a Oviedo con el Cuarteto Manuel de Falla para ofrecer un concierto en la Sociedad Filarmónica de Oviedo. Enviamos a Cine Arte las plantillas con la actuaciones de la orquesta en los meses respectivos, para su conocimiento y preparación de espacios. Solicitan un presupuesto para un concierto el mes de junio dentro del Festival Mozart, hablo por teléfono con Antonio Moral y se lo transmito verbalmente. Puede que algunos teatros caigan, pero por fortuna y como puedo comprobar en propia carne, el ritmo de la música no cesa.

Capítulo 24

Nuevas vacaciones a Suiza

La primera quincena del mes de agosto la disfrutamos entre descanso, piscina y visitas a la oficina para atender algunas cuestiones pendientes. He tomado la decisión de descansar sin centrarme en el estudio porque los últimos tres meses han sido agotadores. Parece que no, pero los años pasan y el cuerpo me va pidiendo tomarme la vida con más calma. Llama Mr. Pardeller, propietario de la casa que alquilamos en Suiza el año pasado, para cerciorarse de que todo sigue adelante con nuestro viaje. Sin apenas darle tiempo a terminar su pregunta, le confirmo que el día 14 saldremos hacia allí para pasar dos semanas. Antes de partir dejamos a mi perrita Tuba con Carmina, la amiga de Marga, que tiene un chalecito y se ofreció para cuidarla. Con la tranquilidad de saber que nuestra mejor amiga animal está en buenas manos, nos metemos en el coche y empezamos una gran aventura veraniega con la familia al completo, esta vez nos acompaña Santi, el novio de María, y ella está mucho más contenta. Paramos en Zaragoza a comer con mis sobrinos, Carlos y Mari Gloria, después continuamos hasta Figueras, donde pernoctamos. El viaje es largo y hacerlo con responsabilidad y calma es primordial, pues aunque el coche es bastante grande la ocupación de los cinco lo hacían un poco incómodo para un viaje tan largo.. El día 15 de agosto continuamos el viaje temprano y llegamos a Jaun a las cinco de la tarde. Esta temporada de vacaciones en Jaun fue aún más agradable que la del año pasado. María estaba más contenta por estar con su novio, para nosotros también fue una compañía muy agradable porque es una persona estupenda, además Pipo y él congenian de maravilla. Como ya teníamos la experiencia del año pasado, organizamos las excursiones de forma similar, compatibilizando montaña y ciudades de forma alternativa. Estuvimos en Jaun hasta el día 25 y aun así se nos hizo corto dentro de lo movido que suponía patear las ciudades y subir y bajar montañas, el ejercicio diario que hacíamos era muy importante, tanto que llegábamos al final del día extenuados aunque muy contentos. En definitiva, estábamos muy satisfechos del resultado. Regresamos a España, paramos a comer en la frontera con ganas de

tomar una buena tortilla de patatas. Desde allí llamé al Hotel Boston de Zaragoza y reservé habitación para esa noche. El día 26 continuamos viaje y al llegar a Madrid, antes de dar por cerradas las vacaciones, comimos en el restaurante chino y recogimos a Tubita que se puso como loca de alegría. El día 28 celebro mi 48 cumpleaños con el primer ensayo de la temporada para el concierto de la Quincena Musical Donostiarra en San Sebastián, que continuarían durante los tres días siguientes. El día 31 cogimos un tren, cochecama afortunadamente, para llegar a San Sebastián. Llegamos el día 1 de septiembre y, tras otro ensayo más, a las diez de la noche ofrecimos el concierto de clausura de la Quincena Musical Donostiarra. Para poner el broche final, cena con Pedro González y Enrique de Cabo, secretario general técnico e inspector respectivamente de la OSM. En el País Vasco saben comer bien y, además, abundantemente. El día 2, con el estómago bien lleno y contento, regreso a Madrid en Talgo.

Capítulo 25

Concierto de Mozart, Orquesta Sinfónica de Galicia

El día 4, viajamos Marga y yo en coche hasta A Coruña. Llegamos a las once de la noche al Hotel Tryp María Pita. Solíamos aprovechar a menudo mis viajes de trabajo para hacer una escapada en pareja que, aunque algo inusual ya que no podíamos estar todo el tiempo juntos, suponía un desahogo del día a día. Los días 5 y 6 tengo ensayo con la Orquesta Sinfónica de Galicia, alternándolo con periodos de estudio que me debía a mí mismo para justificar el exceso de vacaciones, a las seis de la tarde bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez. El día 7 de septiembre a las diez de la mañana hicimos el ensayo general. Poco después llega Pipo en avión desde Madrid, justo a tiempo para disfrutar a las ocho de la tarde del concierto que ofrecemos en el Auditorio de A Coruña con la Orquesta Sinfónica de Galicia, bajo la dirección de James Ross, del Concierto de Mozart para clarinete y orquesta. Tuve la fortuna de contar con un experto,Pipo, que grabó el concierto para la posteridad. Regresamos al día siguiente los tres en coche hacia Madrid y paramos en Villafranca del Bierzo a comer. Pipo y yo optamos por algo muy castizo y tradicional como son dos exquisitos huevos fritos. A las seis de esa tarde tenía exámenes en el Conservatorio, así que era necesario coger energía y proteína. Pere Porta pide presupuesto el día 11 para un concierto el día 3 de mayo de 1996. Alfonso Carraté, gerente de la Orquesta Sinfónica de la Comunidad de Madrid, me pregunta si está fijada ya la fecha de la reunión de gerentes. Solicitan un presupuesto el día 12 desde Cuenca para dar un concierto de la OSM dentro de la Semana de Música Religiosa de Cuenca en el mes de abril. No recordaba nunca haber tenido que gestionar tantos presupuestos, pero ¿yo no tocaba el clarinete? Debo preparar la programación del mes de octubre y repasar las actas de la comisión artística para enviar las fechas de ensayo a Ángel Jesús García. Recuerdo tener todas estas tareas bien apuntadas y diferenciadas para poder atajarlas sin imprevistos y por riguroso orden. Tanto papeleo me sobrepasaba. Comienzan las representaciones de óperas en el Festival de Otoño de Madrid los días 16, 18 y 20 de octubre. Con motivo de los «Premios Princesa de Asturias»,

solicitan desde Oviedo presupuesto del Cuarteto Manuel de Falla para realizar unos conciertos en Asturias. Aceptan el presupuesto y actuamos el día 21 en Luarca y al día siguiente en Oviedo, regresando a Madrid el día 23 por la mañana. Esa tarde recibo a Carles Riera en el Conservatorio, clarinetista insigne especializado en música antigua. Le he invitado para hacer un curso de «Clarinete histórico» entre los días 23 y 27 en el Conservatorio Ángel Arias Maceín. Carles Riera era el único especialista en clarinete histórico que teníamos en España y me pareció una ocasión única para disfrutarlo en el Conservatorio para regocijo de todos mis alumnos. El día 26 tuvimos un concierto de la OSM en el Auditorio Nacional dentro del ciclo Bartok, dirigido por Arturo Tamayo. Concierto de la OSM el día 9 de noviembre en el Auditorio Nacional, dentro del ciclo Webern, dirigido por José Ramón Encinar. Viajamos a Pamplona para realizar un concierto del Cuarteto Manuel de Falla en el Salón del Ayuntamiento. Al día siguiente regreso a Madrid pues tenemos ensayo general con el Grupo Koan en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional y a las ocho de la tarde damos el concierto respectivo bajo la dirección de José Ramón Encinar. Comienzan los ensayos de la OSM, bajo la dirección de Frühbeck de Burgos, para el concierto de Santa Cecilia en el Teatro Real de Madrid a las seis de la tarde. Al mismo tiempo comienza la «Master Class» que ofrece la firma Buffet, por expresa invitación mía, en el Conservatorio Ángel Arias Maceín. A las doce comienza el ensayo general de la OSM bajo la dirección de Frühbeck de Burgos para el concierto de Santa Cecilia en el Teatro Real de Madrid. A las ocho comienza el concierto que propone el siguiente programa: Claudio Prieto, Johannes Brahms e Ígor Stravinski. Me pongo a preparar y encuadernar las adaptaciones de las partituras de Manuel de Falla que he estado adaptando, antes de asistir a la reunión con Antoni RosMarbà en el Hotel Colón. Ensayo de la OSM para el concierto en el Auditorio Nacional bajo la dirección de Cristóbal Halffter. Solicito a Ediciones Peters los materiales de cuerda de las Dos Piezas de Mendelsohn. El día 14 damos el concierto de la OSM en el Auditorio Nacional bajo la dirección de Cristóbal Halffter. Concierto del Quinteto de Viento Arsis Cámera para la empresa Arte Tripharia. Encauzando el final de año, pues no tengo otro ensayo con la OSM hasta el día

26 para preparar la Novena Sinfonía de Beethoven en el Auditorio Nacional. El día 27 hacemos el ensayo general con el Orfeón Donostiarra para dar el concierto a las ocho de la tarde de la Novena Sinfonía de Beethoven con la Orquesta Sinfónica de Madrid y el Orfeón Donostiarra dirigidos por Rafael Frühbeck. El día 2 de enero de 1996 hablo con los herederos de Falla para solicitar la autorización de la adaptación que he realizado de las Siete Canciones Populares. Al mismo tiempo, gestiono con Chester la preparación de los correspondientes contratos. Ensayo con Gerard Claret, concertino de la Orquesta Nacional de Cambra de Cataluña, para el concierto en el Auditorio Nacional de Madrid de las Piezas de Mendelssohn. Ese mismo día recojo la parte de clarinete de la obra que me dedicó Carmelo Bernaola, Imita, imita, que algo queda para clarinete y orquesta, para comenzar a estudiarla. Me recuerdo a mí mismo que tengo que sacar tiempo de cualquier sitio para estudiar, creo que me lo recuerdo todos los días. Visito la nueva sala de los Estudios Cinearte, como posible sala de ensayos de la OSM. Me centro en preparar el programa del Festival de Alicante con el Grupo Arsis Cámera. El día 4 hablo con Pepo Falla para que me ponga en o con Antonio Chapa e iniciar los trámites de los contratos con Chester Music. Por esos días pasa por Madrid mi antiguo alumno Alberto Veintimiglia que viene desde Canarias, parece que no le ha ido bien por allí. Hizo la oposición a la Orquesta Filarmónica de Canarias hace dos años estando yo en el Tribunal. Sinceramente mereció la plaza que ganó en aquel momento, han pasado dos años desde entonces y desconozco cuál es su nivel en la actualidad. Cuando vino a casa y me contó su delicada situación le pedí que tocara algo y ocurrió lo que esperaba, durante ese tiempo había abandonado los principios técnicos y se había acomplejado, de forma que estaba cada vez peor, buscando diferentes técnicas que le devolvieran a su estado anterior. Estuvimos juntos toda la tarde y le ofrecí algunos consejos, pero me dijo que la decisión de la Orquesta estaba tomada y le habían propuesto el despido. Es una lástima que, a veces, un pequeño parón o una negativa se traduzcan en un abandono o pérdida de confianza que precipiten algo así. El día 5 celebro la finalización de la adaptación de la Fantasía sobre el amor Brujo y preparo un programa con el Cuarteto Manuel de Falla para interpretarlo en el Hogar Canario con el fin de probar la obra en una sala de conciertos. Asisto a la presentación del «Ciclo de la Comunidad de Madrid» en la sede de Plaza

España ya que la Orquesta Sinfónica tiene un papel representativo en la misma. Desde el Ministerio de Educación me solicitan un proyecto de creación de la Cátedra de Música de Cámara de Viento, por medio de Elisa Roche. Comienzo a ensayar con José Tomás las Piezas de Concierto de Mendelssohn el día 13. Los siguientes días transcurren entre la oficina de la OSM, ensayos y entrevistas. Esa semana me reúno con Santiago Lanchares en su casa, para trabajar en su nueva obra Recordando a Ma Yuan. Durante el mes de febrero me traslado a Barcelona junto con José Tomás el día 2, para ensayar las Piezas de Mendelssohn con la Orquestra Nacional de Cambra De Andorra y su concertino Gerard Claret. Cuando regreso, el día 2 por la tarde, aprovecho para visitar a Carmelo Bernaola en el Sanatorio Ruber, lo tuvieron que ingresar de urgencia ante una afección repentina. La mañana del día 3 tenemos el ensayo general del concierto que daremos a las ocho de la tarde con la Orquesta de Cámara de Andorra en el Auditorio Nacional, interpretando las 2 Piezas de Mendelssohn para clarinete, corno di bassetto y orquesta de cámara, actuando como solistas Adolfo Garcés y José Tomás. Fue un concierto memorable, la Orquesta sonaba estupendamente y tocar con Tomás fue una experiencia inolvidable, nos complementábamos a la perfección y esto se tradujo en un éxito total. Dos días después, tras un ensayo general con la OSM en el Auditorio Nacional, tuvimos un concierto del ciclo de la Comunidad de Madrid bajo la dirección de Ros-Marbà. El día 22 viajamos a Santiago de Compostela para el concierto con la OSM bajo la dirección de Carlos Kalmar. Al día siguiente regresamos a Madrid y tuve una corta temporada de descanso–estudio hasta que comenzamos de nuevo los ensayos con la Orquesta en el mes de marzo. El día 2 tuvimos una reunión Marga y yo con su hermano y cuñada, Manuel y Concha, junto a su hijo Jorge en Casa Ricardo, para hablar del piso de la abuela Blanca. Voy a tratar de sintetizar la historia, típica de algunas empresas que tratan de aprovecharse de las personas mayores abusando de su falta de conocimiento en temas contractuales. Se da la circunstancia que mi suegra estaba de alquiler en el piso de la calle Hortaleza nº 22 durante más de 50 años y recibió la comunicación de que habían vendido ese piso en la modalidad de «inquilina dentro del paquete» sin consultar previamente, con lo cual variarían posteriormente la cantidad del alquiler. La pobre mujer no sabía lo que eso significaba e inmediatamente me llamó. Me informé por mi abogado y aquella

transacción era ilegal si no se ha pedido permiso en primer lugar al inquilino, con lo cual planteé la compra del piso para tener la seguridad de que nos lo venderían al precio que marcaba la ley, ya que deben atenerse a las normas municipales de antigüedad. De esa forma la abuela no correría peligro en el futuro.

—El problema es, Adolfo, que yo no estoy en un buen momento para la compra —explicó mi cuñado en aquella comida que bien podía ser de negocios—. Pero no tengo ningún inconveniente en hacer una cesión a vuestro nombre para que lo compréis, si económicamente es viable para vosotros. —Vaya, agradezco la idea. La verdad que, si no os importa, si querríamos comprarlo…

Y así con el beneplácito de todos empiezo a hacer los trámites, que fueron por cierto, bastante engorrosos. No pierdo el tiempo y voy a hablar con mi abogado para que prepare los papeles de compra del piso, el mismo día que se celebran las elecciones generales. Por cierto, gana el PP con 157 escaños, seguido del PSOE con 141. El día 6 tengo ensayos por partida doble, con la Banda Municipal, para el concierto en el que ofreceremos nuevamente la obra de mi padre en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, y por la tarde ensayo general con la OSM para el concierto del ciclo de la Comunidad de Madrid bajo la dirección de Antoni RosMarbà. En esos días me comunican el fallecimiento de mi amigo Nicanor Muiños en Alemania. Me quedo muy impactado porque no sabía nada de él desde hacía tiempo y me pilló de sorpresa, fue uno de mis mejores amigos durante nuestra juventud. Nicanor, «Nica» para mí, era gallego y vivía en Madrid, para poder estudiar el violín en el Real Conservatorio de Música bajo la tutela del catedrático Sr. Sedano, costeado por sus padres. Era uno de los cuatro de mi pandilla, estudiábamos todos en el Conservatorio y juntos fuimos al Coro Cantores de Madrid. Nos pasábamos las noches de verano cantando por doquier, en un Madrid adormecido de las cinco de la madrugada.

Después, no tuvo suerte con las oposiciones en España y probó fortuna en Alemania. En 1974 sacó una plaza de violín en la Orquesta de Hannover, de lo cual nos alegramos y lo celebramos con él en cuanto llegó a Madrid ese verano. Siempre que pienso en él se me escapa una sonrisa entre triste y melancólica. Me acuerdo mucho de su persona, de su mujer y su hija y de las memorias tan positivas que creó en vida, y que le harán en cierta forma, eterno. Los días 10 y 11 tenemos ensayos con el Cuarteto Manuel de Falla en la Sala Jovellanos a las doce de la mañana, unos días después hacemos una audición de alumnos en el Conservatorio, y el día 15 llega un nuevo telegrama dirigido a mi suegra respecto al tema del piso. Me pongo en o con mi abogado Ildefonso Ramiro para que solucione todos los problemas. Esto empieza a parecer una telenovela. Gira del Cuarteto Manuel de Falla por Andalucía y Extremadura conforme a las siguientes fechas:

•Día 19, concierto en el Salón de la Biblioteca Municipal de Almería. •Día 20, concierto en el Salón de Actos de la Caja de Ahorros. Pinchazo de público, parece ser que no lo habían publicitado adecuadamente. •Día 21, concierto en el Gran Teatro de Cáceres. Éxito total de público y crítica. Cenamos en el Figón, famoso restaurante por aquel entonces, y recuperamos la alegría después del fracaso en Almería. •Día 22, concierto en Badajoz en el Teatro Menacho. Nuevamente cosechamos otro éxito.

El día 23 regresamos a Madrid y tengo la agradable sorpresa de que están con nosotros mi hermana Carmen y su marido, el Gatico. Vamos a pasear al parque Juan Carlos I, mi hermano, mi cuñado y yo. El día 29 envío una relación de «Obras Obligadas para Premio Extraordinario», para el Departamento de Viento del Conservatorio.

Capítulo 26

Piezas de Mendelssohn con la Filarmonía de Galicia y Curso Internacional de Cocentaina

A principios del mes de abril de 1996 me llama Vicente Egea, director del Curso de Música en Cocentaina, y me invita a participar en el V Curso Internacional que se celebra del 19 al 27 de julio. Le pido que me conceda unos días para contrastar mis posibilidades. Tengo que hacer malabares para cuadrar todo. Unos días después confirmo mi participación en el curso y adjunto el programa que incluiré durante el mismo. Comenzamos los ensayos el día 10 para el concierto de la OSM dirigido por Rico Saccani, actuando como solistas Manuel Villuendas y Pedro Corostola. El día 12 tendremos el ensayo general a las doce y el concierto en el Auditorio Nacional a las ocho de la tarde. Una mañana tranquila llevé a mi madre a la oficina de la OSM, a la cual nos habíamos trasladado recientemente, porque le apetecía ver donde trabajaba, después de que le explicara la ubicación que tenía desde una 9ª planta en pleno centro de Madrid. Luego tomamos un aperitivo, a ella siempre le gustó tomar el aperitivo en un bar, le encantaba. Lo disfrutó mucho y yo también, viéndola disfrutar a ella. Me llama la cuñada de Félix Mozo, el clarinetista de Maracaibo que me invitó a tocar el Concierto de Mozart en Venezuela, me comunica que ha fallecido recientemente y me pide el favor de que me haga cargo de sus dos clarinetes y una flauta en Sol por si puedo venderlos. Voy a la calle Santa Engracia 137, 6º interior derecha, residencia de su cuñada y recojo los instrumentos para llevárselos a mi amigo Rafael Oltra, requinto de la Banda Municipal de Madrid y gran artesano, que puede conocer a gente interesada en su compra. Cambio el clarinete en La Prestige por un RC, también de la marca Buffet. Ensayo las Piezas de Mendelssohn el día 20 con José Tomás, de paso me arregla el clarinete porque tiene unas manos maravillosas para ello. Volamos a Santiago de Compostela el día 24 y nos hospedamos en el Hostal de los Reyes Católicos. Ensayamos con la Orquesta Real Filarmonía de Galicia, dirigida por Enrique García Asensio, las 2 Piezas de Mendelssohn para Clarinete, Corno di Bassetto y Orquesta de Cámara, después pasamos el resto del día visitando Santiago de

compostela. El día 26 nos trasladamos a Vigo para el primer concierto y al día siguiente ofrecemos el mismo programa en Pontevedra para finalizar la gira por Galicia. El día 27, una vez terminados los dos conciertos, vamos al mercado y compramos marisco como si se fuera a acabar el mundo. Coincidimos en que siempre nos habían gustado los mercados pero éste era especial. El material, de primera calidad, la preparación y la amabilidad con que te lo presentan es maravilloso. Regresamos a Madrid el día 28, contentos con el resultado de los conciertos y sobre todo del disfrute con la música. A principios del mes de mayo de 1996 tenemos ensayo preparatorio con el Cuarteto Manuel de Falla para ofrecer dos conciertos consecutivos en diferentes colegios mayores, en primer lugar actuamos en el Colegio Mayor Berrospe y a los dos días en el Colegio Mayor Jorge Juan, situado en la avenida de la Dehesa nº 25. Comienzo el «Curso para la Elaboración del Proyecto de Formación de Centros» como medio para el a la Dirección de Centros Escolares, requisito sin el cual no podría presentarme a la Dirección de ningún conservatorio. En el mes de junio continúo las sesiones de «Elaboración del Proyecto de Formación de Centros» y el día 21 comienzo los ensayos con la OSM para el concierto en el Auditorio Nacional bajo la dirección de Luis Antonio García Navarro, que se celebrará el día 23. Viajo a Zaragoza para llevar a mi madre con mis hermanas y aprovecho para pasar un par de días con ellas. El día 26 disfruto como oyente de mi hijo Pipo tocando en el Salón de Actos de la Academia Maese Pedro el Trío de Brahms para Clarinete, Violonchelo y Piano. Dos días después ofrece otro concierto en el Centro Cultural San Juan Evangelista. Lo llevamos en la sangre, la música viene de familia, sin duda. Ensayo general y concierto de la OSM en el Auditorio Nacional con Salvador Mas como director. Continúan los ensayos del Cuarteto Manuel de Falla y exámenes oficiales y libres del Conservatorio. El día 12 se produce la elección del Consejo Escolar a favor de Vicente Vizcaíno como nuevo director del Conservatorio Ángel Arias Maceín. Al día siguiente damos el concierto del Cuarteto Manuel de Falla en Manzanares el Real. Vienen a vernos nuestros vecinos, y además amigos, Luis y Merche con toda su familia.

Comenzamos los ensayos con la OSM en el Teatro Real para el concierto de Granada, bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà. Dos días después, ponemos rumbo a la ciudad andaluza para ofrecer el concierto en el Palacio de Carlos V. Después, como es buena y sana costumbre, hubo un cóctel en el restaurante Los Cármenes, que me permitió dialogar con Tomás Marco para preparar nuestro próximo viaje a Venezuela. El día 22 regreso a Madrid en el autocar de la Orquesta. Aprovechando que voy a estar en casa unos días, hacemos una salida «motera» Pipo, Santi, Óscar, Juan y yo, y comemos en Pedraza.

—La verdad es que estoy asombrado, pensé que al rutear con tres jovencitos me ibais a dejar atrás —comenté con cierta ironía. —Bueno Adolfo, tenemos que tener un poco de consideración a las canas — contestó Juan Nieto, con una complacencia malsana. —Desde luego, cualquier justificación es buena cuando falta la profesionalidad.

Pipo, Santi y Óscar permanecían expectantes, a ver cuándo podían meter baza, cuando apareció súbitamente la comida y se nos pasaron las ganas de continuar con la chanza. Fue como si hubiéramos recobrado la sensatez de repente, dedicándonos en cuerpo y alma a nuestros platos. El día fue precioso, lleno de luz y de paisajes de ensueño. ¡¡¡¡Para recordar eternamente!!!! Primer concierto de Pipo con una orquesta sinfónica, fue con la Orquesta Luigi Bocherini en el Convento de las Carmelitas de Boadilla. Se celebra el primer Claustro en el Conservatorio Ángel Arias Maceín, actuando como director Vicente Vizcaíno. El día 25 tenemos una sorpresa familiar, mi hija María aprueba el carnet de conducir y tenemos una celebración por todo lo alto. Terminamos el mes, el día 30, con la final del Campeonato Mundial de Fútbol en Alemania. Gana Alemania. Quizás otro año será para España. El 1 de julio de 1966 continuamos con los ensayos de la ópera Idomeneo, repitiéndolos durante toda esa semana. Mi amigo y compañero Rafael Oltra ha colocado los instrumentos de Félix Mozo a dos personas amigas suyas, por lo

que quedo con su cuñado para hacerle entrega de un talón por valor de 175.000 pesetas. La escena es muy emotiva, porque nos trae recuerdos a los dos y porque están muy agradecidos a mi gestión. El día 7 volvemos a Granada en autocar y nos hospedamos en el hotel Alixares. Tras el ensayo general, ofrecemos el concierto en el Patio de Carlos V de Granada, bajo la dirección de Rafael Frühbeck. El día 11 se estrena la 1ª función de Idomeneo en el Teatro de la Zarzuela después de innumerables ensayos. Viajo a Cocentaina acompañado de tres alumnos míos que se han matriculado en el curso: Javi, Ángela y Miguel Ángel. La misma tarde de nuestra llegada se ofrece un concierto de apertura del curso para dar la bienvenida a profesores y alumnos. Comienza, por tanto, el «II Curso de Clarinete de Música en Cocentaina 96» que tendrá su edición desde el día 18 al 27 de julio. El primer día organizamos la distribución de alumnos y aulas, de forma que por las mañanas se impartirán las clases individuales y por la tarde las de grupo. Aprovecho el día 21, no lectivo en el curso, para ir a visitar un chalecito que anuncian en Rótova a 40 kilómetros de allí. Para lo cual viene mi familia desde Madrid. Quedamos con los propietarios en el bar «de la escaleta» en la calle Mayor de Rótova y de allí vamos juntos al chalé que estaba dentro de una enorme plantación de naranjos. Era un edificio de una sola planta, con otra como sótano, ambas de las mismas dimensiones. Estaba un poco abandonada porque había sido una herencia recibida de sus padres que nunca arreglaron y se había estropeado bastante. Nos dijeron que, si la cogíamos, la retocarían por completo. A nosotros nos gustó mucho, a veces la clave está en ver las posibilidades y el potencial futuro. Las vistas eran sensacionales y la tranquilidad impresionante, el olor a azahar inundaba la zona. Tenía dos palmeras que daban al lado de los dormitorios y, al despertar, no querrías levantarte nunca. Cerramos el trato con los dueños y nos fuimos cada uno por nuestro lado, yo de regreso a Cocentaina y Marga con los niños de vuelta a Madrid. Pero ambos igual de felices y satisfechos de saber que teníamos un hogar nuevo de aromas frescos y palmeras siempre veraniegas junto a la ventana. De vuelta a Cocentaina tenemos una audición general de alumnos del curso. La Dirección del curso programa una comida con todos los alumnos en Muro de Alcoy para conocernos mejor y confraternizar. El 26 preparamos las audiciones

finales y el recuento de resultados académicos, ya que al día siguiente era la despedida del curso. Antes de volver a Madrid me paso de nuevo por Rótova para hacer revisión de necesidades, ya que esperamos ocuparlo a partir de agosto. Después de hacer un repaso de la casa, les doy un cheque a los dueños para que no se arrepientan y continúo mi viaje de vuelta a Madrid. Ensayos con el Cuarteto Manuel de Falla, del 28 al 30 en la Sala Madrazo. Salimos hacia Zamora, acompañados por nuestras esposas, todos menos José Selva que llegará un poco más tarde. Desde la Agencia Musiespaña nos habían reservado un hotel en Muelas del Pan, un municipio de la provincia que tomó su nombre por su vinculación a la molinería, posiblemente por su situación privilegiada en las riberas del Esla. El nombre del hotel no lo recuerdo, pero para nosotros más que un hotel era un convento, pues estaba atendido por unas maravillosas monjitas que nos trataron a cuerpo de rey, además de prepararnos unas comidas de escándalo. Comimos estupendamente, descansamos en una cama formidable y, después de arreglarnos, salimos para Zamora. Llegamos a la Iglesia de San Ildefonso y allí nos reunimos con José Selva y Claudia, su mujer. Hicimos una prueba de sonido y, como en todas las Iglesias, comprobamos que la reverberación era exagerada, por lo que acordamos controlar la intensidad del sonido, sobre todo en los pasajes más fuertes y dejar tiempo en los silencios para que no se mezclaran los sonidos. Dimos el concierto patrocinado por la Diputación Provincial de Zamora a cargo del Cuarteto Manuel de Falla. Participantes: Adolfo Garcés y José Tomás clarinete en sib, Jorge Gil corno di bassetto y José Selva clarinete bajo. El concierto fue un éxito, la iglesia estaba de bote en bote y eso ayudó a apaciguar la reverberación. Dormimos en Muelas del Pan después de una cena pantagruélica que nos habían preparado las monjitas. Entre la calidez de la estancia y la presencia de nuestras mujeres no parecía un viaje de trabajo sino un fin de semana de desconexión y relajación. Regresamos a Madrid el día 1 de agosto de 1996. Preparamos unas cuantas maletas, pues nos íbamos para todo el mes, y salimos hacia Rótova. El día 2, ya instalados en nuestra casita de campo, la mañana nos recibe con el saludo de las palmeras y cumplo una ilusión que tenía desde que vi la casa. Saco el clarinete y empiezo a tocar mirando al horizonte entre naranjos y azahar. Una vez cumplido ese sencillo sueño, salimos a comprar provisiones y después nos acercamos a Tabernes de Valldigna, donde estaba veraneando mi hermano José Luis y su

mujer junto con sus hijos y nietos. Pasamos el día con ellos y volvemos a cenar a Rótova. Al día siguiente vinieron ellos a comer y hacemos una paella, que esta vez sale «buena, buena». Para mejorar la experiencia y llenos de vigor y alegría, preparé una barbacoa y cenamos juntos para despedir el día. A partir de ese día fuimos a la playa de Oliva por la mañana y pasamos el resto de la jornada en Rótova que, por otra parte, tenía un aliciente más que nos cautivó: un frontón de tamaño natural que podíamos utilizar siempre que quisiéramos. Allí me aficioné al frontón y me lesioné el hombro izquierdo, una cosa fue con la otra. Por la noche cenamos Marga y yo solos porque los chicos se fueron a Gandía ¿Acaso no era un sueño hecho realidad? La playa más cercana era la de Gandía y allí descubrimos un chiringuito muy bien presentado que tenía hamacas y sombrillas, además de un bar donde te ponían unas cervezas de medio litro bien frías. El día 6 fuimos a la playa, aunque volvimos a comer a casa para poder estudiar un par de horitas antes de volver a jugar al frontón, porque no todo es estudiar, claro… Fuimos a Tabernes, donde tiene un chalecito José Tomás, el compañero del Cuarteto y nos encontramos con Modesto Escribano, clarinete bajo de la Orquesta Nacional de España, viejo amigo y uno de los componentes del Tribunal de mi oposición a Cátedra. Cenamos con Tomás y Marta y nos volvimos a nuestro reducto de descanso. Por la mañana, mientras Marga hacía la compra, yo estudio un ratito y me doy un baño en el «pilón» para refrescarme. Por la noche vamos al cine de verano con unos buenos bocatas. El día 9 por la mañana vamos a la playa de Piles y alquilamos un patinete de pedales, por la noche nos invitaron nuestros hijos a cenar en el Hotel Bayren II, para celebrar nuestro 25º aniversario como recuerdo de la luna de miel. Cómo ha cambiado la vida que ahora son los hijos los que nos sacan a comer… Recogemos a Tomás y Marta en Tabernes de Valldigna y vamos a Torrente, donde un grupo de amigos clarinetistas nos han preparado una «comida homenaje». Allí estaban Pascual Martínez y Mari Carmen, su señora con su hijo Pascualín, futuro clarinetista de la New York Philarmonic Orquestra, junto con mis amigos de Mallorca. Además de ellos estaban Vicente Alós, Juan José Ortí y Juanito con sus respectivas señoras. Era un reducto de paz, sí, pero podías encontrarte con quién quisieras en un santiamén, allí estaba todo el mundo. Lo pasamos estupendamente bien, recordando nuestras mutuas hazañas y

conciertos. El día 12 aprueba José Selva en la Orquesta Sinfónica de Baleares. Y después de narrar estos primeros días de Rótova, no queda más que decir que durante todo el mes de agosto fue una continuación de actividades muy gratificantes que se mantuvieron al margen de la actividad profesional, salvo los momentos en los que me iba con el clarinete a los naranjos para matar el gusanillo. Al poco tiempo fuimos a visitar a Juan Aguado y familia a Picassent. Carmen, como es preceptivo, preparó una maravillosa paella mientras nosotros nos dábamos un refrescante baño en la piscina. El día 23 fuimos a Onteniente para conocer in situ la fiesta de Moros y Cristianos con mi hermano y mi cuñada. Era la primera vez que veía ese espectáculo y realmente es digno de disfrutarlo. A los pocos días nos devuelven la visita Juan Aguado y familia a Rótova, hay algo que nunca cambia, si está Carmen nadie se atreve a hacer una paella, por lo tanto, le vuelve a tocar a ella. Y menos mal, porque yo he comido muchas paellas suyas y ninguna sale mala. El día 28 es mi 49 cumpleaños. Nos quedamos en Rótova, jugando al frontón y disfrutando de la piscina. Respiro satisfecho, habiendo aprovechado el verano al máximo, preparando el nuevo curso con las pilas cargadas y la ilusión de ir viendo todos mis sueños cumplidos. El clarinete, las palmeras, un poco de aire puro, la familia…a veces se necesita poco para ser muy feliz. Empieza un nuevo curso en septiembre trabajando con Paco Guerrero en mi aula del Conservatorio, está componiendo una obra para clarinete bajo y me ha pedido que le ponga al día de las características de este instrumento. Los días siguientes se suceden entre exámenes del Conservatorio y ensayos con la OSM del ballet La Gitanilla, en el Teatro de la Zarzuela. Tengo una reunión con Andrés Ruiz Tarazona y seguimos con las funciones de La Gitanilla que se extenderán hasta el día 29. Me invitan para participar en el Tribunal de las pruebas para Clarinete de la Orquesta de la Comunidad de Madrid en el Conservatorio de la calle Ferraz. Acepto y hasta allí voy el día 24. En aquellas oposiciones tuve un problema de conciencia importante, porque se presentaba mi amigo y compañero José Selva del Cuarteto Manuel de Falla, además de otros 15 aspirantes. Posteriormente me tocó dar multitud de explicaciones a José pero al final comprendió que el veredicto había sido correcto, aunque no había sido favorable a él.

Llego a un acuerdo con la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid, CEYAC, para realizar cuatro conciertos del Cuarteto Manuel de Falla en distintos puntos de la Comunidad. En esos días también adapto las Siete Canciones Populares de Falla para cuarteto de clarinetes y voz. Me había propuesto bajar el ritmo pero me resulta imposible, soy incorregible.

Capítulo 27

Primera reunión con Lissner

Empieza octubre con un ensayo del Cuarteto Manuel de Falla y concierto de la OSM en San Fernando de Henares, dirigido por Enrique García Asensio. Posteriormente otro ensayo de la OSM dirigido por Frühbeck y concierto en Torrelodones bajo la dirección de Enrique García Asensio. Concierto con la OSM en el Auditorio Nacional bajo la dirección de Frühbeck y con el Cuarteto Manuel de Falla en el Auditorio de Guadarrama. Ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla en la Sala Madrazo junto con Víctor Carbajo, compositor y amigo que está componiendo una obra para el Cuarteto Manuel de Falla que estrenaremos en breve. Damos lectura a la obra para trabajar sobre ella. Nombran a Stéphane Lissner director artístico del Teatro Real el día 16 y nos llama a la Secretaría General Técnica para tener una reunión en su despacho con Mercedes Guillamón como su ayudante. Acudimos el Secretario General Técnico y yo. Unos días antes había escuchado sus declaraciones poniendo en duda la calidad artística de la Orquesta, motivo poe el cual asisto a esa reunión lleno de dudas y premoniciones. Durante esa reunión el director artístico se ratifica en las declaraciones que hizo anteriormente y se establece una conversación con un cierto tinte de enfrentamiento entre el Secretario General Técnico y él. Comienza una pugna de ideas que no conduce a ningún sitio, ya que es una situación que requiere gran mesura y no enfrentamiento de ideas. Parece que últimamente siempre hay conflicto en las altas esferas musicales. Mantenemos una reunión el día 20 con la comisión artística en la oficina de la OSM, donde trasladamos las impresiones de Lissner como anuncio de problemas futuros para la Orquesta. Unos días después, repetimos la reunión con algo más de mesura y, posteriormente, entrego la programación didáctica en el Conservatorio.

***

Damos un concierto con el Cuarteto Manuel de Falla el 1 de noviembre en el Teatro Municipal de San Martín de Valdeiglesias, estrenando la versión de las Siete Canciones Populares de Manuel de Falla, para mezzosoprano y cuarteto de clarinetes adaptadas por Adolfo Garcés. Al día siguiente ofrecemos el mismo concierto en Villaviciosa de Odón, en la Iglesia de Santiago Apóstol. Debo decir que quedé muy satisfecho de esa transcripción y de la interpretación que hicimos en aquel concierto. Como casi siempre, cenamos después para celebrarlo, en este caso en el restaurante las 2 Torres de San Martín de Valdeiglesias. A los pocos días tuvimos una comida en el restaurante Casa «Rafa» de la calle Narváez, con tres patronos del Comité Ejecutivo de la Fundación Teatro Real, donde vuelve a salir el tema Lissner, recientemente nombrado por la Fundación Teatro Lírico, el cual ha trasladado al Comité Ejecutivo de la fundación sus planteamientos sobre la Orquesta Sinfónica de Madrid, lo cual me llena de preocupación por el futuro del contrato de la OSM con el Teatro Real. A partir de ese momento mi vida se convierte en una serie de llamadas, reuniones y recomendaciones por parte de distintas personas involucradas en el Comité Ejecutivo, ya que en nuestra reunión con Lissner la situación entre él y el secretario de la Orquesta se había enturbiado bastante. Mi posición en la Orquesta era de privilegio respecto a la relación con distintas personas del entorno político y artístico, que propiciaban un o sincero y positivo, sin embargo, tenía claras dos cuestiones precisamente por eso; que Lissner no iba contra mi persona y que la representatividad de la OSM la ostentaba el Secretario General Técnico, motivo por el cual, el duelo estaba servido sin posibilidad de intermediarios.

Capítulo 28

Boda del hijo de Pepe López, síntesis caso Lissner

Tenemos el ensayo general y, posteriormente, el concierto en el Auditorio Nacional el día 12, dirigidos por José Ramón Encinar. El día 13 estábamos invitados mi mujer y yo, a la boda del hijo de uno de los Patronos del Teatro Real, en la Iglesia de las Salesas, con posterior celebración en el Hotel Hilton, a la cual estábamos invitados la Secretaría General Técnica al completo, esposas incluidas, debido a la buena relación que teníamos con él. Sin embargo, tenía la impresión de que aquella invitación tenía mucho que ver con la situación de las últimas reuniones de Lissner con la Orquesta y la necesidad de que las aguas volvieran a su cauce entre nosotros. Durante la celebración del ágape tuve la posibilidad de apreciar el deterioro que se había producido dentro de la Secretaría General Técnica en ese momento, debido a las críticas que vertieron mis compañeros, y sus esposas, mediante un ataque frontal hacia nosotros dos, resaltando nuestro «afán de protagonismo» y hasta la «vestimenta» que utilizábamos. Salí con mal sabor de boca. Marga no salía de su asombro porque no le había contado nada, tal y como tenía por costumbre ante situaciones similares de mi trabajo, por lo cual para ella fue una sorpresa bastante desagradable. Volviendo a casa le conté que había una auténtica lucha de poder por parte del nuevo director artístico contra Pedro González, en la cual bien poco podía hacer yo, si no era por la vía diplomática, puesto que la situación ponía en entredicho profesionalmente a cuarenta y cinco músicos de la Orquesta, incluyendo a dos de la Secretaría General Técnica debido a su bajo nivel artístico, mediante una ya famosa lista, la «Lista de Lissner», como la apodaron todos los músicos de la Orquesta, emulando la película de Steven Spielberg de 1994 La lista de Schindler. Un auténtico thriller. El fondo de la cuestión era que, esta lista, planteaba el bajo rendimiento artístico actual de la Orquesta, por haber mantenido la inoperancia del contrato que nos amparaba en la actualidad ante la dejación que había tenido el Teatro Real desde el principio del contrato, abandonando las directrices artísticas y dejando que las marcara exclusivamente la Secretaría General Técnica. Esta situación pretendía establecer un nuevo contrato en el que, esas directrices artísticas, estuvieran bajo

las órdenes exclusivamente del nuevo director artístico del Teatro Real, Stéphane Lissner. Intuí que el ataque hacia mi persona provenía del orgullo mal herido de mis compañeros de la Secretaría Técnica, lo cual les dejaba en mal lugar como gestores y como músicos ante el resto de la Orquesta y la opinión pública, motivo por el cual trataban de desviar la atención hacia mi persona, que era el único que no salía en la lista, responsabilizándome de su autoría y puesta en funcionamiento ante la Orquesta. Entre todo este drama, seguía con mis compromisos: concierto del Cuarteto Manuel de Falla en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, patrocinado por la campaña a favor de «La Calidad». Comida de despedida por jubilación de Andrés Ruiz, violinista de la OSM y persona muy querida por todos, en el restaurante Ascot de la Moraleja entre un ambiente de recelos y suspicacias. Comienzan los ensayos de la OSM el día 18 para el Concierto de Santa Cecilia con el director Yuri Ahronovitch. El día 21 de noviembre tenemos el ensayo general en el Auditorio Nacional y el concierto a las diez y media de la noche. Posteriormente se celebró un cóctel en Los Galgos, organizado por la propia Orquesta en conmemoración de nuestra Patrona. Ensayo general y concierto el día 26 en el Auditorio Nacional, del Requiem de Brahms bajo la dirección de Frühbeck de Burgos, con la colaboración de la Coral de Bilbao. La Comunidad de Madrid me invita a participar en un curso para la Orquesta Sinfónica de Estudiantes. El día 29 llega un informe de Joaquín Turina a la oficina de la OSM que me deja perplejo al no tener ninguna vinculación con la orquesta. Tenía todos los ingredientes de haber sido encargado por la Secretaría General Técnica, pero yo no había sido informado de ello y no conocía ninguna vinculación existente entre la orquesta y el periodista que justificara el siguiente informe:

•1º Unión de la SGT. •2º Acuerdos con Lissner. •3º Periódicos. •4º Próximas reuniones con Lissner.

•5º Reunión informativa a la OSM la semana próxima.

Este informe me hace pensar que estoy inmerso en la problemática de la OSM con el Teatro Real, colocándome enfrente de la Orquesta como si fuera su enemigo y tendiéndome una trampa que trata de justificar a la Secretaria General Técnica como inocente de toda la negociación y excluyéndome de ella. Llegados a este punto, para ponérmelo más difícil, Stephan Lissner puso como condición para la siguiente reunión que solo hablaría conmigo, porque con el secretario general no se entendía. Posteriormente tuve que reconocer con tristeza que fué una grave equivocación por mi parte aceptar la responsabilidad de aquella reunión: porque el responsable contractual de la OSM era Pedro González y, por otra parte, era un regalo envenenado del cual nada podía salir bien, ya que les estaba ofreciendo a ambos las justificaciones que necesitaban para reforzar su actuación. Por si fuera poco todo este embrollo, se unió Frühbeck de Burgos contándome la siguiente conversación.

—Adolfo, he tenido una reunión con Tomás Marco, Lissner y la comisión de la Orquesta Nacional de España, en la que les he propuesto mi titularidad y el paso de la Orquesta Nacional de España al Teatro Real -me explicó Frühbeck. —Rafael, creo que comprendes que con este ofrecimiento dejas a la OSM fuera del cuadro —le confesé, aunque sabía que él lo había previsto así.

Cuando repetí esta información en nuestra siguiente reunión, el Secretario General Técnico montó en cólera porque le desplazaban y mermaban más todavía su autoridad y prestigio como músico. Concentrarse en la música empezaba a ser complicado, no estaba acostumbrado a tanto estrés ni conflictos novelescos. Concierto de la OSM en el ciclo Webern, dirigido por José Ramón Encinar. Concierto del Cuarteto Manuel de Falla en Pamplona y, al día siguiente una vez en Madrid, ensayo general con el Grupo Koan para un concierto en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional bajo la dirección de José Ramón Encinar. Poco

después comienzan los ensayos de la OSM para el concierto de Santa Cecilia en el Teatro Real de Madrid, bajo la dirección de Frühbeck. Los acontecimientos se producen vertiginosamente y no puedo ni quiero dejar de lado mis actividades profesionales por motivo de acosos persecuciones y hostigamientos. Los días 20 y 21 se celebran unas Master Class en el Conservatorio Ángel Arias Maceín, patrocinadas por la firma Buffet. Concierto de Santa Cecilia en el Teatro Real de Madrid a las ocho de la tarde bajo la dirección de Frühbeck de Burgos con el siguiente programa: C. Prieto, J. Brahms e I. Stravinski. El día 28 concretamos la fecha para la audición de las adaptaciones para el cuarteto de clarinetes en la Fundación March, en la cual estará Pepo Falla como representante de la familia. Nos acercamos al final del año entre revuelos y conflictos. ¿Cómo terminará la cosa?

Capítulo 29

Caracas, concierto con la Orquesta Sinfónica Municipal

Viajo a Caracas junto a Tomás Marco, el día 3 de diciembre de 1996 para estrenar su obra Aurora, Fantasía Concertante para clarinete y orquesta de cuerdas, así como la obra de Carmelo Bernaola Imita, imita, que algo queda con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, ambas como estreno mundial en Venezuela. Durante el viaje y la estancia en Caracas fue inevitable hablar sobre la situación generada en la OSM a partir del nombramiento de Lissner como director artístico del Teatro Real.

—¡Menudo revuelo! Desde su nombramiento, ha cuestionado la calidad e idoneidad de algunos de los componentes de la Orquesta Sinfónica, por lo que propuso una reunión para determinar las causas y la solución de las mismas — me dice Tomás durante el largo, larguísimo vuelo. —¿Y qué solución plantea? —Pues un cambio radical en la plantilla. Ha elaborado una lista de cuarenta y cinco músicos que, según él, no dan el nivel deseado y hacen que la calidad de la Orquesta sea muy inferior a lo que se pretende —confiesa bajando el tono de voz, como si fuera un secreto—. Esta lista se ha hecho viral y, aunque se desconoce su autoría, se comenta quién se la puede haber proporcionado. —Pues la verdad que es la primera vez que oigo hablar de ella…—me lamento. —Este planteamiento está alimentando dudas en cuanto a tu actuación sobre el mismo…—continúa diciendo Tomás con cara de circunstancia—. Hay a quien le interesa insinuar que el artífice de esta lista eres tú, pues parece que tu nivel artístico está fuera de todas dudas. A esto habría que añadir la tensión generada dentro de la Secretaria General Técnica por tus constantes conciertos como solista, actividades artísticas y tu rango como catedrático. —Me lo imaginaba…—murmuro reflexionando sobre todo lo dicho—. Pero

sabrás que no estoy dispuesto en absoluto a renunciar a mis actividades artísticas, son el sentido de mi vida profesional —aclaro sin temor ni vergüenza a lo que él, con media sonrisa, asiente conociendo sobradamente mi carácter, determinación y amor por mi trabajo.

Llegamos a Caracas el día 3 a las dos y cuarto de la tarde. El calor y la humedad, como de costumbre, nos reciben nada más llegar. Nos recoge Carlos Riazuelo, director artístico y musical de la Orquesta, y nos lleva al Hotel Caracas Hilton. Vamos a cobrar el cheque de las dietas «viáticos» (como les llaman en Caracas) y regresamos al hotel. Asistimos al ensayo de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas a las 9 de la noche, después cenamos en un restaurante de comida típica venezolana y no tardamos en irnos a dormir. Cojo la cama con gusto, ha sido un día verdaderamente largo. Al día siguiente, después de desayunar, dedico un rato al estudio en la habitación del hotel y, más tarde, viene a buscarnos el gerente de la Orquesta para llevarnos a ensayar en su sede. Durante la cena continuamos hablando y me cuenta los hilos que se están urdiendo alrededor de la Secretaría General Técnica y, más concretamente, alrededor de mi persona. Agradezco estar informado y aquel tema se convierte en protagonista de casi todas las sobremesas. Ensayo nuevamente con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas en el Aula Magna de la Universidad y comemos en la residencia del Embajador Español, don Aurelio Pérez Giralda, antes de la Master Class que ofrecerá Tomas Marco en la Universidad, además de una entrevista conjunta que nos hacen para televisión.

—Lo de la ONE es exigencia exclusivamente de Rafael Frühbeck —explica Tomás mientras apuramos el postre de la cena—. En ese caso se abriría de nuevo la Zarzuela y la OSM iría allí como orquesta titular. —Está claro que le han estado dando muchas vueltas al asunto… —La fórmula ideal, según Frühbeck, sería: contrato con la ONE, ligándola a la Fundación Teatro Real, de dos a tres años, compaginando la programación del Real con la temporada de conciertos en el Auditorio Nacional, mientras se

vuelve a abrir la Zarzuela. En el caso de que fructifique lo de la ONE, se quedaría la OSM con la Zarzuela y el ciclo de conciertos de la Comunidad de Madrid —explicó como si tal cosa. —Esta noche me va a costar dormir…—le confesé sabiendo que no dejaría de darle vueltas.

Ensayo con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas en el Aula de Fonología, ensayamos las obras de Carmelo Bernaola y Tomás Marco. Vamos al periódico Universal para que nos hagan una entrevista, después nos llevan a una excursión larga, con mucho atasco y mala carretera que recuerda a la Selva Negra, hasta la Colonia Tobar. De regreso al hotel nos recoge nuevamente Carlos Riazuelo con su mujer para ir a cenar. Al día siguiente tenemos el ensayo general en el Aula Magna, de las obras de Carmelo Bernaola y Tomás Marco, dirigido por Carlos Riazuelo. Por la noche asistimos al ballet Cascanueces y a una cena con Carlos y Nora. El día 8 desayuno, estudio un poco y hago la maleta. Ofrecemos el concierto en el Aula Magna de la Universidad bajo la dirección de Carlos Riazuelo. Tras este evento comemos con la presidenta de la Orquesta y regresamos a Madrid en el vuelo Viasa 742. Llegamos a Madrid-Barajas el día 9 de diciembre. Me invitan a «Los Encuentros de la Orquesta Sinfónica de Estudiantes» de la Comunidad de Madrid el día 10, como especialista de clarinete. Tiene lugar en el Hotel Escuela de la Carretera de Colmenar Viejo, km. 12.800, patrocinado por la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid. Estos encuentros tienen una duración de cuatro días, entre medias de los cuales viajo a Coruña el día 13 de diciembre, para dar un concierto con el Cuarteto Manuel de Falla en el Teatro Rosalía de Castro. Como ya he dicho en alguna ocasión, mi maleta está harta de no poder descansar nunca en un armario. Continúo el curso de la Orquesta Sinfónica de Estudiantes hasta el día 16, vuelvo a casa y aprovecho la tarde para estudiar. El día 23, como celebración del cumpleaños de Marga, vienen a comer Frühbeck y su hijo, Claudio Prieto y señora y Humberto Orán y señora. Para el homenaje Marga vuelve a preparar, como ya es tradición en esta fecha, su maravilloso cocido. Curiosamente, en esta comida hay personas involucradas en el conflicto de la OSM, aunque no se

comenta nada en absoluto durante la comida. La noche de Nochebuena cenamos en casa muy tranquilamente, viene a cenar mi suegra Blanca y pasamos una velada apacible y familiar. Concierto de la OSM en el Auditorio Nacional de la 9ª Sinfonía de Beethoven con el Orfeón Donostiarra y Rafael Frühbeck de Burgos como director. Cena en el restaurante La Quinta. Vamos a Gavilanes para tener algo de tiempo para nosotros y contarle a Marga las últimas novedades de esta «novela». Hace mucho que no hemos ido y la casita y está muy descuidada. Aprovechamos para arreglarla un poco, comemos y cenamos fuera, arreglamos la antena de televisión y vemos a nuestros amigos del pueblo. Salimos el día 31 de diciembre hacia Madrid, muy temprano, paramos en Boadilla para comprar las últimas viandas de la cena de Nochevieja. Esta noche viene toda la familia a cenar, treinta y dos personas exactamente, despidiendo el año entre copas de champán y uvas.

Capítulo 30

Reflexiones ante la despedida del año 1996

Habida cuenta de la trayectoria seguida por la Orquesta Sinfónica mientras estuve como vocal de su Junta Directiva, desde 1968 hasta 1981, y posteriormente como miembro de la Secretaría General Técnica hasta el mes de diciembre de 1996, resulta evidente que se ha producido una espectacular mejora artística y organizativa en la Orquesta respecto a su etapa anterior, sacándola del ostracismo en el que estaba inmersa y colocándola en la primera línea de las orquestas españolas. Sin embargo, durante los últimos meses, se ha producido un escrache, ataque o bloqueo contra mi persona desde la Secretaría General Técnica, apoyado por la mayoría de la Orquesta, que ha refrendado sus opiniones o callado sus desacuerdos a mis obligaciones dentro de la propia organización. Ante el callejón sin salida en el que me estaban colocando, he decidido que durante las Navidades del 96 iba a reflexionar sobre mi futuro personal y artístico, ante la conveniencia de continuar o no en la Secretaría General Técnica o incluso en la propia Orquesta, ya que la música sigue siendo mi único objetivo y referencia vital. Los movimientos políticos a los que estaba asistiendo no eran el motor de mi vocación, independientemente de que durante toda mi vida he tenido gran interés e inclinación hacia todo lo que significan proyectos, como prueba de superación y magnificación de la propia actividad, pero en este momento consideraba que mis proyectos corrían un serio peligro si no los protegía de situaciones como estas. La música siempre fue la esencia de mi vida. El papeleo, la burocracia, las reuniones infinitas, las actas o la política eran un complemento que me había caído sin buscarlo y al que no me había negado pensando en crecer, mejorar y aportar nuevas cosas a la Orquesta en definitiva. Pero si esto iba a suponer un menoscabo en mi trabajo, imagen o ilusiones, llegaba el momento de pensar en nuevos objetivos. Porque ya se sabe, año nuevo, vida nueva. ¡Adiós 1996!

Parte VIII

(1997-2001)

Capítulo 1

Sobre la OSM

Después de las Navidades, tras escuchar el famoso concierto de la Orquesta Filarmónica de Viena como preludio del Año Nuevo 1997, he llegado a la conclusión de que estoy preparado para abordar un cambio importante en mi secuencia vital. Voy a llegar a la maravillosa cifra de 50 años el próximo 28 de agosto, medio siglo de vida, durante el cual gran parte de mis metas artísticas e interpretativas se han cubierto satisfactoriamente en lo referente a creación de distintos grupos de cámara, en la mayoría de los cuales he desempeñado además la labor de director musical, como solista en recitales de clarinete y piano o como concertista acompañado por Grupos y Pianistas maravillosos y por Orquestas Sinfónicas Internacionales. Valorando la etapa vivida en la Orquesta Sinfónica de Madrid, como solista de clarinete durante treinta y dos años, veinte de los cuales estuve también al frente de su gestión consiguiendo situarla entre las mejores orquestas españolas; como orquesta titular del Teatro de la Zarzuela y posteriormente del Teatro Real de Madrid, junto con el Ciclo de Orquestas Sinfónicas de la Comunidad de Madrid, me precio de haber sido «corresponsable» de todos estos éxitos y proyectos, por lo cual estoy sumamente satisfecho. Sin embargo, atendiendo al momento que nos ocupa, considero que la trayectoria artística de esta orquesta ha tocado techo, en lo que se refiere a organización, promoción, difusión, calidad artística y a mi persona. Stéphane Lissner estuvo como director artístico del Teatro Real desde marzo de 1996 hasta febrero de 1997, fecha en que dimitió después de una corta pero intensa batalla librada contra la OSM y la istración, tratando de hacer prevalecer sus criterios artísticos, mediante actitudes arteras contra la Orquesta y cuarenta y cinco de sus , lo cual le colocó en un enfrentamiento directo con Tomás Marco. Afortunadamente Lissner dimitió de manera forzada, Fue el detonante de una situación enquistada que puso de manifiesto determinadas actitudes dejando expedita la situación que provocó a su paso, no así la que provocó en la OSM, que culminó con envidias internas pudiendo asentarse algunos de sus componentes en los puestos que ansiaban sin tener que competir con nadie más. No les salió bien a Lissner ni a Frühbeck, y benefició de rebote, a los dirigentes de la OSM y a sus aliados.

Capítulo 2

Nuevo año

Comienzan los ensayos con la OSM en el Auditorio Nacional los días 2, 3 y 4 de enero de 1997 para el concierto de Reyes, nieva abundantemente en Madrid y, para llegar al ensayo general en el Auditorio Nacional, necesitaría unos esquíes. Concierto a las ocho y media del día 6 con Plácido Domingo y Enrique García Asensio como director. Comen en casa mi hermana Laura y su marido y tengo la primera clase en el Conservatorio Ángel Arias Maceín después de las Navidades. Nueva entrevista con Stéphane Lissner, asistimos la S.G.T. sin saber muy bien lo que pretendía después de la situación creada durante los dos meses pasados, personalmente me dio la impresión de que reculaba en sus ideas respecto a la Orquesta, aportando muchas ideas en cuanto a la estructura artística del teatro que incluían a la Orquesta Sinfónica como titular del mismo y solicita la preparación del contrato para su firma. Imagino que, como yo, utilizaría las Navidades para reflexionar, en cualquier caso me quedé un tanto preocupado aunque esa guerra ya no era la mía. Llama Tomás Marco para invitarnos a la rueda de prensa de la presentación del Ciclo de la Comunidad de Madrid, cuando le comunico que me he desvinculado de la Secretaría General Técnica me responde que ya se lo esperaba. Al día siguiente me quedo en casa para estudiar y por la noche voy a cenar con Miguel Ángel Gómez Martínez en el restaurante la Nicolasa. La conversación gira en torno a la situación de Lissner, me dice que se rumorea que pronto dimitirá. Le comunico que me he apartado de la Secretaría General Técnica como consecuencia de las desavenencias que había provocado el tema Lissner entre nosotros. El día 13 de enero fallece Rosita, la esposa del doctor Méndez Uruburu, el ginecólogo familiar desde hacía muchísimos años. Al día siguiente acudimos a su entierro a las cuatro de la tarde y después vuelvo a casa para trabajar en algunos proyectos del Cuarteto Manuel de Falla. Viene un inspector de Educación al Conservatorio como consecuencia de una denuncia por parte de la OSM. Me pide que justifique mi situación laboral actual, alrededor de lo cual hablamos relajadamente y le explico con detalle cuales son mis horarios en el Conservatorio y la comprobación de su cumplimiento, después de lo cual me

dice que comprende la situación y, obviamente, considera que no estoy desatendiendo mi trabajo en el Conservatorio. Levanta acta de la reunión y le firmo la declaración. Pasado un tiempo comienzan a preparar reuniones distintos grupos de la Orquesta para convocar una asamblea. Continúan la ronda de reuniones en la oficina de la OSM y, sobre las cuatro de la tarde, se produce la asamblea de la OSM solicitando autorización por parte de los socios para la firma del acuerdo con el Teatro Real. Aprovecho un huequecito para desintoxicarme y celebramos una paelleta en casa con nuestros amigos Juanito y Carmen.

—Vaya jaleo el que se ha producido en la OSM —comenta Juan Aguado mientras esperamos que terminen la paella. —Se veía venir Juanito, la situación no podía continuar así. El golpe que les ha dado Lissner a algunos ha sido muy duro y necesitaban defenderse. —¿Qué tienes pensado hacer ahora? —pregunta interesado. —Por el momento continuaré en mi puesto de clarinetista, después tengo planes interesantes —expliqué a mi amigo tranquilizándole en cuanto a mi estado de ánimo.

El día 27 tenemos una reunión con Emilio Sagi para la preparación del Concierto de Santa Cecilia del día 20 de noviembre, con posterior comida en Lhardy. Ofrecemos un concierto en el Auditorio Nacional. Al día siguiente me reúno con José Alberto Garijo para felicitarnos el año nuevo, a las seis de la tarde. A las ocho toca Pipo en Polimúsica y voy a escucharle lleno de ilusión porque veo que está progresando mucho. Finalizando el mes de enero comenzamos los ensayos de la OSM bajo la dirección de Bernardo Adam Ferrero para hacer un concierto en el Palau de la Música de Valencia. Viajo a Valencia en coche el día 1 de febrero y me hospedo en el Hotel Meliá Don Jaime. Al día siguiente damos un concierto con la OSM en el Palau de les Arts de Valencia a las siete y media de la tarde, bajo la dirección de Bernardo Adam Ferrero. Después del concierto ceno con unos amigos que han venido a

visitarme y, después de una charla distendida, voy a acostarme al hotel. Al día siguiente viajo a Madrid y tenemos una reunión con Juan Cambreleng. Él no sabe nada en cuanto a mi decisión, me comenta que ya ha presentado su dimisión Stéphane Lissner como director artístico y, posiblemente, le nombrarán a él para ser el próximo director artístico del Teatro Real.

Capítulo 3

Concierto en Logroño, María José Montiel y Zanetti

El día 20 comienzo los ensayos con María José Montiel y Miguel Zanetti para un concierto en Logroño. Viajamos a Logroño el día 24 de febrero y nos hospedamos en el Hotel Ciudad de Logroño. Daremos el concierto en la Sala Gonzalo de Berceo, interpretando los Lieder de Schubert. Me las prometía muy felices al abordar este programa porque me encantan estos Lieder y los he tocado varias veces y con distintas solistas. La última vez fue para una grabación en Radio Nacional con Yannula Pappas soprano y Ana María Gorostiaga al piano. Cuando llegamos al primer ensayo, María José Montiel, me confesó que su tesitura no aguantaba para cantar esta obra debido a la tonalidad porque le resultaba muy aguda y no podía modular convenientemente el fraseo ni la entonación. Conozco bien a María José y su calidad y cualidad como cantante, es una soprano dramática con un color de voz maravilloso y una amplitud fuera de lo normal, pero estos Lieder no están escritos para estas características de voz, son mucho más ligeros y venían impuestos por la organización del concierto. Estuvimos hablando Miguel y yo y llegamos a la solución de transportar la obra tono y medio más bajo. Dicho resulta muy fácil, pero el hecho ya es más complicado, además de que a mi modo de ver, la obra desmerecía en colorido y frescura. Sufrimos mucho Miguel Zanetti y yo pero, en fin, todo sea por la soprano, aún con todo el concierto salió muy bonito y María José cantó como los ángeles. Regresamos a Madrid el día 25, a las once tuve una reunión en la Fundación Carlos de Amberes, para organizar un concierto en Segovia más adelante, donde interpretaré el estreno en España de la Segunda Sonata Op. 120 nº 2 de J. Brahms, en la adaptación para clarinete y orquesta de Luciano Berio, dirigida por José Ramón Encinar. A las doce recojo el contrato de la OSM en el Teatro Real y lo llevo a la oficina. A las tres de la tarde tengo una comida con tres patrocinadores del Teatro Real, me comunican la dimisión de Lissner y me preguntan cómo van las cosas en la Orquesta. Les cuento mi decisión y me animan en mi nueva etapa, se muestran contentos con mi futuro inmediato, diciéndome que me queda mucho recorrido por hacer.

A las nueve de la noche tengo una reunión con Frühbeck y posterior cena a la que se une Humberto Orán. Nuevamente todo gira alrededor de la misma situación, continúan teniéndome como eje informativo, están interesados en conocer mi motivación para abandonar la Secretaría General Técnica, ambos son amigos y no les voy a engañar, les cuento mi decisión ya conocida por el lector. El día 26 comienzan los ensayos dirigidos por Pedro Halffter para un concierto de Salamanca. A las ocho de la tarde repetimos el programa que hicimos en Logroño en la Fundación March, interpretando nuevamente los Lieder de Schubert con María José Montiel y Miguel Zaneti. Continuamos los ensayos con Pedro Halffter a las diez, por la tarde tengo una nueva reunión del CEP y a las cuatro clase en el Conservatorio. Viajo a Salamanca el día 1 de marzo, alojamiento en Gran Hotel y comida con mis alumnos Paco y Maribel. A las ocho y media tengo un concierto en el Auditorio de Salamanca dirigido por Pedro Halffter, después cenamos con los alumnos y regreso a Madrid al día siguiente. A las doce toca Pipo en la Escuela de Música Maese Pedro y voy a escucharle nuevamente. Está mejorando mucho y se muestra cada vez más inquieto con sus actividades y con la música en general. Los días 3, 4 y 5 tenemos ensayos con la OSM, el día 6 tengo clase en el Conservatorio. El día 9 de marzo vuelve el cumpleaños de Pipo, preparamos la celebración en casa con toda la familia y sus amigos, llegando a reunir a cincuenta invitados. Ensayo con la OSM a las diez de la mañana y a las siete tengo una reunión con Juan Cambreleng, con el que me une una buena amistad desde hace bastante tiempo y se ha interesado por mi salida de la Secretaría General Técnica, me dice que Lissner está a punto de dimitir porque ha perdido todos sus apoyos y es muy probable que le nombren a él director artístico del Teatro Real. Le doy mi felicitación por anticipado. El día 14 de marzo tenemos Claustro en el Conservatorio y después viajamos a Rótova en mi coche, junto a María y Santi. Recogemos las llaves en Gandía y comemos en Oliva. Regresamos a Madrid para atender mis clases en el Conservatorio. Ensayo con los alumnos y posteriormente acudimos a un concierto a las seis en Expo-Ocio.

Capítulo 4

Concierto de clarinete y banda de mi padre en Zaragoza

Viajo a Zaragoza con mi mamá el día 21 para ensayar con la Banda Municipal de Aragón el concierto de mi padre, que se celebrará en la Sala Mozart del Auditorio de Música de Zaragoza. Aprovecho para llevar a mi madre con mis hermanas porque las echa de menos y ella prefiere estar una temporada con cada uno. Después voy al ensayo que tendrá lugar en el Salón de Actos de la Residencia el Buen Pastor, al finalizar el ensayo voy a recoger a Anita, hija de mi sobrina Mari Gloria y salimos hacia Rótova para pasar unos días maravillosos de descanso, alternándolos con mi estudio para el concierto. El día 29 viajamos por la mañana temprano de regreso a Zaragoza para devolver a Anita a casa de sus padres y ver a mi madre y al resto de la familia. Nos hospedamos en el Hotel Boston y vamos a comer a casa de mi hermana Carmen. A las cinco de la tarde hacemos el ensayo general del concierto con la Banda Sinfónica de Aragón. A las ocho comienza el concierto en la Sala Mozart del Auditorio de Música de Zaragoza, con la Banda Sinfónica de Aragón, interpretando el estreno mundial en Zaragoza del Concierto para Clarinete y Banda Sinfónica de Miguel Adolfo Garcés. Terminamos aquella emotiva velada con una cena en casa de mi hermana Gloria. Tengo clases en el Conservatorio los días 2 y 3 de abril 1997, a partir de entonces comienzan los «Encuentros para Jóvenes de la Comunidad de Madrid» con la Orquesta Sinfónica de Estudiantes según el siguiente esquema de horarios: ensayo general con los profesores, clases de grupo con los alumnos. Este esquema es idéntico hasta llegar al día 6, en el cual se incluirá el ensayo general con los profesores a las cuatro de la tarde. Vuelvo a Madrid para hacer un ensayo con el Grupo Koan bajo la dirección de José Ramón Encinar. A la una tengo una reunión con Emilio Sagi que enlaza con una comida en la que se incorpora Miguel Roa, director artístico del Teatro de la Zarzuela. A las cuatro de la tarde voy a ver a Juan Cambreleng y a las ocho de la tarde tenemos el concierto con el Grupo Koan bajo la dirección de José Ramón Encinar en el Auditorio Nacional.

Todas estas reuniones eran la consecuencia de la situación que se había producido en la OSM a partir de mi salida de la Secretaría General Técnica y la dimisión de Lissner como director artístico. Estas personas habían estado muy ligadas a las gestiones que organizaba mientras estuve en la Secretaría General Técnica y nos entendíamos perfectamente, no obstante les comenté que mi salida fue algo requerido expresamente por mí, ya que no estaba a gusto y no deseaba volver a gestionar la Orquesta en las presentes condiciones. Clases en el Conservatorio. El día 9 de abril a las ocho de la tarde tuvimos un concierto con la Orquesta Sinfónica de Estudiantes de la Comunidad de Madrid en el Auditorio Nacional de Música, como consecuencia de la preparación de los alumnos en el curso precedente. Este fue el primer concierto de mi hijo Pipo en el Auditorio Nacional ya que formó parte de ese curso. Las situaciones se van produciendo en cascada casi sin darme tiempo a reaccionar. Ese mismo día acuso recibo de una denuncia, presentada por dos dirigentes de la OSM, Pedro González y Andrés Zarzo, interpuesta contra mí a la Comunidad de Madrid por posibles incompatibilidades entre el Conservatorio y la Orquesta. A las doce se convoca una reunión de departamento en el Conservatorio y a las cuatro tengo clase con mis alumnos. Al día siguiente vienen Juanito y Carmen con unos amigos a nuestra casa para hacer una «paelleta» y el día 14 hacemos un ensayo con José Tomás de las partes solistas de las Piezas de Mendelssohn para el concierto que tenemos programado en Soria.

Capítulo 5

2 Piezas de Mendelssohn en Pamplona

Viajamos a Pamplona en el nuevo coche de Tomás junto a nuestras esposas. Se acababa de comprar un Rover nuevecito y quería estrenarlo con nosotros. Llegamos a Pamplona y nos hospedamos en el Hotel Ciudad de Pamplona. Comimos en el hotel y a las cinco tuvimos el primer ensayo con la Orquesta de Pamplona dirigida por Enrique García Asensio, interpretando las Piezas de Mendelhsonn para Clarinete, Corno di Bassetto y Orquesta. Realmente fue un disfrute tocar con José Tomás dirigidos por Enrique García Asensio, me daba la sensación de que todo era fácil. Hicimos el ensayo general en el Teatro Gayarre a las once y a las ocho de la tarde el concierto. Las piezas resultaron maravillosamente con la Orquesta, cobraban vida y sonido los dos instrumentos de viento con su timbre característico sobre el lecho sonoro aportado por la Orquesta. Tanto fue así que nos contrataron para hacer una gira de conciertos por Galicia con este programa. Nunca antes las habíamos tocado en versión original, con orquesta, siempre se tocaban acompañadas por la reducción de piano y claro, no es lo mismo. Regresamos a Madrid al día siguiente haciendo una breve parada en Medinacelli para tomar un café y seguir comentando las peculiaridades del concierto. Ya en Madrid, ensayamos con el Cuarteto Manuel de Falla a las siete de la tarde. Al día siguiente tengo clase en el Conservatorio y, posteriormente, se convoca una reunión con la comisión pedagógica del Conservatorio, para la elaboración del proyecto curricular. A principios del mes de mayo alterno las clases del Conservatorio con los ensayos del Cuarteto Manuel de Falla. Estos ensayos son los primeros que hicimos con Ramón Ceballos como segundo clarinete. Hago una escapada al Monasterio de Piedra el día 13 de mayo, para tener una reunión con profesores y compositores de distintos lugares de Aragón que resultó muy satisfactoria, con la finalidad de preparar un curso de índole básicamente aragonés y organizar el ideario del mismo. Organizamos una maratón musical en el Conservatorio, invitando a gran parte del profesorado de los conservatorios madrileños. Posteriormente tenemos

nuevos ensayos con el Cuarteto Manuel de Falla en la Sala Madrazo, programados para adecuarnos al nuevo componente y preparatorios del concierto que ofreceremos en Miraflores de la Sierra. Celebramos la fiesta de cumpleaños de María, a la cual asisten cincuenta y seis invitados. Posteriormente continuamos con los ensayos del Cuarteto Manuel de Falla en la Sala Madrazo, hasta final de mes. Nueva reunión con el grupo de trabajo del CEP, a continuación de la cual celebramos una comida por cualquier motivo, daba igual porque la disfrutábamos como siempre. A las cuatro de la tarde tengo clase en el Conservatorio. El día 24 de mayo ensayamos con el cuarteto en la Sala Madrazo y al día siguiente tuvimos un concierto en Castelló de la Ribera, aunque le habían cambiado el nombre al pueblo, era Villanueva de Castellón y seguía siendo mi pueblo favorito y entrañable, muy conocido y de muy buenos recuerdos. Al fin se solucionó todo el tema de Lissner, tuvo que dimitir, como me adelantó Juan Cambreleng, para que las aguas volvieran a su cauce y el contrato de la Orquesta no sufrió variación alguna. Al día siguiente se produjo la entrega de contratos a Juan Segura, gerente del Teatro Real, para hacer efectivos los acuerdos alcanzados. Comida con Humberto en el restaurante Don Pelayo y posterior ensayo con los alumnos para la audición en el Conservatorio. El día 31 de Mayo se convoca a los socios de la OSM para tratar del futuro de la Orquesta, mediante la convocatoria de elecciones para volver a la situación de Junta Directiva según establecen sus estatutos, mediante la desaparición de la Secretaría General Técnica. Jugada inteligente para congraciarse con la Orquesta, necesitaban que se olvidaran determinadas actuaciones de la Secretaría General Técnica por temor a que les salpicaran a los que quedaban de ella, y rodearse de músicos agradecidos sin ninguna preparación en la gestión y aupándolos a la Junta Directiva, dejando todo el poder de decisión en una sola mano. Aunque ya conocíamos el resultado de la Junta Directiva de tiempos atrás cuando cogimos la Orquesta, parece que no aprendieron de aquel ejemplo, o no les interesaba recordarlo. El día 1 de junio de 1997 elaboro la memoria del curso escolar y encuaderno el proyecto curricular para entregarlo en Secretaría. A las ocho de la tarde tocan todos los alumnos en un concierto conmemorativo del Centro. Reunión de departamento para presentar la 3ª evaluación y la recogida de los libros del proyecto curricular de grado medio en el Conservatorio. Reunión del cuarteto para la declaración de la renta, para celebrarlo cenamos en el Restaurante

Asturiano. Posteriormente tengo una reunión con la Secretaría General Técnica para comunicarle oficialmente mi decisión de abandonarla. El día 21 toca Pipo el Trío de Brahms para clarinete, violonchelo y piano en el Centro Cultural de Tres Cantos. Viaje a Caspe con Jorge Gil y Pipo, comienza el curso en Caspe del 22 al 27 de junio. Durante la realización de este curso tuve que volver a Madrid por la convocatoria de una asamblea de vital importancia el día 24. Como ya he comentado en algunos fragmentos de esta memoria, a partir del convenio con el Teatro Real los ánimos en la Orquesta han cambiado respecto a mi persona, sobre todo en lo que respecta a la Secretaría General Técnica, en la cual he notado un distanciamiento en ciertas actuaciones que ponen de manifiesto que nuestra situación ha terminado. Esta asamblea tiene como finalidad anunciar elecciones para evitar la figura de la Secretaría General Técnica, la Junta Directiva, trasnochada por el paso del tiempo y sin ninguna operatividad para los tiempos presentes y el desconocimiento total de la misma para todos los presentes, tal y como siguen reflejando los estatutos originales que han estado a punto de ser cambiados en dos ocasiones por la pérdida de actualidad de los mismos. Esta Junta Directiva estará compuesta por un presidente, un vicepresidente, un tesorero y tres vocales, lo cual descarta la posibilidad de un puesto como el que he venido ocupando durante los veinte años anteriores, cambiando absolutamente la dirección de la Orquesta, que tantos éxitos nos ha proporcionado y convirtiendo a la Junta nuevamente en un poder «omnímodo» que era lo que se pretendía. Aprovechan sin embargo para anunciar una figura que, si bien no está en el organigrama, pasa a ser la persona de confianza del presidente, aunque no explican el papel que ocupa y en qué concepto se le paga. Vuelvo a Caspe para terminar de impartir el curso. El día 27 regreso a Madrid para tener una reunión con Emilio Sagi y comunicarle la decisión tomada por la Orquesta en cuanto a volver a la figura de Junta Directiva a partir de la elecciones, que se celebrarán el día 29 del próximo mes de septiembre Nos reunimos el día 29 de junio con la Fundación Juan de Borbón en Segovia, para organizar el concierto que dirigirá José Ramón Encinar interpretando la Primera Sonata de Brahms en versión de Luciano Berio para Clarinete y Orquesta con Adolfo Garcés como solista. Ensayo con la OSM el día 30. El día 3 de julio de 1997 tengo concierto del Requiem de Verdi con la OSM en el Auditorio Nacional. El día 4 estudio en casa y voy a la oficina de la OSM para recoger mis papeles y algunas pertenencias. A las cuatro de la tarde tengo ensayo

con el Cuarteto Manuel de Falla y al día siguiente se convoca nueva asamblea para anunciar elecciones formalmente, a partir de la configuración que acabo de explicar. En definitiva, se convocan elecciones para el 29 de septiembre y hasta entonces tendría tiempo para reafirmar las distintas opciones, lo cual no entra en mis proyectos. Ensayo en el Teatro Principal de Burgos los días 6 y 7, bajo la dirección de Frühbeck de Burgos, precedidos del concierto. Regreso a Madrid el día 8. A las cuatro de la tarde tengo ensayo en el Teatro Real del concierto que ofreceremos en Segovia bajo la dirección de José Ramón Encinar con Adolfo Garcés como solista. Al día siguiente, a las diez, tenemos nuevos ensayos en el Teatro Real para el concierto de Segovia.

Capítulo 6

Primera Sonata de Brahms versión Luciano Berio. Segovia

Concierto en la Iglesia de la Santa Cruz el día 10 de julio, para la Fundación Juan de Borbón en Segovia, toco la Primera Sonata de Brahms para Clarinete y Orquesta versión de Luciano Berio con la OSM y José Ramón Encinar como director. Era un día lluvioso y cargado de humedad que me hizo pasar los peores ratos de mi vida, recodé el palacio de la Magdalena de Santander, aunque en otra situación meteorológica con fuertes lluvias en el exterior y la humedad reinante dentro de la iglesia, aportaba la misma problemática respecto al instrumento. Mientras la Orquesta interpretaba la primera obra me coloqué en la sacristía, improvisado camerino, arropando y mimando amorosamente mi clarinete, calentándolo mediante el vaho dentro del tubo para que no se enfriara demasiado. Lo conseguí mientras lo tenía envuelto con una gamuza, pero cuando me dirigí hacia el altar, que hacía las veces de escenario, pareció que estábamos en Venecia o similar por el grado de humedad ambiental. Allí acabó la protección hacía el instrumento y nada más empezar el concierto, comenzó a manar una cantidad increíble de vapor, debido al cambio brusco de temperatura aportando gran condensación que se filtraba por los oídos laterales. Cada vez que coincidía con la nota del oído correspondiente, el sonido no salía o salía distorsionado, sin poder evitarlo. La obra tiene una duración de veinte minutos aproximadamente, a mí se me hicieron eternos. No podía hacer otra cosa que soplar delicadamente en los oídos obstruidos cuando tenía algún silencio ya que estaba ante el público, pero aquello se ampliaba por simpatía. Lo dicho, terminé completamente desesperado y, por otra parte, decaído por la versión ofrecida de una obra maravillosa, que me traía recuerdos inolvidables de mi época de estudiante en las clases de música de cámara, acompañado por Virginia Aparicio al piano y con el profesor Andrade da Silva. El resultado fue catastrófico debido a las circunstancias anteriormente relatadas y no pude ofrecer la versión que tenía preparada para la ocasión. Cuando terminó la sonata noté que había estado todo el tiempo con una tensión excesiva y agradecí que se hubiera terminado. La Primera Sonata de Brahms es una maravilla en su versión original para clarinete y piano, nunca antes había

tocado esta versión de Luciano Berio y pude constatar que era increíble el resultado obtenido. Afortunadamente pude resarcirme al poco tiempo, cuando me invitaron desde Málaga para tocar esta obra dos veces en la programación oficial de la Orquesta. Allí pude disfrutar absolutamente de la orquestación y del resultado de la adaptación. Inmediatamente después comenzamos una serie de grabaciones durante el mes de julio, con el maestro Peter Maag, de las Sinfonías nº 3 y 4 de Mendelssohn en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Las grabaciones se prolongaron hasta el día 19 de julio con sesiones de mañana y tarde, momento en el que concluimos con la 4ª sinfonía después de unas jornadas agotadoras por la tensión de la música y de la propia grabación. Ese día, a las ocho de la tarde, hicimos un concierto con el Cuarteto Manuel de Falla en Buitrago de Lozoya, dentro del ciclo «Música en verano», organizado por el Ayuntamiento de Buitrago. A las diez de la mañana del día 24 hay nueva asamblea de la OSM en la Sala Madrazo, no recuerdo exactamente el orden del día porque estaba fuera de Madrid, pero imagino que fue la constatación de lo que he comentado anteriormente. Imagino que constatarían la fecha del día 29 de Septiembre para la convocatoria de las elecciones. Dos días después de la última asamblea y antes de las vacaciones, nos encontramos por última vez la Secretaría General Técnica al completo en el despacho, al que había acudido para recoger mis cosas antes de salir de vacaciones.

—¿Qué vas a hacer en las próximas elecciones, Adolfo? —me preguntó Pedro. —No lo tengo pensado, lo único que ahora me interesa son las vacaciones. —Hombre, algo tendrás pensado —murmuró Rafa mirándome fijamente. —Después de veinte años juntos hubiera deseado una situación más sincera y no tan rebuscada por vuestra parte para apartarme de la Secretaría, sin necesidad de montar todo este embrollo. Por el momento me voy de vacaciones y después ya veremos.

Viajamos a Rótova y comienzo mis vacaciones con el fin de descansar y disfrutar de mi familia y amigos. El día 27 tuvimos sesión de playa en Daimuz y el día 28 llegaron mis hijos, más sesión de playa, aperitivos y frontón por la tarde. Afortunadamente, siempre he tenido gran facilidad para desconectar de situaciones incómodas y esta no iba a ser diferente, máxime cuando había decidido mi nuevo rumbo mucho antes de que sucedieran las cosas tal y como las habían organizado ellos. El mes de agosto pasa más rápido de lo que desearía, entre playa, cine de verano, frontón, aperitivos, familia y visitas de infinidad de amigos que se traducen en muchas charlas, más comidas, viajes, etc. Estudio todos los días porque me gusta el o permanente con mi instrumento, es una forma de disfrutar y de medirme personal y técnicamente cada día. El día 28 celebro mis 50 cumpleaños. Día 29 Regreso a Madrid A primeros de septiembre nos incorporamos a la OSM. Al día siguiente comenzamos los ensayos con el Cuarteto Manuel de Falla en la Sala Madrazo para el concierto en el Otoño Musical Soriano. Se celebran los exámenes de septiembre en el Conservatorio y el día 11 a las dos y media del mediodía salgo de viaje hacia Soria junto con David Ruiz, que viene como pianista acompañante al curso de clarinete que imparto dentro del Otoño Musical. Imparto el curso de clarinete del 12 al 19 de septiembre y al día siguiente se celebra el concierto del Cuarteto Manuel de Falla como clausura del curso. Presento la propuesta de invalidez en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, como consecuencia de varios informes médicos que justifican un desgaste severo en las cervicales, con peligro de la movilidad al continuar tocando ante posibilidades de mayor desgaste. Se celebra la asamblea de la OSM el día 29, donde se produce la votación y salen elegidos mis antiguos compañeros como presidente y tesorero, acompañados por un vicepresidente y tres vocales. Desde ese momento dejo de ser directivo de la OSM. Primer objetivo cumplido. Estoy muy satisfecho de mi trayectoria como gestor en la Orquesta, considero que he sido uno de los que más, si no el que más, ha contribuido para conseguir que la Orquesta saliera de su ostracismo, llegando al Teatro de la Zarzuela, al Teatro Real y al Auditorio Nacional de Música de Madrid. A partir de este momento quedo más libre y tranquilo para hacer frente a mis

obligaciones y al futuro que me he propuesto abordar en los temas docentes y de gestión, motivo por el cual acepto algunos trabajos de grabaciones con mis amigos del grupo vocal para recordar viejos tiempos y refrescar la voz en estos momentos musicales tan desenfadados. Realizamos unas grabaciones de publicidad para distintos estudios de grabación de Madrid; Cineson, Kirios, Sonoland e Hispavox. Comienzo los ensayos con el pianista Jorge Robaina el día 9 de octubre de la Sonata en La menor D 821 Arpegione de Franz Schubert en una transcripción para clarinete y piano muy lograda, y editada por Zimmermann Frankfurt, que interpretaremos el día 30 en el Auditorio Nacional. Termino los exámenes en el Conservatorio y comienzo mis clases por la tarde. El día 11 se produce la apertura oficial del Teatro Real como Teatro de Ópera, mediante un cúmulo de actos con motivo de su inauguración, a los cuales me invitó el actual director artístico y amigo personal, Juan Cambreleng Roca y me reservó un asiento a su lado. Se estrena la ópera Divinas Palabras de Antón García Abril, obra de encargo para su inauguración. Asisto como espectador, puesto que en ese momento había comenzado mi nueva etapa como músico de la Orquesta y había alternancia entre los solistas para cada producción, de forma que en esa obra estaba liberado. Al día siguiente viajamos a Coruña Menchu Mendizábal y yo para hacer un recital de clarinete y piano en la Sala de Cámara del Palacio de Congresos de la Coruña. Nos alojamos en el hotel Atlántico. En ese recital tuve una sorpresa muy agradable al comprobar la acústica y el aforo de la sala de cámara de aquél inmenso palacio de congresos, con una afluencia de público tremenda y una actitud verdaderamente cálida y colaboradora. Cuando regreso a Madrid tengo una reunión en Musiespaña con Juan Cambreleng y Humberto Orán, para organizar algunos conciertos del Cuarteto Manuel de Falla y recitales de clarinete y piano, adecuando los programas para cada uno de ellos. Continúo a partir de las cuatro de la tarde con mis clases en el Conservatorio. Retomamos nuevamente los ensayos el día 24 de octubre con Jorge Robaina, para preparar la Sonata Arpegione en versión de clarinete y piano y ofrecerla el día 30 en el concierto del Auditorio Nacional dentro del ciclo Schubert. Comienzo mi etapa exclusivamente como músico con contrato en la OSM el día 1 de noviembre de 1997 y el día 10 hago una grabación de publicidad para Adolfo Waisman en los Estudios EXA del parque Conde de Orgaz.

Capítulo 7

Concierto en Málaga, Teatro Cervantes

Día 15 concierto en el Teatro Cervantes de Málaga actuando como solista con la Orquesta Sinfónica de Málaga y José Ramón Encinar como director. Programa: Primera Sonata de Brahms, versión para clarinete y orquesta de Luciano Berio. Por fin llegó el momento de resarcirme de la actuación en Segovia y el incidente absurdo que tuve con el clarinete motivado por las inclemencias del tiempo. El Teatro Cervantes de Málaga es un teatro precioso, de corte clásico y recortado pero con una sonoridad verdaderamente increíble. Habíamos comido juntos José Ramón Encinar y yo mientras recordábamos aquel nefasto día.

—Venga Adolfo, ahora te vas a resarcir —comentó Encinar recordando el concierto de Segovia. —Y que lo digas José Ramón, no sabes las ganas que tengo —contesté —¿Qué tal has encontrado esta orquesta? —Está muy equilibrada en todas sus secciones, aunque necesita un poco más de tiempo para los ajustes.

Toqué con mucha tranquilidad y gran sentimiento, la obra me lo pedía y todo jugaba a mi favor. Encinar matizaba a la perfección las distintas dinámicas y pude disfrutar de la obra y la orquestación hermosísima que había conseguido Luciano Berio. Al día siguiente se repetía el concierto, ya que pertenecía al ciclo de Abono de la Orquesta, con lo cual la satisfacción fue doble. El día 18 actué en el Salón de Actos de la Alta Inspección del Ministerio de Educación y Ciencia, invitado por la Inspección de Educación de Madrid Centro al Acto de celebración navideño que efectuaban anualmente. Se interpretó el siguiente programa: Quinteto Op. 115 para clarinete y cuerdas de W. A. Mozart, 1º Movimiento, el Quinteto para Clarinete y Cuerdas de J. Brahms Op. 155, 1º y

3º Movimientos, Allegro y Allegretto respectivamente. Tengo tres grabaciones más a partir del día 7 de diciembre, con Joaquín Laría, en los Estudios Kirios, en los Estudios Musigrama y con Antón García Abril en los Estudios EXA. Recibo comunicación de la Comunidad de Madrid concediéndome la compatibilidad denunciada unos meses antes por dos de la OSM, autorizando mi colaboración con la OSM y el Conservatorio Ángel Arias Maceín simultáneamente. Continúo mi ronda de grabaciones con Joaquín Laría en los Estudios Kirios y Sonoland, y con Martín Carretero en los Estudios Musigrama. Terminamos el año con el concierto extraordinario de Navidad del día 27 en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, con la Novena Sinfonía de Beethoven, actuando la Orquesta Sinfónica de Madrid y el Orfeón Donostiarra bajo la dirección de Rafael Frühbeck de Burgos.

Capítulo 8

Reuniones conspiratorias año 1998

Ensayo General del Concierto de Reyes, el día 5 de enero de 1998 a las 10 de la mañana, y a las 8 de la tarde Concierto de la Gala de Reyes actuando los «Tres Tenores». Me abordan dos compañeros de la Orquesta, fagotista y tubista respectivamente.

—Lo siento Adolfo, pero debo decirte que estamos arrepentidos con el resultado de las elecciones. —Mira Wally, según nuestros estatutos las elecciones han sido legales y habéis tenido todo el tiempo del mundo para pensarlo. Ahora no corresponde. —Cierto —dijo Salvador— pero no habíamos tenido en cuenta lo que significaba tu gestión para la Orquesta. —Pues ahora no toca otra que aguantarse, lo siento pero conmigo no tenéis otra alternativa. —Hay mucha gente descontenta que estarían dispuestos a apoyarte —insistió nuevamente Wally. —Pues conmigo no contéis, he organizado mi vida hacia otros derroteros y no estoy dispuesto a participar en derrocamientos tardíos.

Hago otra grabación el día 7 de enero en los Estudios Sonoland y dos días después, me aborda otro compañero, esta vez contrabajista y me cita en el Hotel Puerta de Toledo.

—Adolfo, sé que han estado hablando contigo algunos compañeros, en la Orquesta están corriendo rumores contra el presidente y pretenden abanderar una

alternativa. —Me parece muy bien Fernando, imagino que te habrán contado tus compañeros mi decisión y no puedo hacer otra cosa sino refrendarla.

A las cuatro de la tarde tengo clase en el Conservatorio. Al día siguiente me asalta otro compañero, esta vez violonchelista, en el Restaurante Fast de la Plaza de Ópera mientras me tomo un café.

—Siento molestarte de nuevo Adolfo, pero consideramos que deberías reflexionar sobre tu alternativa a la dirección de la Orquesta. Estarías apoyado mayoritariamente. —Verás Luis, me he pasado la vida reflexionando y llego a la conclusión de que hay cosas en la vida que no merece la pena cambiar y esta es una de ellas.

No contentos con estos acercamientos, el día 11 me convocan varios compañeros en casa de una violinista de la Orquesta, Cristina, buena amiga y una de las pocas personas que estaba viviendo la misma situación que yo. Con el fin de no resultar maleducado, asisto a esa reunión. En ella estaban todos los que ya habían hablado conmigo y varios más, curiosamente los que tiempo atrás conspiraron contra mí me proponían situaciones mucho más elaboradas, llegando a planteamientos concretos con nombres y apellidos. En este caso me resulta más difícil escabullirme por respeto hacia Cristina y les ofrezco nuevamente mis planteamientos para no volver a insistir en la situación.

—No me gustaría ser maleducado con vosotros, pero veo que no llegáis a comprender mi situación. Bajo ningún concepto volvería a dirigir la Orquesta nuevamente, debéis tener en cuenta que he tenido una experiencia de más de treinta años al frente de ella y conozco bien sus entramados. Agradezco vuestra confianza de ahora, pero os ruego que no sigáis por este camino conmigo.

Continuamos con los ensayos de la 9ª Sinfonía y volamos el día 14 a San Sebastián para ofrecer la 9ª Sinfonía de Beethoven. Al día siguiente regresamos a Madrid y recojo a María en el Teatro Real. Reunión con la comisión pedagógica en el Conservatorio. Por la tarde tengo una grabación con Joaquín Laría en los Estudios Kirios. El día 20 me llama Cristina, la compañera violinista anteriormente mencionada y amiga personal, pidiéndome que asista a una nueva reunión para explicarme algunas situaciones que no comparten dentro de la Orquesta.

—Cristina, estoy harto de esta situación y lamento hablar así contigo, pero es que me están acosando constantemente y mi opinión la he dado clara y diáfanamente —le expresé con total confianza. —A mí también me están acosando Adolfo, y como saben que tenemos amistad, me utilizan para convencerte —me dice apenada. —¿Qué es lo que quieren ahora? —Explicarte ampliamente la situación para que te hagas cargo de la realidad actual —me explica compungida. —De acuerdo Cristina, me reuniré con vosotros por última vez. —Gracias Adolfo. —No las merece Cristina, lo hago por ti.

Con todo el dolor de mi corazón, asisto nuevamente a la reunión con el deseo de que cesen estas conspiraciones. Hay alrededor de veinte personas y otras, según me explican, que no han podido asistir. Me explican por fin lo que sucede. Se han reunido varios socios de la Orquesta y han llegado a la conclusión de que se han equivocado a la hora de dar su voto, consideran que hay una forma de remediarlo siempre que tengan un líder que los represente. Han recapacitado y

piensan que se ha producido una situación de acoso y derribo contra mi persona siendo ellos partícipes de la situación sin advertirlo, motivo por el cual creen que han sido utilizados. Ante esta declaración ya no puedo más y les digo, con todo respeto, que ya está bien. Yo he cumplido con mi papel en la Orquesta haciendo lo que se esperaba de mí. Una vez que han terminado las elecciones, con una votación tan aplastante, recojo el guante, acepto y me retiro. No podría liderar un movimiento a favor de las personas que han ido contra mí. No es serio ni democrático que en menos de seis meses se forme este movimiento de retroceso, más aún cuando el actual presidente lleva veinticinco años demostrando su inactividad y es ahora cuando parece que lo han descubierto. Les ruego que no me molesten más con este asunto. Continúo con mis clases en el Conservatorio y algunas grabaciones que me retrotraen a momentos de mi juventud y hacen mis delicias a la hora de hacer música. Aún recibo otra llamada para una nueva reunión conspiratoria, a la cual directamente no asisto. Comienzan los ensayos de Turandot. El día 3 de febrero almuerzo en el restaurante La Bola con Humberto Orán y a las cuatro de la tarde nuevo ensayo de Turandot. Al día siguiente almorzamos Juan Cambreleng y Humberto Orán en el Horno de Santa Teresa, y por la tarde hacemos el ensayo «Italiana» de Turandot. El día 5 tengo clase en el Conservatorio por la mañana y a las cuatro de la tarde ensayo «Italiana» de Turandot. Al día siguiente me reúno con Andrés Ruiz Tarazona para preparar unos conciertos del cuarteto durante la primavera y el verano que viene dentro de la programación de la Comunidad de Madrid. A las cuatro de la tarde tengo nuevamente clase en el Conservatorio y a las seis ensayo conjunto de Turandot en el Teatro Real. El resto del mes de febrero pasa entre distintos ensayos de Turandot y mis clases en el Conservatorio. El día 12 empezamos los ensayos del concierto que ofrecerá Alfredo Kraus en el Teatro Real, aprovechando su participación en la ópera Turandot. Estrenamos la 1ª función de Turandot y al día siguiente hacemos unas grabaciones de voces en los Estudios Audio Film en sesiones de mañana y tarde. Preparamos el ensayo general del concierto con Alfredo Kraus en el Teatro Real el día 21 a las ocho de la tarde. Constituye un verdadero placer tocar acompañando a Alfredo Kraus. Además de ser un caballero, es un tenor impresionante, disfruté mucho en aquel concierto. Tengo clase en el

Conservatorio el día 26 y a las ocho de la tarde la 5ª y última función de Turandot. Al día siguiente acudo a una reunión de la comisión pedagógica en el Conservatorio. Como podemos observar en el transcurrir de este año, desde el cambio de directiva se están observando distintos movimientos contra ella. Por las conversaciones que he tenido con varias personas y por la cantidad de asambleas que se convocan, a las cuales no asisto haciendo uso de mi derecho como músico contratado, percibo un ambiente enrarecido. Por otra parte, desde que se ha abierto el Teatro Real, la actividad de la Orquesta ha variado diametralmente, aumentando el número de servicios, ensayos, funciones y conciertos. No digo que sea responsabilidad de ellos sino de la programación del teatro que, en definitiva, no trata de hacer otra cosa más que rentabilizar sus actividades de cara al público y a la istración. Los primeros días del mes de marzo tenemos ensayos con la Orquesta Reina Sofía en la Casa de Cantabria. Poco después continúo mis reuniones con Andrés Ruiz Tarazona y Consuelo Díez, directora del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, terminando de perfilar las actividades del verano. Nos trasladamos a Lisboa, el día 5 de marzo, con la Orquesta de Cámara Reina Sofía para ofrecer un concierto en el Teatro San Carlos. Me defraudó este teatro. Sabía que era un teatro muy antiguo y con gran solera, pero no que estuviera tan abandonado. Viajamos a Zaragoza con la familia para la inauguración del bar de mi sobrino Carlos. Había vendido la licencia del taxi para montar un negocio porque no estaba muy a gusto a partir del accidente que tuvo. Con el dinero que cobró de la licencia del taxi montaron un bar, aprovechando que su hijo Cani había estado trabajando en uno y tenía conocimientos de hostelería. Fuimos con toda la alegría del mundo, porque les deseábamos lo mejor. El día 8 de marzo regresamos a Madrid y tuve una comida muy agradable en casa de Humberto Orán, con Claudio Prieto y señora, en la cual transcurrió la velada monopolizada por la conversación de moda, «el tema de la OSM».

—Bueno Adolfo, imagino que tendrás muchas cosas que contarnos —dijo Claudio Prieto, con mirada interrogadora.

—Hombre, alguna sí que hay, pero no me gustaría estropear la comida de nuestros anfitriones —contesté con una sonrisa mordaz. —Te aseguro Adolfo, que como no empieces a soltar por esa boca te quedas sin comer —dijo Humberto Orán, lo cual fue inmediatamente jaleado con un coro de risas.

Celebramos una vez más el cumpleaños de Pipo después de mis clases en el Conservatorio. El día 12 comienzan los ensayos para la Banda interna de Un Ballo in Mascara. Dan comienzo los ensayos para el concierto de la Comunidad de Madrid, dirigidos por Miguel Ángel Gómez Martínez en el Teatro Real. Preparo el programa del Cuarteto Manuel de Falla para la gira por Europa, patrocinada por el Instituto Cervantes. Llegamos al ensayo general para el concierto de la comunidad, a las cuatro de la tarde, dirigido por Miguel Ángel Gómez Martínez. El día 20 de marzo presento el informe oficial del Cuarteto Manuel de Falla en la sede del Instituto Cervantes de Madrid, para la realización de la gira por Europa. Ensayos en el Teatro Real para el concierto dirigido por Luis Antonio García Navarro. El día 27 hacemos el ensayo general del concierto de García Navarro en el que interpretamos el Dafnis y Cloé de Maurice Ravel a las doce. A las cuatro de la tarde tengo clase en el Conservatorio y a las ocho ofrecemos el concierto en el Teatro Real, interpretando Dafnis y Cloé de Maurice de Ravel, en la cual tuve la oportunidad de tocar el papel de requinto, que era una ilusión mía de toda la vida por la trascendencia técnica e histórica de este papel. El día 28 viajamos a Zaragoza Pipo y yo para asistir a la comunión de Adolfito, hijo de mi sobrina Lely. Comida en Zaragoza y regreso a Madrid a tiempo para participar en la 4ª función de un Ballo in Mascara. El día 30 de marzo se produce el primer ensayo de Pipo con el Cuarteto Manuel de Falla defendiendo el papel de segundo clarinete. Por este puesto han pasado insignes clarinetistas, lo cual dio tiempo a Pipo para formarse. Cuando entró José Tomás en el cuarteto, Pipo estuvo trabajando con él hasta llegar a ser un clarinetista magnífico, momento en el cual Tomás decidió dejar el cuarteto por motivos personales y me sugirió que entrara Pipo en su lugar, asegurándome que estaba perfectamente preparado para ello. Así pues, durante un corto espacio de tiempo, dos años aproximadamente, estuvimos padre e hijo compartiendo las mieles de la música y tocando codo con codo en el Cuarteto Manuel de Falla. Disfruté mucho con ello.

Viaje a Rótova el día 3 de abril con los niños de mi sobrino, estábamos «babeando con ellos», porque eran unas criaturas preciosas, cariñosas y adorables. Por la tarde vienen María, Pipo y Santi, y al día siguiente llega su padre a Rótova, para estar un solo día con nosotros. Vuelven a Madrid María, Pipo, Santi y nosotros el día 13, para comenzar los ensayos del concierto de la Comunidad de Madrid bajo la dirección de Odón Alonso. El día 16 tengo Conservatorio por la mañana y a las cuatro ensayo general y concierto de la Comunidad de Madrid con Odón Alonso como director. Al día siguiente está convocada una reunión de la comisión pedagógica en el Conservatorio. Mi madre está con nosotros y lleva una temporada muy delicada, ese día se pone peor y yo tengo Conservatorio a las cuatro, viene mi hermano para ver a mi madre y se quedan a cenar. Después de una noche complicada, el día 18 ingresamos a mi madre en el Hospital Ramón y Cajal. Al día siguiente, después de mis clases en el Conservatorio voy al hospital para hablar con el médico. El doctor no le da demasiada importancia a la recaída de mi madre y dice que parece que va mejorando, después de dos días internada. El día 24 le dan el alta y la llevo a casa de mi hermano José Luis. Comienza la grabación de La celestina en el Teatro Real el día 5 de mayo, que se amplía durante dos días en sesiones de mañana y tarde. Nada más acabar comenzamos los ensayos de L’elisir d’amore en el Teatro Real, complementándolo con mis clases en el Conservatorio. El día 8 tengo clase en el Conservatorio y a las cuatro de la tarde hay un nuevo ensayo en el Teatro Real. Como podemos observar, desde la entrada de la OSM en el Teatro Real, coincidiendo con mi nueva situación como «socio contratado», las actividades se han multiplicado por cuatro como mínimo, motivo por el cual mi vida familiar se ha complicado mucho y en el Conservatorio tengo serios problemas para atender a los alumnos. Va llegando el momento de poner en marcha la segunda parte de la reflexión de Navidad. Continúan los ensayos de Elixir, y a las cuatro de la tarde convocan otra asamblea, afortunadamente estoy exento de esos trasiegos. Preparamos un ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla el día 17, dentro de una serie de ellos para adecuar la nueva sonoridad del grupo desde la incorporación de Pipo. Llega nuevamente el cumpleaños de María, cumple 23 años. Los siguientes días, hasta el día 23, transcurren con innumerables ensayos para la ópera y el concierto de la Comunidad de Madrid dirigido por Ernest Martínez Izquierdo, intercalados con las clases en el Conservatorio.

Viajamos a Zaragoza para asistir a la comunión de Miguelín, hijo de mi sobrina Mamen, hija a su vez de mi hermana Carmen, conclusión, sobrino segundo mío. Después de la ceremonia vamos a comer a casa de mi hermana Gloria y regresamos a Madrid. Continúan los ensayos a «diestro y siniestro», yo creo que los músicos de la Orquesta se quejaban exclusivamente del «porrón» de ensayos que les había caído encima a partir del cambio de ciclo de la Orquesta. Hasta que el día 27 ocurre algo fuera de lo normal que incide todavía más en los argumentos esgrimidos por los músicos, cuando el concertino de la Orquesta, Manuel Villuendas, interpone una demanda a la OSM por impago de cantidades. A las cuatro de la tarde tengo clase en el Conservatorio y a las ocho la última función de Elixir de Amor en el Teatro Real. Los días siguientes continúa el trabajo en el Conservatorio y en la Orquesta, hasta el día 31 que llevamos a mi madre a Zaragoza con mis hermanas. Regreso a Madrid el día 2 de junio de 1998. Durante los dos días siguientes tengo clase en el Conservatorio además de reunión de departamento y 3ª evaluación. Pongo en venta el piso de la C/ Amara, mediante la empresa Boutique Inmobiliaria. El día 14 me invita a pasar el día en su finca de «Mangirón» Mercedes Sánchez Del Río, y quiere agasajarnos a un grupo de amigos-músicos con los que lleva teniendo muy buena relación desde hace años. Mercedes es la mano derecha de Felicitas Keller dentro de su agencia de conciertos. Había varios músicos de la Orquesta y pasamos el día entre barbacoas y más conspiraciones, no se cansan.

—Pensaba que no ibas a venir Adolfo —me dijo Mercedes al verme. —Como podías pensar eso, Mercedes, sabes que te tengo aprecio. —Si —dijo Franc, el que me vendió la moto— pero sabemos que este tipo de reuniones suponen muchas preguntas dada tu situación actual en la Orquesta. —Obviamente —contesté— pero también debéis entender que la vida continúa.

Efectivamente la vida continuó y pasamos un día estupendo en la finca de Mercedes, la cual se deshizo en atenciones con todos nosotros, como era su costumbre.

Examen final de Clarinete en el Conservatorio el día 15 de junio y ensayo del ballet La Celestina en el Teatro Real. Durante los tres días siguientes combinamos el tiempo entre ensayos para el concierto de la comunidad y el ballet La Celestina hasta el día 19 que hacemos el ensayo general y el concierto de la Comunidad de Madrid en el que interpretamos la ópera Merlin de Albéniz. Marga y Pipo salen para Salamanca, para la asistir a la boda de mi alumna Maribel, a las ocho de la tarde tenemos el segundo concierto de la ópera Merlin de Albéniz en el Teatro Real y, al finalizar el concierto, salimos hacia Salamanca con María y Santi para llegar al convite de la boda. Grabación en los Estudios Cine Arte los días 23 y 24, posteriormente hacemos las pruebas de a Grado Medio en el Conservatorio. Tenemos la 1ª función del ballet La Celestina que continúan con periodicidad diaria hasta el día 30. El día 27 tuve un accidente con la moto en la Gran Vía a la salida del Teatro, estaba chispeando y, la propia lluvia ocultó una pequeña mancha de aceite en el pavimento, que coincidió con el sitio que tenía que frenar porque el semáforo se había puesto en rojo, la moto resbaló inmediatamente mandándome al suelo de mala manera. «Al perro flaco todo se le hacen pulgas» como decía mi madre, y caí con el hombro izquierdo, en el que ya había tenido dos lesiones. El día 29 nueva asamblea, desde que ha entrado la nueva Junta Directiva vamos de asamblea en asamblea, a la mayoría de ellas no asisto por falta de interés en los temas de la Orquesta, se nota que algo están preparando, estoy seguro que mi situación en la orquesta no acaba así. El día 30 hacemos la última función del ballet La Celestina. Comienzo las vacaciones el día 2 de julio de 1998 viajando a Gavilanes para recoger la casa y rescindir el contrato que teníamos durante largos años con Eusebio, el dueño de la casa y buen amigo nuestro, al cabo de lo cual viajamos desde Gavilanes hasta Rótova. Final del Mundial de Futbol en Francia, BrasilFrancia. Gana Francia 3-0. Regresamos a Madrid para asistir a la boda de José Selva con banquete incluido en el Hotel D. Quijote. De allí viajamos a Zaragoza con María y Santi para comer en el bar de Carlos e informarnos. En cuanto a la salud de mi madre, nos dicen que está bien. Averiguamos la noticia que nos ha llegado en cuanto a que Cani, su hijo mayor y el que organizaba el bar, se ha ido y los ha dejado solos. Carlos y Mari Gloria están hundidos porque ellos solos no tienen capacidad para seguir con el bar.

Volvemos a Madrid y no paramos de darle vueltas al asunto, que pinta muy mal. Más adelante vamos a casa de José Selva para ver las fotos de la boda y después volvemos a Rótova, al llegar nos encontramos con la sorpresa de que Cani y Cristina, su novia, nos estaban esperando en la puerta de casa. Durante un par de días hablamos mucho con ellos, explicándoles la situación en la que habían dejado a sus padres en Zaragoza, sin embargo él había tomado una decisión y no estaba dispuesto a variar de opinión. Le pregunté a Cani cuál era su idea para los próximos días y me contestó que, en principio, quedarse con nosotros unos días, lo cual me asombró sobremanera porque no le habíamos invitado. Pasaron unos cuantos días más, con nosotros y con los niños de mi sobrino, que también nos los habían dejado, jugando al frontón con Pipo, Cani y Cristina, hasta que le dije que no se podía quedar eternamente con nosotros, y le propuse llevarles a Gandía para que buscaran trabajo, habida cuenta de que estábamos en un lugar de costa y, perteneciendo al gremio de la hostelería no le costaría mucho encontrar trabajo. No pareció agradarle la idea. Ante su actitud les dije que prepararan sus cosas y en media hora salimos los tres hacia Gandía. En Gandía no hubo suerte y les llevé a Cullera, donde conocía a un amigo que tenía un bar, nada más llegar le conté la situación y sin más palabras les contrató a los dos, dejándoles bien asentados y con un trabajito para cada uno. El día 31 celebramos nuestro 27º aniversario de boda en paz.

Capítulo 9

Curso de Música en San Javier

El día 3 de agosto salí en coche para San Javier a las 4 de la tarde, donde iba a dar un curso que me había propuesto mi amigo Ramón Francisco Cueves, compañero del Quinteto de Viento Arsis Cámera y de la Orquesta Sinfónica. Los organizadores del curso habían reservado el Hotel Trabuco para alojamiento de los profesores. Hacía un calor sofocante y el aire acondicionado del hotel estaba estropeado, en las aulas tampoco había aire acondicionado y me parecía que estaba dando un curso en el mismísimo «infierno». Estaban apuntados veinticinco alumnos de Clarinete y el horario de clases era de nueve a dos por la mañana, después estaba programada la comida con todos los profesores, y de seis a ocho y media de la tarde nuevamente clase. El ambiente del curso tampoco era el ideal para mí en ese momento, ya que el resto de profesores de viento madera eran de la OSM, y se habían declarado directamente en contra mía desde el principio de los problemas acaecidos en la Orquesta. La relación era educada pero muy distante. Hicimos un concierto de profesores como quinteto de viento, en el que tocamos La Nouvelle Orleans obra que había llevado yo porque era de Lalo Shifring, amigo mío al que conocí en Argentina y establecimos una buena amistad, hasta el punto que me dedicó la partitura. La obra tuvo mucho éxito entre los alumnos del curso. Durante el tiempo que duró no dejaba de preguntarme el motivo de haber aceptado asistir a ese curso en el mes de agosto y en compañía de estos profesores, y siempre llegaba a la misma conclusión, estuvo motivado por la amistad que tenía por mi amigo Ramón Francisco que era un pedazo de pan y no podía negarle nada. Por fin, llega el ansiado momento de la entrega de diplomas en el Ayuntamiento dentro del acto de clausura del curso. Ofrecemos un concierto con la Orquesta del curso y distintos grupos de cámara. El día 11 regreso a Rótova. Compruebo que mi perrita Tuba sigue empeorando progresivamente, busco un veterinario en la zona y me dice que no tiene solución, me propone sacrificarla en ese momento pero prefiero llevarla a su veterinario de Madrid. Pago el alquiler de julio y agosto a Teresa, dueña de la casa, y celebramos mi 52 cumpleaños el día 28. Recogemos la casa y salimos de viaje hacia Madrid. Tengo un sabor agridulce por esas vacaciones, debido a las circunstancias que han concurrido no me han permitido relajarme y disfrutar de

mi ritmo habitual. Viaje a Salamanca el día 29, para la boda de mi querido alumno «Nissan Paco» como le apodaron sus compañeros. Lo celebró en el Hotel Meliá Horus y nos quedamos gratamente sorprendidos con la celebración y el banquete, pocas veces he asistido a una celebración similar con ese grado de perfección y calidad en todos los aspectos. Al día siguiente comimos con la familia de Paco, al cabo de la cual regresamos a Madrid. El día 31 recojo la Kawasaki Vulcan del taller. Comenzamos a ensayar el ballet Romeo y Julieta de Prokofief el día 5 de septiembre de 1998, en sesiones de mañana y tarde. A los pocos días de empezar los ensayos me sale una calentura grandísima que me dificulta para colocarme el clarinete en los labios, por algún sitio tenía que salir la calentura. El día 11 tenemos el examen extraordinario de final de curso en el Conservatorio, terminan el Grado Profesional cuatro alumnos de Clarinete que habían comenzado la carrera conmigo. Por la tarde tenemos el ensayo conjunto del ballet Romeo y Julieta y al día siguiente celebramos el santo de María. A las ocho de la tarde tenemos el ensayo general del ballet Romeo y Julieta de Sergi Prokofieff. Estrenamos la 1ª función del ballet Romeo y Julieta, y sucesivamente el resto de funciones diarias hasta el día 18, que ofrecemos la 6ª y última función. Comenzamos los ensayos de la ópera Aida y el día 23 mi hijo Pipo aprueba el examen de al Conservatorio Superior, elige estudiar con Vicente Peñarrocha. Por la tarde continúan los ensayos de Aida hasta el día 29, que hacemos el ensayo general. El día 2 comenzamos a ver varios pisos. Por la tarde se estrenó la 1ª función de Aida, sucesivamente hasta el día 10 que representamos la 6ª función. Continúo durante esos días con mis clases en el Conservatorio.

Capítulo 10

Aneurisma cerebral de Marga

El día 13 de octubre de 1998 comenzamos los ensayos de la ópera Elecktra y a las cuatro tengo clase en el Conservatorio. Continúan los ensayos de Elecktra hasta que, al día siguiente después de terminar el ensayo vuelvo a casa y me llama mi sobrina Susana Garcés diciéndome que a Marga, mi mujer, le ha dado un aneurisma cerebral mientras estaban comprando y la han llevado al Hospital San Camilo. Cuando llego, Marga ya no me reconoce aunque está consciente, hablo con el doctor y dice que la van a trasladar a la Clínica Moncloa urgentemente. Me cuentan que la situación se presentó mediante un fortísimo dolor de cabeza seguido de pérdida de conciencia total. Cuando llegamos a la Clínica Moncloa ya está esperándonos el doctor Diez Valle, neurocirujano eminente a pesar de su juventud y la ingresan para hacerle las pruebas necesarias. El diagnóstico que nos ofrece el doctor es que tiene dos aneurismas, una en cada arteria, en principio van a operar solamente la izquierda, habida cuenta de que es la que ha sangrado. Se ha producido un abundante derrame cerebral e inmediatamente la trasladan al quirófano. La operación dura once horas, al cabo de las cuales el Dr. Díez Valle nos informa de que el cerebro estaba muy inundado, por lo que ha sido muy laboriosa la intervención en la fase de limpieza. Comenta que no podemos saber todavía cuál será la evolución, la van a trasladar a la UCI para su observación durante veinticuatro ó cuarenta y ocho horas, a partir de lo cual podremos saber cuál es su estado exactamente. Hacemos la primera visita a la UCI el día 16 y el diagnóstico del médico es de extrema gravedad. Nos vamos a casa compungidos por la noticia y a la una de la madrugada recibimos una llamada telefónica del hospital, pidiéndonos que vayamos urgentemente. Tanto mis hijos como yo quedamos muy impresionados temiéndonos lo peor. Cuando llegamos, nos dicen que ha sufrido un infarto cerebral agudo, debido a que no ha soportado la intervención y el cerebro se está inflamando alarmantemente. El cirujano dice que tiene que someterla a una segunda intervención con urgencia, para realizarle una «craneotomía descompresiva», con el fin de liberar el cerebro de la presión que ejerce sobre el cráneo, sin lo cual moriría sin remisión.

Ingresa nuevamente en el quirófano el día 17 y pasamos la noche en la sala de espera entre sollozos y paseos ya que el cirujano no nos ha dado muchas esperanzas. Cuando sale del quirófano, a las ocho de la mañana, nos dice que una vez extraído el cráneo, el cerebro puede reposar con mayor tranquilidad debido al mayor espacio craneal. Nuevamente la llevan a la UCI en espera de la evolución y quedamos pendientes de los horarios establecidos, en los cuales nos irán informando. De allí me voy al Teatro Real, totalmente compungido, tenemos ensayo general del concierto de la Comunidad de Madrid que dirige Antoni Ros-Marbà en el que se incluye la Sinfonía nº 2 de Rachmaninoff, bellísima obra que no olvidaré nunca, aunque no me siento en condiciones de tocar. Empezamos el ensayo precisamente por la Sinfonía, cuando llegó el famoso solo de clarinete del segundo movimiento, uno de mis favoritos, fue tan grande la emoción que me embargó que estuve a punto de parar. Jamás olvidaré ese momento, sin embargo parece que esa emoción se transmitió y, cuando terminó el solo, sin que hubiera acabado siquiera el movimiento, comenzaron todos a aplaudir incluido el director. La impresión que recibí fue la de despertar de un sueño profundo, fue un momento muy emocionante, aunque lleno de tristeza para mí. Continuamos asistiendo a las visitas de la UCI según los horarios establecidos por el hospital. En cada ocasión nos decían la misma frase, «sin novedades». Así continuamos durante cuatro días, hasta el día 23 que apareció una ligera mejoría y pudimos pasar a verla durante tres minutos, movía ligeramente los ojos sin abrirlos, también la cabeza y la mano y pierna izquierdas. Continuamos con los horarios de visita en la UCI «sin novedades» durante los próximos cuatro días hasta que, el día 29, la subieron a la habitación y pude quedarme con ella.

Capítulo 11

Fallece mi madre

El día 4 de noviembre de 1998 fallece mi madre en casa de mi hermana Laura. Estaba ensayando en el Teatro Real cuando me avisan que mi hija María, que por aquel entonces trabajaba todavía en el Teatro Real, está fuera esperando y quiere avisarme con urgencia. Al saber que había venido mi hija me imaginé lo peor, salgo y me dice María con lágrimas en los ojos que ha muerto la yaya, su yaya, mi madre. Para toda la familia el fallecimiento de mi madre fue un mazazo, pero para mí, sin pretender ser exclusivista, fue como si me hubieran arrancado lo más preciado que tenía. Ella había sido mi mayor apoyo desde pequeñito, mi ejemplo a seguir, mi profesora, además del profundo cariño y respeto que tenía por ella, por su alegría de vivir y el amor que sentía hacia sus hijos y nietos, a pesar de todo lo que le había tocado vivir durante su infancia y, posteriormente, para criar a sus hijos sin ningún apoyo. El día 5 enterramos a mi madre toda la familia, los de Zaragoza y los de Madrid, abrazados en el dolor y con el pensamiento puesto en ella. Después del entierro comimos todos «junticos» en mi casa, esa casa que pronto dejaría de ser la mía y en la que mi madre bregó, educó, jugó y disfrutó de sus nietos durante su infancia. Después de la comida fuimos a la Clínica Moncloa para que mis hermanos vieran a Marga. Ella no se enteraba de nada en ese momento y para mi familia iba a ser otro duro golpe, pero querían verla y yo no podía negárselo. La escena fue tremenda, cada uno abrazándola y ella con la mirada perdida solo ponía una media sonrisita, algunos le contaban lo de la yaya y ella nos recorría a todos con la mirada perdida. Fue un momento triste y doloroso, se fusionaron dos dolores muy fuertes que a duras penas podíamos superar. Se fueron los de Zaragoza y quedamos en Madrid, mis hermanos Laura, José Luis y yo, sin saber qué hacer ni qué decir. Nos abrazamos, en un abrazo fuerte y prolongado antes de separarnos. Yo me quedé con mis hijos tratando de consolarles, su yaya era el fundamento de sus recuerdos infantiles, mi madre había estado con ellos en todo momento mientras nosotros salíamos a trabajar. Tenía ganas de vender el piso de la calle Amara, pasar página haciendo balance de todos sus recuerdos, muchos muy

buenos y felices, pero otros tristes y dolorosos, esperando que el próximo piso nos trajera felicidad y tranquilidad. El día 6 de noviembre de 1998 pongo a la venta el piso de la calle Amara y comienzo las gestiones para la compra del piso de la calle Suecia. María empezó a pensar en casarse y Pipo continuó preparando oposiciones con idea de independizarse. Si a esto sumamos la incógnita que me atenazaba el pecho sobre Marga, no cabe duda de que era bueno un cambio de ambiente a un piso con capacidad suficiente para nosotros. Vamos mi hermano y yo a la empresa inmobiliaria Transpisa, que tenía la concesión para venta del piso de la calle Suecia, con el fin de solicitar una reunión con el propietario y darle a conocer nuestra idea sobre nuestra intención de comprar su piso, hablamos con el dueño y nos citó en el propio piso el día 17. La entrada al piso fue desoladora, estaba prácticamente vacío y descuidado, el dueño era pakistaní y apenas hablaba nuestra lengua, nos empezó a contar su historia y comprendí muchas cosas. Había venido a España y se había comprado el piso, mejor dicho los pisos porque eran dos en uno, los había diseñado sobre plano junto con la propia empresa constructora mientras construían la vivienda hasta convertirlo en uno solo, contando con que tenía dinero suficiente mediante unos negocios que habían sido fructíferos. Esto ocurrió en 1996 y, desde entonces, todo le había salido mal, hasta el punto de que en ese momento el piso estaba hipotecado por el banco y a punto de perderlo, porque no podía hacer frente a los pagos. El propietario me preguntó si tenía liquidez para pagar en efectivo y le dije que sí, el precio era muy bueno, por lo cual se expresó con sinceridad y me dijo que, si conseguía venderlo antes de que se lo quedara el banco, le podría quedar algo de dinero para afrontar los gastos, en caso contrario se lo quedaría el banco y no percibiría nada. Mi hermano, que tiene mucha más experiencia que yo en este tipo de transacciones, se adelantó y le dijo que necesitábamos una semana para pensar y organizar la transacción, si nos reservaba el piso hasta el día 24 arreglaríamos nuestros asuntos y podíamos llegar a un acuerdo. Mientras tanto, el día 19, firmamos las escrituras de venta del piso de la calle Amara. El día 20 de noviembre sale Marga del hospital, ha mejorado en algunos aspectos pero tiene que someterse a distintos tratamientos de logopedia, psicomotricidad y movilidad para ir recuperando su normalidad, ya que según el médico no sabremos hasta qué punto lo conseguirá ni durante cuánto tiempo. En los próximos días vendrá a casa un rehabilitador y, pasado el tiempo, una logopeda. Todavía no se puede valer por sí misma y, tal y como dice Diez Valle,

pasará un tiempo largo que definirá el estado real en el que quedará. Quedamos con el propietario directamente en Transpisa, una vez que habíamos organizado los pormenores de la compra y con la idea de abonar una entrada que diera pie a la preparación del papeleo. Una vez establecido el acuerdo, pagamos la fianza y le dijimos al propietario que debía dejar el piso libre a partir del día 10 de diciembre. Hablo con Paco Benito, propietario de la empresa de Mudanzas Lorenzana y acordamos hacer el traslado el día 14 de diciembre de 1998. A principios del mes de diciembre de 1998 me muevo como un autómata, con miles de cosas por hacer y la cabeza dando vueltas a la adaptación de la nueva situación. Preparamos el traslado entre mis hijos y yo, hay cientos de cosas que ordenar y acoplar al otro piso que es un poco más pequeño. Contrato la luz, el gas y el agua y voy a Continente para comprar la cocina para que la instalen. Hablo con el fontanero para el montaje de la lavadora y el lavavajillas, con el montador de los muebles de cocina y con el pintor para que le dé una manita de pintura al piso. El día 15 dormimos por primera vez en el nuevo piso y compruebo, con el frío que estaba haciendo, que la vivienda está muy mal aislada. Por la mañana voy al carpintero de aluminio para encargarle que instale doble ventana en todo el perímetro de la casa. Falta hacer un segundo traslado de mobiliario para dejar vacío el piso de la calle Amara y hacer la entrega de llaves. Apliques, arpa, piano, muebles, mesas y sillas de cocina, salón, lámparas de techo, mesillas de los dormitorios, estanterías del baño y revisar los armarios. El día 29 llevo a Margarita a la consulta del doctor Diez Valle en la Clínica Santa Elena, se da una alegría grande al verla y dice que ha mejorado mucho, aunque cuando Marga le ve dice «asoma el morro Vallejo» y nos echamos a reír. El idioma que ha aparecido en Marga es de lo más gracioso, dice cualquier cosa que le pasa por esa cabecita, su hermano Manolo, que tenía mucha gracia, lo denomina «el idioma Margaril», dice cualquier cosa que se le ocurre sin comprender su significado o cambiando los nombres, sin embargo lo único que no puede hacer es mantenerse callada. Nos divertimos mucho, quizás para olvidar la tragedia, y ella nos mira sin comprender diciendo, « ¿pero, que he dicho?». Diez Valle me dice que habría que concretar una fecha para la segunda operación del aneurisma derecho con el fin de reservar el quirófano. Marga no sabe nada y no se lo hemos querido explicar, aunque quizás no lo habría entendido. Según la agenda del doctor, me sugiere principios de marzo para la operación, la fecha del

día 3 le parece bien. Le digo que me acercaré a la Clínica Moncloa para reservarlo y se lo confirmaré. Llega el tan esperado fin de año el 31 de diciembre, por varios motivos tenía ganas de despedirlo. Cenamos en la nueva casa toda la familia, organizamos el salón para dar cabida a los treinta y dos comensales de rigor y preparo una cena de rechupete, ayudado como siempre por mi hermana Laura y mi cuñada Concha, la esposa de mi cuñado Manolo. Me esfuerzo por volcarme en esa sensación de paz, amor y cariño. Tengo que refugiarme en mi familia y agradecer que, en el fondo, somos afortunados por tener todavía aquí a Marga. Las cosas siempre pueden ir peor, pero el análisis desapasionado de lo ocurrido desde el mes de septiembre hasta diciembre de 1998 nunca deja de sorprenderme. No puedo decir en términos generales que haya sido un año malo, ya que musical y artísticamente ha sido satisfactorio, sin embargo han ocurrido tantas cosas y tan seguidas que no podré olvidar jamás; el aneurisma de Marga y la muerte de mi madre, todo ello en medio de la crisis que han preparado cuidadosamente mis antiguos compañeros de la Secretaría General Técnica, por una «Vendetta» de la cual ignoro sus principios pero conozco sobradamente sus consecuencias. El accidente cerebral de Marga estuvo a punto de separarla de nosotros sin remisión y ha tenido, y tendrá, unas consecuencias imprevisibles en su vida y en la de toda la familia y, por último hasta el momento, la situación creada alrededor de la Orquesta por mis antiguos compañeros se hizo viral, colocándome como el malo de una película en la que yo no era el protagonista, sin motivo que lo justificara, tan solo el de librarse de mi persona por envidia, debido a la importancia que había tenido como representante de la Orquesta eclipsando su personalidad. Llamo a mis abogados el día 4 de enero de 1999 para concretar una reunión y me convocan ante el notario López Goyanes para concluir los trámites del piso de la calle Suecia. Empiezo a localizar los centros de rehabilitación para Marga de Asisa, con el fin de elegir el más cercano a casa. Viene el practicante a casa para quitar las grapas de la herida quirúrgica de Marga y sustituir las gasas. Comienzan las sesiones de logopedia y rehabilitación los días 15 y el 18. El día 26 vamos a la Clínica Moncloa para la revisión de la operación, durante el viaje recibo una llamada de Ediciones Quiroga, para comunicarme que han llegado las partituras que había solicitado de Alemania. El día 28 realizamos la inscripción de las escrituras del piso de la calle Suecia en el Registro de la Propiedad.

Capítulo 12

Segunda operación de Marga

Diez Valle realiza la segunda operación para la colocación del cráneo, una vez que ha desaparecido totalmente la hinchazón del cerebro, para dejar abierta la fecha de la tercera operación y «clipar» la arteria derecha como prevención de otro posible accidente vascular. Comienza dicha operación el mes de febrero, al tiempo que solicito un nuevo certificado para las sesiones de rehabilitación y un talonario de recetas en Adeslas, ya que con todos los servicios sanitarios que necesitamos desaparecen rápidamente. Llamo a la notaría para recoger las escrituras del nuevo piso e iniciamos las sesiones de rehabilitación. Voy a la Dirección General de Tributos de la Comunidad de Madrid, entre una y otra sesión de rehabilitación de Marga y realizo una visita a la compañía de seguros de Marga para recuperar su plan de pensiones. Envío una propuesta de programa al Centro para la Difusión de la Música Contemporánea para el concierto de este mes, incluyendo a los siguientes autores: Santiago Lanchares, Guido López Gavilán, Vicente Gil, Víctor Carbajo, Salvador Ranieri y Marc Carles. A vuelta de correo me comunican que el concierto se pospone para el día 3 de mayo. El resto del mes de febrero pasa en medio de multitud de gestiones respecto a notarías, plusvalías, escrituras de las nuevas plazas de garaje, impuestos, guardamuebles, correspondencia y llevar a Marga a rehabilitación. Quien me ha visto y quién me ve, ahora no hablo de música.

Capítulo 13

Tercera operación de Marga

El día 3 de marzo de 1999 el doctor Diez Valle realiza la tercera operación a Marga para clipar el aneurisma derecho, en prevención de algún otro accidente vascular. El día 9 de marzo, día del cumpleaños de Pipo, recibo el informe favorable de Diez Valle explicando que, en esta ocasión, la operación no ha durado tanto, porque no revestía el mismo riesgo al no haber sangrado. Calcula que tendrá que estar cuatro días en la Clínica Moncloa. Marga se empeñó en salir del hospital el día 9 para celebrar el cumpleaños de su hijo. Llevo las escrituras del piso de Hortaleza y de la calle Amara a Plusvalía Municipal. El día 9 de marzo de 1999 celebramos los exultantes 20 años de Pipo, el mismo día que recibo notificación de «expediente disciplinario» incoado por la OSM, me lo entrega el inspector de la Orquesta Alejandro Galán durante el descanso de un ensayo.

Capítulo 14

Expulsión como socio de la OSM de Adolfo Garcés

Fui a visitar a mi abogado, para enseñarle la notificación del expediente disciplinario incoado por la OSM, mediante la creación de una comisión formada por Álvaro Mont, Alejandro Galán y Dionisio Villalba, todos ellos a la sombra del presidente y su secuaz.

—Esto era de esperar Adolfo —dijo el abogado— los movimientos que hay en la Orquesta les incomoda y preocupan mucho, aún más teniéndote dentro como socio. —Tienes razón Joaquín, hasta ellos ha llegado el acercamiento de varios músicos hacia mí, aunque desconocen mi respuesta. En definitiva creo que tienen miedo de que cuente cosas que no les interesan.

Ese mismo día me llama Yuri Nasuskin, profesor de violín del Conservatorio de Oviedo y organizador del Curso Internacional de Oviedo, para proponerme participar en el curso como profesor de clarinete, las fechas serían del 3 al 14 de agosto. Las condiciones son interesantes pero le digo que debo pensarlo debido a la problemática familiar que tengo en este momento. Constituyen una comisión el mes de marzo de 1999, para determinar las causas que han dado motivo al expediente disciplinario incoado sobre mi persona. Se reunieron a los tres días y convocaron una asamblea para determinar y depurar, en su caso, las posibles responsabilidades en las que hubiera incurrido. El día 15 se produce la asamblea para la comisión del expediente disciplinario a Adolfo Garcés en la cual, sin entrar en ninguna disquisición ni explicaciones previas, la comisión determina que, una vez estudiado el «Expediente Disciplinario» incoado a D. Adolfo Garcés, propone su EXPULSIÓN COMO SOCIO, apartándole de la Orquesta en su condición de socio, aunque mantiene su contratado profesional como clarinetista.

El día 5 de abril de 1999 tenemos un ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla y envío a mi abogado el fax concretando la reunión de la OSM.

Capítulo 15

Sociedad Estatal España Nuevo Milenio

Me llama Paloma Martín, mano derecha de Humberto Orán en su Agencia de Conciertos Musiespaña y buena amiga desde hace algunos años, para invitarme a la presentación de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, creada para aglutinar y celebrar los actos conmemorativos del nuevo milenio desde distintas facetas artísticas. Le agradezco la invitación y confirmo la asistencia, en aquella presentación tuve la fortuna de conocer a Luis Miguel Enciso, presidente de la Sociedad Estatal, y a todo el grupo de trabajo que le rodeaba. El acto estuvo muy bien organizado, con un trabajo fantástico a cargo del departamento de prensa y una distribución impecable de todo el equipo arropando a su presidente. Sirvieron un pequeño cóctel, en el transcurso del cual Paloma me presentó formalmente a Luis Miguel Enciso, era todo un caballero, con gran delicadeza y educación. Me preguntó por mi situación con la OSM diciendo: «Adolfo, ya conozco tu trayectoria, sin embargo desconozco tu situación actual con la OSM ¿te importaría venir a mi despacho para que charláramos tranquilamente?», le contesté afirmativamente y acordamos vernos el día 20 por la mañana. A partir de ese momento, hasta el día de la reunión, estuve dando vueltas a la situación que tenía actualmente. La OSM no respondía a mis expectativas de futuro y había dejado de interesarme hacía bastante tiempo. Por otra parte, el cúmulo de situaciones personales y familiares vividas durante los cuatro últimos meses habian hecho mella en mi ánimo, situándome en una posición que no correspondía con mi personalidad. Tiempo atrás hice el propósito de dejar la Orquesta de forma escalonada, el primer escalón ya estaba superado y ahora se había culminado la ocasión para terminarlo. El día 20 de abril me encaminé hacia el palacete que servía como centro neurálgico de la Sociedad Estatal en el Paseo de la Castellana y, tras saludar a algunas personas que salieron a recibirme, anunciaron mi presencia al presidente.

—Querido Adolfo, —saludó acercándose— te extrañará el interés que he mostrado por conocerte. He de decirte que tenemos varias cosas en común, en primer lugar tu cuarto apellido es Enciso, igual que el segundo mío, y eso quiere decir que nuestros antepasados fueron parientes —bromeó con una sonrisa en los labios. —Estoy encantado de conocerte Luis Miguel, me han hablado mucho de ti y del proyecto que estás liderando. Me parece muy interesante y necesario para la cultura española.

Retomando la seriedad, comentó que había seguido mi trayectoria artística, presenciando varios de los conciertos y conociendo a compositores y amigos comunes. Yo estaba asombrado por su elocuencia y no sabía qué decir. Después de este preámbulo guardó una pequeña pausa y continuó.

—Como te dije en la presentación del acto, me interesaría conocer tu situación con la OSM, si no te parece mal.

Le expliqué mi situación con sinceridad, no podía hacer menos por alguien que se había manifestado sin reservas, aunque todavía no me conocía, tratando de simplificar lo más posible, le explique el «último y más reciente acto» de la situación, llegando a la consideración de dejar la Orquesta, manteniendo mi Cátedra del Conservatorio. Después de escucharme con gran atención, pasó a referirme lo que pretendía, ofreciéndome un contrato mientras durara la Sociedad Estatal para elaborar programas artísticos, musicales, literarios y teatrales, y ofrecerlos haciendo su seguimiento por toda España.

—¿Cuál sería mi cometido? —Tu cometido sería el de comisario musical. Tendrías toda la libertad para

atender tu Cátedra y tus conciertos a la vez que organizas los actos más importantes realizando un seguimiento constante del proyecto.

Seguimos charlando, hasta que se disculpó porque tenía otra reunión, nos despedimos y salí de su despacho con muy buenas vibraciones. Mi trabajo empezaría a principios de mayo, para lo cual me presentaron algunas personas que me situaron en la posición correcta para iniciar mis gestiones. Mi madre decía «siempre que se cierra una puerta se abre otra», era doña sentencias. Todavía ahora seguía enseñándome. A principios del mes de mayo de 1999 solicito la cancelación de contrato como clarinetista en la OSM, y me asombra la facilidad que ponen al aceptarlo.

—Aceptamos sin problema la cancelación de tu contrato, sin embargo te pedimos que se produzca a partir del mes de julio, para tener tiempo de cubrir esa plaza. —Lo entiendo y acepto la propuesta. Cumpliré mi contrato hasta el día 1 de julio.

La misma satisfacción que mostraron ellos, la muestro yo en este momento y establecemos el acuerdo mediante un documento firmado por ambas partes despidiéndome de ellos con una sonrisa. El día 2 de mayo comienzo la colaboración con la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, en la cual ocupare el cargo de Comisario Musical a petición de su presidente Luis Miguel Enciso. En esta primera reunión estuvieron presentes Paloma Martín, en representación de Musiespaña, Paz Uruñuela como secretaria de Dirección, Luis Miguel Enciso y Pablo Eulate, director del departamento de prensa. Comenzamos por la explicación del proyecto, la entrega de la programación y las condiciones económicas que me ofrecía la Sociedad Estatal en contraprestación de mi trabajo. El primer trabajo que abordé para la Sociedad Estatal fue el día 5 de mayo,

mediante un concierto interpretado por la Capella Reial y Hesperion XXI, dirigido por Jordi Savall en el Auditorio de Zaragoza, con el título: «La Plática de los Dioses. Tonos Humanos». Al día siguiente hace el primer ensayo mi hijo Pipo con la OSM, actuando en la Banda interna de la ópera Las Golondrinas. El día 11 se ofrece la 1ª función de esta ópera hasta completar las seis que se celebrarían durante el mes de mayo. Me reúno con Humberto Orán y Paloma Martín en Musiespaña, ya que serán mis intermediarios directos para las contrataciones de artistas, y procedemos al ordenamiento de los programas y valoración de los distintos proyectos. Al día siguiente tengo una reunión con Luis Miguel Enciso y le propongo una contraoferta en cuanto a mi retribución anual, una vez que he sopesado las incidencias del trabajo encomendado. Le propongo la cantidad de 4.000.000 de pesetas anuales, que acepta inmediatamente para incorporarlo al contrato con la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Empiezan los ensayos de la ópera Bassarides, los cuales continuarán durante todo el mes de mayo incluyendo ensayos y representaciones. El día 19 tengo otra reunión en el despacho de Enciso para decirme que vamos a comer con Paloma Martín y Rafael Gasset, director general de la Sociedad España Nuevo Milenio, para preparar la hoja de ruta del verano. No han pasado ni veinte días y ya estoy deseando que llegue el mes de julio para desvincularme de la OSM. Nueva reunión con Paloma Martín en Musiespaña, concretamos la presentación del programa en el Teatro Real para el día 12 de diciembre con la actuación de la Orquesta Reina Sofía interpretando el siguiente programa: Oración del Torero, Zarabanda lejana y villancico y Gardel por Mederos. El concierto inaugural tendrá lugar el día 1 de enero del 2000, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, con la Orquesta Sinfónica de Sevilla dirigida por Rafael Frühbeck de Burgos. El día 31 tengo una reunión, como Comisario Musical de la S.E.C.C., con Juan Cambreleng, director del Teatro Real de Madrid.

—Buenos días Adolfo, me alegro de tu nombramiento en la SEENM —dijo con gran sinceridad. —Gracias Juan, sé que te alegras sinceramente. Espero que, a partir de este momento, nuestra relación siga siendo fluida y cordial —le manifesté con cordialidad.

—No lo dudes, sabes que siempre nos hemos entendido bien y ambos somos personas de palabra.

Planteamos una serie de actividades conjuntas para el futuro más o menos próximo, con motivo de incluirlas dentro de la actividad de la Sociedad Estatal, tales como El Cid de Massenet en julio del 2001 con Plácido Domingo al frente durante siete u ocho funciones, un congreso sobre los Mitos, estreno del Farnace mediante una producción propia de la Sociedad Estatal con Jordi Savall en la dirección musical, y la presentación de la programación el 10 de diciembre en el Teatro Real de Madrid. Estoy dando clase en el Conservatorio a principios del mes de junio de 1999 cuando recibo la llamada de mi hija, comunicándome que la alambrada instalada recientemente en la terraza de nuestra casa se ha venido abajo por motivo de una ventisca, arrastrando consigo toda la pared sobre la que se afianzaba. La pobre es nuevamente portadora de malas noticias. Salgo apresuradamente hacia casa. Cuando llego veo el desastre producido, parecía que había pasado un huracán. Afortunadamente no pasaba ninguna persona por allí en ese momento, debido al vendaval se había desprendido toda la pared con la alambrada incluida. Caso de haber pasado alguien por allí hubiéramos tenido un terrible accidente. El seguro se encargó de todo y lo volvieron a colocar con mayor seguridad. Estrenamos la 1ª función de la ópera Bassarids, repitiendo las funciones de forma intercalada con los ensayos para el concierto de la Comunidad de Madrid, hasta el día 15 de junio. Consigo unos días libres del 15 al 21 para acercarnos a Rótova. El 23 me convocan a una reunión en la Sociedad Estatal a las seis y media, asisten el presidente, Ignacio Ollero y Paz Uruñuela. En esa reunión el Presidente realiza los siguientes encargos:

•1ª el día 15-XII-99 a las 20,00 horas presentación de la programación en el Teatro Real mediante rueda de prensa, habrá discursos de Cristóbal Halffter, Luis Miguel Enciso y el Ministro D. Mariano Rajoy. •2ª Nueva reunión con Juan Cambreleng para concretar nuestra colaboración en la recuperación de la ópera Celos aún del aire matan.

•3ª Elegir 3 ó 4 solistas de prestigio para hacer una gira por Nápoles y Roma. El día 25 eleccion de salas con atención preferente al aforo y al personal con el que contamos. Prestar atención especial al proyecto de coordinación interno. Llamar al Teatro de la Maestranza de Sevilla, a Juan Cambreleng y a Óscar Gershensohn.

El día 1 de julio de 1999 termina mi contrato con la OSM. Estos últimos dos años han sido muy duros a nivel familiar y profesional y poco productivos artísticamente hablando, ya que he tenido que dedicar casi todo el tiempo al trabajo en el foso del Teatro Real para terminar mi compromiso con la OSM y no por la ilusión de recrear la música. Reunión del consejo asesor de la Sociedad Estatal el día 6 de julio para tratar las cuestiones generales de programación. Trabajando sobre el concierto de inauguración tenemos varias dudas a la hora de definir el director, la ciudad y el teatro donde se realizaran. Parece ser que el consejo asesor se inclina por Rafael Frühbeck como director, Sevilla como ciudad preferente y Teatro de la Maestranza como teatro ideal. Me preguntan mi opinión y digo que estoy de acuerdo con esa elección, apuntando que, el presidente debería escribir una carta a Óscar Gershenson para conseguir garantías sobre el estreno del Farnace.

Capítulo 16

Consejo Asesor de la SEENM

El día 9 tenemos una reunión con el consejo asesor y entrego el modelo de programación con la elaboración del proyecto de coordinación. Falta definir el programa del concierto inaugural a las diez de la noche para la cena ante el consejo asesor, y el procedimiento para solicitar confirmación de fecha en el Teatro Real. Nueva reunión con el consejo asesor el día 13, donde se estudia la carta dirigida al Teatro Real solicitando confirmación del día para la presentación. Es muy importante para poder concretar las contrataciones con orquestas y solistas. Congreso sobre los mitos en julio del 2001 y el Proyecto de Coordinación del Festival de Guanajuato (México). Vamos tomando notas sobre los aspectos que incumben a cada uno. Me encanta este trabajo coordinado entre personas especializadas, es la materialización de la excelencia interpretativa de la gestión. El día 14 recibimos confirmación sobre el proyecto del Teatro Real, enviamos a Musiespaña el proyecto para la contratación de artistas, al tiempo que facilito una copia a Ignacio Ollero como de la Sociedad Estatal. Rafael Gasset, director general, solicita que se establezcan fechas y se concreten lugares, que se contrasten acústicas y la capacidad de público en cada sala además de la infraestructura interior de las mismas para los artistas. Estos aspectos me confieren directamente y debo prepararlos personalmente. Llamo a Musiespaña para tratar sobre la elaboración de programas, presupuestos y currículos. Respecto al proyecto con el Teatro Real propongo una reunión con Juan Cambreleng, para concretar la colaboración de la Sociedad Estatal con el Teatro Real y el costo económico del proyecto. Debo preparar la estructura de las giras y el presupuesto aproximado en cada ciudad, en España y en el extranjero. También determinar las fechas más favorables para las giras, incluyendo las salas y el proyecto económico. Es importante establecer una panorámica musical de las distintas comunidades autónomas sobre sus orquestas y posibles títulos genéricos, por ejemplo: «Las orquestas españolas en el Nuevo Milenio», con un impacto aproximado de catorce conciertos desde enero del 2000 hasta diciembre del 2001.

Fusionar cada comunidad con compositores actuales representativos de la propia comunidad, por ejemplo: BILBAO, Bernaola, De Pablo o González Acilu. CASTILLA-LEÓN: Claudio Prieto. ANDALUCÍA: Manuel Castillo. CATALUÑA: Xavier Montsalvatge, Federico Mompou o Joan Guinjoan. VALENCIA: Óscar Esplá. MADRID: podemos asociar las tres Orquestas Oficiales; ONE, RTV Y OSM, con Cristóbal Halffter, Tomás Marco, Antón García Abril y Joaquín Rodrigo. En este proyecto colaborarían los siguientes agentes de conciertos: Agencia Victoria, Pere Porta, Taté Álamos, Mercedes Sánchez del Río, Musiespaña y Ricardo Quesada, con un presupuesto aproximado de diez millones de pesetas por concierto, por catorce conciertos, hacen un total de ciento cuarenta millones de pesetas. El día 22 Enrique Franco hace la presentación del programa «Cuarteto de Vihuelistas», el día 23 presentamos el proyecto «Teatro Real con la Orquesta Clásica», junto al proyecto «Celos aún del aire matan». Reunión con Juan Cambreleng para determinar las fechas de colaboración con el Nuevo Milenio y el coste de la gala. Por último, planteamos el ciclo de grandes solistas, en el cual habrá que determinar los periodos libres de cada uno, presupuestos y ciudades donde actuarán. El día 30 viajamos a Rótova para descansar de todo este terremoto en el que me he metido. Vacaciones en Rótova durante todo el mes de agosto de 1999. El día 3 Pipo asiste al curso de Oviedo hasta el 15 de agosto que volverá a Madrid. El día 10 comemos en Gandía y vamos al cine de verano por la noche. Me encantan esos cines de verano de los pueblos costeros, mientras ves las películas te puedes tomar un bocadillo con cervecita fresca y después un buen «cubata». ¡Qué tiempos aquellos! El día 11 disfrutamos de un maravilloso eclipse de sol que, por la cantidad de asistentes, había interesado mucho a la concurrencia.

Capítulo 17

Veterinario con Tuba

Paseando con Marga y nuestra perrita Tuba por Rótova, llegó un momento en el cual dejó de andar y tuve que cogerla en brazos hasta que llegamos a casa. Ya llevaba algunos meses enferma y con distintos tratamientos, la perra tenía casi 15 años, pero en ese momento intuí que la situación empeoraba. No aguantó el paseo, estaba perdiendo visión y casi no tenía apetito. La llevamos a un veterinario de la zona y, después de un reconocimiento completo nos explicó que la perrita había llegado al final de sus fuerzas, proponiéndonos que la sacrificáramos allí mismo. Agradecí su opinión y después de abonarle sus honorarios nos fuimos de allí como alma que lleva el diablo. A los pocos días nos visitaron Susana y Poli con los niños de mi sobrino, para darnos un bañito en el pilón y dormir fresquitos en Rótova. Las ventajas de tener una casa amplia. Termina el curso de Pipo en Oviedo y regresa a Madrid. El día 28 de agosto celebramos mi 52 cumpleaños comiendo en Tabernes de Valldigna en el Restaurante Chamberí. No podía faltar la visita veraniega a nuestros amigos Juanito y Carmen en Picassent, para degustar su célebre paella. Tenemos una emergencia en la casa de Rótova que, aunque está muy bien preparada, es de edificación antigua y permanece casi todo el año vacía, motivo por el cual las cañerías se atascan y cuando vamos tantas personas, antes o después se bloquean, motivo por el cual tengo que avisar al fontanero. Comemos con mi hermano en Tabernes de Valldigna. Regresamos a Madrid el día 1 de septiembre de 1999 y el día 2 tengo la primera reunión de la Sociedad Estatal después de mis vacaciones. Asisten Luis Miguel Enciso, Juan Cambreleng, Tomás Martín de Vidales y Paloma Martin, concretamos la fecha de 15 de septiembre a las ocho de la tarde para la presentación oficial de Celos aún del aire matan mediante una función de Gran Gala en el Teatro Real, con un coste aproximado de veinticinco millones de pesetas. Debemos preparar el logo de la sociedad 2000-2002 e incluir una exposición titulada «Músicas de Calderón», con el despliegue de nuestro gabinete de prensa incluido en la publicidad del teatro. Encargamos una obra al compositor Cristóbal Halffter y quedamos a la espera para determinar la fecha de su estreno, la orquesta que lo realizará, etc. El

Retablo de Maese Pedro queda a la espera de presupuesto por parte de Musiespaña. El ciclo de «Grandes Compositores» necesita un número de conciertos determinado a lo largo del primer año, incluyendo compositores de la talla de Carmelo Bernaola, Luis de Pablo, Tomás Marco y Xavier Montsalvatge. Convocamos una reunión a lo largo del mes de septiembre con Óscar Gershensohn para trabajar sobre el Farnace, dentro del Ciclo de «Música Sinfónica Española». Utilizaremos la gira de la ONE, durante el mes de septiembre del 2000 por México, Caracas, Brasil (Sao Paulo y Río de Janeiro) y Buenos Aires. Todos estos temas y su elaboración los ponemos encima de la mesa para distribuir tareas y compromisos. Por mi parte tengo mucho trabajo para hablar en los distintos ámbitos con las personas responsables, explicándoles el ideario de la Sociedad Estatal y su compromiso con la cultura española. Como comisario de la sociedad, me siento halagado y agradecido por la confianza depositada en mí para una empresa tan interesante, a nivel musical y social, no podía desarrollar mejor tarea en beneficio de la música. El día 10 realizaremos el concierto de presentación en el Auditorio Nacional, reservado con la ONE, a la espera del ciclo de música de cámara para completar los programas y biografías de los solistas. El ciclo de «Grandes Compositores» y el de «Música Pop» están completados a falta de hablar con Santiago Menéndez Pidal. Con relación al apartado de ballets, hablo con Isabel Sánchez, jefa de producción de la Compañía Nacional de Danza, y acordamos una gira por Santiago de Compostela, Pontevedra, Vitoria y Valencia, a falta de concretar los presupuestos. En términos generales, hemos recibido los presupuestos de la mayoría de los proyectos y ahora toca hacer cuentas, para ello se los hemos entregado a Ignacio Ollero como responsable de la gestión económica, para que los contraste con el presidente.

Capítulo 18

Curso en Alcañiz

La mañana del 17 de septiembre salgo hacia Alcañiz, donde tengo que impartir un curso de clarinete. Llego a la hora de comer y me espera Silvia, la organizadora del curso, para darme la bienvenida y ponerme al día en cuanto a número de alumnos, edades y situación de cada uno de ellos, con el fin de organizar el curso de la forma más interesante para los alumnos. Este tipo de cursos aportan un interés especial de cara al alumnado, ya que no es un curso especializado con un programa determinado ni dirigido a un tipo de alumnos en concreto en cuanto a edades o nivel determinado, puede apuntarse todo aquel que esté interesado en ampliar sus posibilidades debido al profesor que lo imparte. Alcañiz es un lugar maravilloso, con un entorno de ensueño y unos habitantes muy hospitalarios. Cuando llegué se había enterado todo el pueblo del curso que daba y que era aragonés, y me recibieron al final de la primera jornada con un banquete, no exagero en la expresión porque parecían las «Bodas de Camacho», en el cual tuve la oportunidad de conocer a las «fuerzas vivas» del pueblo y a muchos de sus integrantes. Dijeron que me habían visto muchas veces en televisión y escuchado en varias grabaciones por la radio. Les agradecí sus atenciones y comí como un marqués las exquisiteces de su cocina. El segundo día de curso en Alcañiz, día 18, ofrecí una sesión de mañana y otra de tarde con las cuales tuve la posibilidad de hacer una valoración de todo el alumnado. Había veinte alumnos apuntados, de los cuales cinco pasan de los veinte años y tenían niveles muy diversos, habiendo terminado el Grado Medio la mayoría de ellos y estudiando sus estudios oficiales en el Conservatorio Superior de Zaragoza, sin alcanzar todavía la profesionalidad. Otros siete están claramente identificados como estudiantes de Grado Profesional y los ocho últimos eran menores de diez años y tenían, consecuentemente, muy poca preparación básica. Con lo cual me hice la idea de hacer un curso muy ecléctico, en el que pudiera abarcar los conocimientos de todos ellos con el fin de superarlos. Para motivarlos, he aprovechado la última hora de cada sección para trabajar unos arreglos que he traído y que aúnan la posibilidad de adaptación a los distintos niveles de cada uno. Hemos disfrutado mucho con este trabajo, y ellos en particular, han quedado encantados.

El día 19 de septiembre salgo muy temprano de Alcañiz para llegar a Madrid y dar un paseíto con Marga para ver cómo se encuentra. Vamos al médico el día 22 para concretar el tipo de invalidez que le corresponde. Después de dejar en casa a mi esposa, Voy a ver a Pilar Izaguirre, directora del Ballet Nacional, para preparar los tres proyectos de colaboración con la Sociedad Estatal por separado, según los estilos de danza de cada uno: Danza Flamenca, Contemporánea y Ballet Clásico. Tienen un convenio con la empresa Isarca, que les organiza todo lo referente a proyectos, giras, conciertos, Ballet de Danza Contemporánea y el Ballet Clásico. El ciclo de órgano lo gestiona la agencia Victoria, Felicitas Keller, y hemos encargado una obra para órgano y orquesta que va a componer Cristóbal Halffter. Se estrenará en el Festival de Lucerna en julio de 2001. El presupuesto del encargo de Cristóbal Halffter es de un millón y medio de pesetas, más viaje de avión y hotel. Continuamos las reuniones en la Sociedad Estatal para preparar el diseño y distribución de las actuaciones de orquestas, solistas y compositores en cada ciudad y sala de conciertos. A las seis de la tarde tenemos un Consejo Escolar en el Conservatorio para preparar y distribuir las actividades del nuevo curso. Posteriormente voy a una reunión con Nacho Duato el día 24 en la Sociedad Estatal a las diez de la mañana, a las doce se incorpora a la reunión Isabel Sánchez, jefa de producción de la Compañía Nacional de Danza, para concretar una oferta de patrocinio por su actuación en Valencia, con gira incluida por España en Santiago de Compostela, Murcia y Cáceres con la primera compañía, y en Toledo, Vitoria y Zaragoza con la que ellas denominan la «pequeña compañía». El día 28 cerramos el mes de septiembre con una rueda de prensa de la Sociedad Estatal, a la cual asisten infinidad de medios de comunicación convocados y custodiados por Pablo Eulate. El día 2 de octubre de 1999 tengo una entrevista con Jordi Savall y Nacho Duato en el Hotel Tryp Ambasador. El día siguiente otorgamos el Premio Extraordinario de Clarinete fin de ciclo de Grado Medio a Alberto Simón, alumno muy trabajador y con buenas condiciones musicales.

Capítulo 19

Luciano González Sarmiento

A las cuatro de la tarde visitamos nuevamente al doctor Diez Valle para la revisión periódica de Marga y el día 31 voy a casa de mi buen amigo Luciano González Sarmiento, donde degustamos un buen vino, como siempre, y algunas exquisiteces. Estábamos hablando de un proyecto de actuación conjunta con el quinteto de viento para los institutos cuándo, de repente, cayó al suelo con los ojos abiertos y respirando entrecortadamente, fue un susto mayúsculo y traté de auxiliarle. Viene su mujer y entre los dos le incorporamos hasta que la situación se fue suavizando. Poco a poco fue volviendo en sí hasta que aquello quedó en un susto. No accedió a que llamáramos al Sámur ni a llevarle al hospital, a Luciano hay que respetarle. Hace falta mucho más para acabar con Luciano. Ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla el día 1 de noviembre, para preparar el concierto del Conservatorio Ángel Arias Maceín. El día 4 me llamó Juan Cambreleng para que fuera a su despacho del Teatro Real. Hablamos sobre el concierto de inauguración de la temporada, patrocinado por la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. El día 5 firmamos un convenio con la Sociedad General de Autores de España para trabajar conjuntamente en la producción del Farnace y el día 22 realizamos un concierto con el Cuarteto Manuel de Falla en el Conservatorio Ángel Arias Maceín, para celebrar la festividad del día de Santa Cecilia, patrona de los músicos. El día 23 presentamos la solicitud de invalidez de Marga.

Capítulo 20

Exhumación del cadáver de mi padre

El día 1 de diciembre se celebró el último Claustro del año 1999 en el Conservatorio a las doce. A las cuatro de la tarde tuve clase de Clarinete. El día 5 se anuncia la convocatoria del concurso de traslados del próximo curso. Los días 6 y 7 tenemos ensayos con el Cuarteto Manuel de Falla. El día 9 tuvimos una reunión de todo el equipo de la Sociedad Estatal con Luis Miguel Encis, para preparar el concierto de presentación del programa de España Nuevo Milenio en el Teatro Real, cóctel al finalizar el concierto. Se celebra la fiesta de despedida en el Conservatorio, con un concierto del Cuarteto Manuel de Falla. Se produce la exhumación del cadáver de mi padre el día 27. Ceremonia triste y fría, no solamente por la temperatura del ambiente, sino por la maniobra impersonal y rutinaria de los operarios al cargo, que pedían tu opinión a la vista de los huesos como si pudieras reconocer a tu padre a través de ellos. El día 29 pasamos el tribunal médico de Marga, con preguntas que ni siquiera yo sabía responder, menos ella con una minusvalía del 70 %. Envío diversas cartas a las orquestas desde la Sociedad Estatal el día 3 de enero del 2000. Comida en el restaurante La Bola con el Cuarteto Manuel de Falla el día 4, entre el ensayo de la mañana y la tarde de la OSM, para preparar los próximos conciertos y valorar los distintos programas. A partir de la nueva situación profesional con la OSM como clarinetista, la Sociedad Estatal Nuevo Milenio solicitó mi colaboración profesional como coordinador del ciclo de música integrado en el programa de la Sociedad. Dicha colaboración tenía por objeto el diseño y la coordinación musical de todo el proyecto. Con esta finalidad, tengo una reunión con Luis Miguel Enciso, Presidente de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, para organizar y coordinar las múltiples actividades musicales que se van a producir durante los próximos años. Le cuento, de forma pormenorizada mi situación en la OSM y mis actividades como gerente, por si puede servir como ejemplo para el trabajo que realizaré en la Sociedad Estatal. Me dice que es perfecto, necesita alguien con ese perfil para llevar a cabo las actividades musicales de la Sociedad Estatal.

Capítulo 21

Sacrificamos a Tuba

El día 11 de enero de 2000 fue un día muy triste para nosotros. Llevamos a nuestra querida perrita Tuba a la Clínica Veterinaria de la calle los Madrazo para sacrificarla. La llevamos en brazos porque apenas podía andar. Una vez allí nos recibió nuestro amigo Miguel, el veterinario que la trató durante toda su vida y confirma lo dicho por el veterinario de Valencia. Vamos toda la familia, rotos de dolor porque Tuba nos había regalado quince años de maravillosa compañía. Llevaba un año muy enferma y se había quedado ciega. Miguel me lo venía avisando pero me resistía a la espera de encontrar otra solución que pudiera dejarla con nosotros una temporada más, hasta que me dijo «Adolfo, Tuba perdió la ilusión». Nunca la hemos olvidado. Con la muerte de Tuba se fueron encadenando progresivamente una serie de desgracias dentro de la familia, hasta el punto de que llegué a cuestionarme si nos habían echado «mal de ojo», como dijo un amigo, algo que nunca me hubiera planteado expresamente, pero a partir del cariz de los acontecimientos cada vez tomaba más cuerpo. Comienzo a buscar salas, el día 12, para ubicar las actuaciones en las distintas ciudades españolas, tales como: Madrid (Casa de América), Toledo (Teatro Rojas), San Juan de los Reyes, Zaragoza (Auditorio de La Seo), Palma de Mallorca (Auditorio, Catedral, Patrimonio). Mi hijo Pipo tiene un accidente de coche el día 13 volviendo a casa con su amigo Perkins. Me avisa la policía a las dos y media de la madrugada y nos damos un susto tremendo porque no quieren informarme de cómo están ellos, solamente necesitan que llegue cuanto antes. Cuando llego están haciendo el atestado y compruebo que están bien los dos. El vehículo contrario está destrozado porque la colisión fue lateral. Múltiples gestiones para ordenar los daños y depurar responsabilidades, los llevan a un hospital para valorar las lesiones. Ensayo con el Cuarteto Manuel de Falla el día 15 para preparar la grabación de la obra de Tomás Marco compuesta para el cuarteto. Reunión con Andrés Ruiz Tarazona para perfilar la producción del Farnace y ensayo con el cuarteto para el concierto el día 29 en la Fundación March con obras de los siguientes

compositores: Marc Carles, Víctor Carbajo, Adam Ferrero, Tomás Marco, Vicente Gil y Guido López Gavilán. El día 31 presentamos la rueda de prensa de la Sociedad Estatal en la Casa de América mediante la presentación de todo el proyecto. Viajo a Valencia el día 1 de febrero de 2000 en el vuelo de las ocho menos cuarto, para asistir a la rueda de prensa ofrecida por la Sociedad Estatal en el Hotel Valencia Palace y ofrecer una visión de las actividades de la Sociedad Estatal. Regreso a Madrid en el vuelo de las tres y media de la tarde. Operan a Claudio Prieto el día 7 en el Hospital Madrid habitación 512. Me acerco para acompañar a su familia durante la intervención al Hospital, aunque es muy pronto para hacer una valoración, el cirujano dice que la operación en sí, ha sido un éxito. De cualquier forma hay que esperar para valorar durante el postoperatorio las consecuencias reales de su enfermedad. Audición de los alumnos de Clarinete en el Conservatorio Ángel Arias Maceín. Reunión de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio el día 12, a las diez y media. Nos reunimos con Jordi Savall, Nacho Duato y Pere Porta para proponer y ajustar las próximas actividades. Reunión en el Montepío de Teléfonos, calle Agustín de Rojas nº 3 el día 18, para solicitar la indemnización de Marga por su invalidez. Nueva reunión de los catedráticos numerarios en expectativa de destino el día 22 a las doce en la cafetería Corona. Hemos decidido poner en manos de un abogado nuestra situación, ya que tenemos nuestro destino definitivo en Madrid y estamos desempeñando nuestras funciones en conservatorios profesionales sin poder impartir el Grado Superior de Música, mientras en el Conservatorio Superior hay el mismo número o mayor de profesores, con categoría profesional en expectativa de destino y ocupando nuestras plazas. Consideramos que esta situación se debe a la actuación de Miguel del Barco mientras estuvo de director, y de Miguel Zurita Becerril, director de recursos humanos de la Comunidad de Madrid. El día 23, debido a un problema de última hora, la OSM llama a Pipo para sustituir al segundo clarinete en la 1ª función de El Quijote de Cristóbal Halffter, estreno mundial en el Teatro Real. Día 9 cumpleaños de Pipo. Elecciones Generales el día 12, el PP consiguió la mayoría absoluta. Viajo a Barcelona el día 13, salgo a las nueve menos cinco porque tengo una

reunión con Juan Mataboch, gerente del Teatro Liceu de Barcelona, para preparar una rueda de prensa anterior a los próximos conciertos de Jordi Savall patrocinados por la Sociedad Estatal. Reunión con Luis Miguel Enciso y Rafael Gasset, les comunico que están reservadas las fechas de los conciertos del mes de mayo en Zaragoza y en Toledo, en noviembre en Palma de Mallorca y en enero en Barcelona. Concierto de Jordi Savalle el día 5 de abril del 2000 en el Auditorio de Zaragoza, con el título genérico «Punto de encuentro con Jordi Savall», como homenaje a Calderón de la Barca. Actúa la Capella Reial de Catalunya y Hesperion XXI, bajo la dirección de Jordi Savall. El día 8 me llama a su despacho Ismael del Río, director en esos momentos del Conservatorio Profesional de Música Ángel Arias Maceín.

—Adolfo, quiero que sepas que voy a presentar la dimisión, te lo digo a ti en primer lugar porque me gustaría que ocuparas tú la dirección en el futuro — comentó Ismael. —Agradezco el detalle Ismael, pero sabes que el procedimiento de nombramiento pasa por otro sistema de elección y viene marcado por la istración educativa. —Te pido que lo tengas en cuenta a la hora de concursar. Estoy preocupado por el futuro de este Centro. —No te preocupes Ismael, mi presentación a ese cargo tendré que pensarlo en su momento, habida cuenta de mi situación personal y profesional.

Durante la convocatoria del Claustro se producen varios incidentes que me ponen al tanto del ambiente que hay en el Centro. Se anuncia la dimisión del director y se propone, de forma temporal, el nombramiento de Luis Ángel de Benito en el cargo hasta que la istración se pronuncie al respecto. Tengo una reunión con José Luis Rubio en el Hotel Meliá, posteriormente quedo con Gerard Claret, concertino de la Orquestra Nacional de Cambra de

D’andorra, para establecer los ensayos del concierto de las Piezas de Félix Mendelhson para clarinete, corno di bassetto y orquesta de cámara en el Auditorio Nacional. El día 19 viajamos a Rótova con mi hermano José Luis y su señora para pasar unos días de asueto, comenzando con una paella en la playa de la“Malvarrosa”, al ladito de Valencia, para después enseñarles los rincones maravillosos de la zona. Día 22, regresamos a Madrid, renovados por las bondades de la zona y agradeciendo el tiempo tan maravilloso que nos ha hecho, permitiendo un cúmulo de excursiones que han dejado a mis hermanos enamorados de la comarca.

Capítulo 22

Ingreso de Manuel Sauri en la Clínica de la Zarzuela

El día 3 de mayo de 2000 ingresan a mi cuñado Manuel Sauri debido a una decoloración amarillenta intensa en la piel. El hermano de Marga ingresa en la Clínica de la Zarzuela de Madrid diagnosticado con cáncer de páncreas. El día 12 de ese mes le intervienen quirúrgicamente sin mucho convencimiento porque han detectado un nivel excesivamente alto de la infección. Después de la operación el médico nos informa diciéndonos que no nos hagamos muchas ilusiones porque las impresiones sobre el diagnóstico son negativas. Presentación de la obra OBS el 1 mayo de 2000, interpretada por la Fura dels Baus.Concierto de Jordi Savall el día 5, con la denominación «La plática de los dioses-tonos humanos», interpretada por La Capella Reial de Catalunya y Hesperion XXI, en el Auditorio de Zaragoza, Sala Mozart. Concierto en el Teatro Carlos III del Escorial de las 2 Piezas de Félix Mendelssohn, con la Orquesta Carlos III y actuando Jorge Gil al corno di bassetto y Adolfo Garcés al clarinete. Posteriormente ofrecemos el mismo concierto en Villaviciosa de Odón, con la misma orquesta el mismo programa y los mismos intérpretes. Ciclo de cine «Las generaciones del Cine Español» del 13 al 20 de mayo, patrocinado por la Sociedad Estatal. A las tres de la tarde comida en Sardeska, con motivo del bautizo de Sebastián, hijo de José Selva y Claudia Grümpel. Inauguración en la Biblioteca Nacional de la exposición «Calderón y la España del Barroco». Concierto de Jordi Savall con el título «La Plática de los tonos humanos», patrocinado por la Sociedad Estatal, en el Teatro de Rojas de Toledo. El día 19 llega nuevamente el cumpleaños de mi hija María.

Capítulo 23

Fallece Manuel Sauri

El día 1 de junio de 2000 audición de alumnos en el Conservatorio. Concierto de Antonio Baciero como homenaje a Calderón de la Barca en el Salón de Actos de la Real Academia de Bellas Artes con el siguiente programa:

•1ª Parte: Música del teclado en el Siglo XVII. •2ª Parte: Influencias de Calderón de la Barca en el romanticismo alemán.

Día 2: 3ª evaluación en el Conservatorio. Día 3: Concierto con la Piezas de Mendelhson acompañado por Jorge Gil y la Orquesta Carlos III en Granada. Asisto a la Asamblea Territorial de Artistas e Intérpretes Españoles y el día 14 de junio fallece Manuel Sauri después de 40 días ingresado, ya que se había extendido la infección por todo el cuerpo hasta llegar al cerebro. Supongo que no hace falta que recuerde lo dicho anteriormente, en cuanto a lo del «mal de ojo». Habida cuenta de las malas noticias familiares y mi decisión hace unos cuantos meses respecto a la OSM, esto último es lo que menos me afecta porque, tal y como lo he ido avisando, lo esperaba de un momento a otro. Termina Pipo su Carrera Superior de Clarinete en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, al fin una buena noticia, bajo la tutorización de Vicente Peñarrocha, con la calificación de notable. Compramos el Daewoo Lanos de Pipo, no se merecía menos, y unos días después la moto de María para sus desplazamientos al Teatro Real. Comienzan los preparativos para su boda el día 23 de junio, otra buena noticia. Se casa en la Iglesia de Santa Bárbara y el ensayo general de la ceremonia será el jueves 27 de julio. Asistimos al funeral por Manuel Sauri en la parroquia de Aravaca. Durante toda su enfermedad mantuvimos un tanto separada a Marga, por la repercusión que para ella tenía la situación, no obstante tuvo una crisis muy fuerte y no quería nada más que estar a su lado aunque ninguno de nosotros lo aconsejaba

debido a su estado de ánimo. El día 27 comienzo los trámites para el ingreso de Blanca, madre de Marga, en la Residencia de Torres de la Alameda, habida cuenta de su situación familiar, a Blanca no le quedaba ningún pariente directo que la pudiera tutelar, motivo por el cual acepté esa responsabilidad, no sin cierta pena por el cariz que había tomado la situación El día 30 viajamos Susana Cermeño, Pipo y yo a Granada para dar mi último concierto con la OSM al día siguiente en el Auditorio Manuel de Falla bajo la dirección de Günther Neuholdeld.

Capítulo 24

Boda de mi hija María

El día 1 julio del 2000 tuvimos el ensayo general en el Auditorio Manuel de Falla de Granada con el director Günter Neuhold y el concierto a las ocho de la tarde. Según el documento firmado con la Orquesta, ese día terminaba mi contrato, aunque no hubo despedidas, tuve una gran relajación al pensar que dejaba esa obligación. Curiosamente se produjeron un cúmulo de sensaciones en mi estado de ánimo, por una parte los interminables recuerdos de las épocas ilusionantes, en las que cada día conseguíamos algo nuevo para la Orquesta, acariciando constantemente el ambiente de superación y camaradería, por otra pesaba más en la balanza la última etapa en la que nada de lo anterior parecía que importara, eclipsado por un cúmulo de ambiciones que negaba todo lo anteriormente conseguido, utilizando «prácticas arteras» para desprestigiarme y culpabilizarme de cuestiones inexistentes. Al día siguiente regresamos a Madrid, paramos a comer en el Parador de Manzanares como era costumbre en este tipo de viajes, aunque venía Pipo con nosotros aproveché la ocasión para despedirme de Susana, compañera del Conservatorio y buena amiga desde hacía muchos años.

—Agradezco tu comprensión al no decirme nada durante estos días, Susana. —Imagino que conoces mis sentimientos al respecto, no en vano fuiste tú el que facilitó mi entrada en la Orquesta. —Con todo merecimiento desde luego. Tú y yo continuaremos viéndonos en el actual Conservatorio y posteriormente en el superior, si es que conseguimos que nos escuchen.

Continuamos el viaje después de la comida y, el día 4 viajamos a Rótova para regresar el día 10 a Madrid. Estancia cortita pero reparadora.

El día 11 tenemos las pruebas de los chaqués de Pipo y Jorge para la boda, al día siguiente, en el restaurante del Hotel Meliá degustamos el menú que había preparado el hotel. Vamos Santi y yo a la prueba de chaqués al día siguiiente y unos días más tarde es la prueba del vestido de novia de María. Recogemos los chaqués y el día 29 de julio de 2000 llega el feliz acontecimiento de la boda de María y Santi en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid. Hacen una pareja preciosa y están verdaderamente radiantes. El día 31 devolvemos los chaqués y viajamos a Rótova con Lidia y Pipo para iniciar nuestras vacaciones de verano. Comenzamos nuestras vacaciones preparando la casa de Rótova y me dispongo a pasar unas vacaciones reparadoras. El día 7 de agosto de 2000 regresan Pipo y Lidia a Madrid y, posteriormente, a Oviedo. En los próximos días, como no había mucho que hacer, el principal motivo de diversión de Marga era mirar chalés y parcelas, habida cuenta de que nos gusta tanto el lugar. Como entendía que era una forma de entretenimiento y de conocimiento del medio para ella, me dejaba querer, pero en mi fuero interno nunca abrigué la idea de comprar algo en propiedad. Regresan María y Santi de su luna de miel y vienen directamente a Rótova el día 16. Pasamos el resto del día comentando su viaje, enseñándonos fotos y recuerdos y entregándonos regalos que no se acababan nunca, estaban exultantes y daba gloria verlos. Nos reímos mucho con una anécdota que se produjo cuando sacaron una botella de champán francés, regalo especial para nosotros y, con las prisas, olvidé meterla en el frigorífico. Después de la comida venía el momento cumbre, un champán francés que les había costado un ojo de la cara y, al abrirlo, se esfumó completamente debido a su temperatura, la culpa fue exclusivamente mía. Vienen Juanito y Carmen a pasar el día, no podía faltar una nueva «paelleta» a la hora de comer, que la hace Carmen a las mil maravillas. El día 26 cenamos en Venta Toni, uno de los muchos restaurantes que habíamos descubierto por la zona, habida cuenta de la inclinación de esta familia hacia las celebraciones y comiditas El día 28 celebramos mi 53 cumpleaños y, como es de rigor, comimos fuera. En este caso en un restaurante típico valenciano que conocimos el año pasado y ya nos habíamos hecho adictos, se llama Restaurante Isabel. El día 31 volvemos «a descansar» a Madrid.

Capítulo 25

Rueda de Prensa en el Palacio de Euskalduna

El día 4 de septiembre de 2000 comienzan los exámenes en el Conservatorio y acudo a un Tribunal de oposiciones en el Conservatorio de Getafe. Viajo a Bilbao para participar en la rueda de prensa que ofrece la SEENM en el Palacio de Euskalduna, a continuación celebramos una comida en el propio restaurante del palacio. Al día siguiente se celebra una mesa redonda en la que intervienen Carmelo Bernaola, Alfredo Aracil y Javier Zubicaray, al final de la cual la SEENM ofrece una cena en el restaurante La Bilbaina. Comienza la exposición fotográfica desde el día 23 de septiembre hasta el 4 de octubre, con el título «España ayer y hoy, escenarios, costumbres y protagonistas de un siglo», en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Comienza el ensayo general de la obra Celos aún del aire matan, cuyo año de publicación fue en 1660, producción propia de la Sociedad Estatal en la que habíamos puesto muchas ilusiones, por lo que representaba en cuanto a la recuperación de una obra enteramente española que había estado olvidada durante más de tres lustros, con libreto de Pedro Calderón de la Barca y música de Juan Hidalgo de Polanco. El estreno se produjo en el Coliseo del Palacio del Buen Retiro el día 5 de diciembre de 1660. El día 7 de octubre de 2000 se produjo la 1ª función en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, patrocinado por la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Me invita a colaborar el grupo «Proyecto Gerhard» en un concierto con obras de Consuelo Diez, actual directora del CDMC, para lo cual se producirán diversos ensayos hasta el día 22, fecha del concierto. Al día siguiente nueva reunión con la Sociedad Estatal e inmediatamente vamos a la consulta del doctor Diez Valle con Margarita para su revisión periódica. El día 22 por la mañana se produce la exhumación del cadáver de mi suegro don José Sauri Serrano, padre de Marga. Nuevamente la tétrica ceremonia pública en la que los familiares sufren con sus recuerdos sin ningún detalle que recuerde la figura del ser querido. Por la tarde, a las ocho, ofrecemos el concierto del Cuarteto Manuel de Falla en la Casa de Cultura del Escorial. Tuvimos nueva reunión de catedráticos el día 31

para la elaboración del recurso enviado a Miguel Zurita Becerril, director general de recursos humanos, con diez puntos que justifican la demanda.

Capítulo 26

Viaje a Mallorca con Luis Miguel Enciso

El día 3 de noviembre de 2000 viajamos a Palma de Mallorca con Luis Miguel Enciso, para ofrecer una «Conferencia-presentación» de las actividades de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. En otros apartados de estas memorias he glosado la personalidad de Luis Miguel Enciso por parecerme ilustrativa de un personaje muy poco frecuente en cuanto a inteligencia, gallardía, conocimientos y personalidad. Tuve la fortuna de poder disfrutar de todas estas virtudes cuando me ofreció su confianza y generosidad, situándome a su lado en un proyecto tan importante como la Sociedad Estatal. Muchas y muy variadas ocasiones darían pábulo para rememorar anécdotas vividas con él, pero hay una que siempre me viene al pensamiento, por ser la más ilustrativa de nuestra relación personal. Habíamos llegado a Palma de Mallorca sobre las seis de la tarde y teníamos el concierto de Jordi Savall en la Catedral de Palma de Mallorca a las ocho y media. Después de dejar nuestro mínimo equipaje en el hotel me propuso salir a dar un paseo, debo decir que el hotel estaba situado en pleno paseo marítimo y, aunque a bastante distancia, se percibía la maravillosa Catedral, popularmente conocida como «La Seu» en todo momento. Comenzamos a pasear y, a partir de la visión de la catedral, Luis Miguel se convirtió, sin pretenderlo en absoluto, en el magnífico historiador que siempre había sido, con un solo alumno para aquella clase, que estaba totalmente entregado a las bonanzas del momento. Comienza a decaer el día, el sonido y la vista del mar, la temperatura excelente, la vista al fondo de la catedral y las historias que iba contando Luis Miguel en cuanto a reminiscencias históricas, políticas, guerreras y musicales que habían convivido desde el Siglo XIII, que comenzó su construcción, hasta mediados del XVII. Cuando me quise dar cuenta estábamos entrando en la catedral y todavía escuchamos parte del ensayo que estaba haciendo Jordi Savall como prueba acústica para el concierto. Después del concierto cenamos con los músicos del grupo y volvimos al hotel dando un paseo en sentido inverso, me acosté con los recuerdos del concierto y la maravillosa clase que me había regalado Luis Miguel Enciso. Volvimos esa tarde a Madrid, justo para leer la resolución del concurso de traslados el día 5

publicada sin noticias del tema de los catedráticos de Madrid.

Capítulo 27

Asociación de Compositoras Españolas en Roma

El día 6 tenemos un ensayo para el concierto en Roma con un grupo de compositoras españolas. El día 8 viajamos a Roma para ofrecer el concierto organizado por la Asociación de Compositoras Españolas que constituyó un momento extraordinario para comprobar las virtudes creativas de este grupo y estrechar aún más la buena amistad que había entre nosotros. El día 10 recibimos una carta del seguro colectivo de Marga, comunicándonos que tiene derecho a una indemnización de la cual nos informarán más adelante. Esa tarde voy a reunirme con Javier Ruiz, director de cultura del Instituto Cervantes, para presentarle un proyecto del Cuarteto Manuel de Falla sobre la actuación en seis ciudades europeas. Le gusta el proyecto y nos aconseja que hablemos con Pachi Larrañaga sobre el tema. Los días 27, 28 y 29, se celebra el Congreso Internacional sobre Calderón de la Barca patrocinado por el CSIF, en la Sala de la Academia de Bellas Artes. El día 30 se celebran elecciones generales a la AIE. Concierto de Pipo el día 4 de diciembre de 2000 en el RCSMM de Atocha. El día 9 hablo con el gerente del seguro colectivo de Telefónica, José Antonio Martínez Hernández, para concretar el envío del pago del seguro. El día 13 tenemos una reunión de departamento y evaluación en el Conservatorio. El día 30 se produce el reconocimiento de la minusvalía de Margarita. Comida en el Hotel Adler con Enciso y Savall el día 5 de enero de 2001, para valorar los resultados de las producciones efectuadas y programar las siguientes durante el presente año.

Capítulo 28

Instituto Cervantes. Gira del Cuarteto Manuel de Falla por Europa

Tuvimos una reunión el día 17 con Javier Ruiz, director del Instituto Cervantes en Madrid, para organizar la colaboración de ambas entidades en la gira que iba a iniciar el Cuarteto Manuel de Falla por Europa. Debo constatar que, a partir del presente año, como consecuencia de la invalidez otorgada por la Seguridad Social para mis actividades como clarinetista, dejé de participar en el cuarteto y mis compañeros nombraron a Enrique Pérez Piquer como primer clarinete, lo cual no pudo ser más acertado porque siendo el clarinete solista de la Orquesta Nacional, con una gran experiencia a sus espaldas, era la persona idónea para liderar un grupo tan comprometido artística y musicalmente. Dentro de la preparación de la ópera Farnace, el día 23 elaboramos los «disquetes midi» con el estreno de la obra para el archivo en la Sociedad Estatal. El día 5 de febrero de 2001, Jordi Savall recoge las partituras del Farnace en la sede de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Hablo con Jordi Savall desde Turín para que me diga quién puede mandarle los disquetes del Farnace. Le comunico que se lo enviaremos inmediatamente. Quedamos en vernos en su próxima visita para comentar temas sobre la producción. El Instituto Cervantes me propone la elaboración de un convenio del Cuarteto Manuel de Falla para la gira por Europa, les comento que me parece fantástico y muy conveniente y les animo a que elaboren el documento. Rueda de prensa en la Sala Cervantes de la Casa de América de Madrid, Patxi Larrañaga concreta las ciudades que figurarán en el convenio del Cuarteto Manuel de Falla con el Instituto Cervantes, serán las siguientes: Bruselas, Bucarest, Lisboa, París y Bremen. Presento la solicitud para el ingreso en la residencia de la madre de Marga el día 7 de marzo. Viajo a Barcelona para tener una entrevista con Jordi Savall y comentar sobre los disquetes recibidos, en los cuales estaba trabajando para elaborar distintas versiones aplicables a su grupo. Reunión en el Departamento de Ordenación Académica del Ministerio de Educación con Miguel Ángel Sánchez y el jefe del Servicio de Personal Francisco Sánchez, para activar las

solicitudes de los catedráticos aprovechando las futuras convocatorias de concursos de traslados. Comienzan las gestiones con otras ciudades en Europa para la actuación del Cuarteto Manuel de Falla en las sedes del Instituto Cervantes, hasta el momento han ado con Bruselas, Estambul, Dublín, Manchester y Burdeos, aparte de las que ya habían confirmado. Borrador del proyecto de currículo enviado a los servicios jurídicos de Ordenación Académica el día 3 abril, para la implantación de nuevas especialidades dentro del cuerpo de catedráticos en la istración General del Estado. Me llama mi buena amiga Cristina Gutiérrez para comunicarme que la han expulsado de la OSM mediante una decisión arbitraria como en mi caso. Siento escuchar esto porque me da pie para reconocer, una vez más, la vileza de esta Orquesta, ya que Cristina fue una de las pocas personas que me respaldaron y tuvo la valentía de defenderme públicamente, motivo por el cual ahora se han vengado, a pesar de lo mucho que ella hizo por la Orquesta y nunca se metió en nada, su único problema fue ser amiga mía. El día 16 vamos a visitar a nuestro amigo Miguel Ángel Esteban, marido de Mari Paz, con los cuales pasamos gran parte de nuestra vida juvenil durante nuestros matrimonios y nacimientos de nuestros hijos. Le encontramos en muy mal estado, era un hombretón fornido y de buena estatura que estuvo toda su vida haciendo deporte. Está ingresado en el hospital desde hace una semana y vaticinan que le queda muy poco de vida, es lamentable ver a alguien con quién has convivido en esta situación, máxime cuando todavía no es muy mayor, tenemos aproximadamente la misma edad. Mari Paz, su esposa y sus hijas, Charito y Beatriz están rotas de dolor, al cual nos sumamos Marga y yo con nuestros hijos por medio de un abrazo largo y sostenido. En mayo del 2001 tenemos una reunión en Musiespaña para valorar los proyectos conjuntos. En el Conservatorio Ángel Arias Maceín nombraron nuevo director a Ismael del Río ante la jubilación de su directora Mari Carmen Arias durante más de 20 años, hija de Ángel Arias promotor del Conservatorio Profesional. Ismael tomó posesión el día 18 mediante un Claustro de presentación. A partir de su toma de posesión procede a nombrar a los de su Junta Directiva proponiéndome como jefe de estudios y a Susana Cermeño como secretaria. El día 19 cumpleaños de mi hija María. Preparo el viaje a Santiago de Compostela para el próximo concierto del grupo «Proyecto Gerhard» patrocinado por la Sociedad Estatal.

Capítulo 29

Jefe de Estudios Conservatorio Ángel Arias

El día 28 de mayo tomo posesión como jefe de estudios del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, inmediatamente después el director convoca una reunión de la Junta Directiva para proceder a la distribución de competencias, convocar pruebas de a Grado Elemental y establecer nuevas audiciones de los alumnos. Preparo un escrito dirigido a los padres para informarles que he solicitado una reunión con Bonifacio Alcañiz, director de Área Territorial el día 4 de junio. Inmediatamente, según mi costumbre, procedo al repaso de las aulas contrastando que no están en las condiciones mínimas deseables y continúo con el repaso del Conservatorio que tan bien conozco a través de muchos años y con el cual no estoy de acuerdo con su sistema organizativo ni educativo. Viajo a Santiago de Compostela para la preparación del concierto del grupo «Proyecto Gerhard», dirigido por José de Eusebio y patrocinado por la Sociedad Estatal. Regreso a Madrid para preparar la 3ª evaluación. Al día siguiente voy a la reunión con Bonifacio Alcañiz acompañado por una comisión de padres de alumnos para hacerle entrega de un escrito solicitando la reparación de aulas y mobiliario del Conservatorio así como diferentes cambios en el aspecto pedagógico que tienen que ver con el reparto del profesorado. Posteriormente tenemos una reunión de los conservatorios profesionales de Madrid el día 15 en el Departamento de Ordenación Académica, calle Gran Vía 10 5ª planta. Vuelvo a Santiago de Compostela para asistir al concierto patrocinado por la Sociedad Estatal del grupo «Proyecto Gerhard», bajo la dirección de José de Eusebio. El concierto tuvo muy buena acogida con gran afluencia de público. Convocan una reunión del equipo directivo del Conservatorio para tratar los siguientes temas:

•Valoración global del funcionamiento del Conservatorio. •Incidencias del curso. •Informe elaborado por el Consejo Escolar analizando y evaluando el funcionamiento general del Conservatorio, especialmente en lo referente a la

eficacia en la gestión de los recursos y la aplicación de las normas de convivencia. •Se convoca Consejo Escolar para el día 5 de julio a las ocho y media de la tarde.

El día 3 de julio de 2000 se convoca una reunión técnica de la Sociedad Estatal para la preparación del Farnace. Comisión pedagógica y Consejo Escolar en el Conservatorio el día 4, para dar cuenta de los temas tratados. Reunión con el jefe de Servicios de Recursos Humanos para captar y evaluar la situación interna del Conservatorio. A los pocos días, viene la inspectora de Educación Montserrat Pérez Carrión. Parece que con el cambio de director se están moviendo muchas cosas y, desde mi puesto de jefe de estudios y el conocimiento que tengo a lo largo de tantos años en este Conservatorio, interesa mi punto de vista. Por una parte es un gran compromiso, pero por otra es la oportunidad de dar a conocer mi opinión para la mejora de este Centro, que ha estado muy abandonado durante años. Nueva convocatoria de Junta Directiva en el Conservatorio para tratar los siguientes temas:

•Horarios de la propia junta. •Matriculación de los alumnos. •Horarios de los profesores. •Arreglo de las aulas de la primera planta. •Negociación con el director del colegio.

Esa tarde se produce una reunión general en la Sociedad Estatal para definir la presentación del proyecto general del Farnace. El día 16 tengo consulta con el traumatólogo, doctor Horacio Rodríguez Cazar, debido a que aunque ya no estoy

tocando, continúan mis molestias en el cuello, hombros y ambos brazos y manos, me envía a rehabilitación y me aconseja una vida más tranquila, harto complicado para mí.

Capítulo 30

Derrame cerebral de Vicente Sánchez

Me comunican que Vicente Sánchez, buen amigo y padrino de mi hijo Pipo, ha tenido un derrame cerebral. Junto con el fallecimiento de Miguel Ángel y todos los problemas surgidos con Marga y gran parte de la familia, parece que se juntan demasiadas situaciones a mi alrededor que me ofrecen la posibilidad de meditar, aunque la mayoría de estas situaciones no se han producido por motivo de una edad avanzada. Concierto con el Cuarteto Manuel de Falla en El Escorial, primer concierto ofrecido por Enrique Pérez Piquer con el cuarteto, ya que yo estoy lesionado hasta que «me arregle» Rodríguez Cazar. Disfruto mucho del concierto porque observo al grupo de la misma manera que un padre se siente satisfecho de su hijo. Salida para Rótova el día 1 de agosto de 2001 para disfrutar las vacaciones de verano. Llegamos a las diez de la noche. Al día siguiente vamos a comprar pinceles y pinturas para Margarita. Paseando por Gandía el día 13, me encuentro con Juan Grecos, responsable de la firma Buffet en España, nos conocemos desde hace varios años y aprovechamos la ocasión para tomar un café y charlar animadamente.

—Que sorpresa tan agradable Adolfo, ¿cómo tú por aquí? —me dice dándome un fuerte abrazo. —Efectivamente lo es también para mí Juan, llevamos algunos años veraneando con la familia en Rótova y venimos con frecuencia a Gandía a pasear y hacer las compras. —¿Cómo va tu vida profesional? He oído muchas cosas relacionadas con la Orquesta Sinfónica y la Sociedad Estatal respecto a tu persona —comentó con una amplia sonrisa. —Te recomiendo que no creas todo lo que oigas, porque por experiencia sé que no siempre es cierto —contesté divertido.

Me pregunta por el Cuarteto Manuel de Falla y le cuento que en este momento se ha incorporado Enrique Pérez Piquer a mi puesto como primer clarinete, debido a unas dolencias que me impiden, por el momento, desarrollar mi trabajo.

—Me he enterado de que el cuarteto va a realizar una gira por Europa, no dejes de informarme y envíame programas, ya sabes que tengo muchas posibilidades de publicitarlo. —Lo sé Juan, y te lo agradezco. Me ha alegrado tomarme un cafecito contigo — si pasas por Rótova no dejes de visitarnos que siempre serás bienvenido.

Nos recomiendan un restaurante cerca de Cullera llamado Casa Rocher, especializado en el «Encebollado de Langosta». El nombre era tan sugerente que no podíamos tardar mucho en probarlo, así que nos encaminamos hacia Cullera toda la familia, haciendo antes una paradita en la playa nudista que hay al lado del restaurante. En general me encantan las playas nudistas por el simple motivo de que, generalmente, están medio vacías en contraposición de las convencionales, en las que no te puedes mover. Llegamos al restaurante, en la calle Mareni de San Llorens, carretera de Cullera al Perelló, y encargamos el deseado «Encebollado de Langosta». Es imposible alabarlo suficientemente sin probarlo. El día 28 cumplo 54 cumpleaños. Pero, ¿qué es lo que ha pasado aquí? No me he enterado de nada.

Capítulo 31

Consulta doctor de la Fuente «Propuesta Incapacidad»

Regresamos a Madrid el día 1 de septiembre, encantados como siempre de haber elegido esta zona para nuestras vacaciones. Me reúno con Luis Miguel Enciso y me comunica que, según le han dicho en el Ministerio, la función de la Sociedad Estatal continúa como mínimo hasta 2004 y, por supuesto, cuenta conmigo. Comienzo las clases en el Conservatorio, por la tarde voy a visitar al doctor de la Fuente para continuar con la propuesta de invalidez que está tramitando a mi nombre. Unos días más tarde acudo nuevamente a su consulta en la Seguridad Social de la calle García Noblejas, y me entrega el informe propuesta de «alta por incapacidad», para incluir en el ejemplar para la empresa. El día 27 el propio doctor de la Fuente presenta oficialmente la «propuesta de incapacidad». El día 1 de octubre de 2001, Pipo se presenta a las pruebas del Conservatorio de Toledo. Le acompañé y fuimos juntos a Toledo, estuve escuchando las pruebas donde se presentaron un total de diez aspirantes. Pipo tocó muy bien pero, como pasa en muchas ocasiones en las oposiciones, hubo alguien que convenció más al Tribunal. Desgraciadamente Pipo no fue itido, pero esa fue una ocasión más para superar su nivel y comprobar las exigencias requeridas. Ganó la plaza Gustavo Duarte, un clarinetista que ya tenía su plaza de clarinete bajo de la ORTV y, coincidencias del destino, actualmente ha recalado en el Cuarteto Manuel de Falla como clarinete bajo compartiendo con Pipo la responsabilidad el grupo. Preparamos el Calendario Oficial del Conservatorio para el curso 2001/2002, para aprobarlo en la próxima reunión junto con el proyecto curricular de Grado Elemental. Convocamos una reunión de Junta Directiva, para tratar los temas relacionados con el calendario del curso, factura telefónica y solicitud del profesorado para préstamo de instrumentos en la especialidad de Fagot y Acordeón. Comida en el Hotel Wellington con Jordi Savall y Luis Miguel Enciso, para establecer fechas de conciertos programados por la Sociedad Estatal. Tengo la impresión de que podría escribir una guía gastronómica de restaurantes en España, bueno, si me aplico mucho también de diversas ciudades en Europa y Asia.

Paso el tribunal médico el día 26, en la Delegación de la Seguridad Social de la calle López de Hoyos nº 171. Se establecen fechas en la Sociedad Estatal para realizar cuatro conciertos en Jaén y Vitoria, con la actuación del grupo Cámara 21, bajo la dirección de Óscar Gershenson, y en Vitoria, mediante la actuación del grupo Laboratorio de Interpretación Musical, dirigido por Jesús Villarojo.

Capítulo 32

Concesión de compatibilidad

El día 2 de diciembre de 2001 tenemos un concierto en Jaén, actúa Capella Reial dirigida por Óscar Gershensohn y el día 3 regreso de Jaén a Madrid. Convocatoria de evaluación en el Conservatorio, parte de faltas de noviembre y recepción del nuevo profesor de Clarinete interino, para cubrir las horas que yo, como jefe de estudios, no puedo impartir. Reunión en la sede de la Sociedad Estatal el día 11 para distribuir los siguientes proyectos: «Luis Cernuda», «Rafael Alberti», «El Quijote» e «Isabel La Católica». Concierto en Vitoria el día 13, a cargo del grupo Laboratorio de Interpretación Musical dirigido por Jesús Villarojo. Comunicación de la Comunidad de Madrid, el día 14, de la concesión de compatibilidad. Ahora que no la necesito no paran de ofrecérmela, paradojas del destino. Día 20 concierto en Vitoria de la Capella Reial bajo la dirección de Óscar Gershenson.

Parte IX

(2002-2006)

Capítulo 1

Año 2002. Informe pericial del doctor Rodríguez Cazar

Este año vino cargado de nuevos planes y propuestas, de los que formé parte activa y en los cuales crecí tanto personal como profesionalmente. Entre ellos cabe destacar los siguientes proyectos asumidos por la Sociedad Estatal de conmemoraciones culturales a partir del día 1 de enero de 2002 tales como:

—Luis Cernuda: vida, obras, exposiciones y recopilación. —Rafael Alberti: vida, obras, exposiciones, conciertos y recopilación. —Don Quijote: ballets, conciertos de obras dedicadas al personaje. —Isabel la Católica: exposiciones y conciertos conmemorativos. Por otra parte, también abordé nuevos proyectos, a saber: —Cuarteto de Cuerda de Utrecht. —Distintas actividades en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander. —Palau de Altea. —Festival de Vitoria 2002. —Festival de Jaén 2002.

Asimismo me encargué de recopilar y preparar datos sobre la «Recuperación de Menorca en junio de 1802», incluyendo una exposición a partir del 15 de mayo. Debo destacar la mesa redonda con la Unión Nacional de Escritores y Artistas del Instituto Cubano de la Música. Este año se produjo el cambio de denominación de la Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, pasando a partir

del día 8 a la denominación de Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. A mediados de mes, el día 14, se produce la propuesta de incapacitación de mi suegra, Blanca Moro, en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, Sección de Incapacitaciones. Tengo que ser el tutor ya que su marido don José Sauri Serrano y su hijo don Manuel Sauri han fallecido y su hija, mi esposa, tiene una minusvalía como consecuencia del ictus que sufrió. Entre medias de aquellos procesos personales, acudo a una comida en el Hotel Wellington con Luis Miguel Enciso y Paloma Martín de Musiespaña para organizar y distribuir la información referente al año 2002. El día 1 de febrero asisto a una reunión del equipo directivo del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, conjuntamente con el Departamento de Viento y la Comisión Pedagógica. Con la Sociedad Estatal concretamos le exposición de Mahón para la 1ª semana del mes de agosto. Voy a visitar a Claudio Prieto el día 7 al Hospital de Madrid, habitación 616. Claudio estaba muy débil, apenas podía hablar, pero cuando entré se le alegraron los ojos. Estuve contándole cosas durante un rato, hasta que miré a su hija y comprendí que debía de parar porque le fatigaba. Esa tarde me llamó Paca, abogada de Comisiones Obreras, pidiéndome que fuera a su despacho porque necesitaba unos documentos relativos a la OSM. Como ella llevó mi caso con la Seguridad Social no pregunté más y fui a verla.

—Buenas tardes, Paca. Cuéntame ¿qué es lo que necesitas? —Necesito tus nóminas de los últimos ocho años con la OSM. —¿Y se puede saber para qué? —pregunté nuevamente con bastante curiosidad. —Pues porque sigo empeñada en recuperar las cantidades que dejaron de pagarte cuando saliste de la Secretaría General Técnica —explica con gran convencimiento. —Te las voy a traer, por supuesto, pero ya sabes que su abogado dijo que no me correspondía —aclaré con un punto de negatividad.

—Toma ¡Claro! —Exclamó en tono chulesco— ¿Qué va a decir él? El acuerdo de vuestro salario se aprobó en asamblea, fuera o no fuera legal, y dejaron de pagártelo solamente a ti, después de organizar todo el tinglado para que dejaras la Secretaría General Técnica. Tú pásame las nóminas y no te preocupes de más —insistió queriendo ocuparse de todo. —Está bien, Paca, te lo facilito inmediatamente. Gracias.

La primera propuesta de programa de la Sociedad Estatal se produjo el día 12 para la «Conmemoración de la Cesión de Menorca a España en 1802». El título genérico del programa fue: «Músicas para las Grandes Celebraciones: De la Paz de Aquisgrán 1748, a la Paz de Amiens 1802». El programa está compuesto por los siguientes autores:

—Manuel Espinosa, 1730-1810. —Charles Avisón, 1709-1770. —Blas de Laserna, 1751-1816. —George Friederich Haendel, 1685-1759.

La fecha se concreta para el 12 de mayo de 2002 y estará interpretado por La Capella Reial de Catalunya y Le Concert Des Nations bajo la dirección de Jordi Savall. Acudo a la consulta del doctor Rodríguez Cazar para recoger el informe pericial respecto a la baja médica que estoy manteniendo en la Orquesta Sinfónica de Madrid. Mientras tanto, asisto al curso de dirección e informática en el Conservatorio. Unos días después presentamos el proyecto de viabilidad del Conservatorio a la Inspección Educativa. Comienzo a trabajar sobre el proyecto de dirección para el Conservatorio, ya que calculamos que se producirá el debate alrededor del mes de julio.

Al día siguiente tengo reunión con Luis Miguel Enciso para preparar la presentación de publicaciones de la Sociedad Estatal en la Casa de América el día 4 de marzo de 2002, en el Salón de Embajadores. El día 9 cumple años mi hijo Pipo, ese mismo día la SECC solicita la renovación de mi colaboración científica y profesional como comisario musical de la Sociedad para colaborar en las tareas propias de su objeto social, el diseño y coordinación de música. La duración del contrato será hasta el 31 de diciembre de 2003, prorrogable por periodos anuales sucesivos, siempre que la Sociedad no haya manifestado su voluntad de finalizar la relación con anterioridad a esa fecha.

Capítulo 2

Homenaje a Bernaola en la Real Academia de Bellas Artes

Asisto al curso de dirección impartido en el Centro las Acacias de la Comunidad de Madrid, para poder acceder a la Dirección del Conservatorio. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando rinde homenaje a Carmelo Bernaola el día 20 de marzo. Para este homenaje se interpretará una obra del compositor para clarinete solo.

—Adolfo, quiero que toques tú mi obra —me pide Carmelo con su natural sonrisa bondadosa. —Lo siento Carmelo, pero estoy en tratamiento debido a una afección muscular —explico con sinceridad —si te parece, la puede tocar Pipo —propongo como alternativa. —Me parece bien, dile que venga un día para que le escuche —accede conforme. —Descuida, como ya he tocado esa obra, se la prepararé y vendremos para que le escuches.

El acto se produjo en el Salón de Actos de la Academia a requerimiento del propio Bernaola. Asiste al acto Carmelo, aunque ya está muy enfermo y apenas puede aguantar la duración del mismo. Al finalizar el concierto, se acercó al atril principal para decir unas palabras, a pesar de ser un discurso corto le costó mucho esfuerzo terminarlo. Sufrí mucho desde mi butaca, es bien sabido el cariño que le profesaba y descansé cuando terminó felizmente el discurso. Es muy difícil ver sufrir a las personas a las que aprecias. Al día siguiente viajamos a Lamacido, Galicia. Vienen con nosotros nuestros hijos y Lidia, la novia de Pipo. Después de pasar unos días inolvidables en aquel

reducto de paz, nos trasladamos a Lastres, pueblo de Lidia, en el cual no había estado nunca y solo conocía de paso. Es un pueblo precioso pensado y diseñado para verdaderos deportistas, de corazón fuerte y piernas atléticas, porque todo el pueblo es una pura cuesta y no me refiero a una cuesta normal. Hay que verlo para creerlo, y sentirlo para comprobar que son cuestas infrahumanas. Al día siguiente comemos con los padres de Lidia, después de lo cual regresamos a Madrid con el estómago bien satisfecho, los pulmones cargados de aire puro y las piernas tiritando de agujetas.

Capítulo 3

Visita al doctor Diez Valle para informe sobre Invalidez. Fallece Carmelo Bernaola

Voy al Hospital Ramón y Cajal el día 3 de mayo para visitar al doctor Diez Valle y enseñarle una resonancia magnética que me han hecho recientemente con motivo de distintos problemas de salud. Mi intención es solicitar su informe pericial y presentarlo al Instituto Nacional de Salud.

—Buenos días doctor —saludo sentándome frente a él. —Hombre Adolfo ¿Cómo te va? ¿Y Margarita cómo sigue? —Bien, con sus progresos. Venía para pedirte un favor. —Tú dirás —se pone cómodo dispuesto a recibir mi requerimiento. —Voy a pasar un tribunal médico y traigo las resonancias para que las valores. En tal caso ¿podrías preparar un informe para presentar a la Seguridad Social?

Leyó las pruebas con gran atención y se sentó en la mesa para redactar un informe. Esperé en silencio para no perturbarle y, al fin, pasados diez minutos, se atrevió a hablar.

—Según mi criterio de neurocirujano estas resonancias no dejan lugar a dudas en cuanto a su certidumbre. He informado afirmativamente acerca de tu incapacidad para realizar tu trabajo como clarinetista. —Muchas gracias, doctor, agradezco tu colaboración una vez más —respondí con profunda sinceridad.

—De nada Adolfo, mis respetos a Margarita.

Voy a ver al doctor Horacio Rodríguez Cazar, eminente traumatólogo que me ha estado tratando durante los últimos quince años de múltiples afecciones, motivadas por el exceso de trabajo como clarinetista.

—Buenas tardes, Horacio —saludo acostumbrándome ya a las múltiples visitas médicas. —¿Qué tal Adolfo? ¿Qué te trae por aquí? —Tengo una vista ante la Seguridad Social para solicitar la incapacidad total permanente para el ejercicio profesional como músico y me gustaría que asistieras a él como testigo de parte, para hacer la correspondiente defensa. —¿Has traído algo de documentación? —pregunta sabiendo las exigencias del procedimiento. —Por supuesto Horacio —le informo al tiempo que coloco encima de la mesa el dossier completo.

Con su rapidez habitual, va al grano y saca los documentos importantes para el caso. Me pregunta la fecha, hora y juzgado en el que se celebrará la vista y me confirma su asistencia. Me siento aliviado al saber que cuento con el respaldo de dos profesionales como ellos. El juicio será el día 26 de mayo de 2002 a las diez y cuarto de la mañana en el Juzgado nº 20 de la calle Hernani. Ese mismo día, se publica en el BOE la convocatoria para la acreditación en la función directiva del puesto de director del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín. El día 7 de mayo me convoca la inspectora Montserrat Pérez Carrión para realizar la acreditación correspondiente para la Dirección. Me invitan a realizar un curso de clarinete en Toro, Zamora, durante el próximo mes de julio. Unos días después me llamaron de la Sociedad Estatal para

mantener una reunión con el presidente y el resto del equipo. Toca Pipo un concierto en el Auditorio Nacional el día 14 dentro de un programa dedicado a Carmelo Bernaola en la Sala Sinfónica. Interpreta la misma obra que tocó en el Salón de Actos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El 16 de mayo realizamos la presentación de la exposición sobre Luis Cernuda en la Residencia de Estudiantes de Madrid, patrocinada por la Sociedad Estatal. El día 18 viajamos a Gandía para valorar el salón donde prepara la exposición de pintura Margarita. Pasamos cuatro días allí y aprovechamos para dejar algunos de los cuadros que habíamos llevado. Durante nuestra estancia en Gandía se publicó la fecha para el juicio por la propuesta de invalidez de la Seguridad Social para el día 26 de junio. Comemos en el restaurante de nuestro amigo Toni Cabanilles Arnau, que acoge la sala donde se producirá la exposición de Marga, se llama restaurante Bon Vent. Como hace bastante tiempo que no comento nada de comidas y cenas ricas, es buen momento para recomendar al lector la mejor paella de Levante, que se puede degustar en el local que acabo de mencionar. ¡Para chuparse los dedos! Volvemos a Madrid el día 27 para asistir al homenaje que ofrece el Círculo de Bellas Artes a Tomás Marco como reconocimiento personal a su trayectoria dentro de la música. Al día siguiente me llama José Miguel Martín, director del curso de Toro, para concretar mi asistencia y organizar las fechas y contenidos del curso. Me indica que debo abrir una cuenta corriente en Caja España a partir del día 3 de junio para que los alumnos hagan el ingreso cuando se apunten al curso de clarinete. Por desgracia, el día 5 de mayo se convierte en una jornada triste. Fallece Carmelo Alonso Bernaola, gran compositor, clarinetista, académico y amigo personal por el que siempre tuve gran respeto y afecto. La incineración de Bernaola se produjo el día 6, después de estar expuesto para su velatorio durante veinticuatro horas en el Salón Central de la Sociedad General de Autores de España, de la que era socio ilustrísimo. Su legado será recordado y permitirá que su figura, su persona y su arte nunca sean olvidados. El día 7 se convoca una reunión de la comisión pedagógica en el Conservatorio Ángel Arias para preparar el inminente cambio de director del Centro. Por la tarde me convoca a una reunión Luis Miguel Enciso para preparar los proyectos inmediatos y la firma de los contratos correspondientes.

Claustro en el Conservatorio y ensayo con los alumnos para el recital fin de curso. Reunión con la abogada de CCOO para preparar los papeles del juicio de la Seguridad Social. Al día siguiente se celebra el concierto-audición de alumnos para realizar el programa «Fin de Curso». Puede comprobarse que ni el paso del tiempo, las responsabilidades, ni la enfermedad reducen mi frenético ritmo de vida. A estas alturas empiezo a pensar que, al final, va a resultar que soy un ser inquieto.

Capítulo 4

Juicio contra la Seguridad Social

Juicio de la Seguridad Social el día 26 en el Juzgado nº 20 de la calle Hernani nº 59. Asisten mi abogada y Horacio Rodríguez Cazar, como defensores de mi causa. Al ser la segunda oportunidad de juicio, ya que en la primera desestimaron la demanda, comienzan por mi abogada para que haga las alegaciones convenientes y, después, hacen un llamamiento para que comparezca Horacio Rodríguez Cazar. Cuando entró Horacio en la sala pensé que estábamos en otro lugar y otra época. Horacio es un hombre bien parecido, alto y de complexión equilibrada, pero lo mejor viene ahora, comparecía con un traje claro de corte clásico, que le confería una posición altamente respetable, todo en él era exquisito, su altura, su porte y sus ademanes. La presidenta del Tribunal, al igual que el resto de la sala, quedó asombrada ante su presencia y se dirigió a él con respeto, pidiéndole que comenzara con sus alegaciones. No puedo pormenorizar su intervención porque estaba muy pendiente de la actitud del Tribunal, que no le quitaba los ojos de encima y denotaba el asombro y respeto que le merecía. Estuvo hablando durante más de veinte minutos, creando un silencio impresionante alrededor. Finalizada su intervención, manifestó que estaba a disposición del Tribunal para aclarar las dudas que pudiera haber suscitado su planteamiento.

—Muchísimas gracias —dijo la presidenta del Tribunal con gran reverencia — desde mi punto de vista, ha sido una intervención científica y totalmente clarificadora, por lo que no necesito más datos en este momento. Se da por terminada la sesión, pueden desalojar la sala —ordenó con el fin de comenzar la deliberación previa al fallo final. —Disculpe, solicito tomar la palabra —pidió uno de los abogados del Tribunal ante la sorprendida mirada de la presidenta. —Señor letrado, usted ya tuvo su momento en el primer juicio. Como ahora se

han aportado nuevas pruebas, no es pertinente añadir ninguna más. El juico queda listo para sentencia —explicó seria antes de dar con el mazo en la mesa y levantarse.

Mentiría si no reconociera que aquel pequeño rechazo me alegró el día. Sonreí para mis adentros, intercambié una mirada inquieta con mis defensores y respiré hondo. No quedaba más que esperar. Pasado esto, lo cual exigió de mí gran concentración y energía, me centré en mi calendario habitual.

Día 5

Nacimiento de Danielito

El día 27 daba comienzo el curso de clarinete en Godella. Lo iniciamos mediante un acto de apertura en el Salón de Actos del Ayuntamiento con un discurso de bienvenida a cargo del Alcalde y, posteriormente, del director del curso. Este último ofreció todo tipo de detalles a los alumnos en cuanto a horarios y ubicación de las clases, así como del hotel que alojará a los profesores y alumnos. Marga y yo estuvimos en casa de nuestros amigos Juan Aguado y Carmen, compañero impenitente de nuestros viajes a Salamanca y amigos desde entonces. El día 28 continúa el curso con su horario habitual hasta que, llegada la noche, nos trasladamos a casa para cenar y charlar hasta las tantas como era habitual entre nosotros. Nos acostamos temprano porque estábamos cansados después de diez horas de clase. Eran las doce de la noche y, cuando todavía no habíamos cogido el sueño, recibo una llamada de Santi, mi yerno.

—Adolfo, que vas a ser abuelo —informa a bocajarro— ¿Adolfo? ¿Estás ahí? —De milagro Santi, de milagro…—le digo recomponiéndome —estaba dormido y casi me da un infarto. —Vente rápido para acá que estamos en la clínica y María está a punto de dar a luz —dice con una emoción palpable en su voz.

No hace falta que concrete mucho la situación para hacerse una idea de lo que representaba para nosotros esa noticia. El caso es que estábamos llegando a la Clínica Santa Elena de Madrid a las cuatro de la madrugada del día 28 de junio de 2002 con los nervios a flor de piel. Acababa de nacer mi nenito, que en el momento de escribir este párrafo acaba de cumplir 18 años y mide un metro noventa y cuatro centímetros de estatura. Pese a todo, siempre seguirá siendo mi nenito, por muchos años que cumpla.

Sin tiempo prácticamente para descansar, el día 29 por la tarde se produce el acto de defensa, previo al nombramiento como director, del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín. El acto en sí no duró mucho, ya que no había más aspirantes que yo. El Tribunal estaba formado por el director general de Recursos Humanos, la inspectora de Educación y el director del Centro saliente, los cuales, una vez escuchado el contenido de mi proyecto, realizaron varias preguntas a propósito del mismo. Una vez terminadas hubo un pequeño receso y nos avisaron para que entráramos en el salón de actos anunciando el nombramiento de Adolfo Garcés como director del Conservatorio Profesional de Música Ángel Arias Maceín, con toma de posesión en fecha 1 de julio de 2002. Poco después, voy a visitar a Claudio Prieto al Hospital Ramón y Cajal, habitación 716. Ha remontado y se encuentra más despejado. Parece que el paso del tiempo es benévolo con unos y cruel con otros. En los últimos tiempos mi suegra Blanca ha perdido la cabeza, después de muchos trámites he conseguido una plaza en una residencia de Torres de la Alameda, perteneciente a la Comunidad de Madrid. El día 2 de julio procedemos a hacer su ingreso inventando una situación especial que le pareciera natural a ella. Como tiene un carácter inestable y violento me acompañó mi hijo Pipo para procurar crear un ambiente lo más familiar y agradable posible. Le dijimos que íbamos a comer con ella en un sitio que le gustaría, a lo cual sabíamos que accedería. La llevamos en mi coche mientras le contábamos mil historias y la dejamos allí pacíficamente. Fue un momento extraño y, por qué no decirlo, doloroso. Pero sabíamos que era lo mejor para ella, donde mejor atenderían sus necesidades especiales. Estas cosas siempre nos hacen reflexionar sobre el poder del tiempo y de la mente, esa que nos define y que puede conseguir que toda una vida se borre de golpe. Al día siguiente tuvimos un Consejo Escolar en el Conservatorio, seguido por una visita de toda la familia a la residencia, para hacer sentir a mi suegra lo más acompañada posible.

—¿Cómo está? —le pregunto a la enfermera que se encarga de ella. —Se ha escapado una vez y ha intentado hacerlo de nuevo hasta en otras dos ocasiones —explica con gesto serio.

—¿Cómo dice? —mis oídos no daban crédito— si lleva solo un día aquí… —Los principios son duros para este tipo de residentes…—afirmó torciendo el gesto. No podía culpar a mi suegra, supongo que todos preferimos estar en casa, incluso cuando la memoria nos falla—. De todas formas, ahora está más tranquila. No hemos tenido más remedio que suministrarle unos calmantes, tampoco era bueno que estuviera tan alterada… —Gracias —digo con un hilo de voz.

El día 11 consigo la resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social respecto al juicio, fechada con registro de salida el día 21 de junio del 2002. El día 15 comienzo el curso de clarinete en Toro, Zamora. A las diez de la mañana se produce el acto de presentación en el Teatro La Torre, en el cual dan la bienvenida a los alumnos y profesores el Alcalde, el director del curso y dos funcionarios del Ayuntamiento. Han optado por el Hotel Doña Elvira como alojamiento para profesores y alumnos y, una vez terminado el acto, vamos con nuestros alumnos a las clases adjudicadas para tomar nota y organizar horarios y programas. Daremos clase por la mañana de diez a dos y por la tarde de cuatro a ocho. El curso transcurre con fluidez si no mencionamos el calor agobiante que pasamos. Las clases se producen con normalidad y los alumnos están muy interesados y participativos. El día 21, como «Final del Curso», celebramos un concierto de despedida por parte de los profesores y alumnos. Regreso a Madrid y tengo una reunión con la Inspectora de Educación para tratar temas del final de curso. El día 24 contratamos la limpieza de la casa de mi suegra en la calle Hortaleza. Poco a poco, parece que todo va poniéndose en orden. Viajamos a Rótova el día 29, este año con mi nenito Daniel que es la alegría de la familia. Hemos cambiado de casa, muy cerca de la anterior pero mucho más amplia y cuidada. La familia crece y, por ende, las necesidades también.

Capítulo 6

Exposición de Pintura de Marga en Gandía. Concejal de Cultura del Ayuntamiento

Dejo a mi familia en Rótova y viajo a Menorca el día 8 de agosto de 2002 para asistir a una rueda de prensa ofrecida por la Sociedad Estatal en el Museo de Menorca, preparatoria de los actos conmemorativos de la «Recuperación de Menorca». De vuelta a Rótova vamos a Benifayó para escuchar un recital de clarinete que ofrece Pascual Martínez Junior, del que ya hice algún comentario durante los dos primeros años del curso de Cala D´Or y que ya está actualmente en la New York Philharmonic Orchestra. Preparamos la exposición de pintura que presenta Marga en Gandía, con un total de treinta y dos cuadros que van a estar expuestos durante quince días en el salón del restaurante Bon Vent. Hemos llevado los cuadros en el coche haciendo verdaderos crucigramas para colocarlos, todo pensando para que llegasen en perfecto estado. Para hacer más atractiva esta exposición, ofrecemos un concierto el día 15 con motivo de la presentación, en el cual tocamos Pipo, su novia Lidia que también es clarinetista y yo mismo. Da gusto ser una familia de artistas y apoyarse en los proyectos propios. Para este concierto Claudio Prieto había escrito una obra dedicada a Marga, cuyo título era: Tema de Marga, la obra fue muy bien acogida por el público y supuso un verdadero éxito. Después del concierto se ofreció una sesión de lectura poética a cargo de Luis Enrique Prieto, para finalizar con un coloquio sobre pintura, música y poesía moderado por nuestros amigos Claudio y Luis Prieto que, aunque no son hermanos, ostentan el mismo apellido. La sala no era muy grande, pero estaba llena hasta la bandera. Había venido desde Madrid toda la familia, además de varias personas invitadas para la ocasión por parte del local que realizaba la exposición. El día 28 de agosto cumplo 55 años con la satisfacción de disfrutar de lo que más me gusta junto a mis seres queridos. Regresamos a Madrid el día 1 de septiembre de 2002.

Viene al Conservatorio la inspectora de Educación el día 4 e insiste, una vez más, en la adecuación del Conservatorio al Real Decreto de Requisitos Mínimos. Contamos con un Claustro de cuarenta profesores y han salido siete más en comisión de servicio, los cuales habrá que solicitar cuanto antes para su incorporación antes del comienzo de curso. Se celebra Consejo Escolar Extraordinario el día 5 y un Claustro posterior con el único punto clave: reajuste de cupos y vacantes de profesores y alumnos. En este momento contamos con ciento ochenta alumnos de Grado Medio que justifica sobradamente la cantidad que prevé el Real Decreto de Mínimos. Tengo una reunión con el director del Colegio Público Perú, donde comienzo por recordar que el Conservatorio Ángel Arias Maceín se estableció como tal en una parte del edificio posterior a la creación del Colegio Público Perú, y le correspondía exclusivamente la segunda planta de uno de sus dos edificios, lo cual era a todas luces insuficiente. De esta situación no tenían ninguna responsabilidad los directores de ambos Centros, no obstante, era a los que tocaba lidiar con aquella barbaridad educativa. Suele pasar que, a la hora de la verdad, quienes se enfrentan a las críticas y problemas son los que menos culpa tienen, pero alguien debe arreglar el entuerto en algún momento ¿Verdad? Aunque era mi primer año como director, había solicitado esta reunión para determinar una nueva autoría de los espacios y establecer nuestra relación respecto a ellos. Llevaba destinado en ese Conservatorio desde el año 1990 y conocía bien la situación de las aulas y de los directores anteriores, motivo por el cual me pareció interesante hablar de estos aspectos con el director del colegio. Me iba a dedicar prioritariamente a buscar un destino futuro para el Conservatorio, con capacidad suficiente para albergar todas sus disciplinas, entre tanto necesitábamos ubicar un nuevo reparto de los espacios a partir del próximo curso, por ejemplo, el aparcamiento, que en la actualidad lo disfrutaba en exclusiva el colegio y, por las tardes, que era preferentemente nuestro espacio lectivo, estaba vacío debido a que el horario del colegio había terminado. El montacargas debía ser de uso compartido, habida cuenta de que nuestras aulas estaban en la segunda planta y necesitábamos mover material e instrumentos pesados constantemente. Necesitamos la adecuación y preparación de la «rotonda» como espacio para conciertos, cursos y conferencias. Hasta el

momento es el único espacio en todo el Centro con capacidad para utilizar como Salón de Actos. El director del colegio no era una persona precisamente dialogante y tenía claro que era él quién debía determinar todas estas cuestiones porque así se lo habían otorgado desde la Dirección Provincial, sin embargo, yo era especialista en situaciones complicadas y no tenía ninguna prisa, informando debidamente de todos estos extremos a la propia Dirección Provincial de Educación. Va a ser que, al final, los problemas no vienen a mí sino yo a ellos. Después de la reunión, salimos Marga y yo con dirección a Rótova para recoger los cuadros de la exposición. Aprovechando esta eventualidad, nos dimos unos bañitos en la playa el día 7, degustamos una deliciosa paella en Bon Vent, desmontamos la exposición envolviendo los cuadros y los colocamos en el coche. Porque a veces, el trabajo no está reñido con el placer. Por la noche todavía nos dio tiempo para acudir al cine de verano, en el que ponían un fantástico programa doble, con tiempo suficiente para tomar un bocadillo, unas cervecitas y después un «Cubata de Bacardí con Coca Cola». Al día siguiente volvimos a la playa por la mañana, comimos en casa, entregamos las llaves a Amparo, así se llamaba la dueña de la nueva casa, y regresamos a Madrid. Estos viajes exprés, tan intensos y aprovechados, son a veces los que más te llenan de energía. Nada mejor que la cama propia para un descanso completo, al día siguiente, tuve una reunión con el Concejal de Cultura del Ayuntamiento, a quién solicité formalmente un edificio propio para el Conservatorio.

—Buenos días Concejal, encantado de conocerle —me presenté estrechando su mano— soy Adolfo Garcés, el nuevo director del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín. —Buenos días Adolfo, tengo muy buenas referencias de ti, antes incluso de ser director del Conservatorio. ¿Cuál es el motivo de tu visita? —Pues verá Concejal… —Vamos a apear del tratamiento si te parece —corrigió divertido. —De acuerdo, gracias. El motivo de mi visita es poner en tu conocimiento la

situación de extrema dificultad por la que pasa nuestro Conservatorio. Dicha dificultad no es producto del profesorado ni del alumnado, que son excelentes, sino de la situación geográfica del Centro, compartiendo malamente sus aulas con las del Colegio Público Perú, situándonos en inferioridad de condiciones en el reparto de espacios y, a ellos, en una situación muy incómoda debido a la diferencia de materias que impartimos. —Conozco las condiciones en las que está nuestro Conservatorio, también las del colegio por medio de su director, y entiendo la dificultad de coordinar ambas enseñanzas. ¿Tienes alguna propuesta al respecto? —Hemos estado dando vueltas por nuestro distrito y hemos visto muchos edificios que podrían servir perfectamente para un Conservatorio con las condiciones idóneas donde ubicar todos los servicios necesarios —me atrevo a decir ya sin rodeos. —¿Por ejemplo? —me invitó con un gesto de la mano a darle más detalles. —La Fundación Goicoechea e Isusi. Un edificio abandonado durante muchos años de la calle General Ricardos, o el antiguo palacete situado en la Finca de Vista Alegre, que podría ser una gloria para la enseñanza, profesores y alumnos, con todas las posibilidades de espacio y ubicación. —De acuerdo Adolfo, ya veo que los comentarios que te anteceden están justificados —comentó con cierta ironía— lo único que te puedo prometer ahora mismo es que me voy a ocupar de ello, sin que con esto pueda asegurarte nada porque ya sabes que los presupuestos en la istración se hacen querer mucho —reconoció con cercanía y honestidad. —En todo caso, gracias por recibirme y escucharme. —Gracias a ti Adolfo, te avisaré en cuanto tenga algo interesante.

El día 10 de septiembre de 2002 presentamos oficialmente al nuevo equipo directivo en el Conservatorio y pasamos a celebrar el primer Claustro de la «Era Garcés», del cual tuve que salir hacia Bilbao ya que esa tarde se celebró el concierto homenaje a Luis Cernuda a las nueve de la noche en el Teatro Arriaga, con la Orquesta Sinfónica de Bilbao, la Coral de Bilbao y Ramón Muro como

director. Volví a Madrid por la noche para tener una reunión al día siguiente con la abogada de CCOO, donde comentamos abundantemente las situaciones vividas durante el juicio y aproveché la ocasión para agradecerle sinceramente su apoyo y aportación durante todo el proceso, era consciente de que había creído y confiado en mí desde el principio. Organizamos una serie de actividades en el Conservatorio como «Inauguración del Curso 2002-2003», con abundancia de música por parte de los alumnos y profesores y algunos discursos de bienvenida, entre los que estaban el del propio director. Vamos nuevamente a visitar a mi suegra a la Residencia Rosario el día 22. Nos cuentan que está muy tranquila y cuando la vemos tengo la certeza de que le están suministrando muchos calmantes, parece otra persona y no nos conoce. Me informa el doctor que este tipo de dolencias tienen un proceso degenerativo. Regresamos a casa con emociones encontradas, sin poder apartar nuestros pensamientos de ella, de quién era en ese momento y quién había sido. Continuamos organizando los distintos departamentos del Conservatorio, incluyendo los horarios del director y del jefe de estudios y el listado de los profesores que faltan. El día 29 tengo una reunión con Bonifacio Alcañiz, director del Área Territorial de Madrid Capital.

—Buenos días Bonifacio —saludo con cordialidad. —Buenos días Adolfo, encantados de saludarte. Enhorabuena por tu nombramiento. —Por ese motivo vengo a verte, necesitamos tu apoyo para conseguir varios cambios que necesita el Centro. —Puedes contar con él, te propongo una cosa. Mándame un escrito con todas las necesidades, y se lo envías a mi secretario, en breve te responderé.

—Con eso me basta Bonifacio, confío mucho en tu palabra.

Reparto del material lectivo entre el profesorado el día 1 de octubre: carpetas con el listado de clase en cada especialidad, boletines de evaluación, fichas de alumnos y modelo de solicitud para instrumentos de préstamo. Siempre he sido muy ordenado y aquella era la oportunidad perfecta para calmar mi ansia de pulida organización. El día 4 ensayamos en el salón de actos a la una del mediodía para los próximos conciertos de alumnos. Vuelo a Málaga el día 8 para realizar una rueda de prensa y ofrecer el concierto homenaje a Luis Cernuda, patrocinado por la Sociedad Estatal. Vuelo de regreso a Madrid el día 10 para organizar mis clases en el Conservatorio. Inmediatamente tenemos una reunión de Junta Directiva y de pianistas acompañantes con Montserrat Muñoz y Óscar Barragán para determinar la distribución de alumnos para cada uno en función de grados y especialidades. Al día siguiente envío a la Inspección los horarios provisionales del Centro, además de solicitar un bibliotecario y las competencias específicas del equipo directivo. Después voy a ver a María José Corredor para tratar los siguientes temas: fecha concreta de la apertura del curso y número exacto de alumnos, habida cuenta de que tenemos la ratio en ciento ochenta alumnos de Grado Profesional y ochenta de Grado Elemental. Mi mente va a mil por hora, tengo demasiadas cosas de las que ocuparme. A veces siento que no voy a llegar a todo, pero, milagrosamente, extraigo tiempo para cumplir con cada responsabilidad. ¿Será magia? La semana siguiente solicito a Bonifacio Alcañiz los Instrumentos de préstamo y el mobiliario necesario para el Centro, incluyendo sillas para el salón de actos y para los alumnos y profesores en las aulas. Esa tarde voy a las dependencias de la Sociedad Estatal y realizo un repaso tranquilo y detallado de mi gestión como «Comisario de Música» de la Sociedad Estatal. De manera inminente tenemos el homenaje a Rafael Alberti, para lo cual cuento con la colaboración de La Fonoteca, Músicas alrededor de Alberti y Congreso en Cádiz y Madrid. Además de la exposición en Madrid del Centro de Arte Reina Sofía, Andalucía y más concretamente Sevilla como centros de ayuda inestimable. Falta concretar la situación sobre la publicidad en la que podemos apoyarnos, por lo que tengo que hablar con Álvarez de Eulate, jefe de prensa de

la Sociedad Estatal. Tengo varias cosas que preparar ante el inminente comienzo de curso:

•Pliego de firmas del profesorado para el día 25 de octubre. •Recabar las firmas propuestas para la solicitud de títulos LOGSE. •Publicar el Calendario Oficial, incluyendo los días no lectivos. •Calendario Escolar y parte de faltas mensuales. •Turnos de las auxiliares en el Centro.

Respecto a las «Músicas alrededor de Alberti», en la Sociedad Estatal hemos rescatado un documento el día 30 sobre la amistad entre Alberti y Falla, con unas fotos preciosas en Argentina y Altagracia, asimismo recuperamos la Historia del Soldado en su plantilla instrumental original, y el Retablo de Maese Pedro con su composición instrumental original y su puesta en escena de marionetas. Hablo con Luis Miguel Enciso contándole estos extremos y se alegra muchísimo, me pide que establezca una entrevista el jueves 31 de octubre, invitando a Carlos Pérez, comisario de la exposición de Alberti. A veces me sorprendo al darme cuenta que todo en mi vida empezó por mi amor al clarinete y ahora tengo entre manos cien mil tareas que van mucho más allá de la mera música. Supongo que ese es el encanto de la vida.

Capítulo 7

Bautizo de Danielito. Notificación de Invalidez Total Permanente

Llega el bautizo de Danielito el día 3 de noviembre de 2002. Han tardado un poco más de lo habitual en celebrarlo debido a las múltiples obligaciones de los padres durante estos meses. En honor a la verdad, a mí también me ha venido bien por mi trabajo. Durante esta ceremonia no paraba de pensar en lo deprisa que corre el tiempo, basándome en los recuerdos que me venían a la cabeza sobre mis hijos y el cúmulo de circunstancias vividas durante esos años. De buenas a primeras me encontraba convertido en abuelo «como el que no quiere la cosa». ¿Cómo había pasado? Si hacía dos días estaba acunando a mis pequeños y llevándoles sobre mis hombros. La vida no es más que un suspiro. El día 11 encargamos la página web del Conservatorio a Vicente Ferrer Cabaleiro, clarinetista, amigo y compañero de otros tiempos, con el que tuve muchas situaciones artísticas y musicales, si bien un tiempo después cambió su residencia a Soria y organizó su vida en otras direcciones. No obstante, siempre seguimos en o y me iba poniendo al tanto de sus avances, motivo por el cual conocía su nueva afición a la informática en la que, por cierto, era un experto. Por otra parte, teniendo pleno control de este tipo de trámites, solicitamos un presupuesto para las cortinas de la rotonda, ya que había conseguido convertirla en Salón de Actos del Conservatorio y necesitaba que envolvieran completamente la semicircunferencia exterior para darle una presencia mínimamente aceptable, otorgándole una presencia de Salón de Actos que entonces no tenía. Los próximos días los ocupo en tareas variopintas: convocar un Consejo Escolar, solicitar un bibliotecario a la Comunidad de Madrid y aprobar un presupuesto, concedido por Bonifacio Alcañíz durante nuestra reunión, para una partida de instrumentos, imprescindible para préstamos a profesores y alumnos con el fin de incrementar la plantilla y actividades de la Orquesta de Grado Medio. Celebración del día de Santa Cecilia el 22 de noviembre. Dentro de las actividades preparadas se incluye un concierto en el que intervienen Pedro Bonet

tocando la flauta de pico y su señora, Belén González al piano, interpretando el Andante de la Sonata en Si menor BWV 1030, de J. S. Bach. Asisto al concierto homenaje a Tomás Marco el día 27 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, organizado y patrocinado por la propia Academia. Tras esto, se ofrece un ágape donde tenemos la posibilidad de felicitar al «homenajeado» y departir con el resto de asistentes entre canapé y canapé. Creo que a estas alturas ya ha quedado claro que mi amor por la música es grande, pero por la gastronomía y las celebraciones no es menor, por eso agradezco este tipo de eventos de tanto en tanto. Convocamos un Claustro en el Conservatorio el día 25 con el siguiente orden del día:

•Lectura del acta anterior e informe sobre la primera evaluación. •Plazo sobre ampliación de matrícula. •Presentación de los nuevos profesores. •Reunión del equipo directivo el día 26.

El día 3 de diciembre de 2002 organizamos un concurso de piano patrocinado por la firma Hazen, junto a una exposición de Ibercaja presentada por don José Miguel Salamanca. Viajo a Zaragoza para visitar a mi familia consiguiendo unos inesperados días de asueto, siempre que voy a Zaragoza siento que mis recuerdos me sobrepasan, es una impresión maravillosa que va desde el olor característico de la ciudad, aunque ha cambiado mucho desde mi infancia, a los recuerdos directos que percibo por medio de mis hermanas y familia. La estancia terminó muy rápido para mi gusto (me estaba dando cuenta que todo pasaba demasiado rápido) y el día 12 volvimos a Madrid, ya que habíamos quedado para cambiar el suelo de la terraza, que estaba muy mal puesto y con materiales poco resistentes, lo que había ocasionado filtraciones.

El año 2002 ha sido muy movido y estoy verdaderamente abrumado, por ello acepto inmediatamente la sugerencia de mi mujer para ir al Balneario Fortuna Leana a relajarnos dos o tres días. Llegamos al balneario el 14 de diciembre. Fue todo un acierto acudir allí. No había ido a ninguno porque lo consideraba como algo sedentario y para personas mayores, debo reconocer que estaba equivocado porque es una inyección de salud y de vida. Tuvimos tiempo para conocer los alrededores y dar grandes paseos de forma relajada. Los baños eran increíbles y, cuando salías, creías que te habían prestado un cuerpo nuevo. Para colmo de delicias, el restaurante era de primera calidad, con unos alimentos fantásticos y muy bien elaborados que podías acompañar con unos buenos caldos de las mejores bodegas. ¿Qué más se podía pedir para cerrar un año tan intenso? Ya de vuelta a Madrid el día 28 me llama la abogada de CCOO, qué buena broma para el día de los inocentes sacarnos de la relajación para volver a meternos en el bullicio,

—Adolfo, te he llamado en cuanto me he enterado. Ya tienes la concesión de invalidez total permanente, para tus actividades musicales.

En ese instante me dieron ganas de volver al balneario para celebrarlo con un par de días más de descanso, si no lo hice es porque teníamos el día 31, como todos los años, la cena en casa con toda la familia, que para nosotros es una fecha maravillosa llena de recuerdos hacia los que ya no están, así como de cariño y adhesión para los presentes. Pero, en conclusión, no podía estar más aliviado y contento por aquella noticia, emplearía las Navidades para celebrarlo como merecía. La cena de fin de año fue excesiva, como siempre cuando me pongo a cocinar, todo me parece poco y es que soy muy exagerado. A veces es un problema, pero, como dicen las abuelas «más vale que sobre y no que falte».

Capítulo 8

Operación del «Lopo», implante de válvula mitral. Proyecto de colaboración con el Ministerio de Defensa

Al levantarme el día 1 de enero de 2003, lo primero que hago es poner la televisión y escuchar el concierto de la Orquesta Filarmónica de Viena mientras desayuno. Es uno de esos pequeños placeres que, por fortuna, se repite cada año. Además, siempre lo escucho con el mismo agrado y asombro al apreciar la calidad de esa Orquesta. No puedo dejar de recordar mi viaje a Viena para reunirnos con la Junta Directiva de la Orquesta, para comparar los estatutos y programaciones y adecuarlos a la OSM de cara a nuestros contratos con el Teatro de La Zarzuela y la Comunidad de Madrid. La cantidad de material que trajimos sirvió para preparar los estatutos de la Orquesta. En cualquier caso, siempre me sorprende la sonoridad y flexibilidad de esta Orquesta y la presentación del programa, recuerdo asimismo las condiciones que tenían a la hora de abordar su trabajo, con una exigencia y flexibilidad totalmente musical, eligiendo a los integrantes únicamente con estas dos características, cualquier cambio en el rendimiento de un músico, se detectaba por la propia Junta artística y hablaba con él, concediéndole un periodo de tiempo para corregirlo, en caso cotrario lo comunicaban a la dirección Artística de la orquesta para su cambio inmediato. Expresé mi estupor ante una medida tan exagerada y me dijeron: “Esta orquesta es privada como la suya y sus contratos y profesores dependen de su rendimiento, que es lo mismo que decir que el puesto de todos los músicos depende de esta circunstancia”.Aplicando esta cláusula en la OSM, nunca hubiéramos llegado a la situación que llegamos, pero había circunstancias personales que lo impedían por parte de la propia dirección de la orquesta, que estaba implicada en el nivel artístico general de la misma. Después de preparar la comida, que generalmente se compone de las sobras de la noche anterior dada mi exageración al elegir el menú, comemos y me dedico a repasar y estudiar los proyectos que me va a deparar el nuevo año en la inmediatez, entre los cuales están:

•Ramón Muro de la Coral de Bilbao.

•La Residencia Rosario para hablar con la directora sobre la evolución de mi suegra. •El Auditorio Nacional para hablar con Félix Palomero, gerente de la ONE, y Patricia de Osma, mi abogada, para el tema de la OSM. •Arreglo del suelo de la terraza de la calle Suecia y la colocación de un toldo, habida cuenta de que la terraza tiene 135 m². •Visitar a José Alberto Garijo, de Mundimúsica, para solicitarle el siguiente material: un afinador pequeño, el libro de Pedro Iturralde, una boquilla de clarinete, un estuche para cañas y cañas de clarinete de la marca Vandoren de color gris.

Pues no, no parece que 2003 me reciba con menos compromisos. Con todas estas cuestiones ya estoy para acostarme de nuevo. El día 5 estoy convocado en la sede de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, para la renovación del contrato, que no tiene más misterio que acudir a las oficinas para tomar un cafecito con Luis Miguel y charlar un rato sobre las pasadas Navidades. Hay cosas peores, así que voy gustoso. Al comienzo del año 2003 establecemos un proyecto de colaboración de la Sociedad Estatal con el Ministerio de Defensa para los actividades que prepararemos en Mahón. Me llama el director de Relaciones Institucionales del Ministerio de Defensa, Aurelio Valdés, para ponerme en o con el General Alexandre mediante una reunión que concretarán más adelante. Hablo con Rafael Gasset, director general de la Sociedad Estatal, para organizar el viaje a Valencia. A las ocho de la tarde del día 7 tengo la reunión con el General Alexandre en el Hotel Convención de la calle O`Donell de Madrid. Al conocerle en persona tuve una impresión muy fuerte, ya que nunca había tenido posibilidad de hablar con un General y solamente los había visto en películas o de lejos durante mi época del servicio militar, sin embargo, el General Alexandre se mostró cercano e interesado por los actos que queríamos preparar, aunque bien es cierto que nunca desapareció su aire castrense en la conversación.

—Adolfo Garcés? —preguntó con voz formal cuando estaba llegando. —A sus órdenes, mi General, encantado de conocerle —saludo muy regio. —Bueno, no es necesario tanto protocolo, estoy deseando hablar contigo para que me cuentes esos proyectos en los que vamos a colaborar. —Imagino que conoce el ideario de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales…—le pongo en antecedentes—. Pues bien, dentro de ese ideario hemos preparado una serie de conmemoraciones, en primer lugar, con Jordi Savall, en el Auditori de Barcelona y en el Auditorio Nacional de Música de Madrid con un programa conmemorativo de la recuperación de Mahón. —Caramba, Adolfo, qué interesante. Me encantará asistir a ambos —afirma encantado. —Será un honor para nosotros.

Durante estos breves comentarios estábamos rodeados por su secretario y su equipo de seguridad como si estuviéramos al borde de un ataque nuclear. ¿Cómo iba a olvidarme del protocolo o los formalismos con tanta escolta? El día 16 viajé a Valencia con Rafael Gasset para mantener una reunión con Joan Cerberó, compositor insigne y director del Auditorio de Valencia. Regresé esa misma tarde en avión y nada más pisar tierra en Madrid recibo la llamada del General Jefe de Estado Mayor, Luis Alexandre Sintes, que me dice haber recibido las noticias de su ayudante y le gustaría que firmáramos los acuerdos necesarios para dichos proyectos. Cuelgo feliz por haber recibido aquellas noticias, aunque no se percibe por el teléfono, estoy tieso como un palo ante el comunicado del General. Comienzan distintas sesiones en el Conservatorio por medio de una convocatoria de Consejo Escolar, Comisión de Coordinación Pedagógica, Consejo Escolar y la preparación de la «Semana Cultural», que se realizará del 31 de marzo al 4 de abril.

Se confirman las fechas del «Concurso Hazen» en el Conservatorio del 21 al 24 de abril próximo. Viajo a Barcelona para el concierto de la Sociedad Estatal en el Auditorio de Barcelona interpretado por Jordi Savall, repitiendo dicho concierto el día 28 en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Habíamos invitado al General Alexandre a ambos conciertos, a los cuales tuvo a bien asistir. Voy a visitar a Luis Miguel Enciso para hablar sobre el programa acordado a partir del 22 de febrero, mientras tanto, tenemos un concierto en el Auditorio de Barcelona, con invitación al concierto del General Alexandre. Nueva entrevista el día 19 con Carlos Izquierdo, Concejal del Distrito de Carabanchel a la cual asisto con gran ilusión, por si han surtido efecto algunas de las propuestas realizadas. Comida en la Ancha, a la cual me acompaña Luis Miguel Enciso porque quiero que conozca a Nino, cocinero y buen amigo, a partir de que firmáramos el convenio con el Teatro de la Zarzuela, para disfrutar juntos de sus platos imaginativos y magistrales. Se unió Rafael Gasset ante estas expectativas, y es que sigo convencido de que a las personas se las conquista por el estómago. Concierto de la Sociedad Estatal en el Teatro de la Zarzuela, ofrecido por la Orquesta de la Comunidad de Madrid y dirigida por Juanjo Mena. El día 27 viajamos a Tenerife Luis Miguel Enciso, Rafael Gasset y tres más de su equipo para escuchar un recital de María Orán, excelsa cantante y hermana de Humberto Orán, persona querida en nuestro entorno y muy eficiente profesional. Por otra parte, y no menos importante, Tenerife era un centro estratégico y de interés para la Sociedad Estatal, pues necesitábamos estrechar vínculos de cara a posibles acuerdos futuros. Es importante, al hacer las cosas, no dar puntada sin hilo, como suele decirse. Hablo con la directora de la Residencia de Estudiantes Blanca Ramos, para organizar los actos alrededor de Luis Cernuda.

—Querida Blanca, tenía muchas ganas de hablar contigo —saludo con cordialidad. —Buenos días, Adolfo. Ya no quieres nada con los amigos desde tu nombramiento como Comisario Musical de la Sociedad Estatal —afirma entre risas.

—No digas eso, Blanca, sabes que no es así —rectifiqué con un gesto de amistad y cariño. —Bueno, imagino que además de verme, me contarás más cosas. —Efectivamente, imagino que sabes que, dentro de los actos conmemorativos alrededor de Luis Cernuda, la Sociedad Estatal ha preparado algunos de ellos en tu casa, que está íntimamente ligada a Luis Cernuda y a varios de su generación. —Me encanta la idea —asiente llevándose las manos al pecho. —Para no cansarte ahora, te agradecería que me facilitaras algunas de tus fechas libres para actividades, puedes estudiarlo con tranquilidad y me lo envías por correo o vengo nuevamente y me tomo un cafecito contigo. —De acuerdo, Adolfo, pero no te perdono el café de hoy, o sea que vamos a tomarlo y ya te enviaré las fechas.

Y como no se le debe decir que no a una amiga, marchamos raudos a una cafetería próxima donde departimos y tomamos un rico café de media mañana que tan bien sienta al cuerpo en los días de invierno. El día nueve, tras la celebración del cumpleaños de Pipo, me llama mi sobrina Lely pasadas las diez de la noche.

—Tío, siento llamarte tan tarde —se disculpa con voz entrecortada. —No te preocupes cariño, ¿Ocurre algo? —pregunto adivinando que aquella llamada no era de cortesía. —Van a operar a papá para hacerle un implante de válvula mitral.

Cuando escucho esto se me pone la piel de gallina, solo tiene 73 años y siempre

ha sido un auténtico toro, pero esa operación es muy complicada. Viajo esa noche a Zaragoza, viaje espantoso al atravesar la provincia de Soria, llena de curvas y con una niebla cerrada. Me paró la Guardia Civil a la una y media de la madrugada, con gran susto por mi parte al aparecer de entre la niebla inesperadamente, provocando que casi me los comiera. Nada destacable ya que querían interesarse por nosotros, habida cuenta de las circunstancias climáticas. Muy amables y correctos, en realidad se agradeció una voz amigable a esas horas y con la angustia que llevábamos. Llegamos a la Clínica Quirón para acompañar a Lely, mi hermana Gloria no estaba, es muy aprensiva la pobrecita, y encontramos a Lely sola y muy afectada, pasamos gran parte de la noche con ella. El día 11 Pipo no pudo venir a Zaragoza porque tenía la oposición para la Banda Municipal de Madrid, mientras regresamos a Madrid al día siguiente porque tenía compromisos ineludibles, estuvimos en o constante con Lely para saber cómo seguía la evolución. Evidentemente estábamos muy preocupados y deseábamos más que nada acompañarles en esos momentos, pero las responsabilidades mandaban y no podíamos estar a todo. Ni que decir cabe que vivimos pegados al teléfono esos días. Viaje a Jaén en coche con Pablo Eulate para asistir a un recital de canto y piano de María Aragón. Unos días después, volvemos a Jaén para el estreno de la Historia del Soldado, versión de Rafael Alberti, por el Grupo Enigma dirigido por Juan José Olives. El día 24 preparamos en el Conservatorio la audición de los alumnos de Clarinete y al día siguiente vuelo a Cádiz para asistir al recital de canto de Elisa Belmonte, patrocinado por la Sociedad Estatal. Regreso a Madrid inmediatamente para asistir a la «Invitación de un viaje sonoro», de Aitana Alberti, dentro de las actividades programadas por la Sociedad Estatal.

***

Comida en Valladolid el día 2 de abril y recital de María Aragón antes de volver

a Madrid al día siguiente. Tengo que ir al aeropuerto para viajar a Málaga, salí temprano de Valladolid y me encontré un monumental atasco a la entrada a Madrid, no sé si podré llegar a tiempo al aeropuerto, voy hablando por teléfono con la Oficina de España Nuevo Milenio para que vayan preparando otro vuelo en caso de que no llegue. He aprendido que en esta vida hay que ser previsor. Afortunadamente el vuelo se había retrasado y llegué por los pelos, pero llegué. Rueda de prensa en Málaga. «Invitación a un viaje sonoro» por Aitana Alberti. Salida para Ortigueira para pasar unos días de vacaciones en una casa rural, nunca olvidaré esta semana por el conjunto de situaciones maravillosas que percibimos, el ambiente, los paisajes, las personas (encantadoras todas ellas) y, cómo no, la variedad de platos que ofrece su gastronomía. En esa ocasión probé los huevos de Oca, que a Santi le encantaban, nos comimos uno cada uno y quedé saciado para un semana. Lo hemos pasado muy bien y prometemos volver. De vuelta a Madrid solicito la tasación del piso de Hortaleza, queremos venderlo porque lo hemos tenido que alquilar y no ha servido nada más que para incrementar mis problemas diarios con los inquilinos. Viaje a Zaragoza el día 30 de abril, lamentablemente ha fallecido el «Lopo». Han venido también mis hermanos y nos alojamos todos en el Hotel Boston, puesto que mañana será la cremación. Fue muy emotivo ir a la Cuesta de la Muela, lugar emblemático para él cuando iba con su club ciclista a «remontar la muela», como él decía, y las luchas entre ellos para ver quién llegaba primero. Se me agolpan las ideas de mis tiempos infantiles recordando a mi cuñado, este fenómeno de la naturaleza que enfrentaba cualquier situación con una fuerza y cariño inusitados. Llenó parte de mi infancia con su presencia y amor, el mismo que yo le profesé a él. Siempre guardaré en mi memoria su recuerdo, vívido, veraz y único. Pese a que la pena se hizo mi compañera durante un tiempo, tuve que seguir con el exigente calendario de 2003 y poco después viajé a Barcelona en representación de la Sociedad Estatal. Nada más levantarme el día 1 de mayo de 2003 en el Hotel Boston de Zaragoza, voy al gimnasio que hay en el hotel, he quedado con Adolfito, el hijo de Lely, para machacarnos un poco y desayunar después. Lamentablemente no me había traído ropa adecuada y Adolfito, con todo cariño, me dejó parte de su

indumentaria, baste decir que, al ponérmela, se quedó encajada sin poder ir adelante ni atrás. Hicimos un esfuerzo sobrehumano Marga, Lely y yo para terminar de encajarla, con un solo problema, al finalizar no me podía mover. Aún hoy en día recordamos esta anécdota, teniendo a ambas desternilladas de risa frente a mí. Pese a ser el objeto de burla, disfruté viéndolas reír en una época donde las risas se habían visto apagadas. Comida en Los Cántaros y posteriormente reunión por la noche de toda la familia para despedirnos. Otra comida en el restaurante Rogelio y después salimos para La Muela donde él quería, como ciclista que era, que depositáramos sus cenizas en «El caracol». Así lo hicimos e iniciamos el regreso a Madrid. Viaje a Barcelona en coche el día 7 para asistir a un concierto homenaje a Rafael Alberti en el Auditorio de Barcelona con el programa titulado «Poemas del exilio de Rafael Alberti», patrocinado por la Sociedad Estatal. Hablé con Lely y le pregunté si le apetecía venir a Barcelona, aunque estaba muy reciente la muerte de su padre, pensé que le vendría bien para despejarse un poco. Accede con la determinación y vitalidad que tanto caracterizaba a su padre y la recogí en Zaragoza para continuar viaje hacia Barcelona. Asistimos al concierto y pasamos a saludar a los intérpretes dentro de un barullo tremendo, ya que el espacio era muy pequeño y la cantidad de personas muy grande.

—Vámonos porque aquí nadie nos va a echar en falta —le susurro a mi sobrina al oído en un momento donde el bullicio me sobrepasaba.

Ella me miró desconcertada y se echó a reír veladamente con mi ocurrencia, que era de lo que se trataba. Después del concierto dimos una vuelta por esa ciudad maravillosa que es Barcelona y la llevé a cenar a un restaurante conocido por preparar los caracoles más maravillosos que he probado en mi vida. Al día siguiente volvimos a Zaragoza y pude comprobar que, según nos íbamos acercando, su semblante cambiaba abriendo paso a sus recuerdos recientes. El luto es un proceso complejo y afilado que, nos guste o no, se convierte en un compañero de viaje al

que debemos aprender a tolerar. La dejé en su casa tras darle un fuerte y sentido abrazo y continué viaje a Madrid. Teníamos el recital de María Orán en Vitoria el día 13, acudimos casi toda la representación de la Sociedad Estatal ya que María era persona muy querida por todos, además de una excelente cantante. Recordamos juntos nuestra estancia en Valleguerra junto a ambas familias. El recital fue maravilloso y después, Luis Miguel Enciso nos ofreció una cena, en la cual hizo gala de su inteligencia y saber estar haciéndonos pasar un rato inolvidable. Regreso a Madrid justo para la presentación en el Museo Thyssen de la programación de la Sociedad Estatal. Al día siguiente viajo a León para asistir al recital poético y musical de Elisa Belmonte. Llegando al Conservatorio el día 26, solicito un profesor de laúd barroco con destino en el Conservatorio del Escorial para compartirlo con nuestro Conservatorio a media jornada. Solicitud de matrícula del curso 2003/2004. El día 29 instalaron la pérgola en la terraza de casa. Nuevamente, la maleta parece no estar nunca deshecha. Recital de Ana Häsler en el Teatro Bretón de los Herreros de Logroño el día 1 de junio de 2003. Preparación del Claustro y exposición de los tribunales de a Grado Medio. Posteriormente se produce la firma de actas en una reunión con María José Corredor y convoco un Claustro de profesores el día 13, ante algunas irregularidades con alumnos del profesor Ramón Romero, titular de la especialidad de música de cámara. Esa situación se ha producido con dos de ellos, y se concreta porque no han dado clase, según ellos, durante todo el curso. Situaciones como esta se deben atajar por parte de la Dirección, ya que el único sentido que tiene un profesor es infundir su ciencia y ser totalmente responsable. Al día siguiente comienzan las pruebas de a 1º de Grado Medio. El día 17 instalan el aire acondicionado en el piso de la calle Suecia 53, y el 24 reservo el chalecito de Rótova para el mes de julio. Reunión en el Teatro de la Zarzuela de José Antonio Campos y Luis Miguel Enciso, a la cual me sumo debido al gran aprecio y respeto que siento por ellos. Informe del director del Conservatorio contra la iniciativa de un grupo de profesores, padres y alumnos que han colocado una pancarta que dice «No a los Lujanes», explicando los motivos para el cambio de este Centro a otro que reúna las condiciones mínimas exigibles para un centro educativo de esta naturaleza. Presentación y aprobación, en su caso, de la memoria anual y los presupuestos del Centro. El verano comienza de forma intensa.

Nueva reunión con Luis Miguel Enciso y Jordi Savall, sobre el proyecto de Isabel II e Isabel La Católica. Estos días se convierten en una sucesión incesante de tareas que debo tener anotadas para no perder la cuenta:

•Enviar a Rótova el importe del alquiler. •Recoger la llave del apartamento de Rótova en Gandía. •Entregar los cuadros a Toni. •Me encarga mi hija compra para las necesidades de mi nieto Daniel: •Pañales Dodot Moltex de 9 a 15 kilos. •Toallitas. •Leche entera Pascual o Central Asturiana sin calcio. •Petit Suisse de fresa o plátano. •Yogures danone sin trozos, natural o fresa. •Potito de fruta y compota de manzana.

Hacía tanto tiempo que no compraba nada semejante que me siento apabullado. Es una compra muy entretenida y nada fácil, menos mal que me llevé la lista. El día 18 tenemos una reunión en el Conservatorio con la empresa Rico y compramos dos fotocopiadoras para el Conservatorio para sustituir las antuguas. Dentro de las actividades inmediatas antes del verano están: la preparación del curso 2003-2004 y la visita a mi suegra en la Residencia Rosario. La directora dice está cada vez más ausente pero esto entra dentro del proceso normal, debido al tratamiento de mantenimiento al que está sometida. Vuelo a Jerez para un concierto en San Fernando donde ofrecemos: Historia del Soldado, proyecto de la Sociedad Estatal. A mi regreso a Madrid me convocan a una reunión en la Sociedad Estatal con Luis Miguel, Rafael Gasset y Paloma

Martín para realizar una valoración de resultados del proyecto «Historia del Soldado». Me preguntan mi opinión, ya que he asistido a todos sus conciertos, y manifiesto que el resultado del proyecto es muy bueno, de gran calidad e interés musical y mediático. Acompaño a Pipo al ensayo con Pablo Puch para preparar la oposición a la RTVE del día siguiente, voy a escucharlo y reconozco que, si bien a nivel técnico ha mejorado mucho, todavía le falta un poco de calidad y soltura. Uno es padre, pero también honesto y justo.

Capítulo 9

Curso de Clarinete en Toro

Se reúne el Consejo Asesor de la Sociedad Estatal, formado por Tomás Marco, Consuelo Diez, José Luis García del Busto y E. Echenique, para valorar los proyectos del próximo año 2004, concernientes a: conciertos, exposiciones, mesas redondas, óperas y conciertos en distintas comunidades de la geografía española. El día 28 comienza el curso de música en Toro. Me hospedo en el Hotel María de Molina, habitación 217, realizamos la inauguración del curso y la distribución lectiva del curso es la siguiente:

•Clases individuales de diez a dos. •Horarios de comidas. •Clases de conjunto de cinco a siete.

Las clases matinales se imparten de manera individual con 30 minutos de duración aproximadamente. Este extremo se organiza con el fin de que todos los alumnos reciban la misma cantidad de horas. El día 31, celebramos Marga y yo 32º aniversario de boda, mediante felicitación telefónica. Insisto, el tiempo vuela. Continúa el curso de Toro hasta el día 2 de agosto de 2003, para finalizarlo con un concierto de clausura y entrega de diplomas. Dejamos a Lydia en Valladolid y continuamos hacia Madrid. Ese día había un concierto en Sagunt, patrocinado por la Sociedad Estatal, al que no pude asistir, interpretando la Historia del Soldado. Cubrió el evento Rafael Gasset en mi lugar. Comienzo mis vacaciones de verano viajando a Rótova desde Valladolid en mi coche, conducido por Pipo para regocijo de los dos, ya que estaba deseoso de

probarlo y, qué mejor momento que ese para hacerlo. El día 28 nueva celebración de mi cumpleaños. Ya pierdo hasta la cuenta. El día 1 de septiembre de 2003 volvemos a Madrid y vamos a visitar a mi suegra en la Residencia Rosario, han cambiado de cuidador y ahora se ocupa Miguel, hablamos un rato con él:

—Cómo se encuentra Blanca, Miguel? —pregunta Marga preocupada por su madre. —Está más calmada debido a su tratamiento —reconoce. —Sin embargo, me he acercado a ella y no me conocía —comenté queriendo entender ese complejo entramado de la mente humana. —Efectivamente, lleva bastante tiempo viviendo en su mundo irreal. —Esa situación tiene vuelta atrás? —preguntó mi hija María como quien se aferra a un mínimo hilo de esperanza. —No lo creo. Estos tratamientos mantienen a los pacientes tranquilos, pero afectan a su conciencia —explicó Miguel sin tapujos.

Por la tarde voy al Conservatorio y bajo al Colegio Perú para hablar con su director. Acordamos cambiar el sistema de seguridad de las aulas de abajo. Preparamos el Claustro, en el cual informamos de la autorización por parte de la inspección para incluir ciento cuarenta y cinco vacantes. Colgamos las listas definitivas de Grado Elemental y variamos el sistema de seguridad por las tardes, de lo cual envío una carta a la inspectora. Repasamos las actividades del último trimestre de la Sociedad Estatal con Rafael Gasset respecto a las actuaciones de La historia del soldado y a los encargos de patrocinios. Para no perder las buenas costumbres, los siguientes días son un no parar. Recital de Aitana Alberti en el Museo Reina Sofía. Reunión con Luis Miguel y Jordi Savall con posterior comida en el restaurante Hasler. Viajamos a Tenerife para atender el recital de Aitana Alberti en el Salón de Caja Canarias de

Tenerife. ¿Duermo? No sé si tengo tiempo para esos lujos. Nos visita Carlos Izquierdo, Concejal del Distrito de Carabanchel, y aprovecho para tener una entrevista con él en mi despacho.

—Qué tal, Adolfo? Veo que el Conservatorio va viento en popa —me dice mirando en derredor. —Buenas tardes, Concejal. Sí, progresamos bastante dentro de nuestras reducidas posibilidades. Esperaba noticias de tu parte respecto al cambio de edificio —comento con atrevimiento. —No desesperes, ya sabes que la política es algo lenta pero segura cuando se pretende cambiar algo. Solo te puedo decir que, en no más de tres años, estará solucionado el tema. —Qué buena noticia —respondo ilusionado. —No cantes victoria, Adolfo, la circulación de la noticia no haría más que complicarnos las cosas. Te pido absoluta discreción en este tema —advierte con vehemencia. —Descuida, así lo haré —claramente la política es lenta y tiene entresijos delicados.

Se celebró el acto de inauguración del curso con el discurso del Concejal. Como buen político ensalzó la trayectoria del Conservatorio y deseó buenos augurios para el futuro cercano. Nuevo recital de Aitana Alberti en el Salón de Actos de C.I.C.C.A. de Las Palmas de Gran Canaria. Cuando regreso a Madrid visito a Ismael del Río, anterior director del Conservatorio, que está ingresado en la habitación 403 de la Clínica el Valle. Aunque su estado de salud no es muy bueno, se alegra con mi visita y charlamos sobre la evolución del Conservatorio. Me comenta que le han llegado buenas y malas noticias sobre el cambio del Conservatorio, con una sonrisa me aclara que las malas noticias proceden de los «malos» y las buenas de

los «buenos». Ambos nos reímos con la ocurrencia de buena gana y me despido de él después de pasar un rato de charla distendida. Para asegurar el sistema se seguridad de las aulas de abajo, propongo bajar a una auxiliar durante el turno de tarde, sobre todo en el comienzo de clases. Las clases en aulas de abajo se inician el día 30. Comenzamos con el «Ciclo de Orquestas Sinfónicas» del programa de la Sociedad Estatal. El primer concierto se programó en Sevilla a cargo de la Orquesta Sinfónica de La Comunidad de Madrid bajo la dirección de José Ramón Encinar, con el siguiente programa: Historia del Soldado versión de Rafael Alberti y La pájara Pinta de Óscar Esplá. Tuve que volver inmediatamente a Madrid para celebrar el acto de apertura del curso académico. Ese mismo día llegamos a una conclusión con el director del Colegio Público Perú sobre la utilización del montacargas, el aparcamiento y los elementos de seguridad. Tengo una reunión posterior con la inspectora para informarle de estos acontecimientos. Estas reuniones parecen no terminar nunca. Celebramos elecciones al Consejo Escolar, al tiempo que se produce el traslado de Pedro Bonet, flauta de pico, y Esteban Algora, acordeón, al Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Recibo una llamada del Concejal de Distrito el día 29, para hablar sobre el cambio de edificio del Conservatorio, me pide que vaya a su despacho al día siguiente. Nada más colgar me entra una fiebre de actividad y empiezo a reunir documentación interesante para llevarle. Le facilito varios planos y la distribución de aulas, junto con el número de profesores y alumnos para poner de manifiesto la necesidad de dicho cambio. Como suele decirse, «quien no llora, no mama», y yo me encargué de dejar bien claras las imperiosas necesidades para obtener lo que quería. Preparación del documento de organización de centros, del calendario oficial del Centro junto con el calendario de actividades. El día 10 se constituye la junta electoral del Conservatorio. Dentro de las actividades de la Sociedad Estatal, distribuimos algunas producciones entre diversas ciudades españolas del proyecto de «Isabel la Católica» por: Madrid, Valladolid, Burgos, Palma de Mallorca, Valencia, Granada, País Vasco, Barcelona (Auditori) y Segovia, y de «Don Quijote de la Mancha» por Toledo, Almagro, Segovia, Madrid, Barcelona y Canarias. Esta

distribución es previa a las gestiones que se harán con cada ciudad, con el fin de saber las posibilidades que ofrece cada una. El día 14 viajo a Valencia para asistir al concierto que ofrece la Sociedad Estatal en el Palau de la Música con la Orquesta Sinfónica de Valencia bajo la dirección de Philippe Entremont. El programa está dedicado a Rafael Alberti en el centenario de su nacimiento. Volviendo al Conservatorio, el día 20 de noviembre hay una reunión de la junta electoral y el día 21, cumpleaños de mi sobrino nieto Adolfito. Se celebra el acto de celebración de Santa Cecilia. Nada más finalizar el mismo, salgo en coche hacia Mérida y me hospedo en el parador. Al día siguiente asisto al concierto patrocinado por la SECC de la Orquesta de Extremadura, dirigida por Jesús Amigo, con el título genérico «La Generación de la República» en el que se interpretaron obras de: Salvador Bacarisse, Rodolfo Halffter, Óscar Esplá y Julián Bautista. Nueva entrevista con el Concejal de Distrito el día 2 de diciembre de 2003. Al final hemos terminado siendo amigos Hay otra característica que, siendo fundamental, nunca la aplicamos en la OSM, y continuamos con el tema del nuevo edificio, aunque me dice que va para largo. La apreciación que me hizo la última vez es bastante acertada respecto al rumbo de las negociaciones, sin embargo, hay algo que a él le interesa profundamente, y es el interés tomado por las distintas istraciones en el tema, que ha conferido diversas propuestas para compartir el nuevo Centro. Convoco nuevo Claustro para realizar las votaciones de Consejo Escolar. El día 5 tenemos otra convocatoria de la comisión de coordinación pedagógica según el siguiente orden del día:

•1º Lectura del acta anterior. •2º Pruebas de . •3º Ruegos y preguntas.

El día 6 viajamos a Zaragoza para llevar el cuadro que Marga le había prometido a mi hermana Gloria, ese fue el primer viaje en el nuevo Mondeo. Estuvimos solamente dos días allí, aprovechándolos como siempre para visitar a toda la familia y comer, cenar y desayunar con cada uno de ellos. Voy comprobando que los momentos más relevantes de la vida se dan en torno a una mesa rodeada de la familia y seres queridos. Regresamos a Madrid ya que tengo la reunión de junta electoral y, posteriormente, la de junta directiva. Me he convertido en un hombre formal de reuniones eternas, quién me lo iba a decir. El día 12 se convoca la 1ª evaluación del curso y posteriormente salgo de viaje hacia Bilbao para recoger en la Casa Erviti un barrilete Chadash que había encargado. Una vez en Bilbao, asisto al concierto de la Sociedad Estatal Conmemoraciones Culturales en el Palacio de Euskalduna, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Bilbao bajo la dirección de Juanjo Mena. Pruebas para interino de clave en el Conservatorio, el Tribunal estaba compuesto por Montserrat Pérez Carrión, Antonio Millán y Ramón Romero, a continuación hay convocada una reunión de Profesores de la OSM.

Capítulo 10

Navidades en Torrella

Después de tantas órdenes del día, visitas, conciertos y reuniones, nos escapamos el día 20 de diciembre a la casa rural Villahermosa de Torrella, donde hemos quedado un batallón de familia para unirnos en esas fechas tan señaladas y pasar unos días deliciosos. Llama para reservar mi sobrina Lely ya que la organización es importante pues vamos a ir 12 personas en total: mi hijo Pipo, Marga, María, Santi, Danielito y yo desde Madrid; mi hermana Gloria, Lely, Adolfito David y Lorena desde Zaragoza. No sé si a esto también se le puede llamar unos días de descanso y desconexión, no todo puede ser siempre trabajo y música. El pueblo es pintoresco y rural, con edificios antiguos de gran belleza. La casa tiene una distribución perfecta porque tiene cuatro habitaciones dobles con baño, sala de estar y comedor amplísimo. El día 23, de aquella forma tan estupenda, celebramos el cumpleaños de Margarita y al día siguiente nos despertamos con unas vistas increíbles, como de cuento de hadas porque era una estampa maravillosa: el Moncayo allí mismo, daba la impresión de que extendiendo la mano puedes tocarlo, totalmente cubierto de nieve mientras nosotros, desde el interior, estábamos calentitos al refugio de una buena calefacción. Hicimos la cena de Nochebuena colocando como protagonista de la mesa una dorada salvaje que había comprado a mi pescadero en Madrid y pesaba la friolera de siete kilos. El problema era que había que meterla en el horno y eso era harina de otro costal. Hicimos lo que pudimos hasta que nos enteramos de que había un horno de asar a las afueras del pueblo y decidimos ser prácticos, y allí fuimos Lely y yo, mientras los demás colocaban las cosas en la casa. Había una cola larguísima para encargar los asados, pero todos ellos, menos el nuestro, era de corderos y similares, dejando al personal boquiabierto al comprobar el pedazo de dorada que llevábamos.

—Tú y tus menús familiares…—resopla mi sobrina con humor comprobando cómo nos observan todos los parroquianos. —Esto es salud —exclamo orgulloso del pescado que casi soy incapaz de cargar.

Volvimos a recoger la dorada en tres horas, que fue el tiempo estimado por el panadero. Antes de la cena, mientras tomábamos un aperitivo, nos pidieron que tocáramos Pipo y yo alguna pieza. Nosotros lo habíamos preparado y no nos hicimos mucho de rogar, en estos temas somos facilones, nos va la marcha y la música se lleva en la sangre. Tocamos una pequeña selección de piezas basadas principalmente en villancicos y canciones de Navidad. Mi hermana Gloria siempre fue muy llorona, pero en ese momento contagió al resto del personal, porque dentro de nuestras mentes se había instalado el «Lopo», recientemente fallecido y a quien echábamos mucho en falta en esa Navidad. La cena fue fantástica, con nuestra «bendita dorada» presidiéndola, y creo que nunca olvidaré aquellos momentos donde la risa se mezcla con el llanto, la alegría con la nostalgia, la pena con el orgullo y el pasado con el presente. Al día siguiente llegaron María, Santi, Daniel, David y Lorena para hacer juntos la comida de Navidad. Después de un buen rato de digestión subimos todos hasta donde nos permitía el Moncayo, hasta donde se podía llegar sin arriesgarnos. Desde allí pudimos irar la grandiosidad del paisaje y el frío congelador que hacía. Esa noche cenamos y departimos a nuestras anchas hasta que, al día siguiente, compré allí mismo el cordero para la cena de Nochevieja. Después de muchos abrazos y besos, tocó volver a Madrid. El día 31 hicimos los preparativos para la cena de Nochevieja. Somos 30 comensales y espero que el cordero salga bueno y sea suficiente para todos. A ver si al final, con la fama que tengo, voy a quedarme corto a estas alturas.

Capítulo 11

Año 2004, prórroga y finalización del contrato con la Sociedad Estatal

Renovación del contrato de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el día 5 de enero de 2004. En principio la renovación se extendía por un año, aunque el inicio de la colaboración estaba planteada por tres años. Comienzan las jornadas «Arte y Democracia» en el Patio Herreriano de Valladolid. Esta producción la habíamos cuidado con esmero, ya que Luis Miguel era de Valladolid y la mayoría de apoyos y conocimientos que tenía en el ámbito institucional provenían de allí. Fueron cuatro días muy interesantes. Por supuesto, Luis Miguel también estaba especialmente cercano y cuidadoso con su público y producción. Exposición en Barcelona de la obra Dalí y la Cultura de Masas en La Sala de Exposiciones de la Caixa. Durante el mes de febrero presentamos la exposición «Pertegaz» en la sala MNCARS de Madrid. Más adelante del 19 de febrero hasta el 15 de abril, colgamos la exposición sobre los «Tres mitos españoles», La Celestina, Don Quijote y Don Juan en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid. Paralelamente se inicia un congreso en la UNED, también en Madrid, del 19 al 21 de febrero, sobre «Los problemas de la intolerancia: orígenes y etapa fundacional de la Inquisición». La intensidad de mi agenda no decrece, pero debo reconocer que todos estos proyectos me resultan interesantísimos y, pese a mi experiencia, me siguen enseñando cosas fascinantes cada vez. El día 9 de marzo de 2004 «La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales S.A. y don Gustavo Adolfo Garcés Compans han decidido la prórroga del contrato firmado con fecha 9 de marzo de 2002. Dicha prórroga será hasta el 31 de diciembre de 2004, ampliable por periodos anuales sucesivos, siempre que la Sociedad no haya manifestado su voluntad de finalizar la relación, con un mes de anterioridad a la terminación natural del contrato». Se inician las jornadas dedicadas a «España y el Pacífico, Legazpi – Manila» que se celebrarán en Valladolid.

Exposición sobre «Isabel la Católica o la magnificencia de un reinado» en el Monasterio de El Prado de Madrid, a principios del mes de marzo. En la Biblioteca Nacional comienzan las mesas redondas sobre la «España en la época de Isabel II». En la Iglesia de San Andrés de Valladolid se ofrecerá un concierto a cargo del Grupo Odhecatón, con el título genérico «Un libro de horas de Isabel la Católica». A lo largo de los meses de abril y mayo, en el Museo Arqueológico de Madrid, se expone la exposición «Liberalismo y Romanticismo en tiempos de Isabel la Católica». Nuevamente, en la Iglesia de San Andrés de Valladolid, se ofrece un concierto a cargo del Grupo La Folía el día 18, titulado «Música Ibérica del Viejo y Nuevo Mundo, del descubrimiento a la Independencia de América». Continuando con las actividades de la Sociedad Estatal en el ámbito de Castilla, nos trasladamos a Segovia para ofrecer un Congreso en la Academia de Historia y Arte de San Quirce, dedicado al «Pensamiento y palabra en recuerdo de María Zambrano». Para finalizar el mes de mayo, nos trasladamos nuevamente a Valladolid, a la Iglesia de San Andrés, donde el Grupo Mudéjar interpreta un concierto bajo el título «Musulmanes y judíos en tiempos de Isabel la Católica». A mediados del mes de junio se inicia el Congreso «Don Quijote y el pensamiento moderno», en el Centro de Convenciones de Barcelona. En el Palacio de Euskalduna de Bilbao, el día 19 se ofrece un concierto de la Orquesta Sinfónica con la Coral de Bilbao, dirigido por Juanjo Mena. Al día siguiente colgamos la exposición «Dalí y la cultura de masas», el día 22 de junio de 2004 en el MNCARS de Madrid. Nuevamente en esta sala de Madrid, el día 6 de julio comienza la exposición «Huellas Dalinianas», después de lo cual nos trasladamos a la Universidad Menéndez Pelayo de Santander para inaugurar un curso sobre «El mito trágico de Salvador Dalí» del 12 al 30 de julio. En el Colegio Fonseca de Santiago de Compostela, se ofrece una ponencia sobre «Santiago y la Monarquía Hispánica de 1504 a 1788». Comienzan los Cursos de Verano en Aranjuez, dedicados al tema «Isabel II y su tiempo». Imparto nuevamente el curso de clarinete en Toro, del 25 al 31 de julio. La música y el mundo de las artes toman un nuevo trasfondo para mí, fuertemente vinculado con la enseñanza, no solo la que imparto, también de la que me empapo.

Continuando con nuestra tradición familiar, después de tanto viaje, hoteles, coche, os y celebraciones artísticas y culturales, nos retiramos a nuestro reducto de paz y tranquilidad. Rótova siempre nos ofrece lo mejor, y ese año fue especialmente tranquilo en cuanto a celebraciones y visitas, por tanto, pude recuperar mi secuencia vital refugiándome en la lectura, los paseos interminables por la playa y los naranjos y, para que no extrañe al lector, buenos y apetitosos alimentos de la zona. También me llevo el clarinete porque sin él no puedo vivir, tengo que cuidarme a la hora de tocar y no ser excesivo ni en tiempo ni en intensidad, pero estar en o con mi instrumento me devuelve la alegría y la ilusión por la música. El 28 de agosto de 2004 cumplo 57 años. ¿Cómo ha ocurrido esto? ¿No tenía hace pocos días veinte años? Una vez terminadas las vacaciones, debo volver al convento de El Carmen de Valencia, donde colgamos una exposición sobre «Los Reyes Católicos y la Monarquía de España» del 1 al 14 de septiembre. Vuelvo a Madrid de forma rápida y concreta como tantas otras veces no relatadas en este libro, para atender las múltiples cuestiones que requieren mi atención al Conservatorio. Dicho así parece que paso de él, pero estoy constantemente al tanto por medio del vicedirector y la secretaria, que son un lujo. Continúo mi peregrinaje por España y, en este caso, debo viajar a Granada el día 23, concretamente al Monasterio de Santa Isabel la Real en el Albaicín, donde ofrece un concierto mi buen amigo José Miguel Moreno a las ocho de la tarde, con el programa titulado «La Música para Vihuela en el Renacimiento Español».

—Caramba Adolfo, cuánto tiempo sin vernos —dice al verme. —Desde luego, José Miguel. ¿Dónde te has metido? —le pregunto dándole un cariñoso abrazo. —Bueno, en España últimamente no iban bien las cosas y emigré a Holanda — reconoce con cierto matiz de nostalgia. —Ya me extrañaba no verte, sin embargo, te he seguido por internet y has estado muy activo. —En Róterdam conocí un agente que le gustaba trabajar —comenta entre risas.

—Y te hacía él también los conciertos? —exclamo siguiendo la broma. —No, en serio Adolfo, esta mujer tiene muchos os, pero además es muy creativa y diseña los proyectos. —No sabes cómo me alegro José Miguel, te lo mereces. Por cierto, bravo por el concierto, tanto el programa como la interpretación, un diez. —le felicito sinceramente. —Gracias ¿te apetece que cenemos juntos? —propone echando un vistazo a su reloj. —Ya sabes lo que me cuesta decir que no a estas cosas, pero tengo un compromiso con mis compañeros de la Sociedad Estatal que han invitado al Alcalde y no puedo faltar. Anótame una y la recuperamos la próxima vez — denegué la propuesta con pesar, aunque no pensaba olvidarme de ella, quedaba pendiente, sin duda.

En el Ayuntamiento de Córdoba, comienza el Congreso Internacional sobre «Maimónides y su época», del 6 al 9 de octubre, para celebrar el VIII centenario de su muerte. En Segovia se escenifica la proclamación de Isabel La Católica como Reina de España. Para finalizar el mes de septiembre, en el Teatro Museo Dalí de Figueras comienza el simposio sobre «El Siglo de Dalí». Parece que mi destino está en Valencia, vuelvo a esa bella ciudad con motivo de la presentación del concierto de Orphenica Lyra con el subtítulo «La música en la corte de Isabel La Católica», en el Auditorio de la Artes el 6 de octubre de 2004. Tantas veces hice el viaje de Valencia a Zaragoza, por motivos familiares que, en este caso, me choca hacerlo por motivos profesionales. Según voy llegando a Zaragoza, lo primero que percibo en la distancia es la Basílica del Pilar, por lo que no tardan en aflorar a mi mente recuerdos y añoranzas de mi vida. Voy directamente a la Sala de la Corona de Aragón, en el Edificio Pignatelli, donde tenemos un concierto a cargo de la Capella de Ministrers a las siete y media de la tarde, con el título «Cancionero de Palacio». Desgraciadamente no puedo ver a nadie de mi familia porque después del concierto tengo una cena y salgo inmediatamente hacia Burgos, me conformo con hablar con ellos por teléfono. Siento que no me alcanzan las horas para todo

lo que deseo y tengo que hacer. Concierto de Jordi Savall el 15 de octubre en el Convento de las Bernardas de Burgos a las siete de la tarde, con el título «Poesía y Cancionero Musical». Vuelvo a Zaragoza el día 21 para asistir en la Basílica de La Seo a un Concierto de Antonio Baciero, con el título «En torno a los Reyes Católicos». Cuatro días después, también en Zaragoza, ofrecen un concierto el Grupo Zarabanda en el Teatro Principal, con el título genérico «Reina muy Noble. Un recorrido musical por la España de Isabel La Católica». Finalizando el mes de octubre, presentamos la exposición «Dalí lector» en el salón de MNCARS de Madrid. Si fuera un coche, el kilometraje que llevo a mis espaldas echaría para atrás a más de uno. En el Teatro Principal de Burgos, el 11 de noviembre de 2004, la Sociedad Estatal presenta un concierto de Jordi Savall con el título «El Jardín de las Hespérides», espectáculo escénico musical. «Nacimiento del Primer Teatro Musical, Esplendor y humanismo del Renacimiento Hispánico en el tiempo de Isabel I de Castilla, 1451-1504». La Capella de Ministers interpreta un concierto dedicado al «IV Centenario del Quijote» en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. El día 17, en el Teatro Isabel La Católica de Granada, en conmemoración del V Centenario de Isabel La Católica, Orphénica Lyra ofrece un concierto con el título «La música en la corte de Isabel La Católica». Finalmente, el día 19, en el Hospital Real de Granada, el Grupo La Folia ofrece un concierto con el título «Música Ibérica del Viejo y Nuevo Mundo». La Sociedad Estatal me comunica el día 29 su decisión de no prorrogar el contrato durante 2005, debido a que la actividad de la Sociedad decae naturalmente ante la finalización de las actividades del nuevo milenio, con el agradecimiento de parte de Luis Miguel Enciso y el resto de colaboradores, por mis servicios prestados. Ha sido un placer colaborar en este proyecto y con estas personas, he aprendido mucho y he podido realizar muchos de mis proyectos con total libertad, dentro de un ambiente selecto y de gran camaradería. No me albergan emociones negativas, al contrario, mi camino ha sido y es intenso y siempre parece estar plagado de nuevos proyectos. Me alegro de afrontar una nueva etapa esperando todo aquello que el destino me depare.

Durante el mes de diciembre me centro en la finalización del curso escolar en el Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, preparando las clases del segundo trimestre, con los más que previsibles cambios a nivel humano y material que lleva consigo la clausura de un curso y la apertura del siguiente y el incremento sustancioso en ambos aspectos por las dimensiones del espacio y las especialidades que se incrementan además del mayor número de alumnado. También he de pensar en el equipo directivo que me acompañe, basándome en la experiencia anterior, he llegado a la conclusión de que depende mucho de la compañía que te rodees para poder hacer realidad tus proyectos. Con el fin de preparar las actividades de este trimestre, basándolas en conciertos con los propios alumnos, profesores y algún invitado ilustre que ilusione a la mayoría, convoco un Claustro extraordinario en el que informo detalladamente de los cambios que se producirán durante los cinco meses que quedan de curso. En dicho Claustro solicito recibir sugerencias de parte de cada seminario, para elaborar las actividades de este fin de trimestre con propuestas, no solo de alumnos y profesores que intervendrán, sino también de artistas externos que den cierto lustre a estas actividades, al tiempo que debo informar sobre los cambios que se producirán a nivel de profesorado con el traslado más que previsible al Centro Integrado. Parece que no, pero ya empiezo a cogerle el gustillo a esta nueva versión mía, tan organizada, organizadora y organizativa. Como decía, los cambios más significativos serán los de los profesores de Enseñanza Media, que engrosaran el Claustro del nuevo Centro hasta completar la ratio proporcional del alumnado que integraremos, cifras que en este momento no puedo precisar, pero dan una idea de lo que nos espera previsiblemente ante la dualidad de impartición de distintas enseñanzas en el nuevo Centro. Con preferencia, me gustaría recibir las propuestas para las actividades de este mes lo antes posible, para poder organizarlas y publicitarlas. La recepción de propuestas fue masiva, cada seminario envió no menos de cinco propuestas diferentes, las cuales obviamente no tenían cabida en su totalidad, pero eran más que suficientes para elaborar un acto atractivo y novedoso. También recibimos propuestas de profesores con programas interesantísimos y alguna otra propuesta para incluir a solistas externos. Obviamente era de agradecer el trabajo realizado, por lo que encargué al jefe de estudios que redactara una carta de agradecimiento a todos los profesores y reuniera al equipo directivo para seleccionar un programa entre las ofertas realizadas, tratando de

incluir la participación del mayor número posible de seminarios y configurar el programa más atractivo con nuestros mejores alumnos. Pedimos presupuestos para celebrar un ágape después del concierto e implementar el acto al que invitaríamos al concejal de distrito, al director general, al Claustro de profesores y a familiares de los alumnos. De esta forma despedimos el año 2004 en el Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, el último que despediríamos en él, con la satisfacción del logro conseguido por el cambio de Centro y augurando un futuro mucho más prometedor.

Capítulo 12

Nuevo año, no menos efervescencia

A partir del mes de enero de 2005 me centro profesionalmente en la evolución tomada por el Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín durante los últimos cuatro años, motivada por el cambio de dirección efectuado desde mi entrada como director, ya que este fue el comienzo de las gestiones para conseguir el traslado al Centro Integrado de Enseñanzas Musicales y Secundaria Federico Moreno Torroba. Si bien despedimos el año 2004 como el último del Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín, el segundo, tercer trimestre y los exámenes de fin de curso todavía se celebrarían en él. Por mi parte, comienzo una nueva etapa con la finalización de las actividades de la Sociedad Estatal, veo frente a mí un panorama lleno de posibilidades para conseguir distintas metas añoradas a lo largo de los años. Una de ellas la puedo conseguir inmediatamente, siempre soñé con un poco de tiempo a primera hora de la mañana para repasar las noticias y el estado de la situación mundial, sentado en mi estudio mientras me tomo un café. Esas cosas tan sencillas que, a veces, parecen tan imposibles. Es así, en uno de mis primeros días como madrugador relajado, como descubro que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condena a nueve años de prisión y multa de 1,8 millones de euros, por delito de cohecho continuado, al ex juez de Barcelona y ex vocal del Consejo General del Poder Judicial, Lluís Pascual Estevill. Por otra parte, el pleno del Congreso de los Diputados autoriza por unanimidad el día 11 la celebración de un referéndum consultivo sobre la ratificación del traslado por el que se establece una constitución para Europa. El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, presenta ante el registro del Congreso de los Diputados, el día 14, el proyecto de estatuto político para Euskadi. Los Reyes de España realizan una visita oficial a Marruecos el día 17, calificada como de Estado, con una duración de tres días, el Rey se dirigirá a las cámaras del Parlamento marroquí. ETA hace estallar un coche bomba en Las Arenas de Ghetxo. Arnaldo Otegui, portavoz de la ilegalizada Batasuna, dice que el proceso de paz todavía no se ha iniciado. La mesa del Congreso de los Diputados, ite a trámite el proyecto de estatuto político el día 19 para la

Comunidad de Euskadi, por cinco votos a favor y cuatro en contra, (del Partido Popular). Manifestación en Madrid, el día 22, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Hundimiento en el barrio del Carmel de Barcelona. Las excavaciones del túnel de maniobras de la ampliación de la línea 5 del metro causan un enorme socavón que obliga a derribar varios edificios. Debate de la totalidad, el día 1 de febrero, en el pleno del Congreso de los Diputados de la propuesta del Parlamento Vasco para la reforma de estatuto político de la Comunidad de Euskadi. El Lehendakari anuncia su propósito de disolver la cámara vasca el día 2 de febrero y convocar elecciones para el 17 de abril. ETA hace explotar un coche bomba en el Campo de las Naciones de Madrid lo cual provoca daños materiales y causa heridas a cuarenta y tres personas. El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, visita el barrio del Carmel el día 12 y se reúne con sus vecinos en el Centro Cívico Boca Nord del barrio. El día 24, durante la sesión plenaria monográfica sobre el hundimiento del Carmel, se acuerda en el Parlamento de Cataluña la constitución de una comisión de investigación para determinar las causas del derrumbamiento. Es todo tan apabullante que, por un segundo pienso si es buena idea invertir el tiempo en tanta información, el mundo real es mucho más intenso y sofocante que mi propio calendario laboral y musical. El día 4 de marzo convoco un Claustro en el Conservatorio con un único puento en el orden del día: “Traslado inminente del Conservatorio Profesional de Música Ángel Arias Maceín al Centro Integrado de Enseñanzas Artísticas de Música y de Educación Secundaria Federico Moreno Torroba”. Nada más comenzar el Claustro tomo la palabra y planteo directamente el tema de conflicto en el mismo. Avanzo que falta bastante tiempo para el traslado, que cada profesor tiene libertad para exponer sus ideas y organizar su destino profesional, siempre dentro de su condición como funcionario público, como mejor le parezca. Una vez expuesto este extremo aclaro que la consecución del cambio de Centro ha sido una tarea titánica en beneficio de la mejora de nuestras enseñanzas y que estoy dispuesto a luchar en favor de todos aquellos que cuiden de la enseñanza colectiva. Todo lo demás huelga, y está implícito en las directrices dadas. Fui comprendiendo en esos días para qué me había servido tanta preparación en

el terreno de la gestión, pero, lo más importante fue que los demás también se dieron cuenta y aprobaron la moción como una sola persona. El director general dijo que delegaría en una persona de obras y servicios para comunicarse con nosotros en el menor tiempo posible, y con eso dio por finalizada aquella reunión. En el mes de junio de 2005 organizamos varias cuestiones relacionadas con el final del curso:

•Tercera evaluación del curso 2005/2006. •Exámenes oficiales de fin de curso 2005. •Acto conmemorativo de fin de curso. •Concierto de despedida y ágape correspondiente. •Despedida oficial del curso y posterior Claustro.

En este Claustro tomó la palabra el profesor que la pidió, los de la Junta Directiva que lo solicitaron y, por fin, el director, para poner el broche final al acto y despedirse de todos hasta después del verano. Como si hubiera salido de una burbuja para entrar en el paraíso, el mes de agosto de 2005 vamos nuevamente a Rótova. Me llevé varios libros y partituras junto con el ordenador y el clarinete, total, mi estudio de trabajo en pleno. Sin embargo, fui muy selectivo en el uso de cada uno, yo sabía que sin ellos no podría pasar, pero teniéndolos sí podía prescindir de alguno en ciertos momentos. Mi nieto Daniel acababa de cumplir tres años y era mi compañero más incondicional en la playa, en la piscina y en nuestros paseos. Mi hijo venía con nosotros casi todo el mes, aunque dedicaba su tiempo a los amigos, incluso se traía alguno de vez en cuando, lo cual para mí era una distracción más. Es increíble que con los años voy concediéndome una tregua y logro disfrutar de un buen tiempo de descanso. De vuelta a Madrid, comenzamos en el Conservatorio el día 4 de septiembre,

preparando los temas habituales de principio de curso: exámenes oficiales, reuniones de departamento, reuniones de comisión pedagógica y lista de alumnos por profesor. Compruebo la lista de profesores de este curso y descubro que tengo que pedir seis profesores más porque ha habido concurso de traslados, en los que han concursado algunos profesores nuestros, pero, sin embargo, no ha venido ninguno de otro Conservatorio. Le pido al jefe de estudios que solicite los profesores con urgencia. Comenzamos el curso el día 17 con la plantilla resuelta. Octubre, noviembre y diciembre transcurren de una manera extraña, parece como si todo se estuviera preparando para desaparecer. Los profesores hacen su trabajo, el equipo directivo también, las auxiliares también, pero se percibe una actitud ausente en el ambiente. Lo hablo con mi equipo directivo y compruebo que no es una apreciación mía solamente.

—¿Para qué nos has convocado, Adolfo? —preguntan contrariados. —Pues verás, Susana, tengo una sensación extraña y quiero consultarla con vosotros. Todo el mundo está cumpliendo con su obligación y no tengo ninguna queja, pero quería saber si vosotros habíais notado algo. —Lo único que has podido notar es que nuestra partida es inminente y no hay vuelta atrás —contestó Susana como algo obvio. —Yo también lo percibo —comentó Carlos, el jefe de estudios—. Y digo lo percibo, porque es más una sensación que una realidad. Estoy de acuerdo con Susana.

***

Para infundir la mayor normalidad al proceso de cambio de Centro, convoqué una reunión de Junta Directiva el 8 de enero de 2006 donde repartí ideas y sugerencias para imprimir en los profesores y alumnos la mayor tranquilidad y eficacia en la impartición de las clases y los actos académicos que se produzcan. Así mismo sugiero que haya la mejor de las voluntades en la colaboración con el

Colegio Público Perú, ya que en los últimos momentos puede desatarse una crisis de ansiedad por ambas partes. Con todos estos preparativos abordamos el segundo y tercer trimestre en el Conservatorio. Me siento como un funambulista sobre la cuerda floja. ¡Qué de malabares hay que hacer para que todo salga bien! Entrando en el mes de febrero de 2006 convocamos una comisión pedagógica y doy cuenta de las distintas reuniones con la istración educativa para perfilar las necesidades básicas del Conservatorio. A su vez, convoco una reunión de junta directiva el mes de marzo de 2006 para pulsar el ambiente del Centro y mis compañeros de directiva me comentan que, dentro del profesorado, hay un sector que está en contra de unirse al proyecto de «Centro Integrado», debido a la inclusión de materias de enseñanza secundaria que llevan implícitas las enseñanzas de otros profesores que no tienen los mismos objetivos que nosotros. El tema me parece importante, aunque ya lo intuía. Propongo un Claustro para el mes que viene y trataremos este aspecto de manera exclusiva ante todo el profesorado. Parece que los malabares no resultan suficientes. El día 18 de abril de 2006 convoco un Claustro para determinar el número de profesores que han solicitado concurso de traslados y así poder valorar las incidencias de cara a la petición de nuevos profesores para el curso que viene. Comienzan las reuniones con los representantes de la educación istrativa, con el fin de consensuar la política educativa a partir de la creación del Centro Integrado. En estas reuniones hay representantes de educación secundaria. He llevado a la secretaria de la junta directiva conmigo, como representante de la enseñanza musical y tres altos representantes de la istración. En la reunión del mes de mayo de 2006, el director general de Educación, toma la palabra para definir a grandes rasgos como se produciría el cambio entre los dos Conservatorios.

—Pero le cedo la palabra a Adolfo Garcés, por ser el promotor de la idea y el mejor conocedor entre los presentes del Conservatorio —dice a continuación. —Gracias. Sí, quiero poner el acento en tres elementos fundamentales: el traslado y equipamiento del nuevo Centro; la necesidad de tener preparado un presupuesto cercano para abordar los posibles contratiempos que puedan surgir y; posiblemente el más complicado, establecer el profesorado del nuevo Centro,

habida cuenta de que se tienen que incorporar profesores de secundaria a sus departamentos…—expliqué sin filtros ante las atentas miradas.

Comenzaron a plantear cuestiones desde los distintos ámbitos de la reunión y, aproximadamente transcurrida una hora, sin haber llegado a ninguna conclusión, solicité nuevamente la palabra.

—Creo que es importante resaltar que sin una directriz clara será prácticamente imposible coordinar una empresa tan importante como esta. El traslado y cierre de un Conservatorio, con todas sus pertenencias, para montarlo en otro que requiere previamente una serie de obras de distribución y adecuación muy importantes. En conclusión y para no cansarles, creo que debe haber tres personas clave en el procedimiento, los dos directores del Moreno Torroba, no olvidemos que hay una directora de danza con espacios delimitados y un representante máximo de la istración educativa con plenos poderes ejecutivos. Si están ustedes de acuerdo no queda más que comunicar a los directores del nuevo Conservatorio quién será su interlocutor y empezar a trabajar —hice una pausa breve, en la que se percibía la tensión, para que procesaran la información—. Hay una última cuestión por mi parte… Considero que debemos pensar muy seriamente la posibilidad de que, durante el primer año, el Conservatorio debe continuar prestando únicamente sus servicios a nivel musical, con la finalidad de preparar los departamentos de secundaria en cuanto a profesorado y matrículas de alumnos de forma concienzuda para abordar el siguiente curso de forma conjunta.

Así llegamos al mes de julio de 2006, «Último Curso» del Conservatorio Ángel Arias Maceín. Desaparece este Conservatorio y se crea el Centro Integrado Federico Moreno Torroba en la calle de General Ricardos 177, trasladando todo su equipo humano, profesores y alumnos, para abrir la matriculación del nuevo curso 2006-2007 a los antiguos alumnos y para los nuevos que quieran cursar conjuntamente el Grado Medio de Música, con la ESO y el bachillerato incluido. A partir de ese momento comenzó mi vía crucis entre los dos Conservatorios, con el teléfono echando humo y estableciendo reuniones con varios especialistas

del ramo para ponerles en o con el guarda de Vista Alegre y el del Colegio Perú respectivamente. En fin, todo lo que había hecho durante mi vida pasada me parecían chiquilladas, hasta que tomé la determinación de conceder entrevistas por teléfono o vía online, reservándome el tiempo libre. Fue un punto de inflexión en el que me di cuenta que poner límites era imprescindible. Hubo un tema que, sin embargo me interesó, y fue nombrar al equipo directivo del próximo Centro. Me puse manos a la obra y en tres días tenía el mejor equipo directivo del universo, hasta tal punto que la persona que nombré como jefe de estudios todavía está hoy en día como director, y el que nombré como secretario todavía está como jefe de estudios sin dejar de lado al que estuvo también como jefe de estudios allí y se vino al Conservatorio Superior conmigo, el cual fue mi más querido jefe de estudios. En fin, un éxito. A partir de este mes comenzamos a efectuar el traslado al Centro Integrado de Música y Secundaria Federico Moreno Torroba. Nos esperaba un verano calentito en cuanto a organizar y preparar el Centro. La situación de este Centro es privilegiada, se encuentra en pleno parque de Vista Alegre con muchos metros cuadrados, vigilados y atendidos por empleados del ayuntamiento. El Centro estará compartido con el Conservatorio Superior de Danza. Este mes de agosto me quedo sin vacaciones, vamos a vestir el Centro para lo cual van a traer el mobiliario de las aulas, los despachos y los habitáculos de estudio. Todo esto supone un despliegue importante de camiones de transporte y operarios, los cuales deben tener alguien que les indique donde colocar las cosas. Será que no he trabajado durante toda mi vida y parece que ahora voy a poner la puntilla a mi carrera con mucho más. Comienza el nuevo curso el 2 de septiembre de 2006 en el Centro Integrado Federico Moreno Torroba. Este primer año funcionará solamente con las enseñanzas musicales, parece que me hicieron caso, según criterio de la Dirección General de Enseñanzas Medias, ya que no ha dado tiempo para adecuar el Centro a las Enseñanzas de Secundaria, en cuanto a su adecuación, contratación y organización de todo el profesorado. Hasta ahora se ha implementado el nuevo equipo directivo, los nuevos profesores, las nuevas instalaciones, cafetería, comedor y gimnasio. Al compartir el Centro con el Conservatorio Superior de Danza todos los aspectos concernientes al mismo han sido de completa responsabilidad por parte de su directora.

Los meses de octubre, noviembre y diciembre han sido de completa locura, nos hemos encontrado con un Centro situado en pleno bosque bajo la vigilancia de servicios de seguridad que a veces no sabíamos dónde estaban. La entrada y salida al Centro no estaba normalizada, era un galimatías porque los padres entraban hasta las aulas a buscar a sus hijos y tuvimos que habilitar un sistema de control por medio de nuestros bedeles para evitar que pasaran. En el exterior no había aparcamiento vigilado, por lo que aparcaba el que quería y el personal del Centro, la mayoría de las veces, no tenía sitio para ello ¿Solución? Solicitar de manera urgente la preparación de un aparcamiento exclusivo para el Centro. Así iba todo, pero para relatarlo necesitaría tres o cuatro libros más y no quiero cansar al lector con un tono crispado ni agobiado, pero puede hacerse una idea de la odisea que fue aquello. Afortunadamente me habían hecho caso en cuanto a no comenzar con secundaria el primer año, y eso nos ayudó mucho porque continuábamos teniendo turno preferentemente de tarde y las mañanas estaban bastante tranquilas. Comenzaron a caer árboles, con el peligro de que cayeran sobre nuestro edificio. El secretario llamó al Ayuntamiento y vinieron a revisarlo.

—Uf, estos árboles además de estar enfermos, son extremadamente viejos…— comentó el operario con gesto cansado. —Pues muy bien — le dije al operario comprobando que resoplaba y se cruzaba de brazos— ¿Y cuál es la solución? —Van a tener que llamar a la Junta de Distrito.

Puse los ojos en blanco. Esto era como jugar al teléfono escacharrado. El laberinto nunca se acababa. Como he dicho anteriormente, todas estas situaciones y muchas más darían para tres o cuatro libros, pero a mí, lo que de verdad me sigue gustando es, aunque parezca mentira por mis últimas dedicaciones, más istrativas que otra cosa, la música. ¡Que siga sonando la melodía!

Parte X

(2007-2011)

Capítulo 1

Obras y remodelación del Centro Integrado

Llega el día 10 de enero de 2007, es ahora cuando empiezo a recomponerme tras las comilonas navideñas y encargo a Alberto, jefe de Secretaría del Centro Integrado, para solicitar los presupuestos necesarios para terminar los remates de los espacios y preparar la factura de Pedro Muñoz para finalizar los soportes de las fundas de contrabajos que le encargamos. Determinamos la ratio de alumnos para Piano Acompañante con el fin de especificar el número de profesores que necesitamos. Tengo una reunión con Montserrat Pérez Carrión, Inspectora de Educación, para determinar el tipo de contrato de la cuenta de gestión del Centro, a continuación convoco un Claustro ordinario en el Conservatorio para delimitar los espacios y necesidades de cada especialidad, asimismo informo que vamos a preparar el currículo del Centro y, para ello, envío una convocatoria a los directores de los diferentes conservatorios profesionales de Madrid con la intención de cambiar impresiones periódicamente en cada uno de nuestros Centros por medio de una comisión permanente para el cambio de pareceres y contraste de medios. Este calendario y tanta formalidad pueden parecer agobiantes, no descarto que fueran quebraderos de cabeza por echar de menos las largas horas al calor de la melodía del clarinete, pero lo tomaba como una responsabilidad que debía cumplir mientras me adaptaba a tanta burocracia. Llevo el clarinete a Contreras para la revisión, mi fiel acompañante también necesita una puesta a punto de vez en cuando aunque no necesite tanta atención ya que sus horas de descanso son infinitas, sin embargo los materiales y lubricación sufren un desgaste con el tiempo al igual que nosotros, me dice que lo tendrá listo en una semana. Inauguramos el aula de informática pasando a ser el primer Centro de la Comunidad de Madrid que dispone de ella. Al día siguiente solicitamos la especialidad de IRB (Instrumentos de cuerda pulsada del renacimiento y barroco) como optativa, con la idea de que la imparta mi buen amigo Juan Nieto Cruz. En los ratos en que el papeleo y la organización no exigen el cien por cien de mi persona, comienzo la adaptación del Bolero de Ravel para conjunto de clarinetes, que incluyen a todo el grupo de alumnos de este Centro en esa

especialidad, con el fin de estrenarlo en la próxima audición. El día 30 tenemos Consejo Escolar, al cabo del cual tengo clase de Clarinete. Entrado el mes de febrero de 2007, convoco comisión de coordinación pedagógica y, a las doce del mediodía, un Claustro ordinario. Empezamos a organizar la próxima audición, para lo cual encargo la preparación del «Cartel Anunciador» y pido colgarlo en todas las aulas. En una reunión de departamento, llegamos a la conclusión de cambiar las aulas de lenguaje musical, por una cuestión de espacio, acústica y orientación. Colocamos un trípode en la entrada para los carteles anunciadores de actividades, en los despachos del AMPA y Asociación de Alumnos, así como en la Sala de Profesores. Convocatoria de Claustro y, a continuación, convocatoria de comisión de coordinación pedagógica. El día 26 tenemos elecciones sindicales.

—Buenos días, Óscar ¿Podrías indagar algo sobre páginas web? —pregunto con humildad, reconociendo ser poco ducho en la materia. —Claro que sí, Adolfo, miraré en internet y pensaré en gente que controle ese tema —afirma muy resuelto. —Cómo te sientes en este cargo? Te da muchos quebraderos de cabeza? —me intereso por sus sensaciones. He aprendido que es de vital importancia tener trabajadores y compañeros contentos con los que la comunicación sea fluida y sincera. —Para nada, es muy interesante poner en funcionamiento un Centro nuevo. —Tú eres de los míos Barragán, actualización y renovación —comento entre risas.

A principios del mes de marzo, nuevamente visita el Centro la inspectora Montserrat Pérez Carrión.

—Tan evidente es nuestra desesperación? —bromeo al verla llegar. —Simplemente quería saber si necesitabais algo. Sé que hay mucho por hacer y quería ofrecer mi ayuda y ánimo. —Mil gracias por el interés, pero, aunque sea poco a poco, vamos avanzando — le informo mostrándole los pequeños logros.

Y es que no siempre hay que estigmatizar a los inspectores por el mero hecho de serlo. Escribo una carta a los directores de los conservatorios madrileños para informarles del perfil de alumnado del Centro Integrado que pueden optar a matricularse en música y secundaria para el año que viene. Voy al Departamento de Infraestructuras y pregunto por el arquitecto Antonio Olives, el cual me recibe muy amablemente.

—Buenos días, señor Olives —saludo tendiéndole la mano. —Buenos días, Adolfo. Ya me han informado que necesitas realizar algunas obras en tu Conservatorio. —Efectivamente, ya sabe que los Centros de nueva creación traen estas cuestiones —reconozco tomando asiento frente a él. —He hablado con Juan Olivares, que es el que define y decide sobre estos temas, y se pondrá en o contigo muy pronto —informa dándome un atisbo de esperanza y alivio. —De acuerdo, le quedo muy agradecido y espero verle en algún momento por el Conservatorio. —Gracias Adolfo, te prometo que iré a algún concierto —y marcho de allí con otra gestión hecha y la esperanza de ir resolviendo cosas poco a poco.

Tenemos preparados los presupuestos para los instrumentos barrocos, así que envío una carta al director general Javier Restán poniéndole en conocimiento de este hecho e instándole a que atienda nuestro requerimiento. Poco después tenemos nueva convocatoria de Consejo Escolar para informar sobre los presupuestos de 2007 y su aprobación. Nuestras compañeras y vecinas del Conservatorio de Danza programan unas jornadas de danza del 11 al 14 de abril, a las cuales nos invitan muy amablemente con el colofón final de un ágape. Y como bien sabe ya el lector, yo nunca digo que no a semejantes invitaciones. Me convocan a una reunión en el Departamento de Ordenación Académica en Gran Vía. Allí nos encontramos todos los directores de conservatorio madrileños para recibir instrucciones concretas respecto a la finalización de este curso. Aprovechando que estoy allí, paso a hablar con María José Corredor para solicitar la rotulación exterior y el servicio de vigilancia 24 horas del Centro. El que no llora no mama. Lucia García me llama para enviarme la renovación de directores del curso que viene y el envío de nombramientos. Se convoca el concurso de traslados y las vacantes de profesores para el próximo curso. El día 13 de abril se publica la convocatoria de comisiones de servicio para cubrir las plazas vacantes del curso próximo. Hablo nuevamente con Juan Olivares en relación a las obras del Centro, al día siguiente envío una carta a Bonifacio Alcañiz solicitando un presupuesto especial para las adaptaciones. Me contesta que debo solicitarlo al director general de Infraestructuras y Servicios don Jesús Valverde Bocanegra, cosa que hago inmediatamente, aunque debo reconocer que eso de pasarse la bola y andar saltando de uno a otro siempre me parece un estorbo, aunque comprendo que es un juego divertido para los gerifaltes de la istración. Recibo contestación del director general de Infraestructuras y Servicios que me dirige a don Ricardo López de Rego Uriarte, Asesor Técnico de Proyectos y Construcciones para solicitar el presupuesto a Centros docentes. Este recorrido, extenuante y accidentado a veces, sirve como ejemplo de las vicisitudes que tuvimos que pasar durante la adecuación del nuevo Centro. Y aún estaba lejos de terminar. Hacemos la presentación oficial del Conservatorio el día 18, con un despliegue de actividades organizadas por el equipo directivo, dentro de las cuales estaba la preparación del portátil con el cañón para proyectar su presentación en Power Point. Al día siguiente envío la solicitud para la creación de plazas dentro del «Programa Final de Grado Medio». Empezamos a concretar las reuniones de los directores de conservatorios madrileños, ya que la idea había tenido muy buena

acogida y me habían enviado varias sugerencias para ello. Ante la necesidad de colocar bolardos y vallas en la estructura externa del Conservatorio, me dirijo a Industrias Saludes para que me envíe el presupuesto y enviarlo a mi vez al director general de Infraestructuras para su conocimiento con la correspondiente petición. Me convierto en todo un experto en la redacción de cartas y peticiones, ya puedo redactarlas incluso con los ojos cerrados y sin saltarme una sola formalidad. Ante la próxima apertura del Colegio Newman en nuestro barrio, comentamos con María y Santi la posibilidad de apuntar a Danielito. Hablé con el director y me contó el procedimiento que seguían para la matriculación ya que se trataba de un Centro de nueva creación. Tuvimos suerte y aceptaron la matrícula. Parece que no pasa el tiempo, Danielito terminó todos sus ciclos educativos en ese colegio con un 12,5 de nota media y se ha matriculó en la Universidad Complutense. Mi Danielito se ha ganado que le vaya retirando el diminutivo, muy a mi pesar. A principios de mayo de 2007 se aprobó la «Disposición Transitoria» para aceptar Música de Cámara como especialidad. Envío al secretario de Bonifacio Alcañiz, el presupuesto para la colocación de los bolardos en los s al Centro y en el aparcamiento, incluyo nuevamente la solicitud de música barroca enviada hace un par de meses. Por pedir que no quede. Aunque parezca mentira, las cosas van saliendo después de mucho esfuerzo, así que sigo actuando de la misma manera, pues parece que va dando sus frutos. Al día siguiente recibimos por fin el presupuesto de infraestructuras para las casetas y bolardos por valor de 30.000 euros, enviado por el jefe de mantenimiento Ricardo Miguel Rincón. Le digo a Barragán que los estire lo más posible, porque no sabemos cuándo enviarán más. Llamo a María José Corredor para solicitar, nuevamente, el vigilante de seguridad. Preparamos un cartel para colocar en la calle Antonio de Leyva con la información del Centro Integrado y su ubicación definitiva. Montamos la rotulación exterior el día 4 de junio de 2007 y continuamos pidiendo el vigilante. Se publican los cupos de profesores para el curso que viene. Hay cosas que, con pedirlas una sola vez no basta. Comienzan los exámenes «final de curso» y se entregan las notas finales de las materias. El día 25 instalan la caseta de entrada al Centro, por la tarde celebramos el acto de clausura con la interpretación de un

concierto de clausura a cargo de los alumnos. Preparación de la memoria anual del Centro. Finalmente, me comunican que el vigilante 24 horas lo concederán a partir del mes de julio. Menos es nada. El día 10 de julio de 2007 recibimos un nuevo presupuesto de 60.000 euros para obras del Centro Integrado. Encargo inmediatamente a Barragán que prepare las acreditaciones para la autorización de paso de los vehículos, además de preparar los cupos y vacantes del próximo curso. El mes de agosto cumplo 60 años y no tengo tiempo para disfrutar unas vacaciones, ya que la adecuación del Centro continúa con distintas obras y estamos preparando la inclusión de las enseñanzas de Educación Secundaria, mediante las obras de distribución de sus aulas y la contratación del profesorado. Para que quede constancia, me acerco a la edad de jubilación trabajando más que nunca y con el mismo amor por la música (y ahora por la docencia y la educación) que cuando comencé mi andadura. Sesenta, qué bonito número. Hablo con María José Corredor el día 4 de septiembre para analizar el presupuesto y los cupos antes de la apertura del curso. También concretamos la concesión del comedor a una empresa de catering y estudiamos el plan de evacuación. Formalizamos el contrato con la empresa del comedor el mismo día que anuncian nuevo cambio de inspectora. Al ser un Centro de nueva implantación, han situado a Trinidad Manzano en el cargo, por ser una persona que tiene cierta experiencia en ese tipo de Centros al haber estado en el Centro Integrado del Escorial. Nos envían una profesora de religión para los alumnos del Centro Integrado y un nuevo profesor de Piano, además de la adscripción con dos destinos en trombón y lenguaje musical. El subdirector de Centros de Educación Secundaria y Enseñanzas de Régimen Especial nos autoriza un nuevo cupo para profesor de tuba. Estamos empezando a tener problemas con la residencia de adaptación infantil situada frente a nuestro Centro. En los últimos meses se han producido varios altercados con los alumnos de la residencia. Están comprendidos en una edad de entre 12 y 15 años y descubrimos que son niños de difícil control. Bendita adolescencia. Ya hemos llamado a la policía en dos ocasiones en las que alumnas nuestras se han vista atemorizadas por ellos, esto demuestra que, a veces, por muy concienzudamente que se hagan las cosas, siempre surgen imprevistos

difíciles de gestionar. Realizamos el acto de apertura de curso con un concierto a cargo del Coro de Niños del Distrito, concierto que fue muy bien recibido por la comunidad educativa. Solicitamos nuevo instrumental el día 4 de octubre de 2007, además de las mesas y sillas necesarias para las clases de Enseñanza Secundaria. Envían un Profesor sustituto de saxofón y se organizan y distribuyen las becas de comedor. Dicho así, todo esto parece palabrería, pero es de vital importancia ir consiguiendo metas y cumpliendo hitos que permitan el funcionamiento del Centro. Nueva sesión de Consejo Escolar para la actualización de sus componentes. Terminado el mismo, se celebra un Claustro de profesores para presentar al nuevo profesorado de música y secundaria, junto con la propuesta de proyecto educativo. Nos amplían la estructura de la Junta Directiva a dos jefes de estudio para incluir los temas de Educación Secundaria dentro del organigrama. Presento la programación general anual de clarinete junto con el estadillo de dedicaciones y cargos de los del Centro. Encargamos a las auxiliares que lleven los boletines a la imprenta. La inspección nos recuerda, y recomienda, que el documento de organización del Centro debe incluir toda la actividad del Centro Integrado. Detalles, detalles y más detalles que no se nos pueden pasar por alto. Establecemos los documentos esenciales del Centro: •Elaboramos un documento Excel con los horarios y distribución de profesores por asignaturas. •Documentos de organización del Centro. •Boletines de evaluación. •Correo institucional. Menos mal que tenemos a Barragán como secretario, es perfecto para el cargo y tiene gran dominio de la informática. Llegan los profesores de canto, coro, alemán e inglés, al mismo tiempo que las mesas y sillas para la cafetería, junto con los instrumentos solicitados. ¡Esto va tomando forma!

Quedamos a la espera de los presupuestos del aparcamiento, jardinería, etc. Junto con la jefa de estudios de secundaria, iniciamos la promoción del Centro. Al ser de nueva creación deseamos darle publicidad como mínimo en todo el barrio, pero además consideramos necesario ampliarlo a distintos distritos, ya que en la Comunidad de Madrid solamente existen dos Centros que puedan aportar música y secundaria con titulación oficial al mismo tiempo. Por tanto, cogimos mi coche y dos veces por semana íbamos de ruta, eligiendo los destinos más idóneos, para publicitar y dar a conocer el Centro a partir de su especificidad educativa. Llega el mes de octubre y seguimos trabajando en el presupuesto del aparcamiento, el cual incluye: sistema de iluminación, capa de asfalto y bordillos, además de pintura de las plazas de aparcamiento. Por otra parte, hemos presentado la necesidad de reacondicionamiento de la zona de árboles, ya se han caído más de cinco y la mayoría están enfermos, con el subsiguiente riesgo para las personas y el edificio. El inspector nos hace entrega de la programación general anual y nos comunica que, en lo sucesivo, se incorpora una nueva inspectora a nuestro Centro, como ya nos habían avisado, cuyo nombre es Pilar de la Lastra. Nos visita esta nueva inspectora el día 5 de noviembre de 2007, tengo la impresión de que es nueva en estas lides, no obstante, tiene buenas ideas y creo que podremos trabajar bien con ella. Estamos a la espera de la clasificación del Centro por parte de la Comunidad de Madrid. Este edificio fue colegio de huérfanos de guerra en la época franquista, y vienen a visitarnos desde la Asociación de Huérfanos para comprobar los cambios que se habían producido en el edificio y hacernos entrega de la información y fotos de aquellos momentos. Aprovechamos esta ocasión inédita para acompañarles, junto con dos del equipo directivo, con el fin de enseñarles el estado actual del edificio y alrededores, algo verdaderamente emocionante. Comprobar cómo el paso de los años cambia las cosas despierta siempre diversos sentimientos en las personas que, algún día, vivieron otra realidad. Nostalgia, alegría, orgullo y pena se entremezclan de manera confusa. Dar una nueva vida a elementos del pasado siempre es reconfortante. Pude comprobar, en los ojos de aquellos ancianos visitantes cómo las emociones bullían mientras recorrían los pasillos que un día fueron su hogar y ahora destilaban aires nuevos. ¡Y lo que nos había costado que

fuera así! Departimos con ellos largamente y fuimos a la capilla, que está frente a la entrada principal del edificio, para enseñarles cuál era su estado actual, ya que es una pieza que está sin arreglar. La capilla es preciosa, daba pena pensar que en su momento debió ser una pequeña maravilla tal y como ellos decían, pero ahora está prácticamente en ruinas. Me encantaría mejorarla, pero el presupuesto da para lo que da. Después tomamos un cafecito con ellos y nos contaron distendidamente sobre aquella época en la que ocuparon este edificio como Colegio de Huérfanos, ampliándolo con fotos y documentos de la época. Nos despedimos un poco emocionados, por qué no decirlo, aunque realmente me habría gustado disfrutar más tiempo con ellos. Quedamos a su entera disposición y se fueron contentos y felices, dejándome con una sensación agridulce ante la ilusión desbordada que ofrecían, en contraposición con la tristeza de los recuerdos y situaciones vividas por ellos en aquel Colegio de Huérfanos y en lo que se había convertido. A finales de noviembre la Dirección General de Planteamiento Urbanístico nos comunica que las obras del aparcamiento se efectuarán durante las próximas Navidades. Preparamos los programas que ofrecerán los alumnos del Centro en las distintas audiciones que se celebrarán con motivo de concluir el primer trimestre del año. Nuevamente se produce cambio en la Inspección Educativa, en este caso han nombrado a Víctor Águeda, amigo de nuestra secretaria Susana Cermeño, debido a que fue profesora de arpa de su hija. Es notoria la dificultad con la que se encuentra la istración Educativa ante los nombramientos de la inspección para un Centro Educativo como este, quiero pensar que es debido a la falta de experiencia, información y comunicación de las características del nuevo Centro. Digo esto porque para mí está siendo un reto enfrentarme a situaciones que, en principio, tienen poco que ver con la enseñanza de la música, pero resultan fundamentales para el desarrollo de ambas. Es una experiencia inolvidable, ardua, exigente y que a veces pone los pelos de punta y hace perder la paciencia, pero sin duda, reconfortante y única.

Capítulo 2

Estabilidad del Centro Integrado

Voy a visitar a María José Corredor para solicitar la copia de mi nombramiento. Enseguida me lo entrega y solicita una relación de las plantillas del Centro. A finales de ese mes solicito a Industrias Saludes los planos del aparcamiento y las obras que se han realizado, incluidas las placas, junto con la factura. Últimamente me paso la vida presentando y solicitando sin parar. Nace mi segundo nieto Alejandrito, el día 5 de febrero de 2008, una joyita de niño. Sesenta años y dos nietos, no soy mayor, los demás me hacen parecerlo. Nos envían finalmente un sustituto del conserje de tarde, agrupamos los tribunales de Piano en cuatro, con el fin de distribuir convenientemente a todos los alumnos. Solicito tres documentos para hacer frente al momento actual:

•Documento de orden de evaluación. •Autorización de horas libres disponibles y optativas. •Autorización para el currículo. •Proyectos de ordenación académica.

El Jefe de Área de la DAT, Francisco Escribano, facilita la instalación de fibra de vidrio.para el Centro También tenemos que preparar los modelos de solicitud de las asignaturas optativas. Se incorpora en esos días la nueva profesora de percusión, Natalia Álvarez Arenas, momento en el que llega la dotación de cortinas y focos para el gimnasio, a cargo del Conservatorio de Danza, ya que habíamos concretado que era de su cometido. Enviados por de la Dirección de Área Territorial, llega un equipo de trabajo para preparar el tratamiento de los árboles, me alivia saber que no tengo que caminar mirando hacia arriba temeroso de que una rama me

descalabre. Continuando con el sistema de seguridad, el día 25 de febrero recibo un escrito del servicio de prevención, de parte de Francisco Escribano, en el que me citan a una reunión junto con mi equipo directivo para analizar y prever las contingencias que se pueden producir en el Centro. Durante el mes de marzo de 2008, solicito un profesor de Orquesta con una reducción de jornada para comenzar a partir del día 10, al mismo tiempo preparamos la convocatoria de comisión de coordinación pedagógica. El día 28 de ese mes se produce el cambio de clasificación de Centro a «Centro Integrado de Música y Secundaria» a partir del día 3 de abril de 2008. Reunión con Paco Sánchez el día 10 a las once de la mañana, en la que nos informa sobre los cupos y comisiones de servicio de las profesoras de idiomas. El motivo de nuestra reunión, además, era comunicar la propuesta de nombramiento como presidente de los tribunales de viento-madera que se realizarían durante las oposiciones del mes de julio.

—Buenos días Adolfo ¿Cómo estás? —me recibe cordialmente. —Tirándome de los pelos Paco, luché mucho por cambiar de Centro y ahora lo estoy purgando —reconozco secándome el sudor de la frente ante mi nuevo compañero de angustias constantes desde que empecé el proyecto. —No será para tanto, hombre. Tú tienes cuerda para eso y para mucho más — me sonrió mientras me daba una palmadita en la espalda. —Verás Paco, estoy muy contento con lo que estamos consiguiendo, es algo verdaderamente inédito —le digo resaltando que no todo puede ser malo—. Sin embargo, me estoy planteando cambiar al Conservatorio Superior en cuanto se jubile Miguel del Barco. —Esa es una idea genial, además es lo que te pertenece según tu categoría istrativa y el Superior te lo agradecerá —comenta confiado. —Bueno, yo no diría tanto, por allí corren malos vientos. —A mí no me lo tienes que contar, que los estoy viviendo. ¿Por qué no vamos a tomar un cafecito? —propone resuelto ante mi gesto afirmativo. Hablar frente a

un café caliente siempre es más agradable.

El jefe de estudios, Calos María Domínguez, me cuenta que la Asociación de Padres ha presentado una denuncia contra Fernando Cabañas, profesor de lenguaje musical, por su comportamiento con una una alumna. La inspectora solicita una cita con Fernando Cabañas y el AMPA para el día 5 de mayo de 2008 a tenor de la situación. Se incorpora al Centro una nueva profesora de guitarra, y el día 19 de mayo hay una nueva sesión de Consejo Escolar, donde le pido a Barragán que envíe los cupos a María José Corredor. Tenemos una reunión, Barragán y yo, para tratar diversos temas sobre:

•Mantenimiento. •Consejo Escolar. •Estado de las cuentas. •María José Corredor. •Cupos y presupuestos. •Manuela Herrera e instrumentos.

A veces me sorprendo a mí mismo comprobando que, entre tantas reuniones y asuntos pendientes, no confunda temas, personas y datos. Ese mismo día me llama Francisco Escribano para confirmar la información que me había dado Paco Sánchez en cuanto a las oposiciones, y me propone que vaya a su despacho el día 27 de mayo. Óscar Barragán me envía una factura vía fax con el desarrollo de gastos respecto a las cuestiones tratadas, a las siete y media de la tarde tenemos un concierto de alumnos en el Centro. Acudo al despacho de Francisco Escribano a las doce y media y me comenta que hay

rumores de que me voy a trasladar al Conservatorio Superior. Las informaciones vuelan. —Adolfo, me preocupa este tema, el Centro Integrado te necesita —reconoce frunciendo el ceño. —Por favor, en primer lugar no hay nadie imprescindible pero, más allá de eso, no me voy a presentar a las elecciones, que son dentro de 15 días. —Comprenderás que sólo deseo lo mejor para ti, sé que no te vas a presentar y huelga todo lo demás ahora. Pero te conozco, y sé que cuando se te mete algo en la cabeza… —No te preocupes, si hay alguna noticia serás el primero en saberla. Cambiamos de color las placas definitivas del aparcamiento, debido a los efectos producidos por la iluminación y los cambios efectuados en ellas. Por fin nos envían a alguien para diseñar el patio interior del Centro, se trata de Jaime Tárrega. El día 28 de mayo nos envía Eulogio, el secretario de Bonifacio, el presupuesto de música antigua. Todo son números, no sé cómo consigo no volverme loco. Sobre la consulta del acta acerca de la diferencia entre las leyes LOGSE y LOE nos informan el día 3 de junio de 2008 que la única diferencia es que la LOGSE es una adaptación de la LOE. Aprobación del presupuesto presentado por Jaime Tárrega y María José Corredor para el jardín interior del Centro. Celebramos al acto de clausura de curso y, al día siguiente celebramos el acto de entrega de diplomas, junto con la presentación del acto musical y el cóctel de despedida. El día 11 de junio se jubila Miguel del Barco como director del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, el nuevo director será Anselmo de la Campa, catedrático de Piano y uno de los que firmaron la propuesta del contencioso contra la istración por el tema de los catedráticos del Superior. Me han llamado para ir a verles y les digo que iré pasados unos días, porque estoy muy ocupado con los acontecimientos de fin de curso. Ocupado, mi nuevo estado civil constante.

Capítulo 3

Nuevas decisiones

Voy al Conservatorio Superior para ver a Anselmo de la Campa el día 13 de junio de 2008, me recibe junto a Miguel del Barco.

—Buenos días, Adolfo —me recibe Anselmo de forma muy ceremoniosa. —Buenos días tengáis los dos —contesto alargando la mano hacia ambos. —Queríamos proponerte que ocuparas el cargo de vicedirector en el equipo de Anselmo —avanzó Miguel del Barco sin dar mayores rodeos. —Debo entender entonces que me lo propone Anselmo? —digo con cierta ironía. —Por supuesto Adolfo, interviene Anselmo rápidamente, ya sabrás que he salido elegido Director recientemente —respondió el aludido. —Lo sé, y os felicito a ambos, por la jubilación y por el nombramiento como director.

Sin más adornos respondo afirmativamente a la propuesta, cosa que les parece hasto sorprendente. Es bien sabido que mi categoría istrativa de catedrático me obligaba a estar en el Conservatorio Superior por derecho propio, como ya he explicado abundantemente en otros apartados de este libro, de otra forma no me lo habrían ofrecido. Por otra parte, tengo experiencia en tres Centros anteriores como director además del Centro en el que estoy actualmente, situación suficientemente contrastada para comprender el ofrecimiento que me hacen. De esta forma tan simple tomé posesión de mi plaza de catedrático en el Conservatorio Superior con todos los derechos, aunque con veinte años de retraso y motivado por la jubilación de Miguel del Barco. Como suele decirse, más vale tarde que nunca.

A esta propuesta solamentepuse una condición, que tomaría posesión del cargo en el próximo mes de septiembre, ya que tenía que terminar de organizar los temas pendientes en miactual Centro. Les pareció razonable, solamente con e ruego por parte de Anselmo de que estemos en o durante este tiempo para las decisiones inmediatas, toma de posesión, equipo directivo, etc. Confirmo esta posibilidad y, sin más asuntos que tratar, me despido de ellos. Presentación del acto de clausura y memoria anual en el Moreno Torroba el día 17 de junio, inmediatamente después tengo una reunión en ordenación académica para establecer los horarios del Centro para el curso 2008/2009. Celebramos un Claustro de fin de curso el día 21 donde anuncio mi traslado al Conservatorio Superior el próximo mes de septiembre. El día 23 de junio convoco una reunión de toda la comunidad educativa en el gimnasio, donde informo pormenorizadamente de las circunstancias que han dado pie a mi traslado, también manifiesto mi agradecimiento a todos los de esta comunidad por su ayuda y colaboración en todo momento. A continuación, hago un repaso del informe de las obras y estadísticas, con la relación de los actos académicos que se celebrarán próximamente: exámenes ordinarios desde el día 26 al 30, y para matrícula del 1 al 10 de julio. Celebración de un Consejo escolar para la aprobación de la memoria fin de curso el día 27 a las once de la mañana. El día 27 enviamos la memoria anual del Centro Integrado Federico Moreno Torroba al Jefe de Área Territorial y a la Inspección, al AMPA y al equipo directivo, con copia a la directora del Conservatorio Superior de Danza, y el día 30 acudo nuevamente al RCSMM para hacer la firma oficial en Ibercaja a efectos de Hacienda e Inspección. Ya sabéis, Hacienda somos todos. Envío el escrito de renuncia de mi puesto como director del Centro Integrado el día 1 de julio de 2008, a las siquientes personas:

•istración Educativa: •Francisco Escribano. •Lorenzo Díaz Romo.

•Eulogio, secretario de Bonifacio Alcañiz. •Anselmo de la Campa. •Pepe Martínez. •María José Corredor.

Comunicándoles la renuncia al cargo de director del Centro Integrado Federico Moreno Torroba por motivo del nombramiento como vicedirector del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid con fecha 1 de septiembre de 2008. A mediados del mes de julio, Pipo nos da una alegría inmensa, se presentó a las oposiciones de profesor de Clarinete para la Comunidad de Madrid y las «HABÍA GANADO». El lector imaginará la felicidad que supuso esta noticia, ya que había seguido paso a paso las múltiples ocasiones que había tenido en las distintas oposiciones. Sabía que tenía que acabar así, había peleado mucho y se había formado como un excelente clarinetista y, ahora, un formidable pedagogo. No voy a contar la celebración familiar que preparamos, porque conociendo las demás, se pueden hacer una idea. Sí que organizamos unas vacaciones especiales, con sendos viajes de forma separada. Y es que hay momentos en la vida que requieren dejar todo a un lado para festejar los acontecimientos con los seres queridos. No me sobraba ni un segundo, pero para mi familia, lo inventaba si hacía falta. Continúo con todas las gestiones propias de la finalización del cargo y preparación del traslado. A solicitud de Bonifacio Alcañiz, director de Área Territorial Madrid Centro, recomiendo a mis queridos colaboradores Óscar Barragán y Juan Nieto para el cargo de director, con la absoluta seguridad de sus cualidades para el desarrollo del mismo. Así lo hizo Bonifacio pero, tanto Óscar Barragán como Juan Nieto declinaron la aceptación, y fue Carlos María Domínguez, jefe de estudios, quién finalmente aceptó el cargo. Me despido de todos ellos y me pongo a su disposición para lo que necesiten del Conservatorio Superior. Una nueva etapa comienza. Voy descubriendo que uno nunca es mayor para tomar nuevos caminos y lanzarse a la aventura.

Capítulo 4

Vacaciones en Punta Cana

Comienzo mis vacaciones el día 1 de agosto de 2008 con muchas ganas de descansar. Este año ha sido muy duro con la puesta en marcha del Centro Integrado y el día a día con obras, ajustes de profesores, adaptación de aulas y material, etc. Me voy a tomar un par de semanitas para desconectar antes de irnos a Punta Cana. Un viaje que Marga y yo esperamos con gran ilusión. Había contratado el paquete de vacaciones en Punta Cana del día 12 al 20, un sitio precioso, típico de veraneo, junto al mar, un apartotel maravilloso, comida incluida y excursiones a sitios paradisíaco. Hasta tuvimos un ciclón que nos visitó durante dos días, los había visto por las películas, pero cuando lo vives es otra dimensión, te asusta más (por decirlo de manera suave). Fueron unas vacaciones maravillosas. Como todo en la vida, llegaron a su fin y salimos hacia el aeropuerto. En el regreso a Madrid, tuve un incidente harto desagradable con el compañero de asiento que me tocó en el avión. ¿Es que ni en vacaciones puede uno estar tranquilo? El vuelo se desarrollaba por la noche, con el avión totalmente lleno y en asientos no demasiado anchos, motivo por el cual los brazos no sabías muy bien dónde colocarlos. Me adjudicaron el asiento exterior a la entrada justo del avión y a Margarita la colocaron en otra fila que yo no controlaba. Llevaba mi librito y, aunque no demasiado cómodamente, me las prometía muy felices para, según mi costumbre, abandonarme en brazos de Morfeo. Pues bien, comenzó la sesión cuando apagaron las luces y yo presioné el botón de luz correspondiente a mi asiento con el fin de leer el tiempo que aguantara despierto. Nada más hacer esto, mi compañero de asiento, un hombre obeso y sudoroso, me increpó de mala manera porque no le iba a dejar dormir.

—Pero ¿Qué hace? ¿Va a tenerla encendida todo el rato? Algunos queremos dormir —clamó abruptamente. —Discúlpeme, será solo un rato de lectura. Además, estas luces están diseñadas precisamente para usarlas en estas ocasiones, no quiero perder la ocasión de leer

mi libro hasta que me entre el sueño, es un pequeño hábito. —Grrr…—fue toda su respuesta acompañada de un bufido que me informó detalladamente de todo lo que había ingerido últimamente.

A continuación, se repantingó en su asiento colocando los brazos abiertos y ocupando parte del mío. Sin querer tener un altercado, me levanté en busca de una azafata y le expliqué la situación, rogándole si tenía a bien cambiarme a otro asiento. Se disculpó diciendo que el avión estaba completo pero que, con mucho gusto, vendría a hablar con mi vecino para tratar de encontrar una solución. Cuando llegó la azafata pareció que al mostrenco le iba a dar un ataque, con lo cual la pobre me dijo que no tenía ninguna solución que ofrecerme. De esta guisa pasé doce horas de vuelo, sin poder leer y mucho menos dormir. Pero qué le vamos a hacer, a veces uno se encuentra con gente insensible y maleducada para la que no existen buenas palabras ni alternativas conciliadoras, y no queda más remedio que ceder para evitar conflictos indeseados. Habíamos planeado el viaje de forma que, a nuestro regreso, Pipo se iría a Canarias con su primo José Ramón, “Lorramón”, para celebrar el feliz resultado de sus oposiciones y disfrutar de una semana de vacaciones. La vida está llena de coincidencias y, mientras nosotros regresábamos de Punta Cana, viaje de diez horas en las cuales me leí casi libro y medio en contra de los deseos de mi compañero de viaje, Pipo preparaba su salida en avión hacia Canarias, de forma que nosotros llegábamos a casa a las ocho de la mañana y él salía a las diez y media. Me dio tiempo para llevarle al aeropuerto y volver a casa a acostarme. Dio la coincidencia de que salían dos aviones en el mismo momento, de la misma compañía y con destinos idénticos, yo sólo conocía el horario de salida y el destino del de mi hijo, El otro avión tuvo un accidente horrible al despegar, con un saldo de alrededor de ciento treinta muertos. Se desató la incertidumbre entre los familiares al no conocer cuál de los aviones había sido el accidentado, motivo por el cual, cuando me enteré, di por sentado que era el avión de Pipo. Se me vino el mundo encima, hasta que, pasado el tiempo descubrí que había dos aviones con el mismo horario y, algo después, anunciaron que el vuelo que había tenido el percance no era el de Pipo. No podía conectar con los servicios de emergencia del aeropuerto porque estaban colapsados y había un gran tumulto alrededor. Por

otra parte, los pasajeros que estaban en el vuelo de mi hijo no podían utilizar el móvil hasta que no bajaran del avión y por tanto no estaban al tanto del incidente. No pudimos ar con él hasta que llegó a Canarias y nos llamó, pero para entonces nosotros ya sabíamos que estaba bien, aunque el cuerpo revuelto no nos lo quitaba nadie. Cuento todo esto porque la vida depara muchas sorpresas, afortunadamente la mayoría son buenas, pero cuando tocan las malas es como si te faltara el aire. Gran susto ante un accidente aéreo que se produjo a la misma hora del despegue del avión de Pipo y con el mismo destino. Hubo varios muertos y no se aclaró hasta el mediodía de esa fecha en qué vuelo se había producido el incidente. Por un momento pensé que mi hijo estaba muerto y, aquella terrible sensación, tambaleó mi mundo y me hizo darme cuenta de lo importante que es vivir el día a día, dar gracias y mostrar afecto a nuestros seres queridos. El día 28 cumplo 61 años. Parece mentira lo rápido que ha pasado el tiempo, probablemente será porque mi vida ha sido de todo menos tranquila y apacible, y no es que me queje, en absoluto porque, independientemente de algunos momentos, siempre me he considero una persona muy afortunada. Vamos a celebrar mi cumpleaños con una comida en un restaurante gallego que nos encanta a Marga, Pipo y a mí. Porque sí, estar vivo y envejecer es motivo más que suficiente de celebración.

Capítulo 5

Traslado al Conservatorio Superior como Vicedirector

Tomo posesión como vicedirector del RCSMM el día 1 de septiembre de 2008. Por fin tengo el destino que me corresponde por mi categoría de catedrático. Tenía razón en mis apreciaciones sobre el bloqueo de Miguel del Barco a mi traslado, aunque no era el único. Muchos catedráticos numerarios estaban todavía en Madrid, impartiendo clases en Conservatorios Profesionales mientras seguían haciendo pruebas internas al Conservatorio Superior para ocupar esas plazas, que deberían ocupar directamente los catedráticos que están en Madrid en Conservatorios Profesionales. Es gracioso que, para poder acceder al Real Conservatorio de Música de Madrid, haya tenido que esperar a que se jubilara el director, un total de 23 años. El caso que nos ocupa ahora, ante la jubilación de del Barco, es que se anunciaron oposiciones para el cargo de director y se presentó Anselmo de la Campa. Ejerciendo Anselmo como director electo y habiendo tomado posesión el mes de julio de 2018, me propuso que fuera vicedirector, motivo por el cual pude dejar mi plaza de director en el Centro Integrado e incorporarme a la Cátedra que me correspondía desde hacía 25 años. El equipo directivo lo formamos: Anselmo de la Campa como director, Adolfo Garcés vicedirector, Enrique Rueda, Susana Cermeño y Joaquín Franco, jefes de estudio y Paco Luis Santiago como secretario. Bienvenida de Anselmo al equipo directivo, se acepta mi dimisión del Centro Integrado por parte de la istración y llega el nombramiento como vicedirector. El cupo de plazas de Clarinete estaba claramente sobrepasado, al igual que el de otras especialidades, debido a que entraban más profesores de los necesarios. Con estas apreciaciones salió a relucir mi temperamento crítico y perfeccionista a la hora de valorar los distintos resultados, aunque parece que ese temperamento no está muy bien valorado. Observo que se siguen haciendo pruebas internas para ocupar plazas de Clarinete Bajo, Clave o Tuba, siempre con el criterio único del Centro y sin tener en cuenta los próximos concursos de traslados en los que podrían concursar e ingresar catedráticos. Actualmente quedamos solamente cincuenta catedráticos en el Centro, de una plantilla de ciento cuarenta profesores.

El día 15 de septiembre se publica la orden curricular de Grado Superior con las especialidades de madera y metal y los proyectos de formación de Centros, además de la convocatoria de seminarios y grupos de trabajo. El día 19 paso al Colegio Oficial de Médicos, está justo al lado del Conservatorio, para valorar la posible relación con la Orquesta de Cuerda entre los dos Centros, habida cuenta de que tienen un Salón de Actos bastante más grande que el nuestro y un cuadro de actividades muy interesante. Reunión con Anselmo y Enrique Rueda para presentar la carta a los departamentos con un informe de Alicia Delibes, viceconsejera de la Comunidad de Madrid, sobre institucionalización y fundación del Conservatorio. El día 20 de septiembre de 2008 fuimos a León, Marga y yo, con motivo del entierro del padre de Belén González, la esposa de Pedro Bonet. Después del acto fuimos a descansar al hotel porque había sido un viaje precipitado. A las ocho de la mañana siguiente nos llamó María para decirnos que Alejandrito estaba internado en el Hospital Gregorio Marañón desde la tarde anterior, y que le estaban haciendo multitud de pruebas. No necesitábamos saber más, recogimos nuestras cosas y nos pusimos de viaje inmediatamente. Conduje con la angustia cerrándome la garganta todo el camino. Llegamos al hospital a las once de la mañana y, al ver a nuestro nenito inconsciente, nos afectó tanto que quedamos bloqueados. Nos explicaron que estaban analizando diversas pruebas y que, en este momento, estaba controlado. Sus padres estaban muy preocupados y ninguno podíamos hacer nada por él en esos momentos. Le pregunté a María donde estaba Danielito y me dijo que se había quedado con Juani, la madre de Santi. Le propuse llevárnoslo a casa, pero preferían esperar a tener noticias de Alejandro para organizar lo demás. Al final el niño estuvo unos días en el hospital y volvió a casa más delgadito, pero fuera de peligro. Nuevamente, la vida nos demuestra que nunca estamos exentos de las desgracias, que todo puede cambiar en un segundo y hay que vivir cada día al máximo. A la salida del Hospital Gregorio Marañón de ver a mi nieto, fui nuevamente al Colegio Oficial de Médicos, para contrastar fechas de la Orquesta de Cuerda y valorar futuros proyectos conjuntos. Tenemos la primera reunión del equipo directivo el día 23 de septiembre. El día 12 de octubre de 2008 fue un día especial en la familia, celebramos el bautizo de Alejandro ya recuperado, en la Parroquia Cristo Sacerdote.con gran

alborozo para todos, El niño era un rollo de oro y estaba siempre con la sonrisa en los labios. Celebramos el ágape en el restaurante Europa y asistió toda la familia de Madrid. Aquella celebración fue muy especial, sobre todo tras el susto vivido. El niño pasó de brazo en brazo y, por supuesto, no quedó ningún hueco en su pequeño cuerpo que no hubiera sido devorado a besos y arrumacos. Qué bonita es la familia y estar todos reunidos. Unos días después me llama Anselmo y me pide que me haga cargo del presupuesto para los músicos que integran la Orquesta contratada para acompañar a los alumnos de Dirección. Estos presupuestos eran conocidos y aceptados por el y el director del Centro, aunque había quejas porque, según me contaron, el que hacía de mánager les pagaba menos de lo que habían acordado con el Conservatorio, motivo por el cual las cuentas no cuadraban. También existía un cierto descontento por la forma en que se estaba gestionando este tema. Me desmarqué inmediatamente aduciendo que no tenía los antecedentes suficientes para saber cómo funcionaba esa cuestión. Lo cierto es que, al poco tiempo desapareció aquella orquesta y su mánager. Continúo poniéndome al día de las actividades complementarias del Centro, tales como audiciones y proyectos de los departamentos, con el objeto de propiciar la creación de ciclos en distintos auditorios mediante el estudio de fechas, periodos, contratación, directores, programas o publicidad, y envío este escrito a los profesores para su conocimiento y preparación de los mismos. Me invita Víctor García, director de la Escuela de Hostelería de la Comunidad de Madrid, a un acto consistente en una comida, que para ellos es el examen de paso de Grado, estoy en ascuas por asistir. Me piden que asista a un Festival de artistas desconocidos en Torrejón el Rubio, provincia de Cáceres. La información del acto es difusa al igual que el nombre del pueblo, que no había oído en mi vida, y no llego a comprender la importancia que puede tener dicho festival para nuestro Conservatorio. Disculpo mi asistencia y agradezco la invitación. No siempre marcharse de casa por trabajo está justificado. Continúo con el o del Colegio Oficial de Médicos el día 3 de noviembre de 2008 y voy a hablar con Belén Cruz y José Carlos San Juan sobre un posible ciclo de conciertos en colaboración con ellos. Me invitaron a conocer el Salón de Conciertos y quedé francamente impresionado, no solamente por la amplitud y estilo de la sala sino también por su acústica y sonoridad. Con ese motivo le propuse que, habida cuenta de la cercanía de los dos edificios, podríamos tener muchas ventajas para los traslados de instrumentos y demás materia, así como

para la celebración de conciertos y actos oficiales. El salón tiene capacidad para quinientas personas aproximadamente, el nuestro escasamente 120, y un espacio en el escenario para una orquesta de ochenta músicos holgadamente, lo que nos da una flexibilidad de estilos muy amplia a la hora de programar conciertos. Hasta el momento, ellos lo han utilizado para actos de presentaciones en los cuales lo máximo que presentaban era algún solista. Le propongo hacer una experiencia piloto con nuestra Orquesta de Cámara, lo cual les parece muy bien, y llegamos al acuerdo de preparar un concierto para el día 16 de diciembre. El día 5, muy a mi pesar, envío un correo electrónico al Director del Colegio de Médicos para excusarme ante la imposibilidad de ofrecer el concierto prometido con la Orquesta de Cámara del Conservatorio, debido a la cercanía de las Navidades y los compromisos adquiridos por distintos de la Orquesta. No obstante, dejo abierta la posibilidad para un futuro próximo, envío una carta a los profesores, solicitando fechas posibles hasta final de año. Las intenciones eran buenas, pero no siempre se consigue lo que uno quiere. Envío una carta a los directores de los conservatorios madrileños, junto con la invitación al acto de Santa Cecilia que prepararemos en el Superior. Con esta carta trataba de variarr el absoluto distanciamiento que había tenido históricamente el Conservatorio Superior hacia los Conservatorios Profesionales, siendo estos la cantera natural de alumnos que nutrían nuestras aulas. Mi iniciativa no fue bien recibida por parte de la Dirección y el resto del equipo directivo, seguían sintiéndose “superiores”. Distribuimos convenientemente las especialidades de Coro, Dirección de Orquesta, Banda y Orquesta. El día 7 de noviembre asisto al «Concierto de Navidad» de la Escuela Superior de Canto en representación del Conservatorio Superior y con la ilusión de rememorar los antiguos conciertos de mi etapa de estudiante. El Salón de Actos lo habían mantenido con el mismo estilo, situación que agradecí porque es una auténtica joya, y el concierto estaba basado en un recital de canto y piano. Al día siguiente me encarga Anselmo que ocupe el puesto de presidente del Tribunal en las pruebas de clave y tuba. Obviamente lo hago en representación de mi cargo, aunque sigo sin estar de acuerdo en el procedimiento, ya que esas plazas deberían cubrirse con los medios que manda la Ley en cuanto a Concursos de Traslados Nacional para Catedráticos, y no cubriéndolas con profesores de otros Centros Profesionales de Madrid, entrando en colisión con los derechos de

aquellos, e ignorando la figura del concurso de traslados como medio de acceder a las plazas de la misma categoría. Elaboramos el calendario de exámenes de fin de curso para preparar los distintos «Encuentros». Seguidamente tenemos una reunión del equipo directivo para la distribución de competencias. En esta reunión percibo una cierta tensión respecto a mi persona, ya que cuestionan algunas de mis competencias hasta el momento. Aunque comprendo que es una situación delicada, al no haber intervención por parte del director, hago caso omiso de los comentarios. Víctor Pliego, profesor de historia de la música, sugiere un curso de formación como modelo Europeo de Enseñanzas Artísticas. Hablo con Elena Muller, jefa de gabinete de Ángel Tablas, director de comunicación de la Universidad Complutense para concretar una reunión el viernes 28 de noviembre. Constituimos el Tribunal de pruebas de Tuba el día 9 de diciembre de 2008. El Tribunal estaba formado por profesores de las siguientes especialidades: Trompeta, Trombón, Trompa y yo mismo actuando como presidente. Ofrece un concierto el flautista Manuel Guerrero, catedrático de Flauta del Conservatorio. Un día antes, Jorge Querejeta, jefe de estudios del Instituto Beatriz Galindo, solicita una actuación para el acto institucional que van a llevar a cabo en su instituto. Le contesto que paso la petición a los departamentos de conjuntos para que estudien sus posibilidades. Ese mismo día establecemos un acuerdo con el Conservatorio Superior de Danza, mediante nuestro Departamento de Composición, para realizar proyectos conjuntos que me parecen muy interesantes. Hablo con José María Escribano, director de Área Territorial, para que apoye dicho proyecto con las ayudas económicas que pudieran surgir. El 13 de diciembre asisto al acto de la Escuela de Hostelería en la Casa de Campo, que se basa en una comida preparada y servida con todo tipo de detalles, a la cual asisten más de cien personas. Estoy verdaderamente asombrado y, comentando con mi compañero de mesa, me dice que él ha asistido a los diez eventos anteriores a este, y cada vez se superan. Me preparo pues, para pasar un rato maravilloso y ya pienso en imitar a mi compañero y regresar siempre que tenga oportunidad. Nuevamente voy a la Escuela Superior de Canto para asistir a la producción del «Niño y los Sortilegios» de Maurice Ravel, fantasía lírica en dos actos con orquesta, coro, solistas y director. Nuevamente me asaltan los recuerdos, esta misma obra, en el mismo lugar y cuando yo apenas tenía 21 años. ¡Qué tiempos

aquéllos! El día 14 comienzo a ponerme al tanto del Concurso Stradivarius que se celebra cada año en el Conservatorio Superior, y debo reconocer que desconocía la complejidad del asunto. En nuestro museo tenemos un violín Stradivarius de gran valor, tanto es así que es requerido en varias ocasiones para actos de relevancia y, al menos una vez al año, se ofrece un concierto con el instrumento, dentro o fuera del recinto. Se estableció hace muchos años la celebración de un concurso anual, con una dotación importante, que se celebra en el Real Conservatorio de Música de Madrid, con la organización del propio Conservatorio y patrocinado por el Gobierno Vasco. Pues ha llegado el momento de iniciar las gestiones relativas al concurso de este año y, como soy el novato, Anselmo me traslada la cuestión en cuanto a sus preparativos e información. Me llama Paco Sánchez para recodarnos que debemos preparar las pruebas de Dirección de Orquesta, y Anselmo nos pasa un escrito para preparar los presupuestos, proyectos y necesidades del Centro para el nuevo año. Se produce un concierto de la Orquesta de Cámara del Conservatorio el día 15 de diciembre. Enviamos invitaciones a distintos conservatorios y a la istración. Hablo con Carmen Alarcón, jefa de protocolo del Museo Reina Sofía para pedirle una entrevista con el fin de intervenir en sus ciclos y poder utilizar el salón de actos para nuestras actuaciones. Existe un problema con la distribución de cargos del equipo directivo, en cuanto a decidir si debemos tener secretario o dentro del equipo. Hacemos las consultas pertinentes y nos dicen que ambas cosas son factibles, incluso permisibles al tiempo, solamente debemos especificar las atribuciones de cada uno. Ante la duda que percibo en cuanto a proponer a alguien concreto, sugiero a Óscar Barragán como secretario, habida cuenta de la experiencia previa que tuvimos, mediante la cual puedo dar fe de su valía. Nada más proponerlo me di cuenta de que aquello no gustaba mucho, pero lo dejé pasar para no demostrar demasiado interés. A fin de cuentas, nunca llueve a gusto de todos y, ante todo, me limitaba a ejercer mi trabajo de la mejor manera posible. Supongo que a veces, para algunos, eso no es suficiente. Finalmente se aceptó mi propuesta para su nombramiento como secretario del Conservatorio y se incorporó el día 12 a dicho puesto. Para mí ha sido una alegría grande, sigo considerando que es una persona muy valiosa, además de considerarlo un buen amigo.

Capítulo 6

Navidades en Urueña

Estas Navidades las pasamos en Urueña, teníamos muchas ganas de hacerlo, pero nunca se habían dado las circunstancias idóneas para ello. La casa no estaba preparada para los fríos de la época, pero echamos mano de la improvisación y los amigos del pueblo y todo solucionado. Durante el tiempo que estuvimos allí hicimos bastante turismo porque la zona lo requiere, además, moverse ayudaba a entrar en calor. En los alrededores de Urueña, muy cerquita, están una serie de pueblos encantadores, como son Wamba, Torrelobatón, San Cebrián de Mazote, Villagarcía de Campos y la Santa Espina, con la posibilidad de disfrutar de arte, cultura, gastronomía, paisaje y naturaleza. Todos los recorrimos aprovechando que la distancia máxima a cubrir son veinte kilómetros. Un día nos acercamos a León con la disculpa de ver a Pedro Bonet y familia, y pasamos un par de días juntos dando un pequeño salto para visitar la Maragatería y tomar un buen cocido maragato, que con tamañas temperaturas entraba solo. Comienzan las pruebas para profesor de Dirección de Orquesta y Banda el día 8 de enero de 2009, Víctor Pliego plantea trabajar sobre el borrador de Grado Superior. El día 9 finaliza el contrato con la cafetería y se plantea la renovación para un nuevo contrato. El día 14 de enero vuelve a coger la licitación José Soto, de lo cual me alegré porque estaba muy satisfecho de su gestión. En esas fechas se produce la creación de una comisión para valorar el concurso de traslados del próximo año. Preparo un informe de las actividades del Centro para el Consejo Escolar, a petición del director revisamos y corregimos el presupuesto asignado a las asignaturas de Dirección de Orquesta. Desde recursos humanos solicitan las fechas para las pruebas de Grado Superior. El profesor Miguel Trápaga nos propone un curso de Leo Brawer y procedemos a la selección de las obras para las pruebas de Dirección de Orquesta y Banda el día 17.

•Para orquesta: Sinfonía nº 29 en La M. KV 211 y Sinfonía Simple para Orquesta de Cuerda de Benjamin Britten.

•Para banda: Serenata en Mib M KV 375 para Instrumentos de Viento de Mozart y Serenata en Re m. para instrumentos de Viento de Dvorak.

Se celebra la Master Class de Leo Brawer, con presentación a cargo de Manuel Martínez Burgos. El día 17 de enero tenemos reunión con Jesús Carrillo, jefe de actividades culturales del Centro de Arte Reina Sofía, para organizar un convenio de participación con el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, incluyendo sus orquestas y grupos en los ciclos patrocinados por el Centro de Arte Reina Sofía. Víctor García, director de la Escuela Superior de Hostelería, solicita nuestra Banda para un concierto en el Auditorio Nacional de Música el próximo día 7 de mayo, para celebrar el Acto Conmemorativo de sus 50 años. La escuela correría con los gastos del auditorio. Le manifiesto que tiene todo mi apoyo, sin embargo debo tratar el tema antes de confirmar totalmente el acuerdo. El Conservatorio ofrece un homenaje a Agustín González Azilu mediante un concierto compuesto con obras suyas, y posteriormente una mesa redonda donde se invitarían a la mayoría de compositores de su generación. Gestiona este acto Manuel Martínez Burgos. Parece que el proyecto de la Escuela Superior de Hostelería ha sido bien recibido, el día 25 de enero vamos a confirmar la fecha con el Auditorio Nacional y hablaremos con Enrique García Asensio para que dirija el concierto. Preparamos presupuesto del director, programa y ensayos preceptivos del 4 al 7 de mayo. Continuamos preparando el ciclo permanente de profesores, con fechas, conferencias, temas, publicidad y reserva de las salas adecuadas. Debemos anunciar periódicamente dichas actividades. Se confirma el concierto de nuestra Orquesta Sinfónica el 12 de junio, con el director Piero Gamba, «Pierino Gamba» desde su niñez, en el Auditorio Nacional. Comienza el mes de febrero de 2009 con el mismo bullicio de siempre y cientos de gestiones por llevar a cabo. En esos días tengo una conversación en la cafetería con Félix Sierra, Profesor de lenguaje musical, que propone para el día 2 un proyecto de colaboración con la Sociedad Española de Compositores. Óscar Barragán propone diversas actuaciones en distintos conservatorios con nuestras agrupaciones, orquesta y

banda. Nuevamente surgen los proyectos de conciertos con el Colegio de Médicos y, aunque es muy complicado realizarlos en este Conservatorio porque no hay ninguna tradición de colaboraciones, les digo que lo voy a intentar, ya que nuestra verdadera razón de ser es propiciar en los alumnos la posibilidad de adquirir experiencia musical junto a la impartición de su asignatura, lo cual forma el conjunto idóneo de aprender en esta profesión, dejando unas huellas que ninguna otra asignatura les va a dejar. No puedo acostumbrarme a esta desidia, muchos proyectos y buenas propuestas, pero no todas pueden llevarse a cabo exitosamente y nadie sabe porqué. Comienza el ciclo de conciertos de profesores en el Salón de Actos del Colegio Oficial de Médicos de Madrid el día 5 de febrero. Al día siguiente actuamos en la Feria de IFEMA con nuestros alumnos, dirigidos y organizados por el profesor José Antonio Torrado, con el patrocinio de la Consejería de Educación y Enseñanzas Artísticas. Intervendrán grupos de seis a ocho alumnos de viento metal tocando música de jazz, cine, etc. El día 12 de febrero se produce la entrega de la medalla de oro a Agustín González Acilu. Hace la entrega Teresa Catalán, catedrática de composición. Unos días después llama Eulogio, secretario de Bonifacio Alcañiz, para hablar del concierto de la Escuela Superior de Hostelería y organizar el contrato con el Auditorio Nacional de Música. Dicho contrato se realiza el día 18, proponemos un convenio de colaboración entre el auditorio y el Conservatorio. Recorte del presupuesto para las prácticas de coro el día 23, que imparte el profesor Adrián Cobo. Tengo una entrevista con el catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, don José Peris Lacasa, para proponer una serie de conciertos en el Palacio Real con el patrocinio de ambos. Carta a los jefes de departamento para realizar las pruebas para solista, envío relación de profesores del ciclo y correo electrónico a Óscar Barragán sobre el ciclo de profesores. Lamentablemente, un día solo consta de veinticuatro horas y yo tengo solo dos manos. Visito a María José García Patrón el día 2 de marzo, directora del Departamento de Servicios de la Comunidad de Madrid, para plantearle mi dimisión como vicedirector. Los próximos días transcurren con gestiones varias mientras, por el rabillo del ojo, observo la actitud del director y algunos profesores que lleva siempre como cohorte. Tengo una reunión en el Hotel Paseo de las Artes con Kantorov, para reservar las fechas de su concierto y los billetes. Posteriormente

voy a ver a Anselmo para solicitar su autorización y la confirmación del cóctel para trasladarlo a Diego Almela.

Capítulo 7

Dimisión del cargo de Vicedirector

Me reúno con Anselmo de la Campa para comunicarle mi intención, ya trasladada a la istración, de dimitir del cargo de vicedirector. Está muy nervioso y lo justifica por «numerosas» denuncias del profesorado, sin especificar ni aclarar nombres ni motivos. En esta vida todo se sabe, y ya me habían silbado al oído desde hacía tiempo las intrigas que había, dentro y fuera del Conservatorio, por haberme nombrado vicedirector. Mi nombramiento fue un afianzamiento de la figura de Anselmo de la Campa por parte de Miguel del Barco, buscando alguien con capacidad y experiencia en quien reflejar su figura. Esos mismos motivos se volvieron inmediatamente en su contra, cuando comenzó a sentir sobrepasada su autoridad, gestión y conocimientos. En cualquier caso, fue una liberación, porque no encajábamos de ninguna manera. Me estaba convirtiendo más en un estorbo que en una ayuda, sin contar con que no estaba de acuerdo en absoluto con su gestión como director, ni el camino que estaba tomando el Conservatorio bajo su mandato, con total ausencia de ideas y criterio. Las situaciones vienen cuando menos las esperas, lo que no había conseguido durante 23 años para ocupar mi Cátedra de forma directa, lo conseguí cuando desapareció Miguel del Barco, vaya una cosa por la otra. Volví a mi aula con gran ilusión, con unos alumnos maravillosos con los que trabajaba muy a gusto, allí me sentía útil trasladándoles conocimientos y experiencias. Todo en esta vida es un aprendizaje. También se sacan lecciones valiosas de la gente con la que uno se encuentra, sean mejores o peores. Unas cosas se van y otras vienen, a veces contar con algo de tiempo es muy valioso y hacía mucho que no recordaba cómo era. Pasé las dos primeras semanas de abril organizando mis tareas personales, bastante descuidadas en los últimos meses. Estoy inmerso en el alquiler del piso de mi suegra, con los anuncios y las entrevistas pendientes. Me he acercado a Urueña para saborear el ambiente del pueblo y sus vecinos, los cuales me han acompañado a Cigales y Peñafiel para comprar algo de vino. He llevado a mi querido nieto Danielito al Conservatorio Moreno Torroba para

apuntarle a solfeo y averiguar si tiene espíritu de músico. Después de tres semanas hemos podido comprobar que los dioses no le han llamado por ese camino, y para él suponía un suplicio, el pobrecito no quería y tenía razón, no era lo suyo. Sigo disfrutando de mis clases y cada vez que escucho a un alumno amo más la música. Ser de utilidad para ellos, quien consigue motivarles y extraer el esplendor que hay en ellos, me hace acudir al trabajo con gran alegría.

•1ª Sinfonía de Brahms: «no tan rápido Noelia, Brahms es más profundo». •Schubert, Sinfonía Incompleta: «tiene que ser más poético Enrique, debes sentirlo mucho más adentro». •Tosca: «no puedes tocarlo sin saber y comprender lo que siente el Tenor cuando canta este Aria pocos momentos antes de morir, tienes que sentir que se te va la vida a ti también». •Weber Obertura: «todo el público depende de ti cuando atacas ese sol natural y lo mantienes, descendiendo y disminuyendo poco a poco “quasi a niente”, para volver a crecer y llegar al Sib glorioso, que te sitúa en la cima del mundo».

Me emociona ver la cara que ponen y cómo abren los ojos cuando les hago los ejemplos. Esa es la gloria de la música, de mi música de toda la vida. Dos maravillosas semanas de trabajo con los alumnos, a base de las 2 Sonatas de Brahms y algunas piezas del Siglo XX como Sonata de Poulenc, Sonata de Saint Säens y las Piezas de Lutoslawski. En el mes de mayo de 2009 acudo a una convocatoria de oposiciones para la Orquesta de Málaga. Envío una transferencia a Modesto Galdo Pajón de Espasante, en concepto de alquiler de su casa durante una semana. Me encanta ese pueblo, tiene todo lo que necesito para relajarme, pasar allí una semanita de nublo, descanso y marisco. Quizás podamos incluir algún viajecito en barco para que se despejen las ideas, y poder charlar con el patrón de nuestras aventuras, mientras tomamos un chiquito después de atracar. Qué le vamos a hacer, soy un romántico… El día 9 de mayo asisto al concierto de la Orquesta Sinfónica de Málaga en el que actúa como solista uno de mis alumnos, interpretando el 2º Concierto de Weber para clarinete y orquesta, para mí es siempre un placer ir a Málaga,

máxime si además voy a escuchar a un alumno. Me decido y voy para allá con mucho gusto mientras compruebo que me emociona una vez más todo lo que la música me aporta. Viajo en coche porque me encanta conducir, paro en Almagro a tomar una tapita para descansar un poco, prefiero no comer cuando voy de viaje porque me entra la «soñarrera». Disfruto de la experiencia y contemplo con ojos ilusionados la interpretación de mi alumno, los jóvenes vienen pisando fuerte, da gusto. El día 25 de mayo imparto un curso de clarinete en Monzón, Huesca. Es un curso monográfico con el título «Clarinete en la Música Contemporánea» con una duración de dos días y pretende aglutinar las distintas tendencias que han usado los compositores para el clarinete a partir de principios del siglo XX. El tema es demasiado amplio y variado diría yo, por lo que el tiempo no da para mucho, con lo cual he trabajado condensando lo más posible las distintas técnicas, situándolas dentro de las composiciones en las que brillaban especialmente. Se apuntaron al curso veinticinco clarinetistas de distintas orquestas y conservatorios. Fue un hervidero de ideas y propuestas, y hubiera dado para un mes de duración, pero, aunque quiera, no puede extenderse tanto la enseñanza. La Orquesta Nacional de España estrena una obra de mi amigo Emilio Estévez y voy a escucharla el día 28 de mayo al Auditorio Nacional. Hace años que no le veo y me apetece saber qué rumbo ha tomado su música. Nos alegramos de vernos y queremos celebrar su éxito, vamos a cenar para charlar de muchas cosas. Salió de España al mismo tiempo que nuestro común amigo Nicanor Muiños, el año 1975, camino de Düsseldorf. Una vez allí, Nicanor se fue a Hamburgo para hacer sus oposiciones y Emilio se quedó trabajando con un profesor que le habían recomendado. Llegó a ser 2º director de la Orquesta de Düsseldorf, pero pronto aprendió que ese no era su camino, por lo que emigró a Italia para estudiar composición con Luigi Nono. Se casó, se separó, etc. Durante la cena tomamos un vino que a mí me encanta y que él no conocía, Viña Ardanza, le recomendé que no se abandonara a sus fragancias porque era muy fácil que sucumbiera a ellas. Echaba de menos su compañía y compartir un buen vino con un buen amigo. Vamos a conocer Cabo Roig el día 5 de junio de 2009, nos lo ha recomendado Pedro Bonet para pasar las vacaciones. Pongo el navegador y me dirige por

Murcia, San Javier, San Pedro de Alcántara dirección Torrevieja y, pasado Campoamor a mano derecha. Es un sitio maravilloso, en esta época está muy solitario y brilla por todos los sitios. Los apartamentos son pequeñitos pero muy manejables y están dentro de una urbanización que da envidia verla, hacemos algunas compras con el fin de dejarlo preparado para nuestro regreso, ya que probablemente hagamos una escapada antes del 15 de julio. Le pido a Teresa, que es la dueña del apartamento, que nos repare la cisterna del baño, las lámparas del salón y del dormitorio y la hamaca de la terraza. Nos quedamos dos días, que nos saben a poco, pero contratamos la segunda quincena de julio para estar allí tranquilos. Una vez en Madrid, voy al Hospital de la Paloma el día 8, en la calle de La Loma nº 1, para visitar al doctor González Garzón por motivo de un forúnculo que me está molestando muchísimo. Me ausculta y pronostica que el único tratamiento que tiene mi dolencia es quirúrgico, a lo cual le digo que estoy en sus manos y que me diga lo que tengo que hacer. Me manda un electro, una ecografía, una placa y unos análisis para que, una vez tenga todo esto, vuelva para que me diga la fecha de quirófano. Vuelvo con todas las pruebas y me cita para el día 16 de junio a las siete y media de la tarde, me dice que al día siguiente podré irme a casa. Voy al hospital, tal y como me pidió el doctor, y sin más preámbulos paso al quirófano. La operación es con anestesia local y no dura más de una hora, debo decir que fue totalmente indolora. Me suben a una habitación y a la mañana siguiente, después de desayunar, me voy para casa, contento y sin «forúnculo». Ojalá todos los males de la vida pudieran solucionarse así de fácil. Acudo a una reunión de departamento el día 23, estas reuniones son muy distintas a las de los conservatorios en los que estuve anteriormente, no solamente por el número de personas, sino por la importancia que se dan los profesores, se nota que se sienten en el «Superior». Comenzamos por tratar unas reclamaciones de alumnos de 1º de Flauta, motivadas por las faltas de asistencia del profesor, situación que me parece muy grave, pero el entorno lo trata casi como una travesura. ¿Qué educación queremos transmitir a nuestros alumnos si no somos capaces nosotros mismos de ser ejemplo de responsabilidad y compromiso? Después pasamos a la entrega de memorias individuales para proceder a la elaboración de la memoria general del departamento.

Nos recomiendan preparar un ejercicio de primera vista para los exámenes de pruebas de en septiembre, la duración debe ser de dos minutos aproximadamente. Se formarán dos tribunales para atender a todos los alumnos del departamento, el día 11 del 9 para Flauta, Oboe y Fagot y el día 14 para Saxofón y Clarinete. Se habla también de los tribunales de fin de curso. Me convocan nuevamente el día 9 de julio de 2009 como Tribunal para las oposiciones de la Orquesta de Málaga. En este momento he terminado mis clases en el Conservatorio y voy a aprovechar para saludar a algunos de mis amigos. Vuelvo a Madrid para atender los tribunales de fin de curso del Conservatorio, y el día 15 salimos desde Madrid hacia Cabo Roig para disfrutar de nuestras más que merecidas vacaciones. Se nota la época de verano, hay bastantes más personas que en junio, no obstante, es muy gratificante la temperatura y la posibilidad de quedarte en la piscina de la urbanización en los momentos en que hay más gente en la playa. Envío la transferencia a Espasante, en concepto de alquiler por la casa de Modesto Galdo Pajón. Volvemos a Madrid y salimos hacia Espasante en el coche con María y los dos niños, Marga viaja en tren para ir más cómoda. Ya durante el viaje puedo disfrutar de mis nietos, el pequeñito Alejandro que tiene 6 meses está para comérselo, le pedí a mi hija que me comprara una bolsita para colgármela de los hombros y llevar a mi nene colgado frente a mí, podiéndo tener la fortuna de ir comiéndomelo mientras andaba. Una vez allí pudimos gozar de una casita con todas las comodidades, además de hacer excursiones a distintos sitios maravillosos en los alrededores, como Ortigueira, donde podemos utilizar una piscina climatizada que está dentro del gimnasio que me permite moverme un poco, una biblioteca estupenda donde paso varias horas, playas por doquier y más restaurantes de los que desearíamos, además de la temperatura más deliciosa del mundo huyendo de los calores madrileños. Hicimos varios viajes en barco, distancias pequeñas entre rías, como ya nos conocía el patrón dejaba a mi nenito Daniel al mando del timón, había que verle la cara. Mi vida ha cambiado absolutamente, en estos momentos no hago nada más que disfrutar de la familia y descansar a mi manera, navegar, gimnasio y conocer a los lugareños pudiendo compartir con ellos algún vinito. Cuánto echaba de menos vivir a un ritmo pausado. Lejos quedan las aglomeraciones, los viajes

constantes y la multitud de conciertos que, aunque nunca me pesaron, con el filtro del tiempo todavía no comprendo cómo daba abasto para todo ello. El día 25 de julio recibimos una mala noticia, a mi sobrino Carlos Monzón de Zaragoza, el marido de mi sobrina Mari Gloria, le han detectado un cáncer de hígado con alto índice de metástasis, y no creen que dure ni siquiera un mes. El golpe que recibimos fué muy fuerte, ya he comentado en estas líneas lo querido que era para todos nosotros, casi podría decir que para mí especialmente, ya que al tener casi la misma edad nos habíamos criado juntos en «la Química». Planteamos ir a Zaragoza para verle, pero después de hablar con Mari Gloria, mi sobrina, lo desestimamos, me dice que él está bien todavía y que tienen que hacerle múltiples pruebas, nos irá contando. Me convence, ya que estamos en plenas vacaciones y en la otra punta de España, además de que van a venir nuestros hijos y nietos a pasarlas con nosotros. Así se lo planteo a mi sobrina y le parece muy bien. La vida es impredecible, me quedo reflexionando sobre ello el resto de días. El día 28 alquilamos una casa en Oporto para el mes de agosto, a orillas del río Duero, con unos paisajes increíbles donde pasamos una semana toda la familia. La casa la encontró María por medio de Homeway.es y no exageraba al decir que estaba en un sitio recóndito. Tiene piscina particular y todo tipo de juegos y diversiones. Compré un navegador por internet desde Ortigueira para poder llegar con garantías hasta la finca de Oporto que, por lo que parece, está muy escondida. Supongo que ese es el encanto, refugiarse en plena naturaleza, lejos del mundanal ruido y volver a lo básico, a lo verdaderamente importante, a detener el tiempo y solo disfrutar de la paz y el amor de los tuyos.

Capítulo 8

Vacaciones en Oporto

Salimos hacia Oporto, Pipo en su coche y nosotros en el nuestro. María, Santi y los niños vienen desde Urueña, la idea es encontrarnos todos allí. Menos mal que llevábamos el navegador, que nos llevó exactamente al sitio sin titubeos. La finca estaba situada en un monte justo en el cauce del río Duero al pasar por Oporto, con unas vistas impresionantes y total ausencia de viviendas alrededor, se divisaba al fondo el puente colgante de Oporto. La casa es inenarrable, está compuesta de varias dependencias con el fin de que cada miembro de la familia tenga, lo que podríamos denominar, un apartamento exclusivo. Pasamos una semana inolvidable conociendo la zona, viajando unas veces a la playa, con mucho respeto porque en esa zona el Cantábrico no gasta ninguna broma, otras al centro antiguo de Oporto, precioso y exclusivo en su ambiente, sus olores y su gente, y a la bodega de Sandeman. Esta es una de las bodegas más importantes de Oporto, con un museo verdaderamente digno de ser visitado. Hicimos dos o tres barbacoas durante nuestra estancia en el inmenso jardín de la casa y disfrutamos de baños, excursiones y de la comida típica portuguesa, que nos encantó a todos. A partir del día 5 llamaba a mi sobrina cada día para saber cómo se desarrollaba la situación. Como era de imaginar no pintaba bien, pero lo que más le extrañaba era la rapidez con la que se producían los acontecimientos. El día 7 de agosto volvemos a Madrid Marga y yo, porque tengo que preparar un viaje a Santander y a San Sebastián en breve. Todo lo bueno se acaba. Pipo, María, Santi y los niños vuelven a Urueña. Día 10, concierto en la plaza Porticada de Santander, actúa la Orquesta Nacional de España bajo la Dirección de Frühbeck de Burgos y estrenan una obra de mi buen amigo Claudio Prieto. Ha venido también Margarita porque nos une una buena amistad con ambos y a ella la aprecian mucho. La obra es un éxito porque está basada en la música antigua vasca y Claudio es un maestro en este campo. Estuvimos en Santander un par de días, recorriendo la ciudad y sus alrededores y compartiendo con algunos amigos momentos de otro tiempo. Desde allí, el día 18, fuimos a San Sebastián para asistir a un concierto dentro de la «Semana Grande» donde interpretaban la Historia del Soldado de Igor Stravinski en versión de Rafael Alberti, con escenografía basada en marionetas, en una versión verdaderamente interesante. Después de un par de días

regresamos a Madrid. Carlos sigue ingresado y se mantiene estable dentro de la gravedad. Ya en la capital aprovecho las vacaciones para hacerme con algunos libros que me interesaban desde hace tiempo: La isla de los amores infinitos de Diana Chaviano, 2006. Once minutos de Paulo Coelho, 2001. La ciudad de las bestias de Isabel Allende, 2002. La voz dormida de Dulce Chacón, 2002 y Persépolis I, II, III y IV de Marjane Satrapi, 1969. Pido cita con el dentista para hacerme una revisión, además de arreglar diversas cosas en la casa. Me apetece un poco de playa tranquila y cálida, y el día 29 de agosto llamo a Josefa Morán de Bellreguard, Valencia, para saber si tiene su apartamento libre. Estoy disfrutando como nunca del hecho de poder tener tiempo libre. El apartamento está en la calle Columbretes nº 17, 7º C, justo encima de un restaurante llamado Palomares que hacen unas paellas de escándalo. Es uno de los sitios de la Comunidad Valenciana que mantienen los apartamentos pegaditos a las playas, situación que puede ser incómoda cuando hay mucha afluencia de público, en el caso de Bellreguard, raramente sucede, y es muy agradable la vista del mar desde una altura de un séptimo piso y la comodidad de bajar en el ascensor y encontrarte en medio de la playa. Estamos dos días disfrutando del mar, el sol y las paellas, y después nos volvemos a Madrid el día 31 de agosto. Aprovecho el viaje de vuelta para llamar a Zaragoza e interesarme por la situación de Carlos. Mi sobrina me dice que está expirando y no durará más de dos días. Mazazo que, aunque esperado, no por ello menos doloroso. Le cuento que estamos de viaje de regreso a Madrid, cambiaremos de ropa y salimos para Zaragoza. Llamo a mis hijos y les cuento la noticia, me dicen que nos esperan y salimos juntos hacia Zaragoza. Durante el viaje de regreso no paran de venirme imágenes de Carlos a la cabeza, en «la Química», cuando éramos pequeños siempre tuvo una complexión más grande y fuerte que yo, muy baturro, que es como denominamos a la persona apegada a las tradiciones aragonesas, y con un corazón que no le cabía en el pecho, bendito Carlos. No deja de sorprenderme lo insignificantes que llegamos a ser, como suele decirse «no somos nadie». Un día todo marcha bien y, en dos segundos, cambia radicalmente sin darte tiempo a digerirlo. Salimos en dos coches para Zaragoza el día 1 de septiembre de 2009. María ha dejado a los niños con su suegra y yo he reservado habitaciones en el Hotel Boston. Vamos al hospital y vemos a la familia totalmente rota, acaba de fallecer. Se me encoge el corazón. Mi sobrina y sus tres hijos están deshechos de dolor,

palpable en sus abrazos prolongados y miradas de tristeza. Dentro del duelo, gratifica mucho ver a tu gente, tu familia, y sentirte unido a ellos en el sentimiento. Al día siguiente, después del entierro, volvemos a Madrid y hacemos nuestra paradita obligada en Medinaceli para tomar café. Al llegar vamos a buscar a los niños y nos vamos todos a casa a pasar el día y comer juntos, parece que al disfrutar de los niños nos resarcimos del dolor pasado ante la promesa de vida y vitalidad que aportan. Es el consuelo de esta vida, unos se van, otros vienen. Ver a esas pequeñas criaturas, inocentes y llenas de energía, hace sonreír en las peores tempestades. La vida continúa, como debe ser.

***

Empiezo a preparar el ejercicio de primera vista para las pruebas de del Conservatorio, debe ser algo sencillo, pero con el suficiente contenido como para mostrar la preparación del alumno. Calculo el tiempo del ejercicio y salen 2,50 minutos, considero que está bien. Tribunal de para Saxofón y Clarinete el día 14 de septiembre. Formamos el Tribunal tres catedráticos, dos especialistas y un tercero que valorará los ejercicios teóricos. Una vez terminado el Tribunal de pruebas de , después de un descanso, me dirijo a casa para estudiar un poco y preparar los contenidos del comienzo de curso. Quedo con José Selva, Jorge Gil y mi hijo Adolfo el día 27, para hablar sobre el futuro del cuarteto, considero que mi tiempo en activo ha pasado y les propongo que piensen en alguien que me pueda sustituir. Comentan que se lo van a decir a Enrique Pérez Piquer, solista de la ONE, lo cual, en principio, me parece bien. Voy a la Secretaría de Alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos el día 28 de septiembre, en el campus de Vicálvaro, para solicitar los papeles necesarios y matricularme en dos másteres que tengo en mente: «Título de Máster Universitario en Creación e Interpretación Musical» y «Título de Máster Universitario en Ciencias Históricas, Investigación, Documentación y Nuevas Tecnologías». ¿Quién dijo que solo se puede estudiar siendo joven? Boda de Óscar Barragán el día 4 de octubre de 2009 se casa nuestro soltero de oro. Conocer a Óscar Barragán fue una sorpresa, le veía en el Conservatorio Profesional Ángel Arias Maceín al pasar por el pasillo y nos saludábamos

distraídamente, como por encima. Estaba convencido de que no le caía bien o de que le habían hablado mal de mí, cosa bastante frecuente porque ya estaba como director. El caso es que me atraía su independencia y su actitud. Nunca hablaba, me refiero a los Claustros o las reuniones de profesores, era como un misterio. Un día del mes de julio de 2006, cuando íbamos a iniciar el traslado al Centro Integrado, estaba en mi despacho haciendo cábalas para elegir el próximo equipo directivo, ya que había desechado la posibilidad de que fuera el mismo, y necesitaba un secretario. Salí para ir al baño y me lo encontré en el pasillo, solos los dos, habíamos hecho casi toda la mudanza y ya no había nadie en el Conservatorio. Sin saber muy bien porqué, pensé que era una premonición.

—Hola, Óscar ¿Qué tal? —saludé de manera cordial y formal. —Hola, Adolfo. Bien, gracias ¿Tú? —respondió con la misma cortesía. —Oye, ahora que te encuentro, me estaba preguntando si tú estarías interesado… —Sí —dijo rápidamente. —Sí ¿A qué? —le pregunté sorprendido por su reacción, dudando de si acaso podía adivinar lo que iba a plantearle. —Sí a lo que me ibas a pedir. —De acuerdo, quedas nombrado secretario de la Junta directiva. —De acuerdo, ya me contarás —fue todo cuanto añadió antes de marcharse.

Y así conocí a Barragán, quien ha pasado a ser uno de mis mejores amigos, al que iro por su talante, generosidad y capacidad de trabajo. Formamos un equipo estupendo junto con Juan Nieto y Pipo, tenemos una cuenta conjunta de WhatsApp y lo recorremos todo, somos moteros los cuatro y hemos hecho multitud de rutas. En el terreno profesional, siempre que he podido les he pedido a Juan y a

Barragán que vinieran conmigo debido a la afinidad de conceptos y la seriedad con la que realizan su trabajo. Y así que, como iba contando, nuestra perita en dulce, Barragán, se casa y, como todo en él, cuando nos ha invitado a la boda es cuando nos hemos enterado de que tenía novia. Salir del estado de shock nos costó varios minutos, aunque las risas que nos echamos durante días merecieron la pena. ¡Barragán y sus cosas! Planteamos unas mini vacaciones fuera de temporada en Calpe, desde el 15 hasta el 23 de octubre. Nos gusta utilizar estas épocas fuera de temporada para visitar lugares que, estando atestados de gente en verano, es como si se volvieran desérticos. La playa vacía, las calles vacías, una maravilla. Tenemos un apartamento muy coquetón donde no hay ni un ruido y puedo trabajar en mi tesis y leer con el mayor silencio del mundo. El día 25 comienzo a buscar los fundamentos para la primera tesis, sobre todo en lo concerniente a las nuevas tecnologías. Encuentro material muy interesante en Google el día 1 de diciembre de 2009, sobre la interpretación en la música y su modelo de gestión en España actualmente. Este es un tema que me acerca mucho al modelo de trabajo que estoy realizando desde hace varios años, no obstante, me proporciona material para recapacitar y buscar nuevas fórmulas. Consigo una serie de libros de lectura que tenía pendiente comprar: El compositor de Tormentas, El sombrero lleno de cerezas, La historia más bella del mundo y El accidente.

Capítulo 9

Máster Universitario «Creación e Interpretación Musical» URJC

Voy al campus de la Universidad Juan Carlos en Vicálvaro el día 14 de enero de 2010, recojo el carnet de estudiante que me hace sentir de nuevo la frescura del alumno de tiempos pasados. Me siento orgulloso de ser un joven estudiante de 60 años. Entrego el certificado de estudios y consulto el 2º ingreso de pago para enviar un correo electrónico al director de Máster. Solicito una licencia por estudios el día 20 en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, basándome en los requisitos que figuran en el BOE. El día 28 comienzo a trabajar en la adaptación de la Oración del Torero de Joaquín Turina, para cuarteto de clarinetes. Me nombran Presidente del Equipo de Valoración para el concurso de traslados de este año, y convoco una reunión con el equipo para el día 3 de febrero. El 29 voy al campus de Fuenlabrada para solicitar información sobre la organización departamental de la Universidad. Tengo una reunión el día 5 de febrero de 2010 con Luis Palacios y Raúl Ramírez en el Campus de Vicálvaro, director y coordinador respectivamente del Departamento de Ciencias Históricas. Solicito una entrevista con Luis Palacios, director del Instituto de Humanidades de la URJC, debido a que ha surgido un problema en cuanto a la matriculación del «Máster Universitario en Ciencias Históricas: Investigación, Documentación y Nuevas Tecnologías», ya que no aparece mi matriculación en dicho Máster. El tema le preocupa y nos ponemos a revisar los antecedentes. El día 12 envío un correo electrónico al entonces vicerrector de la URJC, don Fernando Suárez, poniéndole al corriente de la situación. Me contesta pidiéndome que le envíe una carta explicándole detalladamente todos los pormenores. El día 15 envío la carta al Rectorado de Móstoles en la 6ª planta de la calle Tulipán a la atención del vicerrector. Comenzamos a preparar la documentación del concurso de traslados el día 19. Tengo una reunión con Antonio Palmer, director de mi Tesis Doctoral, para su preparación. El día 25, finalmente, me reúno con el vicerrector de la URJC en su despacho, llevo toda la documentación y parece que ha hecho los deberes. Llama a su secretaria y le pide el dossier con los datos de mi situación, después le pide que traiga unos documentos y me los

pasa para que los reconozca, en ellos figura la matrícula y las notas finales con la firma del tutor. Los pone delante y me dice que, si estoy conforme reconociendo mi matriculación y posterior examen final del máster, puedo firmarlos, con lo cual quedaría saldado el tema. Le quedo muy agradecido por su gestión, pero manifiesto mi asombro por la falta de criterio de la universidad a este respecto. Pasado un tiempo, me enteré de otros problemas similares que nunca resolvieron, y algunas otras inexactitudes de parte de la universidad. Tampoco quiero ser excesivamente crítico, soy consciente, pues lo he vivido en propias carnes, de lo complicado que es gestionar a la perfección un Centro Educativo. Estrenando el mes de marzo de 2010, el día 4, recibo una carta del vicerrector ofreciendo disculpas en nombre de la universidad, además de otra carta de Félix Labrador, director del Máster y un correo electrónico de Luis Palacio, jefe del Departamento de Másteres. Parece que les han tirado de las orejas. Hay que itir que, cuando los demás reconocen los errores y los problemas causados, se agradece. Sinceramente, no me extraña que la gente se desespere y abandone, el papeleo es más duro que el propio Máster o la Tesis. Soy acérrimo partidario de simplificar las tareas y nunca complicarlas, es demasiada documentación que no persigue nada más que dilatar y enredar la situación. El día 11 envío un correo a Antonio Palmer, director de mi Tesis, para contarle todo esto y preguntarle si hago ahora la inscripción, o espero para hacerla más adelante. Con tanto papel que me exigen ya no sé ni cómo me llamo. Hablo con Pilar Roiz, secretaria de Fernando Suárez, y todo me parece muy sencillo. Me dice que, en el momento que tenga toda la documentación, debo hacer la matrícula e inscribir la Tesis. A veces se agradece que una persona humana te explique y aclare las cosas con calma. Reunión con Francisco Escribano, jefe de personal del Departamento de Educación de la Comunidad de Madrid, me había llamado para nombrarme presidente del Tribunal del Concurso de Traslados el próximo mes de abril, y me comunica que se celebrará en la sede del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Me pasa el listado con el número de profesores que concursan este año, cincuenta y seis profesores de dieciséis especialidades. El día 20 recibo la comunicación por escrito con el nombramiento de Presidente del Tribunal Calificador del Concurso de Traslados, con el ruego de que lo traslade a la Dirección del Conservatorio para habilitar los espacios necesarios en el Centro. Tres días después, me enfrasco en la realización de unas gestiones

para pasar unos días en Villajoyosa y preparar el alojamiento de la segunda quincena de julio en Viveiro, Playa de Kovacs. Qué gusto da poder decir que no todo es trabajo y que tengo tiempo para estas cosas, y qué rápido se acostumbra uno a lo bueno.

Capítulo 10

Máster Universitario en «Ciencias Históricas: Investigación, Documentación y Nuevas Tecnologías»

Marga, mi mujer, padece una obesidad mórbida muy marcada en los últimos años. Dicha obesidad se ha producido como consecuencia del aneurisma cerebral que la dejó prácticamente privada de movimiento. Investigué por internet la posibilidad de hacerle una operación implantándole un balón gástrico que corrigiera esta situación. Es importante empezar a buscar alternativas y soluciones que mejoren su calidad de vida. El día 3 de abril de 2010 vamos a hablar con el doctor Kaibel, en la calle Ortega y Gasset.

—No, definitivamente esta mujer no puede seguir así —afirma con rotundidad tras un primer reconocimiento— pesas ya 112 kilos y apenas puedes moverte. —Y qué sugiere, doctor? —pregunto preocupado. —Sin duda necesita la intervención. Podemos plantearla para mediados del mes que viene. —Estupendo —afirmamos entre contentos y asustados.

Confirmación del apartamento de Villajoyosa, reservado para mediados del mes de mayo (qué ojo. Coincidirá la fecha que nos den para la operación?). Pago el título de máster el día 7, previa presentación del carnet de estudiante, certificación académica y fotocopia del DNI (menos mal que no me piden la cartilla de vacunación, pues es lo único que faltaba). Recibo una llamada de Paco Sánchez, director del Departamento de Recursos Humanos, para encargarme que sea Presidente del Tribunal de Clarinete en las oposiciones del próximo mes de julio. El día 8 de abril recojo por fin el Título de Máster Universitario, en «Ciencias Históricas: Investigación, Documentación y Nuevas Tecnologías» por la Universidad Rey Juan Carlos, fechado el 1 de octubre de

2010. Reunión con Antonio Palmer el día 10 para entregar la documentación de la Tesis. El dossier lo tengo prácticamente preparado a falta de que lo repase él como director de la Tesis. Resumimos las ideas principales y envío un correo electrónico a Pilar Roiz para solicitar la inscripción de la Tesis. Reviso el Tribunal de oposiciones de Clarinete el día 18 y encargo buscar los teléfonos y relación de avisados para convocarles. Redacto un correo a Paco Sánchez y Francisco Escribano el día 20 de abril para confirmar mi intervención en el Tribunal de oposiciones y el aviso al resto de los participantes. Hago fotocopias de la documentación de la Tesis y las llevo al campus de Fuenlabrada para entregarlas a Vicente Calvo, inmediatamente después comienzo a preparar su presentación y defensa.

—Hola Mari Gloria, que alegría recibir tu llamada —saludo a mi sobrina cuando le cojo el teléfono el día 26. —Esta vez no son cosas buenas…—murmura entristecida. —¿Qué ocurre? —su tono de voz lo dice todo, puedo figurarme que algo grave sucede. —Mi madre ha sufrido un ictus y está ingresada en el Hospital Royo Vilanova. —Madre mía, menuda racha. ¿Cómo está? ¿Está bien? —pregunto muy preocupado por mi hermana. —Tranquilo, no ha sido muy fuerte y está consciente. —sus palabras me reconfortan y, aunque continúo con la Tesis, no logro pensar en otra cosa. Al cabo de dos días consigo hablar con mi hermana. Me alegra y tranquiliza comprobar que me reconoce y se alegra al hablar conmigo sus recuerdos permanecen perfectamente vívidos.

Un susto más del que, afortunadamente, nos reponemos. Primera reunión del Tribunal de Oposiciones de Clarinete el día 7 de mayo de 2010 en el Centro

Integrado Federico Moreno Torroba. Repaso los exámenes de los alumnos y realizamos la evaluación de obras de 2º curso para los exámenes. Comento con Palmer, mi director de Tesis, si es aconsejable repasar los antecedentes de la misma ante la posibilidad de consultar distintos apéndices. Ingresamos a Margarita el día 27 de mayo en la Clínica la Paloma a las ocho y media de la mañana, para proceder a la operación de reducción de estómago a cargo del doctor Kaibel junto con su ayudante. La operación fue un éxito. Marga no estaba molesta en principio, aunque tenía una serie de limitaciones alimenticias. Solo quedaba ser responsable, paciente y ver cómo evolucionaba todo. El día 29 fue la comunión de la hija mayor de mi sobrino Jorge. Fui a la ceremonia y les expliqué el motivo por el que no venía Marga, le entregué a la niña el regalito y me volví a la clínica para estar junto a mi mujer. El doctor Kaibel pasa consulta después de la operación y manifiesta que ha ido todo bien, así que, sin más adornos, el día 1 de junio marca unas pautas de conducta en cuanto a alimentación y reposo durante los dos días siguientes. Nos da el visto bueno para irnos a descansar a Villajoyosa, dejando claro que hay que cumplir con sus indicaciones, eso sí. Hay que relajarse, pero no en todo. Escribo un correo a Jero, el dueño del apartamento de Villajoyosa, diciéndole que vamos el día 6 de junio de 2010. Salimos para Villajoyosa, Marga está bien, si acaso un poco molesta por la adecuación a la alimentación, pero ilusionada con pasar estos días en el remanso de paz que es Villajoyosa en esta época. Aunque estamos de vacaciones no paran de enviarme correos electrónicos desde la Dirección General. Qué hacíamos cuando no existía internet ni teléfonos móviles? Vivir? Francisco Escribano me manda un correo indicándome los presidentes de Tribunal de Fundamentos de Composición y el número de aspirantes a las oposiciones en las distintas especialidades. Menos mal que todo esto lo gestiono en un chiringuito de la playa mientras me tomo una cervecita fresquita y tengo el mar enfrente. Quien no se consuela es porque no quiere. El día 13 regresamos a Madrid, a Marga le ha sentado muy bien el descanso y yo he podido darme unos bañitos, hemos visitado algunos chiringuitos de la zona, siempre solicitando alimentos especiales para ella. Comienzo las Oposiciones de Clarinete y Fagot en el Centro Integrado Federico Moreno Torroba el día 24. La primera prueba es análisis y ejercicio escrito, dos horas para los temas y una

hora para el análisis formal, estético y didáctico. El día 16 de julio viajo a Córdoba con Luis Miguel Enciso. Durante el viaje recordamos nuestros momentos álgidos de la Sociedad Estatal. Tiene buen aspecto con lo cual infiero que se recuperó totalmente del ictus que le dio en Formentera, me dijo que ni siquiera lo recordaba. Luis Miguel es una de esas personas que, si no la hubiera conocido, me hubiera perdido algo bueno. Se trata de alguien constructivo, con un gran «don de gentes», locuaz, y siempre con ganas de aprender, resumiendo, un gran ejemplo. Regresamos a Madrid y, el día 19, finalizamos el Tribunal de oposiciones de Clarinete y Fagot. Comienzo las vacaciones, vamos a Campoamor toda la familia. ¿A que el lector ahora piensa, lejos de agobiarse, que me paso la vida de cachondeo? ¡Por fin más tiempo para mí y mis viajes familiares! La Dehesa de Campoamor es un lugar idílico, tranquilo y maravilloso. No está a la orilla del mar y tampoco le hace falta, porque eso le confiere una tranquilidad estupenda. Nuestro chalecito está en la urbanización junto al campo de golf, tenemos una piscina maravillosa que sirve de refresco todos los días a la vuelta de la playa. Final de las vacaciones en Campoamor el día 2 de agosto de 2010. Viajamos a Urueña y estuvimos allí hasta el día 9, momento en el que volvemos a Madrid Marga y yo, se quedaron Pipo, María y Santi con los niños. El día 15 vamos a Moraira todos nuevamente, solamente por el nombre del pueblo merece la pena ir allí. Nos quedamos una semanita en una casa que habíamos alquilado a unos alemanes. Cuando te encuentras a gusto en un sitio, el tiempo pasa volando y, cuando queremos recordar, ya tenemos que volver de regreso a Madrid. Cumplo 63 años el día 28 y lo celebro con una rotura de parabrisas que tengo que arreglar en Carglass. Hay quien se compra una chaqueta, yo preferí una luna nueva.

Capítulo 11

Viaje a Barcelona con Marga

El día 2 octubre de 2010 pasamos una semana en Urueña con nuestros hijos y nietos. A la vuelta, el día 10, recojo el Título de Máster Universitario en «Creación e Interpretación Musical» por la Universidad Rey Juan Carlos, fechado el 1 de octubre de 2010. Procedo a la entrega de horarios a los alumnos el día 13 para el curso 10/11. Viajamos a Barcelona Margarita y yo el día 19 de octubre de 2010, cuatro días que nos hemos reservado solos para hacer un recorrido por la ciudad que tanto nos gusta. Nos hospedamos en el Hotel Ramblas, al lado de la plaza San Jaume. Hicimos el viaje en AVE, como le gusta a Marga, y disfruté al pasar por Zaragoza, mandándole un cariñoso saludo a la Pilarica. Habíamos estado en Barcelona en multitud de ocasiones, siempre por un motivo determinado o trabajo ineludible que pedía toda mi atención. Por eso, en esta ocasión decidimos pasear por la ciudad, como tantos turistas, y disfrutar de sus vistas, su gente y su gastronomía. Nos deleitamos con la Plaza Real por las noches, está pegadita al hotel y sus mesas, bajo las farolas, invitan al recogimiento mientras tomas un refrigerio y ves pasar a cantidad de personas de todas las razas, nacionalidades y características sociales. Subimos a cotillear Barcelona desde Montjuic, allí pasamos el día visitando la Fuente Mágica, el Castillo, el Pueblo Español, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la Fundación Joan Miró o el Jardín Botánico. Cualquiera que conozca Montjuic comprenderá que un día no da para tanto, pero como íbamos en modo turista, seguro que el lector entiende que lo que hicimos fue dar un repaso a vista de pájaro, con comida entre medias por supuesto. Después de comer nos acercamos al castillo para recrearnos con la vista de esa bellísima ciudad. El día 3 de noviembre de 2010, Pipo entregó la señal del loft que había elegido. Está en Las Rozas porque es una zona que le gusta mucho y además está cerca del Conservatorio de Majadahonda que era don daba clases entonces. Viajamos a Córdoba el día 30, habíamos encontrado una casita en la calle San Basilio nº 31 que nos recomendó su propietaria Paqui Hidalgo, por su situación y comodidad. La casa nos encantó, estaba en el barrio antiguo de Córdoba y nos venía de maravilla por la zona donde se encuentra y la cercanía con la mayor parte de los

monumentos que queríamos visitar. Tengo un catarro descomunal, pero no estoy dispuesto a que me arruine la visita. Hay que ver lo que cunden cuatro días cuando no tienes obligaciones. Recorrimos Córdoba entera y visitamos sus monumentos, que son muchos. Nos cautivó especialmente el espectáculo ecuestre al que acudimos, mezclando los maravillosos caballos andaluces con bailarinas ataviadas con traje regional andaluz realizando unas danzas preciosas, en las cuales no se sabía bien si bailaban mejor las bailarinas o los caballos, parece mentira que se pueda crear algo tan hermoso. Espectáculo total. El día 12 de noviembre regresamos a Madrid, Margarita, mi catarro y yo. Llegó diciembre, y preparamos una fiesta para Pipo con motivo de su reciente éxito por la plaza de profesor de Clarinete conseguida en flamante oposición. Aunque ya son conocidas nuestras fiestas por cualquier motivo que se salga de lo habitual, debo decir que en esta ocasión la celebramos en nuestra terraza, 137 m2, con la asistencia de sesenta personas y multitud de viandas y bebidas. Sinceramente, esa fiesta era más propia del Emperador Nerón para sus celebraciones, que la nuestra. Llamo a Óscar Contreras para repasar los clarinetes y continúo con mis clases, en este caso conjuntamente con Piano en el Conservatorio. Los chicos están como un niño con zapatos nuevos, esta modalidad la llevo pidiendo desde que llegué a este Conservatorio, por fin lo he conseguido. Primer alumno, Carlos, trabajamos la Sonata de Saint Saens.

•1º movimiento, «debes atacar con más precisión, pero sin dureza, quizá utilizando más el aire y con mayor preparación». •2º movimiento, «debes llevarlo más rápido y limpiar algunos pasajes que están precipitados». •3º movimiento, «redondear más el sonido en el registro agudo, evita que suene chillón». •4º movimiento, «atención a los pasajes de tresillos y semicorcheas, deben tener siempre la misma duración e intensidad, en términos generales el 4º movimiento no tan piano».

Así fuimos continuando con Clara, que traía Ingenuidad, con Nikita que traía Debussy, con Joaquín, que traía Crussel y con Iván, que traía Fantasía Capricho. Trabajo una media hora con cada uno, pero con esta modalidad, les aprovecha mucho más. El día 15 de diciembre tengo clase y continuamos trabajando conjuntamente con el piano, hoy dan clase Adrián, Franc y Luis, independientemente de que pueden asistir libremente el resto de alumnos. Envío a Mutua Madrileña el parte de accidente de María con declaración de contrario. Me llama José Luis Isabel para que me acerque a su despacho con el fin de planificar la composición de la Comisión del Concurso de Traslados. Acompaño a Pipo el día 18 de diciembre de 2010 a la firma de escrituras del loft. El día 21 incluyo a Manolo Guillem en la Comisión para el Concurso de Traslados, al día siguiente se completa la Comisión de Selección para el Concurso. Vamos a comprar los electrodomésticos y demás utensilios para el loft, nos acompaña Marga, que es la especialista en compras y así de claro lo deja al tomar la iniciativa y las decisiones de compra. Al día siguiente cambiamos el seguro de hogar de la calle Hortaleza y lo adecuamos al loft. Los Reyes Magos del 2011 son muy generosos, o más bien yo mismo, el 5 de enero cambio mi coche por un Ford Focus Cabrio en el Concesionario Almoauto de la calle Alcalá 546. Me gusta este coche especialmente porque es descapotable, aunque la época no es la adecuada, me encanta la línea que tiene. La comida de Reyes del día 6 la celebramos en casa de María y Santi con una merlucita rellena que está para chuparse los dedos. Envío un correo electrónico a Juan de Mama Inés, el inquilino del piso de la calle Hortaleza, que va a comprar el piso mediante alquiler con opción a compra. Con este motivo, anulamos las pólizas del seguro de hogar con Mapfre de la calle Hortaleza y de la calle Suecia. El día 13 de enero contrato nuevas pólizas de seguros para ambos pisos. Hablo con Juan Nieto respecto a la preparación de la Tesis, quien me está ayudando mucho, y me dice que continúe trabajando sobre Recordando a Ma Yuan de Santiago Lanchares. Voy a ver a un antiguo vecino de la calle Amara, Gerardo Álvarez, se trata del viejo profesor de verano de mis hijos, que trabaja

en una inmobiliaria en el calle Machupichu. Acudo a él para pedirle consejo sobre el contrato de compra venta de la calle Hortaleza. Me aclara el concepto del contrato y me da algunas ideas que me pueden ayudar bastante. Fallece Miguel Ángel Esteban el día 18 de enero, marido de Mari Paz y amigo nuestro desde antes de casarnos, con el que disfrutamos, junto a nuestros hijos, de situaciones maravillosas: veraneos, viajes y excursiones sin fin. Era un deportista nato y hasta me convenció una temporada para que jugáramos al tenis, hasta que en el segundo partido me hice un esguince que me apartó de la competición. El deporte y yo nunca nos entendimos bien. El funeral por su fallecimiento se produjo el día 20 de enero a las ocho de la tarde en la Parroquia de Las Angustias, calle de Riego nº 16. Siento que una pequeña parte de mí se marchita cada vez que tengo que despedirme de algún familiar o conocido. El cruel e inevitable paso del tiempo… Recojo el Ford Focus Cabrio el día 25. Parece que el tiempo acompaña y puedo salir a dar una vuelta con el coche descapotado. Hay que estrenarlo como Dios manda. Le envío la relación completa del repertorio orquestal a mi alumno Adrián, solicito a la Secretaría que corrijan el anuncio en el tablón del aula de mi clase y realizamos el contrato de la calle Hortaleza. Por último, comunico a Elena Díez, en la Dirección de Área Territorial, que realice el cambio de cuenta a ING, para que conste a efectos de nóminas a partir del cambio de entidad bancaria. Me dirijo a la Mutua Madrileña el día 1 de febrero de 2011 para fraccionar el pago de la póliza del coche, elijo el fraccionamiento trimestral. Envío la programación de repertorio orquestal a mis alumnos Joaquín e Iván. Solicitan información desde RRHH el día 3 sobre la composición definitiva del Tribunal de Concurso de Traslados. Les informo de la composición de profesores y que se producirá del 15 al 28 de febrero, en la 4ª planta del RCSMM. Pasamos todo el día 6 en casa de Pipo. Tenía que montar una caseta en la terraza porque necesitaba espacio ya que el loft no es muy grande, y había encontrado dos personas que la podían montar en el día. Cogí un constipado sensacional supervisando aquel montaje y al día siguiente no pude ir a clase. Preparo una serie de obras italianas para los alumnos del máster: Rapsodie de Giacomo Miluccio, Lied de Luciano Berio, Concerto de Valentino Buchi y Jubilus I Op. 30 de Flavio Testi, se las mando por correo electrónico para que

vayan recabando los materiales. El día 11 envío recibo de tutela de Tesis a la URJC y contratamos el seguro del loft de Pipo en AXA, con Fernando Castellanos como mediador. Comienza el Tribunal del Concurso de Traslados el día 15 de febrero, recogemos toda la información y repartimos competencias entre nosotros para efectuar la valoración, habida cuenta de que debemos juntar las opiniones para efectuar el recuento. Buscando un sitio apartado y tranquilo para las mini vacaciones de invierno, el día 23, encuentro un hotel en Benidorm por medio de Soltury que me encanta, se llama Les Dunes Comodore y tiene una oferta muy interesante que incluye pensión completa en una suite para el mes de marzo en la 15ª planta. El hotel está en primera línea de playa, me imagino la vista desde allí. Desde que operaron a Marga trato de buscar sitios tranquilos y evitar comidas copiosas o muy aderezadas. Solicito que venga un técnico de recursos humanos al Tribunal de Concurso de Traslados el día 24, para que nos ofrezca instrucciones sobre una serie de conceptos istrativos que desconocemos, tales como: impresos de locomoción y dietas, quién ejerce la secretaría del Tribunal, si debemos firmar el anexo 5, dónde debe figurar la sesión de presidentes, si se deben firmar los criterios de elaboración, etc. Me envían una información adicional del hotel Les Dunes de Benidorm por correo, diciéndome que tienen gimnasio, piscina y wifi. Maravilloso, todavía me lo facilitan más porque así puedo seguir trabajando. Me mandan la dirección del hotel de Benidorm. Calle Médico Miguel Monreal nº 1. Al menos esto me hace ver la luz al final del túnel, qué ganas de irme. Estamos secuestrados en la 4ª planta del Conservatorio a partir del día 25, elaborando criterios de baremación, extrayendo y descomprimiendo archivos etc. Solicitan desde recursos humanos que le enviemos el expediente de baremación, esto no acaba nunca. La primera quincena del mes de marzo de 2011 se diluye entre gestiones diversas en cuanto a: pedido de vinos a Aldevarul, soy un amante del vino y me encanta tener una disculpa para compartirlo con las personas que también lo aprecian. Oferta de Telefónica y Ono ofreciéndome la panacea de cada uno.

Estoy mareado con tanta oferta. El día 8 preparo el programa para la audición, aunque inmediatamente vuelven los ataques para solicitarme el cambio de la titularidad de la luz a mi nombre en mi cuenta bancaria, sigo mareado. Finalizamos el procedimiento del Concurso de Traslados el día 16. El día 22 salimos hacia Benidorm, el viaje siempre es agradable. Me gusta mucho conducir. Recuerdo las carreteras de los años 70, que yo me las pateé de norte a sur y de este a oeste, y me da mucho placer la suavidad con la que el coche surca los kilómetros en estos momentos, mientras hablo, escucho la radio, pongo música, o simplemente pienso o recuerdo. Como decía al principio de esta filípica, el viaje se me hace corto, de forma que ya estamos en Benidorm. El hotel está en el paseo marítimo y es uno de los edificios más altos de Benidorm, todas las terrazas dan al mar y, como la temperatura es de 21 grados, dan ganas de sentarse allí para ver pasar el tiempo, la gente, o simplemente disfrutar de las vistas. Entramos en el Hotel y hacemos el check-in, nos acompañan a la suite de la planta 15ª y, una vez que estamos solos en la habitación, abrimos las cortinas y nos encontramos con el espectáculo más maravilloso que se pueda imaginar. Avanzamos un poco, ya dentro de la terraza, y parece que estamos flotando sobre el mar, no hay ruido de coches porque, a esa altura, quedan anulados por el oleaje. En la terraza hay dos tumbonas, un toldo amplio, una mesa con su sillita y dos enchufes, con lo cual tengo todo lo que necesito para disfrutar del mar al tiempo que escribo, leo o simplemente pienso. De vuelta a Madrid continúo con mis clases. Se va a examinar Franc Bermell en la convocatoria especial porque debe tener la materialización del título antes de las oposiciones que va a realizar. Esta situación me recuerda a la mía, antes de las oposiciones a la Banda Municipal. Realizamos el sorteo de estudios para su examen el día 6 abril de 2011, a partir de su solicitud especial por motivos justificados. El día 20 se produce el examen de evaluación de Franc Bermell con el resultado de notable. Fue una pena que no preparara mejor el examen, es un chico con talento, pero poco perseverante. Me he quedado con ganas de más vacaciones e hice una nueva reserva por medio de Soltury, en este caso para el Hotel Campomar, en Guardamar del Segura, del 28 de mayo al 4 de junio. Quién me ha visto y quién me ve. Evaluación de notas de los alumnos el día 8 de mayo de 2011. Volvemos a ver al doctor Kaibel, el médico que operó a Marga del estómago, porque tiene problemas, vomita con frecuencia y no retiene nada en el estómago. El día 14 envío a la URJC los datos

de la lectura de Tesis y, el 26, las notas de fin de curso a los alumnos y profesores de Piano. Reservo cita con el urólogo, doctor Burgos Revilla, para el día 19 de mayo, imagino que será motivo de la edad, pero ya estoy conociendo todos los WC que encuentro en mi camino, y cada vez es más recurrente. Repito, quién me ha visto y quién me ve.

Capítulo 12

Nuevos trastornos estomacales de Marga

El día 8 tenemos exámenes Fin de Carrera de Saxo y Clarinete, dos días después, termino la memoria 2010-2011 de Clarinete y la envío por correo al jefe de departamento para solicitar fecha y hora de la reunión. Vienen a comer mis nenes a casa y nos bañamos en la piscina. Fantástico momento, estar con ellos es una inyección de alegría. Le realizan una ecografía gástrica a Marga y recojo las pruebas urográficas solicitadas por mi urólogo. Hemos llegado a esa etapa donde los médicos se convierten en amigos cercanos. Compruebo si ha salido la convocatoria para directores en la DAT. El día 19 de junio es el cumpleaños de Lely, la llamo para felicitarla y charlamos un ratito porque está trabajando. Le pregunto por mi hermana Gloria y me dice que está bien. Son las incomodidades de vivir en distintas ciudades, hay que conformarse con una breve conversación a través del teléfono. Exámenes de pruebas de al RCSMM, relación de aspirantes de Clarinete, treinta y dos. El día 30 vamos a Urueña, a partir del día 1 de julio de 2011 tengo que organizarme para trabajar en el Ayuntamiento porque no tenemos internet en casa. El día 13 se efectúan las pruebas de en el RCSMM. De regreso a Madrid llamo al doctor Kaibel porque Marga está cada vez peor, me pide que vayamos a su consulta el día 14 y al día siguiente vamos a su consulta. Después de revisar las pruebas, llega a la conclusión de que no está bien colocado el globo gástrico, lo cual provoca el rechazo y los vómitos.. —Se habrá desplazado después de la operación? —pregunto intentando entender aquella situación. —No, me temo que ha sido un error al colocarlo —asegura sin gran expresividad. —Ante mi cara de asombro comenta que la solución sería volver a operar. —Imagino que esta operación se realizará sin coste —comento entendiendo, desde mi punto de vista, que sería lo normal tras esa negligencia.

—No, el coste sería el mismo que la primera vez: seis mil euros —vuelvo la mirada hacia Marga lleno de perplejidad. —Yo no me vuelvo a operar —afirma Marga con rotundidad. Salí de la consulta con la idea de denunciarles ante la negligencia que suponía el error en la operación aceptado por él, pero como Marga se niega, y aunque no me quedo tranquilo me veo obligado a desistir en mi batalla. No obstante, vuelvo a la consulta, esta vez solo y tengo una reunión con los doctores que operaron a Marga, Kaibel y Vázquez. Les explico mis intenciones de denunciarles por mala praxis con el fin de comprobar hasta dónde quieren llegar. Me explican que estoy en mi derecho, no tienen ninguna intención de repetir la intervención si no es mediante el pago correspondiente. Desisto de la idea ante la negativa de Marga de volver a pasar por el quirófano. Vamos al Hospital Ramón y Cajal el día 24 para visitar a la jefa de servicios de la Unidad de Nutrición y explicarle el caso. Nos comenta que, una vez que el balón gástrico está mal implantado, es muy difícil corregir los síntomas por vía de la nutrición, no obstante, sugiere un pequeño curso que ofrece con pacientes similares para establecer rutinas de comportamiento y de alimentación. Hartos de tanta incompetencia, trato de calmarme ya que, entre los doctores y Marga no me dejan otra opción. Sin embargo, me refugio en que, gracias a todos estos problemas, está perdiendo kilos de forma meteórica, claro que, según mi punto de vista «se puede perdonar el bollo por el coscorrón, maño», como decía mi madre que era doña sentencias. Vamos a Urueña el día 1 de agosto de 2011, pueblecito maravilloso en el que cada vez nos encontramos más a gusto. La casita es preciosa, muy pequeña y antigua pero llena de encanto. Regresamos a Madrid el día 17 bastante más fresquitos. Dedico la mayor parte del tiempo a estudiar, leer y poner al día la agenda y los papeles de casa. Estoy organizando la biblioteca y las partituras, nunca me aburro. El día 18 me llama mi hermano José Luis «Charli», para invitarme a comer en el Brasero de Don Pedro, que es un restaurante que nos gusta mucho a los dos. Tiene ocho años más que yo y ya está jubilado, normalmente cambiamos pareceres en cuanto a las etapas de la vida y recuerdos de nuestra infancia. Me dice que cuando dejas de trabajar todo cambia, en un sentido o en otro,

dependiendo de la forma de ser. Ahora comprendo el significado de aquella frase. Si no tienes un soporte afectivo e intelectual, es muy difícil gestionar el tiempo y continuar teniendo buen carácter. En Madrid hace un calor tremendo, me paso el día con el aire acondicionado y le digo a Marga que nos marchemos de nuevo a Urueña, aunque también hace calor no es tanto como aquí y por las noches podemos dormir arropados, además de que para nosotros es un remanso de paz y alegría al mismo tiempo debido al ambiente distendido y rural, con gente próxima y sincera que te hacen pasar muy buenos ratos. Volvemos a Madrid el día 23 para dar una vueltecita a la casa, continúa haciendo el mismo calor, vuelta con el aire acondicionado a tope. El día 28 Marga y yo celebramos mi 65 cumpleaños con una comidita en nuestro restaurante favorito. Recojo las fichas de los alumnos del curso 2011-2012 el día 13 de junio, junto con los horarios de este curso, distribuidos entre los días lunes, martes y miércoles de 9 a 15 horas de cada semana. Dos días después me llama Pipo diciéndome que el loft se ha inundado, cree que por la rotura de una tubería. Viene a nuestra casa porque en la suya no puede quedarse ya que el suelo se ha levantado. Inmediatamente damos parte al seguro y comienzan las obras. La situación fue más grave de lo que parecía en un principio, y tuvieron que levantar todo el parquet, a la espera de que secara completamente antes de volver a colocarlo. Total, que mi hijo compartió nuestra casa durante tres meses, para delicia nuestra y desesperación suya. Qué bueno es revivir los viejos tiempos, el pajarillo volvió al nido. Me entregan los títulos de máster el día 3 de octubre de 2011 en la Secretaría del campus de Vicálvaro y llamo a Fernando Castellano de AXA para tratar sobre una nueva póliza. Vamos al Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés en la avenida de Orellana el día 26, para apuntar a Marga a unos cursos de dietética y alimentación, encaminados a solucionar su problema estomacal. Acude dos semanas y termina harta pues no consigue ningún resultado. Yo la tranquilizo y le digo que, por unas cosas o por otras, está perdiendo peso, que era lo que en principio nos preocupaba.

Capítulo 13

Ruta por Asturias

Me apetece hacer una ruta por Asturias, como se puede comprobar, voy buscando el fresquito, así que el día 30 salimos de Madrid en dirección a los Picos de Europa, Covadonga, Cangas de Onís, Ribadesella, Tazones, Cabrales y subida al Naranco de Bulnes. En el pueblo de Bulnes hacemos el trayecto en el funicular, verdaderamente impresionante. Además de deleitarme con las exquisiteces de la cocina asturiana, hablo en singular porque Marga no come nada, a pesar de que provoca protestas en mi estómago, disfruto de los paisajes como si no los hubiera contemplado nunca. Preparo la reunión de catedráticos para el día 10 de noviembre de 2011. Envío a Lely el libro de Muñoz Molina y contesto a Tito Marco, catedrático de Acordeón del Conservatorio, sobre un tema de regularización de las plazas de catedrático en el Conservatorio, le contesto que podemos quedar antes de las vacaciones de Navidad. El día 21 de noviembre sigo comprobando las listas de recursos humanos para ver si sale anunciada la plaza de Dirección del Conservatorio Superior. Después de salir de la Vice Dirección han ocurrido muchas cosas en el Conservatorio y, aunque no quiero cansar al lector, es interesante informar de que cesaron de manera fulminante a Anselmo de la Campa como director, a instancias de la viceconsejera de Educación, Alicia Delibes, debido a que le sometieron a un acoso y derribo por parte de varios catedráticos, liderados por Ana Guijarro y apoyados por la propia viceconsejera puesto que son muy amigas, para colocarla a ella como nueva directora, hasta que se produjeran las nuevas elecciones. Así pues, he calculado que, en breve, tiene que salir la plaza a concurso, ya que Ana Guijarro está de manera temporal y no tiene la licitación necesaria para presentarse al cargo. Ese es el motivo de mis consultas. El lector se preguntará: ¿es que este hombre no tiene nunca bastante con los palos que le pegan? Buena pregunta, la mayoría de las personas desconocen que soy aragonés, y tengo la máxima que me inculcó mi santa madre respecto a una historia muy divertida del acervo popular aragonés: un tren va circulando a buena velocidad por las vías y comienza a pitar cuando advierte la presencia de un baturrico con su pañuelo a la cabeza que va andando por la vía, el baturro ante el aviso del tren dice con tranquilidad; chufla, chufla, que como no te apartes túuuu. A mí me pasa algo

parecido, en cuanto a que soy capaz de prescindir de cualquier cosa, pero llevo muy mal que me obliguen a ello, sobre todo si no llevan razón. Continuamos con la reclamación contra AXA el día 24 de noviembre, al Centro de Reclamaciones y Atención al Cliente por la limpieza y las cantidades deudoras. Al día siguiente tengo Claustro y Consejo Escolar. También reservo habitación en el Hotel les Dunes Comodore de Benidorm del 1 al 5 de diciembre. Viajamos a Benidorm de nuevo el día 1 para disfrutar de cinco días maravillosos en nuestro hotel de Benidorm. Como ya he dicho, a mí me encanta, pero me gusta más porque a Marga le apasiona ir allí. Mientras yo estoy con mis libros y mis cosas, ella se da unos paseos maravillosos por la playa y por el pueblo, luego viene a buscarme y hacemos alguna excursión. También me gusta utilizar la piscina cubierta para desentumecer los músculos. En una de nuestras excursiones llegamos a Rebolledo y nos ofrecen comprar un chalet, por pasar el tiempo entramos a conocerlo, agradecemos la atención y nos vamos. Otro día vamos a Villajoyosa para comprar su maravilloso chocolate y bajar por las escaleras mecánicas hasta la playa a dar un largo paseo. El día 5 de diciembre regresamos a Madrid con las pilas cargadas, celebrando el clima que hace en Benidorm cuando en la capital estamos casi a bajo cero. Lo bueno de mi nueva vida es que puedo hacer eso, migrar como las aves en busca de las mejores condiciones. Qué gusto da cumplir años.

Capítulo 14

Urticaria en Urueña

Así pues, siguiendo con mi incesante ritmo de escapadas, viajamos a Urueña el día 7 de diciembre toda la familia. Hacemos la compra y preparo una cenita para celebrarlo, ya que el carnicero del pueblo es amigo y conoce mis gustos. Nos acostamos sobre las doce de la noche y, a las tres de la madrugada me despierto con el cuerpo raro, picores, ansiedad, etc. Voy al baño y al encender la luz me miro al espejo y me doy el susto más grande de mi vida, lo que reflejaba el espejo no era yo, era el Increíble Hulk, hinchado, lleno de llagas y rojo como un carabinero. Me asusté mucho, no tanto por los picores como por el aspecto.

—María…María…—susurré a mi hija susurrándole para que se despertara. —Qué pasa? —se quejó adormilada. —Tenemos que ir al hospital. —Por qué? —preguntó sin verme, pues estábamos a oscuras. —Levántate, anda porfa —encendí la luz y se le escapó un grito seco y temeroso. —Cojo mis zapatos y nos vamos —dijo enseguida al ver mi cara.

Marga, Santi y los niños no se despertaron, nosotros montamos en el coche y salimos del pueblo. En Urueña no hay médico y fuimos al pueblo cercano donde hay un dispensario que tiene horario de urgencias. Las señoras que estaban allí diagnosticaron que era una urticaria de origen alimenticio y que, poniéndome una inyección iría bajando. Me pusieron una inyección y yo creí morirme, porque me produjo una reacción tremenda, se me fué la cabeza y estuve a punto de desmayarme. Se asustaron mucho y dijeron que esa no era la solución, que tendríamos que ir al

Hospital de Valladolid. Mientras están hablando, le digo a María que me encuentro fatal y ellas proponen ponerme otra inyección, a lo cual nos negamos en redondo. Salimos hacia Valladolid, tardamos 40 minutos aproximadamente porque durante todo el camino había una niebla tremenda, en ese tiempo pensaba que no llegaría por las reacciones que iba notando. En cuanto entramos en urgencias me ingresan y comienzan a hacerme todo tipo de pruebas. Le dicen a mi hija que puede volver a Urueña si quiere porque yo me quedo ingresado. Son las cuatro de la madrugada. Estuve el resto de la noche con delirios y ensoñaciones.

—Bueno, Adolfo, al menos sabemos que no ha sido una alergia —ya por la mañana, viene el médico sobre las nueve y me mira con condescendencia. —Entonces ¿Qué es? —Tienes los leucocitos por las nubes. Esa ha sido la causa de la urticaria, no la alimentación. —A causa de qué me han subido tanto los leucocitos? —pregunté sin estar seguro de lo que estoy consultando. —Lo desconocemos aun, vamos a ponerte un tratamiento mientras tanto, pero mi recomendación es que vayas a Madrid cuanto antes para que tus médicos te traten allí —recomienda asustándome.

Mi hija había pasado toda la noche allí y estaba delante cuando vino el doctor, con lo cual nos volvimos a Urueña con los informes debajo del brazo, explicamos a todos lo que había pasado y salimos hacia Madrid sin más dilación. Yo me encontraba mejor, supongo que sería por el «chute» que me habían puesto, y el aspecto había mejorado mucho, ya estaba casi normal. Cuando llegamos a Madrid, me llevaron directamente al Hospital Nuestra Señora de América y entré en la sala de urgencias. Mientras el médico leía el informe entregado le íbamos contando cómo había sucedido todo. Cuando termina su lectura, sin añadir nada más, llama a una

enfermera y le dice que prepararan una habitación porque me tenían que ingresar. Mi hija y yo nos miramos preocupados. Total, una semanita de vacaciones pagadas en el hospital, despertándome por las noches para tomarme la temperatura, entrando y saliendo las enfermeras en la habitación como si fuera la Puerta del Sol. El 15 de diciembre me dan el alta en el hospital, con un tratamiento y una dieta estricta para prevenir posibles recaídas. Me someto a un test de intolerancia alimentaria y el día 18 y me llama mi cuñada Concha para para hablar del menú de Nochebuena. Cuando le cuento la historia se echa a reír y dice, «vale, te preparo unas acelguitas». ¿Acaso hay peor tortura? Envío los partes de baja el día 19 de diciembre a la a del RCSMM. Hablo con Hugo Castejón el día 28 y me pide que me pase por la Dirección General de Universidades e Investigación, disculpo mi asistencia y le digo que nos veremos más adelante. El día 30 vamos preparando la cena de Nochevieja, aunque debo ser honesto, si me privan de las delicias navideñas, como que pierde cierto encanto no es así?

Parte XI

(2012-2014)

Capítulo 1

Preparación del Proyecto de Dirección

Álvaro Pombo y García de los Ríos (Santander, 23 de junio de 1939) poeta, novelista, político y activista español, gana el Premio Nadal en enero de 2012 con su novela El temblor del héroe, el día 9 Lionel Messi gana su tercer Balón de Oro para mi regocijo. Es público y notorio el enfrentamiento social que provocan Cristiano Ronaldo y Leo Messi a la hora de decidir cuál de los dos es mejor, para mí ha estado claro desde el principio reconociendo que ambos son increíbles, sin embargo hay una genialidad innata en la Leo Messi que me emociona por lo que ha conseguido el liderato indiscutible, tal y como lo demuestra la concesión del tercer balón de Oro. No es que uno se regocije de tener la razón, pero cuando las cosas quedan demostradas, hay que reconocerlas. El fútbol es un hobby que me entretiene y disfruto con él, en ocasiones las discusiones divertidas en torno a quién juega mejor, quién se merece más la liga etc., son muy entretenidas. Preparo e imprimo el programa de la siguiente audición de alumnos, a la vez que investigo sobre la preparación del Proyecto de Dirección en base al Proceso de Bolonia durante los años 1970, 1990, 2002 y 2006.

—Carlos, te he enviado por correo electrónico los 6 Estudios de Concierto para Clarinete de Julián Menéndez —le aviso en cuanto doy a enviar. —Muchas gracias Adolfo, tengo que preparar alguno en especial para los exámenes? —Yo te recomiendo que los leas todos con detenimiento y determines posteriormente dos para presentar a examen —recomiendo sin entrar en excesivos detalles. —De acuerdo Adolfo así lo haré Alguna preferencia por tu parte? insiste para verificar que hace lo correcto. —Eso es algo muy personal Carlos, yo diría los números 2 y 5 pero insisto, has

de ser tú el que los elijas en función de tu facilidad —respondo no queriendo condicionar en exceso su decisión. —Muchas gracias Adolfo, nos vemos en clase.

El día 23 despierto con un catarro fortísimo que me afecta a los oídos, hasta tal punto que los tengo taponados. Debido a mi profesión y a mi amor por la música, esto presenta una problemática clara y acudo a GAES tan pronto noto las molestias, queriendo solucionarlo cuanto antes. Allí me hacen una revisión y me tranquilizan diciendo que es un síntoma habitual, aunque para un músico sea más incómodo, evidentemente.

—No se preocupe, es normal en el proceso gripal que padece. En unos días mejorará, de todas formas, si la semana que viene persiste la falta de audición, no dude en regresar para quedarse más tranquilo —me dice la amable muchacha para ayudarme a no tener pesadillas con mi pérdida de audición.

Por suerte, como bien decía, fue temporal y recuperé mis cinco sentidos habituales en unos días. Comienzo a retocar la página web para actualizar la Tesis, continúo con el currículum vitae del RCSMM para incluirlo en el Proyecto de Dirección. Se convocan pruebas para solista de los alumnos de Clarinete, para distribuirlos en las distintas agrupaciones del Conservatorio. El departamento ha organizado las pruebas pertinentes para seleccionar a los alumnos en función de sus aptitudes; dependiendo que fuera para la orquesta, la banda o el grupo de música contemporánea. Termino de corregir los apartados 2.1, 2.2, 2.3, 3.1.1., 3.1.2. del Proyecto de Dirección y comienzo a investigar el apartado de resultados académicos del personal docente y de la biblioteca, así como el apartado 3.2.1 referente a los aspectos educativos. Me crea dudas el resultado que ha obtenido el Acuerdo de Bolonia en España, debo decidir si es importante analizarlo ahora de cara al proyecto de dirección, habida cuenta de que lleva casi cuatro años de implementación y prácticamente

no ha surtido ningún efecto. Analizo el calendario escolar a partir del punto 3.2.1 punto 3 sobre la formación del profesorado, los puntos 2 y 1 anteriormente corregidos y el punto 5, que trata de la formación del alumnado. Abro un anexo 2 para explicar este proyecto. Acudo al Departamento de Recursos Humanos, en la calle Santa Hortensia nº 30 el día 20 de enero de 2012, para que me indiquen cuando van a salir las pruebas de a la Dirección del RCSMM finalmente, una vez allí hablo con la jefa de servicios de secundaria Isabel Ortega.

—Buenos días Isabel —saludo muy cordialmente. —Buenos días Adolfo, hacía tiempo que no nos veíamos —responde sonriente. —Ya lo creo, me faltan horas en el reloj para atender todas las cuestiones que tengo pendientes. —Y a qué debo esta visita, si se puede saber? —pregunta con curiosidad mientras alza una ceja. —Pues a que tengo pensado presentarme a la Dirección del Real Conservatorio Superior y llevo un par de meses pendiente de la convocatoria, pero no sale nada. Me da la impresión de que es un poco tarde para eso. —No lo creas, en cualquier caso todavía no han dado vía libre para la preparación de la convocatoria, pero atendiendo a tu visita, te puedo decir que se va a producir de forma más o menos inmediata —Te estoy muy agradecido Isabel, buenos días —y me marché de allí un poco más tranquilo.

Aunque parezca mentira, nadie sabía nada al respecto, comprendo que queda bastante tiempo hasta el mes de julio, pero también es cierto que la primera convocatoria oficial ya ha salido y que el trámite para la presentación requiere su tiempo. Reclamamos la cédula de habitabilidad del loft de Pipo a Juan Antonio Castellanos, perito de AXA.

Hablo con Justo García sobre el acuchillado del parquet, me pide que le llame en una semana para tener tiempo de solicitar el material y acordarlo con sus operarios. Cuando uno es joven y tiene niños pequeños se imagina que, cuando crezcan, los problemas y los esfuerzos serán menores, nada que ver, somos padres hasta el final y nos encargamos de ellos y sus problemas como si fueran propios con la misma preocupación. Incremento la información sobre los puntos 3.1, 3.2 y 3.3 del proyecto de dirección para completar la información sobre el Centro, el profesorado y los alumnos. Me dedico a leer los proyectos presentados en la anterior convocatoria por Manuel Seco, Andrés Zarzo y Anselmo de la Campa para hacerme una idea de la situación. En el proyecto de Manuel Seco, encuentro cosas interesantes respecto a las prácticas del alumnado. Respecto al «Planteamiento del Proyecto», quiero incidir en la necesidad de «una Enseñanza Superior novedosa, actual y realista en cuanto a la oferta educativa, compatible con un nuevo Plan de Estudios, y que tenga como objetivo las prácticas del alumnado para su futuro profesional». Reunión del departamento para establecer los programas de las próximas audiciones, la distribución de los grupos orquestales, y las fechas de las pruebas para repertorista para cubrir dos plazas que han quedado vacantes recientemente en el RCSMM. Trabajo en la introducción del proyecto el día 27, para incluir la idea de sentencia y diferenciar enseñanzas y Centro. El día 23, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ratifica la expulsión de la carrera judicial de Baltasar Garzón. Termino el «Programa de la Audición» del día 28 para enviarlo a profesores y alumnos. Aprovechando el cambio de parquet en el loft de Pipo, encargo el acuchillado y barnizado del parquet del salón de mi casa casa al seguro el día 3 de marzo de 2012, ya que María y Santi se van con los niños a Urueña y podemos quedarnos en su casa cuatro días. En los últimos años he aprendido mucho en el ámbito burocrático y istrativo, pero tampoco me quedo atrás en conocimientos de seguros, obras, compraventas, alquileres y reparaciones. Un hombre muy completo. Solicito en recursos humanos (RRHH), la justificación del baremo presentado, ya que según consta en el apartado 3.2 de las instrucciones: las jefaturas de departamento no se podrán simultanear con los órganos de gobierno, lo cual

afecta a la composición del Consejo Escolar. Parecía que empezaba a vivir una época de mayor tranquilidad, pero me voy dando cuenta de que, por el momento, eso no va a pasar.

Capítulo 2

Libro de poemas de Luis García Simón

El día 18 recibo el libro de poemas de mi cuñado, Luis García Simón, lleno de buenos recuerdos capaces de transportarme a mi infancia, cuando cantábamos juntos desde su terraza frente a la Basílica del Pilar. Lo he leído con mucha atención y me ha asombrado sobremanera la vena artística que tiene. Ha construido el libro a partir de varias poesías, la mayoría de corta duración, pero intensas intensas todas ellas en su contenido, basándolas exclusivamente en experiencias familiares y muy centradas en las personas que la integran. Envío el programa de la próxima audición a jefatura de estudios, e inmediatamente hablo con Álvaro Zaldívar sobre la defensa de la Tesis que realizaré próximamente, me comunica que le han adjudicado la presidencia de las distintas tesis que se van a presentar. Comparativa de los Conservatorios Superiores en la España de 2012, en cuanto a número de alumnos y profesores y la situación istrativa de estos últimos. Hablo con Juan Nieto para pedirle un nuevo favor:

—Pues tú dirás, Adolfo —se acomoda dispuesto a escuchar mi petición. —Verás, me preguntaba si podrías preparar un gráfico para los resultados académicos del Centro y otro para incluir al personal no docente. Como ya te imaginas, es para la preparación del proyecto de dirección.

Mientras tanto corrijo la 1ª parte del proyecto en algunos de sus apartados, a saber:

•Orden 1754/2001 de 11 de Mayo. •Currículo del Grado Superior de Enseñanzas de Música.

•Decreto 36/2010 de 2 de junio. •Plan de Estudios EAS de Grado en Música.

Voy a las oficinas de Postgrado de Móstoles el día 12 de abril, para solicitar la certificación del suplemento de tasas del Máster Oficial. Posteriormente corrijo parte del proyecto y contesto a Juan Nieto sobre las relaciones del personal no docente con el Centro. Me encuentro con Justo Sanz, jefe de departamento, en los pasillos del Conservatorio.

—Adolfo, me viene muy bien haberte encontrado —me da una suave palmada en el hombro al encontrarme. —Tú dirás Justo… —me detengo para escucharle. —Tenemos un examen de LOGSE el día 8 de mayo y al siguiente lunes una reunión de seminario. —Perfecto, descuida que allí estaré —me adelanto antes de que formalice su petición. —Muchas gracias, te enviaré la convocatoria —sonríe aliviado.

Revisión de los alumnos Luis y Adrián el día 27. Repasamos los últimos estudios. Continúo trabajando con mi alumno Adrián a partir de la página 46 porque tiene dificultades con el picado debido a un defecto de colocación que le cuesta corregir.

—Mira Adrián, la colocación interior de tu embocadura no es correcta —me acerco para explicárselo nuevamente. —Ya me lo has dicho Adolfo, hago todo lo que puedo pero no consigo

corregirla. —Es tu último año de carrera y tienes mucho talento. Mi opinión es que te estás acomplejando cada vez más. No se trata de estudiar más, que estoy convencido de que lo haces, sino de confiar más en ti mismo —sé que algunas verdades incomodan, pero son necesarias para recibir el impulso que tanta falta nos hace a veces.

Continuamos trabajando a partir de la página 24 del método Stark para cambiar su planteamiento de estudio. Isidro Barrios es alumno de 2º curso, se fue de Erasmus a Bruselas y pensé que cambiaría su punto de vista respecto al clarinete y a la música en general, pero ha vuelto de Bruselas y está peor todavía, está más confundido pensando que esa experiencia le ha beneficiado, aunque tiene los mismos defectos pero con más seguridad en ellos que antes. El camino hacia el aprendizaje pleno no es sencillo, a veces es fácil errar y confundirse en el camino. La clave? Nunca dar nada por sentado, nunca confiarse demasiado. Realizo unas tablas para valorar los trabajos de investigación de los tres alumnos que van a terminar la carrera este año, Adrián, Isidro y Luis; el resultado es inversamente proporcional a su talento como clarinetistas. Adrián saca un 10, Isidro un 8,33 y Luis un 6,33. Este resultado es bastante usual en los alumnos, se debe básicamente al interés que otorgan al trabajo de investigación con respecto a su proyección como clarinetistas, hay pocos que tengan una igualdad entre talento artístico y madurez intelectual. El día 26 de abril envío los proyectos de investigación a Ana Guijarro y el 31 reservo el chalé para el mes de julio. Concierto de Pipo en el Auditorio Nacional de Música de Madrid el día 7 de junio de 2012 a las ocho. Interpretó de manera magistral dos obras de Carmelo Bernaola, una para clarinete solo titulada Solo para Clarinete y otra para clarinete y piano titulada 3 Piezas para clarinete y piano, las cuales había ofrecido también el día del homenaje en la Real Academia de Bellas Artes estando presente el propio Bernaola, aunque ya estaba muy enfermo. No sé si el lector puede notar que soy un padre henchido de orgullo, pero como suele decirse «al César lo que es del César». Cumpleaños de Lely el día 19 de junio de 2012, cuando me doy cuenta de los años que cumplen los «niños» de la familia me siento más mayor que cuando cumplo yo mismo. Los festejos familiares son, sin duda alguna, los mejores.

La Selección Española de Fútbol ganó la UEFA el día 1 de julio de 2012, por fin. Bendito Iniesta. Estas pequeñas satisfacciones siempre traen alegría al cuerpo. Contraté un seguro para la moto en AMC y voy a la consulta de la doctora Clara Beltrán, otorrinolaringóloga, debido a una sequedad persistente en garganta, nariz y oídos. Me pone un tratamiento para que vuelva en quince días. Contratamos el chalé de Campoamor el día 13 de julio hasta el 1 de agosto. Salimos hacia Campoamor, afortunadamente vamos toda la familia de nuevo, hemos conseguido agrupar las vacaciones juntos. Día 27 apertura de los Juegos Olímpicos de Londres. ¿Qué mejor que desvelarse con la familia viendo algunas competiciones? Verano, la emoción de llevarse unas cuantas medallas, la familia reunida al aire libre frente a la radio o el televisor. Un gran plan. Regreso a Madrid el día 1 de agosto de 2012. De nuevo tenemos que hacer una reclamación a AXA por el loft de Pipo. Estas cosas son eternas. Llamo al perito Juan Antonio Castellanos para tal fin. Durante el mes de agosto, el día 10 fue con mucho el de más calor en España, con temperaturas entre 42 y 44 grados. Se bloquea el ordenador y lo llevo a una tienda de la calle Alcalá para que lo arreglen. Creo que, literalmente, se ha achicharrado. Continúan las insoportables temperaturas en España llegando en algunas comunidades a 45 grados. En estos días uno echa de menos el invierno, bendito frío. Me llaman diciéndome que el ordenador no tiene arreglo y me recomiendan que compre un HP que tienen por buen precio, alrededor de 420 euros. Consulto con mi hijo como siempre en estos menesteres, que es un maestro también en esto, y vamos a verlo en el centro de atención HP. Nos convencen a los dos sobre el aparato y lo compro. Hasta el día de hoy no está dando mal resultado, porque es el que estoy utilizando todavía en este momento. Hay compras que merecen la pena. El día 28 cumplo 65 primaveras. ¿Me jubilo ya, tal y como ha hecho mi viejo ordenador? Creo que no, todavía tengo ideas, inquietudes y fortaleza para cumplirlas.

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isión de alumnos curso 2012-2013 el día 17 de septiembre de 2012, la misma fecha en la que Esperanza Aguirre dimite de la Asamblea de Madrid y de

su escaño como parlamentaria del PP. A mi edad, me doy cuenta de que he vivido momentos históricos muy destacables y, al parecer, sigo acumulando. Tenemos una reunión del Departamento de Viento Madera, donde analizamos en primer lugar la vigencia del apartado 8º de nuestro Plan de Estudios sobre recursos y necesidades, ante la exigencia de algunas especialidades de incluir instrumentos afines de cada familia en nuestra impartición lectiva, con el fin de favorecer la formación integral del alumno y las posibilidades de cara a los grupos orquestales del Conservatorio. Por otra parte, tal y como determina el Decreto 36/2010, por el que se establece el plan de estudios de nuestro instrumento, en su formación complementaria de 1º, 2º y 3º curso, incluye un instrumento auxiliar de la misma familia, motivo por el cual he incluido en la de Clarinete, el Clarinete Bajo y el Requinto. Acceden dos alumnos nuevos en la especialidad de Clarinete; Álvaro Caballero y Enrique Salgado. Todavía entran dos alumnos más el día 26; Samuel Rey y Yaiza Martínez. Hacemos un viajecito Marga y yo a Zaragoza el día 30 de septiembre para ver a mi familia, nos lo planteamos con tranquilidad y he sacado los billetes para un tren que tiene la cualificación de «regional» y tarda cinco horas en hacer el recorrido Madrid-Zaragoza, lo cual me ha traído recuerdos de mi niñez, aunque lógicamente este tren no es como el «correo» que nos trajo a Madrid en 1950, pero tiene bastantes similitudes.

—Qué te parece el tren? —le digo a Marga una vez que estamos sentados en sus clásicos asientos de madera. —No me lo puedo creer, en la época del AVE y nosotros viajando en esta tartana —comenta mirando con cierto recelo alrededor, como quien viaja al pasado y no da crédito a lo que ve. —Verás, aquí hay que aprender algunas cosas, estos billetes son mucho más baratos y el tren corre menos, pero los viajeros tenemos que colaborar porque, realmente, este tren va a pedales…—al mismo tiempo comencé a mover las piernas como si tuviera una bicicleta debajo. —Jajajajaja, que cosas tienes Adolfo.

Cuando el tren comenzó a andar, entendimos ambos la diferencia de precio y de velocidad, y Marga estuvo un buen rato con un ataque de risa recordando mi frase, porque cada vez que me miraba yo comenzaba a pedalear al estilo de Eddy Merckx. Los lujos están bien, a todos nos gustan, pero una aventura al viejo estilo como esta, da para muchas más risas. Yo creo que todavía se está riendo. Nos salió baratísimo y, aunque después de la novedad nos resultó un poco pesado, lo compensaba con creces la experiencia vivida. Estuvimos en el Hotel Don Yo y pasamos tres días inolvidables con mis hermanas y sobrinos. Tengo que reconocer que la vuelta ya no resultó tan agradable, había desaparecido la novedad. Al menos conservamos una divertida aventura para el recuerdo. Audición de Ángela Ahijado el día 8 de octubre de 2012. Aunque Ángela no está trabajando en este momento conmigo, lo hizodurante todo el Grado Profesioneal y guardo un grato recuerdo de nuestras clases en el Conservatorio Ángel Arias, donde terminó el Grado Medio con honores de sobresaliente. Ángela es una persona que, por su timidez y educación no aparenta el talante artístico que encierra. Cuando ha llegado al Conservatorio Superior ya tenía cubierto mi cupo de alumnos y no pude acogerla, no obstante le estoy haciendo un discreto seguimiento porque sé positivamente que ella lo reconoce. Ha concursado recientemente en unas oposiciones a la Banda de la Guardia Real y sacó la plaza. La audición que realizó refleja absolutamente el nivel que tiene, aunque advierto que debe trabajar con más ahínco la parte interpretativa, ya que la parte técnica la tiene superada y ese puede que sea el motivo de un exceso de seguridad que degenera en una cierta timidez en su interpretación. Espero que el tiempo y la experiencia le hagan pulir esa pequeña carencia para brillar como sé que puede hacerlo. Trabajo sobre las notas al Proyecto, a saber;

•Bloque VI B Realización de Pruebas y Actividades obligatorias. •Bloque VII A Es necesario un instrumento de evaluación. •Bloque VII B Podemos retirar el porcentaje pero no el párrafo final, en el resto estaría totalmente de acuerdo. •VII C De acuerdo una vez corregidas las ponderaciones.

•IV B Audiciones Ordinarias. VI Actividades obligatorias.

Acudo el día 24 de octubre a la consulta del doctor Secades, para comentarle que estoy padeciendo un cansancio inexplicable, olvidos cada vez más frecuentes, trastornos del sueño, urticaria vírica, ansiedad alimentaria, constantes ideas obsesivas y una artrosis tratada por el doctor Rodríguez Cazar. El doctor dice que todo parece apuntar a un exceso de tensión interior, producida por el exceso de responsabilidad, no obstante me va a hacer un reconocimiento completo para descartar posibles cuestiones. Exceso de trabajo? Desde cuándo, será que la edad empieza a pesar? Comenzamos a preparar la audición de todos mis alumnos el día 1 de noviembre de 2012 para realizarla el día 26. En la clase de Repertorio Orquestal distribuyo las voces de la siguiente manera:

•Primera voz: Yaiza, Samuel, Benito y Julia. •Segunda voz: Enrique Salvador, Nekane, Carlos y Ángela. •El día 5 comienzo mi gira por las consultas de los médicos recomendados por el doctor Secades: •Consulta con el neumólogo. •Día 12 con el reumatólogo, doctor José Sáenz del Castillo.

El día 14 se convoca Huelga General en España y otros países de la Comunidad Europea. Me hacen una radiografía en la Clínica Fuensanta y vuelvo al reumatólogo, que me entrega las pruebas para llevárselas al doctor Secades, me informa de que no ha encontrado nada anormal. Me envía nuevamente al doctor Carlos Martín de Argila especialista del aparato digestivo. Hace años habría sido impensable llenar mi agenda también con tantas citas médicas. Añorada juventud.

Uno de mis alumnos, Joaquín Oliver, quiere comprarse un clarinete de la marca Yamaha.

—Adolfo, quiero pedirte un favor. —Tú dirás Joaquín —me presto a escucharle muy dispuesto a ofrecerle mi ayuda si está en mi mano. —He localizado una tienda de música en Benifayó que son representantes de Yamaha. —Y qué necesitarías de mí? —Tienen tres unidades de clarinetes de la marca que quiero comprar, y me gustaría que me acompañaras para probarlos juntos. —Sin problema Joaquín, iremos en mi coche, salimos tempranito y estamos de vuelta en Madrid por la noche, ¿de acuerdo? —propongo sabiendo lo importante que es para él no errar en esta compra y lo poco que me afecta a mí realizar un grato viaje en buena compañía.

Llegamos a las 12 de la mañana y, sin tiempo que perder, nos sacan tres clarinetes disponibles para probar. Estamos probándolos hasta las tres de la tarde y parece que ya tenemos claro cuál puede ser el favorito. Le digo a Joaquín que vayamos a comer para despejarnos un poco y a la vuelta estará todo mucho más claro. Un descanso y un buen menú siempre templan el cuerpo y aclaran la mente. Efectivamente hacemos una última prueba después de comer y nos quedamos con el mejor de los tres. Joaquín, satisfecho paga la factura y yo contento porque estoy seguro de que hemos acertado. Nos tomamos un cafecito y salimos hacia Madrid a las cinco. El viaje se nos hizo más corto a la vuelta y llegamos a Madrid a las ocho y media. Palizón tremendo pero deber cumplido. El día 4 de diciembre de 2012 encargo dos cajas de vino tinto y una de champán para las Navidades. Tenemos una audición-evaluación en el propio Aula de Repertorio Orquestal, para lo cual preparo la relación de obras que hemos trabajado durante este trimestre. Vamos a cenar al Asador Avelino Óscar

Barragán, Pipo, Juan Nieto y el que suscribe, el asador está situado en la calle Joaquín Turina nº 48, ya habíamos estado allí en los tiempos del Centro Integrado, cuando salíamos de ruta con las motos en la búsqueda de cualquier momento para pasar un rato juntos:

—Que maravilla —digo con emoción— otra vez juntos y en casa Avelino. —Creo que tendríamos que hacer las reuniones de departamento aquí —dice Juan Nieto con sorna. —No estaría mal —comenta Barragán— si no fuera porque ahora ya no estamos en el mismo Centro. —Tienes razón Barragán —dijo Pipo— qué lástima, cuando papá sea director del Superior nos volveremos a juntar allí los cuatro. El Asador Avelino lo descubrimos hace un par de años, nos dejó tan satisfechos, que siempre que hay una celebración, en este caso por las Navidades, acudimos allí. Cuando algo es bueno, se repite. Reservo el Hotel de Benidorm Les Dunes Comodore del 26 al 30 de este mes.

Recojo el Calendario Escolar 12/13 en la Consejería de Educación. Este año Marga quiere que enviemos las felicitaciones de Navidad, me parece un poco tarde, pero si ella lo desea, adelante. Entrego la evaluación a los alumnos y el documento a la Jefatura de Estudios, repaso la introducción y la adecúo a la defensa del Proyecto. Preparo el programa de la audición y lo envío a los pianistas y alumnos junto con un correo a Justo, jefe de departamento, comunicándole la anulación de matrícula de Iván. Recopilo los correos electrónicos de los Conservatorios Superiores y los envío a los profesores y alumnos, adjuntando un test de cada plantilla. Pretendo presentar dicho test en el proyecto para averiguar la rentabilidad académica de los distintos Conservatorios Superiores en España. Un cúmulo de tensión a causa de tantas responsabilidades, dijo el doctor. ¿Y qué otra cosa espera?

Capítulo 3

Cáncer de mama de Marga

Con la llegada del año nuevo, el día 1 de enero de 2013, trabajo en el Proyecto de Dirección con fuerzas renovadas. Me han soplado al oído que la convocatoria saldrá sobre el mes de mayo, para repasar el listado recibido de los Conservatorios y actualizarlo en cuanto a profesores y alumnos. Analizo la estructura de Centro del RCSMM. La sorpresa nos esperaba cuando fuimos al Hospital Ramón y Cajal el día 20 de enero con Marga, para su revisión preventiva anual del cáncer. Le hacen una mamografía y recogemos el resultado de la mamografía el día 27, como siempre voy a llevarla al hospital aunque tengo que estar a la una del mediodía en el Conservatorio. Cuando llegamos al hospital hay una cola larguísima en la entrada del parking, como en todas las ocasiones que hemos ido, le digo que baje del coche y vaya recogiendo el resultado. Pasa el tiempo y la fila del parking no disminuye, motivo por el cual la llamo y le pido que vaya recogiendo los resultados y después se vaya a casa, puesto que tengo que terminar un trabajo y la espero allí. Con tan mala suerte que cuando recoge la mamografía le dicen que suba a ver al doctor, ella se lleva un susto y me llama. En ese momento estoy comunicando y llama a María que va corriendo al hospital. Afortunadamente María llega pronto y acompaña a Marga a la consulta del doctor.

—Lamentablemente, Margarita, hemos localizado un tumor en el pecho izquierdo que parece estar muy avanzado —les comunica el doctor ante sus inmediatos gestos de pavor y lágrimas.

En ese espacio de tiempo he podido llegar de nuevo al hospital y el cuadro es lamentable, Marga está totalmente rota y María no tiene muchas más fuerzas que ella. Yo tampoco estoy para tirar cohetes con la noticia, pero finjo estar entero para compensar. Voy a solicitar cita con el doctor Cabañas, que es quien la está tratando últimamente, me ofrecen la consulta para el día 5 de febrero. Volvemos a casa entre lloros y lamentos y, realmente, no encuentro palabras para

consolarlas. ¿Acaso existen? Comienzo a preparar una audición para el día 18 de febrero en la cual interpretarán mis alumnos la Sonata en Re menor de Franz Anton Hoffmeister (1754-1812). Sigo corrigiendo un nuevo escrito para la organización de los trabajos de los alumnos de Repertorio Orquestal. El día 5 de febrero acudimos a la consulta del doctor Cabañas y le enseñamos las pruebas, él ya las conocía porque desde el departamento de rayos le habían avisado.

—Voy a pedir de inmediato una analítica y radiografías. Te operaremos con carácter urgente —afirma decidido, manteniendo el control de la situación.

No tenemos mucho tiempo para pensar ni asimilarlo, pero nos alivia saber que todo está en marcha. Mientras tanto continuo organizando los solos de Repertorio Orquestal para el repaso de trabajos de los alumnos. Volvemos a ver al doctor Cabañas con las pruebas solicitadas y, a la vista de ellas, hace una llamada y nos dice que la intervención será el día 20 de febrero. Huelga cualquier comentario sobre la situación anímica de Marga, ha sufrido tanto durante los veinte años anteriores que en estos momentos no tiene capacidad de encaje para más. A veces, la vida es demasiado dura para ofrecer una sonrisa constante, yo solo puedo limitarme a comprenderla, acompañarla e intentar conseguir que se le escape una sonrisa de tanto en tanto. Termino de repasar el Proyecto de Dirección y envío el programa de la audición a David Ruiz. Termino de arreglar el clarinete en La de mi alumno Benito y me reúno con Ana, Mariví y Fernando para completar nuestro registro de grabaciones en AIE, con el fin de percibir el porcentaje establecido por la propia Asociación. Voy a la biblioteca del Conservatorio el día 20 de febrero, para analizar la época y características de la implantación del Decreto de Separación de Grados. Estos quehaceres me mantienen distraído hasta el momento crucial del día 20 , esa misma tarde, intervienen a Marga.

—Finalmente hemos tenido que extirpar parte de la mama izquierda —explica el doctor tras la operación la cual, por suerte, no ha sido muy larga— afortunadamente, la infección no se había extendido demasiado y tengo buenas impresiones con respecto a su recuperación —son buenas noticias, respiramos como si nos acabaran de quitar un peso de encima.

Queda ingresada durante cuatro días en el hospital y volvemos a casa para que se recupere. Quedamos nuevamente con Ana y Mariví para terminar de organizar la relación de grabaciones registradas en AIE. Marga sale del hospital el 24 de febrero, lo hace con una relación de fechas para iniciar la quimio a partir del día 27. Ese día, señalado y nunca olvidado, llegamos a las ocho de la mañana tal y como nos habían citado a la sala de quimio tras una serie de consultas y búsquedas.

—Margarita ¿Prefieres llevar el catéter fijo o que te lo pongan cada día? — pregunta la enfermera, a lo que Marga me mira con gesto interrogante. —Podemos esperar a después de ponerle el primero? —pregunto dando voz a sus dudas. —Sí, sin problema. —Cuántas sesionesson y con qué periodicidad ? —pregunta Marga. —En principio veinte sesiones cada cuatro días —responde la enfermera con cierto agotamiento.

En ese momento, Marga dice que prefiere el catéter fijo. Así da comienzo una situación de consecuencias terribles que provoca el tratamiento en la paciente. Cada sesión dura aproximadamente cuatro horas, y cuando termina Marga está relativamente bien pero, en el espacio de tiempo que tardamos en llegar a casa, su estado físico se deteriora muchísimo, con grandes temblores y provocando malestar general y pérdidas de conciencia.

Cumplimos la 4ª sesión de quimio el día 10 de marzo y ya se empieza a notar la caída del cabello, aunque de forma muy leve. Me gustaría apoyarla todo lo posible, aunque mi cabeza no da más de si con los preparativos de la ponencia de dirección. Las responsabilidades se acumulan y el enfrentamiento entre lo que uno debe hacer y lo que desea hacer, está servido. En casa han cambiado todas las prioridades tengo que conseguir estar lo más relajado posible, incluso atender a las faenas culinarias y de limpieza. Tengo la impresión, cada vez con más fuerza, de que me estoy equivocando de nuevo con el a la Dirección del Conservatorio Superior. Se están dando ciertas condiciones que parece que me avisan de ello, la enfermedad de Marga, el ambiente que noto en el Centro según voy escarbando en su interior, la percepción de grupos en contra de mi candidatura y las dificultades con las que me encuentro en el día a día para trabajar sosegadamente. ¿Será el universo mandándome señales? Recuerdo cómo se produjo mi nombramiento como vicedirector, que me dio la posibilidad de venir a este Centro, y los avatares por los que tuve que pasar con el director mientras los profesores organizaban y practicaban aquello que más les gusta, el acoso sistemático por medio de acciones, palabras o gestos que deterioraban mi imagen, hasta que convencieron al director para que me sacara de la vicedirección. Mi dilema, como siempre, está en trabajar a favor de una idea superior, en este caso del Conservatorio, su actualización y mejora, porque tengo la certeza de que está bloqueada, o plegarme a lo que parece que me dicta la fatalidad de mi destino, por los intereses de los que no quieren que nada cambie para seguir en la poltrona con el lema de «más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer». No obstante continúo trabajando en el Proyecto el día 5 marzo, a partir de la convocatoria de selección de directores:

•3.2.1. Aspectos educativos. •3.2.2. Aspectos externos. •3.2.3 Aspectos de recursos. •3.2.4. Aspectos de relación.

•3.2.5. Aspectos de organización. •Acudo al Departamento de Nóminas

Acudo a Recursos Humanos y me informo sobre los complementos específicos de los cargos directivos, consigo una copia del Real Decreto 1220/1992 de 2 de octubre BOE 254/92 de 22 de octubre, por medio de la cual se derogan las disposiciones de igual o inferior rango que se opongan a lo establecido en el presente Decreto. El día 11 de marzo preparamos los solos de Repertorio Orquestal para primer curso y envío los mensajes a los alumnos sobre las clases de esta tarde. Llamo a Ana, Mariví, Merche y Fernando el día 13 para reunirnos el viernes próximo y continuar actualizando las grabaciones vocales anteriores, con el fin de incluirlas en el archivo de la AIE. Voy a la consulta del doctor Horacio Rodríguez Cazar el día 15 de marzo

—Buenas tardes Horacio, ¿cómo estás? —saludo tomando asiento. —Eso me lo tienes que decir tú Adolfo —me dice mirándome a los ojos con cara traviesa. —Pues no demasiado bien, las manos se van bloqueando, sobre todo cuando hace frío —explico moviendo los dedos con dificultad. —Bueno eso no es una novedad, porque ya diagnosticamos una artritis reumatoide. —Tienes razón, pero necesito que me ayudes a calmar el dolor. Menos mal que ya no tengo que tocar —me lamento imaginando cómo sería sobrellevar aquello en plena temporada de conciertos. —Bueno, no desesperemos. Toma esta cajita de pastillas, Condrosán, y verás cómo te calma mucho.

—Muchas gracias Horacio, espero no verte durante mucho tiempo —le digo al tiempo que le doy un apretón de manos.

Mis propios pensamientos me hacen reír al salir de allí. Puede que en el entorno laboral no esté cosechando muchos amigos, pero en el terreno médico, en los hospitales, empiezo a hacer una buena colección. Le pido a Julia, secretaria de Jefatura de Estudios, que me facilite el número real de matriculaciones y actualice los cargos para colocarlos en el esquema del Centro. Realizamos una evaluación de mi alumno Franc Bermell el día 19 de mayo, mediante la preparación de una audición de Clarinete Solo para él, en el aula 12 de la primera planta. Envío un correo a los alumnos y el programa a Jefatura de Estudios para que lo publicite. Tengo una reunión con Juan Nieto el día 20 de marzo de 2013, para tratar del esquema de las agrupaciones, el proyecto y la presentación del proyecto, falta incluir la Orquesta de Cuerda en el apartado de agrupaciones y decidir la colocación de los esquemas. Acordamos replantear todo el proyecto desde una perspectiva menos agresiva. Llegamos a una primera propuesta del equipo directivo, por ejemplo: Jefatura de Estudios, Enrique Igoa, Alejandro López Román y Juan Nieto Cruz. Vicedirector, Enrique Rueda Frías y secretario Paco Luis Santiago. Con este equipo la propuesta es menos y más edificante en cuanto a contenidos. Juan Nieto me recuerda que falta incluir valores históricos y educativos. Llevamos once sesiones de quimio el día 30 de marzo de 2013, Marga se ha estabilizado un poco y se la ve ligeramente mejor, aunque muy lejos de quién era antes del cáncer. Yo tengo ganas de que acabe la quimio para que le hagan el reconocimiento y saber cómo está la evolución de ese tumor después del tratamiento. No paro de animarla, diciéndole que con ese tratamiento tan fuerte es seguro que han conseguido erradicar cualquier evolución del cáncer, se lo digo porque yo también lo pienso, o lo quiero pensar. Mentalidad positiva, siempre pensar en positivo. Personalmente continúo con mi ronda de doctores, según me prescribió el doctor Secades, hasta el momento todas las pruebas han salido bien, menos la prueba que me realizó el doctor Martín de Arjila, en la que detectaron una anomalía en

el estómago por medio de la cual no me permitía hacer correctamente las digestiones. Vaya por Dios, con lo que a mí me gusta una buena comida. Me han puesto un tratamiento que me va estupendamente. Yo me encuentro mejor ¿Quizás porque no me queda tiempo para pensarlo? Hasta el día 10 de abril he continuado con las correcciones e inclusiones en el Proyecto de Dirección, con los tratamientos de quimio, con mis clases y mis labores culinarias, en las que continúo mejorando. Día 11 realizamos el trámite de cancelación de la hipoteca del loft de Pipo en Caja Burgos. Llamada al seguro Domestic General Insurance por la avería del televisor, lo recogen en casa. A día 12 de abril, todavía no ha salido la convocatoria de directores. He pensado una relación de nombres para la lista de vicedirectores de mi candidatura: Miguel Ángel Jiménez, José Luis Alcain, Teresa Catalán, Susana Cermeño, Antonio Palmer, Manuel Seco o José Segovia Catalán. Me decanto por Manuel Seco, espero que acepte. Hablo con RRHH, dudan de que aparezca la candidatura del RCSMM este año. El día 16 de abril de 2013 se publica la convocatoria de directores, ¡por fin! Tengo una reunión en la cafetería Mama Inés de la calle Hortaleza con Juan Priego, el inquilino del piso, para trabajar sobre el contrato de alquiler con opción a compra y sus posibles retoques en determinadas cláusulas. A partir de la publicación de la convocatoria me convierto en un poseso; estudio los méritos que pueda tener en cada uno de los apartados: apartado 1.1 y 1.2,un total de 5 puntos. Apartado 2.1, 2.2, 2.3 y 2.4 un total de 10.625 Puntos. Apartado 3.1 y 3.2 un total de 1 punto. Apartado 4,1 y 4.2 un resultado de 3,3 puntos. El resultado total es de 19,625 puntos. Día 18. Estudio nuevamente los candidatos más idóneos para la Junta Directiva: vicedirector Manuel Seco, secretario Paco Luis Santiago, jefe estudios 1 Alejandro López Román, jefe estudios 2 Mar Gutiérrez, jefe estudios 3 Juan Nieto. A los dos días de aceptar, Paco Luis Santiago me dice que rehúsa y no me ofrece explicaciones plausibles con lo que me quedo nuevamente pensando que algo está pasando. Vuelvo a darle vueltas y me aconsejan que hable con Ricardo Sanz i Tur, el cual acepta el cargo sin condiciones. Se me hace incluso extraño no encontrarme con nuevas problemáticas. Menuda racha. El día 24 me visita la inspectora de Educación en mi clase, yo no la conocía y fue una sorpresa para mí, porque no es habitual ni entra dentro del protocolo esta

visita personal en mi aula.

—Buenas tardes Adolfo, soy la inspectora. ¿Puedo pasar? —pregunta educadamente tocando la puerta. —Buenas tardes inspectora, claro que sí —afortunadamente en este momento he acabado con un alumno y, hasta dentro de media hora, no espero al siguiente— ¿A qué debo este visita? —atisbo en ella cierto tono de misterio, como si pretendiera darme a entender algo que no puede decirme. No me choca demasiado porque por aquí las cosas son así. —Quería preguntarte si has decidido finalmente presentarte para director. —Pues sí, sobre todo ahora que ya ha salido la convocatoria. —Me alegra tu decisión, posiblemente te llegaran noticias para desalentarte, no hagas caso a ninguna. Hay determinadas personas que pretenden dejar el cargo vacante para que lo siga ocupando Ana Guijarro. —Entonces ¿debo entender que ella se presentará también? —quiero tirar del hilo, parece que está dispuesta a contarme más. —No, ella no puede porque le faltan las credenciales mínimas y necesita dos años más para conseguirlas —Comprendo, si no me presento seguiría ella colocada por la vice-consejera hasta que pudiera acceder por méritos propios. —Digamos que eso es lo que se pretende, pero yo no he dicho nada —susurra cautelosa. —De acuerdo inspectora, gracias por su visita y nos veremos en la oposición.

Me quedé perplejo, aunque ahora comprendía el tono misterioso en el que se desarrollaba la conversación, y también que no hubiera más candidatos entre el profesorado. Era un secreto a voces. Al final, cuando el río suena, agua lleva.

Día 25 de abril de 2003 acudo a la peluquería y después al despacho de Gerardo Álvarez, para trabajar sobre el contrato de compraventa de la calle Hortaleza.

—Buenos días Gerardo, que bonito despacho tienes —le digo nada más entrar. —Buenos días Adolfo, me alegro que te guste, a tu disposición. —Recuerdas que te consulté la viabilidad de un contrato de alquiler con opción a compra sobre el piso de mi suegra? —Por supuesto, la opción la veía muy clara. ¿Ha pasado algo? —Pues no, únicamente quería asegurarme de que entendí perfectamente las cláusulas de aquel contrato. —Bien, vamos a hacer una cosa, dame cinco minutos para buscar en el archivo y lo repasamos nuevamente porque, entiendo que el inquilino está de acuerdo en comprar, no? —Absolutamente, y muchas gracias.

Esa tarde trabajé más relajado en el Proyecto de Dirección. Parece que Marga se va estabilizando poco a poco con el tema de la quimio. Se le ha caído bastante más cabello en este tiempo y ha llegado el momento de solucionarlo. Salimos a comprar una peluca y un pañuelo para la cabeza, vamos a la calle Conde de Peñalver esquina a Diego de León y le pedimos a la peluquera que le afeite la cabeza antes de colocarle la peluca. Quedó guapísima, porque como es muy artista eligió ella misma la peluca y no podía haber acertado más. Salió de allí sonriente y para mí eso ya fue bastante. Al conocer la publicación trabajo en el Power Point de presentación el día 28, realizo los cambios y queda como definitivo el Proyecto en PDF así como la portada el anexo 1 y 2 y el índice, la fecha límite para la presentación es el 10 de mayo. El día 30 de abril es la fecha límite de presentación de la solicitud. Envío un correo electrónico solicitando las fechas de los exámenes. El día 1 de mayo me las envían desde el seminario. Pido a Juan Nieto que incluya Repertorio con

Piano en el Power Point e imprimo el Proyecto de Dirección. Procedo a la revisión de los trabajos de investigación de los alumnos y fijamos las fechas de los exámenes. Hablo con Enrique Igoa para convencerle que acepte el cargo para el equipo directivo, no hay manera. El día 3 terminamos las sesiones de quimio y pido consulta con el doctor Cabañas para que nos explique el resultado. Sigo tratando de convencer a más gente para el equipo directivo y hablo con Manuel Seco para la vicedirección. Me dice que lo pensará, bueno, es más que nada. Vienen mis nenes a casa a comer el día 5, es un placer compartir buenos momentos con mi familia, Marga está encantada y el mundo parece diferente. Un poco de alegría para disipar los fantasmas de las últimas semanas. El día 10 de mayo comienzan los pre-recitales LOE a las diez de la mañana. Esa tarde he quedado en el despacho de Juan Priego para la firma del contrato de alquiler con opción a compra ante su abogado, a las seis y media, en el 2º izquierda de la calle Hortaleza 22. Repaso las fechas de exámenes y nóminas y complemento los órganos de gobierno unipersonales en cuanto a retribución de 2013.

—Buenos días Elena, ¿cómo estás? —Pues mira Adolfo, un poco atacada, desde que se han publicado las pruebas no nos dejan vivir —responde entre resoplidos. —En cierto modo es natural, a mí me ha pasado lo mismo porque llevábamos mucho tiempo esperando. —Dime qué es lo que necesitas. —Dentro de los documentos que debo adjuntar, están incluidos los méritos y tengo de tiempo hasta el 9 de mayo para enviarlos por correo electrónico. ¿Me los puedes facilitar? —Ay Adolfo, si todo se pudiera solucionar así de fácil, te los envío mañana. —Así de fácil? Gracias Elena rezaré por ti en mis oraciones.

—Jajajajajaja, eres muy facilón Adolfo. No las merece, hasta la próxima y suerte.

La presentación del Proyecto es hasta el día 22 de mayo, con un periodo de reclamación de cinco días. Llamo al estudio de Perfusión MIBI el día 15 para solicitar cita para la prueba del estómago y me la dan para el día 27 de junio a las cuatro y cuarto. No me gustaría tener que volver a realizarme esa maldita prueba. Pregunto la valoración conseguida para la defensa del Proyecto de Dirección y me informan que he conseguido 12,1 puntos sobre 15, y que soy el único candidato. El día 24 de mayo tenemos consulta con el doctor Cabañas en el Hospital Ramón y Cajal a las once y media de la mañana. Vamos con nuestros hijos para acompañar a Marga. Cuando entramos en la consulta el doctor, que es muy campechano, dice «no queda nadie más por pasar?». Lo cual da pie a celebrar la ocurrencia.

—Me alegro de veros a todos. Según las pruebas ha desaparecido el cáncer — dice contento, alegre de vernos celebrar aquella noticia entre abrazos y besos— aunque debo advertiros que este tipo de tumores suele ser repetitivo, debéis estar permanentemente al tanto.

Habida cuenta que el doctor Cabañas fue el cirujano que la operó, a partir de ahora estará tutelada por dos doctoras oncólogas que le pondrán el tratamiento oportuno y le harán las revisiones pertinentes, aparte de esto, pasará consulta una vez al año con el propio doctor Cabañas. Por fin respiramos con cierta tranquilidad. Esto sí que sí, se merece una celebración, una de las grandes. Tengo diversas reuniones a partir del día 25 con Mar Gutiérrez, Juan Nieto y Manuel Guillén entre otros, para configurar el equipo directivo. Aparte de Juan Nieto, que es amigo, todos los demás parece que me hacen un favor y se dejan querer. Todo esto me da mala espina. Organizo las fechas de actuación de mis alumnos con los pianistas acompañantes Rafael Marzo y Martín Martín, para la actuación de Alejandro, Fran, Carlos y Javier en los pre-recitales

Preparación del programa con los alumnos el día 30, quedamos por la mañana en nuestro aula. Aunque la acústica no es la idónea, tratamos de ver las obras que van a tocar y valorar las dificultades. Tenemos la suerte de contar con dos pianistas excelentes y convenzo a mis alumnos de que se pongan en sus manos. Parece que todo truena en mi alrededor, que muchas cosas salen mal, pero cuando me centro en la música, la hermosa melodía aleja las malas vibraciones. Qué suerte la mía.

Capítulo 4

Defensa del Proyecto de Dirección. Claustro

El día 31 se realiza la DEFENSA EXTRAOFICIAL del Proyecto de Dirección en la Sala Tomás Luis de Victoria exclusivamente para el Claustro de Profesores. Se me seca mucho la boca, hasta el punto de que, a veces, no puedo articular. Advierto que los profesores que han acudido, incluida la actual directora Ana Guijarro con las gafas de sol caladas totalmente a pesar de la penumbra del ambiente con el fin de poder ver correctamente el Power Point, solamente suponen la tercera parte del Claustro total. Se percibe un claro rechazo en términos generales respecto a mi persona. Sin embargo no deja de sorprenderme que no se haya presentado nadie más. Un buen amigo me dice que están preparando la situación para que salga yo nombrado y al poco tiempo podría presentarse Ana Guijarro, que todavía no tiene la acreditación necesaria. Eso podría tener sentido porque me da la impresión de que se está tramando algo. Solo me queda una pregunta en el tintero «cómo pretenden deshacerse de mí una vez nombrado?». A esa pregunta tendría la contestación en menos de 10 meses. La propia presentación extraoficial para los profesores ya resulta sospechosa, es la primera vez que se celebra este tipo de presentación en la historia del RCSMM. No obstante, he aprendido algo muy importante. Para la Defensa Oficial del Proyecto llevaré una botella de agua. Pasa esta prueba sin consecuencias ya que no era oficial. Calificaciones de los alumnos de Repertorio Orquestal el día 1 de junio de 1º y 2º Curso. Reunión con los alumnos Fin de Carrera para repasar los programas de sus exámenes. Se define el día 14 a las diez de la mañana para la Presentación Oficial del Proyecto de Dirección falta concretar la sala, corrijo las erratas del proyecto el día 6 y los retoques finales del proyecto en cuanto a biblioteca, auxiliares y auxiliares de control. Hablo con Maribel sobre competencias del personal. El momento decisivo se acerca.

Capítulo 5

Defensa Oficial del Proyecto de Dirección en la Sala Manuel de Falla

Día 14 de junio de 2013, presentación del Proyecto de Dirección en la Sala Manuel de Falla, a cargo del aspirante don Gustavo Adolfo Garcés Compans, a las diez de la mañana. Vinieron al acto Marga, mi hija María, mi hermano José Luis y Juan Nieto, no he olvidado mi botellita de agua y el ensayo anterior me ha enseñado mucho. El Tribunal está compuesto por: Álvaro Zaldívar como presidente, la inspectora de educación, Ana Guijarro como actual directora y José Soto en representación del personal no docente. Nunca supe quién había nombrado a Ana Guijarro la directora para integrar este Tribunal, ya que como directora nombrada a dedo por la viceconsejera podría tener sus reparos en que se cubriera la plaza antes de que ella tuviera la acreditación y pudiera optar oficialmente a la misma. Al final de la presentación me comunica el Tribunal calificador que he aprobado.

—Buenos días Adolfo —me saluda Álvaro Zaldívar como presidente del Tribunal. —Buenos días Álvaro —saludo en forma más coloquial. —Como ya sabe, es preceptivo anunciar los resultados de forma privada entre el Tribunal y el aspirante. —No conocía ese extremo, no obstante hágase si es preceptivo. —Bien pues entonces, como presidente de este Tribunal le comunico que ha sacado una puntuación de 7,2 puntos sobre 10. Por tanto resulta usted elegido para el cargo de director del RCSMM. Antes de retirarse necesito hacerle una pregunta. —Claro, dígame.

—Tiene intención de impugnar la puntuación? —La verdad es que no lo había pensado, entre otras cosas porque la desconocía. Ahora bien, cuál es el motivo de la pregunta, si se puede saber? —Realmente es una cuestión de protocolo, muchas gracias y buenos días —me esquiva antes de retirarse.

Debo aclarar que, ante la pregunta del presidente advierto entre los del Tribunal un cierto ambiente de zozobra y desasosiego, por lo que me quedo bastante sorprendido, pero hasta dos horas después no reparo detenidamente en ello. Mi opinión personal sobre el resultado es que no se ajusta ni a la defensa ni a los méritos aportados. Tardaron casi dos horas en dar la calificación, en el Tribunal esta la directora, la inspectora, la cual vino a mi aula para apremiarme a que me presentara y José Soto, probablemente el único imparcial, y era el que estaba más violento cuando entré a recibir el resultado. Creo que dentro del Tribunal se han producido presionescontrarrias a la hora de la calificación, y se han quedado preocupados ante la posibilidad de una impugnación del resultado, con el fin de estar preparados y no pillarse los dedos ni tener sorpresas posteriores. Alegría para mi familia y amigos y tal y com solemos reaccionar ante este tipo de noticias, vamos a celebrarlo con una comidita en el Restaurante El Nido, donde nos cuidan maravillosamente bien. A la comida asisten, además de mi familia, Juan Nieto y Óscar Barragán. Día 17, solicito consulta con Horacio Rodríguez Cazar y compro una batería para la moto en Motos Calleja, con el fin de salir de ruta con mi grupo. Falta la última prueba de las solicitadas por el doctor Secades, la prueba de perfusión MIBI en la sección de cardiología a las cuatro y cuarto. Tengo que llevar zapatillas de deporte, toalla y el pecho afeitado. El día 30 envío un email a los profesores comunicando el nombramiento y la composición del equipo directivo. Cambio de autorización de firmas en el banco y envío un fax a la DAT con la propuesta del equipo directivo. Cambio la situación del piano que tenía Ana Guijarro en el despacho y lo envío al aula 13 junto con la banqueta.

Capítulo 7

Toma de posesión como Director el día 1 de julio de 2013

El despacho se convierte en un hervidero de gente, los de biblioteca solicitando material nuevo, Francisco Martínez, profesor de saxo, para solicitar que se realicen los Encuentros Europeos del Saxofón en nuestra sede, profesores con el nivel 24 solicitando aumentar al nivel 26, la responsable del museo me trae un informe para rescatar las 2ª Jornadas de Instrumenta durante 2 días en la segunda semana de Noviembre y Teresa Catalán para mantener un concurso de composición que se inició el año pasado exclusivamente para la asistencia de sus propios alumnos. El día 4 de julio recibí una convocatoria para presentarme el día 22 en el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Instrucción de Coslada, calle Colombia nº 29 con el abogado Carlos Verdú, respecto al litigio con AXA por motivo del loft de Pipo. Me reuno con la inspectora a las nueve y media, en este caso viene ella a mi despacho, prebendas de la Dirección.

—Buenos días Adolfo, antes de nada enhorabuena por tu nuevo cargo de director. —Buenos días inspectora, gracias pero no tengo tan seguro que sean buenas noticias después de la mañanita que llevo. —Quizá es un poco prematuro tener esta reunión, ya que necesitas aterrizar, ahora bien, sería interesante que, como mínimo, exponga dos o tres datos para tu reflexión y posterior reunión entre nosotros. —Soy todo oídos. —Necesito que me facilites los cupos actuales, que según mis notas ascienden a 141,5, y el documento de renovación de Comisiones de Servicio por listado de asignaturas. Ambas cosas son muy importantes como creo conoces, debido a que supone el entramado del propio Centro.

—De acuerdo inspectora, dame un poco de tiempo y, nada más pasar el mes de julio prometo dártelo preparado junto a un repaso conciso de mi opinión sobre los cupos, los que hace falta renovar y los que decaen por exceso.

El día 5 viene al despacho Elies Montcholi, profesor de Trompa en Comisión de Servicios, solicita el arreglo de su instrumento a cargo del Conservatorio, aduciendo que lo está utilizando para dar clase, le comento que tendrá que hablar con la a, inmediatamente después contesto a Miguel del Barco por su nota de felicitación, agradeciéndole el detalle. Vienen los catedráticos de Composición, Manuel Seco y Alfonso Romero, y me ponen al tanto de la situación del Concurso de Composición celebrado en el Centro el año pasado. Comentan que se hizo sin consultar al Departamento de Composición y solo pudieron acudir los alumnos de Teresa Catalán, tercera catedrática en discordia, motivo por el cual se niegan a que se repita este año en las mismas condiciones. Solicitan que la convocatoria sea abierta para todos los alumnosde composición y el Tribunal esté formado por todos los Catedráticos del Departamento. No puedo dejar de tener en cuenta que este año es vicedirector Manuel Seco, que a su vez es catedrático de Composición, ¡problema! Hago algunas averiguaciones sobre el Departamento de Composición, y puedo contrastar que es un «campo de minas», según comenta el propio Álvaro Zaldívar, y ahora acabo de comprobar que conviene no pisar sin haber comprobado antes. Viene nuevamente Teresa Catalán, tercera catedrática de composición en litigio, y me cuenta su punto de vista sobre la situación, amenazando con que, si no se hace como el año pasado, pedirá que se retire la subvención para dicho concurso, subvención que había conseguido ella personalmente, lo cual recojo como una amenaza y así lo manifiesto. No podía aceptar como director una situación tan desigual para los alumnos de mi Centro y así lo manifesté igualmente. Resumen, hizo todo lo que pudo para que los patrocinadores retiraran el patrocinio. Ya tenía una enemiga declarada y el Centro un concurso menos a los cuatro días del nombramiento. Por hoy ya he tenido bastante, le agradezco su colaboración y le digo que me reuniré con todo el Departamento de Composición cuando haya tomado posición al respecto. Día 10, recibo un correo electrónico de la Fundación FIDAH, la Fundación que patrocinó el Concurso de Composición el año pasado, y me dicen que con las nuevas condiciones, en cuanto apertura para todo el alumnado de Composición y

el Tribunal formado por los tres catedráticos, no aportarán la subvención. Contesto al correo y me pongo a su disposición para hablar del tema, lo que parece no hacerles muy felices. Asumo la responsabilidad y le agradezco la ayuda que puedan prestar, pero si se realiza el Concurso en este Centro y hay subvención para el premio, como director no puedo consentir que se hagan distingos previos con catedráticos ni con alumnos. No volví a saber nada más de ellos. No podía, y no quería hacer distingos con alumnos y profesores en ningún tema patrocinado en definitiva por el Conservatorio. Así va pasando el mes de julio, con visitas más o menos esperadas y tratando temas que consideran que no se han atendido convenientemente, y ven la ocasión de comprobar en este momento la oportunidad de que se lo solucionen. Entre todas ellas la más complicada para mí es la que me plantea Justo Sanz, colega y catedrático de Clarinete, por afectar la petición en parte a nuestro departamento, solicita celebrar en nuestro Centro el Congreso Mundial de Clarinete durante el mes de julio, petición que me pilla descolocado, y le pregunto si desconoce el echo de que durante el mes de julio no tenemos personal en el Centro y las clases han concluido, motivo por el cual no tenemos personal para atender un congreso de esa magnitud. Me dice que conoce la situación, no obstante la organización del congreso correría con todos los gastos. Le pido que me deje dos días para pensarlo y recabar opiniones en la DAT al respecto. El día 15 llamo a Justo y le digo que lamento muchísimo tener que denegar su petición, pero es costumbre en el Centro mantenerlo cerrado ya que nos quedamos sin personal y aprovechamos para realizar obras menores de reajuste y limpieza Me dice que no hay problema, que va a intentar realizarlo en otro sitio, lo cual agradezco fervientemente. Comienzan las deseadas vacaciones a partir del día 1 de agosto de 2013. Los últimos siete meses han sido muy intensos en cuanto a gestiones y trabajo personal, tratando de investigar en profundidad la historia reciente del RCSMM, junto a los motivos y personas que han ayudado, o provocado que esta ocurriera junto a la actuación futura desde la Dirección.

Capítulo 8

Estado de la cuestión

Llevo cinco años destinado en el RCSMM y he podido observar, según consta en mi «Proyecto de Dirección», que el nivel de enseñanza no cumple las expectativas que sugiere el «Suplemento Europeo al Título», dificultando el reconocimiento de nuestros títulos y sus opciones profesionales. Quiero reflexionar sobre este Conservatorio y los motivos que me han llevado a presentarme al cargo, para averiguar por qué ha decaído su interés de cara a la sociedad, al profesorado y alumnado durante los últimos tiempos. Durante el mes de julio, he estado permanentemente en mi despacho, he recibido a personas de muy distinta índole y con muy distintas opiniones, que me han dado la pauta de la problemática del Centro. He podido comprobar que uno de los motivos es la composición de su plantilla actual, formada por ciento ochenta profesores, de los cuales ciento cuarenta están en Comisión de Servicio y por tanto su rango istrativo es el de profesor y no el de catedrático, que sería el preceptivo para ocupar una plaza de índole Superior. El resto, un tercio o menos de la plantilla, son catedráticos al borde de la jubilación debido a que no se han celebrado oposiciones a Cátedra ni se han abordado traslados de otros catedráticos con total aceptación por parte de la istración Educativa. La historia que marca el principio de esta situación es el Real Decreto de 1990, por medio del cual se separaban los grados de los Conservatorios Elementales y Profesionales, de los Superiores, quedando estos últimos sin catedráticos debido a que la mayoría del profesorado saliente fue destinado a los Conservatorios Profesionales tal y como les correspondía por rango y destino. Para proceder a dicha regularización habría que haber convocado inmediatamente Oposiciones a Cátedras para cubrir las vacantes que quedaron vacantes en el Conservatorio Superior y adaptarse totalmente al Decreto, ya que las plantillas de los Centros Superiores tenían que estar nutridas, como hemos dicho anteriormente, exclusivamente por catedráticos numerarios con el fin de otorgar al Centro el rango que le correspondía y poder ofrecer la Educación Superior que los alumnos merecían. Lamentablemente no se hizo así, hay quien echa la culpa a la Dirección del Centro por no proponer al director general de Recursos Humanos convocar las

plazas correspondientes durante veinticinco años o más. En todo caso, la historia sería muy larga de contar, pero la consecuencia real es que esas plazas se han estado cubriendo por medio de convocatorias internas, con profesores de Conservatorios Profesionales de Grado Medio de Madrid que, una vez dentro, han quedado en el Centro en «expectativa de destino» cubriendo una plaza de catedrático que no salía a concurso de traslados, según es preceptivo por la istración. De esta forma llegamos a tener ciento cuarenta profesores de Grado Medio, en expectativa de destino, ocupando plaza de catedrático, con sueldo y funciones asimiladas a dicho rango, pero sin ningun interés de que la situación cambie. Eso en cuanto al interés de los profesores, en cuanto al interés del Centro tengo claro que, en un porcentaje más o menos alto, las expectativas de calidad en el profesorado eran muy bajas, parte porque se sienten arropados en su continuidad y porque su nivel inicial no era el requerido. Desde mi punto de vista los más perjudicados son los alumnos, y eso lo he podido comprobar en los cinco años que he pasado en este Centro. Recuerdo perfectamente mis clases en el Conservatorio Superior y el elenco de profesores que teníamos. Podríamos expresarlo como «cualquier tiempo pasado fue mejor». El día 28 cumplo 66 años.

Capítulo 9

Oposiciones en Castilla la Mancha

El Ministerio de Educación y Ciencia me convoca para unas oposiciones de Cátedra al Conservatorio Superior de Castilla La Mancha de reciente creación, el día 5 de septiembre de 2013, que se realizan en Toledo. Me asignan la presidencia del Tribunal de las disciplinas de Flauta, Oboe, Clarinete y Fagot. Este Conservatorio lleva funcionando muchos años como Conservatorio Profesional, aunque actualmente pretenden otorgarle una estructura académica superior en cuanto a los títulos que otorgará en el futuro. Me hospedo en el Hotel Alfonso VI en la calle General Moscardó nº 16. Me preparo para la «escalada diaria» debido al paseo diario desde el hotel al Conservatorio, ida y vuelta, habida cuenta de la estructura vial que tiene Toledo, y la localización de los dos edificios, de punta a punta de la ciudad, por los que me desplazo. Estas oposiciones me dan la oportunidad de comprobar el nivel de profesorado obligatorio para los Centro Superiores, al comprobar que la convocatoria es bastante acertada y afecta al conjunto de nuestra enseñanza musical. Durante la primera fase de las pruebas, compruebo que el nivel de los aspirantes es muy bajo, y el de los compañeros, mis compañeros de Tribunal, muy poco exigente habida cuenta de que ellos tienen el rango de profesor y no de catedrático. Se tiende a confundir la Enseñanza Superior y su impartición solamente con la mayor o menor pericia al tocar un instrumento exclusivamente, basando en ello todas las expectativas de éxito para pasar a la siguiente fase, motivo por el cual cuando algún aspirante no alcanza la puntuación suficiente, se plantea en el Tribunal una situación incómoda que debo resolver mediante votaciones secretas entre nosotros. En la segunda fase, ante determinadas respuestas de los aspirantes, incluso en intervenciones de los compañeros de Tribunal, les aclaro que una Cátedra es sinónimo de enseñanza y, aunque es irrenunciable tocar muy bien un instrumento, la responsabilidad máxima estriba en saber transmitir a los alumnos la esencia de tu enseñanza. Quedaron varias plazas desiertas, con el descontento de alumnos y ciertos del Tribunal, tiempo después, me enteré que el equipo directivo del Centro había optado por el criterio que tenía establecido desde hacía muchos años el Conservatorio Superior de Madrid, ante plazas

vacantes que no se cubrieron por falta de nivel, contrataron a esos mismos aspirantes para impartir las clases. En una reunión que tuve posteriormente con el director de Recursos Humanos, le manifesté que podían haberse ahorrado las oposiciones, tal y como habían hecho durante tantos años en nuestro Conservatorio. Nos convocan para el juicio por el siniestro del loft de Pipo el día 16 y se aplaza para el día 22 en el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Coslada, calle Colombia nº 29, nuestro abogado es Carlos Verdú. Se celebra el juicio, por fin, y tras dos horas de comparecencias, se retira el Tribunal a deliberar y, después de media hora, aparecen y sentencian a favor de Pipo contra Astrea Gestión, referencia del siniestro 32863, determinando que debe pagar los gastos ocasionados más una cantidad por vivienda fuera de su domicilio durante cinco meses. Tuvimos que celebrarlo, no quedaba más remedio. El Departamento de Piano Repertorista, del que dependía Mar Gutiérrez, se reúne para criticar su actuación como jefa de estudios frente a determinados actos de los profesores. Cabe destacar que Mar formaba parte de ese departamento como profesora, que no catedrática, y se había granjeado la enemistad con varios de sus componentes, motivo por el cual el departamento había elevado un escrito sobre ella a la Dirección del Centro, con el consiguiente problema que crea para esta Dirección por la dualidad de su situación. Aprovecho esta ocasión para hacer algunas reflexiones sobre el profesorado. Tal y como he planteado anteriormente, las distintas situaciones que veía como «extrañas» se están confirmando como definitivamente contrarias a mi cargo, y se van juntando actitudes que lo ponen de manifiesto. Una de ellas puede ser esta que me traslada el Departamento de Piano Repertorista, sobre la cual debo decir que en principio no estoy de acuerdo con el procedimiento seguido por la jefa de estudios, porque pienso que se ha excedido en sus funciones, aplicando un principio de autoridad como revancha a sus conflictos internos con el propio departamento. Cuando hablo con ella, descubro que está convencida de que las prerrogativas que le otorga el cargo la autorizan a ello y tengo que decirle que no estoy de acuerdo, las cosas debo conocerlas yo antes de tomar decisiones. Ya estoy lamentando haberla propuesto para el cargo, pero todavía no había salido verdaderamente su realidad, ya que esa no fue la única circunstancia alrededor de la jefa de estudios.

Capítulo 10

Acoso al Director. Nido de víboras

También me ofreció la posibilidad de conocerla más a fondo y comprobar que, siendo una persona muy válida y con grandes conocimientos, sin embargo no era válida para desempeñar un cargo, porque se imbuía de poder para utilizarlo exclusivamente en su favor. Otra situación que me sorprendió durante mi corto periodo de adecuación al Centro, fue descubrir desde primeros de octubre el Conservatorio empapelado totalmente con fotocopias de páginas de mi Proyecto de Dirección, garabateadas con rotulador y ridiculizando los temas expuestos en ellas y mi persona como creador del proyecto. Le pedí a los subalternos que los quitaran y al día siguiente había otros que los suplían, así sucesivamente durante un mes y medio, devanándome los sesos y tratando de averiguar quién o quiénes eran los autores. Lo comuniqué a la viceconsejera, Alicia Delibes, para que pidiera al inspector que investigara el tema, pero no recibí siquiera contestación. Me dio la impresión de que lo consideraba una «travesura» sin importancia. Directamente no lo pude averiguar, aunque con los antecedentes ya contados en cuanto a las acciones que veía, las miradas que confluían y sacando conclusiones en cuanto a quienes conocían mi proyecto, recordé que había visto a la directora Ana Guijarro en una ocasión, saliendo de Secretaría con mi proyecto en las manos antes de las elecciones. En ese momento debió de cambiar de parecer Paco Luis Santiago, ya que previamente había aceptado el Cargo de secretario, y los demás grupos que se movían alrededor de ella, con lo cual sabía por dónde venían los tiros. Al no recibir contestación de la viceconsejera fui a su despacho y me recibió, junto con la directora general de Educación, a las cuales les enseñé algunas copias de los carteles, pidiéndoles nuevamente que instaran al inspector a descubrir y castigar a los culpables, pues obviamente eran profesores del Centro. Aquí me llevé otra sorpresa desagradable aunque me ayudó a comprender todavía mejor la situación, la viceconsejera fue la que nombró a la actual directora cuando CESARON FULMINANTEMENTE a Anselmo de la Campa, después de un acoso y derribo por parte de un grupo nutrido de catedráticos liderados por la actual directora. Una vez cesado Anselmo había que cubrir ese puesto interinamente hasta que se pudiera cubrir por convocatoria oficial, y la que tenía que nombrarla nuevamente era la propia viceconsejera, motivo por el

cual en ese momento había que retrasar las elecciones hasta que Ana Guijarro tuviera la licitación necesaria para ello, motivo por el cual nombró a la actual directora ya que tenían muy buena sintonía. Después de contarme esto se deshicieron las dos, incluyendo a la directora general, en elogios sobre lo bien que tocaba el piano la actual directora. Recogí el guante y ya no necesitaba más información para terminar de sacar mis conclusiones. Aprendí cómo funcionaban las cosas en este Conservatorio de cara a la viceconsejera y a la directora general, y a la vez comprendí los grupos de poder que se creaban por parte de ciertos profesores hacia determinadas catedráticas y los caminos que estaban dispuestas a recorrer para conseguir sus fines. También entendí por qué se coló en el Tribunal del «Proyecto de Dirección» y por qué me dijo en una ocasión que le gustaría ver mi proyecto. Después me enteré que lo había cogido de Secretaría cuando estaba como secretario Paco Luis Santiago. En fin, el tema en su totalidad y, aunque es largo y espinoso, tendremos tiempo de apreciarlo en toda su dimensión y descubrir las malignas intenciones que surcan los pasillos de ese bendito Centro. ¿Con qué finalidad?

Capítulo 12

Acto de Santa Cecilia 2013

Preparamos un conciliador y atractivo Acto de Santa Cecilia el día 22 de noviembre de 2013, invito al acto al insigne compositor Cristóbal Halffter, antiguo director de este Centro y totalmente olvidado por los poderes fácticos del mismo, para ofrecerle la medalla de oro del RCSMM en honor a su trayectoria en la música y el propio RCSMM. Comenzamos el acto mediante la recepción general del mismo, y continuamos con la entrega de medallas y diplomas. Aquella decisión no fue compartida por mucha gente, todos sabían de mi amistad y respeto por Cristóbal y no me lo dijeron, pero a buen entendedor… Volaban los cuchillos cada vez que Cristóbal, durante su discurso, recordaba innumerables ocasiones que habíamos vivido juntos, cada vez que Marita, su señora, me saludaba o se acercaba al estrado y yo la ayudaba a subir y, sobre todo, en el momento de la introducción y presentación, en la cual descubrí y ensalcé ante todos los presentes, la personalidad enorme de nuestro invitado. Ambos estaban emocionados y también me emocionaron a mí cuando, durante su discurso, fue desgranando una a una las perlas de su trayectoria, incidiendo en algunas que habíamos disfrutado juntos. Aquello me dio la idea exacta de la proporcionalidad que tenía a favor y en contra y comprendí que mis elucubraciones no eran tales. El acto salió precioso, independientemente de los discursos, entrega de medallas y diplomas, preparé una velada musical con obras del propio Cristóbal, interpretadas por algunos profesores, e infinidad de obras a cargo de alumnos de distintos departamentos, repartidos estratégicamente por todo el Salón de Actos y las balconadas del primer piso. Marita, esposa de Cristóbal, le acompañó en todo momento durante el acto. Una vez terminado el concierto, se sirvió un ágape donde pudimos conversar y acercarnos los unos a los otros con una copita en la mano. Estábamos todavía en el mes de noviembre, quedaban siete meses para terminar el curso y llevaba cuatro meses en el cargo. El día 24 tengo una reunión con Mar Gutiérrez, ya que ha planteado una nueva situación de tensión, esta vez contra Juan Nieto, compañero suyo en el equipo directivo y amigo personal mío. Recordemos que llamé la atención a Mar con el tema del Departamento de Piano Repertorista. Por otra parte hemos de tener en

cuenta la gran amistad que me une con Juan Nieto. Pues bien, los «astros» juntaron ambas cosas en la cabeza de Mar y se puso a averiguar datos sobre Juan Nieto, dando como resultado la amenaza de denuncia contra él por incompatibilidades, alegando que daba clases en Musikene tratando de complicarme por haberle nombrado jefe de estudios. Les convoco a los dos en mi despacho y la situación se recrudece. Mar, lejos de achantarse se viene arriba y Juan, que es una persona tranquila y reflexiva, no puede contenerse con lo cual tengo que calmar los ánimos.

—Hola Mar, buenas tardes. —Buenas tardes Adolfo ¿querías hablar conmigo? —Pues sí, ha llegado a mis oídos que quieres denunciar a Juan Nieto. —Efectivamente, no puede dar clase en Musikene y aquí al mismo tiempo. —Entiendo que sabes la situación que se crea, habida cuenta de que estáis los dos como jefes de estudio. —Pues sí, soy consciente, pero esa situación no me afecta en nada a mí. —Se me ocurre pensar que lleváis los dos mucho tiempo aquí y nunca se te ocurrió hacer eso ¿por qué ahora?

No puede decirme nada más allá de «por su propia dignidad». Me choca la respuesta y le digo que me parece que hay algo personal de su parte contra Juan, a lo cual me dice que está dispuesta a seguir adelante. Al día siguiente llamo nuevamente a Mar Gutiérrez a mi despacho.

—Mira Mar, después de nuestra conversación de ayer he reflexionado y no comparto en absoluto tu decisión. —Ya lo imagino Adolfo, pero esa es una decisión mía y no tiene nada que ver

con el Centro. —Bueno, estoy de acuerdo en parte, pero quiero advertirte que, si fructifica la denuncia, sabré positivamente que la has puesto tú y tendré que tomar medidas para preservar al equipo directivo.

Capítulo 13

Navidades en Sanxenxo

Teníamos previsto ir toda la familia a pasar las Navidades a Cuba, pero María y Pipo me lo quitaron de la cabeza debido al delicado estado de salud de Marga que, aunque está mejor, no aguantaría un viaje tan largo con un clima tan cálido. Marga lleva una temporada muy débil, la quimio ha hecho estragos en ella y no puede prácticamente ni andar, por lo tanto, les pido que me sugieran algún sito donde podamos ir todos. María sugiere Sanxenxo, porque ha visto un hotel por internet, el Hotel Hesperia, que tiene Spa, aguas termales, fiesta especial de Nochevieja y no sé cuántas cosas más. A Pipo y Santi les parece bien, a los niños me imagino que también aunque no tanto como Cuba, les digo que voy a llamar al hotel y luego hablamos. Día 20. Después de contrastar con la familia, parece que a todos nos apetece Sanxenxo. Llamo para reservar una habitación individual para Pipo, una habitación doble para nosotros y otra habitación cuádruple para María, Santi, Daniel y Alejandro, en régimen de media pensión del 29 de diciembre al 3 de enero. Viaje familiar a Sanxenxo el día 29 para pasar la Nochevieja. Marga y yo salimos el día anterior por la tarde hacia Zamora, para cenar en el Parador y dormir esa noche antes de continuar viaje. Dimos un paseo precioso por Zamora y después decidimos cenar de picoteos por los barecitos de la zona. Nos acostamos pronto porque al día siguiente queríamos salir temprano. Mis hijos y nietos salían desde Madrid y habíamos quedado en el kilómetro 250 para continuar juntos el viaje. Estuvimos en Sanxenxo hasta el día 3 de enero y disfrutamos de las aguas termales, las piscinas y los alrededores del hotel. Íbamos paseando por el pueblo Danielito y yo de la mano, cuando le dije:

—Mira Danielito, ahí está Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno. —Tú le conoces, Yayo?

—Claro que sí, hemos coincidido en varias ocasiones con motivo de mi trabajo en la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, te apetece saludarle? —No Yayo, me da mucha vergüenza. —Bueno, pues quédate aquí un momentito que voy a saludarle.

Se quedó con el resto de la familia y me acerqué a desearle feliz año. Me saludó efusivamente, teníamos amigos comunes con los que habíamos comido y cenado en varias ocasiones, sobre todo con el presidente de la Sociedad Estatal Luis Miguel Enciso, con el cual le unía una buena amistad. Se alegró mucho de verme por allí y no cruzamos más de cuatro a cinco palabras antes de despedirnos. El Año Nuevo lo recibimos de forma especial, Marga lo pasó fatal, porque había mucho jaleo en el comedor y se subió a la habitación, con lo cual cogí las uvas y el champán y me subí con ella. Por otra parte mis hijos y nietos estuvieron un rato y luego los niños se subieron a la habitación acompañados de mi hija, por lo que quedaron Pipo y Santi que imagino lo pasarían bien.

Parte XII

(2014-2017)

Capítulo 1

Dina Nedeltcheva Tahtadjieva, pianista repertorista

Regresamos a Madrid el día 3 de enero de 2014, menos mal que no continuamos con la primera idea del viaje a Cuba, porque Marga no estaba para esos trotes, realmente ni siquiera hubiera estado para estos, ha sido una paliza para ella. Sé que ha disfrutado, pero también he podido notar el gran esfuerzo físico y psicológico que ha hecho para ello. Cuba y otras locuras tendrán que esperar. Mar Gutiérrez propone crear un grupo de doctores del Centro para organizar una Comisión que pueda dirimir los concursos.

—Sinceramente Mar, habiendo catedráticos, no veo la necesidad —le comento sin pelos en la lengua —esto no es una universidad. —La decisión está tomada, Adolfo —insiste muy ufana.

Una vez más, compruebo su afán de protagonismo, ya que con esta idea pretende quitarse de en medio a personas que no quiere y permite la entrada a otras que en el Centro no tienen la más mínima trayectoria solamente por el hecho de ser doctores, pero la pueden apoyar desde otro ángulo. La técnica de saber rodearse bien para ganar control y que siempre te den la razón. Nuevamente no estoy de acuerdo con la condición de ser el presidente en sus reuniones y decisiones sin embargo si no puedes con el enemigo, únete a él. Le parece bien (o no le queda más remedio) y propone la primera reunión para el día 10 de enero. Durante aquella primera reunión, como promotora de la misma y después de una breve introducción mía, comienza a explicar los motivos del encuentro. Se trata de quince doctores de muy diversas especialidades en el Centro, entre los cuales hay solamente tres catedráticos. Vislumbro entonces la realidad de esta reunión y cuando ya ha terminado su exposición, tomo la palabra siendo fiel a mi estilo.

—Bueno, por si algunos no se han dado cuenta, estamos en un Conservatorio Superior de Música y no en la Universidad —arranco mi discurso ante el inmediato gesto torcido de Mar— motivo por el cual me siento muy honrado de acoger esta iniciativa, pero no puedo dejar de mantener la realidad de nuestra situación, por ello acogeré con gusto las iniciativas que me sugieran siempre y cuando no entren en contradicción con nuestros estatutos fundamentales y no interfiera en el esquema y evaluación de nuestro Proyecto de Dirección.

Y así dejé mi postura clara, incomodase a quien incomodase, no soy hombre de quedarse callado y dejar que todos hagan a sus anchas. Y, además, doy fe de que eso que dicen de que con la edad se pierde la vergüenza y ya no hay miedo a decir cualquier cosa, es completamente cierto. Llega al Centro una pianista repertorista nueva, que el departamento adjudica a mis clases de Clarinete, el nombre es un poco complicado pero intentaré escribirlo con corrección, Dina Nedeltcheva Tahtadjieva. Es un verdadero portento, cuando vino a clase la primera vez le pregunté por su experiencia en este tipo de clases.

—Buenos días Dina, encantado de conocerte —estreché su mano y le mostré el centro—. Creo que te han asignado mi clase para acompañar a los alumnos de Clarinete —expliqué una vez hechas las presentaciones. —Efectivamente, el Departamento de Repertorio con Piano me preguntó sobre mi experiencia y les conté que había acompañado a varios clarinetistas. —Fantástico, pues si te parece concretamos el horario y te facilito los nombres de los alumnos junto con las obras que están trabajando. —Me han dicho que estás dirigiendo una Academia de Música en Mallorca —Le comenté mientras íbamos a buscar los horarios. —Efectivamente, y voy de cabeza tratando de organizar ambas cosas —dijo con gran naturalidad.

Fue una bendición que llegara Dina a nuestro Centro, era lo más auténtico que podía haber en un Conservatorio Superior. Trabajaba con los alumnos como una continuación de las clases de Clarinete, después venían a clase con ella y era un verdadero placer comprobar que todo encajaba con la evolución del alumno, lo musical y lo técnico. Tuvimos mucha suerte ese curso mis alumnos y yo. Y es que, como ya he dicho en más de una ocasión, la vida es continuo aprendizaje. Tener la fortuna de que alguien llegue y te sorprenda nuevamente, enseñándote otras formas de hacer las cosas y empaparte de sus conocimientos, eso, simplemente, vale oro.

Capítulo 2

Reunión con la viceconsejera y Mar Gutiérrez

Se presenta el nuevo inspector el día 1 de febrero de 2014 y quedamos en tener una reunión para repasar los temas del Conservatorio que le han enviado desde la Comunidad. A continuación me convoca Alicia Delibes junto con Mar Gutiérrez para valorar los problemas habidos entre ella y su departamento. Al llegar a la reunión tengo la desagradable sorpresa de que, además de la viceconsejera y la directora general, está allí Ana Guijarro, anterior directora del Conservatorio y protegida suya, que no pintaba nada en aquella reunión, como así lo manifesté.

—No es que me incomode verte, Ana, pero no entiendo el motivo de tu presencia en esta reunión —dije con gran tranquilidad. —Verás, Adolfo, un grupo de profesores ha realizado una queja conjunta hacia Mar Gutiérrez, por lo que he considerado oportuno que estuviera presente la anterior directora debido a la experiencia anterior en el cargo, para que sirva como equilibrio de opiniones —explica la viceconsejera, como si realmente aquella excusa tuviera sentido. —Bueno, en ese caso, el que sobra en esta reunión soy yo —respondo levantándome de la silla—. Antes que nada, también quiero aprovechar para recordar que todavía estoy esperando que venga el inspector a solucionar las pegadas ilegales de carteles contra mí en el Conservatorio. Dejar pasar este tipo de cuestiones no beneficia al Centro en absoluto.

Me despido airadamente y Mar sale detrás de mí. Poco después, tengo una reunión en el Auditorio Nacional con el gerente.

—Encantado de conocerle —manifiesta el gerente del Auditorio Nacional al verme. —Muchas gracias, igualmente —respondo cortés—. El motivo de mi visita tiene como objeto tratar de establecer distintos acuerdos de colaboración entre el Auditorio y el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. —Y cómo se materializarían esos acuerdos? —pregunta con cierto tono de intriga y parte de escepticismo. —Según el Proyecto de Dirección presentado recientemente, pretendo expandir las actividades del RCSMM mediante convenios de colaboración para realizar distintos conciertos de la Orquesta y grupos del Conservatorio en el Auditorio a lo largo de cada curso. —Me parece una idea fantástica —asiente rascándose el mentón—. Lógicamente comprenderá que, en primer lugar debemos firmar un convenio y hacer un estudio de fechas. —Obviamente, si le parece puedo proponer una reunión entre el vicedirector del Centro y la persona que usted determine para tal fin —planteo queriendo movilizar aquello cuanto antes. —Estupendo Adolfo, quedo a la espera de sus noticias.

Reunión con el arquitecto de la Comunidad de Madrid, el día 6 de marzo de 2014, para analizar los cambios estructurales de la entrada del Centro y los s para minusválidos del Conservatorio, puesto que los actuales no se ajustan a la normativa. Cambiamos impresiones mientras paseamos por el Centro y charlamos sobre cuál sería la mejor solución. En este punto concreto el arquitecto dice que lo mejor es preparar un proyecto para presentarlo en la Comunidad y obtener su aprobación. Estoy totalmente de acuerdo con él, por lo que le comento una idea que tuve al ver los s del Hospital Ramón y Cajal mientras acompañaba a mi señora durante el proceso de quimio. Se trataba de un sistema de a la cafetería, conseguí los planos para que los viera con el fin de comprobar su utilidad. Le entrego los planos y quedamos en vernos una vez se haya creado una opinión al respecto. Me siento satisfecho, las terribles y largas horas de espera en el hospital han sacado algo útil y provechoso. Si es

que, de todo se aprende en esta vida. Audición de los alumnos de Clarinete de Adolfo Garcés el día 11, acompañados por Dina. No puedo estar más contento con el nivel alcanzado por mis alumnos gracias a su acompañamiento, no basta con tener talento, es necesario ser empático, paciente y sensible para lograr enseñar y hacer mejorar a quienes tienes al lado. Dina por suerte, cumplía todos estos requisitos. Estamos preparando una nueva página web y empiezo a redactar un prólogopresentación de la misma. Posteriormente viajo a Valencia el día 15, para asistir a una reunión de directores de Conservatorios Superiores, organizada por la Comunidad Valenciana. En esta reunión tengo la posibilidad de cambiar impresiones con varios de ellos sobre la normativa vigente en cada Comunidad y me doy cuenta de que, casi sin enterarnos, se ha producido una evolución importante en los Conservatorios Superiores de España, que podrían ser en algunos aspectos un espejo en el que se inspirara y colaborara el propio Real Conservatorio Superior de Música de Madrid pero que se había quedado en el camino. Con el paso del tiempo nuestro conservatorio, se había quedado estancado e impedido para aceptar cualquier desarrollo académico que no sea el suyo propio. En este trabajo y en este ámbito, es muy importante relacionarse con otros para verificar la importancia del cambio y la evolución. Al día siguiente vuelvo a Madrid para asistir al concierto de la Orquesta Sinfónica del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid bajo la dirección de Jesús Amigo en el Auditorio Nacional. En este concierto actuará como solista Carlos López Onate, que está cursando 6º curso e interpretará el Concierto de Mozart para Clarinete y Orquesta. Este concierto es el primero de un ciclo acordado con el Auditorio Nacional para celebrar conciertos de los distintos grupos orquestales del Conservatorio. Viene al Conservatorio el inspector de Educación el día 4 de abril de 2014. Hemos establecido una cordial relación mediante la cual me propone preparar un concierto en una bodeguilla que tiene en Alcázar de San Juan, con alumnos que estén en últimos cursos de carrera. Sinceramente, en principio no me suena bien, me explica que ya se han efectuado allí actividades artísticas de todo tipo y han tenido muy buena acogida, con éxito de crítica y público. Lo está llevando a cabo de forma personal y altruista, motivo por el cual aprovecha el momento de los alumnos más aventajados y que les apetezca actuar en este tipo de conciertos, obviamente con la aquiescencia de sus profesores para que les sirva como una

experiencia más de cara al público. Quería saber mi opinión al respecto para tener en cuenta la opinión de sus profesores y los estudios generales de los alumnos, con el fin de no entorpecer en absoluto su evolución, teniendo en cuenta que tanto el traslado como el ágape correría por su cuenta, siempre y cuando vayan acompañados por uno o más profesores. Evidentemente la idea me pareció bien y buscamos alumnos para que hicieran un concierto de cuarteto de cuerda y clarinete, hablando con Manuel Guillén como profesor de Violín, para que hubiera una representación de la cuerda y yo mismo como profesor del Centro. Salimos para Alcázar de San Juan con los cinco alumnos el día 10, el profesor de Violín y yo en nuestros dos coches repartiéndonos la compañía. No tardamos más de dos horas en llegar y, al hacerlo, el cielo se nos vino encima. La famosa bodeguilla era un chamizo auténtico, sin espacio, sin ninguna capacidad para el público, aunque realmente no la hubiéramos necesitado porque no acudió nadie. Estaba rodeada por todas partes de tinajas inmensas que inferían a la acústica unos rebotes sonoros amenazadores. Las caras de los alumnos eran un poema, la mía, ni os cuento.

—Disculpe, inspector, pero esto no era lo acordado —le comento discretamente llevándole a un rincón para no crear conflictos con los alumnos. —Bueno, es muy temprano todavía y no ha llegado la gente —se excusa con forzada sonrisa. —No me refiero a eso, las condiciones del local no se ajustan a lo que me dijo, aquí no se puede dar un concierto. —No se preocupe, verá como todo sale a las mil maravillas —asegura desenfadado dándome una palmada en el hombro. —Bueno Adolfo, podemos aprovechar para tocar el programa preparado — comentaron los chicos que, junto con Manuel Guillén, finalmente escucharon mi pequeña reprimenda al inspector—. Nos servirá de ayuda para el examen de fin de carrera de dentro de dos semanas. —¿Qué te parece Manuel? — pregunto algo resignado.

—Los chicos tienen razón Adolfo, por lo menos que el viaje nos sirva para que ellos toquen el programa como un símil del examen.

Ayudamos, junto a los chicos, a colocar los atriles, mientras el inspector salía a comprar un poco de queso, chorizo, pan y unos refrescos que servirían como muestra del «prometido cóctel». Esta situación fue la que dio pie, unos pocos meses más tarde, a algunos «iluminados» para tergiversar los hechos y atacarme frontalmente, aduciendo que había sacado a los chicos del Centro sin salvoconducto, en contra de su voluntad y sin permiso istrativo. Cómo cambia la realidad según la boca que la cuente, verdad? Y qué poco tardan en aferrarse a un pequeño incidente para convertirlo en toda una tragedia griega. Con todo lo expuesto anteriormente, no hace falta decir que teníamos todos los salvoconductos a nuestro favor, ya que los chicos habían ido gustosos, les había servido para hacer un ensayo de su examen fin de curso, habían ido acompañados por el director del Centro y otro profesor y, además, era una actividad propuesta y financiada por el propio inspector de Educación. Lo que preferimos callar, por razones obvias, fueron las condiciones en las que tocaron respecto al local, la acústica y limpieza. En cualquier caso, eso no era responsabilidad nuestra. Otra vez me daba cuenta que había mucha gente retorcida que se moría de ganas por cargar en mi contra. ¿No sería mejor que todos estuviéramos centrados en la música, lo verdaderamente importante? ¿Cuándo quedó relegada a un segundo plano?

Capítulo 3

Correos electrónicos contra el director

A mediados del mes de abril empiezan a llegar correos electrónicos de Luis Ángel de Benito, profesor de harmonía, contra el director, enviados a todos los profesores del Centro a sus correos particulares. Estos correos comienzan con un talante conciliador y amigable, pero rápidamente se convierten en verdaderos panfletos revolucionarios, bombas incendiarias que actúan como catapultas, con el fin de desautorizar, menospreciar y deslegitimar al director del Centro mediante una sarta de mentiras, atacando la idoneidad de su cargo por medio de mermar su trayectoria profesional, personal y hasta su honradez, con la más absoluta impunidad. Nunca tuve o ni proximidad con el protagonista de esta avalancha, si bien compartimos Centro allá por el «pleistoceno» en el Conservatorio Ángel Arias Maceín, nunca intercambiamos más palabras que el hola o adiós de cortesía. Es más, cuando fui nombrado jefe de estudios de aquél Conservatorio y, posteriormente, director, él ya no estaba porque había volado a las «altas instancias superiores», a pesar de no ser catedrático como tantos otros. La sorpresa fue el sentimiento más fuerte que sentí ante aquel ataque frontal, con la absoluta pasividad de todos los profesores del Claustro, actuando con total indiferencia como si allí no pasara nada. Eso me extrañó porque creía que contaba con el apoyo de algún profesor, pero nadie dijo nada, se quedaron como “estatuas de sal” ante tamaña agresión pública. Ya peinaba canas y sabía que en todas partes cuecen habas y surgen conflictos, tramas y manipulaciones, pero aquello era harina de otro costal, en qué momento estaba protagonizando un capítulo de Juego de Tronos? Aquello era indecente. Me produjo una irritación inconmensurable que debía frenar en beneficio del Centro, intenté, al igual que lo hice con la pegada de carteles de mi Proyecto de Dirección pegados en el Conservatorio, llegar al fondo de la situación para comprender el origen de tamaña agresión, me costaba trabajo pensar que el motivo fuera estrictamente personal, motivado porque quisiera llegar a la Dirección por medio de desbancarme. Le conocía suficientemente bien para saber que tenía bastante con su segundo

sueldo de locutor en RNE y lo que cobrara con su categoría de Sacerdote-versusObispo en la congregación mormona. No le veía con cualidades para conseguir la Dirección y, a la vez, le consideraba suficientemente listo para no meterse en esos berenjenales. Me estaría equivocando? A mi edad, y que todavía haya gente que pueda sorprenderme de esta forma parece inaudito. Sin embargo, dándole vueltas a este asunto, sí le veía encuadrado como gregario. Gregario de una persona cobarde que no se atreviera a dar la cara ni a defender lealmente una causa para sí misma si no era mediante el anonimato. Ya tenía pruebas suficientes con el tema de Anselmo, ahí es donde encaja perfectamente el sujeto del gran acoso a mi persona, en el acoso. Ese era el medio donde él más se gustaba, soltando todas sus «Encíclicas Mormonas» mediante las barbaridades que se le fueran ocurriendo, pensando que no arriesgaba nada personal en ello y cometiendo el error de enviar un posterior correo electrónico de su hazaña a la beneficiaria de la conspiración, que no era otra que Ana Guijarro. «Los caminos del señor son infinitos» querido Luis Ángel, tal y como habrás dicho a veces en alguna de tus encíclicas. Nunca pensaste que el correo electrónico que le enviaste a Ana Guijarro felicitándola y felicitándote por «dejárle el camino expedito» hacia la próxima Dirección del Centro, iba a llegar a mis manos. Y es que, hasta para ser un maleante hay que tener cierto talento y no dejar cabos sueltos. Una situación similar se produjo con el acoso al anterior director, Anselmo de la Campa, en ese caso liderado en la sombra por la misma persona que luego accedería a la Dirección, Ana Guijarro, debido al apoyo y cercanía de la viceconsejera.. Tuve oportunidad de conocer la personalidad del acosador en cuestión, Luis Ángel de Benito, mediante una conversación con Ismael del Río, director del Conservatorio Ángel Arias, el cual me hizo revelaciones asombrosas sobre su personalidad desde el más absoluto conocimiento del personaje, debido a ciertas analogías eclesiásticas entre ambos, así averigüé que tenía la categoría de Sacerdote-versus-Obispo en su congregación mormona, y que todos ellos se movían preferentemente dentro del terreno de la conspiración. Al llegar a este punto se hizo la luz y empecé a atar cabos, aquello era para preparar el puesto para otra persona, que podía ser también la que había inspirado la pegada de carteles en el Conservatorio, ya que ella era la única que tenía mi Proyecto de Dirección, apoyados ambos por dos catedráticas más, una de Piano y otra de Composición, y quizás de otras personas menos relevantes en la participación. No me cabe duda, después de haber hablado con el presidente

de la Asociación de Alumnos más todavía, que hay muchas más personas involucradas en la conspiración de la que fui objeto. Del 19 al 23 establecemos un intercambio con la Universidad de Carolina del Norte a través del Instituto Keman el día 19 de mayo de 2014. Por medio de su Fundación vienen cinco alumnos de diferentes instrumentos y, en reciprocidad, irán cinco alumnos nuestros allí pasados unos meses. La Comisión que ha venido a nuestro Centro está comandada por Óscar Espina, un profesor español que terminó sus estudios de Música en nuestro Conservatorio en la especialidad de Clarinete. Tuvimos alguna reunión para preparar el futuro viaje de nuestros alumnos a Carolina del Norte y pude comprobar que Óscar era una persona activa y con un punto de vista especial en cuanto a la música y la enseñanza. Propuso dar un concierto dos días después en nuestro Conservatorio, en la Sala Manuel de Falla con motivo de cerrar el Ciclo del Intercambio, donde interpretaría Introducción, Andante y Danza de Julián Menéndez, para el cual tuvo el gusto de invitarme ya que no le había escuchado nunca. Pocas cosas hay que me gusten más que deleitarme con una obra conocida interpretada por alguien desconocido. Acudí al concierto con Justo, mi colega y compañero de Cátedra.

—Has escuchado tocar alguna vez a Óscar? —le pregunto con cierta inquietud. —Sí, pero hace mucho tiempo, cuando todavía estaba estudiando aquí. —Tengo mucha curiosidad, la obra elegida es de gran dificultad No crees?

Justo me miró y se sonrió, no comentamos nada más porque no era necesario, dejamos que la música explicara todo cuanto hiciera falta.

Capítulo 4

Final de la conspiración

Me llama José Manuel Lumbreras, presidente de la Asociación de Alumnos del RCSMM. Ambos habíamos tenido una buena relación durante el tiempo que llevo de director, me parecía una persona interesante y respetuosa con la que se podía hablar y cambiar impresiones. Parte de nuestro encuentro personal residía en la similitud de ideas en cuanto a temas generales de educación, tanto en el orden musical como en el de la universidad, lo cual aportaba una visión interesante para abordar las problemáticas de la Asociación de Alumnos.

—Verás, Adolfo, me gustaría reunirme contigo en el despacho, si no es problema. —Claro, no hay problema. Te llamo mañana y concretamos.

Concretamos vernos el día 21, puntual como un clavo, se presenta en mi despacho permitiéndome comprobar inmediatamente un cambio radical en su actitud. Contrariamente a lo que era nuestra costumbre, de sentarnos en el sofá uno al lado del otro, se sienta en la mesa de trabajo frente a mí, comprendo que la situación va a ser especial.

—He tenido una reunión con la Asociación de Alumnos —suelta a bocajarro y sin adornos—. Desde ella, se ha acordado proponer tu destitución a la Comunidad de Madrid como director —dice inexpresivo ante mi mirada de estupor.

Y con esa corta y fría frase, me di cuenta que la conspiración había culminado. Allí era donde ya no tenía argumentos para rebatir nada, ya que la postura de la

Asociación de Alumnos del RCSMM invalidaba lo único que me interesaba y me mantenía en la Drección del Centro, solo me faltaba decidir definitivamente mi línea de actuación. La Asociación de alumnos inclinaba drásticamente la balanza contra el fundamento de mi Proyecto de Dirección. Era consciente que esta situación era el éxito final del acoso al que me habían sometido durante todo el curso. Habían atacado mi persona y mi trabajo por todas partes, hasta que, al no conseguir su objetivo acudieron a lo que yo no podía ignorar, independientemente de la veracidad del acoso: a la Asociación de Alumnos, comprando la voluntad de su presidente. Reconozco que la situación estuvo muy bien urdida. Nunca fui indiferente a esta trama, sin embargo quedaba en mi ánimo un atisbo de duda sobre la persistencia del enemigo por aniquilar todos mis proyectos respecto a la música, los alumnos y al Centro, el cual merece algo mejor de lo que ha tenido y, en definitiva, algo mejor de lo que va a tener. Pero, en fin, no siempre vence lo que es justo o merecido, a veces dar un paso atrás no significa languidecer frente al enemigo, sino reforzarse uno mismo buscando algo mejor en lo que ocupar tu tiempo.

Capítulo 5

Acto de Graduación de Alumnos del Curso 2013/2014

El 23 de mayo tiene lugar el Acto de Graduación de los Alumnos del Curso 2013/2014. Invité a este acto al famoso compositor español Luis de Pablo, que nos iluminó con un discurso lleno de música y poesía, además de una pincelada de su arte mediante la interpretación, por parte de dos profesores del Centro, de una obra escrita para dos clarinetes, que se interpretó en directo durante el acto. Todo un deleite para los sentidos. Me llama Alicia Delibes para citarme a una reunión. Yo pensaba que se trataba del tema del acoso, pero se trataba del Concurso Pablo Sarasate.

—Tengo gran interés en celebrar este concurso. Sería el próximo mes de noviembre —me comunica revisando la agenda. —Me temo, Alicia, que para esas fechas yo ya no estaré como director —digo sabiendo que sería algo inevitable. —Ya…—musita sin atisbo de sorpresa—. Y eso? —pregunta pese a que ya está al tanto de los motivos. —Recibirás en breve mi «Dimisión Irrevocable» y tendrás oportunidad de conocer los pormenores de la misma, si es que no las conoces todavía —explico sin querer entrar en más interioridades en esos momentos.

A partir de ese momento me pongo a redactar la dimisión, al tiempo convoco una reunión del equipo directivo para el día 13 de junio y otra de Claustro General para el día 15. En ambas reuniones encuentro una aceptación de la situación muy extraña ante mis explicaciones. El equipo directivo, en su mayoría, estaba inmerso en la conspiración que se había urdido contra mi persona, y el Claustro, aunque conocía sobradamente mi trayectoria, aceptaban como lógico y normal el acoso recibido. Totalmente inexplicable. El proceder de

unos y otros dejaba, sin duda, mucho que desear. Y no lo digo por victimizarme, más allá de eso, en un terreno profesional como este, las formas deberían ser otras y nunca debería obviarse la educación y el respeto como tratamiento a los iguales. En la reunión con el equipo directivo comunico mi decisión de dimitir y explico mis impresiones al respecto. Les recuerdo las dificultades que tuve para conseguir inicialmente el equipo directivo, porque ninguno de los que proponía aceptaba la propuesta, hasta que, poco a poco, tuve que ceñirme a la disponibilidad que se me ofrecía, no a la que yo quería. He tenido claro desde el principio la honestidad y capacidad de trabajo del jefe de estudios Juan Nieto hasta el final, y del vicedirector con la satisfacción de haber colaborado y hacer posible gran parte de los convenios y actividades fuera del Centro hasta que, al final, se encontró salpicado por el acoso que me estaban haciendo y el que le propiciaban desde su propio Departamento, y encontraron un punto débil en él para que salpicara todo mi proyecto. Tampoco he dudado del secretario que se ha mantenido siempre al margen de todas las cuestiones y ha dedicado el tiempo a lo que sustancialmente requiere su cargo. Finalmente he de referirme a los otros dos cargos de jefes de estudios, en los cuales debo criticar la figura de sus ocupantes por distintos motivos. En el caso de Mar Gutiérrez por motivos de desacuerdo con su gestión en diversas cuestiones y en el caso de Alejandro López Román porque había actuado durante ese año ladinamente a favor de la acosadora principal, la anterior directora, amparado en que había sido su jefe de estudios anterior, situación que yo conocía sobradamente y, en principio, aprecié como positiva por la ventaja que suponía el conocimiento del cargo. Doy por finalizada la reunión poniendo en su conocimiento que el día 15 he convocado Claustro General, para informar de mi dimisión irrevocable a partir del 1 de julio de 2014. Una nueva etapa comienza, otra un tanto accidentada llega a su fin dejándome un sabor amargo. No pasa nada, la vida está llena de sinsabores y hay que saber apreciarlos todos.

Capítulo 6

Claustro de despedida del bendito RCSMM

El Claustro de despedida, el día 15 de junio, estuvo plagado de situaciones curiosas. Al igual que hice en la reunión del equipo directivo me dediqué a hacer un repaso sucinto de la situación, comenzando por el anuncio de mi dimisión irrevocable y los motivos de la misma. Aquí aprovecho para explicar la frase «situaciones curiosas» porque, al igual que con otras situaciones de acoso, el Claustro se mantuvo impasible cuando la situación merecía alguna respuesta o intervención por su parte. El caso es que, después de una explicación sucinta, comuniqué que le entregaría la dimisión a la viceconsejera el día 1 de julio, momento en que se producía un año justo desde mi toma de posesión. A partir del día siguiente comencé a preparar el escrito y lo entregué oficialmente el día 27 de junio. Me iba, pero no sin hablar primero. Me iba, pero sin haberme dejado vencer. Como ya he dicho tantas veces, la música es lo primero y, lo bueno, es que la puedes encontrar en todas partes.

Capítulo 7

Presento la dimisión del RCSMM

A partir del día 1 de julio de 2014, estaba libre como un pájaro de las ataduras, acosos y demás zarandajas, motivo por el cual me planteé llevar una vida activa, mental y físicamente hablando para preparar, divirtiéndome, una memoria de las actividades efectuadas durante el tumultuoso curso 2013/2014, que justificara la realización de mi Proyecto de Dirección en una cuarta parte de la extensión que había preparado, divisando la magnitud que hubiera podido tener de no verla interrumpida por envidias, maledicencias y acosos. No soy hombre de dejar las cosas a medias y, ahora que un nuevo mundo de posibilidades se abría ante mí, quería cerrar los viejos proyectos para hacer un comienzo fresco desde cero.

Capítulo 9

Viaje a Mugardos

Eso sí, ahora era libre y comencé por viajar con unos buenos amigos a Mugardos el día 4. A cuestas, mi ordenador, el clarinete y muchas ganas de salir al mar a navegar, respirar ese aire limpio y húmedo de Galicia, sacar los demonios de mi cabeza y tratar de acabar con la mayor parte posible del marisco de la zona. Vuelvo a Madrid el día 30 totalmente renovado y con ganas de empezar el nuevo curso con mis alumnos, que son lo mejor del Conservatorio. Por si no quedaron suficientemente claros los motivos que me empujaron a presentarme a director del RCSMM, voy a enumerar sucintamente aquellos que eran prioritarios desde la perspectiva de una educación musical actualizada. Este fue el Conservatorio donde estudié toda mi carrera, 1960-1968, situado en la calle de San Bernardo y después en la plaza de Ópera donde terminé mi carrera. He podido comprobar que el paso del tiempo no ha tratado bien a mi querido Conservatorio, obviamente han cambiado muchas cosas a lo largo de estos años, pero dos de ellas deberían haberse mantenido dentro de una evolución para adecuarse a las necesidades sociales y artísticas actuales:

•La primera hubiera sido la homologación del profesorado global en su condición real de catedráticos, tal y como obliga el Decreto de Especialidades del Conservatorio Superior. •La segunda adecuar las ratios, el edificio y su enseñanza a la educación y necesidades reales para impartir, según esas necesidades un Título Superior, ofreciendo conciertos y actividades abiertas a la sociedad para la preparación de los alumnos de forma real y presencial, como están haciendo varios Conservatorios Superiores Europeos.

Ninguna de estas dos soluciones se iban a abordar por parte de la Dirección General, ya que el profesorado, en su mayoría, estaba diametralmente en

desacuerdo porque ya que veía peligrar su situación laboral en el Centro al no poseer la cualificación necesaria para estar en él. Durante el curso 2013-2014 pude comprobar estos supuestos y hacerme a la idea de que sería un mero testigo de lo que la rutina estaba marcando en este Centro debido a que no tenía apoyo de la Consejería de Cultura ni del profesorado, motivo por el cual me dediqué a elaborar una sucesión de actividades, que se presentan al final del anexo de este libro para la curiosidad del lector, y dejar constancia de ellas antes de presentar la dimisión al cabo de un año de mandato. Así lo hice y por ello dejo constancia en el anexo de este libro de las actuaciones académicas y artísticas que se produjeron en el RCSMM, con la ayuda inestimable de mi buen amigo y jefe de estudios Juan Nieto Cruz, durante el año que estuve como director.

***

Durante el mes de agosto de 2014, dentro de mi retiro espiritual, leo en el periódico que CCOO ha denunciado el nombramiento a dedo del director del Conservatorio Superior de Música de Tenerife. Sonrío por la cantidad de veces que he estado tentado de poner mi situación en manos de Comisiones Obreras. Quizá hubiera sido yo quien copara aquella portada. El motivo de no hacerlo es que no creo en su imparcialidad, algunos de los profesores del Conservatorio son integrantes de comisiones y he podido observar cómo se producen. Al final, parece que son ellos mismos quienes manejan los hilos en un lado y en otro. Aprovechando el mes de agosto continúo la tanda de consultas médicas que he tenido durante los últimos seis meses, motivadas mayormente por la situación que estaba viviendo, y que mis doctores en su conjunto achacaban mayormente al estrés. He estado en tratamiento para la «gastritis crónica», solucionada a partir del viaje a Galicia y la dimisión del Conservatorio, también he estado en tratamiento para el «trastorno obsesivo compulsivo», la doctora me decía que todo lo que me pasaba no me lo estaba inventando yo, no quería recetarme fármacos y trataba de calmarme. Bravo por ella, tenía razón. Me dio un volante para Psicología y encontré a Estefanía, mi psicóloga de cabecera, que ha sido la protagonista de mi mantenimiento de ánimo. Qué satisfacción tener a alguien

cabal con quien hablar que te muestre el camino de la reflexión y la paz interior. Ha sido como un castillo de naipes pero en positivo, en cuanto he quitado una cosa, todas las demás se han ido resolviendo automáticamente. A veces nos vemos atados a cosas de las que creemos depender y, cuando las soltamos, nos damos cuenta de que la vida es mucho mejor sin ellas. Visito a mi buen amigo el doctor Burgos, mi urólogo de cabecera y, después de hacerme unas pruebas y el reconocimiento pertinente, me dice que he mejorado mucho y puedo dejar de tomar Betmiga, estoy tentado de darle un abrazo, pero soy consciente de que sería poco decoroso así que se lo doy a mi mujer cuando llego a casa. En el mes de septiembre de 2014 comienzo nuevamente las clases en el Conservatorio, realizando los Exámenes Oficiales y Libres. Me nombran para varios Tribunales además de Clarinete, práctica habitual ya que somos muy pocos catedráticos y debemos cumplir con la labor de presidencia de los distintos Tribunales. Envío a Justo Juan Sanz, jefe del Departamento de Viento Madera, los horarios de mis alumnos para este curso. Estoy contento porque tendré el cupo de alumnos cubierto y podremos trabajar más ampliamente incluyendo la clase de Conjunto Instrumental de Clarinete, porque considero que no hay en el Conservatorio ningún otro profesor de Clarinete con mi experiencia para impartir esta especialidad. Me divierte mucho la preparación de la clase, haciendo historia de los solos que trabajamos en cada momento, la situación técnica y armónica del conjunto que rodea al solista, y el protagonismo y la técnica necesarios para desarrollar esta clase, con la ventaja añadida de que me permite valorar el desarrollo del resto de alumnos de Clarinete en primera fila. Comienzo a imprimir los distintos «Solos Orquestales» con vistas a las clases del mes de octubre. Voy a saludar a Horacio Rodríguez Cazar, médico traumatólogo y buen amigo, desde el año que me ayudó a conseguir la minusvalía de la Seguridad Social, me reconoce concienzudamente y prescribe unas sesiones de rehabilitación. El doctor Martín de Argila me recomienda un tratamiento para el flujo gástrico, ventajas y desventajas de la edad. En paralelo a todo esto, acompaño a Marga al Hospital Ramón y Cajal para realizarle unos análisis de cara a la revisión semestral por el tratamiento del cáncer.

Capítulo 10

Final del verano y comienzo del Curso 2014-2015

Encargo a Asesores Musicales, en la calle Rodríguez San Pedro nº 18, la obra Tre per Sette de Gofredo Petrasi. Una obra que estrené en la Fundación Juan Mach hace muchos años y dejó una huella indeleble en mí, debido al tratamiento orquestal y la imaginación derrochada por el autor, un verdadero genio de la composición. El título de la obra define su interpretación, está escrita para trío de maderas; flauta, oboe y clarinete, si bien cada instrumentista debe estar preparado para doblar con el resto de instrumentos de su propia familia, es decir; flautín, corno inglés, requinto y clarinete bajo. Recibo unos libros que había solicitado recientemente: Underground de H. Murakami, impresionante documento, y El Umbral de la Eternidad de Ken Follet recientemente editado. He vuelto a retomar mi afición por la lectura con fuerzas renovadas. Un día a la semana voy al Palacio de Hielo con mis nietos para pasar el día jugando a los bolos, comiendo hamburguesas y viendo la película que más les guste a ellos en cada momento. Consulto los alquileres de chalés en Villajoyosa, guardo muy grato recuerdo de aquel pueblecito, me causó muy buena impresión y me gustaría disfrutar de una semana de tranquilidad y sosiego frente al mar. Qué maravillosa y pausada comienza a ser la vida, verdad?

Capítulo 11

Registro de obras en la SGAE

Llamo a la SGAE y me atiende la señorita Pilar, le comento que necesito registrar los títulos de las obras que hemos grabado con el Cuarteto Manuel de Falla y me pide que acuda al Departamento de Socios Sinfónicos. A los pocos días hablo nuevamente con ella y le digo que ya tengo las copias de las partituras que quiero registrar, y recomienda que me dirija a José María García de Paredes y Aurora Cobo para registrar la Suite de Danzas, Fantasía sobre el amor Brujo y Siete Canciones Populares de Manuel de Falla, según la adaptación de Adolfo Garcés para cuarteto de clarinetes. El día 12 de junio de 2015 registro las obras en la SGAE. Da gusto ser capaz de hacer cosas para uno mismo, por el mero amor a la música, lo que siempre me movió desde un principio.

Capítulo 12

Nacimiento de Goku

Pasó el verano y, dentro de la relación maravillosa que tengo con mis nietos, va tomando forma un deseo que quieren convertir en realidad. Siempre les había apetecido tener un perro pero las condiciones de su vivienda no se lo permitían, cambiaron de casa a un chalecito precioso en Velilla de San Antonio y sus papás vieron la ocasión de oro para otorgarles el tan ansiado regalo. La vida va cambiando y los sueños se van cumpliendo. Llamaron a un criadero en Zamora y encargaron una perrita de agua, que nació el 13 de octubre de 2015. Fueron a buscarla a Zamora María y Santi en secreto, mientras nosotros guardábamos la sorpresa a los niños para presentarles a su nueva mascota todos juntos. Fuimos a la ceremonia de presentación y aquello fue algo sublime, cuando vieron a la perrita no sabían si reír o llorar, al principio se quedaron bloqueados y no sabían reaccionar, estaban nerviosos y exultantes de felicidad. La perrita, a la que llamaron Mia, tenía un mes escaso y era una bolita de color chocolate, un verdadero peluche. Los niños estaban prendados con ella, pero nosotros también. Durante ese pequeño bautizo perruno, cuando Marga tenía en sus brazos al animalito, me miró con ojos soñadores.

—Yo quiero una como esta —dijo con una sonrisa que hacía tiempo no veía.

Y eso era lo único que necesitaba para decir «Yo también». Tardé pocos minutos en llamar al criadero preguntando si tenían alguna otra perrita de esa camada y me dijeron que solo les quedaba un perro. Hubiéramos preferido que fuese hembra, debido a los buenos recuerdos de nuestra perrita Tuba, pero finalmente no dudamos en acoger al último macho de la camada. Fuimos a Zamora y allí encontré a mi «compañero eterno e incondicional», mi

perrito Goku, estamos hablando del mes de enero de 2016. Lo trajimos a Madrid y fuimos directamente a casa de María, allí lo lavamos, achuchamos y presentamos a Goku a su hermanita Mia y a toda la familia, era una delicia verlos juntos. Realmente formábamos una estampa de los más idílica y sonriente y yo no podía sentirme más feliz. Desde ese momento me entrego en cuerpo y alma a mi perro, para procurarle una vida sana y alegre, con sus saliditas diarias, tres como mínimo, su alimentación y sus evaluaciones veterinarias periódicas. Todo un proyecto ilusionante y ameno, para ponerlo en función de su comodidad y para mi regocijo. Con estas y otras cuestiones, voy organizando ahora mi tranquila vida, reconociéndome como una persona afortunada por haber podido llevar a cabo todas las ilusiones que acaricié desde pequeñito, y haber disfrutado de una vida plena y satisfactoria. Desapasionadamente considero que no muchas personas pueden decir lo mismo, lo cual no me motiva especialmente, pero si me da una idea cuantitativa de lo afortunado que he sido. Llega la «bendita jubilación» con el cien por cien de la paga, el día 1 de julio de 2017. Salgo del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid con un suspiro de alivio y ninguna pena en el corazón. Lo que no he podido conseguir para este Centro, es porque no me han dejado y no por falta de ganas e ideas para conseguirlo. Había terminado mi carrera haciendo todo lo que debía hacer en beneficio de la Música, la Interpretación, la Enseñanza y la Gestión, todo ello en contra de personas envidiosas que deseaban lo que no podían tener, y envidiaban que lo hiciera otra persona. Si me despido de tres personas ya son muchas, sin embargo celebro con mis alumnos una comida inolvidable en la cafetería del Centro, a la cual acudieron todos los alumnos de Clarinete del resto de profesores. A la hora de la verdad, como docente, lo importante es la huella que dejas en tus pupilos. Con su simpatía y iración, siento que toda mi labor quedó bien hecha. Me regalaron una placa preciosa y muy emotiva, aunque la «joya de la corona» fue un cuadernito normal y corriente, en el que habían plasmado cada uno de ellos sus ideas, recuerdos y despedida. Aquello me emocionó sinceramente, no

necesitaba más reconocimiento que éste. Este era el auténtico reflejo de mi trabajo, lo que siempre me motivó y lo que siempre vi en la música: el sentimiento, el compañerismo, la unión, el respeto y el cariño. El 28 de agosto de 2017 celebro mis 70 cumpleaños junto a las personas que más quiero, con los besos y abrazos de mi mujer, mis hijos y mis nietos, así como el lametazo tierno de mi fiel amigo perruno. ¿Qué más puedo pedir? Echo la vista atrás, el viaje ha sido movido, ha habido muchas curvas y altibajos, he vivido como he querido, como he podido y como he soñado. Aún me queda mucho, pero ahora es el momento de bajar la marcha, pensar en mí y los míos y, simplemente, disfrutar. Ah, eso sí, LA MÚSICA, por supuesto, que no falte. Mientras estas manos sigan teniendo un ápice de movilidad, en mi casa nunca dejará de sonar la melodía.

Conclusión

El viaje de mi vida es la autobiografía del músico y Catedrático Gustavo Adolfo Garcés, pero también un preciado documento de la España de los últimos setenta años, con sus luces y sus sombras, con sus avances incuestionables y sus luchas cainitas. Los aficionados a la música clásica –pero no solo ellos- están de enhorabuena.

Anexo

Proyecto de dirección elaborado por Adolfo Garcés Compans para el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid

1. Introducción

Como consecuencia de la RESOLUCIÓN de 17 de Abril de 2013, de la Dirección General de Recursos Humanos, por la que se convoca el procedimiento para la selección de Directores de centros públicos no universitarios de la Comunidad de Madrid, D. Adolfo Garcés presenta este Proyecto de Dirección para la candidatura a la Dirección del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, de acuerdo con el siguiente proyecto. El RCSMM es una Institución Pública dedicada a la Enseñanza Musical Superior, dependiente a todos los efectos de la Comunidad Autónoma de Madrid, que se nutre con fondos públicos como fuente exclusiva de sus ingresos salvo contadas excepciones. Durante muchos años ha sido considerado como un Centro Musical Exclusivo y Único en España, debido a la ausencia de otros Centros similares en el ámbito nacional, y a la excelencia de sus docentes y gestores, que aportaron a la Música Española la mayoría de sus profesionales de prestigio. En el transcurso de los últimos años, se han creado varios Centros de Enseñanza Musical Superior en distintas Comunidades Autónomas Españolas, por lo cual el RCSMM ha pasado, a compartir esta docencia con los mencionados Centros Superiores situados en distintas Autonomías: Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-León, Cataluña, Euskadi, Murcia, o Valencia. Paralelamente y como consecuencia de la implantación de las sucesivas Leyes de Educación en España; LGE (1970), LOGSE (1990), LOCE (2002) y LOE (2006), se produjeron cambios sustanciales en el organigrama del RCSMM, en lo concerniente a Planes de Estudio, Plantillas del Profesorado y Especialidades. La publicación del Real Decreto 1220/1992, de 2 de octubre, determina la separación de Grados en los Conservatorios, adjudicando el Grado Superior exclusivamente a los Conservatorios Superiores y estableciendo asimismo que dicha enseñanza fuera impartida exclusivamente por Catedráticos de Música. No obstante, desde ese momento no se han convocado oposiciones a Cátedra en la Comunidad de Madrid, por lo cual, ante la ausencia de Catedráticos para cubrir la plantilla del RCSMM, la istración Educativa convocó pruebas específicas para cubrir dichas plazas en calidad de Comisión de Servicios, quedando los Catedráticos en peligro de extinción progresiva, cada vez más mermados con el paso de los años debido a las sucesivas jubilaciones.

El Decreto 118/2007, de 2 de agosto, del Consejo de Gobierno, establece la Estructura Orgánica de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, configurándola en dos Viceconsejerías; Educación y Organización Educativa. Las Enseñanzas Superiores de Música no aparecieron adscritas a ninguna de las dos Viceconsejerías hasta que, a partir del Curso 2010/2011, como consecuencia del Real Decreto 631/2010, dichas Enseñanzas salieron del ámbito de la Educación Secundaria para integrarse en la Viceconsejería de Educación, dentro de la Dirección General de Universidades, sin poder actualizar todavía su sistema educativo al no disponer de una legislación específica, a la espera de la implantación del Real Decreto de Especialidades para poder estructurar su Plantilla Orgánica y las Especialidades concretas que corresponden a nuestras enseñanzas en los aspectos académico, lectivo y organizativo, mediante los cuales el RCSMM pueda adecuarse a los nuevos tiempos y modelos. La situación generada por la Sentencia de 13-01-2012 del Tribunal Supremo relativa a la impugnación presentada por la Universidad de Granada, en relación a la ordenación de las Enseñanzas Artísticas Superiores establecida por el Real Decreto 1614/2009, declara nulos varios de sus artículos. Esta circunstancia sitúa nuevamente al RCSMM en una situación de indefinición en cuanto a sus titulaciones, habida cuenta de que se había iniciado el Curso 2010-2011 matriculando mediante la enseñanza de Grado para los alumnos LOE. La necesidad de dar una respuesta urgente y rigurosa a la situación que vienen padeciendo las Enseñanzas Superiores de Música, sitúa al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ante un conflicto de urgente resolución. Las tendencias y conceptos educativos de la Enseñanza Musical Superior han cambiado paralelamente a las normas y protocolos de gestión de los Centros Educativos, debiendo acomodarse a las necesidades vigentes en cuanto a la preparación específica de los alumnos como base de su futuro profesional, incluyendo en estas enseñanzas las prácticas necesarias para la consecución de tal fin. El RCSMM tiene la responsabilidad de adecuar su Sistema Educativo para atender debidamente las necesidades que hoy tienen los alumnos, y que deben buscarlas en otras Instituciones para completar su perfil y conocimiento profesional, tales como: JONDE, ESCUELA REINA SOFÍA, JORCAM, ORQUESTA ESCUELA OSM, etc., las cuales incluyen las prácticas que no reciben al terminar la carrera superior en el RCSMM. Este Proyecto de Dirección pretende ser un documento de gestión que marque el rumbo a seguir desde el punto de vista educativo, artístico y ejecutivo del

Centro, como respuesta al proceso de planificación, necesidades de gestión, programación, factores internos, externos, sociales y de relaciones entre los del Centro y su entorno. Desde una Dirección Profesional con experiencia, ofrece soluciones actualizadas, viables, realistas y sensatas en los aspectos educativos, formativos y estructurales, para asumir la Dirección del RCSMM durante los próximos cuatro años.

2. Justificación del proyecto

2.1. Razones que justifican la presentación del proyecto

La trayectoria y experiencia profesional de este candidato en aspectos musicales, educativos y de gestión, avalan la preparación y conocimiento necesarios para optar a la Dirección del RCSMM, presentando un Proyecto basado en tres pilares:

•Primero: Recuperar los valores históricos del RCSMM como referente en la Educación Musical Superior, mediante la necesaria e inexcusable actualización de ideas y sistemas aplicables a la docencia y a la Dirección. •Segundo: Convertir el Conservatorio en un Centro participativo en el que los distintos Órganos de Gobierno tengan opción y responsabilidad en la toma de decisiones. •Tercero: Desarrollar el modelo de Dirección para nuestro Centro apoyándose en el perfil, preparación y experiencia personal adquiridos por el candidato en los ámbitos académicos, estructurales, istrativos y organizativos de la enseñanza musical en España.

2.2. Perfil, justificación y capacidades del candidato

Durante la etapa de formación musical de este candidato (1957/1965) el RCSMM era el Centro de referencia en España. Lo fue durante la mayor parte del siglo XX como consecuencia del trabajo y la dedicación de los profesores

que formaban su Claustro bajo la dirección de músicos tan notables como: don Jesús Guridi, don José Cubiles, don Cristóbal Halffter y don Francisco Calés. Esta experiencia y la adquirida en mi propia etapa profesional educadora, me lleva a afirmar que el director debe imprimir un estilo personal en el Centro apoyado en una serie de capacidades necesarias para el buen desempeño de la tarea:

•Integración, para involucrar a los distintos estamentos del Centro en la consecución de los objetivos. •Autonomía, para desarrollar el programa de actuación mediante el Proyecto de Dirección. •Profesionalidad, para motivar a las personas que están al cargo del funcionamiento del Centro. •Organización, para dirigir, decidir y controlar el organigrama del mismo. •Eficacia, para conseguir los objetivos propuestos con los medios disponibles. •Coherencia, con la situación real del Centro, su problemática y sus necesidades y, finalmente, •Evaluación, con los indicadores de calidad definidos por el Equipo Directivo y negociados con los Órganos de Gobierno del Centro.

2.3. Perfil, capacidades y estructura del equipo directivo

El conjunto de perfiles que debe reunir el equipo directivo para llevar a cabo este proyecto son los siguientes:

•Integración, que propicia la coordinación y participación de todos los estamentos de la Comunidad Educativa. •Innovación, como motor del centro. Ante la ausencia de innovación la organización se resiente y, antes o después, desaparece. •Gestión, que engloba y aúna la planificación y la organización, y constituye una parte fundamental de la eficacia como hilo conductor de los demás perfiles. •Burocracia, que define el conjunto de los perfiles istrativos. •Gestión académica, que afecta básicamente a los procedimientos económicos, burocráticos y académicos.

Considerando la estructura orgánica del RCSMM, distribuimos las competencias del Equipo Directivo, delegadas expresamente por el director, mediante las siguientes:

Estructura y competencias del equipo directivo

3. Diagnóstico

3.1. Contexto del centro

El RCSMM tiene su sede en la C/ Doctor Mata, donde está ubicada su puerta principal, aunque tiene habilitada la entrada exclusivamente por la C/ Santa Isabel nº 53, junto al Museo Reina Sofía. Este edificio pertenecía al antiguo Hospital Clínico San Carlos, fue rehabilitado por los arquitectos Manuel e Ignacio de las Casas y Jaime Lorenzo en 1987 e inaugurado el 12 de Diciembre de 1990 por el entonces Ministro de Educación y Ciencia D. Javier Solana Madariaga. Está muy bien comunicado, tiene por metro, autobús y tren de cercanías. Es un edificio que, en el momento de su inauguración, cumplía adecuadamente con los requisitos necesarios marcados por las enseñanzas del RCSMM.

3.1.1. Instalaciones

El RCSMM tiene una superficie útil de 10.352 m2, insuficiente actualmente para los 575 alumnos (156 de LOGSE y 419 de LOE) y 147 profesores que conforman su plantilla. El edificio dispone de 45 aulas de distintos tamaños, la mayoría no insonorizadas, también se utilizan los antiguos Seminarios, ocho en total, por falta real de espacio. Dispone, además, de tres Auditorios, insuficientes para realizar los ensayos y actuaciones de las Grandes Agrupaciones, tanto en espacio escénico como en entorno para realizarlas. Las características de estos Auditorios son:

•Sala Manuel de Falla: Espacio escénico; 8 m de boca, 42 m de fondo, 8,5 m

de altura. •Auditorio Tomás Luis de Victoria: Espacio escénico; 18 m de boca, 22 m de fondo, 5 m altura •Auditorio José Cubiles: 120 m de superficie, destinado para actividades internas.

También hay un Laboratorio de Electroacústica y un aula de Informática que resultan insuficientes para las necesidades de estas asignaturas. Independientemente de las Aulas y Auditorios reseñados, el RCSMM cuenta con una Sala de Juntas, que hace las veces, ocasionalmente, de Sala Polivalente y 24 cabinas de estudio, de las cuales solamente 7 están insonorizadas, pudiendo contar durante los fines de semana, en horarios determinados, con algunas aulas como cabinas de estudio. El Hall de entrada del edificio está habilitado como zona de descanso para los alumnos, sin embargo el Centro no dispone de sala de profesores. El RCSMM tiene habilitados una serie de despachos destinados a gestión y istración, Secretaría, despachos de Dirección y equipo directivo, además de la Biblioteca, el Museo y la cafetería.

3.1.2. Análisis del centro

Para analizar, clarificar y ampliar el contexto del centro, vamos a resumir los conceptos más relevantes:

Órganos colegiados de Gobierno

Consejo Escolar: según el artículo 126 de la LOE, la composición del Consejo Escolar del RCSMM es la siguiente: el director como Presidente,

un Jefe de Estudios, cuatro Profesores elegidos por el Claustro, cuatro Alumnos elegidos democráticamente, un representante del Personal de istración y Servicios, un representante del Ayuntamiento, y el Secretario del Centro que actuará como Secretario del Consejo con voz pero sin voto. El artículo 127 de la LOE, establece sus competencias. Claustro de Profesores: según el artículo 128 de la LOE, el Claustro de Profesores es el Órgano propio de participación de los profesores en el gobierno del Centro, y tiene la responsabilidad de planificar, coordinar, informar y decidir sobre todos los aspectos educativos del Centro. Será presidido por el director y estará integrado por la totalidad de los profesores que presten servicio en el Centro. El artículo 129 de la LOE, establece sus competencias.

Especialidades y materias que se imparten

Según el Real Decreto 631/2010, de 14 de Mayo del Consejo de Gobierno, por el que se establece el Plan de Estudios de Enseñanza Superior para las Enseñanzas Artísticas Superiores en Música de la Comunidad de Madrid, las especialidades que se imparten en el RCSMM a partir del curso 2010/2011 son las siguientes: Composición, Dirección, Musicología, Pedagogía, Producción y Gestión, Sonología e Interpretación. La especialidad de interpretación la conforman 4 itinerarios, a saber:

•Itinerario A. Instrumentos de la orquesta, banda y percusión: Arpa, Clarinete, Contrabajo, Fagot, Flauta, Oboe, Percusión, Saxofón, Trompa, Trompeta, Trombón, Tuba Viola, Violín y Violonchelo. •Itinerario B. Instrumentos polifónicos modernos, excepto Arpa: Piano, Guitarra y Acordeón. •Itinerario C. Clave, Órgano, Instrumentos de Cuerda Pulsada del Renacimiento y el Barroco, Flauta de Pico, Traverso Barroco, Violín Barroco, Viola da Gamba

y Violonchelo Barroco. •Itinerario D. Canto.

Características del profesorado

Los 147 profesores que tiene actualmente el RCSMM se distribuyen en dos niveles istrativos: nivel 24 y nivel 26. El nivel 24 corresponde a los Profesores con Destino Definitivo, Profesores Interinos y Profesores Especialistas, y el nivel 26 corresponde a los Catedráticos y Profesores en Comisión de Servicios.

Todos ellos se distribuyen actualmente en 11 Departamentos Didácticos, a saber: DEPARTAMENTOS DIDÁCTICOS •COMPOSICIÓN Y TEORÍA DE LA MÚSICA •CONJUNTOS •INSTRUMENTOS DE VIENTO MADERA •INSTRUMENTOS DE VIENTO METAL Y PERCUSIÓN •INSTRUMENTOS DE CUERDA •INSTRUMENTOS DE TECLA •MÚSICA ANTIGUA •MUSICOLOGÍA •PEDAGOGÍA •PIANO COMPLEMENTARIO •REPERTORIO CON PIANO

Características del alumnado

Como consecuencia de los acuerdos establecidos en la Unión Europea en materia de educación, se han incorporado al RCSMM alumnos de distintas partes de Europa. Otros acceden al Conservatorio Superior procedentes de diversos puntos del ámbito nacional, de Conservatorios Profesionales de distintas ciudades españolas, motivo por el cual su perfil social, intelectual y cultural es muy variado. La edad media del alumnado oscila entre 18 y 25 años, y su objetivo es obtener el Título Superior, por medio de la práctica y

conocimientos necesarios para desarrollarlos profesionalmente en el futuro.

Resultados académicos

En el Curso 2012/2013 hay un número total de alumnos de 575, y en el Curso 2011/2012 hubo 558, lo cual arroja un incremento sustancial. En el Curso 2012/2013 figura un número total de 617 matrículas, 447 de LOE y 170 de LOGSE, mientras que en el Curso 2011/2012 hubo un total de 602 matrículas. Esta comparativa aporta un descenso que, si bien no es significativo, debería ser analizado en profundidad. Teniendo en cuenta que el Grado Superior de Música se divide en cuatro cursos, los resultados académicos no siempre son similares y, por tanto, es conveniente analizar el detalle: en la Convocatoria Ordinaria para el Examen Fin de Carrera del Curso 2011/2012 había 151 alumnos, de los cuales se examinaron 112 y obtuvieron los siguientes resultados: 107 aprobados, 5 suspensos, 1 anulación y 38 no presentados. En la Convocatoria Extraordinaria para el Examen Fin de Carrera había 44 alumnos, de los cuales se examinaron 19, obteniendo los siguientes resultados: 12 aprobados, 7 suspensos, 1 anulación y 24 no presentados. Consideramos que, tanto estos resultados como el seguimiento de los alumnos una vez finalizada la carrera, deberían ser motivo de estudio y análisis por parte del Centro, con el fin de evaluar en profundidad para los resultados profesionales obtenidos.

Personal no docente

La plantilla orgánica del Personal no docente en el RCSMM es de 25 personas, entre Funcionarios y Personal Laboral distribuidos de la siguiente forma: Personal de istración, Auxiliares de control e información y Auxiliares de obras y servicios. Cada uno de estos grupos se distribuyen a su vez en distintos niveles, a saber: Personal de istración; 2 istrativos y 7 Auxiliares, 5 de ellos Funcionarios y 2 Laborales. Auxiliares de control e información, 12

laborales. Auxiliares de obras y servicios 4 laborales. El servicio de seguridad lo facilita la Comunidad de Madrid por medio de un contrato de prestación de servicios mediante concurso público.

Biblioteca

La biblioteca del Real Conservatorio es un centro de referencia a nivel Internacional para todo investigador en materia musical. Realiza una función de apoyo a nuestra comunidad educativa, cifrándose en una media de 800 consultas presenciales al mes. Su personal está adscrito al centro como Personal No Docente y está distribuido de la siguiente forma:

•1 Jefe de Biblioteca. Grupo B •2 Técnicos Superiores laborales, Titulados Superiores •1 Auxiliar istrativo, laboral. Jefe de Negociado •1 Ayudante de Biblioteca del Grupo B •1 Ayudante de Archivo Grupo B, vacante en estos momentos

Para ofrecer una atención de calidad y continuidad en el servicio de consulta y préstamo, evitando las quejas de los s ante los cierres temporales, sería necesaria la dotación de dos plazas más de Auxiliares de Biblioteca, una para cada turno.

Museo

Cuenta con una colección de más de 120 instrumentos antiguos, de los cuales están expuestos 64 en la colección permanente. Además hay otras colecciones históricas y más de un centenar de pinturas, grabados y esculturas. Está atendido por una persona con categoría de Ayudante de Museos, Grupo B.

Presupuesto

El presupuesto anual es de 567.545,54 €, con cargo al programa 518 de los Créditos de la Consejería de Educación de la C. A. M, en concepto de gastos de funcionamiento.

3.2. Características y mapa de necesidades del centro

Una vez analizados los distintos puntos del Contexto del Centro, abordaremos sus características, carencias y soluciones, según su origen y condición, ordenadas de la forma siguiente:

3.2.1. Aspectos educativos

Actualización de documentos

Uno de los primeros objetivos al abordar los aspectos educativos es la actualización de los documentos obligatorios oficiales del Centro: P. E. C. (Proyecto Educativo de Centro), P. G. A. (Programación General Anual), R. R. I. (Reglamento de Régimen Interior), M. A. (Memoria Anual) y P. C. (Presupuesto del Centro), con el fin de adaptar los criterios necesarios para conseguir un alto

grado en la docencia, mejorar la gestión istrativa, la convivencia y la coherencia en el funcionamiento.

Implantación del Plan de Estudios de Grado Superior

Mediante el DECRETO 36/2010, de 2 de junio, del Consejo de Gobierno, por el que se establece el Plan de Estudios para la Comunidad de Madrid de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Grado en Música, se aprobó el Plan de Estudios correspondiente al RCSMM. Dicho Plan de Estudios tiene el rango de Decreto y, por tanto, no permite variaciones fundamentales una vez aprobado, no obstante su adecuación a las necesidades específicas del RCSMM se hace completamente necesaria, siempre y cuando dicha adecuación no vulnere aspectos fundamentales del Decreto. La citada adecuación, propuesta por los Equipos de Gobierno del Centro, plantearía la actualización y adecuación del reseñado Plan de Estudios a las necesidades educativas, académicas y estructurales del RCSMM.

Formación del Profesorado

La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación establece la formación permanente como requisito y derecho de los profesores, al tiempo que responsabilidad de las istraciones Educativas y de los propios Centros. En este marco, y al amparo de lo establecido en el punto 1 del artículo 29 del Estatuto de Autonomía, la Comunidad de Madrid tiene competencia para realizar el desarrollo legislativo y la ejecución de la enseñanza en toda su extensión, niveles y grados. A partir de la aplicación del nuevo Sistema Educativo, resulta imprescindible la formación alternativa y específica del profesorado del RCSMM, y la adecuación a sus necesidades educativas. Para ello, el Centro debe propiciar el sistema idóneo, amparándose en la nueva legislación.

Acuerdo de Bolonia

La Declaración de Bolonia tiene como precedente la firma de la Carta Magna de los Rectores de las Universidades Europeas en esa ciudad italiana, y proclama los 6 principios básicos de la reforma el 18 de Septiembre de 1988:

1.Adaptación a un sistema compatible y comparable de títulos, mediante la implantación de un Suplemento al Diploma para facilitar el reconocimiento de los estudios cursados. 2.Adopción de un sistema basado en dos ciclos principales; de grado, con una carga lectiva de entre 180 y 240 créditos y de postgrado, entre 60 y 120 créditos. 3.El establecimiento de un sistema de créditos, similar al ECTS, válido para todos los países. 4.Promoción de la cooperación europea para asegurar un nivel de calidad en materia de educación superior. 5.Promoción de la movilidad de estudiantes y de profesores dentro de este espacio común. 6.Promoción de una dimensión europea en la educación superior con particular énfasis en el desarrollo curricular.

Estos principios, adoptados por el RCSMM, se sustancian en un sistema de docencia y créditos distribuidos en dos fases: PRIMERA FASE •Implantación de un sistema de créditos europeos. •Adopción de un sistema para la conversión de calificaciones y grados ECTS. •Implantación de un suplemento al Diploma.

SEGUNDA FASE •Revisión y actualización de nuevos currículos en contenidos y competencias. •Definición de los contenidos y el perfil profesional según itinerarios. •Valoración de los niveles de calidad.

Como conclusión de estas implantaciones podemos resumir que; los planes de estudios de una misma titulación no tienen porqué ser iguales en toda la Comunidad Europea, ni siquiera en el mismo país, ya que serán reconocidos en todo el Espacio Educativo Superior Europeo con el mismo valor mediante la homologación de materias y asignaturas, lo cual representa una ventaja importante para los alumnos que quieren completar sus estudios en otro Centro nacional o extranjero.

Formación del Alumnado

La formación del alumno del RCSMM debe incluir todas las actividades que posibiliten y amplíen sus horizontes profesionales en el futuro, incluyendo las prácticas necesarias para su formación para facilitar el al mundo profesional. Para ello proponemos un modelo de formación, establecido ya en otros centros españoles y europeos, y compatible con el Plan de Estudios actual, adaptándolo a un sistema de enseñanza realista para los alumnos de Grado Superior, para conseguir un alto grado de perfeccionamiento en la Educación Superior mediante un Centro de Interés Musical abierto a la Sociedad. El primer paso para conseguir este objetivo es INSTITUCIONALIZAR nuestras agrupaciones; Orquesta Sinfónica, Banda Sinfónica, Orquesta de Cuerda, Grupo de Música Contemporánea, Orquesta Barroca, Grupos de Música Antigua y los distintos Grupos de Cámara, a saber: Cuarteto de Cuerda y Quinteto de Viento, Grupos de Clarinetes, Flautas, Saxofones, Metales o Percusión, y ofrecer sus

actuaciones al público mediante Ciclos Específicos y Permanentes, a través de los cuales podamos pulsar el nivel que van alcanzando nuestros alumnos en estas actividades, manteniendo académicamente el Sistema de Evaluación Continua y aplicando los ECTS correspondientes a cada una de las actividades. Con el fin de potenciar la formación integral del alumno, este sistema incluye todos los itinerarios de Interpretación, a saber; Producción y Gestión, Composición y Dirección, adecuando cada una de sus disciplinas a las distintas actividades que emanan de los Ciclos, las cuales deben complementarse junto a acuerdos y convenios con orquestas profesionales y estamentos educativos. Para garantizar la calidad de las distintas agrupaciones y potenciar la motivación de los alumnos, es necesario invitar a figuras indiscutibles de prestigio del panorama musical, e implementar la implicación de los profesores tutores en la preparación de las distintas agrupaciones, mediante los ensayos parciales y el seguimiento global y específico de las actuaciones. Dentro de este contexto, el RCSMM necesita unos espacios con garantías de calidad donde poder realizar las actividades de ensayos y conciertos, que aglutinen una Sala Sinfónica y dos de Cámara con capacidad suficiente para las distintas agrupaciones. Estos espacios deberían incluir las dependencias necesarias para la gestión de las distintas agrupaciones, a saber: despacho del Jefe de Estudios, archivo de partituras, archivero, mozo, vestuario para el Director y para los alumnos, y espacios para afinar. Para ofrecer una enseñanza de calidad y con proyección de futuro, que aglutine los aspectos académicos con el musical e interpretativo y que nutra con profesionales de solvencia la actividad musical española, europea y mundial, el RCSMM necesita el apoyo de la Comunidad de Madrid, mediante la cesión y preparación de espacios, e instrumental necesarios. Resulta cuanto menos paradójico que la mayoría de nuestros alumnos tengan que realizar pruebas de en otras Instituciones para que les proporcionen la formación profesional que nuestro Conservatorio Superior no les puede ofrecer por falta de la infraestructura necesaria para ello.

3.2.2. Aspectos externos

Relaciones externas

Con el fin de dar cobertura al compromiso educativo del RCSMM con su entorno social, hemos de potenciar y aumentar su presencia real en el ambiente cultural de nuestro pais, mediante la creación y/o ampliación de acuerdos, convenios y patrocinios con distintas istraciones, Instituciones, Orquestas y Conservatorios, con el fin de fomentar y difundir nuestras actividades académicas, asi como la consecución de recursos para la dotación de becas y la obtención de ayudas de distinto signo académico.

3.2.3. Aspectos de recursos

Reconversión del Centro

La creciente demanda de las Enseñanzas Musicales Superiores, la ampliación de asignaturas y el aumento de profesorado llevado a cabo durante los últimos años, provocaron una limitación de espacios y materiales en el RCSMM que trajo como consecuencia la imposibilidad de llevar a cabo con normalidad sus actividades. Para solucionar la situación actual sería necesaria una revisión y actualización de la plantilla del profesorado, adecuándola a las Especialidades que se imparten y al Plan de Estudios vigente. Después, dependiendo de la respuesta de la Comunidad de Madrid en cuanto a la ampliación de nuestro Centro, cabría decidir entre un edificio anexo, en el cual se puedan realizar los proyectos educativos propuestos en el punto 3.2.1.5, de este Proyecto, o bien un nuevo edificio completo para el RCSMM que pueda albergar la totalidad de la enseñanzas y actividades propuestas en el punto anteriormente reseñado.

Espacios y material

Como consecuencia del punto anterior, hasta tanto se decide una de las dos opciones apuntadas, se hace necesaria una revisión de la estructura interna y externa del edificio, adaptándola a las necesidades actuales en cuanto a insonorización y acústica de aulas y cabinas, sobre todo las de la tercera planta, adecuación de los espacios para impartir las especialidades y materias, creación de una sala de profesores, adaptación de los s y espacios para personas discapacitadas y restablecer la entrada al Centro por la puerta principal de en la C/ Doctor Mata. En cuanto al material, hay Departamentos Didácticos que necesitan reponer o adquirir material nuevo, puesto que el actualmente existente es insuficiente para cubrir las necesidades de los departamentos, aulas y los distintos Grupos Orquestales. La falta de recursos adecuados repercute directamente en la eficacia y calidad de la enseñanza que reciben nuestros alumnos y conforma una situación incómoda para el profesorado.

Nuevas tecnologías de la comunicación y de la información

Abundando en el planteamiento del apartado anterior, ponemos de manifiesto que la aplicación de las Nuevas Tecnologías a los Estudios Superiores de Música, pasan por la necesidad de obtener una base sólida en informática musical, para dotar a los alumnos de las herramientas fundamentales adecuándolas a cada una de sus especialidades del Grado Superior, a saber: Musicología y Composición, Composición electroacústica I A y B, Composición electroacústica II, Composición electroacústica III, Composición para medios audiovisuales, Pedagogía y Especialidades Instrumentales. Estas Nuevas Tecnologías deben cursarlas todos los alumnos a lo largo del Grado Superior. Sin embargo solo hay un Laboratorio de Electroacústica de 75 m2, y un Aula de Informática de 50 m2, insuficientes y mal dotados para las necesidades que hemos recogido anteriormente.

Recursos Humanos

La variedad de niveles istrativos en la plantilla del profesorado del RCSMM no se ajusta a las requeridas por el Real Decreto 1220/1992 de 2 de Octubre, BOE 254/92 de 22 de Octubre que determina la Separación de Grados para la Enseñanza Superior. Esta variedad de niveles incluye al 80 %, de la plantilla, que son profesores en Comisión de Servicios entre los cuales hay funcionarios, interinos, titulados superiores y laborales indiscriminadamente, y el 20% restante a los Catedráticos con la previsión más que fundada de la desaparición de este Cuerpo en nuestro Centro, ya que no se convocan oposiciones sin mediar explicación alguna al respecto. Este es un problema que afecta a todo el Centro, pues crea situaciones incómodas de inestabilidad laboral e impide trabajar en las condiciones que los alumnos y profesores merecen.

3.2.4. Aspectos de relaciones

Comunicación

La falta de información correcta y adecuada, es uno de los problemas que comporta más riesgo para la Comunidad Educativa de un Centro, pues crea un ambiente de desconfianza que puede mermar la relación entre los distintos de la Comunidad. Para evitar esta circunstancia es necesario reforzar los cauces de comunicación entre los distintos estamentos del Centro, potenciándolos entre los distintos órganos de gobierno, con el fin de favorecer un ambiente más beneficioso en el orden académico y humano.

Relaciones Personales

La situación planteada en el punto 3.2.3.4 ha provocado una diversificación de niveles istrativos entre el profesorado del RCSMM. Este contexto, prorrogado durante 20 años, ha generado una sensación de desigualdad e inseguridad entre el profesorado a nivel laboral y profesional, produciendo agravios comparativos que no favorecen el desarrollo del trabajo en el aula. Las relaciones entre el colectivo de istración y Servicios son más fluidas a partir del reconocimiento de sus niveles y funciones específicas según las categorías istrativa que les correspondan. Los alumnos son los receptores de nuestro trabajo y la parte esencial del mismo, la relación pedagógica, istrativa y humana con ellos debe ser muy fluida para facilitarles, en lo posible, la adaptación a sus otras necesidades formativas o profesionales. Todos estos aspectos deben ser tratados con absoluta prudencia y minuciosidad, con el fin de conseguir un ambiente relajado en el Centro y el desarrollo de su actividad con normalidad y efectividad. El Director tiene la responsabilidad de servir como moderador entre todas las partes, aportando soluciones para evitar conflictos.

3.2.5. Aspectos de organización

istrativos y académicos

Los aspectos istrativos y Académicos del RCSMM son responsabilidad del Secretario Académico, del y de los Jefes de Estudio respectivamente por delegación expresa del Director. Son muy complejos por cantidad, cualidad y especificidad, y requieren una atención y un cuidado muy especial para evitar que se produzcan bloqueos que afectarán, sin lugar a dudas, a todos los ámbitos de la evolución de nuestro Centro. Los Jefes de Estudios deben estar especialmente coordinados para abordar las distintas facetas de su organización, tales como: adjudicación de horarios y aulas, audiciones, conciertos y actividades diversas. Entre todas estas actividades

resaltan por su complejidad la sincronización de horarios y aulas.

3.3. Definición de prioridades respecto al mapa de necesidades

A continuación vamos a esquematizar los aspectos anteriormente relacionados, incluyendo los apartados, objetivos y prioridades que consideramos necesarias para el desarrollo del Proyecto.

CUADRO DE PRIORIDADES PRIORIDADES ASPECTOS EDUCATIVOS 1.-Objetivos Generales de Centro. Necesidad 2.- Plan de Estudios de Grado Superior Urgencia 3.- Formación del Profesorado. Necesidad 4.- Adaptación al Acuerdo de Bolonia. Necesidad 5.- Formación del Alumnado. Urgencia ASPECTOS EXTERNOS 1.- Potenciación de las relaciones externas. Urgencia ASPECTOS DE RECURSOS 1.- Solicitar un nuevo edificio. Urgencia 2.-Espacios y material. Necesidad 3.-Regulación de categoría profesional y istrativa del profesorado. Necesidad. ASPECTOS DE RELACIONES 1.-Comunicación. Urgencia. 2.-Relaciones personales. Urgencia.

ASPECTOS DE ORGANIZACIÓN 1.-Organización istrativa. Necesidad

5. Actuación, seguimiento y evaluación

5.1. Temporalización y estrategias del proyecto

Este Proyecto pretende ser atemporal y revisable, por medio de un seguimiento participativo de toda la Comunidad Educativa y la toma de decisiones conjuntas para superar las dificultades que se presenten en el transcurso de su ejecución. Está concebido para realizarse durante los próximos cuatro años, que es el tiempo de mandato de la candidatura, basándose en los siguientes puntos:

•Establecer una comunicación fluida entre el Equipo Directivo y la Comunidad Educativa. •Mantener reuniones periódicas con los Órganos de Gobierno. •Realizar una gestión transparente facilitando la información consecuente.

5.2. Seguimiento

El equipo directivo presentará al Claustro de Profesores y al Consejo Escolar, sendos planes de seguimiento y evaluación del Proyecto de Dirección por medio de los Documentos del Centro, PGA y PEC respectivamente. En ellos se definirán los indicadores, agentes responsables y ritmo de trabajo.

5.3. Elementos de calidad

Para conocer el desarrollo cualitativo de este proyecto y controlar sus distintas etapas, se propone:

•Crear cauces de comunicación para transmitir una gestión transparente y plural. •Proponer y desarrollar proyectos colectivos. •Promover estrategias en normas de funcionamiento, horarios, grupos y espacios. •Diseñar y gestionar itinerarios formativos de los alumnos. •Analizar y modelar cauces para valorar los procesos educativos entre profesores y alumnos. •Establecer procesos de investigación para mejorar el funcionamiento interno del centro.

5.4. Esquema de evaluación del proyecto de dirección

Momentos y carácter de la evaluación

Procedimientos para realizarla

Inicial Expectativas Utilidad del diseño

•Comisión de Selección creada para el Proces

En el proceso Continua Descriptiva Formativa •Concreción del grado de desarrollo del proye Final Acreditativa

•Informe de la Dirección sobre la gestión del

6. Conclusiones

El compromiso con la educación, el arte y la cultura, al servicio de la formación y el futuro profesional de los alumnos, condiciona absolutamente al candidato para aceptar la responsabilidad en cuanto a calidad, proyección y desarrollo del R.C.S.M.M, estimulando su creatividad mediante un trabajo en equipo bien hecho y responsable. La adecuación al nuevo Plan de Estudios, al Acuerdo de Bolonia, al cambio que supone la adscripción a la Dirección General de Universidades y al proyecto de formación de los alumnos, mediante la institucionalización de los grupos orquestales y de cámara, deben condicionarle para establecer un criterio de excelencia del RCSMM, como Centro de Interés Musical abierto a la Sociedad, para conseguir un alto grado de perfeccionamiento en el cual se impliquen los distintos Órganos de Gobierno mediante su evolución, mantenimiento y mejora en los aspectos lectivos, pedagógicos, istrativos y estructurales, debiendo abordarlos de forma continuada, independiente, constante e inmediata. Atendiendo a estos planteamientos, espero que el contenido de este Proyecto de Dirección, basado en objetivos y procesos viables y realistas, obtenga la confianza necesaria para poder desarrollarlos satisfactoriamente durante los próximos cuatro años con la colaboración de toda la Comunidad Educativa, en beneficio del RCSMM. Este Proyecto cuenta con dos anexos, ANEXO 1 y ANEXO 2, que presentan los siguientes aspectos. ANEXO 1; Currículum de Adolfo Garcés como Clarinetista, pedagogo y gestor, compuesto por 12 páginas y ANEXO 2, que incluye un RESUMEN DE PROPUESTAS con un total de 4 páginas. Madrid 17 de Mayo de 2013 Fdo.: Adolfo Garcés Compans

Memoria de Actividades del Curso 2013/2014 Real Conservatorio de Música De Madrid

Director. Adolfo Garcés Compans

PRIMER TRIMESTRE Viernes 31 de octubre

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

TLV

Viernes 31 de octubre

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 31 de octubre

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 31 de octubre

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 7 de noviembre

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 7 de noviembre

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 7 de noviembre

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 7 de noviembre

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 14 de noviembre

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 14 de noviembre

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 14 de noviembre

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 14 de noviembre

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 21 de noviembre

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 21 de noviembre

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 21 de noviembre

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 21 de noviembre

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

TLV

TLV

TLV

PRIMER ENCUENTRO 2013/2014 Lunes 24 de noviembre

Orquesta Sinfónica Seccionales

Lunes 24 de noviembre

Banda

Seccionales

Lunes 24 de noviembre

Orquesta Clásica

Seccionales

Lunes 24 de noviembre

Orquesta Cuerda

Seccionales

Martes 25 de noviembre

Orquesta Sinfónica Seccionales

Martes 25 de noviembre

Banda

Seccionales

Martes 25 de noviembre

Orquesta Clásica

Seccionales

Martes 25 de noviembre

Orquesta Cuerda

Seccionales

Miércoles 26 de noviembre

Orquesta Sinfónica Tutti

Miércoles 26 de noviembre

Banda

Tutti

Miércoles 26 de noviembre

Orquesta Clásica

Tutti

Miércoles 26 de noviembre

Orquesta Cuerda

Tutti

Jueves 27 de noviembre

Orquesta Sinfónica Tutti

Jueves 27 de noviembre

Banda

Tutti

Jueves 27 de noviembre

Orquesta Clásica

Tutti

Jueves 27 de noviembre

Orquesta Cuerda

Tutti

Viernes 28 de noviembre

Orquesta Sinfónica Ensayo General CONCIERTO

Viernes 28 de noviembre

Banda

Ensayo General

Viernes 28 de noviembre

Orquesta Clásica

Ensayo General CONCIERTO

Viernes 28 de noviembre

Orquesta de Cuerda Ensayo General

Sábado 29 de noviembre

Orquesta Clásica

CONCIERTO

Lunes 1 de diciembre

Banda

CONCIERTO

Lunes 1 de diciembre

Orquesta de Cuerda CONCIERTO

II TRIMESTRE 2013/2014 Viernes 6 de febrero

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

TLV

Viernes 6 de febrero

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 6 de febrero

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 6 de febrero

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 13 de febrero

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 13 de febrero

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 13 de febrero

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 13 de febrero

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 20 de febrero

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 20 de febrero

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 20 de febrero

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 20 de febrero

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 27 de febrero

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 27 de febrero

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 27 de febrero

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 27 de febrero

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

TLV

TLV

TLV

SEGUNDO ENCUENTRO 2013/2014 Lunes 2 de marzo

Orquesta Sinfónica Seccionales

Lunes 2 de marzo

Banda

Seccionales

Lunes 2 de marzo

Orquesta Clásica

Seccionales

Lunes 2 de marzo

Orquesta Cuerda

Seccionales

Martes 3 de marzo

Orquesta Sinfónica Seccionales

Martes 3 de marzo

Banda

Seccionales

Martes 3 de marzo

Orquesta Clásica

Seccionales

Martes 3 de marzo

Orquesta Cuerda

Seccionales

Miércoles 4 de marzo

Orquesta Sinfónica Tutti

Miércoles 4 de marzo

Banda

Tutti

Miércoles 4 de marzo

Orquesta Clásica

Tutti

Miércoles 4 de marzo

Orquesta Cuerda

Tutti

Jueves 5 de marzo

Orquesta Sinfónica Tutti

Jueves 5 de marzo

Banda

Tutti

Jueves 5 de marzo

Orquesta Clásica

Tutti

Jueves 5 de marzo

Orquesta Cuerda

Tutti

Viernes 6 de marzo

Orquesta Sinfónica Ensayo General CONCIERTO

Viernes 6 de marzo

Banda

Ensayo General

Viernes 6 de marzo

Orquesta Clásica

Ensayo General CONCIERTO

Viernes 6 de marzo

Orquesta de Cuerda Ensayo General

Sábado 7 de marzo

Orquesta de Cuerda CONCIERTO

Domingo 8 de marzo

Orquesta de Cuerda CONCIERTO

Lunes 9 de marzo

Orquesta de Cuerda CONCIERTO

Lunes 9 de marzo

Banda

CONCIERTO

Sábado 13 de marzo

Orquesta Clásica

CONCIERTO

III TRIMESTRE 2013/2014 Viernes 10 de abril

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

TLV

Viernes 10 de abril

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 10 de abril

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 10 de abril

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 17 de abril

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 17 de abril

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 17 de abril

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 17 de abril

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 24 de abril

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 24 de abril

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 24 de abril

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 24 de abril

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

Viernes 8 de mayo

Orquesta Sinfónica Tutti 9:30-12:00

Viernes 8 de mayo

Banda

Tutti 12:30-15:00 TLV

Viernes 8 de mayo

Orquesta Clásica

Tutti 9:30-12:00

MF

Viernes 8 de mayo

Orquesta Cuerda

Tutti 9:30-12:00

JC

TLV

TLV

TLV

Observaciones: •Todos los ensayos consignados como Tutti tienen asignación de horas presenciales de Orquesta. •Todos los ensayos consignados como Seccionales tienen asignación de horas presenciales de Grupos Específicos. •Independientemente de esto (utilizado exclusivamente para calcular las horas presenciales de los alumnos) los directores de las agrupaciones podrán, si así lo estiman necesario, organizar cada ensayo a su conveniencia respetando el horario y aulas. •El total de horas presenciales del calendario es de 64, como el máximo de presenciales de Orquesta son 54, las que sobran hay que asignarlas a Grupos Específicos. En el caso de Orquesta Clásica y Orquesta de Cuerda al dar un concierto más que las otras agrupaciones (4 en lugar de 2) y teniendo en cuenta que se asignan 3 horas por concierto (concierto + prueba acústica) hay que restar un total de 16 horas de las presenciales de Grupos Específicos frente a las 10 de Sinfónica y Banda. Es decir que los alumnos de las agrupaciones verían disminuida su presencia en las clases de Grupos Específicos de la siguiente manera: a.Alumnos de Orquesta Sinfónica y Banda: se les eximirá de la asistencia a Grupos Específicos, además de las semanas de encuentros, 10 horas a lo largo del resto del curso (el equivalente a 4 semanas aproximadamente). b.Alumnos de Orquesta Clásica y Orquesta de Cuerda: se les eximirá de la asistencia a Grupos Específicos, además de las semanas de encuentros, 16 horas a lo largo del resto del curso (el equivalente a 6 semanas aproximadamente). •Las fechas de los conciertos están por confirmar. •Las agrupaciones dedicarán parte de su actividad a asistencia a las especialidades de Dirección y Composición, especialmente durante el tercer trimestre. A principio del curso se concretará la programación relativa a este apartado.

1. Actividades complementarias y artísticas del RCSMM

Las Actividades complementarias y artísticas del RCSMM se articulan en Conciertos, Cursos y Clases Magistrales, Conferencias, Grabaciones, Jornadas de Estudio, Audiciones de alumnos, Actos Académicos y Otras Actividades.

1.1.- Conciertos

A lo largo del Curso académico 2013-14, se han programado un total de 90 Conciertos. Su distribución por meses y contenido es la siguiente: SEPTIEMBRE 2013 Jueves 26: CONCIERTO La Flauta de cristal. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Cuauhtémoc Trejo (Traverso y Flauta de Cristal) y José Suárez (Clave) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 27: CONCIERTO. Por Nirse González (Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

OCTUBRE 2013 Jueves 3: CONCIERTO Estilo nuevo en la música clásica, Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Senya Son (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 11: CONCIERTO. Por Isabel Mª Sánchez Millán, (Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Lunes 21: CONCIERTO. Ciclo “XV FESTIVAL C.O.M.A.”, por Boryslava Taneva (Piano) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 23:

CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Grupo ACSE y Coro Nur - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)Viernes 25: CONCIERTO El autor se interpreta. Ciclo “XV FESTIVAL C.O.M.A.”, por Anthony Ocaña (Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 31: CONCIERTO Pedagógico. Ciclo “XV FESTIVAL C.O.M.A.”, por ECHOES 1.61 Ensemble – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

NOVIEMBRE 2013 Lunes 4: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Milena Martínez (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 7: CONCIERTO. Ciclo “XV FESTIVAL C.O.M.A.”, por Coro Nur - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 8: CONCIERTO. Por Srdjan Bulat, Guitarra (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 21: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Nicola Losito (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 28: CONCIERTO. Ciclo “XV FESTIVAL C.O.M.A.”, por Grupo de Música Contemporánea del RCSMM, Director: Sebastián Mariné Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 29: CONCIERTO de Gospel. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Coro Gospel GSD. Director: David Mallén - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

DICIEMBRE 2013 Jueves 5: CONCIERTO. Por Zoran Dukic, Guitarra (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 12: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por los Cuartetos de Cuerda Institucionales “Nebra” y “Titán” – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (13.00 h.) Viernes 13: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta de Cuerda del RCSMM, Director: Alan Kovacs - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.30 h.) Viernes 13: CONCIERTO. Ciclo

“Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Sinfónica del RCSMM, Director: Jesús Amigo – Teatro Boulevard de Torrelodones (20.00 h.) Sábado 14: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Clásica del RCSMM, Director: Enrique Rueda - Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (12.00 h.) Domingo 15: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Banda del RCSMM, Director: Miguel Ángel Serrano – Auditorio de El Espinar (Segovia) (12.00 h.) Lunes 16: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por los Quintetos de Viento Institucionales del RCSMM “Ágora”, “Caecilia” y “Antara”. Auditorio Cubiles del RCSMM (17.00 h.) Lunes 16: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Barroca del RCSMM, Director: Alberto Martínez – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Martes 17: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Barroca del RCSMM, Director: Alberto Martínez – Centro Cultural Nicolás Salmerón (19.00 h.) Miércoles 18: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Manuel Guerrero (Flauta) y Gonzalo Manzanares (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 19: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Clásica del RCSMM, Director: Enrique Rueda - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.30 h.) Viernes 20: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por los Quintetos de Viento Institucionales del RCSMM “Adeia” y “Cadenza” - Auditorio Cubiles del RCSMM (12.30 h.) Viernes 20: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Coro Vocal Ars y Susana Cermeño (Arpa). Directora: Nuria Fernández - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

ENERO: 2014 Jueves 9: CONCIERTO. Por Daniel y Pablo Zapico (Tiorba y Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 10: CONCIERTO La Ofrenda Musical, de J.S.Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Rosa Rodríguez (clave) Vicente Martínez (traverso) - Ana Hernández y Marta Mayoral (violín barroco) - Elena Borderias (viola) - Felipe Melón y Pere Ros (viola da gamba), Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 17:

CONCIERTO de Clavicordio. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Pablo Gómez Ábalos (Clavicordio) - Auditorio Cubiles del RCSMM (17.00 h.) Viernes 17: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Flautas del RCSMM, Director: Vicente Martínez - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 24: CONCIERTO: Las Sonatas para clave y Viola de Gamba de J .S. Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Rosa Rodríguez (clave) - Vicente Martínez y Manuel Rodríguez (traverso) - Miguel Bernal (órgano) - Pere Ros (viola da gamba) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 30: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de Ex Alumnos del RCSMM”, por Carlos Maroto (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

FEBRERO: 2014: Miércoles 5: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Calia Álvarez (Viola de gamba) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 6: CONCIERTO. Por Eduardo Fernández (Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Lunes 10: CONCIERTO. Austria, el país de la música, Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Dúo de Salzburgo (En colaboración con la Embajada de Austria en España) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 12: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Camerata Haendel - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 14: CONCIERTO: Las Suites Inglesas I de J .S. Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Tony Millán (Clave) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Lunes 17: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Saxofones del RCSMM, Director: Francisco Martínez Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 19: RECITAL de Música y Danza Hindú. India en el Mundo y el Mundo en India. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Sohini Roychoudury - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 20: CONCIERTO. Ciclo “XV FESTIVAL C.O.M.A.”, por Jeffrey Jacob (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 21: CONCIERTO. Emanuele Buono (Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 26:

CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Salvador Aragó (Fagot) y David Jareño (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 27: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Mariana Gurkova (Piano) Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

MARZO: 2014 Lunes 3: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por los Cuartetos de Cuerda Institucionales del RCSMM Auditorio Cubiles del RCSMM (19.00 h.) Lunes 3: CONCIERTO: Las Suites Inglesas II de J. S.Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Tony Millán (Clave) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Martes 4: CONCIERTO de Improvisación. Integral de los Conciertos para Piano de Beethoven. Por el aula de Improvisación, profesor Carlos Galán. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (10.00 h.) Miércoles 5: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de Ex Alumnos del RCSMM”, por Antonio Lo Riso (Guitarra) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 6: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de Ex Alumnos del RCSMM”, por David Ortega (Violín) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 14: CONCIERTO. Noiz Dúo (Guitarras) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 19: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Vicente Martínez (Flauta) y Mª Rosa Calvo-Manzano (Arpa) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 20: CONCIERTO Tercera parte del Clavierübung I de J.S.Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Miguel Bernal Ripoll (órgano), Escolanía del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Director: P. Pedro A. Sánchez, Coro polifónico: Canela Fernández, Verónica Masino, Miguel Ángel Navarro, Juan Antonio Díaz, Julia Ruiz (soprano) - Pere Ros (viola de gamba) - Rosa Rodríguez (clave) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 21: CONCIERTO Tercera parte del Clavierübung II de J.S.Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Miguel Bernal Ripoll (órgano), Escolanía del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Director: P. Pedro A. Sánchez, Coro polifónico: Canela Fernández, Verónica Masino, Miguel Ángel Navarro, Juan Antonio Díaz, Julia Ruiz (soprano) - Pere Ros (viola de gamba) - Rosa Rodríguez (clave) - Auditorio Manuel de Falla del

RCSMM (19.00 h.) Martes 25: CONCIERTO. Galardonados en el Concurso La noche en Madrid. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 28: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Sinfónica del RCSMM, Director: Jesús Amigo – Auditorio Nacional de Música (19.00 h.) Sábado 29: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Clásica del RCSMM, Director: Enrique Rueda – Academia de Bellas Artes de San Fernando (hora por confirmar) Lunes 31: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Clásica del RCSMM, Director: Enrique Rueda - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.30 h.)

ABRIL: 2014 Martes 1: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Banda del RCSMM, Director: Miguel A. Serrano. Sala Roja de los Teatros del Canal (20.00 h.) Miércoles 2: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta de Cuerda del RCSMM, Director: Alan Kovacs - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 3: CONCIERTO: Partitas para teclado I de J.S.Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Ana Guijarro (Piano) Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 4: CONCIERTO: Partitas para teclado II de J.S.Bach. Ciclo “Música de J. S. Bach”, por Ana Guijarro (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 4: CONCIERTO. Creación y difusión de un repertorio contemporáneo didáctico para instrumentos de viento metal. Quintetos de Metales del RCSMM – Auditorio Cubiles del RCSMM (15.00 h.) Lunes 7: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Barroca del RCSMM, Director: Hiro Kurosaki - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Martes 8: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por la Orquesta Barroca del RCSMM, Director: Hiro Kurosaki – Centro Cultural Nicolás Salmerón (19.00 h.) Miércoles 9: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Música Contemporánea del RCSMM, Director: Sebastián Mariné - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 23: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Trompas del RCSMM, Director:

Santiago Calonge - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 23: CONCIERTO. Ciclo “I Festival de jóvenes guitarristas José Luis Rodrigo”, por Javier García Verdugo (Guitarra) - Teatro del Arte (19.00 h.) Jueves 24: CONCIERTO Los Sin papeles. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Alumnos de Improvisación del RCSMM Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 24: CONCIERTO. Ciclo “I Festival de jóvenes guitarristas José Luis Rodrigo”, por Adrián Baratech (Guitarra) - Teatro del Arte (19.00 h.) Lunes 28: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, Obras a estrenar de alumnos de 1º de Composición. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (18.00 h.) Lunes 28: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Saxofones del RCSMM, Director: Francisco Martínez - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (20.00 h.) Martes 29: CONCIERTO-PRESENTACIÓN del libro: Sarasate: el violín de Europa, por María Nagore (de la UCM), Ana Valderrama (Violín) y Luis del Valle (Piano). Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 30: CONCIERTO. Thierry Bégin-Lamontagne (Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

MAYO: 2014 Miércoles 7: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Alumnos del Departamento de Música Antigua del RCSMM - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 8: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Música Contemporánea del RCSMM, Director: Sebastián Mariné - Auditorio Manuel de Falla de la SGAE (19.00 h.) Jueves 8: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por el Grupo de Flautas del RCSMM, Director: Vicente Martínez - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 9: CONCIERTO. Fernando Rodríguez (Guitarra) (En colaboración con la Sociedad de la Guitarra) – Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Sábado 10: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Música Contemporánea del RCSMM, Director: Sebastián Mariné – Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (12.00 h.) Lunes 12: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de las Agrupaciones del RCSMM”, por Grupo de Música

Contemporánea del RCSMM y Departamento de Composición, Director: Sebastián Mariné - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 14: CONCIERTO. Ciclo “Conciertos de Ex alumnos del RCSMM”, por Carlos Naranjo Santana (Laúd y Tiorba) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 16: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, por Alumnos del Departamento de Electroacústica del RCSMM. Dirección: Zulema de la Cruz - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (18.30 h.) Miércoles 21: CONCIERTO. Uncsa Spain Tour, interpretado por Uncsa Chamber Players. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (12.00 h.) Miércoles 21: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, Estrenos de Quintetos de viento, interpretados por Alumnos del Departamento de Composición del RCSMM. - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

JUNIO: 2014 Lunes 16: CONCIERTO. Concierto Benéfico. Organiza Asociación de Alumnos del RCSMM - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Viernes 20: CONCIERTO. Ciclo “Los Conciertos del Conservatorio”, Concierto Fin del Ciclo. Sinfonía nº 9 en Re m, de L. v. Beethoven a dos pianos – 8 manos. Por E. Aguado, A. Guijarro, M. Gurkova y S. Mariné Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Martes 24: CONCIERTO. En colaboración con la Embajada de Croacia en España. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Miércoles 25: CONCIERTO. José Padilla, 125 Aniversario. Por Belén Elvira (Mezzosoprano) y Juan A. Álvarez Parejo (Piano) - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.) Jueves 26: CONCIERTO. 2as. Jornadas de Arpa AEDA. Concierto de Arpa celta, por Whiteveil - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (20.00 h.) Estrenos de obras para Arpa de las SS. XX y XXI María Vicenta Diego, Noemí Martínez, Juan R. Hernández, Susana Cermeño y A. Berdonés (Flauta) Viernes 27: CONCIERTO. 2as. Jornadas de Arpa AEDA. Concierto-Conferencia de Arpa medieval, por M. Vilas y F. Luengo - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (20.00 h.) Sábado 28: CONCIERTO. 2as. Jornadas de Arpa AEDA. Concierto de Arpa, por A. Griffiths - Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (20.00 h.)

1.2.- Otras Actividades

1.2.1.- Cursos y Master Class

A lo largo del Curso académico 2013-14, se han programado un total de 10 Cursos y Master Class. Su distribución por meses y contenido es la siguiente:

OCTUBRE: 2013 Miércoles 9: MASTER CLASS de Clarinete. Por Joseph Fuster. Organizado por el Departamento de Viento-Madera. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (15.30 h.) Sábado 19: CURSO La Interpretación de la música actual. Clase Magistral por Fabián Panisello y Enrique Rueda. Organizado por el RCSMM y el CNDM (Centro Nacional de Difusión Musical, del INAEM) Aula 10 (10.00 h.)

NOVIEMBRE: 2013 Lunes 18 a Miércoles 20: CURSO DE TRAVERSO. Seminario y Master Class: Música para flauta en el tiempo de Dª. María I de Portugal. Por Alexandre Andrade, Profesor del Instituto Piaget de Lisboa. Organizado por el Departamento de Música Antigua (Colaboración del Proyecto Erasmus entre el Campus Universitario de Viseu-Portugal y el RCSMM)

FEBRERO: 2014 Viernes 7 a Domingo 9: CURSO DE GUITARRA. Por Eduardo Fernández. Organizado por el Seminario de Guitarra. Sábado 8: CURSO La Interpretación de la música actual. Clase Magistral por Luis de Pablo y Alicia Díaz de la Fuente. Organizado por el RCSMM y el CNDM (Centro

Nacional de Difusión Musical, del INAEM) Aula 10 (10.00 h.)

MARZO: 2014 Sábado 1 y Domingo 2: CURSO Los dos Guillaumes. Acercamiento a las figuras de Guillaume de Machaut y Guillaume Dufay, por Paloma Gutiérrez del Arroyo. Organizado por el Departamento de Música Antigua. Aula 10 (10.00 h.) Sábado 14: CURSO La Interpretación de la música actual. Clase Magistral por Jesús Torres y Teresa Catalán. Organizado por el RCSMM y el CNDM (Centro Nacional de Difusión Musical, del INAEM) Aula 10 (10.00 h.)

ABRIL 2014 Sábado 5: CURSO La Interpretación de la música actual. Clase Magistral por Pilar Jurado y Enrique Igoa. Organizado por el RCSMM y el CNDM (Centro Nacional de Difusión Musical, del INAEM) Aula 10 (10.00 h.)

MAYO: 2014 Miércoles 7, Jueves 8 y Viernes 9: CURSO de Interpretación para Guitarra. Por Paolo Pegoraro. Aula 10.00 (10.00 a 14.00 h.)

JUNIO: 2014 Viernes 27 y Sábado 28: Clases Magistrales de Interpretación de Arpa. 2as. Jornadas de Arpa AEDA. Por Emanuela Degli Esposti.

1.2.2.- Conferencias

OCTUBRE: 2013 Miércoles 30: CONFERENCIA La mirada neurocientífica a la interpretación emocional de la música, por Ariadna Sáenz (Miembro del Grupo de Investigación del Prof. Dr. Stefan Koelsch) Organizado por el Departamento de Pedagogía, Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (11.00 h.)

ENERO: 2014 Viernes 17: CONFERENCIA La Ofrenda Musical de J. S. Bach, por Stephan Schmitt (ex vicerrector de la Hochschule für Musik und Theater de Múnich) Organizado por el Seminario de Órgano y el Departamento de Música Antigua. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (17.00 h.)

MARZO: 2014 Sábado 8: CONFERENCIAS Conversaciones sobre emociones, música y aprendizaje: un trío para pensar. Jornada de Conferencias por Óscar Lecuona, Mónica Braga y Cristina Martín y Mesa redonda, por Anna Sorlí, Ohiane Giulina y Mara Nieto. Organizado por el Departamento de Pedagogía Musical del RCSMM en colaboración con la UAM.

ABRIL: 2014 Martes 27: PRESENTACIÓN del libro: Sarasate: el violín de Europa, por María Nagore (de la UCM), Ana Valderrama (Violín) y Luis del Valle (Piano). Auditorio Manuel de Falla del RCSMM (19.00 h.)

JUNIO: 2014 Miércoles 18: CONFERENCIA-PRESENTACIÓN de José Padilla, 125

Aniversario.

1.2.3.- Grabaciones

NOVIEMBRE: 2013 Sábado 2 y Domingo 3: Grabación de Piano, por Belén González Domonte. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM.

DICIEMBRE: 2013 Sábado 15: Grabación de Piano, por David Jareño Bautista. Auditorio Cubiles del RCSMM.

MARZO: 2014 Sábado 8 y Domingo 9: Grabación de Piano, por Ángel Huidobro Vega. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM. Sábado 15 y Domingo 16: Grabación de Flauta y Arpa, por Vicente Martínez y Mª Rosa CalvoManzano. Auditorio Manuel de Falla del RCSMM.

1.2.4.- Jornadas de estudio

SEPTIEMBRE 2013 Sábado 28: Presentación de la Asociación Española de Tuba y Bombardino (AETB) Coordina Seminario de Tuba del RCSMM.

NOVIEMBRE: 2013 Sábado 9 y Domingo 10: Jornadas sobre Organología. III Aniversario del Violín Stradivari Boisset. Organiza la “Asociación Instrumenta” y el RCSMM. Viernes 22 a Domingo 24: La Musa Invisible, Jornadas sobre Mujeres y Música. Mesas redondas, Documentales, Ponencias y debates. Organiza RCSMM.

ENERO: 2014 Sábado 18: Los músicos ante su público: dilemas y oportunidades para nuevas propuestas. Jornada con el Profesor John A. Sloboda (Presidente de la European Society for the Cognitive Sciences. Profesor Investigador en la Guildhall School of Music and Drama de Londres) Organiza los Departamentos de Musicología y Pedagogía Musical del RCSMM.

JUNIO: 2014 Jueves 26 a Domingo 29: 2as. Jornadas de Arpa AEDA. Organizadas por la Asociación Española de Arpistas. Conferencias y Master Class, Conciertos, Jornadas de Estudio y Taller de Liras.

1.2.5.- Actos Académicos:

NOVIEMBRE: 2013 Viernes 22: Solemne Acto de Santa Cecilia. Entrega de medallas, Entrega de Diplomas. Recepción. Sala Manuel de Falla Invitado Cristóbal Halffter.

MAYO: 2014

Viernes 23: Acto de Graduación de alumnos de la Promoción del curso 2013-14. Sala Manuel de Falla. Invitado Luis de Pablo.

CONCIERTOS en la Sala Manuel de Falla DÍA

ACTIVIDAD

MES DE: SEPTIEMBRE 2013 Jueves 26

Concierto “La flauta de cristal”

Viernes 27

Concierto de Guitarra

MES DE: OCTUBRE 2013 Jueves 3

Concierto “Estilo nuevo en la música clásica”

Viernes 11

Concierto de Guitarra

Lunes 21

Concierto de Piano

Miércoles 23

Concierto de Música Contemporánea

Viernes 25

Concierto “El autor se interpreta”

Jueves 31

Concierto Pedagógico

MES DE: NOVIEMBRE 2013 Lunes 4

Concierto de Piano

Jueves 7

Concierto Vocal

Viernes 8

Concierto de Guitarra

Jueves 21

Concierto de Piano

Jueves 28

Concierto de Música Contemporánea

Viernes 29

Concierto de Gospel

MES DE: DICIEMBRE 2013 Jueves 5

Concierto de Guitarra

Jueves 12

Concierto Cuartetos de Cuerda del RCSMM

Viernes 13

Concierto Orquesta de Cuerda del RCSMM

Viernes 13

Concierto Orquesta Sinfónica del RCSMM

Sábado 14

Concierto Orquesta Clásica del RCSMM

Domingo 15

Concierto Banda del RCSMM

Lunes 16

Concierto Quintetos de Viento del RCSMM

Lunes 16

Concierto Orquesta Barroca RCSMM

Miércoles 18

Concierto de Flauta y Piano

Jueves 19

Concierto Orquesta Clásica del RCSMM

Viernes 20

Concierto Quintetos de Viento del RCSMM

Viernes 20

Concierto de Coro y Arpa

MES DE: ENERO 2014 Jueves 9

Concierto de Guitarra

Viernes 10

Concierto: La Ofrenda Musical

Viernes 17

Concierto de Clavicordio

Viernes 17

Concierto de Flautas

Viernes 24

Concierto: Sonatas para clave y Viola de Gamba

Jueves 30

Concierto de Piano

MES DE: FEBRERO 2014 Lunes 3

WorkShop

Miércoles Jueves 6

Concierto de Guitarra

Viernes 7

Concierto de Metales

Miércoles 12

Concierto de Cámara

Jueves 13

Concierto de Clarinete y Piano

Viernes 14

Concierto de Clave: Suites Inglesas i

Lunes 17

Concierto de Cámara

Miércoles 19

Recital de Música y Danza Hindú

Jueves 20

Concierto de Piano

Viernes 21

Concierto de Guitarra

Lunes 24

Concierto por confirmar

Miércoles 26

Concierto de Fagot y Piano

Jueves 27

Concierto de Piano

MES DE: DICIEMBRE 2013 Jueves 5

Concierto de Guitarra

Jueves 12

Concierto Cuartetos de Cuerda del RCSMM

Viernes 13

Concierto Orquesta de Cuerda del RCSMM

Viernes 13

Concierto Orquesta Sinfónica del RCSMM

Sábado 14

Concierto Orquesta Clásica del RCSMM

Domingo 15

Concierto Banda del RCSMM

Lunes 16

Concierto Quintetos de Viento del RCSMM

Lunes 16

Concierto Orquesta Barroca RCSMM

Miércoles 18

Concierto de Flauta y Piano

Jueves 19

Concierto Orquesta Clásica del RCSMM

Viernes 20

Concierto Quintetos de Viento del RCSMM

Viernes 20

Concierto de Coro y Arpa

MES DE: ENERO 2014 Jueves 9

Concierto de Guitarra

Viernes 10

Concierto: La Ofrenda Musical

Viernes 17

Concierto de Clavicordio

Viernes 17

Concierto de Flautas

Viernes 24

Concierto: Sonatas para clave y Viola de Gamba

Jueves 30

Concierto de Piano

MES DE: FEBRERO 2014 Lunes 3

WorkShop

Miércoles Jueves 6

Concierto de Guitarra

Viernes 7

Concierto de Metales

Miércoles 12

Concierto de Cámara

Jueves 13

Concierto de Clarinete y Piano

Viernes 14

Concierto de Clave: Suites Inglesas i

Lunes 17

Concierto de Cámara

Miércoles 19

Recital de Música y Danza Hindú

Jueves 20

Concierto de Piano

Viernes 21

Concierto de Guitarra

Lunes 24

Concierto por confirmar

Miércoles 26

Concierto de Fagot y Piano

Jueves 27

Concierto de Piano

Índice

Prólogo de Luis Cobos 7

A modo de pórtico 11

Parte I (1947-1967)

Zaragoza 21

Viaje a Madrid 26

Traslado definitivo a Madrid 30

Madrid, 1954 32

Grupo escolar José de Espronceda 34

Primera Comunión 37

Colegio San Mauricio 39

Ingreso en el Conservatorio 41

Colegio Academia Loyola. Los Lindsent 49

Coro Cantores de Madrid. Maestro Perera 51

Gira por Europa con el Ballet de Luisillo 55

Quinteto de Viento JJMM Banda Municipal 60

Parte II (1967-1971)

Curso en Ath – Bélgica 67

Cambio de nombre: Quinteto de Viento KOAN 73

Grabaciones vocales 1968 80

Ingreso por oposición en la Banda Municipal de Madrid 90

Nombramiento como socio de número de la OSM 94

Servicio Militar 95

Matrimonio con Margarita Sauri 108

Parte III (1972-1976)

Clarinete Solista Banda Municipal 113

Conciertos para escolares en Cataluña. Diciembre 1972 121

Concurso Internacional Gaudeamus 127

Festival Internacional de Orleans 131

Gira con el Quinteto de Viento Koan 140

Teatro Principal de Zaragoza, la familia. «El Tubo» 143

Nombramiento como Vocal de la Junta Directiva de la O.S.M. 145

Nacimiento de mi hija María 148

Reprobación del Maestro Spiteri por la O.S.M. 152

Comienzan las colaboraciones OSM -T. Z. 157

Parte IV (1977-1981)

Sala Fénix de Madrid y Palau de la Música de Barcelona 163

Vacaciones en Gandía 165

Grabación de Domaines de Pierre Boulez 167

Inicio del Festival de Música Ibero-Americana 169

Colaboración de la OSM con el Teatro de la Zarzuela 171

Cambio de piso, Plaza Luca de Tena y Gira del Quinteto de Viento Koan 174

Concierto de Mozart con la OSM. Reunión Extraordinaria Grupo KOAN 177

Nacimiento de mi hijo Pipo 182

Estreno en España de Domaines de Pierre Boulez, Ciclo de Música Actual y Vacaciones en Tabernes de Valldigna y Vinaroz 186

Concierto de Mozart en Dublín 189

Concierto en la Sala Fénix y en la Academia de Roma 196

RNE, Comienzo del Convenio de la OSM, Golpe Militar del Teniente Coronel Tejero 204

Sonata número 3 de Claudio Prieto 207

Gira con la Orquesta de Tenerife. Peritonitis 210

Creación de la Secretaría General Técnica 214

Comienzo del Convenio de la Orquesta Sinfónica de Madrid 216

Parte V (1982-1987)

Estreno del concierto de mi padre 221

Ciclo «Brahms-Wagner». Asamblea de rendición de cuentas solicitada por los socios 227

Concierto de Mozart en Valladolid, Estreno de J.H. de Luis de Pablo y Fundación March de Albacete 233

Concierto en el Teatro Bellas Artes de Maracaibo y oposiciones a Cátedra de Clarinete 236

Festival de Europalia 85 241

Tribunal de oposiciones en Zaragoza 245

Creación del Quinteto de Viento y del Grupo Arsis Cámera 247

VII Curso Internacional de Música «Martín Códax» 250

Parte VI (1988-1991)

Proyecto del Curso Internacional en Salamanca 255

Estreno Tres Piezas para Clarinete y Piano de Carmelo Bernaola y Recital en Zúrich 260

Estreno en España del Concertino de Matyas Seiber 266

Concurso de traslados a Madrid 268

Invitación de la firma Buffet en París 270

Parador de Chinchón con José Antonio Campos 275

Ciclo Mozart 279

Fallece mi padre 281

Vacaciones en Suiza 283

Recordando a Ma Yuan Estreno Mundial 286

Primer concierto del ciclo de la OSM con la Comunidad de Madrid 289

Video didáctico de instrumentos de viento 291

Primer libro del clarinetista 294

Estreno Mundial de Dédalo de Amando Blanquer 296

Oposiciones en Mallorca. Concierto en Ámsterdam 298

Edición del concierto de mi padre 302

Estreno Mundial del Concierto Latino de Claudio Prieto 303

Estreno del Concierto Latino en Caracas 306

Parte VII (1992-1996)

Curso en el Conservatorio de Música de Tarazona y grabación de las Tres piezas para Clarinete y Piano de Carmelo Bernaola 313

Análisis de situación personal 319

Proyecto de Fundación para la OSM 323

Concierto Latino en el Castillo de Bellver 325

Operación de hernia discal lumbar 329

Visita a la factoría Howard de Londres 330

Gira de conciertos en Japón 333

Atentado Terrorista (ETA), funeral por Miranda 340

Conciertos en Tenerife y Milán 344

Santander, Palacio de la Magdalena 349

Curso de clarinete en Morella 353

Estreno en España del concierto de Carl Nielsen 358

Siete canciones populares de Falla 362

Creación del Cuarteto de Clarinetes Manuel de Falla 363

Concierto Latino en Caracas 366

Concierto Latino Orquesta Sinfónica de Málaga 368

Imita, imita que algo queda de Carmelo Bernaola 370

Presentación del Cuarteto Manuel de Falla 372

Grabación del Concierto Latino en la SGAE 375

Vacaciones en Valleguerra, Tenerife 377

Concierto Latino, Auditorio Nacional 381

XI Festival de Música de Canarias 382

Venecia, Bienal Internacional de 1995 387

Nuevas vacaciones a Suiza 394

Concierto de Mozart, Orquesta Sinfónica de Galicia 396

Piezas de Mendelssohn con la Filarmonía de Galicia y Curso Internacional de Cocentaina 403

Primera reunión con Lissner 412

Boda del hijo de Pepe López, síntesis caso Lissner 415

Caracas, concierto con la Orquesta Sinfónica Municipal 419

Reflexiones ante la despedida del año 1996 424

Parte VIII (1997-2001)

Sobre la OSM 429

Nuevo año 431

Concierto en Logroño, María José Montiel y Zanetti 434

Concierto de clarinete y banda de mi padre en Zaragoza 437

2 Piezas de Mendelssohn en Pamplona 440

Primera Sonata de Brahms versión Luciano Berio. Segovia 445

Concierto en Málaga, Teatro Cervantes 450

Reuniones conspiratorias año 1998 452

Curso de Música en San Javier 463

Aneurisma cerebral de Marga 466

Fallece mi madre 469

Segunda operación de Marga 475

Tercera operación de Marga 476

Expulsión como socio de la OSM de Adolfo Garcés 477

Sociedad Estatal España Nuevo Milenio 479

Consejo Asesor de la SEENM 486

Veterinario con Tuba 489

Curso en Alcañiz 492

Luciano González Sarmiento 495

Exhumación del cadáver de mi padre 496

Sacrificamos a Tuba 498

Ingreso de Manuel Sauri en la Clínica de la Zarzuela 502

Fallece Manuel Sauri 504

Boda de mi hija María 506

Rueda de Prensa en el Palacio de Euskalduna 509

Viaje a Mallorca con Luis Miguel Enciso 511

Asociación de Compositoras Españolas en Roma 513

Instituto Cervantes. Gira del Cuarteto Manuel de Falla por Europa 515

Jefe de Estudios Conservatorio Ángel Arias 518

Derrame cerebral de Vicente Sánchez 521

Consulta doctor de la Fuente «Propuesta Incapacidad» 523

Concesión de compatibilidad 525

Parte IX (2002-2006)

Año 2002. Informe pericial del doctor Rodríguez Cazar 529

Homenaje a Bernaola en la Real Academia de Bellas Artes 533

Visita al doctor Diez Valle para informe sobre Invalidez. Fallece Carmelo Bernaola 535

Juicio contra la Seguridad Social 539

Nacimiento de Danielito 541

Exposición de Pintura de Marga en Gandía. Concejal de Cultura del Ayuntamiento 545

Bautizo de Danielito. Notificación de Invalidez Total Permanente 553

Operación del «Lopo», implante de válvula mitral. Proyecto de colaboración con el Ministerio de Defensa 557

Curso de Clarinete en Toro 569

Navidades en Torrella 575

Año 2004, prórroga y finalización del contrato con la Sociedad Estatal 578

Nuevo año, no menos efervescencia 586

Parte X (2007-2011)

Obras y remodelación del Centro Integrado 599

Estabilidad del Centro Integrado 609

Nuevas decisiones 613

Vacaciones en Punta Cana 617

Traslado al Conservatorio Superior como Vicedirector 621

Navidades en Urueña 629

Dimisión del cargo de Vicedirector 633

Vacaciones en Oporto 640

Máster Universitario «Creación e Interpretación Musical» URJC 646

Máster Universitario en «Ciencias Históricas: Investigación, Documentación y Nuevas Tecnologías» 649

Viaje a Barcelona con Marga 654

Nuevos trastornos estomacales de Marga 662

Ruta por Asturias 666

Urticaria en Urueña 669

Parte XI (2012-2014)

Preparación del Proyecto de Dirección 675

Libro de poemas de Luis García Simón 680

Cáncer de mama de Marga 690

Defensa del Proyecto de Dirección. Claustro 702

Defensa Oficial del Proyecto de Dirección en la Sala Manuel de Falla 704

Toma de posesión como Director el día 1 de julio de 2013 707

Estado de la cuestión 711

Oposiciones en Castilla la Mancha 713

Acoso al Director. Nido de víboras 716

Acto de Santa Cecilia 2013 718

Navidades en Sanxenxo 721

Parte XII (2014-2017)

Dina Nedeltcheva Tahtadjieva, pianista repertorista 725

Reunión con la viceconsejera y Mar Gutiérrez 728

Correos electrónicos contra el director 734

Final de la conspiración 738

Acto de Graduación de Alumnos del Curso 2013/2014 740

Claustro de despedida del bendito RCSMM 743

Presento la dimisión del RCSMM 744

Viaje a Mugardos 745

Final del verano y comienzo del Curso 2014-2015 749

Registro de obras en la SGAE 750

Nacimiento de Goku 751

Conclusión 754

Proyecto de dirección elaborado por Adolfo Garcés Compans para el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid 755

Memoria de Actividades del Curso 2013/2014

Real Conservatorio de Música De Madrid 781