INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE MOTUL
ASIGNATURA GESTIÓN DE LOS SISTEMAS DE CALIDAD
NOMBRE DEL TRABAJO “ENSAYO COMPARATIVO DE LOS PRECURSORES DE LA CALIDAD”
DOCENTE I.I. EDUARDO VERA DEL RÍO
PRESENTA: CAN Y MÉNDEZ GERARDO MANUEL INGENIERÍA INDUSTRIAL 7A
MOTUL, YUCATÁN, MÉXICO SEPTIEMBRE, 2015
1 Ensayo Comparativo De Los Precursores De La Calidad Introducción Como se presenta en el título, el presente ensayo tomará las riendas de su redacción en torno al tema de la calidad, pero en primer plano ante aquellas personas que dejaron marca sobre aquel término tan holístico: los precursores de la calidad. Primeramente, calidad, según Varo (1994), nos dice que “son las características del producto que satisfacen las necesidades del consumidor”. Con ello podemos considerar que no todos los clientes piensan de la misma forma. Es decir, cada cliente tendrá un concepto diferente de calidad, puesto que las necesidades de éstos son distintas a pesar de que somos una misma especie. Es por ello que, a lo largo del tiempo, surgieron personas que se dedicaron a estudiar estos fenómenos, así como el pensamiento de “calidad” con respecto a los factores humanos y los métodos más eficaces para alcanzarla. De allí el nacimiento de esos pioneros de la calidad de los cuales hablaremos. Desarrollo A lo largo de la historia muchas de las teorías que actualmente apreciamos no eran tal y como las conocemos. De hecho tuvieron que pasar por muchas personas que al final moldearon una sola idea para el beneficio de todos. En el caso actual, de la calidad, es un tanto complicado, puesto que la definición de la misma es subjetiva, aunque no imposible para buscar características que simpaticen con casi todas las mentes. Este es el caso de los siguientes precursores de la calidad, los cuales dedicaron tiempo a profundos estudios para dejarnos el legado de lo que actualmente sabemos del logro de la calidad. (Armendariz Sanz, 2013) Primeramente nos encontramos con Frederick Wilson Taylor (1856 – 1915), quien desarrolló la istración científica, la cual se preocupaba por aumentar la eficiencia de la producción industrial. Armendáriz Sanz (2013) nos menciona cuatro principios que Taylor definía:
El principio del planteamiento, el cual deja a un lado el criterio individual del operario para abrir paso al estudio de cómo debe de ser efectuado cada trabajo y en base a qué secuencia se efectuaría. El principio de la preparación o planeación se centraba en la selección de los empleados con respecto a sus capacidades, proporcionándoles así mejor capacitación y herramientas adecuadas. El principio del control dio pie a los departamentos de control, quienes comprobaban si la producción iba de acuerdo a lo establecido. El principio de la ejecución, que delimitaba las acciones y atribuciones de cada empleado, puesto que con ello se encontraría una mejor disciplina y responsabilidad.
2 Henry Ford (1863 – 1947), por su parte, realizó un “sistema de producción en cadena donde iniciaba desde la llegada de la materia prima, hasta el producto final”, según Armendáriz Sanz (2013). De forma similar a Taylor, delimitó tres principios:
Principio de la intensificación, el cual permitía disminuir el tiempo de producción utilizando de inmediato los recursos. Principio de economicidad, que reduce el uso y necesidades de materia prima en la producción. Principio de la productividad, que consiste en la especialización de los operarios aumentando la eficiencia de estos.
Cambiando a cuestiones estadísticas, nos encontramos con Walter Andrew Shewhart (1891 – 1967), quien introdujo el concepto de control estadístico de calidad en un histórico memorándum dirigido a sus superiores. Para ello se fundamenta en los siguientes postulados:
Las causas que condicionan el funcionamiento de un sistema son variables y pueden ayudar a predecir el futuro. La causa de variación siempre se encontrará presente en los sistemas industriales de producción.
De igual forma, Shewhart mencionaba que las causas de variación pueden ser detectadas y eliminadas. Para lograr ese objetivo creó los gráficos de control. Otro filósofo de la calidad al cual se puede mencionar es Armand Feigenbaum. Este gurú promovió la frase control de calidad total, la cual es considerada una herramienta estratégica que requiere que todo el personal de la empresa esté informado. Para ello, y según Giugni (2009), se requieren de tres pasos para llegar a la calidad: el liderazgo en la calidad, ya que se requiere de un énfasis de minuciosa planeación para con el mismo; técnicas de calidad modernas, ya que utilizando las herramientas adecuadas “no puede resolver el 80 a 90 por ciento de los problemas de calidad”; y el compromiso de la organización, que está enfocada a la motivación permanente y la capacitación necesaria en la empresa. De igual forma, Armendáriz Sanz (2013) menciona los cuatro pecados capitales de Feigenbaum: la calidad de invernadero, que trata sobre aquellas situaciones como pedidos excesivos o introducción de nuevos productos, los cuales llegan a afectar la calidad dejándola a un lado; la actitud anhelante, que es cuando la empresa se acostumbra a recibir ayuda del gobierno y tiende a ser poco competitiva; la producción en el exterior, que es la omisión al conocimiento de los competidores extranjeros que podrían amenazar nuestra existencia empresarial; y por último confinar la calidad a la fábrica, la cual menciona que la calidad debe de ser trabajo de todos en la empresa. Entre uno de los más grandes e importantes filósofos nos encontramos a W. Edwards Deming (1900 – 1993). Para González Arévalo (2007), Deming es catalogado como “el más importante en el estudio de la calidad pues se le reconoce que logró cambiar la mentalidad de los japoneses al hacerles entender que la calidad es un arma estratégica.”
3 Fue por ello que Deaming aportó una serie de puntos denominados como su filosofía, la cual servirá para la vida de una empresa. Allí se consideran los siguientes catorce puntos:
Crear constancia de propósito. Adoptar la nueva filosofía. Terminar con la dependencia de la inspección. Terminar con la práctica de decidir negocios con base en los precios. Mejorar el sistema de producción y de servicios. Entrenamiento del trabajo. Adoptar e instituir el liderazgo. Eliminar temores. Romper barreras entre los departamentos. Eliminar slogan. Eliminar estándares. Eliminar barreras que impidan alcanzar el orgullo del trabajador. Instituir un activo programa de educación. Implicar a todo el personal en la transformación.
Deaming se refería como calidad a todo aquello que le hiciera ahorrar a la empresa y a su vez cumplir a tiempo con la entrega del producto. Armendáriz Sanz (2013) dice que Deming es considerado en Japón como “’el padre de la tercera revolución industrial’ porque sus aportaciones en el marco de la calidad dieron a las empresas japonesas una nueva filosofía que las llevó el éxito”. De igual forma, se menciona la metodología de la “rueda de Deming”, que consiste en un ciclo de cuatro actividades: planificar (Plan), donde “se planifica lo que se quiere conseguir y qué hacer para lograrlo”; ejecutar (Do), donde “se pone en marcha toda la planificación”; comprobar (Chec), donde “se miden los resultados de la fase anterior y se comparan con los objetivos que se establecieron en la planificación”; y por último actuar (Act), donde “se establecen las acciones necesarias para resolver las desviaciones y errores detectados en la fase de comprobación”. De forma similar a Feigenbaum con sus cuatro pecados capitales, Deming considera que existen siete pecados mortales con respecto a la calidad, los cuales son:
Falta de constancia en la finalidad de planificar un producto y servicio apto para el mercado. Énfasis en los beneficios a corto plazo. Evaluación del personal por alguien del personal de la dirección, cuyos efectos son devastadores. Movilidad de la dirección, cambios de funciones. Utilización de cifras visible para dirección, con poca o ninguna consideración de las cifras desconocidas o irreconocibles. Excesivos costes médicos (reparaciones, garantías…).
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Excesivos costes de garantía, realizados por abogados que operan con porcentajes sobre resultados.
Otro autor muy importante para cuestiones de calidad fue Joseph Moses Juran (1904 – 2008). Orellana (2012) lo enmarca como “un consultor de gestión del siglo XX que es principalmente recordado como un evangelista de la calidad y la gestión de la calidad y la escritura de varios libros influyentes sobre esos temas.” El enfoque de Juran (La trilogía de la calidad) consiste en tres puntos a seguir: la planeación de la calidad, que se podrían generalizar como una serie de pasos de entrada y salida de la empresa; el control de la calidad, donde debe haber un control y observación por parte de todas las áreas de la empresa; y el mejoramiento de la calidad, que se basa en la realización de todas las mejoras proyecto por proyecto. Entre otros aportes de Juran, nos encontramos el principio de Pareto, en la que “por este principio se determina que el 80% de los problemas es causado por el 20% de las causas”. Posteriormente, también nos encontramos a aquel que es considerado el padre de los círculos de calidad: Kaoru Ishikawa (1915 – 1989), quien mencionaba que “el control de calidad consiste en desarrollar, diseñar, elaborar y mantener un producto de calidad que sea el más económico, el más útil y siempre satisfactorio para el consumidor.”, según nos menciona Orellana (2012). Su filosofía “está basada en el control de calidad en el que es necesario que la empresa estructure adecuadamente su Plan de Capacitación en Calidad.” Ishikawa dio aportes tales como la creación de un diagrama causa-efecto, el cual “refleja la relación entre una característica de calidad y los factores que contribuyan a que exista”; demostrar la importancia de las herramientas de calidad, y los círculos de calidad; y el enfoque del mejoramiento continuo de los procesos. Ruiz (2012), al hablar del maestro Shigeo Shingo (1909 – 1990), menciona que no es muy conocido con respecto a su persona, pero “su impacto en la industria japonesa y, recientemente, en algunas industrias de Estados Unidos ha sido bastante grande.” Al hablar de su filosofía, Ruiz (2012) la comenta de la siguiente forma: Una de las principales barreras para optimizar la producción es la existencia de problemas de calidad. Su método SMED (Cambio Rápido de Instrumental) funciona de manera óptima, si se cuenta con un proceso de Cero Defectos, para lo cual propone la creación del Sistema Poka – Yoke (a prueba de errores). El sistema Poka - Yoke “Consiste en la creación de elementos que detecten los defectos de producción y lo informen de inmediato para establecer la causa del problema y evitar que vuelva a ocurrir”, según Ruiz. Aunque también se ayudaba del sistema de jalar en vez de empujar. Por otro lado, también nos podemos encontrar a Philip Crosby (1926 – 2001), quien pensaba que “la calidad es conformidad con los requerimientos, lo cual se mide por el coste
5 de la no conformidad”, según Giugni (2009). Utilizando el enfoque mencionado se puede llegar a una meta establecida con “cero defectos”. Para ello, Crosby también usaba 14 puntos, tal y como menciona Giugni (2009) en su sitio web:
Asegúrese de que la dirección esté comprometida con la calidad Forme equipos para el mejoramiento de la calidad con representantes de cada departamento. Determine como analizar dónde se presentan los problemas de calidad actual y potencial. Evalúe el coste de la calidad y explique su utilización como una herramienta de istración. Incremente la información acerca de la calidad y el interés personal de todos los empleados. Tome medidas formales para corregir los problemas identificados a lo largo de los pasos previos. Instituya una comisión para el programa “cero defectos”. Instruya a todos los empleados para que cumplan con su parte en el programa de mejoramiento de la calidad. Organice una “jornada de los cero defectos” para que todos los empleados se den cuenta de que ha habido un cambio. Aliente a los individuos para que se fijen metas de mejoramiento para sí mismos y para sus grupos. Aliente al personal para que comunique a la dirección los obstáculos que enfrenta en la prosecución de sus metas de mejoramiento. Reconozca y valore a aquellos que participan activamente en el programa. Establezca consejos de calidad a fin de mantener informado al personal en forma regular. Repita todo para enfatizar que el programa de mejoramiento de la calidad no finaliza jamás.
Otro maestro de la calidad fue Genichi Taguchi, quien, según Zavaleta (2014), decía que “la calidad de un producto es la (mínima) pérdida que le ocasiona a la sociedad desde que sale de la fábrica.” Este maestro se enfocaba en la cuantificación de la calidad en términos monetarios, creación de productos atractivos al cliente ofreciéndolos mejor que la competencia, y teniendo una mejora continua en el proceso. De igual forma, combinó métodos estadísticos y de ingeniería para conseguir mejoras en los costos de la empresa. Mostró métodos claros con un enfoque de integración del diseño del producto y sus procesos de fabricación. A lo largo de la historia existieron autores sobre la calidad que mencionaron a la misma como una abstracción propia de la vida, es decir, algo que no exactamente podemos definir.
6 Tal es el pensamiento de Robert M. Pirsig, quien, según Monzó Marco (2007), dice que “calidad no es ni mente ni materia, sino una tercera entidad independiente de las otras dos..., aun cuando la calidad no pueda definirse, usted sabe bien que es.” Conclusión Así como existieron físicos que se pasaron mucho tiempo estudiando la gravedad entre otros fenómenos, podemos observar que también existieron personas que se preocuparon por la calidad de las empresas, su funcionamiento en las mismas, así como en los beneficios que éstas conllevan. Ciertamente no todas las ideas funcionan bajo el mismo método: unos exigen calidad total, otros tienen pasos para llegar a ella, otros estudian fenómenos estadísticos ligados a ellas, etc. Pero casi todas tienen una misma meta: satisfacer al cliente. Y tal parece con esto que, ya que el cliente es lo importante para esta situación, quedamos a merced de tales para guiar el rumbo de la calidad en todas las empresas.
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Fuentes Bibliográficas Armendariz Sanz, J. L. (2013). Gestión de la calidad y de la seguridad e higiene alimentarias (primera ed.). Madrid, España: Ediciones Paraninfo, S.A. Giugni, P. E. (6 de febrero de 2009). LA CALIDAD COMO FILOSOFÍA DE GESTIÓN. Recuperado el 12 de septiembre de 2015, de PHILIP B. CROSBY: http://www.pablogiugni.com.ar/httpwwwpablogiugnicomarp106/ Giugni, P. E. (6 de febrero de 2009). LA CALIDAD COMO FILOSOFÍA DE GESTIÓN. Recuperado el 13 de septiembre de 2015, de ARMAND V. FEIGENBAUM: http://www.pablogiugni.com.ar/httpwwwpablogiugnicomarp91/ González Arévalo, C. (18 de Marzo de 2007). 14 puntos de la calidad según Edwards Deming. Recuperado el 13 de Septiembre de 2015, de http://www.gestiopolis.com/14-puntos-de-la-calidad-segun-edwards-deming/ Monzó Marco, J. (2 de septiembre de 2007). Zen, motocicletas y sistémica. Recuperado el 12 de septiembre de 2015, de http://jmonzo.blogspot.mx/2007/09/zen-motocicletasy-sistmica.html Orellana, K. (22 de Septiembre de 2012). Filosofía Joseph Juran. Recuperado el 12 de septiembre de 2015, de http://maestrosdelacalidadop100111.blogspot.mx/2012/09/filosofia-josephjuran.html Orellana, K. (22 de septiembre de 2012). Filosofía Kaoru Ishikawa. Recuperado el 13 de septiembre de 2015, de http://maestrosdelacalidadop100111.blogspot.mx/2012/09/filosofia-kaoruishikawa.html Ruiz, D. G. (27 de septiembre de 2012). Filósofos de la Calidad. Recuperado el 13 de septiembre de 2015, de Shigeo Shingo: http://filosofosdelacalidad.blogspot.mx/2012/09/shigeo-shingo.html Varo, J. (1994). Gestión estratégica de la calidad en los servicios sanitarios: un modelo de gestión hospitalaria. Madrid, España: Ediciones Díaz de Santos. S.A. . Zavaleta, Á. (2014). Genichi Taguchi. Recuperado el 12 de septiembre de 2015, de http://www.academia.edu/4912932/Genichi_Taguchi