Ensayo Libro El Hueco 5s5i2s

OPINION, LIBRO EL HUECO “GERMAN CASTRO CAYCEDO” “UN ANALISIS DE REALIDAD”

RICARDO ANDRÉS LEIVA MANZANO DANIEL FERNANDO GAONA

UNIVERSIDAD DE LA SALLE ISTRACIÓN DE EMPRESAS, EPISTEMOLOGÍA BOGOTÁ

CONTENIDO

Capitulo Uno. “Una silla en la herradura”………………………….………..........Pag.1 Capitulo Dos. “Aquí no se las tire de paisa, porque lo clavan”……………...…Pag.2

UNA SILLA EN LA HERRADURA

“Ese jueves de febrero esperábamos a algún personaje, pero ya en el dorado, la línea aérea anuncio que el vuelo de Buenos Aires traía un retardo de cinco horas. Eso es normal en Colombia” 1 así comienza este libro, dando paso a la aventura que nos embarca el conocer y ser responsables de una realidad que nos ataña desde tiempos memorables, que términos tan coloquiales, tan colombianos que arrancan una pequeña sonrisa imaginaria acompañada de un “si es verdad”, y es que así somos, así nos acostumbramos y tal vez en un acto irónico único de nuestra raza somos capases de mofarnos de nuestras desgracias, de nuestras malas costumbres y de nosotros mismos. En una pequeña aventura por el dorado nos vamos situando de una vez en el eje principal del conflicto y es ahí donde muchos colombianos comienzan o terminan este viaje, un grupo muy selecto, sale con unas expectativas inmensas, bien sea hacia su futuro laboral o simplemente hacia un buen viaje de placer y aunque en su corazón exista en ese momento algo de nostalgia, esta será evadida fácilmente al recordar que solo cuando se desee se regresara a casa, otro grupo ya más extenso al igual que el primero tiene una gran ilusión pero no por un buen viaje sino por un futuro mejor, una realidad distinta a la que les toco, también a diferencia del primer grupo en el corazón de estas personas la nostalgia no es poca, de hecho es total pues el posible regreso a casa aun ni siquiera se ha considerado en la mínima posibilidad y es en estos guerreros, compatriotas luchadores como ningunos que se quiere centrar el autor y desde ahora toda nuestra atención. Quizá la mayor anécdota de este primer recorrido en el dorado fueron unas mujeres deportadas de Japón, el autor de este libro Germán Castro Caycedo quien desde ahora llamaremos solo por su apellido “Caycedo” no duda en resaltar algo que ya de por sí sabemos, la belleza que tienen nuestras mujeres, una que no se ve asaltada tras una humillante deportación con entrada al calabozo incluida, dos viajes, uno a california de 12 horas y otro de regreso a casa de 8 , y todo de un solo tiro, estas mujeres no traen tanto rencor o desgaste hacia la situación que afrontan como pensaríamos todos, de hecho no ven la hora de poder volver pues sus bolsillos están un poco mejor a como tal vez salieron, y es que es hay precisamente donde radica el problema el “dinero” algo por lo que muchos colombianos con muy pocos recursos son capases de hacer cualquier cosa, incluso dejar atrás, su tierra, su gente, sus costumbres, su familia, en fin 1

CASTRO CAYCEDO, Germán. Una silla en la herradura. En: El Hueco. Bogotá: Talleres de Editorial Printer Colombiana Ltda. Cll 64No. 88ª-30, 1989. P.13

toda su vida y emprenden esta tan anhelada aventura que quizás luego se convierta en la peor experiencia de su vida. Es gracias a esto que caycedo comienza a interesarse un poco más en el tema, llevándolo a investigar en la oficina de deportados de la abogada “Diva Rojas”, lugar donde se hace más grande su interés y decide ar un sitio en los estados unidos que pudiera reunir ciertas condiciones que llegasen a mostrar eso que buscaba, “ Un lugar que conservara algo de familiaridad, en el cual hubiera tiempo para sentir y para vibrar y, de golpe, para dejar correr el reloj y darse cuenta de que aun se estaba vivo, sin tener que arrepentirse más tarde por haberle robado espacio a las horas extras en la fabrica”2 como en medio de una selva de cemento, oscura, gris y distinta, muy distinta, nuestros colombianos tratan de abrirse paso y remembrar muchas o casi todas sus costumbres para no olvidar el país y la sangre que aun corre por sus venas pero que hace mucho dejaron atrás. La herradura es uno de los restaurantes más antiguos de comida típica y colombiana en new york es donde las historias de estos guerreros compatriotas cobran vida, donde conocemos esa increíble y terrorífica aventura de llegada a los estados unidos, incluso un muy buen detalle del viaje que hay que hacer desde Manhattan a Queens más exactamente a Jackson Heights según Caycedo “Chapinerito” la colonia más grande de colombianos en estados unidos. Estando ya ubicado en el sector Caycedo constata que aun siendo un lugar peligroso, sin duda no es el de más cuidado en Queens, el sector de los colombianos es de pura gente trabajadora con un jornal completo de sol a sol y aunque con una paga muy pobre si muy agradecidos por tenerlo, y es que es así como somos y lo que nos caracteriza, ser trabajadores, echados pa’ delante, tendiendo la mano al compatriota que acaba de llegar, así haya que dormir apeñuscados en una sala, donde sea, lo que importa es dormir. Cuenta que (Chapinerito) es una pequeña Colombia, pues dice textualmente que sus calles son pequeñas y llenas de negocios colombianos propios de nuestra tierra como el “indio amazónico” y restaurantes como Las Acacias y la Aguacatala, pero sin duda “la herradura” uno de los más antiguos es también uno de los más alegres, es ahí donde Caycedo decide comenzar su aventura de escuchar a todos sus compatriotas y sus historias, cada uno con una cruz diferente pero todos con una misma nostalgia en su corazón no siendo esto un impedimento para dejar de agradecer este pequeño espacio que tienen para recordar un poco sus costumbres, su idioma, su comida a su gente y por supuesto 2

CASTRO CAYCEDO, Germán. Una silla en la herradura. En: El Hueco. Bogotá: Talleres de Editorial Printer Colombiana Ltda. Cll 64No. 88ª-30, 1989. P.15

también a su dueño “ Raúl” un chiquinquireño de 52 años que es conocido por su cosa que nos caracteriza tanto a los colombianos como nuestra cumbia o nuestro sombrero vueltiao. Así termina este primer capítulo con mas nostalgia que alegrías, y con una gran incertidumbre por aquellos que hasta ahora no conocíamos o bien no sabíamos de su existencia y su cruz, pero que sin duda desde ahora llenaran gran parte de nuestro interés y nuestra atención.

“AQUÍ NO SE LAS TIRE DE PAISA, POR QUE LO CLAVAN”

El siguiente personaje de esta emblemática historia, es Gabriel Jaime, un antioqueño de 36 años, un hombre ambicioso, afanoso en la búsqueda de oportunidades que le generen el dinero suficiente para saciar sus deseos y ganas de progresos en la vida, así mismo como su consumismo capitalista, digno de nosotros. Con este firme propósito de conseguir tan anhelado sueño americano, traducido para muchos en dólares, comienza esta historia, cuando Gabriel en ese momento con “28 años” y su instructor de vuelo terminan lo que para él es el comienzo del final de su búsqueda, el medio por el cual iba a poder conseguir mucho dinero, trayendo colombianos desde Bahamas que estaban dispuestos a pagar hasta 2000 dólares por cabeza, no importa lo que tengamos que hacer, es algo que está en los colombianos, el empuje incluso muchas veces supera la moral o lo que la sociedad conciba como bueno, siempre y cuando nos pueda acercar más a nuestros objetivos. La ambición de Gabriel Jaime era tan grande que junto con su perspicacia e inteligencia decidió apropiarse de este negocio, luego de conocer a Mario en este mundo de oficios en base al lucrativo ejercicio que generaba el traer colombianos a estados unidos, y luego de saber bien cómo funcionaba, cayó en cuenta que era precisamente Mario y ahora él, quien tenía todos los os y conexiones necesarias para llevar esto acabo, en aquel momento al ver como el piloto sacaba tanto provecho sin hacer “relativamente” mucho, entonces es cuando toma la decisión de inscribirse en una escuela de aviación, hacerse piloto con licencia y tomar el control total de esta operación, que ejemplo más bello este, que nos da la oportunidad de recalcar lo que venimos trayendo a colación, “no conocemos los

limites cuando de crear oportunidades se trata” refiriéndonos precisamente a los colombianos.

Gabriel Jaime, no siempre se dedico a esto, de hecho este paisa desde que llego a estados unidos siempre busco algo mas, algo mejor, trato de superarse como persona y buscando siempre un destino con mas progreso “traducido” para nosotros en más dinero, siendo un técnico de construcción con más de 19 títulos decidió dejarlo por un trabajo que le propuso un amigo, en el cual se ganaba mucho mas, y era ostensiblemente mucho más fácil que ser soldador, tenía que pasar unas maletas llenas de dólares a Colombia, pero fue en ese negocio donde precisamente conoció a Mario y su negocio de pasar ilegales que luego posteriormente como ya menciónanos decidió tomar como propio, que fue por cierto cada vez más lucrativo con más riesgos pidiendo por ende más creativa e innovación a la hora de hacer los procesos. La historia de Gabriel ahora con 36 años es un poco diferente a la de la mayoría de personas que llegan a estados unidos buscando un sueño, pues a los 16 años, citado por Caicedo su padre le dice “Sigue en el colegio, trabaja o se larga de aquí”3, haciendo caso a esto termina en Queens pero lo que realmente lo diferencia y le da el punto extra es que decide aprender ingles, validar su bachillerato en el High Scholl y ser y buscar mejores cosas, tal vez esto es algo adicional que le da a este personaje ese sentido de pertenencia único que sentimos con el colombiano trabajador, progresista e ingenioso. En esa búsqueda de mejorar y antes de ser soldador fue lava platos, trabajo en una lavandería, fue albañil, carpintero y luego manejaba grúas todos estos sucesivamente y en su orden, obviamente cada vez con más sueldo y menos horas de trabajo, pero para ascender a cada uno recurrió a miles de estrategias ingeniosas y muchas veces evasivas por sus mismas exigencias y estructuras de los mismos, pero sin olvidar y dejar atrás el colombiano luchador y creativo que no se vara por nada ni por nadie, pero sin duda lo que más valoramos de esta historia es precisamente las ganas de aprender todos los conocimientos acerca del nuevo trabajo y por supuesto todo lo necesario para poder seguir ascendiendo y ganar más dinero con menos esfuerzo. Volviendo nuevamente al final de la historia de Gabriel nos cuenta como este negocio en las Bahamas se volvió demasiado popular, como siempre los colombianos llegamos donde vemos que hay plata, que hay oportunidades se 3

CASTRO CAYCEDO, Germán. “Aquí no se las tire de paisa, porque lo clavan”. En: El Hueco. Bogotá: Talleres de Editorial Printer Colombiana Ltda. Cll 64No. 88ª-30, 1989. P.31

multiplicaron los botes, los guías etc. Y por supuesto como comenta Gabriel y lo escribe Caycedo “ Las autoridades norteamericanas comenzaron a darse cuenta y se pusieron las pilas” 4, es curioso que estando retirado por así decirlo del negocio, pues siendo tan astuto como siempre lo fue había delegado la mayoría de sus funciones y solo sentaba a esperar y a contestar el teléfono, aun así decide hacer un viaje mas, pues solo hacia ya viajes a gente muy de confianza o personal, como fue el caso que decidió meter a su familia a estados unidos por decisión y petición de ellos y es precisamente ahí y de una forma muy curiosa cuando la policía le cae a Gabriel y aunque trate de persuadirlos es su abogada quien por teléfono le dice “ acá no se las tires de paisa con las autoridades que te va peor” 5 , luego de esto confiesa la verdad y todo termina, por lo menos el negocio pues aunque luego lograr recuperar su licencia y su pase, un juez lo pone a escoger entre su residencia o las llaves de su avión, entonces obviamente se decide por su residencia, para finalizar nos cuenta que igual luego metió a su familia y se retiro del negocio pues como bien lo estipula , ya tiene con que vivir el resto de sus días,

Es así como finaliza la historia de Gabriel un gran Colombia quizás con muchos errores pero siempre con la plena convicción que su empuje paisa, sus ganas de salir adelante y su rebusque tan único de los colombianos lo llevarían a tener esa tranquilidad que siempre busco, esa estabilidad económica y más difícil de alcanzar según muchos en nuestro país, ese mismo sueño americano o como hemos decidido llamarlo “sueño monetario” pues no es más que el 90% del motivo por lo que muchos se embarcan en esta terrible aventura que como el mismo Gabriel nos cuenta es demasiado difícil, abrumadora, trágica y muchas veces incierta, tanto que así quisiera ayudar ¡muchas veces! a ¡muchas personas!, solo lo pudo hacer muy escasas veces.

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CASTRO CAYCEDO, Germán. “Aquí no se las tire de paisa, porque lo clavan”. En: El Hueco. Bogotá: Talleres de Editorial Printer Colombiana Ltda. Cll 64No. 88ª-30, 1989. P.38 5 Ibíd. P.40.