Tema:
Trastorno Dismórfico Corporal y Síndrome de Dorian Gray. Asesora: Frida Martino González Realizado por: Feedra Cano Benavides. Practicas pre-profesionales. Internado área Clínica. Ciclo: IX Uded: Lima Abril - 2012
Este desorden fue descrito por primera vez como cuadro psicopatológico por el psiquiatra Italiano Enrico Morselli en 1886, en el boletín de la Academia de Ciencias Médicas de Génova. Dicho médico caracteriza el cuadro como la insatisfacción persistente y extendida respecto a su cuerpo, sintiendo al mismo como anómalo o deforme en alguno de sus rasgos, generando un profundo malestar en el paciente. Fue conocido en un principio como Dismorfofobia (etimológicamente dis morfia, “sin forma”); aunque el término fue acuñado inicialmente por Heródoto de Alicarnaso en el siglo V.
En el año de 1980, la Organización Mundial de la Salud reconoce la Dismorfofobia como un cuadro somatomorfo atípico y diez años más tarde, en 1990, es incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
Está muy asociado a la capacidad de auto percepción que posee la persona de forma natural (Zullman, 2007). Por tanto es de considerable importancia tratar previamente sobre los conceptos de imagen corporal. La imagen corporal es la representación del cuerpo que cada persona construye en su mente y de la vivencia que tiene del propio cuerpo (Guimón, 1999). Una cosa es la apariencia física y otra muy distinta la imagen corporal, personas con una apariencia física que se aleja de los prototipos de belleza pueden sentirse bien con su imagen corporal y de modo contrario, personas socialmente evaluadas como bellas pueden no sentirse así.
La imagen corporal se compone de diversas variables (Cash y Pruzinsky, 1990; Thompson, 1990; citado por Salaberria, et al., 2000)). Siendo estas las siguientes:
Aspectos perceptivos Precisión con que se percibe el tamaño, el peso y la forma del cuerpo, en su totalidad o sus partes. Las alteraciones en la percepción pueden dar lugar a sobreestimaciones o subestimaciones. Aspectos cognitivos-afectivos Actitudes, sentimientos, pensamientos, valoraciones que se tiene sobre el cuerpo, su tamaño, su peso, su forma o algunas partes de él. Desde el punto de vista emocional la imagen corporal incorpora experiencias de placer, displacer, satisfacción, disgusto, rabia, impotencia, etc. Aspectos conductuales Conductas que se derivan de la percepción y de los sentimientos asociados con el cuerpo. Puede ser su exhibición, la evitación, la comprobación, los rituales, su camuflaje, etc.
La imagen corporal se va constituyendo a lo largo de las diferentes etapas de la vida, lo que permite interiorizar la vivencia que cada persona tiene sobre su cuerpo, que en el caso de la mujer sufre variaciones importantes debido al embarazo. Los bebes en los primeros 5 meses de vida empiezan a distinguir los objetos externos y sus cuidadores, mientras que a los 12 meses se centran en explorar su entorno. Los niños al año de edad hasta los 3 años experimentan la relación entre el cuerpo y el ambiente, con el desarrollo de habilidades motoras y el control de esfínteres.
En la adolescencia se vive el cuerpo como fuente de identidad, de auto-concepto y autoestima. Es la etapa de la introspección y el autoescrutinio, de la comparación social y de la autoconciencia de la propia imagen física y del desenvolvimiento social, que podrá dar lugar a la mayor o menor insatisfacción con el cuerpo.
Cuando la preocupación por el cuerpo y la insatisfacción con el mismo no se ajusta a la realidad, ocupa la mente con intensidad y genera malestar interfiriendo negativamente en la vida cotidiana, se está hablando del trastorno de imagen corporal.
Trastorno Conversivo
Trastorno de Somatizacion
Los trastornos Somatomorfos son 4:
Hipocon driasis
Trastorno Dismórfico corporal
De acuerdo a la asociación psiquiátrica americana (APA, 2000) (DSM-IV-TR) el trastorno dismórfico se define como una preocupación excesiva por un “defecto corporal” inexistente o de escasa entidad que produce malestar e interfiere gravemente en la vida cotidiana del sujeto dificultando las relaciones personales y su funcionamiento en diversas áreas. http://www.youtube.com/watch?v=x0gZgbU5Qfk
La edad en la que aparece este trastorno es a inicios de la adolescencia hasta los veinte años (Philips y colaboradores, 1993; Veale, Boocock y col., citado por Barraca M, 2000) Hay que tener en cuenta que las alteraciones perceptivas, la preocupación y el malestar acerca de la imagen corporal pueden ser un síntoma presente en distintos cuadros clínicos o puede ser un trastorno en sí mismo. Así, en la esquizofrenia es habitual que existan alucinaciones perceptivas y visuales de tipo somático; en la manía los pacientes se ven más atractivos y más delgados; en la depresión más viejos y feos, en la transexualidad existen una falta de correspondencia entre los órganos sexuales y la identidad de género.
En el Trastorno Dismórfico Corporal la preocupación puede referirse a partes del cuerpo o a aspectos más globales, así como a defectos faciales, la forma, el tamaño, el peso, la simetría de partes del cuerpo y los olores. El TDC diagnosticable toma muchas formas. Las personas que padecen trastorno dismórfico corporal frecuentemente presentan, o han tenido, fobia social, depresión, un trastorno obsesivo compulsivo o trastornos de la alimentación (Hollander, Cohen y Simeón, 1993; Phillips et al., 1994, citado por Vicente Caballo, 1997)
ALCANCE DE LA QUEJA
Defectos faciales
CONTENIDO DE LA QUEJA
Acné, arrugas, cicatrices y manchas Vello excesivo Palidez o enrojecimiento Asimetría facial
Estructura corporal (forma, tamaño, peso, simetría)
Partes de la cara y la cabeza Genitales Extremidades
Olores corporales
Secreciones, olores y aliento
La vigorexia es una variante del trastorno dismórfico corporal, en el cual el paciente se centra en obtener un cuerpo hipermusculado, llegando a consumir hormonas y anabolizantes esteroides para poder aumentar su musculatura, teniendo como consecuencia daños en su salud física.
En los trastornos de alimentación (Thompson, 1996; Perpiña, Botella y Baños, 2000, citado por Salaberria, 2000), surge la insatisfacción en la imagen corporal, asimismo se presentan preocupaciones que están centradas en el peso o tamaño del cuerpo y de modo específico en las nalgas, cintura, muslos y cadera (partes relacionadas con expectativas de maduración sexual y social). Los pensamientos están centrados en la delgadez y las conductas motoras son la realización de dietas, el uso de laxantes y purgantes, el ejercicio físico excesivo y la evitación de situaciones.
En los casos donde existen alteraciones de la imagen corporal, los síntomas se presentan en cuatro niveles de respuesta que se ponen de relieve especialmente cuando el paciente se enfrenta a situaciones en las que puede ser observado (Rosen, 1995). A continuación una explicación sobre cada nivel:
Nivel psicofisiológico Respuestas de activación del sistema nervioso Autónomo. Por ejemplo: dificultades de respiración, sudor, temblor, entre otros. Nivel conductual Conductas de evitación, camuflaje, rituales de comprobación y tranquilización, realización de dieta, ejercicio físico, etc.
Nivel cognitivo Preocupación intensa, creencias irracionales, distorsiones perceptivas sobreestimación y subestimación, autoverbalizaciones negativas sobre el cuerpo. Las preocupaciones pueden ser patológicas, obsesivas, sobrevaloradas e incluso delirantes. Nivel emocional Insatisfacción, asco, tristeza, vergüenza, etc.
Desde el enfoque psicoanalítico, teniendo mayor acogida la teoría de los mecanismos de defensa de desplazamiento, es decir esta patología surge debido a un conflicto inconsciente subyacente que provoca demasiada ansiedad como para itirlo en la conciencia , por ende la persona lo desplaza a una parte del cuerpo. Se ha observado la similitud que tiene con el trastorno obsesivo compulsivo, los dismórficos tienen pensamientos persistentes y horribles sobre su apariencia.
Presentan preocupación disruptiva, con algún defecto imaginado en la apariencia (“fealdad imaginada”). Muchas personas que presentan este trastorno adquieren una fijación por los espejos, con el fin de poder revisar su supuesta característica de fealdad y cerciorar si ha habido algún cambio en su aspecto físico. Otros por el contrario evitan los espejos hasta en un grado fóbico (catoptrofobia o eisoptrofobia)
Asimismo presentan ideas de referencia, es decir consideran que todas las situaciones que se presentan se relacionan en cierta forma con ellos, en este caso con su defecto imaginado. Muchos casos de trastornos graves se recluyen en su casa por temor a mostrarse ante los demás. Aunque muchos pueden itir la posibilidad de que sus preocupaciones sobre su aspecto son excesivas, están a la merced de esas preocupaciones exageradas.
El trastorno dismórfico corporal afecta a hombres y a mujeres por igual. Algunos pacientes con TDC no conocen la naturaleza extraordinaria de sus preocupaciones y pueden considerarse que sufren "alucinaciones".
El trastorno debe producir un sufrimiento considerable o suscitar deficiencias en las áreas de funcionamiento social, ocupacional u otras áreas importantes. Preocupación por algún defecto imaginado del aspecto físico. Cuando hay leves anomalías físicas, la preocupación del individuo es excesiva o exagerada. La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. La preocupación no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental. Por ejemplo: Insatisfacción con el tamaño y la silueta corporales en la anorexia nerviosa.
El trastorno dismórfico corporal se inicia en la adolescencia, habiendo mayor predisposición de presentarlo las personas solteras. Las personas acuden por ayuda terapéutica aproximadamente después de 10 a 15 años de presentar este trastorno, con la principal característica que la demanda se relaciona con las complicaciones psicopatológicas generadas (depresión, aislamiento social, entre otros) más que el por el propio trastorno.
Dificultades sociales, autoaislamiento Depresión e ideación suicida Riesgo quirúrgico. Muchas personas dismórficas, a pesar de la intervención quirúrgica quedan insatisfechas con la intervención.
Son similares a los empleados en el tratamiento cognitivo conductual de las fobias y del trastorno obsesivo - compulsivo
Se ha utilizado el modelo de reestructuración cognitiva, inspirado en las técnicas de Beck y de Ellis, las cuales están constituidas por las siguientes fases: Educación e información. En esta fase se trata de exponer al paciente el modelo cognitivo conductual, es decir, la relación existente entre el pensamiento, la emoción y la conducta. Identificación y registro de pensamientos, así como de su relación con las emociones y las conductas. Discusión de los pensamientos y puesta en duda de los mismos con referencia a los datos de la realidad. Sustitución de los pensamientos no adaptativos por otros más adecuados y que produzcan menos sufrimiento. Las autoinstrucciones positivas y el role playing
Pero la intervención no se limita únicamente al tratamiento psicoterapéutico cognitivo conductual que según se sabe es uno de los más efectivos, sin embargo también están la terapia dinámica y la farmacoterapia, esta última en el uso de antidepresivos y neurolépticos, se han utilizado con más éxito los inhibidores de la monoaminooxidasa y los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptacion de la serotonina que suelen ser prometedores en el futuro.
Dentro de los casos de personas que sufren de algún tipo de trastorno dismórfico corporal existen individuos que se consideran víctimas de una degeneración facial, notoria y acelerada, lo que lleva al uso excesivo de los cosméticos y de los procedimientos quirúrgicos, en un esfuerzo inútil para preservar su apariencia lozana y juvenil.
El nombre del síndrome deriva del título de una novela de Oscar Wilde (el retrato de Dorian Gray, 1890), en la que el protagonista vende su alma al diablo a cambio de juventud y belleza eterna http://www.youtube.com/watch?v=KJtO7nO7 VpM
Miedo extremo de sufrir deformidad física alguna, acompañado por dificultades en la conformidad del proceso del envejecimiento natural, y de aceptar asimismo las demandas del desarrollo que resultan de la madurez emocional.
Esta condición fue descrita por Brosig en el año 2000 en un simposio dedicado a la "medicina estética y al estudio de las drogas que se utilizan para disimular la vejez. La mayoría de autores concuerda en el hecho de que este trastorno podría tener una raíz en las neurosis narcisistas explicadas por Freud en su momento.
Preocupación excesiva por la apariencia externa (trastorno dismórfico corporal) Signos de Dismorfofobia. Defectos imaginarios que le causan vergüenza social (regresión narcisista) Junto con la preocupación excesiva por la apariencia externa es el fuerte deseo de conservar la juventud de uno para no envejecer, se produce un estancamiento e inhabilidad de aceptar el crecimiento o la madurez emocional.
Utilización de por lo menos dos de los siguientes productos, o maniobras. INDICADORES Restauradores del crecimiento del pelo. Agente anti adiposidad. Medicación contra la disfunción eréctil. Elevadores del afecto. Dermatología cosmética en cualquiera de sus formas Cirugía estética (liposucción o estiramiento facial).
La terapia psicodinamica con pacientes adecuadamente motivados, para los casos más graves y que tengan cronicidad deben recibir medicación con psicoactivos. La psicoterapia debe ser intensiva ya que la cronicidad ha deteriorado cognitivamente al paciente, para ello se requiere el empleo de técnicas cognitivo-conductuales como alternativa al enfoque psicodinamico.
Cindy Jackson, la mujer que más operaciones estéticas se ha hecho en el mundo. Con 55 años de edad, ha gastado más de cien mil dólares en 52 países en catorce cirugías de cuerpo entero, botox, cinco cirugías de adelgazamiento de cara, espalda, liposucciones e inyecciones de colágeno. En 2008 ganó el Guinness Record por su adicción a las cirugías.
“Muchas personas no cumplen los 80 porque intentan, durante demasiado tiempo, quedarse en los 40”. Salvador Dalí
Arcas, M, (2009). Sobre un Caso de Trastorno Obsesivo con Dismorfofobia Corporal, Alcmeon Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiatría, vol. 15, núm. 3, pp. 186-191. Recuperado de: http://www.alcmeon.com.ar/15/59/06_arcas.pdf Barraca M, (2000). Tratamiento cognitivo- conductual en un caso de trastorno dismórfico corporal, Clínica y Salud, vol.11, núm. 1, pp.81-97. Recuperado de: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=180618248005. ISSN 1130-5274. Caballo, V., (1997). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos, Recuperado de: http://books.google.com.pe/books?id=Gfg5lDKytTUC&pg=PA407&dq=trast orno+dismorfico+corporal&hl=es&sa=X&ei=L3kT8GOLIbd0QGOuL2XBQ&ved=0CDAQ6AEwAA#v=onepage&q=trastorno%2 0dismorfico%20corporal&f=true Cruzado, L; Vázquez, E; Huavil, J, (2010). Trastorno Dismórfico Corporal con Desenlace Fatal: Reporte de un Caso, Departamento de Emergencia del Instituto Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi, vol. 71, núm. 1: 51-3. Recuperado de: http://www.scielo.org.pe/pdf/afm/v71n1/a10v71n1.pdf Mora, M; Raich, M. (2004). Una Revisión de Estudios de Intervención Sobre las Alteraciones de la Imagen Corporal, Revista Psicología y Ciencias Sociales vol. 6, núm. 2. Recuperado de: http://www.iztacala.unam.mx/PyCS/pdf/62-4.pdf
Osomo, A. (2006). El síndrome de Dorian Gray (DGS), Revista de la asociación colombiana de gerontología y geriatría, vol. 20, núm. 4. Pp. 971-974. Recuperado de: http://www.acgg.org.co/pdf/pdf_revista/2006/20-4.pdf Salaberría, K; Borda, M; Echeburúa, E. (2000). Tratamiento del trastorno Dismórfico Corporal: Una Revisión Crítica, Revista de Psicopatología y de Psicología Clínica Vol. 5, núm. 1, pp. 2743. Recuperado de: http://espacio.uned.es:8080/fedora/get/bibliuned:Psicopat-20005000/Documento.pdf , ISSN 1136-5420/00. Salaberría, K; Rodríguez S., Cruz S. (2007). Percepción de la imagen corporal: Revista Osasunaz vol. 8, núm. 1, pp. 171183. Recuperado de: http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/osasunaz/08/08171183. pdf, ISSN 1136-5420/00. Velasco, R. (2010). Dismorfofobia o Vergüenza del Cuerpo, Revista Clínica e investigación Relacional vol. 4, núm. 1, pp. 208-220. Recuperado de: http://www.psicoterapiarelacional.es/LinkClick.aspx?fileticket= jpuqraPEG9k%3d&tabid=648 ISSN 1988 – 2939.
Clasificación Internacional de Enfermedades Trastornos Mentales y del Comportamiento, CIE – 10, Organización Mundial de la Salud – Ginebra. Durand, M; Barlow, D., (2007). Psicopatología: Un Enfoque Integral de la Psicología Anormal. México. Editorial Thompson. 4ta Edición. Pág. 186 – 190. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-IV, de la American Psychiatric Association. Zulman, L. (2007). Trastornos de la conducta alimentaria. Anorexia y Bulimia. Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.