Hebreos 10.19-25 - Compromisos e2w4q

COMPROMISOS Hebreos 10.19-25. Introducción. Un compromiso es “UNA OBLIGACIÓN CONTRAIDA CON OTRO SER, ES UNA PALABRA DADA QUE DEBE CUMPLIRSE”. Para muchos del mundo un compromiso hecho no debe pasarse a llevar, sería poco honorable no cumplir con la palabra empeñada, y me pregunto, hoy en día ¿CUAL COMPROMISO TIENE MAS VALOR PARA UN CRISTIANO? ¿EL QUE TENEMOS CON DIOS O LOS QUE DAMOS A LOS HOMBRES? Espero que el compromiso que tenemos con Dios sea el más importante de su vida. En Hebreos 10.19-25, el escritor nos enseña sobre cuales debe ser nuestros compromisos, nos recuerda cual fue el compromiso del Señor, su entrega por cada uno de nosotros y lo que se posibilito con su sacrificio y además, nos llena la memoria del como adquirimos el compromiso con Cristo, y nos hace un llamado a mantenernos fieles, ayudando a los demás y comprometiéndonos con su iglesia, veamos lo que nos dice el texto. I. EL COMPROMISO DE CRISTO Y SUS CONSECUENCIAS (Hebreos 10.19-21). Como nos dicen las escrituras del Antiguo Testamento, Sólo podía entrar al LUGAR SANTISIMO el Sumo Sacerdote y una vez al Año, nada más (Hebreos 9.7). Pero el escritor de esta carta nos dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar al lugar Santísimo por la Sangre de Jesucristo” (10.19). Gracias al sacrificio de Cristo, ahora todos nosotros tenemos a entrar a la presencia misma de Dios, al lugar Santísimo con toda libertad. Tenemos una entrada libre y exclusiva para llegar a Dios. ¿Es maravilloso esto o no? Y recordemos esto, que este privilegio fue posible solo “por la sangre de Jesucristo”. Él nos abrió un “camino nuevo y vivo”, un camino jamás abierto para el hombre ahora esta disponible a toda la humanidad por la sangre de Jesús. Él quito todo obstáculo que nos impedía llegar a Dios y esto lo hizo por su sacrificio “a través del velo, esto es, de su carne” (10.20). Por todo lo que ocurrió en el Gólgota, ahora nosotros podemos tener entrada libre al Padre. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi” (Juan 14.6). Y debido a esto, Cristo fue constituido como “gran sacerdote sobre la casa de Dios” (10.21), para ayudarnos y estar a favor nuestro delante de Dios (Hebreos 7.24-25). Jesús no solo murió y se sacrifico por nosotros para que pudiésemos entrar al lugar Santísimo, sino que también fue constituido como sumo sacerdote para interceder y obrar a favor nuestro ¡Gracias Dios por tu amor, gracias Cristo por darnos entrada al Padre! II. ¿CÓMO RESPONDEMOS AL SACRIFICIO DE CRISTO? - (Hebreos 10.22). Y después de decirnos todo lo que Cristo hizo por nosotros y también lo que es, el escritor nos insta a tomar una decisión, a tomar la iniciativa. Él nos dice que “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe” (10.22a). Ahora que el camino esta inaugurado, esta abierto, vayamos a encontrarnos con Dios, vayamos a su cercanía con sinceridad, sin falsedad, confiando plenamente en Dios y limpios de todo mal. Pero ¿DE QUE MANERA PODEMOS ACECARNOS A DIOS? ¿COMO PODEMOS HACERLO? El texto continua diciéndonos: “purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (10.22b) Esto nos recuerda el momento cuando fuimos limpiados por la sangre de Cristo en el bautismo, allí nuestras almas fueron purificadas y libradas del pecado. Pero pensemos esto, Hoy en día ¿SIGO MANTENIENDO ESA CERCANÍA CON DIOS, ESA SINCERIDAD CON ÉL? ¿SIGO CONFIANDO Y MANTENIENDO UNA BUENA RELACIÓN CON ÉL?, ¿VIVO UNA VIDA LIMPIA DE PECADO? Después de ver, todo lo que Dios ha hechos por nosotros, ahora veamos cuales son nuestros compromisos. III. TRES COMPROMISOS PARA DIOS - (Hebreos 10.23-25). Pues cuando tomamos la decisión de salir de la potestad de las tinieblas al reino de Cristo, dimos nuestra palabra de que seriamos fieles y comprometidos con Dios ¿NOS ACORDAMOS DE ESO? ¿CIERTO? ¿COMO VAMOS COMO NUESTROS COMPROMISOS COMO CRISTIANOS? A) Compromiso de llevar una vida recta delante de Dios – (10.23). Por todo lo que vino diciendo el escritor, después de recordarnos el compromiso que hicimos con Cristo cuando purificamos nuestras almas, el nos insta a tomar una decisión. Si nos damos cuenta, nuestro compromiso con Cristo depende de decisiones: “Acerquémonos…Mantengamos…considerémonos…

No dejando de congregarnos…” y el ahora dice: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (10.23). Esta es una exhortación a permanecer fieles, sin variar, ni dudar, es un aliento a seguir firmes y constantes en el Señor (Hebreos 6.11-12). A este compromiso se le llama “la profesión de nuestra esperanza”, porque se refiere a cuando tomamos la decisión de seguir a Cristo y confesamos nuestra fe públicamente, y acudimos a las aguas bautismales. Pero como estamos hoy, transcurrido ya algún tiempo desde el momento de nuestro bautismo, ¿SEGUIMOS FIRMES COMO AL COMIENZO? ¿SEGUIMOS IGUAL DE ACTIVOS QUE AL PRINCIPIO DE NUESTRO CRISTIANISMO? ¿SEGUIMOS CON LAS MISMAS GANAS? Debemos mantener nuestra firmeza espiritual, debemos preocuparnos en no desviarnos, ni decaer o desanimarnos, porque hay grandes promesas si nos mantenemos fieles, “porque fiel es el que prometió”, Dios seguirá fiel y cumplirá lo que prometió, y nosotros ¿SEREMOS FIELES HASTA EL FINAL? B) Compromiso de ayudar y alentar a mis hermanos – (10.24). Pero no solamente debemos preocuparnos de nosotros, sino que también de nuestros hermanos, el escritor nos dice: “Y Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;” (10.24). La palabra CONSIDERAR significa “tener en cuenta a alguien o algo”. En este caso el pasaje nos insta a tomar en cuenta a nuestros hermanos, tener presente a nuestros hermanos espirituales, pero ¿PARA QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA A LOS HERMANOS? “para estimularnos al amor y a las buenas obras”. Este es el fin de considerarnos unos a otros, el poder motivarnos, animarnos, ayudarnos y alentarnos para amarnos y también para que hagan el bien. Pero ¿HACEMOS ESTO? Estamos preocupados de nuestros hermanos para ayudarlos a mejorar en su relación con Dios, o solo estamos preocupados de criticarlos, juzgarlos, menospreciarlos y murmurar de nuestros hermanos. ¿NOS PREOCUPAMOS DE NUESTROS HERMANOS? La verdad es que muy poco nos preocupamos de los demás, y si nos preocupamos de alguien, solamente serán de los hermanos que nos caen bien o tenemos mayor afinidad, pero ¿SERA BUENO ESO? ¿ES BUENO AYUDAR SOLAMENTE A LOS QUE YO QUIERO Y NO AL RESTO? Se que es un buen comienzo ayudar a los hermanos más cercanos, pero Cristo nos dejo el ejemplo de que debemos ayudar a TODOS. A las personas que todos despreciaban y humillaban, de esas se preocupo Cristo, a las personas tenían mayor necesidad allí estuvo el maestro, a las personas solas y desamparadas de ellas estuvo pendiente el Señor. Aprendamos este ejemplo y ayudémonos unos a otros a crecer, a madurar y a si juntos llegar a la eternidad (Efesios 4.16). C) Compromiso de fidelidad a la Iglesia del Señor – (10.25). Y una manera de poder ayudar a los demás y también ayudarnos a nosotros mismos, es la que describe este compromiso: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (10.25). El mandamiento “no dejando de congregarnos” denota lo importante que es para Dios que nos reunamos como su pueblo. El quiere y desea que su iglesia este junta y unida, pero ¿como estaremos juntos y unidos, si nadie se congrega? ¿POR QUÉ SIEMPRE HAY SILLAS VACIAS? ¿POR QUÉ TANTOS HERMANOS EN LA SEMANA DESAPARECEN DE LOS ESTUDIOS? ¿QUÉ ES LO QUE PASA? ¿POR QUÉ A MUCHOS SE LES HACE UNA COSTUMBRE DEJAR DE CONGREGARSE? Porque el pecado no esta solamente es faltar cuando podemos asistir, sino que también cuando esto se vuelve un hábito, una costumbre es nuestras vidas y ya no queremos participar de tal o tal reunión. Esto pasa porque estos cristianos no han entendido su compromiso con Dios, porque un cristiano que no asiste a las reuniones de la iglesia – cualquiera que sea – es un cristiano que no tiene a Cristo en el primer lugar de su vida, hay algo más importante. Aunque debemos reconocer que hay MOTIVOS Y TAMBIEN EXCUSAS para no asistir. Cuando es un motivo justificado apelamos a Dios que comprenderá esto, pero si es una excusa y podíamos asistir pero no quisimos porque nos dio flojera o sueño, o porque teníamos que hacer algo vano y sin provecho para nuestra vida, sabemos que Dios lo sabe y actuara conforme a esto. Pero surge otra pregunta, ¿ES PECADO NO ASISTIR A LAS REUNIONES EN LA SEMANA?, ¿SOLO EL DOMINGO ES “OBLIGATORIO” ASISTIR O TAMBIEN EN LA SEMANA? Hago esta pregunta, porque hay muchos que piensan que solo el domingo debemos congregarnos. Pero si una iglesia acuerda tener estudios y reuniones en la semana, ¿ESTARA MAL DEJAR DE ASISITIR A LAS MISMAS? Es nuestro deber asistir a todas las reuniones que la iglesia llame, ya sea en la semana o el domingo, todas las reuniones son importantes y debemos estar juntos formando LA IGLESIA. Además, según el pasaje, este mandamiento es apremiante porque

vemos “que aquel día se acerca” – hay dos interpretaciones sobre este día: EL DIA DEL JUICIO Ó EL DIA DOMINGO – Personalmente me inclino por que este día se refiere al del Juicio Final, por las claras indicaciones que el capitulo 10 de Hebreos hace al juicio de Dios (Hebreos 10.27, 30,34-39). Por tanto, si el Juicio Final, este día de bendición para algunos y maldición para otros se acerca, el consejo es claro: “exhortándonos”, debemos amonestarnos, animarnos a NO dejar de asistir a las reuniones de la iglesia, a no dejar de lado a Dios y permanecer firmes en nuestro compromiso, porque Dios demanda fidelidad de su pueblo. ¡Seamos fieles a Dios! Conclusión. Como hemos visto, estos compromisos nos hablan de cómo ser más aptos delante de Dios. Si todos cumplimos nuestras responsabilidades delante de Dios, la iglesia de Dios sería y nosotros seriamos tal cual Dios quiere, seriamos cristianos fieles y comprometidos de corazón a Dios, su iglesia y cada hermano que la forma.