INTRODUCCION Con la elaboración del presente trabajo, pretendemos de una manera sintetizada estudiar los procesos históricos de los pueblos indígenas, desde los pueblos originarios hasta los actuales en el contexto americano y venezolano, con la fin de analizar los procesos a través de la historia, tomando en consideración el periodo anterior a la colonización, el espacio colonial, post- colonial y la evolución constitucional del derecho de los pueblos originarios. Nuestros pueblos primarios, víctimas por largos años de la usurpación, violación, genocidio, etnocidio, ecocidio, de los desmanes de aquellos que bajo la bandera de conquista y colonización, llegados de sitios lejanos, irrumpieron en sus tierras, en sus costumbres, en su cultura, en sus creencias. Entre la predicación del evangelio y sus pretensiones de conversión; entre el todopoderoso y los terrenales intereses políticos y económicos de reyes, príncipes y mendigos, nuestros pueblos han luchado por largos años por lo que hace milenios de años les ha pertenecido antes del mismo Estado. A lo largo de la historia el Estado ha escrito sus políticas asistencialistas, sin reconocer la especificidad de las comunidades de los pueblos indígenas; sus derechos olvidados por nuestras constituciones, a pesar que todos los proyectos constitucionales elaborados por el Libertador Simón Bolívar, garantizaban la libertad y la seguridad jurídica de los pueblos y sus instituciones políticas. Los que han resistido y hoy sobreviven, a partir de 1999, vislumbran un nuevo camino, que en justicia se inicia reconociendo el sacrifico de los antepasados aborígenes en la construcción de la soberanía de nuestra patria, en la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; que le dedica un capítulo por completo a los pueblos indígenas, además de nueve artículos vinculantes y tres disposiciones transitorias. Hoy somos un Estado Multiétnico y Pluricultural. APROXIMACIÓN AL PROCESO HISTÓRICO DE LOS PUEBLOSINDIGENAS EN AMÉRICA ANTES DE LA COLONIZACIÓN EUROPEA.LOS PUEBLOS AMERICANOS ANTES DE LA INVASIÓN. Se cree que el hombre apareció en el territorio que hoy conocemos como Venezuela, hace unos 16.000 años. Esta población había llegado por el Sur, de la región del Amazonas, por el Oeste, de los Andes y por el Norte, del Caribe. Antes de la invasión de los conquistadores europeos, muchos delos pueblos que habitaban América habían alcanzado desarrollar sociedades urbanas importantes, basada en el trabajo del hombre; mientras que otros, sólo practicaban una agricultura simple o se dedicaban a la caza y la recolección, los mayas, aztecas e incas construyeron complejas obras de riego, aplicaron técnicas agrícolas y organizaron Estados teocráticos, también inventaron un calendario de 365 días (mientras que Europa se guiaba por el gregoriano, menos exacto que el maya) y un alfabeto. Pero quizás, lo que más se destaca es la ciudad de Teotihuacán que en el año 500 D.C. era la ciudad más grande del mundo con 200.000 habitantes. Los aborígenes aseguraban sus alimentos y demás bienes necesarios para vivir, a través de relaciones de reciprocidad y redistribución. La primera, consistía en la práctica de la solidaridad y ayuda mutua entre los de la comunidad. Se ayudaban entre sí a cultivar y a cosechar, mientras quela redistribución, consistía en el cobro de fuertes tributos en productos y en trabajo que eran contabilizados para determinar en qué zonas sobraban o faltaban alimentos para luego distribuirlos en las poblaciones más necesitadas. Esto confirma el espíritu comunitario de los pueblos aborígenes americanos. La Invasión Al llegar el invasor ibérico con toda su maquinaria bélica y su ideología despectiva de superioridad, comienza a construir al "indio" como ser inferior, bárbaro. Por lo general, antes de la conquista de América, el conquistador hacía suya la cultura del conquistado, al mismo tiempo que enriquecía la de éste. Todo lo contrario
ocurrió en América, el conquistador y el conquistando se presentan como oposiciones cerradas, imposibles de sintetizar. El conquistador no quiere ser asimilado, pero tampoco asimilar. Busca imponerse manteniendo su propia identidad, no quiere ser identificado con los hombres y pueblos que ha sometido. Los conquistadores ibéricos trataron de imponer su cultura y de extirpar la aborigen, ya que era vista como "demoníaca". Los europeos no pudieron desarraigar la cultura aborigen, pese a que destruyeron templos, dioses y otras expresiones culturales. Debido a este fracaso, se planteó otra estrategia: la cristianización. Los ibéricos intentaron buscar una justificación filosófica y moral para la conquista. La encontraron en Aristóteles que decía: "Algunos seres desde el momento en que nacen, están destinados, uno a obedecer y otros a mandar". Según esta visión, no todos los hombres son iguales, sino distintos por naturaleza. Aristóteles afirmaba: "La naturaleza... hace distintos los cuerpos de los hombres libres y de los esclavos, dando a éstos el vigor necesario para las obras penosas y haciendo a los primeros incapaces para los trabajos duros". O sea, que los indios sabían hacer, estaban capacitados, pero no sabían cómo; quien se lo debía decir era el europeo. Ante todo esto, la iglesia católica creía que los errores paganos debían ser desarraigados y la verdad cristiana impuesta a toda costa. Hubo numerosos teólogos, como Juan Guinés de Sepúlveda, que estuvieron de acuerdo con la conversión forzada de los indios, mientras que otros como Bartolomé de Las Casas, sólo aceptaban la persuasión como único medio para la evangelización. Pero nadie reconoció en aquella época el derecho delos indígenas a mantener su propia religión. Juan Guinés de Sepúlveda decía que los indios no fueron creados por Dios y que no son personas ya que viven fuera de la "ley natural", debido a su comportamiento. Dicha ley establece que lo perfecto domina a lo imperfecto, por lo que, la supuesta superioridad de los españoles será el derecho a dominar y a conquistar al indígena. Sepúlveda también afirmaba que los aborígenes estaban mucho más abajo que lo humano, cercano a lo animal. Decía que eran débiles, cobardes, tímidos y carecían de virtud. Todo lo contrario pensaba Bartolomé de Las Casas, que creía que, si bien el indio era débil, también era un hombre y como tal, ante los ojos de Dios, era igual que un español, por lo cual este último debía cuidarlo y educarlo. Pero más allá de estas teorías, lo que ocurrió en América fue un verdadero genocidio seguido de un fuerte etnocidio, muy importante para la construcción del indio como ser inferior. Consecuencias De La Invasión Es relevante tener en cuenta que en 1492, la cultura ibérica no era necesariamente moderna y racionalista, ni tampoco quienes manejaban el aparato colonizador; ni los invasores, eran precisamente una luminaria, sino más bien, estaban influenciados por la religión y la intolerancia que se desprendía de ésta, debido a lo cual sólo podían mirar a los indios a través de su estrecho prisma cultural. Los indios tenían que ser convertidos a la religión verdadera, pero a cambio de su oro y sus tierras. En caso de la más mínima resistencia se recurría a la violencia, esto ocurría con vertiginosa frecuencia, ya que los conquistadores justificaban a través de la religión la explotación, la esclavitud y los malos tratos. Toda esta violencia y esta masacre terminaron por convertir a los aborígenes en indios, ya que ellos mismo se convencieron de la superioridad europea. Las atrocidades realizadas por estos últimos no se pueden explicar solo por la codicia y el poder, sino también por una construcción de los indios por los españoles, como seres inferiores, a medio camino entre lo humano y lo animal, como pregonaba Sepúlveda. La conquista y colonización de América se refiere al proceso histórico por el cual diversas potencias europeas conquistaron y establecieron sistemas de dominación colonial en el continente americano, desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX. Este proceso implicó la desaparición de los grandes imperios americanos, particularmente el Imperio inca y el Imperio azteca, así como el colapso demográfico de la población americana. Simultáneamente, las potencias coloniales impusieron el uso generalizado de idiomas europeos en América, principalmente el español, el inglés y el portugués. El Trabajo Indígena A partir de la llegada de los europeos a América, las condiciones de vida de los indígenas americanos se deterioraron notablemente. Fueron obligados a realizar trabajos muy duros; se les quitaron sus tierras (algunos pueblos fueron trasladados por la fuerza a otros lugares); ya no pudieron trabajar
en comunidad para asegurar la subsistencia de todo el grupo. La mortalidad aumento por este deterioro general de las condiciones de vida y porque muchos fueron exterminados murieron debido a epidemias de enfermedades introducidas por los europeos, como la viruela. Los que sobrevivieron y sus descendientes se fueron incorporando de diversas maneras a las nuevas sociedades americanas, y en la mayoría de las veces realizando trabajo poco calificados, en situación precaria y con baja remuneración. Desde entonces, la mayoría de los descendientes de los aborígenes han vivido en condiciones de pobreza en áreas rurales (como por ejemplo en Colombia, Guatemala, México, Perú, Paraguay, Ecuador o Bolivia) o en reservas (este tipo de asentamientos se ha organizado sobretodo en los países anglosajones). Hoy es cada vez mayor la cantidad de aborígenes que viven en ciudades. Su objetivo es encontrar trabajo y mejorar sus ingresos; pero en la ciudad es más difícil mantener las propias costumbres y valores culturales. Por otra parte se han desarrollado distintos movimientos y organizaciones que procuran reivindicar sus derechos y sus culturas, algunos gobiernos se han preocupado por mejorar las condiciones de vida de la población aborigen y por reconocer algunos derechos, como el de aprender en las escuelas en su propia lengua además de hacerlo en la lengua oficial. CONTEXTO HISTÓRICO VENEZOLANO Los pueblos indígenas que en la actualidad habitan territorio venezolano, desciende de los grupos que ya se encontraban en el territorio del país en el momento del arribo de los colonizadores. Una de las características de estos pueblos es, haberse mantenido relativamente aislados, han preservado en mayor o menor medidas las costumbres de sus antepasados. Cada pueblo indígena ocupa un territorio que, de acuerdo a sus creencias, les fue otorgado por los Dioses. Son lugares sagrados a los que les deben cuidado y respeto y en los que viven organizados en pequeñas comunidades o poblados. Estas comunidades generalmente son independientes económica y políticamente unas de otras, aunque mantienen entre sí estrechas relaciones sociales. Los cabeza de familia o jefes de cada una de las familias de la comunidad, conforman una especie de consejo reconocido como la máxima autoridad, entre los de ese consejo se escoge uno de ellos para que los represente en sus relaciones con otras comunidades. Estos jefes basan su poder en el prestigio que les proporciona su conocimiento sobre la historia sagrada, rituales y ceremonias, técnicas de caza y pesca, construcción de viviendas, comercio, etc. A su sabiduría deben agregarse la ecuanimidad, la tolerancia y el buen juicio. Su liderazgo es reconocido por todos, pero no pueden imponer su voluntad, ni ejercer su poder sobre los otros de la comunidad. En algunas etnias la autoridad se transmite de padres a hijos dentro de un mismo grupo, las decisiones que afectan a la comunidad son tomadas de forma unánime en asambleas, luego de que cada uno de los adultos ha dado su opinión al respecto. En general, las sociedades indígenas de ahora, como las de nuestros antepasados, son sociedades profundamente democráticas en las que los alimentos, el trabajo y las diferentes responsabilidades que garantizan el bienestar de la comunidad son compartidas por todos sus . Así vemos como son los hombres quienes se encargan entre otras actividades de talar, limpiar y preparar el conuco y construir las viviendas, además cazan y pescan, aunque en esta actividad también suelen participar activamente las mujeres y los niños. Las mujeres, por su parte, se ocupan dela preparación de los alimentos, del cuidado de los niños y de garantizar la provisión diaria de agua y leña. También se ocupan del hilado del algodón, tejen cestas y chinchorros, así como collares y otros adornos que utilizan en su atavío personal. Ellas son las responsables del conuco y del fuego del hogar. Los ancianos son responsables de los ritos y las ceremonias, deben conocer a la perfección la historia sagrada, y narrar sus enseñanzas a los más jóvenes para mantener viva la tradición. La educación está basada en el ejemplo. Los niños y jóvenes colaboran con sus padres y tíos en las distintas actividades que realizan, los adultos los orientan siempre con mucha paciencia y tolerancia, sin recurrir jamás al castigo físico. De acuerdo al censo indígena de 1992, la población indígena de Venezuela alcanzó la cifra de 315.815 habitantes, lo cual representaba para entonces el 1.5% de la población total del país. En el año 2001 se realizó el XIII censo general de población y vivienda, que por primera vez incluyó el censo de comunidades indígenas el cual arrojó un total de 354.400 personas pertenecientes a un grupo indígena, y el censo de las comunidades indígenas, en el cual se registraron 178.383habitantes. Ambas cifras arrojan un total de 523.783 habitantes indígenas distribuidos en todo el territorio
nacional, que representa el 2.3% de la población nacional. Según el censo de 1992, en Venezuela se encuentran 28 etnias ubicadas en diez estados: Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Mérida, Monagas, Sucre, Trujillo y Zulia. Las 28 etnias son las siguientes: Akawayo, Añú, Arawak, Baré, Barí, Baniva, Eñepa, Guajibo (Jivi), Jodi, Kariña, Kurripaco, Mapoyo, Pemón,Pumé, Piapoko, Piaroa, Puinave, Sáliva, Sape, Uruak, Warao, Warekena, Wayuu, Yavarana, Yekuana, Yeral, Yanomami y Yukpa. La población indígena según el censo de 1992, representaba el 1.5% de la población total del país y los grupos étnicos con mayor volumen de población era: Wayuu 63 %, Warao 9 %, Pemón 7 %, Añú 7 %, Yanomami 6%, Guajibo 4 %, y Piaroa 4 %. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS EN VENEZUELA. Amazonas: Baniva, Baré, Cubeo, Jivi, Jodi, Kurripako, Piapoko, Pinave, Sáliva, Sánema, Piaroa, Yanomami, Warekena, Yabarana, Yekuana, Mako. Anzoátegui: Kariña, y Cumanagoto. Apure: Jivi, Pumé, y Kuiva. Bolívar: Uruak, Akawayo, Arawak, Eñepa, Jodi, Kariña, Pemón, Sape, Piaroa, Wanai, Yekuana y Sánema. Delta Amacuro: Warao, Arawak. Mérida: Wayuu. Monagas: Kariña, Warao, Chaima, Cumanagoto. Sucre: Kariña, Warao, Chaima, y Cumanagoto. Trujillo: Wayuu. Zulia: Añú, Bari, Wayuu (Guajiro), Yukpa y Japreria. Datos Etnográficos De Los Pueblos Indígenas De Venezuela Los Akawayo: También conocidos como Kapon, están ubicados en la frontera del estado Bolívar con Guyana y su población se estima en 811 habitantes. Pertenecen a la familia lingüística Caribe. Los Añú: Son un grupo de la filiación lingüística arawak. Actualmente se concentran en el noroeste del Estado Zulia, tanto en rancherías palafíticas como en tierra firme. Son aún gente de agua y excelentes pescadores, son especialista en la fabricación de canoas, cultivan cocos en tierras fértiles dela zona, lo cual usan como medio de subsistencia y producción. La mayoría de los Añú han dejado de hablar su lengua y sólo hablan el español. Los Arawak: Son un grupo de filiación lingüística arawak, son conocidos como Arauco y Lokono. Habitan en el estado Delta Amacuro, Bolívar y la Guayana Esequiba. Se estima que son unos 159 individuos. Algunas comunidades son trilingües, hablantes del inglés, español y Lokono. Según el censo, su situación lingüística es bastante favorable, porque prácticamente toda la población sería bilingüe, lo que permitiría suponer que el aprendizaje del español no ha desplazado el uso y conocimiento de la lengua materna. LosBaniva: La lengua Baniva pertenece a la familia lingüística arawak, y está íntimamente relacionada con las de los Bare, Tsase (Piapoko), Warekena y Wakuénai (Kurripako). Los Baré: Baré significa, según algunos estudiosos, "compañero", mientras otros piensan que la palabra podría derivar de “Barí”, que significa "hombres blancos". Hablan una lengua que pertenece a la familia lingüística Arahuaca, y que el cruento proceso de aculturación ha hecho desaparecer casi por completo. El territorio tribal
Baré se extendía desde Manaos, a todo lo largo del Medio y Alto Río Negro y el Brazo Casiquiare, hasta algunas rancherías en el río Pacimoni. Situada en los límites del imperio español y portugués, la región fue escenario de continuas migraciones y disputas. Los Barí: Son los únicos representantes en Venezuela de la familia lingüística Chibcha. Se encuentran ubicados al suroeste de la cuenca del Lago de Maracaibo, en la sierra de Perijá, Estado Zulia. Antiguamente se les conocía como “motilones bravos”. Su población se ha calculado en unos1520 individuos. Los Chaima: Tenían su asiento en las montañas del Guácharo (hoy Caripe). Junto a los cumanagoto, se autodenominaban Choto (gente, persona humana) y hablaban dialectos de una lengua común que les permitía comunicarse entre sí. En la actualidad, aunque su lengua ya no se habla, no se ha perdido, puesto que fue estudiada y recogida en algunos textos por los colonizadores. En tiempos recientes, este material fue ubicado en el Archivo General de Indias y está siendo estudiado por un grupo de chaimas interesados en la revitalización de su lengua y su cultura. Sin embargo, aunque su lengua no haya sido recuperada del todo, lo más importante es el auto reconocimiento como indígenas chaimas y el interés que manifiestan en recuperar su identidad. Los Cumanagotos: El sufijo goto, significa habitante de, morador de, de modo que cumanagoto parece significar habitante de Cumaná. Estaban ubicados al norte del estado Anzoátegui. La actual población rural de ascendencia Cumanagoto conserva una conciencia vaga de su condición indígena. Se refiere a sí mismo diciendo: “Nosotros los indios”, pero este vocablo es utilizado como sinónimo de campesino pobre. Se han olvidado de su origen, de la lengua de sus abuelos, del nombre tribal y de las antiguas estructuras rituales y míticas. El género de vida y las costumbres campesinas de la región conservan, muchos rasgos aislados de la cultura Cumanagoto. La aculturación es, sin duda alguna, antigua. La industria del algodón correspondía a las mujeres e incluía el hilado, el tejido y el teñido de la fibra con un colorante vegetal. Poseían husos para hilar y telares verticales que usan todavía algunas mujeres descendientes de Cumanagoto. También subsisten algunas alfarerías tradicionales, muchos recipientes (platos, vasos, cucharas) se hacían con calabazas y taparas, que todavía se usan. La cestería es otra expresión de cultura material que todavía existe entre los descendientes de los Cumanagotos. El mamure es el mimbre más usado, con el que elaboran cestas, Los Eñepa: Es un grupo de filiación Caribe, tradicionalmente llamado panare en la literatura etnográfica. Ocupa un vasto territorio de alrededor de20.000 Km.² ubicado en la parte noroccidental del Estado Bolívar, con un pequeño enclave en el Estado Amazonas. El censo de 1992 determinó que había 3.134 individuos para entonces, constituyendo un grupo pequeño, comparado con los demás grupos caribes del Estado Bolívar. Sin embargo, representaba hasta hace poco tiempo una de las etnias culturalmente más vigorosas de este estado, no sólo por encontrarse en franco crecimiento demográfico sino también por su resistencia a la aculturación, ya que a pesar de tener os permanentes con la sociedad desde hace un siglo, son todavía monolingües en su mayoría y muchos de ellos siguen viviendo de su economía tradicional: agricultura, pesca, caza en menor grado, recolección y artesanía. El desarrollo acelerado de esta región en los últimos años debido a la explotación minera intensiva (bauxita y diamante principalmente), la construcción de extensas carreteras en particular la que une a Caicara con Puerto Ayacucho, así como la presencia misionera, han comenzado a perturbar sus creencias, hábitat, aspiraciones, logrando quebrantar severamente su vigor étnico. Los Pemón: Constituyen el tercer grupo indígena numéricamente más importante en el país y forman parte de la familia Caribe. Su nombre se traduce como “gente” y les sirve para distinguirse de la población criolla y de otros grupos indígenas. Habitan en la región sureste del estado Bolívar. Los pemón se dividen en tres subgrupos, atendiendo principalmente a sus variantes dialectales: Kamarakoto, Taurepán, y Arekuna. Aunque no se pueden establecer delimitaciones geográficas rígidas, los Arekuna se concentran en la zona norte del territorio Pemón, los Taurepán se ubican hacia el sur, en dirección este-oeste en la boca del río Maurak, y los Kamarakoto se encuentran en la región de Kamarata y Urimán. La mayoría de las comunidades de este grupo étnico están asentadas en área de sabana, en las proximidades de ríos y bosques. La principal actividad de subsistencia es la agricultura itinerante y de tala y quema, con la cual se elimina la vegetación de pequeños bosques para establecer los conucos. En ellos cultivan la yuca amarga y dulce, el ají, el
mapuey, la batata, el ocumo, el plátano, el ñame y la piña. Basan su alimentación en la yuca amarga, de la que obtienen almidón, casabe y kashiri, una bebida con alto grado alcohólico. La economía, en algunas zonas, también está basada en la minería. A los hombres les corresponden las tareas como la tala para los conucos y las labores de cacería. Las mujeres realizan las tareas relacionadas con la siembra y cosecha de los conucos y la preparación de alimentos. En general, son monógamos pero está permitida la poligamia. Son excelentes artesanos: la cerámica Pemón es de la mejor elaborada, y por ende, sus ollas constituyen un producto tradicional de comercio. Además, tejen chinchorros y cestas de fibras vegetales. Algunos de ellos participan en el turismo. Construyen tres tipos de vivienda: la maloca o waipá, el tapuy y el tapuruka. La más común es la waipá, una casa redonda de tipo habitacional con suelo de tierra apisonada, paredes de bahareque y techo de palma y, con una o dos puertas de entrada y con pocas ventanas. También viven en churuatas. Los Pemón son muy alegres, festivos y cordiales. Los Wanai (Mapoyo): Están ubicados al norte del estado Amazonas y se presume que no llegan a los doscientos individuos. Existen apenas unos diez hablantes de su lengua, los cuales pertenecen a generaciones ya adultas y sin contexto para su utilización. Por su precaria situación esta etnia está actualmente protegida por la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural que establece entre las disposiciones relativas a la defensa del patrimonio viviente del país, la atención a la cuestión de la lengua y el habla de los pueblos indígenas. Los Warao: Habitan en los estados Sucre, Monagas y Bolívar. Se autodenominan Warao, término que unos traducen cono “dueños de la canoa” y otros como “gente sobre agua”. Ambos reflejan la característica más resaltante de este grupo étnico que ha desarrollado una cultura adaptada al medio ambiente acuático, siendo la curiara el elemento inseparable de su vida. Su idioma es el Warao, clasificado como independiente por algunos autores, mientras que otros intentan emparentarlo con el tronco chibcha. El grueso de la población Warao está asentado en la zona costera del Delta Central. Sus poblados se hallan ubicados a la orilla de los ríos y su vivienda sigue siendo el tradicional palafito sin paredes, aunque hoy en día cada vez se ven más viviendas con paredes de tabla. Los Warao son pescadores por excelencia, pero también cazan, recogen frutos silvestres y, sobre todo, explotan la palma de moriche que, durante siglos, fue el centro principal de su subsistencia. También cultivan algunos productos, entre los cuales destaca el ocumo chino. Estas eran y siguen siendo sus actividades básicas de subsistencia. En la actualidad, algunos Warao se dedican al corte de madera y de la palma manaca que venden a los aserraderos y a las fábricas de palmito de los criollos ubicados en territorio Warao. Los Warekena: Warekena significa “nietos del picure”, animal sagrado del cual se consideran descendientes. Esta etnia se desprendió de un grupo social más amplio conformado por los Tariana, Bare, Tsase y Wakuénai, lo cual se evidencia en la extraordinaria similitud lingüística y cultural que guarda con ellos. Pertenecen a un tronco lingüístico común, el Arahuaco. Esto se evidencia en la facilidad que tiene el Warekena para aprender otras lenguas y no sólo del grupo Arahuaco. Por lo general, además de tres o cuatro lenguas indígenas, dominan el castellano, el portugués y el yeral, una lengua franca de la región que mezcla castellano, portugués y varias lenguas indígenas del grupo Arahuaco. La lengua Warekena está hoy casi extinta y han adoptado la lengua de los Baniva, grupo con el que comparten muchos rasgos culturales. La población Warekena habita principalmente en la comunidad de Wayanapio Guzmán Blanco, a orillas del Guainía-Río Negro y en algunos sitios del caño San Miguel o Itini-Wini. Sin embargo, muchas familias emigraron hacia el Orinoco. Los Wayuu: También conocidos como guajiro, son el mayor pueblo indígena del país. Su filiación lingüística es Arawak, y su territorio tradicional abarca la península de la Guajira. En el siglo XIX se inició el traslado de mano de obra Wayuu en goletas desde su península hasta el sur del Lago de Maracaibo para trabajar en las haciendas de caña de azúcar. Pero fue realmente el desarrollo de la economía petrolera en el Zulia lo que estimuló la emigración de estos indígenas hacia las tierras zulianas. En 1944, el gobierno regional construyó en Maracaibo el barrio de Ziruma para reubicar varios centenares de Wayuu que se habían asentado en el norte de la ciudad. La atracción ejercida por la capital zuliana no se ha interrumpido y, hoy, más de 60.000 Wayuu residen en sus barrios. Igualmente, en las últimas décadas, los Wayuu se han ido estableciendo en las zonas rurales al norte de Perijá y el
sur del Lago, donde desempeñan un papel importante en la actividad agrícola y ganadera de esas regiones. A la vez, se ha podido observar recientemente el surgimiento de núcleos Wayuu en otros centros urbanos como Barquisimeto, Valencia, Maracay y Caracas. En cuanto a sus costumbres los hombres de las más apartadas regiones visten el guayuco; las mujeres, en casi todos los lugares donde se encuentran, su manta guajira. Son sedentarios y semi nómadas y presentan un alto grado de aculturación debido al o con pueblos vecinos de criollos venezolanos, colombianos y otros extranjeros. Su economía está centrada en la pesca yen la cría de ganado ovino, caprino, porcino y vacuno. Quienes se han asentado en las ciudades trabajan como técnicos o profesionales en los sectores público y privado. En épocas de lluvia siembran maíz, frijoles, patilla y melones. Son buenos artesanos y se dedican a la cerámica, la cestería, el hilado, el tejido de tapices, hamacas, chinchorros y alpargatas. En la Guajira, los Wayuu viven en pequeños asentamientos de casas dispersas, cerca de un pozo de agua permanente, habitados por familias emparentadas regidas por un sistema matrilineal, cuyo jefe es generalmente el tío materno llamado taula la. Todos los vinculados entre sí por lazos de consanguinidad por la línea materna, llamados apushi, son los parientes "de carne" y pertenecen a una casta cuyo nombre por ejemplo: Uriana, Epieyú, Jusayú, etc. estos los utilizan como nombre propio, y suelen identificarse con ciertos espacios geográficos en la península. Los cambios ocasionados a través de su largo o con la sociedad criolla, han quebrantado su bien definida identidad étnica dentro del contexto nacional. Es indudable que sus fuertes vínculos familiares, la conservación de su integridad territorial y el gran tamaño de su población (295.577 en Venezuela y Colombia) son factores que los ayudaron a conservar su lengua, organización social y política, religión, y muchos otros patrones. El futuro de esta etnia está asegurado por la proporción significativa alcanzada por ella. Los Wotjuja (Piaroa): Son un pueblo de filiación lingüística saliva, cuyas comunidades se encuentran dispersas en un territorio comprendido entre Punta Piaroa en el Alto Orinoco y Los Pijiguaos en la cuenca del río apure. Hasta hace unos cuarenta años utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura material: hermosos guayucos blancos de algodón finamente adornados, casas comunitarias de forma cónico elíptica cuyos techos de palma llegaban hasta el suelo, cerbatanas cuyas flechas eran humedecidas con curare, pinturas vegetales, embarcaciones monóxilos y canaletes. Hoy ha cambiado mucho su cotidianidad. Los Yanomami: Las comunidades indígenas Yanomami viven en la selva tropical y ocupan un territorio que se extiende a ambos lados de la frontera entre Venezuela y Brasil. Más de la mitad de los de la etnia Yanomami se encuentra del lado venezolano. Su nombre significa persona, ser humano. Forman familias extensivas que viven en SHABONOS construidos de palma, en forma circular y con un gran orificio en el centro, a cielo abierto. Allí pueden vivir entre 20 y 200personas, dependiendo del tamaño de su familia, se organizan en torno al fogón La vivienda es de tipo colectivo pues varias familias u hogares se reúnen para constituir una casa comunal o "shaBono", espacios cubiertos que están colocados en círculo; en tomo a una plaza central. Los Yanomami construyen sus casas próximas a sus conucos y cada cuatro o cinco años se mueven para acercarse a nuevas plantaciones. Sus vidas giran alrededor de sus creencias ancestrales. Forman una sociedad igualitaria y no jerárquica, pues los chamanes, quienes ejercen la autoridad moral, no poseen distintivos y entre sus comunidades, funciona el principio de reciprocidad. Las familias pueden ser monógamas o polígamas, pero en este último caso cada esposa ocupa su propio fogón con sus hijos. Cuando se amplía la familia, se añade un fogón más cerca del cual los hijos mayores se instalan. Se puede decir que aproximadamente la mitad de los casamientos que ocurren entre los de una casa comunal, se realizan dentro de la misma y la otra mitad en casas vecinas y/o casas aliadas más lejanas. Las familias que se separan funden otra comunidad sobre el mismo modelo, pero un poco más lejos. Esas familias pueden también unirse con otra comunidad aliada y/o instalarse a proximidad. Según su tamaño, las comunidades están guiadas por uno o varios líderes. Cada comunidad explota un amplio territorio a fin de obtener los recursos que necesita para reproducirse mientras respeta los territorios de sus vecinos. Cuando llega la pobreza del suelo, los obliga a abrir al cultivo a nuevos terrenos cada año Según el ciclo estacional, no es raro que dejen sus casas y sus conucos e irse a otros cultivos, productos que abundan en el territorio. Se instalan, entonces, en campos de selva durante varias semanas, sea en estos campamentos provisionales o en el SHAPONO. La vida colectiva favorece una vida social muy intensa y muy animada. Hoy día, el o
permanente de los Yanomami con la población criolla de la región amazónica y la invasión de garimpeiros ha causados, serias modificaciones en el ambiente y, en consecuencia, en su salud y costumbres tradicionales sociales, políticas, económicas y culturales. Los Yekuana: Habitan en las regiones del alto río Caura, y ríos Erebato y Nichare del estado Bolívar; y el alto río Ventuari y ríos Parú, Cunucunuma, Iguapo, Padamo y Orinoco Medio en el Amazonas. El patrón de asentamiento característico Yekuana es, pues, ribereño y podría decirse que disperso. Mantienen presencia en la llamada “tierra caliente”, y allí privilegian más la selva que la sabana para orientar sus comunidades y conucos. Su idioma está clasificado como perteneciente a la familia lingüística Caribe. La palabra Yekuana simboliza el origen común del grupo: sus ancestros de acuerdo a la tradición emergieron del Yekuana Jodo, cerro ubicado en las llanuras adyacentes al alto río Cuntinamo. A esta etnia también se la conoce comúnmente como maquiritare (término que no proviene de su lengua). Poseen una economía mixta de horticultura y caza, dedicándose también a la pesca. La tendencia apunta a que las mujeres se identifiquen más con las labores del conuco, contando sólo con la presencia masculina para la quema y el limpiado del mismo. Los Yukpa: Son el único grupo étnico de filiación Caribe que reside en el occidente de Venezuela. Sus asentamientos se ubican en los valles dela vertiente venezolana de la Sierra de Perijá, en el Estado Zulia, desde el río Santa Rosa en el sur, hasta el alto río Guasare, ríos Palmar y Lajas en el norte. El pueblo Yukpa presenta cierta homogeneidad cultural. No obstante, las diferencias geográficas de la Sierra de Perijá han producido variantes dialectales que han contribuido a la formación de un subgrupo diferente prácticamente en cada valle. Los asentamientos Yukpa se distribuyen en forma dispersa en la Sierra de Perijá. Tradicionalmente, estos eran más pequeños que en la actualidad y estaban conformados por una familia extendida encabezada por su jefe, agrupando varias viviendas en las que habitaba una familia nuclear en cada una. Muchos yukpas se han establecido en las tierras bajas al pie de la Sierra, especialmente en la misión de Tukuko y sus alrededores. La agricultura de tala y quema sigue siendo su principal actividad de subsistencia, complementada por la caza, la pesca, la recolección y una incipiente ganadería. El maíz es el cultivo y alimento principal de los Yukpa, combinado con la yuca dulce, los plátanos y los cambures. En las últimas tres décadas el cultivo del café se ha extendido por todas las comunidades, y constituye el cultivo comercial más importante de sus familias. Los Yukpa comercializan el café a través de su propia empresa cooperativa establecida en Machiques. Los Piaroa: Es riguroso y disciplinado y descarta todo acto de violencia física o verbal. Su idioma tiene influencias Arawak y Caribe. Se ubica a orillas de los ríos Puruname, Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo, Samariapo, Cataniapo, Paria, Parguaza, Alto Suapure, Orinoco, en el valle del Manapiare, cuenca inferior del Ventuari y cerca de Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Según el último censo hay actualmente 12.558 piaroa. Los piaroa son el vivo ejemplo del mestizaje, han dejado entrar en su cultura muchos elementos de sus vecinos criollos, pero a su vez ellos son herederos de las culturas ya extintas de la zona. De hecho algunas comunidades cuentan todavía con un chamán. Hoy en día hay docentes y enfermeros dentro de sus comunidades. Hasta hace muy poco utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura, tanto en su vestimenta con guayucos como en la vivienda (grandes construcciones cilíndricas cuyo techo de palma llegaba al piso) y en la pesca. Hoy han cambiado mucho su cotidianidad. La gran mayoría se viste como lo hacen sus vecinos criollos. La gran churuata tradicional es usada sólo en unas pocas comunidades, mientras que la mayoría se organiza en casas unifamiliares. Los Piaroa han sido considerados como buenos comerciantes, de hecho la actividad comercial con sus vecinos continúa hoy en día; incluso podría decirse que una buena parte de las frutas y de los productos derivados de la yuca que llegan a Puerto Ayacucho provienen del comercio con los Piaroa. Los Kariña: Pertenece a la familia lingüística Caribe, comparten con otros grupos Caribe-hablantes elementos de un modelo de estructura social, basado en la familia extendida, formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, más los maridos de ellas y sus hijos.
Cada comunidad es autónoma; las decisiones relevantes se toman por consenso; la figura es el dopooto o capitán, la cual, ejerce un liderazgo centrado básicamente en su capacidad de negociación y persuasión. En lo político, destacan la descentralización, ya que cada aldea o comunidades esa utónoma, y la figura del dopooto ó "gobernador', cuyo liderazgo se fundamenta en el prestigio personal; en la extensión de su red de parentesco y en su capacidad de persuasión, puesto que sus decisiones no son coercitivas sino fruto de un amplio consenso. No obstante, los Kariña han logrado mantener su identidad étnica como segmento diferenciado de la sociedad nacional, su idioma, código de expresión de innumerables contenidos culturales propios y diversas costumbres sociales.