La Genealogia De Adan 43m6

LA GENEALOGIA DE ADAN Génesis 5 Este capítulo nos presenta varias verdades. ¿Por qué incluir una genealogía en las Escrituras? Muchas veces me he preguntado eso, ¿en qué me edifica eso? ¿No dice el Apóstol que estas cosas fueron escritas para nuestra instrucción, y que todo Escritura es útil para muchas cosas? ¿Para qué es útil esta genealogía? En algunas genealogías he podido encontrar alguna razón, muchas veces solamente histórica. Esta es la genealogía en la que más verdades edificantes he podido ver, y están desglosadas a continuación. Gen 5:1 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Gen 5:2 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. Gen 5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Los primeros tres versículos nos muestran que Adán fue creado a imagen de Dios. Y que los hijos de Adán fueron hechos a Su semejanza. En mi opinión personal, creo que esto nos quiere indicar de manera implícita, que los descendientes de Adán heredaron su naturaleza ya corrompida por el pecado, por el hecho de que dice que fueron a semejanza de Adán y no a semejanza de Dios. Entiendo por esto, que cuando Dios dijo que Adán era a su semejanza, Adán era perfecto en ese entonces, la imagen de Dios que se podía ver en El, estaba bien, pero si se veía a Caín matando a Abel, uno no puede pensar: “Así como actuó Caín es como Dios actuaría. Caín es una imagen de Dios, lo refleja, es una representación visible de Dios en su forma de ser y actuar.” Eso no podría ser dicho de Caín ni de ningún ser humano que no sea perfecto, pero sí de quien se podía decir eso, y se dijo, y ese fue de Adán cuando era perfecto. Pero también se podía decir de Cristo, y se dice: “El es la imagen del Dios invisible”. (Hebreos 1:3) Así que, esa frase ya no era aplicable para los hijos de Adán, ya corrompidos, eran a imagen de Dios, pero eran a imagen de Adán, ellos fueron así como Adán. Y desde Adán hasta Cristo, la imagen de Dios se distorsionó en el hombre, y aunque el hombre la lleva, es más bien una burla decir que la caricatura que el hombre tiene de de la imagen de Dios en sí, es su imagen. Gén 5:4 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Gén 5:5 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. No solo fueron como Adán, sino que vivieron como Adán, y lo mismo que le paso a Adán, les paso a ellos… excepto que ellos nacieron. Pero todos murieron, y pienso que esa es una de las grandes verdades que esta genealogía nos quiere presentar. Todos los hombres mueren a partir de Adán. Todos a partir de él nacieron, vivieron, se desenvolvieron en una vida normal, crecieron, engendraron hijos, siguieron viviendo, y murieron. Ese es el patrón que se repite en cada uno de ellos. Su diferencia reside en color de piel, posición social, años de vida, calidad de vida, nombres, familias, cantidad de hijos, etc. Pero lo que le sucede a uno, es en definitiva lo que les sucede a los otros. No hay súper hombres, ninguno de ellos jamás voló, ninguno tuvo alguna capacidad que sea sobrenatural, algunos más inteligentes que otros, algunos mas fuertes o altos que otros, hubo incluso gigantes, también enanos, pero todos eran, en definitiva, iguales. El mismo suceso les acontecía a todos, y por eso a veces hasta se nos hace aburrido leer las genealogías como estas. Porque no dicen nada nuevo o adicional.

Y esa es la segunda y principal verdad que veo en esta genealogía. Los siguientes versículos muestran solo lo mismo, y pienso que para mostrar la vida del hombre impío, que su pensamiento estar “en casarse y darse en casamiento”, como en los días de Noé. “Comprar y vender” es el resumen de su vida, engendrar que pase el tiempo mientras se trabaja y luego morir. Gén 5:6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. Gén 5:7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. Gén 5:8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió. Gén 5:9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. Gén 5:10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. Gén 5:11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió. Gén 5:12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. Gén 5:13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. Gén 5:14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió. Gén 5:15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. Gén 5:16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. Pero hay vidas que salen de ese patrón, que son distinguidas por Dios para ser y por ser distintas del resto. Ahí se muestra como sería le pueblo de Dios: “Manada pequeña o extranjeros y peregrinos”. Personas diferentes, que no viven enfocados en las cosas terrenales, sino que tienen comunión con el Creador, andan con el Dios viviente como su amigo, y si… caminan con Dios. Me refiero a Enoc, y lo hago de la misma manera que hace lo hace el próximo pasaje que viene a continuación. Enoc camino con Dios, vivió como un hombre común, pero vuelve y repite que caminó con Dios, y así lo distingue, si, con Dios, pues, camino Enoc. Dios lo diferencia del resto, porque él fue distinto al resto. Dios quiso mostrar eso a la posteridad con la vida de este hombre, mostrando en la genealogía como todos vivieron como “el hombre natural”, pero el espiritual vivió diferente, y toda verdadera espiritualidad consiste en caminar con Dios. No en iglesias y actividades, ritos y sacrificios, sino en caminar con Dios; esa es la verdadera religión, lo demás es el rostro hermoso de la religión, pero su cuerpo es la comunión con Dios. Gén 5:17 Gén 5:18 Gén 5:19 Gén 5:20 Gén 5:21 Gén 5:22 hijas. Gén 5:23 Gén 5:24

Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió. Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió. Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.

“Y desapareció”. Esas son palabras que se quedan en la mente repitiéndose, son de esas frases que uno se encuentra pensando en la madrugada mientras duerme: “Y desapareció… y desapareció… y desapareció…” ¿Qué quiere decir? ¿Se habrá vuelto invisible? ¿Habrá flotado hasta el cielo? ¿Por qué a él?

Las preguntas son graciosas, pienso que para cada pregunta hay alguien que se reiría de ella. De las preguntas del ateo, algunos cristianos se ríen, porque lo ven tan necias e infantiles, lo mismo pasa con los cristianos, algunos ateos ven sus preguntas tan infantiles. Pero estas causan risa por lo obvias, ya que si dejamos de interpretar las Sagradas Escrituras con nuestra imaginación y la interpretamos con ellas mismas por el contexto, nos daremos cuenta que significa “Y desapareció”. Esto significa simplemente que no murió como el resto de los hombres. La manera no es importante, sino el hecho y eso lo sabemos por el contexto inmediato. En esta genealogía vemos que la muerte es un patrón en la vida de cada descendiente de Adán, no solo en esta genealogía, sino en todo hijo de Adán, incluyendo quien lee y escribe este artículo. “Lo más seguro es la muerte”. Esa frase es muy cierta, decimos todos. Ahora bien, esa frase no es muy cierta, ni siquiera es verdad, en otras palabras: ¡Es mentira! La muerte no es segura. Pregúntenselo a Enoc, vayan a su tumba, y demuestran que esa frase es cierta. O consúltenle a Elías si para Dios eso es verdad. El les diría: “Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que esa frase es mentira”. Si, Elías diría eso si fuese consultado, y con su propia vida lo probaría. Cuando todo Israel vivía mundanamente, y se había apartado de Dios al igual que Adán, Elías vivió apartado del mundo, y se distinguió en este mundo por caminar con Dios. El decía: “En cuya presencia estoy”. Vivía ante la presencia de Dios, y le importaba mas la gloria de Dios que el beneficio temporal que tuviera Su pueblo idolatra, por eso no le importo orar para que Dios detuviera la lluvia durante tres años y medio, aunque muchos murieran, ya que con eso Dios sería vindicado y, en definitiva, era lo que más le convenía al pueblo y la historia lo demuestra porque poco después del ministerio de Elías, ellos siguieron con su idolatría, y la nación fue dividida, trayendo peores consecuencias que 3 años y medio de sequia. Pero el punto es que Elías también vivió apartado de los hombres impío, vivió diferente, en comunión con Dios, delante de Su presencia, en esta vida, y Elías también podría atestiguar que está en Su presencia, no solo porque murió y fue a Su presencia, sino porque El mismo es una prueba de que La muerte no es lo más seguro, porque él no pasó por la muerte. En resumen, lo más seguro que hay es la muerte… pero para aquellos que no tienen comunión con Dios. Para los que tienen una relación intima con Dios, que le han conocido y son conocidos por Dios, lo más seguro para ellos es “la vida”, porque a pesar de que atraviesen los portales de la muerte, lo que encontraran después será la vida y ésta será lo último que les acontecerá. A los impíos lo último que les acontece es la muerte. Escatológicamente esto es verdad. El impío aunque también vaya a resucitar, lo hará solo para ser juzgado y entonces morir de verdad, eternamente. Pero para el justo, lo último será vida eterna. El fin del justo a diferencia del impío pienso que es la principal enseñanza de la genealogía de Adán. Pero hay algo más que se puede notar, que es destacado por Dios. Fijémonos que Dios destaca a Enoc, incluyendo detalles repetitivos sobre la comunión que tuvo con Dios, además también enfatiza el hecho de que Dios le llevó. Es decir, si hubiera dicho que Enoc camino con Dios, se entendería que eso lo diferenciaba de todos, eso daría a entender que los demás no lo hicieron, debido a que, ¿por qué incluir el hecho de que Enoc caminó con Dios como un detalle adicional que no se cuenta de ningún otro si eso es la norma, si eso era una realidad en todos? Es lógico, que la mayoría no tenia una relación con Dios. Pero no solo incluye eso, sino que Dios le llevo, que Dios lo premio: “Y desapareció”. Eso ya es muy destacable. Mucha gente dice frases sobre lo seguro de la muerte. Hay otra: “Nadie ha vuelto de aquel lado”. Eso también es falso, Lázaro lo hizo, y no fue por su virtud. De Enoc se nos dice que Dios lo llevó porque caminó con Dios, pero Lázaro resucitó, y aunque caminó con Dios, no se nos dice eso de Lázaro, no se indica nada extraordinario en Él que lo hiciera diferente del resto, como si ocurre en el caso de Enoc. Es más, no se nos dice nada de Lázaro.

Pero se incluye algo mas, que muestra aun más claramente que el propósito de Dios en incluir esos detalles sobre Enoc es mostrar el favor que tenia Enoc para con Dios, y mostrar que la causa de ello, era su comunión con Él, y esa frase es la siguiente: …y desapareció… “porque le llevó Dios.” Dios fue que escribió eso. El está diciendo: “Yo me lo llevé para mostrarle a los hombres que él hallo gracia ante mis ojos, para vindicar Su nombre y el mío. Para mostrarles que ese es el camino a seguir y el obrar que espero de ustedes, y que todos ustedes deben realizar.” En mi opinión personal pienso que Adán no tuvo una relación buena con Dios luego de la caída y esto por la siguiente razón. De Adán y Eva se guarda un silencio sepulcral respecto a su estado ante Dios y su relación con Él, lo cual nos deja sin saber; pero más bien eso es muestra de una mala señal. Vemos que Eva tenía un vocabulario piadoso, incluía a Dios como causa del nacimiento de su hijo Caín, dijo: “Dios nos ha dado un Hijo”. Pero con ellos estaba entendiendo mal la promesa que Dios le había hecho. No se nos dice nada sobre que reprendiera a Caín, no se nos dice, como uno esperaría, lo que se dice de Abraham: “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.” (Gén 18: 19). No sabemos si ellos instruyeron a Sus hijos enseñándoles a temer a Dios, ni siquiera si les hablaban de Dios y las consecuencias del pecado. Ni si les dijeron de donde venían y de donde habían salido todas las cosas. Parece que guardaron un silencio eterno sobre Dios, un silencio culpable, un silencio que no había que los hombres quisieran conocer a Dios, como se suponía que debía ser. -“Pero Caín y Eva ofrecieron sacrificios a Jehová” dirá alguien. Bueno, eso de seguro vino de sus padres, sus primeros hijos de seguro sabían la historia. Pero no se dice nada de que su sacrificio fuera enseñado o motivado por sus padres. ¿Quién sabe? Vuelvo y digo, hay un silencio total sobre el asunto. Entonces, ¿por qué no se dijo de ellos como de Abraham, que haría eso, o como Enoc, que hizo aquello, o como Josías, que hizo esto y aquello. El bien siempre ha sido destacado y recompensado por Dios. Dios dijo: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Heb 11:6). Y: “yo honraré a los que me honran” (1Sa 2:30) Y de nuevo: “Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.” (Pro 8:17). Esta verdad es cierta porque Dios mismo la dijo. El que no puede mentir lo ha dicho, y en los siguientes versículos vemos como se cumple: El patrón de vida terrenal y muerte continua, pero hay una nueva distinción que Dios hace. Dios vuelve a honrar en público a los que le honraron en privado en su tiempo: Gén 5:25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. Gén 5:26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. Gén 5:27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió. Gén 5:28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; Gén 5:29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. Gén 5:30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. Gén 5:31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió. Gén 5:32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet. ¿No es curioso? La genealogía acaba aquí. Pero no se dice que Noé muriera. Esto es así porque la genealogía no acaba aquí en realidad. Todo el relato del diluvio es un inciso bien largo, sobre la historia de la

humanidad como iba, el siguiente capítulo nos dice que la maldad era mucha, que Jehová la vio, nos dice de obras que muestran la carnalidad de los hombres, y nos relata el castigo de Dios sobre la humanidad completa, pero se nos cuenta de unos cuantos que les ocurrió algo diferente de lo que le ocurre a la mayoría de los hombres. De un pequeño grupo de hombres diferentes. Y nos comienza a decir esto con las siguientes palabras: Gén 6:8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Y el siguiente versículo nos muestra la causa y la consecuencia de haber hallado gracia ante Dios: Gén 6:9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. ¿Entiendes como es eso de la causa y la consecuencia? La consecuencia de que hallara gracia es que él fue justo, y porque fue justo (la causa), hallo gracia. Es bastante evidente que Noé era del mismo “molde” que Enoc, era demasiado obvio que Dios quería decir que eran iguales, que andaban en los mismos pasos, pues usa las mismas palabras para describirlos: “Con Dios caminó Noé.” Me gusta como A. W. Pink explica el por qué Dios se llevó a Elías y no a cualquiera de los demás profetas. No porque fuera más santo, de hecho, me causó gran sorpresa entender por qué Elías no era tan eminente como su libro lo presentaba, sino por la gracia de Dios. Hasta que no leí de su caída, no entendía que era la gracia de Dios, lo que le capacitó para hacer lo que hizo y ser como era. El libro contristaba al compararme con Elías, pero ya no más, es la gracia de Dios el iniciador de la piedad en los hombres porque “todo designio de los pensamientos de los hombres (todos), es continuamente el mal”. Eso me dejó sólo con las ganas de luchar por mayor comunión con Dios y santidad. Ya que las recompensas que Dios da, no son por mis esfuerzos, es así, pero no completamente. Noé también camino con Dios, pero no desapareció. ¿Por qué Enoc y no Noé? Dios tiene un propósito para cada quien. De Elías se presenta su pecado, pero de Daniel no se presentó ningún pecado. Todos pecaron, pero por qué unos son más distinguidos por Dios que otros. Eso está en la sabiduría de Dios, pero algo que podemos notar es que a mayor depravación de la sociedad, mayor son las distinciones que Dios hace sobre sus siervos piadosos, para que esa distinción y premio testifique contra el mundo impío. Eso lo vemos en la vida de Enoc, donde “no había quien busque a Dios, ni siquiera uno”. Solo por la gracia que Noé halló, buscó a Dios y fue perfecto en sus generaciones, al igual que Enoc y Daniel. Gén 6:10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. ¿Te fijas que es la genealogía lo que se sigue contando? En el párrafo anterior concluimos diciendo que Noé era perfecto en sus generaciones. Los hijos de Noé ya habían sido mencionados, y cuando dice que Noé era perfecto en sus generaciones, luego menciona a sus hijos, pero no dice que murió luego, como se hacía cuando se estaba contando la genealogía, sino que vuelve a realizar otro paréntesis. Y de nuevo, luego del diluvio, continua con la genealogía de Noé ya de manera definitiva. Algo interesante de notar, es que las Escrituras no cuenta la genealogía de Noé como una continuación de la genealogía de Adán, aunque en realidad es así, no obstante, la presenta como la genealogía “de Noé”. Algo similar paso con Set. Y es que los impíos no son distinguidos por Dios. La genealogía de Abel fue cortada, la de Caín, aunque se menciona, no es distinguida, pero si la de Set, si la de Noé, y se va formando “la línea santa”, que en el capítulo 6 de Génesis, se define como “los hijos de Dios” que se juntaron con “las hijas de los hombres”.

Pero en fin, la vida de Noé continua, y también la genealogía, con grandes incisos para contar no solo la historia del diluvio, sino también el pecado de las hijas de Noé, y también su descuido por emborracharse. Luego relata la muerte de Noé, y entonces si acaba la genealogía de Adán, pero continua con la genealogía de Noé. Y de genealogía en genealogía, con grandes incisos de historias, llega la genealogía de Cristo, que viene desde Adán hasta Cristo, el segundo Adán, quien “murió, mas he aquí que vive por los siglos de los siglos. ¡Amén!” Dios también distinguió a Cristo y lo exalto: “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.” (Hechos 5:31). Esas promesas del perdón bajo la condición del arrepentimiento no se refiere al Israel que está en medio oriente, sino a todos aquellos que como Enoc, Noé, Elías , Daniel y Cristo, fueron diferentes, fueron crucificados para el mundo, y serán distinguidos por Dios. Se refiere a aquellos que cuya religión no consiste en ritos como la circuncisión, ni el país, sino en la comunión con Dios por medio de Cristo. Ese es “el Israel de Dios”: Gál 6:14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Gál 6:15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Gál 6:16 Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.

LA GENEALOGIA DE ADÁN - Génesis 5 Por Sterling Díaz - 15/01/2012