Los Cuatro Acuerdos Resumen 4p44o

INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES ISIMA CAMPUS TOLUCA FORMATO DE TAREAS

FECHA:________________ NO. TAREA:_____________ NOMBRE DEL ALUMNO:____________________________________________________________ GRADO:_________________ GRUPO:_________________ MATERIA:__________________________________________ MATRICULA:_____________ NOMBRE DEL MAESTRO:___________________________________________________________ TEMA:__________________________________________________________________________ Los Cuatro Acuerdos. Dr. Miguel Ruiz. Espejo humeante Hace 3000 años había una persona que soñó su propio cuerpo durmiendo. Cuando vio estrellas, oyó su propia voz que descubrió que la percepción humana es solo luz que percibe luz. Todo es un espejo de ilusión. Quería hacerlo saber a todos, pero no lo entendían. Descubrió que era un espejo para los demás. Se veían todos, pero nadie se veía a si mismo sin saber lo que realmente eran. Entonces supo que iba a olvidarse de todo lo que había aprendido, así que decidió llamarse espejo humeante, ya que el humo que hay entre cada uno es lo que nos impide saber lo que somos. Y ese humo es el sueño, y el espejo somos cada uno de nosotros.

La domesticación y el sueño del planeta Lo que se ve y se escucha es solo un sueño. Soñar es la función principal de la mente. Cuando estamos despiertos, el sueño es lineal, y cuando dormimos, no existe ese comportamiento. El sueño del planeta es el sueño colectivo del total de los seres humanos, incluye todas las reglas de la sociedad. Nacemos con la capacidad de aprender a soñar de acuerdo a la sociedad. Percibimos muchas cosas simultáneamente, pero retenemos solo lo que nos interesa, y por medio de la repetición, nuestros padres indujeron todo lo que sabemos. Aprendimos que creer y que no, lo bueno y lo malo. En la escuela, en la iglesia, se presta atención, así como con nuestros mayores, intentando captar nuestra atención. Los niños compiten por la atención de sus padres, sus maestros. La necesidad de atención continua siendo mayores. El lenguaje es el código que utilizamos los seres humanos para comunicarnos. Nunca elegimos que creer y que no creer. Cuando nacimos, nos indujeron la información que nos transmitieron nuestros mayores. El sueño externo capta nuestra atención, pero si no estamos de acuerdo, lo desechamos. Di estamos de acuerdo, lo mantenemos, y es lo que nosotros llamamos “tener fe”, que es creer incondicionalmente, como cuando somos niños, que todo nos creemos. De esta forma nos rendimos a nuestras creencias. Nuestros sueños externos se transfieren a los sueños internos, y entonces se vuelven todo nuestro sistema de creencias.

La forma en la que nos educaron fue a través de premios y recompensas, al igual que se adiestra a un perro. Debido al miedo a ser castigados, decidimos dejar de ser nosotros mismos, para tratar de no ser rechazado por los demás, terminando siendo lo que no éramos, y siendo las creencias de la sociedad, perdiendo nuestras tendencias naturales. La domesticación es tan poderosa, que llega un momento que ya no necesitamos ser domesticados. Somos nuestro propio domador. Nos auto domesticamos según el sistema de creencias. Hay una parte de nosotros que se basa en el sistema de creencias que nosotros no decidimos tener, sino fueron inculcadas. Hay un libro de la ley que respetamos y al que le tenemos miedo cuando no seguimos sus reglas. Incumplir las reglas del libro de la ley nos hace sentir inseguros. El ser humano es el único ser en la Tierra que paga miles de veces por el mismo error. Esto sucede cada vez que recordamos el error, o nos lo recuerdan. Estamos tan acostumbrados, que vivimos con miedo, tristeza, injusticia. El miedo controla el sueño externo. Está manifestado de diferentes formas, como cólera, miedo, injusticia, buscando siempre la verdad, porque solo hemos almacenado mentiras. La condición de la mente humana es un gran mitote, porque todos gritan sus propias creencias, pero no nos ponemos de acuerdo. Hemos aprendido a vivir de acuerdo al punto de vista de los demás, para no ser rechazados por la sociedad, intentando complacer a los demás. Bajo ese punto de vista, nunca seremos perfectos, rechazándonos a nosotros mismos. Porque no encajamos en nuestra propia imagen de perfección, por no ser quien creemos que deberíamos ser.

El preludio de un nuevo sueño Durante nuestra vida, hemos hecho acuerdos con toda la gente que nos rodea. Pero los acuerdos mas importantes son los que hemos hecho con nosotros mismos. El resultado es nuestra personalidad. Los acuerdos que surgen del miedo nos consumen mucha energía, pero los que surgen del amor, la aumentan. La energía se renueva cada dia y la vamos gastando al mantener los acuerdos con los demás. Cuando el suelo de nuestra vida no nos satisface, necesitamos cambiar los acuerdos. Cuando se rompe un acuerdo, la energía utilizada regresa a nosotros. Existen 4 acuerdos principales. Si los respetamos, viviremos en un nuevo sueño personal.

El primer acuerdo. Sé impecable con tus palabras Hay que ser impecable con nuestras palabras. Es el mas importante, pero el mas difícil de cumplir. Solo con el alcanzaremos el cielo en la Tierra. La intención se pone en manifiesto con las palabras. Son la fuerza que tenemos para pensar, para actuar. Es la herramienta mas poderosa que tenemos como seres humanos. Pueden crear el mejor sueño o destruir los sueños que habíamos construido.

Las palabras se convierten en magia, y pueden construir o destruir a la gente. Como Hitler, que con las palabras destruyo la vida de mucha gente. Constantemente hay que plantar semillas, y cosechar lo que sembramos. Evitar sembrar semillas de miedo o de dudas. El poder de las palabras es muy poderoso. Se observa cuando alguien critica a los demás, o cuando alguien alaba a alguien, cambiando para bien o para mal nuestras creencias. Impecable => Sin pecados. Las religiones hablan de los pecados y de los pecadores. Un pecado es cualquier acción que se realiza y va contra uno. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Ser impecable es no utilizar las palabras contra nosotros mismos o contra los demás. Es no provocar con las palabras. Es utilizar la energía en la dirección correcta. Cuando escuchamos una opinión y la creemos, llega a formar parte de nuestras creencias, para bien o para mal. El miedo o el sufrimiento son las causas de que el sueño nos sea reprimido. Una mínima información afecta a los demás, creando prejuicios y realizando una cadena interminable. El caos de miles de voces distintas son lo que los Toltecas llamaban mitotes.

El Segundo acuerdo. No te tomes nada personalmente No hay que tomar nada personalmente. Cuando así lo hacemos, es porque estamos de acuerdo en lo que nos digan, siendo ésta la expresión máxima del egoísmo. Todos vivimos en nuestro propio mundo, en nuestra propia mente. Cada persona vive en un mundo diferente, y cada opinión corresponde a como lo ve él en su propio mundo, por lo que es solo una apreciación en su mundo. No hay que comerse su basura emocional y volverla tuya. Cuando lo tomamos de forma personal hacemos una montaña de un grano de arena porque tenemos la necesidad de hacer saber a todos que tenemos razón. Cada quien ve el mundo con distintos ojos. Cada acuerdo es independiente. El mitote es la razón por la que los seres humanos saben lo que quieren, cuando lo quieren y cómo lo quieren. Al tomar algo personal nos exponemos a sufrir por nada. Cuando no tomamos algo personal, se descubrirá que nos volvemos inmunes a todos los chismes y venenos que la gente nos trata de inculcar.

El Tercer acuerdo. No hacer suposiciones Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento. El gran mitote de la mente humana siempre nos provoca entender mal las cosas. Solo vemos y oímos lo que queremos, según nuestra conveniencia. Hacer suposiciones nos provoca problemas, como cuando suponemos con nuestra pareja que siempre entiende lo que nosotros creemos, creando muchos conflictos, como si leyéramos su mente, generando malentendidos y dificultades. Siempre hacemos suposiciones por la necesidad de comunicarnos, entendamos o no lo que nos están diciendo, a veces de manera inconsciente, y creemos en ellas. Hacemos también suposiciones en nosotros mismos, cuando creemos que podemos o no hacer algo, a veces antes de saber bien que es lo que buscamos o tenemos. Debemos evitar todo tipo de suposiciones,

preguntando y asegurándose de que es lo que se quiere, piensa o necesita. El dia que eso suceda, la comunicación se volverá impecable. 3er Acuerdo: NO HACER SUPOSICIONES

El cuarto acuerdo. Haz siempre lo máximo que puedas Este acuerdo es el que permite que los otros 3 se conviertan en hábitos. Se debe hacer lo máximo que puedas en todo momento, aunque en algunas veces se pueda tener calidad, y en otras no, y se puedan lograr diferentes cosas cuando uno está sano que cuando no. Lo máximo depende de la salud, del estado de ánimo, del tiempo. No hay que excederse del límite que tenemos, porque luego no podemos hacer lo máximo en lo demás. De esta forma seremos mas productivos, y nos sentiremos satisfechos de lo que hacemos. Cuando se realice algo, no hay que hacerlo por esperar una recompensa, sino buscando disfrutar lo que hacemos. Así lograremos lo máximo que podemos dar. Si hacemos todo sin esperar recompensas, disfrutaremos lo que hacemos, y normalmente conseguiremos mas de lo que esperamos. No es un acuerdo fácil de mantener, pero nos hará libres. Hacer las cosas por querer hacerlas, no por tenerlas que hacer. Cuando tengamos una idea, hay que llevarlas a cabo, porque si no, no tendremos ninguna satisfacción, ni resultados, ni recompensas. Emprender la acción es expresar nuestros sueños. Hay que vivir el presente, dejando ir el pasado, no viviendo a medias. Hay que ser, arriesgarnos a vivir, disfrutar de la vida. Decir si cuando queramos decir que sí, y no cuando queramos decir no; ser nosotros mismos, no haciendo ninguna suposición. Poco a poco podemos dejar de tener los vicios y costumbres que tenemos como barrera. Llevando a cabo los 4 acuerdos, conseguiremos sentirnos libres de ser lo que somos, siendo nosotros mismos, teniendo una satisfacción en lo que hacemos y pensamos. Ya no viviremos mas en el infierno, no haciendo suposiciones, no tomando nada personal. Son acuerdos sencillos y lógicos, pero muchas veces intentan rompernos estos acuerdos porque es a lo que están acostumbrados los demás. Para poder cumplirnos debemos utilizar todo el poder que tenemos. No hacernos una víctima si nos caemos, ser impecable con nuestras palabras. Si rompemos un acuerdo, volver a comenzar al día siguiente, hasta que algún día no tenga que suceder. Hay que mantener la vista en el día de hoy, vivir el hoy, sentir el hoy.

El camino Tolteca hacia la libertad Romper viejos acuerdos Todos luchan por la libertad en el mundo. Pero, que es la libertad?. Culpamos al gobierno, al clima, a la religión, pero en realidad quien nos impide la libertad somos nosotros mismos. Cuando somos niños, no nos preocupamos por el mañana, somos libres, pero el sistema de creencias es quien dirige nuestras vidas, y dejamos de ser libres. Cuando el juez indica que somos responsables de ir a la escuela, de trabajar, de mantener una familia, dejamos de ser libres. La libertad que buscamos es la de expresarnos tal como somos, pero normalmente en lugar de vivir para complacernos a nosotros mismos, vivimos para complacer a los demás. De cada 1000

personas, 999 están totalmente domesticadas, y lo malo es que ni nosotros mismos nos damos cuenta de que somos libres. Necesitamos saber cual es el problema, para poder resolverlo. Necesitamos ser conscientes de lo que nos está pasando, y decir “YA BASTA”. Debemos dominar nuestro propio sueño. La vida es la manifestación de nuestro sueño. La libertad que buscamos es utilizar nuestra propia mente y cuerpo, vivir nuestra propia vida en lugar del de la del sistema de creencias, dejando de rendirnos ante el juez o el sistema de creencias. Tal vez ganemos, tal vez perdamos, pero estaremos dando nuestro máximo esfuerzo para ser libres. Debemos enfrentarnos a nuestros miedos, uno por uno.

El arte de la transformación. El sueño de la segunda atención El sueño que vivimos ahora es lo que nuestras creencias nos han hecho hacer. Hay que estar consciente que continuamente estamos soñando, y cambiar lo que queremos. Debemos estar conscientes en los límites de las creencias actuales. Hay que estudiar y aplicar las creencias alternativas, como los 4 acuerdos. Es un trabajo lento, porque siempre hemos vivido con las creencias actuales, y desde la identificación de ellos hasta la implementación de las nuevas, nos va a llevar tiempo. Normalmente tenemos mas en mente las cosas negativas, todo lo que nos han hecho saber que no podemos hacer, decir.

La disciplina del guerrero. Controlar tu propio comportamiento Cada día nos levantamos con una determinada energía. Cuando estamos enfadados, todo lo que está a nuestro alrededor está mal. Cuando estamos tristes, todo está triste. Normalmente estamos envueltos en el miedo, rabia, tristeza, desengaño. Cuando tenemos miedo, la mente nos detiene en nuestro progreso. Debemos dejar marchar el resentimiento, dejar de actuar contra nosotros mismos, dejando de sentirnos la víctima. Para esto, debemos perdonar a todos, incluso a nosotros, dejando poco a poco el auto rechazo que no nos deja avanzar. Sabremos que hemos perdonado cuando lo veamos o sepamos de él y no tengamos ninguna reacción emocional. Para muchos, el problema es que perdemos el control de nuestras emociones, diciendo o haciendo cosas que no queremos hacer o decir. Debemos convertirnos en guerreros: ser conscientes de que estamos en guerra para ser nosotros mismos sin importar lo que esto signifique. La diferencia entre un guerrero y una víctima, es que esta última se reprime.

La iniciación de la muerte. Abrazar el ángel de la muerte El paso final para la libertad personal es prepararnos para la iniciación a la muerte. Debemos estar conscientes que solo tenemos el presente para estar vivos, pero nadie sabemos en realidad si mañana vamos a estar aquí. El ángel de la muerte nos enseña a vivir cada día como si fuera el último, disfrutando cada día sin tener nada que temer. Hay que hacer saber a todos los que nos interesan lo importante que son para nosotros. Si superamos esta etapa, nos convertiremos otra vez en un niño, pero con libertad con sabiduría, rompiendo la domesticación, sanando nuestra

muerte. Entonces seremos libres para dirigir nuestra propia vida. Si nos rendimos al ángel de la muerte, viviremos mejor.

El nuevo sueño. El cielo en la Tierra Este es el principio de un nuevo entendimiento. Se tiene el poder de crear el infierno o el cielo. Hay que percibirnos viviendo un nuevo sueño, en el que somos libres, que no tenemos miedos, teniendo la libertad de cambiar nuestra vida como nosotros queramos, sin dejarnos llevar por lo que piensen o digan de nosotros, perdonando a todos, sin juzgar a nadie, respetándonos a nosotros mismos y respetando a los demás. Podemos decir “te quiero” sin tener vergüenza, sin temor a perder nada, amándonos a nosotros mismos tal y como somos. Cuando veamos que podemos vivir en un estado de dicha, nos daremos cuenta que es posible. Es posible amar todo el tiempo, sin temor a expresarlo. Esta forma de vida es posible. Cada quien lo llama de diferente manera. Los Toltecas la llaman “El nuevo sueño”. Hay que crear un espacio para cambiar nuestra forma de ser y pensar. La felicidad y el sufrimiento es una elección. Podemos amar y ser felices, vivir en el cielo.

Oraciones Oración para la libertad Creador del Universo, hoy te pedimos que compartas con nosotros una fuerte comunión de amor. Sabemos que tu verdadero nombre es Amor, que comulgar contigo significa compartir tu misma vibración, tu misma frecuencia, porque tú eres lo único que existe en el Universo. Hoy te pedimos que nos ayudes a ser como tu, a amar la vida, a ser vida, a ser amor. Ayúdanos a amar como tú, sin condiciones, sin expectativas, sin obligaciones, sin juicios. Ayúdanos a amarnos y aceptarnos a nosotros mismos sin juzgarnos, porque cuando nos juzgamos, nos hallamos culpables y necesitamos ser castigados. Ayúdanos a amar todas tus creaciones de un modo incondicional, en especial a los seres humanos, y sobre todo a las personas que nos rodean: a nuestros familiares y a todos aquellos que nos esforzamos tanto por amar. Porque cuando los rechazamos, nos rechazamos a nosotros mismos, y cuando nos rechazamos a nosotros mismos, te rechazamos a ti. Ayúdanos a amar a los demás tal como son, sin condiciones. Ayúdanos a aceptarlos como son, sin juzgarlos, porque si los juzgamos, los encontramos culpables y sentimos la necesidad de castigarlos. Limpia hoy nuestro corazón de todo veneno emocional, libera nuestra mente de todo juicio para que por vivir en una paz y un amor absolutos. Hoy es un día muy especial. Hoy abrimos nuestro corazón para amar de nuevo y para decirnos los unos a los otros: “Te amo”, sin ningún miedo, de verdad. Hoy nos ofrecemos a ti. Ven a nosotros, utiliza nuestra voz, nuestros ojos, nuestras manos y nuestro corazón para compartir la comunión del amor con todos.

Hoy, Creador, ayúdanos a ser como tu. Gracias por todo lo que recibimos en el día de hoy, en especial por la libertad de ser quienes realmente somos. Amén.

Oración para el amor Vamos a compartir un bello sueño juntos: un sueño que querrás tener siempre. En este sueño te encuentras en un precioso día cálido y soleado. Oyes los pájaros, el viento y un pequeño río. Te diriges hacia él; en su orilla hay un anciano que medita y ves que, de su cabeza, emana una luz maravillosa de distintos colores. Intentas no molestarle, pero él percibe tu presencia y abre los ojos, que rebosan amor. Sonríe ampliamente. Le preguntas qué hace para irradiar esa maravillosa luz, y si puede enseñarte a hacerlo. Te contesta que hace muchos, muchos años, él le hizo esa misma pregunta a su maestro. El anciano empieza a explicarte su historia: “Mi maestro se abrió el pecho, extrajo su corazón, y de él, tomó una preciosa llama. Después, abrió mi pecho, sacó mi corazón y depositó esa pequeña llama en su interior. Colocó mi corazón de nuevo en mi pecho, y tan pronto como el corazón estuvo dentro de mí, sentí un intenso amor, porque la llama que puso en él era su propio amor. “Esta llama creció en mi corazón y se convirtió en un gran fuego que no quema, sino que purifica todo lo que toca. Este fuego tocó todas las células de mi cuerpo y ellas me entregaron su amor. Me volví uno con mi cuerpo y mi amor creció todavía más. El fuego tocó todas las emociones de mi mente, que se transformaron en un amor fuerte e intenso. Y me amé a mí mismo de una forma absoluta e incondicional. “Pero el fuego continuó ardiendo y sentí la necesidad de compartir mi amor. Decidí poner un poco de él en cada árbol, y los árboles me amaron y me hice uno con ellos, pero mi amor no se detuvo, creció todavía más. Puse un poco de él en cada flor, en la hierba y en la tierra, y ellas me amaron y nos hicimos uno. Y mi amor continuó creciendo más y más para amar a todos los animales del mundo. Ellos respondieron a él, me amaron y nos hicimos uno. Pero mi amor continuó creciendo más y más. “Puse un poco de mi amor en cada cristal, en cada piedra, en el polvo y en los metales, y me amaron y me hice uno con la tierra. Y entonces decidí poner mi amor en el agua, en los océanos, en los ríos, en la lluvia y en la nieve, y me amaron y nos hicimos uno. Y mi amor siguió creciendo todavía más y más. Y decidí entregar mi amor al aire, al viento. Sentí una fuerte comunión con la tierra, con el viento, con los océanos, con la naturaleza, y mi amor creció más y más. “Volví la cabeza al cielo, al sol y a las estrellas y puse un poco de mi amor en cada estrella, en la luna y en el sol, y me amaron. Y me hice uno con la luna, el sol y las estrellas, y mi amor continuó creciendo más y más. Y puse un poco de mi amor en cada ser humano y me volví uno con toda la humanidad. Dondequiera que voy, con quienquiera que me encuentre, me veo en sus ojos, porque soy parte de todo, porque amo”. Y entonces el anciano abre su propio pecho, extrae su corazón con la preciosa llama dentro y la coloca en tu corazón. Y ahora esa llama crece en tu interior. Ahora eres uno con el viento, con

el agua, con las estrellas, con toda la naturaleza, con los animales y con todos los seres humanos. Sientes el calor y la luz que emana de la llama de tu corazón. De tu cabeza sale una preciosa luz de colores que brilla. Estás radiante con el resplandor del amor y rezas Gracias, Creador del Universo, por el regalo de la vida que me has dado. Gracias por proporcionarme todo lo que verdaderamente he necesitado. Gracias por la oportunidad de sentir este precioso cuerpo y esta maravillosa mente. Gracias por vivir en mi interior con toco tu amor, con tu espíritu puro e infinito, con tu luz cálida y radiante. Gracias por utilizar mis palabras, mis ojos y mi corazón para compartir tu amor dondequiera que voy. Te amo tal como eres, y por ser tu creación, me amo a mí mismo tal como soy. Ayúdame a conservar el amor y la paz en mi corazón y a hacer de ese amor una nueva forma de vida, y haz que pueda vivir amando el resto de mi existencia. Amén.