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Makers Notas lectura de Makers: The New Industrial Revolution: Chris Anderson

1. La nueva Revolución Industrial En el modelo industrial del s. XX era difícil cambiar el mundo con sólo una idea. Con el certificado de patente hay que buscar la manera de ponerla en el mercado. Como observó Marx, el poder pertenece a quienes poseen los medios de producción. Ellos deciden lo que se produce. La diferencia entre inventor y emprendedor es un punto crucial. Los grandes inventoresempresarios de la 1ª Revolución Industrial, como James Watt y Matthew Boulton, no fueron sólo visionarios, sino también unos privilegiados. Muchos procedían de la clase dirigente o hicieron su aprendizaje con de la élite. Gracias a la Web, hoy en día, cualquiera que tenga una idea para un servicio puede convertirla en un producto con código software y no se requiere patente. Se puede fracasar, pero no supone una carga de por vida. La distancia entre inventor y emprendedor de ha acortado de tal forma que apenas existe. Aunque las industrias de la información se han hecho muy grandes, continúan siendo marginales en la economía mundial.

Fanzines, Sex Pistols y el nacimiento del indie Principios de la década de 1980, movimiento punk rock norteamericano. Adolescentes estaban creando bandas como los Minor Threat, lo único que se necesitaba para entrar en una banda era una guitarra eléctrica y un amplificador. Pero las bandas hacían algo más que tocar, también empezaron a publicar. Con la popularización de las fotocopiadoras surgió la cultura fanzinera de revistas DIY. Este fue el inicio de la industria de la música DIY. Las herramientas de los grandes sellos: grabar, producir y comercializar música; estaban ahora en manos individuales. La Web se crea en 1990 en el CERN. Con ella, el movimiento punk DIY que accedía a los medios de producción pasó a ser un medio de gente corriente que hacía uso de la autoedición y las páginas web, y más tarde los blogs y ahora las redes sociales. Uno de los cambios más profundos de la era Web es que hay una tendencia a compartir en línea. Los proyectos compartidos en línea inspiran a otros y son una oportunidad de colaboración. Surgen los movimientos.

Actualmente ocurre lo mismo en el mundo físico. Las personas seguimos viviendo (por ahora) en el mundo físico, nuestras ciudades, nuestros hogares, la ropa que vestimos. Todo ello son átomos. La idea de “fábrica” está cambiando. Una nueva clase de tecnología creadora rápida de prototipos, desde las impresoras 3D a las cortadoras láser, está democratizando la innovación en los átomos. La fabricación, la gran proveedora de empleos durante el s. XX, ya no crea puestos de trabajo en Occidente. La automatización y la competencia mundial está terminando con las empresas pequeñas. La automatización es la única forma en que la fabricación a gran escala puede funcionar en los países ricos. Así como las empresas de reciente creación son el motor de la innovación en el mundo de la tecnología, y el movimiento contracultural es el impulsor de la nueva cultura, también la energía y la creatividad de los emprendedores y los innovadores individuales pueden reinventar la fabricación y de paso crear puestos de trabajo. La gran oportunidad en el nuevo movimiento maker es la habilidad de ser pequeño y al mismo tiempo mundial. Artesanal e innovador. De alta tecnología y bajo coste. Y creando la clase de productos que el mundo quiere, aunque todavía no lo sepa.

La generación Web se vuelve hacia el mundo real Durante la pasada década se trató de buscar formas de crear, inventar y trabajar juntos en la Web. En los próximos diez años esas lecciones se aplicarán al mundo real. Estamos rodeados de bienes físicos, producto de una economía manufacturera que, a diferencia de la Web, no se ha abierto a todos. Ahora está a punto de cambiar. Hacer cosas se ha vuelto digital, desde el diseño mediante software CAD hasta la forma de compartir estos diseños en línea mediante archivos. La mayor transformación no reside en la manera en que se hacen las cosas, sino en quién las hace. Y ahora cualquiera las puede hacer. Los emprendedores o inventores ya no están a merced de grandes empresas para fabricar sus ideas. Por otro lado, el incremento del hardware Open Source está haciendo por los productos físicos lo que el código abierto hizo por el software. Algunas de las mayores empresas del mundo del diseño profesional de producto e ingeniería se están centrando ahora en el emergente mercado Maker (Autodesk, PTC, 3D Systems). Aportando software libre de diseño para aficionados y niños. Se puede situar el inicio del movimiento Maker con hitos como el lanzamiento de la revista Make en 2005 por parte de O’Reilly Media y la primera celebración de la Feria Maker en Silicon Valley.

Otro hito tuvo lugar con el lanzamiento de RepRap en 2007, la primera impresora 3D de escritorio y de código abierto. Ésta dio paso a la MakerBot.

Makers unidos ¿Qué es lo que define el Movimiento Maker? 1. Gente que usa en casa herramientas digitales para diseñar nuevos productos y hacer de ellos prototipos (DIY digital). 2. Una cultura colaborativa para compartir estos diseños y trabajar con otros en comunidades en línea. 3. Utilizar estándares de diseño de archivo comunes para permitir que todo el mundo pueda enviar sus diseños a servicios comerciales de fabricación para que los produzcan en cualquier número.

Los países reales construyen cosas Cualquier país que desee ser fuerte necesita poseer una base productiva. Sin embargo el coste de la mano de obra ha hecho muy difícil que en los países occidentales funcionen las industrias manufactureras. Las ventajas de los costes de la mano de obra en los países asiáticos ha llevado a muchos países occidentales a tener el empleo más bajo en el sector secundario desde hace siglos. Incluso las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores cualificados. Tenemos la posibilidad de revertir esto creando una nueva clase de economía productiva: ascendente, distribuida y con espíritu empresarial. Producir es caro, se necesita equipo y conocimiento. Requiere inversiones iniciales y los errores conducen a almacenes de existencias invendibles.

Fabricación DIY La propia manufacturación comercial se ha vuelto digital y cada vez está más interconectada y es más abierta. Las mayores líneas de fabricación hablan el mismo idioma que MakerBot (lenguaje de programación G). Como resultado, la fabricación mundial puede funcionar a cualquier escala, desde la unidad única a millones de unidades. La personalización y los lotes pequeños son el futuro. La distinción entre aficionado y emprendedor se ha reducido a una opción de software. La mejor forma de reinventar una industria madura es abrirla a las ideas de otros. Veamos algunas ideas: 1. ¿Cómo es posible mejorar los productos si estuviesen conectados a Internet? 2. ¿Cómo podrían mejorarse si sus diseños fuesen abiertos, de modo que pudiesen ser mejorados o modificados?

3. ¿Cuánto podrían abaratarse excluyendo el precio de la propiedad intelectual? La configuración de la estructura industrial del siglo XXI diferirá mucho de la del siglo XX. Más que una innovación de arriba abajo por parte de algunas de las empresas más grandes, empiezan a verse innovaciones de abajo arriba proporcionadas por muchísimos individuos, entre ellos aficionados, emprendedores y profesionales.

La Revolución Industrial En 1766, Hargreaves concibió una máquina, la hiladora Jenny (“máquina”). Un artefacto movido a pedal que permitía a un solo operario hilar ocho husos al mismo tiempo. Multiplicando en principio el rendimiento de un operario por ocho. ¿Por qué el invento de Hargreaves junto con la máquina de vapor causaron una revolución? 1. El algodón es la fibra más barata y accesible del mundo. 2. La hiladora Jenny era capaz de distribuir potencia desde un punto central a cualquier número de mecanismos que operasen en paralelo. Era un mecanismo expandible. 3. La revolución tuvo lugar en el momento oportuno y en el país adecuado. Renacimiento intelectual de Gran Bretaña con una serie de leyes de patentes e incentivos a los artesanos para inventar y compartir sus invenciones. “La insistencia británica en que las ideas eran una forma de propiedad tuvo más repercusiones que ninguna otra idea en la historia. [...] La revolución industrial, antes que nada y por encima de todo, fue una revolución en inventiva. Y no simplemente un aumento del número de nuevos inventos, sino una radical transformación en el propio proceso de invención.” William Rosen (The Most Powerful Idea in the World) En 1770, presenta la solicitud de patente 962, una versión de la hiladora que podía trabajar 16 hilos simultáneamente. La mágica multiplicación de la productividad de la hiladora provocó el rechazo de los artesanos locales, cuyos gremios habían controlado durante siglos la producción. Mientras, las colonias americanas habían declarado la guerra y la independencia. James Watt inventó la máquina de vapor en 1776.

Los efectos de las revoluciones Entre 1700 y 1850 la población de Gran Bretaña se triplicó. Y entre 1800 y 2000, la renta media per cápita, contando la inflación, se multiplicó por diez. Nuestra expectativa actual de un crecimiento continuo y una mejora de la calidad de vida tiene justo 100 años de edad. Entre 1200 y 1600 la esperanza de vida de un noble británico no creció mucho más allá de un año. Y, sin embargo, entre 1800 y hoy las expectativas de vida del hombre blanco occidental se han doblado, pasando de 38 años a 76. Aunque la principal diferencia reside en el declive de la mortalidad infantil.

A medida que la gente era más rica se volvía más saludable. Y se hacía más rica porque sus capacidades se ampliaban mediante las máquinas. Todo el mundo quería esos productos, por lo que impulsaron el comercio. El comercio impelió el motor de la ventaja comparativa, de forma que cada país fabricaba lo que podía hacer mejor e importaba el resto, lo cual mejoró la productividad de todos. Y eso, por su parte, potenció el crecimiento.

La segunda revolución industrial En torno a 1850, al ascenso de la manufactura se le unió el desarrollo de barcos y ferrocarriles de vapor. La invención del proceso Bessemer para la fabricación de acero en grandes cantidades (década 1860) hizo posible la producción en masa de artículos de metal y la cadena de montaje. Además el ascenso de las industrias químicas, el refinado de petróleo y el motor de combustión interna o la electrificación. Se sitúa entre 1850 y el final de la Primera Guerra Mundial, e incluye la cadena de montaje del Modelo T de Henry Ford, con su innovadora acumulación de piezas intercambiables y el uso de cintas transportadoras. La división del trabajo permite que cada uno haga lo que mejor sabe hacer. Esto produce tiempo libre y energía que pueden ser empleadas en cosas como construir ciudades, inventar el dinero, etc. Para nuestra especie dejó de ser importante lo que podíamos hacer y cobró importancia lo que sabíamos. Nos hicimos valiosos por nuestro cerebro.

¿La tercera revolución industrial? La informática y las comunicaciones también son fuerzas multiplicadoras que hacen por los servicios lo que la automatización hizo por la fabricación. Pueden impulsar los incrementos de productividad en industrias ya existentes y crear unas nuevas. Pero la informática digital no basta por sí misma. Únicamente cuando se combinaron los ordenadores con las redes, y en último término con Internet, empezaron a transformar nuestra cultura. La Edad de la Información, empieza hacia 1950 y pasó del ordenador personal (finales de la década de los 70 y principios de los 80) a Internet y la Web (década de los 90). Pero no fue una revolución industrial. La tercera revolución industrial se entiende mejor como una combinación de fabricación digital y personal.

La transformación digital de la fabricación de cosas está haciendo algo más que lograr que la producción existente sea más eficiente. Está haciendo posible que la manufacturación sea accesible para una amplia población de productores. Hoy en día la mayor parte de la Web está hecha por amateurs y semiprofesionales. La economía ingrávida es el comercio con intangibles: información, servicios y propiedad intelectual. Y, sin embargo, por más grande que sea esta, es una pequeña fracción de la economía productiva.

Manchester, ayer y mañana ¿Por qué se inició la primera revolución en Manchester? Veamos algunas ventajas clave: 1. Disponía de abundante espacio libre y leyes constructivas muy laxas. 2. Estaba cerca de ríos y arroyos que proporcionaban agua para los molinos de las fábricas primitivas. 3. Estaba bien comunicada con líneas de ferrocarril que aportaban carbón desde cualquier rincón de Inglaterra y Gales. Era la combinación perfecta: una ciudad interior con espacio para la expansión industrial que, gracias al gran canal, podía exportar bienes casi tan eficazmente como una ciudad portuaria. Mientras tanto, los ferrocarriles estaban haciendo lo mismo por tierra. Pero además de ropa, las firmas de Manchester empezaron a vender las máquinas que la fabricaban. Y estas máquinas eran copiadas, mejoradas y producidas en serie. Las ventajas mecánicas de Manchester habían sido igualadas y empezaron a ocupar su lugar nuevos centros industriales más cercanos a las fuentes agrícolas de la materia prima, sobre todo en América del Sur. Esto obligó a las fábricas de Manchester a moverse a contracorriente apostando por el diseño, la calidad y más innovación mecánica. Prolongandose el declive de Manchester durante un siglo. Ya en los 50 había más fábricas paradas que funcionando. Hoy algunos de los distritos atestados de fábricas textiles se han convertido en modernos distritos de oficinas y tiendas, con boutiques sofisticadas y una arquitectura espectacular. Sin embargo, en algunos barrios la reinvención de Manchester resulta más incierta. Encontramos ruinas catalogadas como edificios históricos, de manera que no pueden ser derribadas, pero los costes y riesgo de reconstruirlas como edificios modernos con sus fachadas originales son demasiado altos. En medio de este paisaje postindustrial aún existen reductos de esperanza y crecimiento. Uno de ellos es una vieja fábrica a la orilla de los muchos canales de Manchester. Es un enorme y moderno edificio con módulos de varios pisos ligeramente desplazados respecto a los de abajo y pintados en agradables colores rosas, tostados y melocotón. Su nombre es Chips. Los pisos superiores son apartamentos y las plantas bajas han sido diseñadas para

restaurantes y comercios. Y el espacio intermedio está dedicado a oficinas y lugares de trabajo. El estallido de la burbuja del ladrillo, paralizó casi toda la construcción en la z ona. Así que en lugar de dejar vacío el edificio, los propietarios se lo ofrecieron a la asociación regional de fabricantes como futuro emplazamiento de un laboratorio para la fabricación de cosas. Hoy es el Manchester Fan Lab (primer Fan Lab en UK). Los Fan Lab son una clase de espacio para fabricar cosas que se construyen a partir de un modelo desarrollado por el Centro de Bits y Átomos de Gershenfeld. Gershenfeld impartía unas clases muy populares en el MIT tituladas “Cómo hacer de todo”. Cada Fan Lab tiene como poco un grupo de herramientas de fabricación digital: una cortadora láser, una cortadora de vinilo, una gran máquina CNC para mobiliario, equipos de electrónica básicos e impresoras 3D. Y a veces tienen herramientas más tradicionales como tornos para metal o perforadoras. Los proyectos realizados durante los días libres se documentan en línea para poder ser compartidos. Los restantes días los socios pagan por usar las instalaciones y esos proyectos pueden ser de propiedad privada y cerrados. Mientras que la Primera Revolución Industrial sólo pudo surgir en un lugar como Manchester, con recursos naturales e infraestructura de transporte, el nuevo Movimiento Maker puede surgir en cualquier lugar. El lugar cada vez importa menos en la fabricación: las ideas triunfan sobre la geografía. Es más, ya no se necesita una gran fábrica. Las empresas a pequeña escala pueden prosperar en un nuevo mundo de fabricación diseminada. Las industrias artesanales eran una forma de producción distribuida que complementaban a las factorías centralizadas por ser más flexibles. La industria artesanal de hoy es típicamente un vendedor de artesanía en el portal Etsy con una cortadora de vinilo controlada por ordenador y que fabrica etiquetas para Macbooks. Se centra en mercados de nicho de miles de , no en mercados de millones.