El calamar tiene la cabeza grande y un cerebro relativamente grande. Su cuerpo desnudo, fortalecido por un esqueleto interno cartilaginoso, es esférico con dos aletas laterales. En torno a la boca hay ocho tentáculos con ventosas y dos contráctiles con el extremo ensanchado y aplanado. En estos últimos hay cuatro hileras de ventosas rodeadas de anillos de garfios quitinosos (córneos). Los tentáculos contráctiles, más largos que el resto, son prensiles, sirven para atrapar a la presa y llevarla hasta los tentáculos más cortos, que la sujetan hasta que es desgarrada por unas poderosas mandíbulas en forma de pico curvado. El calamar puede nadar a mayor velocidad que ningún otro invertebrado expulsando agua de la cavidad del manto a través del embudo musculoso, que es una formación tubuliforme del pie y que posibilita su movilidad para realizar maniobras de cambio de dirección regidas por los ojos Muchos calamares de las profundidades oceánicas son bioluminiscentes. Despiden una nube de tinta cuando se sienten amenazados y hay un género que Es un molusco cefalópodo de cuerpo alargado y el extremo romo, presenta dos aletas laterales con forma rómbica que recorren 2/3 partes del cuerpo y que utiliza para desplazarse a gran velocidad, ayudado de unos sifones que expulsan el agua. Alrededor de la boca presenta 8 tentáculos, 2 de ellos más largos, con varias hileras de ventosas. Tiene un color variable, dependiendo del estado del animal, generalmente rosado con un moteado púrpura. Los cefalópodos tienen simetría bilateral, su cuerpo puede dividirse en dos partes que son:
Una anterior, el cefalopodio, formada por la cabeza, una corona de tentáculos, brazos o apéndices móviles y el sifón Una posterior, el visceropaleo, formada por el manto, bastante muscularizado, que forma un saco en cuyo inferior están las vísceras y las branquias, dejando una cavidad vacía que es la cavidad paleal.
Una constricción nucal separa ambas partes, cabeza y manto , pero en la región occipital puede existir una fusión debido a la presencia de un cartílago nucal que una cabeza y manto. En la cabeza se encuentran los ojos, una corona de apéndices y el sifón. Apéndices: su número varía entre los grupos, así, los cefalópodos decápodos tienen 8 brazos y 2 tentáculos, mientras que los octópodos tienen solo 8 brazos. Los brazos se enumeran desde el par dorsal al par ventral y ordenarlos por su longitud. Ya que no todos los pares tienen porque medir igual, es una importante ayuda en su identificación. En la cara interna de los brazos hay una serie de
ventosas, generalmente en dos filas, con un anillo quitinoso alrededor, aunque en algunas especies oceánicas se han transformado en garfios. Puede haber ventosas modificadas que intervienen en la cúpula y entre ellas puede haber unos cirros sensoriales. Todos los brazos del mismo par son de la misma longitud, excepto cuando se trata del brazo hectocotilizado o hectocolio, en los machos, debido a ser un brazo modificado para la cúpula. sus modificaciones , de gran importancia en la clasificación son muy variables: las ventosas pueden haberse transformado en órganos copulatorios o en un canal espermatoforico que finaliza en una especie de cuchara . Los tentáculos no presentes en todos los grupos, presentan una parte alargada, el pedúnculo, y la maza, que es la parte final. Esta última está dividida, de la parte distal a la proximal, en dáctilo, la mano y el carpo, diferenciadas por el numero y disposición de las ventosas, la presencia de grafios o almohadillas de fijación El sifón no es más que un embudo cónico más estrecho en la parte anterior que se emplea en la locomoción al expulsar el agua previamente inhalada a presión, en algunos grupos este sifón esta exteriorizado, como en los calamares y sepias, parcialmente fusionado al cuerpo, mientras que en otros, como los pulpos, está totalmente incluido en el cuerpo y solo es visible su parte apical. El manto: no es más que un saco muscular en cuyo interior se encuentran las viseras. Su forma guarda relación con el hábitat del animal: así, especies pelágicas nadadoras tienen un manto ahusado, con aletas estabilizadoras al final, como los calamares; las sepias lo tienen aplanado con aletas más grandes que participan en enterramiento en sustratos arenosos. La parte externa del manto está formada por un epitelio en el que existen numerosas células con pigmentos como cromatóforos, que intervienen en los rápidas cambios de color de estos animales; por debajo hay una capa de tejido conjuntivo rica en colágeno y por debajo 3 capas musculares, una longitudinal, una radial y una circular. Gracias a la combinación de las contracciones de estas capas musculares el animal puede cambiar su forma y vaciar rápidamente su cavidad paleal de agua, que al ser expulsada por el sifón provoca su desplazamiento de propulsión a chorro. Entre todas estas capas de tejidos pueden existir unos órganos especializados en la emisión de luz de gran importancia que son los fotóforos Intercambio Gaseoso: Las branquias se encuentran en la cavidad paleal; el oxigeno llega a ellas disuelto en el agua que circula por las mismas. Todos los cefalópodos, excepto Nautilus que tienen 4, tienen 2 branquias. A pesar de no
existir un mecanismo contracorriente que, como en los gasterópodos, logra la mayor oxigenación posible de la sangre, el manto tan muscula rizado compensa esto al producir contracciones y dilataciones que favorecen la existencia de una corriente mucho más rápida y continua que en otros grupos; las branquias además se encuentran plegadas para aumentar esta superficie de intercambio. En la figura 3 se aprecia este sistema dentro de un esquema de la anatomía interna de un cefalópodo.
Sistema Digestivo:
Los cefalópodos son animales carnívoros adaptados perfectamente a capturar y procesar sus presas las cuales detectan con sus ojos, bastante complejos. Los brazos tienen numerosos ventosas y en algunos grupos hay además un par de tentáculos, más largos que los brazos que acaban en una maza que puede tener ventosas, garfios córneos e incluso discos adhesivos que atrapan y evitan que la presa escape. Esto ocurre generalmente en cefalópodos pelágicos, como el calamar.
En la boca: Tienen una rádula, pero es todavía más característica la presencia de una estructura propia del grupo conocida como pico de loro, que no es más que un par de poderosa mandíbulas con forma de pico que muerden y desgarran los tejidos de la presa para que luego sean procesados por la rádula. Estas mandíbulas se encuentran suspendidas en un seno sanguíneo, por lo que existe una cierta movilidad y capacidad de rotación de las mismas, lo que permite al animal una mayor capacidad para procesar alimento. Existe un par de glándulas salivares que producen una digestión extracelulares previa y en algunos más atrás hay otro par de glándulas que producen veneno, que es expulsado por la boca para paralizar a sus presas El Estomago: es un saco muscular que tiene un ciego bastante amplio y más o menos espiralizado y glándula digestiva que puede diferenciarse en una zona difusa esponjosa y otra que puede ser considerada hepática, semejante a la del resto de moluscos. La nutrición es totalmente extracelular ya que ambas glándulas vierten su contenido al estomago; la absorción se produce en el ciego, en las glándulas y en menor cantidad en el intestino, donde van a parar a los restos no utilizados. El ano se sitúa cerca del sifón y las heces son eliminadas como la corriente exhalante. La glándula rectal en estos moluscos se ha transformado en una glándula de la tinta, que emite una secreción formada principalmente por melanina, que se expulsa en caso de peligro para crear confusión al atacante.
El Excretor: Como el resto de los moluscos el sistema excretor esta formado por nefridios, 2 en los coloides y 4 en Nautilus, pero este sistema en los cefalópodos presenta una serie de modificaciones propias. Entre el pericardio, donde se produce el filtrado, al nefridioporo, hay un saco renal que comunica con el pericardio por medio de un conducto renopericardio que lleva el filtrado producido por las células filtradoras. El saco renal está atravesado por la vena branquia, que produce unos apéndices o sacos contráctiles en el interior del saco renal en los que se produce también una filtración al saco renal. El principal producto de excreción es el amoniaco.
Sistema Circulatorio: El amplio sistema circulatorio de los Cefalópodos es un conjunto de vasos y capilares tapizados por endotelio, algo que sucede en pocos animales que no sean vertebrados. La sangre que llena dicho vasos sigue en el cuerpo aproximadamente la misma ruta que en los demás moluscos, pero además del corazón sistémico, el circulatorio también presenta dos corazones branquiales, bombean la sangre hacia las branquias.
La estructura y fisiología dl sistema circulatorio de los cefalópodos está estrechamente relacionada con el elevado ritmo metabólico de estos animales, en comparación con el de los demás moluscos y, quizás, el agua fluya a contra corriente sobre las branquias. La existencia de capilares, de algunas arterias contráctiles y de los corazones branquiales, hasta los que llega sangre desoxigenada desde todas las partes del cuerpo, vuelve a elevar la presión sanguínea y envía la sangre hacia los capilares de las branquias. Las dos aurículas del corazón reciben la sangre que viene de las branquias y la hacen pasar al ventrículo central. El ventrículo bombea la sangre hacia el cuerpo a través de una aorta anterior y una posterior, que se van ramificando para dar vasos más pequeños. La sangre de los cefalópodos contiene hemocianina, que se carga de oxigeno a nivel de las branquias y se va descargando de él en los tejidos, a presiones de oxigeno relativamente altas. El sistema circulatorio de los cefalópodos tiene una serie de características especiales que los separan del esquema ideal presentado en las generalidades de los moluscos y también en las variaciones presentes en otros grupos. Las principales modificaciones son las dos siguientes: Son de los pocos invertebrados que tienen las arterias, venas y capilares cubiertos o tapizados por otra capa epitelial, el endotelio. Tienen, además del corazón normal sistémico, otro par de corazones, llamados corazones branquiales, que bombean la sangre a las branquias. Hacen además aumentar presión sanguínea y aceleran el ritmo circulatorio que permite a estos animales de vida tan activa tener una tasa metabólica alta. El corazón sistémico recoge la sangre de las branquias y la reparte a los tejidos por la arteria. De ellos se recoge la sangre que procede del manto por las venas paleales, de la cabeza por la vena cava anterior y de las vísceras por la vena abdominal; la sangre de estas tres confluye en los corazones branquiales que la bombean a las branquias, donde se oxigena.
Sistema nervioso: El Ganglio pedio emite nervios al sifón y la parte del mismo llamada ganglio branquial los emite a los brazos y tentáculos. El Ganglio visceral: emite 2 nervios al manto. A Cada lado del manto hay 2 ganglios estrellados, cuyas neuronas son las responsables de los lentos movimientos de ventilación. Cuando es necesario realizar rápidas contracciones de escape o fuga el sistema empleado es el formado por dos neuronas gigantes de primer orden presentes en los ganglios viscerales; El principal órgano de sentido de los cefalópodos son los ojos, semejantes a los de los de los peces y sin duda los más complejos entre los invertebrados. Se encuentran situados en la cabeza en una feseta en cartílagos asociados a los
encéfalos. Tiene un cristalino rígido y un iris que regula la entrada de luz y el enfoque se realiza adelantando o atrasando el cristalino, de igual forma que los peces. Se pueden adaptar a cambio de la intensidad de la luz y algunas especies tienen dos tipos de ojos, uno para luz solar y otro para luz bioluminiscente.