Primera noche de sexo con mi hermanastro peque�o pobre de mi s: 11.178 Valoraci�n media: Sin valorar Tiempo estimado de lectura: [ 33 min. ] + De c�mo una llega a casa de su padre a desvalijarle la nevera y termina formando parte de un selecto grupo liberal. Version para imprimirEnviar este relato a un amigo/a ? Holaaaaaa... �Hay alguien en casa? Nadie contesta. Pero la m�sica que se escucha me indica que �lex est�. Seguramente ni me ha escuchado. Vamos a ver... Camino hacia su dormitorio. El que, hasta hace cuatro a�os, era el cuarto de costura de mi madre. Cuando mi padre se volvi� a casar no solo incorpor� una nueva mujer a su vida, sino tambi�n a su hijo. �lex es mi hermanastro y ahora ocupa un lugar en mi casa del que yo guardo muchos recuerdos desde que era ni�a. Se me hace raro ver el dormitorio de un adolescente con posters de Queen en una habitaci�n en la que, hasta hace poco, hab�a cuadros de punto de cruz de motivos florales. Pero la vida no se detiene por nadie y mi padre estaba en todo su derecho de rehacer su vida despu�s de que mi madre liara la que li�. La puerta est� entreabierta, suena Queen y sale una peste a porro del dormitorio que tira de espaldas. �lex est� de espaldas a la puerta, sentado frente a su ordenador, parece que chateando desde whatsapp web. - Holaaa ? repito ? . �Menudo submarino, �lex! Pega un repullo en la silla. Efectivamente ni me ha escuchado llegar. No s� de qu� estar�a hablando ni con qui�n, pero ha minimizado la pantalla y, al hacerlo, se ha descubierto: en segundo plano ten�a abierta la foto de una t�a en pelotas masturb�ndose. Tambi�n la minimiza. - �Qu� haces aqu�? Me has dado un susto de muerte. - Vengo a desvalijar la nevera, como de costumbre. Llevo haci�ndolo desde que �lex y su madre se vinieron a casa de mi padre a vivir. Alicia, mi madrastra, cocina de puta madre y yo soy mala a; Me gasto en ropa y salidas lo que deber�a invertir en otros menesteres. Como la comida, por ejemplo. - Deber�as abrir la ventana. Este olor se queda impregnado hasta en las losas del suelo y te vas a buscar un problema. Mi padre es de la liga antitabaco, aunque conmigo tiene la guerra perdida. Es cierto que yo no fumaba en casa, mucho menos canutos, as� que me sorprende que �lex se tome estas licencias. Pero, claro, es un chico... Seguramente su condici�n de hombre, y las repercusiones maritales que cualquier conato de discusi�n podr�a ocasionarle con Alicia, han hecho que sea m�s permisivo. Pero confieso que es la primera vez que huelo a tabaco en esta casa. As� que esto debe ser reciente. A mi hermanastro se le sigue viendo el susto en la cara. Es consciente de que he debido ver la foto de la tipa y est� esperando que haga alg�n comentario al respecto. No lo voy a hacer. No tiene nada de sorprendente que un chaval de 19 a�os
aproveche la soledad e intimidad de casa para matarse a pajas con el porno. Soy yo, con treinta y cinco tacos, y todav�a me sigo pegando mis buenos festivales tambi�n a solas... Entro en la habitaci�n y me acerco hasta �l. Me mira como el condenado que espera conocer su sentencia de muerte. ? P�same el canuto, �O es que te lo piensas fumar a caraperro? Me lo pasa. En su cara se sigue reflejando la tensi�n y el nerviosismo. ? �No sales esta noche? ? Qu� va -acierta a decir-. El plan para hoy es quedarme aqu�, tranquilito, con mis cosas... Nervioso... Ese �con mis cosas� es lo �ltimo que se debe decir cuando tus cosas son las que son. Pero claro, tiene 19 a�os, le han cazado y no acierta a pensar con rapidez. - �Vas a salir t�? -me pregunta conforme se da cuenta de su error con la intenci�n de desviar la atenci�n. - Tampoco -respondo-. Caty y Lorena se han ido a Barcelona este finde y Noe se ha apalancado en su casa sin ganas de nada. As� que, como no ten�a ganas de estar sola y encerrada, he aprovechado para venir. Que me d� el aire al menos. - Ya, que te d� el aire y que, el aire, te llene la despensa... - �lex, es que tu madre cocina de puta madre. �Hay croquetas? - No lo s�. Mira en el congelador a ver... Le devuelvo el canuto y salgo de su dormitorio en direcci�n a la cocina. Por alguna extra�a raz�n se me empieza a antojar el plan de quedarme aqu�, con mi hermanastro. Imagino que por los canutos, que tampoco me queda mar�a en casa y no es plan de arrasar con la nevera y con el material de mi hermanastro. Quedarme aqu� y fumarme unos petas es una alternativa. Solo que, si me quedo, le voy a joder el plan pajillero y va a querer que me vaya. �Pero es mi casa! Aunque ya no viva aqu�, mi hermanastro no es quien para insinuarme siquiera que coja la puerta y me pire... - �Premio! �Hay croquetas! -sonr�o al encontrarme un tupper en el congelador. Desando mis pasos y vuelvo al dormitorio de �lex. Le pillo de pie, escondiendo algo debajo de la almohada. - �Has cenado? - No. - �Preparo unas croquetas y cenamos? - Mmmm, vale... Ha contestado de nuevo presa del p�nico. A saber qu� estaba escondiendo. No da una a derechas el pobre, tiene que estar maldiciendo el momento en que he entrado por la puerta. - �Queda canuto?
- No, �Quieres que te l�e uno? - �Guay! Voy a mi cuarto a ponerme el pijama y me pongo con la cena. - �Pijama? �es que te vas a quedar a dormir? - Tambi�n es mi casa. �Te molesta? - No... Creo que ha dicho que no porque no le quedaba otra opci�n pero, sin embargo, me ha parecido verle un brillo especial en los ojos y una sonrisa que dicen lo contrario. Igual s� que le apetece que me quede. No lo entiendo. Ya lo entender�, supongo... - Pues venga, l�ame un peta que voy a hacer la cena. Tengo a�n montado mi dormitorio de soltera en casa de mi padre. Aunque hace seis a�os que me march�, mi padre no quiso darle otro uso ni siquiera cuando se cas�. Yo tambi�n me negu�, claro. No es mi intenci�n regresar a casa pero nunca se sabe c�mo te puede ir la vida. A parte que hay ocasiones en las que me toca cuidar de la casa cuando mi padre y su mujer est�n fuera, como ahora, y se llevan a �lex. As� que aqu� tengo mi cuarto, mi cama, mi armario y algo de ropa para esas ocasiones en las que me quedo. Saco del caj�n mi pijama de verano y me desnudo para cambiarme. Me quito la camiseta, el suje, me pongo la camisetita de tirantas, me quito los vaqueros y me pongo el pantaloncito. Me calzo las zapatillas y vamos para la cocina. Escucho la puerta del ba�o cuando voy a salir de mi dormitorio. Desde el pasillo veo la luz por debajo de la puerta. Es el momento de saber qu� ha escondido mi hermanastro debajo de la almohada. Entro de nuevo en su dormitorio, el canuto est� listo sobre el cenicero. Levanto la almohada y �Joder! �Qu� es mi conjunto de lencer�a azul! ��Qu� co�o hace mi hermanastro con esto?! Lo cojo, lo reviso. No est� acartonado, menos mal. Llega a usarlo para limpiarse las corridas y le mato. Sin embargo no puedo evitar pensar lo inevitable: mi hermanastro se la machaca pensando en m�. Igual este pijama va a ser un peligro. A ver: camisetita de tirantas pegadita con escote redondo con la que se me ve perfectamente el contorno de las tetas y un generoso canalillo y pantaloncito tipo culotte de pernera ancha. Si me pongo de puntillas ense�o los cachetes. Y �lex est� en modo pajillero, �Qu� hago? No tengo vuelta atr�s, le he dicho que me quedo y no tengo otro pijama que ponerme. La �nica opci�n es volver a vestirme pero paso de embutirme otra vez en los vaqueros el�sticos. ��Y qu� mas da?! Mmmm.. Ya est� el porro desinhibi�ndome. A lo mejor hasta puede ser una noche divertida. Todo depende de si consigo que mi hermanastro me cuente sus intimidades. Pero lo de mi conjunto azul me lo va a tener que explicar antes o despu�s. Me voy con el canuto a la cocina despu�s de haber dejado mi conjunto de nuevo bajo la almohada. Que no sepa que lo he encontrado. Enciendo la freidora y llega �lex. Por un pelo no me ha pillado en su cuarto. Me mira distinto. Al principio supongo que, tal y como pensaba, se debe a que mi pijama le ha debido impactar. Pero no, hay algo m�s... Un momento... �Y si me ha visto cuando me estaba cambiando de ropa? Tiene cara de haberme visto algo... S�, creo que algo ha visto.
- Estoy tonta -le digo-. Acabo de entrar a tu cuarto para coger el peta y no me he tra�do el tel�fono. �Me lo traes? Solo necesito unos segundos para pensar y no puede ser con mi hermanastro mir�ndome as�. Tengo que decidir si quiero que lo siga haciendo o si no. Pufff... Dilema... Dilema porque me lo follaba, como os lo cuento. Tiene 19 a�os, es un yogur�n y eso mola. Los contras son evidentes: es mi hermanastro y, si pasa, desconozco el alcance de las consecuencias. Esto puede provocar un cisma familiar si no s� controlarlo. Y pienso en m� porque, evidentemente, �l no lo va a saber controlar. No me refiero a que se le escape y acabe llegando a o�dos de su madre o, peor a�n, de mi padre. Me refiero a que si me lo follo, va a querer repetir y se pondr� pesado en otras ocasiones y me agobiar� y le mandare a tomar por culo y... �Mierda! Acabar� afectando a la familia... Pero me lo follaba... �Puto porro!... Venga otra cala�ta para pensar r�pido antes de que vuelva... - �Me lo follo! -Eah! Pues ya he tomado una decisi�n Regresa a la cocina con mi m�vil. Me lo da. Llamo a mi padre para contarle que estoy en casa y que me voy a quedar con el ni�o para que no est� solo. Escucho a Alicia mandarnos besos justo despu�s de que mi padre me agradezca el gesto. �Ay! Si supierais... Solo quer�a asegurarme de que est�is tan lejos como dec�ais para tener la certeza de que no vais a aparecer por casa esta noche. Me despido de ellos d�ndoles buena cuenta de las croquetas que nos vamos a cenar y dese�ndoles que se lo pasen bien. Yo ya estoy dispuesta tambi�n a hacerlo. He estado mirando a mi hermanastro mientras hablaba con ellos. Lleva puesto solamente un pantal�n sport de algod�n. Ni un pelo tiene el jod�o en el pecho y, en el pantal�n, se le nota bulto. - �Pones la mesa? - �Est�s mandona, no? - Que no soy tu chacha -le respondo-. �Sigue habiendo alcohol en esta casa? Habr� que tomarse una copilla despu�s de cenar... - S�. El mueble bar tiene de todo. - �Cerveza para cenar? -asiente-. Pues �breme una. �Qu� culito! �lex ya no es el �nico que echa miradas, solo que yo disimulo bastante mejor que �l. He aprovechado para hacerle un escaneo al dirigirse a la nevera. Un yogur�n con cuerpecito de deportista porrero. Ese es mi hermanastro. Mientras pone la mesa termino de preparar la cena: las croquetas, un bol con patatas fritas de bolsa y unas aceitunas. Lo que viene siendo una cena desequilibrada propia de inmaduros. �Qu� mas da? Si solo es para matar el gusanillo y porque las croquetas de Alicia est�n cojonudas. Llevo las cosas a la mesa y nos sentamos. Opto por no encender la tele, es mejor que siga sonando m�sica porque acompa�a; La tele distrae y no es eso lo que quiero. Hay que iniciar una charla que vaya tomando tintes cada vez m�s picantes para que todo parezca fruto de la inercia. - A tu edad - le digo cuando ya ha dado comienzo la conversaci�n - anda que iba a desaprovechar yo la oportunidad de montar una fiestecilla si me quedaba sola en casa. A lo mejor solo con una amiga o con un noviete. Pero, �Sola? �No le pegan tus
amigos a los canutos? Seguro que s�... - Ya te he dicho que el plan que ten�a era el de quedarme solo. Era lo que me apetec�a hoy. - �No hay novieta tampoco? �Qu� ha sido de...? �C�mo se llamaba? �Ana? - Una sosa... -confiesa a modo de protesta. - �Sosa? Se queda callado. Sospecho que se refiere a asuntos sexuales por la cara que ha puesto de no querer hablar m�s de la cuenta. - En la cama... -le insisto un poco m�s para ver por d�nde sale. - Pues s� -dice por fin-. Una aut�ntica sosa en la cama. Bueno, y en lo dem�s tambi�n... Muy buena y todo lo que t� quieras pero un aburrimiento de t�a. No ten�amos nada en com�n... �Y t�? �No sales con nadie ahora que, tu mejor plan, es venir a vigilar a tu hermano? - �A vigilarte? �De verdad te parece que he venido a vigilarte? Si fuera as�, me habr�a puesto pesada para que no fumaras en casa y te habr�a hecho ya mil preguntas sobre la foto que ten�as en el ordenador. - �Lo ves? -reacciona airado-. Ya est�s preguntando. As� que has venido a vigilarme. - Usted perdone si le he interrumpido la noche de pajillas. Si quieres, en cuanto termine de cenar me encierro en mi cuarto para que puedas hacer tus cosas tranquilito... - �Claro! Como que me iba a poner yo a hacer nada contigo en casa. - Luego, reconoces que tu plan de esta noche era pas�rtela viendo porno y fumando porros... -se queda callado. Medio malhumorado-. No te mosquees -contin�o dici�ndole-, que ese plan lo hacemos todos de vez en cuando. Le cambia la cara. Acaba de imaginarme d�ndome ca�a. Es el momento de apretar. - Yo tambi�n me he pasado noches enteras mat�ndome a pajas. Ni es exclusivo de los t�os ni tiene una edad determinada para hacerse... Venga, confiesa... Ese era tu plan, �no? - Pues s�, �contenta? - �Te ha pasado algo por cont�rmelo? No, �Verdad? No te pongas a la defensiva, que ya te he dicho que no he venido a vigilarte... Ana no se parece en nada a las t�as de Internet, �no? No hace mamadas como ellas, ni goza como ellas... �Pero t� sabr�as qu� hacer si cayera en tu cama una t�a como las de Internet? - �Pues claro! A las t�as basta con comeros bien el co�o para que luego hag�is lo que nos d� la gana. �M�rale! Se ha venido arriba. Vamos por buen camino, se est� soltando. De vez en cuando se le escapan los ojos y me mira las tetas pero ya no hay nerviosismo en su mirada sino que empieza a haber seguridad. Y tiene raz�n. C�mele bien el co�o a una t�a y tienes m�s de la mitad del camino ganado para que se deje llevar hasta donde quieras llevarla.
- Eso es verdad -le respondo-. Una buena comidita es mano de santo... Guardo silencio un instante por si quiere aprovechar este fabuloso pie que acabo de darle para hacerme alguna pregunta o comentario. No lo hace. As� que me toca a m� continuar. - Pocas locuras que he hecho yo despu�s de que me pongan a mil... Vuelve a mirarme con lascivia mal disimulada. Est� cerca de empezar a dispararme, pero no se suelta. Le entiendo. Vencer el limite familiar es dif�cil. - �No quieres preguntar? - Cu�ntame t�, que parece que tienes ganas de hacerlo... - Masturbarme por webcam en una llamada grupal. - �Venga ya! -se le han abierto los ojos como platos-. �Con lo santurrona que te pones siempre! Se refiere a las ocasiones, pocas pero algunas, en las que se han tratado an�cdotas sexuales en conversaciones familiares. Evidentemente, en esos casos hay que parecer una ni�a buena. Soy la princesita de mi padre, ya me entend�is. - Y cosas peores... Guardo de nuevo un momento de silencio. Aunque est� claro que he conseguido captar todo su inter�s, todav�a necesito un punto m�s de complicidad. Uno en el que mi hermanastro decida no tener nada que esconder y me hable de sexo con total libertad y, por supuesto, deseo. - Te cuento otra si me contestas antes a una pregunta... - Dispara... Se ha relajado. A ver c�mo reacciona a lo que viene ahora... - �Qu� hace mi conjunto de lencer�a azul debajo de tu almohada? Se acaba de quedar blanco. Corro el riesgo de que se le corte el rollo. Me mira con cara de estar cag�ndose en m�. No es verg�enza, es cara de entender que no tiene escapatoria. Le aparto la mirada para que se relaje. Cojo el canuto, lo enciendo y le doy una calada. Se lo paso. - Puedo imagin�rmelo, hermanito -enfatizo lo de hermanito porque ambos sabemos que tiene su morbo-, pero cu�ntamelo. �No lo utilizar�s para limpiarte, no? -�No! -el sobresalto con el que responde me confirma que su respuesta es sincera-. Te aseguro que no. Es porque... Quiere arrancar, hay inquietud y ganas en su expresividad. Le sigue pudiendo el tab� familiar pero me da que, a poco que se lo proponga, va a romper esa barrera. - Es porque... -repito. - Me pones. - Qu� novedad -le interrumpo.
- No t�a... - Que te la machacas pensando en m� me ha quedado clarinete en cuanto lo he visto. Lo que me interesa saber es qu� es lo que haces con �l. �Te lo pones? �Lo hueles? Lo huele... Me lo acaba de confesar con la mirada. Me lo imagino refrot�ndose el tanga del conjunto contra la cara y con la mano en la polla y se me erizan los pezones. - Vale, pues, te cuento... -empiezo a decirle haci�ndole entender que doy por buena su respuesta y que voy a ser fiel a mi palabra y voy a contarle otra de mis haza�as-. �ngel me tuvo una vez esposada a la cama m�s de media hora con ese conjunto puesto esperando para que me viera as� un amigo que vino a casa... - �Y t� sab�as que ven�a? - No, hasta que escuch� la puerta del piso. Se le acaba de poner el rabo dur�simo. Se han movido los pliegues del pantal�n y no ha podido evitarlo. Le doy otra calada al canuto mientras le miro con complicidad. Se tiene que estar imaginando tantas cosas que lo normal ser�a que reaccionase con alguna pregunta. - �Te lo montaste con los dos? -sonr�o mientras doy otra calada-. �T�a! �C�mo me cuentas estas cosas sabiendo que...? �Sabiendo que te la machacas pensando en m�? - Seguro que, a partir de ahora, las pajas que te haces conmigo van a ser mucho m�s divertidas -le respondo-. tr�etelo. Pega un brinco del sof� y sale hacia su dormitorio ech�ndose la mano al paquete para acomod�rselo. En estos momentos su imaginaci�n debe estar en ebullici�n, fantaseando con la posibilidad de tener alg�n tipo de encuentro sexual conmigo. Mis pezones est�n tan duros que parecen querer romper la camiseta. Sabe que estoy excitada y eso debe estar poni�ndole tremendamente berraco. Y, encima, le he dicho que se traiga el conjunto. �Ay! C�mo debe estar... Ah� viene. No lleva gallumbos debajo del pantaloncito y su rabo es un inmenso bulto que se bambolea debajo del algod�n. Trae cara de desconcierto. Por un lado la excitaci�n debe tenerlo loco y, por otro, debe pensar que su hermanastra va a volver a rega�arle por haberle cogido el conjunto. Alarga la mano y me lo da. Vuelve a sentarse en el sof� mientras le miro sin decir ni p�o. Es adorable tener a un adolescente tan nervioso y desconcertado. Si supiera las ganas que tengo de que me d� ca�a. Pero todav�a puedo jugar un poquito m�s con �l... Dejo el sujetador en el sof� y cojo el tanga metiendo los dedos por entre el encaje para estirarlo mientras lo observo. - La verdad es que este conjunto es chul�simo, �A cu�ntos amigos se lo has ense�ado? - A ninguno. - �Venga ya! �No le has contado a ninguno de tus amigos que te pongo ni que tienes mi ropa interior para tus fantas�as? No me lo creo...
Se queda callado. �Ah�! Eso es que algo hay... - Ya no te calles, �lex... Si quisiera haberte montado un pollo tengo razones m�s que de sobra para hacerlo. Y, sin embargo, ya ves. Aqu� estamos... Hermanastros fumando canutos y hablando de sexo. Venga, cu�ntame, �Qui�n lo sabe? - Mi primo Rafa -responde por fin. - �Se lo has contado o le has ense�ado esto? -pregunto extendiendo la mano con el tanga. - Solo contado. Le lanzo el tanga. Lo coge al vuelo mientras me vuelve a mirar desconcertado. Cojo el sujetador del sof� y tambi�n se lo doy. - �Quieres pon�rmelo? Los ojos acaban de hacerle chirivitas y se le ha abierto la boca. Debe creer que le estoy vacilando. As� que me levanto del sof� y, en medio del sal�n, me quedo de pie como un maniqu�. - Pero esto no podr�s cont�rselo... Ahora parece que empieza a creerme. Se levanta con las dos prendas en la mano y esa pedazo de polla estir�ndole el algod�n a los pantalones y se me acerca. Coge el bajo de la camiseta con las dos manos alineadas con mis caderas y, tras echarme un vistazo a las tetas y el escote, me mira a los ojos buscando la aprobaci�n definitiva. Le ense�o la picard�a que puedo transmitir con la mirada y su sonrisa a juego. Tira de la camiseta de tirantas hacia arriba y me la saca. Se vuelve a detener moment�neamente para embelesarse con mis tetas. - Bufff.... -resopla. Sonr�o. A continuaci�n mete los dedos por el el�stico de la cinturilla de mi pantal�n, se pone de cuclilas delante m�a y tira hacia bajo llev�ndose tambi�n el tanga. Levanto los pies para sacar las prendas y, con el derecho, las empujo para que deslicen hacia atr�s por el suelo. Me pone las manos en las caderas para sostenerse en equilibrio y no separa la vista de mi co�o. Se relame y se humedece los labios. - �Te lo esperabas depilado? -pregunto. - Fantaseaba con que lo ten�as as� -responde. - V�steme... Sigue de cuclillas. Coge el tanga, lo sit�a y levanto los pies para que lo meta. Mientras me lo sube por las piernas aprovecha para acariciar mi piel. Incluso se permite el lujo de sobarme bien las cachas del culo cuando toca. Se levanta y, antes de continuar, da una vuelta a mi alrededor para hacerme un nuevo escaneo. - �Qu� tal se me ve el culo con este tanga? - Superior -responde.
Cuando se me vuelve a poner delante coge el sujetador y abre la zona de las tirantas para que meta los brazos. Lo sube y, llegado el momento, hace lo que con el culo y me magrea bien las tetas disimulando con el gesto de encajar las copas. Luego se vuelve a poner detr�s m�a y abrocha el corchete. - En el segundo gancho -le digo. Se me vuelve a plantar delante, levemente separado para verme de cuerpo entero. Aprovecho para meterme la mano por dentro de las copas para ponerme bien las tetas. Este conjunto es explosivo. El tono de azul, la elegancia de los encajes, el modo en que me recoge las tetas, lo delgadita pero acertada que es la malla que me cubre el pubis. Y, bueno claro, el triangulillo de atr�s, min�sculo, que se convierte en cordoncillo cuando se me mete por entre los cachetes. Mi hermanastro parece que opina igual. Tiene cara de que le gusta c�mo me queda. - �Igual o mejor que en tus fantas�as? - Mucho mejor, evidentemente... Y eso que ni siquiera llevas puestos unos tacones... - No tengo tacones aqu�. - Pero mi madre s�. Ah� ha estado r�pido el ni�o. Me lo pienso un instante aunque termino por descartarlo por varias razones: primera, porque s� que tengo los pies m�s grandes que mi madrastra y, segunda, porque tampoco hacen falta. - L�ate un canuto, anda. Que no queda. Va a su cuarto a por el material y yo aprovecho para coger el pijama del suelo y ponerlo en una de las sillas de la mesa de comedor. Vuelve, ocupa su sitio en el sof� y se pone manos a la obra. Me siento yo tambi�n pero, en vez de volver al sof�, lo hago en uno de los dos sillones a juego; El que se queda de frente a mi hermanastro. Me abro de piernas, dejando caer una por encima del brazo del sill�n y, mientras que trabaja sin dejar de mirarme, me meto la mano por debajo del tanga y empiezo a acariciarme sosteni�ndole la mirada. - Mucho mejor esto que las t�as de tus v�deos, �no? Aprieta los labios, casi poniendo boca de pato, y asiente. - �Por qu�? -me pregunta solo con dos palabras que, por su entonaci�n, significan en realidad ��Por qu� est�s haciendo esto?�. - Porque, esta noche, t� tambi�n me pones -le digo sin dejar de sobarme el co�o y evitando a posta mirarle el paquete. - No te imaginaba tan sueltecita... - Por eso tus pajas te molaban lo que te molaban... A partir de hoy, seguro que te molan m�s todav�a... - Ni lo dudes -e, instintivamente, se echa la mano al rabo. - Puedes quit�rtelos si quieres, �eh?
- Me los vas a quitar t�. Sonr�o, es morboso el hijoputa. Y le echo tal mirada de �vamos a echar un polvo que van a crujir los cimientos de casa� que por fin pasamos al uso de palabras mayores. - Buena golfa est�s tu hecha... - Zorra me gusta m�s... -respondo en un medio susurro lascivo. Termina de liarse el canuto y se acerca para d�rmelo. Cuando lo cojo posa su mano en mi pierna y la desliza hacia el tanga con el firme prop�sito de palparme el co�o. Niego con la cabeza pero sonriendo maliciosa. - Zorra... -protesta. - te lo acabo de decir -respondo. Vuelve al sof� y me sigue mirando. Me saco la mano del tanga, cojo mi m�vil con la otra mano, lo desbloqueo y abro la c�mara. Me acerco a mi hermanastro y, antes de d�rselo, le acerco a la boca los dedos que tengo chorreando para que los chupe. Los devora. Luego vuelvo al sof�, vuelvo a abrirme de piernas, me echo el canuto a la boca y lo enciendo. Me vuelvo a meter la mano bajo el tanga y a acariciarme mientras fumo y poso para que haga las fotos que quiera. - Si quieres que pose de alguna manera en particular, me vas diciendo... - De momento me vale con que te vayas desnudando. Sonr�o. Espero que me haga tres o cuatro fotos antes de desabrocharme el sujetador. Planto los dos pies en el suelo, arqueo la espalda, saco pecho y, con el canuto en la comisura de los labios, me lo quito. Me hace una foto con la barbilla pegada al cuerpo, otra estirando el cuello para desafiar con la mirada y con la cabeza.Me levanto del sill�n, le doy la espalda, me quito el tanga... Vuelvo a darme la vuelta, apoyo la mano sobre el cabecero del sill�n, me siento en el brazo, abro las piernas... Le ofrezco un compendio de im�genes sensuales y disfrutamos juntos: �l haci�ndome fotos y yo con que me las haga. - Hay que ventilar este sal�n... -le digo. Descorro las cortinas que ocultan la puerta del balc�n poni�ndome de puntillas para cogerlas desde lo m�s alto posible. Luego abro de par en par las dos hojas y me asomo, a�n de puntillas, apoyando mis manos en la barandilla de forja. Me doy la vuelta. Echo mis manos por detr�s de mi espalda para volver a agarrarme a la barandilla, cruzo las piernas y estiro el cuerpo. - Imagino que eres consciente de que, antes o despu�s, te voy a follar contra esa barandilla, �no? - Eso depender� de c�mo me comas el co�o -respondo-. Y ya va siendo hora de que me muestres tus credenciales... Se levanta del sof� y viene hacia m�. Me quita el canuto de la boca para darle unas caladas. - Qu�tame los pantalones... Zorra... �Puff! C�mo me pone ese tonito. Parece que por fin empieza a asumir el rol dominante. Si lo hace bien, vamos a follar en el balc�n y en donde le d� la gana.
Me pongo de cuclillas delante suya, quiero encontrarme frente a frente con su rabo que, adem�s de tener una pinta fabulosa, nunca se lo he visto en estos a�os. Pego mis manos a su cuerpo, sobre la tela del pantal�n y empiezo a tirar hacia abajo. La polla le hace de tope. Voy a provocarle un poquito... Muerdo el pantal�n por el el�stico a la altura de la polla y tiro de �l hacia m� para liberarla. En cuanto de libera de la tela se endereza como un resorte. Aqu� est� el capullo, �fabuloso! Al seguir tirando del pantal�n hacia abajo la polla me golpea en la frente. Tentada estoy de met�rmela en la boca, pero no. Que se lo gane, no se lo voy a poner f�cil. Si presume de que sabe comer bien los co�os, que lo demuestre primero. �A la mierda! Esta polla hay que catarla... Abro la boca como si no hubiera un ma�ana y me la meto hasta la campanilla, lo justo para no llegar a la arcada. �Pedazo de rabo! No me cabe entera. Succiono levemente mientras termino de arrastrar el pantaloncito al suelo. Saca los pies y, al hacerlo, yo me la saco de la boca. Riqu�sima. Me incorporo para, acto seguido, tirarme en el sof� abierta de piernas. Me abro los labios vaginales con los dedos. Quiero que venga y que me coma. �Ah� viene! Se sube de rodillas en el sof� y echa el cuerpo hacia delante para encajarse la boca en mi entrepierna. Mete los brazos por debajo de mis piernas flexionadas y, con las manos, me trinca bien fuerte de los cachetes. Saca la lengua, me la planta a la altura de la apertura del orificio vaginal, aprieta y se desliza firmemente hasta pasarme por completo por encima del cl�toris. El cabr�n empieza bien. Me dispara. A partir de aqu� todo es un increscendo. Su forma de lamer, de chupar, de jugar con la mano, de encontrarme el espasmo y sostenerlo primero para, luego, provocarlo a placer... Un puto genio, vamos. Se me va la pinza, claro. Y ah� me tienes que me muevo para coger el m�vil pero sin que este se separe de donde est�, haciendo malabares para ello, y que me pongo a grabar en v�deo la comidita que me est� haciendo mi hermanastro. Un buen primer plano de su jeta estampada en mi co�o. �Y con el flash puesto! �Que se vea bien! Y el cabr�n, encima, al darse cuenta se mejora a s� mismo... Cachond�sima como una perra... Empiezo a gemir y caigo en que no quiero que se reconozca mi voz en el v�deo. As� que trinco un coj�n y lo muerdo para ahogar los gemidos. Y trata de mantener el equilibrio para que el m�vil no se mueva mucho y la imagen siga siendo buena... Y eso que me pone m�s todav�a... Y este con la lengua haciendo virguer�as y yo... Y yo que me termino corriendo, evidentemente. Sujetando el m�vil, ahora solo con una mano, con la otra oprimo le oprimo la cabeza a mi hermanastro contra mi cuerpo para que, hasta el espasmo �ltimo, nos lo gocemos los dos. Poco a poco voy recuperando cuerpo y respiraci�n. Y le mantengo ah� un tiempo prudencial hasta que empiezo a sentir que puedo dejarle respirar. Y dejo de grabar. Se separa no sin antes despedirse con un beso. Se incorpora y se me acerca a
comerme la boca. Saboreo, con las suyas, mis propias babas. �Qu� ricas! Luego se sienta en el sill�n con los pies en lo alto y, �l tambi�n, va recuperando cuerpo y respiraci�n. Me gusta como me mira. Nos lo estamos pasando bien. - �Copita, canuto y mamadita? -le propongo-. �Qu� bebes? - Whisky cola -responde. Me levanto del sof� y me dirijo al mueble bar. Cojo Ballantine�s para �l, Legendario para m� y me voy a la cocina a preparar un par de cacharros. Cuando regreso, �lex sigue abierto de piernas en el sof�, toc�ndose la polla con una mano y, con la otra, sujetando mi m�vil y viendo el v�deo que acabo de grabar. - �C�mo lo has desbloqueado? -le pregunto. - Es mi obligaci�n saberme el patr�n de los m�viles de mis zorras -me responde. No me da tregua. Y le entiendo. Si yo fuera �l estar�a loca tambi�n por reventar por fin el calent�n con una buena corrida. De hecho, es lo que acabo de hacer. Con treinta y cinco tacos como tengo, con lo que he tardado en preparar las copas ya estoy lista para volver a la faena. Y apetece, sigue apeteciendo... Llevo desde hace un rato retroaliment�ndome con el recuerdo de c�mo sabe su polla. - Si se te olvidara alguna vez -empiezo a responderle-, p�demela de nuevo. Soy bastante obediente... Y ya estoy de nuevo metida en el juego... - �Tan obediente como para enviarme las fotos que te he hecho si te lo pido? !9 a�os, con las hormonas locas y pidiendo fotos. �Ni de co�a! �Esta claro? Ni pedirlas ni, por supuesto, enviarlas. Est�is todos avisados. No las he visto siquiera y s� que debo salir con cara en todas, o casi todas. Y la cara es algo que no se toca. Aunque, el resto del cuerpo, es algo discutible. Yo juego a ese nivel. Hay sexo en el cuerpo pero la cara es el espejo del alma. As� que, cuerpo s�, cara no. - Las fotos no, pero s� que puedo enviarte el v�deo. Innegociable... Inmejorable... -y le gui�o un ojo. - Ve a por mi m�vil, pero a por el que est� cargando en mi cuarto, el otro no y, mientras vuelves, �chale un vistazo a mi lista de os del Skype... Hay canuto y copa sin mamadita a la vuelta si quieres... �lex sabe jugar, me encanta. Acaba de excitarme al que me voy a encontrar entre sus os. �Menos coja un tel�fono determinado! Me est� dando tiempo preguntas mientras voy a por el m�vil y la ocasi�n juego seg�n hasta donde me apetezca jugar mientras
proponerme este juego. No s� lo a�n cuando me est� diciendo que a hacerme muchas y morbosas de establecer las reglas del charlamos.
�Qu� cabr�n! �Con la de cosas que se me ocurren a m� y el peligro que tengo! �lex sabe jugar... Pffffff..... �Miedito! �Qu� cosas querr�a hacerme un chaval de 19 a�os? Pues, evidentemente, �todas! Ya sabe dos a las que llego y, como os pod�is imaginar, son dos a las que le voy a decir que s� como se le ocurra proponerlas. Pues creo que podr�a llegar m�s
lejos... �Mucho miedito! Entro en el dormitorio, compruebo que existen dos tel�fonos y que solo uno est� cargando y cojo ese. Lo desenchufo, le doy al bot�n lateral, deslizo el dedo por la pantalla y se desbloquea. Es un terminal moderno con las aplicaciones m�s actualizadas pero con pocas instaladas: Whatsapp, twitter, skype y el directo a todorelatos. Abro el whataspp y empiezo a ojear. - El primo Rafa... -digo cuando llego a su o-. S�le... Contin�o ojeando los os de ese m�vil. Son alrededor de cuarenta, entre hombres, mujeres y parejas y, evidentemente, son todos de caracter sexual, por lo que leo en el contenidos de las conversaciones que hay y que voy abriendo al azar. Me llama la atenci�n que, todos, tienen su cara puesta como foto de perfil y en un marco preestablecido, como si se tratara de una sociedad. Eso me da calma y, de repente, confianza. Si son os fruto de un grupo homog�neo, es que hay unas normas y unos �limites aceptables por otros�. Eso es bueno. - �Y por m�? - Y, eso, morboso... Regreso al sal�n imaginando fantas�as y estableciendo mis l�mites, tengo un campo abierto de negociaci�n que me interesa. Y tengo algunas preguntas. Va a ser un copita y canuto, a secas, para empezar. Me detengo al entrar, me quedo de pie mirando el m�vil, d�ndome tiempo para responder a mis �ltimas preguntas y pensando en c�mo la formular�a de una sola vez. Cuando creo tenerla, primero me respondo y, luego, le miro. Me sostiene la mirada y sonr�e templado. Tiene la polla tiesa como un t�mpano, una mano ca�da junto a ella y control en el gesto. Est� tranquilo y seguro y estamos jugando, �y me tiene el co�o loco! Pues juguemos... Le entrego su m�vil y le quito de las manos el m�o. Abro el whataspp y le env�o el v�deo que le he grabado mientras me com�a el co�o. - Esto puedes cont�rselo a cualquiera. Pero, de momento, no vamos a pasar a ser �los hermanastros�... - De acuerdo -responde-. Pero, mira, s�... Molar�a incluirla como fantas�a cumplida al grupo de cosas que ya hemos hecho y que molan... - �Qu� cosas hay ya en ese grupo? - No disimules. S� que ya las has visto. Efectivamente, lo he visto. Entre sus conversaciones hay un par de grupos al que suben v�deos. Uno se llama ��Qui�n sube la apuesta?� y el otro �Lo veo�. Los dos est�n cuajados de v�deos y, evidentemente, no hace falta que os explique, �no? El que interesa es el primero. El primer v�deo que hay por orden cronol�gico lo subi� mi hermanastro el mismo d�a que cre� el grupo. Que, adem�s, es el d�a de su d�cimo octavo cumplea�os. Me queda claro que la idea de esto es de mi hermanastro y que, en poco m�s de un a�o, ha creado una red �ntima de os que disfrutan del sexo de la misma manera de total confianza. Os prometo que no he visto un solo v�deo sin, al menos, una cara. El contenido de aquel v�deo inicial era una sencilla paja y, en el m�s reciente, una mujer realizaba una sesi�n cuckold, grabada por su marido, en la que ella, adem�s, se montaba un gang bang. Y, �a todos�, se les ve�a la cara.
Y, ahora, es cuando se mira el grupo de �lo veo�. Y, en este grupo, el v�deo m�s reciente es tambi�n un gang bang, pero con la cara tapada por un antifaz. O sea, que por aqu� se juega alto... - Mi hermanastro es listo... -pienso. He le�do dos o tres comentarios en algunas conversaciones que dejan claro que �l es quien dirige el cotarro y que cae bien. Y he visto que, realmente, esto es una red de confianza. Por eso digo que mi hermano es listo. Ha sabido tejer esta red; Esta excitante, privada y confiable red. A m�, hasta ahora, me est� demostrando que sabe jugar a este nivel. - �Y yo? -me pregunto. - Mi hermanastro es listo... -vuelvo a repetir pero ahora en voz alta-. Quiero subir la apuesta y conocer a tus amigos. �Te vale como t�tulo para el v�deo? - Te iba a dar la opci�n de preguntarte si quer�as que transmitiera el mensaje con mi letra o con tu voz -empez� a decirme mientras le ve�a mover el dedo sobre la pantalla de su m�vil--, pero no va a hacer falta... Te va a gustar presentarte t� misma. - Mi hermanastro es listo... -se escucha como mensaje de voz desde el m�vil mientras �lex me sostiene la mirada-. Hacemos bien al subirlo, te lo veo... Me gusta que t� tambi�n lo veas... Y me extiende su m�vil con el v�deo de la comida de co�o listo para darle a la flecha de �enviar�. Cojo el tel�fono y lo env�o. El primer mensaje que le llega al m�vil es de una t�a, tarda apenas los dos segundos que a m� me cuesta aceptar que acabo de entrar en un juego en el que, en serio, hay mucho morbo, mucha diversi�n, es sano y me va a gustar. Aunque os tambi�n os prometo que, que me vibre de sorpresa en la mano el m�vil y tan pronto, me acojona. Caty, se llama la pava. Es mona. - �T�o! -comienza as� su mensaje-. �T� no te ibas a pasar la noche de pajas en el ordenador? ��Qu� co�o has hecho?! -y muchos emoticonos muertos de la risa para terminar. - Pero en voz alta -le digo mientras le devuelvo el m�vil para que responda a su amiga y me siento y le doy un trago a mi copa. - Mi hermanastra es m�s lista que yo... -responde en voz alta y lo env�a como mensaje de voz. �Warning! �Warning! Acabo de tener una intuici�n desconcertante: �De verdad puedo llegar a enamorarme de mi hermanastro? �Hostias! �De verdad? Y todo esto porque acabo de tener una idea empresarial sobre este grupo que acabo de descubrir y que, no s� por qu� raz�n, empiezo a creer ciegamente en que, �lex, no solo defender�a sino que, adem�s, sabr�a venderle a los dem�s. Y quiero hacerlo con �l con todo lo que eso implica... �Mierda! Pues s� que es posible que me enamore de mi hermanastro de 19 a�os... - Hacemos bien al subirlo, te lo veo... -le respondo con sus propias palabras-. Me gusta que t� tambi�n lo veas...
Y me pongo a liarme un canuto. �lex y Caty inician una conversaci�n que, mi hermanastro, me va contando mientras trabajo. �l empieza a contarle c�mo se ha ido desarrollando la noche. Utiliza un lenguaje muy correcto pero coloquial, dice cosas buenas de m�, y, con cuatro o cinco pinceladas, hace un resumen que me parece acertad�simo. Voy comprobando su inteligencia o, tal vez, no hago m�s que encontrarme evidencias que la demuestran. Eso me tranquiliza. - Y tiene pinta de mamarla de puta madre... -escribe mientras me lo dice en voz alta sosteni�ndome la mirada. Y pulsa �enviar�. Le paso la lengua enciendo, le pego cuerpo se detiene sexo que se est�n
a la pega del canuto foll�ndomelo con la mirada. Luego lo un par de caladas y se lo paso. Al volver la mano vac�a hacia mi en su miembro y empieza a sobarla. Son dos partes de piel y de conociendo.
Coge el mando de la tele. - �Vamos, no me jodas! -pienso de inmediato al verle cogerlo. Efectivamente, es una smart-TV en la que, en unos segundos, estoy viendo la pantalla de su m�vil y la conversaci�n con Caty. - Caty est� grabando un audio... -leo. Y le sigo sobando el rabo mientras esperamos. - Hola, hermanastra -dice para comenzar-. A m� me hizo lo mismo, no te preocupes. Son preguntas que ya nos hemos hecho otras mujeres antes que t�. No eres rara. Bueno... s� que lo eres. Pero porque, en realidad, eres una persona que est� m�s segura de s� misma que la media de la gente. Y la gente segura se mueve a niveles de gente segura en las cosas en las que se siente segura, �Verdad? Le miro sin dejar de sobarlo el rabo mientras pienso sobre esas palabras que acabo de escuchar. �lex, por su parte, se mueve para poner los pies en el suelo. Se sienta de frente a la tele y, en la pantalla aparece otra cosa: es la perspectiva del sal�n desde la webcam de la propia tele. - De rodillas -me dice. Si de no el
me pongo de rodillas en el suelo, entre sus piernas, voy a estar completamente espaldas en esa perspectiva; Con el culo en pompa, cuando llegue el caso. Pero se me va a ver la cara. A �l s�. As� que juego. Me levanto de mi sitio y ocupo que me propone.
Deja el m�vil sobre la mesa, a mis espaldas, y coge el mando de la tele. Me mira esperando mi respuesta porque sigo sin met�rmela en la boca. - Sabes que, al final, vas a subir la apuesta... - Lo veo -le respondo. La mano que peso muerto la tele por acercarme a
le estaba sobando el rabo se detiene, sosteniendo las pelotas desde su y aprieto levemente. Cojo mi copa de la mesa, d�ndole ya la espalda a si acaso, y le pego un sorbo con cubito. Acto seguido, comienzo a la polla.
A los que os hayan comido los que no, imaginaros el quien conoce esos trucos, hermanastro una mamada de
la polla con cubito incluido, ya sab�is c�mo va esto. A fresquito y todo lo que os inspire. Tambi�n sab�is que, conoce otros muchos. As� que empiezo a hacerle a mi las que hacen historia.
Que, con esa polla, es bastante f�cil, adem�s... Sus gemidos me van indicando el buen camino: cu�ndo hay que jugar con la lengua y el glande, cu�nto tiempo mantener el cubito, cu�ndo succionar, qu� ir haciendo con la mano... Y, finalmente, yo tambi�n consigo robarle los gemidos a placer. Tengo su polla a mi merced, controlo su orgasmo... �Qu� buenas esas mamadas, �Eh?! Se corre a los cinco minutos de robarle el control, el cabr�n aguanta bien las mamadas. Me trago la corrida y sigo chupando durante le siguen los espasmos. Cuando se detiene y se le empieza a poner fl�cida, me la saco de la boca. Tiene el sable reluciente. Es entonces cuando coge de nuevo el mando de la tele y escucho un sonido que bien podr�a usarse para el mensaje �deteniendo la grabaci�n�. Me mantengo de espaldas a la tele. Tarda muy poco en darse cuenta y reaccionar. -No est�s en pantalla. Est� extasiado, todav�a se est� recuperando. Mejor, as� puedo darle un sorbo a la copa sin remordimientos de conciencia y con todo mi derecho. �Me lo he ganado! ��Lo necesito!! Me vuelvo a sentar en el sof�, a su lado, de frente a la pantalla, tengo mi copa en la mano. - �De verdad has montado t� todo esto? -me sonr�e-. Aqu� hay negocio... Para todos... - Lo s� -me responde-. Mi hermanastra es m�s lista que yo... Con mi hermano Carlos lidia12 s: 34.198 Valoraci�n media: Valoraci�n Media: 9.75 N�m. Valoraciones: 8 Tiempo estimado de lectura: [ 44 min. ] + Una historia de amor
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Voy a ser poco original y a suponer que a la gente le gustar�a que me describiera un poco para poder imaginarme, as� que, vamos all�. Diecinueve a�os, de pelo casta�o y ojos verdes, agraciada de cuerpo. Sobre 1,70, no soy una s�per modelo, pero el conjunto es muy bueno, tetas y culo muy bien, me lo dicen a menudo. Carlos es bastante m�s alto que yo, m�s de 1,80, con un color de pelo parecido, casta�o algo m�s oscuro, y los mismos ojos, majete de cara y buena percha, reconozco que est� bastante bueno, pero claro �Qu� voy a decir yo? Lo que relato a continuaci�n no deber�a de haber pasado, a priori era inimaginable, muy dif�cil de aceptar dada nuestra educaci�n� �C�mo pudo ocurrir? A veces me lo preguntaba, en esas noches en que sent�a cierto sentimiento de culpa, hasta que me acurrucaba contra su cuerpo convenci�ndome de que hice lo mejor.
Hace no demasiado, algo m�s de un a�o, una noche de fin de semana llegu� a casa despu�s de salir con mis amigas. Hab�a bebido, �fumado� e incluso me tom� unas pastillitas que me pas� una amiga en la disco. All�, al cabo de poco tiempo estaba euf�rica, totalmente desmadrada, me re�a con cualquier chorrada, me besaba con cualquier chico o chica haciendo el idiota� Y estaba rara, muy rara. Un rato despu�s me dio un poco de baj�n as� que decid� salir un momento a tomar el aire, ya no estaba tan euf�rica; la verdad es que, una vez en la calle, el fresco de la noche me sent� de maravilla, despej�ndome bastante, lo suficiente para que, dos minutos despu�s, cogiera un taxi rumbo a casa, ni siquiera me desped� de nadie. Despu�s de acostarme, encontr�ndome bastante colgada todav�a, empez� a sonar mi m�vil sin parar. Estaba medio ida y tard� en darme cuenta qu� pasaba, no hice ni caso, era tarde y estaba muerta de sue�o. Pero no paraba de sonar, las llamadas se repet�an y llegu� a pensar que hab�a pasado algo serio. Al aceptar la llamada, me respondi� una voz totalmente desconocida. -�Lidia? Mira, soy Javi, un amigo de tu hermano, le hemos tra�do a casa porque est� fatal, con un pedo de espanto, venga a potar� -�Joder! � Contest� con cortes�a - �Y a m� qu� me cuentas? �Estoy en la cama! � Dije cabreada. -Por favor, t�a � Dijo la voz inal�mbrica. -Solo abre la puerta y ya le metemos nosotros en la cama, no tienes que hacer nada, no vamos a dejarle aqu� tirado. -�Venga ya! Ahora no voy a abrir la puerta a nadie, no te conozco de nada� - Que pod�a ser cualquiera. Hoy d�a no te puedes fiar de la gente. -Joder, Lidia, que soy Javi, claro que me conoces, as�mate a la mirilla y nos ver�s �No querr�s que tus viejos vean a tu hermano as�, no? Me levant� de la cama con un mosqueo considerable, dando tumbos; me acerqu� a la puerta, mir� por el visor y� En efecto, dos t�os que me sonaban sujetaban a un Carlos semiinconsciente, con cara de muerto. Abr� con cuidado de no hacer ruido, los amigos de mi hermano pasaron llev�ndole pr�cticamente a rastras hasta su cuarto que yo les se�al�. Le quitaron los zapatos y la cazadora tumb�ndole en la cama a continuaci�n. -Lo siento, t�a, tu hermano estaba hecho una mierda, ha bebido mazo y le ha sentado de pena. Lleva potando m�s de una hora y creo que est� peor, por eso le hemos tra�do. � Me dijo el tal Javi en voz baja. Les di las gracias y se fueron directamente. Volv� a ver a Carlos, ol�a un poco a v�mito as� que intent� quitarle la ropa, no pod�a dejarle as�, si no, mi madre le montar�a una bronca tremenda por la ma�ana. Le incorpor� hasta dejarlo sentado en su cama, le saqu� la camiseta, le tumb� para quitarle los pantalones, se los saqu� por los pies junto con su ropa interior. �Por qu� le quit� los calzoncillos? No s�, fue sin querer, no me fij� La cuesti�n es que estaba totalmente desnudo encima de la cama. Je, je, s� que estaba bueno� Fui a por una palangana con agua y una esponja, le estuve lavando lo mejor que pude, le sequ� con una toalla� Y me qued� mir�ndole con curiosidad. En mi vida hab�a hecho algo parecido, nunca hab�a sentido ese morbillo por nadie, y menos por Carlos. Sin embargo, quiz�s porque yo tambi�n me encontraba bastante pasadita, totalmente desinhibida, me apeteci� jugar un poquito con sus partes.
Segu� mirando y pocos segundos despu�s, le estaba manoseando. Me hac�a mucha gracia y me re�a en silencio, le estiraba su cosa y se encog�a, la retorc�a� Le agarraba los test�culos� Era gracioso c�mo se notaban perfectamente uno y otro�Para troncharse de risa. Segu�a magre�ndosela� Tras varios minutos, empez� a engordar poco a poco. Cada vez era m�s grande, y m�s� Cuando estuvo tiesa del todo me qued� impresionada, mi hermano ten�a un pito bastante grande� Comparado con lo que yo conoc�a, claro. Y no s� ni c�mo ni por qu�, me empez� a entrar una calentura tremenda. Volviendo en m�, toda sofocada, solt� su polla como si me hubiera quemado� �Qu� co�o estaba haciendo? Fue como si saliera de un trance, como si no fuera yo� �Joder! �Le hab�a tocado la polla a mi hermano! Sal� disparada de su habitaci�n meti�ndome en la m�a, toda alucinada por haber hecho eso. Ahora bien �Vaya cacharro ten�a el muy cabr�n! Me re� yo sola, una risita hist�rica, volv� a su cuarto con el coraz�n a mil, ya se le hab�a bajado bastante esa erecci�n que yo hab�a provocado y� No s�, no pude resistir la tentaci�n de volver a verla en todo su esplendor. La magre� otro ratito hasta que consegu� que estuviera tiesa del todo. �Pues era verdad! �Vaya cosa! �Y qu� dura! La cog�a de la punta y la mov�a hacia los lados, hacia abajo, ri�ndome por la velocidad con la que regresaba a la posici�n vertical, parec�a que ten�a un muelle��Era s�per gracioso. Carlos se movi� un poquito y, asustada, sal� disparada de su cuarto, tronch�ndome de risa y al borde de la taquicardia. Me sent�a igual que cuando hac�a trastadas de peque�a. Poco a poco, andando pegada a la pared como una esp�a, volv�; ten�a ese nerviosismo de cuando haces algo prohibido y te pueden pillar� Nuevamente cog� su cacharro, volvi� la risita hist�rica� Sinceramente, no recuerdo c�mo lo hice, pero pas� de estar movi�ndola a estar chup�ndola, no me hab�a dado ni cuenta, peque�o lapsus mental, supongo�Sab�a fenomenal� Intentaba meterme todo lo que pod�a, me la sacaba cuando me daba una arcada� Esto era divertid�simo y cachond�simo, me estaba poniendo� Para cuando quise darme cuenta, me hab�a subido encima de su cama, desnuda de cintura para abajo, y me hab�a empalado hasta donde pude con aquel pedazo de m�stil, llev�ndome por delante mi virginidad, cosa que apenas sent�. �Virgen a los diecinueve? �Pues s�, qu� pasa! No sal�a de mi asombro �C�mo hab�a sido capaz de meterme la polla de Carlos? �De perder mi virginidad como si no me importara nada? Ni idea, pero, tras una peque�a molestia inicial, era una aut�ntica gozada� No hab�a hecho esto jam�s, ni se me hab�a ocurrido, vamos. Y lo que m�s me sorprend�a era que no sab�a por qu� lo estaba haciendo ahora, o por qu� me apetec�a tanto. No s� c�mo explicarlo, me sent�a como una marioneta que era manejada por alguien, como si no fuera yo� Pero lo estaba sintiendo� La cosa de mi hermano me llenaba entera, mov�a mis caderas de delante a atr�s y en c�rculos, recre�ndome en su polla como nunca antes hab�a hecho con nadie, disfrutando como una loca. Despu�s de un rato, Carlos abri� un poco los ojos, se me qued� mirando con la vista perdida y los volvi� a cerrar dibujando una sonrisilla de satisfacci�n en la cara.
Me empec� a frotar el cl�toris con los dedos mientras botaba sobre �l, hasta que me corr� en el mejor orgasmo que pudiera recordar, el primero con una polla dentro. Fue fabuloso, por la excitaci�n, el morbo, �l ah� dormido� �Genial! Me saqu� su cosa a�n tiesa y pringosa baj�ndome de encima de �l, recog� mis bragas y el pantaloncito del pijama para volver a mi habitaci�n con el coraz�n batiendo como un tambor. Me fui un momento al ba�o, me lav� cuidadosamente d�ndome cuenta de que apenas hab�a sangrado y mi hermano no se hab�a corrido. Menos mal, en medio de toda mi calentura lo hab�a hecho a pelo� Me puse ropa interior limpia con una compresa, por si sangraba algo m�s, y el pijama, me volv� a meter en mi cama con la cabeza dando vueltas a esta burrada que acababa de hacer, pero� �C�mo hab�a disfrutado! Poco a poco, encantada conmigo misma, me qued� dormida. Lo siguiente que recuerdo fue despertar en mi cama, la luz de la mesilla encendida, desnuda de cintura para abajo y mi hermano entre mis piernas foll�ndome como si tal cosa, como si fuera normal. Ten�a la cabeza metida en mi hombro, hac�a un mete saca constante, me tiraba un poco la vagina, me hac�a algo de da�o al fondo si apretaba, a�n no estaba totalmente dilatada� Me qued� s�per alucinada, Iba a gritar, a quit�rmelo de encima, cuando yo misma empec� a mover mis caderas para ir a su encuentro, muerta de gusto, estaba a punto de llegar� Cruc� las piernas a su espalda, me sincronic� lo mejor que pude con sus movimientos y me corr� otra vez con �l, como una bestia �Qu� orgasmo! Despu�s de los gemidos o jadeos que di, �l incorpor� la cabeza y me mir�, par� de moverse. -�Qu� tal? � Me pregunt� con voz pastosa y lengua trabada, sonriendo de oreja a oreja. No sab�a ni qu� contestar, me acababa de correr, me estaba follando Carlos y no sab�a ni por qu�, por un lado, estaba atacada, por otro, sorprendida, pero fundamentalmente encantada, me pareci� una cosa s�per fuerte y morbosa. -Genial � Le dije � Me he corrido como una burra �Y t�? -Cojonudo, pero no me he corrido a�n. � Me daba cuenta de que a�n estaba bastante borracho. Le dio una arcada� -�Oye, no me ir�s a vomitar encima! � Dije con asco. -No, no. Ya se me est� pasando. -�Y c�mo es que se te ha ocurrido venir a mi cuarto? � no lo hubiera hecho yo hac�a un rato.
Dije en voz baja. Como si
-Porque antes hab�as venido t� y me dejaste a medias� - Ahora que lo pensaba �Se hab�a dado cuenta de que era yo! -Ah, vale� �Y no me pod�as haber despertado? � Fue la primera bobada que se me ocurri�. -No s� t�a, t� tampoco me despertaste y as� es mucho mejor �No?� � Me respondi� �Mejor? Pues no s� �Si es la primera vez que lo hago! �Con qu� lo comparo? La cuesti�n es que Carlos estuvo un rato parado, acarici�ndome suavemente el pecho
por debajo de la camiseta del pijama� �Uf! �Virgen santa! �Qu� maravilla! Mi hermano ten�a unas manos grandes, de dedos largos, h�biles� Me dej� los pezoncillos y las areolas a punto de estallar. Sigui� o reanud� sus meneos, dentro fuera� Le volv� a anudar las piernas por detr�s de su trasero y debi� de entender que quer�a que acelerase, iba cada vez m�s descontrolado, me costaba seguir su ritmo con mis caderas� Not� perfectamente como su cosa se inflaba en mi interior, chorro a chorro, mientras me daba golpes secos de cadera. Met� una mano entre nosotros y me frot� mi botoncito mientras �l se quedaba quieto, jadeando, con la cabeza enterrada en mi hombro. En cuesti�n de segundos me estaba yendo patas abajo con la polla de Carlos dentro, rezumando semen y flujo por todos lados. �Que maravilla de orgasmo! Menos mal que �l se apoyaba sobre sus codos para no aplastarme. Cuando empec� a sentir que su cosa perd�a tama�o y sal�a ella solita de mi interior, le apart� hacia un lado, girando yo misma mi cuerpo. Qued� bocarriba mirando al techo, yo le acariciaba el pecho y le miraba a �l� En cuanto recuper� el aliento, se levant� de la cama, me hizo una caricia y se fue de mi habitaci�n haciendo eses, apagando la luz. Hab�a sido un buen polvo �Mi primer polvo! Me lo hab�a pasado genial� Para ser mi primera vez hab�a sido estupendo, pero� �Co�o! Lo hab�a hecho con mi hermano, primero yo en su cuarto, y ahora �l hab�a venido al m�o� �Y todo por qu�? No entend�a el motivo, bueno s�, que me puse muy cachonda cuando le vi, eso creo, y me lo tir� sin venir a cuento, sin pensarlo. Lo malo es que hab�a disfrutado un mont�n y cuando vino �l a mi habitaci�n, tambi�n disfrut� como una loca� Pero no se me iba de la cabeza que �ramos hermanos, hab�amos hecho una barbaridad �Y cuando se nos pasara el ciego que ambos ten�amos? Para ser sincera, lo de esa noche, aunque era la primera vez que me pasaba, en cierta forma tambi�n lo deseaba. Carlos hac�a poco que hab�a vuelto de Estados Unidos donde estudiaba, despu�s de acabar el curso hab�a regresado a casa a pasar las vacaciones y yo llevaba un par de a�os sin verle, el verano anterior no hab�amos coincidido. Para m�, estaba cambiad�simo de c�mo le recordaba y, reconozco, me hab�a causado bastante impresi�n el reencuentro. Coincid�amos bastantes veces cuando sal�amos por ah�, nos llev�bamos genial� Pero tambi�n me hab�a dado cuenta de c�mo, �ltimamente, me miraba de una forma poco fraterna, no hac�a falta ser un agente secreto para notarlo. S�, me miraba con cari�o de hermano cuando est�bamos juntos delante de los dem�s, pero tambi�n me miraba el escote con unos ojos muy distintos y, si por casualidad iba m�s sexy o m�s ligera de ropa, me daba unos repasos que llegaban a ponerme nerviosita. �l cre�a que era muy disimulado, pero yo me daba cuenta enseguida. Y lo peor es que no sab�a muy bien qu� pensar de eso, el efecto que me produc�a. Por un lado, era halagador que alguien se fijara de esa manera en m�, por otro, al ser Carlos, me produc�a una sensaci�n extra�a, era mi hermano, aunque tambi�n un chico guapo y me hac�a gracia excitarle� A�n as�, no me encontraba a gusto y, a la vez, no quer�a que lo dejara. Tampoco mirada, estar�n Por eso
hac�a nada extraordinario, no iba m�s all� de escrutarme y repasarme con la pero eso le pone nerviosa a cualquiera, cuando lo hacen, ya imaginas lo que pensando, sabes que te est�n desnudando e imaginando hacer de todo contigo. era tan extra�o lo que sent�a.
Pasados unos d�as, no es que dejara de preocuparme que Carlos siempre estuviera fij�ndose en m�, sino que yo empec� a hacer un poco lo mismo. Si �l me miraba como t�a, yo empec� a mirarle como t�o. Claro, que a m� no se me notaba, sab�a ser mucho
m�s discreta. Tampoco me produjo ninguna sensaci�n especial el mirarle as�. Pero eso hab�a sido hasta ahora. De mirarle a follarle va un abismo. Porque fui la primera que dio ese gran paso, totalmente ida, s�, pero ya estaba hecho. Seg�n he le�do, hay una Tendencia Sexual Gen�tica por la que te atraen tus hermanos o familiares antes que nadie, por la compatibilidad que hay entre ellos. Por ejemplo, si no conocieras a un hermano tuyo y te encontraras con �l desconociendo el parentesco, lo m�s probable, en un porcentaje muy elevado, es que acabes enroll�ndote con �l. Son los convencionalismos sociales, la educaci�n y la convivencia los que hacen que esta tendencia acabe sublimada y reprimida. �Pues s� que estamos bien! O sea que, de nacimiento, era l�gico que mi hermano me atrajera. Supuse entonces que, c�mo �l hab�a bebido y yo me hab�a tomado de esas pastillitas que no sabes ni lo que son, era posible que hubi�ramos pasado de convencionalismos y nos hubi�ramos vistos arrastrados por nuestra gen�tica. Quiz�s tambi�n el haber estado un par de a�os sin vernos� �Yo qu� s�! Evidentemente, s�lo me estaba justificando. A la ma�ana siguiente me encontraba fatal por lo ocurrido, ten�a un sentimiento de culpa tremendo �C�mo le miraba a mi hermano a la cara? �C�mo nos hab�a podido pasar? �Dios, qu� fuerte! �Qu� asco! Ni me acordaba de lo que disfrut� con �l, s�lo el remordimiento de haber hecho algo horrible me agobiaba. Empec� a evitarle lo que pod�a, intentaba no cruzarme con �l, no pod�a soportar sus miradas, y Carlos igual, evit�ndome como yo� Hasta mi madre se dio cuenta de que algo ocurr�a entre nosotros. -Oye, chicos �A vosotros os pasa algo? Es que ni os dirig�s la palabra. Hace una semana estabais a partir un pi��n y ahora� �Cualquiera dir�a! � Nos reconvino durante una comida. Me puse como la grana, Carlos tambi�n� -A mi no me pasa nada con Lidia � Dijo Carlos muy seco. -A mi tampoco � Contest� en el mismo tono. -Bueno, vosotros ver�is, ya sois mayorcitos � Dijo mam� con cara de pocos amigos. Decididamente esto no pod�a seguir as�, se notaba demasiado. Pero no era capaz de mirarle sin sentirme culpable �Qu� estar�a pensando �l de m�? �Qu� era una golfa? �Qu� me pod�a usar c�mo quisiera? �Mierda! �Era su hermana! �D�nde co�o estaba su respeto por m�? �Y yo? �C�mo hab�a podido llegar tan lejos? �Putas pastillitas! Pasaban los d�as y, lo que me produjo una repulsa total al principio, intentaba verlo como algo no tan horrible, aunque fuera Carlos. Quer�a basarme en eso de la tendencia gen�tica, pero no dejaba de ser una teor�a que, en este momento, no me consolaba nada de nada. Aunque le daba cierta justificaci�n� Intent� con todas mis fuerzas dar la vuelta a la tortilla, quitarme como fuera la culpa por lo que hab�a hecho, pensar que acostarme con �l no hab�a sido tan malo� Pero tampoco ten�a un recuerdo de aquello demasiado n�tido, aunque s� recordaba que hab�a sido mi primera vez y que me hab�a corrido, as� que tampoco debi� estar tan
mal �Y �l, se hab�a corrido conmigo? No me acordaba. Ten�a que hablar con mi hermano, saber qu� pensaba de esto �Se sentir�a tan culpable como yo? Por el trato que ten�a conmigo, as� parec�a. Pas� una semana horrible, hecha una mierda, sin conseguir decidirme a hablar con Carlos o no. Tampoco �l ayudaba mucho, siempre que me ve�a o coincid�amos en casa se encerraba en su cuarto a leer, o�r m�sica o cualquier chorrada que se le ocurriera. No sal�a en todo el d�a� Yo, sin prodigarme demasiado, tampoco ten�a el cuerpo para jotas, sal�a de vez en cuando con mis amigas en un intento de superar esta situaci�n, �bamos a alguna disco� Sin volver a tomarme ninguna pastillita de esas ni en broma. Sol�a volver pronto, antes de la 1 de la madrugada y casi siempre ve�a la luz bajo la puerta del cuarto de Carlos, me produc�a una tremenda desaz�n. Ten�a mazo de pesadillas por las noches, sue�os inquietos� �Qu� mal, mierda, qu� mal! Por las ma�anas, al levantarme, estaba siempre hecha unos zorros, con unas ojeras de espanto. �En buena hora me tom� aquella mierda de pastillita �Por qu� vino tan borracho? �Por qu� le tuve que lavar? �C�mo se me ocurri� hacer nada con este imb�cil? Pasaron un par de semanas m�s, todo parec�a seguir igual, aunque, por mi parte, poco a poco iba superando la culpa que sent�, me iba auto convenciendo de que lo hab�a pasado fenomenal, de lo que llegu� a disfrutar� En un poco m�s de tiempo, ya lo estaba idealizando� �Joder! �Llegu� a pensar que hab�a sido lo mejor del mundo! �El mejor polvo de mi vida! Tambi�n el �nico. A tanto lleg� la cosa que pas� de rehuir a Carlos a querer hablar con �l, a querer que volviera a pasar otra situaci�n parecida. A pesar de la turbaci�n que me produc�a su presencia, hice alg�n intento de acercamiento, pero mi hermano segu�a igual y me rehu�a siempre. O no sab�a interpretar mis se�ales o estaba verdaderamente cabreado con lo que pas�. Esa fue mi perdici�n, como no me hac�a ni caso, empec� a obsesionarme un poco, creo que es normal y, cuanto m�s tiempo pasaba, peor. Por las noches imaginaba c�mo lo hab�a pasado con �l, para ser m�s exacta, lo que cre�a que hab�a pasado, una noche divina, llena de pasi�n, de sexo, los mejores orgasmos que hubiera tenido nunca, el mejor amante que pudiera existir� Hay ciertas l�neas, muy finas y difusas, que son muy f�ciles de cruzar, del amor al odio� O del amor fraterno al amor de pareja�Fin�simas, tanto que la pas�. Tan obsesionada estaba que empec� a creer que estaba locamente enamorada de mi hermano, s�lo era capaz de pensar en �l y en aquella maravillosa noche. �C�mo empez�? Con la borrachera de Carlos y yo estaba tambi�n muy puesta. Pero ahora �l no sal�a casi nunca, no se me acercaba, y yo me mord�a las tetas de desesperaci�n� Ten�a que encontrar la forma de acercarme sin que huyera de m�, de que �l quisiera repetir esa maravillosa experiencia� Me devan� los sesos, buscaba ideas en cualquier sitio, buscaba en la red situaciones parecidas donde las cosas hubieran salido bien� No me convenc�a nada, no eran las mismas circunstancias o yo no me atrev�a a hacer las cosas que dec�an. Cada vez estaba peor, todas las noches me recreaba en �l y todas las noches lloraba porque no ven�a, porque no me hac�a ni caso� �Es que este t�o era idiota? �C�mo no se daba cuenta de las insinuaciones que le hac�a? �ltimamente me vest�a s�per sexy, le miraba descaradamente cuando no hab�a nadie delante �A qu� co�o esperaba?
Iba pasando el tiempo, con �l el verano y dentro de poco mi hermano volver�a a coger el avi�n rumbo a los EEUU para terminar sus estudios. La idea de estar otro a�o sin verle se me hac�a insoportable, �cada vez estaba m�s segura de que estaba enamorada de �l� La vida era muy injusta conmigo, era un martirio, pensaba seriamente en quitarme de en medio� �As� no pod�a vivir! Desesperada, intent� nuevos acercamientos, le ped�a a veces que me acompa�ara por ah� �Nada! �No me hac�a ni caso! Siempre pon�a cara de circunstancias y me daba cualquier excusa. En otro momento, si hubiera estado menos obsesionada con �l, habr�a visto que su cara no era normal, que algo me quer�a decir y no se atrev�a� Pero ya era tarde, me hab�a estado rechazado hasta ahora y yo ya no era capaz de ver nada� Entr� en un estado depresivo tremendo, no quer�a nada, no me interesaba nada excepto �l� Y me fui hundiendo en un pozo oscuro del que me ve�a incapaz de salir. Decidida a terminar con esto, me compr� un mont�n de pastillas, de esas que te pasaban en las discotecas, para llevar a cabo mi decisi�n final, no pod�a m�s. Escrib� una carta de despedida pidiendo perd�n a mis padres, dici�ndoles lo mucho que les quer�a, y tambi�n a �l. En el �ltimo momento, antes de tomarme todo aquello, se me ocurri� la �ltima tentativa. Si iba a terminar con todo, lo har�a con toda la certeza, Iba a ser m�s directa, nada de insinuaciones, se lo dir�a claramente� Cog� el tel�fono y abr� el whatsapp, le mand� un mensaje clar�simo, en �l le dec�a que le quer�a, que quer�a volver a acostarme con �l, que le esperaba ahora mismo en mi habitaci�n. Sab�a que est�bamos solos en casa. Era un �rdago en toda regla del que me arrepent� nada m�s apretar la tecla de enviar �Qu� hac�a si no ven�a? Bueno, estaba clar�simo lo que iba a hacer� Pasaban los segundos, segundos eternos llenos de incertidumbre� Para convertirse en certeza absoluta �Pasaba de m�! �No iba a venir! Me temblaba todo el cuerpo de ansiedad y desesperaci�n �Qu� hijo de puta! �Por qu� le hab�a mandado el mensaje? �Estar�a pensando que era una zorra! �Con raz�n! Se me empezaron a saltar las l�grimas de histeria, de pena por m� misma� �Por qu� era tan desgraciada? �Por qu� hice aquello? �Tan malo fue para �l? Si luego volvi� Volvi� a mi cuarto y me hizo el amor� �Qu� era distinto ahora? �Que ya no estaba borracho? �Que no era capaz de superar que yo era su hermana? �Dios m�o, Dios m�o, Dios m�o! Despu�s de este mensaje no podr�a mirarle jam�s a la cara �Mejor morir que vivir as�! Empec� a sacar todas las pastillas que ten�a guardadas en una bolsa de pl�stico, de varias formas y colores, ya he dicho que no sab�a ni qu� eran, me las hab�a conseguido una amiga m�a que conoc�a a gente que pasaba. Me hab�an costado un past�n. Miraba el primer pu�ado que hab�a cogido fijamente, tampoco era tan f�cil� Con el poco valor que me quedaba, me las met� en la boca trag�ndolas con agua. Otro pu�ado, ya no quedaban m�s� Hubo un momento en que notaba c�mo se me iba la cabeza, luego un mareo tremendo, unas ganas de vomitar espantosas, despu�s una sensaci�n rar�sima de paz� Creo que o� la musiquita de mensaje recibido en el whatsapp, intent� mirar hacia el m�vil y no vi nada, s�lo la sensaci�n extra�a que me envolv�a� �Y si era Carlos?
Peor no me pod�a encontrar, me dol�a la garganta a rabiar, ten�a una sensaci�n de malestar incre�ble� �As� que esto es lo que se siente? �Joder qu� mierda esto de morirse! Ni luz blanca ni leches, era horroroso. Para cuando me enter� de que estaba en la cama de un hospital, no ten�a ni idea del tiempo que hab�a pasado. Al conseguir enfocar un poco la vista y recorrer la habitaci�n, vi a mi madre sentada en un sill�n leyendo alguna revista. Intent� preguntarle algo, s�lo consegu� toser y sentir un sabor amargo como la bilis en la boca. -�Lidia, hija! �C�mo est�s? � Pregunt� muy preocupada mam�. No pude decir nada, segu�a con un dolor de garganta de la leche. Apenas me pod�a mover, apenas recordaba nada� Entre estados de poca consciencia y bastantes de inconsciencia, fui enter�ndome de las cosas. Estaba en una cl�nica psiqui�trica, por lo visto era una suicida, hac�a unos d�as o as�, hab�a intentado irme al otro barrio y falt� el canto de un euro para conseguirlo. Lo malo es que no me acordaba de nada de eso, me parec�a extra��simo que yo hubiera intentado hacer algo parecido, se ten�an que haber equivocado� En cuanto pudiera hablar, se lo explicar�a. Unos d�as despu�s, me encontraba totalmente repuesta, no me dol�a nada y pod�a hablar normal. Me llevaron al despacho de un m�dico que me hizo sentar en una butaca, me empez� a preguntar de todo �C�mo? �Cu�ndo? �Por qu�? Me asust� un mont�n cuando me di cuenta de lo poco que recordaba, ten�a lagunas de memoria en cantidad de cosas, por lo visto, lo que hab�a tomado pod�a dejarme secuelas �Y qu� me hab�a tomado? Fui pasando el tiempo en esa cl�nica, era aburrid�simo, apenas hab�a nada que hacer aparte de las charlas en grupo, las charlas con el m�dico� De vez en cuando ven�an mis padres a verme, cosa que romp�a el tedio de aquel sitio y me hac�a mucha ilusi�n. Tras cinco meses de tratamiento y de empastillarme hasta las cejas a base de antidepresivos, ansiol�ticos, estr�geno y no s� que m�s, me dieron el alta y volv� a casa, todav�a bastante perdida en un mont�n de temas. �Qu� hab�an hecho en la cl�nica aparte de drogarme? Por ejemplo, segu�a sin saber por qu� dec�an que hab�a intentado suicidarme, no ten�a la m�s m�nima idea, se me escapaba que alguna vez hubiera intentado hacerlo, pero bueno, si ellos lo dec�an� No les iba a llevar la contraria, si lo hac�a, seguro que me quedaba en ese sitio mucho m�s tiempo. Poco a poco iba reorganizando mi vida, mis amigas, mis estudios, esto �ltimo un poco m�s dif�cil, hab�a perdido mucho tiempo. Aunque todo el mundo me trataba de una forma bastante est�pida, como si fuera a hacer algo malo en cualquier momento, mis padres me dejaban salir los fines de semana, siempre bien acompa�ada, pero ten�a prohibido el alcohol y no digamos cualquier otra sustancia. Al principio hac�a caso, naturalmente, luego, cuando dej� de tomar medicaci�n ya no me import�, me beb�a alg�n cubata de vez en cuando, sin llegar a que se me notara en casa. Al final del curso, consegu� sacar la mitad de las asignaturas, todo un �xito dadas las circunstancias. Y unos d�as despu�s, acompa�aba a mis padres al aeropuerto a recibir a mi hermano Carlos que volv�a de Estados Unidos, despu�s de haber acabado sus estudios. Creo que me hac�a mucha ilusi�n verle, aunque apenas me acordaba de �l. Se hab�a ido hac�a tanto tiempo� No consegu�a ni ponerle cara, siempre era algo difuso� En
fin, deb�a de ser muy peque�a cuando se fue. Un chico muy guapo y muy sonriente ven�a al encuentro de mis padres, les abraz� con mucho entusiasmo mientras yo me quedaba en un segundo plano, esperando que me hiciera caso e intentando reconocerle. Cuando lo hizo, s�lo vi una sonrisa que poco a poco se volv�a m�s tensa, como esperando mi reacci�n. -�Qu� tal, Lidia? � Me pregunt� como quien pregunta a cualquier conocido. Ni el menor atisbo de alegr�a por verme� O eso me pareci�. Iba a contestarle, a decirle que �bien� cuando un mont�n de im�genes confusas volvieron a mi mente� Estaba bien pero no gracias a �l, quer�a preguntarle por qu� no vino a mi habitaci�n cuando estaba esper�ndole, pedirle explicaciones de c�mo se sinti� despu�s de haberme hecho el amor, por qu� me hab�a esquivado todo el tiempo� Otra puta cama de hospital. Todos los recuerdos que me faltaban, todos los motivos de mis actos, me arrollaron como un torrente dentro de mi cabeza, me asaltaron, me desbordaron� Y no los supe digerir. Ahora, algo m�s calmada, intentaba decidir qu� hacer con mi vida. Mi madre estaba adormilada en el sill�n y no se hab�a dado cuenta de que hab�a despertado. Intent� incorporarme y me entr� un mareo, ten�a un gran ap�sito en la frente y un dolor de cabeza tremendo. Me dej� caer sobre la almohada. Mam� se espabil� al o�rme y se acerc� sol�cita a atenderme. -Lidia, hija �Est�s bien? - �Cu�ndo hab�a o�do yo eso? -�Qu� dolor de cabeza, mam�! �Qu� ha pasado? � Pregunt� en voz baja. Cualquier sonido hac�a que me doliera m�s. -�Qu� susto nos has dado, hija! Te desmayaste de repente y te diste un golpe tremendo en la cabeza. Te han tenido que dar cinco puntos �C�mo est�s ahora? -Pues eso, me duele la cabeza �D�nde me desmay�? � Segu� preguntando -En el aeropuerto, cuando fuimos a recoger a Carlos �No te acuerdas? � Dijo mam� preocupada. -Ah, s�. S� me acuerdo. Carlos me preguntaba algo y luego� No s�, a partir de ah� no me acuerdo de nada. Supongo que me ca� entonces. -S�, Lidia. Justo entonces te desmayaste. Supongo que te dar�a una bajada de tensi�n� Ya ni contest�, cerr� los ojos al recordar todo, cuando perd� mi virginidad con �l, cuando me sent� fatal por haberlo hecho, cuando luego quise que lo repiti�ramos, cuando me di cuenta de que quer�a a mi hermano� Pero �l a m� no, no vino a mi habitaci�n a pesar de decirle lo que quer�a, lo que le quer�a� Ya me acuerdo� Me tom� un mont�n de pastillas por su culpa, hab�a pasado un mont�n de meses en esa cl�nica de mierda por su culpa� �Y cuando me ve se pone s�per tenso? �Que le den! �Que le den al hijo de puta ese! Me hicieron an�lisis y de todo, estaba bien, s�lo ten�a el golpe de la cabeza as� que, tras pasar veinticuatro horas en observaci�n, no vieron motivos para tenerme ingresada m�s tiempo. Al volver a casa en el coche con mam�, ten�a una ansiedad tremenda, estar�a el
imb�cil de mi hermano que, por cierto, ni hab�a aparecido por el hospital, me apetec�a verle lo mismo que ir a un funeral, o sea, nada de nada. No pretender�an que le pusiera buena cara �no? La cuesti�n es que mi madre tampoco me hab�a dicho nada de �l y, ahora que lo pensaba, en todo el a�o no le hab�an ni mencionado. Me empec� a preocupar. En las cartas que hab�a dejado de despedida, no dec�a nada comprometedor para nadie, entonces� �No habr�a sido capaz Carlos de contar todo! �Me daba un ataque! -Oye mam�, �C�mo es que ni pap� ni Carlos han venido al hospital? � Me mord�a las u�as de ansiedad. -Es que han tenido que ir hasta el consulado americano para conseguir que le manden el t�tulo y no s� qu� certificados, y luego al ministerio de educaci�n para que se lo convaliden. Es un mont�n de papeleo, ya llevan as� un par de d�as. Pero estaban preocupad�simos, se van a alegrar much�simo cuando te vean � Me dijo muy alegre S�, s�, ese se va a alegrar. Ya me demostr� la alegr�a que le hizo verme. Ya en casa, mi padre acababa de llegar con Carlos, nos reunimos todos en el cuarto de estar, pap� me abraz� muy fuerte, casi llorando, diciendo que se hab�a llevado un susto tremendo. Carlos se acerc� cuando nos separamos. Me puse r�gida, pero aguant� el tipo con una sonrisa en la cara. Me dio un abrazo m�s flojito y un beso en la mejilla. Correspond� como una aut�mata. Me met� en mi habitaci�n, me sent� en la cama y me puse a llorar por la tensi�n que estaba pasando. Y la depresi�n y el amor rechazado y lo desgraciada que iba a ser� �Joder, un a�o! �Hab�a pasado un a�o! No hab�a ido con ning�n chico, Carlos hab�a sido el �nico y no quer�a saber nada de m� Me hab�a enamorado de un imb�cil �Qu� m�s daba que fu�ramos hermanos? �No sab�a que hab�a una tendencia gen�tica? Mi madre vino a ver qu� tal estaba, la tuve que convencer de que lloraba por lo contenta que estaba de haber vuelto a casa y por ver que todos estaban bien, que me encontraba un poco sensible� Me coment� que iba a salir con mi padre a hacer varias cosas que ten�an pendientes, que si necesitaba algo, Carlos se quedaba en casa a cuidarme, por si acaso. Casi me atraganto del susto �Me iba a quedar sola con Carlos aqu�? �Dios, me muero! Un momento despu�s o�a la puerta de la calle cerrarse, me qued� en un estado de tensi�n incre�ble pensando en que mi hermano pudiera aparecer por mi habitaci�n en cualquier momento. Llamaron a la puerta y entraron sin esperar contestaci�n. Bueno, entr� s�lo Carlos �Qui�n, si no? -Hola Lidia �C�mo est�s? Me qued� acojonado cuando te ca�ste en el aeropuerto, no me dio tiempo a sujetarte, lo siento de veras � Me dijo compungido. Le mir� como si viera a un alien�gena �Este t�o era idiota! No se enteraba de nada. Yo desmay�ndome de amor no correspondido y �l, que si me encontraba bien. Lo dicho, un subnormal. -No pasa nada, me debi� de dar una bajada de tensi�n. Me duelen un poco los puntos, pero estoy bien. � Contest� con voz neutra. Estuvo un rato callado, como decidiendo qu� hacer� Estaba un poco inc�moda por su silencio�
-�Quieres algo m�s? � Le pregunt� Sigui� dudando� -Oye Lidia, t�a �Te acuerdas del d�a ese? � Pregunt� como tanteando el terreno. -�Qu� d�a? � Ya no sab�a ni de que d�a me hablaba -Del que te llevaron a la cl�nica � Se qued� mir�ndome a los ojos, como viendo qu� sab�a o no sab�a yo. Harta de aguantar, decid� ser lo m�s directa posible. -Del d�a que me tom� las pastillas �No? Del d�a que no viniste cuando te lo ped�. Dije de mala leche. -S� que vine �Qui�n crees que te encontr� aqu� tirada? �Co�o! En eso no hab�a ni pensado -�Fuiste t�? Nadie me lo hab�a dicho. -S�, y me qued� acojonado. Me hab�as dicho que viniera a tu cuarto y como no dec�as nada cuando te contest� si estabas segura, vine corriendo, me dio que pasaba algo� -�Qu� me contestaste? �T� a m� no me contestaste nada! �Si lo sabr�! Estuve esperando �Sabes? Te estuve esperando y nada, ni viniste ni me contestaste �Eres un puto mentiroso! �Un mentiroso de mierda, cabr�n! � Iba levantando la voz seg�n me iba encendiendo �A qui�n pretend�a enga�ar? -Lidia, t�a, cr�eme, por favor. Te juro que es verdad. En tu m�vil no lo tienes porque lo borr� para que nadie lo viera, pero mira � Sac� del bolsillo su tel�fono � Mira el whatsapp y mira la fecha� Lo mir�, vi lo que yo le hab�a escrito y su contestaci�n �Diez minutos despu�s! -��Tardaste diez minutos en contestar?! ��Y a ti que co�o te pasaba?! �Estaba s�per claro lo que te escrib�! � Contest� hist�rica perdida. -S�, t�a, s�per claro. Pero me estabas pidiendo que follara contigo, t�a, me lo ten�a que pensar un poco, somos hermanos, co�o, y no me pareci� muy normal. �Claro! �l nos ve�a como hermanos normales y yo estaba enamorada �Qu� diferencia! -�Pues bien que me echaste un polvo, cabr�n! �Ah� no �ramos hermanos? � Segu�a cabreada, bastante hist�rica y no le iba a perdonar tan f�cilmente. -�Joder Lidia! �Estaba s�per borracho! �Y empezaste t�! � Vaya escusa de mierda. -�Y t� seguiste, cabr�n de mierda! �Muy borracho! O sea, para ti soy una putilla que te tiras cuando est�s pedo �Pues te vas a ir a la puta mierda! �D�jame en paz! ��No me has hecho ya bastante da�o?! � Volv�an a llen�rseme los ojos de l�grimas y no quer�a darle esa satisfacci�n. -�VETE DE UNA PUTA VEZ! �D�JAME EN PAZ! �CABR�N! �QUE TE JODAN! Me mir� anonadado, no deb�a esperarse que reaccionara as�.
-Pero t�a, que te dije que s�, que ven�a contigo �Joder, enti�ndeme! Estaba que me sent�a s�per culpable porque cre�a que me hab�a aprovechado de ti, te hab�a follado siendo hermanos y me carcom�a por dentro� Pero cuando me dijiste que fuera a tu habitaci�n, casi no me lo cre�a, pensaba que me odiabas y que no quer�as ni verme� Joder, este t�o era idiota. Yo haci�ndole cien mil se�ales, indic�ndole que quer�a volver a estar con �l y nada, ni enterarse, dici�ndole que viniera conmigo y todav�a se lo ten�a que pensar �Dios m�o! �Con qui�n me iba a liar! Me qued� mir�ndole fijamente, pensando en si iba a merecer la pena quererle, estar con �l� Despu�s de lo que hab�a pasado, era un poco fuerte echarme para atr�s, todo esto no habr�a servido de nada� Pero no lo hice por �l, lo hice por su culpa que es distinto. -��Y ahora que cojones quieres?! �Porque cuando me viste en el aeropuerto se te cambi� la cara! �No mientas! De repente me abraz�, me abraz� muy fuerte mientras intentaba quit�rmelo encima a base de pu�etazos. Quiso darme un beso en los labios, apart� la cara� -�D�jame en paz, cerdo! �Ahora quieres hacerme mimitos? �Ahora, que te den! Me separ� de �l toda acalorada, no iba a dejar que me pusiera una mano encima ni loca. Se sent� en una silla abatido, me miraba con s�plica, sus ojos se llenaban de unas l�grimas que se negaban a salir. �A santo de qu� se pon�a ahora en plan sensible? Me hab�a ignorado mientras estuvo fuera, no hab�a recibido ni un m�sero correo y el otro d�a, cuando me vio, se puso s�per tenso �De qu� co�o iba ahora? -Lidia, t�a, no sabes lo que he pasado por ti. Me tuve que ir a estudiar y que estabas en la cl�nica, supon�a que era por mi culpa, pero �qu� quer�as hiciera? No te pod�a escribir porque los pap�s podr�an haberlo le�do� Y el d�a, no se me fue la sonrisa, es que me qued� mudo de lo guapa que estabas quer�a que se me notara� �Imag�nate el marr�n!
sab�a que otro y no
Ya no entend�a nada de nada o mi hermano era idiota del culo. Si s�lo se hubiera acercado un poco a m�, con s�lo haberme dejado hablar� Me estaba sonando todo a chino. -Mira t�o, eso no te lo crees ni t�. Has tenido mil oportunidades de decirme algo, de venir a mi habitaci�n a hablar conmigo y no lo has hecho �De qu� vas ahora con eso de que te quedaste mudo? - �Joder! Carlos ment�a m�s que hablaba. -Es que despu�s de un a�o, no sab�a si quer�as lo mismo de entonces, si me quer�as a m� como dijiste. Estuviste en una cl�nica porque casi te mueres, supon�a que me echar�as la culpa de todo �C�mo me ibas a querer ahora? Yo si quer�a estar contigo, pero eso fue antes de que pasara todo, ahora no tengo ni idea de lo que sientes, de verdad. �Por Dios, la Virgen y todos los Santos! �Es que no se enteraba de nada? �Tan tonto era? �Por qu� creer�a que me desmay� en el aeropuerto? Inspir� varias veces seguidas intentando calmarme, cont� hasta diez otras tantas veces� -Mira Carlos � Dije con voz calmada � La que no tiene ni idea de lo que sientes soy
yo, ni entonces ni ahora. Reconozco que yo me sent� culpable despu�s de lo que hicimos, pero luego intent� verlo de otra manera, como algo bueno y no una burrada. Me cost� lo m�o, no creas, pero empec� a recordar lo que hab�a disfrutado, a pesar de ser mi primera vez, cada vez me parec�a mejor� As� me fui enamorando �S�, lo que oyes! �Enamorando! -�Tu primera vez? �Enamorando? �Venga ya, Lidia! -�C�llate de una puta vez y d�jame terminar! Pues s�, me enamor� de ti como una gilipollas y cuando quise dec�rtelo, me esquivabas siempre, no hablabas conmigo ni de co�a. Al final te mand� ese whatsapp, que m�s claro no pod�a ser y me dejaste tirada. Bueno, ya se lo hab�a dicho todo, ya me hab�a desahogado. Carlos estuvo un rato callado mir�ndome con fijeza. Yo estaba sentada en mi cama, no hab�a podido aguantar de pie� Se levant� acerc�ndose a m�, me puse toda r�gida dispuesta a contestarle, a mandarle a la mierda. Me dej� flipada cuando se arrodill� delante de m� mir�ndome con cara de s�plica. -T�a, esc�chame, d�jame hablar a m�. Mira, el d�a que lo hicimos estaba borracho, aunque me enter� de lo que pas�. No s� por qu� viniste a mi cuarto y me follaste, tampoco me lo plante�. Luego, cuando fui yo a tu habitaci�n, iba con toda la intenci�n del mundo y creo que te gust�. Pero al d�a siguiente, cuando iba a hablar contigo me esquivaste, y as�, toda la semana. Supuse que te sent�as culpable o humillada y eso me hizo sentirme fatal, ya no me atrev� m�s. Luego, lo del mensaje, me dej� s�per alucinado. �No me hab�as querido ni hablar y me dices que me quieres y que vaya a tu cuarto? Cre� que quer�as hacerme una putada. -�Una putada? �C�mo te iba a hacer una putada? �T� alucinas, t�o! � Yo s� que estaba alucinando -Lo que pensaba es que cuando estuviera en tu habitaci�n, aparecer�an los pap�s y me montar�an la de Dios es Cristo. Estuve un rato pensando en eso hasta que me dio igual, prefer� estar contigo, por eso te contest� y luego fui a verte. Cuando te vi tirada y que no reaccionabas, casi me muero. �La madre que lo pari�! �No pod�a haber sido m�s claro desde el principio? Desde luego, a los t�os hay que d�rselo todo mascado �Si es que no se enteran! �Qu� yo le esquivaba? Le esquiv� al principio, luego fue lo contrario �Y ahora? �Me cre�a su historia o pasaba de �l? Estaba hecha un l�o, por un lado, me mor�a por besarle y por otro, me mor�a por soltarle una hostia en toda la cara. Sin haberme decidido, mis manos sujetaron su cara y mis labios probaron los suyos, no sab�a qu� estaba haciendo, mis l�grimas corr�an por mis mejillas mientras liberaba toda la tensi�n acumulada. S�lo hubo labios, ni lengua ni nada, pero fue el beso m�s bonito de mi vida, se me hinch� el pecho de alegr�a, se me hizo el culo gaseosa y agradec� a todos los dioses conocidos y desconocidos que mi hermano se levantara y me tumbara en la cama. �Ay mam�! �Que lo �bamos a volver a hacer! Carlos me desnud� en un momento, sin ninguna brusquedad, s�lo suavidad y caricias, caricias que me recorr�an entera, desde la cara al cuello, a mis senos, a mi vientre, mis piernas� Me perd�a en un mar de sensaciones pocas veces sentidas y ya
olvidadas. Le ayud� a desnudarse con la misma presteza, volv� a ver su cosa, grande, lisa� Me encant�. Le acarici� como �l a m�, me prend� de su barra de amor como si me fuera la vida en ello �C�mo me gust�! Tanto como la cara de placer que puso. Intent�, despu�s de acariciarme los muslos, acceder a mi rinc�n m�s escondido. No quise, estaba tan excitada que sent�a que, si me tocaba ah�, me correr�a enseguida y todav�a no quer�a, ten�a que disfrutarle mucho m�s. Me incorpor� en la cama qued�ndome sentada y haciendo que �l se tumbara, Carlos quer�a acariciarme tambi�n pero antes ten�a que hacer algo� Me inclin� sobre su cosa recogiendo las piernas, me la met� en la boca de una tacada, empec� a jugar con la lengua en su glande, en la zona donde hab�a un tendoncillo� Tambi�n le acariciaba sus test�culos, haci�ndome la misma gracia que la otra vez al notar qu� distintos eran uno de otro. Aceler� los movimientos de cabeza, met�a y sacaba todo lo r�pido que pod�a, descansaba un poco� Y vuelta a empezar. Carlos me puso una mano en la nuca y me presionaba hacia abajo, hac�a que su cacharro me entrara m�s y me daban arcadas� Sin enfadarme le quit� la mano, me iba a ahogar, sin embargo, la volvi� a poner en mi cabeza sin presionar, s�lo acarici�ndome el pelo. Pocos minutos despu�s me llenaba la boca de su sustancia, de una textura que me result� bastante desagradable, no as� el sabor, que me tragu� sin chistar, sab�a que le encantar�a. Se qued� mirando el cielorraso con cara de satisfacci�n y me sent� encantada por haberle hecho disfrutar tanto. Me tumb� encima de �l y le bes�, puso una cara un poco rara, supongo que no le hizo mucha ilusi�n probar su propio semen, pero no se apart�, enred� por primera vez su lengua con la m�a y yo me deshice de cari�o por �l. En un momento me dio la vuelta dej�ndome tumbada y fue �l el que me bes� todo el cuerpo. Se dedic� a chuparme mis tetas con much�sima dulzura, amas�ndolas con las manos, pellizc�ndome los pezones� Le empuj� con mis manos hacia abajo, estuve a punto de correrme s�lo con eso y necesitaba algo m�s. Despu�s de dejarme un reguero de saliva por mi vientre, se situ� entre mis piernas, ya supon�a lo que vendr�a ahora, pero no imagin� que fuera as�. Me bes� la cara interna de los muslos haci�ndose de rogar, yo sub�a mi pelvis hacia �l intentando que llegara a donde yo deseaba� Se hizo esperar todav�a un ratito, me estaba poniendo hist�rica� Tuve que tirarle del pelo para que fuera hasta mi rinc�n secreto. �Mi madre! �Casi me muero! S�lo con posar su boca sobre mi vulva estuve a punto de irme patas abajo �No hab�a estado tan excitada en mi vida! Lo primero que hizo fue pasar, muy lentamente, la lengua por mi rajita, de arriba abajo y vuelta, sin llegar a tocar mi bot�n, s�lo pasando por la entrada de la vagina, continuando por el perineo hasta mi culito, sin llegar a tocarlo tampoco. Estaba al borde del ataque de nervios, intentaba meterle la cabeza dentro de m�, si segu�a as� iba a chillar� Y, de repente, lo hizo. Me bes� mi entrada trasera abland�ndola con saliva, sigui� hacia el norte meti�ndome la lengua en la vagina, haciendo un peque�o mete saca y gir�ndola a todo meter. Lo notaba, me iba a correr ya, me estaba tocando algunos puntos alucinantes� Nada como cuando recogi� mi bot�n entre sus labios, lo mene� como un peque�o badajo y succion� un poquito �Mamma m�a! �Esto era divino! Una sensaci�n gloriosa empez� en ese botoncito e irradi� hacia el perineo, haci�ndome contraer las nalgas, y hacia
el vientre, saliendo por los pezones y la boca, estallando en el cerebro. En ese momento, en el de mayor placer y a la vez mayor crispaci�n del cl�toris, lo solt� de la boca, me meti� dos dedos dentro de m�, empez�ndolos a mover a toda velocidad alrededor del cuello de la matriz, frot�ndome la parte superior de mi vagina y entonces, cre� que me mor�a. Mi orgasmo se elev� otro pelda�o, mi tensi�n aument� hasta l�mites desconocidos y me fui en la mayor corrida de mis veinte a�os. �Jes�s, Mar�a y Jos�! �Qu� orgasmo! �Qu� hermano m�s maravilloso! Un par de minutos despu�s, no habiendo salido a�n ni de mi �xtasis ni de mi estupor por lo que hab�a sentido, mi Carlos (a la que me lo intentara quitar, la mataba) se subi� encima de m�, como yo antes, y me devolvi� el beso cargado de mi esencia. Tampoco me supo muy bien pero tampoco me separ�, intercambiando saliva con mi lengua, disfrutando de esos sabores mezclados. Era tanta la pasi�n, que el sabor era lo de menos, ahora no lo cambiaba por nada del mundo. Perdida en ese beso, en ese mar de sensaciones, not� part�a en dos conforme avanzaba en mi interior. �Qu� era impresionante! Me abrac� a �l todo lo fuerte que dici�ndole un �te quiero� que iba m�s all� de lo que persona alguna.
de repente que su cosa me maravilla! �Qu� gozada! �Esto pude, mordi�ndole una oreja y jam�s hubiera sentido por
Sus movimientos amorosos eran divinos, yo me mor�a de gusto, de satisfacci�n, de morbo, de amor verdadero� No tengo ni idea de c�mo hubiera sido con otro, era la segunda vez (o tercera, depende de c�mo lo contemos) que hac�a el amor y siempre hab�a sido con �l� Pero lo supe, estuve segura, jam�s ser�a igual con nadie m�s� Se corri� dentro de m�, lo sent� como lo mejor que me pudiera pasar, sentir su semilla dentro era el pacto que nos un�a para siempre, el orgasmo que sent� fue �nico� Nos quedamos agotados, en mi vida me hab�a sentido m�s feliz, Carlos me sonre�a mientras se le iban cerrando los ojos, acarici�ndome un costado. Yo me recreaba en su cara, en sus manos� Me encantan sus manos� De vez en cuando cog�a su cosa, a�n pringada, y jugaba un poco con ella� como aquel d�a, como mi primera vez. Ni nos hab�amos acordado, yo por lo menos no. Mi madre nos miraba con cara de espanto desde la puerta mientras nosotros intent�bamos vestirnos a todo meter �Qu� manera de cortarnos el rollo! Cuando pudo hablar s�lo nos dijo -Vestiros y arreglaros antes de que llegue pap� de aparcar el coche. Ma�ana, cuando se vaya a trabajar hablaremos, creo que aqu� hay muchas cosas que explicar. � Fue como una sentencia. Durante la cena intentamos comportarnos lo m�s normal posible. Por mi parte, por un lado, estaba euf�rica, mi hermano me quer�a, era m�o, hab�a disfrutado con �l como en mis mejores fantas�as, si no mejor, por otro estaba acojonada con lo que nos dir�a mam�. Fueron horas hablando, Carlos le explic� casi todo lo que �l hab�a pasado, tambi�n le dijo que me quer�a� Pero fue mi versi�n la que la hizo alucinar. Deb�a pensar que fue mi hermano quien me sedujo, no yo la que me enamor�. Creo que estaba pensando en llevarme otra vez a la cl�nica psiqui�trica, tuve que llorar, decirle los verdaderos motivos por los que me tom� tantas pastillas� Tambi�n, que no fue premeditado, que surgi� entre nosotros sin quererlo, que luego nos hab�a sido imposible superarlo� -Es que hay una tendencia familiar, mam�, est� escrito en los libros, una tendencia
sexual gen�tica que nos hace m�s compatibles, te lo juro mam�, es la pura verdad. Empez� por una tonter�a, sin querer, mam�, pero luego� Ha sido dur�simo, ni siquiera sab�amos lo que sent�amos de verdad, me tom� las pastillas por no poder asumirlo, por no haceros pasar por esto a vosotros� Mam�, quiero a Carlos, no quiero haceros da�o por nada del mundo, pero le quiero, ahora no podr�a vivir sin �l. Si no lo entend�is, si pap� no lo soporta, nos iremos, no voy a volver a esa cl�nica jam�s, necesito a mi hermano, no soportar�a verle con otra� Enti�ndelo mam�, por favor� - Un poco de cara s� que le hab�a echado, en ning�n momento pens� en mis padres, pero seguro que colaba. Yo lloraba como una entender lo que nos habitaci�n y estuvo nos volvi� a reunir
Magdalena, mi madre ten�a una cara s�per seria, no parec�a pasaba. Realmente �Qu� padres lo entender�an?� Se fue a su pensando mucho tiempo. Antes de que volviera pap� de trabajar a los dos.
-Carlos, Lidia� No s� si podr� soportarlo, pero os quiero demasiado como para perderos. No creo que me acostumbre a veros y saber que os acost�is juntos, tampoco creo que sea capaz de ocult�rselo a vuestro padre, as� que lo mejor es que os establezc�is por vuestra cuenta. Ya me encargar� de buscaros algo y de convencer a pap�. A m�, desde luego, me hab�is hundido, pero sois mis hijos y por vosotros dar�a la vida. En ese momento s� que llor� de pena por mis padres, ve�a que les hab�amos hecho una faena que no eran capaces de soportar, por lo menos mi madre, pap� quiz�s no llegar�a a enterarse. Luego fue m�s f�cil, a pesar del asombro de pap�, mam� consigui� que nos independiz�ramos. Le cont� que Carlos ya era mayor, ya hab�a terminado los estudios y era l�gico que empezara una nueva vida. De m� le dijo que necesitaba algo de independencia para terminar la carrera, un ambiente de estudio mejor del que hab�a en casa. Lo que no le dijo fue que nos �bamos a ir juntos. Mi hermano encontr� trabajo enseguida y a m� s�lo me faltaba un curso para terminar la carrera, viv�amos en un pisito peque�o, s�lo ten�a un dormitorio, pero no nos hac�a falta m�s. Los fines de semana �bamos a la casa paterna a comer, a pap� le encantaba cuando est�bamos todos juntos, mam� pon�a unas caras que� Todo era perfecto, casi sent�a remordimientos por ser tan feliz� As� que lo tuve que pagar y seguir� pagando mientras viva. -�Carlos, has comprado la leche? � Le dije una noche al ir a prepararme un chocolate caliente -�Mierda, se me ha olvidado! No te preocupes, ahora voy � contest� cogiendo su chaqueta -No, d�jalo, me puedo pasar sin el chocolate� Sin embargo, sali� de casa a buscar alguna tienda a�n abierta para comprar un cart�n de leche. Me qued� sola viendo la tele, se hac�a un poco tarde, mir� el reloj y me extra�� que Carlos no hubiera vuelto todav�a� Me despert� el sonido de llamada del m�vil, era un n�mero desconocido, extra�ada por la hora lo cog� -�Diga? � -�Lidia � , por favor? � Pregunt� una voz femenina. Toda extra�ada contest�.
-S�, soy yo �qu� quiere? � -�Conoce usted a Carlos �? - �Co�o! Me estaba acojonando -S�, es mi hermano �Pasa algo? � Empezaba a ponerme m�s que nerviosa. -�Puede acercarse a la comisar�a? All� le explicar�n todo -��LA COMISAR�A?! Carlos.
- Me qued� muda, algo grave hab�a pasado y ten�a que ver con
-�Se�orita? -SS�, s�, ahora voy � Dije temblando Me vest� a todo correr con lo primero que pill�, en la calle cog� un taxi rumbo a la comisar�a. All� me enter�, all� se derrumb� mi mundo� Carlos, mi Carlos, mi hermano, mi �nico amor hab�a recibido una serie de heridas de arma blanca cuando unos ladrones intentaron atracar la tiendecita de chinos que hab�a cerca de casa. Por lo visto, se meti� en medio e intent� evitarlo, dej�ndose la vida en el intento. Ahora estaba en el anat�mico forense a la espera de identificaci�n. Totalmente p�lida, sin color en la cara, con el alma encogida, incapaz de reaccionar de ninguna manera, un coche de la polic�a me llev� al instituto anat�mico. En una morgue, en un caj�n con puerta met�lica como en las pel�culas, all� estaba, all� le vi por �ltima vez, all� grit� de espanto y desesperaci�n, all� vomit� Y all� me desmay�. La cl�nica psiqui�trica volvi� a ser mi residencia a partir de entonces, y aqu� sigo, no soy capaz de nada, solo de llorar, llorar todos los d�as, a todas horas� �Era tan feliz! No lo ten�a que haber dicho, fue tentar al destino. Carlos, mi Carlos� Pero dentro de poco me reunir� con �l, si hay un m�s all�. Si no lo hay, tampoco me importa demasiado, no quiero seguir aqu� sin mi hermano, no me lo puedo quitar de la cabeza y s� que nunca querr� a otro como a �l. Ni siquiera creo que pueda llegar a querer. En cuanto encuentre la manera, lo har�, aqu� no hay pastillas, las ventanas tienen rejas� Pero creo haber descubierto una forma de subir a la azotea, no hace falta m�s. Un peque�o saltito y quiz�s, si hay un �m�s all� vuelva a estar con �l, con mi �nico amor, con quien fui y, qui�n sabe, volver� a ser feliz. La Madrina Marlene Ortiz(
[email protected]) s: 55.814 Valoraci�n media: Valoraci�n Media: 8.91 N�m. Valoraciones: 11 Tiempo estimado de lectura: [ 24 min. ] + Mi prima me env�a a su hijo para que lo aconseje y no entre en malos caminos, lo que no nos imagin�bamos es que el iba a entrar en mi muchas muchas veces.
Version para imprimirEnviar este relato a un amigo/a La Madrina Mis lectores y amigos esta es mi m�s reciente aventura y espero les agrade. A m� me encanta compartirlas con ustedes y el correo electr�nico que recibo de ustedes me empuja a seguir escribiendo y relatando mis experiencias. Como siempre, favor de leer las historias previas para que tengan una idea de c�mo soy yo y quienes son los personajes de mis relatos. ~Junio 2, 2019~ Siempre he estado orgullosa de mi juventud. Algunos de ustedes que han recibido mis fotos pueden dar fe de eso. Intento mantenerme activa y seamos honestos, cuidar de una ni�a de 4 a�os es hacer ejercicio por s� solo. Adem�s de cuidar de mi nieta, las tareas de la casa y las reuniones y almuerzos de mis proyectos de caridad me mantienen ocupada y movi�ndome el d�a entero. Y, no olvidemos las frecuentes visitas al gimnasio. No voy a entrar en detalles de nuevo sobre mi apariencia, pero digamos que todav�a los caballeros de todas edades se dan media vuelta cuando me ven caminar por su lado. A la edad de 20 a�os, mi prima Miriam dio a luz a un hermoso beb� en el estado de Texas, haciendo que su esposo, un militar de carrera, sea un padre muy orgulloso y, por habernos criado muy juntas desde ni�as, ella me nombro la madrina de su hijo. Desafortunadamente, su padre falleci� en un accidente de entrenamiento militar cuando Jos� mi ahijado ten�a ocho a�os. Las cosas no eran tan malas para mi prima y su hijo. Ten�an un seguro de vida que pago su casa, m�s la modesta cantidad de dinero que les daba el gobierno por ser viuda militar. Mi prima conoc�a a todos en su peque�a ciudad tur�stica en el centro de Texas, lo que la ayud� a conseguir un trabajo en un lujoso hotel local. Miriam y su hijo se establecieron en una existencia tranquila pero c�moda. Despu�s del bautizo y mediante los a�os pasaban no tuve un o frecuente con mi prima ni con mi ahijado, una foto de la escuela de vez en cuando o un mensaje en el �Feis� me dejaban ver el crecer de mi ahijado y las actividades que llevaba. Ahora que saben un poco sobre el trasfondo de esta historia, contar� mi peque�o secreto a aquellos que no han le�do mis historias anteriores. Me llamo Marlene, tengo 49 a�os de edad, y he estado en la relaci�n �ntima m�s incre�ble con mi hijo Gabriel durante los �ltimos 3 a�os y medio. Debo decirles que, como hijo, esposo y amante, �l se ocupa de todas mis necesidades como mujer. Bueno, cuando �l est� en casa de todos modos. �l ha estado subiendo en la escala corporativa y eso significa m�s viajes, m�s compromisos y responsabilidades, lo que a su vez significa m�s oportunidades para que la zorra en m� quiera salir y jugar. Les digo que a veces ha sido dif�cil mantener mi relaci�n sexual con Gabriel del resto de la familia. De cualquier manera, que mi hijo deje su hogar por largos per�odos de tiempo ha sido una bendici�n, ya que soy libre de hacer lo que me plazca. Ante la posibilidad de que piensen mal de m�, debo decirles que lo respeto plenamente como esposo y compa�ero, pero si hay alguna mujer que est� leyendo esto, ustedes deben entender mi situaci�n. Todas tenemos necesidades. �Ahora! Me distraje por un momento. Aqu� est� el secreto que he estado deseando contarles a ustedes durante meses. Miriam mi prima me envi� un mensaje hace unos tres meses atr�s rog�ndome que le de hospedaje a Jose por un tiempo ya que se hab�a amistado de un grupo de chicos que no eran de su gusto, por lo visto ellos eran de mala vida y quer�an que Jose se incorporara a sus actividades maleantes. Miriam al ver el camino malo que esto pod�a producir decidi� enviarlo a la Florida donde vivo con mi hijo Gabriel, para quiz�s con mis consejos cambie de esas costumbres feas.
Jos�, mi ahijado, lleg�, no inesperadamente, a mi puerta hace tres meses. Recib� una llamada de mi prima dici�ndome que esperara a Jos� el siguiente S�bado por la tarde. A los 20 a�os, despu�s de un tiempo corto en la universidad, hab�a decidido que no era algo que quisiera continuar, lo que llev� a que su madre finalmente dijera que ya era suficiente y me lo envi�. Abr� la puerta ese S�bado por la tarde, para ver a un chico de 1.82 metros de alto, musculoso, de piel oscura, y una sonrisa media t�mida y coqueta al mismo tiempo parado frente a m�. Era la pura imagen de su padre, de descendencia afro-americana. No lo hab�a visto f�sicamente en m�s de 16 a�os y me asombro lo apuesto que era en persona. "�Hola madrina!" "�Hola Joselito como estas, pasa por favor y ponte c�modo!" Le conteste, recibi�ndolo con un fuerte abrazo. Despu�s de cocinarle una deliciosa cena, nos sentamos hasta despu�s de la medianoche para ponernos al d�a con todo lo que hab�a sucedido en los �ltimos a�os. �l me dio la primicia sobre su madre y las cosas y los proyectos en los que ella estaba trabajando y las relaciones amorosas que ahora ten�a con su novio. "�C�mo estuvo tu vuelo desde Texas cari�o? �Cu�nto tiempo piensas quedarte conmigo?" Yo cuestion� "El clima estuvo perfecto para el vuelo". Respondi�. "Mam� dijo que estaba segura de que ten�as muchas tareas en las que podr�as usar mi ayuda ya que Gabriel no est� en casa. Tengo que pagar por mi habitaci�n y comida de alguna manera. �Es un mes demasiado tiempo?" "No seas tonto". Yo lo rega��. "Tengo algunas cosas que hay que cuidar, pero de ninguna manera deber�as considerarlo como pago para alojamiento y comida. Incluso yo te pagar�a a ti. Te ayudar�a en reunir un dinerito para tus gastos personales". La siguiente semana y media su compa��a me dio un renovado vigor y fuerza. Era, s�, intoxicante, tener a un hombre, as� sea mi ahijado, cerca para cocinarle y hacer algunas de las tareas m�s extenuantes en ausencia de mi hijo. La mayor�a de las veces, ignor�bamos las tareas y nos dirig�amos a la ciudad para comer helado, visitar amigos y presentarles a mis amigas mi ahijado. Me sent� m�s viva que en algunos a�os. Me despert� un s�bado por la ma�ana y comenc� a preparar el desayuno para mi nieta y Jose, mientras recog�a la ropa para comenzar a lavarla. Sin pensarlo, honestamente, abr� la puerta de la habitaci�n de Jose y me estremec� con verg�enza, al verlo acostado en la cama masturb�ndose. Ya saben, tirando de su polla. Fue un momento muy vergonzoso para m� al no saber c�mo iba a reaccionar al encontrarlo en esa situaci�n. "�Lo siento mucho, cari�o!" Tartamude�, mientras me retiraba apresuradamente, cerrando la puerta. Cuando el pobre chico baj� a desayunar, me fue dif�cil hacer o con �l. "Madrina, todo est� bien". Me lo asegur�. "No deber�a haber estado haciendo eso aqu� de todos modos". "Deber�a haber golpeado primero". Respond�. "Simplemente no estaba pensando. Un hombre joven necesita liberar la tensi�n acumulada. �Y por qu� no te sientes libre de hacer eso aqu�?" Pregunte con consternaci�n.
"Bueno, �vamos a fingir que no sucedi�?" �l ofreci�. "�Nuestro peque�o secreto?" "�Qu�? �Crees que saltar�a al tel�fono y hablar�a con tu madre?" Brome� "�No! �Madrina!" �l ri�. "Aprecio tu actitud abierta sobre el tema". Bueno, estoy interesada en mantener nuestro peque�o secreto, pero me cuesta mucho olvidar lo que sucedi� y lo que vi. No pod�a dejar de pensar en esa polla negra, gruesa y brillosa entre sus manos. Repitiendo el evento en mi cabeza, el no parec�a preocupado por cubrirse a s� mismo. �Estar�a exagerando? Me qued� all� de 4 a 8 segundos y �l se sorprendi� tanto como yo. �l podr�a haber reaccionado, cubri�ndose a s� mismo, o algo as�. Ahora, �l no ha actuado de manera diferente. Y tampoco yo, abiertamente. Pero, estoy adolorida con toda la atenci�n que le he estado dando a mi vagina, las �ltimas dos noches. Para ser m�s exacta, mi peque�o cl�toris. Todo lo que puedo pensar es mi ahijado, est� bien, confieso, su polla bastante grande. Lo s�, no la pude ver completamente, �l la hab�a agarrado casi toda, pero vi la cabeza y era lo suficientemente grande para hacerle competencia a una lata de cerveza. Hab�an pasado dos semanas, y una ma�ana me sorprendi� un poco cuando Jos� baj� a desayunar. Camin� detr�s de m� mientras yo fregaba unos platos en el lavabo de la cocina y puso sus brazos alrededor de mi cintura, d�ndome un enorme apret�n, sac�ndome completamente fuera de guardia. No es que necesitara mi guardia arriba, f�jense. Yo llevaba puesto unos pantaloncitos cortos como usualmente uso en casa, una camiseta liviana y nada m�s. Por lo que pude sentir todo su cuerpo apret�ndose al m�o. "�Sabes, madrina?" El empez�. "�Tienes que decirme por qu� nunca te casaste de nuevo? Eres una mujer muy guapa. Me casar�a contigo si no fueras la prima de mi madre. Estar�a durmiendo en el paso de tu puerta, de verdad lo har�a." "�Qu� te hace pensar que necesito un hombre en mi vida? A pesar de que ser�as un buen candidato si las cosas fueran diferentes, me imagino." Mientras desayun�bamos, le cont� las razones por las que nunca me hab�a vuelto a casar. M�s o menos la misma historia que les he contado a mis lectores, sin mencionar las cosas m�s �ntimas, por supuesto. "Madrina, todav�a no entiendo c�mo una mujer como tu puede llevar una vida sin un hombre". �l dijo. "Mam� y su novio siempre se pasan arrasando el uno al otro, ya sabes, en el dormitorio. �Nunca tienes anhelos en esa �rea?" "�Y c�mo sabes esas cosas sobre lo que hacen tu mam� y su novio en el dormitorio, jovencito?" "Los he estado escuchando a trav�s de la pared durante meses". Respondi�. "Pens�, si mi madre es as� y las primas que crecen juntas suelen tener los mismos h�bitos, me preguntaba por ti". "�Has estado pensando mucho?" Yo desafi�. "Te sugiero que te concentres en las tareas de hoy para que se te vaya esa fuerza para estar pensando estas bober�as". "�Oh! Tengo mucha fuerza, madrina". Respondi�. "�Si entiendes lo que digo?" "�Eres siempre tan abierto sobre tales asuntos?" Le pregunt� a �l. "Vas a hacer que
tu madrina se sonroje con tantas tonter�as". "No te sonrojaste cuando entraste en mi habitaci�n sin antes avisar". El desafi�. "De hecho, �la mirada en tu cara parec�a mostrar curiosidad?" "�Bastante ya muchacho!" Yo amenace "�Ser� mejor que comas y vayas a hacer tus tareas antes de que te d� con la escoba!" Ahora, no soy ingenua. Sab�a cu�les eran los pensamientos de mi ahijado. Me ve�a como una mujer sola en el mundo, sin un hombre a su lado, lo que se traduce como una mujer con una necesidad desesperada de sexo. Si hubiera podido decirle lo buena que era mi vida sexual, podr�a haber tenido una actitud diferente. O eso cre�a en ese momento. Pero d�jenme continuar. M�s tarde esa noche, mientras regres�bamos de la helader�a, yo ten�a mis propias preguntas. "Supongo que cuando te fuiste de casa, �un joven guapo como t� debe haber dejado a una joven guapa llorando?" Yo pregunte. "Para ser honesto, madrina, no he tenido mucha suerte con las chicas". Respondi�. "He tenido algunas novias, pero las he perdido a otros muchachos. Ha sido francamente deprimente. Es una de las razones por las que acced� a mudarme contigo". "�Le est�s diciendo a tu madrina que a tus 20 a�os nunca has tenido relaciones �ntimas con una chica?" Pregunt�, en tono preocupado. "Mi �nica intimidad ha sido escuchar a mam�". Respondi�. No me gust� mi siguiente pregunta, pero su isi�n, dos veces ahora, de tener conocimiento de los momentos �ntimos de su madre me molest� desde la primera vez que lo mencion�. "Alguna vez, y odio usar la palabra esp�a, as� que lo pregunto directamente, �alguna vez has visto a tu madre............ teniendo sexo?" "�No! Pero para ser honesto, si lo he intentado". Respondi�. "Pero s�lo he visto algunas pel�culas porno. "La pregunta me hab�a estado molestando. Lo siento". Me disculp�. "Supongo que la realidad de todo esto es que si est�s viendo a tu madre o una pel�cula, se trata de lo mismo, si no participas de verdad, te sientes frustrado". "Entonces, �est�s diciendo que est�s frustrada tambi�n?" "No pongas palabras en mi boca, jovencito". Lo reprend�, sin mucho fan. "Estamos hablando de ti".
ito libremente que sent� pena por mi ahijado. Yo misma he encontrado que la auto-gratificaci�n es bastante placentera. Me desconcert� que los dos pudi�ramos hablar de cosas tan �ntimas tan abiertamente y sin verg�enza. Con humor incluso. Pod�a decirse claramente que �l estaba m�s concentrado en que yo fuera una mujer, que su madrina, y en su evaluaci�n, que yo necesitaba compa��a sexual. Nos despedimos y nos retiramos temprano, alrededor de las 11:30. Me desnud� y tom� mi ba�o habitual. Sentada en el agua tibia, reflexion� sobre lo que podr�a estar haciendo Jose. Despu�s de la charla que tuvimos, yo sab�a que �l ten�a ganas de hacer, as� que estaba bastante segura de lo que lo estaba haciendo, o lo que har�a
antes de irse a dormir. Sal� del ba�o y me par� frente a mi espejo de cuerpo entero, estudiando mi cuerpo desnudo. Tuve que itir que incluso con el paso de los a�os mis muslos estaban llenos, pero aun as� tonificados. Mis piernas eran curvas pero no largas para mi altura de 1.52 metros. Mis pechos peque�os pero paraditos para mi edad. Mis pezones, rosaditos ??y sensibles a todo, pens�, segu�an siendo la envidia de cualquier chica universitaria. Torc� mis caderas para estudiar mis nalgas y yo, como siempre, pienso que son mis mejores atributos. Mi culo era un poco m�s grande de lo que preferir�a, pero, en general, tengo que darle a mi culo una calificaci�n de A+, ya que todo amante que he tenido se ha enloquecido por ellos. Vi mi vientre, ya no tan firme, pero afortunadamente no protuberante. �Ahora mi mont�culo! Eso si es algo hermoso, reci�n afeitadito es la kryptonita de los deseos de mi hijo. Para darme una verdadera evaluaci�n de mi feminidad, debo itir que no ten�a nada de qu� quejarme. Entonces escuche un golpe ligero en la puerta de mi habitaci�n. "Adelante." Dije, sin pensarlo, honestamente, me he acostumbrado tanto a caminar desnuda cuando Gabriel est� en la casa que no me di cuenta de que era solo un impulso y quien estaba al otro lado de la puerta no era Gabriel sino mi ahijado. "�NO! �NO! �Espera Jos�! No.............� Fue muy tarde. Mi ahijado estaba a unos buenos 2 metros ya dentro de la habitaci�n. Agarr� mi bata de ba�o, que estaba, desafortunadamente, a unos 4 metros de distancia. "�Cari�o! �Lo siento mucho! �No estaba pensando!" Tartamude�, disculp�ndome. "Estaba so�ando despierta." "�Mir�ndote en el espejo, desnuda?" El cuestiono "�Lo haces a menudo?"
"Una mujer mayor necesita estudiar su cuerpo, de vez en cuando. Son buenas pr�cticas de salud. Pero bueno, ya est�s aqu�. �Qu� puedo hacer por ti?" Contest�, atando el cinto de algod�n alrededor de la bata de ba�o. Not� que el llevaba pantalones cortos de pijama y una camiseta blanca. Y apareci�, reci�n ba�ado, con el pelo todav�a un poco h�medo. "Eres una hermosa mujer." El elogio No le di las gracias, qued�ndome callada. �l continu�. "De todos modos, no tengo sue�o en absoluto. Me preguntaba si todav�a estar�as despierta. �Pens� que tal vez podr�amos hablar un poco m�s?" Tuve la tentaci�n de decirle que s�, que estaba cansada y con sue�o, pero �l me mir� muy deprimido y simplemente no tuve el coraz�n para rechazarlo. "Solo estoy un poco cansada, pero no tengo sue�o. Ven, si�ntate conmigo en la cama y podemos hablar un poco m�s". Suger�. "Aqu�, no muerdo. Recu�state sobre las almohadas y si�ntete c�modo. Y, justo en caso, si me quedo dormida, simplemente apaga la luz y cierra la puerta cuando te retires". Escuch� a mi ahijado hablar por m�s de una hora, inyectando una pregunta aqu� o all�, y todav�a no me entraba el sue�o. Coment� ocasionalmente para darle la impresi�n de que me aferraba a cada palabra, pero mi mente segu�a pensando en un solo pensamiento. �Deber�a darle a este ni�o, mi ahijado y el hijo de querida
prima, una experiencia que �l recordar�a toda su vida? Llegu� a una decisi�n, "por qu� rayos no" Los dos est�bamos acostados de espaldas y yo tir� del cintur�n de mi bata de ba�o para aflojarlo un poco, antes de girarme hacia mi lado derecho para verlo de frente. "Amor, �sabes que se supone que una mujer debe chequear si se encuentran masas en sus senos ocasionalmente? Por eso me estaba mirando en el espejo". Dije, tan despreocupadamente como pude. "En el momento que entraste pens� que sent� algo. Me estaba preguntando. �Crees que podr�as chequear aqu� por m�, a ver si sientes algo?" Abr� la bata para exponer una buena parte de mi seno izquierdo, apuntando con mi dedo �ndice a un �rea cerca de la parte inferior. Gir� ligeramente a su izquierda y sostuvo su mano derecha a unos cent�metros de mi seno. "�Qu� es exactamente lo que estoy buscando?" El pregunt�. "Cualquier cosa que se sienta dura, como una masa. Tienes que apretar un poco fuerte". Contest�, tan seriamente como pude. "No te preocupes por hacerme da�o". Estudi� su reacci�n buscando algo en su cara que indicara lo que podr�a estar sintiendo, o pensando, mientras apretaba mi pecho. "�Sientes algo cari�o?" Yo pregunt�. "No. No puedo decir que sienta ninguna masa madrina". �l respondi�, luego pregunt�. "�Qu� tal el otro?" "No, solo pens� que era esta". Respond� "No hay masa. Eso es algo bueno, �verdad?" "�S�! �Eso es algo realmente bueno!" Intencionalmente no intent� alejarme de �l y �l continu� apretando mi pecho, pero de una manera m�s suave. "�Pareces estar disfrutando?" Dije suavemente, con un ligero tono burl�n y algo sensual mordi�ndome el labio inferior. "Lo estoy, pero voy a dejarlo si quieres que lo haga, madrina" Coment�. "Realmente no veo ninguna raz�n para que te detengas. �Se siente muy bien cari�o!" Respond�. "Pero, �qu� tal si empiezas a llamarme Marlene, en lugar de madrina? Llamarme Marlene ser�a un poco m�s informal y c�modo, �no te parece?" "S�, Marlene". El reconoci�. "�Mucho menos formal!" "Exactamente." Contest�, con ternura. "Masajear el seno de tu madrina, es mmm �no no�. Masajear la teta de Marlene, es m�s aceptable. Sin embargo, debe ser nuestro peque�o secreto.
un
"Ciertamente." �l f�cilmente estuvo de acuerdo. Lo dej� acariciar mis tetas por un buen rato, incluso gir�ndome un poco para darle a la otra. Al mirar hacia abajo, pude ver claramente el contorno del comienzo de su erecci�n. Ahora f�jense amigos, no ten�a un plan de juego aqu�.
Estaba solamente dejando que mi ahijado disfrutara de mi cuerpo. "Bebe." Dije sensualmente, y usando mi dedo �ndice de nuevo para se�alar mi pez�n endurecido. "Pon tus labios aqu� mismo. Ch�palos ligeramente. �As�, amor, as�!" Lo hizo con timidez pero con convicci�n. Los pantalones de pijama de mi ni�o estaban lo suficientemente flojos alrededor de las piernas para permitir que me sorprendiera totalmente al sacar su polla muy erecta, con su mano derecha. Me qued� bastante sorprendida por la audacia de su movimiento y su acci�n. Mi sorpresa se disip� bastante r�pido y me qued� mirando a mi ahijado acariciando su polla mientras chupaba mi pez�n, con los ojos cerrados. Pude ver que �l ten�a bastante vello p�bico, todo tan negro azabache como el cabello en su cabeza. Su cuerpo musculoso, sus brazos cubiertos de venas y su marco de hombre me resultaron omnipotentes. No s� con certeza cu�nto tiempo dej� que este ni�o continuara. �l no parec�a estar llegando al orgasmo. Tal vez �l hab�a tomado un curso de acci�n tan atrevido para mi beneficio. Tengo que itir que estaba contenta con el momento. Bueno, casi. "Joselito mi amor, �puedo?" Pregunt�, colocando mi mano izquierda sobre su mano y buscando desplazar su mano por completo. Me permiti� hacerlo, comenc� a jalar su polla y el comenz� a chuparme un poco m�s el pez�n usando su lengua y sus dientes para aumentar esa sensaci�n tan rica. Ahora ten�a una mano libre y descendi� en mi cadera. Solt� su polla y quit� su mano, luego, volv� a su polla. Tres veces lo hice. Cansada del juego, dej� que su mano permaneciera en mi cadera. Pronto, su mano vag� sobre mis caderas a mi culo, apretando mis nalgas casi en todas partes donde su mano acariciaba. Mis lectores estar�an orgullosos de m�, y mi presencia mental para seguir manteniendo la calma. Cualquiera que fuera el plan de juego que ten�a, ciertamente no iba a estar en una v�a r�pida. Iba a asegurarme de que este joven conociera a fondo el cuerpo de una mujer madura esta noche. �Madrina que ricas nalgas tienes, me vuelven loco lo grandes que son� Dijo el entre chupones de mi pez�n. Como era de esperar, al menos as� lo hizo, su mano errante finalmente intent� deslizarse debajo de mi bata. Cubri� todo mi culo de nuevo, apretando y acariciando con esas manos grandes que tiene haci�ndome gemir. Sus dedos buscaron la grieta de mi culo, extendi�ndose lo suficiente como para tocar un poco de mi labia. Nada serio. Estaba lista para capturar su mano. Pero, me dej� saber hacia d�nde se dirig�a su deseo. Pens� que ya era hora de darle al ni�o un vistazo al verdadero tesoro. "Amor, baja, un poco". Yo persuad� "Suelta el pez�n un ratito beb�. Puedes chuparlos un poco m�s tarde, si quieres". Mientras el maniobraba hacia abajo, me aferr� a su polla y b�sicamente me invert� en la posici�n 69. Mi inclinaci�n era colocar mi concha en la posici�n correcta para que el la estudiara hasta enviciarse. Todo el tiempo, acariciando su polla, y pudiendo ver bastante bien su polla y sus bolas, finalmente, considerando que su polla era m�s que adecuada. Una serpiente negra y brillosa. Al ver que mi otra mano estaba libre, solt� su polla el tiempo suficiente para cambiar de manos y quitarle parcialmente su pijama. Sent� sus manos subiendo y bajando, y rodeando mis piernas, es inexplicable lo que se siente cuando unas manos nuevas te acarician de esa forma. Lo sent� hurgar en el cinto de algod�n, desat�ndolo y separando ambos lados para que me desnudara. Ahora
lo observ� mientras pasaba su mano y sus dedos por mi lisa y h�meda concha. Finalmente, mov� mi pierna derecha para permitirle ver el tesoro que tanto anhelaba de su madrina. �Es la cosita m�s hermosa que he visto en mi vida Marlene. Comento �l. "�Debo decirte qu� verga tan linda, grande y dura tienes bebe!" Regres�. "Y por favor, no seas t�mido. Mi vagina est� ah� para tu placer". Sent� sus dedos sondeando y tengo que itir que en este momento estaba empezando a dejarme llevar por todas las pasiones de esta locura. Les digo que m�s de unos pocos gemidos escaparon de mis labios y me tom� toda mi concentraci�n mantener mi cuerpo inm�vil. Mi atenci�n a su polla, acarici�ndola, aument� considerablemente, mientras mi mano libre acariciaba sus bolas. "Madrina........ Quiero decir, Marlene, tu cl�toris es casi tan grande como tus pezones". Me inform� mientras lo tocaba ligeramente. "�De verdad bebe?" Murmur� a trav�s de un gemido. "�Es duro como mis pezones?" "S�, parece ser". Respondi�. "�Puedo chuparlo tambi�n?" "Lo que quieras, mi ni�o". Respond�. "Pero besar o lamer es bueno tambi�n". Jos� tom� mi sugerencia y yo luch�, realmente luch�, para mantener mi compostura. Con avidez me llev� la polla de Jos� a mi boca. Chup� la cabeza grande y morada muy ligeramente hasta que sent� su dedo penetrarme. Para calmar mi excitaci�n, mov� mi mano hacia abajo un poco para permitirme que me llevara la mitad de su gruesa polla a mi boca. Con mi dedo pulgar e �ndice, continu� acariciando la parte inferior de su tronco mientras mi boca consum�a la parte superior, chupando firmemente. Me pareci� bastante agradable cuando escuch� y sent� sus gemidos. M�s agradable, debo confesar, que con mi hijo Gabriel. Tuve que apartarme de �l concha de la atenci�n de chupando su polla cuando piernas. Ahora yo estaba
o me iba a correr. Maniobre mi cuerpo para quitar mi Jos�, el expresando su desagrado por supuesto. Yo contin�e me puse de rodillas y me sent� a horcajadas sobre sus completamente fuera de su alcance.
"�Madrina! �Tr�elo de vuelta! �Por favor, trae tu co�o de vuelta aqu�!" Me suplic�. "Solo recu�state y deja que tu madrina te mime". Dije, liberando su polla, mir�ndolo c�lidamente, mientras continuaba acariciando su polla con convicci�n. Comence la succi�n de vuelta a su polla sin pensar mucho en el inevitable resultado. Dios, sab�a que si continuaba, �l iba se iba a venir en mi boca, pero esta era la primera vez que ten�a a mi ahijado en esta situaci�n y pens�, qu� tan malo podr�a ser, ya hab�amos cruzado a un camino de no dar de vuelta. Mi ahijado me ten�a desnuda en mi propia cama mam�ndole su tremenda polla negra. Amigos, yo no tengo remedio, la realidad soy una puta hambrienta de pollas duras. Fue solo un minuto o dos antes de que explotara en mi boca. Trague lo m�s que pude, pero chorro m�s chorro la cabeza de esa serpiente negra escup�a mas halla de mi garganta y lo que no me pod�a tragar de su leche, espesa y tibia emanaba de mi boca en todo un espect�culo morboso. Pase su polla por mis tetas dejando los �ltimos rasgos de semen en mis pezones, era algo completamente er�tico. Escuch� sus gemidos mientras su culo se estremec�a con un orgasmo fant�stico. "Qu�date ah�, beb�". Dije con un tono muy suave. "Deja que tu madrina consiga un pa�o tibio para limpiarte". Me levante de la cama y camine muy sinuosamente hacia
el ba�o, sabiendo que �l me observaba las nalgas mientras me retiraba, yo solo sonre�a y saboreaba los �ltimos rastros de la leche de mi ahijado que quedaban en mi boca. Reflexion� sobre el cambio de nuevo a "madrina" de "Marlene", y para ser sincera, ya no me importaba en lo absoluto. Corr� una toalla bajo el agua caliente y volv� a la cama, me arrodille a su lado y termin� de quitarle su pijama limpiando suavemente su polla mientras sus manos manoseaban mis tetas y apretaban mis pezones. Regres� mi boca a su polla flacida y comenc� a chuparla con amor una vez m�s. No pas� mucho tiempo antes de que estuviera en atenci�n otra vez. Le di una �ltima chupada saboreando su verga, y me levant�, indic�ndole a Jos� que se levantara tambi�n. "Eres un jovencito muy bueno mi amor". Arrull�, mientras le quitaba su camiseta y nos gir�bamos, coloc�ndome de espalda en la cama. "�Te gusto lo que hicimos mi amor?" "�S�! Fue fant�stico, madrina". "Eres tan bueno con madrina Joselito. Quieres hacer feliz a madrina, �verdad, beb�?" "S�. Lo que t� quieras madrina, no te puedo resistir". Respondi� acariciando mis tetas una vez m�s. "�Quiero que me folles, Joselito!" Orden�, tirando de �l sobre la cama y recibiendo su delicioso cuerpo encima de m�. "�Vamos, folla a madrina bebe que te quiero sentir adentro de m�!" Yo arrull�. Abr� mis piernas mientras buscaba su polla; y en un movimiento fluido, puse su polla en mi concha. "�Empuja, beb�! �Dale esa vergota negra a tu madrina!" Yo persuad� "�M�temela cari�o, si as�. que rico! �S�, Joselito, folla a tu madrina mi amor!" Comenc� a aullar y gritar como una zorra en celo. La naturaleza tomo su curso cuando envolv� mis piernas alrededor de mi ahijado hincando mis tobillos en sus duros gl�teos. El comenz� la cogida m�s apasionada, incestuosa y lujuriosa que hab�a tenido en mucho tiempo. La combinaci�n de su cuerpo negro y mi piel blanca hac�an que me pusiera m�s cachonda que nunca. Me imagin� con su reciente eyaculaci�n que me esperaba una larga y buena follada. Estaba en lo correcto. Deje que mi jovencito se pierda en su primera experiencia de tener sexualmente a una mujer, y quien mejor que su madrina para ense�arle los placeres prohibidos. "�Te gusta la conchita de tu madrina mi amor?" Susurr�. "�Te gusta lo puta que soy?" "�S�! �Me encanta tu concha! Me encanta follarte, madrina", exclam� entre gemidos de placer. Mi ni�o estaba apoyado en sus codos, soport�ndome con sus manos debajo de mis hombros. Sin saberlo, era un amante muy atento. Su gruesa polla estaba comprimiendo mi cl�toris con cada golpe. La longitud y el grosor de su polla eran algo que me estaba enviciando, volvi�ndome loca de placer y de repente record� a su madre d�as atr�s rog�ndome que lo cuidara y que lo aconsejara, si la pobre mujer me viera ahora, desnuda en mi cama con las piernas abiertas en toda su gloria, con su propio hijo ensart�ndome su tremenda polla y haci�ndome gemir como una perra. De verdad me
dio gracia toda esta situaci�n y me entro m�s morbo todav�a. "�M�s duro, beb�! �Folla a tu madrina m�s fuerte!" Lo persuad�, queriendo perder el control y alcanzar ese objetivo m�gico. "�S�! �M�s fuerte! �Dame duro y hazme tu mujer papito!" Jos� ahora estaba martillando mi concha con esa verga descomunal. Mi culo se estaba levantando para cumplir con sus empujes, hundiendo su polla profundamente en mi vientre. "�Me vas a hacer correr papi!" Gem� en voz alta. �Ya ya, ya! �Ahyyyyyyyyyyyy siiiiiiiii! Mi cuerpo se sacudi� salvajemente cuando el orgasmo me recorri� de pies a cabeza. Cuando mi orgasmo se calm�, me di cuenta de que mi ni�o todav�a me estaba follando con determinaci�n. Sab�a que no hab�a riesgo de dejarlo terminar dentro de m�. Entonces segu� recibiendo sus embates y esper� lo inevitable. "�Vente para m�, mi amor!" Yo persuad� "�Termina en mi conchita papi! �Llena el vientre de tu madrina con esa leche deliciosa! �S�! �Vamos! �D�mela cari�o!" Y �l lo hizo. Jurar�a que bombe� una buena cantidad de semen dentro de m�, despu�s de haber bombeado una buena cantidad en mi boca, 15 minutos antes. �Ya se pueden dar cuenta! Todo esa incestuosa y lujuriosa follada tom� menos de una hora, desde �l caminando por la puerta de mi habitaci�n hasta que me llen� la concha de leche. �Lo s�! Tanto que quer�a tomarme mi tiempo, verdad. Bueno, todo lo que les pido a ustedes es que entiendan que ha sido un largo tiempo para m� sin estar con mi hijo Gabriel y era la primera vez para Jos�. Gabriel regreso a casa despu�s de unos d�as para pasar un tiempo conmigo y con su hija, y esos d�as fueron una tortura para Joselito, pero al cabo de una semana Gabriel tuvo que marcharse otra vez. Debo decirles que no fue necesario convencer a mi ahijado para que se quede un tiempo m�s haci�ndome compa��a. Nos llegamos a conocer muy �ntimamente y nuestra relaci�n sexual durar�a la mayor parte de la noche, de las muchas noches en que el paso en mi cama. �Y los muchos d�as tambi�n! El chico madur� mucho en el tiempo que estuvo conmigo, tiene proyectos de estudio y de trabajo y ha dejado completamente atr�s a todas esas malas ma�as gracias a su madrina querida. De mi aprendi� muchas cosas, entre ellas, como darle placer a una mujer. Ambos tenemos recuerdos para toda la vida, incluso si su madre nunca me vuelve a visitar; estoy segura de que mi ahijado pronto visitar� a su madrina otra vez. Hasta la pr�xima mis amigos. La timidez de mi hijo alberto2000(
[email protected]) s: 82.696 Valoraci�n media: Valoraci�n Media: 9.08 N�m. Valoraciones: 26 Tiempo estimado de lectura: [ 39 min. ] + Madre encuentra en dormitorio de su hijo una de sus bragas impregnadas de semen. Aquello le provoca confusi�n, sin llegar a comprender unos deseos inconfesables, que terminaron siendo irrefrenables. Version para imprimirEnviar este relato a un amigo/a El presente relato no se trata de una experiencia personal, habiendo tenido
conocimiento de la misma a ra�z de una narraci�n de la que soy autor y que fue publicada recientemente en esta misma p�gina. Como he dicho antes, a ra�z de publicar mi relato y a trav�s de mi correo electr�nico personal, comenc� a recibir mensajes de varios remitentes comentando o preguntando algo sobre el mismo, siendo el de una se�ora a la que, para salvaguardar su identidad llamar� Lorena, el que llam� poderosamente mi atenci�n por la intensidad de sus palabras. A decir verdad, en principio dud� de la veracidad de cuanto expon�a en los mismos, pero tras un extenso intercambio de mensajes, por su forma de expresarse, su nulo inter�s en otra cosa que no fuera conversar, y otra serie de detalles, termin� por convencerme de que, en mayor o menor medida, podr�a deberse a experiencias reales o, cuando menos, a morbos muy intensos. Sus morbos, experiencias, o confesiones, terminaron excit�ndome de tal manera como para solicitarle permiso para ser condensados en el presente relato En aras de la confidencialidad que requiere una experiencia de este tipo, he tenido que alterar alg�n peque�o detalle, pretendiendo, eso s�, que, en todo momento se ajuste fielmente a las narraciones de Lorena, sin que alg�n a�adido en aras de novelarlo, o alguna omisi�n debida a la discreci�n, altere lo mas m�nimo el sentido de su experiencia, sea �sta real o ficticia. Antes de dar comienzo al relato de Lorena, hago un inciso para aclarar que, desde el inicio de lo descrito en esta narraci�n, hasta la culminaci�n de la misma, transcurri� un tiempo superior al novelado, as� como que sucedieron varios hechos de �inter�s� que ayudar�an a comprender mejor la transici�n en la actitud de los personajes y que �precipitaron� el desenlace, pero que no pueden ser descritos sin poner en peligro el anonimato de los personajes ---------- -------------------------
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Me llamo Lorena, tengo 48 a�os, f�sicamente soy lo que pudiera considerarse como �normal� en una se�ora de mi edad que ha tenido un hijo y un matrimonio fracasado que concluy� en divorcio a�os atr�s. Ni alta ni baja, ni guapa ni fea, m�s bien �entrada en carnes� que delgada, esto no representaba ning�n problema para mi �ego�, ya que, debiendo trabajar para complementar la pensi�n, junto a las labores de la casa y el cuidado de mi �nico hijo, me dejaban escaso tiempo o ganas de buscar una nueva relaci�n. Mi hijo, Roberto, la alegr�a de la casa, se trata de un chico de car�cter t�mido de 18 a�os de edad, alto, delgado, y ya sea por �amor de madre� o no, bastante atractivo. No pod�a ser m�s feliz con �l, jam�s dio un disgusto con los estudios, educado, cari�oso, nulamente problem�tico o rebelde, podr�a decirse que era, y es, la envidia de cualquier madre. Solamente un �pero�, y es que, excesivamente t�mido y hogare�o, me hubiera gustado que saliese m�s de casa y que conociera chicas, o se relacionara m�s, advirtiendo que llegaba a ruborizarse (aunque fuera de forma ligera y sin llegar a ser demasiado evidente), ante comentarios o bromas de tipo er�tico de alguna visita, (sobre todo de mi amiga Luc�a, la cual, a pesar de ser una excelente persona, sumamente extrovertida, no tiene reparos en decir cualquier barbaridad que se le presente), lo cual, aunque fuera achacable a su car�cter retra�do, tem� que pudiera agravarse con el tiempo debido a su inexperiencia en el trato con otras mujeres.
Aparte de este peque�o �pero�, que nunca lleg� a ser preocupaci�n, nuestra vida no pod�a ser m�s apacible y dichosa. Solo alg�n que otro �incidente� comenz� a alterar aquella �tranquilidad�. Por ejemplo, tras buscar alguna braguita en particular en los cajones de mi mesita de noche, a veces no lograba localizarla por mucho que los pusiera �patas arriba�, apareciendo d�as despu�s colocada en su sitio. A todo el mundo le ha pasado que, tras buscar alg�n objeto sin �xito durante horas, acaba d�ndose cuenta de que lo ten�a delante de las narices, por lo que no le daba importancia alguna, aunque esto se repitiera con excesiva frecuencia. Otras veces percib�a alguna min�scula, pero evidente �variaci�n� en la colocaci�n de mi ropa interior, cosa a la que tampoco encontraba m�s explicaci�n que a mis propios descuidos al ordenarla. En fin, simples tonter�as de las que no merec�a la pena preocuparse en absoluto de no estar muy aburrida, y yo no ten�a tiempo de eso. Todo se trastoc� cuando aprovech� su ausencia para hacer una �limpieza general� de la casa. Tras limpiar a fondo su dormitorio, decid� ordenar su armario ropero. Observ� una manta de invierno algo arrugada, y, al desplazarla, not� que ca�a �algo� al suelo. Tras fijar la mirada sobre aquel �objeto�, petrificada, apenas pude creer lo que estaban viendo mis ojos, se trataba de� �una de mis braguitas! Ni siquiera tuve tiempo de intentar adivinar el motivo de que una de mis braguitas hubiese �llovido� del armario de mi hijo, al quedar absorta contemplando las �manchas� de lo que, por muy inocente que me tratara, se trataban de unos evidentes �lamparones� de semen. Casi con asco, y agarr�ndolas de un extremo con dos dedos, not� que incluso estaban algo h�medas. No encontraba explicaci�n alguna a aquello por muy evidente que hubiera resultado para cualquier otra mujer que no fuera yo, ya que, en aquella habitaci�n solo dorm�a una persona que pudiera haberlas manchado as�. Al final, (se trataba de algo tan obvio como para buscar otra explicaci�n), no tuve m�s remedio que itir quien era el �culpable� de aquellas �manchas�, sin que esto me ayudara a concebir los �motivos� de la presencia de mis braguitas all�. Entend�a perfectamente, -aunque tampoco me lo hubiera planteado anteriormente-, que un chico de su edad se masturbara, (me vino a la cabeza un �quien lo hubiera pensado con lo t�mido que parece�), pero no encontraba el sentido de usar unas braguitas (ni siquiera me atrev� a usar el pronombre posesivo �mis�), en lugar de un pa�uelo papel u cualquier otra cosa para �limpiarse�. Espantada, las volv� a dejar en el mismo sitio, muri�ndome de verg�enza solo de imaginar en pedirle �explicaciones� cara a cara con las braguitas manchadas en la mano. En nuestra casa el sexo se trataba un tema �tab�, por lo que ni me planteaba la posibilidad de mantener una �conversaci�n� madre/hijo sobre algo tan embarazoso como sus �masturbaciones�
Cuando regres� a casa me cost� trabajo fingir que no hab�a pasado nada, avergonz�ndome de �l pensando en las �cochinadas� que practicaba en la intimidad de su dormitorio. Sin poder hacer un �drama� de aquello, si me inquiet� lo suficiente como para �desahogarme� con Luc�a, mi mejor amiga y con la que pod�a compartir cualquier tipo de problema. Luc�a, de mi edad, casada, cuya amistad se remonta a la ni�ez, se trata de una mujer extrovertida, a la que me une una confianza tan absoluta como para llegar a contarme sus devaneos o infidelidades con otros hombres, por lo que dif�cilmente aquella �tonter�a� que iba a contarle podr�a sonrojarla. Nos reunimos en una cafeter�a y, tras los correspondientes intercambios de chismorreos, le cont� lo que hab�a descubierto en el dormitorio de mi hijo, haciendo hincapi� en que no acababa de comprender el uso de ropa interior en esas �practicas�. Lorena, tu eres tonta, ya hace tiempo que te lo vengo diciendo, m�s inocente y crees en Pap� Noel. (Me espet� tras escucharme atentamente). -
�Y eso?
Vamos a ver�� los cajones donde guardas TU lencer�a revueltos�. TUS braguitas escondidas en SU dormitorio, TUS braguitas manchadas con SU semen�� �blanco y en botella! -
��?, no te entiendo. (Mi cara deb�a ser un poema).
Pues est� bien claro�� tu hijo se masturba fantaseando contigo. (Lo dijo con la misma serenidad con la que segundos despu�s pidi� al camarero un pastelito de merengue). �Est�s loca?, �C�mo va a ser� �eso�? aparte de que soy su madre tengo 48 a�os y no soy modelo precisamente� Lo que yo te diga, pero como eres tan inocente seguro que ni te has dado cuenta de c�mo te mira. �Mirarme?, claro que me mira, y me habla, y me besa, y me abraza, todo lo que quieras, pero como cualquier hijo a su madre. Me parece que la tonta eres t�. �Menudas barbaridades se te pasan por la cabeza! Pues si fuera �fetichista� robar�a la ropa interior de las vecinas o tan f�cil como comprarla, no usar�a la TUYA. Bueno� ya sabes que es muy t�mido, no me lo imagino comprando ese tipo de cosas y mucho menos rob�ndolas Pues ya est�. Lo que t� digas Lorena, pero ya ver�s c�mo tengo raz�n. Si realmente quieres pensar que us� TUS braguitas para limpiarse los mocos porque no encontraba un pa�uelo, es que eres m�s tonta de lo que pensaba. Pero vamos�. que tampoco hay que darle mayor importancia, esa atracci�n por sus madres les pasa a muchos chicos. �Por qu� crees que tenemos tanto �xito las �maduras� entre ellos? Inc�moda ante el cariz que estaba tomando aquello, cambi� de conversaci�n, aunque sin dejar poder dejar de pensar en sus palabras. Nerviosa, segu� escuchando a mi amiga hablar de otras cosas intrascendentes, pero
sin poder prestarle atenci�n, mientras mi mente divagaba sobre �detalles� que anteriormente me hab�an pasado �desapercibidos�. Y es que, efectivamente, alguna vez hab�a sorprendido a mi hijo �mir�ndome�, no de manera descarada y evidente, pero s� de �esa forma� que toda mujer sabemos. Record� tambi�n que, alguna que otra vez, y con alguna excusa poco consistente, hab�a entrado en mi dormitorio mientras me cambiaba de ropa. Sin ir m�s lejos, aquella misma tarde, al abrazarlo para darle el habitual beso de despedida cuando sal� a charlar con Luc�a, de forma �fortuita� me hab�a tocado el trasero con una mano, lo cual ahora no me estaba pareciendo tan �fortuito�. A pesar de todos los indicios, aquello continuaba pareci�ndome imposible y llegu� a pensar que me estaba dejando llevar de forma infundada por las �sandeces� de mi amiga. Regres� a casa m�s confundida de lo que hab�a salido, encontr�ndome a mi hijo sentado en el sof� viendo un partido de futbol y tan �normal� como siempre, lo que ayud� a sosegarme. En d�as posteriores, escamada y alerta ante cualquier indicio que pudiera dar la raz�n a Lucia, me inquiet� al sorprenderlo varias veces con aquella �mirada� sobre mi cuerpo, sobre todo cuando al darle la espalda se cre�a a salvo de ser atrapado. No se trataban de �miradas� descaradamente obscenas de las que, hasta una madre, encontrar�a dificultad en obviar, y aparte de eso, tampoco not� nada �raro� en �l, por lo que acab� convenci�ndome a m� misma de que s�lo se trataba de simple �curiosidad� por el cuerpo femenino y que estaba d�ndole demasiada importancia a lo que realmente no la ten�a. Llegu� a una tarde, vestido de sentado mi
relegar el tema sin ni siquiera volver a tratarlo con Luc�a, hasta que, tras regresar agotada del trabajo y cambiarme de ropa para ponerme el �estar en casa�, me tumb� en el sof� en que previamente se encontraba hijo.
Aquello era habitual, la televisi�n estaba frente al sof�, siendo �ste el lugar id�neo tanto para ver la televisi�n como para dormir la siesta, no habiendo sido nunca una molestia para �l, que durmiera la siesta en citado sof� colocando la cabeza en un almohad�n y las piernas sobre sus rodillas mientras continuaba viendo alguna serie de la televisi�n. Agotada, no tard� en dormirme. Me despert� con la boca seca, supuse que hab�a roncado, pero algo me �oblig� a continuar con los ojos cerrados. Aterrorizada, not� que una mano caliente se deslizaba si apenas presi�n sobre mis muslos. Subrepticiamente, demostrando claramente la intenci�n de desear no �despertarme�, aquella mano se deslizaba sobre mis muslos cent�metros arriba, cent�metros abajo, pero siempre unos m�s arriba que abajo, de forma que cada vez se aproximaba m�s a mi sexo. Por un momento pens� en dar un bofet�n a mi hijo y terminar con aquello, pero me aterrorizaba la idea de tener que pedirle explicaciones posteriormente sobre lo que estaba �haciendo� en aquellos momentos, m�xime, al advertir que, con la otra mano se las hab�a ingeniado para alzarme el vestido lo suficiente como para dejar a la vista mis braguitas.
Puede parecer �f�cil� fingir que se duerme, pero puedo asegurar que cuando notas la mano de tu propio hijo acarici�ndote y remontando cent�metro a cent�metro entre tus muslos en direcci�n a tu sexo, no lo parece tanto. No pod�a creerme lo estaba sucediendo, y que no fuera capaz de impedirlo permaneciendo paralizada mientras me acariciaba de aquella forma tan inadecuada. Aquella mano, aunque sin apenas presionar sobre mi piel desnuda, y despidiendo un �agradable� calor, prosigui� de forma lenta pero inexorable en direcci�n a su objetivo, caus�ndome una sensaci�n de alarma y expectaci�n enormes. Cuando tras unos �largos� segundos, aquella mano alcanz� su �meta�, y la percib� sobre mi sexo, sent� como una especie de �sacudida� y no pude evitar dar un respingo que nos asust� tanto a �l como a m�, provocando que la retirara apresuradamente y dejara caer el vestido sobre mis piernas. Tras notar que me hab�a �despertado�, y con rostro tan nervioso como de fingida inocencia dijo: -
�Has dormido bien, mam�?
-
Si�. Si�. Si. �He roncado? �Qu� haces? (Dije sin saber ni que decir)
Si has roncado algo, s�, pero� como estaba viendo un aburrido documental sobre la �ruta de la seda y el actual comercio chino con occidente�, tampoco pasa nada. (Me sorprendi� comprobar c�mo hab�a encontrado la serenidad suficiente para poder contestar semejante embuste sin pesta�ear). Me las ingeni� para levantarme del sof� sin evidenciar el nerviosismo que me abrumaba por completo. Trat� de recomponerme en mi habitaci�n, intentando asimilar que, momentos antes, mi t�mido e �inocente� hijo hubiera osado aprovecharse de m� mientras dorm�a, hasta el punto de alzarme el vestido para sobarme los muslos o intentar tocarme el sexo. Sospechar que pudiera haber aprovechado con anterioridad mi costumbre de dormir la siesta en el sof� para sobarme, tampoco me ayud� en el intento de asimilar lo sucedido. La simple idea de �reprender� a mi hijo poniendo en evidencia hechos tan escabrosos como aquellos me sofocaba por completo, por lo que, sin otra idea mejor, decid� llamar a Luc�a y quedar con ella para �desahogarme�. Pas� el resto del d�a sumamente nerviosa tratando de evitar cruzar la mirada con �l por miedo a que notara mi turbaci�n Me cost� mucho trabajo dormir sin poder quitarme aquella preocupaci�n de la cabeza y di mil vueltas en la cama. Me despert� horas despu�s sintiendo mi cuerpo en plena �ebullici�n�. Hab�a sido v�ctima de un sue�o er�tico tan intenso como para provocarme aquella furiosa sensaci�n de excitaci�n o a humedecerme las braguitas. Aterrada, rememor� las im�genes y emociones de aquel sue�o tan intenso. Hab�a so�ado con una mano suave y caliente recorriendo mi cuerpo, acarici�ndome hasta el �ltimo cent�metro de mi piel, especialmente mis mulos, pechos o sexo. Hab�a escuchado una voz conocida que solo pod�a provocarme ternura y amor dici�ndome que me deseaba y que me amaba con todas sus fuerzas. Llegu� a sentirme penetrada y pose�da por el due�o de aquella voz plena de amor y cari�o. Pod�a ver el rostro
feliz de mi hijo mientras me abrazaba haci�ndome suya. �Recordaba� aquel rostro de felicidad y amor perfectamente, por mucho que �solo� se hubiera tratado de un sue�o y que en esos momentos me encontrara despierta. Indudablemente se hab�a tratado de algo completamente inconsciente e involuntario, pero esto no aminoraba la sensaci�n de verg�enza o inmoralidad por sentirme tan excitada como para desear �tocarme� y aliviarme, cuando a�n no hab�a logrado apartar el rostro� de mi hijo de la mente. Alterada por aquella sensaci�n tan profunda e intensa, y ayudada por la intimidad y el secreto que enclaustraba las paredes de mi dormitorio, sin llegar a dar de forma consciente esa orden a mi mano, �sta se introdujo bajo las h�medas braguitas hasta alcanzar mi sensibilizado cl�toris. Ufff, el placer fue inmediato. Ni siquiera tuve que �ensalivarme� el dedo con el que acarici� mi cl�toris debido a la m�s que evidente humedad de mi sexo. Evad� pensar en la posible �causa-efecto� entre las caricias robadas en el sof� de aquella tarde y el posterior sue�o er�tico, por las perturbadoras repercusiones que podr�a tener aquel hecho. Sin dejar de acariciarme, intent� poner rostro de alg�n conocido mientras fantaseaba que era �l quien me tocaba, pero, indefectiblemente, acababa �recordando� el de felicidad y deseo de mi propio hijo. En unos minutos comenc� a convulsionar cerrando las piernas sobre mi mano, siendo v�ctima de un orgasmo que oblig� a morderme los labios para contener los gemidos. Aliviada y sofocada, apenas pude dormir despu�s, �arrepentida� y sin poder aceptar o comprender que hubiera sido capaz de masturbarme con el rostro de mi hijo en la mente. D�as despu�s, incapaz de confesar a mi mejor amiga algo que ni yo misma llegaba a �perdonarme� por mucha confianza que existiera entre nosotras, me limit� a narrarle, (sin excesivos detalles), que hab�a sorprendido a mi hijo �acarici�ndome� las piernas mientras dorm�a. -
�Lo ves? �no dec�as que eso era �imposible�? �pues ah� tienes la prueba!
Ya� puede que tengas �algo� de raz�n, pero� eso no puede seguir as�, �y qu� hago? Soy incapaz de hablar de estas �cosas� con �l y ni siquiera imagina que yo lo s�. Saberse descubierto en algo as� Tampoco ha pasado nada tan grave, �qu� importancia tienen unas �peque�as� caricias? Cuantas quisieran tener nada m�s que esos problemas con sus hijos, no tienes nada m�s que mirar los desastres que se ven en la calle. Claro, t� lo ves todo muy f�cil, pero yo estoy asustada. Si le paro los pies puedo formar un drama, y si no se los paro� �hasta d�nde podr�a llegar? Ja, ja, ja. Lo que necesita tu hijo es que �alguna� lo �convierta� en un hombre y se le quiten las tonter�as -
�Qu� m�s quisiera yo!, pero lo veo dif�cil con lo retra�do que es.
-
Pues para masturbarse con TUS bragas no parece tan t�mido, no.
Bueno� es distinto, imagino que en casa conmigo se siente m�s �resguardado�.
-
Pues como no lo ayudes tu a buscarse una �novia�, lo tienes crudo.
-
�Yo?, ja, ja, ja. �C�mo voy a hacer de �Celestina� de mi hijo?
-
Yo podr�a �ayudar�. Ja, ja, ja. (Me gui�� un ojo)
-
�Ayudar? �c�mo?
Pues mira� las cosas como son� tu hijo es muy atractivo y tiene buena planta� un aut�ntico �yogurin� � a ninguna le amarga un dulce� -
��?
-
Que yo misma podr�a �hacerlo un hombre�
Me cost� unos segundos entender a lo que se refer�a, y tras comprender lo que trataba de decir, conociendo el car�cter extrovertido de mi amiga dud� si bromeaba o no. -
�Contigo?... no se� �c�mo?...
Est� claro que le atraen las maduras, tengo tu edad� t� tranquila� ya me las ingeniar�a para ir a vuestra casa mientras est�s trabajando con cualquier excusa y all� mismo me �sacrificar�a �entreg�ndome a �l. Ja, ja, ja. No se� la verdad es que prefiero que pierda la virginidad con una mujer c�mo t� a que acabe yendo con alguna prostituta�. pero� contigo� en nuestra casa� no se� �Co�o!, ya me conoces, te he contado mis �aventurillas� extramatrimoniales, y que soy lanzada�pero� �ni hablar de ir a un hotel con un chico de 18 a�os! Bueno�. lo pensar� me has pillado a contrapi� no hab�a pensado en ti para algo as�, pero� Durante semanas pens� en aquel disparatado �ofrecimiento� de mi mejor amiga, decant�ndome unos d�as por los presuntos �beneficios� que podr�an obtenerse de semejante experiencia sexual en mi hijo, y otras por los �inconvenientes� Pensaba en lo �rid�culo� y descabellado de una madre buscando una �amante� a su propio hijo para librarlo de la timidez o apartarlo de deseos inadecuados, y en los m�ltiples inconvenientes o riesgos de que �sta se tratara de una se�ora madura, casada, amiga m�a y conocida por �l, debido a sus m�ltiples visitas a nuestra casa. Pero tampoco encontraba otra posibilidad viable, y por otra parte� reconoc�a que dif�cilmente otra mujer iba a �tratar mejor� a mi hijo que ella. Durante ese tiempo evit� dormir la siesta en el sof� por �miedo� a volver a ser v�ctima de las caricias de mi hijo, pero �ste se las ingeni� para satisfacer sus deseos de otras formas tan disimuladas como efectivas. Fingiendo acometidas de �cari�o� repentinas, me abrazaba o besaba aprovechando para �frotarse� con mi cuerpo, o para rozarme �fortuitamente� los pechos en alg�n movimiento artificioso. Pero fueron mis propios actos, m�s que los suyos, y el consiguiente desconcierto que me provocaron, los que me inclinaron a decidirme a aceptar la �propuesta� de Luc�a.
Y es que, transcurridos unos meses de aquel sue�o er�tico, en el que mi hijo hab�a sido el protagonista, y cuando ya hab�a logrado olvidarme del mismo, volv� a despertarme con la misma o superior excitaci�n embriagando mi cuerpo que aquel d�a, siendo de nuevo mi hijo el involuntario protagonista de un sue�o extremadamente obsceno Despierta y jadeante, mi cuerpo suplicaba desfogarse sin poder apartar los detalles m�s escabrosos de aquel sue�o de mi mente, y sintiendo un deseo lascivo irrefrenable. Esta vez pude derribar los reparos y me dej� llevar por las fantas�as sin intentar apartar la imagen mi hijo de las mismas. (Sab�a que aquello era �incorrecto�, pero pens� que no dejaba de ser una forma de desfogarse que no saldr�a de aquellas cuatro paredes) En lugar de masturbarme manualmente, llevada por la excitaci�n, y con la intenci�n de incrementar el �realismo� de aquella fantas�a, roci� levemente la almohada con la colonia que habitualmente usaba mi hijo. Tras embriagarme de aquel aroma que asiduamente acompa�aba a sus abrazos, me tumb� sobre la misma, encaj�ndomela entre los muslos de modo que mi sexo entrara en o con ella. Sin �tocarme�, me frot� lascivamente con la almohada, al tiempo que comprim�a o aflojaba los muslos sobre la misma como si realmente lo estuviera haciendo con un hombre de carne y hueso, m�todo que aprend� de joven pero que, en este caso, y para mi mayor desconcierto, en mi mente aquel �hombre� se trataba de mi propio hijo. Convulsion�ndome sobre la almohada, y gimiendo intensamente, me corr� abrazada a la misma presa de una furiosa e incontrolable excitaci�n sexual. Aquello no pod�a seguir as� �pens�- aquello iba en contra de todos mis instintos maternales. Una cosa era el inmenso amor y cari�o que sent�a por �l, y otra que aquel deseo que tan �improcedente� hubiera traspasado los l�mites del sue�o er�tico involuntario y me masturbara pensando en �l. Al d�a siguiente - decidida � aprovechando una pausa en el trabajo, llam� a Luc�a y, sin explicarle los motivos �acept� su ofrecimiento, quedando en que esa misma ma�ana �convertir�a en un hombre� a mi hijo. Las siguientes horas se volvieron eternas, me encontraba f�sicamente en el trabajo, pero mi mente vagaba en mi domicilio. Por una parte, no terminaba de creer que Lucia fuera capaz de ir esa misma ma�ana a cumplir con su ofrecimiento, y por otra, tem�a la reacci�n de mi hijo ante una �encerrona�. Deseaba que efectivamente todo saliera �bien� y que terminara haciendo el amor con mi amiga, pero� incomprensiblemente, cuando pensaba en ello, llegu� a sentir celos de Luc�a. Mi mente divagaba sobre si en esos momentos mi hijo estar�a penetrando a Luc�a o si �ste se estar�a desenvolviendo bien o dar�a la talla ante una mujer experimentada con ella. Daba por hecho que ella �perdonar�a� su inexperiencia y lo har�a gozar, pero aquello no alejaba aquella extra�a sensaci�n de encontrarme �celosa�.
Acab� la jornada laboral y regres� a casa m�s despacio de lo normal, pensando en darles �tiempo� de sobra, pero sin acabar de creerme que hubiese sucedido nada. Nada m�s abrir la puerta supe que hab�a pasado algo. El rostro de mi hijo reflejaba un nerviosismo �culpable� evidente. -
�C�mo has pasado el d�a?
-
Bien, mam�.
-
�Qu� has estado haciendo?
-
Nada, lo de siempre� Su tono de voz, y la mirada baja, evidenciaban que �algo� hab�a pasado.
Al pasar por la puerta de su dormitorio percib� que las sabanas hab�an sido recolocadas a toda prisa, lo que termin� de confirmar mis sospechas. Sonre� pensando en que por fin hab�a perdido la virginidad y con ello la inseguridad que le provocaba aquella timidez, aunque... seguramente, a partir de ahora, ser�a Luc�a en vez de yo la nueva protagonista de sus deseos. �No era lo que hab�a deseado yo? �por qu� parec�a �molestarme� aquello? �celos? �envidia? No pod�a comprenderlo, pero a la satisfacci�n de que se consumara aquel plan, se uni� una incongruente �envidia� por no haber sido yo quien recibiera las acometidas y los abrazos de mi hijo. La �curiosidad� por conocer los detalles de lo sucedido hizo que llamara a Luc�a a escondidas. -
D�game.
-
Soy Lorena� �est�s sola?
-
Si, puedo hablar �y t�?
-
No puedo. Est� ��l�.
Pues vente a mi casa y hablamos �tranquilamente� que mi marido no regresa hasta esta noche. Me excus� ante mi hijo diciendo que iba a visitar a un familiar, ya que, de haber sabido que iba a casa de Luc�a, habr�a sospechado de nuestra �connivencia� en lo sucedido. Me person� en su casa minutos despu�s, sonroj�ndome al ver a mi amiga sonriendo de oreja a oreja. -
Si�ntate conmigo aqu�. �se�al� al sof� del sal�n-
-
�Qu�?, �cuenta cuenta! �Qu� ha pasado? �pregunt� ansiosa-
-
Ufffff. Ser� todo lo t�mido que quieras, pero� menuda fiera en la cama.
-
�S�? �de verdad?
Y no veas que pedazo de �aparato� que gasta. �separ� ambas manos para indicarme mediante ese gesto el tama�o del miembro de mi hijo-
�Ostras!, no lo hubiera imaginado, hace a�os que �se esconde� para ducharse, etc. Hubo momentos en que aquella conversaci�n me pareci� surrealista y sumamente impropia entre dos amigas cuando evidentemente el protagonista se trataba de mi hijo, pero la falta de pudor mostrado por Luc�a, y la �curiosidad� que nublaba mi mente, hicieron que la misma transcurriera con fluidez. -
Ufff. Pues me ha hecho ver las estrellas. Menuda fiera�
-
�Es que ya ten�a experiencia?
�Qu� va! La primera vez no le ha dado tiempo ni a bajarme las bragas y se ha corrido mientras me abrazaba y sobaba como un pulpo desesperado. -
Ja ja ja ja. �Sonre� imagin�ndomelo-
-
Pero luego se ha �desquitado� y me ha follado dos veces.
-
�Dos veces? �sonre�-
-
Menuda fiera. Yo no s� d�nde guarda tanta leche, parece un grifo abierto
Las descripciones de Luc�a se volvieron m�s expl�citas con el transcurso del tiempo, logrando que llegara a excitarme recreando en mi mente sus palabras. Not� que ella tambi�n parec�a estar �disfrutando� con el relato y que mov�a las piernas �nerviosa�. Con otra mujer la situaci�n me habr�a resultado excesivamente embarazosa, pero con Luc�a aquello no lleg� a preocuparme, aunque supe que ella tambi�n se estaba percatando de mi �nerviosismo� Luc�a call� durante unos segundos, en los que pareci� intentar confirmar sus sospechas sobre la naturaleza de mi turbaci�n mir�ndome fijamente. �Soy demasiado �explicita� ?, no debes preocuparte si te excitas escuchando todo esto. Creo que ya deber�as conocerme. Lo que hablemos tu y yo no saldr� jam�s de aqu�, lo primero por la amistad que nos une, y lo segundo porque estoy casada y la menos interesada en un esc�ndalo soy yo. Ja, ja, ja. Es que son muchos a�os de �abstinencia�, me lo estas contando de tal manera que no he podido evitar sentir �cosas� No tienes que avergonzarte ni darme explicaciones de nada, yo misma me estoy calentando, y no me importa reconocerlo. Eres mi mejor amiga y tengo plena confianza en ti� Comenc� a sentirme �demasiado� a gusto y relajada en compa��a de Luc�a, la cual prosigui� describiendo y ensalzando el placer alcanzado entre los brazos de mi hijo, sentada tan cerca de m� como para entrechocar nuestras piernas. Me sobresalt� al notar que colocaba una mano sobre mis rodillas, pero no apart� la misma a pesar de percibir mi nerviosismo. Not� un brillo especial en sus ojos mientras aproximaba la cabeza a la m�a, pero a pesar del enorme desconcierto que me provocaba aquella actitud, ya que jam�s hubiera sospechado que Lucia se sintiera atra�da por otras mujeres, y mucho menos
por m�, sumisa, permit� que sus labios se posasen sobre los m�os. Sent� el calor de sus labios y el femenino aroma que desped�a mi amiga, pero, aunque mi cuerpo lo deseaba, fui incapaz de abrir camino a aquella h�meda lengua que pugnaba por penetrar en mi boca. Te amo�. Te deseo�. D�jate llevar� Conf�a en m�-Su dulce y femenina voz me trasmiti� tranquilidadY yo a ti, Luc�a
-
Volvi� a intentarlo, y �sta vez su lengua logr� penetrar entre mis labios y fundirse con la m�a en un ardiente beso que traspasaba cualquier l�mite de la amistad. -
Nunca me hab�a besado con otra mujer�
-
Ni yo tampoco Luc�a�
-
Pero me encanta besarte�
-
Y a m�...
-
Te deseo�
-
Ufff, b�same�
Sentadas en el sof�, nos abrazamos incrementando la intensidad del beso de forma exponencial al tiempo transcurrido. Instintivamente busqu� los pechos de Luc�a, los mismos que hab�a acariciado mi hijo horas antes. Me sorprendi� su dureza, e imagin� lo mucho que habr�a disfrutado �l sob�ndoselos. Mi amiga respondi� a aquella caricia haciendo lo propio con los m�os, llegando a convertirse nuestras manos en una confusa mara�a que nos impuls� a levantarnos del sof� en busca de libertad de movimientos. Sin dejar de besarnos, nos las arreglamos para despojarnos de la ropa y abrazarnos obscenamente en ropa interior. Sent� sus mullidos pechos sobre los m�os, m�s obscenas.
intercambiando caricias a cada momento
Me estaba entregando a otra mujer, y para colmo, �sta era la amante de mi hijo. Por m�s confusa que me encontrara aquello no mitigaba la excitaci�n y el deseo que embriagaba mi cuerpo. Sent� su mano introducirse bajo mis braguitas. Ufffff, como mujer que era, Luc�a supo provocarme placer instant�neo. Ni siquiera s� c�mo llegamos a su dormitorio sin dejar de besarnos e intercambiar caricias. Abr� los ojos cuando ya estaba tumbada sobre su cama, viendo el rostro lascivo de mi amiga mientras se tumbaba sobre m�. -
Anda, que si mi marido nos viera ahora� �se corr�a de gusto! �es el
sue�o de su vida! �Dijo Lucia. -
Pues si nos viera mi hijo� -Contest� instintivamente-
-
�Nos follaba a las dos!
-
Calla, no digas esas cosas�
-
�Lo que yo te diga! No quise seguir con esa conversaci�n, aunque mi mente divagara sobre ello. Nos revolcamos en la cama como gatas en celo intercambiado caricias de todo tipo.
Su sexo humedeci� mi muslo sobre el que se frotaba, de igual forma que el m�o deb�a estar humedeciendo el suyo. Nos masturbamos de forma id�ntica con la que yo hab�a usado la almohada, sustituyendo la misma por el muslo de la contraria. Sent� a Luc�a correrse y gemir estrechada entre mis brazos, lo que me impuls� a dejarme llevar por la excitaci�n y correrme tambi�n, sin moderar la intensidad de los gemidos. Volv� a casa aturdida por aquella experiencia. Hab�a sido extraordinariamente satisfactoria. Me hab�a corrido como no recordaba haberlo hecho en a�os, no pod�a obviar lo evidente, ya que mi cuerpo hab�a convulsionado estrechada entre los brazos de Luc�a poco antes, pero ahora, a la confusi�n por sentirme atra�da por mi propio hijo se sumaba el haber sentido �aquello� por mi mejor amiga. Durante las semanas posteriores, mi cuerpo sufri� una transformaci�n evidente que me avergonzaba por completo debido a la aparente falta de dominio de mi mente sobre el mismo. Me excitaba sin remedio fantaseando a todas horas y mi cuerpo imploraba desfogarse sumido en un deseo furioso. Una tarde, sumergida en aquel deseo intenso, y aprovechando encontrarme a solas en casa ya que mi hijo hab�a salido a �tomarse algo� con los amigos, me desvest� y tras buscar algo �duro� con lo que frotar mi sexo y desfogarme, me arrim� a la redondeada esquina de madera pulida de la mesa del sal�n Se encontraba a la altura justa para que, de pie, mi sexo pudiera frotarse y presionar sobre la esquina de la misma. En bragas y sujetador comenc� a frotarme sobre la esquina de la mesa, aquella dureza me provocaba un placer creciente, dejando mis manos libres para acariciarme los pechos. Ufff, que gusto. Me mord� los labios gozando de aquella masturbaci�n tan obscena. Pod�a incrementar o aminorar la intensidad del o sobre la dura y redondeada esquina, de modo que goc� con la misma alargando el tiempo hasta alcanzar el orgasmo. De espaldas a la puerta del sal�n, amparada por la intimidad de la soledad, comenc� a gemir de forma obscena, corri�ndome de placer agarrada a ambos lados de la mesa sin dejar de frotarme lascivamente sobre la misma.
Todav�a agarrada a la misma y con la parte superior de mi cuerpo reclinada sobre la mesa, aterrada, escuch� un peque�o ruido tras de m�. Me di la vuelta y despavorida vi a mi hijo mir�ndome con los ojos abiertos como platos. �Qu� haces mam�? �Dijo con voz temblorosa, sin dejar de mirar mi semidesnudo cuerpo�Qu� pod�a responder yo? En bragas y sujetador, el rostro sonrojado tras un enorme orgasmo, y comprendiendo por su mirada que me hab�a visto perfectamente restreg�ndome obscenamente con la mesa del sal�n, cualquier respuesta que me inventara sonar�a rid�cula. Na� na� nada... �tartamude�, cada vez m�s sonrojada y deseando que me tragara la tierraNo te preocupes mam�, yo tambi�n hago esas �cosas� �dijo con la mirada fijada en mis blancas braguitasEsto� es que... yo� -apenas pod�a articular palabra, y mucho menos cuando observ� el �abultamiento� de su pantal�nNo te averg�ences mam�, yo te amo y te quiero igual. Estamos solos, no se va a enterar nadie, pero vamos� es una tonter�a que lo �hagas� as�... yo podr�a ayudarte� y quedar�a entre nosotros� �Qu�? �Supe inmediatamente como quer�a �ayudarme�, pero no pod�a creerme que mi t�mido hijo acabara de decir aquelloTe amo y te deseo mam�. No me da verg�enza reconocerlo, nunca me he atrevido a dec�rtelo, pero te deseo, me he masturbado cientos de veces fantaseando contigo. �Su mirada traspasaba la ropa interior y me sent� desnuda por completo-
No� no.� no digas eso... me visto ahora mismo�-dije buscando mi ropa-
-
No, por favor... me encanta verte as� est�s guap�sima�
-
Calla� -dije buscando la ropa con menor �mpetu-
Pues yo te veo maravillosa, a m� me gustan con �curvas�, y tu culo me pone� cachondo. -
Calla, no digas m�s tonter�as. solo quieres adularme.
�Adularte, mam�?, mira esto, a ver si es real o solo lisonjas. �Se baj� los pantalones y se�al� a la enorme erecci�n de su miembro cuyo extremo sobresal�a del slipPero� �Qu� haces?... s�bete los pantalones ahora mismo. �dije sin poder quitar la mirada de aquel miembro-
No seas tonta mam�, con �esto� lo pasar�s mejor que con la mesa.
-
�Claro!, eso es lo que tu quisieras. �se me escap� una sonrisa-
Envalentonado por aquella sonrisa, mi hijo acab� de desnudarse en unos segundos, lo cual me �inquiet� lo suficiente como para intentar �ocultarme� en mi dormitorio y sal� corriendo por el pasillo ri�ndome como si se tratara de un juego.
El acept� el �juego�, persigui�ndome por el pasillo con el miembro erecto mientras me �azotaba� el trasero y se carcajeaba. Intent� cerrar la puerta cuando llegu� al dormitorio, pero �l consigui� abrirla con escasa oposici�n por mi parte. Una vez dentro, seguimos riendo como si siguiera trat�ndose de un inocente juego, por mucho que la erecci�n de su miembro apuntando a mi semidesnudo cuerpo o el rostro lascivo de mi hijo, indicara todo lo contrario. Me apart� de la cama de forma inconsciente, como si mi mente intentara quemar el �ltimo cartucho para evitar lo que estaba a punto de pasar. Mi hijo se acerc� y me bes� tiernamente durante unos segundos, transform�ndose aquel beso en sumamente obsceno tras fundir su lengua con la m�a. Me pregunt� si habr�a besado a Luc�a de forma tan apasionada, mientras notaba sus manos acarici�ndome el trasero con ardor y la longitud de su miembro adherida sobre mi cuerpo. -
Ufff, mam�. Te amo� Te deseo�
-
Y yo a ti� ufff Me empuj� sobre la cama quedando mi cuerpo expuesto a su obscena mirada.
Se deleit� despoj�ndome lentamente de la ropa interior. Esta vez no pretend�a masturbarse con mis bragas, si no que, evidentemente, ansiaba poseer mi cuerpo. Me acarici� los pechos hasta lograr que los pezones se erizaran por completo. Mi sexo palpitaba de deseo y expectaci�n, hasta que la mano de mi hijo se humedeci� sobre el mismo. Se chup� el dedo lascivamente saboreando mis jugos y despu�s lo introdujo en mi boca. Volvi� a besarme y despu�s recorri� mi cuerpo con la lengua hasta llegar a mi sexo. Uff. A Luc�a no hab�a llegado a hac�rselo �por lo menos a m� no me lo hab�a contado- aquello me �alegr� y m�s cuando su lengua, tras entretenerse en los labios vaginales, localiz� mi cl�toris proporcion�ndome un placer inmenso. Mi hijo me estaba comiendo el co�o, no pod�a creerlo, pero estaba pasando y sent�a perfectamente su lengua saborearme sin descanso. Le acarici� la cabeza mientras me proporcionaba oleada tras oleada de placer. Para� para� vas a hacer que me corra� para� uffff.
-
Levant� la cabeza y pude ver su boca humedecida por mis jugos. Se tumb� a mi lado y comprend� que deseaba que se la chupara. Nunca me hab�a gustado hacer eso, pero �sta vez dese� esmerarme y proporcionarle el mayor placer posible. Uff. Su miembro era muy grueso y lo lam� al mismo tiempo que tanteaba sus test�culos.
No me desagradaba en absoluto su sabor algo salado, y prob� a introduc�rmelo en la boca. Me cost� algo de trabajo y tem� hacerle da�o con los dientes, pero de ser as�, mi hijo lo disimulaba muy bien, ya que sus gemidos indicaban lo contrario. Tumbado, con su miembro en mi boca, aprovechaba para acariciarme tiernamente la cabeza. Ufff, mam�. Que bien la chupas. �No pude contestarle ya que empujaba mi cabeza sobre su miembro-
Ummmm, que gustazo me est�s dando.
-
No me aprietes tanto los cojones con la mano� m�s suave� as� mam�.
Sabore� su liquido pre seminal y tem� que pudiera correrse en cualquier momento y atragantarme, pero �sta no era la idea de mi hijo, cuyo objetivo real era hacerme suya. Apart� mi cabeza de su miembro y me oblig� a tumbarme boca arriba. Cerr� instintivamente las piernas cuando su miembro se acerc� peligrosamente a mi sexo. -
�Qu� vas a hacer?
-
Te la voy a meter, mam�.
Su rostro enfebrecido demostraba que nada podr�a hacerlo cambiar de opini�n y, poco a poco, mis piernas fueron dej�ndole el camino expedito. Sent� la punta de su miembro �jugar� con mi sexo e impregnarse de humedad hasta colocarse en lugar correcto. Solo ten�a que empujar para penetrarme, su rostro expresaba una felicidad y deseo infinitos. -
Te amo mam�.
-
Y yo a ti, hijo m�o.
Poco a poco me sent� penetrada por mi propio hijo. Me estaba entregando a �l en cuerpo y alma, sin que ninguno de los reparos que hab�a tenido anteriormente fueran superiores al placer de verlo disfrutando con mi cuerpo. Me la introdujo hasta el fondo, llegando a sentir el calor de sus test�culos en mi trasero. Sent� sus acometidas desesperadas, haci�ndome el amor como si no existiera un ma�ana. -
Ufff, despacio hijo m�o, despacio.
-
Ummm que gustazo.
-
Para, que te vas a correr antes de tiempo.
-
Tranquila mam�, aguanto lo que haga falta.
-
�T� qu� sabes?, �no eres virgen? �pregunt� creyendo que iba a mentir-
-
No, mam�.
-
�No?, �con qui�n lo has hecho antes?
-
�Me prometes no enfadarte? �Pregunt� entre acometida y acometida-
-
Te lo prometo. Ummmm, agssss
-
Con tu amiga Luc�a
-
�Con Luc�a?
-
Si mam�, pero t� est�s mil veces m�s buena.
-
Lo dices por halagarme. Ummmm, agsss
Qu� m�s quisiera ella que tener el co�o tan �estrechito� y caliente como el tuyo, y� adem�s� a ti te amo. -
Mmmm, que cosas dices�. Mmmmmmm
Me arqueaba de placer, sintiendo m�s cerca el orgasmo con cada acometida de mi hijo sobre mi cuerpo. -
C�rrete mam�, c�rrete.
Supe que estaba a punto de inundarme con su semen, y me dej� llevar en un placer tan inmenso como para levantar la cabeza y morderle la barbilla mientras el orgasmo convulsionaba mi cuerpo. Desfallecida y con las piernas abiertas al m�ximo, segu� encajando sus embestidas durante unos minutos en los que me dediqu� a observar su rostro mientras me penetraba ferozmente. Colorado como un tomate y gimiendo como un demente, gotas de sudor se arremolinaron en su frente goteando sobre mi cara. -
C�rrete hijo m�o, c�rrete, que te va a dar algo. �Le implor� preocupada-
Sent� el calor de su semen recorriendo mis entra�as, sorprendi�ndome el volumen del mismo a pesar de haber sido �avisada� previamente de esa circunstancia por Luc�a. Tras descargarse por completo, se abraz� a m�, bes�ndome de forma tierna y obscena durante varios minutos. Record� que a Lucia le hab�a hecho el amor dos veces, cuando not� su nueva erecci�n y supe lo que iba a pasar a continuaci�n� Mi querido hijo Miguel Aquiles s: 90.357 Valoraci�n media: Valoraci�n Media: 9.59 N�m. Valoraciones: 29
Tiempo estimado de lectura: [ 82 min. ] + Mi hijo Miguel era muy solitario. No ten�a muchas amigas y me preocup�. Hablando con �l me di cuenta de que no hab�a ning�n problema, s�lo que le gustaban las mujeres un poco mayores... como yo. Version para imprimirEnviar este relato a un amigo/a Mi Querido Hijo Miguel 1. Desde que mi marido me dej� sola con mi hijo Miguel decid� que ser�amos siempre los dos y solamente los dos. No dejar�a que otro� hombre me hiriera como lo hizo �l. Tampoco dejar�a que nadie hiciera sufrir a Miguel. Por eso, viendo a Miguel sentado frente al televisor el viernes en la noche, me preocup�. Pero d�jenme explicarles todo desde el principio. Mi marido me dej� cuando Miguel ten�a 5 a�os y yo 23. Ahora �l tiene 21 y tengo 39. Yo he sido toda para �l, lo he llevado a los juegos de f�tbol, lo he cuidado cuando se ha enfermado, lo he castigado cuando se ha portado mal y lo he premiado cuando lo hace bien. En fin, todo lo que hace una madre� y un padre. Todo eso fue a costo de una mejor carrera. A pesar del apoyo que me han dado en mi trabajo, ausencias pagas cuando Miguel estaba enfermo, o imposibilidad de viajar por alg�n proyecto, terminan causando que asciendan a tu compa�ero y poco a poco te vas quedando atr�s. Solamente en los �ltimos a�os, con Miguel en los �ltimos a�os del colegio y ahora en la universidad es que he podido tomar el ritmo con mi compa��a y ahora gozo de un mejor puesto y un buen salario. Hasta la adolescencia, Miguel me lo contaba todo, los chismes de los amigos y amigas del cole, los problemas con los profesores. Las dificultades de los entrenamientos. El siempre fue miembro del equipo de nataci�n, lo que lo dot� de un cuerpo envidiable. Sin un gramo de grasa, musculoso, pero con todos esos m�sculos distribuidos perfectamente. Bronceado por las muchas horas al sol, el pelo casta�o claro, la nariz un poco prominente, ojos verdes, en fin, todo un mu�eco. Claro, mi opini�n es un poco sesgada, al fin y al cabo soy su madre. Jajaja. Al llegar a la pubertad, Miguel se hizo m�s reservado. Obviamente segu�a teniendo su vida y me contaba muchas cosas� pero no eran todas. Yo lo entend� y lo dej� hacer. Lo importante era que siempre contara conmigo. Y por eso fue que me preocup� esa noche. Lo ve�a muy s�lo. Un muchacho de 21 a�os, buenmozo, �viendo TV con su madre un viernes en la noche? Esper� que hubiese un entreinnings en el partido de baseball que estaba viendo y me sent� a su lado en el sof�. -Hola hijo �c�mo est�s?-Bien, mami. Estoy bien �Y tu?-Ah, yo estoy bien tambi�n, pero quer�a hacerte una pregunta. �Puedo?-Claro, mami- respondi� poni�ndose alerta y enderez�ndose un poco del asiento. -Es viernes en la noche. Ma�ana no tienes clases �No tienes nada mejor que hacer que ver un partido de baseball por televisi�n? Digo- continu� nerviosa -�No tienes unas amigas con quien salir a bailar o unos amigos con quien tomarte unas cervezas
un viernes en la noche?-Jajaja. Por un momento me preocupaste. Jajaja- respondi� riendo -Claro que tengo amigas y amigos, pero no siempre me gusta salir con ellos-�No te gustan las muchachas?- pregunt� con la voz temblorosa de miedo. Nunca hab�a notado que no le gustaran las mujeres, pero hoy en d�a eso de ser gay era tan com�n� -Nooo, no es eso mam�- respondi�, �l tambi�n azorado -Claro que me gustan las mujeres�-Es que te veo tan solo-Me gustan las mujeres- dijo bajando la mirada y enrojeciendo un poco -pero no me gustan las chicas de mi edad-Ahhh. Quieres una de 25- le dije y en un impulso le tom� la mano y enlac� mis dedos con los de �l. -No, las de 25 tampoco, aunque son un poco m�s pasables-�Y entonces, de 30?- pregunt� apret�ndole la mano. -Me gustan un poco� m�s maduras. De 35 como t�- dijo poni�ndose todav�a m�s rojo. -�Como yo? Yo tengo m�s que eso. Sabes que tengo 39-Pero pareces de 35� o menos- dijo Miguel mir�ndome a los ojos. -Pero bueno, hijo. �C�mo te van a gustar las mujeres de mi edad? �No prefieres un cuerpo joven y duro? �Con pechos�?- de pronto me di cuenta que estaba hablando demasiado gr�ficamente. -Claro que me gusta un cuerpo un cuerpo duro y joven, pero es que tienen el cerebro vac�o. No puedes preguntarles nada porque s�lo saben hablar de moda y de cantantes y a mi no me interesa nada de esoMe di cuenta de que yo era la culpable de eso. Siempre lo trat� como a un adulto y habl�bamos como adultos. Yo leo mucho y le ense�� a �l tambi�n a apreciar los libros. As� que muchas veces convers�bamos de los libros que le�amos y de los autores cl�sicos. Tambi�n disfrut�bamos de la m�sica cl�sica. Me imagino que, como yo, �l sab�a muy poco de la far�ndula o de grupos de rock. -Entiendo hijo, pero tienes que hacer un esfuerzo. Debes seguir buscando. A lo mejor encuentras alguna chica en la universidad que comparta tus gustos-Si mam�, lo he intentado pero todav�a no he tenido �xito. Pero no me voy a rendir, s�lo que en estos momentos no me provoca. Y tampoco me interesa ir a tomar cerveza con los muchachos y hablar del Barcelona o del resultado del tenis o de lo buena que est�n las chicasYo hab�a puesto nuestras manos unidas sobre mi pierna y con la mano libre le acariciaba distra�damente el brazo. -�Y no quieres nadar m�s tampoco?-Ya est� bien, mami. Pasamos �cu�nto? �8 a�os? de piscina en piscina de competencia en competencia. Muchas medallas, muchos premios, pero mucho sacrificio �para los
dos! Ya basta. Ahora quiero descansar-Perdona- le dije solt�ndole la mano y levant�ndome para irme -ya te dejo descansar-No, no- me respondi� agarr�ndome de vuelta la mano y hal�ndome un poco para que me volviera a sentar a su lado -no me refer�a a este momento. Me refer�a que quiero descansar de los deportes-Ah, pens� que te estaba molestando- dije volvi�ndome a sentar a su lado m�s pegado y recost�ndome un poco de �l. Volv� a poner su brazo en mi pierna, mientras �l me apretaba la mano con fuerza. -Perd�name por haberte hecho sentir mal- me dijo. -No fue mi culpa- le dije -fui yo que no interpret� bien tus palabrasPor un rato nos quedamos viendo la televisi�n. A mi me gustaba un poco el baseball, pero no lo suficiente para dejar de leer mi libro. Pero es que me sent�a tan bien acurrucado contra �l y con su fuerte brazo en mi pierna. -Hagamos una cosa- le dije -tengamos una cita-�Una cita?-�No y que te gustaban las mujeres� de cierta edad? �No quieres tener una cita con una?-�Una cita contigo?- dijo enderez�ndose en el asiento otra vez. -Ma�ana en la noche- le dije -me vienes a buscar y me llevas a cenar a un restaurant fino y pasamos una velada rica-�Te vengo a buscar?- dijo -No entiendo nada-Es una forma de decir, tonto. Para que parezca una cita de verdad. No tienes que �venir�. Sales a la puerta de la calle, tocas el timbre y yo salgo. Jajaja. �No te parece divertido?-Jajaja. Eres una loca de atar. Por eso es que me gustan las mujeres como tu- me dijo riendo, pero con la cara roja de pena. 2. Pas� toda la Quer�a estar pero tampoco sexy pero no
tarde como una quincea�era prob�ndome ropa y volvi�ndomela a quitar. bella, pero no pod�a ser demasiado evidente. Quer�a parecer joven, demasiado, ya que a �l le gustaban las mujeres mayores. Quer�a estar deb�a porque �iba a salir con mi hijo!
Revolv� toda mi ropa interior y no consegu� nada que me acomodara. No me hab�a comprado ropa interior cara desde que me hab�a divorciado hac�a 15 a�os. �Ni siquiera hab�a salido un hombre! Finalmente me rend�, saqu� el carro y me fui de compras. En la tienda consegu� algo m�s moderno. Le tuve que preguntar a la dependienta. Le dije que ten�a una cita y que quer�a verme bonita. Ella interpret� que iba a acostarme con el hombre que iba a salir y me busc� cosa que� wow, realmente eran verdaderamente atrevidas. Le dije que bajara un poco el nivel y finalmente me convenci� de que llevara un par de pantaletas negras tipo tanga (nunca me he puesto
unas y espero que no me moleste tener una tira de tela metido entre las nalgas, jajaja) y un par de brassiere tipo push-up que me sacaban m�s busto. Luego me compre un par de blusas de colores con el escote lo suficientemente amplio para mostrar el efecto del brassier y unas faldas bellas que hac�an juego con las blusas. Llev� varias para tener chance de cambiar de idea a �ltima hora. Cuando regres� a la casa, eran ya las 5 de la tarde. No vi rastros de Miguel, as� que met� las bolsas de las compras en mi cuarto y empec� a prepararme. La cita era a las 7pm. Hora y media despu�s no estaba todav�a lista. Me hab�a puesto la ropa interior y ta como me lo tem�a, me sent�a absolutamente inc�moda con la tanga, pero me miraba en el espejo y reconoc�a que era muy sexy eso de andar con el culo descubierto. Despu�s me arrepent�a pensando que iba a salir con mi hijo, no con un hombre cualquiera, pero igual me las dej�. Con la blusa me pas� lo mismo, la ventaja era que ten�a unos botones y pod�a abotonar y desabotonar algunos al gusto y as� decidir cuanto escote mostrar. Por ahora lo dej� en el nivel de �poco�. A las 7 en punto son� el timbre �c�mo se me hab�a pasado el tiempo! Ni siquiera me habla dado cuenta de que Miguel hab�a regresado. Ech� una �ltima mirada en el espejo e impulsivamente volv� a abrir el bot�n para mostrar un poco m�s de pecho. Ni modo. Baje a la puerta y al abrirla casi me caigo para atr�s: El hombre m�s bello del mundo estaba ah� para mi, �Y con una flor! -�Para m�?- pregunt� cuando me recobr� de la sorpresa. Aparte de que absolutamente idiota la pregunta, pero es que no cab�a de mi asombro alegr�a. Miguel se hab�a afeitado y cortado el pelo en una barber�a. notaba ni sombra de la barba y el pelo lo ten�a peinado de una forma muy moderno.
era y s�, de No se le inusual, pero
Llevaba una camisa manga larga, color crema, y unos pantalones beige de �ltima moda (creo), que nunca le hab�a visto �y lo s� porque yo le lavo la ropa! Tiene que ser que pas� por la tienda tambi�n. -Una flor que s�lo palidece ante tu belleza- respondi� Miguel. �Vaya! pens�. Parece que aprendi� a hablar con todos los libros que hemos le�do. Estoy segura de que esa frase la sac� de alguno� pero no importa. Tengo una pareja reluciente �y educada! -D�jame poner esto en un vaso- le dije retir�ndome, pero me volte� y not� que �l se hab�a quedado en la puerta. -Pasa, por favor, pasa y disc�lpame que no te lo haya dicho antes-Gracias, mam� Elvira- dijo �l. Elvira es mi nombre y nunca lo us�bamos en la casa, pero ahora supongo que era m�s en el papel, que llamarme mam�. Luego del poner las flores en un envase con agua regres� a la sala donde Miguel esperaba inquieto. -�Vamos?- le dije. -Vamos- me respondi� ofreci�ndome el brazo.
Salimos de la casa y me llev� hasta su jeep, pero le dije: -�Porqu� no vamos en el m�o que es m�s c�modo?-Claro, claro- respondi� cambiando de direcci�n. -Pero tu manejas- le dije. Me dej� en la puerta del acompa�ante y �l se fue a la puerta del conductor. Cuando lleg� all� not� que yo estaba parada al lado de la puerta sin hacer ning�n intento de abrirla. Por un momento se qued� desconcertado y finalmente cay� en la cuenta y se devolvi� azorado. -Perdona, perdona- abri�ndome la puerta. Luego se mont� �l y salimos. -�A d�nde vamos?- le pregunt�. -�A d�nde quieres ir?- me respondi�. -Vamos a un buen restaurant, pero es un poco lejos- le dije -Se llama Monique-Uhh� no tengo ni idea-Conduce que yo te dirijoComimos y bebimos divinamente y nos re�mos como locos. Realmente una cita divina. Nos hab�amos tomado una botella de vino casi completa, bueno la mayor parte me la tom� yo porque �l no bebi� casi y adem�s era el que manejaba. El caso es que me sent�a muy bien y un poco �alegre� por lo que decid� abrir otro bot�n de la blusa, dejando as� que mi escote mostrara un poco m�s. Los ojos de Miguel se abrieron como platos al darse cuenta de que pod�a ver m�s pechos de los que me hab�a visto nunca. Bueno, aparte de cuando lo amamant� cuando estaba beb�, jajaja. Yo disimul�, como si no me hab�a dado cuenta de su emoci�n, disfrutando de c�mo me ve�a, sin poder despegar sus ojos. Finalmente se fue acostumbrando y pronto est�bamos conversando de todo, como antes. Un poco m�s tarde, como a las 11 de la noche, me sorprendi� pregunt�ndome: -�Quieres ir a bailar?- Entonces fue yo la que se sorprendi�. �Ir a bailar? �Con �l? Se me eriz� la piel. Me encantar�a ir a bailar con �l, pero me pareci� que era demasiado para la primera cita. As� que declin� la invitaci�n, aunque mi cuerpo y sobre todo mis piernas brincaban ante la expectativa de bailar. Tampoco me confiaba de mi buen juicio. -Me encantar�a- le dije tom�ndole la mano, como hab�a hecho ya varias veces durante la cena -pero ya es muy tarde y creo que debemos retirarnos-Me hubiese encantado bailar contigo- me dijo con una sonrisa. Le devolv� la sonrisa y le acarici� la mano. Mi cuerpo me traicionaba. A gritos me ped�a que fu�ramos a bailar, que lo abrazara, que lo tocara, pero mi mente me dec�a que no. Ten�a que portarme bien. -A mi tambi�n me encantar�a bailar- le dije -pero es nuestra primera cita y no debemos� -�La siguiente quiz�s?-
-Jajaja. No te adelantes, todav�a no ha terminado la primera cita. No sabes si voy a aceptar la siguiente- le respond�. Aunque por dentro pensaba que no s�lo le aceptaba la siguiente, sino �todas! -Muy bien- respondi� -�Nos vamos entonces?Como una quincea�era, me preocup� porque se hubiese sentido rechazado por no haber aceptado la invitaci�n y pens� que deb�a hacerlo sentir bien, que no lo estaba rechazando, s�lo quer�a llevar las cosas poco a poco. Camino al carro, Miguel pas� su brazo por mi cintura, para caminar apretado contra mi. Por un momento pens� en quitarle el brazo, pero era tan� agradable. Adem�s era una forma de decirle que no le hab�a rechazado la invitaci�n de llevarme a bailar, as� que lo dej� abrazarme y caminamos muy juntos hasta el carro. All� me llev� a la puerta y la abri�, esper� que me montara y luego la cerr�. Muy caballeroso. Entonces, mientras �l daba la vuelta para montarse, desaboton� otro bot�n de la blusa. Mir� hacia abajo y por un momento me aterr� porque me pareci� que pod�a ser excesivo, �se me ve�an los pechos casi hasta los pezones! Pero ya no ten�a tiempo de volverme a abotonar, �l ya estaba abriendo la puerta y tampoco quer�a que me viera manipulando los botones. Se mont� en el carro no se dio cuenta de nada mientras met�a la llaves y encend�a el motor. S�lo entonces volte� a verme y se dio cuenta de la nueva profundidad del escote. Por unos segundos se qued� mirando fijamente mis tetas, pero entonces se dio cuenta de que estaba paralizado y volte� hacia adelante forzadamente. Su nerviosismo me excitaba y me divert�a simult�neamente. Me hac�a sentir poderosa, en control de su mente y de su cuerpo, pero no deb�a abusar. -�Estamos listos?- le dije indic�ndole que deb�a prestar atenci�n a la calle. -Si, si, claro- respondi� nervioso y empez� a manejar. Al principio fuimos callados, con �l nervioso sin saber c�mo verme el pecho sin que yo me diera cuenta. Yo estaba arrepentida de haberlo provocado de esa forma, pero al mismo tiempo no pod�a negar que estaba excitada. En cualquier caso, luego de unos minutos encontramos nuestras palabras de nuevo y volvimos a conversar alegremente, mientras nos sujet�bamos las manos. Al arribar a la casa, �l estacion� mi carro y se baj� para abrirme la puerta. Quise cerrarme un poco el escote, pero mis manos temblaron y no logr� que el bot�n calzara para cuando �l me abri� la puerta. As� que lo dej� de esa forma. Al salir del carro, sent� como la blusa se separaba mucho de mi cuerpo y a trav�s del escote �l debe haberme visto toda mientras esperaba sujetando la puerta, pero no pod�a hacer nada. Me enderec� y camin� hacia la puerta con �l del brazo. Me par� al lado de la puerta, la abr� con la llave y luego me volv� hacia �l. -Ha sido una noche maravillosa, Miguel. Muchas gracias por invitarme a cenar-No- dijo �l -el placer fue m�o. Muchas gracias por la agradable compa��aSub� la cara para que me diera un beso en la mejilla, pero de alguna forma el movimiento no fue suficiente o quiz�s inconscientemente no lo hice bien, pero el caso es que su beso fue �en mi boca! No fue un beso profundo ni mucho menos. Fue s�lo el rozar de sus labios contra los
m�os. �Uno o dos segundos? Pero me estremec� por dentro. Mi cuerpo recibi� una descarga el�ctrica de 15.000 voltios y tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para apartarme de �l inmediatamente. Me apart� r�pidamente y entr� a la casa. Una vez al pi� de la escalera, a una distancia segura de �l, volte� de nuevo a verlo y me volv� a mirarlo y a darle una sonrisa de despedida. -Buenas noches, hijo- le dije, haciendo un poco de �nfasis en la palabra hijo, asegur�ndome as� de que ya no era mi cita, sino otra vez mi hijo. -Buenas noches, Elvi� Mam�Cuando entr� a mi cuarto, cerr� la puerta y me recost� contra ella, suspirando profundamente. -�Pero qu� te has cre�do?- pens� -�Es tu hijo!Luego de unos segundos respirando agitadamente, me seren� lo suficiente para continuar. Me asom� al espejo y me asombr� de mi temeridad. �El escote era demasiado! �Nunca hab�a utilizado vestidos tan escotados! Bueno, quiz�s cuando ten�a 20 a�os, �pero se me ve�a claramente el borde del sost�n! -Bueno, ya basta. Lo disfrutaste� y creo que �l tambi�n. JajajaMe quit� la blusa frente al espejo y contempl� mis tetas. El brassier era precioso y me hac�a un busto realmente excitante. Luego, pas� mis brazos por detr�s y solt� el brassier. Mis pezones lo agradecieron porque �estaban completamente dilatados y muy sensibles! Dej� caer el brassier al piso y me frot� los pezones para que se bajaran. �Que se bajaran? El efecto fue todo lo contrario. No solo crecieron m�s, sino que oleadas de placer recorrieron mi cuerpo desde cada uno de ellos. -Oh, oh- pens� -Esto est� muy� calienteEntonces me di cuenta tambi�n de que mi entrepierna estaba toda mojada. Volv� a acariciarme los pezones. No para que se bajaran, sino por el puro placer de acarici�rmelos. Luego me quit� la falda y volv� a verme en el espejo. -Bellas pantaletas tambi�n- pens�. Entonces me d� la vuelta y me mir� el culo. Ten�a las nalgas desnudas por tratarse de unas pantaletas tipo tanga. Reconoc� que a pesar de mis dudas, no me hab�a molestado para nada la tira que pasaba entre ellas. -Muy c�modas� y sexys- me dije girando varias veces. Me baj� las pantaletas y enseguida el olor de mi sexo me sorprendi�: -Wow, estoy tan mojada. �Qu� incre�ble�Me acerqu� las pantaletas a la nariz, lo que no era realmente necesario, mi olor a sexo llenaba todo el cuarto.
Desnuda, recog� la ropa, puse la ropa interior en la cesta de ropa sucia y la blusa y la falda las colgu� en la entrada del closet para un inspecci�n m�s profunda ma�ana antes de decidir llevarlas a la tintorer�a o no. Luego me puse la pijama. Bueno, una franela de algod�n muy liviana y unos shorts de algod�n tambi�n y me met� en la cama. Antes de hacerlo me asom� una vez m�s al espejo y vi que los pezones se me ve�an claramente a trav�s de la delgada tela de la franela. Apagu� la luz y cerr� los ojos� in�tilmente, porque estaba demasiado excitada para dormirme. Comenc� a recordar los peque�os detalles de la noche. La cara de sorpresa de Miguel cuando me vio vestida y maquillada para salir. Seguro que no se imaginaba que iba a arreglarme as�. Luego sus ojos deteni�ndose en mi escote. Mmmm. Pobre, no pod�a disimular. �Y cuando me desaboton� el siguiente bot�n de la blusa en el restaurant? No pod�a quitarme la vista de las tetas. Nuevamente ten�a los pezones duros. O quiz�s nunca dejaron de estar duros toda la noche. La verdad es que me dol�an un poco. Me los acarici� por encima de la camisa para quitarme la molestia y, efectivamente, se calmaron un poco. Luego record� mi sorpresa cuando me invit� a bailar. No me lo esperaba. Recuerdo que mi cuerpo reaccion� inmediatamente� como ahora. �No voy a dejar de sentirme excitada? Por primera vez reconoc� que estaba excitada. Los pezones volvieron a endurecerse. Segu� recordando detalles. El momento en el que me desaboton� el tercer bot�n en el carro. Definitivamente estaba un poco bebida en ese momento. Y excitada tambi�n. Me acarici� los pezones otra vez, pero no me bast� hacerlo por sobre la tela. Baj� la s�bana que me cubr�a hasta la cintura, luego met� mi mano izquierda por debajo de �sta y de la camisa y recorr� mis tetas con los dedos. Me estremec� toda. -Mmmm. Creo que ya s� por d�nde va �sto- me dije. Luego de unos minutos acarici�ndome ambos pezones, me di cuenta de que estaba toda mojada entre las piernas, as� que met� mi mano derecha por debajo del pantal�n y comenc� a explorarme. Tal como lo pens�, estaba toda mojada. Y no s�lo eso, me hab�a estado mojando desde el comienzo de la noche, durante la cena, durante la despedida �y ahora!. Segu� recordando: Definitivamente lo que m�s me gust� fue el beso final. �Dios m�o! �Nos hab�amos besado en la boca! Hab�a sido aun beso r�pido y sin� lengua o mordiscos o� En ese momento sent� c�mo un chorro de fluidos volv�a a bajar por mi vagina, mojando mis pantalones. -MmmmmSegu� acarici�ndome los pezones, d�ndole vueltas entre los dedos o restregando contra ellos la palma de mi mano. Mientras, la otra me exploraba el vientre. Mi vulva mojada permit�a que mis dedos la recorrieran despacio, complaci�ndome, acarici�ndome. No me hab�a tocado el cl�toris todav�a. Lo esquivaba, a prop�sito. Sab�a que su momento llegar�a, pero no todav�a. Segu� pensando en Miguel. En su abrazo mientras camin�bamos hacia el carro. Su cuerpo fuerte. Los m�sculos de sus brazos�
Me toqu� el cl�toris y me estremec�. No pude evitar un fuerte gemido. -AaaaahhhhEspero que no me haya o�do. Pens�. Pero no pod�a evitarlo. Dej� de acaricarme el cl�toris y met� dos dedos en mi vagina. Era tan estrecha. Me gust� meterme dos dedos de una vez. Nunca me hab�a masturbado con tanta intensidad. Decid� sacar uno de mis juguetes. Ten�a tres: uno delgado y peque�o solo para el cl�toris, con mucha vibraci�n; otro m�s grande, tambi�n con vibraci�n, para el punto G y �King-kong�, uno gigante que utilizaba muy pocas veces, pero que me llenaba completamente. Me decid� por el mediano y luego de sacarlo de la gaveta de la mesa de noche, lo puse en la cama. Me quit� toda la ropa y la tir� a un lado. Luego tom� el dildo, me lo puse a la entrada de la vagina y comenc� a met�rmelo poco a poco. -Aaaaahhhh, siiiii- gemi de nuevo. Fui muy despacio, a la velocidad que el cuerpo me lo ped�a. Luego lo encend� y sent� su vibraci�n justo con el extremo en mi punto G. La otra mano volv�a a acariciarme las tetas, apret�ndome duro lo pezones, que ahora peleaban por mi atenci�n. Pero cuando volv� a tocarme el cl�toris, el orgasmo me sorprendi�. �Nunca hab�a acabado tan pronto! Mi cuerpo se tens� y estir� las piernas, apret�ndolas una contra la otra, sintiendo como las vibraciones del dildo me excitaban el punto G y el cl�toris respond�a a mis dedos con fuertes explosiones de placer. -AAAAAHHHHHH-AAAAAAAAAHHHHHH-AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHFinalmente me relaj� y pude sacarme el dildo, pero apenas sali� de mi vagina, un nuevo espasmo me hizo ponerme r�gida nuevamente. -MMMMMMMMMMMe relaj� otra vez, s�lo para tener un tercero y cuarto espasmo. No recordaba haber tenido un orgasmo tan fuerte en mi vida. Me puse de lado, estir� la s�bana para cubrirme y luego de dos o tres espasmos m�s, me dorm� profundamente. 3. Cuando despert� era media ma�ana. Hab�a dormido muy bien, relajada y en paz. Me estir� y me sorprend� al darme cuenta de que estaba desnuda. �Nunca duermo desnuda! Poco a poco fueron regresando a mi mente los recuerdos de la noche anterior. La cena, el beso, mi excitaci�n y finalmente mi masturbaci�n. -�Wow, qu� noche!- pens�. Me sent�a feliz y descansada, aunque con los recuerdos, algunas partes de mi cuerpo
parec�a que quer�an seguir� jugando. Mis pezones, por ejemplo, volvieron a erguirse y el roce contra la s�bana se sent�a muy bien. Me puse de lado para ver si se tranquilizaban, pero hab�a algo duro en el colch�n que me molestaba: �el vibrador! -�Wow, qu� noche!- volv� a pensar. Despu�s de masturbarme simplemente me hab�a quedado en la cama. No hab�a limpiado y guardado nada, ni me hab�a puesto la pijama. No quise tocarme entre las piernas. seguramente olir�a a� Entonces me puse a pensar en lo que hab�a sucedido y me dio un poco de remordimiento de conciencia. -�Era mi hijo! �C�mo voy a pensar en t�rminos sexuales en mi hijo?Pero no pod�a olvidar sus brazos, su cuerpo� Y entonces se me ocurri� que era como alguien que est� a dieta, pero quiere comerse algo delicioso: �Una torta de chocolate! La mira, la desea, pero sabe que no puede com�rsela. Entonces busca en la despensa y encuentra unas galletas de dieta y se las come. Las galletas sacian las ganas de comerse la torta. Eso era lo que me hab�a pasado. Miguel era mi torta de chocolate pero no puedo com�rmela, as� que me com� una galleta o sea, me masturb�. Eso me quit� las ganas de comerme la torta. Encantada con mi teor�a psicol�gica, jajaja, me levant� de la cama, la revis� que estuviese limpia (hab�a dormido desnuda y muy mojada, podr�a ser que hubiese dejado alguna mancha) y tomando el dildo, me fui al ba�o. Mientras hac�a pip�, lo revis�, ol�a a sexo, pero no estaba sucio. -Ser�s mis galletas de dieta- le dije en voz baja. Luego pens� en los otros juguetes y decid� que ten�a galletas de dieta de tres tipos distintos, jajaja. Luego de ba�arme y arreglar el cuarto, me vest� con mi ropa de descanso dominguero. Una franela de lanilla y unos anchos pantalones deportivos. En la cocina me prepar� un caf� y me fui a sof� de la sala a leer las noticias en mi iPad. No hab�a se�ales de Miguel, seguramente segu�a durmiendo. Como una hora despu�s lo o� haciendo ruidos en la cocina, probablemente prepar�ndose un caf�. Luego o� sus pasos acerc�ndose a la sala. El coraz�n se me aceler�. -Hola mam�. Buenos d�asMe alegr� que me hubiese dicho mam� y no Elvira, lo que demostraba que volv�amos a nuestra relaci�n normal de madre e hijo. -Hola hijo, buenos d�as- le respond� sin voltear a verlo. Sab�a que el vendr�a por detr�s del sof� y quer�a mantener mi cara viendo hacia adelante para evitar cualquier tentaci�n de besarme en la boca. El se acerc� efectivamente por detr�s del sof� y se agach�. Mi coraz�n lat�a aceleradamente, mientras mis ojos se manten�an en el iPad, aunque desde que �l hab�a aparecido, no hab�a sido capaz de leer ni una l�nea.
Entonces Miguel se apoy� en el respaldo del sof� y bajando la cabeza me bes� en el cuello, cerca de mi oreja izquierda. El estremecimiento de mi cuerpo fue tan grande que hasta creo que �l se dio cuenta. -�Que te pasa?- pregunt�. -Nada, nada, es que me sorprendiste- respond�. Pero era mentira. �Me hab�a estremecido de placer! La torta de chocolate acababa de besarme en uno de esos puntos especiales del cuello. -Oooohhhh- pens� -todav�a estoy muy sensibleEl no se dio cuenta e irgui�ndose de nuevo me pregunt�: -Ya desayunaste? �Quieres algo?-No hijo. No tengo hambre. Ya me tom� un caf� y voy a esperar para el almuerzo-Ok. No hay problema. Yo me comer� un sandwich o algo as�. Luego voy a hacer tareas. Tengo un mont�n de cosas por entregar ma�ana en la universidad. -Muy bien- le dije y segu� tratando de leer, pero con la sensaci�n de sus labios en el cuello distray�ndome. Apenas se fue me pas� la mano por donde me hab�a besado. El resto del d�a no pas� nada especial. Almorzamos como a las 2 pm y �l sigui� estudiando. Yo mientras, hice un mont�n de labores del hogar. Lav� ropa, recog�, limpi� la cocina. Las t�picas cosas que no se pueden hacer durante la semana. Como a las 5 hice una pausa, prepar� una bandeja con dulcitos y dos tazas de caf� y fui a su cuarto. Respetuosamente le toqu� la puerta y esper� a que me respondiera que pod�a pasar. Estaba sentado en su escritorio de espaldas a la puerta, coloqu� la bandeja en la mesa y me le acerqu� por detr�s, abraz�ndole la cabeza y d�ndole un beso. Muy tarde me di cuenta que estaba sin sost�n y mis tetas se amoldaron contra los lados de su cabeza y cuello. Pero como no estaba segura de si �l se hab�a dado cuenta, me esper� un par de segundos y luego lo solt�, movi�ndome hacia donde estaba la bandeja. Cuando le vi la cara me pareci� que estaba un poco rojo y me di cuenta de que s�, se hab�a dado cuenta de mis tetas, pero decid� no darme por enterada y le ofrec� el caf�. -Aqu� te traje un poco de caf� y unas galletas-Gracias, mam�- respondi� tomando una. Yo agarr� mi taza y empec� a tomarme el caf� sin saber que decir. Finalmente me alej� dici�ndole: -Ah� te dejo la bandeja. Cuando termines me llamas-No te preocupes. Yo la llevo. �Ah! y por mi no hagas cena. No tengo hambre y con esto tengo suficiente-Muy bien- respond� saliendo del cuarto y cerrando la puerta.
Al salir, me recost� de la pared. -Pero si ser�s tarada- me dije -�c�mo se te ocurre abrazarlo sin sost�n. Seguro que tienes los pezones erguidosEfectivamente, los pezones los ten�a erguidos y sensibles. Me los toqu� con las manos tratando de que se tranquilizaran, pero que va. No estaban para eso. Pronto me distraje con mis labores y me olvid� de lo que hab�a pasado. Cuando termin� me com� una tonter�a y me puse a ver televisi�n. A las 9 me di cuenta de que estaba cansada. Me acerqu� al cuarto de Miguel, vi la puerta cerrada y por la rendija y vi la luz prendida, pero no quise molestarlo. O mejor dicho, no me atrev� a molestarlo, no fuera a que cometiera otro desliz. En mi cuarto, me prepar� para dormir. Esta vez me puse la pijama y me sent�a mucho m�s tranquila que la noche anterior. Mientras me dorm�a pens�: -Muy bien. Est� claro que no me puedo comer la torta de chocolate, pero� no por eso puedo dejar de pensar en la torta de chocolate �no?- mientras una gran sonrisa se asomaba a mis labios. Y entonces me puse a recordar los detalles de la cena del s�bado, hasta su momento culminante del beso de despedida, que en mi imaginaci�n se hac�a cada vez m�s profundo. Record� el beso que me dio en el cuello en la ma�ana del domingo. Y record� el abrazo que le di en la tarde cuando le llev� las galletas y el calor de su cabeza en el valle entre mis pechos� Pronto me di cuenta de que estaba empezando a excitarme demasiado y decid� que no me iba a masturbar hoy otra vez �dos veces seguidas? �No se�or! �o tal vez si?� 4. El lunes me levant� temprano como siempre, me fui a la cocina y me prepar� un caf�. Luego me puse a preparar huevos revueltos para los dos, con tomate, cebolla y jam�n. Despu�s, mientras limpiaba la sart�n en el fregadero, o� a Miguel acerc�ndose. -Te acabo de preparar unos huevos revueltos- le dije contenta. -Oh no, estoy muy atrasado, no voy a tener tiempo de desayunar- me contest� -tengo que salir corriendo. Entonces me abraz� por detr�s empuj�ndome ligeramente contra el mueble del fregadero. Su vientre se peg� a mi culo y no pod�a separarme porque est�bamos contra el mueble. Luego pas� sus brazos alrededor de mi espalda, enlazando sus manos a la altura de mi est�mago, rozando mis pechos. -Gracias- me dijo susurrando en mi o�do y luego me dio un beso en el cuello. Exactamente en el mismo lugar de ayer. Volv� a estremecerme. Pero hoy, adem�s sent�a su vientre contra mi culo y sus brazos casi en mis tetas, que claro, estaban sin sost�n. As� nos quedamos unos segundos y luego me solt�, se dio la vuelta y sali� de la casa. Me qued� paralizada junto al fregadero. Despacio cerr� el agua, mientras el coraz�n parec�a que se me iba a salir por la boca. -�Qu� es esto que acaba de pasar?- me pregunt�. -�Era su miembro lo que hab�a sentido apretado contra mi culo?-
-Me hab�a rozado las tetas con los brazos?-�Me hab�a vuelto a besar en esa zona sensible de mi cuello?Me di media vuelta y me dirig� al cuarto. Me arranqu� la camisa y los pantalones y luego de tomar un de mis juguetes, me masturb� furiosamente. Pas� el d�a en la oficina medio distra�da. No pod�a concentrarme en el trabajo. Opt� por hacer las cosas m�s sencillas. Esas que no requieren mucha atenci�n. Estaba todav�a estaba nerviosa por lo sucedido en la ma�ana. No pod�a decidir si el abrazo de Miguel hab�a sido de naturaleza sensual o era mi cabeza que me estaba haciendo imaginar cosas. Obviamente me hab�a excitado tanto que hab�a tenido que masturbarme inmediatamente, pero a lo mejor todo eran cosas de mi cabeza. Hac�a tanto tiempo que no ten�a sexo con un hombre que a lo mejor me estuviera haciendo ver cosas que no exist�an. Pero luego pensaba en la cena del s�bado, en c�mo me hab�a tratado como si fuese una chica que quisiera conquistar� Cuando regres� la casa era un poco tarde, pero �l no hab�a llegado. Luego me escribi� un sms diciendo que esa noche iba a tener entrenamiento y que llegar�a tarde. As� que me relaj�, recalent� el desayuno de la ma�ana y me puse a ver televisi�n en pijama. A las 10 pm me dorm� sin saber m�s de �l. Al d�a siguiente volv� a levantarme temprano a preparar el desayuno. Esta vez Miguel se sent� conmigo y conversamos de cualquier tonter�a. Por supuesto que no hice menci�n del abrazo del d�a anterior, sin embargo, conforma pasaban los minutos, me iba poniendo cada vez m�s nerviosa al pensar en c�mo se iba a despedir. Al terminar su desayuno, �l se par� de su silla, pero yo decid� no hacerlo para evitar que me abrazara. Cosa que no ten�a mucho sentido, porque deseaba que me abrazara, pero mi mente estaba muy confundida y prefer� evitarlo. En cualquier caso, �l se acerc� entonces a mi silla y se inclin� para besarme y yo me volte� hacia arriba para evitar que me besara en el sensible cuello� y result� entonces que me bes� �en la boca! �Y adem�s por m�s tiempo de lo debido! Luego se enderez� y se fue dej�ndome paralizada en mi silla. Estaba vuelta una papilla. Completamente excitada pero sin saber qu� hacer. El coraz�n me palpitaba muy r�pido, mis pezones parec�an sal�rseme del pecho y mi vulva parec�a un r�o de lava. Me toqu� los labios con los dedos delicadamente y para que no se me fuera a borrar la sensaci�n del beso y con la otra mano me acarici� las tetas. Luego de varios minutos as�, fui recuper�ndome de la despedida. Me levant�, recog� la mesa y me fui a mi cuarto a ba�arme y vestirme. Resist� la urgencia de masturbarme, pero me cost� hacerlo. Pas� el d�a distra�da otra vez en la oficina. Si segu�a as� nunca terminar�a el proyecto, pero era que cada vez que trataba de hacer algo, en seguida me asaltaba alg�n recuerdo. Sus labios, el olor de su crema de afeitar, el abrazo del d�a anterior, su vientre contra mi culo. Definitivamente hab�a decidido que si, que era su miembro lo que hab�a sentido cuando se apret� contra m�. Nuevamente llegu� temprano a la casa y me cambi� para ir al gimnasio. Yo tambi�n me manten�a firme gracias a mis duros entrenamientos dos o tres veces por semana. Las m�quinas de ejercicios se encargaron de sacarme a Miguel de la cabeza. Para cuando termin�, sudada y cansada, s�lo ten�a fuerzas para pensar en un ba�o y mi cama. Al llegar a la casa, pude ver que Miguel estaba en su cuarto estudiando o leyendo. Siempre que yo ten�a gimnasio, �l sab�a que no habr�a cena, por lo que seguro que
se hab�a preparado algo. Yo me tom� un yoghurt, me ba�� y me acost� a dormir. Nuevamente desayunamos poniendo m�s nerviosa. vi�ndome el pecho. Sin termin�ramos de comer, puerta de la cocina me
juntos y seg�n se acercaba el final del desayuno, me iba El no demostraba nada, pero de vez en cuando lo cazaba estar muy segura de qu� hacer, poco antes de que me levant� de mi asiento y me dirig� a mi cuarto, desde la desped� de �l:
-Tengo que hacer unas cosas. Nos vemos en la noche-Claro, mam�- respondi� �l, con un ligero tono de desilusi�n en la voz. -Deja los platos en el fregadero que yo los lavo despu�s- a�ad� y me fui al cuarto. All� me termin� de arreglar para ir a la oficina y antes de salir me asegur� de que �l se hubiese ido ya. Luego pas� toda la ma�ana en la oficina pensando que hab�a sido muy torpe con �l en la ma�ana. Que quiz�s se sent�a dolido. �Y yo tambi�n me sent�a dolida por mis propio comportamiento!. �C�mo se me hab�a ocurrido dejarlo que se fuera sin despedirme debidamente de �l? Y luego volv�a a iniciar con mis reproches silenciosos. El caso es que fue otro d�a m�s de bajo rendimiento en la oficina. Al final de la tarde record� mi ejemplo de la torta de chocolate y me dije: -Bueno, es cierto que no debo comerme la torta de chocolate, pero no hay nada de malo probarla �no? Si dejo que me de un beso de despedida no estamos haciendo nada malo. Es s�lo un beso de despedida. Bueno, un beso y una caricia. Y a lo mejor un apretuj�n. Pero definitivamente no hay nada de malo en esoObviamente estaba completamente arrepentida de mi comportamiento y deseaba que llegara a la casa para abrazarlo, pero hoy era mi d�a de gimnasio y nuevamente, cuando llegu� en la noche, ya �l estaba en su cuarto. As� y todo le toqu� la puerta. -Pasa- me dijo. -Hola hijo, buenas noches �C�mo pasaste tu d�a?- le pregunt�. Me pareci� ver c�mo se le alegraba un poco la cara al o�r que me preocupaba por �l, que no estaba enojada. -Muy bien, mami. Muchas gracias por preguntar. �Y t�? �Resolviste lo que ten�as pendiente?Por un instante no supe a qu� se refer�a y no sab�a qu� responder, pero luego me acord� que esta ma�ana le hab�a dicho que ten�a que resolver algo. -Si, hijo, gracias. Todo est� bien- no sab�a que m�s hacer. Yo quer�a acercarme a su puesto y besarlo, acariciarlo, decirle que no estaba enojada con �l, pero ser�a un comportamiento demasiado raro, as� que decid� dejarlo para ma�ana. Cuando me fui a acostar, decid� ponerme una pijama un poco m�s sexy, para lucirla en la ma�ana durante el desayuno. Cuando llegu� a la cocina, �l no hab�a llegado todav�a as� que me puse a preparar tostadas sas, que a �l le gustan mucho. Un poco despu�s lo o� acercarse y cuando me vio, lo sent� dar un respingo de asombro. Me volte� y vi que se hab�a quedado mir�ndome. Obviamente se hab�a sorprendido por la pijama. Era m�s bien una especie de dormilona que me llegaba un poco m�s arriba de las rodillas, de una tela
azulada, muy suave y c�moda. Cuando lo vi parado ah�, �l se dio cuenta y reaccion�. Se fue a sentar en su puesto habitual en la mesa, con la cara muy sonrojada y evitando mirarme. Yo me hice la que no se hab�a dado cuenta y simplemente me acerqu� a servirle sus tostadas. Al sentir que no hab�a notado su asombro, su rostro cambi� y pareci� tranquilizarse. Comenzando entonces a comerse su comida. Yo me serv� mi comida, me sent� a su lado y comenzamos a comer y a conversar animadamente. Si not� que su mirada bajaba constantemente a mis tetas, lo que me hizo sospechar que algo le llamaba la atenci�n. Pero no le hice mucho caso. Igual hab�a sucedido el d�a de la cena, cuando me hab�a desabotonado el segundo bot�n de la blusa. Cuando terminamos de comer, yo me par� a poner los platos sucios en el lavaplatos, cuando �l se levant� y comenz� a avanzar hacia la puerta para irse, entonces me volte� y le dije: -�No te vas a despedir?Se detuvo de inmediato y empez� a devolverse con la mirada baja, como si le diera pena verme -Si, si claro- dijo. Se detuvo a unos cent�metros de mi, sin atreverse a tocarme, por tomar la iniciativa yo y abrazarlo. Con decisi�n pas� mis brazos cuerpo y lo atraje hacia mi. �l ten�a unos pantalones deportivos ten�a entrenamiento, y cuando lo abrac� me di cuenta de la raz�n tan inc�modo y nervioso �ten�a una tremenda erecci�n!
lo que decid� alrededor de su de algod�n, hoy por la que estaba
Claramente sent� su duro miembro contra mi vientre y por un instante me sorprend�, pero no solt� el abrazo. Luego, sin dejar de apretarme contra �l, levant� mi cara hacia �l y busqu� sus labios, d�ndole un corto pero decido beso en la boca. El pobre no respiraba, sin resistirse se dej� besar y abrazar, pero estaba tan asustado que no sab�a qu� hacer. Yo disfrut� de su cuerpo y de su beso unos segundos solamente y luego me separ� dici�ndole: -Gracias hijo. Que tengas un buen d�aEl balbuce� algo que no entend�, creo que algo como: -No, gracias a ti mam�- y sali� apurado. Entonces me recost� contra el fregadero, tom� una gran bocanada de aire y respir�. -Wow, esto s� que no estaba en el programa- me dije pensando en su miembro duro, apretado contra mi vientre. No me lo esperaba, pero al mismo tiempo sab�a que se trataba ya de un hombre de 21 a�os que debe tener las hormonas siempre a flor de piel. Al llegar a mi cuarto me vi en el espejo y me di cuenta de porqu� Miguel estaba tan raro: �estaba casi desnuda! A ver, no era que no tuviese puesta mi pijama, pero era que la misma era muy trasl�cida a la luz del d�a. En la noche se ve�a muy bien, pero con el sol mis pezones se trasparentaban completamente a trav�s de la tela. Y no s�lo eso, sino que si forzaba un poco la vista, ve�a la sombra de mis vellos p�bicos. �Con raz�n Miguel se qued� paralizado cuando me vio esta ma�ana!
Y adem�s de eso, no se me hab�a ocurrido nada menos que abrazarlo y besarlo en la boca. Claro, en ese momento yo no sab�a que me hab�a visto casi desnuda y que se hab�a excitado mucho. Lo m�s extra�o era que no me sent�a mal, por el contrario, me sent�a muy excitada. Mis pezones estaban erguidos y mi vulva estaba inundaba. Entonces me quit� la pijama y me contempl� desnuda en el espejo. Todav�a conservaba una buena figura. Mis tetas ya no estaban tan arriba y duras como antes pero se manten�an bien. Mi vientre plano estaban incluso mas duro que cuando joven gracias al ejercicio. En fin, en otras palabras, �estaba buena! Me apret� las dos tetas con las manos y me estremec� de placer. Estaba claro que era in�til pensar que pod�a irme al trabajo as�. Entonces busqu� en la gaveta y sin dudarlo saqu� a king-kong. Tambi�n un frasco de lubricante, aunque estaba tan mojada que dudaba que lo necesitara. Primero coloqu� a King-Kong en el suelo del ba�o. El dildo tiene un chup�n en la base que permite fijarlo a una superficie plana. Despu�s me puse una buena cantidad de lubricante en la mano y la roci� por todo el dildo. Solo deslizar mi mano por �l sent� c�mo el coraz�n se me aceleraba en anticipaci�n. Luego puse una pierna a cada lado y sujet�ndome en el lavamanos y la poceta, fui bajando el cuerpo hasta que la punta del dildo se apoy� en mi vulva. -Est� fr�o- me dije, pensando que el de Miguel estar�a caliente. Segu� bajando el cuerpo lentamente ahora. La cabeza presion� primero contra mi vagina sin poder entrar, pero de pronto �sta cedi� y se introdujo en mi vientre. -Oooohhhh- gem� de placer. Siempre hab�a tenido problemas para meterme King-Kong era tan contenidamente grande! Pero hoy era otra cosa. Hoy estaba tan excitada que entr� divinamente. Segu� bajando el cuerpo hasta que sent� como la cabeza presionaba contra mi �tero. -Mmmmmm- gem� de nuevo. Entonces comenc� a mecer las caderas adelante y atr�s. El dildo me revolv�a mis entra�as tan deliciosamente que no aguant� ni dos minutos. Enseguida comenc� a sentir un poderoso orgasmo en mi �tero, justo donde la cabeza del dildo me hurgaba. -SIIIIIIIII, AAAAAHHHH, SIIIIII- gem� mientras me estremec�a de placer al ritmo de los espasmos de mi cuerpo. Unos segundos despu�s me dej� caer hacia adelante, permitiendo que el dildo saliera un poco, lo que me caus� un nuevo espasmo de placer. Cuando me recuper� finalmente, recog� todo, lav� el dildo cuidadosamente y lo guard� en su gaveta. Me ba��, me vest� y me acomod�. A las 10 estaba en la oficina trabajando energ�ticamente, libre de toda preocupaci�n y con el alma y el coraz�n ligero. 5. A eso de las 5 de la tarde recib� un mensaje de Miguel pregunt�ndome si yo iba a ir al gimnasio en la noche. Le contest� que si que ten�a sesi�n de 7 a 8 pm. Entonces �l me escribi� a ver si pod�a esperarlo, que ten�a que hablar algo importante conmigo. Obviamente le respond� que no hab�a problema, que lo esperar�a y que pod�amos cenar juntos. El rechaz� la cena, me dijo que comiera, que �l ten�a que comer antes de su entrenamiento. As� pues quedamos que yo simplemente lo esperar�a.
La seriedad de Miguel me asust� un poco. �Qu� ser�a lo que quer�a hablar conmigo que necesitaba tanta seriedad? As� pues, me fui a la casa, me cambi� y me fui al gimnasio cada vez m�s preocupada. Minuto a minuto cambiaba de opini�n acerca de lo que �l quer�a hablar y en cada cambio ve�a el panorama cada vez m�s negro. No disfrut� de los ejercicios y me regres� temprano a la casa. Al llegar me ba�� y pens� en ponerme la misma pijama de anoche, pero me asust� pensar que quiz�s Miguel se podr�a sentir mal por haberme visto as�, por lo que me puse una de mis viejas franelas de algod�n blancas y un pantal�n de azul de ejercicios. Una poco demasiado fea, pens� vi�ndome en el espejo. Me cambi� los pantalones, luego la camisa y luego los pantalones de nuevo. As� pas� �media hora! Finalmente me decid� por la franela blanca y unos shorts. Ten�a el coraz�n en la boca cuando baj� a la cocina, por lo que no com� sino un poco de yoghurt y un par de fresas. Luego me sent� en el sof� y prend� la televisi�n a esperar que Miguel llegara. No pod�a concentrarme en ning�n programa y finalmente puse un concierto de m�sica cl�sica de YouTube. -Hola mam�. Ya llegu�- dijo Miguel desde la puerta. -Hola hijo. Estoy en la sala-Ok. D�jame dejar mis cosas en el cuarto y bajo-OkUn par de minutos despu�s o� a Miguel acercarse. Apenas pod�a respirar. -Hola, mam�- me dijo al acercarse, pero no hizo ninguna intensi�n de besarme ni nada, s�lo entr� a la sala y se sent� en el butac�n frente a mi. -Hola hijo- le respond�. Iba a preguntarle porqu� no se hab�a sentado a mi lado, pero decid� que mejor no le cambiaba nada, dej�ndole hacer lo que le hiciese m�s c�modo. Entonces me di cuenta de que estaba evadiendo mirarme a la cara. Que miraba la tv, la pared o lo que sea, pero casi no posaba la vista en mis ojos. Las alarmas me sonaban cada vez m�s duro. -Mam�, yo� yo� quer�a pedirte perd�n por lo de �sta ma�ana- dijo poni�ndose muy rojo mientras miraba fijamente el suelo. -No estoy segura de cu�l es la raz�n por la que me est�s pidiendo perd�n hijo, pero te puedo asegurar que no estoy molesta por nada que hayas hecho esta ma�anarespond� un poco confundida. -�No?- respondi� �l levantando la vista a mi cara por primera vez. -Te aseguro que estoy bien, hijo. Pero dime qu� es lo que piensas que est� mal-Es que yo�- respondi� Miguel bajando de nuevo la vista. -�Porqu� no te sientas a mi lado y me lo cuentas?Miguel pareci� dudar, pero luego se levant� y se sent� a mi lado en el sof�. Mantuvo su distancia, haci�ndolo en el extremo, pero a�n as�, si yo quer�a pod�a tocarlo. -A ver. Le dije de nuevo �cu�ntame cu�l es el problema- Poco a poco me estaba
convenciendo de que s�lo era una tonter�a. Miguel se agitaba como si el sof� le estuviese quem�ndole la piel. -Esta� ma�ana� cuando me abrazaste� esta ma�ana� yo� yo� estaba� excitado- dijo Miguel finalmente, mirando al suelo de nuevo. -�Oh hijo! �Pero eso no importa. No hay nada de malo estar excitado!-Pero cuando me abrazaste, mi� mi miembro se apoy� contra ti-Si, es cierto, pero eso no tiene nada de malo-�No te molest�?- pregunt� levantando la cara otra vez con una expresi�n de esperanza en ella. -No, no me molest� en absoluto. Al contrario. Muchas veces se siente un poco de orgullo-�Orgullo?- pregunt� confundido. -Si. Una se siente orgullosa de haber provocado esa reacci�n. Es como un piropo-�C�mo un piropo?-Una pregunta hijo- le dije tom�ndole la mano -y quiero que me respondas con sinceridad �has tenido� alguna experiencia con muchachas?-Eh.. bueno. He besado a algunas, pero nada serio-�En la boca? �Has abrazado alguna?Miguel se sonroj� y baj� la vista de nuevo. -No� Bueno, si le d� un beso en la boca a Delia, mi mejor amiga del colegio, pero no la abrac�-Ok. Entonces voy a contarte un poco de las experiencias de la vida- el dije prepar�ndome para un largo discurso. -A ver hijo. La mayor�a de las mujeres sabemos c�mo funcionan los hombres. Bueno, digamos que vamos aprendiendo desde los 13 a�os. B�sicamente sabemos, y esos lo sabes tu tambi�n porque te lo cont� cuando llegaste a la pubertad, que los hombres y las mujeres tienen relaciones sexuales para tener hijos. �Te acuerdas?-Claro, mam�. Todav�a me acuerdo- respondi� Miguel. -El caso es- continu� -que durante las relaciones, los hombres introducen su pene, su miembro, en la vagina de las mujeres y luego de un cierto tiempo eyaculan y la esperma fecunda el �vulo-Claro y el beb� crece en el �tero de la madre y nueve meses despu�s nace. Todo eso lo s�, mam�-Ok. Entonces entiendes que nosotras sabemos que Uds. tienen un miembro que usualmente est� relajado y blando, pero que para tener relaciones se pone grande y duro-Si, supongo que si, que las mujeres saben eso-
-El hecho es que cuando a un hombre se le endurece el miembro cuando ve a una mujer, es un indicativo de que el hombre quiere tener sexo. En otras palabras, un indicativo de que a ese hombre le gusta esa mujer-Pero�-Y para esa mujer, es una especie de alago: �Soy bonita porque le gusto a ese hombre�, �Estoy saludable, porque le gusto a ese hombre�. �Me expliqu�?-Si, pero a veces� me pasa sin pensar en ninguna mujer- replic� Miguel. -Ciertamente- le dije -Sobre todo a tu edad. Cuando est�s joven y saludable, hay una cantidad de hormonas en tu cuerpo que est�n dici�ndote que es el momento de procrear. Una especie de alarma. Todos los animales lo tienen. Es algo que dice: �Ponte a buscar una mujer porque est�s en la edad de procrear�. En ese momento, cualquier cosa que te recuerde sexo puede producirte una erecci�n. Inclusive hay una erecci�n muy t�pica en la ma�ana, cuando la vejiga llena presiona la pr�stata y te produce esa reacci�n-Pero esa no es a la que quiero referirme- continu� -la erecci�n de la que quiero hablar es la que tienes cuando ves a una mujer que te gusta y de rebote, a la reacci�n de la mujer cuando se da cuenta de que es la que caus� esa erecci�nMiguel se sonroj� de nuevo y baj� la vista apenado de nuevo. -�Porqu� te sonrojas?- le pregunt� acerc�ndome m�s a �l y tom�ndole la mano. -Es que� eso quiere decir que� �yo te deseo?-�Siii! �Y me encanta! No tiene que darte pena- le respond� abraz�ndolo. No como en la ma�ana, sino que estando ambos sentados un al lado del otro, le pas� el brazo por lo hombros y lo apret� contra m� pecho. -�Pero eres mi mam�!- dijo el sin responder al abrazo y mirando todav�a al suelo. -Ciertamente, pero tambi�n soy una mujer joven con hormonas y deseos-No entiendo- dijo levantando la vista. -Pues que somos ambas cosas. Somos madre e hijo, pero tambi�n somos una mujer adulta y un hombre adulto y no podemos renunciar a ninguna de las dos condiciones-�Entonces es normal que�- le costaba decirlo -es normal que me gustes?-Claro que es normal- respond�. -�T� tambi�n me gustas!-�Yo te gusto?-�Claro que me gustas! Eres un muchacho� no, eres un hombre muy buenmozo. Tienes un cuerpo espectacular, fuerte sin ser musculoso. Una sonrisa espectacular, unos ojos� preciosos y sobretodo, una mente �gil y brillante. Eres inteligente, estudioso y tienes un porvenir inmenso�-Pero�-Y no te digo m�s porque te vas volver engre�do. Jajaja. Y perd�name que te est� interrumpiendo a cada momento-Est� bien. Lo que quer�a decir es que es normal que pienses as�, soy tu hijo-
-Si, eres mi hijo, pero adem�s eres todo lo que te dije antes. No entiendo c�mo no hay una corte de mujeres tratando de conquistarte-Bueno� - dijo Miguel -en algunos momentos los ha habido, pero como te he dicho a mi no me gustan las mujeres j�venes-Eso me encant�. Cuando dijiste que te gustaban las mujeres de mi edad me dio un brinco el coraz�n y esta ma�ana, cuando te sent� casi me muero�Por supuesto no iba a contarle que hab�a salido corriendo a mi cuarto a masturbarme como una loca. Pero volv� a apretarlo contra mi, haci�ndome cada vez m�s consciente de que mi teta izquierda se aplastaba contra su pecho y mis pezones erguidos deber�an sentirse claramente. El simplemente se dejaba abrazar, pero luego de un rato, pas� su brazo derecho por mi espalda y me respondi� el abrazo. -No sabes lo preocupado que estaba- me dijo -yo pensaba que te pod�as haber ofendido, que podr�as� no s� odiarme y botarme de la casa-Al contrario hijo. Luego que te fuiste me qued� de lo m�s contenta. Eso s�, cuando llegu� al cuarto, me di cuenta que la pijama que llevaba era un poco� reveladora-Ciertamente, jajaja- dijo Miguel riendo -Cuando te v� al entrar a la cocina no pod�a creer que te estaba viendo las� las�-Las tetas, hijo. Puedes decirle por su nombre-Eso. Que te pod�a ver las tetas a trav�s de la tela-Si. Perdona. No me di cuenta de que la pijama era tan transparente cuando estaba en plena luz del d�a-No, no tengo que perdonarte nada� fue una visi�n� - respir� profundo mientras buscaba la palabra correcta -una visi�n celestial-Jajajaja- respond� -No s� en que cielo est�s pensando tu en que los �ngeles andan con las tetas casi al aire-Jajajaja. Tienes raz�n. Es m�s, no s� si los �ngeles o las �ngeles tiene tetas-Jajajaja- re�mos los dos, dejando de abrazarnos. -Bueno. Me alegro que hayamos despejado las dudas- dije. -Todav�a tengo una duda mam�. No s� si te molesta responderme una cosa m�s-No, no, dime hijo-Ya estamos claros que cuando se excitan a los hombres se nos para el� el�-Puedes decirle miembro, pene o la m�s com�n de g�evo-Eso, que a los hombres se nos para el� miembro y Uds. se dan cuenta y lo aceptan, pero cuando las mujeres excitan �c�mo lo sabemos nosotros?-�Vaya! Esa es una pregunta interesante- respond� -Vamos a ver�-Cuando las mujeres nos excitamos se producen un mont�n de cosas, todas mucho m�s sutiles que la muy obvia erecci�n de Uds- continu� y aprovechando que est�bamos
hablando de su g�evo, le puse la mano encima, sintiendo su dureza y haciendo que �l casi brincara en su asiento de sorpresa. Sin embargo la retir� enseguida, no quer�a propasarme demasiado. -Usualmente cuando estamos excitadas, las mujeres nos sonrojamos un poco y tenemos la tendencia a hablar demasiado-Mmmm. Eso no es f�cil de detectar-Otra cosa mucho menos visible, por lo menos mientras la mujer est� vestida, es que su vulva se humedece. Empieza a emanar fluidos lubricantes prepar�ndola para la penetraci�n-Mmmm. Eso no lo puedo ver entonces cuando la mujer est� vestida-No, pero debes aprender que si vas a hacer el amor, tienes que asegurarte que la mujer est� excitada y h�meda all� abajo antes de penetrarla-Ok. Entiendo-Finalmente, hay una cosa que s� se puede ver. Los pezones se nos ponen duros cuando nos excitamos- a�ad�. -�Los pezones?- pregunt� Miguel. Entonces me separ� un poco de �l y me estir� la franela sobre el pecho. Mis dos pezones sobresal�an claramente. -�Ah!- dijo Miguel sonroj�ndose profundamente. -Tienes que tener cuidado porque el fr�o tambi�n hace que se pongan duros-�Tienes fr�o ahora?-No�-�Puedo toc�rtelos?Me qued� pensando un momento y luego le dije: -Me encantar�a, pero hay un problema hijo. Sabes que hay una prohibici�n tradicional contra el amor f�sico entre una madre y su hijo. El incesto no es una cosa con la que se puede jugar-Es verdad- dijo Miguel separ�ndose un poco de mi en el sof�. -Yo tengo una � en relaci�n a nosotros. Tu eres para mi como una torta de chocolate para una persona a dieta. Ella puede desear la torta de chocolate, pero no se la puede comer-EntiendoYo recost� mi cabeza sobre su hombro y por unos momentos le acarici� los brazos y el pecho. Qued�ndonos en silencio por unos minutos. Entonces me arm� de valor y le tom� la mano izquierda y me la puse sobre mi teta derecha, apretando su mano contra la teta. Entonces le dije. De vez en cuando puedes tocar la torta, pero no puedes com�rtela.
�l me acarici� la teta despacio. Primero con toda la mano y luego tom� el pez�n entre el pulgar y el �ndice y lo apret�. -Mmmm- gem� de placer. A pesar de que me acariciaba a trav�s de la tela de mi camisa, el placer era inmenso. Entonces yo le volv� a poner la mano entre las piernas, agarr�ndole el g�evo. Lo ten�a muy grande, tal como su padre. Se lo acarici� por unos momentos y luego le dije: -Mejor ser� que me vaya a mi cuarto-Buenas noches mam�-Buenas noches hijo- le dije levant�ndome. A �ltimo momento, sin embargo, me volte� hacia �l y lo bes� en la boca. Duro. Y despu�s me fui a mi cuarto casi corriendo. All� me quit� la ropa y me met� en la cama desnuda. Busqu� en la gaveta, saqu� el vibrador mediano y luego de encenderlo, comenc� a acariciarme el cl�toris. Con la otra mano empec� a acariciarme las tetas, especialmente la derecha, donde �l hab�a puesto su mano, pero estaba demasiado excitada, as� que sujet� el vibrador en su lugar con las piernas y busqu� el king-kong en la gaveta. Cuando lo tuve en la mano, sin poder evitarlo compar� con el g�evo de Miguel. �Dios m�o! �Miguel era m�s grande que king-�ong! Record� a su padre. El ten�a tambi�n un g�evo grande, que me daba mucho placer, pero despu�s las drogas y el alcohol acabaron con su capacidad de darme placer y menos de mantener la casa, por lo que cuando lo abandon�. Desde entonces me hab�a mantenido libre y nunca hab�a tenido otros hombres. Cuidar a Miguel hab�a sido mi norte. Abr� las piernas lo m�s que pude y el otro dildo se cay� sobre la cama. Tom� al king y apoy�ndolo en la entrada de mi vagina me lo fui metiendo. Con toda la excitaci�n que ten�a entr� relativamente f�cil. Por un instante pens� en el g�evo de Miguel entrando as� de f�cil y gem� de placer. Cuando el king lleg� alocadamente y me lo gemir y a temblar al empujar el king, que iban calmando.
al fondo, con la otra mano tom� el dildo, que segu�a vibrando apret� contra el cl�toris. No aguant� ni dos minutos. Empec� a ritmo de un poderoso orgasmo. Me quit� el dildo y dej� de se sali� solo, mientras los estremecimientos de mi cuerpo se
-Uy, ojal� no me haya o�do Miguel- pens� cuando finalmente mi respiraci�n empez� a calmarse. Luego me arrop� y me dorm� as�, mojada con mis jugos y acompa�ada por mis fieles juguetes. 6. Me despert� un poquito tarde, se me hab�a olvidado poner el despertador. R�pidamente me puse la franela y el short de anoche. Met� los juguetes sin lavar en la gaveta y despu�s de hacer pip�, lavarme la cara y cepillarme los dientes, baj� a la cocina. -Buenos d�as, bella durmiente. Te quedaste dormida hoy �no?- me dijo Miguel con una gran sonrisa mientras com�a un plato de avena, sentado en la mesa. -Ay si, hijo, perd�name-
-Nada, mam�, no hay nada que perdonar. Supongo que anoche te dormiste tarde leyendo-Nada que ver hijo. Simplemente estaba muy cansada-Si, me lo imagino. Por cierto, o� unos ruidos extra�os en tu cuarto�-�Ruidos raros? No s�- dije con la cara ruborizada pensando en los gemidos que hice cuando acab� anoche -A lo mejor estoy roncando-Est� bien- respondi� Miguel -seguro que fueron ronquidosMe par� en la cocina a prepararme un caf� cuando o� a Miguel levantarse. -Me voy- dijo -tengo un d�a pesado hoyMe volte� para despedirme justo en el momento en que �l me abrazaba, pegando su cuerpo contra el m�o. Esta vez, sin embargo, no estaba excitado y no sent� su miembro contra mi. -Por cierto- dijo -anoche le� sobre el incesto. Efectivamente es un sujeto muy importante que prohibe el matrimonio entre personas afines-Si�-Espera- me dijo -el caso es que la prohibici�n se basa en que no se pueden tener hijos por el riesgo de que nazcan con problemas gen�ticos-Eso�-Pero lo que no dice es qu� pasa si la pareja no tiene hijos. Es decir, si los involucrados no van a tener hijos, si los evitan a toda costa. �Sigue estando prohibido?Al terminar de hablar, Miguel acerc� su boca a la m�a y me bes�. Un beso como el de anoche, largo y profundo, pero sin lengua. Luego se volte� y se desde la puerta se volte� y me dijo: -�Quieres salir conmigo esta noche a comer?Yo estaba demasiada impresionada para responder. Primero por lo que hab�a sugerido Miguel con relaci�n al incesto y luego con el beso. -No me respondas ahora. M�ndame un mensaje al celularMe qued� parada en el sitio. �Qu� era lo que hab�a dicho Miguel? �que si no se ten�an hijos en una relaci�n incestuosa no era malo? Parec�a un truco. No puede ser que haya una soluci�n tan� sencilla. Bueno, en el pasado no era f�cil evitar los hijos, si tirabas con alguien, casi seguro sal�as embarazada. Pero ahora que los sistemas anticonceptivos estaban tan avanzados� tal vez. -No, no puede ser�Me termin� de desayunar y me vest� para ir a la oficina. No dej� de pensar en la propuesta de Miguel. Porque era un propuesta �no? O una sugerencia. O lo que sea. En cualquier caso llam� a mi ginec�logo y ped� una cita. Me la dieron para el
mi�rcoles pr�ximo, lo que era perfecto porque me tocaba la regla� d�jame ver el calendario. Si, me tiene que bajar el domingo o el lunes. Yo soy muy regular. Y mi a mi ginec�logo le gusta que yo venga en los primeros d�as de la regla. Entonces se me prendi� el bombillo y tuve una idea aterradora: si estaba en los d�as pr�ximos a la regla, �yo era b�sicamente est�ril! -�Pero en qu� estoy pensando yo?-No puede ser que est� seriamente considerando tener relaciones con mi hijo!Mas tarde decid� responderle a Miguel y le envi� un mensaje: �Hola hijo. No me siento con ganas de salir esta noche. �No te importa que lo dejemos para ma�ana� �No hay problema mam�, pero si vamos ma�ana me gustar�a que consideraras que adem�s de comer juntos, vayamos a bailar tambi�n� Me encant� la propuesta. Siempre me encant� bailar, pero al pap� de Miguel no le gustaba porque no sab�a bailar bien. As� que cuando nos casamos pr�cticamente no volv� a bailar m�s nunca. �Encantada de salir a comer y a bailar. �A qu� hora me pasas buscando?� ��Te parece bien a las 8 pm?� �Muy bien. A las 8 estar� lista� Le hab�a respondido otra vez en el tono de �amiga� y �l enseguida hab�a asumido su rol de conquistador. Veremos c�mo juega sus cartas. El s�bado en la tarde me fui a la peluquer�a. Hice que me lavaran el pelo y me peinaran bonito. Tambi�n me depilaron la cara, me hicieron una limpieza profunda y me maquillaron. Al salir volv� a la tienda de ropa interior y me compr� un nuevo juego de ropa interior, m�s sexy que el otro. Al llegar a la casa, no hab�a rastro de Miguel. Con tranquilidad me ba��, me afeit� las piernas, los brazos y me arregl� la zona del pubis. Me recort� los vellos con una tijera y me afeit� los alrededores. Luego repos� un poco en la cama. No s� porqu� me hab�a arreglado el pubis sin no pensaba mostr�rselo. Estaba decidida a que s�lo ser�a cenar y bailar. Todas las otras ideas quedaban descartadas. Bueno, quiz�s lo dejar�a besarme un poco, pens� sonriendo mientras descansaba. Apenas me dije eso, sent� c�mo la vulva se me humedec�a. Parec�a que mi cuerpo iba m�s adelante que yo. Media hora antes de las 8pm me levant� de la cama y me termin� de vestir. Una falda corta de algod�n color crema, que me permite mostrar mis piernas, y una blusa sin mangas, sujeta por dos delgadas tiras, color crema tambi�n, un poco m�s oscuro. Me mir� al espejo y por un momento pens� que la falda era demasiado corta, pero me encantaba como me quedaba. A cambio la blusa mostraba s�lo el inicio de mis pechos y no ten�a botones que abrir, por lo que no tendr�a la tentaci�n de hacer sufrir a Miguel. Me puse un poco de perfume, retoqu� el maquillaje y estaba lista. Baj� a la cocina, donde me serv� un vaso de agua mientras esperaba a Miguel. Estaba un poco nerviosa, pero al mismo tiempo emocionada. Cuando son� el timbre me levant� de golpe y casi boto el vaso de agua. Me detuve un momento a tranquilizarme y luego, despacio me dirig� a la puerta.
-Hola Miguel, buenas noches- le dije vi�ndolo parado en la puerta sosteniendo un ramo de rosas rojas. Casi se me salen las l�grimas de la emoci�n. Nuevamente me sorprendi� con su elegancia. Una bella camisa mangas largas, color gris y unos pantalones negros muy amplios. Las mejillas perfectamente afeitadas y un ligero aroma de perfume. -Hola Elvira. Buenas noches, te traje unas flores-Gracias. Son muy bellas- respond� tomando el ramo -Pasa, por favor, mientras busco un florero para ponerlasFui a la cocina, saqu� un florero, lo llen� de agua y puse las flores dentro. Lo hice lentamente para aprovechar y tranquilizarme un poco. Nuevamente, ver a Miguel vestido y acomodado como un gal�n, me emocionaba mucho. Un poco como mam�, pero m�s como su pareja. Era todo una preciosidad de hombre. Alto, fuerte, uhmmm, para com�rselo. Sal� a la entrada con el florero para ponerlo a la mesa y mostrarle c�mo apreciaba su regalo. Luego lo mir� y le dije: -�Vamos?�l me sostuvo la puerta mientras yo pasaba y luego cerr� con llave. Un peque�o error en nuestra comedia pues no se supone que �l tenga llave de �mi� casa, jajaja. Pero est� bien, podemos seguir jugando a la �segunda cita�. Despu�s me acompa�� hasta la puerta del carro y abri�ndola para m�. Al sentarme tuve la primera sospecha de que iba a pasar trabajo con la minifalda pues �sta se me subi� tanto que estoy casi segura que le mostr� las pantaletas a Miguel. Menos mal que �stas eran de color negro y no hab�a mucha luz, pero en cualquier caso, mientras �l daba la vuelta para entrar por su lado, aprovech� para estirarme la falda para cubrir mis piernas. Bueno, algo de mis piernas pues definitivamente la falda era muy corta. Luego de manejar por un largo trayecto, conversando animadamente, llegamos a nuestro destino. Un conjunto de locales nocturnos en los que se mezclaban restaurantes, discotecas y todo tipo de negocios de ese estilo. Entramos en un restaurant de su escogencia y pronto est�bamos sentados en una discreta mesa en una esquina m�s bien apartada del local. -�Qu� quieres beber?- me pregunt�. -No estoy segura �quiz�s una copa de vino blanco?-Me parece muy bien. Voy a pedir una botella-�Una botella? �No ser� demasiado?-Vamos a cenar y luego a bailar. Lo que tome se me habr� pasado para el momento en que vaya a manejar de nuevo-Tienes raz�n. Pidamos la carta de vinosComenzamos la cena con un brindis y seguimos con una deliciosa entrada de pat� de la casa para �l y una sopa de cebolla para mi. Luego ped� un pescado, no recuerdo el nombre del plato, mientras �l se com�a un enorme pedazo de biftec. El vino nos hab�a aligerado el �nimo y nos hab�amos re�do de lo lindo. �l me contaba cosas de
sus clases y yo le contaba de mi trabajo. Algunas cosas creo que ya las sab�a, pero el �nimo y el vino nos hac�an re�r como si las oy�ramos por primera vez. Cada vez que ten�amos oportunidad, nos tom�bamos de las manos, acarici�ndonos mutuamente como verdaderos enamorados. Lo que ciertamente parec�a que fu�ramos. De vez en cuando, tambi�n nos qued�bamos vi�ndonos a los ojos sin hablar, leyendo nuestro amor en los ojos del otro. No comimos postre pues no quer�amos estar muy llenos. Nos esperaba una nueva travesura y era salir a bailar, lo que requer�a de un cuerpo �gil y no embarazado de demasiada comida. Simplemente nos quedamos en la mesa conversando y terminando de tomar la botella de vino. Finalmente luego de pagar, nos paramos y salimos del restaurant, rumbo a una discoteca un par de locales m�s all�. Yo hab�a tomado mucho m�s vino que �l y me sent�a ligera. Todas mis angustias olvidadas y feliz de tener una pareja que me llevaba a comer y a bailar. Entramos en un local tipo latino, no s�lo por el nombre �Bailaito� sino por el tipo de m�sica que sonaba sin cesar: cumbias, merengues, bachata. No hab�amos terminado de acomodarnos en una peque�a mesa en el lado derecho del local, cuando mis pies me picaban para salir a bailar. Un mesonero se acerc� enseguida y pedimos unos tragos. Yo ped� una copa de vino blanco, para seguir en la misma nota, mientras Miguel pidi� una �cuba libre�. Yo lo mir� preocupada por el l�mite alcoh�lico y que �l era el que estaba manejado, pero sonriendo me dijo que probablemente no se lo iba a tomar, pero que hab�a que cumplir con las apariencias. Los tragos llegaron enseguida y mientras beb�a un poco de mi copa, definitivamente un vino mucho peor que el que hab�amos disfrutado en la cena, Miguel se sirvi� mucha coca-cola en su cuba libre. Luego me sac� a bailar. Nunca hab�a bailado con �l, pero confiaba en que mis habilidades no se me hubiesen olvidado y pudiera adaptarme a sus pasos. �l paso un brazo por mi espalda y tomando mi mano derecha en la suya. Yo hice lo propio, apoyando mi mano izquierda en su hombro y empezamos a movernos. Para mi sorpresa, luego de unos momentos de duda por mi parte, empezamos a deslizarnos por la pista sin mayores dificultades. Sonaba un merengue, por lo que los movimientos eran muy simples y �l parec�a saberlos bien. Poco a poco �l fue tomando confianza y empez� a acelerar los movimientos, aparte de dar pasos m�s largos. Yo flu�a sin ning�n problema y ante la m�s ligera indicaci�n de su cuerpo movi�ndose hacia alg�n lado, yo respond�a acorde. As� bailamos un largo tiempo, 4 o 5 canciones. No pod�amos conversar mucho porque le m�sica lo imped�a, pero yo estaba cada vez m�s feliz, bailando con �l. -�Quieres descansar?- me pregunt� acercando su boca a mi o�do, lo que me hizo estremecer al sentir sus labios rozando mi oreja. -Bueno. Dame unos minutos. Adem�s tengo que ir al ba�oMiguel me condujo a la mesa ba�o. El loca estaba full y partes y muchas de ellas no acariciaban en los pasillos un poco en el espejo, desde beso profundo en uno de los pens�.
y luego de tomar un sorbo de mi copa, me dirig� al la pista de baile tambi�n. Hab�a personas en todas s�lo bailaban, sino que algunas se besaban y se oscuros. Despu�s de hacer mis necesidades, me arregl� donde pude ver el reflejo de dos muchachas unidas en un apartados que estaba abierto. -Los tiempos modernos-
Al regresar a la mesa, Miguel estaba distra�do viendo a la gente bailar, tomando su cuba despacio. -Hay mucha gente- le dije. -Si- respondi� sonri�ndome y d�ndome un beso en el cuello que me hizo estremecer de nuevo. -Vi a una pareja de muchachas bes�ndose en el ba�o- le dije acercando mi boca a su oreja para que me pudiera o�r y luego mordi�ndole el l�bulo. -Ay- dijo riendo y luego respondi� a su ves acercando su boca a mi oreja de nuevo -Si y yo he visto varias parejas de hombres o no s�, c�mo llamarlosMe hab�a pasado el brazo por la espalda para acercarse a mi y yo me dej� llevar, con lo que qued� pegada a �l. Mi teta derecha contra su pecho. Mmmm. -Vamos a bailar otra vez- me dijo en la oreja al tiempo que me la besaba ligeramente. La m�sica segu�a alegre en la misma onda que antes, merengues y cosas de eso. Ahora la pista me pareci� que estaba m�s llena y tuvimos que bailar un poco m�s pegados, lo que con la pr�ctica que llev�bamos no era ning�n problema. Sus pasos segu�an siendo largos y yo giraba contra sus piernas haciendo que de vez en cuando mi entrepierna se restregara contra �l de una forma muy agradable. Luego, al terminar esa canci�n, bajaron la intensidad de las luces de la pista un poco m�s y una lenta canci�n de Juan Luis Guerra empez� a sonar por las cornetas. Yo le solt� la mano que agarraba la suya y se la pas� por el cuello, agarrando mi otra mano. El hizo lo propio, pasando su mano por mi espalda, abraz�ndome por la cintura. Indefectiblemente eso hizo que nuestros cuerpos se pegaran completamente. Mis tetas se aplastaron contra su pecho y mi vientre contra sus caderas. Pronto sent� como su g�evo se endurec�a contra mi vientre, mientras mis pezones tambi�n se ergu�an ante el roce de nuestros cuerpos movi�ndose al ritmo de la lenta m�sica. Los pocos movimientos laterales que pod�amos hacer en la pista de baile llena de gente hac�a que me restregara divinamente contra su g�evo, lo que me hacia excitarme m�s. Yo ten�a mi cabeza apoyada contra su mejilla, pues la diferencia de alturas me imped�a apoyar mi mejilla, pero entonces Miguel baj� su cabeza y empez� a recorrerme el cuello bes�ndome y acarici�ndomelo con sus labios. Yo no pod�a sino estremecerme con cada beso y apretarlo m�s contra mi. Finalmente no pude m�s y levant� mi cabeza hacia �l, lo que �l entendi� que quer�a decirle algo, pero yo no quer�a hablar. En lo que estuvo a mi alcance, busqu� sus labios y lo empec� a besar. Pero no bastaba, las caricias de su cuerpo restreg�ndose contra el m�o, el calor de los otros cuerpos tropez�ndose contra nosotros, el vino� hizo que abriera la boca y con la lengua buscara la suya. El se dio cuenta inmediatamente y abri� sus labios. Mi lengua se introdujo ansiosa en su boca y comenc� a jugar con la suya. Un juego de abrazos y caricias en la profundidad de su boca. Mientras, las manos de Miguel hab�an encontrado el peque�o espacio entre mi blusa y mi falda y los dedos de su mano derecha se hab�an introducido por ah� y me acariciaban la piel desnuda de mi espalda. Yo me estaba derritiendo en medio de este er�tico asalto a mis sentidos, mi vientre contra su duro g�evo, mis pezones contra su pecho, mi espalda con sus dedos y lo m�s importante, nuestras lenguas enzarzadas en un interminable juego de caricias. Perd� la noci�n del tiempo y la m�sica me empujaba de un lado a otro, sin saber
cuando acababa una canci�n y cuando comenzaba otra. Al final, el tunt�n de un nuevo merengue nos indic� que el lapso de m�sica lenta hab�a terminado y volv�an los brincos. Reluctantes, nos separamos. Con los labios ardiendo de todos los besos que nos hab�amos dado y la piel excitada de las caricias, nos tambaleamos camino a la mesa. Me beb� la copa de vino de un solo trago, mientras �l beb�a apenas un sorbo de la cuba libre, temiendo por su nivel alcoh�lico. Por unos momentos nos quedamos en silencio, pero luego me acerqu� a �l abraz�ndolo de lado, y acercando mis labios a su oreja, le susurr�: -Me encant� sentirte- terminando con un beso h�medo en su oreja. El se estremeci� y tuvo que retirar su cabeza para mirarme con los ojos inyectados de amor y deseo. Luego acerc� sus labios a mi oreja e igualmente me susurr�: -A mi tambi�n me encant� y no quiero separarme de ti nunca- dijo intentando besarme a su vez en la oreja, pero yo volte� r�pidamente la cara y busqu� su boca con la m�a y comenzamos a besarnos de nuevo. Mientras lo hac�amos, �l apoy� su mano derecha en mi muslo desnudo, comenzando a subir poco a poco. Me estremec� de placer pero no me pod�a decidir detenerlo. S�lo cuando sus dedos empezaron a meterse bajo mi falda, decid� que era suficiente, con lo que le tom� la mano con la m�a y se la levant�, poni�ndola en mi cadera mientras segu�amos bes�ndonos. Su mano se qued� un rato quieta, pero luego comenz� a subir. Esta vez a mis tetas. No quise o no pude detenerlo y cuando me apret� deliciosamente la teta izquierda con la mano, no pude sino gemir de placer. Seguimos bes�ndonos por un largo rato, mientras �l me acariciaba, pero cuando su mano empez� a bajar y lleg� a mis muslos otra vez, lo detuve y le ped� que bail�ramos otra vez. Reluctante, dej� su mano en mi muslo por unos segundos, muy cerca de mis pantaletas, luego la subi� y la desliz� por encima de mis vulva r�pidamente, mientras se levantaba para ir a bailar. Por un instante no me pude mover, con la sensaci�n de sus dedos en mi cuerpo haci�ndome temblar de placer. Pero all� estaba �l parado, esperando por mi, as� que me compuse y me dispuse a bailar. Pasamos mucho rato en la pista, bailando con la alegre m�sica latina. Igual que antes, los merengues, las cumbias y otras cuyo nombre no recuerdo animaron nuestros cuerpos a deslizarse por la pista de baile. Una diferencia con respecto a la vez anterior era que cuando la m�sica lo permit�a, me pegaba mucho a su cuerpo y deslizaba mi entrepierna contra sus caderas o contra sus muslos, lo que me enviaba oleadas de placer directamente a mi cl�toris. Yo estaba, por supuesto, mojada a m�s no poder y cualquier cosa que me rozara la vulva era divino. Obviamente �l segu�a duro y yo procuraba mantenerlo as� peg�ndome a �l tambi�n a cada rato. Cuando ya no pod�a m�s del cansancio, le ped� que par�ramos. As� pues, nos dirigimos a nuestra mesa, donde nos encontramos que otra pareja ocupaba las otra parte de la mesa. Los saludamos amablemente y nos sentamos. Entonces not� que la pareja era un poco extra�a, era evidentemente una pareja gay, que nos devolvieron el saludo alegremente. Con ellos tan cerca me sent� un poco cohibida a seguir con nuestros besos y caricias de antes, as� que simplemente descansamos, terminando los tragos que ten�amos. -�Quieres otro?- me pregunt� Miguel al o�do y aprovechando como antes para mesarme
en la oreja. -Jajaja- me re� por las cosquillas que me produjo el beso, pero entonces le respond� de la misma forma en su o�do -No, ya tengo suficiente. �Y t�?- bes�ndole despu�s el cuello desde la oreja hasta el borde de la camisa. -Yo tampoco quiero m�s- respondi� �l, buscando mi boca para besarme. Yo mir� a la pareja enfrente de nosotros, pero ellos estaban tambi�n en lo suyo, bes�ndose apasionadamente, por lo que dej� que Miguel me besara en la boca. Al cabo de unos segundos, sent� que su mano derecha sub�a otra vez por mi pierna y abr� los ojos para ver a la pareja de enfrente. Nada que ver, ellos segu�an bes�ndose y acarici�ndose al igual que nosotros. As� pues no s�lo dej� que Miguel empezara a acariciarme mi �cosita�, sino que mi mano busc� entre sus piernas y por segunda vez le agarr� el g�evo. Ahora sin prisas. Tal como la primera vez me di cuenta de que la ten�a muy grande y, tal como lo hab�a sentido toda la noche, muy dura. La tela de su pantal�n era muy delgada, probablemente de lino, lo que me permiti� agarr�rselo con comodidad y apretarlo. Era tan gorda que no pod�a abarcarlo con mi mano, lo que me asust� un poco. �Era mucho m�s grande que kingkong! Despacio sub� y baj� la mano, masturb�ndolo y gimi� de placer. Mientras, �l me acariciaba a mi, aunque un poco torpemente. Obviamente se notaba su poca experiencia. Nuevamente cambi� la m�sica y se puso lenta. Entonces lo invit� a bailar de nuevo. -�Vamos a bailar?- le dije al oido. -ClaroEntonces, al levantarse de la silla, se quej� un poco: -�Auch!-�Qu� te pasa?- le pregunt� alarmada. -No s�- me dijo -de repente me dolieron los test�culos-�Te dolieron las bolas? �Te golpeaste?-No, no me golpe�- respondi� parado a mi lado -Simplemente me dolieron de repente. Pero no me hagas caso, vamos a bailarSalimos a la pista y empezamos a bailar abrazados como antes, pero se le notaba la incomodidad. Su g�evo segu�a parado apretado contra mi vientre, pero aparentemente el movimiento siguiendo la m�sica le hac�a rozar las bolas y le dol�a. De pronto me acord�. A su padre le suced�a cuando est�bamos empezando a salir. Despu�s de pasar mucho tiempo excitado, aparentemente le produc�an una congesti�n de semen o algo as�. Usualmente se le pasaba solo, pero la mejor forma de que le pasara era� dejando salir el semen. -Ups- pens� -creo que voy a tener que hacer algo para aliviarlo- lo que me hizo tomar una decisi�n. -�C�mo v�s?- le pregunt� mientras bail�bamos. �l me mir� y trat� de disimular: -MejorPero se le ve�a que estaba inc�modo.
-Est� bien. Vamos a dejar de bailar, que no lo est�s pasando bien-Pero yo quiero estar contigo- protest�. -Y yo quiero estar contigo, mi amor- le respond� bes�ndolo en la boca. Cuando el beso termin�, continu� dici�ndole: -Pero no sufriendo as�. Vamos a la casa que yo tengo un remedio para eso-�Tienes un remedio?- dijo �l separ�ndose de mi y dejando de bailar. -Si. VamosSin pasar ni siquiera por nuestra mesa, nos dirigimos hacia la puerta de la discoteca. Cada vez hab�a m�s gente dentro, pero eso ya no era nuestro problema. Miguel caminaba un poco raro, seguramente por el dolor en las bolas. Yo me apretaba contra �l, asegur�ndome de restregar mis tetas contra su brazo, lo que seguramente no era lo m�s adecuado para su �congesti�n�. Me sent� en el carro y la falda se me subi� casi hasta la cintura, pero cuando iba a arregl�rmela me sent� sexy y decid� dejar que me viera las piernas, lo que realmente no ayudaba en su problema, pero me hac�a sentir bien a mi. Mientras manejaba, le tom� la mano libre y puse ambas en mi regazo, muy cerca de mi vientre, donde mi vagina segu�a produciendo gran cantidad de fluidos. Al llegar a la casa, �l me abri� la puerta del carro y yo sal� del carro rozando mi cuerpo contra el suyo sin apenas poder contenerme. Luego caminamos hasta la puerta. -Gracias por esta agradable velada- le dije abraz�ndolo ante la puerta. �l se qued� un poco confundido, habiendo olvidado que se trataba de una �cita�, pero luego record�. -No, gracias a ti, ElviraEntonces nos abrazamos y nos besamos en la boca por varios minutos. Yo sent�a que �l segu�a duro y que probablemente le dol�an las bolas todav�a, por lo que no prolongu� mucho m�s el beso. -Buenas noches- le dije entonces vi�ndolo a los ojos. -Buenas nochesPas� por el quicio de la puerta y luego me volte� de nuevo hacia �l: -Hola hijo, pasaEl se qued� un instante en la puerta, intentando cambiar de modo �pareja� a modo �hijo�, pero entonces entr�, d�ndome un beso en la mejilla. -Hola mam�, gracias por esperarme tan tarde-Pasa, pasa- le dije cerrando la puerta detr�s de �l. -Me dijo Elvira que tienes un problemita-Oh� si-Ok. Ya lo vamos a resolver. Vamos a la sala-
Camin� abrazado a �l hacia la sala, tal como hab�a caminado al salir de la discoteca, lo que no se cuadraba muy bien con el cambio de modo, pero era tan rico sentir sus brazos musculosos� -Si�ntate en el sof� y ponte c�modo- le dije. El hizo lo que le dije y yo me arrodill� frente a �l. -�Qu� haces?- pregunt� extra�ado. -No te preocupes, d�jame a mi, que yo s� c�mo aliviar ese dolor que te est� molestandoEntonces proced� a quitarle los zapatos y las medias. El se dej� hacer pacientemente. Luego me quit� mis zapatos, subi�ndome tambi�n un poco la falda para poder moverme m�s c�modamente. El me miraba con curiosidad. Arrodillada entre sus piernas, agarr� la correa de su pantal�n y empec� a abrirla. -�Qu� haces?- volvi� a preguntar. -Ten confianza- le respond� -y d�jame quitarte los pantalones� y los interiores tambi�nObedientemente me dej� hacer, levantando el culo para que pudiese sacarle el pantal�n y los interiores. Inc�modo se puso las manos sobre el g�evo tap�ndoselo modestamente. Entonces le agarr� las manos y se las quit�. -Lo que tienes- le dije -es una congesti�n. Tienes tus conductos seminales llenos de fluidos, de semen espec�ficamente, y hasta que lo expulses�El me miraba un poco asombrado, al mismo tiempo que esperanzado. Entonces le agarr� el duro g�evo con las dos manos. Tal como hab�a sentido antes, lo ten�a grande, m�s grande que su padre. �Y duro! Parec�a imposible que se le hubiese puesto tan duro. Con raz�n le dol�an las bolas. Le empuj� las piernas un poco para los lados para tener m�s espacio y acerqu� mis labios, d�ndole un beso en la punta. -Ohhh- gimi�. Mov� las manos un poco arriba y abajo. Era tan grueso que casi no lo pod�a abarcar con los dedos, pero igual lo masturb� un poco. Luego volv� a besarle la cabeza que estaba roja y congestionada. Abr� la boca y me lo met�. Tuve que abrir m�s, porque no era f�cil. Pas� mi lengua por toda la cabeza y ahora fui yo la que se estremeci� de placer. Poco a poco fui cogiendo confianza y mientras lo segu�a masturbando con las dos manos, me iba introduciendo m�s y m�s en la boca. Ten�a mucho cuidado en no tocarle las bolas, ya que sab�a que era all� donde m�s le dol�a. El gem�a despacio, con el cuerpo echado hacia atr�s y los ojos cerrados, concentrado en mis istraciones. Yo trat� varias veces de hacer o visual con �l, pero era in�til, estaba m�s all� del mundo.
No llevaba mucho tiempo mam�ndole el g�evo y pronto me di cuenta que estaba pr�ximo a acabar. No en vamos llev�bamos horas acarici�ndonos y bes�ndonos. Me concentr� en mis caricias y en pasarle la lengua por todas partes, cuando �l empez� a ponerse r�gido y me prepar� para recibir su semen en mi boca. -AAAAAAHHHHHHH- gimi�. El primer chorro fue tan duro y copioso que me sorprendi�. Cay� directo en garganta y casi me atraganto. Inmediatamente me lo saqu� un poco y puse la de forma tal que los siguientes chorros chocaban con �sta y me daba tiempo trag�rmelos tanto como pod�a, aunque al final no pude con todo y una parte chorre� por el borde la la boca.
mi lengua de se me
Cuando Miguel termin� de acabar, le repas� todo el g�evo limpi�ndolo y luego me incorpor� del suelo, recog� la falda hasta dejar mis piernas libres y me sub� al sof� poniendo una rodilla a cada lado de su cadera, para luego acostarme sobre �l. Entonces empec� a darle besos por toda la cara, evitando su boca por si le molestaba el sabor a semen que yo ten�a, pero a �l no le import� y agarr�ndome la cara, me hizo besarlo en la boca. Por los siguientes minutos seguimos bes�ndonos, mientras yo lentamente me restregaba contra su cuerpo. �l hab�a acabado pero yo no y estaba ardiendo. Entonces �l me Una vez que �l luego comenzar sobre mi ropa,
abraz� duro y sujet�ndome, me hizo girar hasta quedar debajo de �l. estuvo arriba, empez� a su vez, a besarme por todos lados, para a deslizarse hacia abajo. Me cubri� de besos las tetas, siempre por porque no me hab�a desnudado aparte de subirme la falda.
Luego sigui� bajando, bes�ndome el vientre hasta que �l qued� arrodillado entre mis piernas. Desde all� comenz� con sus besos a recorrer mi piel alrededor de mis pantaletas. -Mmmm- gem�a yo, estremeci�ndome de placer con el o de sus labios entre mis muslos. Volvi� a subir sus labios hasta mi vientre, mientras con sus manos me agarr� las pantaletas y empez� a baj�rmelas. Yo estaba tan excitada que no pude adivinar que ten�a que levantar el culo del sof�, por lo que �l tuvo que ped�rmelo: -�Me ayudas?- dijo mir�ndome. Yo me le qued� viendo sin entender lo que quer�a, con todo lo obvio que pod�a ser, por lo que �l volvi� a halar las pantaletas. -�A claro�- respond� con la voz temblorosa de la excitaci�n. Miguel me baj� las pantaletas y por primera vez qued� desnuda frente a �l. Me sent�a un poco rara, pero estaba tan caliente que no pens� sino en el calor que sent�a y las ganas de que �l me comiera toda. Cuando sent� su lengua en mi conchita, me estremec� y gem�: -�Aaaaahhhh! �Siiiiiii!El comenz� a lamerme de una forma un poco torpe. Era obvio que era la primera vez que se com�a a una mujer. Su lengua me recorr�a toda, pero iba demasiado r�pido y demasiado superficialmente. -Espera, espera- le dije sujet�ndole la cabeza para dirigir sus movimientos -tienes
que moverte m�s despacio. Metiendo la lengua por todas partes y en especial en mi cl�toris-Siiii- gem� cuando, haci�ndome caso, comenz� a acariciarme all�. -Pero ahora tienes que dejar que descanse un poco y lamerme en otras partes�-Ajaaa�. asiii�- iba dici�ndole mientras �l iba aprendiendo d�nde me gustaba m�s. Demasiado pronto ya no pude hablar m�s y me concentr� en el orgasmo que avanzaba a pasos agigantados. Entonces Miguel se concentr� en mi cl�toris, deslizando su lengua por la cabecita al tiempo que lo chupaba. -AAAAAAAHHHHHHH- gem� cuando explot� mi orgasmo. El orgasmo m�s poderos que haya tenido nunca. El continuaba chup�ndome por lo que tuve que empujarle la cabeza para que no lo hiciera m�s pues estaba muy sensible. Mientras, nuevas oleadas de placer me hac�an estremecer. -AAAAAAAHHHHHHH- segu�a gimiendo -SIIIIIIIICuando Miguel sinti� que el orgasmo hab�a pasado, se levant� y se acost� sobre mi, bes�ndome por toda la cara y la boca. Yo apenas pod�a respirar, pero estaba tan feliz que no me importaba. De pronto sent� una presi�n en mi vulva y me d� cuenta de que �era el g�evo de Miguel! -No, no, no�- comenc� a protestar cuando su gran cabeza ya se hab�a abierto paso en mi cuerpo. -Nooooo�.. aaaahhhh- gem� sintiendo c�mo su g�evo avanzaba dentro de mi, abri�ndome, posey�ndome� Abr� mis ojos para verlo y vi que ten�a los ojos cerrados, concentrado en su propio placer. Pronto el g�evo se detuvo y retrocedi� un poco, para volver de nuevo a entrar. Yo no hab�a terminado de acabar y ahora su g�evo me hac�a acercarme de nuevo al orgasmo. En respuesta, levant� mis piernas y las enroll� detr�s de su espalda, lo que levant� mi vulva e hizo que me penetrara completamente. -AAAAAAHHHHH- gem� al sentirlo profundamente encajado dentro. -OOOOOHHHHH- gimi� �l, inundado de placer. Pasaron unos segundos sin que nos movi�ramos, pero poco a poco yo comenc� a menear mis caderas al tiempo que �l empez� a sacar y a meterme el g�evo. Los movimientos eran t�midos al comienzo, como probando, pero pronto adquirimos confianza y �l empez� a bombearme literalmente con ese enorme miembro. La cabeza me llegaba tan profundamente que mi �tero y mi vagina se tuvieron que acomodar, pero al mismo tiempo, el placer era tan grande que no s�lo no me molestaba, sino que yo empujaba con mis caderas para hacerlo entrar m�s adentro. Ambos hab�amos acabado pocos minutos antes, por lo que ni �l ni yo sent�amos prisa por terminar, as� que nos dispusimos a tirar con toda la tranquilidad del mundo. A los 10 minutos, sin embargo, �l empez� a dar muestras de cansancio, por lo que le dije: -Vamos a girarnos un poco para que te puedas apoyar mejor-
Entonces desentrab� mis piernas de su espalda y �l me lo sac� el g�evo, lo que me produjo una especie de vac�o. Pero inmediatamente me acomod� en sof� de lado y lo invit� a met�rmelo de nuevo. �l se acomod� entre mis piernas y yo le agarr� el g�evo para guiarlo. Cuando se inclin� hacia adelanta, yo le puse la cabeza en mi entrada y el se dej� caer sobre mi, empuj�ndolo hasta el fondo de nuevo. Volv� a amarrarlo con mis piernas sobre su espalda y volvimos a agarrar el ritmo. Segu�amos gimiendo al comp�s de cada arremetida: -AAAAHHH- gem�a yo y -OOOOHHH- gem�a �l, cada vez que llegaba al fondo. Sus bolas me golpeaban mi culo cada vez y la parte de arriba de su g�evo me rozaba el cl�toris al apretarse contra mi vulva. Pronto sent� c�mo mi orgasmo empezaba a formarse all� donde su g�evo me golpeaba por dentro, pero quer�a esperar a que �l estuviese listo, lo que no tard� mucho. Sus gemidos empezaron a cambiar de tono y sus movimientos a perder eficacia, lo que me indicaba que estaba perdi�ndose en su mundo de placer. -Me faaaltaaa pocooo- me dijo arrastrando las palabras. -Daaamelooo todooo- le respond� -acaaabaaa dentrooo de miii- le respond�. -Perooo-No te preocuuupees- le dije bes�ndolo en la boca. Eso bast� para que �l se decidiera y pocos instantes despu�s empuj� con todas sus fuerzas y sent� c�mo su semen se vaciaba en mi vientre. Sentirlo acabar dentro de mi caus� que yo acabara tambi�n y enseguida sent� mi cuerpo explotando de placer nuevamente. Despu�s de 5 o 6 embates de su g�evo llenando mi vientre Miguel colaps� sobre mi, donde aprovech� para abrazarlo duro mientras mi orgasmo segu�a haci�ndome temblar de placer. Poco a poco fuimos recuperando la respiraci�n y el cerebro comenz� a funcionarnos de nuevo. Miguel se levant� de sobre mi, a donde hab�a ca�do al final de la cogida y se ech� a un lado en el sof�. -Eso fue� maravilloso- dijo jadeando todav�a un poco. -Si, mi amor. Fue maravilloso- le respond� bes�ndolo en los labios. �l entonces se inclin� sobre mi y empezamos de nuevo a besarnos en la boca con pasi�n. Solo que sin la angustia de querernos coger. Al cabo de un rato le dije: -Mejor ser� que me levante porque hay un l�quido sali�ndome que pudiera manchar el sof�-Hablando de l�quido� yo iba a sacarlo cuando�- dijo �l. -Si, ya s�, pero no es necesario. La regla me debe bajar ma�ana por lo que estoy protegida en este momento.
A �l se le ilumin� la cara diciendo: -�Estas protegida ahora?-Si. Podemos hacerlo sin problemas-Uhhh� �podemos irnos al cuarto?-Jajaja. C�mo se ve que tienes s�lo 21 a�os. �Ya tienes ganas?-Bueno� puedo esperar un poco� �c�mo 5 minutos?-Jajaja. No van a ser m�s. Yo tengo que limpiarme e irnos a un lugar m�s c�modo- le respond� mientras me cubr�a el vientre con las pantaletas para evitar que se me saliera todo al levantarme. -Ve tu tambi�n a limpiarte y nos vemos en mi camaCuando sal� del ba�o, Miguel estaba acostado en mi cama, cubierto con s�lo una s�bana. Sobre su vientre la s�bana mostraba que ya lo ten�a parado y listo para una nueva ronda. En la ma�ana volvimos a hacerlo una vez m�s, pero luego, mientras me ba�aba me baj� el per�odo y tuvimos que suspender los planes de pasarnos el d�a en la cama tirando. �l insist�a en cogerme a�n con la regla, pero yo lo disuad� porque en general me siento un poco deca�da en esos d�as. El martes fui al m�dico ginec�logo que me revis� completamente, encontr�ndome en perfecto estado. Aprovech� para pedirle que me recetara unas pastillas anticonceptivas porque esta �saliendo� con un hombre maravilloso. �l se sonri� y me coloc� m�s bien un dispositivo intrauterino. Una vez resuelto ese �problemita� Miguel y yo nos convertimos en amantes fijos. Dorm�amos en mi cama y hac�amos el amor todas las noches y los fines de semana varias veces tambi�n. Para evitar problemas, Miguel acept� una beca para continuar sus estudios en Inglaterra y cerrando la casa, nos fuimos juntos. All� se inscribi� en la universidad y aprovechando que ten�amos el mismo apellido, yo me convert� es su �esposa�. Han pasado 20 a�os desde entonces y todav�a estamos en Inglaterra, viviendo felices. Mayo de 2019 Yo soy el consuelo de mi padre Marco s: 81.683 Valoraci�n media: Valoraci�n Media: 9.29 N�m. Valoraciones: 17 Tiempo estimado de lectura: [ 44 min. ] + Sara decide ayudar a su padre a encontrar una mujer para que se desahogue sexualmente, al final no es necesario buscar fuera de casa, es ella quien lo hace. Version para imprimirEnviar este relato a un amigo/a Sara ten�a 18 a�os y su situaci�n familiar era delicada, su madre llevaba ocho a�os en cama con una enfermedad grave y desde hac�a siete meses estaba ingresada en el
hospital. Su padre se llamaba Jorge ten�a 43 a�os y su �nica actividad era trabajar, ir al hospital para estar con su esposa y pasar en casa en compa��a de su hija el poco tiempo libre que le quedaba, desde que su esposa enferm� no ten�a vida social. Al no poder contar con su madre, Sandra hab�a desarrollado un v�nculo muy estrecho con su padre y �ste hab�a ocupado el puesto de ella siendo su confidente en todo lo relacionado con sus problemas de adolescencia, como ligues y primeros escarceos amorosos, su confianza era total. Un s�bado por la ma�ana, cuando su padre fue al hospital, Sara decidi� echar una mano en casa y limpiar la habitaci�n de su padre, cuando estaba en plena faena encontr� bajo la cama una revista porno y un pa�uelo de papel arrugado, al recogerlo vio que estaba manchado de un l�quido blanquecino, aunque no ten�a mucha experiencia en lo referente al sexo, estaba claro que los restos que hab�a en el pa�uelo eran de semen. Esto la hizo pensar en el tiempo que su padre llevaba sin mantener relaciones sexuales con su madre y se pregunt� c�mo se desahogar�a. Al reflexionar sobre ello se apoder� de ella un sentimiento de culpa, su padre se hab�a preocupado siempre por sus problemas y preocupaciones pero ella no hab�a hecho lo mismo, durante estos a�os que hab�a sido su confidente y consejero en sus primeras relaciones amorosas y en sus inicios en el mundo del sexo, ella no se hab�a preocupado por �l y no se hab�a dado cuenta que su padre tambi�n ten�a unas necesidades sexuales que no pod�a cumplir debido al estado de su madre. No sab�a c�mo actuar y decidi� coment�rselo a su amiga Sof�a, �sta era una chica que hab�a conocido durante las largas tardes que pasaba en el hospital y su caso era muy parecido, su madre llevaba ingresada m�s de dos a�os y ya no ten�a posibilidad de recuperaci�n. La respuesta de Clara fue r�pida, ella sab�a que su padre recurr�a a una prostituta una o dos veces al mes, ya que hab�a visto la tarjeta de la chica en la mesilla de su padre. Sara pregunt� si eso la parec�a bien y Sof�a respondi� que no era quien para juzgar a su padre, m�s a�n teniendo en cuenta lo que estaba sufriendo y el tiempo que su madre llevaba enferma, as� que entend�a que el recurrirse a sexo de pago para desahogarse de vez en cuando. Sara estuvo pens�ndolo y decidi� hablar con su padre, quer�a saber primero qu� necesidades ten�a y, en su caso, decirle que ella entender�a perfectamente que tuviese una relaci�n ocasional con otra mujer, al fin y al cabo solo era sexo y una forma de desahogarse de tanta presi�n que sufr�a. Todas las noches despu�s de cenar se sentaba con su padre en el sof� y ve�an alguna pel�cula, normalmente �l la abrazaba y ella aprovechaba para contarle como hab�a ido el instituto, como iba su vida amorosa e incluso, de vez en cuando, le ped�a alg�n consejo en cuanto a temas sexuales. Esa noche despu�s de cenar y cuando ya estaban viendo la tele, Sara le dijo a su padre que hab�a visto la revista y el pa�uelo, que se imaginaba de qu� era y que se merec�a algo m�s que masturbarse en la soledad de la habitaci�n, que deber�a tener alguna relaci�n con una mujer. Su padre avergonzado pidi� disculpas y dijo que no volver�a a repetirse, hab�a sido un momento de desesperaci�n y soledad, pero no volver�a a suceder. Sara insisti� en que no era nada malo mantener alguna relaci�n con una mujer, al fin y al cabo su madre estaba en estado vegetativo y �l necesitaba sexo, todos los seres humanos lo necesitan. Jorge respondi� que no ten�a tiempo para conocer a ninguna mujer. Sara entonces le propuso que contratase una prostituta, eso si pod�a hacerlo. Jorge respondi� indignado que no iba a ser una prostituta qui�n ocupase el lugar de su madre. Sara le pregunt� si �l no ten�a necesidad de estar con una mujer, a lo que �l respondi� que s�, lo echaba mucho de menos pero no quer�a que fuese de esa forma,
si alguna vez volv�a a tener sexo ser�a con alguien a quien quisiera. Esa noche en la cama, Sara segu�a d�ndole vueltas al tema pero no encontraba una soluci�n. El lunes en el instituto coment� lo ocurrido con Luis, el chico con el que sal�a, y �ste le dijo que quiz�s su padre necesitaba un empujoncito para decidirse, al fin y al cabo todos los hombres son iguales, sus amigos del instituto cuando sal�an de marcha, se excitaban y no consegu�an ligar, al final recurr�an a una prostituta para bajar el calent�n. Sara le pregunt� c�mo pod�a conseguir que su padre se excitase lo suficiente para que recurriese a los servicios de una prostituta. �ste la mir� riendo y dijo que si fuese �l, estar�a caliente todo el d�a solo con verla pasear por la casa con las minifaldas y camisetas que llevaba a clase. Ella respondi� que era una barbaridad lo que estaba insinuando, pero �l contest� que si quer�a ayudar a su padre deber�a poner algo de su parte. Por la tarde en casa, mientras esperaba la llegada de su padre, segu�a pensando en c�mo podr�a conseguir que �ste se excitara lo suficiente para que acabase llamando al tel�fono de la tarjeta de su amiga, pero era imposible ya que nunca sal�a. Despu�s de darle muchas vueltas pens� en lo que hab�a insinuado Luis, pero era una locura y estaba mal, nunca ser�a capaz de hacer eso. Llam� por tel�fono a su novio y le dijo que no sab�a qu� hacer y la respuesta de �l fue clara. LUISARA.- �Qu� no sabes qu� hacer? Tu padre ha sido tu apoyo y consejero, durante todos estos a�os se ha sacrificado por ti y ahora t� no eres capaz de hacerlo por �l. Yo si se lo que har�a, me pondr�a las braguitas m�s provocativas, una camiseta que marque bien tus tetitas y me pasear�a delante de �l todo el d�a por la casa. Sara le respondi� que era un enfermo, pero aun as� no paraba de pensar en ello, al final decidi� que si ten�a que hacer eso para ayudarle lo har�a, ser�a ella quien le excitase. Como hab�a dicho su novio, �l se excitaba solo con verla vestida con minifaldas y buenos escotes. Sab�a que estaba mal porque era su hija, pero esa era la �nica forma que encontraba de conseguirlo. Pedir�a a su amiga la tarjeta de la prostituta y la tendr�a a mano para d�rsela a su padre, as� cuando notase que estaba muy excitado se la dar�a para que llamase. Subi� corriendo a su habitaci�n, se quit� el sujetador y se puso una camiseta blanca corta muy ce�ida que marcaba sus redondas y erguidas tetas, y una braguita rosa tipo brasile�a que se met�a entre sus nalgas dejando a la vista sus duros gl�teos, despu�s baj� al sal�n y esper� hasta que su padre regres� del hospital. Cuando Jorge entr� en casa se sorprendi� al ver como iba vestida su hija, ella se acerc� y le abraz� con fuerza restregando sus tetas contra �l, al notarlas contra su pecho se dio cuenta que no lleva sujetador, mir� de reojo y vio como se trasparentaban los peque�os y rosados pezones. Cuando se dio la vuelta pudo ver el culo de su hija asomando por el borde de la camiseta, no recordaba cuanto tiempo hacia que no la ve�a as�, evidentemente ya no era una ni�a. Mir� su pantal�n y se dio cuenta que hab�a sufrido una erecci�n. �No puede ser. Pens�.- Pero el bulto bajo el pantal�n era m�s que evidente. Sara le cogi� de la mano y le llev� a la cocina. SARA.- Hoy vamos a hacer la cena juntos, si�ntate en la silla y me miras mientras yo preparo dos bocadillos. Jorge se sent� y se qued� observando como ella se mov�a por la cocina meneando el culo sin parar, en una ocasi�n se agach� a recoger algo del armario inferior y pudo ver como se inclinaba mostr�ndole un primer plano de sus gl�teos entre los que se adivinaba una braguita rosa que tenia completamente metida en la rajita del culo. Sinti� un escalofri� y vio como su pene volv�a a crecer bajo el pantal�n, estaba
avergonzado pero no pod�a evitarlo, hacia mucho que no ten�a un culo tan perfecto a un metro escaso de sus ojos y ten�a que ser el de su hija. Intent� levantarse para irse pero Sara no le dej�. SARA.- No te vayas, qu�date conmigo hasta que acabemos de hacer la cena. Cuando tuvieron la cena preparada fueron al sal�n y se sentaron en el sof�, cada uno ten�a un plato con su bocadillo. Sara encendi� el televisor y en lugar de ponerse junto a su padre se coloc� justo enfrente, nada m�s sentarse abri� las piernas dejando a la vista el triangulo de su braguita rosa. Jorge ten�a que hacer verdaderos esfuerzos para no mirar la entrepierna de su hija, mientras ella cambiaba frecuentemente de postura separando constantemente las rodillas y mostrando a su padre esa peque�a braguita que a penas pod�a tapar su sexo. Jorge estaba muy nervioso y no pod�a evitar mirarla, por un lado le preocupaba que ella siempre se mostrase as� en p�blico y por otro sent�a verg�enza por la erecci�n que era incapaz de contener. JORGE.- Sara, no deber�as sentarte as�, tienes que tener m�s cuidado o ir�s ense�ando lo que no debes. SARA.- No Pap�, lo hago porque estoy en casa, en la calle tengo cuidado, pero como solo est�s tu no hay problema. Sara sonri� al ver que su padre se hab�a fijado, entonces le mir� y se percat� de la enorme erecci�n que ten�a bajo el pantal�n. �Parece que Lu�s tiene raz�n, tendr� que seguir provoc�ndole hasta que se decida a llamar.- Al acabar de cenar se sent� en el sof�, pero en vez de abrazar a su padre como hacia todas las noches, puso la cabeza en una almohada y los pies encima de los muslos de su padre, de esta forma �l ten�a una panor�mica completa de sus piernas desnudas y de su braguita, en uno de sus movimientos roz� sin querer el pene de su padre y vio como �ste se movi� inc�modo intentando esconder la tremenda erecci�n que tenia. �Ufff, se le ha puesto dura, no s� si esto est� bien, pero tengo que seguir adelante hasta que mi padre se decida a llamar a alguna mujer.- Mientras ve�an la tele, Sara se mov�a y de vez en cuando rozaba el pene de su padre de forma disimulada, ella notaba como la erecci�n no bajaba y se sent�a satisfecha, le daba mucha verg�enza, pero como dec�a Luis, ten�a que ayudar a su padre. Cuando acab� la pel�cula, Sara se levant� dio dos besos a su padre y se fue a dormir, no sin antes recordarle que subiese a darla dos besos y apagar la luz como hacia todos los d�as. Poco despu�s Jorge subi� para dar dos besos a su hija, cuando entr� en la habitaci�n ella llevaba un pantal�n de pijama corto y una camisilla que dejaba su barriguita al aire, al verla no pudo evitar mirar sus piernas y la camisilla que dejaba ver el comienzo de sus pechos, una vez m�s no pudo controlar la erecci�n bajo su pantal�n, acababa de darse cuenta que hasta ese momento ella hab�a sido su ni�a y solo la hab�a visto como tal, sin embargo, ahora ve�a que esa ni�a ya no exist�a y que delante de �l se encontraba una aut�ntica mujer. Se avergonzaba de pensarlo y se avergonzaba de la reacci�n que produc�a en �l, pero no pod�a evitarlo, su hija era realmente bella y ten�a un cuerpo espectacular. Sara vio entrar a su padre en la habitaci�n y observ� c�mo la miraba, nunca lo hab�a hecho, o quiz�s ella nunca se hab�a dado cuenta de ello, lo cierto era que su padre hab�a pasado su vista de las piernas a sus pechos. Su novio ten�a raz�n, su
padre era un hombre y estaba en manos de ella ayudarle. Cuando su padre apag� la luz y abandon� la habitaci�n, tuvo claro que har�a lo que fuese necesario hasta conseguir que tomase la decisi�n de salir con alguna mujer o llamar a una prostituta para tener el sexo que en muchos a�os no hab�a tenido. A la ma�ana siguiente habl� con su novio y le cont� lo sucedido, �ste la dijo que �l ya lo esperaba, un hombre que lleva tantos a�os sin sexo no puede ser inmune a un cuerpazo como el de ella. LUIS.- Ahora tienes que echar toda la carne en el asador, si realmente quieres conseguir que tu padre no aguant� m�s y se vea forzado a lo que quieres, tendr�s que poner todo de tu parte hasta que no aguante. �Ser�s capaz? SARA.- Joder! No s�, me da mucha verg�enza, pero s� que �l lo necesita, as� que har� lo que sea, si lo har�. Esa tarde se visti� a�n m�s provocativa, se puso la camisilla de pijama de la noche anterior sin sujetador debajo y unas braguitas blancas de encaje que se transparentaban y dejaban ver el comienzo de su vulva. Se mir� en el espejo y pens�. � Ufff, esto no me lo pondr�a ni para mi novio, espero que no se enfade al verme.- Prepar� una serie de televisi�n sobre sexo en la adolescencia, hizo la cena y espero en el sal�n hasta que regres� su padre del hospital. Cuando Jorge lleg� a casa, su hija se lanz� al cuello d�ndole dos besos, despu�s se dio la vuelta caminando por el pasillo, al verla por detr�s no pudo evitar fijarse en su culo balance�ndose, llevaba una peque�a braguita blanca que solo tapaba uno de los cachetes ya que la otra parte se hab�a metido entre ellos dejando una de las nalgas al descubierto. � �No puede ser! Otra vez tengo una erecci�n. �Qu� me pasa por Dios? Es mi hija.- R�pidamente se dirigi� al piso superior para evitar estar en presencia de ella, pero Sara le dijo que ten�a la cena preparada y una pel�cula para ver, a�n as� dijo que iba a cambiarse para ponerse el pijama. Cuando baj� al sal�n se encontr� a Sara sentada, sin poder evitarlo, su vista fue directa a sus pechos, llevaba la misma camisilla de la noche anterior y al estar inclinada hacia delante se ve�an sus tetas por el escote, viendo la reacci�n de su pene se sent� inmediatamente en el sof� frente a su hija. A lo largo de la cena Sara abr�a y cerraba ligeramente sus piernas y observaba disimuladamente como su padre miraba de vez en cuando su entrepierna, sent�a verg�enza pero daba igual, conseguir�a lo que se hab�a propuesto, tambi�n notaba como sus pechos se balanceaban bajo la camisilla y �l no perd�a ocasi�n de mirarlos. Cuando terminaron de cenar, Sara puso la serie, se sent� junto a su padre y pas� una pierna por encima de la de �l, despu�s cogi� uno de sus brazos y lo paso por su hombro para que la abrazara, al dejar caer la mano, �sta qued� sobre uno de sus pechos, su padre se movi� inc�modo pero no dijo nada. A medida que avanzaba la serie y sal�a alguna escena er�tica, Sara notaba como su padre se remov�a inquieto en el sill�n, la mano de �l descansaba sobre su pecho y a ella le gustaba, notaba como su pez�n hab�a crecido bajo la camisilla y estaba completamente erecto, el roce de la mano de su padre estaba causando un efecto placentero que nunca hubiera imaginado, se acomod� apret�ndose contra �l y su pierna roz� el pene notando como estaba empalmado. �Ufff. Lo tiene bien duro. Pens�- Sent�a verg�enza pero al mismo tiempo la excitaba, estaba consiguiendo lo que deseaba de su padre y era ella la que causaba esa reacci�n en �l. -Si solo con rozarle y mostrarle una m�nima parte de mi cuerpo he logrado esto. �Qu� podr� conseguir si pongo toda la carne en el asador como dice Luis?- Instintivamente comenz� a abrir y cerrar sus piernas suavemente, al hacerlo, vio como el pene se mov�a dentro del pijama creciendo a�n m�s si cabe, al mismo tiempo percibi� como su padre deslizaba ligeramente la mano sobre su pecho como si quisiera acariciarlo. -�Hazlo por favor! Es muy agradable.-
Se asust� a si misma al pensar esto, pero era cierto, la suavidad con la que su padre acariciaba su seno era muy agradable y no quer�a que dejase de hacerlo, para facilitarlo se dej� caer un poco en el sof� de forma que la mano tuviese total a su pecho, su padre hizo un intento de retirarla, pero ella la cogi� con la suya y volvi� a ponerla sobre su seno de forma que ahora la abarcaba por completo, espero un momento y entonces not� como la mano volv�a a deslizarse con la misma suavidad de antes. �Siii, no pares por favor, me encanta que me acaricies los pechos. - Cuando pensaba esto ya no importaba nada, no hab�a verg�enza, solo hab�a una sensaci�n agradable al notar como los dedos de su padre acariciaban suavemente su pez�n erguido. Estaba tan a gusto que no se hab�a dado cuenta que su vagina se hab�a humedecido y sus flujos aparec�an por el bode de su vulva manchando la braguita. Jorge no sab�a c�mo actuar delante de su hija, era la primera vez que le ocurr�a esto, hab�an hablado de sus problemas de adolescencia, incluso la hab�a aconsejado cuando ella le preguntaba sobre sus avances en el sexo con su novio, pero nunca se hab�a enfrentado a una situaci�n como �sta, antes era su ni�a y ahora la ve�a como una mujer muy deseable y esto le hac�a sentirse mal, muy mal. Cuando ella pos� sus piernas sobre �l fue inevitable mirar su braguita, y al hacerlo vio como se transparentaba dejando ver claramente el comienzo de los pliegues de su vulva, esto hizo que su pene saltara como un resorte creciendo bajo su pantal�n, encima ella no paraba de moverse roz�ndolo una y otra vez, lo que empeoraba la situaci�n. �Se va a dar cuenta de mi erecci�n. �Qu� va a pensar de m�? Creer� que su padre es un degenerado- Esta idea rondaba por su cabeza cuando de repente su hija cogi� su brazo y lo paso por su espalda para que la abrazase, cuando le solt�, su mano qued� sobre el pecho de su hija. �No s� si voy a ser capaz de soportar esto.- Entonces se mantuvo quieto, pero los constantes movimientos de ella hicieron que su mano rozara el pez�n de su hija, vio como �ste se pon�a en punta marc�ndose en la camisilla y quedando entre sus dedos, sin ser capaz de controlarse comenz� a acariciarlo, pasaba las yemas de sus dedos por encima haciendo peque�os c�rculos, ella entonces hizo un nuevo movimiento, asustado retir� la mano, pero su hija le detuvo y volvi� a ponerla sobre esa redonda y turgente teta, ahora la ten�a toda a su disposici�n, su hija se hab�a inclinado de forma que su mano tenia pleno a ese pecho que le estaba volviendo loco, esper� unos segundos, y al ver que Sara no dec�a nada, cerr� los ojos y se dej� llevar renovando las caricias, su mano acariciaba todo el contorno del pecho y lo apretaba con suavidad, despu�s cog�a el pez�n erguido y duro entre los dedos y lo retorc�a muy levemente, al hacer esto notaba como crec�a su excitaci�n y su pene se apretaba contra el pantal�n. Abri� los ojos y mir� irremediablemente la braguita de su hija, entonces pudo ver la mancha que hab�a surgido en la telilla que tapaba su vulva. -�Joder! Est� empapada, esto no puede ser.- Por un momento recobr� la sensatez y dijo a su hija que era tarde y ten�a que irse a dormir, �sta le pidi� que la dejase un poco m�s, pero fue inflexible y respondi� que no, en su conciencia sab�a que no deb�an continuar as�. Sara se fue a la habitaci�n pero antes le pidi� que subiera despu�s para apagar la luz como todas las noches desde que era peque�a, �l respondi� que ir�a dentro de un rato, pero que ella deb�a dormirse ya. Al llegar Sara a su habitaci�n no pudo evitar pensar en lo que hab�a ocurrido, hab�a conseguido parte de lo que se hab�a propuesto, su padre hab�a tenido una prolongada erecci�n, lo que significaba que se hab�a excitado much�simo, pero no sab�a si esto le incitar�a a dar un paso m�s y buscar una mujer que calmase sus necesidades sexuales. Pero algo m�s pas� por su mente, mientras le provocaba hab�a sido ella quien hab�a disfrutado, hab�a sentido algo especial que con su novio nunca tenia, con �l todo era precipitado, iban a alg�n lugar apartado y all� se masturbaban uno a otro, �l quer�a follar o que le hiciese una mamada, pero ella se resist�a, no ten�a experiencia y no quer�a quedar como una mojigata delante de su novio que ya hab�a estado con otras chicas antes. Mientras pensaba esto se daba cuenta en la dulzura con la que su padre la hab�a acariciado, Luis no era as�, �l
siempre apretaba sus tetas con fuerza al tiempo que ella le pajeaba. Casi sin darse cuenta se dej� caer en la cama y llev� la mano entre sus piernas, al hacerlo vio la tremenda humedad de su sexo. -�Co�oo! Estoy empapada. �Se habr� dado cuenta mi padre?- Por un lado sent�a cierta verg�enza, pero por otro la excitaba pensar que si lo hab�a notado. Al pensar esto comenz� a mover sus dedos acarici�ndose el cl�toris. �Ummmm. Me gusta. Quiz�s estaba tan excitado por ver la manchita en mi braga.- Pensaba esto mientras sus dedos liberaban el cl�toris de su capuch�n y lo pajeaban suavemente, entonces record� como acariciaba su pecho y r�pidamente subi� la otra mano y comenz� a masajearlo como lo hab�a hecho �l antes, estaba en la cama masturb�ndose y la sensaci�n de placer era indescriptible, nunca hab�a estado tan excitada. Cuando por fin se corri� estaba desenfrenada, hacia mucho tiempo que no ten�a un orgasmo como ese y hab�a sido en parte gracias a su padre, as� que quer�a compartirlo en cierta forma con �l. Inmediatamente retir� las sabanas, se tumb� encima y busc� una posici�n en la que su padre pudiera ver su braga h�meda cuando entrase a su habitaci�n para apagar la luz, quer�a que fuese testigo de su excitaci�n. Poco despu�s oy� como �l sub�a por las escaleras, entonces entorn� los ojos para que su padre creyera que estaba dormida y separ� las piernas dejando a la vista la parte de la braguita que tapaba la vulva, quer�a observar su reacci�n al ver la humedad de su sexo. Jorge entr� en la habitaci�n y fue directo a la mesilla de noche para apagar la luz, pero de repente se detuvo y mir� a Sara con detenimiento, estaba tumbada en la cama con las piernas totalmente abiertas y parte de la camisilla subida, hizo amago de apagar la luz pero su mente le estaba jugando una mala pasada, quer�a salir cuanto antes de esa habitaci�n pero hab�a lago que se lo imped�a, entonces quiso comprobar que su hija estaba dormida. JORGE.- Buenas noches mi ni�a. �Est�s a�n despierta? Sara no respondi�, vio como su padre dudaba entre apagar la luz y macharse o quedarse all� mir�ndola. �No te vayas por favor, m�rame, quiero que me veas bien, estoy as� para ti.- Pensaba esto y notaba como sus flujos segu�an saliendo por su vagina, no entend�a por qu� pero estaba tremendamente excitada, lo que hac�a estaba mal, lo sab�a, pero lo deseaba m�s que nada en el mundo, quer�a que su padre disfrutase de la vista de su cuerpo, se movi� ligeramente separando un poco la rodilla, lo que hizo que la parte interna de su braguita se viera m�s claramente. JORGE.- �Estas despierta cari�o? Jorge se aproxim� a su cara y la mir� a los ojos, pero ella no se movi�, entonces se arrodill� junto a la cama y mir� su braga, gir� nuevamente la cabeza para ver si ella estaba despierta pero no se mov�a, as� que se acerc� m�s y pudo ver con claridad la braguita, estaba empapada y a�n se ve�an los flujos resbalando por el borde, sin poder controlarse llev� un dedo y recogi� parte de los fluidos, not� como su hija temblaba pero segu�a dormida, llev� el dedo a su nariz y lo oli�. -Ummm. Hac�a muchos a�os que no ol�a algo as�.- Repiti� de nuevo la operaci�n, esta vez pas� dos dedos suavemente por el borde de la braguita, cuando iba a ret�ralos no fue capaz de controlarse, los llev� al centro de la braga donde se transparentaba la vulva y los desliz� a lo largo de la rajita, vio como Sara ten�a un escalofr�o, pero ya hab�a perdido el control, pas� nuevamente los dedos impregn�ndolos de los fluidos que hab�an humedecido esa braga, entonces gir� la cabeza y vio que uno de los pechos de su hija estaba fuera de la camisilla, alarg� la mano y lo rodeo con suavidad acarici�ndolo, al hacerlo vio como Sara se mov�a ligeramente, entonces se detuvo y la mir�, pero segu�a dormida, as� que continuo acariciando su pecho, sus dedos se deslizaban por �l con suavidad notando su dureza y turgencia. -�Cu�nto tiempo llevaba sin acariciar unas buenas tetas? Ya ni se acordaba.- Cogi� el pez�n entre dos dedos y lo apret� gir�ndolos ligeramente, una nueva convulsi�n de su hija, pero ya no le importaba, ten�a un sue�o muy profundo y no iba a enterase, acerc� los labios y lo chup�. -�Dios! Que rico. �Llevaba tanto
tiempo deseando hacer algo as� con una mujer! Pero no pod�a, su mujer segu�a en el hospital, quiz�s cuando ella ya no estuviste.- Acarici� de nuevo el pecho, lo tap� con la camisilla, se incorpor� apagando la luz y sali� de la habitaci�n. Sara, con los ojos semicerrados, hab�a visto entrar a su padre en la habitaci�n y acercarse a la mesilla, por un momento pens� que se ir�a sin mirarla, pero no, lo que hizo fue preguntarla si estaba despierta, as� que ella fingi� estar dormida para ver qu� hac�a. Entonces vio como se arrodillaba y miraba su braguita. -�Por fin se fijaba en la humedad que inundaba su sexo! � Para su sorpresa no se conform� con mirar, sino que pas� un dedo por el borde acariciando los labios de su vagina, sinti� un gran escalofr�o y su cuerpo tembl�. �No puede ser. Pens�.- Pero si, su padre estaba tocando sus labios y recogiendo los fluidos que hac�a unos segundos hab�an salido de su interior mientras se masturbaba, vio como ol�a sus dedos y despu�s volv�a a acariciarla, pero esta vez no se conformaba con los bordes, sus dedos estaban explorando su sexo por encima de la braga. �Ummm. Siiiii, me gusta que me toques papi, sigue por favor.- Sinti� un gran placer al notar como esos dedos rozaban su vulva y su cuerpo tembl� nuevamente, si su padre segu�a toc�ndola as� se correr�a con toda seguridad, estaba excitad�sima y la encantaba el o de esos dedos en su zona m�s intima. �No deber�a pensar esto pero me encanta, sigue toc�ndome por favor, no pares, t�came hasta que me corra, quiero correrme en tus dedos. - Pensaba esto y sab�a que era una locura, pero deseaba correrse delante de su padre e inundar sus dedos con los fluidos que sal�an de su sexo, por un momento pens� en mover sus caderas para ayudarle, pero no deb�a hacerlo porque se dar�a cuenta que estaba despierta y no sab�a que podr�a ocurrir, podr�a llamarla de todo y enfadarse. Entonces not� como abandonaba su sexo y acariciaba su pecho. �No por favor, no me dejes as�, sigue.- Pero su deseo no sirvi� de nada, su padre ahora acariciaba su pecho con suavidad, ella entonces se relaj� y se movi� lo justo para facilitar que pudiera tocarlo en su totalidad, la mano se deslizaba por �l con delicadeza hasta que not� como pellizcaba su pez�n, sinti� una peque�a descarga en su cuerpo que la hizo temblar a la vez que su vagina se humedec�a por en�sima vez esa noche, cuando estaba reponi�ndose vio como su padre acercaba la boca a su pez�n y lo chupaba apret�ndolo fuerte entre sus labios. �Ummm. ���Como me gusta!!! Me encanta.- Pero su padre se retir�, lo acaricio dulcemente y tap� el pecho con su camisilla para despu�s salir de la habitaci�n. Sara no paraba de pensar en lo que hab�a sucedido, hab�a sentido mas placer esa noche que en todas las que hab�a estado con su novio, necesitaba repetirlo de nuevo, quer�a sentir las manos de su padre acariciando su cuerpo, los dedos explorando su sexo, deseaba a su padre, sab�a que estaba mal lo que hab�a hecho y lo que pensaba hacer, y aunque lo explicase nadie lo entender�a nunca, pero ten�a claro que iba a repetirlo. El d�a siguiente en el instituto Luis pregunt� qu� tal hab�a ido todo la noche anterior, Sara no sab�a que decirle, si le contaba lo que hab�a ocurrido realmente dir�a que era una pervertida, pero si dec�a que no hab�a pasado nada estar�a todo el d�a d�ndole ca�a por no haber puesto nada de su parte, al final decidi� contarle solo una peque�a parte y �l volvi� a repetir que ten�a que hacer m�s, ya que si no lo hacia su padre no iba a dar ning�n paso para buscar sexo con otra mujer, ella prometi� poner m�s de su parte, al decirlo se re�a por dentro ya que esa noche iba a poner mucho m�s de lo que nadie pudiese esperar. Por la tarde, al llegar a casa, se puso una braguita negra y una camiseta que llegaba hasta sus caderas, prepar� dos bocadillos como el d�a anterior, descarg� la pel�cula 50 Sombras y esper� la llegada de su padre. Cuando lleg� �ste, sigui� el ritual de siempre, sali� a recibirle, le dio dos besos y despu�s se dirigi� al sal�n para comenzar a cenar, su padre al ver por detr�s la escasa ropa que llevaba pens� que �sta era la nueva forma de vestir de su hija en casa y ten�a poco que decir, as� que la sigui� y se sentaron juntos. Una vez m�s
pudo ver como se sentaba enfrente abriendo las piernas y mostr�ndole su ropa interior sin ning�n tipo de recato. Pens� en lo ocurrido la noche anterior y no daba cr�dito a lo que hab�a hecho, pero su pene ya estaba erguido y �l intentaba disimularlo como pod�a. Al terminar de cenar, Sara puso la pel�cula y se sent� nuevamente a su lado, al igual que la noche anterior cogi� su brazo y lo paso por detr�s del cuello dej�ndolo caer sobre su pecho. �No puede ser, otra vez no por favor.- En ese momento sent�a miedo y deseo, en su cabeza se libraba una batalla y no sab�a cu�l iba a ser el final. Decidi� resistirse a sus impulsos y no hacer nada, su mano colgaba sobre el pecho de su hija pero estaba inerte, de repente, y coincidiendo con una escena er�tica de la pel�cula, ella cogi� la mano y la apret� contra su pecho, al hacerlo pudo notar su dureza, era una teta redonda, erguida y cuyo pez�n estaba totalmente en punta. Sin pode evitarlo comenz� a acariciarla, sus dedos se mov�an por todo el contorno del pecho y en ocasiones hac�an c�rculos sobre el pez�n, en ese momento notaba como su hija se encog�a en el asiento, en una de estas ocasiones ella puso una mano sobre su muslo, no sab�a qu� hacer, pero no hizo falta, antes de que �l pudiese reaccionar su hija comenz� a pasar la mano a lo largo de su pierna, bajaba hasta la rodilla para despu�s subirla hasta escasos cent�metros de su pene, alguna vez incluso llegando a rozarlo, y as� una y otra vez, lo hac�a como si fuese algo natural, sin dejar de ver la pel�cula y permitiendo que �l acariciase sus tetas con tranquilidad, la historia se repet�a, as� que pidi� a su hija que se fuera a la cama a dormir ya, ella se levant� obediente y le pidi� que subiera despu�s a apagar la luz. Sara subi� r�pidamente a su habitaci�n, ten�a un plan preestablecido y ten�a que llevarlo a cabo, durante la cena hab�a mostrado a su padre su ropa interior, lo hab�a hecho con descaro y hab�a visto como �l no evitaba mirarla, despu�s hab�a puesto la mano sobre su pecho, estaba deseando que �l la acariciase, llevaba todo el d�a esper�ndolo, pero �l no lo hac�a, as� que le hab�a provocado llevando la mano directamente a su seno, eso hab�a hecho que �l comenzase a acariciarla. �Ummm, como deseaba que lo hiciera.- Por un momento pens� que no iba a conseguirlo pero cuando not� como pellizcaba su pez�n con los dedos sinti� un placer indescriptible, no hab�a podido controlarse y hab�a estado a punto de tocar el pene de su padre con su mano, menos mal que rectific� a tiempo y solo le roz� un segundo para despu�s acariciar toda su pierna. Ahora ten�a que dar el siguiente paso y �ste esperaba que fuese el definitivo, se quit� la ropa y se tumb� en la cama, al igual que le d�a anterior se har�a la dormida, pero esta vez iba a estar totalmente desnuda cuando fuese su padre a apagar la luz, despu�s, cuando saliese de la habitaci�n, tendr�a que llamar a una mujer para desahogarse, estaba segura. Mientras se justificaba de esta forma no dejaba de pensar en la realidad, ella hab�a disfrutado el d�a anterior y esto no lo hac�a por su padre, lo hac�a por ella, quer�a volver a sentir lo mismo de nuevo. �Si, me gust� lo de ayer y quiero que se repita, pero eso no es malo, no hago da�o a nadie.- No paraba de pensar en ello y lo ten�a claro, quer�a que su padre volviese a acariciarla de nuevo, necesitaba sentir sus manos toc�ndola, sus dedos acariciando sus zonas m�s intimas, se tumb� en la cama y esper� la llegada de su padre. Pasada media hora oy� como �ste sub�a por la escalera, entorn� los ojos para que �l no se diera cuenta que estaba despierta y abri� las piernas dejando a la vista su sexo, lo toc� con sus dedos y vio que estaba h�medo por la excitaci�n que sent�a en ese momento, sonri� y se hizo la dormida. Jorge subi� la escalera y entr� en la habitaci�n de su hija, al hacerlo se qued� paralizado, Sara estaba dormida y completamente desnuda sobre la cama, se llev� la mano a la cabeza y pens�.- Esto no puede ser, por Dios, tengo que salir de aqu� ya.- Pero su conciencia no era lo suficientemente fuerte y no pudo evitar mirar de nuevo a su hija sobre la cama, sus piernas abiertas dejaban totalmente expuesto su sexo y sus redondos pechos ten�an los pezones erguidos, estaba divina, casi sin darse cuenta hab�a avanzado y estaba pegado a la cama mirando su sexo, gir� la vista y miro si abr�a los ojos o hab�a alguna se�al de que estuviera despierta.
JORGE.- Hola cari�o �Est�s despierta? Sara no respondi�, �l entonces sacudi� un poco su hombro para ver si despertaba y ella se mantuvo en silencio e inerte. Jorge entonces se arrodill� y acarici� sus pechos, los cogi� entre sus manos y comenz� a amasarlos, los tocaba, los presionaba con suavidad y despu�s cog�a los pezones y los apretaba con sus dedos, de vez en cuando notaba como ella temblaba, pero eso no evitaba que el siguiese acarici�ndolos, entonces baj� su cabeza y bes� uno de los pezones, despu�s lo introdujo entre sus labios y comenz� a succionarlo al tiempo que lo acariciaba con su lengua, en ese instante vio como su hija temblaba repetidamente, se incorpor� de inmediato, pero ella no dijo nada, segu�a dormida, volvi� a arrodillarse pero esta vez junto a su sexo, ten�a una vista excepcional, las piernas estaban separadas y la vulva estaba totalmente expuesta para �l, pod�a ver como gotas de sus flujos deslizaban por sus labios vaginales, acerc� dos dedos y recogi� esas gotas, despu�s los llev� a su boca y los chup�. �Ummm, cuanto tiempo sin probar este sabor.- Ya no recordaba cuando hab�a sido la �ltima vez que hab�a probado el de su esposa, llevaba tantos a�os sin tener sexo que era incapaz de recordarlo. Volvi� a llevar los dedos al sexo de Sara y los pas� por su vulva, primero por los bordes, despu�s por el interior de los labios, los lubric� bien con sus flujos y los subi� hasta el cl�toris, lo masaje� por fuera, separ� el capuch�n y despu�s lo acarici� con suavidad, vio como Sara temblaba repetidamente pero no se retir�, siguiendo acariciando su cl�toris con mucha suavidad, las piernas de Sara temblaban y su vientre se encog�a a cada instante, pero �l continu� masajeando el cl�toris sin parar, era evidente que estaba a punto de sentir un orgasmo, as� que no iba a dejarla a medias, se inclin� hacia delante y pos� la boca sobre el cl�toris, comenz� a chuparlo con suavidad altern�ndolo con movimientos de su lengua, en pocos segundos not� como su hija inundaba su boca con una enorme cantidad de fluido viscoso al tiempo que comenzaba a moverse agitadamente y aceleraba su respiraci�n. Jorge la miraba y sab�a que se estaba corriendo en su boca, cuando vio que ella hab�a terminado se levant�, apag� la luz y sali� de la habitaci�n sin decir nada. Cuando su padre entr� en la habitaci�n, Sara esper� con nerviosismo su reacci�n. �Qu� har�, se ir� o volver� a acariciarme, quiz�s cuando me vea desnuda se vaya?Esto la preocupaba, pero esperaba que no fuese as�, al ver que preguntaba si estaba despierta sinti� una gran alegr�a, es lo mismo que hab�a hecho la noche anterior, entonces toc� su hombro, por un momento se asust� �Y si hab�a notado que estaba despierta? Pero no fue as�, vio como se arrodillaba y comenzaba a acariciar sus pechos, eso la encantaba, la gustaba sentir como deslizaba las manos por sus tetas, como las apretaba con suavidad, no como su novio que siempre era brusco, entonces not� como pellizcaba sus pezones y sinti� un gran escalofr�o, pero no importaba, �l sigui� acarici�ndola. De repente advirti� que besaba y chupaba sus pezones. �Ummm. Son tuyos, sigue chup�ndolos por lo que m�s quieras.- Mientras pensaba esto su cuerpo temblaba sin que ella pudiera controlarlo. Entonces �l se apart�, Sara sinti� miedo y se qued� inerte, no quer�a que �l se diese cuenta que estaba despierta. -�Qu� har�a si lo supiera? �Qu� pensar�a de ella? �Su propia hija ofreci�ndole su cuerpo!- Seguro que se enfadar�a mucho y no volver�a a hablarla, ella sab�a que estaba mal lo que estaban haciendo pero no pod�a evitarlo, necesitaba tanto que �l la tocase. Manten�a los ojos completamente cerrados, as� que no pudo ver como su padre se arrodillaba de nuevo, de repente sinti� como acariciaba su sexo, no lo ve�a pero notaba como los dedos se deslizaban por su vulva y recorr�an sus labios, por un instante pens� que iban a penetrar en su vagina, pero no, solo hab�an recorrido la parte interior de sus labios. Una idea asalt� su mente en ese momento. -�Y si intenta penetrarme con sus dedos? �Qu� hago?- Nadie hab�a explorado hasta ahora esa zona tan intima, era virgen y ni siquiera a su novio le permit�a introducirlos en su interior, cuando se masturbaban solo le dejaba acariciar su vulva y el cl�toris, pero si lo intentaba su padre �Qu� deb�a hacer? O mejor dicho �Qu� deseaba que hiciera? Pensaba esto cuando not� como los dedos abr�an los pliegues de su cl�toris y comenzaban a masturbarla. -Ummm, que
rico, me encanta, sigue toc�ndome por Dios. - Hubiera deseado mover sus caderas al ritmo que se mov�an los dedos en su sexo, pero sab�a que era imposible, llevaba dos noches sintiendo el mismo deseo y no pod�a disfrutarlo, a pesar de ello iba a gozar de este magn�fico dedo que le estaba dando su padre, pero algo pas� entonces, su padre hab�a dado un paso m�s y estaba besando su cl�toris. -�No puede ser! �Ahora me est� comiendo el co�o! No pares por Dios, no pares, no vayas a dejarme a medias. ��Me encanta como me lo comes!!- En ese momento lo tuvo claro, si esos dedos se adentraban en lo m�s profundo de su sexo los aceptar�a con sumo placer, no la importaba que la penetrasen, es m�s, estaba dese�ndolo. �C�mo la gustar�a tener ahora esos dedos dentro! Sent�a como la lengua acariciaba su cl�toris y como los labios se cerraban alrededor de �l y lo succionaban, estaba a punto de explotar de placer. Por un momento estuvo a punto de coger la cabeza de su padre con las manos para apretarla contra su co�o y evitar que pudiera retirarse, pero una vez m�s sabia que no deb�a hacerlo, as� que le dej� hacer hasta que al final disfrut� del orgasmo m�s largo y profundo que hab�a sentido nunca. Vio como su padre se levantaba y sal�a de la habitaci�n, no sab�a si salir detr�s de �l para darle las gracias por la tremenda corrida que la hab�a regalado ahora o pedirle que no se fuera nunca de su habitaci�n y siguiera d�ndola m�s. Se qued� en la cama relajada y pensando que al final no hab�a sido su padre quien se hab�a desahogado como era el plan inicial, sino ella, precisamente ella que al principio tuvo reparos en hacer esto y ahora era quien m�s lo disfrutaba y no estaba dispuesta a perderlo de ninguna manera. �Qu� pensar�a su novio si supiera lo que estaba ocurriendo? Al final decidi� que la pr�xima vez ser�a su padre quien disfrutase de una noche de sexo y har�a todo lo necesario para que as� fuera. La tarde siguiente no prepar� nada para cenar, se puso un vestidito de color rojo que se ajustaba perfectamente a su figura marcando todas sus curvas, el escote era amplio y dejaba ver parte de sus senos, y en la parte de las caderas se ce��a tanto que marcaba claramente los cachetes de su culo. Cuando lleg� su padre le dijo que ten�an que salir a cenar fuera y despu�s tomar una copa, hacia mucho que �l no sal�a y a ella le apetec�a que lo hicieran juntos. Jorge dijo que no pero ella insisti� y �l cedi� a los deseos de su ni�a. Fueron a una pizzer�a y all� pidieron una botella de vino, Sara serv�a copas a su padre pero ella apenas beb�a, despu�s entraron en una discoteca para maduritos, la luz era muy tenue y la persona m�s joven tendr�a unos cincuenta a�os, pero a ella no la importaba, ten�a que conseguir lo que hab�a planeado. Sara pidi� un par de copas y entonces not� como el alcohol empezaba a hacer efecto en su padre, se trababa al hablar y ten�a que sentarse para mantenerse perfectamente en pie, entonces le pidi� que bailase con ella, �l accedi� y salieron a la pista, Jorge cogi� a su hija por las caderas pero ella entonces cogi� las manos de su padre y las pos� sobre sus nalgas, estaba ofreci�ndole su trasero para que lo acariciase a su antojo pero Jorge iba tan bebido que no reaccionaba, Sandra volvi� a coger las manos de su padre y las apret� contra su culo, pero segu�a sin reaccionar, viendo que todo lo planeado se iba a pique decidi� volver a casa, salieron de la discoteca y cogieron un taxi, cuando llegaron subi� a su padre a la habitaci�n como pudo y le quit� la camisa y el pantal�n, ahora solo le quedaba la ropa interior, se qued� mir�ndole fijamente y tiro del b�xer hasta sac�rselo por completo, en ese momento el pene emergi� ante ella, se qued� hipnotizada mir�ndolo y no pudo evitar cogerlo con su mano, ya hab�a tocado otros, antes de estar con su novio hab�a tenido varios rollitos y a todos les hab�a hecho alguna que otra paja, pero �ste era diferente, �ste causaba en ella una ansiedad y excitaci�n que nunca antes hab�a tenido, quiz�s era por la sensaci�n de estar haciendo algo prohibido pero eso la produc�a un gran morbo, mir� con detenimiento la verga apreciando su grosor y sinti� la necesidad de acariciarla, la rodeo con su mano y entonces vio como �sta crec�a entre sus dedos adquiriendo un tama�o considerable, era m�s grande que la de Luis, de eso estaba segura, inmediatamente y sin darse cuenta comenz� a subir y bajar su mano por el tronco r�tmicamente, cuando masturbaba a su novio nunca se hab�a fijado, pero ahora ve�a como al bajar un poco el prepucio aparec�a la punta del glande y �ste se ve�a
hinchado y de un color rojo fuerte, tir� del prepucio hacia abajo descapull�ndolo y dej�ndolo en libertad. -�Joder que grande!- no pod�a apartar la vista de �l, su mano segu�a subiendo y bajando a lo largo de la polla y �sta se hinchaba cada vez m�s mostrando sus grandes venas, al verla as� pens� si ser�a capaz de meterla en su boca, su novio se lo hab�a pedido repetidamente pero ella siempre se hab�a negado, nunca lo hab�a intentado porque ten�a miedo de hacerlo mal, pero ahora no paraba de pensar en meterse esa polla en la boca, estaba deseando chuparla. -Si lo hago mal nadie se va a dar cuenta. Pensaba- Baj� su cabeza hasta tener el capullo al alcance de los labios, sac� la lengua y la paso por el peque�o orificio del glande, despu�s rodeo �ste con sus labios y lo chup� presionando sus labios y subiendo y bajando varias veces, not� como palpitaba dentro de su boca, entonces baj� mas su cabeza trag�ndose m�s de la mitad de la polla, al ver que no era capaz de tragar m�s, comenz� a meterla y sacarla chup�ndola sin parar. -No es tan dif�cil. Pensaba.Entonces pens� que si su plan no hab�a surtido efecto y su padre no quer�a recurrir a una prostituta, ser�a ella la que consiguiera que se desahogara, seguir�a chupando esa polla hasta conseguir que por ese peque�o orifico brotase toda la leche que acumulaba dentro. Decidi� continuar haci�ndole la mamada, era la primera de su vida y se la estaba haciendo a su padre, por un momento se sinti� mal.-No deber�a hacerlo, esto no es correcto.- Pero su boca devoraba una y otra vez esa polla con ansiedad y no estaba dispuesta a parar, con la otra mano comenz� a acariciar sus huevos, eso le gustaba mucho a Luis cuando le pajeaba, los masajeaba con sus dedos mientras segu�a chupando la verga, entonces sinti� como su padre temblaba ligeramente y la polla crec�a un poco m�s en su boca, se retir� unos cent�metros y pudo ver como por el peque�o orificio sal�a un chorro de leche que salpicaba su cara y su cuello, se apart� r�pidamente, pero una nueva descarga brotaba cayendo sobre su pecho. Hab�a visto otras veces como eyaculaba su novio, pero siempre sobre su mano, nunca hab�a sentido el calor de ese l�quido en su cara, se limpio con el dorso de la mano y continu� sacudiendo la polla hasta que salieron las �ltimas gotas, entonces fue a lavarse, al mirarse en el espejo vio como las gotas de semen se deslizaban por sus mejillas y cuello y bajaban hasta el canalillo de sus tetas, por un momento tuvo la intenci�n de cogerlo con sus dedos y probar su sabor, pero no se atrevi�, as� que se limpio con una toalla y despu�s volvi� a la habitaci�n para limpiar a su padre, no quer�a que cuando se despertase se diera cuenta de lo que hab�a ocurrido. Se aproxim� a �l y con la toalla comenz� a limpiar las manchas de semen en las s�banas, despu�s cogi� el pene con la mano para limpiarlo, al hacerlo vio como por segunda vez volv�a crecer, no lo entend�a, a pesar de estar borracho y dormido ten�a una nueva erecci�n, pasaba la toalla a lo largo de la polla y �sta se mov�a completamente erecta, otra vez sinti� la necesidad de acariciarla y volvi� a sacudirla con su mano como se lo hac�a a su novio, pero la imagen de su mano pajeando esa verga le causaba una gran excitaci�n, notaba como su sexo se humedec�a y ten�a la necesidad de desahogarse, su padre se hab�a corrido pero ella no hab�a tenido su recompensa, su mente estaba enloquecida y no se le ocurr�a otra cosa que pensar en lo que podr�a sentir al tener esa verga rozando su sexo, cuanto m�s lo pensaba m�s lo deseaba. -Quiero sentir su calor en mi sexo, necesito tenerla ah�.- ninguno de los chicos con los que hab�a salido hab�an tocado su sexo m�s que con la mano, solo su padre lo hab�a besado y hab�a sido la noche anterior, y al pensarlo su vagina se lubricaba con rapidez, notaba como su flujo sal�a y empapaba su braga. -Ufff, no puedo m�s, necesito sentirla en o con mi sexo.- inmediatamente se sac� la braga, se subi� el vestido hasta las caderas y se puso a horcajadas sobre el vientre de su padre, entonces se dej� caer y en ese instante tuvo lo que tanto deseaba, su sexo estaba en o con el pene erecto. -Ummmm, me gusta sentirlo.- Y en el acto comenz� a mover sus caderas adelante y atr�s frotando su vulva contra �l, notaba como sus labios se abr�an envolvi�ndolo y este se deslizaba por su rajita produciendo en ella una sensaci�n de placer que nunca hab�a sentido, cuando notaba que la cabeza del pene llegaba a su perineo, empujaba la cadera hacia atr�s para que se deslizase de nuevo entre sus labios hasta llegar al cl�toris, entonces se apretaba contra �l y mov�a sus caderas circularmente para sentir como el glande acariciaba su botoncito. -Ummmm, qu� rico, me encanta.- Subi� su vestido un poco m�s para poder tener una mejor visi�n de lo
que suced�a entre sus piernas, al hacerlo, pudo ver como la punta del pene aparec�a por delante de su pubis y despu�s desaparec�a meti�ndose entre los labios de su co�o h�medo hasta llegar de nuevo al perineo, cuando volv�a a parecer por su pubis notaba la presi�n del glande en el cl�toris y esto la excitaba terriblemente. -�Dios! Me encanta, me est� volviendo loca.- Sin poder controlarse aceler� el movimiento de sus caderas apret�ndose con fuerza contra la verga, est� continu� desliz�ndose entre sus labios hasta que Sara par� y se elev� ligeramente, entonces not� como el glande embocaba la entrada de su vagina, si bajaba un poco m�s �ste penetrar�a en su interior clav�ndose sin remedio en su �tero, no sab�a qu� hacer, por un lado deseaba ser ensartada por esa polla pero por otro ten�a miedo, era virgen y no quer�a que su primera vez fuese as�, parec�a enfermizo pensarlo, pero la hubiese gustado que su padre fuese consciente de lo que ocurr�a para dejarse caer sobre su pene y entregarle su virginidad. -�Si, como deseaba que el estuviera despierto!- En ese caso se la hubiese entregado sin dudarlo, era la persona a qui�n m�s quer�a. Cogi� la polla con la mano y la paso a lo largo de su vulva, despu�s coloc� el glande a la entrada de su vagina y bajo un poco, noto como sus labios ced�an a la presi�n y se abr�an permitiendo que la punta se adentrase unos cent�metros, sinti� como su vagina se ajustaba y presionaba esa deliciosa cabeza. -Ummmm, me encanta.- baj� un poco m�s y su vagina cedi� de nuevo a la presi�n permitiendo que el capullo entrase por completo. -�Dios! Que rico se siente.- Subi� y bajo sus caderas repetidamente notando como el glande entraba y sal�a de ella, estaba disfrutando como nunca lo hab�a hecho, en estas noches con su padre hab�a probado sensaciones desconocidas para ella. Deseaba profundamente recibir ese miembro en su interior, pero sab�a que no deb�a, as� que volvi� a sacarla y continu� frotando su co�o contra ella hasta que not� que estaba a punto de correrse. -�Dios! Voy a correrme, no puedo m�s, no puedo m�s.- Se dejo caer y apret� con fuerza su co�o contra el miembro erecto hasta que sinti� que el orgasmo finalizaba, entonces abrazo a su padre le bes� y se fue de la habitaci�n. Al d�a siguiente Jorge se levant� con dolor de cabeza y sin saber que hab�a sucedido la noche anterior, recordaba que hab�a salido con Sara a cenar y que despu�s tomaron una copa, pero era incapaz de recordar c�mo hab�a vuelto a casa. Vio que estaba en la cama desnudo y sinti� verg�enza, sin duda su hija hab�a tenido que acostarle y desnudarle, en ese momento se percat� que su pene estaba cubierto por una fina capa blanquecina y seca, cogi� un poco y al olerla tuvo claro de que se trataba. Una duda le asaltaba �Ser�a de su hija o habr�a estado con alguna mujer? � No puede ser, que no haya sido con mi hija por favor.- Sent�a miedo y verg�enza al pensar que quiz� ese flujo fuese de su hija, no era consciente de lo que hab�a sucedido pero no era escusa. Se levant� y continu� con su jornada normal, aunque esa duda le atormentaba. Esa noche Sara ten�a una fiesta de cumplea�os con sus amigos y no fue a casa a cenar, cuando lleg� por la noche su padre ya estaba durmiendo y no pudo verle, cuando estaba en la cama pens� en levantarse y visitar la habitaci�n de su padre, las copas que hab�a tomado estaban producido en ella una sensaci�n de desinhibici�n total, pero finalmente prefiri� no hacerlo, pens� que al d�a siguiente organizar�a una fiesta para su padre y ambos tomar�an las copas que fuesen necesarias. Era viernes y esa tarde nada m�s volver a casa volvi� a preparar su ropa, esta vez seleccion� una bata negra muy corta de lencer�a abrochada solo por un cintur�n y que fue regalo de su padre, debajo iba a ponerse solo un tanga, sab�a que era muy atrevido pero estaba decidida, no llevar�a nada m�s. Prepar� la cena y dej� todo en la mesa peque�a del sal�n, hab�a canap�s, un poco de embutido y una botella de vino, para justificarlo iba a decir a su padre que ten�an que celebrar que hab�a sacado buena nota en un examen. A la hora prevista se visti� y baj� al sal�n, al mirarse en le espejo se vio esplendida, estando de pie la bata tapaba escasamente el culo, as� que cuando se sentase se subir�a dejando a la vista el peque�o tanga negro, solo con verse estaba excitada e impaciente, deseaba que su
padre llegase a casa para ver como reaccionaba, quer�a ver si su pene se �alegraba� solo con verla como los d�as anteriores. Cuando lleg� Jorge su hija sali� a recibirle como todos los d�as, le abraz� d�ndole dos besos y le cogi� de la mano para llevarle al sal�n, al entrar se encontr� en la mesa varios platos de comida, una botella de vino y dos copas. JORGE.- �Qu� celebramos? SARA.- Vamos a celebrar que te quiero mucho. JORGE.- Vaya, me alegro hija, yo a ti tambi�n, pero antes voy a subir a cambiarme de ropa. SARA.- Eso, ponte el pijama y as� estar�s m�s c�modo, como yo. Jorge a�n no hab�a reparado en la ropa de su hija, pero al decirlo ella la mir� y pudo ver esa bata excesivamente corta que apenas tapaba sus verg�enzas, al subir la vista se fijo que el cinto de la bata no cerraba bien el escote dejando m�s de la mitad de las tetas al descubierto. No sab�a si echarla la bronca o darla las gracias por esa estupenda panor�mica que le estaba ofreciendo, r�pidamente subi� a su habitaci�n para cambiarse, no sab�a si ponerse un pantal�n para disimular su erecci�n o ponerse el pijama para estar m�s c�modo si su hija volv�a a rozarle como la anterior noche, no tuvo mucho que pensar, sac� el pijama y se lo puso de inmediato, adem�s, hab�a sido su hija la que se lo hab�a propuesto instantes antes. Baj� al sal�n y se sent� en el sof�, Sara abri� la botella de vino, sirvi� dos copas y se sent� en el sill�n frente a �l. SARA.- Por nosotros Papi, quiero que sepas que te quiero mucho. Jorge levant� su copa para brindar y respondi� que �l tambi�n la quer�a mucho, al instante vio como su hija se inclinaba hacia adelante para coger algo de comida y al hacerlo la bata se abr�a dejando sus pechos al aire, ella sonri� diciendo. -Uy, que se me ve todo.- Pero solo cerr� la bata sin apretar el cintur�n, por lo que sus tetas quedaron de nuevo casi en su totalidad a la vista de su padre, al reclinarse hacia atr�s en el sill�n separ� las rodillas dejando a la vista el peque�o tanga negro. Jorge no pudo evitarlo y mir� fijamente en esa direcci�n, la vista era excepcional, frente a �l estaban las dos largas piernas desnudas de su hija, unidas al final por un diminuto triangulo negro que casi no dejaba nada para la imaginaci�n, su hija com�a y beb�a y no paraba de rellenar las copas de ambos, Jorge a esas alturas ya mostraba una gran erecci�n bajo el pijama. Sara entonces se levant� y puso el final de la pel�cula 50 sombras que no hab�an terminado de ver la otra noche, despu�s se acerc� al sof� pero esta vez se sent� junto a su padre. SARA.- Vamos a ver el final de la peli, si no te importa apagamos mejor las luces. �Te apetece? JORGE.- Claro mi ni�a, lo que t� quieras. Sara se tumb� apoyando la cabeza en las piernas de su padre, despu�s cogi� la mano de �ste y la puso sobre su vientre. Al principio Jorge estaba tranquilo, pero Sara movi� su cabeza y la apret� contra la erecci�n de su padre, �ste se qued� quieto sin saber qu� hacer, con la poca luz que hab�a observ� como su hija se soltaba el cinto permitiendo que la bata se escurriese hacia los lados y dejando sus pechos al descubierto a escasos cent�metros de su mano, entonces no pudo contenerse m�s y comenz� a acariciar su vientre circularmente, poco a poco fue aumentando el radio del circulo hasta llegar a la base de sus pechos, pasaba una y otra vez y en cada una de ellas su mano ampliaba su recorrido acariciando m�s libremente esas tetas
redondas y duras, pasado un rato ya no pudo m�s y centr� las caricias en los pechos, con sus dedos cog�a los pezones y los apretaba con suavidad, cada vez que lo hac�a notaba como su hija se encog�a y apretaba la cabeza contra su erecci�n, ella hab�a girado el cuello y ten�a los labios pegados a su pene, volvi� a pellizcar sus pezones y vio como Sara sacaba la lengua y la pasaba por el pijama en el lugar donde estaba el tronco de su polla, Jorge no pudo evitarlo y puso la otra mano sobre la cabeza de su hija empuj�ndola hacia su pene, ella mir� hacia arriba, se incorpor� ligeramente y con una mano desabroch� el pijama, al hacerlo, la polla salt� como un resorte quedando frente a sus labios, mir� de nuevo a su padre y vio que �ste ten�a los ojos cerrados pero no dejaba de empujar su cabeza para que se tragase esa polla gruesa y venosa, sin esperar un segundo abri� la boca y se meti� la polla todo lo adentro que pudo, despu�s la sac� y cerro los labios envolviendo el glande con fuerza y chup�ndolo con desesperaci�n, no quer�a dejar ni un mil�metro sin chupar, as� que volvi� a sacarlo para pasar la lengua a lo largo del tronco, su boca se mov�a con rapidez y no quer�a dejar de explorar ninguna parte de esa verga tan deseada, volvi� a trag�rsela de nuevo, intentaba meterla entera pero era incapaz, aun as� hacia verdaderos esfuerzos para trag�rsela en toda su extensi�n. �La quiero toda dentro. Pensaba- Pero era imposible, as� que su cabeza comenz� un sube y baja introduci�ndosela en la boca sin parar. Vio que su padre apretaba sus pezones pero necesitaba algo mas, quer�a sentir los dedos en su co�o, sin esperar un segundo tiro del tanga hacia abajo y cogi� la mano de su padre gui�ndola a su entrepierna. SARA.- �T�came por favor! Quiero sentir tus dedos dentro. Jorge no era capaz de parar, su mente le dec�a que no estaba bien lo que hac�a pero su cuerpo le ped�a seguir, de forma autom�tica pas� sus dedos a lo largo de la rajita de su hija notando que ten�a su sexo completamente empapado, volvi� a pasar sus dedos pero esta vez meti� ligeramente uno dentro de su co�o, su hija dio un respingo y le mir�. SARA.- �M�telo por favor! Quiero sentirlo bien adentro. Jorge empujo con fuerza y el dedo penetr� por completo en la vagina de Sara. SARA.- Ummmm. Siiiiii, me encanta, sigue por lo que m�s quieras. Jorge comenz� a follar el co�o con su dedo, notaba la estrechez de la vagina a cada penetraci�n pero no por eso dejaba de meterlo una y otra vez, cuando vio que estaba suficientemente dilatada meti� otro m�s, ella emiti� una leve protesta pero a�n as� pidi� que continuara. SARA.- No pares, contin�a por favor, los quiero dentro. Sara sent�a como era penetrada por primera vez en su vida y no dejaba de gemir, notaba como esos dedos se hund�an una y otra vez en su estrecha y h�meda cueva y ten�a que hacer verdaderos esfuerzos para continuar haciendo la mamada a su padre, pero no pod�a dejarlo, quer�a demostrarle que sab�a hacerlo y quer�a que disfrutaste de ello, sobre todo eso, quer�a que disfrutaste como nunca lo hab�a hecho. A pesar de volcar todo su esfuerzo en tragarse esa verga, de vez en cuando se giraba y miraba lo que suced�a ente sus piernas, se excitaba al ver como esos dedos entraban y sal�an de su co�o con enorme rapidez produciendo en ella un gran placer. Gir� de nuevo la vista y sigui� chupando esa magn�fica verga, era la primera vez que lo hac�a abiertamente y lo estaba disfrutando, nunca hubiese imaginado que tener una polla en su boca la generar�a tanto placer. En ese momento vio como su padre empezaba a mover sus caderas adelante y atr�s como queriendo follar su boca. JORGE.- Ummm, muy bien mi ni�a, lo haces muy bien, estoy a punto de correrme, sigue
chup�ndola cari�o. Al o�r esto aceler� el movimiento de su boca sacando y metiendo la verga con m�s rapidez, entonces not� como Jorge agarraba con fuerza su pelo y tiraba de su cabeza hacia delante oblig�ndola a introducirse en la boca gran parte de la polla. Sara sab�a que su padre estaba a punto de correrse y no ten�a claro qu� hacer, si retirarse para que se corriera fuera y mostrarle su inexperiencia o dejar que acabase en su boca, en cuyo caso tendr�a que tragarse todo el semen, era la primera vez que se encontraba en esta situaci�n y no sab�a c�mo deb�a comportarse. En alguna ocasi�n su novio hab�a comentado que cuando se la chupara a �l tendr�a que trag�rselo todo, pero a ella le daba asco y respond�a que nunca lo har�a, ahora estaba en esa situaci�n y no sab�a c�mo reaccionar. �Si me retiro puede molestarle, pero si dejo que se corra en mi boca no s� si ser� capaz de trag�rmelo, me da asco.- Pensaba esto cuando not� como su padre tiraba con m�s fuerza de su pelo, mir� hacia arriba y vio como ten�a los ojos cerrados y comenzaba a jadear, esta imagen la excit� de tal forma que ya lo tuvo claro, recibir�a en su boca la corrida que esa verga estaba a punto de expulsar. Cerr� los labios alrededor de la polla y entonces not� como su padre eyaculaba en su boca inund�ndola de un l�quido tibio y viscoso, era tal la cantidad de leche que estaba lanzando a su garganta que a pesar de sus esfuerzos se ve�a incapaz de tragarla, finalmente vio como su padre mov�a sus caderas repetidamente follando su boca casi con violencia y derramando las �ltimas gotas sobre su lengua. �Ummm, no ha sido tan malo.- Mientras pensaba esto recog�a con sus dedos las gotas que sal�an por la comisura de sus labios, instintivamente los llev� a su boca y los chup�. �Ummm, es un poco amargo pero me encanta, a partir de ahora podr� correrse en mi boca siempre que lo desee.Pasados unos segundos Jorge se hab�a recuperado, entonces se arrodill� frente a su hija, separ� sus piernas y acerc� la boca a su vulva comenzando a pasar la lengua por su rajita, despu�s subi� hasta el cl�toris y empez� a chuparlo jugando con su lengua en �l, notaba como Sara abr�a completamente las piernas y mov�a sus caderas sin cesar subi�ndolas y ofreci�ndole su sexo para que lo chupara con mayor comodidad. SARA.- Ummm, me gusta, sigue, por favor no pares. Aprovechando su excitaci�n, Jorge meti� dos dedos en el co�o de su hija y comenz� a follarla al tiempo que segu�a chupando su botoncito. SARA.- �Dios! No pares, sigue, sigue, vas a volverme loca. Sara sinti� como era penetrada por los dedos de su padre y en ese mismo momento tuvo la sensaci�n de que se meaba. �No puede ser, ahora no.- Mir� r�pidamente hacia abajo y pudo ver que era su sexo el que estaba expulsando gran cantidad de fluidos y empapaba la mano de su padre, estaba sintiendo tanto placer que se reclin� de nuevo en el asiento dejando que esos dedos la follaran sin parar, notaba como con cada penetraci�n abr�an un poco m�s su estrecha vagina y cada vez entraban m�s profundo. �Siiii, me encanta tenerlos dentro.- Su padre no dejaba de chupar su cl�toris y esto la volv�a loca, no pod�a pedir m�s. Not� como se aproximaba el orgasmo y aviso a su padre. SARA.- Voy a correrme papi, ya me llega. Jorge aceler� el movimiento de su lengua y la penetraci�n de sus dedos, de repente not� como su hija se corr�a llenando su boca y mano con sus fluidos. SARA.- �Dios! Me corro, me corro, no puedo m�s. Jorge se sent� en el sof� mirando como su hija no paraba de jadear y decir que hab�a sido estupendo, al instante, ella se levant� y le abraz� d�ndole dos besos.
SARA.- Nunca antes hab�a hecho esto y me ha encantado, gracias papi. Se quedaron abrazados largo tiempo hasta que ella dijo que se iba a la cama, al salir del sal�n ella le dijo sonriendo. SARA.- Dentro de un ratito te espero en mi cuarto para que apagues la luz.