Formularios Fijos de Misas, Liturgias y otros actos Misa de Funeral NOS JUZGARÁN SOBRE EL AMOR
EN CASA DEL DIFUNTO. Oración en casa del difunto al levantar el cadáver Vamos a acompañar el cuerpo de .............. hasta la Iglesia. Él fue para nosotros un buen familiar, compañero y amigo, y por eso vamos a acompañarle en este paso decisivo hacia Dios. Pero antes vamos a tener una oración por él, aquí, donde juntos hemos pasado ratos felices y alegres, y también momentos de lucha y de trabajo. Te damos gracias Señor Dios, por esta persona que nos fue tan cercana, tan amable y querida para nosotros y hoy nos ha sido arrancada de nuestro mundo y de nuestras vidas. Te damos gracias, por el cariño y la amistad que nos regaló y por la paz que derramó y extendió a su alrededor. Con su muerte nos hemos dado cuenta de que este mundo es caduco y perecedero, y sin
embargo él ha pasado a gozar de la Gloria Eterna. Señor, ten piedad ..... Cristo, ten piedad ..... Señor, ten piedad ...... Padre Nuestro que estás en el cielo ....... Por la Misericordia de Dios, su alma y las almas de todos los fieles difuntos descansen en Paz. A m é n.
Misa de Funeral
RITOS INICIALES Monición de Entrada :Una vez más, la muerte de un familiar, de un amigo, nos ha reunido en esta Iglesia para rezar juntos. Vamos a celebrar esta Eucaristía como cristianos, como seguidores de Cristo, que también pasó por este trance de la muerte, y además en la Cruz; y sin embargo es, hoy, para nosotros un Dios Vivo y Resucitado. Así es nuestro Dios. Un Dios que pasó por este mundo, nos enseñó el camino del cielo y Él mismo quiso pasar por el duro trance de la muerte, y además ajusticiado. Pero resucitó y vive entre nosotros. Por eso, ahora, junto a Él y a nuestro hermano .................. vamos a celebrar unidos, esta Misa, esta Eucaristía. El amor nos ha reunido y quiere que no nos separemos nunca. Canto :Saludo del Sacerdote :Que la fe en Dios Padre, la esperanza en Jesús Resucitado y el amor del espíritu, estén con todos nosotros ......
PEDIMOS PERDÓN Al comenzar esta celebración vamos a presentar nuestras vidas ante Dios y reconocer que no todo en ellas es limpio, claro y transparente. Por eso vamos a comenzar pidiendo a Dios perdón
por nuestras faltas y pecados. * Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho. Señor, ten piedad. * Tú que siempre nos ayudas porque nos quieres mucho. Cristo, ten piedad. * Tú que siempre nos escuchas porque nos quieres mucho. Señor, ten piedad.
OREMOS Te pedimos, Señor, por N......, que nos fue tan cercano y querido, y por eso nos hemos reunido junto a él. Concédele esa vida feliz y dichosa que tanto deseó; Y a nosotros concédenos fuerza para seguir unidos entre nosotros y junto Ti, así cumplir con nuestros sencillos deberes de cada día, como persona y como cristianos. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
OTRA ORACIÓN Señor, Dios, Tú nos das la vida. No nos has creado para la muerte, sino para vivir junto a Ti, siguiéndote de todo corazón. Te pedimos por N...... a quien hoy has llamado a vivir junto a Ti. Concédele esa vida feliz y dichosa que tanto deseó. Y a nosotros danos fuerzas para seguir unidos en el cumplimiento del deber de cada día. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 5, 5- 11 Hermanos: La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que nos ha dado. En efecto, cuando estábamos todavía sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos, - en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir -; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera! Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuanta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación. Palabra de Dios.
(O bien)
PRIMERA LECTURA Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 3, 1 Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos ! El mundo no nos conoce porque no le conoció a Él. Queridos: ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es. Palabra de Dios.
SALMO Todos :- A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Sé la roca de mi refugio. un baluarte donde me salve, Tú eres mi roca y mi baluarte: por tu nombre dirígeme y guíame. Todos :- A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. A tus manos encomiendo mi espíritu: Tú, el Dios leal, me librarás; pero yo confío en el Señor; tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. Todos :- A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas. Todos :- A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
EVANGELIO Monición:Llegará un día en que cada uno de nosotros verá, con la luz de Dios, todos los gestos de amor que hemos hecho en la vida, y Dios nos premiará invitándonos a estar con Él en su Reino para siempre. Nos lo dice esta parábola :-
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo ( 25, 31-46 ) En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre, y todos los ángeles con Él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante Él todas las naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: - Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo: Porque tuve hambre, y me disteis de comer tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me hospedasteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme. Entonces los justos le contestarán: - Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos ?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les dirá: - Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. Y entonces dirá a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero y no me hospedasteis; estuve desnudo, y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: - Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Y él replicará: - Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo. Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Palabra del Señor.
HOMILÍA DE FUNERAL Nos reúne hoy la tristeza de tener que despedir a nuestro hermano. La verdad es que no
quisiéramos tener que separarnos de él y por eso este adiós es triste y doloroso. Sin duda estos son los ratos más amargos que soportamos en la vida: Nos sentimos incapaces de hacer nada por nuestro hermano. Sin embargo, hemos venido a la Iglesia. Esto quiere decir que no hemos perdido la esperanza. Hay alguien que aún puede hacer algo por nuestro hermano. Queda en nosotros la esperanza que nos hace creer por encima de todo en la fuerza del amor. Una esperanza que nos asegura que todo aquello que es amor, bondad, servicio, comprensión, por pequeño que sea, no se pierde; no se puede perder para siempre, porque Dios no quiere que se pierda. Y todos hemos hecho algo bueno en la vida. Todos hemos amado, hemos ayudado, hemos perdonado más de una vez. Hemos procurado poner un poco más de amor en el mundo, hemos intentado servir y ayudar a nuestro alrededor. Pues, ahora, Jesús nos dice que eso no puede perderse, sino que vivirá para siempre. Esta es la esperanza y el consuelo que nos da la fe en estos momentos. Dios no puede abandonar para siempre a quienes han amado y han sufrido, han servido y han vivido abiertos a los demás. Eso no puede morir. No puede perderse. Eso es la llave que nos abre las puertas del cielo. Es la garantía de nuestra resurrección. Ello ha dado sentido y calidad a nuestra vida humana.
ORACIÓN DE LOS FIELES 1- Por los que caminan a ciegas, sin consuelo ni pena, para que, el Amor de Dios les acompañe y consuele en su sufrimiento. "Roguemos al Señor". 2- Por aquellos a los que la enfermedad arranca y separa de su ambiente, de su vida familiar y de su trabajo, privándoles de libertad y la compañía de sus amigos. "Roguemos al Señor". 3- Por nuestro hermano N......... para que viva junto a Ti, interceda por nosotros y así sea nuestra mejor avanzadilla junto a Ti. "Roguemos al Señor". 4- Por los que pasan la dura prueba de la pérdida de un ser querido, para que no sean indiferentes a esa falta, ni lo oculten con palabras vacías, sino que encuentren en Ti fuerza para sonreír a la vida. "Roguemos al Señor". 5- Por todos nosotros, para que la pérdida de un familiar querido o de un amigo sirva para acerarnos más a Cristo y unirnos más entre nosotros. "Roguemos al Señor". Todas estas cosas y muchas más te las pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Creemos desde la muerte Señor, Tu nos diste la vida como un don maravilloso. En el origen de esta entrega a manos llenas no cuentas con nosotros, porque no existimos. Es todo iniciativa tuya, Plena explosión de amor.
Eres bueno, Señor, cuando regalas a tus hijos lo mejor que tenemos : nuestra vida. La dejaste en nuestras manos como un cántaro, lleno de agua fresca para el viaje. Hoy, el cántaro se ha roto, ya gastado, y el agua de la vida se derrama y corre como un río de gracia hacia tu encuentro. En esta noche oscura de la muerte, nuestros ojos no ven, cegados por el llanto, pero resisten firmes, confiados, que vendrá la mañana luminosa de la Resurrección feliz de tu Hijo Amado. Padre de luz, creemos que en la muerte de Cristo y en su Resurrección gloriosa, has dejado de ser para nosotros el Dios de la promesa. Ahora eres el Dios del cumplimiento. El Dios Veraz y Fiel que nos ha dado la Vida a manos llenas en tu Hijo. Creemos, Padre, que lo mismo que acogiste la Vida y la Causa de tu Hijo Jesús, has de acoger la vida y muerte de este/a nuestro/a hermano/a que ha partido camino de tu casa y tu regazo. Lo hiciste hijo/a tuyo en el Bautismo. Lo invitaste a tu mesa y le entregaste el amor hecho Espíritu para batir las alas hacia Ti y acogerlo en el Reino de los vivos. Gracias, Padre, por sentarle a tu lado en el hogar caliente de tu casa, mientras vamos caminando nosotros a su encuentro.
RITO DE LAS OFRENDAS Nos sentamos para presentar, junto con el pan y el vino nuestras ofrendas personales. Canto:-
ORACIÓN Señor, junto con el pan y el vino, te ofrecemos también nuestros deseos. Tú, que nos has creado para la luz y para la vida, acepta nuestras ofrendas, tómanos de la mano, condúcenos al bien y afiánzanos en la vida. Te lo ofrecemos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
PLEGARIA EUCARÍSTICA - El Señor esté con nosotros ......... - Levantemos el corazón ....... - Demos gracias al Señor nuestro Dios ...
PREFACIO:Te damos gracias, Señor, por habernos reunido hoy aquí, junto a esta persona que nos fue querida y cercana. Te damos gracias, porque Tu eres la respuesta ante estas situaciones duras y difíciles. No ocultamos nuestro miedo a la muerte, pero Tú nos esperas al final del camino. Tú eres el descanso para el que ha trabajado duro, el reposo tras la dura lucha de la vida. Tú eres la libertad para el pueblo oprimido y la fuente refrescante para el que ha caminado mucho y con dificultad. Tú, que resucitaste a Jesús, eres la esperanza de nuestra resurrección. Por eso, renovando nuestra esperanza en Ti, te cantamos el himno de alabanza diciendo: - Santo, Santo, Santo ......
CONSAGRACIÓN:Señor, nos has encomendado la tarea de dominar el mundo con trabajo y fatiga; pero ofreces al final un descanso cumplido en el regazo inmenso de tu amor. Sabemos que la muerte es una realidad en esta vida, pero nos duele cada separación de un familiar o amigo. Envía tu Espíritu sobre estas ofrendas que Él transforme el pan y el vino que ofrecemos, en vida y salvación para los hombres. Nosotros ahora renovamos lo que hizo Jesús, la víspera de su muerte, sentado a la Mesa con sus discípulos: Tomó pan en sus manos, pronunció la Bendición lo partió y se lo repartió diciendo: - Tomad y comed todos de él ......... Lo mismo hizo al acabar la Cena: Tomó una Copa llena de vino pronunció la acción de gracias y se la pasó de mano en mano diciendo: - Tomad y bebed todos de ella ...... - Este es el Sacramento de nuestra Fe .....
PRESENCIA:Nosotros ahora seguimos celebrando este Misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo, mientras esperamos nuestra resurrección final, en la que todos los hermanos seamos, en plenitud, hijos de Dios. Mientras peregrinamos por esta tierra, danos fuerzas para la lucha de la vida,
para que seamos felices a nuestras obligaciones. Da pan a los hambrientos, hogar a los emigrantes, salud a los enfermos y apoyo a los cansados. Mientras caminamos en esta vida, acepta, Señor, este Sacrificio que te ofrecemos, junto con el Papa, los Obispos y demás Pastores que cuidan de tu Iglesia en el mundo. Atiende los deseos de esta familia que nos hemos congregado en tu presencia. Acoge en tu amor a N...... que ha pasado de esta vida hacia Ti. Acuérdate de todos los difuntos, de los difuntos de nuestras familias, de los que han muerto en el trabajo, de los que han muerto solos y abandonados del calor de los suyos. Haz que todos encontremos en Ti la libertad que buscamos; para que liberados de toda esclavitud, y de la muerte, podamos darte gracias en unión con María y de todos los santos. Y junto con ellos brindar con el pan y con la copa diciendo: - Por Cristo, con Él y en Él .......
PEDIMOS EL PAN Y LA PAZ Padre Nuestro:Dios es Nuestro Padre. Jesús vivió junto a nosotros y nos enseñó el cariño que el Padre nos tiene. Nos enseñó también como dirigirnos a ese Padre Fenomenal. Por eso todos unidos vamos s decirle:- Padre Nuestro ............. Rito de la Paz:Nuestro mayor deseo en el mundo es la paz y la felicidad. Pero nuestra sociedad no vive en paz. Vamos a aprovechar este momento para intentar hacer algo en favor de la paz. Que el gesto de darnos la paz, vaya acompañado de un deseo de colaborar para que sea realidad. - Que la Paz del Señor esté con todos nosotros ........ - Como amigos nos damos la Paz ........ Comunión:Nuestro deseo de Paz puede ahora sellarse con el gesto de acercarnos a la Comunión. Vamos a participar de forma solidaria en esta Comida de Amor, de Paz y de Solidaridad. Por eso: - Dichosos nosotros por haber sido invitados a esta Comunión. - Señor, no soy digno .........
ORACIÓN Te pedimos, Señor, por N....... nuestro familiar y amigo querido. Queremos que continúe vivo en nuestros corazones, en nuestras conciencias.
Que los que estábamos unidos a él en vida, estemos más unidos ahora que la muerte nos ha separado. Y que en esta unión y en esta amistad, podamos ver cumplida la promesa de que serás fiel con nosotros hasta la muerte. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
RESPONSO FINAL Queridos amigos, estamos reunidos aquí junto al cuerpo de nuestro familiar y amigo, para rendirle un último homenaje a su vida y a su muerte. Dirigimos nuestros corazones hacia la Cruz de Cristo, y aunque nuestra fe camine a tientas, afirmamos que esto no es el fin porque nuestro Dios es un Dios vivo.
Canto:Dios llama a los hombres a la vida, quien sabe cómo y por qué. Dios llama a través de los tiempos a todos los hombres y mujeres. Nos convoca y reúne, libres de muerte y esclavitud, nos bautiza con el Agua y la Palabra a todos los que nos acercamos a Él. Consagrados por el Agua y en el Espíritu hemos sido sepultados con Él y resucitados para siempre. Él nos da su propia vida y se nos ha ofrecido en Pan y Vino. Él muere para que nosotros vivamos; y Él sobrevive a la muerte, resucita y nos da la Vida Nueva. En señal de nuestra esperanza, de que Dios nos resucita a todos, y para dar testimonio de nuestra fe en la Resurrección, yo bendigo este cadáver en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Vayamos ahora en Paz, vamos a dejarlo en manos de Dios vivo, y que por la misericordia de Dios su alma y las almas de todos los seres difuntos descansen en paz. Amén.
EN EL CEMENTERIO Vamos a dejar a nuestro hermano y amigo, aquí, donde tantos seres queridos descansan ya en la paz de Cristo. Toda despedida es triste, pero tenemos fe y vamos a recordar que también Cristo pasó por este trance y hoy sigue vivo junto a nosotros. Por eso al despedir a nuestro hermano N............ podemos irnos recordando esas palabras de Jesucristo: Tu hermano resucitará.
Señor ten piedad.... Cristo ten piedad.... Señor ten piedad.... Padre Nuestro.... Oremos:Señor, te damos gracias, y te pedimos por N......... que nos fue familiar y amigo cercano. Que nada de los esfuerzos de su vida se pierda, que los que quedamos,
sepamos respetar sus obras y su ejemplo. Que siga vivo en nosotros y en nuestros corazones. Que nos mantenga unidos en la paz y amistad en la tierra y en unión con Cristo. - Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. - Por la misericordia de Dios su alma y las almas de todos los seres difuntos descansen en paz. Amén.