INTRODUCCIÓN El uso de silenciadores es bastante antiguo. Desde los comienzos de las armas modernas, sobre todo con las automáticas se trato de disminuir el ruido provocado por la deflagración de los propelentes, (pólvoras) utilizados en ellas. Para entender el funcionamiento de los silenciadores o supresores, debemos entender primero la mecánica del disparo de las armas de fuego, los procesos físicos y químicos que intervienen en este; así como profundizar en el conocimiento de los distintos fenómenos físicos vinculados con el sonido. Previo a ello esbozaremos una definición sobre el Silenciador en Armas de fuego Definición También conocido como Supresor de Sonido, se entiende por tal a todo aparato cuyo ingenioso diseño tiene por finalidad la disminución del sonido provocado por el disparo de un cartucho. TEORÍA DEL FUNCIONAMIENTO DE UN ARMA DE FUEGO La descripción que obra a continuación si bien tiene alcance para la mayoría de los mecanismos de las armas de fuego, excluye a las escopetas, u otro tipo de armas con cañones lisos; aunque es dable resaltar que existen excepciones que oportunamente serán citadas. Las armas de fuego funcionan en general mediante un proceso químico - mecánico, en el cual la energía cinética de un percutor, golpea contra un iniciador o fulminante que contiene un producto químico explosivo que convierte esa energía en calor de manera instantánea. Ese calor se traslada al propelente, mezcla química cuya función principal es la de generar gases para empujar el proyectil hacia el exterior del cañón. En este proceso, las distintas partes del conjunto arma - munición entran en acción: La vaina, construida con un metal elástico se hincha con la presión de los gases para sellar la recamara, e impedir que los mismos escapen por la parte posterior del arma. El incremento de presión dentro de la vaina arriba a un punto tal que vence la resistencia del certizado entre el cuello de la vaina y la bala, comenzando el desplazamiento de esta para separarse de la vaina. Luego la punta avanza hacia la boca del cañón del arma, y llega al sector del estriado del tubo, donde se disminuye sensiblemente el diámetro del mismo. En ese punto aumenta drásticamente la presión en el interior de la vaina, hinchándola, para vedar las paredes de la recamara, y la punta comienza a avanzar al principio lentamente, por efecto del roce producido contra las paredes del cañón estriado mientras toma la estría. Durante el desplazamiento de la punta hacia el exterior, el propelente (combinación química propulsora) sigue generando gases que siguen empujando la punta. Una vez que esta abandona el ánima del cañón, parte de los gases que la impulsaban, aun sin combustionar, y otros gases que son producto de la combustión, salen violentamente tras este. Paralelamente al inicio de la trayectoria del proyectil, y específicamente en armas automáticas o semiautomáticas se inicia el proceso de expulsión de la vaina servida y la recarga de un nuevo cartucho en recámara lo que implica el movimiento de diversas piezas que según los modelos procuran la extracción de la vaina de la recámara, su
expulsión fuera del arma, y la extracción del estuche cargador de un nuevo cartucho que se desplaza y aloja en recámara. SONIDO ¿Qué es el sonido? Todos tenemos una idea de a que se llama sonido ya que frecuentemente se habla del sonido de un instrumento musical o una campana, etc. El sonido, entonces, es un fenómeno físico percibido por el oído. Pero, ¿cómo se produce?, ¿Qué lo produce?, ¿Y como se propaga?. Razonando podemos descubrir que cuando escuchamos un sonido comprendemos que existe algo que lo produce. Ahora analicemos el sonido producido por una campana. Cuando oímos el sonido de una campana sabemos que ha sido originado por un golpe que se le dio a la misma. Ese golpe hace vibrar la masa metálica, fenómeno que se puede comprobar si acercamos un dedo y la tocamos con suavidad. ¿Qué pasa y apoyamos fuertemente nuestra mano impidiendo que siga vibrando?. El sonido se apaga rápidamente. Es decir que el sonido había sido causado por la vibración y al cesar la vibración, se apaga el sonido. Como consecuencia de lo expresado decimos que el sonido es una forma de energía originada por el movimiento de partículas de materia. Para que estas partículas vibren se requiere una fuerza externa. El aire, por ejemplo, esta integrado por miles de millones de partículas muy pequeñas, invisibles para el ojo, que se denominan moléculas. El movimiento de las cuerdas vocales de una persona hace que las moléculas de aire que rodean a las cuerdas vibren, produciendo ondas sonoras. Dicho de otro modo, ningún sonido esta exento de algún tipo de movimiento. Sin embargo el movimiento de las partículas (entre las que se transmite el sonido) no implica desplazamiento del fluido. Esto es fácilmente comprobable si pensamos que un estanque con la superficie calma tiene hojas flotando en distintos lugares. Arrojando una piedra en el centro apreciaremos la formación de ondas como consecuencia de la vibración de la masa acuosa. Estas ondas se desplazan alejando del punto donde ingresó la piedra, en forma circular, pero sin que exista acarreo de líquido puesto que veremos que las hojas que flotan oscilan (subiendo y bajando cada vez que pasa una onda) sin cambiar de lugar. Esto mismo pasa con el sonido en el aire, cuando la campana vibra, transmite sus vibraciones al aire y las partículas que tocaban la campana, transmiten la vibración a otras partículas vecinas, y así sucesivamente sin trasladarse, es decir sin producir viento. Como reflexión final se puede decir que la transmisión del sonido requiere de un medio elástico ya sea sólido, líquido o gaseoso; mientras que en el vacío absoluto, las ondas sonoras no se propagan. EL ESPECTRO DE SONIDO AUDIBLE Las características del oído humano limitan la percepción del sonido. Solo las ondas sonoras con frecuencia entre 20 hz. Y 20 Khz. ( Kilo hertz) desencadenan impulsos nerviosos que el cerebro interpreta como sonido. Este intervalo de frecuencias se denomina región audible del espectro de frecuencias del sonido. Las frecuencias menores a 20 hz. Están en la región infrasónica. Las ondas longitudinales generalmente por los temblores de tierra tienen frecuencia infrasónica. Arriba de
20khz esta la región ultrasónica. Las ondas ultrasónicas pueden generarse por vibraciones de alta frecuencia en cristales. El hombre no puede detectar las ondas ultrasónicas, pero algunos animales sí. La región audible para los perros se extiende mas allá de la de los seres humanos, de modo que se usan silbidos ultrasónicos para llamar a los perros sin molestar a las personas. RAPIDEZ DEL SONIDO En general, la rapidez a la cual se mueve una perturbación a través de un medio depende de la elasticidad del medio y de su densidad. Los sólidos son más elásticos que los líquidos, que a su vez son más elásticos que los gases. En un material altamente elástico, las fuerzas de restauración entre los átomos o las moléculas causan una perturbación que se propaga con mayor rapidez. La rapidez del sonido es por lo general mayor en los sólidos que en los líquidos, y mayor en los líquidos que en los gases. El sonido viaja entre 3 y 4 veces más rápido en sólidos que en líquidos, y entre 10 y 15 veces más rápidos en sólidos que en gases, como por ejemplo el aire. La rapidez del sonido depende también de la temperatura del medio. En el aire, la rapidez del sonido es de 331 m/s (a una temperatura de 0°C). A medida que aumenta la temperatura, también aumenta la rapidez de las moléculas de gas. Como resultado, las moléculas chocan con más frecuencia unas con otras y cualquier perturbación se transmite con mas rapidez. La rapidez del sonido en el aire aumenta con el aumento de la temperatura. Para temperaturas normales del ambiente, la rapidez del sonido en el aire se incrementa en alrededor de 0.6 a 0,7 m/s por cada grado Celsius arriba de 0º C. TEMPERATURA (°C) VELOCIDAD (m/s) -20 318 -10 325 0 330 10 337 20 342 30 348 NOCIONES SOBRE MEDICIÓN DEL SONIDO –EL DECIBELLa unidad de medida del sonido es el decibel (dB) que expresa la intensidad del sonido en términos de niveles de presión (spl) o en niveles de sensación (sl). La dos intensidades no difieren una de otra ya que mientras la spl representa un valor absoluto de la intensidad, independientemente de la frecuencia y la sensibilidad individual, la sl sirve para mediciones relativas. A fin de dar una idea concreta del significado del decibel, se considera que un susurro es de un nivel de 30 dB, una conversación normal de 60 dB, dentro de la cabina de un vehículo a fuerte velocidad el sonido alcanza 90 dB y un trueno 100 dB. La explosión de una bomba puede superar los 200 dB, pero los sonidos de más de 125-130 dB (umbral del dolor) no son audibles en el estricto sentido de la palabra ya que solamente producen una sensación dolorosa que perjudica y daña el órgano de la audición.
La medición del sonido presenta dificultades ya que dependen de un instrumento (micrófono) que puede responder de distintas maneras a la onda acústica, sin embargo el uso de osciloscopios han permitido visualizar y analizar todos los componentes de la onda sonora. LA INTENSIDAD DEL SONIDO EN BALÍSTICA Con el uso de este instrumental se conoce que el pico de un disparo dura solo 0,5 milisegundos obteniéndose niveles. Una pistola calibre .22 LR produce un pico de 140 dB que puede descender a 110 si se produce al aire libre. La diferencia del nivel sonoro del disparo de armas de distintos calibres y tipos no es muy relevante ya que en general varía entre los 135-140 dB de un .22 LR, a 150 dB en pistolas o revólveres .38, o 160 dB en fusiles de caza. La intensidad del sonido se ve incrementada de manera importante por la reflexión del sonido (eco), razón por la cual los valores obtenidos al aire libre aumentan unos 10 dB dentro de un polígono de tiro. En contra partida la intensidad del sonido disminuye a medida que nos alejamos de la fuente, dependiendo de la temperatura de los distintos estratos de la atmósfera, por la presencia de mayor vegetación o por otras perturbaciones. ESTAMPIDAS SÓNICAS Considerando que un avión puede alcanzar velocidades supersónicas (Velocidades por encima de la velocidad del sonido –331 m/s-), y recordando que las ondas sonoras se alejan de la fuente en forma esférica (en todas direcciones), tendremos delante de este ondas sonoras –a intervalos regulares- que se alejarán de este a 331 m/s. A medida que la rapidez de la nave (fuente sonora) en movimiento se aproxima a la rapidez del sonido, las ondas de delante de esta se acercan mas entre sí; porque los intervalos entre las ondas se reducen al aumentar la velocidad de desplazamiento del aparato –las ondas tienen menos tiempo para separarse entre sí antes que la fuente cree una nueva onda-. Cuando un avión viaja a la rapidez del sonido, las ondas no pueden ir mas aprisa que él y, a medida que se van creando, se van apilando en el frente. Cuando el avión alcanza la rapidez supersónica, las ondas se superponen. Esta superposición de un gran numero de ondas produce muchos puntos de interferencia constructiva, formando una cresta de gran presión u onda de choque. A esta se le llama algunas veces onda de estampida, porque es análoga a la producida por el estampido de un bote que se mueve sobre el agua con una rapidez superior a la de las ondas del agua. En el caso de la nave que viaja con rapidez supersónica, las ondas de choque se desvían hacia los lados y hacia abajo. Cuando esta cresta de presión pasa sobre un observador en tierra, la gran concentración de energía produce lo que se conoce como estampida sónica. Bajo ciertas condiciones, las ondas de choque pueden romper las ventanas de los edificios y ocasionar otros daños. A pequeña escala, tal vez usted ha oído una “mini” estampida sónica. El “crack” de un látigo es en realidad una estampida sónica creada por la rapidez supersónica de la punta del látigo. Una creencia equivocada muy común es que la estampida sónica solo ocurre cuando el aeroplano rompe la barrera del sonido. Al acercarse una nave a la rapidez del sonido,
la cresta de presión frente a ella es prácticamente una barrera que se debe atravesar con potencia extra. Sin embargo, una vez que se ha llegado a la rapidez supersónica, esta barrera –cresta de presión- desaparece, y la onda de choque que se arrastra produce una estampida a lo largo de la trayectoria basal; es decir, es de producción continua mientras la nave siga desplazándose a velocidades supersónicas. FUENTES GENERADORAS DE SONIDOS EN ARMAS DE FUEGO Las causas de los fenómenos acústicos provocados por el disparo de un arma de fuego, silenciadas o no, se pueden individuar en: 1) Los mecanismos del arma 2) El disparo propiamente dicho 3) El movimiento del proyectil. SONIDOS GENERADOS POR LOS MECANISMOS DEL ARMA La serie de movimientos que cumplen los mecanismos del arma en las diversas fases del ciclo mecánico constituyen una fuente generadora de sonidos cuyos niveles de intensidad pueden variar desde aquellos insignificantes, como en el caso de las armas de repetición manual en las cuales el único sonido perceptible es el producido por el mecanismo percutor, a aquellos de alta intensidad, provocados por el avance y retroceso del cierre, propio de las armas de repetición automática. Estos sonidos deben ser tenidos en especial consideración cuando se trata de armas silenciadas. En efecto, durante los tests de evaluación efectuados por el US Army- Frankford Arsenal se constato que el sonido producido por el cierre durante el ciclo mecánico del arma alcanza, en el caso de la pistola ametralladora WALTER MPK, un valor máximo de 106 dB-SPL, valor muy cercano al nivel de intensidad que alcanza el sonido del disparo en la pistola ametralladora silenciada US- M3 Bell Silenced, que es de 107 dB- SPL. Con el fin de atenuar los sonidos de las armas de repetición automática y semi automática, se ha experimentado con amortiguadores, frenos y otros dispositivos similares; también se ha intentado con revestimiento en teflón del cierre y de la pared del cajón del cierre, El sistema usado con mayor frecuencia es el de agregar un mecanismo de bloqueo del cierre mediante el cual se impida el retroceso de este. En otros casos, se eliminan formándolos, irreversiblemente, en armas de repetición manual. SONIDOS GENERADOS POR EL DISPARO Los efectos acústicos derivados del disparo de un arma, es decir, desde el momento en que se produce la detonación de la cápsula del cartucho hasta que el proyectil abandona el cañón, y que comúnmente son considerados como fenómeno único, están causados en realidad por fenómenos diversos que derivan de tres fuentes: 1) Ruido producido por el mecanismo de disparo y expulsión del arma 2) Ruido producido por la expansión del gas que produce el disparo 3) Ruido producido por el proyectil en el aire, y al momento del impacto.
MECANISMO DE DISPARO Y EXPULSIÓN En un arma de repetición común, tenemos solo el ruido del escape del disparador y del percutor que golpea el fulminante. En las armas automáticas y semi automáticas el ruido del percutor es sustituido por el de la corredera o el block seguido del retroceso que expele el cartucho servido y carga otro nuevo. Este ruido es siempre enmascarado por el rumor del disparo propiamente dicho y asume cierta relevancia en las armas munidas de silenciador. Se considera que la corredera de una ametralladora produce un ruido cercano a los 100 dB (spl). Para tener un arma bien silenciada es inútil mejorar un silenciador si a la vez no se elimina el ruido del mecanismo. EXPANSIÓN DEL GAS El sonido predominante de un disparo es producido por la rápida expansión del gas que escapa por la boca del cañón del arma, a una velocidad que puede alcanzar el doble de la del proyectil y compresiones de hasta 5 atmósferas. La intensidad y la característica del ruido está condicionada a varios elementos como ser el calibre, el largo del cañón, el tiro y la cantidad de la pólvora usada, etc. Un cañón corto respecto de la velocidad de combustión de la pólvora, va a aumentar el sonido de la onda de boca, porque la pólvora que no tiene tiempo de quemarse dentro del cañón explota con una llamarada fuera de éste. En el ruido de un disparo se distinguen tres componentes fundamentales: a) Onda precursora b) Onda provocada por la salida del gas caliente de la explosión (onda de boca) Onda precursora La onda precursora es causada por descarga de aire contenido en el cañón y, eventualmente, de una parte de los gases, que preceden a la salida del proyectil, siendo esta ultima anomalía determinante en la generación de esta onda. Un proyectil en movimiento a través del cañón expulsa violentamente (por aceleración y compresión) el aire que encuentra delante de este; si, además, una parte de los gases logra superar y preceder al proyectil, tendremos entonces una onda precursora que en la boca del cañón puede alcanzar una elevada presión generando así una vibración sonora. Como es sabido, los gases pueden superar y preceder al proyectil cuando existen una tolerancia o juego excesivo entre él anima y el proyectil. Este fenómeno que desde el punto de vista acústico, carece de importancia en las armas no silenciadas, pueden constituir una de las fuentes predominante de sonidos en ciertos sistemas silenciadores. Onda de Boca La onda de boca propiamente dicha, es provocada por la rápida expansión de los gases que al mezclarse violentamente con el aire atmosférico sé reinflaman con efecto detonante, debido al alto contenido de oxido de carbono y de residuos combustibles. Este fenómeno genera un frente de onda que se propaga con velocidad altamente supersónica. En un arma no silenciada que dispara proyectiles con velocidad
subsónica, la onda de boca constituye la fuente generadora principal de sonidos, la cual sobrepasa ampliamente los limites de seguridad auditiva. SONIDOS GENERADOS POR EL MOVIMIENTO DEL PROYECTIL –TRAYECTORIALos sonidos generados por el movimiento del proyectil a lo largo de su trayectoria, sin considerar aquellos producidos por el impacto de este contra el blanco, se deben a distinto fenómenos y que guardan estricta relación con la velocidad del proyectil y su estabilidad. Onda de irrupción La abrupta salida del proyectil provoca una vibración acústica conocida como Onda de Irrupción cuya intensidad depende de las características dimensiónales del proyectil y de la velocidad de este. Silbido Los proyectiles que se mueven con velocidad subsónica generan durante su trayectoria un silbido bastante fuerte e individualizable a gran distancia de la línea de tiro. Se ha determinado que un proyectil subsónico de pequeño calibre, de forma cilíndrica- ojival, genera un silbido que a 10 metros de la línea de tiro puede alcanzar una intensidad de 95 dB-SPL. La causa de este sonido es el torbellino que arremolina el aire detrás del proyectil, es aquel fenómeno que en aerodinámica es conocido como “ruido del estrato límite”. Cuando un cuerpo se mueve a alta velocidad en un medio gaseoso, la viscosidad del gas provoca la aparición de una capa de turbulencia en la proximidad de la superficie del cuerpo mismo. Esta perturbación afecta un área que varía de fracciones de milímetro a algunos centímetros según la dimensión del cuerpo, de las condiciones de su superficie y de la densidad del medio. Esta turbulencia provoca una variación de presión y una onda sonora que puede alcanzar una notable intensidad. El silbido de un proyectil de arma de fuego de pequeño calibre alcanza los 45 dB aproximadamente, a 10 metros de su trayectoria. Este sonido se difunde con la velocidad del sonido. Los proyectiles de forma más aerodinámica son mucho más silenciosos. Zumbido Un proyectil mal estabilizado en su trayectoria provoca un zumbido cuya intensidad es, en determinados casos, superior a la del silbido. La desestabilización giroscópica del proyectil puede ser imputable a defectos del arma, del proyectil mismo o a otras causas. Onda balística La onda balística o de choque, es el fenómeno que se produce cuando el proyectil – desplazándose a velocidades iguales o superiores a la del sonido - y el dardo de gases incombustibles que lo acompañan –a velocidades altamente supersónicas, chocan contra las capas de aire en reposo.
Los efectos acústicos que esta onda provoca, son audibles a gran distancia y alcanzan niveles de intensidad superior a todos los demás sonidos relacionados con el disparo de un arma de fuego. En el caso de la onda balística provocada por dardo de gases incombustibles, sus efectos son instantáneos, es decir, se producen en un lapso brevísimo de tiempo, en un punto fijo en el espacio y, por lo tanto, la vibración sonora a que da lugar se propaga esféricamente y decrece con la distancia. En el caso de la onda balística provocada por el proyectil, esta tiene su origen en un punto que se desplaza en el espacio y, en consecuencia, se propaga según el dilatarse de una superficie cónica parcial o total; esta ultima llamada también Cono de Mach. Por lo tanto, y a diferencia de aquellas causadas por el dardo de gases, la onda balística provocada por el proyectil dura por todo el tiempo que este se mueve con velocidad supersónica. LOS SILENCIADORES ANTECEDENTES HISTÓRICOS Los dispositivos para suprimir el sonido de las armas fuego pasaron y siguen pasando por muchísimas mutaciones. A fines del siglo XIX comenzó la inquietud por disminuir los sonidos generados por el disparo de las armas de fuego. Así pues muchos inventores, sobre todo a principio de siglo XX, desarrollaron los mas variados modelos. Se trató en principio de inventar un mecanismo que cerrara la boca del arma inmediatamente después del paso del proyectil. Los silenciadores como se conocen ahora tienen su origen en lo que a su estructura fundamental se refiere, en el año 1908, por obra de Hiriam Percy Maxim, hijo del muy famoso Sir Hiriam S.Maxim, inventor de la ametralladora homónima. El primer modelo aplicado a un fusil Winchester no silenciaba gran cosa, pero en 1910 patentaba un modelo de silenciador verdaderamente eficaz, cuya característica era que el orificio para el pasara del proyectil era excéntrico y no requería la modificación de los aparatos de puntería. Ya con el desarrollo de las armas automáticas, se desarrollaron silenciadores que convertían la energía cinética de los gases en energía mecánica, haciendo que los mismos movieran pistones, émbolos, turbinas y bombas de agua o aceite para refrigerar los cañones de las armas; en esa metamorfosis los gases iban perdiendo velocidad, con lo que se convertían en simples soplidos en su salida al exterior; sin embargo los mecanismos mencionados eran complicados y pesados. Reflexionemos que la energía mecánica convertida en la mayoría de los fusiles automáticos y semiautomáticos que funcionan por gases, casi no quitan velocidad a los mismos, escuchándose la característica detonación al efectuar los disparos. Imaginemos entonces que para hacer perder energía a los gases provocados por calibres 2 o 3 veces mayores, el trabajo a ser realizado era intenso. Estos sistemas se fueron abandonando, no por ineficientes, sino por pesados y costosos. Ejemplos de estos modelos son los silenciadores Maxims. En la segunda guerra mundial, Parker-Halle produjo una adaptación de otros diseños anteriores, produciendo un silenciador para fuerzas irregulares en la Francia ocupada, basado en una carabina Mossberg. A su vez la U.S. Naval Gun Factory, producía un arma en la misma época, mas rudimentaria pero no menos eficiente, la Pistola Welrod cal. .32. Estos diseños sumados al Francés Unique, característico por sus arandelas y resortes, fueron épicamente copiados y popularmente conocidos por ser los
silenciadores tipo israelí o del Mossad. No fue hasta finales de la década de los sesenta, con la guerra fría, que las operaciones de espías justificaron, que High Standard, produjera y comercializara una pistola especial silenciada, la .22 SOE; y en los setenta, la famosa Ingramm, se diseñara con su enorme supresor sónico que a la vez permitía una agarre seguro, ya que sin el la pistola automática se convertía en muy difícil de controlar, y peligrosa de disparar, por su corto cañón, que carecía de un lugar donde asirla con las dos manos TEORÍA DE LA CONSTRUCCIÓN DE SILENCIADORES Que un supresor sónico o silenciador funcione, parece simple pero no lo es. Antes de pasar a enumerar los distintos tópicos a tener en cuenta, se debe señalar que los revólveres generalmente no se pueden silenciar, ya que sus perdidas laterales de gases imposibilitan cualquier proceso en ese sentido; sin embargo entre las excepciones, encontramos el Nagant Ruso, cuyo tambor avanza sobre el cono de forzamiento, evitando la salida de gases. En general las escopetas, y las armas de anima lisa, que disparan cargas múltiples, tampoco se silencian, porque los perdigones y las postas, como los tacos propulsores, pueden dañar los silenciadores, poniendo en riesgo la integridad física del tirador; aunque se conocen algunas excepciones, como una escopeta High Standard. PROBLEMAS DEL SILENCIAMIENTO DE LAS ARMAS Interpretando que el fin último que persigue algunos s de armas de fuego, o diseñadores de estas, es el silenciamiento del disparo, tal como se ha podido apreciar con lo reseñado en este trabajo, son múltiples los problemas a solucionar para arribar al objetivo previsto e incluyen: control de los ruidos originados por la caída del martillo, estallido de la cápsula fulminante, onda precursora, onda de boca y onda balística. Intensidad de los sonidos de la Balística interior A continuación se señalan algunos valores que operan a modo de ejemplo sobre la intensidad de los sonidos que provienen de la mecánica de disparo de un arma. La caída del martillo para producir la percusión origina tanto como 106 dB. La explosión del fulminante existente en el culote del cartucho es la acción más violenta en el momento del disparo, origina un máximo aguzado tanto como 122 dB en el calibre .22 de fuego anular, sin recarga balística; 152 dB para un .22 LR. Con carga de proyección; 148 dB para el calibre 9mmparabelum, con fulminante solamente y 166 dB para otro cargado. Solución a los problemas de silenciamiento Conocido está que el silenciador solamente puede atenuar el sonido producido por la onda de boca y no puede influir en modo alguno sobre el ruido producido por el mecanismo del arma o el proyectil y, en particular, sobre el ruido de la onda balística. Por este motivo es que en primer problema que debieron solucionar los diseñadores implica la utilización de munición subsónica, enunciándose que todas las armas silenciadas debe emplearse munición de este tipo para evitar provocar el ruido generado en la onda balística del proyectil. No obstante la mayoría de las armas de fuego modernas, poseen municiones supersónicas, es decir que se desplazan a velocidades superiores a los 340 m/s, de allí
que algunos modelos presentan modificaciones en el cañón para lograr una disminución de presión y consecuentemente de la velocidad del proyectil; de estos se señala el modelo MP5 calibre 9mm utilizada por las fuerzas especiales, que posee una serie de micro agujeros de descarga de gases dentro del cañón, que van disminuyendo la velocidad del proyectil a medida que se trasladan por el mismo; para luego el supresor hacer lo propio con los gases, y por lo tanto pueden utilizar municiones comunes o supersónicas. La segunda dificultad que debió ser sorteada es la utilización de un ingenio que disminuya los gases después que el proyectil abandona el cañón, este supresor no es mas que un silenciador de gases, de características similares con su pariente cercano, el silenciador para máquinas con motores de combustión interna. El tercer factor que se tiene en cuenta en el diseño de armas silenciadas implica minimizar los ruidos procedentes del mecanismo de estas, resultando este el inconveniente que mas difícilmente puede esquivar el aficionado ya que implica modificar en cierta medida las piezas móviles a fin que golpes y fricciones no produzcan los sonidos característicos de la percusión y acerrojamiento de las armas, palpable en mayor medida en las semiautomáticas y automáticas. Diseños comunes Básicamente, los silenciadores comerciales siguen un patrón, responden a un diseño tubular y son hechos como parte del arma o bien se adhieren a la misma por medio de un cuello roscado ubicado en la boca del cañón. Existen diferencias entre unos y otros, algunos poseen una serie de discos metálicos a través de los cuales se ha hecho un orifico que permite el pasaje del proyectil; otros llevan goma sólida, corcho, cuero o discos plásticos. La fuerza de los gases que se generan durante el disparo, perfora estos discos sólidos. Por lo general, tanto los dispositivos comerciales como los militares son muy eficientes. El silenciador casero o improvisado puede ser muy diferente. Generalmente es de forma tubular, su longitud puede oscilar entre los 2,54cm y 61 cm, su diámetro externo entre los 1,27 cm y los 7,62c, y se construye para cualquier calibre que oscile entre .22 y una (1) pulgada. La mayoría responde a un diseño muy rudimentario; de acuerdo a la habilidad de quien los construye. Se pueden observar finas terminaciones para acople en la boca del cañón o bien, soldaduras o encintados toscos. Sin embargo esta habilidad tiene poca relación con la efectividad de las capacidades funcionales del silenciador siempre que el diseño sea eficiente. A menudo, los silenciadores para máquinas de combustión interna, o motocicletas se emplean para cumplir similar función en las armas de fuego. El gran calibre de estos dispositivos tiende a hacerlos de poca utilidad como efectivos supresores. Sin embargo aquellos silenciadores pueden tener modificaciones como goma o inserciones metálicas, que tienden a hacerlos eficientes. Mucho más comunes son los dispositivos confeccionados con tubos o caños usados y alguna clase de relleno de lana de acero, o fibra de vidrio. Usualmente se los hace con caños de agua de pequeñas dimensiones con tapas en cada extremo y son capaces de funcionar muy bien. Los tubos de aluminio, similares a los de los mástiles para antenas de televisión suelen verse empleados en trabajos más profesionales. Los diseños se asemejan a los dispositivos existentes en tiempos de guerra, tales como los utilizados en las pistolas High standart modelo HD. Hoy en día los silenciadores son de diseño cada vez más sofisticado. Muchos son
fabricados con tubos sin hendiduras, generalmente de 2,54cm a 5,08cm de diámetro externo. Las tapas van roscadas, soldadas o a presión. Los orificios en las tapas son normalmente concéntricos, lo cual impide el empleo de los aparatos de puntería del arma; en pocos casos estos orificios se fresan excéntricamente para permitir el uso de dichos aparatos. El dispositivo puede estar montado di diferentes maneras, las cuales incluyen: roscado, soldadura, fricción. Para disimular su montaje algunas armas de fuego poseen cañón con rosca en las paredes internas mientras que en el aparato a acoplar la rosca se ubica en la cara externa. El examen de cientos de silenciadores para armas de fuego, de los cuales el 90% respondiera a improvisaciones caseras, mostraría que los tipos más eficientes poseen ciertas características básicas de diseño: 1) El montaje se realiza por medio de una conexión roscada que forma un estrecho cierre hermético de gases. 2) Las piezas internas están rígidamente fijadas 3) Las cámaras de expansión definida están formadas por la estructura interna 4) La boca u orificio de salida es prácticamente coincidente con la medida del calibre del proyectil. 5) Los mejores diseños emplean plástico perforable, goma, corcho, o discos de cuero a lo largo del paso del proyectil. Estos discos restringen enormemente el flujo de los gases y como resultado reducen el sonido audible en forma notoria. Sistemas empleados en el silenciamiento Los sistemas hasta ahora escogidos para atenuar la onda de boca, tratan de sustraer de varios modos energía al gas producido por un disparo. Estos sistemas, aplicados solos o conjuntamente son: a. expansión del gas en una cámara de contención b. Absorción del calor c. Formación de turbulencia dentro del silenciador d. Transformación en trabajo de la energía del gas Expansión del gas en una cámara de contención El gas se mezcla con el aire contenido en la cámara con la consecuente disminución de la presión y temperatura (presión del gas en boca 200 atmósferas, temperatura: 1.100°). En la práctica, cualquier tubo o caja aplicado a la boca de un arma y que tenga un volumen de al menos veinte veces el del ánima del cañón, atenúa el ruido en una décima de dB. Una cierta atenuación se obtiene asimismo encerando el arma en una cámara de aire que se llena en el momento del disparo y deja fluir lentamente el gas a través del agujero producido por el proyectil. Absorción del calor Un radiador laminado, de filamentos metálicos, líquido y las mismas paredes del silenciador son las encargadas de absorber calor. Por este motivo casi todos los silenciadores son construidos con metales buenos conductores. Una sustancia muy utilizada para absorber calor es la lana o la red de acero no muy fina. Se ha experimentado un tipo de silenciador muy eficaz, constituido por una barra de una aleación especial de aluminio, espumosa, en la que se difunde el gas del disparo, lográndose una atenuación de 30 dB. Formación de turbulencia dentro del silenciador
Con el fin de reducir la velocidad del gas se facilita la formación de turbulencia. Para este fin el interior del silenciador viene dividido con diafragmas (que absorben también calor) en varios compartimientos, de modo que el gas debe expandirse y recomprimirse para pasar de uno a oro; los diafragmas puede ser diversamente colocados o laminados para hacer arremolinar el gas. En algunos silenciadores en lugar de diafragmas hay un espiral que alarga el trayecto que el gas debe cumplir. Transformación en trabajo de la energía del gas Se obtiene interponiendo muelles que deben ser comprimidos por el gas antes de salir. Básicamente un silenciador para arma de fuego es similar a un silenciador para motor a explosión con la diferencia que el primero debe estar convenientemente agujereado para permitir el paso del proyectil, lo que impide una atenuación total del sonido. En algunos silenciadores el orificio para el paso del proyectil está obturado con uno o varios diafragmas de goma que son perforados al efectuarse, y luego del pasaje de este, se reduce el diámetro del orificio por elasticidad. Con este artificio se consiguen algunos decibeles de atenuación más. Estos diafragmas suprimen completamente la onda precursora, pero presentan el inconveniente que deben ser sustituidos prácticamente después de cada disparo. No tiene mucha utilidad aplicar un silenciador a un revolver (salvo que disponga de un excelente cierre entre el tambor y el cuerpo del arma) porque no es posible eliminar el sonido del gas que escapa por la abertura que queda entre el cañón y el tambor. La mayor dificultad en la construcción de un silenciador consiste en lograr una perfecta alineación y centrado de los componentes internos respecto al ánima del cañón, de modo que el orificio para el paso del proyectil sea lo más chico posible (en general pocas décimas de milímetro mayor que el diámetro del proyectil) sin comprometer la seguridad del tirador. Un buen silenciador no debe alterar la trayectoria del proyectil y no debe influir en la precisión del arma. Si el silenciador permite que el gas sobrepase el proyectil, se crea turbulencia que puede hacer perder estabilidad al mismo. Esto se verifica siempre en los silenciadores con diafragma de goma a causa de la fricción contra él. Modelos de Silenciadores Si bien es cierto que existen los más variados modelos de silenciadores, todos ellos se aprovechan en gran medida del trabajo que deben ejecutar los gases y las ondas de sonido en el interior del mismo al traspasar cada uno de los obstáculos que se les interponen. A tal fin se ubican en el interior de estos dispositivos supresores de sonido: a) Diafragmas: tabiques construidos en materiales elásticos resistentes al calor (como por ejemplo el Teflón), los que poseen un pequeño orificio, de un diámetro ligeramente superior al diámetro del proyectil, y por cuyo interior pasa el mismo en su trayectoria dentro del silenciador. b) Difusores: Construcciones que poseen en sus paredes pequeños orificios por donde se obliga a pasar el cúmulo de gases. Estas construcciones separan las cámaras de un silenciador. c) Deflectores: Construcciones que desvían la dirección de la onda mecánica producida por el sonido o del desplazamiento de la masa de gases. Dentro de este tipo encontramos los helicoides (construcciones de aspecto semejante al espiral en el interior de una máquina de moler carne) d) Cámaras de descompresión: Espacios confinados donde se permite a los gases una rápida descompresión, a la vez que se los obliga a recomprimirse para continuar su
escape a la boca de salida del supresor. e) Mallas de absorción térmica: Se trata de entretejidos con fibras metálicas, amianto, u otros aislantes que cumplen la función de absorber el calor de los gases con el objeto que disminuyan su temperatura antes de ganar el exterior del silenciador. A continuación se pueden observar diversos gráficos ilustrativos de algunos de los modelos más populares de silenciadores. ASPECTOS LEGALES En nuestro país el decreto 395/75 de fecha 20-2-75, reglamentario de la ley 20.429/73 expresa en la Sección III, Artículo 4, inciso 3°, apartado b) que las armas de fuego con silenciadores corresponden a armas, materiales y dispositivos de uso prohibido.