Ensayo El Discurso Del Metodo, Rene Descartes j5j3w

¿Fue el Método del Padre de la Modernidad un esfuerzo por estructurar una forma para obtener un conocimiento absolutamente indubitable y evidente? -Ensayo El Discurso del Método, René Descartes-

Presentado por: Carlos Becerra Escorcia Marianella Mercado Martínez Raquel Olivares Díaz Cesar Martínez Álvarez Harold Montero Rangel Grupo: 6

Profesor: José Márquez Guerra

Este trabajo es entregado con la finalidad que sea valorado por el docente

UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO FACULTAD DE DERECHO METODOLOGIA I SEMESTRE

PUERTO COLOMBIA- ATLANTICO

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2017 ¿Fue el Método del Padre de la Modernidad un esfuerzo por estructurar una forma para obtener un conocimiento absolutamente indubitable y evidente?

“¿Cómo no caer de rodillas ante el altar de la certeza?” (Eco, Umberto)

Con René Descartes, en el siglo XVII, comienza la llamada filosofía moderna. La nueva etapa del pensamiento que Descartes inaugura, la cual, se caracteriza por la autonomía absoluta de la filosofía y de la razón frente a las autoridades religiosas o civiles tradicionales. A partir de ese momento, la razón no se sentirá sometida a otra autoridad distinta de ella misma, como consecuencia de lo cual la razón se considera el juez supremo, aquel a quien corresponde determinar lo conveniente y también lo verdadero en el conocimiento, en la vida política y además, en la moral. Deviene a partir de tal disposición que, las Matemáticas y la Geometría representan y ejemplifican cabalmente el ideal del nuevo saber a fomentar.

El nombre mismo del texto en virtud del cual se pretende idear el presente ensayo, deslinda la inicial denominación que ha de dársela a lo que según René Descartes es una forma de alcanzar la verdad certera, El Método. Siguiendo entonces lo planteado de manera precedente, el método según cuenta Descartes, se origina en la lógica, el álgebra y las matemáticas en sí.

Hasta antes de lo propuesto por el pensamiento moderno, se

consideraba al silogismo como el medio para poder lograr definir o encontrar la verdad. Sostiene el autor del “Discurso del Método” que, el silogismo no puede ser considerado en manera alguna, como un método de descubrimiento, como quiera que, dentro de la proposición en sí, ya se contiene la conclusión. De la lectura del “Discurso del Método”, se puede advertir que, el silogismo obliga o sujeta a lo siguiente: teniendo una proposición

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determinada donde para afirmar la conclusión se debe conocer la verdad que justamente se pretende demostrar. Siendo esto así, si en la proposición ya se conoce la conclusión, parafraseando lo dicho por el pensante Descartes, se ve claro que el silogismo sirve más para exponer verdades o defenderlas que para hallarlas.

De conformidad a ello, el Padre de la Modernidad buscaba reglas fijas para descubrir verdades, no para fundar tesis o defender teorías. Razón por la cual, estima al procedimiento matemático, como aquel que tras su aplicación permitiría deducir el método aplicar para definir con claridad el objetivo que abanderaron los filósofos de la época, y esto es, la búsqueda de la certeza. A partir de todo ese pensamiento del ingenioso y irable Descartes, sitúa el concepto de análisis como punto álgido del método, que no es otra cosa que el punto neurálgico del método de invención, de descubrimiento, es el punto de partida del Método nuevo planteado por el moderno Descartes; es decir, el análisis es la pauta de arranque, regla posterior a la evidencia, para alcanzar el descubrimiento a través de la desconstrucción de hechos, situaciones, cosas, etcétera, para la construcción o colonización de la verdad.

Previo a abordar las reglas en las cuales se funda el Método de Descartes como parte de la composición de los argumentos dirigidos a dar respuesta a la tesis planteada como interrogante y titular de este escrito, es menester resaltar, que puede predicarse de manera preliminar que el método cartesiano pretendía el logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón, intentaba entonces desarrollar un sistema de proposiciones verdaderas en el que no se diese por supuesto nada que no fuera evidente por sí mismo e indudable. El método cartesiano -evidencia, análisis, síntesis y comprobación-, fue el motor que impulsó la ciencia moderna. ¿Por qué? Por qué sus principios de duda sistemática y

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descubrimiento de las leyes naturales a través de la experimentación constituyeron aportaciones geniales, fundado en las siguientes reglas: 

Regla de la evidencia: Consiste en aceptar como verdadero sólo aquello que se presente con “claridad y distinción”, es decir, con evidencia. Esta regla da lugar a la duda metódica y, tras su superación, al conocimiento como ciencia o saber estricto.

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Regla del análisis: El análisis (“resolución”) es el método de investigación consistente en dividir cada una de las dificultades que encontramos en tantas partes como se pueda hasta llegar a los elementos más simples, elementos cuya verdad es posible establecer mediante un acto de intuición.

Con este método conseguimos

que las proposiciones más oscuras se puedan comprender al observar cómo dependen de otras más simples. 

Regla de la síntesis: O método de la composición. Consiste en proceder con orden en nuestros pensamientos, pasando desde los objetos más simples y fáciles de conocer hasta el conocimiento de los más complejos y oscuros.

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Regla de la enumeración: Descartes la cita en el “Discurso del método” como la cuarta regla. Consiste en revisar cuidadosamente cada uno de los pasos de los que consta nuestra investigación hasta estar seguros de no omitir nada y de no haber cometido ningún error en la deducción.

"Pienso, luego existo", es la premisa neural o fundamental sobre la cual el insigne René D. fundamenta su método, toda vez que, según el intelectual, este razonamiento es tan sólido y veraz que no puede ser rebatido ni ignorado. Ahora entonces, puede decirse que la duda es el primer principio de la filosofía cartesiana. De ahí que, es imposible fingir que no existimos como quiera que, nuestra naturaleza se basa en el hecho de pensar, si no

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pensamos no existimos, el estudioso Descartes menciona que es posible fingir que no se tiene cuerpo, que no se está en permanencia en algún lugar, pero al negar la existencia esta queda irremediablemente reafirmada. De todo lo esbozado se puede colegir que, el método cartesiano fue estructurado para la búsqueda de la verdad, un método que da la pautas o representa el derrotero para demostrar verdades en un orden racional y sistemático, independientemente de que antes hubieran sido conocidas o no, construyéndose con ello, una filosofía cierta y bien ordenada, con la cual Descartes pretendió oponerse al escepticismo, más que al escolasticismo –iglesiaPudiéndose concluir que, el método de René Descartes, el Padre de la Modernidad es un sistema orgánicamente conectado de verdades científicamente bien establecidas, ordenadas de tal modo que la mente pase de verdades fundamentales evidentes por sí mismas a otras verdades evidentes implicadas por las primeras. Se trata de hacer que las verdades se ajusten a un esquema racional, del mismo modo que lo hacían las matemáticas.

De manera clara es posible dilucidar que efectivamente el método cartesiano fue un esfuerzo del autor del “Discurso del Método” por estructurar una forma para obtener un conocimiento absolutamente indubitable y evidente, aun cuando dentro de su escrito hiciera alusión a que dicho método no pretendía ser un derrotero o marco para otras personas, en aras de precisar la verdad, certeza respecto de algún Asunto particular, sino que simplemente es una muestra, un especie de recomendación, en el atendido de que el método no era más que la representación de su forma de organizar racionalmente su propia e individual forma de pensar, de organizar proposiciones para descubrir la verdad.

Pese a lo anterior, síntesis es posible afirmar que, el método tal como lo planteo el pensador francés permitía alcanzar la certeza y un nuevo fundamento de la racionalidad, habida consideración que, aplicaba la investigación racional de la ciencia a la filosofía,

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concluyéndose que lo único que el individuo puede afirmar de forma cierta es su propia existencia: PIENSO LUEGO EXISTO.

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