Desarrollo Histórico del Protestantismo en Guatemala La historia del protestantismo en Guatemala comienza casi a mediados del Siglo XIX, el primer misionero en Guatemala fue el británico Federico Crowe quien cruzo desde Belice a Guatemala para vender biblias y traer la iglesia protestante en Guatemala, quien fue expulsado años más tarde por la Iglesia Católica, luego de intentos fallidos por impulsar el protestantismo en Guatemala, ya que la Iglesia Católica era una institución poderosa, finalmente para 1882 el presidente Justo Rufino Barrios quien apoyo la libertad de cultos y de religión, quien apoyo el movimiento protestante en Guatemala, llego el primer misionero oficial, Juan C. Hill, quien fundo la primer iglesia protestante en Guatemala reconocida formalmente, que era una iglesia presbiteriana, Justo Rufino Barrios incentivo la llegada de misioneros a Guatemala, desde entonces, llegaron en su mayoría de Estados Unidos –presbiterianos, menonitas, bautistas, iglesia del nazareno, entre otrasInglaterra -presbiterianos, metodistas y anglicanos- Alemania y Países Bajos – luteranosy los países nórdicos - luteranos y calvinistas- . En la primera mitad del Siglo XX, la mayoría de los protestantes en Guatemala eran presbiterianos, quienes en su mayoría eran capitalinos, algunas de las iglesias que surgen entre 1900 y 1920 son Iglesia de los Amigos Cuáqueros, Iglesia Metodista Primitiva, Misión Centroamericana, Iglesia del Nazareno, entre otras. Algunas estimaciones para 1935 decían que el 2.8% de la población era protestante, eso quiere decir que de una población cercana al millón de habitantes, unas 20 mil personas eran evangélicas, en 1937 surge en Guatemala la Alianza Evangélica de Guatemala.
Posterior a 1940 A pesar de que desde 1882, cuando Justo Rufino Barrios aprobó la libertad de cultos y separación del estado y la iglesia católica con el fin de apoyar el progreso del protestantismo o evangelismo en Guatemala, dicho porcentaje rondo por el 2% hasta 1940. Luego de la revolución de 1944 y la victoria del gobierno de Juan José Arévalo Bermejo, quien este apoyo la libertad de expresión del pueblo, fue más fácil para la iglesia evangélica evangelizar libremente al país. Durante las primeras décadas posteriores a 1940, el crecimiento fue un poco lento, más en una sociedad donde luego de siglos de tradición católica, el fervor católico se mantenía muy arraigado en la sociedad, sobre todo en la población ladina, la población protestante apenas alcanzaba las cincuenta mil personas, habiendo una población de más de dos millones. Sin embargo, por la creciente modernización empezaron a surgir emisoras de radio evangélicas y grupos de música evangélica. En 1950, surge una de las emisoras evangélicas más antiguas, la radio cultural TGN, para 1959 el porcentaje de evangélicos rondaba por el 3%. A principios de la década de 1960, se le conoce como el “avivamiento pentecostal” en Guatemala, se debe tomar en cuenta que dicho movimiento ya existía aunque de manera poco influyente, a principios de esta década la población guatemalteca era de 4.5 millones, de los cuales 135 mil eran evangélicos. De acuerdo con Virginia Garrard Burnett, hacia 1962, 15 mil guatemaltecos se convirtieron al protestantismo, en su mayoría al pentecostalismo, esto lo describe ella en su libro “El protestantismo 1954-1990”, algunos antropólogos
como Claudia Dary explican sobre el intervencionismo estadounidense en el protestantismo guatemalteco entre 1960 y 1980, como un plan anti-comunista centrándose en las áreas pobres y rurales en las cuales convencían a las personas de vivir alejados de la política para ocuparse de actividades religiosas en las iglesias , lo cual esto produce una mayor atracción a la famosa “teología de prosperidad” en muchos guatemaltecos, en especial a los que viven en pobreza. También empezó a crecer el número de colegios que imparten estudios evangélicos, así como organizaciones de las iglesias (principalmente en las iglesias pentecostales), tales como células, grupos de jóvenes, escuela dominical, ect. Las iglesias que se desarrollaron en el periodo fueron Príncipe de Paz, Iglesia de Dios de la profecía, Elim, Iglesia Monte Basán, etc.
Década de 1970 y 1980 Probablemente son los periodos de mayor auge evangélico en Guatemala, alrededor del año 1971 había cerca de un 4% de evangélicos, y probablemente un 95% de católicos, en números, de cinco millones de guatemaltecos, solo unos 200 mil eran evangélicos. Estudios hechos incluso en toda América Latina ya revelaba que las denominaciones con mayor crecimiento eran los pentecostales, neo-pentecostales y asamblea de Dios, mientras que algunas tradicionales como los presbiterianos, metodistas, luteranos, anglicanos, moravianos y menonitas dejaron de crecer, como se mencionó antes, se debe por la atracción de la “teología de prosperidad”, algunos estudios regionales mostraban que no solo en Guatemala cobraba popularidad dicha teología, también comenzó a tener importantes núcleos en Chile, México, El Salvador, Costa Rica, Colombia y para los años 80 en Brasil, Honduras, Nicaragua y Argentina, también con el mismo propósito que se realizó en Guatemala. Para el año 1976, los evangélicos dieron un salto al 12.3%, y al 17.9% a finales de la misma (1978), el considerado aumento se debió en esta década principalmente luego del abastecimiento del Terremoto del año 1976, lo cual la iglesia evangélica (nacional y estadounidense) actuó en ayuda de muchas personas, aprovechando el momento de predicarles la doctrina. Algunas iglesias que surgieron entre 1978 y 1983 fueron Ebenezer, Fraternidad Cristiana de Guatemala, Verbo y El Shaddai. Para 1980 había un 19.1%, y para 1982 un 22.3%, celebrando cien años desde que en 1882 el presidente Justo Rufino Barrios aprobó la libertad de cultos para los evangélicos y apoyo el desarrollo evangélico de la región. Para la década de 1980 la población de Guatemala había alcanzado los siete millones, de los cuales más de un millón ya eran evangélicos, siendo la primera década en superar dicha cantidad. Para 1986 la población evangélica alcanzo el 30%, es decir, un alza de 17% comparando con mediados de la década anterior. El tamaño de la población católica cayo del 95% al 80% entre 1970 y 1980, luego paso a ser tres cuartas partes de la población en 1982 y a dos terceras partes en 1986. Para finales de la década de los 80, la población de Guatemala llego a los ocho millones, de los cuales dos millones eran evangélicos, es decir, en cantidad, la población evangélica aumento un millón en solo una década.
Década de 1990 Luego de dos décadas de gran crecimiento, vemos que a principios de esta década el porcentaje de evangélicos disminuyo, ya que para 1986 ya había un 30% de evangélicos
y para 1991 bajo al 21%, mientras que los guatemaltecos sin religión o que se describan así mismos como “ateos”, circulaba menos de un 2% en décadas anteriores, para 1991 paso al 12%, las tendencias del secularismo se debieron ante la creciente modernización y la gradual desvalorización social, principalmente en los jóvenes, y la principal razón por la cual muchos se salieron de la iglesia evangélica por decepción de algunos gobiernos evangélicos como el de Efraín Ríos Montt y Jorge Serrano Elías. Incluso en términos de cantidad, la población paso rápidamente a cerca de nueve millones, de los cuales la cifra de evangélicos cayo de dos millones en 1986 a 1.8 millones en 1991. Algunas estimaciones de las iglesias evangélicas decían que para esta década el 40% de los guatemaltecos eran evangélicos y el 60% católicos, lo cual se pretende afirmar que toda la población católica se hacía evangélica, aunque es un hecho que no todo el católico que salía de la iglesia católica se hacía necesariamente “evangélico”, además algunas sectas como los mormones, testigos de jehová y adventistas que empezaron a sumar más adeptos, muchos de ellos eran evangélicos anteriormente, es decir que algunos católicos se iban del catolicismo para el protestantismo, luego se iban del protestantismo a las sectas, o de regreso al catolicismo, además otros se salían ya sea del protestantismo o del catolicismo para volverse judíos, masoneros, budistas, espiritistas, confucionistas, creyentes del politeísmo maya así como los que abandonaron todo ámbito de religión. Podemos observar que en el estudio PROLADES publicado por el Dr. Clifton Holland muestran que en los años 90, hubieron pequeños altibajos en el porcentaje de evangélicos, según unas encuestas del CID-Gallup y CBN Poll, entre 1990 y 1996 la población evangélica paso del 26.4% al 25%, la población católica en el periodo aumento del 60.4% al 63% (año en que el Papa Juan Pablo II hace su segunda visita), los no creyentes pasaron del 11.1% al 10% y los otros grupos pasaron del 2.1% al 2%. En cantidad, la población llego a los diez millones para 1996, de los cuales 2.3 millones eran evangélicos, manteniéndose prácticamente estable en comparación con 1986. Para 1997el 70% de la población era católica, el 21% evangélica, y los no creyentes bajaron a 7% mientras los otros creyentes continuaron permaneciendo en 2% (encuesta del CIDGallup Poll, febrero de 1997), sin embargo una encuesta del Departament of Healthy Survey revela que en 1998 la población católica bajo al 52.6%, los evangélicos incrementaron al 29.4%, los no religiosos al 15.6% y los otros grupos al 2.4%, manteniéndose de esta manera en 1999 y en el año 2000. Durante esta década, surgieron iglesias neo-pentecostales como Familia de Dios (1990) y Casa de Dios (1994).
Siglo XXI A pesar de la creciente influencia de la iglesia evangélica en Guatemala, al inicio de este siglo, su trascurso y hasta en la actualidad, observamos cómo ha crecido la urbanización y la tecnología, aunque algunos problemas que se venían dando como la delincuencia, corrupción, drogadicción, entre otras cosas se hicieron más fuertes. Según una encuesta realizada por SEPAL- Proyecto Josué, en 2001, el 58% de la población se identifica como católica, el 25.2% como evangélica, 14.3% como no creyente y el 2.5% como otra religión, es decir, que en comparación con el año 1991, los cambios fueron muy pocos y la población evangélica solo llego a aumentar un 4.2%, sin embargo, para el 2001 había once millones de personas, de las cuales 2.8 millones eran evangélicos, y en 1991 la cifra
era de 1.8 millones. Algunas iglesias neo-pentecostales como Elim, El Shaddai o Verbo se convirtieron en mega iglesias, llegando a más de 5000 , aunque las mega iglesias más grandes de Guatemala son Casa de Dios y Fraternidad Cristiana de Guatemala con más de 12 mil . Para el año 2006, el porcentaje de evangélicos, se posiciono como en 1986, en un 30.7%, además el 57.3% de la población era católica, y los guatemaltecos no creyentes bajaron en porcentaje, posicionándose al 9.9% y los otros grupos en un 2.1%, además en 2006 la población era de trece millones, de los cuales 4.1 millones eran evangélicos, mientras que en 1996 la población evangélica ascendía a 2.3 millones, es decir que la cifra casi se duplico en una década, pero en cuanto a porcentaje solo incremento un 5.5%. Para el año 2010 los católicos descendieron a 47%, aunque los evangélicos solo aumentaron al 31.7%, mientras el 18.3% no tenían fe o religión y el 3% eran otros grupos. De igual forma en 2010 la población del país alcanzo los quince millones, de los cuales casi cinco millones eran evangélicos. Finalmente entre 2010 y 2012 el porcentaje de evangélicos paso a 39%, los que no tenían religión disminuyeron a 11.6%, las sectas y otras religiones a 2.4%, y el catolicismo se mantuvo en 47%. El Dr.Clifton Holland al realizar una tesis del cambio de las religiones en Guatemala, declara que el movimiento evangélico es más fuerte en la población indígena y en pobreza, y es del todo cierto, ya que Guatemala posee una población indígena del 39.7% y un 51% de pobreza y pobreza extrema (datos del INE 2012). Es un hecho que de seguir aumentando el número y porcentaje de protestantes, Guatemala, como ya se había declarado antes, podría llegar a ser el primer país latinoamericano en donde los protestantes sean la mayoría, sin embargo aún no se resuelven los problemas de éxodo (temporal o definitivo) y nominalismo, aunque muchas iglesias están “al tanto” de dicho problema, por lo cual tratan de llegar espiritualmente con sus , e incluir actividades atractivas en las iglesias para acabar con la emigración de evangélicos a otras religiones o al ateísmo, sin embargo también hay protestas de parte de muchos evangélicos que dicen que ahora los líderes piden grandes cantidades de ofrenda en las iglesias, esta acusación cae principalmente en las mega iglesias neo-pentecostales. Es un hecho que cada vez esta está de “moda” cambiar de denominación, muchos evangélicos que nacieron en un hogar presbiteriano o luterano, de grandes fueron pentecostales, luego se hicieron neo-pentecostales ahora se autodenominen “sin denominación”, así como quienes su situación fue inverso. Guatemala ya cuenta con grandes ministerios o mega-iglesias en otros países, principalmente en Estados Unidos, México y Nueva Zelanda.