Sist. Nervioso Equinodermos 2l2q6e

Sistema nervioso El sistema nervioso de los asteroideos, como el de algunos otros equinodermos, no es ganglionado, y la mayor parte del mismo guarda relación íntima con la epidermis. El centro nervioso está constituido por un anillo circunoral y pentagonal que se encuentra inmediatamente por debajo de la epidermis peristómica. Dicho anillo circunoral proporciona fibras al esófago y a las partes internas del peristoma. Desde cada ángulo el anillo parte un gran nervio radial al interior de cada uno delos brazos. Los nervios radiales se continúan con la red nerviosa epidérmica y subepidérmica, y estos nervios forman una masa en forma de V a lo largo de la línea medio de la superficie oral del surco ambulacral. Los nervios radiales proporcionan fibras a los pies y a las ampollas. En los bordes del surco ambulacral, la capa nerviosa subepidérmica se engruesa para formar un par de cordones nerviosos marginales que se extienden a los largo del brazo. El sistema superficial y radial hasta aquí descrito es principalmente sensorial, y los cordones radiales nerviosos brindan vías conductoras. Los músculos de los pies, ampollas, y pared corporal están inervados por un sistema más profundo predominantemente motor. Este sistema consta de fibras que corren por debajo de los centros motores y de los nervios radiales superficiales localizados en la vecindad de los pies y de las uniones de pie con ampolla. Se han llevado a cabo muchos estudios experimentales sobre el papel del sistema nervioso en el movimiento de las estrellas de mar. Sabemos en principio que es esencial la integridad de los nervios radiales y del nervio circunoral para la coordinación de los pies. Aunque estos pueden no “caminar” al unísono, si están coordinados en cuanto se refiere al grado de su intervención en la marcha, esto es, andar o no andar, y además existe también coordinación respecto a que caminan en dirección adecuada, según cual sea el brazo director. Si se procede a la sección nervio radial de un brazo determinado, los pies, aunque capaces de movimiento, carecen de coordinación con respecto a los pies de los otros brazos. Sin embrago, si se corta el anillo nervioso circunoral entre los dos nervios radiales, inhibe todo movimiento, pues se pierde la coordinación de los pies en todos los brazos. En casi todas las estrellas de mar incluyendo Asterias, puede actuar cualquier brazo como dominante, y tal dominio es determinado por la reacción a los estímulos externos. En unas cuantas especies actúa como dominante un mismo brazo en forma permanente. Si exceptuamos las manchas oculares en los extremos de los brazos, no existen en los asteroideos órganos de los sentidos especializados. Las células sensoriales del interior de la epidermis son los receptores sensoriales primarios y probablemente actúan para la recepción de luz, o y estímulos químicos. Cada célula sensorial consta de una prolongación distal filiforme que corre por la cutícula, y de otra proximal que se une a la red subepidérmica. Se observan estas células sensoriales epidérmicas en enorme número y son sobre todo frecuentes en las ventosas delos pies tubulares, en los tentáculos y a lo largo de los bordes del surco ambulacral. En esta última zona, se han registrado totales de 70 000 por milímetro cuadrado. La mancha ocular que ocupa el extremo de cada brazo se encuentra debajo del tentáculo sobre el lado oral de dicho extremo branquial, y está compuesta de una masa de 80 a 200 acelos de tipo

copa pigmentaria que forman un cojín óptico. Cada acelo consta de una estructura en forma de copa de células epidérmicas que poseen gránulos de pigmento rojo y que probablemente son fotolábiles, esto es, que cambian químicamente en presencia de luz. Los fotorreceptores son células sensoriales alargadas que hacen prominencia en la luz de la copa. La cutícula engrosada actúa como cristalino, cubre la copa mencionada. En unos asteroideos se observa fototropismo positivo, en otros negativo. La importancia de los cojines ópticos en las reacciones a los estímulos luminosos varía en las diferentes especies. En algunas, el extremo del brazo se dirige hacia arriba para exponer los ocelos a la luz. De todas las reacciones a los estímulos externos, la correspondiente al o de los pies con el sustrato es, sin duda, la dominante y quizá explique la reacción de enderezamiento.