Ensayo Concepcion Del Cuerpo 4ff6z

EL CUERPO HUMANO Y SUS CONCEPCIONES A LO LARGO DE LA HISTORIA. Gilmar Geovanny Obando Cabrera Las formas de concebir el cuerpo humano y su protagonismo en las diferentes culturas han variado a lo largo del transcurso de la historia; desde que el hombre comenzó a expresar lo que sentía plasmándolo en el mundo real, ha habido bastante interés frente a la realidad del cuerpo, así como también sobre como el hombre ha visto su propio cuerpo y el cuerpo de los demás. Un recorrido en la historia sobre los visiones del cuerpo humano que nos acerque a la actualidad y a cuanta importancia le damos hoy a la noción del cuerpo. Laín (1983) afirma que: Hoy el protagonismo del cuerpo humano es más fuerte que nunca: su vivísima actualidad en la vida social de casi todo el planeta se hace patente si pensamos en multitud de temas relativos a la salud y enfermedad, al sexo y al erotismo, al deporte y la cosmética, o la utilización que de él hace la Publicidad; y es también evidente la creciente preocupaci6n por la posibilidad de vida extraterrestre y por los inquietantes avances de la Ingeniería Genética, EI tema nos envuelve y nos

insta constantemente a considerar su importancia.

Las antiguas civilizaciones tenían concepciones diferentes del cuerpo humano, desde la burda significación y la vaguedad del diseño del cuerpo en la cultura maya, la cual estaba lejos de acertar en el orden anatómico y en el número de órganos que lo componen. Holland (citado por villa, 1985) según sus estudios dice que para los mayas de Yucatán "El corazón y los pulmones se agrupan bajo el mismo nombre (tzotzil: ko'onton), y son tratados como el mismo órgano, acerca de cuya función está bastante inseguro el curandero".

Así como también la concepción del cuerpo humano en especial la de la figura masculina, que tenían las personas en la civilización griega, la cual se enfocaba en la importancia de las proporciones corporales y en la belleza que poseía el cuerpo según las edades y etapas de la vida de los hombres griegos, observando que: “En cuanto a la belleza es diferente en cada una de las edades. La belleza del joven consiste en tener un cuerpo útil parar los ejercicios fatigosos, así los de carrera como los de fuerza, y que además resulte placentero de ver para disfrute de los espectadores. […]. Por su parte, la belleza del hombre maduro radica en la aptitud para los trabajos de la guerra, así como en que parezca ser al mismo tiempo agradable y temible. Finalmente, la belleza del anciano reside en la suficiencia para resistir las fatigas necesarias y en estar libre de dolores por no sufrir ninguno de los inconvenientes que afligen a la vejez” (Aristóteles, Retorica 1-5-3).

La manera en la que los griegos representaban y valoraban la belleza masculina fue a través del desnudo, éste no es una representación exclusiva de la civilización griega, ya que muchas otras civilizaciones lo han utilizado a lo largo de toda la historia de la humanidad, aunque no precisamente con el mismo sentido de resaltar netamente la belleza que tenía en la cultura griega. La belleza del cuerpo humano en la antigua Grecia esta estrechamente relacionada con el deporte percibiéndolo como representación artística, hasta tal punto que algunos dicen que hubo un tiempo en el que el arte griego representó únicamente atletas; el arte griego nos muestra las variadísimas actividades deportivas que se practicaban en ese entonces, así como también la precisión de sus figuras permite reconocer por ejemplo, cuál era la técnica empleada por los luchadores de la antigua Grecia en las contiendas deportivas; es importante aclarar que los atletas en su mayoría practicaban los deportes de la época desnudos y que era prohibida la entrada de

mujeres a los escenarios deportivos, castigando hasta con la muerte a quien se atrevía a desobedecer este mandato. La mujer en la antigua Grecia se representaba desnuda muchísimas veces menos que el hombre, porque la desnudez de la mujer no era un tema para exponer en público, de hecho solo se permitía mostrar a la mujer desnuda en ceremonias de fecundidad, rituales eróticos o en representaciones de Afrodita (diosa del amor y el sexo). Finalmente después de varias modulaciones y contraposiciones se dio una actitud general sobre la noción cuerpo en el pensamiento griego:

“El cuerpo humano es considerado como retoño y forma visible suprema de aquello que constituye el principio y fundamento de toda realidad: la physis o naturaleza, la divina physis”. (Lían, 1983, p.26). Las representaciones del cuerpo avanzan con forme la civilización también lo hace, pasando así de la vaga representación maya y de la relación de cuerpo (masculino) con la belleza de los griegos, a los cortes anatómicos y la representación de la figura humana por medio de diferentes planos otorgada por Da Vinci.

De la hoz, Lahera & ruiz (2016) aseguran que “La raíz de los trabajos anatómicos de Da Vinci se sitúa en sus intereses artísticos por la exploración del cuerpo humano y su funcionamiento; tenía como objetivo perfeccionar la representación de la figura

humana”.

Da vinci realizó lo que fue en ese entonces la representación más sofisticada del cuerpo humano incluyendo el estudio de estructuras corporales más profundas (Oseas, musculares y viscerales), también incursiono en la medicina tratando de entender las relaciones viso-neuronales,

estudiando acerca de enfermedades comunes, también hizo estudios de odontología basados en la mandíbula y los dientes; y todo esto utilizando el arte como principal medio de representación de sus estudios. “Da Vinci Estableció una singular relación entre la Anatomía y el arte y utilizó el dibujo como medio para alcanzar la estructura anatómica”. (De La Hoz et al, 2016). Después de haber revisado las concepciones del cuerpo desde distintos ángulos, todos antiguos, doy paso al termino corporeidad que invita a concebir al ser humano como un ser biológico y fisiológico, pero también como un ser mental y espiritual; esto ha permitido a la humanidad visualizar la multidimensionalidad del ser humano como un ser corpóreo, la corporeidad también puede ser asumida como proyecto de humanización, a través de la acción de ser, pensar, sentir y querer, que reconoce su condición como ser humano, generando también el deseo de comunicar y participar en lo que son, piensan, sienten y quieren los demás seres humanos. Hurtado (2008) afirma: El cuerpo como realidad bio-fisiológica se constituye en un elemento importante a considerar, pero no es referente suficiente para comprender al ser humano. El cuerpo que se construye socialmente, que sufre un proceso de humanización a través de la educación, es el cuerpo de la educación física, y es en este sentido donde aparece el concepto de corporeidad como un concepto fundante para la educación física. (p.120).

Es importante para comprender la concepción del cuerpo en este punto, resaltar la importancia del término motricidad, que según: Manuel Sergio (citado por Hurtado, 2008) “es la base para la determinación del hombre. Es por ella que el hombre se materializa y revela, en el ámbito de un proceso donde el deseo de trascendencia desempeña un papel primordial de mediación”. (p.123). Estos dos términos de los que hago referencia en esta última parte del escrito, ayudan a

comprender las relaciones del ser humano consigo mismo, con los demás y con sus semejantes; caracterizando sus acciones principalmente por la intencionalidad y el significado. Ahora bien con las bases históricas, así como también con una noción actual de la concepción del cuerpo en los seres humanos, es importante resaltar la posición de la juventud actual frente al significado del cuerpo humano, resaltando las practicas que implican modificaciones corporales, por medio de las cuales se representan y se expresan ideas, sentimientos, personajes, y un sin número de posturas que redefinen el significado del cuerpo humano en la actualidad. “la perspectiva que asumimos sobre los jóvenes, es aquella que los visibiliza como productores culturales o como agentes “culturalmente activos” (Muñoz, 2011, p. 47), y como sujetos que

asumen su auto-creación mediante prácticas

de libertad o prácticas de subjetivación, donde el

cuerpo ocupa un lugar central;

así entonces, las prácticas de modificación corporal pueden

constituirse en una

manera de definir nuevas formas de ser y de existir. (Pabón & Hurtado,

2015,

p. 478).

Estas nuevas formas de percibir y sentir el cuerpo dan lugar a una nueva concepción del cuerpo en la sociedad, una concepción que sale de los estereotipos trazados y que cada vez toma más fuerza en la población mundial, según Pabón y Hurtado (2015) “estos procesos de materialización, por su inestabilidad, permiten la apertura de brechas y fisuras de esos imperativos culturales que , para nuestro caso, serían la configuración de otras corporalidades y de otro referentes de belleza corporal, como exterior constitutivo del imperativo cultural de cuerpo disciplinado y de cuerpo consumo”. (p. 479). Todas estas formas de concebir el cuerpo desde las más antiguas, hasta las que se dan hoy en nuestros días, demuestran que el cuerpo es un concepto histórico, que cambia según la época, el contexto y las relaciones que se entretejen en ese momento determinado; demostrando también

que el ser humano se ha interesado siempre en definir el cuerpo, ya sea como objeto de belleza y de adoración, como un complejo multidimensional del ser humano que relaciona cuerpo, alma y mente o como un mecanismo que sirve para expresar lo que hacemos y sentimos hacia el mundo y la sociedad actual.