HISTORIA DE LAS GRÚAS Siendo la grúa una maquina importante de carga desde la antigüedad, ya que se utiliza para realizar diversas tareas para el traslado y/o movimiento de carga pesada, es importante conocer a fondo el proceso de evolución que ha tenido a lo largo de todo este tiempo. A continuación, detallamos todo sobre la historia de la grúa. Evolución de una grúa Grúas en la Antigua Grecia: Las primeras grúas, que por regla general cuentan con poleas acanaladas, contrapesos, mecanismos simples, etc, fueron inventadas en la antigua Grecia, accionadas por hombres o animales, principalmente, para la construcción de edificios altos. Los primeros vestigios del uso de las grúas, que se encontraron en dicho lugar en el siglo VI, eran las marcas de pinzas de hierro en los bloques de piedra de los templos. Estas marcas son evidencia, ya que están realizadas en el centro de gravedad de los bloques. En ese siglo también se llegó a introducir el torno y la polea para reemplazar las rampas como medios principales de movimiento vertical, que eran utilizados para subir los bloques a las estructuras. Gracias al uso del torno y la polea, fue mucho más fácil la construcción de los templos griegos, pues esto permitió la carga de muchas piedras pequeñas por ser más práctico, que pocas piedras más grandes. Este tipo de grúas podían cargar entre 15 y 20 toneladas. Pero posteriormente, fueron desarrollándose grúas más grandes utilizando poleas para permitir la elevación de mayores pesos. La primera evidencia literaria que avala la existencia de la primera grúa compuesta de poleas aparece en los ejercicios mecánicos atribuido a Aristóteles (384-322), que quizá fueron elaborados en una fecha posterior.
Grúas de la antigua Roma: La grúa, que fue inventada en la antigua Grecia, fue adoptada por los romanos para desarrollarla mejor, ya que el incremento del trabajo de construcción en edificios de dimensiones grandes lo requerían. Es así como la grúa encontró su auge en la antigua Roma. En esta época de desarrollaron varios tipos de grúas. 1.- El trispastos: Es la grúa romana más simple que consiste en una horca de una sola viga, un torno, una cuerda y un bloque que contenía tres poleas, con lo cual se tuvo una ventaja mecánica de 3 a 1, por lo que un hombre que podía realizar un esfuerzo de 50 kilogramos podía levantar 150 kilogramos (3 poleas × 50 kg = 150 kg), si se asume que 50 kilogramos representan el esfuerzo máximo que un hombre puede ejercer sobre un periodo más largo.
2.- El pentaspastos: Es uno de los tipos de grúa más pesado que funciona con 5 poleas. Esta grúa fue utilizada para el movimiento de bloques pesados para la construcción de grandes edificios. 3.- El Polyspastos: Esta grúa, operado por 4 hombres en ambos lados del torno, es el más grande y pesado, ya que funciona con un sistema de tres por cinco poleas con dos, tres o cuatro mástiles, dependiendo de la carga máxima. El Polyspastos podía levantar hasta 3000 kg (3 cuerdas × 5 poleas × 4 hombres × 50 kg = 3000 kg), el mismo que doblaba su carga máxima a 6000 kg con solo la mitad del equipo. Sin embargo, se asume que los ingenieros romanos lograron la elevación de estos pesos extraordinarios por medio de una torre. 4.- Instalación de una torre: La torre de elevación fue instalada con cuatro mástiles, arreglados en la forma de un cuadrilátero con los lados paralelos, con la columna en el medio de la estructura. En la tierra a su alrededor fue colocada cabrestantes.
Grúas en la edad media: En la alta Edad Media las grúas se utilizaban en puertos y astilleros para estibar y construir barcos. Algunas de ellas fueron construidas ancladas a torres de piedra para dar estabilidad adicional, dando paso así a las grúas pórtico. En esta época, desde la llegada de la revolución industrial las grúas de madera pasaron a ser desarrollados a base de hierro fundido y el acero. La primera energía mecánica fue proporcionada por máquinas de vapor en el siglo XVIII. Así las grúas modernas utilizan, generalmente, motores de combustión interna o los sistemas de motor eléctrico e hidráulicos para proporcionar mayor fuerza, aunque las grúas manuales todavía se utilizan para pequeños trabajos o donde es poco rentable disponer de energía.
Grúas en la actualidad: Actualmente, las grúas, que están sobre todo tipo de transporte, se utiliza para mover un barco, una casa, un piano, a todo tipo de carga pesada. Existen muchos tipos de grúas, cada una adaptada a un propósito específico. Asimismo, los tamaños se extienden desde las más pequeñas grúas de horca, usadas en el interior de los talleres, grúas torres, usadas para construir edificios altos, hasta las grúas flotantes, usadas para construir aparejos de aceite y para rescatar barcos.
Cronología: En el año 1898 se fabrica la primera grúa de pórtico eléctrica, de grandes dimensiones, con una capacidad de carga de 12,5 toneladas y con una envergadura de 11,5 metros. En el año 1964 se crea la primera gama completa de grúas estandarizadas. Todos con una fabricación de alta calidad. En el año 1984 se presenta el sistema de grúa KT 2000 de pequeñas dimensiones. Este sofisticado sistema modular que consta de rieles, polipastos, carros, etc. es flexible tanto para los usos más sencillos como para soluciones automatizadas de traslado de cargas.
En el año 1991 se duplica la capacidad de producción en la fábrica de grúas Ettlingen gracias a una innovadora técnica de proceso. En el año 2006 comienza una nueva era: Se presenta y se lanza al mercado la innovadora tecnología de grúas con una práctica línea blindada de o, es decir, sin cables móviles. En el año 2010 Se da un nuevo concepto – CraneKits para constructores de grúas.
HISTORIA 2 No hay datos oficiales de la primera grúa, sin embargo, hay algunos vestigios en el siglo VI en la antigua Grecia, se trataban de marcas de pinzas de hierro en los bloques de piedra de los templos. Estas marcas son evidencia, ya que están realizadas en el centro de gravedad de los bloques. En ese siglo también se llegó a introducir el torno y la polea, lo cual ayudo a reemplazar las rampas, pues anteriormente utilizaban rampas para subir los bloques a las estructuras, y gracias a la introducción del torno y la polea, fue mucho más fácil la construcción de los templos griegos, pues esto permitió la carga de muchas piedras más pequeñas. Sin embargo, en la antigua Roma, se dio el apogeo de las grúas, ya que se incrementó el trabajo de construcción en edificios de grandes dimensiones. Los romanos adaptaron la grúa griega y la desarrollaron. La grúa romana más simple, el Trispastos, consistió en una horca de una sola viga, un torno, una cuerda y un bloque que contenía tres poleas, con lo cual se tuvo una ventaja mecánica de 3 a 1, por lo que un hombre que podía realizar un esfuerzo de 50 kilogramos podía levantar 150 kilogramos.
La historia de la maquinaria industrial ha ido estrechamente ligada a la innovación tecnológica y sus avances. Sin embargo, se puede decir que el mecanismo básico de la grúa ha sido el mismo desde su invención hace milenios. Aunque se han encontrado documentos arqueológicos que indican que las primeras máquinas similares a grúas fueron usadas por los sumerios, los caldeos y los egipcios, fue en Grecia y Roma donde su uso se generalizó para la construcción de templos y monumentos. Caídas en desuso durante la época medieval, a final de la Edad Media volvieron a utilizarse, empleándose por primera vez en puertos como Utrecht, Amberes o Brujas. Todas ellas se construían en madera hasta que con la llegada de la Revolución Industrial fueron sustituidas por otras fabricadas en hierro fundido y acero. Desde entonces las grúas se han ido diversificando, pudiendo distinguirse varios tipos dentro de dos grandes categorías: fijas y móviles.
HISTORIA 3 Las primeras grúas fueron inventadas en la antigua Grecia, accionadas por hombres o animales. Estas grúas eran utilizadas principalmente para la construcción de edificios altos. Posteriormente, fueron desarrollándose grúas más grandes utilizando poleas para permitir la elevación de mayores pesos. En la Alta Edad Media fueron utilizadas en los puertos y astilleros para la estiba y construcción de los barcos. Algunas de ellas fueron construidas ancladas a torres de piedra para dar estabilidad adicional. Las primeras grúas se construyeron de madera, pero desde la llegada de la revolución industrial los materiales más utilizados son el hierro fundido y el acero. La primera energía mecánica fue proporcionada por máquinas de vapor en el s. XVIII. Las grúas modernas utilizan generalmente los motores de combustión interna o los sistemas de motor eléctrico e hidráulicos para proporcionar fuerzas mucho mayores, aunque las grúas manuales todavía se utilizan en los pequeños trabajos o donde es poco rentable disponer de energía. Existen muchos tipos de grúas diferentes, cada una adaptada a un propósito específico. Los tamaños se extienden desde las más pequeñas grúas de horca, usadas en el interior de los talleres, grúas torres, usadas para construir edificios altos, hasta las grúas flotantes, usadas para construir aparejos de aceite y para rescatar barcos encallados.
PARTES DE LA GRÚA TORRE HISTORIA 4 La evolución de las primeras grúas La primera versión o concepto documentado de una grúa fue llamada shaduf y fue usada por egipcios para el transporte (extraer agua de ríos y pozos) de agua por cerca de 4,000 años. La grúa consistía de una larga barra pivotante la cual se balanceaba sobre un soporte vertical con un pesado rio montado a un lado de la barra y un cucharón en el otro extremo. Durante el primer siglo, las grúas eran propulsadas por animales o seres humanos moviéndose sobre una rueda o un treill. La grúa poseía una barra larga conocida como boom y ésta estaba conectada a la base giratoria. La rueda o el treill recibía energía por medio de un drum con una soga que lo aseguraba alrededor. Esta soga, que estaba conectada a una polea en la cima del boom, también poseía un gancho que cargaba el peso.
Durante la Edad Media, el uso de grúas para la construcción de las inmensas catedrales europeas y para la carga y descarga de mercancía de los barcos de puertos principales condujo al avance y la mejora del diseño de grúas. Un aguilón horizontal fue agregado al boom. Este aguilón seria después conocido como el jib. Esta adición al boom permitió que las grúas tengan la capacidad de pivotar, incrementando de este modo el rango de movimiento de la grúa. Para el siglo XVI, las grúas habían incorporado dos treills a cada lado de un housing giratorio sosteniendo el boom.
Hasta mediados del siglo XIX, las grúas continuaron siendo dependientes de la energía producida por los seres humanos o por los animales; sin embargo, esto rápidamente cambió con el avance de motores a vapor. Al final del siglo, las grúas eran propulsadas con motores de combustión interna y motores eléctricos. Las grúas también fueron construidas con hierro y acero fundido en lugar de madera. Las primeras grúas torre Las grúas torre empezaron a producirse en Europa durante la primera mitad del Siglo XX. Las calles en las ciudades Europeas eran estrechas por lo que las altas grúas con booms y con el operador encima probaron ser más ventajosas. Como resultado, algunos de los primeros fabricantes de grúas torre se originaron dentro de Europa. Por ejemplo, en 1908, Maschinenfabrik Julius Wolf & Co. introdujo la primera serie de grúas torre diseñadas específicamente para la industria de la construcción. La primera generación de las grúas torre llamó la atención primordialmente de constructores de barcos quienes las compraron y las instalaron en sus astilleros y muelles. Más de 10,000 unidades fueron construidas y el diseño básico de estas grúas torre permaneció en producción hasta finales de los años 1960s. Otros fabricantes como Kaiser y Potain también fueron desarrollando grúas torre a comienzos de los años 1930s. Sus diseños fueron considerablemente basados en grúas portuarias y de muelles. Estas grúas eran excepcionalmente pesadas, hechas a base de hierro y acero y bastante difíciles de armar, desarmar, y transportar. Hasta las grúas de Wolf comenzaron a ser usadas en la industria de la construcción, por lo que en 1948 todavía persistía la necesidad de tener a una grúa torre que podría ser armada rápidamente.
Hans Liebherr En 1949, Hans Liebherr se dio cuenta de que en el mercado no existían las grúas torre con capacidad de rápido armamento. Así decidió que él mismo podía construir una grúa torre que sería bottomslewing con encima un jib horizontal. La grúa también podía cargar material del suelo izándolo, balanceándolo, y finalmente descargando directamente el material en la estructura nueva—una característica que no se había visto en grúas hasta ese momento, por lo que los materiales debían ser cargados manualmente desde el punto de descarga. Otra característica original era que la grúa podía ser transportada en partes y podía ser totalmente ensamblada. Liebherr presentó su primera grúa, la TK-10, en la Feria del Comercio Frankfurt en Alemania durante el otoño de 1949. Al comienzo, la industria fue cautelosa acerca de la nueva grúa de Liebherr, pero eventualmente el diseño fue acogido y Liebherr usó el modelo TK-10 para la producción en masa. Una completa serie de grúas para construcción basadas en el concepto del diseño TK-10 continuó el siguiente año. Con este diseño, Liebherr fue capaz de revolucionar a la industria de grúas torre. Mientras que los 1950s se acercaban, nuevas formas de usar grúas fueron desarrollándose y existían slewing (giratorias) grúas torre bastante avanzadas en el mercado.
Grúas torre TK-10, 1949. Con el auge mundial en la construcción tomando lugar durante los 1940s y hacia los 1950s, otra tendencia surgió con los fabricantes de grúas torre que complementaría la fabricación de grúas torre con una combinación de otro equipo para la construcción como las máquinas para la mezcla de concreto. Por ejemplo, Reich en Ulm, Alemania, fabricó slewing grúas y promocionó mezcladoras de concreto como una adición emparejando la capacidad de cargamento con la velocidad de trabajo.
Para los 1940s, importantes fabricantes de slewing tower cranes incluían: Peschke, Peiner, Wolffe, Weitz, Liebherr, Potain, Boilot, Braud & Faucheux, Campistou, Favellle-Favco de Australia, Ferro, Fiorentini, Fives Lille, Fuochi-Milanesi, and Haulotte.
Las grúas torre alcanzan nuevas alturas Los 1950s marcaron un número de prominentes momentos en el diseño y desarrollo de las tower cranes. Primero, numerosos fabricantes empezaron a producir mayores números de bottomslewing cranes que tenían telescoping masts (mástiles telescópicos) y éstos dominaron el mercado de la construcción de bloques de apartamentos y oficinas. El uso de diseños de jib voladizos fue abandonado por un número de importantes fabricantes de grúas torre y cambiado por luffing jibs. El uso de jibs inclinables eventualmente se volvió la norma. En Europa, otras incursiones importantes estaban realizándose en el diseño y desarrollo de las grúas torre. Emplazamientos de construcción se encontraban frecuentemente limitados y el uso de sistemas de vías para mover las grandes grúas torre era bastante inconveniente y costoso. Al mismo tiempo, un gran número de fabricantes ofrecían saddle jib cranes con alturas del gancho de 262 pies (80 m). Estas grúas fueron sobrepasadas por mecanismos de self-climbing que permitieron a las secciones de mast ser insertadas a la grúa para poder crecer al mismo tiempo que las estructuras siendo construidas. Los largos jibs de estas grúas también podían cubrir un área de mayor tamaño. Estos avances precipitaron la práctica de anchoring y levantar grúas dentro de los building lift shaft y eventualmente este método se convirtió en la norma de la industria. Desde los 1960s, el enfoque dominante en el desarrollo y diseño de la grúa torre sería en la capacidad para cubrir un radio de trabajo más grande, un movimiento de carga más rápido, nuevos sistemas de control, tecnología y mecanismos de climbing, y más rápidos levantamientos, con los más importantes avances hechos en la tecnología del manejo. El mercado también se estaba llenando de múltiples fabricantes los cuales producían un rango de modelos grúas torre como luffing cranes y saddle jib cranes, como también diversificándose desarrollando grúas más pequeñas que podían ser montadas en el lugar de uso en sólo pocas horas. Mucha de la motivación detrás de estas mejoras y desarrollos hechos a las grúas torre en los 1960s es atribuido al uso de grúas móviles y a al continuo incremento en la eficiencia operatoria durante este periodo. La grúa más alta del mundo Mientras que los rascacielos eran construidos en alturas récords, la necesidad por grúas de mayor altitud se volvió evidente. En 1975, la compañía Danés Kroll se convirtió en el fabricante de la grúa torre más alta del mundo, la K-10 000. Esta inmensa grúa torre posee una mastil que tiene 394 pies (120 m) de altura y un alcance de extensión de 295 pies (90 m). Sólo imaginando el tamaño de la K10000, la grúa sería cinco veces el tamaño de la Estatua de la Libertad, con un rango de operación cubriendo 7.5 acres (3 ha). Debido a su masivo tamaño, sólo 20 han sido construidas en el mundo.
HISTORIA 5 La grúa es la "evolución" del puntal de carga que, desde la antigüedad, se ha venido utilizando para realizar diversas tareas. Aunque sus fundamentos fueron propuestos por Blaise Pascal en pleno Barroco, fue patentada por Luz Nadina. Existen documentos antiguos donde se evidencia el uso de máquinas semejantes a grúas por los Sumerios y Caldeos, transmitiendo estos conocimientos a los Egipcios.
Grúas en la Antigua Grecia Los primeros vestigios del uso de las grúas aparece en la Antigua Grecia alrededor del s. VI. Se trata de marcas de pinzas de hierro en los bloques de piedra de los templos. Se evidencia en estas marcas (cortes distintivos c.515) su propósito para la elevación ya que están realizadas en el centro de gravedad o en pares equidistantes de un punto sobre el centro de gravedad de los bloques. La introducción del torno y la polea pronto conduce a un reemplazo extenso de rampas como los medios principales del movimiento vertical. Por los siguientes doscientos años, los edificios griegos contemplan un manejo de los pesos más livianos, pues la nueva técnica de elevación permitió la carga de muchas piedras más pequeñas por ser más práctico, que pocas piedras más grandes. Contrastando con el período arcaico y su tendencia a los tamaños de bloque cada vez mayores, los templos griegos de la edad clásica como el Parthenon ofrecieron invariable cantidad de bloques de piedra que podían ser usados para cargar no menos de 15-20 toneladas. También, la práctica de
erigir grandes columnas monolíticas fue abandonada prácticamente para luego usar varios ruedas que conforman la columna. Aunque las circunstancias exactas del cambio de la rampa a la tecnología de la grúa siguen siendo confusas, se ha discutido que las condiciones sociales y políticas volátiles de Grecia hacían más convenientes al empleo de los equipos pequeños para los profesionales de la construcción que de los instrumentos grandes para el trabajo de inexpertos, haciendo la grúa preferible a los polis griegos que la rampa que requería mucho trabajo, esta había sido la norma en las sociedades autocráticas de Egipto y Assyria. La primera evidencia literaria inequívoca para avalar la existencia del sistema compuesto de poleas aparece en los ejercicios mecánicos (Mech. 18, 853a32-853b13) atribuido a Aristóteles (384-322), pero quizás elaborado en una fecha poco posterior. Alrededor del mismo siglo, los tamaños de bloque en los templos griegos comenzaron a parecerse a sus precursores arcaicos otra vez, indicando que se debe haber encontrado la forma de usar polea compuesta más sofisticada en las obras griegas más avanzadas para entonces.
Grúas de la antigua Roma Reconstrucción de un alto Polyspastos romano de 10,4 m en Bonn, Alemania. El apogeo de la grúa en épocas antiguas llegó antes del Imperio Romano, cuando se incrementó el trabajo de construcción en edificios que alcanzaron dimensiones enormes. Los romanos adoptaron la grúa griega y la desarrollaron. La grúa romana más simple, el Trispastos, consistió en una horca de una sola viga, un torno, una cuerda, y un bloque que contenía tres poleas. Teniendo así una ventaja mecánica de 3:1, se ha calculado que un solo hombre que trabajaba con el torno podría levantar 150 kilogramos (3 poleas × 50 kg = 150 kg), si se asume que 50 kilogramos representan el esfuerzo máximo que un hombre puede ejercer sobre un período más largo. Tipos más pesados de grúa ofrecieron cinco poleas (Pentaspastos) o, en el caso más grande, un sistema de tres por cinco poleas (Polyspastos) con dos, tres o cuatro mástiles, dependiendo de la carga máxima. El Polyspastos, cuando era operado por cuatro hombres en ambos lados del torno, podría levantar hasta 3000 kg (3 cuerdas × 5 poleas × 4 hombres × 50 kg = 3000 kg). En caso de que el torno fuera substituido por un acoplamiento, la carga máxima incluso dobló a 6000 kg con solamente la mitad del equipo, puesto que el acoplamiento posee una ventaja mecánica mucho más grande debido a su diámetro más grande. Esto significó que, con respecto a la construcción de las pirámides egipcias, donde eran necesarios cerca de 50 hombres para mover un bloque de piedra de 2,5 toneladas por encima de la rampa (50 kg por personas), la capacidad de elevación del Polyspastos romano demostró ser 60 veces más alta (3000 kg por persona). Sin embargo, los edificios romanos ofrecen numerosos bloques de piedra mucho más pesados que ésos. Dirigidos por el Polyspastos indican que la capacidad de elevación total de los Romanos iba mucho más allá que la de cualquier grúa sola. En el templo de Júpiter en Baalbek, los bloques pesan hasta 60 t cada uno, y las cornisas de la esquina bloquean incluso sobre 100 t, todas levantadas a
una altura de 19 m sobre la tierra. En Roma, el bloque capital de la columna Trajana pesa 53,3 toneladas que tuvieron que ser levantadas a una altura de 34 m. Se asume que los ingenieros romanos lograron la elevación de estos pesos extraordinarios por dos medios: primero, según lo sugerido por Heron, una torre de elevación fue instalada, cuatro mástiles fueron arreglados en la forma de un cuadrilátero con los lados paralelos, no muy diferente a una torre, pero con la columna en el medio de la estructura. En segundo lugar, una multiplicidad de cabrestantes fue colocada en la tierra alrededor de la torre, para, aunque tiene un cociente de una palancada más baja que los acoplamientos, el cabrestantes se podría instalar en números y funcionamiento más altos por más hombres (y por los animales). Este uso de cabrestantes múltiples también fue descrito por Ammianus Marcellinus con respecto a la elevación del obelisco de Lateranense en el circo Maximus. La capacidad de elevación máxima de un solo cabrestante se puede establecer por el número de agujeros del hierro en el monolito. En el caso de los bloques del arquiitrave de Baalbek, que pesan entre 55 y 60 t, ocho agujeros sugieren un peso de 7,5 t por el hierro de las empacaduras, que está por el cabrestante. La elevación de tales pesos pesados en una acción concertada requirió una gran cantidad de coordinación entre los grupos de trabajo que aplicaban la fuerza a los cabrestantes.
Grúas medievales Reconstrucción moderna de la grúa medieval de pórtico en el puerto de Brujas. La grúa de acoplamientos fue reintroducida en una escala grande después de que la tecnología hubiera caído en desuso en Europa occidental tras la caída del imperio romano occidental. La referencia más cercana a un acoplamiento reaparece en la literatura archivada en Francia cerca del 1225, seguido por una pintura iluminada en un manuscrito probablemente también de origen francés con fecha de 1240. En la navegación, las aplicaciones más cercanas de las grúas de puerto se documentan para Utrecht en 1244, Amberes en 1263, Brujas en 1288 y Hamburgo en 1291, mientras que en Inglaterra el acoplamiento no se registra antes de 1331. Generalmente, el transporte vertical era más seguro y más barato hecho por las grúas que por otros métodos comunes para la época. Las áreas de puertos, minas, y, particularmente, los edificios en donde la grúa de acoplamientos desempeñó un papel importante en la construcción de las catedrales góticas altas. Sin embargo, las fuentes archivadas e ilustradas del tiempo sugieren que las máquinas fueron nuevamente introducidas como acoplamientos o carretillas, de manera que no substituyeran totalmente los métodos más dependientes de trabajo como escalas, artesas y parihuelas. Algo que es importante mencionar es que la maquinaria vieja y nueva continuó coexistiendo en los emplazamientos de las obras medievales y en los puertos.
HISTORIA 6 Grúa Torre. Es un aparato de elevación de funcionamiento discontinuo, destinado a elevar y distribuir las cargas mediante un gancho suspendido de un cable, desplazándose por un carro a lo largo de una pluma. Estas grúas poseen un soporte giratorio que se ajustan sobre la parte superior
de una torre vertical y la parte inferior se une a la base de esta. Son utilizadas generalmente en las construcciones, está compuesta por un brazo que gira horizontalmente, por una torre metálica, y por los motores de elevación, orientación y transportación de las cargas. Una ventaja de estas grúas es que puede encajarse directamente en el suelo como también puede ser inmovilizada si rueda sobre caminos curvos y rectos.
Historia Los primeros vestigios del uso de las grúas aparece en la antigua Grecia alrededor del siglo vl. Se trata de marcas de pinzas de hierro en los bloques de piedra de los templos. Se evidencia en estas marcas (cortes distintivos c.515) su propósito para la elevación ya que están realizadas en el centro de gravedad o en pares equidistantes de un punto sobre el centro de gravedad de los bloques. La introducción del torno y la polea pronto conduce a un reemplazo extenso de rampas como los medios principales del movimiento vertical. Por los siguientes doscientos años, los edificios griegos contemplan un manejo de los pesos más livianos, pues la nueva técnica de elevación permitió la carga de muchas piedras más pequeñas por ser más práctico, que pocas piedras más grandes. Contrastando con el período arcaico y su tendencia a los tamaños de bloque cada vez mayores, los templos griegos de la edad clásica como el Parthenon ofrecieron invariable cantidad de bloques de piedra que podían ser usados para cargar no menos de 15-20 toneladas. También, la práctica de erigir grandes columnas monolíticas fue abandonada prácticamente para luego usar varios ruedas que conforman la columna. Aunque las circunstancias exactas del cambio de la rampa a la tecnología de la grúa siguen siendo confusas, se ha discutido que las condiciones sociales y políticas volátiles de Grecia hacían más convenientes al empleo de los equipos pequeños para los profesionales de la construcción que de los instrumentos grandes para el trabajo de inexpertos, haciendo la grúa preferible a los polis griegos que la rampa que requería mucho trabajo, esta había sido la norma en las sociedades autocráticas de Egipto y Assyria. La primera evidencia literaria inequívoca para avalar la existencia del sistema compuesto de poleas aparece en los ejercicios mecánicos (Mech. 18, 853a32-853b13) atribuido a Aristóteles (384-322), pero quizás elaborado en una fecha poco posterior. Alrededor del mismo siglo, los tamaños de bloque en los templos griegos comenzaron a parecerse a sus precursores arcaicos otra vez, indicando que se debe haber encontrado la forma de usar polea compuesta más sofisticada en las obras griegas más avanzadas para entonces.
Operación La grúa es orientable y su soporte giratorio se monta sobre la parte superior de una torre vertical, cuya parte inferior se une a la base de la grúa. La grúa torre suele ser de instalación temporal, y está concebida para soportar frecuentes montajes y desmontajes, así como traslados entre distintos emplazamientos. Se utiliza sobre todo en las obras de construcción. Está constituida esencialmente por una torre metálica, con un brazo horizontal giratorio, y los motores de orientación, elevación y
distribución o traslación de la carga. La torre de la grúa puede empotrarse en el suelo, inmovilizada sin ruedas o bien desplazarse sobre vías rectas o curvas. Las operaciones de montaje deben ser realizadas por personal especializado. Así mismo las operaciones de mantenimiento y conservación se realizarán de acuerdo con las normas dadas por el fabricante.
Componentes La grúa se compone de tres partes cabeza con brazos, torre desmontable y base. La primera, cabeza con brazos, esta dimensionada de acuerdo a la influencia de las características de cargas y alcances. La segunda, torre desmontable, esta dimensionada principalmente por la influencia de la característica de altura. La tercera esta afectada por la influencia de las dos anteriores y tiene como misión principal la estabilidad tanto durante la carga como cuando no esta funcionando la grúa. Para este punto también habrá que tener en cuenta la posibilidad de movilidad de la grúa. Mástil: Consiste en una estructura de celosía metálica de sección normalmente cuadrada, cuya principal misión es dotar a la grúa de altura suficiente. Normalmente esta formada por módulos de celosía que facilitan el transporte de la grúa. Para el montaje se unirán estos módulos, mediante tornillos, llegando todos unidos a la altura proyectada. Su forma y dimensión varía según las características necesarias de peso y altura. En la parte superior del mástil se sitúa la zona giratoria que aporta a la grúa un movimiento de 360º horizontales. También según el modelo puede disponer de una cabina para su manejo por parte de un operario. Para el de operarios dispondrá de una escalera metálica fijada a la estructura. Flecha: Es una estructura de celosía metálica de sección normalmente triangular, cuya principal misión es dotar a la grúa del radio o alcance necesario. Su forma y dimensión varía según las características necesarias de peso y longitud. También se le suele llamar pluma. Al igual que el mástil suele tener una estructura modular para facilitar su transporte. Para desplazarse el personal especializado durante los trabajos de montaje, revisión y mantenimiento a lo largo de la flecha dispondrá de un elemento longitudinal, cable fiador, al que se pueda sujetar el mosquetón del cinturón de seguridad. Contraflecha: La longitud de la contraflecha oscila entre el 30 y el 35 % de la longitud de la pluma. Al final de la contraflecha se colocan los contrapesos. Esta unido al mástil en la zona opuesta a la unión con la flecha. Está formada una base robusta formada por varios perfiles metálicos, formando encima de ellos una especie de pasarela para facilitar el paso del personal desde el mástil hasta los contrapesos. Las secciones de los perfiles dependerán de los contrapesos que se van a colocar. Contrapeso: Son estructuras de hormigón prefabricado que se colocan para estabilizar el peso y la inercia que se produce en la flecha de la grúa. Deben estabilizar la grúa tanto en reposo como en funcionamiento. Tanto estos bloques como los que forman el lastre deben de llevar identificado su peso de forma legible e indeleble.
Lastre: Puede estar formada por una zapata enterrada o bien por varias piezas de hormigón prefabricado en la base de la grúa. Su misión es estabilizar la grúa frente al peso propio, al peso que pueda trasladar y a las condiciones ambientales adversas (viento). Carro: Consiste en un carro que se mueve a lo largo de la flecha a través de unos carriles. Este movimiento da la maniobrabilidad necesaria en la grúa. Es metálico de forma que soporte el peso a levantar. Cables y gancho: El cable de elevación es una de las partes más delicadas de la grúa y, para que dé un rendimiento adecuado, es preciso que sea usado y mantenido correctamente. Debe estar perfectamente tensado y se hará un seguimiento periódico para que, durante su enrollamiento en el tambor no se entrecruce, ya que daría lugar a aplastamientos. El gancho irá provisto de un dispositivo que permite la fácil entrada de cables de las eslingas y estrobos, y de forma automática los retenga impidiendo su salida si no se actúa manualmente. Motores: La grúa más genérica está formada por tres motores eléctricos:
Motor de elevación: permite el movimiento vertical de la carga. Motor de distribución: da el movimiento del carro a lo largo de la pluma. Motor de orientación: permite el giro de 360º, en el plano horizontal, de la estructura superior de la grúa.